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DE OCCIDENTE
Asignatura:
Mercadotecnia de contenidos
Presenta:
Sierra Ramírez Nelly Fernanda Exp. 741991
Profesor:
Claudio Echeverry Rocha
30 de agosto de 2022
Simon Sinek nos platica de como la generación de los milenials son muy difícil de dirigir,
son egocéntricos, dispersos y holgazanes. Y cómo desconciertan tanto al liderazgo, los
líderes están preguntando a los milenial, que es lo que ustedes quieren? Y básicamente es
porque quieren su zona de confort.
Así que estamos viviendo en una generación entera que está creciendo con una menor
autoestima que generaciones anteriores. El otro problema a agregar es que estamos
creciendo en un mundo de Facebook e Instagram. En otras palabras, somos buenos para
poner filtros a las cosas, para mostrar lo maravillosa que es la vida aunque estemos
deprimidos. Todos se ven fuertes y como si lo tuvieran todo resuelto, pero la realidad es
qué hay muy poca fortaleza y la mayor parte no tienen nada resuelto. Así que cuando la
gente mayor pregunta ¿que hacemos? Ellos dicen esto es lo que tienes que hacer pero no
tienen ni idea.
Sabemos que la interacción con la tecnología en redes sociales y con nuestros celulares nos
libera un químico llamado dopamina. Es por eso que cuando recibimos un simple mensaje
se siente bien.
Es por esa razón que contamos los likes y lo repetimos y si mis redes sociales no están
creciendo lo suficiente nos preguntamos ¿que estoy haciendo mal? ¿Ya no les caigo bien?.
Esta el trauma de los niños al ser eliminados como amigos. Y es que al recibir ese like, esos
mensajes también estamos recibiendo una descarga de dopamina y eso se siente bien es por
eso que nos gusta tanto. El químico de la dopamina es altamente adictivo.
En la actualidad no tenemos restricciones de edad para el uso de redes sociales y celulares.
Es por ello que todo lo queremos de modo instantáneo y sin recurrir a ningún tipo de
esfuerzo ya que de esta manera es como nos hemos acostumbrado y se ha vuelto parte de
nosotros. Pero todo esto nos lleva a consecuencias. Perjudica las relaciones personales,
cuando prestas más atención a las redes sociales que a las personas que te rodean: familia,
amigos, compañeros de trabajo y pareja. Provoca estrés y ansiedad, la aprobación social es
una de las “recompensas” que otorgan las redes sociales. Si estás pendiente de obtener
pocos me gusta o re tweets en tus publicaciones, corres el riesgo de deprimirte.
Así como ocurre en las adicciones químicas a las drogas o al alcohol, las personas adictas a
una determinada conducta (en este caso la conexión a las redes sociales) experimentan
dependencia y pérdida de control, es decir, muestran una real imposibilidad de poner freno
por sí mismas a los excesos cometidos, a pesar de acarrearles consecuencias negativas para
su salud y bienestar.
Los adolescentes que pasan mucho tiempo en Internet tienen más probabilidades de
desarrollar una depresión, a la vez que la depresión promueve el refugio en la Red debido al
aislamiento del mundo exterior. Por ello, hay una adicción a las redes sociales y nuevas
tecnologías en niños y adolescentes. Cuando hay una dependencia, los comportamientos
adictivos se vuelven automáticos, están emocionalmente activados y se cuenta con poco
control mental sobre el acierto o error de las decisiones. Por ello, el abuso de las redes
sociales virtuales puede facilitar el aislamiento, el bajo rendimiento académico o laboral, el
desinterés por otros temas, ect.
Es por ello que es necesario saber llevar un balance, debemos superar la necesidad de tener
satisfacción instantánea y aprender a trabajar en algo por un largo periodo de tiempo.
Debemos de aprender a despegarnos de los celulares y alejarnos poco a poco de las redes
sociales en el tiempo y momento indicado.