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Guerra de los Cien Años


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Guerra de los Cien Años

Parte de las guerras anglo-francesas

Batalla de Crécy (1346)

Fecha 24 de mayo de 1337-19 de


octubre de 1453 (116 años, 4 meses y 25
días)

Lugar Francia, Países Bajos


Borgoñones, Bretaña, canal de la Mancha

Casus belli • La región de Gascuña es


confiscada por el rey
francés Felipe
VI en 1337 al
propio Eduardo III de
Inglaterra.

• Intento de control inglés


contra Francia.

Resultado Victoria de Francia (Casa de Valois) y


sus aliados

Consecuencias • La Casa de Valois conserva


el trono francés; las
monarquías inglesa y
francesa permanecen
separadas.

• Aumento del poder de la


monarquía francesa.

• Castilla se convierte en
potencia marítima
hegemónica en el océano
Atlántico.

• Abandono de las
pretensiones inglesas al
trono de Francia.

• Declive de la caballería
medieval.

• Declive
del feudalismo político.

Cambios • Las posesiones inglesas en tierras


territoriales francesas son devueltas a Francia
excepto Calais.
• Borgoña pierde aproximadamente la
mitad de su territorio en favor de Francia.

Beligerantes

Reino de Francia leales de Reino de Inglaterra


la Casa de Valois
Reino de Francia leales
Reino de Escocia de la Casa de Plantagenet
Corona de Castilla
Borgoña3
Ducado de Bretaña1
República de Génova Reino de Portugal
Corona de Aragón Ducado de Bretaña4
Ducado de Normandía
Reino de Bohemia
Reino de Navarra2 Condado de Flandes
Comandantes

Felipe VI de Francia (1337- Eduardo III de


1350) Inglaterra (1337-1377)

Juan II de Francia (1350- Ricardo II de


1364) Inglaterra (1377-1399)
Enrique IV de
Carlos V de Francia (1364-
Inglaterra (1399-1413)
1380)
Enrique V de
Carlos VI de
Inglaterra (1413-1422)
Francia (1380-1422)
Carlos VII de Enrique VI de
Francia (1422-1453) Inglaterra (1422-1453)

Fuerzas en combate

Felipe VI de Francia (1337-


1350)

Juan II de Francia (1350-


1364)

Carlos V de Francia (1364-


1380)
Carlos VI de
Francia (1380-1422)
Carlos VII de
Francia (1422-1453)

[editar datos en Wikidata]

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Guerra de los Cien Años

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Guerra de los Cien Años (1337-1360)

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Guerra de sucesión bretona
1341-1364

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Guerra de los Cien Años (1369-1389)

[mostrar]
Guerra de los Cien Años (1415-1429)

La guerra de los Cien Años (en francés: Guerre de Cent Ans;


en inglés: Hundred Years' War) fue un conflicto armado entre los reinos
de Francia e Inglaterra que duró 116 años, del 24 de mayo de 1337 al 19 de
octubre de 1453.5678 El conflicto fue de raíz feudal, pues su propósito era
resolver quién controlaría las tierras adicionales que los monarcas ingleses
habían acumulado desde 1154 en territorios franceses, tras el ascenso al trono
de Inglaterra de Enrique II Plantagenet, conde de Anjou. La guerra se saldó
finalmente con la derrota de Inglaterra y la consecuente retirada de las tropas
inglesas de tierras francesas (salvo de la ciudad de Calais).

Índice

• 1Origen del nombre


• 2Bandos enfrentados
o 2.1Reino de Francia
o 2.2Reino de Inglaterra
• 3Orígenes del conflicto
o 3.1Causas culturales, demográficas,
económicas y sociales del conflicto
o 3.2Zonas de influencia económica y cultura
francesa e inglesa
o 3.3La cuestión dinástica
o 3.4La disputa por la Guyena: el problema
de la soberanía
o 3.5Los frentes periféricos
▪ 3.5.1Escocia
▪ 3.5.2Artois
▪ 3.5.3Flandes
o 3.6Primeras desavenencias
o 3.7Tratado de París
o 3.8Eduardo I
o 3.9La guerra de San Sardos y Eduardo III
o 3.10La maldición de los Capetos
o 3.11Intrigas y declaración de guerra (1330-
1337)
• 4Principales fases del conflicto
• 5La guerra
o 5.1Las victorias de Eduardo III (1337-1364)
▪ 5.1.1La guerra indirecta
▪ 5.1.2Operaciones navales
▪ 5.1.3Alianzas alemanas de
Eduardo y combates en
Flandes (1336-1345)
▪ 5.1.4Sucesión de Bretaña
▪ 5.1.5Situación en Navarra
▪ 5.1.6Fracaso escocés
▪ 5.1.7Cabalgadas inglesas e
ineficaz defensa francesa
▪ 5.1.8Primeras cabalgadas
inglesas (1339-1347): Crécy y
Calais
▪ 5.1.9Tregua forzada: la gran
peste negra (1348-1349)
▪ 5.1.10La crisis de los Valois
▪ 5.1.11Influencia del rey de
Navarra
▪ 5.1.12Incursión del Príncipe
Negro en el sur, convocatoria
de los Estados Generales y
prisión de Carlos de Navarra
(1355-1356)
▪ 5.1.13Derrota y prisión de
Juan II: el descalabro de
Poitiers
▪ 5.1.14Turbulenta regencia del
delfín Carlos (1356-1360)
▪ 5.1.14.1Intentos
de reforma
▪ 5.1.14.2Interven
ción de Carlos
de Navarra
▪ 5.1.14.3Revuelta
parisina
▪ 5.1.14.4Revuelta
campesina y
reacción del
delfín
▪ 5.1.15Tratados de Londres, de
Brétigny y de Guérande
o 5.2Estragos bélicos
o 5.3La reconquista de Carlos V (1364-1380)
▪ 5.3.1Reformas internas y
neutralización de Carlos II de
Navarra
▪ 5.3.2Flandes y Borgoña
▪ 5.3.3Nuevos combates y
recuperación territorial
o 5.4Extensión del conflicto a la península
ibérica
▪ 5.4.1Guerra civil castellana: la
nueva dinastía Trastámara,
francófila
▪ 5.4.2Guerra de sucesión
portuguesa: la nueva dinastía
de Avis, anglófila
o 5.5Cisma de Occidente
o 5.6Regencias y guerra civil (1380-1429)
▪ 5.6.1El gobierno de los
duques. tíos Carlos VI (1380-
1388)
▪ 5.6.2Mayoría de edad de
Carlos y gobierno de los
consejeros de su padre (1388-
1392)
▪ 5.6.3Locura de Carlos VI y
vuelta de sus tíos
▪ 5.6.4Armañac y borgoñones
(1392-1429)
▪ 5.6.5Cambio de dinastía en
Inglaterra: los Lancaster
(1397-1413)
▪ 5.6.6Reanudación de la
guerra: las campañas de
Enrique V (1415-1422)
▪ 5.6.7Las tres Francias
▪ 5.6.8Fortalecimiento de
Borgoña: el fiel de la balanza
▪ 5.6.9Los combates de la
década de 1420
o 5.7Pérdida paulatina de los territorios
ingleses en Francia
▪ 5.7.1Juana de Arco
▪ 5.7.2Empeoramiento de la
posición inglesa
▪ 5.7.3Cambio de bando de
Borgoña
▪ 5.7.4Vanos intentos de firmar
la paz, tregua de Tours (1439-
1449) y reformas militares
francesas
▪ 5.7.5Nuevos combates:
conquista francesa de
Normandía y Guyena
o 5.8Tensión posbélica (1453-1477)
▪ 5.8.1Choques menores
▪ 5.8.2Crisis dinástica en
Inglaterra
▪ 5.8.3Nueva liga
angloborgoñona
▪ 5.8.4Tratado de Picquigny
• 6Consecuencias
o 6.1Consecuencias demográficas
o 6.2Consecuencias económicas
o 6.3Homenajes y refugiados
o 6.4La guerra interminable
o 6.5El contraataque
o 6.6La suerte cambia de bando
o 6.7Enrique V
o 6.8Enrique contra Escocia y Gales
o 6.9Enrique V, coronado
o 6.10Un éxito inútil
• 7Últimas acciones de Enrique V
o 7.1Otra vez, la guerra
o 7.2Juana de Arco, la Doncella de Orleans
o 7.3Francia se hace más fuerte
o 7.4Luchas internas en Francia
o 7.5Los problemas de Inglaterra
o 7.6El fin de la guerra y la victoria de Francia
• 8Las consecuencias
• 9Principales batallas de la guerra de los Cien Años
• 10Personajes destacados
o 10.1Anteriores a la guerra
o 10.2Contemporáneos de la guerra
o 10.3Posteriores a la guerra
• 11Otras guerras y campañas satélites de la guerra de los
Cien Años
• 12Cronología
• 13Véase también
o 13.1Conflictos relacionados
• 14Notas
• 15Referencias
• 16Bibliografía
• 17Enlaces externos

Origen del nombre[editar]


Ya a finales del siglo XIV los contemporáneos percibieron la duración
excepcional del conflicto, pero el nombre por el que se lo conoce, guerra de los
Cien Años, surgió mucho después, en el siglo XIX. El medievalista Philippe
Contamine buscó las primeras apariciones de la expresión: apareció por
primera vez en la obra Tableau chronologique de l'Histoire du Moyen
Âge (Cuadro cronológico de la Historia de la Edad Media) de Chrysanthe Des
Michels,9 publicado en París en 1823.10 El primer libro de texto que lo utilizó fue
el de M. Boreau,11 que se publicó en 1839 con el título L'Histoire de France à
l'usage des classes.12 La primera obra que empleó la expresión en el título fue
la La guerre de Cent Ans de Théodore Bachelet de 1852.1314

Bandos enfrentados[editar]
Reino de Francia[editar]

En el reino de Francia existía un sistema feudal en el que la caballería desempeñaba un papel


destacado. La miniatura muestra al rey Juan II de Francia armando caballeros a varios hombres.

El reino de Francia a principios del siglo XIV gozaba de una agricultura


floreciente,15 merced a los abundantes ríos que recorrían su territorio y a su
clima favorable para esta actividad; contaba por entonces con una población de
entre dieciséis y diecisiete millones de habitantes,161718 lo que hacía de él el
país más poblado de Europa. Tanto el agro como las ciudades mostraban
claros signos de prosperidad en comparación con la Francia de los
siglos XI y XII, debida en gran medida a la paz relativa que había gozado el
reino durante el siglo XIII y la primera parte del XIV.1920 El aumento de la
población había sido general en toda Europa, pero especialmente intenso en
Francia.21 El censo de los hogares de 1328, que abarcó a unas tres cuartas
partes de la población permite conocer aproximadamente la situación del reino
en aquel momento.15 Este contaba con 2 469 987 hogares, lo que equivalía a
unos doce millones de habitantes encuadrados en 32 500 parroquias. 22nota 1
Tan solo París tenía por sí sola entre ochenta y doscientos mil habitantes, nota 2
según el censo de 1328, Amiens, entre veinte y treinta mil y Ruan, unos setenta
mil a mediados de siglo.252326nota 3 La densidad de población urbana era mayor
que en Inglaterra, la península ibérica o la Alemania central.2715 El aumento de
la población determinó la tala de gran parte de los bosques del país para
extender las glebas,2321 que se explotaban mediante un sistema feudal muy
jerárquico. El aumento de la producción agrícola y el gran desarrollo de la
energía hidráulica permitían alimentar a la población (las hambrunas cesaron
en el siglo XII).29 El crecimiento en el uso del hierro, la aplicación de nuevas
técnicas de trabajo y la sustitución30 del buey por el caballo como animal de tiro
permitieron cultivar tierras poco fértiles o de difícil acceso, cuyas cosechas
permitieron alimentar a una población ya densa.31 Algunas de estas tierras
poco productivas se abandonaron luego con la guerra y no volvieron a
cultivarse.21 La situación del campesinado había mejorado, si bien todavía
estaba sometida en muchos casos a pesadas obligaciones hacia la nobleza, si
bien más molestas que opresivas.3215 El aspecto del campo era similar al de la
Francia del siglo XIX antes del comienzo de la mecanización, con pequeños
cambios en los tipos de cultivos.30 La defensa de la tierra quedaba como labor
esencial de la nobleza.31

Francia en vísperas del comienzo de la guerra (1328). Las tierras administradas por el rey
abarcaban casi la mitad del reino y las que gestionaban sus familiares eran también
extensas: Tierras de realengo y señoríos eclesiásticos franceses Infantados de los hijos de Luis

IX Feudos del rey de Inglaterra en Francia (1328) Otros feudos del reino de Francia

A la pujanza del campo se sumaba el de la única industria de la Europa


occidental medieval: la textil, dominada por las ciudades flamencas (primero
Arrás, luego Douai y más tarde Ypres, Gante y Brujas, Lille y Tournai), por
entonces parte de Francia, a las que se sumaron otros lugares (Ruan, Amiens,
Troyes o París).24 Los productores flamencos solían vender sus ricos paños a
los comerciantes italianos en la ferias de Champaña, a cambio
fundamentalmente de productos de lujo venidos de los países musulmanes
(especias, seda, cueros, joyas...), aunque estas estaban en decadencia a
finales del siglo XIII.33 Otras ferias de diversas partes del reino florecieron
también antes del comienzo de la guerra.20
El reino no solamente era imponente por su crecida población, sino también por
su extensión: en el momento del advenimiento de Felipe VI de Valois, Francia
se extendía de norte a sur del Escalda hasta los Pirineos, y de oeste a este
del océano Atlántico al Ródano, al Saona y al Mosa.343536nota 4 Se tardaba
veintidós días en recorrer el país de norte a sur y dieciséis en hacerlo de este a
oeste, según afirmó Gilles Le Bouvier en el siglo XV.34 En total, el reino
abarcaba unos 424000 km².37 Contaba con unas sesenta regiones, muy
dispares en idioma, cultura, historia e incluso, en algunos momentos, religión
(un ejemplo de esto habían sido los cátaros del sur). En el norte del reino se
empleaba la lengua de oïl.18 Era la zona en la que había surgido la dinastía
capeta, una región de ricas tierras agrícolas y abundante población (unos
catorce hogares por kilómetro cuadrado en la Isla de Francia y unos veintidós
en las bailías de Senlis y de Valois, si bien la media era de 7,9)18 la hacía
netamente diferente de la zona meridional del reino. En el sur, por el contrario,
se hablaba la lengua de oc u occitano, y la cultura de la región estaba influida
por la antigua presencia romana. La zona era más pobre en agricultura que el
norte, pero más rica en ganadería, y tenía una densidad de población menor
que este (unos cuatro hogares por kilómetro cuadrado en los condados
de Bigorra y de Béarn, por ejemplo). Era una zona más autónoma respecto del
poder real, que en la región ejercían algunos poderosos vasallos con cuyas
opiniones el soberano debía contar. Ello no impedía que el monarca se
inmiscuyese en los asuntos internos de sus vasallos, pues sus poderes habían
crecido desde el siglo XII. Era ya para entonces la cúspide del sistema piramidal
feudal al que los niveles inferiores debían fidelidad.38
El clero desempeñaba un papel principal en la organización social de la época.
Los clérigos sabían leer y escribir y eran los que administraban las
instituciones; gestionaban las obras de caridad39 y las escuelas.40 Las fiestas
religiosas hacían de ciento cuarenta días al año jornadas inhábiles. 41 También
desde el punto de vida religioso existían diferencias entre el norte y el sur: en
este el renacimiento carolingio y las órdenes religiosas habían tenido menor
peso y destacaban más algunas ciencias como la medicina sobre la filosofía y
la teología, al contrario que en el septentrión. Dos ciudades plasmaban este
contraste: París y Montpellier; la primera contaba con una de las universidades
más respetadas del mundo cristiano en cuanto a estudios teológicos, mientras
que la segunda contaba con una de las facultades de medicina más
prestigiosas del Occidente europeo a la que acudían incluso estudiantes de
Oriente Próximo y África septentrional.
La nobleza unía riqueza, poder y gallardía en el campo de batalla: vivía del
trabajo campesino, al que debía compensar con su valentía en la guerra y
lealtad.31 La Iglesia había tratado de acabar con los caballeros entregados al
bandidaje desde finales del siglo X: ya en el concilio de Charroux del 989, se
había rogado a los guerreros que se entregasen al servicio de los pobres y de
la Iglesia y fuesen milites Christi («soldados de Cristo»)42 Desde el siglo XIII, el
rey había logrado que se admitiese que su poder, basado en el derecho
divino lo facultaba para crear nobles.43 La nobleza se diferenciaba del resto de
la sociedad por su sentido del honor, la necesidad de mostrar su espíritu
caballeresco, de proteger al pueblo y de impartir justicia, a cambio de lo cual
disfrutaba de una situación material privilegiada. Su situación social debía
justificarla en el campo de batalla, en el que debía vencer al enemigo en
combate heroico. El ejército real se estructuraba en torno a la caballería,44 que
era la más poderosa de la Europa de la época; era una caballería pesada que
atacaba frontalmente y reñía en combate singular con el enemigo. 17 A la
voluntad de descollar en los campos de batalla se sumaba la costumbre de
hacer cautivos, que luego se liberaba a cambio de un rescate, que hacía de las
guerras negocios lucrativos para los buenos guerreros, mientras que la
posibilidad de percibir un rescate hacía más interesante apresar enemigos que
matarlos.45 En realidad y pese a la pretensión de los caballeros de tener el
monopolio de las armas, la realidad era muy distinta y el estilo de combate
caballeresco estaba cada vez peor adaptado a la guerra real.46
Los reyes capetos habían tratado de afianzar su poder frente a la gran nobleza
y al papado apoyándose en el pueblo llano, mediante la creación de villas, la
concesión de fueros y la reunión de los Estados generales de Francia.47 El
equilibrio social dependía de la aceptación de un poder real fuerte por parte del
pueblo llano que compensara las arbitrariedades de los señores feudales, y de
una administración cada vez más centralizada que mejorase sus condiciones
de vida. Este sistema estaba entrando en crisis en vísperas del comienzo de la
guerra de los Cien Años, pues el crecimiento de la población desde el
siglo X estaba originando un exceso de población en el campo y solicitudes de
mayor autonomía en las ciudades.481649 El tamaño de las parcelas menguaba,
los precios agrícolas descendían y las recaudaciones de la nobleza disminuían;
la reducción de los ingresos de los nobles hacía que tratasen de descollar en
los combates para obtener mercedes con las que acrecentar las rentas.50
Los reyes capetos lograron en tres siglos consolidar su autoridad y ampliar sus
tierras a costa de los Plantagenêt. Las tierras de realengo abarcaban casi la
mitad del reino,nota 5 los infantados en manos de parientes del rey eran
ampliosnota 6 y de los antiguos grandes feudos a principios del
siglo XIV solamente quedaban cuatro, en los extremos del reino: el condado de
Flandes y los ducados de Borgoña, Guyena y Bretaña.35 El prestigio de la
monarquía francesa era inmenso y en tiempos de Felipe IV las alianzas del
reino se extendían hasta Rusia.17 Contaba además con el respaldo del papado
al menos desde la elección, precisamente en Lyon, ciudad francesa, del
papa Juan XXII, antiguo obispo de Aviñón que fijó en esta su residencia y que
favoreció netamente a Felipe VI tanto política como económicamente. 5152 Fue
el segundo de una larga serie de papas franceses.36 No obstante, pese a las
confiscaciones de tierras a los sucesivos soberanos ingleses por parte
de Felipe II, Luis IX y Felipe IV, aquellos habían conservado el ducado de la
Guyena y el pequeño condado de Ponthieu, que hacía de ellos vasallos del rey
de Francia.53
La autoridad real abarcaba el reino merced a una Administración Pública
relativamente especializada.54 Dos aspectos resultaban, sin embargo, débiles
en caso de que el reino emprendiese una guerra: la escasez de las rentas del
rey,nota 7 que incluso en tiempos de paz apenas cubrían los gastos ordinarios y
dependían esencialmente de las tierras que administraba directamente, y la
falta de un buen ejército.56 Los gastos extraordinarios requerían ingresos
irregulares (diezmos cedidos por el papa, préstamos forzosos, transformación
del servicio militar en servicio obligatorio, creación de subsidios) que se
obtenían de manera desordenada, con notable reticencia de los contribuyentes,
y exigían la concesión de amplias concesiones y promesas por parte del
soberano.57 El reino carecía de un sistema para procurarse los copiosos
medios necesarios para librar una guerra larga.57 El rey tampoco contaba con
un ejército regular: dependía del servicio de armas que le debían los vasallos,
que estaba limitado en el espacio y en el tiempo y no convenía para contiendas
dilatadas.57 A partir de Felipe IV, el rey tenía derecho a hacer levas, en las que
debían participar todos los hombres libres con una edad comprendida entre los
quince y los sesenta años, tanto nobles como campesinos, sin importar su
riqueza, en caso de que el reino fuese invadido.57 Esta nueva potestad regia
hizo que hacia 1340 Felipe VI pudiese contar con unos treinta mil hombres de
armas y otros tantos peones. Estas eran cifras enormes para la época y el
coste de reunir tal ejército era elevadísimo, pero tenía un inconveniente
añadido: era un ejército heterogéneo e indisciplinado.58
Reino de Inglaterra[editar]

Yvain socorre a una doncella en una miniatura de Lanzarote del Lago del siglo XV, muestra del ideal
de lealtad y valentía en el combate que debía guiar a los caballeros medievales.

La Magna Carta.

El reino de Inglaterra contaba con una población mucho menor que la francesa:
cuatro millones de habitantes; sufría por entonces la llamada «Pequeña Edad
de Hielo» europea, que había comenzado en el siglo XIII y que acabó con
algunos productos agrícolas del reino, como el vino, que anteriormente se
había producido en el sur y que a partir de entonces solo se hacía en
la Guyena.nota 8 Su extensión era también menor que la del reino francés,
incluso con Gales, que acababa de conquistar completamente Eduardo I de
Inglaterra.59 Solo contaba con una gran ciudad: Londres, con unos cuarenta mil
habitantes hacia 1340; York y Bristol apenas alcanzaban los diez mil.2760 El
resto de poblaciones principales eran meros pueblos grandes, en general
independientes de la nobleza por haber comprado la exención de servicios.60
El campesinado en general disfrutaba de una posición tan buena como el de
Francia y existía ya incluso un grupo de campesinos libres de tutela señorial.61
El país hubo de especializar su economía y fomentar el comercio, que a
principios del siglo XIII seguía fundamentalmente en manos de mercaderes
extranjeros (flamencos, alemanes y franceses del norte).6263 El clima lluvioso y
los abundantes pastos favorecían el desarrollo de la ganadería, especialmente
la ovina,60nota 9 que a su vez acrecentó la producción de lana que favoreció la
industria textil (la lana de las ovejas inglesas es especialmente fina y de gran
calidad y se hila fácilmente).64 Esto determinó la pujanza del comercio y de las
ciudades,65 cuyos habitantes necesitaban libertad para montar negocios y una
tributación limitada (gran parte de los ingresos estatales provenían de los
impuestos a la lana)6667 Por su parte, los terratenientes (barones y clero) se
oponían al aumento de los impuestos, destinados a financiar la guerra
contra Felipe Augusto, sobre todo cuando esta, como fue el caso durante el
reinado de Juan sin Tierra, se plasmaba en una serie de derrotas y pérdidas
territoriales. Juan hubo de conceder la Carta Magna en 1215 que dio
al Parlamento cierto control fiscal.68
El comercio hacía Inglaterra muy dependiente de Guyena, donde se producía
gran parte y el mejor vino inglés,69 de Flandes, cuyos pañeros compraban63 la
lana inglesa y de la Bretaña, origen de la sal indispensables para la
conservación de los alimentos.70 Allí se hallaba además otra gran ciudad:
Burdeos, que debía de tener entre veinte y treinta mil habitantes. 27 De la
Guyena partían en ciertas fechas fijas grandes escuadras en conserva con
mercancías para Gran Bretaña, que en ocasiones reunían hasta doscientas
naves.69 Los vínculos comerciales entre la Guyena y Gran Bretaña eran
estrechos y antiguos.71 Guyena casi carecía de lana y cereal y se había
especializado en la producción de vino, tintes (añil) y hierro, materias todas
ellas que Gran Bretaña importaba de la provincia continental, a la que vendía
telas y alimentos.71 Guyena era el segundo destino de las exportaciones
textiles inglesas, tras Alemania.71
La unidad del reino era, sin embargo, mayor que la francesa.59 No habían
surgido grandes principados como en el reino vecino y la debilidad pasajera
que había sufrido la Corona desde Ricardo I a Enrique III se había esfumado
durante el posterior reinado de Eduardo I.59 Los derechos y posesiones de la
Corona estaban claros desde los tiempos de este último rey, la justicia estaba
bien organizada y la Administración local, muy diferente de la de Francia,
contaba con la participación de la población, lo que daba cohesión y fuerza al
reino.72 La imposición de nuevos tributos dependía de la aprobación de los
súbditos, cuya representación iba creciendo en el embrionario Parlamento, que
precisamente a comienzos de la guerra de los Cien Años adquirió su forma
definitiva de dos Cámaras: la Alta, que reunía a los obispos y grandes señores
feudales, y la Baja, que agrupaba a los caballeros y a los procuradores de las
ciudades y burgos.60 Como en el caso de Francia, el rey de Inglaterra tampoco
contaba con medios para disputar una guerra larga, dependía de la aprobación
parlamentaria para imponer tributos nuevos y recurrió, como ya había hecho
Eduardo I en sus campañas, a diversos fuentes de ingresos, desde los
préstamos —de los banqueros «lombardos», que dominaban a cambio el
comercio de la plata— a la contribución o incluso la confiscación de la lana.73
Hacía dos siglos que la soberanía del oeste de Francia, desde el ducado de
Aquitania al rico y poderoso condado de Flandes, originaba conflictos en
intrigas entre las dinastía rivales de capetos y Plantagenêt. La disputa había
comenzado a mediados del siglo XII y por entonces los Plantagenêt contaban
con amplia ventaja sobre sus contrincantes, pues
dominaban Anjou, Normandía, Maine, Poitou, Aquitania y Limousin;nota 10 estos
territorios fueron confiscados por el rey de Francia durante la primera parte del
siglo XIII.75 El vasto imperio Plantagenêt quedó reducido a una parte de
Aquitania: la costa gascona con Burdeos, la Guyena, en virtud de la paz de
París de 1259.767477 Esta paz, que debía haber puesto fin a las largas
desavenencias entre Plantagenêt y capetos, fue fuente de posteriores
conflictos por la diferente interpretación de la situación de la región por las dos
Coronas: un feudo más del rey para la francesa y un territorio cuasi
independiente para la inglesa, que contaba tanto con la lealtad de la población
como con estrechos vínculos económicos con ella.7478 La larga guerra fue un
reflejo de los intereses ingleses en Francia y la continuación de los anteriores
conflictos entre Plantagenet y capetos que había comenzado a mediados del
siglo XII.79 Los reyes ingleses gozaron de notables apoyos en el continente a
sus reivindicaciones territoriales y dinásticas, entre los que destacó el de
Burdeos.80
Las clases privilegiadas inglesas hablaban anglonormando,81 esencialmente el
antiguo normando con influencias del dialecto angevino, en tiempos de los
Plantagenêt y, en mucha menor medida, del anglosajón;82 la situación continuó
hasta el decreto de 1361 de Eduardo III.83 El pueblo llano, por su parte, siguió
empleando el anglosajón.83 La guerra con Francia aceleró la adopción
gubernamental del inglés, que empezó a usarse con normalidad en las
sesiones parlamentarias en 1362 y en 1413 se consideraba ya el idioma de la
corte.82 El francés empezó a considerarse el idioma del enemigo.82
El servicio militar dependía de la renta y dividía a los hombres de dieciséis
hasta sesenta años en grupos con armamento diferente según sus ingresos. 73
Aquellos que no deseaban participar en las expediciones al continente podían
hacerlo pagando cierta cantidad de dinero.84 Los comisarios reales recorrían el
reino para completar el ejército con los reclutas que consideraban mejores. 84 El
principal cambio en los ejércitos feudales de las décadas 1310-1330 fue la
reducción de la proporción de caballeros, especialmente de caballería pesada
respecto del resto de combatientes. La principal causa fue la disminución del
número de terratenientes que se podían costear el caro equipo del caballero.
Se amplió por ello el número de reclutas de clases sociales menos pudientes,
que se armaban con menos coste; estos formaban la infantería, en la que se
incluían arqueros y ballesteros. Cada parroquia debía proveer cierto número de
hombres, entrenados y equipados, a los que solamente se pagaba una soldada
si habían de combatir en el extranjero; el rey podía exigir a todo terrateniente
con rentas superiores a cuarenta libras esterlinas que acudiese a servir
militarmente y,73 como en Francia, tenía potestad para movilizar a la población
entera.85 La infantería se nutría esencialmente de hombres con rentas
inferiores a quince libras, que servían como arqueros o armados de espada. 84
Los peones provenían de las capas altas del campesinado, pues debían
equiparse por su cuenta y aportar asimismo la jaca que empleaban para
desplazarse: era una infantería montada, muy móvil. La caballería
ligera también la formaban en general terratenientes; sus miembros
portaban peto de cuero, un casco y guanteletes de hierro, espada, puñal y
lanza. Los arqueros de a caballo también solían ser terratenientes, llevaban
un arco largo, de dos metros de longitud, muy eficaz y mortífero en las batallas
de la guerra de los Cien Años.84 Solían colocarse en prietas filas en los flancos
del ejército, protegidos por empalizadas de estacas, carretas u otros
obstáculos; eran capaces de lanzar seis flechas por minuto, que solían diezmar
a la caballería enemiga. Estos grupos de arqueros sustituyeron entre 1320 y
1330 a los ballesteros, que también combatían a pie, pero que solamente
podían disparar un virote por cada tres flechas del arquero.84 Las demás clases
sociales eran las que suministraban el grueso de los arqueros a pie, lanceros y
espadachines. El ejército inglés estaba mejor preparado para la defensa que
para el ataque.
En cuanto a las flotas, eran necesarias tanto para los combates en el mar como
para transportar soldados a Francia.86 El rey tenía derecho a exigir a los
armadores el uso militar de sus naves, sin pagar por ello.87 Mientras que los
soldados embarcados, que solían igual en número a los marineros, eran
generalmente voluntarios a sueldo, los marinos participan en las operaciones
obligados por el derecho real a reclamar su servicio.87 El rey contaba con sus
propios navíos y la obligación de servir de otros,nota 11 pero la mayoría de los
que servían en la guerra francesa eran mercantes requisados para las
operaciones.89 También se usaban barcos extranjeros, contratados para
operaciones especiales, como el traslado de grandes ejércitos al continente. 90

Orígenes del conflicto[editar]


La rivalidad entre Francia e Inglaterra provenía de la batalla de
Hastings (1066), cuando la victoria del duque Guillermo de Normandía le
permitió adueñarse de Inglaterra. Ahora los normandos eran reyes de una gran
nación y exigirían al rey francés ser tratados como tales, pero el punto de vista
de Francia no era el mismo: el ducado de Normandía siempre había sido
vasallo, y el hecho de que los normandos hubiesen ascendido al trono de
Inglaterra no tenía por qué cambiar la sumisión tradicional del ducado a la
corona de París.
Causas culturales, demográficas, económicas y sociales del
conflicto[editar]
Artículo principal: Crisis del siglo XIV
Tabla de Juan I de Berry, hacia 1411-1416. En el siglo XV, el vino y la carne son alimentos de la
nobleza.

El progreso económico europeo medieval se frenó a comienzos del siglo XIV.91


Los avances técnicos y los desbroces de los bosques permitieron crecer a la
población desde el siglo X en Europa occidental,92 pero en algunas regiones la
producción dejó de bastar para alimentar a sus poblaciones a partir de finales
del siglo XIII. La división de las parcelas conducía al minifundio: la superficie
media de los predios menguó en dos tercios entre 1240 y 1310. 29 Algunas
regiones como Flandes estaban superpobladas, en especial por la escasa
productividad de alimentos;92 en este caso, se trató de ganar tierras cultivables
al mar, al tiempo que se desarrollaba una economía comercial que permitiese
importar los alimentos que no se producían allí. El 46 % de los campesinos
ingleses tenían en 1279 terrenos inferiores a cinco hectáreas, que se
consideraba la extensión mínima para poder alimentar a una familia de cinco
miembros.29 La situación era muy similar en Francia: en Garges, población
próxima a París, en 1311 dos tercios de los habitantes tenían menos de treinta
y cuatro áreas, incluida la planta de la casa, que ocupaba casi veinte. 93 En esta
situación, cualquier catástrofe natural podía arruinar a las familias. 92 La
población rural se empobrecía, el precio de los productos agrícolas menguaba
y los ingresos de la nobleza disminuían, al tiempo que crecía la presión fiscal,
lo que atizó la tensión entre la población del agro.94
Muchos campesinos buscaron trabajos estacionales en las ciudades, por
salarios míseros, lo que a su vez originó tensiones en los medios urbanos.
La Pequeña Edad de Hielo95 también perjudicó a las cosechas lo que, dada la
presión demográfica, causó hambrunas como no se veían desde el siglo XII en
el norte de Europa en 1314, 1315 y 1316: Ypres perdió el 10 % de la población
y Brujas, el 5 % en 1316.29. El crecimiento de las ciudades agudizó la falta de
alimento; el abastecimiento dependía del comercio. Por otra parte, los
consumidores que se habían habituado a un nivel de vida superior al anterior
debido a la prosperidad general, exigían alimentos más variados y abundantes;
la nobleza se habituó al consumo de vino y todas las clases sociales se
habituaron a un companagium (alimento que acompañaba al pan) más variado
y rico.96 El enriquecimiento de la sociedad y las nuevas demandas de
productos más caros hicieron que los campesinos diversificasen la producción
agrícola. Los viñedos crecieron con la demanda de vino, en especial en el norte
y el este de Francia. Los soberanos ingleses, a los que solamente les quedaba
la Guyena en Francia, aumentaron también el cultivo de esta planta en el
ducado, mientras que los duques de Borgoña favorecieron la producción y
exportación de los vinos de Beaune. Pero la diversificación de la producción
también tuvo un efecto nocivo: redujo la producción de los productos básicos
agrícolas.96
La incapacidad del Estado para imponer tributos ante la oposición de las
asambleas territoriales y de conseguir créditos hizo que emplease el cambio de
leynota 12 de la moneda para equilibrar el presupuesto, lo que suponía reducir la
deuda estatal a cambio de devaluar la moneda.98 La Corona aplicó
devaluaciones de varias ocasiones durante la guerra con Inglaterra: 1318-1329,
1337-1343, 1346-1360, 1418-1423 y 1426-1429; la moneda inglesa, por el
contrario, se mantuvo bastante estable.97 La penúltima devaluación fue muy
intensa: el delfín Carlos aumentó el valor de la moneda en un tres mil
quinientos por cien.97 Esto a su vez comportó la reducción de las rentas de los
terratenientes, fijadas por contrato.99 La guerra se presentó como medio para
que la nobleza compensase la mengua de sus rentas: el cobro de rescates de
cautivos, el pillaje y el aumento de los impuestos con la justificación de costear
la contienda suponían ingresos adicionales. Esto hizo que la nobleza en
general y la inglesa en particular, más perjudicada por la mengua de las rentas
obtenidas de los campesinos, adoptase una actitud belicista.45 Por su parte, un
conflicto también pareció al rey francés Felipe VI un buen medio para mejorar
la situación del erario, pues permitía recaudar impuestos extraordinarios.
Zonas de influencia económica y cultura francesa e
inglesa[editar]

Zonas de influencia y principales ejes comerciales del reino de Francia en 1337. Posesiones de
Juana de Navarra Estados pontificios Territorios dominados por Eduardo III de Inglaterra Francia hasta
1214 Adquisiciones francesas a costa de Inglaterra (1180-1330) Zona de influencia económica

inglesa Zona de influencia cultural francesa


La modernización del sistema jurídico que había empezado en el reinado
de Luis IX atrajo a la órbita cultural francesa numerosos territorios colindantes.
La influencia se debió tanto a la cercanía lingüística como a la debilidad de los
emperadores que sucedieron a Federico II Hohenstaufen en la segunda mitad
del siglo XIII y la munificencia de los reyes franceses, dispuestos a conceder
pensiones a ciertos señores colindantes del imperio.36 En el vecino Sacro
Imperio Romano Germánico, las ciudades del Delfinado o el condado de
Borgoña recurrieron a la justicia real francesa para resolver litigios; así, el rey
envió al baile de Mâcon a Lyon a resolver ciertas diferencias y al senescal de
Beaucaire a Vivier y a Valence en misiones similares.100 Los reyes franceses se
atrajeron a la nobleza de estas regiones concediéndoles rentas y vinculándolas
al reino mediante hábiles matrimonios.36 El homenaje que los condes de
Saboya rindieron al rey de Francia a cambio de la concesión de pensiones, la
muerte heroica en Crécy del rey de Bohemia Juan de Luxemburgo, suegro de
Juan el Bueno, y la venta del Delfinado al nieto de Felipe VI por el
conde Humberto II,101 arruinado por ser incapaz de recaudar impuestos102 y sin
herederos tras la muerte de su único hijo103 son paradigmas de este
fenómeno.nota 13 Por el contrario, a los reyes ingleses les suponía un problema
ser vasallos de los soberanos franceses en virtud de la posesión que tenían de
la Guyena, pues cualquier desacuerdo con estos se dirimía en París y, por ello,
generalmente en su contra.104
El crecimiento económico hizo que ciertas regiones comenzasen a depender
de algunos de los dos reinos. Por entonces la vía principal de transporte de
mercancías era la fluvial o la marítima. El condado de Champaña y Borgoña
abastecían París por el Sena y sus afluentes y eran, en consecuencia,
profranceses. Normandía estaba dividida, pues era el borde de la región
económica parisina y la lindante con el canal de La Mancha, zona mercantil
cada vez más importante merced a las mejoras técnicas navales que
permitieron a las naves italianas circunnavegar la península ibérica cada vez
con mayor facilidad. El Ducado de Aquitania, que exportaba vino
a Inglaterra, Bretaña, que exportaba sal, y Flandes, que importaba la lana
inglesa, se hallaban en consecuencia de ello en la zona de influencia inglesa. 70
Los flamencos, que deseaban librarse de la presión fiscal francesa, se
rebelaron varias veces contra el rey de Francia, lo que originó una serie de
batallas: la de Courtrai (1302), Mons-en-Pévèle (1304) y Cassel (1328).105
Colaboraron con el rey de Inglaterra y en 1340 reconocieron a Eduardo III
como legítimo rey de Francia.
Tanto Francia como Inglaterra buscaban ampliar sus territorios para acrecentar
los ingresos fiscales y mejorar el estado de sus erarios. Las intrigas de los
correspondientes monarcas por hacerse con el dominio de Guyena, Bretaña y
Flandes desataron la larga guerra entre los dos reinos, que duró ciento
dieciséis años.106
La cuestión dinástica[editar]
Descendencia de Felipe III, rey de Francia de 1270 a 1285 y la cuestión dinástica de la guerra de los
Cien Años

El problema dinástico que surgió en 1328 se originó realmente una década


antes: Luis X de Francia falleció en 1316,107 tan solo dieciocho meses después
que su padre Felipe el Hermoso;108 su fallecimiento marcó el fin de la larga
época denominada del «milagro capeto», que había durado de 987 a 1316 y
durante el cual los sucesivos reyes siempre habían tenido un hijo varón al que
dejar el reino en herencia.109 La existencia de un primogénito varón con
experiencia de gobierno por haber estado asociado a la gestión estatal en vida
de su padre había dado gran estabilidad a la política francesa durante tres
siglos.109 La tradición había asentado la sucesión de los capetos al trono, de
varón a varón, si bien no existía un sistema definido de sucesión.110 Los reyes
no habían llegado a definir legalmente el sistema de transmisión de la corona ni
existían precedentes de reyes que solamente hubiesen dejado hijas para
sucederlos.111 Por el contrario, Luis X solo tuvo una hija con su primera
esposa, Margarita de Borgoña, condenada por infidelidad:nota 14 Juana de
Navarra.112 Ya difunto el rey, su segunda mujer había tenido un hijo (13 de
noviembre de 1316): Juan el Póstumo, que apenas sobrevivió cuatro días al
parto.18109112
Por primera vez, el heredero de la corona francesa era una mujer, Juana de
Navarra. La decisión que se tomó entonces sirvió de precedente a la posterior
de 1328: la infidelidad de la reina Margarita sirvió de mero pretexto para privar
del derecho de sucesión a Juana y entregar el trono al hermano del difunto
Luis, Felipe V, que había sido regente durante el embarazo de su cuñada y dio
un golpe de Estado que, pese a la protesta de algunos nobles, fue aprobado
por una asamblea de barones, burgueses y profesores de la Universidad de
París.109107113 La usurpación y la ruptura con la tradición feudal que hubiese
hecho reina a Juana disgustaron a poderosos señores del reino, que se
ausentaron de la coronación de Felipe en Reims (9 de enero de 1317), pero no
lo suficiente como para animarlos a tomar las armas contra él; Felipe logró
acallar poco a poco a los adversarios.113 En realidad, la elección de Felipe y el
arrumbamiento114 de su sobrina se debieron al temor de que esta acabase
desposando a un extranjero que pudiese terminar por hacerse con el poder en
el reino. Los capetos habían aumentado sus posesiones haciendo que aquellas
de sus vasallos muertos sin herederos varones pasasen a la Corona. Felipe IV
precisamente había incluido una «cláusula de masculinidad»115 poco antes de
morir, que hizo que el infantado de Poitou pudiese volver a la Corona en caso
de que su señor careciese de heredero varón.75 No fue la ley sálica la que se
aplicó para escoger al nuevo rey; esta apareció como justificación treinta años
después, hacia 1350, en la obra de un fraile benedictino de la abadía de Saint-
Denis que redactó la crónica oficial del reino y que la mencionó como
justificación de advenimiento de Felipe V, en medio de la lucha propagandística
que este libraba por entonces con Eduardo III de Inglaterra.116114111 La ley
databa de tiempos de los francos y excluía a las mujeres de la «tierra sálica»,
adjetivo que proviene del río Sala, el moderno IJssel de los Países Bajos, lugar
de asentamiento de los francos salios.117 Fue recuperada y empleada como
argumento de peso en favor de la legitimidad del rey en las disputas de la
época, aunque hacía ya tiempo que la herencia femenina de los feudos se
aplicaba sin problemas.114111 Los juristas de la Corona que la hicieron electiva
al estilo de la imperial o la papal en realidad rompieron con la tradición feudal
que permitía la herencia femenina y causaron gran escándalo. 111
Felipe V reinó poco tiempo y falleció también sin heredero varón, por lo que
heredó el trono su hermano menor, el benjamín de la familia, Carlos IV,
aprovechando el precedente que había sentado Felipe en 1316; fue coronado
en 1322.114118119 Había sido uno de los más firmes defensores de su sobrina
Juana, pero en esta ocasión no solo apartó a Juana del trono, sino también a
las hijas de su hermano Felipe, recién fallecido.119 Esta vez el traspaso del
poder no suscitó quejas.114107119 Su reinado fue también breve, de seis años, y
antes de morir, dado que su tercera120nota 15 esposa estaba embarazada
encargó a la nobleza que hiciese rey a su hijo si resultaba ser varón y que
escogiese por sí misma al nuevo soberano en caso de ser mujer.122114107 El
recién nacido resultó ser mujer, por lo que fue apartada de la sucesión. 114123124
Carlos, tercer hijo de Felipe el Hermoso que había ceñido la corona francesa,
murió también sin dejar heredero varón el 1120 de febrero de 1328 dejando la
situación sucesoria de la siguiente manera: Isabel de Francia, última hija de
Felipe el Hermoso, tenía un hijo, Eduardo III,nota 16 rey de Inglaterra y gran
señor feudal francés en tanto que duque de Guyena y conde de Ponthieu, que
se postuló para el título, pese a que los precedentes de los últimos años no
dejaban claro si los derechos que no podía ejercer la madre podían pasar al
hijo; otro aspirante era un primo hermano de los últimos tres reyes, Felipe de
Évreux, rey de Navarra y esposo además de Juana, la hija de Luis X preterida
en 1316; la nobleza, sin embargo, prefirió a Felipe VI de Valois, otro primo
hermano de los últimos tres reyes.12975114130131 Este era hijo de Carlos de
Valois, hermano menor de Felipe el Hermoso y heredero por tanto por línea
masculina de los capetos, si bien de forma menos directa que Eduardo. 130131
Los tres pretendientes tenían firmes derechos al trono, pero los dos primeros
tenían por desventaja el ser mucho más jóvenes que el tercero, que era
además natural del reino y ostentaba ya la regencia.114121 Los pares de
Francia se negaron a entregar la corona a un rey extranjero,123 siguiendo el
mismo criterio que ya habían empleado diez años antes o quizá temieron que si
elegían a Eduardo el gobierno quedase en mano de su intrigante madre,
odiada en Francia y que por entonces dominaba el de Inglaterra; Eduardo era,
por añadidura, un Plantagenet, y por ello sospechoso de ser un vasallo
levantisco y tendente a entrar en conflicto con la Corona.132133134 Felipe, que
había sido nombrado primero regente por los nobles, fue reconocido como rey
tras el nacimiento de la hija póstuma de Carlos el 1 de abril.123124 La elección
no suscitó quejas en Francia: el nuevo rey tenía cierta experiencia, disfrutaba
del apoyo de la nobleza y era conocido de la corte.135 La coronación se hizo el
29 de mayo.123136 Felipe compensó a Juana de Évreux con el reino de Navarra,
cuya corona habían ostentando los tres reyes franceses que le habían
precedido, si bien se guardó para sí Champaña, que tenía el mismo origen y a
cambio le cedió los condados de Angulema y Mortain —de valor inferior— y
ciertas rentas; en realidad, dado que tanto den Navarra como en Champaña el
que heredase un mujer era algo firmemente establecido, los dos territorios
hubiesen debido pasar a Juana.123136 Esta era entonces menor de edad,136
pero cuando alcanzó la mayoría en 1336, refrendó el acuerdo hecho en su
nombre años atrás.123
Eduardo III prestó homenaje a Felipe,74 si bien con notable reticencia y
tardanza, tras varios apremios, por su ducado de Guyena y por el Ponthieu,
después de que lo amenazasen con una nueva confiscación del ducado. 137123
138139 El rey de Inglaterra se había reconocido vasallo de Felipe VI en junio de

1329 y había hecho incluso concesiones en la Guyena, sin dejar por ello de
reservarse el derecho a reclamar los territorios confiscados arbitrariamente por
los monarcas franceses.75140 Esperaba por ello que a cambio Felipe no se
entrometiese en el conflicto anglo-escocés, pero no sucedió así. Felipe
confirmó la ayuda francesa a David Bruce. Ante tal actitud, Eduardo III volvió a
proclamar sus derechos a la corona francesa, que sirvieron de pretexto para
desencadenar la guerra contra Felipe.141 En realidad, la disputa dinástica fue
un motivo secundario de la contienda hasta los tiempos de Enrique V de
Inglaterra, un mero argumento de Eduardo III para reforzar su posición, pues el
verdadero objetivo no era la corona de Francia, sino la soberanía sobre ciertos
territorios franceses.108
La disputa por la Guyena: el problema de la soberanía[editar]
Artículo principal: Guerra de San Sardos

Eduardo III de Inglaterra haciendo pleito homenaje a Felipe VI de Francia por sus feudos de
la Guyena y Ponthieu

La disputa por la Guyena tuvo un papel más relevante incluso que la cuestión
dinástica como detonante de la guerra.14174108 La región era un problema
notable para los reyes de Inglaterra y Francia: el primero era vasallo del
segundo en virtud de la posesión de este territorio, en principio de soberanía
francesa.74142143 Esto permitía en teoría apelar contra un dictamen dado en la
región ante el tribunal de París y no en Londres, cosa que hacían los vasallos
del ducado cuando recibían fallos con los que no estaban conformes y que los
agentes del rey de Francia alentaban.144145 Esto le permitía al rey francés
anular las decisiones jurídicas que su homólogo inglés tomase en Aquitania, 146
algo totalmente inaceptable para los ingleses, que buscaban administrar el
territorio sin intromisión francesa.74 La soberanía del territorio quedó en disputa
entre las dos Coronas durante varias generaciones y fue el motivo principal de
la guerra.53147148
La primera confiscación francesa del territorio al rey inglés se produjo ya en
1294, cuando Felipe IV se la arrebató temporalmente a Eduardo I, al que se la
devolvió en 1297.149 El padre de Felipe VI había ocupado en 1323
una bastida inglesa en Saint-Sardos durante una expedición emprendida por
orden del entonces rey Carlos IV; el lugar se encontraba en pleno ducado de
Guyena, lo que había suscitado infructuosas pero vehementes quejas y
recursos de Eduardo II de Inglaterra y del señor feudal de la zona, Raymond-
Bernard de Montpezat. Este último decidió tomar las armas el 16 de octubre de
ese año, mientras el procurador del soberano Francés se encontraba en Saint-
Sardos para firmar una alianza. Se presentó al frente de sus huestes y
reforzado por soldados ingleses ante el castillo, que atacó, y arrasó el pueblo
anejo. Pasó por las armas a la guarnición y ahorcó al representante de Carlos
IV.150 La agresión sirvió de pretexto para que el Parlamento parisino confiscase
el ducado de Guyena en julio de 1324,149151 arguyendo que su señor no había
prestado el debido homenaje al rey. Seguidamente el monarca francés invadió
casi toda Aquitania con facilidad, como ya había sucedido la vez anterior, si
bien la devolvió149 a regañadientes en mayo de 1325, a petición del papa Juan
XXII y de su propia hermana, reina de Inglaterra.151 Eduardo II había tenido que
transigir para lograr que le devolviesen el ducado: había tenido que enviar a su
hijo, el futuro Eduardo III, a que rindiese homenaje y pese a ello Carlos
pretendía amputar a la Guyena restituida el Agenais y el Bazadais.149152 La
evacuación real del ducado se había retrasado primero por los problemas
dinásticos ingleses y luego por la falta de pago de las cantidades acordadas
tanto por el cambio de señor del ducado como la indemnización bélica.152nota 17
Las dos confiscaciones pasajeras habían servido para someter a la obediencia
a un vasallo considerado por la corte francesa demasiado autónomo, pero la
facilidad de la conquista dio la errónea impresión de que el gesto se podría
repetir cuando fuese necesario.151
La situación pareció distenderse en 1327 con el advenimiento al trono inglés de
Eduardo III, que recuperó el ducado a cambio de prometer pagar una
compensación de guerra.76 Los franceses se resistieron pese a ello a devolver
las tierras arrebatadas,144 para obligar al nuevo rey inglés a rendir pleito
homenaje, que este se avino a hacer153 el 6 de junio de 1329. Felipe VI hizo
consignar durante la ceremonia que el acto de vasallaje no incluía las tierras
separadas del ducado por Carlos IV (en especial el Agenais). Eduardo, por su
parte, consideró que el pleito homenaje no le privaba de reclamar las tierras
perdidas, como en efecto hizo en los años siguientes.144154139 Para entonces la
Guyena había quedado reducida a una franja costera en la que los agentes
reales franceses no dejaban de actuar.149
Eduardo se halló en una posición débil durante los primeros años de su
reinado, hasta que una conjura de barones descontentos le permitió en
noviembre de 1330 ajusticiar a Mortimer, desterrar a un remoto castillo a su
madre y hacerse con el poder.155 Ello lo obligó a mantener una actitud
conciliadora con Felipe VI, al que el 9 de marzo de 1331 confirmó que el
homenaje que había hecho por sus posesiones francesas era ligio.155 Los dos
reyes se reunieron secretamente algunas semanas después para resolver los
problemas pendientes (trazado de las fronteras de Guyena, tratamiento de los
nobles exiliados por mantenerse fieles a Eduardo durante la confiscación del
ducado, fijación de posibles indemnizaciones bélicas...), que no llegaron a
solventarse pese a las largas negociaciones que siguieron.155
Los frentes periféricos[editar]
Escocia[editar]
Inglaterra hubo de afrontar la segunda guerra de independencia de Escocia,
que le libró entre 1332 y 1357. Las guerras entre los dos reinos lindantes eran
continuas desde finales del siglo XIII.156 El reino vecino había sido sometido a
vasallaje en 1296,77 aprovechando la muerte sin herederos varones
de Alejandro III, mediante matrimonio.104 Escocia estaba ligada157 a Francia por
la «vieja alianza» desde el 23 de octubre de 1295 y Roberto Bruce aplastó a la
caballería inglesa en la batalla de Bannockburn (1314),158 muy superior en
número a las huestes del escocés, al frente de un ejército de hombres de
armas desmontados protegidos de las cargas enemigas por una fila de
piqueros.159 Los ingleses copiaron este sistema de combate: disminuyeron el
tamaño de la caballería y aumentaron el número de arqueros y de hombres de
armas que combatían a pie, que se protegían de las cargas de caballería
mediante estacas clavas en el suelo; los soldados se desplazaban a caballo
para viajar más velozmente, pero combatían fundamentalmente a pie. 160 La
guerras escocesas también permitieron al ejército inglés ganar experiencia y
solidez.77
Eduardo III empleó esta nueva manera de luchar en las guerras escocesas en
las que sostuvo a Eduardo Balliol contra David II, hijo de Roberto Bruce.158 Este
falleció en 1329161 cuando se hijo David era aún un niño de siete años, lo que
animó a Eduardo III a intervenir en Escocia con su propio candidato, Balliol,
primero de manera indirecta, con dinero y soldados y luego, en 1333,
abiertamente.14977158 La nueva táctica les permitió a los ingleses vencer en
varias batallas importantes, entre ellas la de Dupplin Moor de 1332 y la
de Halidon Hill de 1333.162163 David II fue vencido, huyó de Escocia y se refugió
en Francia, donde le dio amparo Felipe VI.77164165157 Eduardo Balliol fue
coronado rey de Escocia, en calidad de vasallo de Inglaterra,166 a la que cedió
las tierras al sur del fiordo de Forth,158 con escaso respaldo popular. El
papa Benedicto XII trató de conciliar a los reyes inglés y francés, pero no pudo
impedir que Felipe ayudase económica y militarmente de David II a recuperar el
trono escocés,153167 al que despachó en la primavera de 1336 algunas de las
tropas que había reunido para emprender una cruzada que finalmente no se
llevó a cabo.157168169 Los preparativos franceses para sostener a los apurados
partidarios de David II preocuparon a Inglaterra, que temió incluso una invasión
francesa de Gran Bretaña.168 Los combates se reanudaron de nuevo en la
frontera anglo-escocesa en 1342, atizados por el monarca francés.157
La campaña de Escocia le permitió a Eduardo III formar un ejército moderno y
habituado a las nuevas tácticas militares, también a las que empleaba la
caballería: la cabalgada de saqueo en la que un contingente recorría grandes
distancias dedicada a devastar el territorio enemigo se había empleado
también en Escocia.160
Artois[editar]

Felipe VI en la sesión que condenó a Roberto de Artois.

En el condado de Artois surgió una de las crisis sucesorias habituales en


aquella época: el conde Roberto II falleció en 1302170 sin dejar herederos
varones.157 Heredó el feudo su hija Matilde,170171 esposa de Otón IV de
Borgoña y suegra de Felipe V y Carlos IV de Francia.157 Sin embargo, el nieto
del difunto Roberto, se sintió postergado y mal compensado y reclamó veces
aunque en balde que se le entregase el condado.170171 Matilde falleció
inopinadamente en noviembre de 1329nota 18 cuando el Parlamento de París
estaba revisando una nueva reclamación de Roberto y algunos acusaron a
Roberto de haberla envenenado.157172171 A las pocas semanas falleció también
la hija y heredera de Matilde y el condado pasó al hermano de la reina, el
duque de Borgoña.173 La documentación que presentó Roberto para respaldar
sus pretensiones era falsa y el Parlamento finalmente falló en su contra en
1331.173171nota 19 Se comenzó a investigar a Roberto, que huyó a sus tierras y
luego desapareció, rehusando comparecer ante sus investigadores. 173
Finalmente se le desposeyó de sus propiedades en abril de 1332, año en que
huyó a refugiarse con el duque de Brabante,nota 20 que lo acogió durante tres
años hasta que los demás nobles de la región lo obligaron a expulsarlo.173
Roberto acabó huyendo y se refugió en Inglaterra,173 a cuyo rey reconoció
también como soberano de Francia.157171 Este sometimiento hizo esperar a la
corte inglesa que otros grandes señores franceses siguiesen su ejemplo y
reconociesen por rey a Eduardo III.157
Flandes[editar]
Flandes se hallaba a comienzos del siglo XIV en gran tensión, en equilibrio
inestable entre el poder del conde y la autonomía de las grandes ciudades
industriales como Brujas, Gante o Ypres y entre la dependencia política de
Francia, a la que pertenecía el condado, y la económica de Inglaterra, cuya
lana abastecía la industria textil.157144 Una revuelta político-social había
estallado en Brujas en junio de 1323, que se extendió por toda la costa del
condado, atrayendo sobre todo al campesinado acomodado, que se encuadró
en unidades con sus propios capitanes, expulsó a los recaudadores de
impuestos del conde y destruyó algunas casas de la nobleza.174 El
burgomaestre de Brujas solicitó el auxilio de Eduardo III.175
El conde carecía de ejército propio y no pudo sofocar por sí mismo el
alzamiento.175 Acudió a hacer pleito homenaje por el condado a Felipe VI en
1328 y aprovechó el viaje para solicitar ayuda inmediata al nuevo rey contra los
rebeldes.175 Los conflictos sociales hicieron intervenir militarmente a la Corona
francesa, que en agosto de 1328 aplastó a los rebeldes campesinos y
artesanos en la batalla de Cassel,138 en la que once mil de ellos perecieron a
manos de la caballería francesa.176177 La intervención militar estrechó los lazos
entre Felipe VI de Francia y el conde Luis de Nevers, que había recuperado el
condado merced a la intervención del rey y lo conservó mediante el terror, 178 y
socavó la influencia inglesa.176144
Primeras desavenencias[editar]

Enrique II Plantagenet.

A mediados del siglo XII, a los duques normandos sucedió la dinastía Anjou,
condes poderosos que poseían territorios en el oeste de Francia. El duque
angevino Enrique Plantagenet, casado con Leonor de Aquitania, accedió al
trono inglés como Enrique II de Inglaterra, aportando así al reino británico sus
posesiones y las de su mujer, el ducado de Aquitania.
Felipe II de Francia, en su lucha por limitar el poder de los soberanos ingleses,
apoyó la rebelión de algunos de los hijos de Enrique II y la madre de
ellos, Leonor de Aquitania, aunque la rebelión acabó no teniendo éxito. Ricardo
Corazón de León, uno de los hijos que participó en la fracasada rebelión,
sucedió en el trono a su padre en 1189.
Tratado de París[editar]
Artículo principal: Tratado de París (1259)
Enrique III de Inglaterra (1207-1272) heredó el trono con solo nueve años, lo
que trajo consigo un período de zozobras y temores que desembocó en el
desfavorable Tratado de París en 1259. Enrique abdicaba desde lo formal al
rey francés Luis IX todas las posesiones de sus antepasados normandos y a
todos los derechos que pudieran corresponderle. Esto incluía la pérdida de
Normandía, Anjou y todas sus demás posesiones salvo Gascuña y Aquitania,
que había heredado por vía materna. Estas dos regiones quedaban sometidas
al homenaje, una especie de pago, renta o tributo que Enrique otorgaría al rey
francés para conservarlas.
Eduardo I[editar]
Artículo principal: Eduardo I de Inglaterra
Eduardo I de Inglaterra, hijo de Enrique III, no se conformó con esta situación
de sometimiento: construyó una base de poder militar y económico muy
superior a la de su padre y quiso colocar de nuevo a su corona en una posición
de fuerza en el continente. Inició hostilidades contra la Francia de Felipe
III (que duraron cuatro años: de 1294 a 1298) pero, más dedicado a consolidar
su poder en el interior de la propia Inglaterra, no hizo nada más respecto de
Francia.
Cuando falleció, otro lapso de convulsiones azotó a Inglaterra.
Una Escocia fuerte, motivada y organizada, liderada por Robert the Bruce,
venció a los ingleses en varias ocasiones, derrotando al sucesor de
Eduardo, Eduardo II, y logrando la ansiada independencia.
La guerra de San Sardos y Eduardo III[editar]
Entre 1324 y 1325 se produjo una nueva guerra entre Inglaterra y Francia,
conocida por los historiadores como guerra de San Sardos por el poblado
donde tuvieron lugar las principales acciones. La corona inglesa pasó pronto a
manos de Eduardo III, que era solo un niño, pero a pesar de todo no estaba
dispuesto a dejarse vencer con tanta facilidad. El rey de Francia, Carlos
IV murió, como sus antecesores, sin dejar heredero varón.
La maldición de los Capetos[editar]

Luis IX de Francia, conocido como San Luis.

La muerte de Carlos IV era el fin de la poderosa y prolongada dinastía de


los Capetos. Había sido fundada por Hugo Capeto en 987, y había dado una
larga serie de poderosos monarcas que incluía a Luis VI, Luis VII y Luis VIII,
todos ellos comandantes en las Cruzadas. Tras la muerte del rey siguiente, san
Luis, orientador y capitán de la cruzada contra los cátaros, la dinastía Capeto
tuvo aún otro poderoso rey: Felipe el Hermoso. Con él comenzó la decadencia:
Felipe destruyó a la antigua y noble Orden del Temple, llevando al juicio y a la
hoguera a muchos de sus dirigentes, en especial a su último Gran
Maestre Jacques de Molay. La tradición cuenta que De Molay, de pie sobre las
llamas que lo consumirían, maldijo a Felipe el Hermoso, al Papa y a la familia
Capeto, profetizando su pronta extinción y olvido.
En efecto, Felipe IV murió en 1314, en el curso del mismo año de la ejecución
de los templarios. Tenía tres hijos. El mayor, Luis X el Obstinado, fue coronado
en agosto de 1315 y murió a los pocos meses, mientras su esposa estaba
embarazada. El niño recién nacido iba a ser coronado con el nombre de Juan I;
en razón de su corta edad, fue nombrado regente el hermano mediano de su
padre, Felipe. El pequeño murió siendo un bebé, por lo que se lo conoce como
Juan el Póstumo. Así, su tío Felipe debió ser coronado de inmediato bajo el
nombre de Felipe V el Largo. Este rey, aunque enérgico e inteligente, era débil
de salud y falleció solo cinco años después, dejando cuatro hijas que no podían
heredar en virtud de la Ley Sálica que él mismo invocó para poder suceder a su
sobrino. Le sucedió entonces el tercer hijo de Felipe el Hermoso (y por tanto
hermano pequeño de Luis X y Felipe V): Carlos Capeto, que reinó bajo el
nombre de Carlos IV.
La supuesta maldición de los templarios terminó de cumplirse el 1 de febrero
de 1328 al fallecer este rey dejando solo dos hijas (una póstuma) y ningún
varón para heredar. En apenas catorce años, y luego de cuatro breves
reinados, la dinastía de los Capetos se había extinguido.
Intrigas y declaración de guerra (1330-1337)[editar]
La tensión entre los dos soberanos aumentó, atizada por la actitud belicosa de
la nobleza de ambos reinos, y acabó desatando la guerra en 1337.
El rey de Francia colaboraba con los escoceses en la lucha que estos
sostenían contra Inglaterra,168 actitud de larga tradición de los reyes capetos,
plasmada en la llamada «antigua alianza» (Auld Alliance).179 Eduardo III había
expulsado a David Bruce de Escocia en 1333; Felipe VI lo había acogido en
el castillo Gaillard y rearmaba a sus partidarios, preparando la vuelta del
escocés a su reino.168 Felipe convocó en 1334 a los embajadores ingleses,
entre los que se encontraba el arzobispo de Canterbury, para comunicarles que
Escocia también debía estar incluida en la paz general que estaban
negociando Francia e Inglaterra y que parecía a punto de firmarse.167180181 En
1335, David Bruce atacó las islas Anglonormandas con una flota que pagó el
rey francés. La ofensiva fracasó, pero hizo temer a Eduardo III que fuese un
mero preludio de la invasión de su reino.162
La intervención francesa en Escocia, aunque pequeña, convenció a Eduardo
de que la guerra con Francia era inevitable.182 El Parlamento se reunió
en Nottingham en septiembre de 1336 para condenar las acciones del monarca
francés y aprobar los subsidios para costear los gastos de la nueva guerra que
se avecinaba.182 Seguidamente el Gobierno abandonó York, donde había
pasado los cuatro años anteriores debido a las guerras escocesas, y volvió a
Londres, donde comenzaron los preparativos bélicos.182 Se despacharon
tropas a la Guyena y se apostó una escuadra en el canal de La Mancha, al
tiempo que Felipe hacía lo propio en Normandía y Flandes.182
La reanudación del conflicto aquitano, que las negociaciones no lograron
solucionar,183 y el apoyo de los Valois a los adversarios escoceses de Eduardo
III hicieron que este volviese a esgrimir sus derechos de sucesión al trono
francés.149 Felipe VI le había confiscado la Guyena el 24 de mayo de 1337,149
183 acusándolo de felón.184182 Esta tercera confiscación resultó intolerable a

Eduardo III, que reaccionó a su vez reclamando para sí la corona francesa: 185
182 despachó al obispo de Lincoln a París el 7 de octubre de ese año para

arrojar el guante como desafío a Felipe, gesto con el que dio comienzo la
contienda, si bien ya había habido choques en los meses anteriores. 75142186 Los
dos bandos hacía tiempo que se estaban preparando para la guerra, buscando
aliados y aprestando ejércitos.187 La tercera confiscación de la Guyena fue el
detonante de la guerra abierta.188

Principales fases del conflicto[editar]


La guerra de los Cien Años tuvo una estructura simétrica en la que se repitió
una secuencia de etapas: entre 1337 y 1380 se dieron por primera vez las tres
etapas que se repitieron luego. Estas fueron un hundimiento del poderío de la
monarquía francesa, seguido de un período de crisis y luego de otro de
recuperación. Estas mismas etapas se repitieron entre 1415 y 1453. Entre
ambos períodos temporales hubo una larga tregua debida a los conflictos
internos que sufrieron los dos bandos.
Cada uno de los dos grandes períodos de combates se puede subdividir a su
vez en dos:

Territorios controlados por los franceses Territorios controlados por los ingleses Territorios controlados
por el duque de Borgoña

• De 1337 a 1364, el genio táctico de Eduardo


III de Inglaterra le permitió obtener una serie
de victorias sobre la caballería enemiga. La
nobleza francesa quedó totalmente
desacreditada por las sucesivas derrotas y
el país se sumió en la guerra civil. Los
ingleses se adueñaron de gran parte del
reino francés en virtud del Tratado de
Brétigny.
• De 1364 a 1380, Carlos V llevó a cabo una
lenta recuperación de territorios, confiando
en vencer merced al sentimiento nacional
de la población. Permitió que los ingleses
devastasen los campos en sus cabalgadas
y evitó los desmanes de las Grandes
compañías contra la población envíandolas
a combatir a Castilla. Evitó las batallas
campales, que habían resultado
desastrosas para los franceses en la etapa
anterior del conflicto y se dedicó a recobrar
plazas fuertes mediante asedios. Así, a
Eduardo III no le quedaban en el continente
más
que Calais, Cherburgo, Brest, Burdeos, Bay
ona y algunos castillos del Macizo
Central en 1375.
• De 1380 a 1429, la minoridad y luego la
locura de Carlos VI de Francia permitió que
los grandes señores del reino se hiciesen
con el poder, que desató la rivalidad entre
los sucesivos duques de Borgoña y el de
Orleans, transformada finalmente el guerra
civil. Enrique V de Inglaterra la aprovechó
para recobrar territorios. Los franceses
fueron vencidos de manera aplastante en
la batalla de Azincourt. El asesinato en 1419
de Juan I de Borgoña hizo que los
borgoñones se coligasen con los ingleses y
se desbaratase el partido armañac. Enrique
V desposó a la hija de Carlos VI en virtud
del Tratado de Troyes de 1420, devino
heredero de este y acumuló en sí los títulos
de rey de Inglaterra y regente de Francia.
El delfín Carlos fue desheredado. Enrique VI
de Inglaterra sucedió a su padre, muerto
inopinadamente, cuando aún contaba con
pocos meses de edad, pero ya se le
concedieron los títulos de rey de Inglaterra y
de Francia.
• De 1429 a 1453, los ingleses fueron
expulsados de Francia
paulatinamente. Juana de Arco representó
el sentimiento nacional e hizo coronar a
Carlos VII pese a lo acordado en Troyes.
Los ingleses, sin grandes apoyos entre la
población, fueron perdiendo territorios
progresivamente. El Tratado de Arrás de
1435 puso fin a la liga anglo-borgoñona e
inclinó la suerte del conflicto definitivamente
en favor de Francia. Los ingleses solo
conservaban Calais en 1453, tras la derrota
que sufrieron en Castillon, aunque la paz
tardó todavía: se firmó en 1475, ya en
tiempos de Luis XI de Francia y Eduardo IV
de Inglaterra.

La guerra[editar]
Entre los hijos de Felipe IV el Hermoso estaba Isabel (llamada la "Loba de
Francia"), que era la madre de Eduardo III de Inglaterra. El joven rey, de tan
solo dieciséis años, pretendió reclamar su derecho al trono de Francia,
consideró que la corona francesa debía pasar a su madre. Aun así, si la tesis
inglesa tuviese acogida, las hijas de Luis X, Felipe V y Carlos IV tendrían mayor
derecho de transmitir la corona, por sobre su tía Isabel de Francia.
Francia no estaba de acuerdo, por lo tanto invocaron la ley sálica, que impedía
la transmisión de la corona a través de la línea femenina, y por ello decidieron
que la corona recién abandonada por los Capetos pasara al hermano menor de
Felipe el Hermoso (y tío de Luis X, Felipe V y Carlos IV): Carlos de Valois. Pero
corría 1328, y Carlos había muerto tres años antes. De ese modo, correspondió
según la teoría francesa coronar al hijo de este, Felipe de Valois, bajo el
nombre real de Felipe VI. Este fue el primer monarca de la dinastía Valois, que
reinó en Francia sin que Eduardo III pudiese hacer nada para evitarlo. Ahora,
correspondía que Eduardo rindiera (y pagase) homenaje al orgulloso Felipe por
sus exiguas posesiones, las pocas que aún conservaba en Francia.
Las victorias de Eduardo III (1337-1364)[editar]
La guerra indirecta[editar]

Efigie funeraria de Eduardo III de la abadía de Westminster.


Felipe VI de Valois, rey de Francia, en una miniatura de Le procès de Robert d'Artois.

Al comienzo del conflicto el objetivo de Eduardo era reivindicar para sí la


corona de Francia en tanto que nieto de Felipe el Hermoso, mientras que para
Felipe VI la meta era la recuperación de la Guyena y el desbaratamiento de las
pretensiones reales de su enemigo inglés.
Los combates no comenzaron inmediatamente después de la declaración de
guerra de 1337 a causa de la penuria financiera de los dos reyes, que los
obligó a solicitar la aprobación de los impuestos necesarios para sufragar la
contienda a los respectivos parlamentos y asambleas locales, a menudo a
cambio de la confirmación de privilegios, la concesión de otros nuevos o de
exenciones.189 Fue entonces cuando surgieron en Francia los Estados,
asambleas aún poco organizadas en las que los contribuyentes regateaban su
apoyo financiero a los representantes reales.190 La falta de dinero hizo que se
aceptase la suspensión de hostilidades propuesta por el papa para los seis
primeros meses de 1338.191 La lucha comenzó indirectamente, mediante el
choque de aliados de los dos reyes enfrentados: Eduardo III de Inglaterra
sostuvo a Juan de Montfort contra Carlos de Blois, pariente de Felipe VI en
la guerra de Sucesión de Bretaña.192 Por su parte, Felipe apoyó a los
escoceses en la guerra que estos libraban contra los ingleses.193
Operaciones navales[editar]
Los primeros años de la guerra fueron favorables a Francia en el mar. 194 Los
navíos franceses y los de sus mercenarios italianos recorrieron el canal de La
Mancha, se apoderaron de las Islas Anglonormandas y saquearon incluso
algunos puertos enemigos tanto en Gran Bretaña como en Francia. 194 Los
normandos prepararon incluso una invasión de Inglaterra en 1339, que
finalmente no se llevó a cabo, aunque los preparativos hechos permitieron
enviar una gran flota a Flandes en 1340, que debía evitar que Eduardo pasase
al continente.194
Alianzas alemanas de Eduardo y combates en Flandes (1336-1345)[editar]
El soberano inglés intrigaba mientras en Flandes: su matrimonio con Felipa de
Henao59 le permitía establecer vínculos con el norte de Francia y con el Sacro
Imperio.195196 Por añadidura, Roberto de Artois estaba refugiado en Londres
desde 1336.195 Eduardo había comprado la alianza del conde de Henao —
conde de Holanda y Zelanda también, y suegro de Eduardo— y la del
emperador Luis IV de Baviera (26 de agosto de 1337)197 por trescientos mil
florines y tanto el duque de Brabante como el conde de Güeldres le eran
favorables.198199200
Eduardo III reaccionó prohibiendo la exportación de lana en agosto de 1336 y
la importación de paño en febrero de 1337,198 lo que dejó en el paro a gran
parte de los operarios de la industria del paño, muchos de los cuales
emigraron.176201202 Luis de Nevers arrestó a los comerciantes ingleses en
Flandes, y Eduardo a los flamencos que se hallaban por entonces en
Inglaterra.168 La crisis económica que desató el embargo de lana hizo que la
burguesía buscase la colaboración inglesa a cambio de reconocer la autoridad
de Eduardo III.176 La amenaza económica hizo que la región se rebelase contra
los franceses en 1337.203204 El rey inglés sostuvo al mismo tiempo la nueva
industrial textil de Brabante,205 territorio con el que estaba coligado, e invitó a
los tejedores flamencos desempleados a Inglaterra para que ayudasen a
desarrollar una industria inglesa.206 Así, si Flandes permanecía neutral o
tomaba partido por Felipe VI, Inglaterra podía arruinar su economía cortando el
suministro de lana.207 El conflicto afectó intensamente a los pañeros flamencos,
que se rebelaron contra su conde Luis I de Flandes,208 acaudillados por Jacob
van Artevelde, rico burgués de Gante, quien, tras hacerse con el poder en la
región, se coligó con el rey inglés.203204209 Felipe trató infructuosamente de
contener la rebelión en Flandes, permitiendo incluso que el condado
permaneciese neutral con la guerra con Inglaterra.210204 El cabecilla rebelde fue
extendiendo su control sobre el condado desde Gante durante los primeros
meses de 1338; la comisión de representantes de ciudades que presidía tenía
autoridad desde Bailleul al sur hasta Termonde en el norte.211204 El conde Luis,
por su parte, sopesó hacer asesinar a Van Artevelde e intento apoderarse por
sorpresa de varias de las principales ciudades con la colaboración de la
nobleza de la región, sin conseguirlo; frustrado, se refugió en la corte francesa
en febrero de 1339.212204 Los rebeldes mientras pactaron con Inglaterra la
reanudación del comercio de la lana y firmaron un acuerdo comercial en junio
de 1338; en julio hubo un primer envío limitado de lana.212213 Sin embargo, los
rebeldes, más contrarios a la mala administración de su conde que partidarios
decididos del rey inglés, evitaron durante dos años ligarse demasiado
estrechamente a Eduardo.213 Este visitó Amberes y a su aliado el duque de
Brabante en julio de 1338 para tratar de que las ciudades flamencas pasasen
de la neutralidad pactada en los peses anteriores a la alianza con Inglaterra,
pero no lo logró.212214 Por el momento, los rebeldes flamencos se limitaron a
adoptar una neutralidad favorable al monarca inglés.213 El viaje sirvió, sin
embargo, para estrechar lazos con el emperador: Eduardo visitó al emperador
Luis de Baviera en Coblenza el 5 de septiembre y este lo nombró vicario
imperial y reconoció sus derechos a la corona francesa, a cambio de dinero.212
214 El cargo traspasaba al soberano inglés los poderes imperiales en el norte de

la antigua Lotaringia.197 El emperador hizo prometer a los señores alemanes de


la región que ayudarían a Eduardo en su guerra con Felipe, a lo que él mismo
se comprometió durante siete años.215 Eduardo hizo acudir a rendirle homenaje
a todos los señores de los Países Bajos —solamente el obispo de Lieja se
ausentó de las sucesivas ceremonias—, que sirvieron para acrecentar su poder
aparente, pero también para impedir las operaciones militares antes de que
llegase el invierno de 1338-1339.215 Las dificultades financieras de Eduardo
para sostener las onerosas alianzas alemanas y neerlandesas eran cada vez
mayores.216
Los dos beligerantes tuvieron problemas para reunir tropas, por lo que la
campaña de 1339 comenzó tarde, entrado ya el otoño.217 El rey inglés había
pasado desde julio a finales de septiembre esperando en vano la llegada de las
tropas de sus supuestos aliados alemanes.218 Intentó vanamente apoderarse
e Cambrai, que defendía una guarnición francesa.219nota 21 Penetró en Picardía
y trató de librar una batalla campal con el enemigo, pero este lo evitó y el
soberano inglés acabó retirándose al norte a finales de octubre. 219218 Los
quince meses de estancia en los Países Bajos, la alianza de numerosos
príncipes de la región y la obtención de la vicaría imperial se habían saldado
con una campaña de magros resultados.218
Eduardo pasó a tratar con los flamencos tras haber sido abandonado por los
príncipes alemanes en la campaña de 1339.218 Hasta entonces, se había
negado a hacer sustanciales concesiones económicas a los insurrectos
flamencos para no perjudicar a sus aliados brabanzones.213 La liga entre el
conde Luis I de Flandes y el rey francés indignaba y atemorizaba a los
flamencos, disgustados también con el aumento de la presión fiscal y
temerosos que el cercano ejército francés sirviese de nuevo para aplastar su
levantamiento contra el conde, como había sucedido en 1328.213 La amenaza
francesa hizo a Van Artevelde más dispuesto a pactar con Eduardo, cuyas
tropas necesitaba para protegerse.213 La reanudación del conflicto con Francia
hubiese supuesto, sin embargo, el pago de una onerosa indemnización al
papa, que podía excomulgar al conde o incluso lanzar el interdicto contra las
ciudades flamencas. Para sortear la negativa de las ciudades flamencas a
rescindir su juramento de lealtad al rey de Francia, Eduardo aceptó tras titubear
presentarse como tal, de manera de los rebeldes pudiesen ligarse más
estrechamente a él sin quebrantar en apariencia su fidelidad al rey francés, que
a partir de entonces sería él.219176106 La alianza final se alcanzó el 3 de
diciembre de 1339, con gran coste para los ingleses: traspaso del centro
exportador de lana de Amberes a Brujas, devolución de las castellanías del sur
entregadas al rey francés en tiempos de Felipe IV,nota 22 concesión de un
subsidio de ciento cuarenta mil libras para mejorar la defensa y ayuda naval y
terrestre en caso de ataque francés.213 Los flamencos se comprometían a
ayudar militarmente a Eduardo, al que reconocían como rey de Francia.213
Eduardo III se presentó en Gante en enero de 1340, donde juró respetar los
privilegios de las ciudades y firmó tres tratados fundamentalmente comerciales
con los flamencos.176220213 El monarca inglés sorteó el temor flamenco a la
excomunión prometiendo el envío de sacerdotes ingleses, que dirían la misa
pese a la prohibición papal.221 Seguidamente volvió a Inglaterra para recabar
fondos con los que pagar a sus acreedores neerlandeses, a los que dejó en
prenda a su mujer y a sus hijos menores.222 Entonces fue cuando nació, en
Gante, su tercer hijo (llamado por ello «Juan de Gante»), Juan, luego duque de
Lancaster.213
Los flamencos reanudaron el tráfico con Inglaterra, por lo que los franceses
enviaron la flota a La Esclusa, en la embocadura del canal que une Brujas con
el mar del Norte y único buen222 puerto del condado flamenco, con el fin de
imponer un bloqueo naval a la región.176 Eduardo llegó a la zona con la flota
inglesa en junio de 1340, tras cuatro meses de preparativos; era algo mayor
que la enemiga y estaba mucho mejor mandada.223 El descalabro de la flota en
la batalla de la Esclusa del 24 de junio de 1340,176 que había sido reforzada por
navas bretonasnota 23 puso fin al dominio naval francés y dio comienzo al inglés,
que duró varios años.222nota 24 La grave derrota desbarató los planes de enviar
tropas francesas a Escocia y permitió a Eduardo III reanudar el comercio de
lana con Flandes.225 A continuación, Eduardo se encaminó directamente contra
Tournai, primer punto del dominio regio francés en la zona, a orillas
del Escalda, al frente de unos treinta mil soldados, propios y de sus aliados
flamencos.226
No logró apoderarse de Tournai, que sitió durante dos meses con Artevelde y
el duque de Brabante,227 por lo que acabó pactando una tregua (septiembre de
1340)227 que duró hasta junio de 1342.176228 La falta de una victoria clara de
cualquiera de los bandos, la llegada del invierno y las dificultades financieras
que aquejaban a los dos los impelió a suscribir la tregua, propuesta por los
emisarios del papa.176228 Eduardo huyó secretamente de la zona, donde lo
acosaban los acreedores, y volvió a Inglaterra.229 Sus deudas arruinaron a
varios bancos italianos que habían contribuido a sufragar sus dos campañas
fracasadas de 1339 y 1340.230 La escasez de subsidios ingleses desmoronó a
continuación las costosas alianzas de Eduardo en el Sacro Imperio. 231 Eduardo
perdió el apoyo del emperador Luis de Baviera y de los señores alemanes,
poco interesados en una contienda que no les había reportado ingresos como
habían esperado.232 El emperador despojó a Eduardo de su cargo de vicario
imperial y se reconcilió con Felipe VI durante la primavera de 1341. 232231 Los
arzobispos de Maguncia y Tréveris siguieron su ejemplo y los duques de
Brabante y Güeldres renovaron las treguas que tenían pactadas con el
soberano francés.232 La agudización del enfrentamiento entre el emperador y el
nuevo papa Clemente VI (elegido en 1342), hizo que a partir de entonces aquel
se desentendiese del conflicto anglo-francés para concentrarse en el que le
oponía al papa.231
La reanudación del comercio de lana no bastó, empero, para terminar con la
crisis en Flandes, lo que socavó paulatinamente la autoridad de Jacob van
Artevelde. El condado se sumió en una serie de continuas disputas internas
entre partidarios y contrincantes de Van Artevelde, entre ciudades e incluso
entre oficios.233 Por añadidura, el papa Clemente VI había excomulgado a los
flamencos, acusados de perjuros a su señor,106 lo que facilitó la vuelta de Luis
II al condado en 1342 y obligó a Jacob van Artevelde a radicalizar su
posición.229 Este se negó a reconocer la autoridad de Luis y ofreció el condado
a Eduardo de Woodstock, hijo del rey de Inglaterra, luego apodado el «Príncipe
Negro».234235229 El proyecto no llegó a fructificar: Van Artevelde fue asesinado
durante una revuelta el 17 o el 24 de julio de 1345, al poco de haberse
presentado Eduardo con una flota, que zarpó tras conocer el asesinato de su
aliado.236229 Flandes abandonó la liga con Inglaterra para retomar la que había
tenido con Francia.237234
Sucesión de Bretaña[editar]
Artículo principal: Guerra de sucesión bretona
El ducado de Bretaña era un territorio francés que conservaba netos
particularismos, entre ellos la lengua celta traída por los inmigrantes de la Gran
Bretaña.176238 El duque Juan III falleció el 30 de abril de 1341 sin heredero
directo.176227230 Se disputaron la herencia una sobrina del difunto, Juana de
Penthièvre y el hermano de Juan, Juan de Montfort, que negó la posibilidad de
que el ducado quedase en manos de una mujer, pese a la costumbre bretona
lo permitía.176239230 Fundamentalmente, la Bretaña celta favoreció a Juan
mientras que la francesa (el sur y este del ducado), prefirió a Juana y su
esposo.238240 Felipe VI debía dirimir la cuestión aceptando el homenaje del
nuevo señor del feudo, pero Juan temía que lo hiciese en favor de su rival, que
era a la sazón esposa de Carlos de Blois, sobrino del soberano francés.176239241
En consecuencia, intentó adueñarse del ducado por la fuerza: ocupó las
principales plazas fuertes por sorpresa entre mayo y julio de 1341, pero no
logró el respaldo del alto clero ni de gran parte de la nobleza, que llamaron en
su auxilio al rey Felipe.242241 Juan había marchado con un séquito a Inglaterra,
donde se entrevistó con Eduardo III en julio, que prometió ayudarlo.243241 A la
vuelta acudió a París, donde el tribunal de los pares juzgaba la herencia
bretona, pero, viendo que el rey le era hostil, huyó disfrazado de la ciudad y
regresó a Bretaña.244241 El tribunal falló en contra de Juan el 7 de
septiembre.244241 Felipe, tras recibir el homenaje del nuevo duque Carlos,
despachó al delfín al frente de un ejército que se presentó ante Nantes y
prendió a Juan en noviembre, tras un asedio de la plaza.245246241 La disputa
parecía zanjada, pero duró en realidad casi veinticinco años, en parte por la
ausencia casi continua de los pretendientes a la corona ducal, que dejaron los
combates en manos de sus partidarios, que dilataron la guerra, que era a la vez
su forma de vida y su pasatiempo.247
Juan contaba con el respaldo de las ciudades, de parte de la pequeña de la
nobleza y una sección del campesinado, además del vigor de su esposa Juana
de Flandes, que se hizo la cabeza de su partido.245248241 Juana reconoció a
Eduardo como rey de Francia para obtener su apoyo.248 La disputa sucesoria
se transformó en conflicto civil, al que se sumaron los ingleses en 1342, cuando
acudieron en ayuda de Juana de Flandes, cercada por Carlos de Blois
en Hennebont, donde se había defendido con gran brío.245249 Dos contingentes
ingleses más desembarcaron a lo largo del verano de 1342; en uno de ellos
llegó Roberto de Artois, que fue herido de muerte en un combate.250251 Eduardo
llegó en octubre, tras haber combatido con los escoceses y cercó Vannes,
donde se había refugiado Carlos tras abandonar el sitio de Hennebont. 250251 El
duque de Normandía acudió en su socorro a mediados de diciembre y luego se
sumó a la campaña el propio Felipe VI.250 El mal tiempo hizo que los dos
bandos aceptasen la mediación de dos cardenales, legados pontificios, que
lograron que se firmase una nueva tregua de dos años el 19 de enero de 1343,
la Tregua de Malestroit.250245251 Juan de Monfort fue liberado a cambio de que
no volviese a Bretaña, aunque lo hizo,251 y su esposa y su hijo evacuaron el
ducado con los ingleses.250 Eduardo ocupó distinto puntos estratégicos en
nombre de Monfort, al tiempo que obtenía la tutela su hijo y el de Juana de
Flandes, que se había vuelto loca.251 Eduardo dominaba en la práctica los
asuntos del ducado a finales de 1345.251 El ducado quedó dividido en dos:
Carlos de Blois dominaba la zona francesa, la Alta Bretaña y Nantes, mientras
que los Monfort tenían Léon, Cornualles y casi toda la Baja Bretaña, posiciones
que cada bando conservó esencialmente durante toda la guerra sucesoria.250
Esta se libró mediante una serie de asedios, combates singulares y
escaramuzas desorganizadas.250
La tregua de 1343 se renovó en varias ocasiones, pero el fracaso de los
parlamentos de Aviñón, en los que quedaron clara las posturas de los
beligerantes (exigencia inglesa de una Guyena independiente y crecida y
negativa francesa a ceder la soberanía de ningún territorio del reino) hizo que
se dejase caducar en marzo de 1345.252 Thomas Dagworth emprendió al punto
una ofensiva en Bretaña, donde se adueñó de varias ciudades. 253 Juan de
Monfort murió en 1345, lo que dejó a Carlos de Blois como único pretendiente a
la corona ducal de Bretaña. Este cayó en poder del enemigo cuando trataba de
recobrar la plaza de La Roche-Derrien en junio de 1347.254
Los franceses contaban con superioridad naval, merced en parte a los
mercenarios genoveses, lo que permitió a la flota francesa atacar
repetidamente los puertos ingleses.nota 25 Los franceses sopesaban cortar las
conexiones marítimas entre el continente y Gran Bretaña, para privar a
Inglaterra del vino de la Guyena y de la sal de Bretaña y Poitou, de gran
importancia para el enemigo.nota 26 Interrumpieron en efecto el comercio de lana
con Flandes y el de vino de Burdeos, lo que perjudicó gravemente las finanzas
inglesas.

La batalla de la Esclusa en una miniatura de las Crónicas de Froissart.

Situación en Navarra[editar]
Felipe IV y Carlos IV habían sido reyes de Navarra además de serlo de
Francia; administraron el pequeño reino ibérico mediante gobernadores con
amplios poderes.245 Sin embargo, la asamblea de ricos hombres, caballeros y
villanos decidió en 1328 escoger un heredero diferente al elegido en París: se
decidió por unanimidad reconocer como reina a Juana, la hija de Luis X
postergada de la sucesión francesa en 1316, que era esposa de Felipe de
Évreux, el frustrado aspirante al trono francés.245 La proclamación se hizo el 5
de marzo de 1329 en Pamplona.245 Los dos reinos quedaban formalmente
desligados en cuanto sus soberanos (que eran primos), pero el navarro siguió
muy interesado en la política francesa.256 Felipe pereció combatiendo
el Algeciras en favor de Alfonso XI de Castilla y Juana quedó como soberana
durante los seis años que sobrevivió a su marido.257 Luego la corona pasó
a Carlos II de Navarra.257
Fracaso escocés[editar]
Felipe VI empezó a temer una invasión inglesa del reino, por lo que convenció
a los aliados escoceses para que atacasen Inglaterra desde el norte, confiando
en que la concentración de las huestes inglesas en el sur del reino hubiese
dejado casi inerme la frontera septentrional.258 La ofensiva escocesa debía
servir además para debilitar el estrecho cerco al que por entonces Eduardo III
estaba sometiendo a Calais.254 David II emprendió la invasión el 7 de octubre
de 1346 al frente de doce mil hombres, rodeó Durham y alcanzó un pequeño
pueblo cercano, Neville's Cross.254 El arzobispo de York, encargado de la
defensa fronteriza, venció y apresó a David en la batalla de Neville's Cross (17
de octubre), remedo de Crécy por el hábil uso de los arqueros.254 El rey
escocés pasó los siguientes once años preso en la Torre de Londres.254 La
victoria sobre los escoceses dejó a Eduardo III libre de poder invadir Francia
sin preocuparse de la seguridad del reino.
Cabalgadas inglesas e ineficaz defensa francesa[editar]

Primera fase de la guerra:


Principales batallas Cabalgada de Eduardo III de 1339 Cabalgada de Eduardo III de 1346 Cabalgada del

Príncipe Negro de 1355 Cabalgada de Lancaster de 1356 Cabalgada del Príncipe Negro de 1356 Cabalgada de

Eduardo III de 1359-1360

Eduardo III necesitaba el apoyo de los poderosos y con él el del Parlamento


para sostener la contienda. Para granjeárselo, optó por emprender una serie de
vigorosas ofensivas en Francia, pese a la palmaria desventaja de población
entre los dos reinos (Francia contaba por entonces con unos veinte millones de
habitantes, cinco veces más que los que poblaban Inglaterra). Ante la potencia
de la caballería francesa, el soberano inglés descartó las conquistas
permanentes en el continente, que hubiese tenido que defender frente al
enemigo, arriesgando con ello reputación y quizá la vida. Las diversas batallas
de la época se debieron fundamentalmente a las circunstancias de las
campañas y no a un deseo del monarca inglés de enfrentarse tan directamente
con el enemigo.259 La estrategia de Eduardo fue, por el contrario, la del pillaje,
que además permitía financiar las expediciones. Una de las cabalgadas más
famosas de la época la que Eduardo abordó en 1346, ejemplifica este tipo de
incursiones: un ejército de reducido tamaño, pero capaz de desplazarse
velozmente, marchó devastando todo a su paso, sin miramientos para con la
población de la que Eduardo pretendía ser soberano legítimo.
Felipe VI contaba con unos cincuenta mil soldados en 1347, justo antes de que
se extendiese por la zona la peste negra, un ejército mucho más numeroso que
el enemigo, en parte debido a la mayor población del reino. Sin embargo, la
estrategia bélica inglesa obligó al monarca francés a sufragar onerosas
defensas. Por su parte, el ejército inglés se movilizaba apenas unos meses, y
costeaba sus gastos merced al saqueo. La capacidad de la flota inglesa
también limitaba la cantidad de soldados que se podían enviar al continente:
Eduardo tenía entre veinte y treinta mil soldados, pero no llevaba consigo a
Francia más que a la mitad, si bien los mejores. Felipe VI experimentó dos
estrategias defensivas infructuosamente: la defensa de castillos y ciudades
amuralladas y la persecución del enemigo. La primera permitía a los ingleses
verificar sus correrías mientras los franceses se limitaban a defender las plazas
fuertes, ciudades o fortalezas. Ello comportaba considerables gastos en
guarniciones que se añadían a lo perdido por los estragos ingleses en los
campos y al descrédito en que incurría el rey por mostrarse pasivo. La segunda
requería la lenta movilización de un gran ejército para perseguir a un enemigo
veloz, que podía escoger cuándo y donde plantar cara a los franceses y que
solía tener tiempo de talar la campiña antes de que el ejército perseguidor
pudiera juntarse.85

La batalla de Crécy en una miniatura de las Crónicas de Froissart.

Las incursiones de Eduardo III tenían varios objetivos, entre los que no se
contaba apoderarse del reino vecino. Debían minar la autoridad de Felipe VI
evidenciando su incapacidad para defender al pueblo y, a largo plazo, lograr la
soberanía plena de la Guyena, a ser posible ampliada en territorio; la renuncia
a la reclamación de la corona francesa en el Tratado de Brétigny demostró que
el interés de Eduardo era más el dominio de la Guyena que el de todo el
reino.260
Primeras cabalgadas inglesas (1339-1347): Crécy y Calais[editar]
La primera cabalgada de Eduardo III en Francia la hizo en 1339 con entre diez
mil y quince mil soldados, de los cuales unos mil seiscientos eran hombres de
armas (caballería pesada), mil quinientos arqueros montados, mil seiscientos
cincuenta arqueros de a pie y ochocientos neerlandeses y alemanes. 259 El
ejército avanzaba en tres columnas, recorriendo entre diez y veinte kilómetros
diarios en un frente de unos veinte kilómetros de ancho, buscando las ciudades
peor protegidas.259 El ejército talaba concienzudamente el territorio que
atravesaba, mataba el ganado y destruía las instalaciones productivas como
molinos y hornos. La cabalgada de ese año arrasó más de doscientos
pueblos.261
Las incursiones francesas en el Bordelesado hicieron que Eduardo III expidiese
al conde de Derby y a Walter de Mauny a defenderlo en 1345. 234 Estos
emprendieron una veloz campaña que los llevó hasta Angulema.262 Otra
cabalgada penetró hasta el Languedoc.253 El heredero de la corona francesa,
Juan, duque de Normandía, contraatacó en la primavera de 1346 y, aunque
recobró algunas plazas perdidas, se atascó ante Aiguillon, que no logró tomar
antes de tener que retirarse en agosto cuando se conoció el descalabro que
había sufrido su padre en Crécy.263253
La cabalgada inglesa de 1346 resultó más productiva para los ingleses y más
destructiva para los franceses; culminó en la Crécy del 26 de agosto de 1346,
que enfrentó a los dos ejércitos. Eduardo desembarcó en la península de
Cotentin en julio gracias a la ayuda de un noble normando enemistado con el
rey francés.263253 Cruzó Normandía sin encontrar casi resistencia y haciendo
copioso botín y se acercó a París, que no se atrevió a asediar al no contar con
los medios para ello, en un momento que el enemigo estaba reuniendo un gran
ejército para hacerle frente.263264 Se replegó hacia el norte, perseguido por las
huestes de Felipe, que lo alcanzaron en Crécy-en-Ponthieu, una modesta
localidad en la que se había apostado el ejército inglés.263264 El francés era
mayor,264 contaba con más caballería y atacó a los copiosos arqueros y peones
enemigos.265 Las tácticas de los dos ejércitos fueron un reflejo de las
organizaciones sociales de los dos reinos. La nobleza feudal francesa,
necesitada de probar su valor caballeresco en el campo de batalla para
justificar sus privilegios de supuesto origen divino, buscó el combate frontal y la
captura de nobles, a los que podía luego solicitar rescate para libertarlos. Los
ingleses, por su parte, cada vez más dedicados al comercio y la artesanía y
curtidos en las guerras escocesas, adoptaron una táctica distinta, en la que los
caballeros tuvieron una importancia menor que en el campo enemigo. La
ventaja numérica hizo confiar a los franceses en la victoria y los nobles
esperaban obtener de la batalla copiosos rehenes por los que poder cobrar
rescate en un momento en el que sus rentas agrarias habían menguado.45
Deseosos de apresar cuanto antes al mayor número de cautivos posible, los
nobles desobedecieron las órdenes del rey y arremetieron contra el enemigo.
Los ballesteros mercenarios genoveses, batidos ya por los arqueros enemigos,
y los peones estorbaron la carga de los caballeros franceses.265 Los sucesivos
embates de la caballería francesa colina arriba acabaron en desastre y
evidenciaron la incompetencia militar de Felipe VI, arrastrado al combate por la
nobleza desobediente; los dardos ingleses herían sin problema a las monturas
francesas, por entonces escasamente protegidas, mientras los arqueros que
diezmaban la caballería francesa permanecía bien protegida por las
estacadas.266 Los caballeros quedaban casi indefensos ante la infantería una
vez caídos del caballo debido a sus pesadas armas, que estorbaban sus
movimientos.26744 El choque diezmó al ejército francés y lo privó de la iniciativa
durante largo tiempo.266

Estatua de Auguste Rodin en la que aparecen representados los burgueses de Calais.

Eduardo III prosiguió la marcha tras haber aniquilado a la caballería enemiga


en Crécy: se encaminó al norte, a cercar Calais, que debía servir de puerto en
el que embarcar de vuelta a Inglaterra.266264 La plaza contaba con recias
defensas y determinación de resistir, pero en septiembre quedó estrechamente
cercada.268 Felipe VI acudió a socorrer la plaza con un nuevo ejército en julio
de 1347, pero finalmente no se atrevió a dar batalla nuevamente a Eduardo. 254
269 Los burgueses de Calais entregaron finalmente las llaves de la ciudad al

monarca inglés en agosto ante el hambre que atenazaba la ciudad y la falta de


socorro;254269 comenzó con ello el largo período de dominación inglesa de la
ciudad, que duró hasta el siglo XVI. El puerto sirvió en adelante como excelente
punto de desembarco de tropas y abastos para los ingleses.254 Felipe VI se
avino a firmar una tregua con el enemigo,270 que concedió a Eduardo la
posesión plena de la ciudad recién conquistada. El rey inglés volvió a Gran
Bretaña victorioso, cargado de botín y con la inesperada posesión de Calais,
que no había sido un objetivo original de la expedición. Su enemigo francés,
por el contrario, quedó humillado por su probada incapacidad para defender su
reino.261269
Por su parte, el Príncipe Negro había emprendido casi simultáneamente
una ofensiva fulgurante en el suroeste.

Juan el Bueno, rey de Francia de 1350 a 1364.

Tregua forzada: la gran peste negra (1348-1349)[editar]


La peste negra de 1349 obligó a los bandos a suspender temporalmente los
combates,270nota 27 hasta 1355; la epidemia se interpretó como un castigo
divino.271 La enfermedad llegó a Francia por el Languedoc a finales de 1347, se
extendió rápidamente por las vías comerciales.272 Llegó a su apogeo en 1348,
luego amainó, pero rebrotó varias veces durante el resto del siglo.273 Se calcula
que, tanto en Inglaterra como en Francia, pereció entre un octavo y un tercio de
la población.273 Se abandonaron las tierras menos productivas, tanto por la
mengua de la demanda por la reducción de la población como por la reducción
de la mano de obra.273 Se redujo también el pago de las rentas a los señores y
los Estados reaccionaron para defender los intereses de estos frente a las
crecientes demandas de los supervivientes, que exigían mayores pagos por su
trabajo.274 Se reforzó asimismo la servidumbre, para obtener mayores
prestaciones de los campesinos que habían sobrevivido a la peste.275 Se
aprobaron leyes para fijar a los trabajadores a sus oficios e impedirles cambiar
a otros con mejores condiciones.275
El principal combate de estos años se disputó en el mar y entre ingleses y
castellanos: la batalla de Winchelsea, en la que Eduardo destruyó la mitad de
una escuadra castellana que volvía de Flandes y afianzó la superioridad naval
de la que gozaba desde la derrota francesa en La Esclusa.270
La crisis de los Valois[editar]
Felipe VI debía la corona a los votos de los pares de Francia, que lo habían
preferido a Eduardo III y Felipe de Évreux, pero su vergonzosa derrota y huida
de Crécy ante un ejército claramente inferior en número puso en tela de juicio
su derecho divino a reinar.276 El descalabro socavó notablemente la autoridad
de los Valois.271 El reino se sumió en el desorden, con el que el sucesor de
Felipe, Juan el Bueno, —Felipe falleció en 1350—270 no pudo acabar. La
economía empeoró y, para evitar el aumento de impuestos, cada vez más
impopulares y rechazados por los Estados, el Gobierno prefirió reducir la ley de
la moneda, lo que determinó que perdiese gran parte de su valor (un 70 % en
seis años).277278 El comercio menguó drásticamente,279 lo que hizo que los
mercaderes y artesanos exigiesen mayor autonomía para las ciudades y una
moneda estable. Los mercenarios despedidos, muy utilizados durante la
dilatada contienda,280 formaban bandas, conocidas como las «grandes
compañías», dedicadas al saqueo y el terror de la población rural. La
inseguridad aquejó a los campos y los caminos, sin que la nobleza acabase
con ella como se suponía que era su labor en el sistema social feudal.
Los intentos de reforma de Juan II, político mediocre, testarudo y puntilloso
defensor de las normas de la caballería, fracasaron ante la debilidad
económica del reino y los estragos causados por la peste.281278 Los primeros
años del reinado fueron de relativa calma en cuanto a la contienda con
Inglaterra, pues ninguno de los bandos acometió grandes ofensivas, y el
principal problema del nuevo rey francés fue la amenaza de Carlos II de
Navarra.282
Influencia del rey de Navarra[editar]
El rey Carlos II de Navarra, apodado «el Malo», era nieto de Luis X.282 Su
madre era Juana, a la que sus tíos habían privado de la corona francesa, que
luego había pasado a los Valois; conservó, empero, la corona de Navarra.
Había perdido otras de sus tierras, Brie y Champaña282283 y había transmitido
su gran resentimiento a su hijo Carlos, que heredó el reino navarro cuando
falleció su madre en 1349. Carlos se consideraba heredero legítimo del trono
francés y desde 1353 se enfrentó al rey.284 Además de las tierras navarras,
poseía los condados de Mortain y Évreux, y varios enclaves en el valle
del Sena y en Normandía.282 Había esperado que le fuese entregado además
el condado de Angulema en virtud de su matrimonio con una de las hijas del
soberano francés, pero este se lo concedió a su nuevo favorito
y condestable, Carlos de la Cerda.282285 Fue un motivo más que acrecentó el
resentimiento del rey navarro hacia su suegro.286
Carlos II hizo asesinar en enero de 1354 al favorito del rey y se acogió a la
protección de Eduardo III, como había hecho años antes Roberto de Artois. 285
282286 Juan II no deseaba rescindir la tregua con los ingleses y se avino a firmar

el Tratado de Mantes el 22 de febrero de 1354,287 en virtud del cual el rey


navarro ampliaba sus tierras en Normandía merced a la obtención de varios
vizcondados y otros feudos, los de Beaumont-le-
Roger, Breteuil, Conches, Pont-
Audemer, Orbec, Valognes, Coutances y Carentan.288286 A cambio, este se
avino a abandonar sus pretensiones sobre Champaña y a proclamar
públicamente su arrepentimiento por el asesinato del condestable. 288 Pero Juan
II retrasó la aplicación del tratado y trató mientras de asesinar a Carlos y sus
hermanos en una cena.289 Carlos II volvió a Pamplona, reunió un ejército y se
coligó con el duque de Lancaster.290 Los dos pactaron un reparto del reino
francés: el navarro obtendría grandes regiones, mientras que Eduardo III se
quedaría con el resto del territorio y con la corona.291 Carlos II volvió
a Cherburgo en agosto de 1355 con un gran ejército, al tiempo que la amenaza
inglesa obligaba a Juan II a cumplir finalmente lo acordado en Mantes. Juan
rubricó el nuevo Tratado de Valognes el 10 de septiembre y entregó al
soberano navarro las tierras que se le habían prometido en el anterior. 292
Para entonces había fracasado en borrador de paz pactado en abril de 1354
entre franceses e ingleses.288293 Aunque estaba prevista la firma de la paz
en Aviñón, las grandes concesiones territoriales a Inglaterra, que equivalían al
resurgimiento del imperio Plantagenet, hicieron que finalmente los franceses
rehusasen suscribir el acuerdo.288293 El fracaso de las negociaciones determinó
la reanudación de los combates en 1355.288293
Incursión del Príncipe Negro en el sur, convocatoria de los Estados Generales y
prisión de Carlos de Navarra (1355-1356)[editar]
Los ingleses aprovecharon la coyuntura para intervenir en Francia. La primera
expedición fue la que Eduardo III hizo desde Calais a Amiens, que se retiró
ante el gran ejército que había reunido Juan II.294 Sin embargo, la campaña
principal la hizo su hijo en el suroeste durante el otoño de 1355: asoló sin
impedimentos el Languedoc y llegó a las puertas de Montpellier.294293 El
Príncipe Negro había aplastado brutalmente la rebelión en el condado de
Chester, lo que le granjeó la confianza paterna y la lugartenencia de Gascuña,
en la que preparó la primera cabalgada de las que emprendió en Francia.
Partió de Burdeos en 1355 al frente de un contingente de caballeros gascones,
entre los que descollaba Amanieu de Albret, señor de Langoiran, y atravesó los
condados de Julliac, Armañac y Astarac, saqueando el territorio a su paso.
Evitó Tolosa, donde se había refugiado su adversario el conde de Armañac y el
2 de noviembre alcanzó Carcasona.294 Sus soldados cometieron atrocidades
en la comarca. La vanguardia llegó incluso a Beziers y alarmó a toda la
región.294 El ejército emprendió el regreso a la Guyena el 10 de noviembre, por
otro camino, y concluyó la incursión en diciembre.294 De camino, el príncipe
firmó una alianza con Gaston Febo, conde de Foix, y vizconde de Bearne,
enemigo de los Valois.294 La larga expedición dejó en evidencia el sistema
defensivo francés.294
Detención de Carlos II de Navarra, en una miniatura de las Crónicas de Froissart.

La persistencia de la amenaza inglesa hizo que Juan II convocase los Estados


generales del Languedoil en octubre de ese mismo año, para poder reunir un
ejército de treinta mil soldados con los subsidios que esperaba que aprobasen
las asambleas.294293 Juan reclamó dinero a los Estados para afrontar la
campaña de 1356, pues no se habían hecho preparativos para la reanudación
de la guerra y la Corona carecía de medios para pagar a los soldados.293 Los
representantes de los estados desconfiaban de la gestión del erario,
decepcionados por la devaluación monetaria que habían comportado las
reducciones de la ley en la moneda,nota 28 no aceptaron la imposición de
un impuesto sobre la sal salvo que pudiesen controlar el empleo de los fondos
que produjese.294 Los Estados de Languedoil se reunieron en París en octubre
de 1355 y lograron que el soberano accediese a confiarles tanto la recaudación
del subsidio que se recaudaría como el pago de las tropas; sin embargo, la
población seguía reacia a pagar, tanto a los agentes de la Corona como a los
representantes de los Estados.297 Por añadidura, los funcionarios encargados
de la recaudación debían ser nombrado por los estados y diez diputados de
estos debían ingresar en el consejo real para supervisar la hacienda del
reino.298

La batalla de Poitiers, en una miniatura de las Crónicas de Froissart.

Normandía, región rebelde, se negó a pagar el tributo: el delfín Carlos, que


acababa de ser nombrado duque de la región, reunió los estados normandos.
Carlos II vio en la recaudación de este nuevo impuesto, muy impopular, una
oportunidad para desestabilizar a Juan, cuya autoridad parecía tambalearse,
reuniendo en torno a sí a los descontentos. Estuvo presente en las reuniones
de los estados en calidad de conde de Évreux y trató de atraerse al delfín,
cuñado suyo, afirmando que Juan II deseaba desheredarlo (el delfín era
enclenque y, según algunas fuentes, tenía deformada la mano derecha, lo que
le impedía lucirse en los campos de batalla, un contratiempo importante ante
los ideales caballerescos que tenía el rey Juan).299 Algunos autores, sin
embargo, niegan que Carlos II tratase de malquistar al delfín con su padre. 300
El delfín convidó a todos los grandes señores normandos a su castillo de Ruan
el 5 de abril de 1356. En medio de la fiesta, apareció Juan II, que acababa de
hacer prender al rey navarro.301302 La oposición de este, yerno del rey Juan —
Carlos II estaba casado desde 1352 con la hija de Juana de Francia—,303) y los
rumores de que se estaba concertando con los ingleses habían colmado la
paciencia del rey francés, ya muy disgustado con él desde el asesinato de su
favorito el condestable Carlos de la Cerda.302 Juan hizo decapitar al punto a los
compañeros del rey navarro y aprisionó a este.301304302 Felipe de Navarra,
hermano del cautivo, desafió a Juan II el 17 de abril de 1356 y recabó el auxilio
inglés.305301 La detención del rey navarro tuvo importantes consecuencias. Los
nobles navarros y normandos se pasaron en bloque al bando inglés y en junio
de 1356, Felipe de Navarra emprendió una temible cabalgada por Normandía,
antes de rendir pleito homenaje a Eduardo III.306
Derrota y prisión de Juan II: el descalabro de Poitiers[editar]
Artículo principal: Batalla de Poitiers (1356)
Enrique de Lancaster acababa de emprender por entonces una cabalgada con
un pequeño ejército que partió de Bretaña y se internó en Normandía, con la
colaboración de los seguidores de Carlos de Navarra.302 Por su parte, en el
suroeste el príncipe de Gales llevó a cabo una cabalgada desde Guyena en
julio de 1356: se internó en Poitou tras varios choques entre ingleses franceses
que no dejaron un vencedor claro y trató de cruzar el Loira para unir fuerzas
con el de Lancaster.302301 No logró apoderarse de Bourges, pero sí de Vierzon,
cuya guarnición fue pasada por las armas. Ninguno de los ejércitos ingleses
era lo suficientemente grande como para presentar batalla al del rey Juan, que
emprendió la persecución del ejército anglogascón, que empezó a retirarse
estorbado por el gran botín que llevaba.302 El ejército real alcanzó al enemigo
en septiembre cerca de Maupertuis, al oeste de Poitiers.302 Tres días de
combates culminaron con el descalabro francés el 19 de septiembre.307301308309
En principio, la cabalgada del príncipe tenía por meta aliviar el acoso que sufría
Guyena por parte de Juan de Armañac, pero resultó una de las más brillantes
incursiones de la guerra.294 La confusión desanimó al grueso de las tropas
francesas, que emprendió la huida; tanto el rey como uno de sus hijos
menores, Felipe fueron apresados en lo que resultó un nuevo cataclismo de las
armas francesas, calco de Crécy.310261301308

La captura de Juan II de Francia en la batalla de Poitiers.

La batalla no mejoró la situación militar inglesa, pero sí comportó ventajas


políticas: el apresamiento del rey francés dejó al reino descabezado, pues el
primogénito de Juan, el joven delfín Carlos, fue incapaz de hacerse con las
riendas del poder. La desorganización del poder central del reino obligó a
traspasar la defensa a las regiones.261 La captura de Juan II desató todo el
descontento contenido hasta ese momento, lo que sumió al reino en una grave
crisis, si bien la revuelta contra los que se tenía por culpables de la derrota se
limitó a dos focos: París y las ciudades de la Isla de Francia y los labradores
del Beauvesis.301308 Eduardo III gozaba entonces de tal ventaja que podía exigir
grandes concesiones territoriales y financieras al enemigo.
Turbulenta regencia del delfín Carlos (1356-1360)[editar]
Intentos de reforma[editar]
Las derrotas de Crécy y Poitiers habían desprestigiado a la nobleza, a la que
se acusaba de las graves derrotas militares.311308 También a los consejeros del
rey y a ala administración real en su conjunto, a la que se creía incapaz de
plasmar en victoria los sacrificios económicos de la población.308 La derrota de
Poitiers marcó el comienzo de dos años de crisis constitucional en la que la
administración monárquica quedó amenazada por los descontentos. 308

Robert Le Coq en una diatriba contra los funcionarios reales. Miniatura de las Grandes Chroniques
de France de Charles V.

La derrota de Poitiers y el apresamiento del rey Juan II dejaron el gobierno a su


hijo Carlos, joven enfermizo de dieciocho años con escasa experiencia política,
que había huido de la catástrofe de Poitiers, a diferencia de su padre. 301312 El
delfín Carlos reunió a los Estados Generales el 15 de octubre de 1356 por la
necesidad de obtener fondos para evitar la bancarrota. 313312 Étienne
Marcel, preboste de los mercaderes de París y vástago de una rica familia de
mercaderes de paños,313 creyó que la reunión podría servir para implantar una
reforma administrativa y un consejo supervisor del delfín; representaba a la
burguesía, preocupada por el quebranto del comercio y lo que consideraba
mala gestión del gobierno.314 Se coligó con el partido navarro, que encabezó en
las sesiones el obispo de Laon Robert Le Coq,313 buen orador como él, y logró
que el 7 de noviembre de 1356 se aprobase la creación de un comité de
ochenta miembros de los Estados315 que debía facilitar el estudio de los
asuntos planteados y, además, apoyar las reivindicaciones de los coligados. 312
Los Estados Generales proclamaron al delfín lugarteniente del rey y defensor
del reino en ausencia de su padre y crearon un consejo consultivo con
representantes de los distintos estamentos (cuatro obispos, doce caballeros y
otros tantos burgueses).316317318 El delfín, cercano a las corrientes reformistas,
no se opuso a las propuestas, que suponían fundamentalmente el alejamiento
de los personajes más desprestigiados por las derrotas militares y la imposición
de cierto control en la gestión gubernamental.313 Pero pronto surgieron serias
desavenencias entre él y el nuevo consejo; el príncipe se negó a que se
juzgase a los consejeros de su padre que habían participado en las sucesivas y
brutales reducciones de las ley de las monedas para mejorar la situación de la
Hacienda real,277 ni a liberar a Carlos II, que gozaba de notables apoyos que
podían permitirle incluso hacerse con la corona. El delfín trató de ganar 313
tiempo al verse incapaz de rehusar la exigencia de Marcel y de Robert Le Coq
de liberar a Carlos de Navarra, pretextando para ello que habían llegado
emisarios de su padre preso;315 luego despidió a los Estados Generales y
abandonó París, mientras su hermano el duque de Anjou se encargaba de
gestionar los asuntos corrientes. El 10 de diciembre publicó una ordenanza en
la que se daba curso legal a una nueva moneda. La población reaccionó
protestando319 por lo que entendía como un riesgo de nueva devaluación
monetaria y de crecimiento de la inflación. Hubo altercados y Marcel acudió
primero al duque de Anjou y luego a propio delfín para que revocasen la
ordenanza y volviesen a reunir a los Estados Generales.320 Mientras, Carlos
viajó al imperio a tratar infructuosamente de recibir el apoyo de su tío el
emperador, si bien oficialmente el viaje se justificó con la necesidad de rendir
homenaje por el Delfinado.313317
Los Estados Generales volvieron a convocarse en febrero de 1357 y el delfín
aceptó una nueva ordenanza que se promulgó el 3 de marzo, en la que se
dispuso que las finanzas quedasen controladas por los Estados Generales, que
se depurase la Administración Pública (en especial, a los recaudadores de
impuestos) y que se sustituyese al consejo real por otro de tutela del delfín al
que pertenecerían doce diputados de cada estamento de los Estados, si bien
logró que se abandonase la pretensión de libertar a Carlos II, que suponía una
amenaza para la dinastía de Valois.319317 La nueva ordenanza no solamente
suponía una reforma administrativa tendente a supervisar las finanzas
estatales, sino también un intento de la burguesía capitalina por reforzar su
papel en el gobierno del reino, en perjuicio de las asambleas regionales. 319 Los
intentos de reforma fracasaron, tanto por la falta de experiencia política y de
estructuras de control de los Estados como por la renuencia del delfín,
empeñado en frustrarlos.317 Las necesidades recaudatorias y la hostilidad al
pago de la población, así como una nueva devaluación fueron minando
también el prestigio inicial de los Estados.321 El rey intentó recuperar el poder,
suspender la ordenanza de marzo y devolver sus puestos a los consejeros
destituidos en las purgas administrativas en julio, pero Esteban Marcel lo
impidió.322
Intervención de Carlos de Navarra[editar]

El delfín Carlos no pudo evitar tener que reconciliarse con Carlos II de Navarra, ya liberado.

Por su parte, Carlos II de Navarra había ganado partidarios durante su


encarcelamiento.317 Sus partidarios reclamaban su liberación.317 Normandía
estaba inquieta y muchos de sus barones habían cambiado de bando,
prestando juramento de lealtad a Eduardo III. Para estos nobles, el rey Juan
había sobrepasado sus prerrogativas al arrestar a un príncipe con el que había
firmado la paz. Para los partidarios del navarro, había sido incluso un intento de
un rey ilegítimo por deshacerse de un adversario con más derechos que él a la
corona de Francia. Jean de Picquigny liberó a Carlos II el 9 de noviembre322 de
1357 de la prisión de Arleux, instigado por Étienne Marcel y Robert Le Coq.323
319324325 Al recién liberado se lo recibió con honores regios en las sucesivas

ciudades por las que pasó, organizados por los Estados, desde Amiens a
París;323 entró en esta con una escolta magnífica y lo recibieron con una
procesión tanto el clero como la burguesía.326 Arengó luego a una multitud que
ya le era favorable, a la que señaló que Juan lo había desposeído y
encarcelado injustamente, pese a ser de estirpe real.326319 El delfín se encontró
ante el hecho consumado de la liberación del rey navarro, que hubo de acceder
a la petición de Étienne Marcel y Robert Le Coq de permitir la liberación oficial
del preso mientras este volvía lenta y triunfalmente a París. Volvió a París el 29
de noviembre y se dirigió a diez mil personas, reunidas por Étienne Marcel,
multitud considerable para la época.327 Al día siguiente, pronunció un nuevo
discurso otras tantas personas, reunidas una vez más por Étienne Marcel en
Pré-aux-Clercs.328 Marcel y un gran grupo de burgueses se presentó el 3 de
diciembre en el consejo que debía decidir la rehabilitación de Carlos de
Navarra, con el pretexto de anunciar que los Estados Generales reunidos en el
convento de los franciscanos habían consentido la recaudación del impuesto
que había solicitado el delfín y que solo quedaba que la nobleza accediese
también, pues este estamento se reunía por separado de los demás. El delfín
hubo de acceder a reconciliarse322 con el rey navarro y devolverle sus
posesiones normandas ante la demostración de fuerza de Marcel.329319 Carlos
reclamó además otras provincias como la Champaña, de las que le había
privado el rey Juan. El delfín tuvo que acceder a devolvérselas y rehabilitarlo.330
319 Una amenaza aún más grave para los Valois era la intención de los Estados

Generales de zanjar la cuestión dinástica en su sesión del 14 de enero de


1358, que podía resolverse en su contra. Carlos II pasó el mes que quedaba
antes de la celebración de la sesión reforzando su posición de aspirante al
trono.
Revuelta parisina[editar]
Francia se hallaba al borde del caos en enero de 1358: Carlos II volvió a reunir
en torno a sí a sus partidarios, que lo consideraban más apto para hacer frente
a los ingleses que el enclenque delfín, además de más legítimo soberano. 331 Al
mismo tiempo, Étienne Marcel agitaba París. Juan II tuvo que pactar
precipitadamente su liberación para acabar con las diversas amenazas a la
dinastía y por ello hubo de aceptar las condiciones del Tratado de Londres, que
suponían la recuperación por parte de Inglaterra de sus antiguas posesiones
en Aquitania y el pago de cuatro millones de escudos en concepto de rescate
por el rey.332333 Eduardo III mantenía también su reivindicación al trono
francés.332 Los ingleses buscaban debilitar aún más la posición de Juan, atizar
la guerra civil y, en último término, asegurar que Eduardo se hiciese con el
trono francés en tanto que nieto de Felipe el Hermoso. Por añadidura, Juan
prohibió desde su prisión londinense que se aplicase la gran ordenanza de
1357, lo que desató el conflicto entre Étienne Marcel y el delfín. Fue por
entonces cuando se acuñó la primera moneda con el nombre de «franco», en
aquel momento en el sentido de libre, por la libertad del rey. Los ingresos
ingleses debidos a la victoria de Poitiers permitieron la reconstrucción o
remozamiento de muchos castillos.334 La primera parte de la guerra concluyó
así con una derrota francesa casi total.

Asesinato de los mariscales a manos de los partidarios del preboste de los mercaderes de París. Al
fondo aparece este, Étienne Marcel, tendiendo su caperuza roja y azul al delfín Carlos para que se
cubra con ella, símbolo de sus partidarios.

El consejo de tutela volvió a convocar los Estados Generales el 13 de enero de


1358, para entonces constituido ya únicamente por los partidarios de Étienne
Marcel.335 Este decidió vencer la oposición del delfín imponiendo por la fuerza
su reforma y llamó en su apoyo a los comerciantes de París. Creó una milicia
con el pretexto de emplearla contra posibles acometidas inglesas, pese a que
el enemigo se había replegado ya a Burdeos, e hizo reforzar las defensas
parisinas. Invadió el palacio real de la Cité, residencia del delfín, el 22 de
febrero, al frente de numerosos hombres de armas y de una muchedumbre
enfurecida.319 El mariscal de Champaña Jean de Conflans y el de
Normandía Robert de Clermont trataron de interponerse y fueron asesinados
ante su señor, que creyó que también iban a matarlo.319322 Marcel lo obligó a
cubrirse con la caperuza roja y azul, colores de la burguesía capitalina, y a
confirmar la disposición de 1357.336322337 Los partidarios de Marcel partieron a
continuación a la persecución de sus adversarios; el fiscal general Renaud de
Acy, que se había refugiado en una pastelería, fue apresado y degollado. El
golpe parisino disgustó en general a las ciudades del reino, de las que
solamente Arrás se mostró favorable.338
Marcel obligó seguidamente al delfín a aprobar el asesinato de sus consejeros.
El príncipe tuvo que aceptar el cambio institucional que le impusieron: se
depuró el consejo, cuatro burgueses ingresaron en él; además, tanto el
gobierno como la gestión financiera quedó en mano de los Estados.339 Carlos II
recibió el mando del Ejército y dinero para reunir una hueste de mil hombres; el
delfín quedó como regente322 del reino,338 lo que le permitía actuar sin
necesidad de la aquiescencia de su padre mientras este permaneciese cautivo
y rechazar sus acciones, entre ellas los posibles acuerdos de paz con los
ingleses que le resultasen inaceptables.340
Revuelta campesina y reacción del delfín[editar]
El delfín prefirió evitar el furor parisino, abandonó la ciudad el 25 de marzo,
once días después de haber sido nombrado regente,322 y se instaló
en Compiègne, donde acudió a reunirse la nobleza, dejando en París a los
otros dos estados; debía aprobar la nueva ordenanza, y deseaba hacerlo lejos
de la agitación de la capital.338 Los de Champaña y Borgoña habían quedado
impresionados por el asesinato de sus mariscales y se sumaron al partido del
delfín. Este reunió a los Estados del Languedoil el 4 de mayo, sin presencia de
delegados parisinos.338 Hizo que los diputados nobles condenasen
solemnemente a Étienne Marcel. Se apoderó además de los castillos
de Montereau-Fault-Yonne y de Meaux gracias al sostén de la nobleza.
Bloqueó con ello el acceso a París desde el este.341 Las compañías saqueaban
el sur y el oeste, por lo que Étienne Marcel tenía que conservar las
comunicaciones con las ciudades flamencas a todo trance y por ello debía
acabar con el bloqueo del delfín.

Francia, sometida a las revueltas (jacqueries) y a las compañías mercenarias (1356-1363) Tierras
de Carlos de Navarra Territorios controlados por Eduardo III antes de Brétigny Cabalgada de Eduardo III

(1359-1360) Territorios cedidos a Inglaterra en Brétigny

La Grande Jacquerie estalló a finales del mes de mayo de 1358: los


campesinos, principalmente los pequeños propietarios, muy descontentos por
el aumento de los tributos señoriales en un momento en el que menguaba el
precio del trigo, se rebelaron contra la nobleza.338 Esta, desacreditada por las
grandes derrotas militares, había perdido su función de protección del pueblo.
Los cronistas de la época describieron la revuelta como extremadamente
violenta, si bien posiblemente exageraron en sus narraciones; en las crónicas
los rebeldes buscan la muerte de los nobles y saquean y queman sus
castillos.338 Los rebeldes reunieron rápidamente un ejército de cinco mil
hombres, acaudillado por un jefe carismático, Guillaume Carl, que recibió
pronto refuerzos de Étienne Marcel, que deseaba librar París del cerco al que
lo sometía el delfín y recobrar el control de la vía hacia las poderosas ciudades
flamencas.342322
Los hombres del preboste parisino y rebeldes campesinos trataron en vano de
apoderarse de la esposa del delfín en Meaux el 9 de junio.343338 Los
campesinos fueron dispersados por una carga de caballería cuando se
encaminaban hacia el puente de acceso a la fortaleza de la población. 344 El
choque principal con las fuerzas de Guillaume Carl se produjo al día siguiente
en Mello.345 Carlos II se puso al frente de la nobleza para aplastar la revuelta
campesina,345 exhortado por los aristócratas y en especial por los Picquigny a
los que debía la libertad y a uno de los cuales los jacques acababan de dar
muerte; el delfín, por su parte, dejó la represión campesina en manos del
soberano navarro, sin intervenir. Carlos contrató mercenarios ingleses, reunió
en torno a sí a la nobleza, y apresó a Guillaume Carl cuando este acudió a
negociar con él; a continuación, atacó a los rebeldes, privados de su jefe. 346347
La acometida acabó con la revuelta campesina, ahogada en un baño de
sangre.
Carlos II estrechó vínculos con Étienne Marcel tras el aplastamiento de los
campesinos rebeldes, esperando conservar al tiempo el apoyo de la nobleza a
la que acababa de acaudillar en el campo de batalla. Sostenía y aconsejaba al
delfín desde principios de 1358 y llegó incluso a negociar secretamente con los
ingleses.348 Su momento de mayor popularidad fue el verano de 1358; tras
pronunciar un discurso ante una multitud en París, esta lo nombró «capitán de
París», esperando que se hiciese con el poder en todo el reino.349 Pero la
nobleza lo acusaba ya de acercarse demasiado al pueblo, al que no había
perdonado el asesinato de los mariscales, y tomó partido por el delfín. A los
tropas de este se sumaron también las grandes compañías, que esperaban
poder saquear París. La debilidad militar de Carlos II hizo que este buscase el
apoyo militar inglés, pero los parisinos leales al delfín vieron en ello una traición
y se rebelaron contra el navarro y contra Marcel.345 Este fue ajusticiado el 31 de
julio tras intentar franquear el acceso a la ciudad a mercenarios ingleses; el
delfín recobró el control de la ciudad, que Carlos II decidió cercar a los pocos
días.350345
Tratados de Londres, de Brétigny y de Guérande[editar]

Francia en 1365, tras los tratados de Brétigny y Guérande. Territorios controlados por Eduardo

III Territorio del ducado de Bretaña, coligado con Inglaterra

El delfín había logrado firmar una tregua con Eduardo III, vigente de marzo de
1357 a abril de 1359, mientras afrontaba la grave crisis interna formada por la
amenaza a la dinastía que representaba Carlos de Navarra, los movimientos
reformistas parisinos y las revueltas campesinas.351 Mientras acaecía la crisis
se había llegado al principio de acuerdo plasmado en el Tratado de Londres de
1358, en la que el rey inglés había reclamado la soberanía total sobre Guyena,
Poitou, el Lemosinado, Quercy, Saintonge y Bigorra, además de Calais y
Ponthieu; en conjunto, un tercio del reino de Francia.333 Además, exigió cuatro
millones para rescatar a Juan II.333 Los apuros del delfín hicieron que Eduardo
aumentase sus exigencias, que quedaron reflejadas en el segundo Tratado de
Londres, el de 1359, en el que reclamó, además de los territorios ya
mencionados, Anjou, Turena, Maine y Normandía y autoridad sobre Bretaña.333
Los Estados generales de Francia se negaron a ratificar los Tratados de
Londres, considerado humillante y catastrófico.352333 El delfín se aprestó a
combatir de nuevo, como lo hizo también Eduardo III.

Eduardo III en el asedio de Reims.

El soberano inglés desembarcó en Calais el 28 de octubre de 1359 y


emprendió una nueva cabalgada en dirección a Reims, ciudad francesa donde
se verificaban las coronaciones de los reyes. Carlos había previsto la operación
y había arrasado las tierras que debía atravesar. Ordenó que los habitantes del
campo se refugiasen con sus alimentos y aperos, en las ciudades fortificadas,
lo que privó al ejército de Eduardo de abastecimiento en su avance. El
soberano inglés alcanzó Reims, que no le abrió las puertas; hubo de asediar la
ciudad, que se negó a rendirse pese a las exhortaciones de Eduardo. La ciudad
permaneció fiel al delfín y el ejército inglés no llevaba máquinas de asedio, por
lo que tras un mes hubo de abandonar el cerco.353
El revés enfureció a Eduardo, que pretendió reñir con el enemigo en batalla
campal; esto lo evitó, limitándose a hostigar al ejército inglés, a cuyos
exploradores y rezagados emboscaba continuamente. Eduardo llegó ante
París, donde se había refugiado el delfín con la población de la comarca. Los
ingleses trataron de provocar al enemigo, pero el delfín prohibió a sus
caballeros que aceptasen los desafíos del enemigo, deseando evitar en todo
momento una nueva batalla de Poitiers.
Eduardo III hubo de retirarse tras doce días, replegándose a toda prisa ante la
falta de víveres y de forraje, que hizo que perdiese a la mayor parte de sus
monturas, además de bastantes hombres. Por añadidura, una escuadra
normanda había atacado Winchelsea354 en marzo de 1360, desatando el
pánico en Inglaterra.355 Mientras se retiraba, una gran tormenta se batió sobre
el ejército inglés en la Beauce, suceso que se consideró por entonces
milagroso353 que sirvió para reforzar la posición de los Valois, muy debilitada
tras los desastres militares de Crécy y Poitiers. La cabalgada de 1359 resultó
un fracaso,356 si bien el que todavía tuviese en su poder al rey Juan reforzaba
su posición negociadora.
Esta etapa del conflicto concluyó con la firma del Tratato de Brétigny-Calais, en
el que se estipuló:

• el pago de un rescate de tres millones de


libras para liberar a Juan II, lo que suponía
dos años de ingresos del erario del reino;
• la cesión al rey de Inglaterra de la soberanía
total de
la Guyena, Gascuña, Calais, Ponthieu,
del condado de Guines, Poitou, Périgord, el
Lemosinado, Angoumois, Saintonge, Agenai
s, Quercy, Rouergue, Bigorra y del condado
de Gaure.357

La batalla de Auray, representada en una miniatura de la Chronique de Bertrand Du Guesclin.

El tratado debía resolver los distintos agravios que habían desencadenado el


conflicto: Eduardo III renunció por ello a los ducados de Normandía y Turena, a
los condados de Maine y Anjou y a su autoridad sobre la Bretaña y Flandes y,
sobre todo, a su reivindicación de la corona francesa.358
El pacto no puso fin a la guerra sucesoria en Bretaña: Eduardo siguió
apoyando a su antiguo pupilo, Juan IV, y Carlos a su tocayo de Blois. 359 Juan
IV volvió a Bretaña en el verano de 1362 y al poco se reanudaron los combates
en el ducado.359 El resultado de la guerra se mantuvo en vilo hasta que Juan IV
de Bretaña y John Chandos batieron a Carlos de Blois y Bertrand du
Guesclin en la batalla de Auray del 29 de septiembre de 1364.360359 La
reanudación de la guerra de sucesión bretona había sido perjudicial para los
franceses, pero la decisión de Eduardo de no aprovechar la victoria de Juan IV
hizo que las consecuencias negativa para los Valois fuesen limitadas. 359 La
batalla dio lugar a la firma del Tratado de Guérande, que entregó el título ducal
bretón a Juan IV y permitió que los ingleses conservasen Brest y su
comarca,361 pero mantuvieron el ducado como feudo del rey francés, algo
inesperado dado el descalabro de su partido.359
Los tratados permitieron que los ingleses se hiciesen con un tercio del reino de
Francia, al tiempo que el ducado de Bretaña quedaba en manos de su aliado
Juan IV,359 casado primero con una hermana y luego con una nuera
del Príncpe Negro). Sin embargo, las paces dieron tiempo a Carlos V, que
heredó la corona a la muerte de su padre el 8 de abril de 1364, para aprestarse
a reconquistar los territorios cedidos.
Estragos bélicos[editar]
La primera fase de la larga guerra dejó a Francia debilitada; la autoridad
política de los Valois quedó muy quebrantada y el reino en su conjunto
sometido a los pillajes del enemigo y al de los bandidos. Incluso en caso de
suerte en los combates, la contienda suponía grandes dispendios para los dos
bandos.362 La necesidad de ingresos empujaba a los reyes a intentar aumentar
los recursos tanto mediante conquistas como mejorando el aparato fiscal. 362 Se
impusieron tanto impuestos indirectos como directos, se confiscaron recursos
del clero y se pidieron préstamos, que en algunos casos quedaron sin
devolver.363nota 29

Torre del ángulo de la muralla de Aix-en-Provence, construida para proteger la ciudad de las bandas
saqueadoras venidas del norte de Francia que asolaban la Provenza.

La contienda también resultaba costosa al soberano inglés: tan solo el


mantenimiento de la guarnición de Calais suponía un quinto de las rentas
reales,365 si bien buena parte de los gastos bélicos se costeaban con el botín
de las cabalgadas.366 El presupuesto de la Corona pasó de los cuarenta o
setenta mil libras en torno a 1300 a las doscientas mil de la década de 1330. 362
367 La imposición de un impuesto de exportación de la lana (el staple) aportó

notables ingresos al rey.365


Para Francia el conflicto supuso la ruina económica, especialmente en el norte,
«granero» del país merced a su gran producción de trigo y zona de importante
comercio por las ferias de Champaña. Las incursiones inglesas son además
especialmente devastadoras por el cuidado de los ejércitos invasores en
destruir las herramientas, matar al ganado y talar los campos para perjudicar la
economía del enemigo. Si en 1343, la guerra le estaba costando a Francia casi
tres millones de libras, en 1345 ya se alcanzaron los cinco millones de gasto.
Una de las maneras de tratar de aumentar los ingresos estatales fue sustituir el
servicio militar por el pago de una compensación monetaria. Otra fue reducir la
ley de la moneda: el sou tornés pasó de tener acuñarse con cuatro gramos de
metal precioso en 1330 a contener tan solo doscientos miligramos en 1360. 368
Este cambio en la ley de la moneda resultó muy impopular. Los intentos de
Felipe VI y Juan II por aprobar la imposición de nuevos impuestos no bastaron
para acabar con la falta de fondos. La gabela sobre la sal, que se extendió a
todo el reino pese a su impopularidad en 1341,369 se restableció en 1356,370
como lo fueron también otros tributos. Esta gabela era el principal impuesto
indirecto, que gravaba un artículo de consumo general.365 Estas medidas
recaudatorias se sumaron a las derrotas militares para hundir el prestigio de los
reyes.
Los mercenarios ingleses despedidos tras la victoria de Poitiers anhelaban la
reanudación de las cabalgadas, que conllevaban la obtención de botín; la
pequeña nobleza en especial temía volver a la situación anterior a la guerra. El
Tratado de Brétigny dejó a muchos de ellos, de los dos bandos, sin trabajo y
dedicados al bandidaje, especialmente en los dominios de los Valois, peor
controlados que los territorios ingleses.371 Solían operar en bandas de unos
centenares de hombres, que se apoderaban de algunos castillos desde los que
esquilmar las tierras circundantes mediante correrías, ventas de
«salvoconductos» o requisas a la población campesina.372 Millares de ellos se
agruparon en ocasiones para operaciones mayores en las llamadas «grandes
compañías»,372 en realidad grupos de saqueo que aprovechaban la debilidad
de la autoridad pública para dedicarse al pillaje, lo que atizaba el descontento
de la población.373 Una de estas grandes compañías llegó incluso a obtener el
pago de un rescate del papa a finales de 1361, después de talar las vegas
del Saona y el Ródano.372 Sus atropellos se concentraron en las provincias
menos perjudicadas por la guerra, donde podían sostenerse con mayor
facilidad: Borgoña, el Languedoc y el Macizo Central.372 Las compañías de
antiguos mercenarios no tenían objetivos políticos o militares, sino el simple
enriquecimiento de sus miembros. Francia quedó sometida a sus desmanes
entre 1360 y 1390 y los campesinos obligados a pagar por conservar la vida.
La capacidad de las compañías para atravesar grandes distancias extendió el
azote de su presencia a vastas zonas del reino.374 En el invierno de 1360, una
de las compañías trató incluso de apoderarse del dinero destinado al rescate
de Juan II en Aviñón; el ejército real enviado contra ella fue vencido en Pont-
Saint-Esprit meses después. También lo fue el ejército de caballeros que el
duque de Borbón envió contra otra gran compañía , la de Seguin de Badefol,
en 1363.372 Se intentaron diversos planes para eliminarlas: enviarlas al servicio
de las grandes familias nobles italianas, despacharlas a Hungría para que
combatiesen a los turcos expedirlas a la península ibérica para participar en la
«Reconquista» e incluso excomulgarlas, sin éxito.372 La falta de acción del
Gobierno real, escaso de fondos para sufragar las costosas operaciones contra
los bandidos hizo que la defensa recayese en las bailías o los feudos que
sufrían sus desmanes, que a menudo se limitaban simplemente a pagar para
que este azote se desplazase a otra comarca.372 La situación empeoró a
comienzos del reinado de Carlos V por el fin de la guerra de Bretaña y del
conflicto con Carlos II de Navarra, que dejaron sin actividad a más guerreros. 372
La reconquista de Carlos V (1364-1380)[editar]

Franco en el que aparece la efigie del rey Juan el Bueno, que tuvo imagen caballeresca entre la
población. La acuñación del franco, que valía una libra tornesa, sirvió para reforzar la autoridad real,
maltrecha por los anteriores cambios en la ley de la moneda.
Bertrand du Guesclin en la batalla de Cocherel, según una visión decimonónica (1839). Obra
de Charles-Philippe Larivière.

Reformas internas y neutralización de Carlos II de Navarra[editar]


La derrota bélica había dejado al poder desprestigiado y sin medio económicos.
El erario se hallaba falto de fondos. Los levantamientos populares,
denominados jacquerie, hicieron comprender a Carlos V, que había
presenciado incluso el asesinato en su presencia de dos mariscales por los
revoltosos parisinos, que el mantenimiento de la soberanía dependía del apoyo
popular, que intentó granjearse. Preparó lenta y concienzudamente la
reconquista desde su biblioteca. El Tratado de Brétigny servía además para
limitar las opciones inglesas, pues la reanudación de los combates lo hubiese
dejado sin efecto; el tratado disponía además, por idea del delfín, que la
soberanía del rey de Inglaterra sobre lo adquirido en el tratado solo comenzaría
cuando los franceses le entregasen las tierras. Entonces se verificaría también
la renuncia de Eduardo III a la corona francesa. En la práctica, el delfín podía
retrasar indefinidamente la entrega de los territorios prometidos a Eduardo,
cosa que hizo.354 También retardó el pago del rescate de su padre, del que solo
llegó a desembolsar un tercio.375 Puso además fin a la crisis monetaria
poniendo en circulación el franco, que marcó el fin de los odiados cambios de
ley, una medida más para reforzar la posición de la Corona.376 Por añadidura,
impuso un sistema fiscal gestionado por funcionarios reales que debía servir
para recaudar tanto los fondos para sufragar los gastos bélicos como el rescate
de su padre.377nota 30 Además, elevó a ciertos personajes de la baja nobleza que
ocuparon destacados cargos y que colaboraron en la recuperación de los
territorios perdidos.379 En lo militar el rey apenas hizo reformas: se limitó a
sistematizar las disposiciones de su padre y de su abuelo y a aprovechar que
sus ingresos casi regulares debidos a las imposiciones del rescate que
mantuvo durante todo el reinado y la estabilización monetaria le permitieron
pagar más regularmente a las tropas.377 Sí mejoró, pese a todo, la organización
de la infantería y se hizo hincapié en la práctica del arco y en la mejora de las
fortificaciones.376 La ordenanza de 1367 dispuso que los castillos sin posibilidad
de defensa fuesen demolidos para evitar que sirviesen de refugio a los
bandidos y que los demás fuesen remozados y guarnecidos oportunamente. 376
Juan falleció en cautividad, en Londres, en 1364; había regresado
voluntariamente tras la fuga de su hijo Luis de Anjou, rehén que debía
garantizar el cumplimiento de lo estipulado en Brétigny. Carlos II, privado en
1353 de la sucesión al ducado de Borgoña en favor de Felipe el Atrevido,
deseaba impedir la coronación del delfín Carlos en Reims.380 Se alzó en armas
tras la marcha a Inglaterra del rey Juan y casi cercó París por completo. 381
Bertrand du Guesclin —uno de los miembros de la baja nobleza encumbrados
por Carlos V—,379 al mando del ejército reunido merced a los impuestos
aprobados por los Estados Generales en 1363, lo venció en la batalla de
Cocherel el 16 de mayo,381 victoria que puso fin a la guerra civil, restableció la
autoridad real a ojos de la población (la victoria militar demostró que los
sacrificios tributarios se plasmaban en triunfos bélicos) y permitió la coronación
de Carlos V. La derrota del navarro en Cocherel permitió a Du Guesclin
arrebatarle varias plazas del Cotentin, aunque no Evreux, ante la pasividad de
Eduardo III.381 El tratado de paz entre las dos partes se firmó finalmente en
marzo de 1365: supuso el fin de la amenaza que Carlos II había supuesto para
los Valois; el rey navarro perdió su posesiones en el bajo Sena y recibió a
cambio parte del señorío de la lejana baronía de Montpellier.382
Carlos V encargó a du Guesclin que llevase a las grandes compañías —grupos
de mercenarios despedidos que devastaban las provincias— a defender en
Castilla las pretensiones de Enrique de Trastámara, que disputaba el trono a su
hermano Pedro I. Las simpatías populares por la Corona crecieron con la
pacificación del reino y la reducción de los impuestos más onerosos.383
Por su parte, Eduardo III, impuso el inglés como lengua nacional en 1361;
hasta entonces la lengua cortesana había sido el francés; la medida acentuó la
anglofobia en los territorios conquistados en Francia.384
Flandes y Borgoña[editar]
Carlos logró que la anterior hostilidad del Sacro Imperio se transformase en
neutralidad benevolente hacia Francia.385 El nuevo rey tenía estrechos vínculos
con su tío materno el emperador Carlos IV,386 al que rindió pleito homenaje por
el Delfinado en 1357.387 Esta amistad le había permitido a Juan II, vuelto por
entonces temporalmente el cautiverio inglés, entregar en infantazgo el ducado
de Borgoña a Felipe el Atrevido en 1363, que había estado vacante desde la
muerte de Felipe de Rouvre en 1361 y de expulsar del territorio a Carlos II de
Navarra.388

Carlos V en una carta real de 1367.

El sucesor de Luis de Nevers, caído el Crécy, al frente del condado de Flandes


fue su hijo Luis de Male, que adoptó una política hostil a los Valois, a diferencia
de su padre.389 Era consciente del importante vínculo económico que sus
tierras tenían con Inglaterra y deseaba evitar la hostilidad de las ciudades
pañeras, cuyas rebeliones había padecido de joven.389 Solamente tenía una
heredera, su hija Margarita, viuda de Felipe de Rouvre, duque de Borgoña.389
Acordó desposarla con el cuarto hijo de Eduardo III, Edmundo de Langley,
luego duque de York y origen de la dinastía homónima, lo que hubiese
concedido a los esposos amplios feudos desde los que dominar, junto con los
del príncipe de Gales, toda veleidad bélica de los Valois.390nota 31 Carlos V se
apresuró a eliminar la amenaza con la ayuda de la condesa viuda, esposa de
Luis de Nevers, y del papa Urbano V, que deshizo el peligroso matrimonio el 18
de diciembre de 1364.391 Las protestas de Eduardo III resultaron infructuosas y
el soberano francés logró incluso desposar a su hermano Felipe el Atrevido, 392
al que Juan II había otorgado el ducado de Borgoña, con Margarita, pese a la
férrea oposición del conde de Flandes, que exigió para dar su consentimiento
las tres castellanías del Flandes Valón (Lille, Douai y Orchies).391 La dispensa
papal se obtuvo sin problemas en 1367, pero el matrimonio no pudo celebrarse
hasta 1369, cuando Luis de Male cedió por fin.391 Carlos V había hecho firmar
un acuerdo secreto a su hermano Felipe, por el cual este se comprometió a
devolverle el territorio entregado a Flandes, pero el duque prometió a la vez a
su suegro no hacerlo.391 Pese a esto, el rey francés había conseguido
neutralizar la amenaza angloflamenca y que un Valois heredase el estratégico
territorio nororiental.391
Carlos V negoció asimismo con David II de Escocia y con el rey de Dinamarca,
ambos hostiles a Inglaterra y estableció buenas relaciones con Owain de
Gales, pretendiente al señorío de Gales.

Reconquista de Carlos V de los territorios cedidos en el Tratado de Brétigny. Tierras de

realengo Infantados de los hermanos del rey Conde de Foix-Béarn (autónomo) Bretaña (coligada con
Inglaterra) Posesiones de Carlos de Navarra (coligado con Inglaterra) Cabalgada de Lancaster

(1369) Cabalgada de Robert Knowles (1370) Cabalgada de Lancaster de 1373

Nuevos combates y recuperación territorial[editar]


Carlos se sintió suficientemente fuerte en 1368 para desafiar a Eduardo III,
aunque dudó en hacerlo.393 Aceptó la apelación que le hizo el conde de
Armañac, por entonces en conflicto con el Príncipe Negro;394 Eduardo III había
desestimado la anterior queja del conde.395 Por entonces, el Príncipe Negro
había impuesto considerables contribuciones a sus súbditos aquitanos con el
fin de costear la campaña castellana: cinco años de impuestos extraordinarios
que suscitaron la queja de Juan I de Armañac a Carlos V.396394397 Las ambición
política del príncipe inglés ya lo había obligado a imponer nuevos tributos en su
infantado aquitano en 1364, 1365 y 1366, pero la costosa campaña de Castilla,
la falta de pago de Pedro I y la necesidad de contentar a los mercenarios para
evitar saqueos en Aquitania hicieron que tuviese que pedir nuevas
contribuciones en 1368.397 Los Estados aquitanos las aprobaron, de manera
chocante con más facilidad los nuevos territorios cedidos por Francia que los
viejos de la Gascuña inglesa, donde el señor de Armañac y el de Albret se
negaron a que se recaudasen en sus tierras.397 Apelaron primero a Eduardo III,
pero, sin esperar su respuesta, marcharon a continuación a presentar su
reclamación en París ante Carlos V.397 La aceptación de la apelación de estos
suponía la ruptura de lo pactado en Brétigny y la reanudación de la guerra con
Inglaterra.398 La corte francesa fomentó mediante sobornos, privilegios y
amenazas el número de litigantes contra el Príncipe Negro: de los dos señores
gascones de 1368 se pasó para la primavera de 1369 a entre ochocientos y
novecientos; las apelaciones debían servir para reforzar la posición de Carlos V
cuando se decidiese a actuar abiertamente.398
La Guyena volvió a servir de pretexto para la reanudación de la guerra anglo-
francesa, que fue nuevamente confiscada por el rey francés, al tiempo que
Eduardo III volvía titularse rey de Francia.394 El Tratado de Brétigny había
otorgado la soberanía plena del ducado a Inglaterra, pero la doble renuncia
acordada la de Eduardo a la corona francesa y la de Juan a la Guyena——, no
se había verificado, como tampoco la entrega de tierras prevista.393 Así,
legalmente Eduardo III no podía juzgar un pleito fiscal en tierras que todavía no
le habían sido entregadas y que Carlos V confiscó.398 Los intentos de Eduardo
de mantener la paz fueron rechazados por Carlos.377 Eduardo volvió a
proclamarse rey de Francia el 3 de junio de 1369 y Carlos proclamó la
confiscación del ducado de Aquitania el 30 de noviembre.399 La guerra se
retomaba, pero con el derecho en favor del hábil soberano francés. La
contienda agudizó la división entre las dos naciones.400
Carlos evitó las batallas campales,401 dependientes de una nobleza
indisciplinada y que en tiempos de su padre habían demostrado su ineficacia
para combatir a los ingleses.402 Entregó el mando del ejército a una serie de
jefes experimentados y fieles:401 Bertrand du Guesclin, su primo Olivier de
Mauny y Guillaume Boitel. El ejército quedó encuadrado en grupos de cien
hombres que se denominaron routes y que se sometieron a capitanes que
únicamente respondían ante el rey.58 Los soldados además recibían sus pagas
regularmente y contaban con castillos remozados para defenderse de las
incursiones inglesas.403376 El ejército emprendió una guerra de escaramuzas,
hostigamiento y asedios que permitió la recuperación paulatina del territorio en
poder del enemigo.58 Por su parte, Carlos tuvo buen cuidado de granjearse el
favor de las tierras recuperadas mediante la concesión de amplios privilegios y
el uso frecuente del ennoblecimiento;404 la nobleza francesa había menguado a
cauda de la peste y las pérdidas sufridas en Crécy y Poitiers.405 Gran parte de
la reconquista se debió, sin embargo, al cambio de bando de las ciudades
aquitanas, atraídas por las promesas de una fiscalidad menos onerosa que la
inglesa.406407 La diplomacia y no las victorias militares fueron las que
permitieron también la recuperación de Ponthieu y Abbeville, en el norte.407
Las escasas fuerzas del duque de Anjou se hicieron con Rouergue, Quercy,
el Agenais y el Perigord en 1369.407 El año siguiente se concluyó la conquista
del Agenais y los franceses se apoderaron también del casi todo
el Lemosinado y de Bazas.407 Du Guesclin batió a la retaguardia del Robert
Knolles en la batalla de Pontvallain en diciembre de 1370,402 choque de escasa
entidad, pero primera derrota inglesa en campo abierto.401 Para entonces los
franceses habían recobrado la Aquitania oriental sin sufrir por ello gran
desgaste militar.401 No hubo combates importantes en 1371, que Carlos V
aprovechó para pactar con Carlos II de Navarra, para entonces ya neutralizado,
la suerte de algunas plazas normandas.401

Carlos V nombra condestable a Bertrand du Guesclin en una miniatura de las Grandes crónicas de
Francia.

A las operaciones militares se sumó la diplomacia internacional: la liga de


Carlos con Enrique de Trastámara le permitió contar con la flota castellana, que
aniquiló a la inglesa en la batalla de La Rochela del 22 de junio de 1372.408401
407 La derrota dejó a Guyena sin el ejército que traía la escuadra, pero también

sin el dinero, necesario para sufragar las operaciones militares.401 La falta de


apoyo logístico hizo que las plazas fuertes cedidas a Inglaterra en Brétigny
cayesen progresivamente en manos francesas: La Rochela el 8 de septiembre
de 1372,407 Poitiers ese mismo año y Bergerac en 1377. En 1372 Carlos ya
recobró el Poitou, Saintonge y el Angumois.401407 Eduardo III trató de
contraatacar reactivando la guerra en Bretaña en julio y enviando tropas al
duque Juan IV, pero en el verano de 1373 Du Guesclin invadió el territorio y lo
ocupó casi completamente, salvo algunas cuatro plazas, entre ellas Brest.409410
Los franceses se adueñaron de La Réole a comienzos de 1374, posición desde
la que amenazaban Burdeos.407 Para entonces, la Guyena había quedado
reducida a las cuatro diócesis de Burdeos, Dax, Aire y Bayona.407
Los ingleses mantuvieron sus estrategia de las cabalgadas,402 muy queridas
por el Parlamento inglés por financiarse solas, pero muy perjudiciales para la
imagen del reino entre la población afectada por el pillaje de los ejércitos;
sirvieron para poco más que atizar el odio a los ingleses y reforzar la fidelidad a
Carlos V. La del Juan de Gante, duque de Lancaster e hijo menor de Eduardo
III, por el Artois y Normandía a finales de 1369 resultó un fracaso.401402 Le
siguió al año siguiente de la Knolles, que avanzó desde Calais hacia París
antes de retirarse hacia Bretaña hostigado por Du Guesclin, recién nombrado
condestable, que aniquiló su retaguardia en Pontvallain, cerca de Le Mans.402
La más ambiciosa fue la del duque de Lancaster del verano de 1373, 402 con la
que este pretendió subyugar al rey francés atravesando su reino de punta a
punta para luego penetrar en Castilla y hacerse coronar rey.411 La campaña,
bien planeada, partió de Calais en junio y a final de año logró alcanzar la
Guyena, pero resultó un chasco:412 Du Guesclin evitó enfrentarse directamente
con el duque, se limitó a hostigarlo, encastillarse en las fortalezas y entorpecer
la marcha del enemigo arrasando las tierras que debía atravesar.411 El duque
alcanzó Burdeos en 1374 al frente de un ejército diezmado y agotado. 407 Carlos
V prefirió soportar los saqueos ingleses que ceder terreno, pese a los estragos
que causaban a la población.402 El rey ordenó a los campesinos que se
refugiasen en las ciudades con sus reservas ante cada incursión enemiga,
dejando los campos yermos. Esto hacía que el avance inglés complicase el
abastecimiento del ejército por tierras abandonadas; además, los franceses
acosaban al enemigo con emboscadas, diezmando sus huestes y obligándolos
finalmente a abandonar la campaña. Esta estrategia desbarató, en efecto,
incursiones de grandes capitanes ingleses como Juan de Gante, el Príncipe
Negro, Robert Knolles o el propio Eduardo III.399
El cansancio de los dos bandos llevó a la firma de una tregua, la de Brujas, que
debía durar de julio de 1375 a junio de 1377.411413414nota 32 Los franceses habían
recobrado entre 1369 y 1375 casi todos los territorios cedidos en Brétigny e
incluso las posesiones inglesas anteriores a la contienda,
salvo Calais, Cherburgo, Brest, Burdeos, Bayona y algunos castillos del Macizo
Central.415416
Las negociaciones que siguieron a la firma de la Tregua de Brujas entre 1375 y
1377 fracasaron ante la imposibilidad de que los dos bandos se pusiesen de
acuerdo sobre Aquitania, que los ingleses querían obtener en soberanía plena,
pretensión que rechazaron los franceses.411417 Así, los combates se
reanudaron en el verano de 1377, muertos ya el año anterior tanto Eduardo III
(junio de 1377) como su hijo el Príncipe Negro (junio de 1376).418419 La corona
inglesa pasó a un niño de diez años,419 Ricardo II, por lo que el gobierno quedó
en manos de uno de sus tíos, el duque de Lancaster.420 Los ingleses siguieron
emprendiendo cabalgadas, a las que los franceses respondieron con
incursiones contra la costa inglesa,411 que hicieron temer incluso una invasión,
que Carlos V en efecto ordenó preparar a Juan de Vienne, nuevo almirante de
la reconstituida flota.421422 Hubo incluso un intento frustrado castellano de
tomar Bayona, que repelió el nuevo lugarteniente inglés de Gascuña, el barón
de Neville.411 Este repelió las nuevas ofensivas franceses y reconquistó incluso
algunas plazas perdidas en los años anteriores.423
Carlos V confiscó Bretaña a Juan IV en 1378 por haberse coligado con los
ingleses, a los que había ayudado ya en la cabalgada de 1370 y con los que
había participado en la del duque de Lancaster de 1373; fue una medida
imprudente:420 el duque contaba con fuertes apoyos entre los barones bretones
y entre la población en general y obligó a las tropas francesas de Du Guesclin a
retirarse de la parte occidental del ducado.420424 Juan IV firmó entonces el
segundo Tratado de Guérande (abril de 1381), en virtud del cual los franceses
renunciaban a apoderarse de la Bretaña a cambio del sometimiento vasallático
teórico del duque al rey francés.420 Además compró Brest a los ingleses en
1397. Si en Bretaña la guerra había favorecido a los ingleses, los intentos de
estos de atizar a Carlos II de Navarra contra el monarca francés resultaron
contraproducentes: Castilla y Francia reaccionaron vigorosamente; en
Normandía le arrebataron425 todas sus posesiones a excepción de Cherburgo
—vendido a Inglaterra por el rey navarro—425 y en la propia Navarra
importantes plazas quedaron en poder de Castilla como aval del cumplimiento
del Tratado de Briones.420
La visita del emperador Carlos IV, tío de Carlos V de Francia, a su sobrino en
1378, remachó la victoria de este. La primera fase de la guerra terminaba con
la victoria del hábil Carlos, que había contado con la colaboración de militares
veteranos como Bertrand du Guesclin, sobre un Eduardo III cada vez más
anciano. La recaudación de fondos para pagar el rescate del rey Juan también
había servido, paradójicamente, para mejorar el estado de las finanzas reales
francesas. La recaudación de un rescate real era el único caso en el que la
Corona podía cobrar un impuesto sin contar con el beneplácito de los Estados
Generales; Carlos había utilizado la coyuntura para imponer un sistema
centralizado de recaudación que mantuvo incluso tras dejar de pagar el rescate
de su padre, y que dedicó a sufragar los gastos militares. La guerra sirvió así
para crear un sistema de recaudación real independiente de la aquiescencia de
la nobleza y los Estados Generales y con él de un ejército sometido
directamente a la Corona, dos características del Estado moderno. Las
necesidades bélicas hicieron que surgiese en Francia un cuerpo de
funcionarios reales especializados en finanzas.426 Carlos V dejó un reino casi
unificado y una Corona consolidada, más autónoma respecto de la nobleza y
mejor financiada. Sin embargo, ya en los últimos años se notaba el
agotamiento de los recursos, exhaustos por las operaciones militares y crecía
la hostilidad del pueblo por la abrumadora fiscalidad que debía soportar para
costear la guerra.427 El reinado de Carlos fue añorado luego como un período
de buen gobierno, pero en su época el rey fue poco querido por el pueblo,
esquilmado a tributos.428 Unos de sus últimos actos (16 de septiembre de 1380)
para calmar los ánimos fue abolir el impuesto sobre los hogares, lo que redujo
los ingresos de su sucesor.429
Extensión del conflicto a la península ibérica[editar]
Guerra civil castellana: la nueva dinastía Trastámara, francófila[editar]
La contienda anglo-francesa tuvo importantes repercusiones en la península
ibérica. Carlos V de Francia intervino decisivamente para sustituir a un rey
castellano en principio anglófilo como Pedro I por su hermano bastardo Enrique
de Trastámara, representante de los intereses de la nobleza.430 Para ello reunió
a finales de 1356 un gran ejército en el sur de Francia, nutrido de los
abundantes veteranos que habían quedado sin empleo y cuyo mando tomaron
conjuntamente Du Guesclin y el de Trastámara.430 El ejército penetró en
Castilla, se atrajo el apoyo de casi toda la nobleza y se hizo con el reino ante la
nula oposición de Pedro, que huyó a refugiarse con el Príncipe Negro en la
Guyena.430 El Príncipe Negro acordó ayudar a recuperar el trono a Pedro a
cambio de una gran compensación monetaria y territorial (el señorío de
Vizcaya); el 3 de abril batió a los francófilos de Trastámara en Nájera.430 Pedro
recuperó el trono, pero no pudo pagar lo prometido y los ingleses se
retiraron.430 Carlos V aprovechó la coyuntura, rescató a Du Guesclin —
apresado en Nájera— y renovó su ayuda a Enrique de Trastámara, refugiado
en Francia.430 Este volvió a Castilla y firmó una alianza con el rey francés
en Toledo en noviembre de 1368.431 La guerra castellana concluyó en marzo
de 1369 con la muerte de Pedro: la victoria de Enrique supuso que Carlos V
pudiese contar desde entonces con un nuevo e importante aliado, si bien este
nuevo apoyo se plasmó tras ciertos años, necesarios para que Enrique
afianzase su posición en Castilla.431
Guerra de sucesión portuguesa: la nueva dinastía de Avis, anglófila[editar]
La crisis sucesoria surgida en Portugal también quedó influida por la dilatada
contienda anglo-francesa.432 Inglaterra trató de usarla para debilitar a la
poderosa liga franco-castellana.432 Fernando I de Portugal falleció en octubre
de 1383 y su viuda, con escasos apoyos, fue incapaz de controlar la situación,
lo que permitió a Juan I de Castilla, hijo de Enrique II y esposo de Beatriz, hija
del difunto rey Fernando, entrometerse en los asuntos portugueses, pese a que
los acuerdos matrimoniales vetaban la unión de los dos reinos. 433
Los grandes nobles portugueses tomaron partido por el rey castellano, pero la
burguesía de las ciudades, el campesinado rico y el proletariado de las
ciudades se opusieron a él.433 Este partido contrario a Juan I lo acaudilló un
bastardo de Pedro I, Juan de Avis.433 El soberano castellano se apoderó de
gran parte del reino y cercó Lisboa, que sufrió el hambre, pero que no pudo
tomar porque el ejército castellano hubo de retirarse, diezmado por la peste. 434
El de Avis reunió a las Cortes portuguesas en abril de 1385, que en principio se
dividieron entre tres candidatos, pero tras descartar paradójicamente a dos por
bastardía, hicieron coronar al de Avis el 11 del mes, pese a ser bastardo él
también.434 De inmediato, el nuevo rey se coligó con Inglaterra y animó al
duque de Lancaster a intentar hacerse con la corona de Castilla.435 Dedicó la
primavera a expulsar a las guarniciones castellanas que su rival había dejado
al retirarse acuciado por la peste.436 En el verano se dieron varios choques que
concluyeron con la victoria definitiva de Juan de Avis en Aljubarrota, una nueva
batalla al estilo de Crecy en la que las arremetidas de la caballería castellana
fueron desbaratadas en parte por los arqueros ingleses.436 La batalla supuso el
afianzamiento de la nueva dinastía de Avis, anglófila, en Portugal.436
Cisma de Occidente[editar]
Artículo principal: Gran Cisma de Occidente
La sede papal al comienzo del conflicto se hallaba en Aviñón y los papas de la
época eran franceses.437 Esto favorecía a la diplomacia francesa. Sin
embargo, Gregorio XI volvió a instalarse en Roma en 1377438 para poner fin a
las desavenencias con Florencia, con la mediación de Catalina de Siena. El
papa posterior, Urbano VI, italiano y antiguo obispo de Bari, fue especialmente
hostil a los cardenales franceses que,439 por su parte, lo acusaron de haber
sido elegido merced a la presión de la población romana y escogieron un
antipapa Clemente VII, francés, que se instaló en Aviñón.440441442430 La división
eclesiástica frustró la posibilidad de acudir al papado como mediador en la
guerra, como lo había sido hasta entonces, habiendo obtenido en ocasiones el
aplazamiento de los combates o la firma de treguas.420427 El papado pasó de
ser un elemento favorable a la paz a un atizador de la guerra: cada pontífice
esperaba utilizar la victoria de sus partidarios para imponerse sobre su
contrincante.427
Mapa del Gran Cisma de Occidente: Zonas que reconocían al autoridad del papa de Roma Zonas que

reconocían al autoridad del papa de Aviñón Zonas que cambiaron de posición de uno a otro pontífice

Los beligerantes de la guerra de los Cien Años buscaron el apoyo papal:


Inglaterra y el Sacro Imperio Romano Germánico reconocieron la autoridad de
Urbano VI, mientras que Francia y su aliadas Castilla y Escocia prefirieron a
Clemente VII.442442420438nota 33 Los diversos contrincantes utilizaron la disputa
eclesiástica contra sus enemigos, tildados indefectiblemente de cismáticos por
reconocer al papa contrario.362 De hecho, Carlos V había optado por Clemente
VII por ser francés e Inglaterra a Urbano VI por no serlo.440
En más de un siglo de guerra, hambruna y peste, la Iglesia no pareció capaz de
calmar en ocasiones la angustia de los feligreses. El terror al infierno hacía que
los ricos pagasen cientos o miles de misas para tratar se asegurarse la
salvación del alma.443 Ricos y pobres participaban en procesiones de
penitentes, en representaciones teatrales de la pasión en los atrios de las
iglesias; la coronación de la Virgen, figura protectora en tanto que madre de
Jesús, fue un motivo artísticos muy frecuente. Creció además el número de
fieles y de reformadores eclesiásticos que exigían acceso directo a la fuente de
la salvación, a la lectura de la Biblia en lengua vernácula en una época en la
que únicamente los eclesiásticos podían leer o comentar las Escrituras. En
estas reclamaciones se halla el origen de la Reforma protestante posterior,
señal del fin de la Edad Media y del reforzamiento de la clase burguesa. 17
La división de Iglesia en el Gran Cisma de Occidente facilitó la crítica. Pudieron
divulgarse teorías como la de John Wyclif, en un momento en el que los
eclesiásticos partidarios de un pontífice o el otro se vituperaban mutuamente,
desacreditándose. La situación facilitó el posterior surgimiento de la Reforma
protestante, de la que Wyclif fue un precursor.444
El concilio de Constanza de 1415 puso fin al cisma mediante la abdicación de
los dos papas rivales y la elección de uno nuevo (Martín V). La Iglesia tuvo que
recurrir al conciliarismo para resolver la crisis: los concilios (reuniones de todos
los obispos) ostentaban mayor poder que el propio papa y hubieron de reunirse
periódicamente. El papado resultó debilitado, lo que le permitió a Carlos VII de
Francia proclamarse en 1438 jefe natural de la Iglesia en Francia, con el apoyo
del episcopado francés, con lo que dio lugar al galicanismo.nota 34
Regencias y guerra civil (1380-1429)[editar]
El gobierno de los duques. tíos Carlos VI (1380-1388)[editar]
La coronación de Carlos VI de Francia, en las Grandes crónicas de Francia.

Carlos, que siempre había sido enfermizo, preparó la sucesión.446 En 1374 fijó
el paso a la mayoría de edad para los reyes de Francia en los trece años y
dispuso la creación de una gran junta que ostentaría el grueso del poder
durante la minoría del nuevo rey, disposición que no se cumplió. 446 Ordenó
además remozar los castillos del reino, por entonces ya vulnerables a la
artillería,nota 35 tanto en las zonas fronterizas como en las expuestas a
desembarcos ingleses (Normandía en particular). Su reinado acabó en paz,
pero con una gran presión fiscal, que se había impuesto con carácter
provisional, pero se había mantenido, lo que originó el creciente disgusto tanto
en las ciudades como en el campo.428

Felipe II de Borgoña, apodado el Atrevido, en un cuadro anónimo del siglo XVI.

Carlos V falleció finalmente en septiembre de 1380,420 con cuarenta y dos años


de edad. Su hijo y tocayo heredó el trono con tan solo doce años; al ser menor
de edad, sus tíos lo tutelaron.446 Estos formaron un consejo de regencia que
sustituyó al consejo real, impidiendo al mismo tiempo la creación de la gran
junta prevista por Carlos V.446 Los regentes fueron deshaciéndose
progresivamente de los consejeros del rey difunto, si bien no todos perdieron
sus puestos y otros que lo hicieron los recuperaron luego.447 Los tíos del rey,
hermanos de su difunto padre, Luis de Anjou, Juan de Berry y Felipe de
Borgoña, acapararon el poder junto con su primo, Luis II duque de Borbón,
pese a lo que había dispuesto Carlos V.446 El reinado anterior se había
caracterizado por la afirmación del poder real frente a la nobleza. De hecho, ya
ha sido desangrado por los efectos de las batallas de Crécy y Poitiers o la gran
plaga y sus reminiscencias regulares, pero también se enfrenta a una caída
significativa en sus ingresos de la tierra, el campo ha sido despoblado por la
peste y devastado de forma duradera por el saqueos resultantes de la
estrategia de tierras desiertas y la acción de las compañías mercenarias: los
campesinos huyeron y sus tierras fueron a menudo en barbecho, abandonadas
(fueron graves en particular, las viñas destruidas, que conducen a dificultades
duraderas en la producción de vino, y que era esencial en una época en que el
agua rara vez era segura). Obviamente con el regreso del orden, las cosas
mejoraron, las tierras se recolonizaron, pero muchos señores cedian sus tierras
en alquiler o aparcería, lo cual era menos rentable, pero otorgaba ingresos más
regulares y les permitía estar presentes en la corte para beneficiarse de la
generosidad de su señor supremo. La hacienda real había acumulado fondos a
merced de que los impuestos se habían vuelto permanentes, lo que permitía la
Corona comprar la fidelidad de los señores feudales. Los tíos del nuevo rey
aprovecharon esta circunstancia para emplear en provecho propio el dinero de
la Corona, manteniendo a costa del erario real grandes grupos de partidarios 448
y verdaderos principados. El duque de Anjou acabó partiendo a conquistar
el reino de Nápoles que reivindicaba para sí desde 1382, pero sufragó la
expedición a costa del erario.421446 Al duque de Berry se lo apartó nombrándolo
lugarteniente del rey en el Languedoc, donde se dedicó a esquilmar el territorio
como ya había hecho antes su predecesor en el cargo, su hermano el duque
de Anjou.446 La marcha de los hermanos dejó a Felipe el Atrevido como figura
preponderante del consejo, junto con su primo el duque de Borbón. 446449

Carlos VI en cama, en una miniatura de finales del siglo XV.

En cuanto a la guerra anglo-francesa, los primeros años de la década de 1380


se caracterizaron por el mantenimiento de la superioridad franco-castellana y
las rebeliones en los dos reinos enfrentados.432 La flota castellana
incendió Gravesend90 en 1380 y la imposición de un nuevo tributo para mejorar
las defensas del reino, reunir fondos para una incursión en Francia y pagar la
boda del rey desencadenó la rebelión de los campesinos del sureste,450
apoyados por parte de la población londinense, que pusieron en un brete al
Gobierno inglés.432 También hubo en Francia varias rebeliones,
fundamentalmente antifiscales,451 en diversos puntos del reino: en Ruan, París
y en Flandes.432 En este, Felipe de Artevelde, hijo del asesinado Jacobo, se
alzó en la primavera de 1381 y solicitó apoyo inglés.432451 La actitud anglófila
del conde, Luis de Male, no había bastado para impedir la nueva revuelta de
Gante y que esta solicitase la ayuda inglesa, obligando al duque a pedir la de
su yerno, el duque de Borgoña, que hizo que el consejo real francés decidiese
enviar una expedición para sofocar el alzamiento.451 Los franceses batieron a
los rebeldes en Roosebeke el 27 de noviembre de 1382, pero en mayo de 1383
los rebeldes recibieron refuerzos ingleses (una supuesta cruzada acaudillada
por el obispo de Norwich con el beneplácito del papa romano), a los que los
franceses contuvieron en agosto, tras haberse apoderado de Dunquerque y
haber sitiado en vano Ypres.432452
Los tíos del rey decidieron a la vuelta de la expedición flamenca amedrentar al
reino y acabar con las protestas antifiscales, con las que habían tenido que
mostrarse conciliadores antes de la expedición para conseguir los fondos
necesarios para pagarla.453 Impusieron grandes multas a algunas ciudades
como París, Ruan, Orleans, Laon o Reims, y al Languedoc y restablecieron las
tases sobre las mercancías y el impuesto a los hogares.454 Los impuestos
volvieron a ser permanentes y muy onerosos.454
En Bretaña se firmó el segundo tratado de Guérande, que aseguró la sumisión
a la Corona francesa del duque, pero permitió a Inglaterra conservar la
posesión de Brest.454
El duque de Lancaster trató de hacerse con la corona de Castilla tras el
descalabro castellano en Aljubarrota en agosto de 1385 que, sin embargo, no
había socavado la posición de Juan I de Castilla.455 El duque desembarcó
en Galicia en julio de 1386, confiando en atraer a los partidarios del difundo
Pedro I, aunque no logró grandes apoyos.455456 Pactó la invasión de Castilla
con Juan I de Portugal, que se llevó a cabo de forma descoordinada.455 La
ofensiva del duque de Lancaster se frenó ante Valencia de Don
Juan y Benavente y los dos bandos negociaron la evacuación inglesa a cambio
del pago de la expedición y de una pensión para el duque; la paz quedó sellada
por el matrimonio de la hija del duque y nieta de Pedro I, Catalina, y del
infante Enrique, nieto a su vez de su enemigo y hermano Enrique II.457456 El
gran gasto que supuso para el erario inglés la expedición del duque no bastó
para que Castilla dejara de estar coligada con Francia y reconociese la
autoridad del papa de Aviñón.456
Felipe II de Borgoña, tío del rey francés, reunió un ejército franco-borgoñón y
una flota de mil doscientos barcos durante el verano y el otoño de 1386 cerca
de la villa zelandesa de la La Esclusa para invadir Inglaterra, pero la empresa
fracasó.458459 Sin embargo, Juan de Berry, hermano de Felipe, acudió tarde a
propósito a la reunión del ejército, lo que retrasó los preparativos hasta el
otoño, cuando ya resultó imposible abordar la invasión y se hubieron de
desbandar tanto la flota como el ejército. Hubo otra expedición militar francesa
en la zona, principalmente en beneficio del duque de Borgoña: la de castigo al
duque de Güeldres en el otoño de 1388, que había desafiado a Carlos VI y se
había hecho vasallo de Ricardo II.460
Mayoría de edad de Carlos y gobierno de los consejeros de su padre (1388-
1392)[editar]
Carlos VI se hizo con el poder en Reims a la vuelta de la fácil expedición, el 3
de noviembre.460 El agro y las ciudades soportaban cada vez peor los
impuestos concedidos provisionalmente para costear los gastos bélicos; el
desvío de los fondos para sufragar fiestas fastuosas tampoco facilitó la
aceptación de una tributación se había hecho permanente. 448 Carlos VI, que
por entonces contaba ya veinte años, decidió en 1388 tomar las riendas del
gobierno y acabar con la regencia de sus tíos,461 desacreditada y considerada
despilfarradora.462 Sus tíos fueron apartados del poder en una conjura dirigida
por el ambicioso hermano del rey, Luis, duque de Turena (luego de Orleans),
que se rodeó de los antiguos consejeros de su difunto padre, exasperados por
el saqueo al erario de los duques y sus favoritos.460 El débil rey dejó el
Gobierno en manos de los hombres de su padre, que trataron de recuperar el
sistema administrativo de Carlos V.463 Su programa no era reformista, sino
simplemente corrector de los abusos de los años de poder de los tíos del
rey.463 Los dos grupos, el de los consejeros de Carlos V y el de los duques,
crearon dos partidos cortesanos: el reformista formado por los consejeros de
Carlos V, generalmente de extracción burguesa, y los duques parientes del rey,
además de la reina Isabel de Baviera.464
Las operaciones militares dieron paso a nuevas negociaciones anglo
francesas, que condujeron a la firma de una nueva tregua bastante general (18
de junio de 1389), que suscribieron Inglaterra, Francia, Castilla, Escocia y el
duque de Borgoña, y que dio paso a un largo periodo de apaciguamiento. 458465
La tregua, de tres años, la más larga de los últimos veinte años, debía servir
para acordar la paz definitiva.465
Se mantuvo la paz durante esta etapa puesto que Inglaterra estaba sumida en
una guerra civil. El cese del comercio de la sal, el vino y la lana, los onerosos
impuestos necesarios para sufragar los gastos del ejército y el desprestigio de
la nobleza por las derrotas que había sufrido en Francia acabaron por desatar
una revuelta campesina. Los lolardos coordinaban a los revoltosos, que los
atrajeron con sus prédicas de igualitarismo. Los insurrectos se apoderaron de
Londres, pero luego fueron vencidos por Ricardo II.466
Locura de Carlos VI y vuelta de sus tíos[editar]
El reinado parecía que iba a ser tan positivo como el de Carlos V, pero el rey,
muy querido, sufrió una crisis de demencia (5 de agosto de 1392) cuando
participaba en una expedición de castigo contra el duque de Bretaña, acusado
de amparar al instigador de un atentado contra un destacado funcionario
real.467 Alguien le había indicado que estaba rodeado de traidores que
deseaban matarlo, y acometió espada en mano a sus palafreneros hasta que
lograron dominarlo.468467 El accidente del Bal des Ardents, ocurrido algunos
meses después, acabó por desquiciar al monarca.469
Carlos VI empezó a sufrir períodos de locura a partir de 1392,464 entre los que
se intercalaban otros de normalidad.467 Las crisis se fueron acentuando con la
edad,464 volviéndose más violentas y largas, con lapsos de lucidez cada vez
más breves.467470 La falta de dirección del rey en los asuntos públicos permitió
que sus tíos retomasen el poder en un nuevo consejo de regencia que presidió
la reina Isabel de Baviera; los principales consejeros de Carlos V fueron
despedidos nuevamente, si bien otros siguieron en sus puestos, aunque
sometidos a la supremacía de los tíos del rey.471472 La reina era mala política,
por lo que el poder lo ostentaba en la práctica el duque de Borgoña, si bien
tuvo que contar cada vez más con el pujante Luis de Orleans, hermano menor
del rey, opuesto a la influencia del duque en la corte y que había sido la
principal figura política durante los cuatro años de preponderancia de los
consejeros de Carlos V.473 Los Anjou estaban centrados en hacerse con
Nápoles, el duque de Borbón era ya anciano y solamente deseaba redondear
sus posesiones mediante herencias y compras y el duque de Berry estaba más
interesado en sus actividades de mecenas que en el poder.474 Así, fueron los
duques de Orleans y Borgoña los que quedaron disputándose el poder, cada
vez en posiciones más enfrentadas, aunque la rivalidad no desembocó en
lucha abierta mientras vivió Felipe el Atrevido.475
La debilidad del rey permitió a diversos duques de la familia real embarcarse en
una serie de aventuras militares a costa de la Hacienda real, de escaso fruto: la
fracasada incursión en Berbería del duque de Borbón (1390), el descalabro
contra los turcos del de Borgoña (1396) o la campaña italiana del de Anjou, que
permitió dominar pasajeramente Génova (1401-1409).464 El caos
administrativo, la corrupción y el saqueo del erario crecieron también en esta
época en la que la Hacienda real tuvo que satisfacer las ambiciones de los
distintos notables que trataban de dominar la política del reino.474
Armañac y borgoñones (1392-1429)[editar]

Un lobo, que representa a Luis I de Orleans, intenta agarrar con las fauces una corona al tiempo que
un león, símbolo de las armas de Flandes de Juan de Borgoña le da un zarpazo en una miniatura de
inspiración borgoñona del siglo XV. Tras los animales se alza una tienda de campaña con las flores
de lis que representa el reino de Francia.

La reanudación del conflicto se debió a distintos factores:


Tanto en Francia como en Inglaterra había varios partidos que se disputaban el
poder. En Inglaterra, el cambio de dinastía se debió a las derrotas sufridas en
Francia: Enrique IV de Lancaster obtuvo el trono tras un largo conflicto.
En Francia, la locura de Carlos VI hizo que se formase un consejo de regencia
presidido por la reina, aunque el poder estaba compartido en realidad por los
grandes del reino: Luis de Orleans, jefe del partido armañac,nota 36, Felipe el
Atrevido, duque de Borgoña y el duque de Berry, que en realidad actuaba
fundamentalmente como mediador de los dos anteriores. La rivalidad se fue a
agudizando a partir de 1404, cuando falleció Felipe el Atrevido y heredó sus
vastos territorios su sobrino Juan sin Miedo, que pronto se enemistó con el
duque de Orleans.464476 A este se le acusaba, con cierta justicia, de estar
arruinando las finanzas del reino.464 Luis de Orleans fue ganando influencia con
la reina, contraria al intento del duque de Borgoña de dominar la corte, y sus
adversarios borgoñones llegaron a acusarlo de ser su amante476477 y el padre
del delfín. La reina y Orleans trataron de alejar al delfín Luis de París en 1405,
pero fueron alcanzados por sus contrincantes en Juvisy y obligados a volver a
la capital.476 La tensión se agudizó notablemente a partir de ese momento y los
dos bandos empezaron a acumular tropas.478 Juan sin Miedo hizo asesinar en
noviembre de 1407 a su rival el duque de Orleans cuando este salía de visitar a
la reina, lo que hizo que se desatase la guerra civil.478477464 En principio, sin
embargo, los partidarios del duque de Orleans no se atrevieron a tratar a
castigar al magnicida, pues esto suponía desencadenar la guerra. 478 Los
titubeos de los Armañac y el deseo de reconciliación del rey en los pocos
momentos en los que recobraba la lucidez le permitieron al duque de Borgoña
regresar a la corte desde Lille, donde se había refugiado en un primer
momento.479 El soberano impuso una falsa reconciliación el 9 de marzo de
1409.478
Frente al duque de Borgoña se reunieron en el partido contrario importantes
señores feudales: los duques de Berry, Borbón y Orleans,
el condestable Carlos d'Albret y el suegro del fallecido duque de Orleans, el
conde Bernardo VII de Armañac, que dio nombre al partido.480481 Este,
ambicioso mercenario, aportó a sus temibles tropas gasconas, tomó la jefatura
del bando enemigo al del duque de Borgoña en 1410 y fue nombrado
condestable del reino en 1416.478 La religión también separaba a los dos
partidos franceses: ingleses y borgoñones reconocían la autoridad del papa
de Roma, mientras que los armañac tomaron partido por el de Aviñón.482

La revuelta de los cabochianos en una miniatura la obra de Marcial de Auvernia, La vigilias de la


muerte de Carlos VII.

Los dos partidos representaban en realidad dos sistemas económicos, sociales


y religiosos rivales: Francia, con su agricultura floreciente y su sistema feudal y
religioso fuerte, e Inglaterra, fundamentalmente ganadera y proveedora de la
lana que se tejía en Flandes, con un artesanado y una burguesía pujantes. Los
armañac defendían el modelo francés; Juan sin Miedo, por el contrario,
abogaba por el inglés: prometía mantener impuesto bajos y que los Estados
Generales controlasen el Gobierno.483 Gozó del apoyo de los artesanos y los
universitarios parisinos.483464 El duque se erigió en paladín de las reformas y en
perseguidor de la corrupción y de las malversaciones, granjeándose con ello el
favor de la población parisina.464484 Justificó el asesinato del duque de Orleans
presentándolo con habilidad como un tiranicidio.485 Fue colocando a sus
partidarios en los puestos clave de la administración y expulsó a los duques del
consejo real.486 Llamó en su favor a Enrique IV para frenar a la amplia
oposición de los príncipes, que habían cercado París; la llegada a Calais de un
pequeño contingente inglés de dos mil hombres, el primero que llegaba a
Francia en veintiocho años, bastó para acabar con el asedio, aunque los
ingleses no penetraron en territorio francés y se retiraron pronto.487
Sus adversarios también solicitaron el auxilio inglés y en mayo de 1412
pactaron la cesión de casi todas las conquistas de Carlos V a cambio de que se
les enviase un ejército de cuatro mil soldados que debía servirlos durante tres
meses.488 La ocupación borgoñona del Berry y la amenaza del Borbonesado
hizo que los contrincantes del duque de Borgoña se aviniesen a escenificar una
nueva y pasajera reconciliación en agosto, lo que limitó el alcance de la
campaña inglesa a una incursión por Anjou y Poitou.488 El duque de Borgoña
salió fortalecido del enfrentamiento y la posterior reconciliación y reunió a los
Estados de Languedoil el 30 de enero de 1413, que debía servir para rematar
la depuración de la Administración y obtener subsidios.488 Los príncipes,
humillados, se ausentaron de París y se refugiaron en sus infantados y las
sesiones quedaron dominadas por los partidarios del duque de Borgoña. 488
Juan se hizo con el poder en la capital y con la persona del rey en 1413. 489 La
ciudad quedó en manos de los cabochianos (cabochiens), seguidores del
carnicero Simon Caboche,464 que se sublevaron al frente de la burguesía y
desataron una matanza de armañac el 27 de abril.490 Promulgaron la
ordenanza cabochiana el 27 de mayo, que seguía la estela de la gran
ordenanza de 1357 y trataba de sanear drásticamente las finanzas, acabar con
los abusos, fomentar el ahorro y mejorar la administración.480490 Sus
exacciones con la alta burguesía parisina les hicieron perder apoyos, y parte de
la población reclamó el auxilio de los armañac, a los que les abrieron las
puertas el 1 de septiembre.483480491 Juan sin Miedo hubo de abandonar491 la
ciudad y estrechó lazos con los ingleses, cuya ayuda también buscaba el
partido rival.483480 En París, el terror de los armañac sustituyó al de los
cabochianos.480492 Las bandas del conde de Armañac, futuro condestable tras
la muerte en la batalla de Azincourt de Carlos de Albret, señoreaban la
capital.492
El duque de Borgoña se había refugiado en septiembre de 1413 en Flandes. 493
Despachó un ejército para tratar de recobrar París en febrero de 1414, que no
lo logró.493 Sus rivales marcharon a continuación hasta Arrás, con la intención
de despojarlo de sus posesiones.493 Para evitarlo, Juan entabló negociaciones
con los ingleses, que fracasaron ante las pretensiones de estas, excesivas en
opinión del duque.494
Cambio de dinastía en Inglaterra: los Lancaster (1397-1413)[editar]
Eduardo III había dejado el trono a un menor, Ricardo II, en cuyo nombre
gobernó al principio uno de sus numerosos tíos —Eduardo III había tenido doce
hijos—, Juan de Gante, duque de Lancaster, que se encargó de firmar varias
treguas.480 Ricardo era un ferviente admirador de la corte francesa y desposó a
un hija de Carlos VI cuando quedó viudo de su primera esposa en 1394.495 La
actitud conciliatoria de Ricardo se plasmó en intentos de transformar la tregua
en paz definitiva, que fracasaron por la gran diferencia de posiciones, y en una
serie de gestos francófilos: la evacuación de las plazas bretonas en 1391, la de
Brest en 1397 o la devolución de Cherburgo a Carlos III de Navarra en 1393 —
que este intercambio al rey francés por el ducado de Nemours en 1404—.496465
Pese al fracaso de las primeras negociaciones, Ricardo insistió y obtuvo una
entrevista con Carlos VI en Ardres (septiembre de 1396), que tampoco sirvió
para poner fin a la guerra; en todo caso, en marzo se había acordado extender
la tregua hasta 1423 y Ricardo desposó por poderes a Isabel de Valois, hija de
Carlos VI.497498 La política francófila de Ricardo no contaba apenas con
partidarios destacados en Inglaterra, únicamente de su anciano tío, Juan de
Gante, que falleció en 1399.498
Los pacientes preparativos de Ricardo, que había ido nombrado obispos afines,
atrayéndose al funcionariado y reclutado fuerzas leales en Cheshire y la
generosa dote de su esposa le permitieron finalmente en 1397 deshacerse de
la tutela de los barones en julio.473 Los cabecilla de este partido fueron
asesinados o desterrados y Ricardo restableció temporalmente el absolutismo
regio.473 Las simpatías francesas del rey y el imprudente intento de reintegrar
las tierras de Lancaster a la Corona cuando falleció su tío el duque hicieron que
la nobleza se alzase contra él, acaudillada por el heredero de Juan de Gante,
Enrique.495 Este, expulsado por Ricardo, llegó a Francia en 1398, organizó a
los descontentos y aprovechó la marcha del rey a campear a Irlanda en la
primavera de 1399 para volver a Gran Bretaña y despojarle del poder.499
Ricardo fue destronado y luego asesinado a los pocos meses, mientras Enrique
se sentaba en el trono inglés como Enrique IV.495 La rebelión había sido un
intento de la nobleza por limitar el poder regio, como en el caso coetáneo de
los Trastámara castellanos, pero Enrique pronto afirmó su posición frente a las
poderosas familias nobles que trataron de limitar su poder (Percy, Mortimer o
Arundel).495 El nuevo rey pasó el resto de su reinado, hasta su muerte en
marzo de 1413,492 asentando su poder y desbaratando diversas ofensivas tanto
internas, de nobles descontentos, como de galeses y escoceses y no acometió
grandes ofensivas contra Francia, pese a haberse presentado frente a Ricardo
como el campeón de los derechos ingleses en el reino vecino.500501 Escocia
quedó neutralizada por la muerte de Roberto II, el apresamiento de su heredero
por los ingleses en 1406 y las continuas disensiones internas del pequeño
reino.502 Gales, por el contrario, requirió constantes expediciones entre 1400 y
1409 para quedar sometido a la nueva dinastía.501 Desde 1411, los dos bandos
franceses que se enfrentaban en la guerra civil trataron de granjearse su apoyo
militar.497 Los armañac permitieron una primera incursión inglesa que cruzó de
Cherburgo a Burdeos en 1412 y suscitó una pasajera reconciliación de los
bandos ante la alarma que suscitó.503
Enrique V, hijo de Enrique IV, comprendió la necesidad de unir a la nobleza
contra un enemigo común, y de atacar Francia. Reivindicó para justificarlo la
herencia de Guillermo el Conquistador y de los Plantagenêt: Normandía y
Aquitania, la mitad de Francia.483 Trató con los dos bandos enfrentados en
Francia.493 Los armañac le propusieron entregarle Aquitania y la mano
de Catalina, hija del rey francés que hubiese llevado consigo una rica dote,
pero se negaron a cederle Normandía.483504 El duque de Borgoña, por su parte,
también accedió a ceder amplios territorios, pero no colmó las ambiciones
inglesas. por lo que tampoco fructificaron sus tratos con el soberano inglés. 493
Reanudación de la guerra: las campañas de Enrique V (1415-1422)[editar]
Enrique se proclamó rey de Francia en 1415 por ser nieto de Eduardo III y
descendiente directo de Felipe el Hermoso,504 mientras que los Valois
descendían de un hermano menor de este; desembarcó en Chef-de-Caux el 13
de agosto,505 cerca de la futura ciudad de El Havre al frente de un ejército de
trece mil soldados.506507 Terminaba así una fase de treinta y cinco años de paz
relativa.507 Por una vez, el monarca inglés no deseaba limitarse a realizar una
cabalgada por Normandía, sino a adueñarse de la región. Tomó Harfleur tras
cinco semanas de asedio,504 a cuyos habitantes expulsó para instalar en la
ciudad colonos ingleses.508505 Sin embargo, la disentería comenzó a hacer
estragos entre la tropa y el rey hubo de abandonar la conquista.504 Decidió
regresar a Inglaterra desde Calais.504505

La batalla de Azincourt, en una miniatura de la Crónica de San Alban.

Armañac y borgoñones aparcaron sus diferencias con cierta dificultad para


hacer frente a la invasión inglesa.505 Pactaron la Paz de Arrás entre septiembre
de 1414 y febrero de 1415, que anuló el destierro del duque de Borgoña; la
situación entre los dos bandos franceses siguió siendo tensa pese a todo. 505 El
ejército francés alcanzó a Enrique V cuando este cruzaba Picardía camino de
Calais.504 Sin embargo, los armañac se opusieron a que el duque de Borgoña
tomase el mando general del ejército y este se retiró con sus hombres, lo que
redujo el ejército a unos veinte mil soldados.509nota 37 El resultado fue una nueva
repetición de Crecy: la pobreza táctica francesa y la mediocridad del mando
permitieron que los ingleses volviesen a acabar con buena parte de la nobleza
francesa en la batalla de Azincourt del 25507 de octubre de 1415.510511505 La
victoria inglesa permitió que el ejército victorioso pudiese embarcarse sin
percances rumbo a Inglaterra el 16 de noviembre,505 agravó las disensiones
entre las fracciones francesas y allanó el camino a nuevas campañas de
Enrique V en Francia. Los armañac trataron infructuosamente de recuperar
Harfleur con el concurso de la flota castellana en agosto de 1416.512 La defensa
del reino quedaba completamente en sus manos tras el acuerdo que Enrique V
logró con el duque de Borgoña, que prometió hacerse vasallo del rey inglés
cuando este consiguiese hacerse con Francia.512
El rey inglés recaudó fondos para emprender la conquista mediante asedio de
los castillos franceses fortificados en tiempos de Carlos V. Volvió a Normandía
dos años después de la victoria de Azincourt con un ejército de entre diez y
doce mil soldados y poderosa artillería.513512514 El objetivo era el mismo que en
1415: la conquista del ducado normando.512514 Caen fue tomada tras denodada
resistencia el 20 de septiembre y su población expulsada,514 como en su día lo
había sido la de Calais.512 Argentan y Alenzón cayeron al mes siguiente.514 La
guerra civil francesa facilitó las conquistas de Enrique V de Inglaterra: se hizo
con todas los castillos y ciudades normandas en menos de dos años.514
Ruan se había rendido por hambre el 19 de febrero de 1419.515512
Únicamente Mont-Saint-Michel resistía al monarca inglés en la primavera de
1419.516514
Armañac y borgoñones estaban enfrascados en una guerra civil que les impidió
esta vez hacer frente a la nueva expedición inglesa; el rey para entonces
estaba incapacitado y el delfín Carlos —luego Carlos VII— era demasiado
joven para actuar por su cuenta.512 París y el rey estuvieron en manos de los
primeros desde 1413 hasta 1418; Isabel de Baviera huyó de su destierro
en Tours el 8 de noviembre de 1417 y recibió el amparo de Juan sin Miedo en
Troyes.514 Los atropellos de los armañac siguieron a los de los borgoñones, por
lo que la capital volvió a entregarse a estos el 29507 de mayo de 1418 con la
complicidad de la reina;512 la política borgoñona de bajos impuestos en las
ciudades que dominaban les había vuelto a atraer a la población parisina, tras
haberles otorgado el control de otras en Picardía y Champaña.517518519 El nuevo
cambio de dueño desató otra matanza: los armañac fueron pasados por las
armas en una nueva carnicería en junio.514517 El delfín huyó520507 de la ciudad y
trató de recuperarla a los pocos días, peros sus mercenarios, aunque entraron
en ella, se desperdigaron en busca de botín y fueron finalmente vencidos;
Carlos se retiró a su infantado del Berry, dejando los territorios del norte del
reino en manos de los borgoñones.514 El delfín Carlos, a quien su padre había
nombrado lugarteniente del reino en junio de 1417,514 se proclamó regente en
diciembre.517 Se hizo con la jefatura del partido armañac y se instaló
en Bourges.520 En realidad era el condestable de Armañac quien ostentaba el
poder en esta fracción.514

Retrato de Juan sin Miedo, duque de Borgoña, jefe del partido borgoñón, fue asesinado cuando se
entrevistaba con su contrincante el delfín, lo que desencadenó la liga entre borgoñones e ingleses.

Enrique V de Inglaterra (de pie), en sus tiempos como príncipe de Gales, en una miniatura de 1411-
1413.

Los ingleses estaban ya en situación de apoderarse de París en 1419, lo que


impelió a armañac y borgoñones a tratar de unir fuerzas finalmente; el duque
de Borgoña y el delfín se reunieron en el puente de Montereau el 10 de
septiembre, tras diversas y poco fructíferas negociaciones en los meses
anteriores.520521507 El duque fue asesinado durante la entrevista por partidarios
del delfín;520522507nota 38 este rehusaba pactar con sus contrincantes. Se acusó al
delfín de ser el instigador del magnicidio, que resultó catastrófico para su
partido:523 Felipe el Bueno, hijo del asesinado, se coligó abiertamente con
Inglaterra en diciembre e impuso a Carlos VI la firma del Tratado de Troyes del
21 de mayo de 1420, para entonces ya completamente demente.520524507 El
tratado lo habían impulsado los grupos de poder parisinos (burguesía,
Universidad, consejeros de la Corona) ante la imposibilidad de hacer frente a la
ofensiva inglesa.520 Disponía que Carlos VI conservase la corona hasta su
muerte, que su hija Catalina desposase al rey inglés y que este heredase
Francia, que quedaría separada de Inglaterra y con sus leyes propias, pero con
un soberano común.520525 El delfín fue desheredado y su propia madre lo
declaró hijo ilegítimo.520525526 Enrique desposó a Catalina el 2 de junio.525 El rey
inglés fue además regente desde 1421.525527 Los Armañac denunciaron el
tratado y argumentaron en su favor el antecedente de la sucesión de Carlos
IV y la ley sálica para intentar vetar la sucesión a cualquier hijo que tuviese
Catalina. Francia quedó dividida en tres: los territorios al sur del Loira salvo la
Guyena eran fieles al delfín,55 el noroeste estaba en poder de los ingleses y el
resto, en el de los borgoñones.528529

Situación de Francia en 1429:


Territorios que reconocen a Enrique VI como rey Territorios que reconocen a Carlos VII como
rey Inglaterra Recio control inglés Otras zonas bajo control inglés Francia, «reino de
Bourges» Estados borgoñones Conquistas borgoñonas Estados borgoñones en el Sacro
Imperio Estados autónomos Plazas aisladas fieles a Carlos VII (1429)

Carlos se encontró con la necesidad de reconstruir la Administración Pública y


pagar tropas tras haber perdido el control del norte del reino.55 Optó por
cambiar la ley de la moneda para obtener fondos rápidamente, ya que los
ingresos habituales de la Corona se recaudaban únicamente una vez al año o
incluso cada tres, carecía de crédito para solicitar nuevos empréstitos y al
Valois le urgía obtener fondos.530 La devolución monetaria se debió también a
la continua mengua de los ingresos reales, que llevaban reduciéndose desde la
década de 1390, en parte debido a la crisis política francesa.55 Esta reducción
se sumó a la pérdida de los ingresos de Normandía y de las tierras de realengo
en la Isla de Francia y los territorios aledaños.531
Las tres Francias[editar]
Enrique V y Carlos VI murieron en 1422.532533 Carlos VI, fallecido el 22 de
octubre, había mantenido las simpatías populares hasta la muerte, pese a los
treinta años de locura.534535 Enrique VI, hijo de Enrique V, quedó como rey
tanto de Inglaterra como de Francia, pero era aún menor de edad —apenas
tenía ocho meses cuando falleció su padre el 31 de agosto—,533 lo que retrasó
el conflicto con sus enemigos franceses.532 Dos hermanos del difunto rey se
repartieron el poder: el duque de Gloucester quedó como protector de
Inglaterra, mientras que en Francia el regente era teóricamente el duque de
Borgoña, pero en la práctica lo era el de Bedford, jefe militar encargado de las
zonas ocupadas, excelente administrador, y que en abril de 1423 estrechó
lazos con Borgoña y Bretaña.532533nota 39 Para entonces la situación financiera
inglesa era mucho peor que en años anteriores,537 lo que complicaba
emprender nuevas campañas militares para someter los territorios franceses
que habían rechazado lo estipulado en Troyes.516 Enrique había exigido
esfuerzos excesivos a Inglaterra para sus campañas francesas, que se
mantuvieron con creciente dificultad.537 Además, la contribución menguó
notablemente tras la obtención por Enrique de la corona francesa: Inglaterra
consideraba que, a partir de entonces, la carga de someter a las provincias
rebeldes competía a los súbditos franceses.537 Las escasas tropas inglesas que
pasaron a Francia tras el fallecimiento de Enrique V tuvieron que pagarse con
dinero francés.537
Enrique —y luego su hermano el duque de Bedford— podía contar con la
tradicional lealtad de la Guyena, el dominio férreonota 40 de Normandía pese a
las partidas de campesinos opuestos a la autoridad inglesa y un control
bastante más débil de la zona parisina, Maine, Champaña y Picardía.540541nota 41
La escasez de tropas y la necesidad de continuar las operaciones militares
para someter por completo el reino impedían dominar estrechamente las
provincias supuestamente sometidas y obligaban a concentrar el grueso de los
hombres disponibles en algunas guarniciones y en el ejército que trataba de
dominar Maine y Anjou.537 Borgoña, por su parte fue distanciándose lentamente
de Inglaterra, tratando con el Carlos y frustrando las operaciones militares de
su supuesto aliado.542 Los ingleses no podían confiar completamente en la
fidelidad de las guarniciones leales al duque de Borgoña, que actuaban por su
cuenta, ni en las tierras que admitían su autoridad, en las que ejercían una
influencia vaga y débil.537 El control inglés era especialmente endeble en el
campo, donde subsistieron territorios y grupos fieles al delfín Carlos, si bien su
fuerza y situación cambió con el tiempo.543 En conjunto, los ingleses nunca
llegaron a señorear firmemente el norte de Francia.543
Los partidarios del delfín lo reconocieron como rey rival (Carlos VII).532 Carlos
contaba con el apoyo de importantes familias nobles, como los Orleans,
Borbón, Anjou, Foix y Comminges.544545 Tenía la ventaja de dominar un
territorio compacto, sin zonas fieles al adversario y sin bandas enemigas, al
contrario de lo que sucedía en el norte del reino.545 Un territorio en conjunto
más amplio y más rico que el administrado por los Lancaster.546 Además de
gozar del apoyo de la mayoría de las grandes familias nobles del país, tuvo
asimismo la del funcionariado purgado por el duque de Borgoña, que le
permitió organizar una Administración Pública paralela a la angloborgoñona. 547
Se coligó con Escocia, que le aportó arqueros que permitieron equilibrar la
situación militar ante la ausencia del duque de Borgoña, dedicado a aumentar
sus posesiones en el Henao y Holanda.548 También mantuvo la alianza con
Castilla y la simpatía de Saboya.544 Su principal debilidad era la falta de un
equipo de colaboradores eficaz, las continuas intrigas de su corte y su propia
indolencia.544549 La mala administración perjudicó además la gestión de los
ingresos, probablemente dilapidados por los cortesanos durante los primeros
años de reinado y que llevó a nuevas devaluaciones monetarias para obtener
fondos.550 La desorganización del «reino de Bourges» se plasmó también en
las caóticas operaciones militares, dependientes fundamentalmente de las
bandas armañac, indisciplinadas y propensas al saqueo, y de mercenarios,
más eficaces pero también rapaces.550
Fortalecimiento de Borgoña: el fiel de la balanza[editar]
El duque Felipe III de Borgoña se dedicó a consolidar los amplios territorios
heredados.544 Influía en Brabante desde 1406 y sometió luego a su autoridad
otros territorios próximos: Namur (1421), Henao y Holanda (1428).544 Además,
estrechó lazos con Inglaterra y Bretaña mediante matrimonios, como ya habían
hecho sus antepasados con Austria (1378), Baviera (1385), Saboya (1386) y
Luxemburgo (1393).544 Borgoña, potencia creciente, había favorecido en
Troyes la opción de la doble monarquía anglo-francesa con rey común, pero
con el tiempo fueron aflorando las diferencias de intereses con Inglaterra. 551
El duque de Bedford cedió Champaña y Brie a Felipe en 1430 para tratar de
mantener la liga con él, aunque para entonces estas regiones contaban con
importantes plazas en poder del enemigo.552 El comienzo del cambio de bando
de Felipe se dio con la firma de una tregua de seis años que se firmó en 1431
merced a la mediación papal.552
Los combates de la década de 1420[editar]
Los enfrentamientos de la época, una serie de cabalgadas y batallas entre las
que se contaron las de Baugé, Cravant, La Brossinière y, Verneuil o el sitio de
Montargis, que no cambiaron la situación. El comienzo de la década de 1420
se caracterizó por el avance anglo-borgoñón por Maine.551 Los coligados
vencieron en Cravant en julio de 1423 a un ejército del delfín que intentó
penetrar en Champaña,553 pero perdieron semanas después en La
Brossinière.551 El duque de Borgoña logró con apuros fijar el frente oriental en
el Loira.553 La modesta victoria de La Brossinière animó a los partidarios de
Carlos VII a tratar de arrebatar Normandía al enemigo, pero fueron vencidos
contundentemente en Verneuil el 17 de agosto de 1424.551 La población había
hecho un gran esfuerzo inútil para reunir el dinero para pagar a los mercenarios
escoceses del condestable Buchannota 42 y los lombardos, que fueron
aniquilados en una nueva repetición de Poitiers o Azincourt.554
Paradójicamente, la población recibió como una liberación el exterminio de los
mercenarios, pese a suponer una grave derrota para los Valois. 550 El duque de
Bedford no pudo sacar provecho de esta victoria porque sus aliados
comenzaron de abandonarlo.551 El duque de Bretaña se reconcilió
temporalmente con Carlos VII y su hermano Arturo de Richemont fue
nombrado condestable, cargo en el que desempeñó un destacado papel en los
años siguientes.551 Cayó en desgracia en 1427, cuando hubo de refugiarse en
Bretaña.555
Carlos VII se encontraba más débil que nunca en 1428: el enemigo había
finalmente las tierras entre el Sena y el Loira y se aprestaba a acometer a
Carlos en el núcleo de los territorios que le eran fieles, el Berry, y para ello
preparó el cruce del Loira.555 Los ingleses reanudaron la ofensiva en 142855
asediando Orleans desde el 12 de octubre, tras lentos preparativos
estivales.555556557 La plaza tenía importancia estratégica en cuanto llave
del Loira y se consideraba un símbolo de legitimidad de Carlos.557555 En
realidad nunca quedó completamente aislada,558 sino simplemente cercada por
una serie de bastidas que entorpecían el acceso a ella, aunque hubiese
terminado por capitular si no hubiese sido socorrida.557555 Los primeros intentos
de auxiliarla fracasaron estrepitosamente.555 Orleans se avino a rendirse al
duque de Borgoña en febrero de 1429, pero los ingleses se negaron a no
apoderarse de ella como había dispuesto el Tratado de Troyes, lo que disgustó
a los borgoñones, que se retiraron del asedio.557559 En ese momento, cuando la
ciudad estaba a punto de capitular, se dio la intervención de Juana de Arco.557
559

Pérdida paulatina de los territorios ingleses en Francia[editar]


Juana de Arco[editar]

El sitio de Orleans en una miniatura de las Vigilias del rey Carlos VII de Marcial de Auvernia.

Coronación de Carlos VII en Reims.


Coronación de Enrique VI como rey de Francia en la catedral de Nuestra Señora de París.

Carlos VII aceptó enviar a Juana de Arco, joven campesina de Lorena sin
experiencia militar,558 a socorrer Orleans, cercada laxamente por los
ingleses.560 El invierno, las dificultades de abastecimiento y las enfermedades
habían debilitado para entonces a los cuatro mil sitiadores.558 Juana logró
penetrar en la ciudad el 29 de abril de 1429, acompañando a la gran caravana
de abastecimiento que se había preparado para avituallar la plaza. 561558 El 4 de
mayo los franceses tomaron una de las bastillas que rodeaba la ciudad y en los
días siguientes se apoderaron de otras dos.561 Los ingleses abandonaron el
cerco el 8 de mayo,562 tras intentar en vano librar una batalla campal con el
enemigo.561563 La liberación de la ciudad era el primer triunfo en mucho tiempo
de los partidarios de Carlos VII, aunque tuvo más trascendencia psicológica
que militar.561562 A continuación, cayeron en manos de los partidarios de Carlos
las demás posiciones inglesas junto al Loira.562

Principales batallas y operaciones en Francia entre 1415 y 1453.


Situación territorial en 1429: Inglaterra Conquistas inglesas Francia, «reino de Bourges» Estados

borgoñones Conquistas borgoñonas Estados autónomos Reconquistas de Carlos VII (1429-


1453)GUYENA 1453 Territorio y año de reconquista francesa
Campañas y batallas Cabalgada de Enrique V en 1415 Cabalgada de la coronación y campaña de Juana de Arco

(1429) Viaje de Juana de Arco a Chinon (1429) Batalla, victoria francesa


Batalla, victoria inglesa

Juana deseaba encaminarse a continuación a Reims, pese a la dificultad


aparente de la operación dado que la ciudad se encontraba en plena zona
borgoñona.562 En realidad, algunas de las ciudades se entregaron sin resistir al
ejército de Carlos.562nota 43 Carlos VII podría haber sido coronado en Orleans
como ya lo había sido en el pasado Luis VI, pero el serlo en Reims reforzaría
notablemente su prestigio y legitimidad. La victoria francesa en la batalla de
Patay (18 de junio de 1429) en las que las tropas del delfín las mandó el nuevo
condestable Arturo de Richemont pese a que Carlos atribuyó la victoria a
Juana,562 permitió la coronación.564565 El acto, pese a lo austero —solamente
asistieron tres obispos, ninguno de los pares del reino y los símbolos regios no
se pudieron usar por estar en París—, reforzó el prestigio de Carlos frente a su
contrincante.565566 Las conquistas de sus partidarios continuaron a lo largo del
verano (Laon, Senlis, Soissons y, finalmente, Saint-Denis), pero se frenaron en
el otoño, con el fracaso ante París el 8 de septiembre, aún firmemente
borgoñona y temerosa de nuevas matanzas si era tomada por Carlos VII. 565567
El prestigio de Juana, pese a los últimos reveses, originó envidias entre los
colaboradores del rey, que la despacharon con escasos medios a campear en
una expedición de resultado ambiguo (derrota ante La Charité-sur-Loire, pero
victoria en Louviers y Château-Gaillard).565568 Juana perdió influencia a partir de
la coronación de Carlos, que dejó de apoyarla.17 La falta de fondos y la llegada
del invierno hizo que Carlos VII ordenase un repliegue hacia el Loira y el
licenciamiento de la mitad de las tropas.565567 La fracción cortesana partidaria
de la diplomacia lo convenció de entablar conversaciones con el duque de
Borgoña.565 La corte preveía para 1430 afianzar lo conquistado y no adquirir
nuevos territorios, por lo que Juana marchó en campaña con algunos de sus
seguidores, sin respaldo real.569568 La hacienda real había quedado agotada
por la expedición de la coronación y no contaba con dinero para reunir un
ejército ese año, por lo que únicamente las bandas de mercenarios que
robaban a la población operaron en 1430.568 Juana fue apresada el 23 de mayo
cuando trataba de socorrer Compiègne, que se había pasado a Carlos VII,
por Juan de Luxemburgo, que la vendió a los ingleses.569570 Carlos VII no hizo
intento alguno por libertarla, pues su proceso lo libraba de una molesta
partidaria de la guerra al ultranza.17571 Para los ingleses, el juicio de la
prisionera era una forma de desacreditarla e, indirectamente, a Carlos VII.569572
La juzgó, de manera impecable para la época, un tribunal eclesiástico presidido
por el obispo de Beauvais, Pierre Cauchon, partidario del partido borgoñón.569
573 Condenada por herética y relapsa al haber confesado sus errores y luego

haber renegado del arrepentimiento pasajero, fue quemada en Ruan el 30 de


mayo de 1431.574575 La muerte de Juana no acabó con el proyecto de expulsar
a los ingleses de Francia, que dirigieron entre otros algunos de sus estrechos
colaboradores de su corta carrera militar, pero este se alargó durante más de
veinte576 años y necesitó tanto de operaciones militares como de maniobras
diplomáticas para poder concluirse.574
Empeoramiento de la posición inglesa[editar]
La maniobra de coronación descolocó a Enrique VI, que había sido coronado
rey de Inglaterra en Westminster en 1429, pero aún no de Francia; hubo de
serlo en la catedral de Nuestra Señora de París el 17 de diciembre de 1431, en
una ceremonia deslucida por la ausencia de gran parte de los obispos
franceses.552572 Las continuas incursiones enemigas en la comarca parisina
hicieron que Enrique abandonase la ciudad pasada la Navidad.552 Ni el
ajusticiamiento de Juana de Arco ni la coronación en París mejoraron
sustancialmente la situación inglesa,572 cada vez más débil por la pérdida
paulatina del apoyo de la burguesía y del pueblo llano en general, aunque la
Administración y la Universidad siguió fiel a Enrique;577 el descontento se
plasmó en el aumento del número de levantamientos.552578
La situación política y militar de Inglaterra comenzó a empeorar a partir de
1431. Nunca había logrado ocupar firmemente los territorios obtenidos en
el Tratado de Troyes: Picardía y Champaña lo estaban solamente en parte y en
la Isla de Francia había partidarios de Carlos VII que conservaban algunas
plazas fuertes y otros que se refugiaban en los bosques de Hurepoix. Los
territorios entre el Saona y el Loira estaban divididos en cuanto al rey que
reconocían como señor579 Los capitanes franceses579 Dunois, La
Hire, Barbazan y el mercenario Rodrigo de Villandrando atacaron
repetidamente tanto la Champaña como la Isla de Francia con sus bandas de
saqueadores apodadas por la población «desolladores» (écorcheurs).580577
Paradójicamente, la población no culpaba de sus desmanes a Carlos, en cuyo
nombre talaban las provincias septentrionales, sino a los ingleses, incapaces
de ponerles fin y asegurar el orden.577 Por añadidura, el odio que habían
suscitado los ingleses entre parte de la población originó numerosos
levantamientos, que hicieron que, por ejemplo, la situación en Normandía se
hiciese cada vez más difícil para aquellos. Los franceses estuvieron a punto de
apoderarse del castillo de Ruan en 1432.581552577 En 1434, Normandía se
hallaba casi totalmente en rebelión tras el aumento de impuestos que aplicó la
administración inglesa, pese a la cruenta represión que ordenó el duque de
Bedford.580552577 Juan sin Miedo había prometido rebajas fiscales que los
ingleses no pudieron cumplir.579 Incluso la fundación de la Universidad de
Caen en 1432 supuso complicaciones: para los maestros de la de París,
supuso la aparición de competencia y enemistó a estos con los ingleses. 580 En
París las simpatías por los ingleses también estaba menguando según crecían
las dificultades y el acoso de las bandas de Carlos VII.577
La Hire y Saintrailles aplastaron al ejército inglés del conde de Arundel en
la batalla de Gerberoy.
Cambio de bando de Borgoña[editar]
La derrota y la presión de las ciudades flamencas y de París, que deseaban la
paz por motivos económicos, hicieron que el duque de Borgoña se aviniese a
tratar con el enemigo.580 Para Carlos, indolente y más propenso a la diplomacia
que a la guerra, la conciliación con el duque era también aconsejable, la mejor
manera de someter a su autoridad el norte del país, ya que tampoco contaba
con recursos para imponerse por las armas.582 Los contactos entre ambos
nunca habían cesado por completo y se intensificaron ya desde 1432. 583 Las
conversaciones comenzaron en Arrás en agosto de 1435, y a ella acudieron
representantes del duque de Borgoña así como de los dos reyes
enfrentados.584585 La oferta de paz inglesa fue pronto descartada y a finales de
mes el legado pontificio criticó su postura con dureza, al tiempo que admitía la
legitimidad de Carlos VII.586587 Los delegados ingleses se retiraron una semana
después, en teoría para consultar con su señor, si bien la marcha fue definitiva
y allanó las negociaciones entre Carlos VII y Felipe de Borgoña. 586587
Carlos VII se disculpó en 1435 por el asesinato de su padre,nota 44 lo que
permitió la firma del Tratado de Arrás entre armañac y borgoñones.588589 El
tratado amplió los territorios del duque de Borgoña, que recibió los condados
de Auxerre, de Mâcon, de l Ponthieu y Boulogne, los señoríos de Péronne,
Royes y Montdidier y como aval del cumplimiento del pacto ciudades de
Picardía (Amiens, San Quintín, Corbie y Abbeville, entre otras).580586587 Felipe
quedaba eximido de hacer homenaje a Carlos durante el resto del reinado de
este y también de prestarle ayuda militar.590587 El tratado acabó con el equilibrio
entre los dos contendientes, dando clara ventaja al bando francés frente al
inglés; solamente un gran señor francés reconocía ya la autoridad de Enrique:
el duque de Bretaña.590591 Todos los territorios dominados por el duque de
Borgoña pasaron a someterse a la autoridad de Carlos.592 Estallaron casi al
punto alzamientos la región de Caux y en el valle de Vire.593 Casi de inmediato,
los franceses se hicieron con Dieppe,592 Montivilliers y Harfleur.593 La Isla de
Francia pasó a manos de Carlos VII durante el invierno de 1435.592 París,
agotado y cercado, abrió las puertas al condestable Arturo de Richemont el 13
de abril de 1436.590594595 Este proclamó el perdón general del rey.593590
Mientras, este reordenaba el reino y se aprestaba a continuar la reconquista de
territorios.596 Para entonces Enrique VI solamente conservaba en Francia parte
de la Guyena, la mayor parte de Normandía y una sección de Maine. 596 El
acuerdo entre Carlos y el duque de Borgoña supuso casi la reunificación total
del reino, pero para la población marcó el comienzo de otra época de
atrocidades por parte de las tropas licenciadas, que se dedicaron a saquear el
país, salvo las ciudades con defensas más recias, las únicas que pudieron
evitar sus desmanes.597 Los jefes de estas bandas operaban casi con
impunidad y en ocasiones incluso proclamaban actuar en nombre del rey.598
La ventaja militar de Carlos quedó compensada en parte por la derrota
borgoñona cuando las milicias flamencas trataron de arrebatar Calais a los
ingleses en 1438.590 El grave revés y la posterior tala del territorio flamenco del
duque obligaron a este a firmar una tregua con los ingleses.590
Vanos intentos de firmar la paz, tregua de Tours (1439-1449) y reformas militares
francesas[editar]

Carlos VII, retratado por Jean Fouquet.


La conferencia de paz de Gravelinas de 1439 fracasó por las mismas razones
que la anterior de Arrás: las grandes diferencias entre las posiciones de los dos
reyes rivales.599600 Carlos VII hubo de aplastar al año siguiente una peligrosa
conjura, la de la Praguerie, en la que participaron tanto el duque de Borgoña
como destacados miembros de la nobleza (los duques de Anjou, Borbón,
Bretaña y Alenzón, además del mismo delfín).599601 La conspiración buscaba
limitar el poder real, ya había tenido un precedente menor en 1337 y solicitó
ayuda a los ingleses,601 lo que no impidió que fuese aplastada por el ejército
del rey a lo largo de 1440 y 1441.599 La superioridad militar del rey respecto de
los rebeldes y la falta de participación del duque de Borgoña hicieron fracasar
la rebelión.601 La represión del levantamiento le permitió a Carlos VII expulsar
definitivamente a los ingleses de la Isla de Francia, hacerse con Dax y Tartas y
amenazar incluso Burdeos.599602 Hubo una nueva alianza de príncipes entre
finales de 1440 y 1442 que culminó en una reunión en Nevers y en la que sí
participó el duque de Borgoña, que trató de hacerse con el papel principal en el
reino; el rey y sus consejeros la desbarataron atrayéndose a algunos de los
conjurados.601
La última fase de la guerra fue larga y se caracterizó por el fin de la
superioridad inglesa en las batallas campales; la supremacía de los arqueros y
de la infantería dejó paso paulatinamente a la hegemonía de la artillería de
campaña francesa, que organizó Jean Bureau, que permitía desorganizar las
filas enemigas antes de acometerlas con la caballería pesada.12 Enrique VI,
cuya madre era francesa, era poco propenso a la guerra y su consejo se dividió
respecto a la conveniencia de continuar con el conflicto una vez que falleció el
duque de Bedford. Los dos bandos firmaron una nueva tregua, la de Tours en
1444, que Carlos VII aprovechó para reorganizar el ejército.603604 La tregua
debía durar diez meses, pero se fue renovando sucesivamente hasta durar
cinco años.599 Los Estados del Languedoil le permitieron en 1438 y 1443
recaudar los impuestos sin tener que reunirlos anualmente para aprobarlos, al
igual que hicieron los del Languedoc en 1439; nació así el impuesto
permanente.605 Esto le permitió al rey formar un ejército permanente y evitar la
licencia de mercenarios, que acababan saqueando el reino.606 Se deshizo de
veinte mil de estos enviándolos a las órdenes del delfín Luis a combatir a los
cantones suizos alzados contra el duque de Austria. Muchos de ellos
perecieron en los combates contra suizos y alsacianos.607 Otros fueron
incluidos en el nuevo ejército en pequeños grupos y un tercer contingente fue
licenciado y devuelto a sus lugares de origen —muchos de estos eran
castellanos—.607
En conjunto, Carlos VII solamente conservó a la mitad de los soldados, que
organizó en nuevas unidades denominadas «lanzas».604 Estas constaban de
un hombre de armas, dos arqueros de a caballo, un cuchillero armado con
espada y daga larga, un paje y un lacayo, si bien estos dos últimos no solían
combatir. Cien lanzas formaban una compañía y quince compañías,604 con
unos nueve mil hombres, seis mil de ellos combatientes, un ejército (grande
ordonnance). Primero se formaron tres compañías, permanentes y destinadas
al comienzo a guarnición de ciudades, que debían sufragar sus gastos, lo que
ahorraba estos dispendios al tesoro real.604 A estas unidades añadió mediante
la ordenanza de 1448 (petite ordonnance) otras que se reunían en caso de
movilización general: cada parroquia (formaba por cincuenta hogares)608 debía
aportar al rey un arquero experto y equipado.604 Este quedaba exento del pago
de la talla y recibió el nombre de «arquero libre» (del pago del impuesto).608604
Los agentes reales escogían a estos arqueros, que llegaron a ser unos ocho
mil, lo que permitió por fin al reino medirse con cierta igualdad a los arqueros
del rey inglés. Esta nueva organización no excluyó, sin embargo, que el rey
siguiese contratando mercenarios cuando lo consideró oportuno:605 existió, por
ejemplo, una guardia escocesa permanente.607 Por su parte, la artillería se
organizó en parques, grupos de veinte piezas. Al comienzo, se utilizó en
asedios, y luego se empleó también en campo abierto. En total, Carlos contaba
con un ejército de quince mil soldados adiestrados, que se podía desplazar a
caballo y, por tanto, raudamente.605
Los arqueros ingleses, cuya formación era muy lenta, fueron menguando en
número con las sucesivas batallas. A los que apresaba el enemigo les
amputaba el dedo corazón para impedirles utilizar el arco.609 No solo decreció
su número, sino también su eficacia, porque los caballos franceses ya
marchaban al combate protegidosnota 45 y la caballería tendía ya a evitar los
asaltos frontales y a acometer a los arqueros por los flancos, como en la batalla
de Patay, en la que muchos de estos perecieron.
Nuevos combates: conquista francesa de Normandía y Guyena[editar]
Últimas batallas decisivas

Dos victorias claves de la conquista de Carlos VII: la de Formigny (1450), que acabó con el intento
inglés de conservar Normandía, y la de Castillon (1453), que anuló la recuperación de la Guyena,
que se había rebelado contra los Valois.

La excusa de Carlos para romper las treguas con Inglaterra fue la toma
de Fougères el 24 de marzo de 1449 por François de Surienne, que se la
arrebató al duque bretón coligado con el rey francés; la conquista se había
hecho por encargo del duque de Somerset, lugarteniente de Enrique VI en
Normandía.608606611 Mantuvo las negociaciones con Inglaterra durante unos
meses, mientras se aprestaba a intervenir en Normandía y sus capitanes
combatían ya, aunque oficialmente lo hiciesen al servicio del duque de
Bretaña.612 Carlos atacó Normandía desde tres direcciones.612 La población
consideraba ya a los ingleses como meros ocupantes, por lo que en una sola
campaña, la de 1449-1450 bastó a los franceses para adueñarse del
ducado.613612 La campaña de conquista comenzó con una serie de asedios en
los que destacó la importancia de la artillería: en algunas semanas los
franceses se apoderaron de Lisieux, Argentan, Saint-Lô y Coutances.608612 Los
habitantes de Ruan abrieron las puertas de la ciudad a Carlos VII, que llegó a
ella el 10 de noviembre.608 Somerset no pudo ni siquiera sostenerse en la
ciudadela.608612 La conquista de Honfleur supuso también recobrar el dominio
del estuario del Sena. Los ingleses despacharon un pequeño ejército de
socorro con gran esfuerzo dada la mala situación del erario, que desembarcó
en Normandía pero fue debelado en la batalla de Formigny el 15 de abril de
1450, choque en el que la artillería desbarató las filas inglesas; los arqueros
cargaron para tratar de acallar dos culebrinas, pero fueron barridos por la
caballería bretona del condestable de Richemont,nota 46 cuya intervención
resultó decisiva para asegurar la victoria francesa.614615616 Esta victoria facilitó
la expugnación de las plazas todavía en manos inglesas y Cherburgo cayó en
poder de los franceses cuatro meses después, el 12 de agosto, lo que puso fin
a la presencia inglesa en el ducado.616614
La pérdida de Normandía desató una crisis en Inglaterra, donde estalló
una rebelión que impidió reforzar las defensas de la Guyena, en siguiente
objetivo del enemigo.616617 La revuelta se debió a la conjunción de las derrotas
en Francia, la aplastante tributación y los desmanes de los soldados que
habían vuelto del continente.614 Los rebeldes llegaron a adueñarse de Londres,
pero fueron vencidos por un ejército real el 5 de julio.618 La Guyena, gran
exportadora de vino a Inglaterra, no era profrancesa.618619 El ejército de Carlos
VII se adueñó pese a ello de la región entre octubre de 1450 y agosto de 1451
ante la falta de socorros desde Gran Bretaña.616618nota 47 La conducta de los
administradores Valois y la vieja lealtad al rey inglés desataron un
levantamiento proinglés, atizada por la oposición de los naturales a la onerosa
fiscalidad impuesta por Carlos VII.620621 Una expedición inglesa al mando del
anciano Talbot recobró Burdeos en octubre de 1452.620621 La población de la
zona se alzó en su favor y expulsó a las guarniciones francesas.621 Carlos VII
se dispuso a batir a los ingleses en campo abierto: el choque se produjo el 7 de
julio de 1453 en Castillon, después de que el ejército francés se hubo separado
en varios grupos.620622 Los ingleses asaltaron las defensas francesas, pero
fueron destrozados por la descarga de la artillería enemiga, compuesta por
trescientas piezas cargadas de metralla que disparó desde el flanco.623624 La
descarga hizo una carnicería entre las filas inglesas; los supervivientes
hubieron de enfrentarse a la carga de la caballería bretona, que remató la
matanza, en la que perecieron unos cuatro mil ingleses.624623 La victoria
francesa resultó decisiva y puso fin al intento de reconquista inglés, si bien las
últimas operaciones duraron varios meses más.623
El cerco de Burdeos comenzó tras el choque de Castillon e incluyó el bloqueo
naval.623 La población de la zona estaba decidida a resistir al ejército francés,
pero no contó con el auxilio de Inglaterra, por lo que a finales de septiembre se
entablaron negociaciones para capitular.623 La ciudad se rindió finalmente el 19
de octubre.623 Según lo pactado, Burdeos perdía sus privilegios: el derecho a
acuñar moneda, el de aprobar impuestos, su Parlamento, etc. 623 Se le impuso
además una multa y se desterró a los burgueses más destacados del partido
anglófilo.623 Muchos señores gascones fueron entregados a Carlos VII o
hubieron de partir al destierro, como fue el caso de Pierre de Montferrand,
señor de Langoiran. Inglaterra solamente conservó en el continente Calais, que
Felipe el Bueno había insistido que conservase para no afectar a la importación
de lana inglesa que resultaba indispensable a la economía de Flandes. 619 La
dilatada contienda no acabó con la firma de paz alguna, pero la guerra civil que
padeció Inglaterra durante treinta años impidió que se diesen más combates
con Francia en el continente y por ello estos acontecimientos de la Guyena se
suelen considerar el fin de la guerra.623
Tensión posbélica (1453-1477)[editar]
Choques menores[editar]
Véase también: Tratado de Picquigny

Francia tras la larga contienda: Tierras de realengo francesas Tierras del duque de

Borgoña Posesiones inglesas

No hubo firma de tregua tras la batalla de Castillon.620 No hubo más batallas


campales entre los dos reinos, pero existía la posibilidad de que el conflicto se
reanudase en cualquier momento. Los dos países se limitaron, sin embargo, a
una serie de incursiones: los franceses atacaron Sandwich (1457) y la isla de
Wight y los ingleses, la isla de Ré.625
Crisis dinástica en Inglaterra[editar]
La dificultades de la monarquía inglesa por la disputa del poder empezaron
nada más sofocarse la revuelta de Cade en 1450 y fueron consecuencia de la
usurpación de Enrique IV en 1399.626 La nueva dinastía no había sufrido
grandes embates mientras habían durado las victorias militares en Francia,
pero las derrotas la pusieron en entredicho.626
Enrique VI fue cayendo en la locura a partir de 1453, como le había sucedido a
su abuelo Carlos VI.626 Esto reavivó la cuestión del poder en Inglaterra (Enrique
VI pertenecía la casa de Lancaster que le había arrebatado el poder a la de
York en 1399). El consejo real lo dominaba la reina Margarita de Anjou, que
abogaba por conciliarse con Francia.626 Esta posición era contraria a la que
defendía la mayor parte de la nobleza inglesa; el duque Ricardo de York, muy
querido por la burguesía y el pueblo londinense, la hizo responsable de la
derrota ante los franceses y exigió para sí la regencia; fue el jefe del partido
belicista.627 Las dos fracciones se disputaron la corona a partir de 1455 en la
denominada guerra de las Dos Rosas.628 Ricardo venció en la primera batalla
de Saint Albans, lo que le permitió gobernar Inglaterra durante los cuatro años
siguientes, con el rey Enrique VI en semicautividad. Los Lancaster habían
quedado debilitados, pero prepararon la revancha acaudillados por la reina
Margarita, que conservaba el título real. La oportunidad surgió cuando Enrique
VI recobró inopinadamente la razón. El rey fue informado de las actividades de
Ricardo, que fue expulsado de la corte en 1459. Los yorkistas sufrieron varias
derrotas y los lancasterianos liberaron al rey en 1461. Ricardo Neville, conde
de Warwick, dio un paso decisivo: tras la victoria de Towton de marzo de 1461,
llevó al Eduardo de York a Londres para proclamarlo rey el 28 de junio de 1461
con el nombre de Eduardo IV. Inglaterra tuvo entonces dos reyes: Enrique VI,
sostenido por los Lancaster, y Eduardo IV, apoyado por Warwick y los York. 629
Nueva liga angloborgoñona[editar]
Los duques de Borgoña había reunido vastas posesiones durante la segunda
parte de la guerra, desde los tiempos de Felipe el Atrevido, que abarcaba tanto
la Borgoña propiamente dicha como el Franco Condado, la Picardía, el Artois,
Henao, Brabante, Holanda y Luxemburgo, entre otras tierras. El Tratado de
Arrás de 1435 hizo independiente a la Borgoña de Felipe III el Bueno. Su
hijo, Carlos el Temerario, le sucedió en 1467; ambicioso, esperaba comunicar
sus tierras mediante la anexión de parte de Alsacia y Lorena y hacerse coronar
rey, alcanzando así el título de su rival, el monarca francés.
Margarita huyó a Escocia y luego a Francia, donde firmó una tregua con
Carlos.630 Eduardo IV se enemistó con Warwick, para entonces gran amigo del
rey francés Luis XI, al adoptar una política demasiado favorable a los
borgoñones del duque Carlos y hostil a la paz con Carlos VII.631 Sin embargo,
Warwick, apodado el «entronizador de reyes», había sido el principal artífice
del advenimiento de Eduardo al trono inglés. El rey lo apartó en 1464 y luego
hizo lo mismo con la familia Neville. Warwick hubo de refugiarse en Francia en
1470 y se reconcilió con los Lancaster por mediación de Carlos VII.632 Luis XI
mantuvo inmovilizados a los yorkistas mediante una serie de maniobras de
distracción: reunió una flota en Normandía en 1468, que parecía estar
aprestándose para desembarcar en Inglaterra, aunque en realidad no se había
concentrado ejército alguno para la supuesta ofensiva. Los Lancaster sí que
reunieron tropas mercenarias, con contribuciones monetarias del soberano
francés que, no obstante, negociaba el fin de la larga contienda
simultáneamente con Eduardo IV; el ejército de los Lancaster desembarcó en
Inglaterra en septiembre de 1470.632 Enrique VI recobró la libertad y el trono,
pero Eduardo IV contraatacó con la ayuda de Carlos el Temerario: venció a
Warwick en la batalla de Barnet del 14 de abril de 1471 y a los propios
Lancaster en la de Tewkesbury el 4 de mayo, en la que pereció el hijo de su
rival Enrique VI; Eduardo recuperó el poder e hizo matar a Enrique VI.633 La
victoria de los York reforzó la liga entre Inglaterra y Borgoña y lo más que
Carlos VII pudo hacer para evitar una ofensiva fue pactar una tregua con
Inglaterra en septiembre de 1471 y otra en marzo de 1473.634 Mientras,
Eduardo IV firmó un tratado con Carlos el Temerario en 1474 y el Parlamento
aprobó los subsidios necesarios para que el rey emprendiese una nueva
campaña en Francia.634
En el continente, Luis XI libraba una guerra indirecta contra Carlos el
Temerario, intentando en todo momento evitar los choques directos contra el
duque al tiempo que atizaba a los suizos y el Sacro Imperio contra él. Carlos
necesitaba adueñarse de territorios imperiales para unir sus dominios y su
expansionismo y poderío preocupaban a los suizos. Luis y los suizos se
opusieron firmemente a que el candidato borgoñón obtuviese la mitra
arzobispal de Colonia. El rey francés financió luego, 1474, la revuelta de
ciudades alsacianas que apoyaron los cantones suizos, cuyo temible ejército
pagó en parte el soberano francés.635 Eduardo IV desembarcó en Calais en
julio de 1475, por petición del duque Carlos y se encaminó hacia Reims a la
cabeza de entre veinte y treinta mil soldados para hacerse coronar rey de
Francia.634 El duque de Borgoña se unió tardíamente y con escasas fuerzas a
su cuñado, el soberano inglés.634 Los aliados no recibieron ayuda alguna de los
príncipes franceses, por lo que aceptaron negociar con Carlos VII. 634
Tratado de Picquigny[editar]
Los dos reyes se encontraron a finales de agosto en Picquigny, en
el Somme.634 Luis XI le ofreció trescientos carros de vino a Eduardo. El ejército
de este se embriagó con el vino y el rey inglés accedió a retirarse a cambio de
un pago inmediato de setenta y cinco mil escudos y una pensión vitalicia de
otros sesenta mil.636 Otros cincuenta mil servirían de rescate por Margarita de
Anjou.636 Estos ingresos permitían al soberano inglés prescindir del Parlamento
y al francés, neutralizar la liga de Eduardo con el duque de Borgoña. 636 El pacto
incluía una tregua de siete años.636 Quizá Luis XI prometiese al soberano inglés
dejar de entrometerse en los asuntos ingleses y que Eduardo IV deseaba evitar
un choque que podría habido terminar en derrota y poner en peligro su corona
en un momento en el que además su aliado el duque de Borgoña se hallaba en
dificultades con los suizos (tuvo que abandonar el asedio de Neuss ante la
llegada de un ejército de socorro imperial) y no hubiese podido auxiliarlo si lo
hubiese necesitado. El Tratado de Picquigny marcó el final de la guerra de los
Cien Años, si bien la tensión continuó y los reyes franceses hubieron de evitar
la reanudación de las hostilidades con continuas entregas de dinero.637636 El
rey inglés postergó indefinidamente su reivindicación del trono francés.638
Además, la maniobra alcohólica de Luis XI desacreditó a los ingleses, que
habían preferido emborracharse a combatir y que llevó a la ruptura de la
alianza anglo-borgoñona. Carlos el Temerario, vencido por los suizos, pereció
en la batalla de Nancy de 1477; su cadáver fue devorado por las fieras
salvajes. Calais siguió siendo inglés hasta la conquista francesa en 1558.

Consecuencias[editar]
Consecuencias demográficas[editar]
Mengua de la población europea
Según Mitre Fernández (1990), pp. 22, 24.639

Nota: Europa se clasifica en diversas regiones:


Italia, Iberia, Francia y los Países Bajos, las
islas británicas, Alemania-Escandinavia,
Polonia-Lituania y Hungría.

Difusión de la peste negra en Europa.

Los combates causaron pocos muertos. Hubo pocas batallas en la larga


contienda, en ellas pocas veces participaron más de diez mil hombres y la
costumbre de hacer cautivos para cobrar rescate por liberarlos reducía el
número de víctimas de los combates. Algunas batallas, como la de Poitiers o la
de Azincourt, sí que mermaron las filas de la nobleza francesa, por la decisión
inglesa de diezmar la caballería enemiga y no dar cuartel. Algunos estudiosos
calculan que la caballería francesa perdió un 40 % de sus miembros tan solo
en la batalla de Poitiers (1356) y un 70 % en la de Azincourt.405 Esto conllevó
un considerable debilitamiento de la baja nobleza; en Beauce, por ejemplo, en
1500 apenas el 19 % de los nobles ostentaban un título anterior al siglo XIV.43
La segunda gran catástrofe que mermó la población de la época fue la peste
negra de 1349, mucho más mortífera que la guerra, que resurgió en varias
ocasiones: entre principios del siglo XIV y mediados del XV, Europa Occidental
perdió el 30 % de la población.640262 La enfermedad había desaparecido de la
región desde 767.641 La expansión de la pandemia siguió las rutas comerciales:
la enfermedad llegó a Marsella, se extendió luego por el valle del Ródano y por
el Languedoc en febrero de 1348. Alcanzó Tolosa en abril y Burdeos en mayo;
de allí pasó a Inglaterra.642 Al brote letal de 1349 le siguieron otros muchos.
Estos rebrotes de la enfermedad aquejaron a poblaciones debilitadas por las
cabalgadas, el arrasamiento de las tierras para defenderse de estas, y los
saqueos de las compañías de soldados licenciados, muy perjudiciales para el
agro; la combinación dejó tierras abandonadas, hambrunas (1345-1348, 1351,
1361, 1368, 1373-1375) y aumento de la mortalidad.643 Si en el territorio de la
Francia moderna había en 1310-1320 unos veintiún millones de habitantes, en
1430 se calcula que apenas contaba con ocho o diez millones: había perdido
en torno al 60 % de la población y vuelto a cifras del año mil. La guerra estorbó
y ralentizó la recuperación de la población, notable en algunas ciudades, pero
no en otras.28 Tolosa, por ejemplo, pasó de tener unos treinta mil habitantes en
1335 a tan solo ocho mil un siglo después.28
Por su parte, Inglaterra había pasado de tener unos cuatro millones de
habitantes al comienzo del conflicto a no contar con más de dos millones cien
mil aproximadamente hacia 1400.644 Algunas regiones, como las otrora ricas
tierras entre el Sena y el canal de La Mancha, quedaron casi despobladas.645
Los campos ingleses se despoblaron en parte y se aceleró la transición a una
sociedad más mercantil con gran poder de las ciudades, en contraste con
Francia, cuya población siguió siendo en un 90 % rural.17 Las medidas para
intentar frenar la extensión de la enfermedad como la cuarentena de los navíos
que atracaban en Marsella en 1383 o la prohibición en Lille de enterrar a los
infectados en las iglesias de la ciudad, resultaron en general completamente
ineficaces.646 La reacción de la población ante la enfermedad fue muy variada,
desde los que se entregaron a un disfrute desesperado hasta lo que buscaron
chivos expiatorios (escogidos por su religión, su origen o su enfermedad),
pasando por los que interpretaron la peste como un castigo divino, lo que
acrecentó el fervor religioso.647
Consecuencias económicas[editar]
La reducción de la población por la guerra y las epidemias de peste y el
mantenimiento de la masa monetaria causaron un aumento de los precios. Esto
hizo más competitivos a los productos del Oriente Próximo, cuyo comercio
creció, surgiendo un déficit comercial de Europa respecto de esa región. 648 El
fomento del comercio a larga distancia favoreció la mejora de la navegación,
pero redujo la cantidad disponible de metales preciosos, lo que a su vez animó
a reducir la ley de las monedas.648 Esta reducción supuso una devaluación de
la moneda, que se sumó a la inseguridad de las rutas comerciales creada por
la contienda.296 Así, la economía cambió en algunos aspectos:

• Los avances técnicos que mejoraron la


navegación, que ya habían comenzado en
el siglo XIII, se extendieron durante la
guerra. Los barcos ganaron maniobrabilidad
merced al timón de codaste, crecieron en
tamaño, mejoraron el uso de
la brújula gracias a los estudios de Pierre de
Maricourt sobre el magnetismo (1269),649
que permitieron aplicar correcciones
debidas a la declinación magnética y
comenzaron a emplear la ballestilla para
calcular la latitud.648 Estas mejoras
permitieron la navegación transoceánica.650
La escasez de metales preciosos y el
crecimiento del comercio con Oriente
favorecieron el surgimiento de rutas
comerciales que unían Europa con Asia y la
búsqueda de nuevas fuentes de metales
preciosos.648
• La inseguridad de los caminos perjudicó
gravemente a la economía de Flandes y a la
de Francia: los flamencos abandonaron
las ferias de Champaña, que fueron
perdiendo importancia en favor de París. El
comercio textil pasó a realizarse
fundamentalmente por mar, rodeando la
península ibérica, lo que benefició a los
mercaderes italianos. Las rutas terrestres
entre Italia y los Países Bajos pasaban
entonces por Suiza y Alemania.651 El papel
comercial de Francia, potencia continental,
menguó.279651

El cambista y su mujer, obra de Quentin Massys (1514).

• El cese del tráfico a través del canal de La


Mancha, que ocurrió varias veces durante el
conflicto, afectó intensamente a la industria
textil flamenca, que al comienzo de la
guerra importaba lana inglesa. Inglaterra
compensó la pérdida de los vínculos con
Flandes creando lentamente su propia
industria de tejidos de lana, de gran calidad,
que impulsó a la competencia neerlandesa
a pasarse a la producción de paños de
menor calidad para seguir produciendo.652
La Corona fomentó la transformación
reduciendo la tributación de los tejidos
respecto a la de la lana, concediendo
generosos privilegios a los pañeros
extranjeros que se establecían en el reino
(1337) y prohibiendo tanto la exportación de
lana a Flandes como la importación de
paño.653 Esta situación hizo que muchos
tejedores flamencos itinerantes acabasen
por asentarse en Inglaterra. Incluso antes
de la gran peste de 1349, Flandes ya había
sufrido una crisis demográfica que comportó
una abundante emigración.654 Los pañeros
flamencos comenzaron a importar lana de
Castilla (lo que luego facilitó la integración
económica en el imperio de los Habsburgo
cuando ya los lazos con Francia se habían
debilitado por la decadencia de las ferias de
Champaña) y a emplear otras materias
primas como el lino.655
• La competencia inglesa redujo los
beneficios de los pañeros flamencos, lo que
determinó la diversificación de la economía
de la región, con el reforzamiento, por
ejemplo, de la actividad bancaria.279
• Creció el sector financiero, que empezó a
usar letras de cambio para asegurar los
fondos, que ya no necesitaban transportarse
con el correspondiente riesgo. Se extendió
además el servicio postal.656
• Los comerciantes se asociaron en
compañías y sociedades para mutualizar los
riesgos y crearon filiales independientes,
que reducían la extensión de las
bancarrotas.657
La consecuencia de la guerra y de la peste afectó de forma diferente a las
diferentes regiones francesas y al campo y las ciudades.658 Bretaña, el sur y las
regiones sometidas a los duques de Borgoña fueron menos perjudicadas y se
recuperaron antes de los estragos bélicos, al contrario que el núcleo del reino
(el Loira medio, Normandía, Champaña o la Isla de Francia), que aún a finales
del siglo XV seguían en un estado de postración.659 El agro también sufrió
bastante más que las ciudades.660 Algunas comarcas quedados casi desiertas
por la acción de los combates, el pillaje y las enfermedades.659 Los intentos de
reactivación, generales en todo el reino, se vieron estorbados por la onerosa
fiscalidad regia, que afectó particularmente a los jornaleros pobres. 661
La contienda afectó menos a Inglaterra.662 El fin del conflicto comportó el de la
aplastante fiscalidad y las obligaciones militares para la población trabajadora y
favoreció la aceleración del crecimiento económico, perceptibles desde hacía
décadas.662 La situación general del campesinado mejoró y casi desapareció la
servidumbre.662 La pujanza de la nueva industria textil fomentó también
comercio, todavía fundamentalmente en manos extranjeras, pero cada vez con
más participación de mercaderes ingleses.663 Las tensiones políticas no
perjudicaron sustancialmente al crecimiento económico del reino durante la
segunda mitad del siglo XV.626
Homenajes y refugiados[editar]
A Eduardo III no le parecía lógico pagar a Felipe un homenaje por tierras que
habían pertenecido a sus antepasados desde hacía siglos y que él mismo tenía
el derecho de su parte para ser soberano de Francia. Se veía como un rey
derrocado en Francia al que se obligaba además a pagar tributo
al usurpador por el uso de sus propios territorios. La situación no podía durar.
Encontró por fin el modo de dañar a Felipe: uno de los parientes del rey
francés, Roberto de Artois, se había rebelado, y Eduardo lo acogió como a un
hermano en su corte inglesa. La reacción de Felipe VI fue inmediata: en un
golpe de mano rápido y perfecto, invadió y se anexionó la región de Gascuña,
propiedad de Eduardo. Eduardo respondió reclamando, por enésima vez, su
derecho a ocupar el trono de París.
La guerra interminable[editar]
Una vez iniciadas las hostilidades (ya en toda regla, no como simples
escaramuzas), la suerte de ambos bandos fue fluctuante y pendular. Al
principio, los ingleses de Eduardo efectuaron unas muy importantes
operaciones terrestres en 1339 y 1340, y obtuvieron además una gran victoria
naval en La Esclusa. Eduardo utilizaba una táctica copiada de sus enemigos
(la cabalgada). Atacaba la campiña desprotegida en sitios donde las tropas
francesas eran débiles o estaban ausentes, y se adueñaba de ella. Mataban
salvaje y cruelmente de manera indiscriminada a hombres y mujeres, adultos y
niños, religiosos y seglares, violaban a mujeres y niñas, incendiaban,
saqueaban y robaban las posesiones de los campesinos. Al ser estos parte de
una sociedad de tipo feudal, se sobreentendía que era responsabilidad y
obligación de Felipe de Francia protegerlos contra estos salvajes ejércitos
extranjeros. De este modo, además de hacerse con tierras, suministros y
prisioneros, Eduardo socavaba la autoridad de Felipe ante los ojos de su
pueblo campesino.
En 1346 los franceses entablaron batalla con Eduardo en Crecy y en 1356 con
su hijo el Príncipe Negro en Poitiers. Ambos combates concluyeron con
resonantes victorias inglesas, en la segunda de las cuales los ingleses se
garantizaron una mejor posición de fuerza en las negociaciones posteriores al
sorprender y capturar al rey Juan II de Francia (que había sucedido a su padre
Felipe en 1350), y a un gran número de nobles y caballeros. Prisionero el
monarca, los franceses se vieron obligados a ceder y firmar el Tratado de
Brétigny (1360), que devolvía a Eduardo III todas sus posesiones originales
salvo Normandía.
El contraataque[editar]
Tras la victoria inglesa en la batalla de la Esclusa Francia decidió aplicar las
mismas tácticas navales. Comenzaron entonces, a partir de 1360, a hacer
rápidas y devastadoras incursiones contra la costa meridional de Inglaterra,
que culminaron en el saqueo e incendio de Winchelsea. Pronto se aficionaron a
este tipo de operaciones, y los ataques anfibios se convertirían en la pesadilla
de las guarniciones y población civil inglesas costeras por lo menos hasta
1401. Descubrieron además que Eduardo comenzaba a hacer regresar sus
tropas para defender sus islas, por lo que los campesinos franceses
empezaban a ver disminuir las espantosas chevauchées británicas. Así, los
pocos ingleses que aún recorrían la campiña francesa se vieron obligados a
retroceder progresivamente en medio de las tierras secas y arrasadas que los
franceses dejaban a sus espaldas. Muchos murieron de hambre y
enfermedades (principalmente disentería y escorbuto), y nunca se volvieron lo
suficientemente fuertes como para plantar cara a los defensores de Francia.
A pesar de la victoria en su propio país, Francia pagó muy cara la expulsión del
invasor en esta etapa de la guerra. Mandaba las acciones el delfín Carlos (más
tarde coronado como Carlos V). Su condestable, el ambicioso e
inteligente Bertrand du Guesclin, le aconsejó no enfrentarse, sino recurrir a una
política de hostigamiento de las columnas inglesas en retroceso, dejando ante
ellas solamente tierra arrasada. Esta prefiguración de la táctica de Von
Clausewitz implicó, entonces, que los campesinos y civiles franceses vieran
sus tierras, antes quemadas por los invasores, nuevamente arrasadas y
destruidas, esta vez por sus propios protectores, con el afán de salvarlas.
La guerra alcanza su mayor extensión en esta época, al rebasar por primera
vez los límites de Francia. Así, en 1367, los ingleses del Príncipe Negro
auxilian a Pedro I de Castilla en la batalla de Nájera, mientras que su
hermanastro Enrique recibe la ayuda de caballeros franceses dirigidos por el
propio Bertrand Du Guesclin. La victoria final de Enrique en la guerra civil
castellana brindará a Francia un poderoso aliado en el plano naval (cuya
hegemonía había correspondido hasta entonces a Inglaterra de forma
indiscutida) que destruye la escuadra inglesa en La Rochela y saquea o
incendia numerosos puertos ingleses
(Rye, Rotingdean, Lewes, Folkestone, Plymouth, Portsmouth, Wight, Hastings)
entre 1377 y 1380, año en que las flotas combinadas del almirante
castellano Fernando Sánchez de Tovar y su homólogo francés Jean de
Vienne llegan incluso a amenazar Londres. Los intentos ingleses de revertir la
situación ayudando a los portugueses contra Castilla en las guerras
fernandinas fallaron. De forma paralela, Du Guesclin protagoniza varias
incursiones en Bretaña, cuyo duque se había aliado con Inglaterra.
La suerte cambia de bando[editar]
Inglaterra quiso, entre 1360 y 1375, retomar la iniciativa de una guerra que la
estaba devorando, pero la suerte había cambiado de bando y favorecía ahora a
los franceses. Los estrategas ingleses sir Robert Knolles, en 1360, y Juan de
Gante en 1363 formaron cuerpos expedicionarios que atacaron el continente,
pero fueron masacrados por los defensores franceses.
El rey Eduardo había muerto, y su sucesor, Ricardo II de Inglaterra, volvió a
sufrir la maldición que había perseguido a todos los reyes niños: tensiones
políticas, convulsión social, una fiera lucha por la sucesión o al menos la
regencia, todo ello envuelto en el espantoso caos de una guerra internacional
que amenazaba con extenderse a Europa entera. Depuesto Ricardo por
iniciativa de su primo Enrique de Lancaster en 1399, los vientos de guerra
rotaron ciento ochenta grados una vez más. Hacía una generación entera que
Inglaterra solo sufría derrotas frente a Francia, pero de pronto los desembarcos
en las islas comenzaron a ser rechazados y los ingleses invadieron Francia con
moderado éxito en tres oportunidades: en 1405, 1410 y 1412. Enrique de
Lancaster fue coronado como Enrique IV de Inglaterra luego del derrocamiento
de Ricardo II, y su hijo, Enrique V, sería el encargado de llevar la guerra
nuevamente al corazón de Francia.
Enrique V[editar]
Enrique V de Inglaterra.

Artículo principal: Enrique V de Inglaterra


Nombrado caballero dos veces, Enrique se mostró desde muy joven como un
jefe confiable, decidido, experto en táctica y organización logística y muy frío y
racional.
Si se considera que los estrategas franceses estaban mandados por un rey
inestable, Carlos VI, de escasa personalidad, enfermo, desorganizado y
propenso a frecuentes ataques de demencia, es fácil comprender las ventajas
de que gozaron las tropas de Enrique.
Los nobles franceses se habían dividido en dos facciones que disputaban entre
sí y acorralaban a Carlos: los partidarios de la Casa de Armagnac contra los de
la Casa de Borgoña. Las virtudes de Enrique como general y gobernante así
como esta división interna de los franceses llevarían a estos últimos al desastre
de 1415.
A la edad de doce años (en 1399), el futuro Enrique V fue nombrado caballero
por primera vez en un campo de batalla irlandés por Ricardo II, que lo había
tomado como rehén para garantizar el buen comportamiento del padre de
Enrique. El solo hecho de que un rey rival de su familia, que sería asesinado
por su padre, lo armase caballero en un campo de batalla y con solo doce
años, demuestra a las claras el coraje y la bravura que el joven Enrique
demostró desde muy niño.
Más tarde, muerto Ricardo y un día antes de la coronación de Enrique IV, el
nuevo monarca llamó a su hijo, que al día siguiente se convertiría en príncipe
de Gales, y lo nombró caballero por segunda vez. Este brillante joven
conduciría la guerra en Francia.
Enrique contra Escocia y Gales[editar]
Ya en vida de su padre, Enrique debió hacerse cargo de difíciles operaciones
militares. En 1400 prestó servicio contra los escoceses y algunos meses
después se le ordenó reducir la rebelión de Owain Glyndwr, un noble galés que
se atribuía el derecho a ser Príncipe de Gales.
Fue estudiando a los enemigos galeses (en 1402) y Enrique aprendió a utilizar
las tácticas guerrilleras que tan rendidos servicios le prestarían más tarde.
Estaba, además, bajo la supervisión de sus dos maestros de estrategia, genios
militares ambos: Harry Hotspur y Thomas Percy, conde de Worcester,
parientes entre sí. Durante ese mismo año y el siguiente Enrique se vería
forzado a enfrentarse a los dos en combate, y se demostraría capaz de
vencerlos. En 1403 los dos maestros traicionaron al Joven Enrique y a su real
padre y se aliaron con Glyndwr. En una épica marcha forzada, Enrique
consiguió evitar que Hotspur y Percy unieran sus tropas con las del galés y los
derrotó en Shrewsbury. El príncipe en persona mandó el ala izquierda de su
ataque en aquella oportunidad. Shrewsbury fue su verdadero bautismo de
fuego (donde murió su mentor Hotspur) y también su bautismo de sangre, ya
que Enrique recibió una flecha en pleno rostro. Sin embargo, siguió luchando
hasta el fin del combate con el astil sobresaliéndole de la cara.
La guerra contra Gales duró todavía cinco años más, pero el joven no
participaría en ninguna otra batalla. Los combates campales no eran comunes
en esos tiempos, y las guerras se desarrollaban principalmente sobre la base
de sitios de ciudades, asedios de castillos y saqueos de zonas productivas
habitadas solo por la población civil.
Enrique V, coronado[editar]
Enrique IV falleció en 1414, dejando el trono a su muy capaz primogénito. Así
llegó al trono un Enrique V con veintiséis años, veterano de dos campañas
internas, herido en acción, experto en táctica, alumno de los mejores maestros
e inteligente en grado extremo. El nuevo rey comprendió de inmediato que,
derrotados los enemigos Escocia y Gales, tenía que volver su atención hacia
Francia de inmediato, o Inglaterra sería aplastada. Rodeándose de hombres
adictos y capaces, se dispuso entonces a hacer la guerra en territorio del rey
francés.
Apenas coronado, Enrique intentó, pese a todo, evitar la guerra con Carlos VI.
Le ofreció casarse con la hija de aquel y tratar de resolver el problema de las
posesiones inglesas en Francia sin derramamiento de sangre. Mientras
negociaban, ambos monarcas armaban grandes ejércitos en previsión de una
traición o rotura de las conversaciones que condujera a un conflicto bélico. Las
tentativas de paz se rompieron por fin en la primavera de 1415 y Enrique
decidió ejecutar su plan: una invasión en toda regla del reino francés.
Su ejército estaba compuesto de 8000 caballeros, 2500 soldados de otras
categorías, 200 artilleros especialistas, 1000 hombres de servicios y apoyo, y
10 000 caballos. Para cruzar el canal de la Mancha se necesitó una gran flota
de 1500 buques (aunque algunos autores mencionan solo 300), que Enrique
había mandado construir, confiscar o comprar. Los ingleses salieron
de Southampton el 11 de julio y desembarcaron en el estuario del Sena dos
días más tarde. Luego de poner sitio y conquistar Harfleur, Enrique marchó
hacia Calais, partiendo de la primera ciudad el 8 de octubre, con su ejército
debilitado por una grave epidemia de disentería.
Pero los franceses no estaban ociosos: el anciano mariscal francés duque de
Berry, recibió la orden de interceptar a Enrique, mientras las tropas de Carlos
VI se establecían en Saint-Denis y las del mariscal Boucicault se preparaban
en Caudebec, 48 km al este de Harfleur. Por el otro lado, el condestable Carlos
d´Albret vigilaba el estuario del Sena. Los ingleses, que deseaban cruzar
el Somme, descubrieron con horror que estaban quedándose sin vituallas, por
lo que Enrique decidió dirigirse hacia Pont St. Remy y hacer noche frente
a Amiens.
El día 21 de octubre los ingleses se pusieron en marcha hacia la pequeña
aldea de Agincourt, donde se enfrentaron con el grueso del ejército francés en
la madrugada del 25 de octubre de 1415.

La batalla de Agincourt en una miniatura del siglo XV.

La batalla, trascendental para la guerra de los Cien Años, se desarrolló en tres


fases:

• Fase I
o Los ingleses avanzan,
atravesando la tierra de nadie de
un kilómetro que los separa de
los franceses. Los arqueros
ingleses lanzan una lluvia de
flechas sobre las posiciones
francesas.
o Los ballesteros franceses
responden al ataque. La
caballería ataca por ambos
flancos, pero muchos caballeros
no llegan a tiempo de ocupar sus
posiciones. Las monturas chocan
contra las estacas que los
arqueros ingleses han colocado
para protegerse, arrojando al
suelo a sus jinetes, que son
masacrados.
• Fase II
o Derrotada su caballería, la
infantería de Carlos intenta
asaltar el centro inglés.
o Los arqueros ingleses reaccionan
«canalizando» al enemigo hacia
donde se encuentran las
unidades más fuertes de la
infantería propia; los franceses
caen en la trampa.
o En la melée de infantería, los
arqueros ingleses matan a
muchísimos franceses,
disparándoles a corta distancia.
o En medio del intenso combate,
Enrique V recibe un golpe de
maza en el casco, que abolla el
acero y le arranca los adornos.
De no haberlo llevado colocado,
hubiese perdido la vida.
o Los infantes y caballeros ingleses
(ahora a pie) se mueven con
mayor rapidez que los franceses,
impedidos por sus pesadas
armaduras. Los franceses se
convierten en víctimas fáciles y
son obligados a retroceder.
• Fase III
o Luego de escasa media hora de
combate, la victoria inglesa es
total. Los de Enrique poseen
ahora incontables prisioneros, y
calculan anhelantes los
suculentos rescates que recibirán.
A primera hora de la tarde, sin embargo, Enrique toma una decisión que ha
sido cuestionada por todos los historiadores posteriores. Al recibir noticias de
que su campamento había sido atacado, ordena la matanza de todos los
prisioneros, que son atacados con hachas por sus guardianes y asesinados en
escasos minutos.
Un éxito inútil[editar]
La increíble victoria de Enrique contra un enemigo que lo duplicaba en número
no pudo, sin embargo, ser aprovechada por el rey inglés. Enrique no poseía
alimentos ni pertrechos para continuar la campaña inmediatamente, por lo que
retrocedió hasta Calais para embarcarse hacia Inglaterra. Las tropas
desembarcaron en Dover el 16 de noviembre. De haber podido continuar hasta
París y autocoronarse rey, es probable que la guerra de los Cien Años hubiese
terminado antes del fin del invierno. Sin embargo, continuaría por otros treinta y
ocho años.
En 1420, el vencido Carlos VI se vio obligado a aceptar el Tratado de Troyes,
que deshacía los términos del Tratado de París, casaba a Enrique V con la hija
de Carlos y reconocía al monarca inglés como heredero al trono francés tras la
muerte del rey.

Últimas acciones de Enrique V[editar]


Desplazado de este modo de la línea sucesoria el delfín Carlos, hijo de Carlos
VI, todos creyeron que Enrique V legaría ambos tronos a su hijo Enrique, que
tenía a la sazón unos pocos meses. Pero por una ironía de la historia, Enrique
V murió inesperadamente en 1422, antes que Carlos VI. Dos meses más tarde
lo siguió a la tumba el rey de Francia. Los hechos se precipitaron entonces.
Incumpliendo el Tratado de Troyes, Francia decidió coronar al delfín Carlos en
lugar de al niño Enrique VI como estaba pactado.
Otra vez, la guerra[editar]
La respuesta inglesa fue coronar al bebé como rey de Inglaterra y de Francia.
Decidiendo eliminar al rey Carlos VII, al que la teoría inglesa consideraba un
usurpador, invadieron nuevamente Francia y pusieron sitio a Orleans, última
ciudad del reino que permanecía fiel al rey francés. Todo parecía indicar
que Carlos VII tendría que ceder a las pretensiones del pequeño rey de
Inglaterra.
Sin embargo, la historia de la guerra de los Cien Años daría aquí (1428) un
inesperado giro, de la mano de una valiente muchacha campesina.
Juana de Arco, la Doncella de Orleans[editar]

Juana de Arco liberando Orleans, óleo de Jules Lenepveu, Panteón de París.

Artículo principal: Juana de Arco


Una joven iletrada nacida en Domrémy, llamada Juana de Arco, creía haber
sido elegida por Dios para librar a su país de los ingleses. Con diecisiete años
de edad, consiguió reunir un grupo de soldados y librar en 1429 a Orleans
del asedio inglés.
La victoria de Juana motivó y concienció a soldados y campesinos franceses,
les mostró un camino a seguir y un líder a quien imitar. A este triunfo de la
Doncella de Orleans (como se la conoció desde entonces) siguieron otros,
como los de Troyes, Châlons y Reims, donde, en presencia de la joven, Carlos
VII fue formalmente coronado.
A partir de este punto, la campaña militar de Juana comenzó a recorrer una
espiral descendente: fue traicionada por su propio rey y finalmente, cayendo en
desgracia, fue capturada en 1430 por las tropas de Juan II de Luxembugo-
Ligny que servían al duque de Borgoña, Felipe.
Los jefes militares franceses, envidiosos del éxito de la joven, habían estado
conspirando a sus espaldas. Temían el ascendiente que Juana estaba
tomando sobre el rey Carlos y, sobre todo, les aterrorizaba el hecho de que la
intervención divina (a través de Juana) estaba convirtiendo la guerra feudal que
era la guerra de los Cien Años en una lucha nacional y popular.
Fue entregada a los ingleses, juzgada por la Inquisición bajo la acusación de
hechicería, condenada a muerte y quemada en la hoguera en Ruan (1431). Su
muerte la convirtió en un mártir en los ojos de los franceses.
Francia se hace más fuerte[editar]
La situación se volvía complicada. Francia tenía ahora dos reyes.
Coronado Carlos VII en Reims, los ingleses entronizaron en París a su propio
rey, Enrique VI, apoyado solamente por Felipe de Borgoña. Esto cambió,
cuando, con inteligencia, los franceses partidarios de Carlos, fortalecidos por el
martirio de Juana, llegaron a un acuerdo con Felipe, el cual estaba intimidado
por el martirio de Juana de Arco, remarcando aún más el aislamiento en que se
encontraba Enrique. Este episodio sucedió en 1435 y se conoce como Tratado
de Arras.
Inglaterra necesitaba imperiosamente a Borgoña como aliado militar. A falta de
él, los carolinos atacaron y ocuparon París al año siguiente.
Como precaución en caso de que el conflicto se prolongara (medida
clarividente, porque el fin de la guerra tardó aún veinte años en llegar), Carlos
VII aprendió de los errores de su antecesor y, reestructurando profundamente
al ejército francés, logró dotar a su corona de un ejército permanente por
primera vez en la historia. Francia lograba así una fuerza militar profesional,
entrenada, preparada siempre para entrar en acción y aguerrida, en vez del
grupo desorganizado de entusiastas caballeros y campesinos feudales que se
reunía de cualquier modo en los momentos más inesperados, y que había
favorecido al éxito enemigo en tantas oportunidades.
Como es lógico, la reforma militar no tendría éxito si no se acompañaba de
profundos cambios en la economía, la infraestructura, las finanzas y la propia
sociedad. Habiendo reconstruido las finanzas del reino, Carlos mandó construir
un impresionante conjunto de fortificaciones militares, canalizaciones
hidráulicas, puertos seguros y una mejor y más consistente base de poder para
sí mismo.
Luchas internas en Francia[editar]
Juana de Arco en la hoguera antes de su ejecución.

Los ingleses no eran el único problema de Carlos VII: el hambre y las pestes
venían persiguiendo a su dinastía desde el principio mismo. El comienzo del
siglo XV había encontrado a toda Europa sumida en una profunda crisis
económica cuyas causas permanecen ocultas incluso para los historiadores del
siglo XXI. Esta crisis se había ensañado particularmente con Francia (campo de
batalla de largas y furiosas guerras y reyertas) y afectaba en especial la
producción agrícola y el comercio, que en el siglo XIII habían significado tanto
para Europa.
Ahora, tras los centenarios saqueos e incendios provocados por los invasores,
Francia pasaba hambre una vez más y, como parece lógico, la peste volvió a
hacer su aparición.
Así, los nobles de la Casa de Anjou, viendo que el monarca pretendía proseguir
la guerra hasta las últimas consecuencias, comenzaron a conspirar contra él y
convencieron a su hijo Luis (el futuro Luis XI de Francia) de que se plegara a la
conjura.
Carlos consiguió sortear el peligro que amenazaba aislarlo y dejarlo sin poder.
Para acrecentarlo, estableció una ventajosa alianza con Suiza y con varios
reinos de Alemania. A pesar del respiro que este apoyo le procuró, Carlos sin
embargo era consciente de que continuaba gobernando un país inestable,
muerto de hambre, que ya casi no producía cereales, cercado por la peste y
con la siempre presente espada de Damocles representada por su poderoso
vecino inglés que en cualquier momento podía decidir invadirlo y atacar de
nuevo.
Los problemas de Inglaterra[editar]
Su enemigo, sin embargo, no se encontraba en mejor forma: de la soberbia
victoria en Agincourt habían pasado a la humillante derrota de París.
Enrique VI era aún menor de edad, y afrontaba problemas parecidos a los de
Carlos: luchas, recelos y rivalidades entre los nobles y príncipes reales de su
casa.
Buscando serenar la situación internacional, el joven rey solicitó y obtuvo la
mano de Margarita de Anjou, sobrina de su rival Carlos VII, con la que se casó
en 1444. Una vez casados, la posibilidad de una paz de compromiso basada
en los lazos familiares se vislumbraba cercana.
Sin embargo, de las dos facciones en que se habían dividido los ingleses, una
estaba en favor de la paz (encabezada por Juan de Beaufort, duque
de Somerset). Pero la otra preconizaba la guerra y su prosecución hasta el
exterminio. Sus jefes eran Humberto, duque de Gloucester y Ricardo, duque
de York.
Para colmo de desgracias de los ingleses, Enrique VI comenzó a seguir los
pasos de Carlos VI, el padre de su enemigo. Poco a poco comenzó a mostrar
síntomas de locura, que pronto se convirtieron en una clara, permanente e
incapacitante demencia.
El fin de la guerra y la victoria de Francia[editar]

La batalla de Formigny por Martial d'Auvergne.

Las reformas y mejoras realizadas por Carlos VII rindieron sus frutos:
lentamente la presión francesa comenzó a hacer retroceder al enemigo y fue
poniendo sitio y reconquistando, paso a paso, todas las posesiones inglesas en
tierra francesa.
Sin el apoyo borgoñón, los ingleses debieron entregar Normandía en 1450,
después de la Batalla de Formigny, y con la Batalla de Castillon la preciada
Aquitania en 1453. Ese año, que hoy se considera el del final de la guerra, la
única posesión que se permitió conservar a los ingleses fue la ciudad costera
de Calais.
Una vez desaparecidos los motivos del conflicto, la guerra terminó
silenciosamente. Ni siquiera se firmó un tratado que certificara la paz añorada
pero nunca alcanzada durante más de un siglo.

Las consecuencias[editar]
Enfermo Enrique VI, Inglaterra quedó, tras el fin de la guerra de los Cien Años,
en manos de Lancaster y York, enemigos declarados y absolutamente
enfrentados ideológicamente (Gloucester estaba en prisión). Guiados por
intereses personales, no se preocuparon por consolidar la flamante paz, sino
que embarcaron a su país en una sangrienta guerra civil dinástica que se
conocería como la guerra de las Dos Rosas.
En Francia, por su parte, la monarquía autoritaria fue consolidada por Luis XI,
hijo de Carlos VII. Luego de grandes conquistas (Borgoña y Picardía, por
ejemplo), la Casa de Valois se extinguió como lo había hecho antes la de los
Capetos.
Estas caídas prefiguraban el fin de los estados feudales y el comienzo de la
Europa Moderna que se harían realidad en el siglo siguiente.

Principales batallas de la guerra de los Cien Años[editar]


• Batalla de Sluys (victoria inglesa).
• Batalla de Crecy (victoria inglesa decisiva).
• Sitio de Calais (victoria inglesa decisiva).
• Batalla de Calais (victoria inglesa).
• Batalla de Saintes (victoria inglesa).
• Batalla de Ardres (victoria francesa).
• Batalla de Poitiers (victoria inglesa decisiva).
• Batalla de Cocherel (1364) (victoria
francesa).
• Batalla de Auray (combate correspondiente
a la guerra de Sucesión Bretona; victoria
inglesa).
• Batalla de Nájera (combate correspondiente
a la Primera Guerra Civil Castellana; victoria
anglocastellana).
• Batalla de Montiel (combate
correspondiente a la Segunda Guerra Civil
Castellana; victoria francocastellana).
• Batalla de La Rochelle (victoria
francocastellana decisiva).
• Batalla de Aljubarrota (combate
correspondiente a la crisis portuguesa de
1383-1385; victoria angloportuguesa).
• Batalla de Agincourt (victoria inglesa
crucial).
• Batalla de los Arenques (victoria inglesa
durante el sitio de Orleans).
• Sitio de Orleans (victoria francesa decisiva).
• Batalla de Jargeau (parte de la campaña
del Loira; victoria francesa).
• Batalla de Beaugency (parte de la campaña
del Loira; victoria francesa).
• Batalla de Patay (victoria francesa crucial).
• Batalla de Formigny (victoria francesa
decisiva).
• Batalla de Castillon (última batalla de la
guerra; victoria francesa final).
Personajes destacados[editar]
Anteriores a la guerra[editar]
• Carlos IV de Francia
• Eduardo I de Inglaterra
• Eduardo II de Inglaterra
• Enrique II de Inglaterra
• Enrique III de Inglaterra
• Felipe II de Francia
• Felipe IV de Francia (el Hermoso)
• Felipe V de Francia (el Largo)
• Felipe VI de Francia (Felipe de Valois)
• Guillermo el Conquistador
• Hugo Capeto
• Jacques de Molay
• Leonor de Aquitania
• Luis VI de Francia
• Luis VII de Francia
• Luis VIII de Francia
• Luis IX de Francia (San Luis)
• Luis X de Francia (el Obstinado)
Contemporáneos de la guerra[editar]
• Arturo, conde de Richemont
• Bertrand du Guesclin
• Carlos V de Francia
• Carlos VI de Francia
• Carlos VII de Francia
• Carlos d´Albret
• Conde de Arundel
• Enrique II de Castilla
• Enrique IV de Inglaterra
• Enrique V de Inglaterra
• Enrique VI de Inglaterra
• Enrique VII de Inglaterra
• Enrique de Beaufort
• Felipe de Borgoña
• Gilles de Rais
• Humberto de Gloucester
• Juan II de Francia
• Juan de Gante
• Juana de Arco
• Mariscal Boucicault
• Juan Sin Miedo
• Pedro el Cruel
• El Príncipe Negro
• Ricardo II de Inglaterra
• Ricardo de York
• Sir Juan de Cornwall
• Carlos el Malo
Posteriores a la guerra[editar]
• Luis XI de Francia
• Margarita de Anjou
• Ricardo III de Inglaterra

Otras guerras y campañas satélites de la guerra de los


Cien Años[editar]
• Guerra de San Sardos
• Guerra de Sucesión Bretona
• Primera Guerra Civil de Castilla
• Guerras Fernandinas
• Crisis de 1383-1385 en Portugal
• Campaña del Loira

Cronología[editar]
• 1337: Felipe VI confisca el ducado
de Aquitania como represalia a la protección
que Eduardo III dispensaba a Roberto de
Artois, enemigo del rey francés. Eduardo
reclama sus derechos al trono francés y se
niega a rendir vasallaje ante Felipe.
• 1339: Eduardo III inicia las operaciones
terrestres contra Francia.
• 1340: los ingleses vencen en la batalla
naval de Sluys, lo que descarta la invasión
francesa de Inglaterra, y lleva a que la
guerra se desarrolle en territorio de Francia.
Pero las deudas obligan a Eduardo III a
pactar una tregua.
• 1346: Eduardo desembarca en Francia con
un ejército, que el 26 de agosto consigue la
victoria de Crécy, donde mueren o son
hechos prisioneros muchos nobles
franceses. El botín es inmenso.
• 1346: los ingleses vencen a los escoceses,
aliados de los franceses. La paz entre
Inglaterra y Escocia se establece en el
Tratado de Berwick.
• 1347: los ingleses toman Calais, que
permanecería en su poder hasta 1558.
• 1348: se suspenden los enfrentamientos
debido a la peste negra.
• 1350: Juan II es coronado nuevo rey de
Francia. El conde de Armañac, vasallo de
Aquitania, proclama su lealtad a Juan.
• 1355: el hijo de Eduardo, del mismo nombre
que su padre, conocido como el Príncipe
Negro, desvasta Armañac. Avanza hasta el
Mediterráneo y regresa arrasando todo a su
paso.
• 1356: Juan II avanza hasta el Loira.
En Poitiers obtiene una gran victoria ante
los franceses, a pesar de que su ejército
está agotado y en clara desventaja
numérica. Juan II es hecho prisionero, junto
con muchos nobles.
• 1358: Francia padece un levantamiento
campesino y una revuelta en París.
• 1360: Eduardo III llega a París y se firma la
Paz de Brétigny, por la cual se reduce el
rescate por Juan, los ingleses pasan a
dominar un territorio que comprende desde
los Pirineos hasta el Loira y Eduardo
renuncia a sus derechos sobre la corona
francesa. Sir Ricardo Knolles conduce una
expedición que ataca la costa francesa pero
es derrotado.
• 1363: Juan de Gante intenta triunfar donde
fracasó Knolles. Al mando de una gran
fuerza expedicionaria inglesa ataca
nuevamente la Francia continental y sufre
un resonante revés.
• 1369: el condestable de Francia, Bertrand
du Guesclin, ataca Aquitania evitando una
confrontación abierta.
• 1375: se firma en Brujas una tregua por dos
años. Los ingleses conservaban únicamente
Calais y una estrecha franja
entre Bayona y Burdeos. Sin embargo, los
combates continúan en forma esporádica.
• 1396: se firma otra tregua.
• 1399: el futuro Enrique V, de doce años, es
armado caballero por el rey Ricardo II. Al
poco tiempo, el soberano es asesinado
por Enrique IV, padre del muchacho.
• 1400: el joven príncipe es enviado a luchar
contra los irlandeses rebeldes.
• 1402: vence a los galeses.
• 1403: Hotspur y Percy, generales de
Enrique IV, se rebelan contra él y el príncipe
Enrique los derrota a ambos.
• 1405: Inglaterra invade Francia.
• 1407: nueva tregua.
• 1410: segunda invasión de Francia.
• 1412: tercer intento por invadir Francia. Las
tres expediciones terminan con un muy
moderado éxito.
• 1413: muere Enrique IV y su hijo es
coronado con el nombre de Enrique V.
• 1415: Enrique V de Inglaterra reafirma sus
derechos al trono francés, frente a la política
pacifista de su padre, Enrique IV.
Desembarca en Normandía con un gran
ejército. Aliado con el duque de Borgoña,
obtiene la victoria de Agincourt, frente a un
ejército muy superior.
• 1417: los ingleses toman Caen, donde
Enrique V ordena la muerte de todos los
varones civiles.
• 1420: se firma el Tratado de Troyes, por el
que Enrique V de Inglaterra se casa
con Catalina de Valois, hija del rey de
Francia. Enrique es reconocido además
heredero al trono francés, siempre que
Francia mantuviera su independencia.
• 1422: muere Enrique V antes que el rey
francés Carlos VI, con lo que se
desencadena la lucha por la sucesión al
trono francés.
• 1428: una ignota campesina
francesa, Juana de Arco, comienza a
hacerse cargo de las operaciones militares.
• 1429: los ingleses ocupan París y el norte
de Francia llegando hasta Orleáns. El 4 de
mayo, Juana de Arco, a la cabeza de los
caballeros franceses, levanta el asedio.
Juana obtiene las victorias de Troyes,
Chálons y Reims. Los franceses obtienen
también la victoria de Patay y Carlos VII fue
coronado rey de Francia en Reims.
• 1430: Juana es capturada por los
borgoñones, aliados de Inglaterra, y
entregada a los ingleses.
• 1431: Juana muere en la hoguera,
en Rouen. Enrique VI de Inglaterra es
coronado rey de Francia en París.
• 1435: Paz de Arrás.
• 1436: Borgoña se reconcilia con Francia.
Los franceses toman París.
• 1444: se firma una tregua por cinco años.
Enrique VI se casa con la sobrina de su
rival.
• 1450: Carlos VII
ataca Normandía y Gascuña y aniquila al
ejército inglés en Fromigny. Los ingleses
comienzan a perder sus territorios.
• 1453: Carlos VII toma Burdeos y Aquitania,
recuperando toda Francia salvo Calais. Fin
de la Guerra de los Cien Años.

Véase también[editar]
• Dinastía de los Capetos
• Dinastía de los Valois
• Historia de Inglaterra
• Historia medieval de Francia
• Juana de Arco
• Peste Negra
Conflictos relacionados[editar]
• Batalla de Hastings
• Guerra de las Dos Rosas

Notas[editar]
1. ↑ Las cifras de Coville son diferentes, si bien para
el mismo año: 24 150 parroquias, 2 411 149
hogares para la mitad del reino, y entre veinte y
veintidós millones de habitantes para todo él,
suponiendo unos cuatro personas por hogar.23
Perroy menciona unas treinta y dos mil parroquias,
tres millones trescientos mil hogares y unos quince
millones de habitantes.15
2. ↑ París tenía entonces 61 098 hogares, con lo que
Coville calcula que la ciudad debía contar con unos
trescientos mil habitantes.23 Perroy afirma que
debían de ser unos doscientos mil24
3. ↑ Era una época de ciudades relativamente
pequeñas, en la que una con diez mil habitantes se
consideraba populosa.27 La mayor concentración
de población urbana se daba en los Países Bajos y
en Italia, con cerca de un 30 % del total.27 La mayor
ciudad europea por población era Milán, con unos
doscientos mil habitantes.27 Otras ciudades
italianas
como Florencia, Génova o Venecia debieron de
rondar los cien mil.27 Brujas y Gante debieron de
contar con entre cincuenta y sesenta mil.27 A finales
del siglo XV, las ciudades ibéricas mayores
eran Valencia (setenta y cinco mil
habitantes), Lisboa (cincuenta mil)
y Sevilla (cuarenta mil).28 En el Sacro Imperio las
mayores ciudades eran Colonia, con unos cuarenta
mil habitantes en 1400 y Praga, con treinta y cinco
mil.28
4. ↑ Las fronteras, difusas en el este donde el único
vecino era el Sacro Imperio, apenas habían
cambiado desde tiempos del Tratado de Verdún, si
bien en los últimos reinados de los capetos había
habido algunas adquisiciones en el este, el
reconocimiento de la independencia de Cataluña y
el Rosellón (1258) —efectiva desde hacía siglos—
y Navarra la administraban funcionarios del rey de
Francia desde 1274.36
5. ↑ Las tierras de realengo se agrupaban en cuatro
grupos geográficos: el septentrional (parte del
Flandes valón, Amiens, el Vermandois, el Valois,
Normandía, la Isla de Francia, Chamapña, el
condado de Chartres y el Orleanesado), el
occidental (una franja de tierra desde Normandía
hasta la Guyena que incluía Maine, Anjou, Turena,
el condado de Poitiers y el Berri), el meridional
(entre el Garona y el Ródano, con parte de la
Guyena que no había sido devuelta al rey de
Inglaterra, las senescalías del Languedoc, el
condado de la Bigorra, Auvernia y parte del
Vivarais) y el oriental (Lyon y el condado de
Mâcon.35
6. ↑ Los parientes del rey administraban los condados
de Clermont, Évreux, Alençon, Étampes, Dreux,
Mortain, Angulema, La Marca y el ducado de
Bordón.35
7. ↑ Los ingresos del rey se suelen clasificar en
ordinarios y extraordinarios.55 Los primeros eran
rentas feudales, ingresos de las tierras de realengo,
la talla (un impuesto de capitación), la gabela
(impuesto sobre la sal), aranceles y
el señoreaje (pagos por acuñación de moneda).55
Los segundos incluían las «ayudas»
(principales impuestos indirectos) y las «grandes
tallas» (el principal impuesto directo) y exigían la
aprobación de las asambleas representativas.55 El
ideario medieval afirmaba que el rey debía
sostenerse con sus propios recursos.55
8. ↑ Los historiadores, sin embargo, difieren sobre la
importancia del enfriamiento y sobre cuándo se
produjo. Scott A. Mandia (The Little Ice Age in
Europe) y Philippe Contamine (La guerre de Cent
Ans, Que Sais-Je n.° 1309, PUF, 2002) aseveran
que las consecuencias fueron importantes,
mientras que otros como Emmanuel Le Roy
Ladurie (Histoire humaine et comparée du climat,
Fayard 2006) creen que los efectos fueron de
menor importancia y que el período frío empezó
más tarde.«The Little Ice Age in Europe, Sunny
Suffolk)». Archivado desde el original el 22 de
agosto de 2008. Consultado el 27 de agosto de
2020.
9. ↑ Más de cien abadías vivían de la cría de ovejas.63
10. ↑ Enrique II de Inglaterra fue duque de Normandía,
conde de Anjou, Maine y Turena, y duque consorte
de Poitou y Aquitania.74
11. ↑ Los «cinco puertos», por ejemplo, debían aportar
cincuenta y siete navíos con veintiún marineros
cada uno durante quince días al año, a su costa.88
12. ↑ La Corona reducía la cantidad de metal precioso
de las monedas, pero mantenía su valor oficial
intacto.97
13. ↑ Otros de esta atracción de territorios lindantes
fueron la obtención del condado palatino de
Borgoña o Franco Condado por el desposorio del
rey Felipe V con la heredera del feudo o la
posesión de la Provenza por el rey capeto de
Sicilia, que databa de tiempos de Luis IX de
Francia.36 Ya durante la guerra con Inglaterra, hubo
otras absorciones territoriales a las tierras de
realengo francesas: la de Montpellier y su señorío,
vendidos Felipe en 1349 y que eran las últimas
posesiones aragonesas en el reino; y el Delfinado,
parte del reino de Arlés, en una serie de tratados
(1343, 1349).101
14. ↑ Margarita de Borgoña había sido condenada por
tener relaciones adúlteras desde 1311 con el
caballero Felipe d'Aunay.
15. ↑ Carlos tuvo tres esposas: la primera fue Blanca
de Borgoña, encarcelada en Château-Gaillard por
infidelidad; la segunda, María de Luxemburgo, con
la que solamente tuvo un hijo que no le sobrevivió;
y la tercera, Juana de Évreux, con la que
únicamente tuvo hijas.118121
16. ↑ Eduardo había marchado a Francia con su
intrigante madre, Isabel de Francia, para rendir
homenaje a Carlos IV por la Guyena.125 Allí su
madre había empezado a maquinar con los
enemigos de su padre Eduardo II, dominado por
sus favoritos.125 Isabel desembarcó en Inglaterra
con tropas del conde de Henao pagadas con dinero
de banqueros florentinos, derrocó al rey con el
respaldo de los barones126 y luego lo hizo
asesinar.127 La corona pasó a Eduardo III, a la
sazón un joven de quince años, que quedó
temporalmente dominado por su madre y por Roger
Mortimer, su amante.59 Eduardo se hizo con el
poder tres años después,128 tras cumplir los
dieciocho años y hacer prender a Mortimer.59
17. ↑ Eduardo II había cedido la administración de
Guyena a su hijo y heredero en 1325, a propuesta
de su intrigante esposa. Cuando el rey condenó a
su mujer por adúltera y fugitiva a comienzos del
año siguiente, también desposeyó a Eduardo de la
Guyena, y Carlos IV detuvo la evacuación del
territorio. Eduardo se hizo con el trono inglés en
1327 y firmó con el soberano francés un acuerdo
para que este le devolviese la Guyena, a cambio de
habitual pago de sesenta mil libras por el cambio
de señor, que se debían desde 1325, y de
cincuenta mil más en calidad de indemnización.152
18. ↑ Perroy da un año diferente para esta muerte:
1332.171
19. ↑ La mujer que había confesado que había
falsificado los documentos para Roberto fue
quemada el 6 de octubre.173
20. ↑ Perroy afirma que se refugió con el conde de
Henao y no con el duque de Brabante.171
21. ↑ Perroy afirma, por el contrario, que los veinte mil
ingleses de Eduardo sí que conquistaron
Cambrai.218
22. ↑ El condado había cedido las castellanías de
Douai, Lille y Orchies al rey francés en tiempos de
Felipe el Hermoso.213
23. ↑ El duque de Breataña había aportado unas
ochenta naves a la flota francesa, según Argentré.
24. ↑ Coville afirma que los anglo-flamencos perdieron
unos diez mil hombres, pero los franceses veinte
mil y todos sus navíos menos unos treinta, que
lograron escapar.224
25. ↑ Fueron asaltados Blaye, Portsmouth, Plymouth y
Southampton.208
26. ↑ Ambos productos eran primordiales por razones
de salud: por entonces el vino era más salubre que
el agua y la sal resultaba indispensable para
conservar los alimentos.255
27. ↑ Una importante víctima política de la enfermedad
fue Juana, hija de Eduardo III, que pereció el 2 de
septiembre de 1348 en Burdeos cuando se dirigía a
Castilla a deposar al futuro Pedro I de Castilla.270
28. ↑ El rey tenía influencia en las monedas que tenían
curso legal y favorecía las propias, con gran
cantidad de oro en su composición, que las que
acuñaban sus vasallos, de plata.295296
29. ↑ Por ejemplo, Eduardo III se declaró insolvente
entre 1343 y 1346.364
30. ↑ Los «elegidos» (élus), cargo creado por la sesión
de los Estados del Languedoil de 1355, pasaron a
ser funcionarios regios y no representantes de los
Estados, encargados de asignar los tributos que
debía pagar cada parroquia, supervisar la
recaudación y juzgar en primera instancia los
pleitos fiscales.377 Las tierras de realengo se
dividían por entonces en una treintena de
circunscripciones, cada uno con su elegido.377 Por
encima de ellos se situaban los conejeros
generales, entre seis y doce, encargados de juzgar
las apelaciones, comprobar la contabilidad del
recaudador general y vigilar los gastos.378
31. ↑ Eduardo estaba dispuesto a ceder a su hijo
Edmundo en calidad de infantado sus posesiones
en el norte de Francia y a Margarita le
correspondían Flandes, Nevers, Rethel, Artis y el
Franco Condado.389
32. ↑ Oficialmente, del 27 de junio de 1375 al 1 de abril
de 1377.414
33. ↑ Nápoles también admitió la autoridad del papa
francés, elegido en su territorio.438 Perroy afirma
que Enrique II de Castilla no reconoció a Clemente,
sino que se mantuvo neutral en la disputa entre los
dos papas rivales, como el resto de reinos
peninsulares.438
34. ↑ La Pragmática Sanción de Bourges limitó las
prerrogativas papales y proclamó la superioridad de
las decisiones de los concilios
de Basilea y Constanza sobre las del papa 445
35. ↑ En París hizo cavar un foso y un talud protegido
por una empalizada. El talud protegía de los
proyectiles artilleros y la empalizada impedía que el
enemigo lo utilizase como parapeto.
36. ↑ Hasta el asesinato de Luis de Orleans en 1405, el
partido armañac se llamó «de Orleans».
37. ↑ Perroy afirma que el duque de Borgoña no aportó
tropas al ejército francés, sino que permitió acudir a
la llamada del rey a dos de sus hermanos.505 El de
Bretaña tampoco participó en la campaña.505
38. ↑ La muerte del duque se produjo por una disputa
entre las escoltas de los dos grupos y supuso la
tardía venganza de los Orleans por el anterior
magnicidio de su duque, pues el asesino, Tanguy
de Chatel, era un protegido de este linaje.520522
39. ↑ El estrechamiento de vínculos conllevó los
consabidos casamientos, en este caso de dos
hermanas del duque de Borgoña con Bedford y con
el hermano del duque de Bretaña, Arturo de
Richemont.532536 El duque bretón había oscilado
continuamente entre borgoñones, armañac e
ingleses, para alejar el conflicto de sus tierras, pero
en 1423 se ligó a los angloborgoñones.536
40. ↑ El clero y la burguesía mercantil apoyaron en
conjunto la ordenada pero represiva administración
inglesa del ducado, mientras que la nobleza y el
campesinado se opusieron a ella.538 Las medidas
liberales en la administración civil tuvieron su
contrapeso en la rigurosa ocupación militar,
mantenida merced a la entrega de los feudos y
castillos a capitanes ingleses, que sustituyeron a
los nobles, fieles en su conjunto a Carlos de
Valois.539
41. ↑ Perroy indica con más precisión los dominios
franceses conquistados por Enrique V: Normandía,
el Vexin, las bailías de Mantes y Gisors hasta cerca
de Pontoise, parte de la región de Chartres y el
norte del Maine.529
42. ↑ El duque de Buchan había recibido la espada de
condestable en 1421.550
43. ↑ Auxerre se proclamó neutral el 1 de
julio, Troyes capituló el 10 del mes, Chaâlons, el 14
y Reims, el 16.562
44. ↑ Se comprometió a construir una iglesia en el lugar
del magnicidio y a pagar una indemnización al
duque.586
45. ↑ Les bardes, qui sont relativement coûteuses, ne
se généralisent qu'au cours du siglo XV610
46. ↑ Sur l'action décisive de Richemont, avec 200
lances et 800 archers (1 500 hommes) : Bertrand
d'Argentré, Histoire de Bretagne, Paris, 1618, p.
824-826 ; J.-P. Etcheverry, Arthur de Richemont,
France-Empire, 1983, p. 223-229
47. ↑ Burdeos capituló el 23 de junio de 1451 y
Bayona, el 20 de agosto.618

Referencias[editar]
1. ↑ Partidarios de Carlos de Blois.
2. ↑ Salvo cambio de bando esporádico.
3. ↑ Cambia de bando en 1435.
4. ↑ Partidarios de Juan de Montfort.
5. ↑ Arte Historia (2010). «La Guerra de los Cien
Años». La Guerra de los Cien Años. Archivado
desde el original el 15 de diciembre de 2013.
Consultado el 20 de noviembre de 2013.
6. ↑ Arteguias (2010). «Guerra de los Cien
Años». Guerra de los Cien Años. Consultado el 20
de noviembre de 2013.
7. ↑ Histórico Digital (2010). «La Guerra de los 100
años». La Guerra de los 100 años. Consultado el
20 de noviembre de 2013.
8. ↑ JMMT (2010). «La Guerra de los cien años». La
Guerra de los cien años. Consultado el 20 de
noviembre de 2013.
9. ↑ «Notice de l'auteur - Chrysanthe Ovide Des
Michels». Textes Rares - Philo19 (en francés). 6 de
abril de 2008. Archivado desde el original el 6 de
abril de 2008.
10. ↑ Chrysanthe-Ovide Des Michels (1823). Tableau
chronologique de l'histoire du moyen âge: pour
servir à l'étude et à l'enseignement de l'Histoire
générale, et particulièrement de l'Histoire de
France... (en francés). Louis Colas. pp. 129, 137.
11. ↑ M. V. Boreau (1874). Histoire de France en trente
leçons ... à l'usage des élèves de six à douze
ans (en francés).
12. ↑ Saltar a:a b Contamine, 2010, pp. 3-4.
13. ↑ Théodore Bachelet (1852). La Guerre de cent
ans (en francés). Ruan: Mégard.
14. ↑ Aude Mairey (2017). «Y a-t-il eu une guerre de
Cent ans?». La guerre de Cent ans (en francés).
pp. 7-13.
15. ↑ Saltar a:a b c d e Perroy, 1982, p. 12.
16. ↑ Saltar a:a b «La ville en crise». série « L'enfance
au Moyen-Âge » (en francés). BnF.
17. ↑ Saltar a:a b c d e f g L’affirmation du pouvoir royal
(Plantilla:Sp-), IUFM de Créteil,
18. ↑ Saltar a:a b c d Bove, 2009, p. 30.
19. ↑ Coville, 1911, pp. 19, 26.
20. ↑ Saltar a:a b Perroy, 1982, p. 14.
21. ↑ Saltar a:a b c Perroy, 1982, p. 11.
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novembre 1354, Charles le Mauvais conclut


avec le duc de Lancastre un pacte qui
prévoit le démembrement de la France :
Édouard recevra la couronne de France mais
laissera à son cousin Charles de Navarre la
Normandie, la Champagne, la Brie, le
Languedoc et quelques autres fiefs.
Malheureusement, ces négociations
échouent

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