TEMA 4 CURSO BÁSICO DELEGADOS DE LA AUTORIDAD JUNTA DE ANDALUCÍA 2020 - Actos Posteriores Sanciones y Responsabilidades

Curso Formación
Básico de
Delegados de La
Autoridad en
Festejos Taurinos
Tema 4
DERECHOS Y DEBERES.
ACCIONES DEL DELEGADO
ACTOS DESPUÉS DEL
FESTEJO. INFRACCIONES,
SANCIONES.
RESPONSABILIDADES
Asociación Nacional de presidentes de Plazas de

Toros de España
Curso Básico de Delegados de la Autoridad de Festejos Taurinos
Tema 1. Funciones y cometidos del Delegado de la autoridad.
Tema 1
Derechos y deberes de los espectadores.
Acciones del Delegado de la autoridad
Actos que tendrán lugar después del festejo. Actas y
documentación. Infracciones, Sanciones y sus
propuestas. Posibles responsabilidades
INDICE
1 IDERECHOS Y DEBERES DE LOS ESPECTADORES .................................................................3
2 ACCIONES DEL DELEGADO DE LA AUTORIDAD ....................................................................9
3 EL CALLEJÓN DE LAS PLAZAS DE TOROS ............................................................................... 12
4 RELACIONES ENTRE PRESIDENTE Y DELEGADO ............................................................... 15
5 ACTOS DESPUÉS DEL FESTEJO, ACTAS Y DOCUMENTACIÓN. .......................................... 18
6 INFRACCIONES SANCIONES Y SUS PROPUESTAS. LA MATERIA SANCIONADORA ....... 27
7 POSIBLES RESPONSABILIDADES POR ACTUACIONES DE PRESIDENTES Y

DELEGADOS DE LA AUTORIDAD...................................................................................................... 50
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2
1 IDERECHOS Y DEBERES DE LOS ESPECTADORES
En la ya mencionada Ley 10/1991, de 4 de abril, sobre potestades administrativas en

materia de espectáculos taurinos, se abordan muchos aspectos relacionados con los
derechos y deberes de los espectadores y las responsabilidades del Delegado de la
Autoridad al respecto, así se indica en su exposición de motivos:
Sin perjuicio de las competencias que corresponden a las Comunidades Autónomas en
relación con los espectáculos taurinos, como tales espectáculos, es evidente la conexión
de los mismos con el orden público y la seguridad ciudadana, que constituyen
competencias exclusivas del Estado, al amparo del artículo 149.1.29.º de la
Constitución, y para el fomento de la cultura, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo
149.2 del citado texto constitucional; ello obliga a delimitar las facultades que
corresponden en la materia al Ministro del Interior y a los Gobernadores Civiles,
Autoridades que tienen atribuida la competencia para velar por la seguridad pública, de
acuerdo con el ordenamiento jurídico vigente.
II. La garantía del derecho de los espectadores y de la pureza de la fiesta requiere,
también como presupuesto, que el régimen de las fiestas taurinas ponga un énfasis
muy especial en el aseguramiento de la integridad del toro, de su sanidad y bravura y,
en especial, de la intangibilidad de sus defensas. Por ello, buen número de los preceptos
de la parte más central de la Ley, a través de la intervención administrativa previa,
simultánea y posterior a la lidia se dirige a regular, en la medida que se considera
imprescindible, el tracto del proceso, a partir del traslado de los toros desde las dehesas
hasta el reconocimiento post mortem
Artículo 8.Derechos y obligaciones de los espectadores.
1. Los espectadores tienen derecho a recibir el espectáculo en su integridad.
2. Los espectadores que durante la lidia se lancen al ruedo serán retirados del mismo y
puestos a disposición de los miembros de las Fuerzas de Seguridad.
3. Reglamentariamente se determinarán los demás derechos y deberes que puedan
corresponderles.
El Reglamento Taurino de Andalucía (RTA) fue impulsado por el Parlamento de
Andalucía definitivamente con la moción 7-04/M-000009, que ordenaba que éste debía
contemplar: b) La idoneidad de las reses para la lidia debe ser determinada por los
veterinarios, actuando como peritos que garanticen los derechos de los espectadores y
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del toro. A este fin, se arbitrarán fórmulas para mejorar su formación y propiciar su
especialización.
En su Artículo 1 ya declara: Objeto y ámbito de aplicación.
1. Es objeto del presente Reglamento la regulación de los espectáculos taurinos que se
desarrollen en el territorio de la Comunidad Autónoma de Andalucía, a fin de garantizar
la integridad del espectáculo y salvaguardar los derechos de los profesionales taurinos
y del público en general.
Tras de la regulación de los aspectos relacionados con la lidia, entra el Capítulo XVII a
hablar de los espectadores (artículos 70-73). En el primero de sus artículos se
mencionan sus derechos, en casi todo consecuentes con lo que se apuntaba en la Ley
andaluza 13/1999 (de 15 de diciembre), el Reglamento nacional o la Ley Taurina 10/91.
Así el derecho a recibir el espectáculo en su integridad conforme al cartel anunciador,

la apertura de las puertas de la plaza una hora antes y hasta su total evacuación, a
ocupar su localidad y a ser acomodados, o a la devolución del importe de su entrada o
parte proporcional del precio de un abono o de un espectáculo que sea suspendido,
aplazado o modificado en sus aspectos sustanciales, A esos efectos, se entenderá
modificado el cartel en sus aspectos sustanciales cuando se produzca la sustitución de
alguno o algunos de los espadas anunciados o se sustituya la ganadería o la mitad de
las reses anunciadas por las de otra u otras ganaderías distintas.
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Artículo 70.5 5. Si una vez iniciado el espectáculo se suspendiese, por causas que no
hubieran podido preverse, o que, previstas, fueran inevitables, el espectador no tendrá
derecho a la devolución del importe de la entrada. No obstante lo anterior y a los efectos
de la presente norma, tendrán la consideración de previsibles y evitables, las
suspensiones originadas por el mal funcionamiento de las instalaciones del
establecimiento público. Sin perjuicio de lo anterior, si el espectáculo se suspendiese
definitivamente por mal tiempo, una vez haya salido la primera res al ruedo, el
espectador no tendrá derecho a devolución alguna.
En
cuanto a los plazos de tiempo para la devolución del importe de las entradas, marca 4
días tras de la fecha anunciada para casos de suspensión o aplazamiento del festejo, y
tan sólo una hora antes de iniciarse el mismo. El plazo indicado se prorrogará
automáticamente si finalizado el mismo hubiese, sin interrupción, espectadores en
espera de devolución, en las taquillas o puntos de venta
También se reconoce el no siempre cumplido derecho a que el espectáculo comience a
la hora señalada en el cartel, no permitiéndose demoras superiores a una hora (¡!); el
que sea avisado de las incidencias ocurridas por la empresa previa autorización
presidencial, el poder pedir los trofeos para los intervinientes, y el ya conocido
derecho a presenciar y ser oídos en los actos de desembarque y reconocimientos previos
previstos través de dos representantes
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En su apartado 11, el artículo 70 del RTA entiende como derecho de los espectadores
el de conocer las sanciones firmes en vía administrativa que se impongan por los
órganos competentes de la Junta de Andalucía. A tal fin, la Dirección General
competente en materia de espectáculos taurinos y las Delegaciones del Gobierno de la
Junta de Andalucía en sus respectivas provincias, darán a conocer, anualmente, a través
de los medios de comunicación social, en especial a los de la provincia y localidad donde
se cometió la infracción, la relación detallada de dichas sanciones firmes.
Asimismo el RTA nos dice que
los espectadores tienen
derecho a conocer
directamente los
resultados de los
reconocimientos previos,
tanto de reses
aprobadas como
rechazadas y los motivos
de rechazo,
debiendo el Presidente y el Delegado de la Autoridad asegurarse de que se han colocado
las hojas informativas correspondientes en las puertas de acceso de la plaza de toros.
También reconoce el RTA en este artículo 70.1 3 el derecho de los espectadores a
conocer, a través de las asociaciones de personas aficionadas y abonadas legalmente
constituidas, los respectivos informes veterinarios. Es muy loable el interés del RTA en
pro de la transparencia, yendo más lejos incluso que los derechos de los espectadores
que pretendía la Ley 10/91, que en su Exposición de Motivos se refería a la necesidad
de otorgar carta de naturaleza al asociacionismo taurino para cumplir el mandato
constitucional de los artículos 9.2 (promoción de la participación ciudadana), 22
(derecho de asociación), 5.1 (defensa de los consumidores y usuarios) y 105 (audiencia
a los ciudadanos).
En cuanto a los deberes, obligaciones y prohibiciones, el Reglamento (artículo 71)
señala: deberán permanecer sentados en sus localidades durante la lidia, que no
circulen vendedores ambulantes durante ella, no acceder ni abandonar aquellas durante
la lidia, no lanzar almohadillas u otros objetos, no perturbar gravemente el desarrollo
del festejo o causar molestias u ofensas ya no solo a los espectadores , sino
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expresamente a la Presidencia, Delegación de la Autoridad y sus auxiliares o

alguacilillos, al empresario, ganadero y profesionales actuante, o tirarse al ruedo como
espontáneo.
Regula los billetes de entrada y localidades en el artículo 72, mencionando que en ellas
habrá de figurar la siguiente información:
a) Número de orden conforme al aforo autorizado del establecimiento.
b) Identificación y domicilio de la empresa organizadora.
c) Tipo de espectáculo.
d) Lugar, fecha y hora de celebración.
e) Clase de localidad y número, cuando las localidades sean numeradas.
f) Precio.
g) Plazo y lugar para efectuar la devolución del importe abonado por la entrada en
los casos de suspensión del espectáculo, de conformidad con lo previsto en el presente
Reglamento.
h) En su caso, las condiciones específicas de admisión debidamente aprobadas por
la respectiva Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía
En cuanto a la expedición de entradas y abonos, tratado en el artículo 73, se obliga a

las empresas a vender directamente al público " sin recargo o sobreprecio alguno, al
menos el 70 % de cada clase de
entrada " lo que significa que el
30% de entradas puede
derivarse a otros circuitos de
venta. Se señala a las
empresas que deberán
disponer de una taquilla
expendedora por cada mil entradas de aforo que se pongan a la venta, o a una por cada
dos mil entradas si el aforo supera las 3000 localidades, debiendo estar abiertas al
menos una hora antes del espectáculo. Si hubiese posibilidad de abono, ese 70% de
reserva queda limitado a las entradas que no se hayan abonado.
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Incide el RTA en que no podrá venderse abono alguno sin haber anunciado el cartel o
carteles completos de los espectáculos que se pretendan ofrecer al público. Para abonos
de más de 10 festejos o de temporada la empresa podrá dejar vacantes en los carteles
de la temporada, sin hacer público en el momento de la venta del abono, un número
de plazas de profesionales de lidia no superior al 10 %, a fin de posibilitar la ulterior
contratación de los que hayan
triunfado con posterioridad a la
venta o renovación del abono,
siempre que se anuncie el cartel
definitivo con una antelación
mínima de cinco días a la
celebración del espectáculo,
recordándose que no hay derecho
a devolución por dicha plaza no
cubierta desde el principio. La
empresa, en caso de reforma de la plaza, viene obligada, como en el texto del 96 y
anteriores, a facilitar una localidad semejante al poseedor de abono que se hubiera visto
afectado por aquélla.
Los abonos serán nominativos pudiendo sus titulares canjearlos por localidades
separadas sin sobreprecio alguno. Deberá existir por cada empresa un registro
informático de abonados y están obligadas al cumplimiento de la Ley Orgánica 15/1999,
de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal y su normativa de
desarrollo. En dicho registro, a disposición de los Inspectores de Espectáculos Públicos
de la Junta, figurará:
a) Nombre y apellidos, o denominación social, de la persona titular del abono
b) Número de Documento Nacional de Identidad o, en su caso, Código de
Identificación Fiscal de la persona titular del abono.
c) Domicilio de la persona titular del abono.
d) Identificación individualizada de la localidad abonada mediante la indicación de
su número y fila.
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2 ACCIONES DEL DELEGADO DE LA AUTORIDAD

El Delegado de la Autoridad es una figura clave y fundamental para el normal desarrollo
de un festejo taurino. Tan importantes son sus funciones que sin él no sería posible
llevar a cabo una corrida.
Debemos imaginarnos que, si la reglamentación taurina fuera un cuerpo, los brazos
ejecutores de aquella serían por un lado la presidencia y por otro el delegado. Son
múltiples las tareas que debe hacer el delegado. Es un auxiliar del Presidente y de forma
general tiene las funciones de controlar y vigilar que se cumple el Reglamento Taurino,
de transmitir las órdenes del Presidente, de ejercer de secretario de actas (es decir,
redactar, custodiar y enviar a la administración correspondiente las actas de cada
festejo), así como la de mantener el orden público en la plaza de toros.
No obstante, respecto de esta última función, la del orden público, debemos matizar
que será así siempre que las funciones del delegado estén ejercidas por personas
pertenecientes a las fuerzas y cuerpos de seguridad como es el caso de Andalucía. Esta
matización debemos realizarla porque teóricamente hay reglamentos que han
empezado a incluir la posibilidad de que las funciones del delegado sean ejercidas por
otros funcionarios públicos de la administración o bien incluso por terceras personas
habilitadas
Quiénes pueden ser Delegados.

Están sus funciones reservadas a un miembro de las fuerzas y cuerpos de seguridad,
bien sea policía nacional, un policía autonómico, guardia civil o incluso policía municipal
Además, cuando las funciones del delegado son ejercidas por personas pertenecientes
al orden público y fuerzas de seguridad hay que distinguir cuándo es competencia de la
policía nacional, en qué casos actuará la policía autonómica, y también cuando tiene
atribuida esta función la guardia civil o incluso la policía local.
Artículo 22 del RTA
Será Policía Nacional. En las plazas de toros de primera y segunda categoría, la
persona que ejerza como titular de la Delegación de la Autoridad, así como su
correspondiente suplente, serán miembros de la Unidad del Cuerpo Nacional de Policía
adscrita a la Comunidad Autónoma de Andalucía o del Cuerpo Nacional de Policía,
nombradas por la persona titular de la respectiva Delegación del Gobierno de la Junta
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de Andalucía, directamente en el primer caso y a propuesta de la persona titular de la

correspondiente Subdelegación del Gobierno en el segundo.
Será Guardia Civil: En las plazas de tercera categoría, no permanentes y
portátiles a propuesta del Subdelegado o Subdelegada del Gobierno. Aunque en estas
plazas de tercera categoría tampoco se descarta que pudiera serlo un Policía Nacional.
Será Policía Local: Si, en cualquier caso, no fuera posible nombrar a un Guardia
Civil o Policía en las plazas de tercera categoría, no permanentes y portátiles porque no
hay efectivos disponible entonces se autoriza a que sea un Policía Local el que ejerza
de Delegado a propuesta de quien ostente la Alcaldía del Municipio.
Los nombramientos de los delegados corresponden formalmente a la administración
autonómica que autoriza la corrida. Pero en estos, y a diferencia de lo que sucede con
la presidencia en la que la administración autonómica tiene mayor obligación de control,

será admitida la propuesta que se envíe desde los superiores jerárquicos de los
propuestos, bien sea políticos (delegado del gobierno) o propios de la institución del
orden público a la que pertenezcan (Jefe Superior, Comisario, Teniente, etc…).
Funciones del Delegado de la Autoridad

Recordaremos aquí sucintamente lo ya comentado en el Tema I de este curso.
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El delegado es un auxiliar del presidente cumpliendo funciones vitales para el normal

desarrollo del espectáculo. Tiene que, como regla general, transmitir las órdenes del
presidente y exigir su puntual cumplimiento. Debe, asimismo, vigilar para que todo lo
exigido por el reglamento se cumpla. Por tanto, es quien lleva a cabo las labores de
inspección. Es el delegado quien habitualmente comprueba que las banderillas (sus
medidas, sus arpones, etc.) son las reglamentarias, así como las puyas, las farpas, etc.
Son también quienes custodiarán los materiales aprobados para la lidia. No debe, en
consecuencia, extrañar que el delegado adopte la decisión de precintar y custodiar las
banderillas o las puyas no entregando las mismas a los profesionales hasta cuando lo
ordena el reglamento.
Asimismo, el delegado es el secretario de actas. Es quien cumplimenta en las actas todo
lo que sucede en las operaciones preliminares, durante el festejo y al finalizar el mismo
con independencia de que las actas finalmente deba firmarlas el presidente con su visto
bueno.
Es obligatorio que el delegado esté presente en el desembarque, pesaje y
reconocimientos de las reses. Consecuentemente, aunque el presidente esté presente
en los reconocimientos no se puede dar inicio a los mismos si no estuviera presente el
delegado.
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3 EL CALLEJÓN DE LAS PLAZAS DE TOROS

Respecto del callejón de cualquier plaza, el Delegado de la Autoridad cumple
importantes funciones ya que es el obligado a que éste esté totalmente despejado para
no impedir las funciones habituales de las cuadrillas. En tal sentido, el delegado debe
vigilar constantemente para que sólo las personas autorizadas están presenten en el
callejón y, en cualquier caso, deberán ocupar su preceptivo burladero. Siendo pues
responsable del orden en el callejón, el Delegado será quien tenga que expedir los
correspondientes pases o acreditaciones. También el Delegado con sus auxiliares y la
colaboración del personal de la plaza mantendrán una atención constante a este
espacio, normalmente apetecido por muchos "invasores furtivos" que podrían ocupar
espacios que no les corresponden y eventualmente crear situaciones de peligro para
ellos mismos y para otras personas.
Ahora bien, también hemos de tener en cuenta que no necesitan de autorización previa
ni los profesionales intervinientes ni sus equipos auxiliares (se entiende también dentro
del equipo auxiliar de la cuadrilla a los apoderados de los toreros). Para el caso de que
por cualquier circunstancia (error, etc.) se hubieran expedido pases en número superior
al que realmente el callejón deberá resolver el propio delegado y en su caso el
presidente. Si hay sobre aforo se aconseja enviar al personal que no quepa a los
tendidos y hacerlo constar en acta (siempre se aconseja su constancia en acta por un
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doble motivo: procurar que en caso de

error no se vuelva a producir y tener en
cuenta que el personal que es
desalojado suele poner una
reclamación ante la Junta. Si nos
adelantamos a ello, tanto mejor). El
callejón es un lugar donde se pueden
producir situaciones de peligro (sobre
todo en corridas de toros) si una res
salta al mismo. En caso de que este
esté sobresaturado no habrá
burladeros donde refugiarse y si se
produjera alguna incidencia negativa se
buscará luego responsables en el
delegado y el presidente, en su caso. Si
el delegado detectara que hay alguna persona que está en el callejón sin la preceptiva
autorización o que no está en condiciones de permanecer en el mismo o bien que su
comportamiento es molesto debe expulsar a esa persona del callejón. Los presidentes,
habitualmente, no suelen inmiscuirse en lo que suceda en el callejón ya que confía
plenamente en el delegado. Solamente, si observa que se producen anomalías o que en
el callejón hay exceso de personas es cuando se dirige al delegado para comunicarle tal
incidencia.
De hecho, si un lidiador estando en el callejón observara que hay un exceso de personas
en el mismo y que se está dificultando la normal tarea de su cuadrilla en primer lugar
debe hacérselo saber al director de lidia para que éste se lo haga saber al delegado y
adopte las medidas oportunas. Durante la lidia, el delegado es con quien habitualmente,
y en primer lugar, se comunican los toreros si quieren o necesitan dirigirse al presidente
bien sea para comunicarle alguna cuestión o solventar alguna duda. Es el caso, por
ejemplo, cuando el torero quiere correr el turno tras la devolución de una res a los
corrales o cualquier otra incidencia: primeramente, se la comunica al delegado y éste
se lo comunica al presidente para que adopte la decisión que considere.
El RTA prevé que pueda nombrarse más de un delegado. Habitualmente en las plazas
ubicadas en municipios, o plazas de pequeño aforo o poca repercusión taurina,
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solamente suele haber un delegado quien en el momento del festejo es asistido por
otros miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad fundamentalmente para las
cuestiones relativas al orden público. En las plazas de mayor categoría, segunda y
primera, es habitual que exista más de un delegado y se repartan las funciones. Así por
ejemplo, es común que exista un delegado encargado de las actas, mientras otro se
encarga solamente de lo que suceda en el callejón o incluso que otro delegado quede
encargado de vigilar que todos los accesos a la enfermería están despejados procurando
en caso de ser necesario utilizarla que nadie moleste al personal médico.
14
4 RELACIONES ENTRE PRESIDENTE Y DELEGADO
A lo largo de los temas precedentes pusimos de relieve la importancia de que la

presidencia y la delegación gubernativa (de la autoridad o de plaza) lograran formar un
equipo cohesionado dadas las importantísimas atribuciones en todas las fases
preparatorias de la corrida en la plaza.
Es necesario volver a incidir en ello. De
hecho, conviene recordar que las
relaciones entre presidente y delegado
están regidas por el principio de
competencia. O lo que es igual, cada
cual se debe a la ejecución de las
propias funciones atribuidas en el RTA.
La distribución de competencias entre
presidencia y delegado están
claramente definidas. A ese régimen de
competencia se une la obligación de colaboración y prestarse auxilio mutuo.
La coexistencia entre ambos, presidente y delegado, no puede ser definida bajo el
principio de jerarquía. Si así pensáramos, tendríamos graves problemas para justificar
que una persona que ejerce la presidencia proveniente del ámbito civil pudiera ser
superior en importantes funciones como, por ejemplo, el orden público. Del lado
contrario, es decir, si pretendemos justificar la relación existente sólo en base a la
jerarquía entonces nos encontraríamos que sería también obligatorio que los miembros
y fuerzas de seguridad presidieran el total de las plazas de España, desde Madrid al más
pequeño de los pueblos, lo cual sería imposible por falta de efectivos.
La confusión de jerarquía atribuida a la relación de ambos en décadas pasadas venía
amparada por el hecho de que las plazas de mayor categoría tenían reservado el palco
a presidentes provenientes del ámbito de la policía. Si tenemos en cuenta que según
normativa interna y específica del cuerpo nacional de policía el presidente debía ser de
una escala profesional superior al delegado, entonces podemos entender cómo, pese a
que los reglamentos definen claramente las funciones competenciales de unos y otros,
en la práctica la relación venía influenciada por una jerarquía de mando existente en la
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realidad profesional de los implicados y, por tanto, extramuros de la reglamentación

taurina.
Pero hoy por hoy, en términos generales, si pretendemos encontrar una coherencia
lógica al sistema reglamentario existente sólo podemos basar la relación entre
presidente y delegado bajo el prisma de los principios de respeto a las competencias
atribuidas y de la obligatoria colaboración entre ambos actores.
Recordemos, de hecho, que hay Comunidades Autónomas que sancionan a las
presidencias por sus actuaciones. Y con frecuencia es, precisamente, el acta, dictamen,
denuncia o informe elaborado por el delegado el que sirve como base para proponer y
sancionar a la presidencia. Naturalmente, por lo ya comentado anteriormente del
vínculo de jerarquía extra reglamentación taurina existente cuando se da el binomio
“presidente policía + delegado policía”, es difícil en la práctica que se dé la situación de
que un delegado policía recoja hechos que puedan servir de base para sancionar a su
superior jerárquico, aunque, teóricamente y siempre basándonos en la reglamentación
taurina, esa posibilidad existe. El mayor control de las delegaciones sobre las
presidencias se da en aquellos casos en que la delegación es ejercida por un miembro
del orden público mientras que la presidencia se atribuye a una persona proveniente
del ámbito social civil.
Aun cuando la normativa taurina no lo expresa con la claridad que vamos a exponerlo,
de forma resumida y concreta y a efectos didácticos, podríamos determinar
resumidamente que el cuadro competencial entre ambas figuras (presidente y
delegado) se repartiría de la siguiente forma:
-. Cuestiones de técnica taurina: Decide la presidencia. Por ejemplo, rechazo de reses
en reconocimientos, decisión sobre reclamaciones de lidiadores en el orden del cartel,
dirección de las fases del espectáculo durante la corrida, determinación de propuesta
de sanción a lidiadores por cuestiones relativas a la liturgia taurina, devolución de reses
en el ruedo, otorgamiento de trofeos, etc.
-. Cuestiones administrativas tales como el ejercicio de la secretaría de actas: El
principal responsable es el delegado existiendo una obligación de colaboración del
presidente al deber firmar casi todas las actas, así como tener un trato privilegiado en
las mismas consistente en poder incluir aquellas cuestiones destacadas que considere
debe tener conocimiento la administración. Estas labores administrativas pueden ser
ejercidas tanto por delegados provenientes del ámbito de las fuerzas y cuerpos de
16
seguridad como delegados pertenecientes al cuerpo de funcionarios de la administración

u otros civiles.
-. Cuestiones de orden público: Siempre queda reservado a miembros de las fuerzas y
cuerpos de seguridad. Si la delegación es ejercida por personal perteneciente a estas
instituciones lo podrán ejercer estos. Si el delegado no tiene la condición de agente de
la autoridad entonces será el encargado de estar en contacto con la unidad, patrulla o
guardia que se presente en el momento de la celebración de la corrida para comunicarle
cualquier incidencia siendo decisión última de los miembros de las fuerzas de seguridad
las actuaciones a adoptar al respecto.
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5 ACTOS DESPUÉS DEL FESTEJO, ACTAS Y

DOCUMENTACIÓN.
Al arrastre del último toro y tras los correspondientes saludos

¡FIN DE LA CORRIDA!
Pero…… el fin de la corrida no es el fin de las tareas de los Presidentes ni de los
Delegados de la Autoridad
Aún nos quedará la redacción y firma del acta final del espectáculo con sus posibles
incidencias y, ¡vigilar para el cumplimiento del post mortem!
Se aconseja al Delegado que durante toda la corrida lleve anotado algunos datos de las
incidencias producidas en la misma ya que deberá posteriormente cumplimentar las
actas respectivas sobre todo el resultado de los trofeos y si alguna res fue devuelta
debiéndose apuntillar posteriormente en los corrales.
Si se despista o se olvida de anotarlo puede preguntarlo al presidente quien,
habitualmente, recuerda todos los trofeos concedidos.
Actos posteriores a la finalización del festejo.

• Post Mortem, ¿qué es?
• Es la inspección y, en su caso, toma de muestras para su análisis en laboratorio
homologado. Se refiere tanto a las astas como a las muestras biológicas
• El post mortem se regula como una garantía en la integridad del espectáculo y en los
derechos del espectador.
• Regulación confusa. Por eso, vamos a ser prácticos y concisos.
• ¿Qué es el afeitado? Es el nombre “popular” con el que se conoce a la manipulación
fraudulenta de las astas de las reses consistente en cortarles, menguarles, las mismas
mermando así la capacidad ofensiva de las reses a lidiar.
• La denominación “afeitado” no aparece en el reglamento taurino nacional.
• Sí aparece “manipulación fraudulenta”.
• Por tanto, no toda manipulación es perseguible.
• Sólo se persigue la FRAUDULENTA
• Es decir, para considerar algo como “fraude” debe venir tipificado, descrito en la
normativa. El RTA sólo describe o persigue (artículo 30) lo conocido popularmente como
18
“afeitado”, concretamente cuando “…la zona

maciza del cuerno tenga una longitud inferior
a la séptima parte de la longitud total de
éste”.
• En consecuencia, ¿es manipulación de las
astas poner fundas a los pitones de las reses?
Sí. Pero no es una manipulación fraudulenta
(no aparece así descrita en el reglamento).
Por tanto, no podemos sancionar dicha
conducta (enfundado) por mucho que se
pueda tener una opinión contraria a dicha
técnica.
• Hay que recordar aquí los desafortunados
artículos 39 y 40 del RTA que en los análisis
post-mortem solo permiten el análisis, recogida y envío de los cuernos a
reconocimiento, en el caso de reses estimadas como manipuladas por todos los
miembros del equipo veterinario y lidiadas bajo la responsabilidad del ganadero.
• El Material Post Mortem en la Plaza: El artículo 16.2.c del RTA es claro al exigir entre
los certificados a aportar para autorizarse una corrida la certificación veterinaria de que
los corrales, chiqueros, cuadras y desolladeros reúnen las condiciones higiénicas y
sanitarias adecuadas, así como, en las plazas permanentes de primera y segunda
19
categoría, de la existencia del material necesario para el reconocimiento «post

mortem» exigido por la normativa vigente. De la existencia de este material recuerda
la responsabilidad de la empresa organizadora en su artículo 40.5 y 40.12 "Cualquier
material que sea necesario para la realización de los análisis u otras actuaciones arriba
reseñadas, deberán ser facilitados por la empresa organizadora del espectáculo y la
autorización del mismo se condicionará al previo cumplimiento de esta obligación,
aunque por parte de la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía en la provincia
podrá• proveerse de dichos materiales en caso de incumplimiento por parte de la
empresa organizadora, sin perjuicio de las posibles sanciones que puedan recaer en vía
administrativa"
• Pese a ello, no siempre las administraciones son vigilantes en la exigencia de este
certificado. Sin material no se pueden tomar muestras para su envío a análisis, si fuera
necesario.
• ¿Qué hacer si no hay material en la plaza? . Hacerlo constar en actas como incidencia
para conocimiento de la administración.
• ¿Cuántas partes destacables hay en el procedimiento post mortem? Hay dos grandes
fases:
• - Una parte OBLIGATORIA: Informe tras examen visual de los veterinarios.
• - Una parte POTESTATIVA: Toma de muestras para su envío al laboratorio homologado
a fin de analizar las muestras remitidas.
• Veamos lo que dice el reglamento taurino, así entenderemos bien cuál es la parte
obligatoria del post mortem:
• Artículo 40.1: “Finalizada la lidia, se realizarán, por los veterinarios de servicio, los
oportunos reconocimientos “post mortem” de las reses…” (*Nótese que el verbo
utilizado “se realizarán” es imperativo)
• Artículo 40.3: “El reconocimiento de los cuernos de las reses lidiadas y/o devueltas en
las dependencias de la plaza consistirá en el examen de su aspecto externo, a fin de
comprobar las alteraciones visibles en la superficie de aquéllos”.
• Artículo 40.2. "El reconocimiento «post mortem» de los cuernos recaerá,
exclusivamente, sobre las reses lidiadas bajo la responsabilidad del ganadero, conforme
a lo previsto en el artículo 39.1 del presente Reglamento en corridas de toros o
novilladas con picadores, salvo lo dispuesto en el artículo 31.1 del citado texto".
20
• Artículo 40.3 párrafo 2: “Efectuado el reconocimiento en los términos del párrafo

anterior, se emitirá informe razonado de su resultado por los veterinarios de servicio….”
Ahora bien, ese informe no se exige que sea por escrito. Cuando se hace, a veces se
realiza por escrito y otras veces de forma verbal y, lamentablemente, no siempre se
nos expide actas para cumplimentarlas posteriormente.
• ¿Cuál es entonces, o en qué consiste la PARTE POTESTATIVA del POST MORTEM?
• Artículo 40.3 párrafo 2: “…. En el supuesto en que se dictaminase la sospecha de
posible manipulación artificial de los cuernos examinados, se procederá al envío urgente
de éstos al laboratorio habilitado…”
Parte Potestativa = (cuando se sospeche que hay posible manipulación artificial, se debe
proceder a la toma de muestra para enviarse a laboratorio habilitado para su análisis)
¿Quién se ocupará de la extracción de los cuernos? Claramente especificado en el

artículo 40.55. Los cuernos serán cortados en el desolladero de la plaza, para lo cual la
empresa organizadora dispondrá de los necesarios medios materiales y
humanos.
• Es igualmente potestativa la posibilidad de extraer muestras biológicas de los toros
lidiados (sangre, orina o vísceras). Artículo 40.10 del RTA10. "El Presidente o Presidenta
del espectáculo en las plazas de toros ordenará, de oficio o a instancia del equipo
veterinario de servicio, diestros intervinientes o empresa organizadora, la toma de
muestras biológicas de las reses en los casos de comportamiento anormal de éstas
21
durante la lidia, para su análisis en los correspondientes laboratorios habilitados por la

Consejería competente en materia de espectáculos taurinos.
Sin perjuicio de lo anterior, la Dirección General competente en materia de espectáculos
taurinos podrá ordenar la toma de muestras biológicas, tanto de toros como caballos,
de forma aleatoria a efectos puramente estadísticos, informando de ello a la empresa
ganadera o, en su caso, de la contrata de caballos de picar, pero sin ninguna repercusión
sancionadora."
EN RESUMEN: ¡¡PARTE OBLIGATORIA (informe, aunque sea verbal) DEBE HABER
SIEMPRE!! SE SOSPECHE O NO, SE ESTÉ EN UNA PLAZA DE PRIMERA, DE SEGUNDA O
DE TERCERA, HAYA MATERIAL POST MORTEM O NO LO HAYA, ¡¡SIEMPRE SE DEBE
REALIZAR ESTA PARTE OBLIGATORIA DEL POST MORTEM!!
En cambio, la parte potestativa del post mortem (toma de muestras) sólo se llevará a
cabo cuando haya sospechas de posible manipulación artificial
• En la práctica, todo el equipo debe estar muy bien coordinador para que el post
mortem se desarrolle con normalidad y eficacia porque suelen vivirse situaciones de
tensión.
• Es de resaltar, la necesidad de que cuando un toro es trasladado al desolladero,
después de ser estoqueado en el ruedo, se debe tener esmero en que sea totalmente
identificado, y que no sea manipulado sin que se haya realizado el correspondiente
reconocimiento post mortem tanto de los cuernos, como en su caso las muestras
biológicas por el equipo de veterinarios de servicio.
• El Delegado de la Autoridad tendrá especial cuidado en que las cabezas de las reses
sean colocadas por riguroso orden de lidia e identificadas claramente. Bastará con que
un agente esté en el desolladero ocupándose de este menester, para que
22
posteriormente no pueda existir ninguna clase de duda sobre la identificación de las

mismas.
• Es fundamental que el Delegado de
la Autoridad, establezca un control
sobre la custodia de las posibles
pruebas, ya que en los exámenes post
mortem realizado a los toros lidiados
bajo sospecha de manipulación,
pueden determinar que se envíen los
cuernos al correspondiente laboratorio
de análisis para detectar posibles
manipulaciones fraudulentas.
• Igualmente se podrá optar por la toma de muestras de sangre, orina y vísceras, en el
caso que sea haya observado algún comportamiento anormal en el desarrollo y
evolución de las reses lidiadas. La disposición transitoria segunda del RTA nos remite al
artículo cuarto apartado 1 de la Orden del Ministerio del Interior de 7 de mayo de 1992,
por la que se determina el material necesario para la realización de reconocimiento
«post mortem» de las reses de lidia y se designan los laboratorios encargados de los
correspondientes análisis y estudios. . "El análisis de las muestras biológicas, a que se
refiere el Reglamento de Espectáculos Taurinos, se realizará por el Servicio de
Toxicología del Centro Nacional de Alimentación, integrado en el Instituto de
Salud Carlos III, sito en Majadahonda (Madrid), en la carretera de
Majadahonda a Pozuelo, kilómetro 2."
Asimismo para el envío y análisis de cuernos de toros el laboratorio homologado por la
misma Orden 7 Mayo 1992 Ministerio Interior es el LABORATORIO POLICIAL DE
CANILLAS. Dirección para los envíos:
Complejo Policial de Canillas (Laboratorio homologado para análisis de
cuernos).
C/ Julián González Segador s/n. 28071 Madrid
MUY IMPORTANTE: Este laboratorio de Canillas está vigente tanto para Presidencias del
Cuerpo Nacional de Policía como para Presidencias procedentes de otros ámbitos civiles,
y de cualquier categoría de plaza.
23
En definitiva, si hay informe escrito de los veterinarios se adjuntará al expediente. Si

sólo es verbal y de él o del escrito no se deriva orden de la presidencia de tomar
muestras para su análisis al laboratorio el delegado no tendrá mayor función al respecto.
Sin embargo, si se determina tomar muestras para su envío entonces el delegado
deberá disponer de un acta a mano. Si la Junta gira un acta post mortem entre la
documentación, aunque no se envíen muestras a analizar, se deberá cumplimentar en
todo caso.
https://elpais.com/diario/1983/12/11/cultura/439945209_850215.html
http://veterinariostaurinos.blogspot.com/2011/10/protocolos-contra-el-fraude.html
El acta de finalización del festejo

Artículo 64 del RTA. "Acta final del festejo.1. Finalizado el espectáculo se levantará la
correspondiente acta, en el modelo homologado por la Dirección General competente
en materia de espectáculos taurinos y facilitados por las respectivas Delegaciones del
Gobierno de la Junta de Andalucía, en la que se reflejarán las actuaciones e incidencias
habidas en los siguientes términos:
a) Lugar, dúa y hora de la celebración del espectáculo, empresa organizadora y hora de
inicio y terminación.
b) Clase de espectáculo y tipo de plaza.
c) Identificación de la Presidencia, Delegación de la Autoridad, equipo veterinario y
miembros actuantes de la asesoría.
d) Diestros participantes, con indicación de la composición de las respectivas cuadrillas.
e) Desarrollo de la lidia y resultado en cuanto a premios y trofeos de lidiadores,
cuadrillas y reses, en su caso.
f) Reses lidiadas, incluidos sobreros, con expresión de la ganadería a que pertenezcan
y número de identificación correspondiente, pesos y otros datos, en su caso.
g) Incidencias destacables, deficiencias y posibles incumplimientos de cualquier tipo o
denuncias.
h) Firma de la Presidencia y de la Delegación de la Autoridad y, potestativamente, la
del empresario.
2. El original del acta final y, al menos, dos copias debidamente cumplimentadas se
remitirán por parte de la persona que actúe como titular de la Delegación de la
Autoridad, junto con el resto del expediente original directamente a la Delegación del
24
Gobierno de la Junta de Andalucía respectiva, en el plazo máximo de cuarenta y ocho

horas desde la finalización del espectáculo.
3. Cuando así lo soliciten el empresario, ganadero o profesionales actuantes a la
Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía correspondiente, por parte de ésta se
les remitirá copia compulsada del acta final del festejo."
https://www.juntadeandalucia.es/export/drupaljda/modelo_acta_finalizacion.pdf
Es evidente que el RTA presta mucha atención y detalla con precisión los datos que han
de figurar en el acta de finalización del festejo, exigiendo la firma de la misma por parte
del Presidente y del Delegado de la Autoridad.
Decíamos en un párrafo anterior lo adecuado de que el Delegado de la Autoridad vaya
tomando nota de todas las circunstancias e incidentes que puedan ir ocurriendo, ya que
después deberán ser reflejadas con precisión en el acta final.
De igual modo se recomienda también que durante la jornada se vaya completando la
parte referida a los meros datos identificativos del acta, como los de la empresa,
presidente, asesores, lidiadores etc. para abreviar los actos posteriores a la finalización
del festejo.
25
26
6 INFRACCIONES SANCIONES Y SUS PROPUESTAS. LA

MATERIA SANCIONADORA
Para entender la compleja materia sancionadora en tauromaquia no solamente tenemos

que tener claro el sistema de fuentes y sus prevalencias sino, también, haber
comprendido el sistema competencial y las áreas reservadas a cada uno de cuantos
intervienen. Conviene que recordemos que en tauromaquia estamos en presencia de
una materia multidisciplinar y, por tanto, pueden darse numerosos supuestos que
sobrepasan con creces la cuestión meramente de índole taurina. O, dicho de otro modo,
con los reglamentos y normas taurinas no cubriremos toda la casuística que se nos
pueda dar en el transcurso de un espectáculo taurino.
En primer lugar tenemos que recordar que el delegado de la autoridad o de plaza es,
en casi el 100% de los casos, un agente de la autoridad que actúa, además, como
secretario de actas o “notario” del espectáculo ante la administración.
Por tanto, en cuanto a la materia de orden público y seguridad ciudadana que pueda
darse durante el espectáculo y sus fases previas, el competente para tomar las
decisiones oportunas será el delegado. Es a él, y no a la presidencia, a quien se le
reserva tales cuestiones (1). Un Delegado de la Autoridad, ante cualquier situación de
desorden o de alteración de la seguridad ciudadana no necesita permiso de la
presidencia para intervenir. La presidencia en esos casos no tiene competencia. Toda la
responsabilidad y criterios de actuación corresponden, como se ha dicho, a la delegación
gubernativa. De hecho, un delegado puede, si se encuentra con algún supuesto de
hecho previsto en la normativa de seguridad, perfectamente aplicar la Ley Orgánica
4/2015, de 30 de marzo, de Protección de la Seguridad Ciudadana (que rige
en toda España) así como cualquier otra en materia de orden público que se estime.
(1) Cosa distinta es cuando coinciden un presidente perteneciente al Cuerpo Nacional de Policía en ejercicio de sus
funciones como tal y un delegado también perteneciente a la plantilla de dicha institución policial. En este caso, como
ya hemos explicado, al ser habitualmente superior jerárquico el presidente en la práctica se producen ciertas injerencias
en materia de orden público. Pero, en todos los casos restantes que son la práctica totalidad de los municipios y gran
parte de plazas de capitales de provincia el sistema es el explicado. Es decir, atribución en exclusiva del orden público
al delegado.
Así, por ejemplo, en tal sentido cabe destacar que pueden aplicarse los artículos 36.6 y
37.4 de dicha norma relativas, recíprocamente, a la comisión de infracción grave y leve:
27
Art. 36.3 (infracción grave): “La desobediencia o la resistencia a la autoridad o a sus

agentes en el ejercicio de sus funciones, cuando no sean constitutivas de delito, así
como la negativa a identificarse a requerimiento de la autoridad o de sus agentes o la
alegación de datos falsos o inexactos en los procesos de identificación”.
Art.
37.4
(infracción leve): “Las faltas de respeto y consideración cuyo destinatario sea un

miembro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en el ejercicio de sus funciones de
protección de la seguridad, cuando estas conductas no sean constitutivas de infracción
penal”.
En segundo lugar, cabe recordar, que a la presidencia se la tiene como un experto en
la materia técnica taurina. Es decir, tanto en lo relativo a la cuestión artística como a la
del conocimiento de las distintas fases, el especialista en la materia y, por tanto, óptimo
para tomar decisiones, es la presidencia.
En tercer lugar, no cabe ninguna duda de que el Delegado de la Autoridad es un
agente de la autoridad si bien esta condición no le viene atribuida por la normativa
taurina sino por la específica que regula la seguridad ciudadana y fuerzas del orden
público. Esta condición de agente de autoridad le hace gozar de diferentes ventajas en
la actividad taurina, entre ellas la de gozar de presunción de veracidad en el contenido
de las actas cumplimentadas y firmadas por el delegado.
En todo caso, y recordando la relación entre Presidente y Delegado de la Autoridad o,
la presidencia sería como un representante de la administración (autonómica y local)
28
en el espectáculo/festejo taurino al que se le encomiendan labores fundamentalmente

de técnica y cultura taurina mientras que el Delegado de la Autoridad sería un
representante de la administración con competencias en materia de orden público. Que
el papel de la delegación gubernativa en la cumplimentación de actas y en las
propuestas de sanción sea fundamental no impide que el presidente tenga también un
papel muy destacado en dichas propuestas de sanción.
En cuarto lugar, la presidencia puede ser también sancionada al igual que puede
suceder con respecto a cualquier otro participante, incluido el propio delegado que está
sometido como el que más al imperio de la ley. La presidencia, la delegación
gubernativa, etc… no están configuradas para actuar al margen de la ley. Son autoridad
o ejercen la misma porque la ley, el reglamento, les confiere atribuciones
competenciales, les dota de capacidad ejecutiva a sus decisiones y, asimismo, hace
recaer en ellos un plus de confianza para que el festejo y la corrida se ejecuten conforme
a la normativa y los principios del Derecho.
Al margen de la norma ni la delegación gubernativa ni la presidencia tienen condición
de autoridad. En
consecuencia, si
sobrepasan sus
competencias o actúan
contra aquéllas pueden ser
susceptibles de sanción. De
ahí que ante cualquier
situación no prevista
específicamente por la
normativa sea fundamental
la motivación de las soluciones que se adopten.
En quinto lugar, la materia sancionadora es subsidiaria de la materia penal. Le rigen
sus principios jurídicos. Por tanto, también están presentes principios básicos como el
de proporcionalidad, el de intervención mínima, el “favor libertatis”, o el “in dubio pro
administrado”. Se ha de tener clara la comisión de una presunta infracción para
proponer para sanción. Por un lado, no se puede, o al menos no se debe, realizar un
intervencionismo tan excesivo y rígido que ahogue o condicione las condiciones
normales en que se ha de realizar el espectáculo ,mientras que por otro no se puede
29
consentir todo hasta el punto que prime el desorden y la conducta antirreglamentaria.

Recordemos que la autorización del festejo y del espectáculo es en sí misma una orden
emitida desde la administración para la presidencia y para la delegación a fin de que
este espectáculo se lleve a término.
Sólo en caso de que las condiciones a celebrarse choquen frontalmente con situaciones
incompatibles con la normativa, bien por así preverlas expresamente, bien porque
vulneran principios jurídicos elementales, entonces se puede suspender o proponer para
sanción en su caso (principio de proporcionalidad). Mientras tanto, la disposición de
presidencia y delegación gubernativa no debe ser otra que la de auxiliarse mutuamente
para cumplir la orden principal que es la celebración del espectáculo. Una colaboración
que, como se ha dicho, no lo es tampoco bajo cualquier condición: Si se dan casos de
suspensión o de propuesta sanción debe actuarse en consecuencia y tanto el delegado
como el presidente ejercer su papel haciendo cumplir lo preceptuado por los
reglamentos. Lo único que se pide es que se pondere cada situación de hecho real con
lo previsto con la norma, dejándose los casos de sanción y propuestas de suspensión
para cuando realmente estén claros.
Ejemplos de ellos lo vemos en muchos otros ámbitos de la vida social. Así, sucede, sin
ir más lejos en materia de tráfico y circulación de vehículos donde está prohibido ir a
más de 120 km/h en autovías. En caso de que vayamos a una velocidad de 130 nos
podrán proponer para sanción pero no se llega a la situación de suspender por ello
nuestra licencia de conducción como sí sucedería, por ejemplo, si nos detectase
conduciendo a una velocidad de 250 km/h. Lo anterior es un ejemplo de
proporcionalidad. Ese mismo principio de proporcionalidad debe aplicarse también a la
cuestión sancionadora taurina. Reiteramos: al ser una cuestión de derecho sancionador
deben regir en las decisiones taurinas todas las precauciones y principios del derecho
que le caracterizan.
En sexto lugar, hemos de entender la relación entre los suspensivo y lo sancionable.
Lo suspensivo tiene un componente de seguridad (por ejemplo se debe suspender si no
se garantiza la seguridad de los participantes o no se garantizan los derechos de los
espectadores siempre en ambos casos conforme a la normativa) pero también la
suspensión puede convertirse, hasta cierto punto y en algunos casos, como la mayor
de las sanciones. Por eso la suspensión se deja para situaciones claras (principio de
proporcionalidad) ya que, además, entre la permisibilidad absoluta (pudiéndose incurrir
30
en el error de tolerarse lo que está prohibido) y la suspensión del festejo (que debe
dejarse para situaciones extremas) está el dejar constancia de lo sucedido en las actas
y, en su caso, las correspondientes propuestas de sanción.
El séptimo y último apunte va referido a la jerarquía normativa. Hemos de recordar
que tiene prevalencia la normativa específica propia de las Comunidades Autónomas
frente a la del estado que tiene condición de subsidiaria o supletoria. En materia
sancionadora eso significa que en lo relativo a las corridas vamos a tener que recurrir
con frecuencia a los bloques
normativos tanto de las Comunidades
Autónomas como del estado porque
aquellas, habitualmente, no han
regulado leyes específicas sobre toros
(aunque sí algunos reglamentos) pero
sí han establecido leyes de
espectáculos públicos que les afectan.
En este caso, en el de las corridas, veremos como para la cuantía de las sanciones,
prescripciones de las faltas, prescripción de las sanciones, así como lo que esté
específicamente previsto en la norma propia de la Comunidad Autónoma se aplicará
ésta debiéndose recurrir posteriormente a la normativa del estado (ley nacional taurina
y reglamento taurino nacional) para los hechos concretos que debemos definir como
sancionables y que se reducirán, básicamente, a cuestiones que se refieren a la lidia y
algunos de sus actos previos (casi siempre faltas de carácter leves). En este sentido,
dado que es el presidente quien supuestamente es el especialista en el conocimiento de
la técnica y cultura taurina, en la práctica nos apoyaremos en muchos aspectos en lo
que indique la presidencia. Finalmente, recordar que para la materia del orden público
la normativa que rige es la propia del estado para lo cual la delegación gubernativa
puede actuar por sí misma sin concurso de la presidencia.
En resumidas cuentas, a la hora de aplicar materia sancionadora en una corrida además
del reglamento taurino que apliquemos debemos también tener en cuenta dos grandes
normativas: La Ley 13/1999, de 15 de diciembre, de Espectáculos Públicos y Actividades
Recreativas de Andalucía y Ley Nacional Taurina 10/1991. Además, cabe que también
se den supuestos de aplicación previstos en la ley de seguridad ciudadana y similares
si bien esto último será de exclusiva acción de los miembros y fuerzas de seguridad.
31
Ley 13/1999, de 15 de diciembre, de Espectáculos Públicos y Actividades

Recreativas de Andalucía
Antes de continuar detallamos que iremos explicando la convivencia legal, advirtiendo
que lo realmente interesante para el alumno es que aprenda el mecanismo por el cual
en un momento determinado puede y debe utilizar sus propias normas autonómicas de
espectáculos públicos además de las taurinas.
Recordemos pues que el Delegado de la Autoridad o el presidente para proponer
idóneamente para sanción deben tener siempre a mano su legislación autonómica en
materia de espectáculos públicos más la normativa taurina aplicable en su plaza. A su
vez siguiendo esta ley andaluza, vamos a comentar aquellos enunciados que más
pueden afectar al espectáculo taurino obviando aquellos otros que en poco o nada
guardan relación
Asimismo, y aun cuando la corrida es un espectáculo culturalmente protegido, vamos a
eludir la normativa propia sancionadora en materia cultural dado que en la práctica, y
de momento, no tiene mucha incidencia en el día a día de las presidencias y
delegaciones gubernativas.
Artículo 18. Concepto y clasificación de las infracciones.
32
1. Son infracciones administrativas en materia de espectáculos públicos y actividades

recreativas las acciones u omisiones tipificadas en la presente Ley. Las disposiciones
reglamentarias de desarrollo podrán introducir especificaciones de las citadas
infracciones en los términos previstos en el artículo 129.3 de la Ley 30/1992, de 26 de
noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento
Administrativo Común.
2. Las infracciones administrativas previstas en la presente Ley y en sus disposiciones
reglamentarias de desarrollo se clasifican en muy graves, graves y leves.
Artículo 19. Infracciones muy graves.

Se consideran infracciones muy graves….
3. La celebración o realización de espectáculos públicos o actividades recreativas sin
haberse sometido a los medios de intervención administrativa que correspondan y con
ello se produzcan situaciones de grave riesgo para los bienes o para la seguridad e
integridad física de las personas.
Comentario: En base a esto y a otras normas como los reglamentos taurinos, es obvio
que no puede celebrarse una corrida, encierro, festejo, etc… sin la correspondiente
autorización administrativa.
19.10. La negativa a permitir el acceso de los agentes de la autoridad, o de los
funcionarios habilitados a tal efecto, en el ejercicio de las funciones de vigilancia y
control, así como…. impedir u obstaculizar gravemente las funciones de inspección.
Comentario: Además de poder utilizar el Delegado de la Autoridad los artículos
comentados de la ley orgánica de seguridad ciudadana, también puede recurrirse a este
artículo que califica como falta muy grave la presión, resistencia, etc… a los agentes de
la autoridad (Delegados de la Autoridad). El artículo menciona expresamente a
“funcionarios habilitados”. Nada dice, al no ser una norma taurina (sino genérica sobre
espectáculos públicos) sobre las presiones o resistencias a lo indicado por la presidencia.
No obstante, dado que el delegado tiene la obligación de transmitir, llegado el caso, la
orden de la presidencia, si los interesados siguieran sin acatar estas resoluciones en
realidad estarían asimismo incumpliendo o desobedeciendo lo ordenado por el delegado
(agente de la autoridad). De ahí que, si se diera la situación, es fundamental que la
presidencia solicite la colaboración del delegado haciéndole hincapié en que para la
33
ejecución de tal o cual decisión necesita de su colaboración. Hemos de ser conscientes

de la existencia de este recurso para superar cualquier obstáculo.
Artículo 20. Infracciones graves.

Son infracciones graves: (…..)
8. La modificación sustancial del contenido del espectáculo previsto en el
correspondiente medio de intervención administrativa al que el mismo se hubiere
sometido o respecto al espectáculo anunciado al público.
Comentario. El Delegado estará atento a estas posibles modificaciones pretendidas del
espectáculo, respecto de las que se autorizaron. Por ejemplo, la lidia de un toro en lugar
de un novillo en una novillada, la actuación de intervinientes no anunciados ni
autorizados, la lidia por exceso o defecto de animales etc.
14. La suspensión del espectáculo o actividad recreativa anunciados al público salvo en
casos justificados que impidan su
celebración o desarrollo.
Comentario: Hemos incidido en que
la suspensión debe quedar
reservada para casos estrictamente
previstos por la normativa o que sin
estar específicamente mencionado
sean evidentes. La suspensión debe
34
ser la última ratio decisoria y siempre que no sea posible solventar la situación mediante
otras medidas como por ejemplo las sancionadoras. De ahí que sea tan importante
saber calibrar, ponderar las situaciones y, al tiempo, motivar o justificar las decisiones
sobre suspensión. Este artículo refuerza lo dicho anteriormente. De hecho, puede
comprobarse como es calificada como falta grave la suspensión del espectáculo previsto
sin causa justificada. Esta alusión a la “causa justificada” es la que obligará a la
presidencia a realizar un esfuerzo argumentativo en el acta. El delegado en estos casos
sólo se verá especialmente afectado si debe suspenderse el festejo o corrida por motivos
de alteración del orden público lo cual, naturalmente, deberá quedar redactada y
motivada debidamente en el acta final correspondiente.
19. El incumplimiento de los horarios permitidos de apertura y cierre de
establecimientos públicos destinados a espectáculos públicos o a actividades
recreativas.
Comentario: En base a este apartado el Delegado de la Autoridad o la presidencia deben
justificar aquellas situaciones que forzaran a un cambio en el horario previsto. El RTA
nos dice que si el inicio de la corrida se demorase en más de una hora debe suspenderse
definitivamente el espectáculo con derecho a devolución del billete a los espectadores.
Aun así, pueden
darse
situaciones en los que la presidencia deba justificar el cambio de horario. Por ejemplo,
en la autorización administrativa pone (por error o cualquier otra circunstancia) que la
corrida empieza a las 19.00 horas y, sin embargo, en los carteles anunciadores de la
corrida, en los programas de fiestas, así como el horario tradicional de una corrida se
anuncia que dicha corrida empieza a las 18.00 horas. En estos casos la presidencia debe
35
justificar, si la decisión es iniciar a las 18’00 (y no en su caso a las 19’00 como se indica
en la autorización) el porqué de este cambio y decisión.
18. La alteración del orden en el establecimiento público, o en sus accesos, durante la
celebración del espectáculo o actividad recreativa, y las conductas, o permisividad de
éstas, que directa o indirectamente provoquen aquella.
Comentario: Es una cláusula abierta que podemos utilizar para múltiples situaciones
imprevistas. Por ejemplo, y al margen de poderle aplicar la normativa de orden público
y seguridad ciudadana, puede utilizarse para el caso de un antitaurino que salta al ruedo
para protestar por la existencia de las corridas de toros o también grupos de antitaurinos
que sin saltar al ruedo se infiltran en los tendidos con la intención de reventar el
espectáculo o zaherir a los espectadores presentes. ¿Puede por ejemplo utilizarse este
precepto para proponerse
para sanción cuando las
cuadrillas frenan
descaradamente el tiro de
mulillas a fin de aumentar la
presión del público sobre la
presidencia? ¿Puede
entenderse tal conducta
como alteración del orden que perturba el normal desarrollo del espectáculo? Sin duda,
este tipo de redacciones dan mucho juego y son un ejemplo de cómo puede una
presidencia utilizar el precepto para hacer imperar el orden durante la lidia y corrida.
15. La negativa de los artistas o ejecutantes a actuar sin causa justificada que lo motive,
así como la actuación al margen de las normas, programas o guiones, establecidos con
entidad bastante para desnaturalizar el espectáculo.
Comentario: Podemos encontrarnos en el transcurso de un festejo con situaciones
incómodas que vienen precedidas, fundamentalmente por impagos a los profesionales.
A este respecto el artículo 41 del RTA indica que los profesionales actuantes deben
haber cobrado antes del sorteo y apartado de las reses y que la empresa además debe
haber satisfecho sus obligaciones con la Seguridad Social, salvo acuerdo en contrario
de las partes. Esto puede ocurrir porque en el contrato particular se ha previsto otra
situación, porque se tiene un contrato para varias corridas en las que el lidiador y su
cuadrilla cobran a final de temporada, etc… En todo caso, lo que presidentes y delegados
36
deben tener en cuenta es que el

mismo artículo 41 prevé que el
Delegado de la Autoridad a instancia
de los profesionales actuantes,
requerirá a la empresa para que
justifique el cumplimiento de dichas
obligaciones. Podemos encontrarnos
con que un miembro de la cuadrilla o
lidiador acuda a la presidencia o al
delegado solicitando que haga
constar en acta que no se ha cobrado. Difícilmente podemos nosotros reflejar tal
situación dado que debemos tener claro que no somos un juez de lo social o mercantil
o civil para determinar previo proceso y prueba en contrario si es cierto que no se ha
producido un pago, un ingreso bancario o un cheque o pagaré. En ocasiones algunos
integrantes pretenden utilizar esta picaresca porque buscan la constancia de este hecho
en el acta para luego utilizarla posteriormente en un juicio como prueba documental
firmada por un agente de la autoridad. Debemos saber que si un lidiador o un miembro
de la cuadrilla no han cobrado están en su derecho de retirarse del cartel y no
presentarse al paseíllo. Pero lo relevante será la suspensión por incomparecencia de los
actuantes, pero no así por los supuestos impagos sobre los que nosotros no tenemos
elementos para decidir. Es decir, el motivo de suspensión será que no se presenten las
cuadrillas a la hora de deberse iniciar el espectáculo, pero no en sí mismo el impago.
La delegación gubernativa y la presidencia deberán reflejar este hecho (la
incomparecencia) en el acta y, a lo sumo, indicar para conocimiento de la administración
que por la mañana las cuadrillas habían advertido de tal medida como consecuencia de
denuncias de impagos o que la empresa fue requerida para la justificación de los mismos
y no lo hizo. Corresponderá posteriormente a la administración, ante lo reflejado en el
acta, determinar si abre un expediente previo informativo que en su caso dé paso al
correspondiente procedimiento sancionador. Hemos de saber, asimismo, que si se
suspende el festejo antes de que el primer toro salga por chiqueros el público tiene
derecho a la devolución del billete. No así una vez haya saltado al ruedo la primera res.
De ahí que si los lidiadores, cuadrillas u otro profesionales intervinientes quisieran
interrumpir la corrida una vez iniciada ésta alegando impagos, tal hecho podría ser
37
tenido en cuenta como una situación de coacción, de negativa a actuar

injustificadamente (lo podían haber resuelto por la mañana o antes de iniciarse el
paseíllo) o, en su caso, de provocación de alteración del orden público. Pongámonos en
situación: Si el festejo se suspende por la mañana o antes de iniciarse el paseíllo el
peligro de alteración de orden público es menor que una vez empezada la corrida y tras
el primer todo o a mitad de corrida los lidiadores se marchan negándose a actuar. Por
tanto, el reproche jurídico no puede ser igual en una situación que en otra.
Artículo 21. Infracciones leves.

Son infracciones leves: (…)
2. La falta de respeto a los espectadores, asistentes o usuarios por parte de los
actuantes o empleados de los espectáculos públicos y actividades recreativas, así como
la de aquellos sobre estos últimos.
Comentario: Conviene recordar que es muy habitual en los espectáculos de masas que
el público manifieste su adhesión o rechazo a lo que ve durante el desarrollo del mismo
bien sea porque no está conforme con la concesión de un trofeo, bien sea porque no le
parece la faena de suficiente calado, etc… En estos casos no puede entenderse como
una falta de respeto la tradicional manifestación realizada por el público como pitidos,
etc… que suponen en sí mismo una manifestación del derecho de expresión. La comisión
de la falta exige que la falta de respeto sea evidente como, por ejemplo, lo fuera el
insultar abierta, clara y reiteradamente. Afortunadamente, en el mundo taurino el
público puede ser bronco, pero no violento. Normalmente si se diera el caso de alguna
persona que increpa e insiste en su actitud, con alguna advertencia efectuada por los
38
agentes del orden es suficiente para que el individuo modifique su conducta. Si no, se
tiene también el recurso previsto en el artículo 7.2.e) de la ley nacional taurina que
prevé la expulsión del aficionado de la plaza. Todo ello con independencia de que se le
tome filiación de su identidad por si se considera tramitar la propuesta de sanción a
través del acta del espectáculo.
3. El acceso de público a los escenarios, terrenos de juego o lugares de actuación
durante la celebración del espectáculo, salvo cuando ello se derive de la naturaleza de
la actividad o espectáculo.
Comentario: Sería el caso de la invasión del ruedo ya mencionada anteriormente si ésta
fuese de menor importancia o no llegase a consumarse, o el mero acceso de cualquier
espectador al mismo. El acceso de los llamados " espontáneos " se encuadraría también
en este apartado, hecho que afortunadamente casi ha desaparecido.
Artículo 24. Personas responsables de las infracciones

1. Serán responsables de las infracciones tipificadas en la presente Ley, atendiendo a
cada caso, los que realicen las acciones y omisiones tipificadas como infracción en la
misma. En particular, los artistas, ejecutantes o intervinientes en el espectáculo o
actividad recreativa, los espectadores y asistentes como público, los empleados,
revendedores de localidades y la persona física o jurídica titular de las empresas y
actividades mencionadas.
39
2. No obstante lo anterior, el titular de la empresa o actividad será responsable

administrativamente de las infracciones cometidas por los empleados o por las terceras
personas que, sin estar vinculadas laboralmente a la misma, realicen prestaciones de
índole mercantil comprendidas en los servicios contratados con ella por haberse
establecido así en los contratos que suscriban o en virtud de lo dispuesto en la normativa
de aplicación.
La responsabilidad administrativa se exigirá al titular de la empresa o actividad, sin
perjuicio de que éste pueda deducir las acciones que resulten procedentes contra las
personas a las que sean materialmente imputables las infracciones para resarcimiento
del importe a que fueron condenadas, y sin perjuicio también de las sanciones
accesorias que puedan imponerse a tales personas.
3. Cuando el cumplimiento de las obligaciones previstas en esta Ley corresponda a
varias personas conjuntamente, responderán de forma solidaria de las infracciones que,
en su caso, se cometan y de las sanciones que se impongan. Asimismo, serán
responsables subsidiarios de las sanciones impuestas a las personas jurídicas, que
hayan cesado en sus actividades, los administradores de las mismas.
Comentario: Con esta redacción es prácticamente imposible que un asistente a una
corrida quede al margen de responsabilidad en caso de comisión de una infracción. De

hecho, los propios presidentes pueden cometer infracciones de las que ser responsables
(“…o ejecutantes…”). La cuestión de si son responsables solidarios o cualquier otra
forma no es un hecho que deba preocupar a delegados y presidentes. Esa circunstancia
corresponde determinarla a posteriori a la administración en caso de que finalmente
decida sancionar a los presuntos infractores. La obligación de delegados y presidentes
se cumplirá haciendo constar en las actas la identificación de los presuntos responsables
40
o, en caso de no poder realizar esta identificación con nombre y apellidos y DNI, al

menos establecer alguna referencia que permita su identificación posterior.
Artículo 22. Sanciones
1. Las infracciones tipificadas en la presente Ley podrán ser corregidas por los órganos
competentes con las sanciones siguientes:
a) Multa de 5.000.001 pesetas (30.050,61 euros) a 100.000.000 de pesetas
(601.012,10 euros) para las infracciones muy graves.
b) De 50.001 pesetas (300,51 euros) a 5.000.000 de pesetas (30.050,61 euros), para
infracciones graves.
c) Apercibimiento o multa de hasta 50.000 pesetas (300,51 euros), para infracciones
leves.
2. De conformidad con lo previsto en el artículo 131.2 de la Ley 30/1992, de 26 de
noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento
Administrativo Común, la multa a imponer podrá ser incrementada en la cuantía del
beneficio obtenido mediante la realización de la acción u omisión tipificada como
infracción.
3. Si la infracción está tipificada como muy grave y los responsables hubieran sido
sancionados mediante resolución firme en vía administrativa por la comisión de dos
infracciones de idéntica tipificación dentro del plazo de un año, o la infracción cause un
perjuicio a más de mil personas, la multa que se imponga podrá ser superior a
100.000.000 de pesetas (601.012,10 euros) hasta el límite de 150.000.000 de pesetas
(901.518,16 euros), sin perjuicio de la clausura del establecimiento y la revocación de
la autorización autonómica o autorización municipal, según los casos.
41
Comentario: La mayoría de las sanciones que pueden llegar a producirse en un festejo,

sobre todo en una corrida, son “leves” (300 euros). Lo vemos a continuación al
comentar las infracciones previstas en la ley nacional taurina.
Artículo 23. Sanciones accesorias.

1. Sin perjuicio de las sanciones pecuniarias previstas en el artículo anterior, la
corrección de las infracciones tipificadas en la presente Ley podrá llevar aparejada las
siguientes sanciones accesorias:
a) Incautación de los instrumentos o efectos utilizados para la comisión de las
infracciones.
b) Suspensión de la actividad del establecimiento público, y de las autorizaciones
municipales o autorizaciones autonómicas desde dos años y un día a cinco años para
infracciones muy graves, y hasta dos años para infracciones graves.
c) Clausura de los establecimientos públicos dedicados a espectáculos públicos o a
actividades recreativas desde dos años y un día a cinco años, para las infracciones muy
graves, y hasta dos años para las infracciones graves.
d) Inhabilitación para realizar la misma actividad desde un año y un día a tres años,
para las infracciones muy graves, y hasta un año para las infracciones graves. BOLETÍN
OFICIAL DEL ESTADO LEGISLACIÓN CONSOLIDADA Página 14 e) Revocación de las
autorizaciones.
2. Decretada la clausura de un establecimiento dedicado a espectáculos públicos o a
actividades recreativas, únicamente procederá la interrupción de la ejecución de dicha
sanción cuando se acredite que en los mismos se va a desarrollar una actividad
económica distinta de las que son objeto de la presente ley. En tal supuesto, el tiempo
durante el cual se desarrolle la mencionada actividad no será computado a los efectos
del cumplimiento de la sanción.
3. En los casos de reincidencia que afecten de forma grave a la seguridad de las
personas o bienes, condiciones de salubridad del establecimiento público, o denoten
reincidencia en el incumplimiento de los horarios de apertura y cierre de aquéllos, la
suspensión y clausura a que se refieren las letras b) y c) del número 1 del presente
artículo podrán ser de cinco años y un día a diez años por infracciones muy graves y
hasta cinco años por infracciones graves.
42
Comentario: La fijación del tipo de sanción final a establecerse no nos corresponde a

delegados y presidentes sino a la administración en la fase final del expediente
sancionador. No obstante, resulta interesante y conveniente que los equipos
presidenciales conozcan esta circunstancia.
Artículo 26. Criterios para la imposición
de sanciones.
1. Las sanciones se graduarán atendiendo
a las circunstancias de la infracción, a la
gravedad, a su trascendencia, a la
capacidad económica del infractor, a la
intencionalidad, a la reiteración, a los
daños y a los beneficios ilícitamente
obtenidos.
2. Si los referidos daños o beneficios fueren de poca entidad, la sanción podrá imponerse
dentro de la escala inmediatamente inferior, siempre que no concurran en su comisión
la reiteración del infractor, la producción de daños y perjuicios a terceros ni afecten a
la seguridad de las personas. La toma en consideración de estas circunstancias sólo
procederá si, previamente, no han sido tenidas en cuenta para determinar la infracción
sancionable.
3. Cuando los responsables de las infracciones hayan sido sancionados mediante
resolución firme en vía administrativa por las mismas infracciones tipificadas en los
artículos BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO LEGISLACIÓN CONSOLIDADA Página 15 20 y
21, y la comisión de las dos infracciones se haya producido dentro del plazo de un año,
o los posibles perjudicados fuesen más de mil personas, la multa a imponer podrá ser
la correspondiente a la escala inmediatamente superior a la que inicialmente
correspondería a la infracción cometida. La toma en consideración de esta circunstancia
sólo procederá si previamente no ha sido tenida en cuenta para determinar la infracción
sancionable. Igualmente será de aplicación lo dispuesto en el párrafo anterior, aun
cuando las infracciones cometidas, dentro del plazo de un año, no se hallen tipificadas
en el mismo apartado de los artículos 20 o 21, si el número de éstas constatan su
habitualidad en el responsable.
Comentario: Del mismo modo la obligación de la graduación final de las sanciones
corresponde valorarla a la administración. No obstante, en la práctica todo delegado y
43
presidente hace ejercicios permanentes de ponderación y graduación ya que siendo él

quien se enfrenta directamente conocimiento de la presunta infracción es quien
primeramente valora si el hecho tiene la intensidad suficiente para considerar si procede
reflejarlo en el acta administrativa, y si considera proponerse para sanción o no.
En cuanto a la prescripción de la sanciones nos interesa conocer, a modo de información
general, fundamentalmente que las infracciones leves prescribe al año, las graves a los
tres años y las muy graves en el plazo de cuatro años.
Asimismo, las sanciones impuestas por infracciones leves prescriben al año, a los dos
años las impuestas por infracciones graves y a los cuatro años las impuestas por
infracciones muy graves
Ley 10/1991, de 4 de abril, sobre potestades administrativas en materia de

espectáculos taurinos.
Tal como hemos indicado en epígrafes anteriores la normativa nacional actúa en materia
taurina como subsidiaria. Es decir, será aplicable solo para aquellas situaciones que no
vengan expresamente descritas en alguna norma propia autonómica, bien sea ésta ley
de espectáculos públicos autonómica, bien sea reglamento taurino propio.
Para resolver idóneamente la materia sancionadora conforme a la legislación andaluza
estas son las principales normas que tendremos que tener en cuenta: Ley 10/91 (ley
nacional taurina) y Decreto 68/2006, de 21 de marzo, por el que se aprueba el
Reglamento Taurino de Andalucía (RTA).
44
Ley 10/91, de 4 de abril.

CAPÍTULO III. Régimen sancionador Artículo 14. Infracciones leves
Son infracciones leves las acciones u omisiones voluntarias no tipificadas como
infracciones graves o muy graves que, según se especifique reglamentariamente,
supongan el incumplimiento de las normas reguladoras de los espectáculos taurinos.
Comentario: Al hacer alusión a las “normas reguladoras de los espectáculos taurinos”
implica que para la aplicación correcta del régimen sancionador hemos de conocer
cuáles son estas normas de la liturgia taurina. De entrada, este requisito podría suponer
la exigencia de que el Delegado de la Autoridad conociera con detalle todos los aspectos
de la liturgia taurina pues sólo así podría saber si un picador ha realizado la conocida
como “carioca” o en qué casos se ha puesto un par de banderillas sin autorización de la
presidencia. Afortunadamente para los delegados, en la práctica las soluciones van a
venir dadas por estas dos variables:
a) Porque la administración autonómica en sus actas ya obliga al Delegado de la
Autoridad a que reflejen datos que pueden ser de su interés. Así se refleja la hora de
llegada del camión a la plaza para efectuar el desembarque, la hora de inicio de la
corrida, hora de finalización del mismo, número de banderillas presentadas, etc. De
esta forma, dando fe el delegado de lo reflejado en el acta (que es además un
documento público) la administración tiene información suficiente, y presuntamente
veraz, para actuar a posteriori si considera que se ha cometido algún hecho digno de
reproche jurídico, es decir, sancionable.
b)Por el hecho de que en determinadas materias técnicas el reglamento exige la
presencia de expertos peritos que son quienes deben certificar o poner sobre aviso a
presidencia o delegado de las posibles comisiones de infracciones. Por ejemplo, si no se
ha producido los debidos reconocimientos conforme a la normativa serán los
veterinarios como expertos en la materia quienes hagan constar en sus actas tal
situación. Lo mismo sucede con la certificación que debe emitir el jefe del equipo
médico. Y para las cuestiones propias de la técnica y liturgia taurina el experto es el
presidente. Es éste quien debe solicitar el auxilio del delegado para hacer constar en
acta y proponer para sanción en caso de que se tape la salida a la res durante una puya,
se ponga un par de banderillas sin su permiso, etc.
45
Artículo 15. Infracciones graves

Son infracciones graves:
a) El incumplimiento o cumplimiento defectuoso de los deberes de identificación y
vigilancia de las reses de lidia, a los efectos de lo previsto en los artículos 5 y 6.
b) La manipulación fraudulenta de las defensas de las reses de lidia.
Comentario: Este aspecto se refiere al conocido vulgarmente como “afeitado”, es decir,
corte artificial de las puntas de los pitones a fin de menguar los mismos y presentar una
menor peligrosidad para lidiadores.
c) La administración a las reses de lidia de productos tendentes a disminuir su fuerza o
integridad física o a modificar artificialmente su comportamiento o aptitudes.
Comentario: Es decir, suministrara los animales drogas o sustancias que tienen como
finalidad disminuir la fuerza o integridad de las reses. Este supuesto es de difícil
aplicación práctica dado que sólo podrá constatarse si se efectúa el correspondiente
análisis de muestras.
d) La capea u hostigamiento de reses de lidia sin el consentimiento expreso de sus
propietarios en fincas, dehesas o tentaderos.
e) La lidia en corridas de toros y de novillos de reses toreadas con anterioridad.
f) La contratación de personas no habilitadas o inhabilitadas para la lidia.
g) La intervención en la lidia de toda persona incluida en el apartado anterior, o ajena
a las cuadrillas.
h) La intervención de profesionales taurinos en la lidia que no estén previamente
anunciados o la alteración injustificada y sin previo aviso de la composición del cartel.
i) La suspensión no justificada de la corrida por parte de la Empresa.
j) La utilización antirreglamentaria de petos, puyas, banderillas, estoques o rejones, así
como de otros útiles o trastos para la lidia.
Comentario: A lo largo del curso hemos incidido que el sentido de revisar y en su caso
medir las banderillas es para evitar la picaresca de que se pongan banderillas
antirreglamentarias cuya única intención es causar un daño físico mayor a la res
menguando sus fuerzas.
k) La actuación manifiestamente contraria a las normas establecidas para la suerte de
varas.
46
Comentario: El artículo 53 del RTA indica que durante el primer tercio queda prohibido
recortar a la res, empaparla en el capote provocando el choque contra la barrera o
hacerla derrotar en los burladeros. Asimismo, en el artículo 54 pone de relieve el picador
durante la ejecución de la suerte, como norma general, no podrá rebasar la primera de
las rayas del círculo dibujado al efecto. Del mismo modo queda prohibido barrenar,
tapar la salida a la res, girar alrededor de la misma o mantener el castigo indebidamente
aplicado. Corresponde en la práctica a la presidencia como supuesto experto en la
materia quien debe tomar la iniciativa solicitando el auxilio de la delegación gubernativa
para reflejar tales conductas en el acta administrativa proponiendo en su caso para
sanción.
l) La inasistencia injustificada, el abandono o el hecho de ausentarse sin autorización
después de comenzar y antes de terminar la corrida anunciada, por parte de los
profesionales taurinos, así como la actuación manifiestamente antirreglamentaria de los
mismos.
m) La negativa a lidiar y dar muerte a la res sin causa que lo justifique.
Comentario: Es el supuesto, por ejemplo, de que un torero no quisiera matar a la res
porque desatiende las indicaciones de la presidencia a fin de que la misma sea indultada.
n) La reventa no autorizada de localidades para espectáculos taurinos, así como las
actuaciones fraudulentas en relación a los períodos de suscripción de abonos y a la
puesta a disposición del público de la totalidad de las entradas de que disponga la
Empresa.
o) El incumplimiento de las condiciones establecidas para el funcionamiento de las
escuelas taurinas.
p) El incumplimiento de las condiciones establecidas para la celebración de los
espectáculos comprendidos en el artículo 10.
q) El lanzamiento de almohadillas u otra clase de objetos así como la creación de
situaciones de riesgo.
Comentario: Debemos conocer a este respecto las tradiciones y costumbres propias de
la liturgia taurina. Es habitual que durante la vuelta al ruedo del matador el público tire
objetos como muestra de afecto y agradecimiento por sus méritos. Los objetos pueden
ser variopintos: sombreros, mantón de manila, un gallo, una bota de vino… Sería
absurdo considerar que los objetos así lanzados y en estas situaciones, son hechos
sancionables pues también, y además, se refiere el reglamento taurino en varios de sus
47
artículos al mantenimiento y respeto de las tradiciones tanto de la plaza como de la

liturgia taurina. Cosa distinta es el lanzamiento de botes, monedas, etc… durante la lidia
que sí pueden suponer creación de riesgo.
r) La manipulación, sustitución fraudulenta o retirada sin autorización, de los precintos
reglamentarios.
s) La resistencia o desobediencia a las órdenes de la Presidencia.
Comentario: Afortunadamente la reglamentación taurina recoge específicamente esta
desobediencia a la presidencia que no se recoge literal o expresamente en las normas
sobre espectáculos taurinos.
Artículo 16. Infracciones muy graves

Son infracciones muy graves:
a) El incumplimiento de las medidas sanitarias o de seguridad exigibles para la
integridad física de cuantos intervienen o asisten a los espectáculos taurinos.
b) La celebración de espectáculos taurinos con infracción de los requisitos de
comunicación o autorización exigidos en la presente Ley, que no estén incluidas en el
párrafo p) del artículo anterior.
c) La comisión, dentro de un año natural, de tres infracciones graves.
Artículo 20. Graduación de las sanciones

1. Para la graduación de las sanciones el órgano competente para imponerlas tendrá en
cuenta especialmente el grado de culpabilidad y, en su caso, el daño producido o el
riesgo derivado de la infracción y su trascendencia.
2.Las multas que proceda imponer en relación con hechos cometidos durante la
celebración de una corrida se reducirán a la mitad de las previstas cuando se trate de
48
una novillada, y en la cuota que se determine, cuando se trate de otros festejos

taurinos.
Comentario: La Ley 13/1999, de 15 de diciembre, de Espectáculos Públicos y
Actividades Recreativas de Andalucía establece sus propios criterios de graduación de
las sanciones por lo que aquellas tienen prioridad sobre estas. No obstante, como este
punto 2 del artículo 20 Ley 10/91 es específico para corridas y nada se dice al respecto
en la Ley autonómica entendemos que es aplicable subsidiariamente de forma que en
la práctica las sanciones impuestas en novilladas se reducirían a la mitad. De todas
formas, esta cuestión la resaltamos como mera curiosidad informativa ya que
dependerá de la administración aplicar el mismo.
La otra gran norma aplicable en materia sancionadora en festejos taurinos en Andalucía
es el Decreto 68/2006, de 21 de marzo, por el que se aprueba el Reglamento Taurino
de Andalucía (RTA). Respecto de esta norma no hay nada en sus artículos dedicados a
la materia sancionadora digno de destacar que no se haya ya analizado en los anteriores
comentarios, ya que remite la parte sancionadora a la Ley Nacional Taurina y a la Ley
de Espectáculos antes detalladas.
49
7 POSIBLES RESPONSABILIDADES POR

ACTUACIONES DE PRESIDENTES Y DELEGADOS DE
LA AUTORIDAD
Es interesante finalizar este tema haciendo una breve referencia a las posibles
responsabilidades por las actuaciones de las presidencias y delegados durante su
actuación en el festejo o espectáculo taurino.
Que la presidencia esté considerada “autoridad” no habilita para que la presidencia
pueda actuar en contra del reglamento. Lo mismo sucede con los delegados. Su
condición de agente de la autoridad le dota de un plus de confianza de la administración
hacia su persona e institución. En todo caso, cabe resaltar que ni la condición de
autoridad del presidente ni la de agente de la autoridad del delegado habilitan para que
ambos o cualquiera de ellos se realicen actuaciones sin justificación o soporte legal o
reglamentario.
Recordemos que la atribución de autoridad y agente de la misma lo es, precisamente,
para garantizar el cumplimiento de la normativa. O visto desde otro punto de vista: Se
es autoridad en virtud de la normativa. Fuera de la ley y del reglamento no existe
autoridad ninguna. En consecuencia, si la presidencia o la delegación gubernativa
cometieran actos contrarios a la norma o injustificables pueden ser sancionados
50
Es por eso que, en ambos casos, presidentes y delegados, es básico e imprescindible

que motiven y justifiquen sus actos y decisiones siempre con arreglo al reglamento y la
ley.
En la práctica es sencillo porque los propios modelos de actas facilitan la cuestión. La
dificultad puede estribar en las situaciones imprevistas, es decir, en aquellos casos en
que se da una situación de hecho que por su carácter de improviso la reglamentación
no prevé solución alguna. Atendiendo a la naturaleza del hecho imprevisto (orden
público, relativo a la técnica taurina) el responsable (presidente o delegado) deberá
realizar un ejercicio de motivación en la solución adoptada.
Tanto presidentes como delegados pueden acertar o equivocarse en la búsqueda de
soluciones, sobre todo en las imprevistas. Pero si las soluciones están motivadas
alejamos las posibilidades de incurrir en actos de responsabilidad. Es decir, tanto la
presidencia como la delegación gubernativa tienen que actuar siempre dentro de la
discrecionalidad (que exige justificación) administrativa y nunca bajo la arbitrariedad
(que está prohibida en el ámbito administrativo).
Naturalmente, es por ello que se aconseja siempre que las administraciones
(autonómica, local, institución de la Guardia Civil, miembros de la Policía Nacional)
procuren seleccionar a personal debidamente idóneo, formado y cualificado para la
función a desempeñar. Entre otras cosas porque si se comete por cualquier de ellos
(presidente o delegado) actos de responsabilidad patrimonial se podría ver afectada la
administración que nos nombra.
Entre los principales hechos sobre los que se podría incurrir en responsabilidad si no se
actúa con cautela podríamos destacar:
a) No justificar idóneamente la suspensión de un espectáculo o festejo. Esta advertencia
debe ser tenida especialmente en cuenta por la presidencia del festejo y/o espectáculo
ya que la suspensión es una competencia que se le atribuye, por lo general, al
presidente.
b) Saltarse el procedimiento o protocolos en las fases previas a la corrida, incumpliendo
las obligaciones de desembarque, distintos reconocimientos, enlotado, sorteos o
enchiqueramiento por ejemplo.
51
c) Abuso de autoridad (tan malo es abusar como condescender donde no se debe: por
ejemplo, no se debe permitir la participación de profesionales sin la debida
documentación ni tampoco permitirse la
superación de los aforos en los callejones).
d) Para el caso de tener que enviar material a
analizar (post mortem de cuernos) se ha de
tener cuidado al cumplimentar las actas en el
sentido de que siempre se ha de reflejar que
la manipulación fraudulenta es “Posible” o
“Presunta”. Tengamos en cuenta que las actas
son documentos públicos y si cometemos el error de evitar la presunción de inocencia
y, por algún casual, luego no fuera posible analizar el pitón o este tuviera un resultado
negativo, nos podríamos ver en una situación compleja ya que hemos afirmado en un
documento público la comisión de una falta que luego no se ha constatado. No obstante,
y como se dijo al hablar del post mortem, los envíos de pitones para analizar al
laboratorio desde plazas andaluzas se dan solo en determinados supuestos. Pero si se
nos diera el caso, conviene tener en cuenta siempre lo aludido de la posible o presunta
manipulación fraudulenta.
e) Mucho cuidado con las ambulancias y el personal sanitario. Es necesario tener la
garantía de que todo el personal sanitario se encuentra presente antes del inicio del
festejo y/o corrida. Asimismo especial
atención a las situaciones derivadas de
la ausencia de la ambulancia
medicalizada por herida de un lidiador,
especialmente en plazas de toros sin
quirófano habilitado. Durante ese lapso
de tiempo debería suspenderse el
festejo, hasta el retorno de la
ambulancia o la llegada de una nueva unidad.
f) También mucha atención con el callejón, especialmente los Delegados de la Autoridad
que son quienes en la práctica, y durante la corrida, mayor peso llevarán para mantener
el debido orden y aforo en el mismo.
52
g) Indultos de reses prohibidos, por ejemplo, en plazas no permanentes o en festejos

sin picadores, no permitidos por el RTA.
En definitiva, si se adopta la cautela de motivar debidamente las decisiones adoptadas
se elude en gran medida la posibilidad de incurrir en responsabilidad patrimonial. Y,
aunque la materia sancionadora en el ámbito taurino es compleja, la delegación
gubernativa cuenta con el apoyo (para todo aquello que no sea específicamente la
cuestión del orden público) de que parte de los datos que interesa a la administración
ya viene reflejada en las actas administrativas su mención para ser cumplimentados.
Del mismo modo, durante la actuación del festejo y/o espectáculo habrá presentes en
el mismo personal técnico especialista bien sea la del jefe del equipo médico para la
materia sanitaria, el veterinario para las cuestiones de las reses, o el presidente para la
materia técnica y de conocimiento de la liturgia taurina.
Pero sin duda alguna, de todo el personal interviniente, es necesario resaltar que el
apoyo, auxilio mutuo, y la conformación de un buen equipo y diálogo entre presidente
y delegación gubernativa deviene una pieza angular para el éxito y buen hacer en el
desarrollo del festejo
53

TEMA 4 CURSO BÁSICO DELEGADOS DE LA AUTORIDAD JUNTA DE ANDALUCÍA 2020 - Actos Posteriores Sanciones y Responsabilidades

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TEMA 4 CURSO BÁSICO DELEGADOS DE LA AUTORIDAD JUNTA DE ANDALUCÍA 2020 - Actos Posteriores Sanciones y Responsabilidades

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Curso Formación

Asociación Nacional de presidentes de Plazas de

2 ACCIONES DEL DELEGADO DE LA AUTORIDAD ....................................................................9

3 EL CALLEJÓN DE LAS PLAZAS DE TOROS ............................................................................... 12

4 RELACIONES ENTRE PRESIDENTE Y DELEGADO ............................................................... 15

5 ACTOS DESPUÉS DEL FESTEJO, ACTAS Y DOCUMENTACIÓN. .......................................... 18

6 INFRACCIONES SANCIONES Y SUS PROPUESTAS. LA MATERIA SANCIONADORA ....... 27

7 POSIBLES RESPONSABILIDADES POR ACTUACIONES DE PRESIDENTES Y

1 IDERECHOS Y DEBERES DE LOS ESPECTADORES

En la ya mencionada Ley 10/1991, de 4 de abril, sobre potestades administrativas en

Así el derecho a recibir el espectáculo en su integridad conforme al cartel anunciador,

expresamente a la Presidencia, Delegación de la Autoridad y sus auxiliares o

En cuanto a la expedición de entradas y abonos, tratado en el artículo 73, se obliga a

2 ACCIONES DEL DELEGADO DE LA AUTORIDAD

Quiénes pueden ser Delegados.

de Andalucía, directamente en el primer caso y a propuesta de la persona titular de la

la presidencia en la que la administración autonómica tiene mayor obligación de control,

Funciones del Delegado de la Autoridad

El delegado es un auxiliar del presidente cumpliendo funciones vitales para el normal

3 EL CALLEJÓN DE LAS PLAZAS DE TOROS

doble motivo: procurar que en caso de

4 RELACIONES ENTRE PRESIDENTE Y DELEGADO

A lo largo de los temas precedentes pusimos de relieve la importancia de que la

realidad profesional de los implicados y, por tanto, extramuros de la reglamentación

seguridad como delegados pertenecientes al cuerpo de funcionarios de la administración

5 ACTOS DESPUÉS DEL FESTEJO, ACTAS Y

Al arrastre del último toro y tras los correspondientes saludos

Actos posteriores a la finalización del festejo.

“afeitado”, concretamente cuando “…la zona

categoría, de la existencia del material necesario para el reconocimiento «post

• Artículo 40.3 párrafo 2: “Efectuado el reconocimiento en los términos del párrafo

¿Quién se ocupará de la extracción de los cuernos? Claramente especificado en el

durante la lidia, para su análisis en los correspondientes laboratorios habilitados por la

posteriormente no pueda existir ninguna clase de duda sobre la identificación de las

En definitiva, si hay informe escrito de los veterinarios se adjuntará al expediente. Si

El acta de finalización del festejo

Gobierno de la Junta de Andalucía respectiva, en el plazo máximo de cuarenta y ocho

6 INFRACCIONES SANCIONES Y SUS PROPUESTAS. LA

Para entender la compleja materia sancionadora en tauromaquia no solamente tenemos

Art. 36.3 (infracción grave): “La desobediencia o la resistencia a la autoridad o a sus

(infracción leve): “Las faltas de respeto y consideración cuyo destinatario sea un

en el espectáculo/festejo taurino al que se le encomiendan labores fundamentalmente

consentir todo hasta el punto que prime el desorden y la conducta antirreglamentaria.

Ley 13/1999, de 15 de diciembre, de Espectáculos Públicos y Actividades

Artículo 18. Concepto y clasificación de las infracciones.

1. Son infracciones administrativas en materia de espectáculos públicos y actividades

Artículo 19. Infracciones muy graves.

ejecución de tal o cual decisión necesita de su colaboración. Hemos de ser conscientes

Artículo 20. Infracciones graves.

deben tener en cuenta es que el

tenido en cuenta como una situación de coacción, de negativa a actuar

Artículo 21. Infracciones leves.

Artículo 24. Personas responsables de las infracciones

2. No obstante lo anterior, el titular de la empresa o actividad será responsable

corrida quede al margen de responsabilidad en caso de comisión de una infracción. De

o, en caso de no poder realizar esta identificación con nombre y apellidos y DNI, al

Comentario: La mayoría de las sanciones que pueden llegar a producirse en un festejo,

Artículo 23. Sanciones accesorias.

Comentario: La fijación del tipo de sanción final a establecerse no nos corresponde a

presidente hace ejercicios permanentes de ponderación y graduación ya que siendo él

Ley 10/1991, de 4 de abril, sobre potestades administrativas en materia de

Ley 10/91, de 4 de abril.