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Conflictos Bélicos

¿Qué es Bélico?
Bélico es un adjetivo que indica que algo es relativo a la guerra. Procede del
latín bellĭcus y a su vez de la palabra bellum (guerra).
Algunas palabras similares pueden ser: belicoso, guerrero, agresivo o militarista. Como
antónimos se pueden citar los adjetivos pacifista y antimilitarista.

El adjetivo 'bélico' se puede aplicar a diferentes términos como material bélico, ambiente
bélico o contexto bélico, en los cuales se podría sustituir la palabra 'bélico' por 'de guerra'.

¿Qué es un Conflicto Bélico?


Un conflicto o un enfrentamiento bélico es una guerra en la que dos o más grupos
armados luchan. También se puede hablar de conflicto armado en este caso. Un conflicto
bélico puede desarrollarse en varias batallas y extenderse durante mucho tiempo como la
Guerra de los Cien Años (que en realidad duró 116).
Las causas de un conflicto bélico son diversas y en ocasiones están relacionadas entre sí,
por ejemplo, motivos económicos, religiosos y étnicos. En un conflicto bélico pueden estar
involucrados militares y civiles.
Existen muchos tipos de conflictos armados, en ocasiones se identifican, entre otros
motivos, por el tipo de armamento utilización (por ejemplo, 'guerra nuclear’, 'guerra
biológica') o por el lugar en el que se desarrolla ('guerra naval', 'guerra aérea').

Ejemplos de conflictos bélicos.


A lo largo de la Historia han existido multitud de guerras. Algunos de estos conflictos
destacan debido al número de muertos y heridos y al alcance que han tenido a nivel
internacional. La I Guerra Mundial o la Gran Guerra (1914-1918) se considera el primer
enfrentamiento en el que intervinieron todas las grandes potencias.
La II Guerra Mundial (1939-1945), en la que se contabilizan más de 60 millones de
muertes, se considera el conflicto bélico con el mayor número de fallecimientos y de
mayor coste económico de la Historia. Algunos conflictos destacan por su larga duración,
como La Guerra de Arauco en el actual Chile, que se mantuvo durante casi 300 años.
Algunos conflictos Bélicos:
1.- Guerra de los 100 años (1337 – 1453):
La guerra, llamada Guerra de los 100 años, duro en realidad, ciento dieciséis años desde
el año 1337 hasta el año 1453. Esta guerra se dio entre Francia e Inglaterra, el principal
motivo fue la posesión de los territorios franceses. Es la última guerra feudal y el ejemplo
más perfecto de este tipo de guerras. Al inicio Inglaterra tomo posesión de tierras
francesas, pero al final de la guerra Francia logró recuperar los territorios ocupados por
los franceses, gracias a la intervención de Juana de Arco.
Causas de la Guerra de los 100 años:
La enemistad franco inglesa en la Edad Media fue la principal causa, además Flandes
condado vasallo de Francia con aspiración de independencia, era ayudado
frecuentemente por los reyes ingleses, que tenían en él su principal mercado importador
de lanas. Hay que tener en cuenta que de Guyena sacaba de Inglaterra sus famosos
vinos y la sal, ambos de un gran volumen comercial. Francia, a su vez, ayudaba a los
escoceses en sus continuas luchas contra Inglaterra.
El monarca inglés poseía gran parte del occidente de Francia, prácticamente desde el
Loira hasta los Pirineos, y que era un vasallo feudal que no cumplía con sus deberes que
como tal debía al rey francés.
Además se una une la cuestión dinástica promovida por la muerte de Carlos IV, en 1328,
sin sucesión directa, el tercer hijo de Felipe IV, sucesor de sus dos hermanos Luis X y
Felipe V, muertos asimismo sin sucesión. Eduardo III de Inglaterra, sobrino de estos tres
reyes, como hijo de Isabel Capeto, casada con Eduardo II, pretendió el trono de Francia,
pero los franceses, más por razones políticas que jurídicas; dieron la corona a Felipe VI
de Valois, primo hermano del último rey.
La monarquía de Francia no estaba todavía centralizada, ni poseía una economía fuerte;
su ejército no había rebasado aún la fase feudal. Inglaterra, mucho menos poblada, tenía
una economía mejor organizada; su ejército podía considerarse nacional y estaba dotado
de un armamento superior.
Los Reyes:
Reyes ingleses
Durante la guerra reinaron en Inglaterra cinco reyes:
Eduardo III (1327-1377), hombre de sentido práctico, de carácter enérgico y que fue
excelentemente ayudado por su hijo el Príncipe Negro.
Ricardo II (1377-1399), su nieto, débil a pesar de sus crueldades, que le hicieron
impopular y le costaron la destitución y la vida, ya que murió encerrado en el castillo de
York.
Enrique IV de Lancaster (1399-1413), nieto también de Eduardo III, legado al trono por
una sublevación, reorganizó el ejército, lo que aprovechó su hijo.
Enrique V (1387-1422), el gran rey inglés del siglo XV, notable militar y prudente político.
Enrique VI. El último rey inglés de la guerra, débil e irresoluto.
Reyes franceses
En Francia reinaron igualmente cinco reyes. Los tres primero, contemporáneos de
Eduardo III, fueron:
Felipe VI (1328-1350), caballeresco y brillante, símbolo de la indisciplinada nobleza
francesa.
Juan el Bueno (1350-1364), impotente para dominar la anarquía nobiliaria.
Carlos V el Prudente (1364-1380), sagaz político.
El sucesor de Carlos V fue Carlos VI (1380-1422), cuyo reinado coincide con el de los tres
reyes ingleses, Ricardo II, Enrique IV y Enrique V. Carlos VI, afectado de locura a
consecuencia de un accidente de caza, llevó a Francia al borde de la ruina.
El último rey de la guerra en Francia fue Carlos VII (1422-1461), contemporáneo de
Enrique VI y restaurador de la nacionalidad francesa.
Los periodos de la Guerra de los 100 años
La guerra de los 100 años puede dividirse en dos periodos: el primero dura desde 1337
hasta 1380 y termina con la muerte de Carlos V. El segundo, de 1380 hasta 1453, acaba
con la expulsión de los ingleses de Francia.
Primer periodo de la lucha
La necesidad de dominar el mar por ambos bandos hizo que la primera batalla fuera
naval. En 134, la escuadra inglesa batía a la francesa en L’Ecluse, quedando dueña del
mar, y un ejército inglés desembarcaba en el continente y llegaba casi hasta París. En su
retirada fue atacado por el ejército francés, al que derrotó en Crécy (1346).
La batalla de Crécy es un claro exponente de la diferencia de organización militar entre
Francia e Inglaterra.
En pocas horas se resolvió la batalla, que costo a los ingleses 40 arqueros, mientras los
franceses perdieron cuatro mil hombres, de los cuales 1500 eran caballeros.
Eduardo III, después de felicitar al Príncipe Negro, verdadero artífice de la victoria,
marcho sobre Calais, plaza que se rindió tras un duro sitio y que lo ingleses conservaron
en su poder hasta 1558, cuando la perdieron en la paz de Cateau-Cambresis. Calais
representaba para Inglaterra tener una puerta abierta en el continente.
La Peste Negra, interrumpió la guerra algunos año hasta 1355, cuando el Príncipe Negro
venció en Poitiers al rey Juan II el Bueno, que quedó prisionero. La batalla puede
considerarse como una repetición de Crécy. El rey Juan tuvo que firmar en el cautiverio
un tratado llamado de Brétigny (1360), por el que se reconocía al rey inglés la propiedad
de todo el oeste de Francia, a cambio de su renuncia a la corona francesa. El rey francés
recobro la libertad, previo pago de un rescate de 40 millones de francos.
Mientras tanto el desorden se había apoderado de Francia. En la capital, el preboste de
mercaderes Esteban Marcel, caudillo de la burguesía, se hizo cargo del poder y arranco al
rey en 1357 la firma de la Grande Ordannance (imitación de la Carta Magna), mientras en
el campo, los aldeanos, exasperados por el hambre, la peste y la conducta desordenada
de los mercenarios, saqueaban las propiedades nobiliarias y mataban a sus ocupantes en
la sangrienta revuelta de Jacquerie (nombre que proviene del de Jacques Bonhomme,
epíteto con el que la nobleza nombraba a los campesinos), en 1358. Pero los señores
triunfaron al fin. Después de reprimir con increíble dureza la revolución campesina y
habiendo asesinado a Esteban Marcel (1359), llevaron al Delfín o príncipe heredero
Carlos a París. En 1364 moría en Londres su padre Juan II.
Reinado de Carlos V
En el reinado de Carlos V, Francia se recuperó pronto. Aliado de Castilla y Portugal,
inmovilizó a Navarra y amenazó por la espalda el dominio inglés en Guyena. El bretón
Bertrand Duguesclin logró alejar las depredaciones de las compañías mercenarias
llevándolas, en 1365, a España, donde lucharon a favor de Enrique de Trastámara contra
su hermano bastardo Pedro el Cruel. Denunciado el tratado de Brétigny en 1368, se
reanudó la guerra contra Inglaterra, llevada victoriosamente por Duguesclin, nombrado
condestable. Se fue apoderando de los territorios que los ingleses ocupaban en Francia
hasta dejar reducidos sus dominios a Bayona, Burdeos y Calais. En 1376-1377 murieron
el Príncipe Negro y Eduardo III.
Crisis en Inglaterra y Francia
La tregua que siguió a estas victorias fue de grave crisis en Inglaterra a consecuencia de
los desastres militares. Un herrero llamado Wat Tyler dirigió una temible insurrección
obrera, que puso en peligro la corona de Ricardo II. Aunque éste consiguió dominarla, no
pudo evitar que los nobles le destronaran para nombrar a su primo Enrique IV de
Lancaster (1399).
En Francia, al mismo tiempo, la locura de Carlos VI provocó la formación de una regencia.
La disputa por el poder entre el Duque de Borgoña y el Duque de Orleáns produjo una
verdadera guerra civil, llamada de borgoñeses y armañacs.
Segundo periodo de la lucha
Enrique V de Inglaterra supo aprovechar la guerra civil de Francia entre borgoñeses y
armañacs y logró vencer a los franceses en Azincourt (1415), batalla en la que los
franceses reincidieron en los mismos defectos de Crécy y Potiers. El duque de Borgoña,
Felipe el Bueno (1419-1467), desolado por el asesinato de su padre, Juan Sin Miedo
(1371-1419), atribuido al Delfín Carlos, se pasó a los ingleses, y con su ayuda éstos
impusieron al débil Carlos VI el Tratado de Troyes (1420), por el que se pactaba el
matrimonio de Enrique V con Catalina, hija del rey francés. El hijo que naciera de este
matrimonio heredaría Francia con perjuicio del Delfín.
A los dos años de este tratado murieron Carlos VI y Enrique V, y fue coronado en París
Enrique VI niño de diez meses, mientras Carlos VII lo era en una oscura aldea del Berry.
Los ingleses sitiaban Orleáns, cabeza de puente sobre la Loira, única región que
escapaba a su dominio, cuando apareció Juana de Arco.
Presentándose ante Carlos VII, le señalo como verdadero rey, heredero de la corona de
Francia. El misticismo ganó a los franceses. Carlos VII le confió un ejército, con el que
pudo entrar a Orleáns (1429). Después de esta victoria, hizo coronar a Carlos VII en
Reims. Luego venció a los ingleses en Patay. A los años siguientes entraba en
Campiegne, pero al hacer una salida fue hecha prisionera por los borgoñeses, quienes la
entregaron a los ingleses. Por instigación de la Universidad de París, fue sometida a un
proceso por hechicería. Condenada a la hoguera murió quemada en Ruán, en 1413.
Fin de la Guerra de los 100 años
La actuación de Juana de Arco fue breve, pero decisiva. En 1435, Felipe el Bueno de
Borgoña firmó el Tratado de Arrás con Carlos VII, por el que se conservaba Artois y
Picardía y se le dispensaba de prestar homenaje al rey de Francia. El mismo año moría
lord Bedford, jefe del ejército inglés. En 1437, París abría sus puertas a Carlos VII. En
1441 se firmó una tregua de nueve años, conservando a los ingleses tan solo la parte de
Guyena y Normandía. Rota la tregua en 1449 por los ingleses, fueron vencidos poco a
poco y quedaron reducidos a la plaza de Calais, terminando así, sin ningún tratado de
paz, la guerra.
Francia después de la Guerra de los 100 años
Al terminar la Guerra de los 100 años, Francia se hallaba agotada. El feudalismo estaba
deshecho; el campo, a merced de los salteadores. Carlos VII (1422-1461) restableció el
orden, apoyándose en la burguesía y en los segundos de la burguesía. En las
Ordenanzas de Orleans reglamentó la economía y a la vez, la justicia, y estableció el
ejército permanente. Con estas reformas puso a Francia en el camino de la monarquía
absoluta.
2.- Guerra de los Balcanes (1912 – 1913):
Las guerras de los Balcanes fueron dos guerras ocurridas en el sureste de Europa de
1912 a 1913. La primera enfrentó al Imperio otomano con la llamada Liga de los Balcanes
formada por Bulgaria, Montenegro, Grecia y Serbia. Las pequeñas naciones balcánicas
lograron expulsar a los otomanos de casi todo el territorio de la península, pero no
pudieron evitar enfrentarse entre sí por el reparto de las tierras que les habían arrebatado,
lo que originó la segunda guerra de los Balcanes. El Tratado de Bucarest puso fin a las
guerras, pero dejó la zona en un equilibrio inestable, debido al deseo de los derrotados
búlgaros de tomarse la revancha en cuanto surgiese la oportunidad. Las contiendas
tampoco saciaron los apetitos de los nacionalistas griegos y serbios, que seguían
deseosos de ampliar sus Estados a costa de otomanos y austrohúngaros,
respectivamente.
Causas de la Guerra de los Balcanes:
En el año 1878, los otomanos perdieron el control en Tesalia, Bosnia y Herzegovina, Novi
Pazar, noroeste y noreste de Montenegro, Rumelia y Dobruya. Tras la derrota diplomática
rusa en la crisis bosnia de 1908, esta trató de recuperar su influencia en los Balcanes
induciendo a los países de la península a asociarse bajo su supervisión. En 1911, llegó
también a un acuerdo con Italia para cooperar con ella en la región. El mismo año, la
derrota del Imperio otomano ante la misma Italia en la guerra ítalo-turca que le permitió a
esta anexionarse Libia y la continua inestabilidad en el Imperio hicieron que los Estados
balcánicos viesen como inminente la partición de Macedonia. La debilidad otomana
permitió a los Estados balcánicos arrumbar temporalmente sus diferencias y coligarse
para atacar al imperio.
A pesar de su rivalidad por controlar Macedonia y erigirse como la potencia principal de
los Balcanes, Bulgaria y Serbia lograron alcanzar un acuerdo el 13 de marzo de 1912 de
defensa mutua y contraria a la repartición de territorio otomano por otros Estados. Los
anexos secretos del acuerdo trataban sobre la división de Macedonia entre los dos
países, dejando la futura frontera entre ambos extremadamente vaga:Serbia se
anexionaría los territorios al norte de los montes Šar, Bulgaria aquellos al este del Struma
y de las montañas Ródope. El resto de Macedonia quedaba sin asignar, aunque Serbia se
comprometía a no exigir los territorios más allá de la línea Kriva Palanka-Veles-Ohrid, sin
ocupar ninguna de las dos últimas poblaciones. El resto podría dividirse entre Bulgaria y
Grecia. Ambos países se comprometían a enviar cien mil soldados al frente de
Macedonia, suministrando Serbia un total de ciento cincuenta mil y Bulgaria doscientos
mil soldados.
Más tarde Bulgaria llegó a un acuerdo más limitado con Grecia. Esta se negó a aceptar
una Macedonia autónoma y reclamó, como Bulgaria, el puerto de Salónica. Así, el
acuerdo con Grecia fue puramente defensivo, dadas las grandes diferencias entre las dos
naciones.
A continuación Serbia y Bulgaria comenzaron las negociaciones con Montenegro, que
debía provocar al Imperio otomano para lograr el estallido de las hostilidades. Rusia,
consciente de que su alianza para frenar el poderío del Imperio austrohúngaro se había
convertido en un pacto para atacar al Imperio otomano, trató de frenarla mediante
diplomacia, para lo que contó con el acuerdo de Austria-Hungría. El 8 de octubre de 1912,
estas dos potencias advirtieron a los países balcánicos que los posibles cambios
territoriales en la península no serían reconocidos por las grandes potencias, pero ese
mismo día Montenegro desencadenó un ataque contra los otomanos, apoyado
inmediatamente por el resto de sus aliados.
Primera Guerra Balcánica:
En octubre, los coligados invadieron el Imperio otomano, justificando su acción como una
liberación de la población cristiana de los desmanes imperiales. Las operaciones contra el
Imperio se desarrollaron sin grandes problemas: los Ejércitos coaligados contaban con
setecientos mil hombres frente a los trescientos veinte mil otomanos, y la flota griega
bloqueaba la península, estorbando la llegada de refuerzos otomanos.
Mientras los búlgaros se concentraban en atacar hacia Constantinopla y sitiaban Edirne
con refuerzos serbios, los griegos ocuparon Salónica el 8 de noviembre de 1912, a donde
los búlgaros llegaron el día siguiente. En Macedonia los serbios ocuparon poblaciones
más allá de la línea de máxima expansión acordada con los búlgaros, haciéndose con
Prilep, Bitola y Ocrida. En el oeste, Serbia, decidida a lograr un puerto en el mar Adriático,
avanzó hacia Dirraquio, a pesar de ser el territorio de mayoría albanesa, y cercó Escútari
con ayuda de Montenegro. En el suroeste, Grecia atacó Ioánina. Entre octubre y
diciembre, los coligados expulsaron al enemigo de casi todo el territorio europeo.
A comienzos de 1913, las posiciones otomanas en la península se limitaban a cuatro
ciudades cercadas: Estambul, Edirne, Escútari y Ioánina. Las grandes potencias
intervinieron entonces para decidir la asignación de territorios mediante la imposición en
mayo del Tratado de Londres, que asignó Edirne a Bulgaria, Creta a Grecia y creó Albania
gracias a la insistencia de Italia y Austria-Hungría, que no deseaban que Serbia contase
con salida al Adriático. Esta y Grecia, habiendo perdido los territorios albaneses ocupados
en el conflicto, decidieron resarcirse en otro territorio. La victoria no había resuelto el
problema del reparto de territorios entre los coligados balcánicos.
Segunda Guerra Balsámica:
Serbia exigió entonces a Bulgaria extenderse más allá de lo acordado, alegando que
había llevado el peso de los combates en Macedonia y había perdido su salida al mar,
temiendo en realidad el poder de la nueva Bulgaria, que había logrado una salida al mar
Egeo y grandes territorios en Macedonia. Grecia, a su vez, no deseaba una Bulgaria
poderosa a escasos kilómetros de Salónica. Ante la tensión creciente entre los antiguos
aliados, Serbia y Grecia llegaron a un pacto secreto por el que se dividía Macedonia al
oeste del río Vardar, quedando el territorio al este del río para Bulgaria. Pronto
Montenegro y Rumania, que anhelaba tomar el sur de la Dobruya, se unieron al
acuerdo.1712 El Imperio otomano comenzó a tratar también con los nuevos aliados.
Mientras, Bulgaria se encontraba cada vez más aislada: tras su rechazo a la mediación
rusa perdió el respaldo de esta, que apoyó las pretensiones serbias, mientras los
austrohúngaros trataban con Grecia y Rumania. Creyendo en su superioridad militar,
Bulgaria atacó Serbia y Grecia el 29 de junio de 1913. Pronto los aliados de estas
entraron en el conflicto y el 31 de julio de 1913 Bulgaria se vio obligada a firmar el
armisticio, reconociendo su derrota.
Este segundo conflicto conllevó grandes pérdidas territoriales para Bulgaria, que tuvo que
entregar el sur de Dobruya, concedido a Rumania, y casi toda Macedonia a excepción de
los territorios que rodeaban Strumica, aunque mantuvo su acceso al Egeo a través de una
franja de ciento veinte kilómetros y el puerto de Dedeagatch. Serbia obtuvo casi todo el
norte de Macedonia, el Imperio otomano recuperó Edirne y la Tracia oriental, mientras que
Grecia ocupó Epiro con Janina y se extendió unos setenta y cinco kilómetros al norte y
este de Salónica. Montenegro y Serbia se repartieron el Sanjacado y se creó Albania.
Consecuencias de la Guerra Balsámica:
Las guerras supusieron la expulsión definitiva del Imperio otomano de la península de los
Balcanes salvo en el extremo oriental de Tracia, el establecimiento de fronteras casi
definitivas que perduraron salvo breves intervalos durante las guerras mundiales y el
nacimiento de Albania como Estado independiente. No resolvieron, sin embargo, las
disputas territoriales entre los países balcánicos; Bulgaria mantuvo sus deseos de
alcanzar las fronteras del Tratado de San Stefano, mientras que los territorios de
Macedonia, Tracia y Dobruya continuaron disputados entre los países de la zona.
Macedonia, quedó dividida entre Serbia (luego Yugoslavia), Bulgaria y Grecia. Las
contiendas fueron un hito en la transformación de la región de una zona de imperios
multinacionales a una región dominada por Estados-nación.
Bulgaria sufrió importantes bajas en las dos guerras: sesenta y seis mil muertos y ciento
diez mil heridos de una población de poco más de tres millones. Un 18 % de los soldados
movilizados en las dos contiendas de 1912-1913 perdieron la vida.
Según los datos oficiales griegos, el Ejército heleno perdió en las dos guerras 2373
soldados fallecidos en combate, tuvo 9295 heridos y otros 1558 soldados perecieron a
causa de las epidemias. A cambio, el Estado griego aumentó un 67,6 % en población y un
63,6 % en territorio.
Montenegro creció un 100 % en población y un 61,2 % en territorio.
Serbia casi dobló su territorio (pasó de tener 48 300 km² a 87 300 km²) y aumentó
notablemente su población (creció de los 2,9 millones a los 4,4). Pero las consecuencias
también fueron graves, pese a la obtención de nuevos territorios.2728 La movilización de
cuatrocientos mil soldados durante unos diez meses costó al Estado tres veces el
presupuesto de 1912 o cuatro veces el de 1911, por lo que en 1914 el país quedó sumido
en una grave crisis económica. El reclutamiento también había perjudicado el rendimiento
de las cosechas de 1912 y 1913 al privar al campo de parte de la mano de obra, lo que
causó inflación en los precios de los alimentos y hambruna en algunas comarcas. La
reducción de la producción agrícola en un país predominantemente rural también menguó
los ingresos del fisco. La contienda causó además gran número de muertos y heridos y
consumió gran parte del armamento disponible, lo que dejó al Ejército en malas
condiciones para librar la siguiente guerra. En las dos contiendas, el Ejército había tenido
36 500 muertos —16 300 de ellos fallecidos por enfermedades, no en combate— y 55 000
heridos graves, muchos de los cuales acabaron impedidos de por vida. Se calcula que el
Ejército perdió algo más de un cuarto de sus hombres (unos noventa y un mil) y otros tres
mil hombres fallecieron en los combates en Albania y en los territorios conquistados.
Cambios de territorio en los Balcanes
Para el Imperio otomano, estas guerras supusieron un gran descalabro: el país perdió el
80 % de sus territorios europeos y cuatro millones de habitantes, un 16 % de la población
total del imperio. Unos cuatrocientos mil refugiados abandonaron los territorios perdidos y
se asentaron en lo que quedaba del imperio. La Liga incendió el 80 % de los pueblos
considerados musulmanes, para evitar que la población regresase a sus hogares. Unos
600 000 de los 2 315 000 musulmanes de las provincias europeas perecieron de las
penalidades y enfermedades asociadas a las dos guerras. Militarmente, también
resultaron muy costosas: el Ejército perdió catorce de sus cuarenta y tres divisiones y la
guarnición de Andrinópolis. Solo seis de las divisiones existentes antes de la guerra no
participaron en los combates. Estos costaron más de doscientas cincuenta mil bajas a los
otomanos y desbarataron la organización del Ejército. Tan solo en la primera guerra, los
otomanos habían tenido ciento veinticinco mil muertos. Políticamente, las guerras
acabaron con el otomanismo multicultural, agudizaron la posición islamista y turca del
Comité de Unión y Progreso y facilitaron el trato brutal de las minorías en los restos del
menguado imperio.
Se desconoce el número de civiles que perdieron la vida en la contienda. Se calcula, sin
embargo, que entre el 5 % y el 15 % de la población cristiana de valiatos occidentales de
Manaste, Salónica y Kosovo abandonaron sus hogares. Las cifras para la población
musulmana de la región se creen similar. Se calcula que unos cuatrocientos mil tuvieron
que marchar de la región. En Tracia, tanto búlgaros como otomanos cometieron
desmanes contra la población civil, los primeros fundamentalmente en el curso de la
primera guerra balcánica y los segundos, tras la segunda en que recuperaron parte de la
región. Pese a los movimientos de población, los Estados pasaron a contener importantes
minorías como consecuencia de la conquista de nuevos territorios. La debilidad
administrativa de los Estados balcánicos hizo que en los nuevos territorios se perpetuase
el poderío de las bandas armadas, que en ocasiones sustituía a la Administración Pública
y fomentó el aumento de la criminalidad en general. Los Estados trataron asimismo de
homogeneizar a la población, eliminando a las minorías, que consideraban hostiles y
amenazantes, bien mediante la asimilación o la expulsión.
Los contendientes se aprestaron además al intercambio forzoso de población. Otomanos
y búlgaros acordaron intercambiar cincuenta mil personas de cada país en el tratado de
paz bilateral del 29 de septiembre de 1913. Otomanos y griegos negociaban un pacto
similar cuando estalló la Primera Guerra Mundial y puso fin temporalmente a las
negociaciones. En Tracia oriental, los otomanos procedieron a expulsar, de manera más o
menos violenta, a la población de cultura búlgara y griega. Si en el censo de 1906-1907
había unos cien mil, en 1914 apenas quedaban dos mil quinientos.
3.- Primera Guerra Mundial (1914 – 1918)

La Primera Guerra Mundial, anteriormente llamada la Gran Guerra, fue una confrontación
bélica centrada en Europa que empezó el 28 de julio de 1914 y finalizó el 11 de
noviembre de 1918, cuando Alemania aceptó las condiciones del armisticio.
Recibió el calificativo de mundial porque se vieron involucradas todas las grandes
potencias industriales y militares de la época, divididas en dos alianzas. Por un lado, la
Triple Alianza formada por las Potencias Centrales: el Imperio alemán y Austria-Hungría.
Italia, que había sido miembro de la Triple Alianza junto a Alemania y Austria-Hungría, no
se unió a las Potencias Centrales, pues Austria, en contra de los términos pactados, fue la
nación agresora que desencadenó el conflicto. Por otro lado se encontraba la Triple
Entente, formada por el Reino Unido, Francia y el Imperio ruso. Ambas alianzas sufrieron
cambios y fueron varias las naciones que acabarían ingresando en las filas de uno u otro
bando según avanzaba la guerra: Italia, el Imperio del Japón y Estados Unidos se unieron
a la Triple Entente, mientras el Imperio otomano y el Reino de Bulgaria se unieron a las
Potencias Centrales. Más de 70 millones de militares, de los cuales 60 millones eran
europeos, se movilizaron y combatieron en la entonces guerra más grande de la historia.
Hasta antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial, esta guerra era llamada Gran
Guerra o Guerra Mundial, expresión esta última que en Alemania comenzó a utilizarse
desde su comienzo (Weltkrieg), aunque solo se generalizó en Francia (Guerre Mondiale) y
en el Reino Unido (World War) en la década de 1930, mientras que en Estados Unidos la
denominación se impuso a partir de su intervención en 1917, ya que allí se la conocía
como Guerra Europea.
Aunque el imperialismo que venían desarrollando desde hacía décadas las potencias
involucradas fue la principal causa subyacente, el detonante del conflicto se produjo el 28
de junio de 1914 en Sarajevo con el asesinato del archiduque Francisco Fernando de
Austria, a manos de Gavrilo Princip, un joven nacionalista serbio. Este suceso desató una
crisis diplomática cuando Austria-Hungría dio un ultimátum al Reino de Serbia y se
invocaron las distintas alianzas internacionales forjadas a lo largo de las décadas
anteriores. En pocas semanas, todas las grandes potencias europeas estaban en guerra y
el conflicto se extendió a muchas otras áreas geográficas.
El 28 de julio, los austrohúngaros iniciaron las hostilidades con el intento de invasión de
Serbia. Mientras Rusia se movilizaba, Alemania invadió Bélgica, que se había declarado
neutral, y Luxemburgo en su camino a Francia. La violación de la soberanía belga llevó al
Reino Unido a declarar la guerra a Alemania. Los alemanes fueron detenidos por los
franceses a pocos kilómetros de París, y se inició una guerra de desgaste en la que las
líneas de trincheras apenas sufrirían variación alguna hasta 1917. Este frente es conocido
como Frente Occidental. En el Frente Oriental, el ejército ruso logró algunas victorias
frente a los austro-húngaros, pero fueron detenidos por los alemanes en su intento de
invadir Prusia Oriental. En noviembre de 1914, el Imperio otomano entró en la guerra, lo
que significó la apertura de distintos frentes en el Cáucaso, Mesopotamia y el Sinaí. Italia
y Bulgaria se unieron a la guerra en 1915, Rumania en 1916 y Estados Unidos en 1917.
Tras años de relativo estancamiento, la guerra empezó su desenlace en marzo de 1917
con la caída del gobierno ruso tras la Revolución de Febrero y la firma de un acuerdo de
paz entre la Rusia revolucionaria y las Potencias Centrales después de la Revolución de
Octubre, en marzo de 1918. El 4 de noviembre de 1918, el Imperio austrohúngaro solicitó
un armisticio. Tras una gran ofensiva alemana a principios de 1918 a lo largo de todo el
Frente Occidental, los Aliados hicieron retroceder a los alemanes en una serie de exitosas
ofensivas. Alemania, en plena revolución, solicitó un armisticio el 11 de noviembre de
1918, poniendo fin a la guerra con la victoria aliada.
Tras el fin de la guerra, cuatro grandes imperios dejaron de existir: el alemán, el ruso, el
austrohúngaro y el otomano. Los Estados sucesores de los dos primeros perdieron una
parte importante de sus antiguos territorios, mientras que los dos últimos se
desmantelaron. El mapa de Europa y sus fronteras cambiaron por completo y varias
naciones se independizaron o se crearon. Al calor de la Primera Guerra Mundial se fraguó
la Revolución rusa, que concluyó con la creación del primer Estado en la historia
autodenominado socialista: la Unión Soviética.
Tras seis meses de negociaciones en la Conferencia de Paz de París, el 28 de junio de
1919 los países aliados firmaron el Tratado de Versalles con Alemania, y otros a lo largo
del siguiente año con cada una de las potencias derrotadas. Más de nueve millones de
combatientes y siete millones de civiles perdieron la vida (el 1 % de la población mundial),
una cifra extraordinaria, dada la sofisticación tecnológica e industrial de los beligerantes.
Es el quinto conflicto más mortífero de la historia de la Humanidad. La convulsión que
provocó la guerra allanó el camino a grandes cambios políticos, con revoluciones de un
carácter nunca visto en varias de las naciones involucradas. Se fundó la Sociedad de
Naciones, con el objetivo de evitar que un conflicto de tal magnitud se repitiese; sin
embargo, dos décadas después estalló la Segunda Guerra Mundial. Entre sus razones se
pueden señalar: el alza de los nacionalismos, una cierta debilidad de los Estados
democráticos, la humillación sentida por Alemania tras su derrota, las grandes crisis
económicas y, sobre todo, el auge del fascismo.
Causas de la Primera Guerra Mundial:
- Asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria en Sarajevo
El 28 de junio de 1914, el archiduque Francisco Fernando de Austria visitó Sarajevo, la
capital de Bosnia. Allí, un grupo de seis militantes (Cvjetko Popović, Muhamed
Mehmedbašić, Nedeljko Čabrinović, Trifko Grabež, Vaso Čubrilović y Gavrilo Princip) de la
organización nacionalista Joven Bosnia, grupo juvenil de la organización secreta Mano
Negra, se habían reunido en la calle donde estaba previsto que pasara la caravana del
archiduque con la intención de asesinarlo. Cuando la comitiva pasó por la calle,
Čabrinović lanzó una granada al coche de Francisco Fernando, pero falló. Algunos
viandantes resultaron heridos en las inmediaciones por la explosión, pero el convoy de
Fernando continuó su marcha y los demás asesinos no actuaron cuando el coche pasó
por delante de ellos. Una hora más tarde, cuando Francisco Fernando regresaba del
ayuntamiento de Sarajevo en dirección a un hospital para visitar a los heridos por el
atentado, la caravana se equivocó y giró hacia una calle donde, casualmente, se
encontraba Gavrilo Princip. Al paso del coche del archiduque, Princip sacó su pistola, una
FN Modelo 1910, y disparó a Fernando y a su esposa Sofía; Princip intentó suicidarse,
pero la turba que había presenciado el magnicidio se lo impidió y fue posteriormente
detenido.
Al contrario de lo que cabría esperar en vista del acontecimiento posterior, la reacción de
la población en Austria fue débil, casi indiferente. El historiador Zbyněk Zeman escribiría
más tarde:
El evento no provocó ninguna impresión en absoluto. El domingo y lunes (días 28 y 29 de
junio) las multitudes en Viena escucharon música y bebieron vino, como si nada hubiera
sucedido.
Las autoridades austro-húngaras animaron una serie de disturbios anti serbios en
Sarajevo, en los que croatas y bosnios asesinaron a dos personas de origen serbio y
dañaron numerosos edificios de propiedad serbia. Se organizaron acciones violentas
contra serbios fuera de Sarajevo y en la ciudad se produjeron más de un centenar de
detenciones de sospechosos de haber participado o ayudado en el asesinato del
archiduque; los ataques se extendieron a otras grandes ciudades del Imperio
austrohúngaro en las actuales Bosnia, Croacia y Eslovenia. Las autoridades encarcelaron
o extraditaron en toda Bosnia a unos 5500 prominentes serbios, de los cuales entre 700 y
2200 murieron en prisión. Más de 460 serbios fueron condenados a muerte y una milicia
especial de mayoría bosnia conocida como Schutzkorps comenzó a perseguir a los
serbios de forma sistemática.
- Crisis de julio
El asesinato condujo a un mes de maniobras diplomáticas entre las principales potencias
europeas: Austria-Hungría, Alemania, Rusia, Francia y Reino Unido, conocidas como
crisis de julio. Creyendo (correctamente) que funcionarios del gobierno de Serbia estaban
involucrados en el complot para asesinar al archiduque y con la intención de terminar
definitivamente con la intromisión de Serbia en Bosnia, Austria-Hungría entregó a Serbia
un ultimátum el 23 de julio donde hacía diez demandas imposibles de aceptar (de forma
intencionada), para justificar una guerra contra Serbia. Al día siguiente, después de
celebrarse un consejo de ministros en Rusia presidido por el mismo zar, Rusia ordenó la
movilización general de sus tropas en los distritos y flotas del mar Báltico, el mar Negro,
Odesa, Kiev, Kazán y Moscú. También se pidió a otras regiones acelerar los preparativos
para una inminente movilización general. El día 25, Serbia decretó la movilización general
y esa misma noche declaró que aceptaba todos los términos del ultimátum, excepto el
artículo sexto, que exigía él envió de una delegación austriaca a Serbia para participar en
la investigación del asesinato. Al día siguiente, Austria rompió sus relaciones diplomáticas
con Serbia y un día después ordenó la movilización parcial; el día 28, Austria-Hungría
declaró la guerra a Serbia.
El 29 de julio, Rusia salió en ayuda de su protegido serbio y declaró, de forma unilateral y
fuera de los procedimientos previstos en los acuerdos militares franco-rusos, la
movilización parcial contra el Imperio austrohúngaro. El canciller de Alemania, Theobald
von Bethmann-Hollweg, decidió retrasar su respuesta hasta el día 31, pero no daría
tiempo a meditarla, pues el día 30 Rusia ordenó una movilización general contra
Alemania, y en respuesta, esta se declaró en estado de peligro de guerra. El káiser
Guillermo II de Alemania, pidió a su primo, el zar Nicolás II de Rusia, que detuviera la
movilización general de su país, a lo que este se negó y a lo que Alemania respondió con
un ultimátum donde exigía la desmovilización rusa y el compromiso de no apoyar a
Serbia. Otro fue enviado a Francia, donde se pedía que no apoyase a Rusia si esta salía
en defensa de Serbia. El 1 de agosto, tras la respuesta negativa de Rusia, Alemania se
movilizó y declaró la guerra a Rusia, y por su parte Austria-Hungría ordenaría la
movilización general el 4 de agosto.
El gobierno alemán debía decidir qué plan de despliegue militar ponía en práctica
mientras trataba de mantener a Francia neutral. Alemania planeaba poner en marcha una
versión modificada del Plan Schlieffen, el Aufmarsch II West, que al contrario que el
original (que contemplaba desplegar el 80 % del ejército en el frente occidental)
desplegaría un 60 % de las tropas en el oeste y el 40 % restante en el frente oriental, ya
que era lo máximo que el sistema ferroviario prusiano podía soportar. Los franceses no
respondieron, pero su decisión de retirar a sus soldados a diez kilómetros de sus fronteras
para evitar incidentes confundió a los alemanes. Sin embargo, los franceses decretaron la
movilización de sus reservistas, a lo que Alemania respondió movilizando a los suyos y
poniendo en marcha su plan. Alemania invadió Luxemburgo el 2 de agosto y el día 3
declaró la guerra a Francia. El 4 de agosto, ante la negativa de Bélgica de permitir el paso
de las tropas alemanas en su camino a Francia, Alemania también declaró la guerra a
Bélgica, lo que provocó que Reino Unido declarase (el mismo día 4 a las 19:00 UTC) la
guerra a Alemania, tras el ultimátum británico para mantener la neutralidad de Bélgica.
4.- Segunda Guerra Mundial (1939 – 1945)
La Segunda Guerra Mundial fue un conflicto militar global que se desarrolló entre 1939 y
1945. En este se vieron implicadas la mayor parte de las naciones del mundo, incluidas
todas las grandes potencias, agrupadas en dos alianzas militares enfrentadas: los aliados
de la Segunda Guerra Mundial y las potencias del eje. Fue la mayor contienda bélica de la
historia, con más de cien millones de militares movilizados y un estado de guerra total en
que los grandes contendientes destinaron toda su capacidad económica, militar y
científica al servicio del esfuerzo bélico, borrando la distinción entre recursos civiles y
militares. Marcada por hechos de enorme repercusión que incluyeron la muerte masiva de
civiles, el Holocausto, los bombardeos intensivos sobre ciudades y el uso, por única vez,
de armas nucleares en un conflicto militar, la Segunda Guerra Mundial fue el más
mortífero en la historia con un resultado de entre 50 y 70 millones de víctimas, el 2,5 % de
la población mundial.

El comienzo del conflicto se suele situar en el 1 de septiembre de 1939, con la invasión


alemana de Polonia, el primer paso bélico de la Alemania nazi en su pretensión de fundar
un Tercer Reich alemán sobre Europa, que produjo la inmediata declaración de guerra de
Francia con la mayor parte de los países del Imperio británico y la Commonwealth al
Tercer Reich. Desde finales de 1939 hasta inicios de 1941, merced a una serie de
fulgurantes campañas militares y la firma de tratados, Alemania conquistó o sometió gran
parte de la Europa continental. En virtud de los acuerdos firmados entre los nazis y los
soviéticos, la nominalmente neutral Unión Soviética ocupó o se anexionó territorios de las
seis naciones vecinas con las que compartía frontera en el oeste. El Reino Unido y la
Commonwealth se mantuvieron como la única gran fuerza capaz de combatir contra las
potencias del eje en el Norte de África y en una extensa guerra naval. En junio de 1941
las potencias europeas del eje comenzaron la invasión de la Unión Soviética, dando así
inicio a la más extensa operación de guerra terrestre de la Historia, donde desde ese
momento se empleó la mayor parte del poder militar del Eje. En diciembre de 1941 el
Imperio del Japón, que había estado en guerra con China desde y pretendía expandir sus
dominios en Asia, atacó a los Estados Unidos y a las posesiones europeas en el océano
Pacífico, conquistando rápidamente gran parte de la región.
El avance de las fuerzas del eje fue detenido por los aliados en 1942 tras la derrota de
Japón en varias batallas navales y de las tropas europeas del Eje en el Norte de África y
en la decisiva batalla de Stalingrado. En 1943, como consecuencia de los diversos
reveses de los alemanes en Europa del Este, la invasión aliada de la Italia Fascista y las
victorias de los Estados Unidos en el Pacífico, el Eje perdió la iniciativa y tuvo que
emprender la retirada estratégica en todos los frentes. En 1944 los aliados occidentales
invadieron Francia, al mismo tiempo que la Unión Soviética recuperó las pérdidas
territoriales y ambos invadían Alemania.
La guerra acabó con una victoria total de los aliados sobre el eje en 1945 y la liberación
de los prisioneros en campos de exterminio. La guerra en Europa terminó con la captura
de Berlín por tropas soviéticas y polacas y la consiguiente rendición incondicional
alemana el 8 de mayo de 1945. La Armada Imperial Japonesa resultó derrotada por los
Estados Unidos y la invasión del archipiélago japonés se hizo inminente. Tras el
bombardeo atómico sobre Hiroshima y Nagasaki por parte de los Estados Unidos y la
invasión soviética de Manchuria, la guerra en Asia terminó el 15 de agosto de 1945
cuando Japón aceptó la rendición incondicional.
La Segunda Guerra Mundial alteró las relaciones políticas y la estructura social del
mundo. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) fue creada tras la conflagración
para fomentar la cooperación internacional y prevenir futuros conflictos. La Unión
Soviética y los Estados Unidos se alzaron como superpotencias rivales, estableciéndose
el escenario para la Guerra Fría, que se prolongó por los siguientes 46 años. Al mismo
tiempo declinó la influencia de las grandes potencias europeas, materializado en el inicio
de la descolonización de Asia y África. La mayoría de los países cuyas industrias habían
sido dañadas iniciaron la recuperación económica, mientras que la integración política,
especialmente en Europa, emergió como un esfuerzo para establecer las relaciones de
posguerra.
Causas de la segunda guerra mundial:
Las causas bélicas del estallido de la Segunda Guerra Mundial son, en Occidente, la
invasión de Polonia por las tropas alemanas y, en Oriente, la invasión japonesa de China,
las colonias británicas, neerlandesas y posteriormente el ataque a Pearl Harbor.
La Segunda Guerra Mundial estalló después de que estas acciones agresivas recibieran
como respuesta una declaración de guerra, la resistencia armada o ambas, por parte de
los países agredidos y aquellos con los que mantenían tratados. En un primer momento,
los países aliados estaban formados tan solo por Polonia, Reino Unido y Francia,
mientras que las fuerzas del Eje las constituían únicamente Alemania e Italia en una
alianza llamada el Pacto de Acero.
A medida que la guerra progresó, los países que iban entrando en la misma (por ser
atacados o tener tratados con los países agredidos) se alinearon en uno de los dos
bandos, dependiendo de cada situación. Ese fue el caso de los Estados Unidos y la
URSS, atacados respectivamente por Japón y Alemania. Algunos países, como Hungría o
Italia, cambiaron sus alianzas en las fases finales de la guerra.
Consecuencias Históricas de la Segunda Guerra Mundial:
Además de los horrores propios de toda guerra, la Segunda Guerra Mundial introdujo
formas de sufrimiento no achacables a la propia escala de la misma:
- Deportaciones masivas a campos de concentración y de trabajo forzado,
organizados en Europa por Alemania (contra judíos, homosexuales, eslavos,
discapacitados, gitanos, Testigos de Jehová, comunistas, españoles republicanos,
sacerdotes católicos y ministros de otras religiones, etc.), que se convertirían en
campos de exterminio donde tendría lugar el Holocausto; también en Estados
Unidos y otros países de América, internando a sus ciudadanos de ascendencia
japonesa.
- Masacres masivas de población y de prisioneros enemigos perpetrada por las
fuerzas japonesas, principalmente en China, y las alemanas, en Rusia. Tras la
guerra, malos tratos a prisioneros de guerra, sobre todo por parte de la Unión
Soviética.
- Violaciones masivas de mujeres por parte de tropas soviéticas y japonesas.
- Experimentos científicos usando prisioneros realizados por médicos nazis y
japoneses, que solían acabar con la muerte del individuo.
- Bombardeo aéreo masivo de civiles y lanzamiento de cohetes V-1 y V-2 iniciado
por el Eje en Varsovia, Londres, Coventry y otras ciudades, que fue continuado por
los aliados a una escala mucho mayor (Tokio, Berlín, Dresde y Hamburgo entre
otras). Además, por primera y única vez, la bomba atómica fue utilizada en una
guerra: dos bombas arrojadas por Estados Unidos explotaron con tres días de
intervalo, en Hiroshima y Nagasaki.
- Durísimos años de postguerra para la población civil.
- Como consecuencia de los cambios territoriales, millones de personas se vieron
desplazadas y desarraigadas de sus lugares de origen.
- En el ámbito intelectual y artístico, queda de forma oprimente y, a veces, obsesiva,
la pregunta de cómo fue posible la guerra y cómo fueron posibles las
circunstancias históricas que llevaron a ella. En muchos casos esta cuestión se ve
agravada por el saber de qué intelectuales y artistas colaboraron con los
totalitarismos y el clima bélico o, al menos, no se opusieron decididamente a ello.
- Guerra después de la guerra: Combates en Indochina entre franceses y
movimientos separatistas creados tras el vacío de poder que ocasionó la guerra,
guerra civil en Grecia y Turquía, etc.
La Segunda Guerra Mundial contribuyó a que emergieran dos superpotencias que
buscaban repartirse el mundo: Estados Unidos y la URSS. La Sociedad de Naciones, a la
que se responsabilizó de contribuir a desatar la guerra, fue reemplazada por la ONU. La
carta de las Naciones Unidas se firmó en San Francisco el 26 de junio de 1945. En los
Juicios de Núremberg y Tokio, parte de la jerarquía nazi y del Tenno nipón fue juzgada y
condenada por crímenes contra la humanidad. La investigación científica y técnica, en su
conjunto, se benefició de un fuerte impulso en particular: el dominio del átomo tras el
Proyecto Manhattan. También contribuyó a la creación del helicóptero, los aviones de
reacción y la creación del ICBM.
Los soviéticos, que se aliaron con EE. UU. Y los aliados solo por conveniencia contra el
enemigo común, Alemania, se convirtieron en enemigos por sus ideales contrarios, y así
comenzó una era de guerra fría a nivel mundial, concentrándose en Europa.
En Alemania tras la firma del armisticio por parte del Eje, el Plan Marshall contribuyó a la
reconstrucción de Alemania. Si bien los alemanes perdieron la guerra, sus adelantos en
tecnología punta en cadenas de industrias, fabricación de componentes para cohetes,
misiles y diversos tipos de armas ayudaron a los Aliados del Oeste y sirvieron para el
llamado milagro alemán.
Sin embargo se presentó la expulsión de alemanes en Europa central (Prusia,
Checoslovaquia, Polonia y países bálticos) donde había asentamientos alemanes desde
varios siglos atrás. Los alemanes de los Sudeste, que pedían su incorporación a
Alemania, habían desencadenado el desmantelamiento de Checoslovaquia, acordado en
los Acuerdos de Múnich de 1938.
Tras la toma de esos territorios por el ejército soviético, numerosos alemanes fueron
expulsados o dejaron su tierra para ir a Alemania o Austria, en condiciones generalmente
dramáticas.
Los Estados Unidos tomaron la iniciativa de una actitud «positiva». Impusieron la
democracia (particularmente al Japón), a través de una depuración y de un control del
Estado y la educación.
Las pérdidas de vidas humanas para Estados Unidos fueron, en comparación con el resto
de los Aliados, muy inferiores en número porque en su territorio no se desarrolló la guerra
y las pérdidas solo fueron militares.
En este contexto, la actitud francesa, país liberado tras la batalla de Normandía, según la
historiografía francesa, estuvo marcada por la afirmación original de una voluntad de
independencia, sobre todo debido a la personalidad de Charles de Gaulle, quien hizo
jugar a Francia un papel en la ocupación de Alemania al lado de los vencedores y, por
otra parte, desarrolló la investigación nuclear para afirmar su independencia de Estados
Unidos. La liberación se acompaña de una depuración de personas sospechosas de ser
colaboradores (gran parte de ellos ejecutados sin juicio previo) y la destrucción de
ciudades como El Havre. Se forma un gobierno de unión, entre comunistas y gaullistas de
una parte y representantes de la resistencia y radicales, de centro-izquierda.
Los otros aliados, si se exceptúa el Reino Unido, jugaron un rol menor o fueron
descartados de las negociaciones referentes a la puesta en práctica de las dos zonas de
influencia que siguieron a los acuerdos de Yalta y de Potsdam. Esta situación, que porta
en sí misma los gérmenes de la Guerra Fría, llegaría a durar hasta 1991.
El Reino Unido salió considerablemente debilitado de la guerra que consagró el fin de su
poderío colonial. Por consiguiente, las Islas Británicas conocieron una crisis sin
precedentes que requirió la reconstrucción y reestructuración de su economía.
Se estima que alrededor de seis millones de judíos, junto con otros grupos étnicos, fueron
asesinados por los nazis, principalmente mediante la deportación a campos de
concentración, algunos tan conocidos como Auschwitz, Treblinka y Majdanek. La
expresión hebrea Shoah (catástrofe) también conocida como Holocausto designa la
exterminación en masa de los judíos perpetrada durante esta sangrienta guerra.
Al final del conflicto la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reemplazó a la
Sociedad de Naciones (SDN), fundada en 1919, y se otorgó a sí misma la misión de
resolver los conflictos, en general bélicos, de carácter internacional.
5.- Guerra de Vietnam (1955 – 1975)
La guerra de Vietnam, llamada también segunda guerra de Indochina, fue un conflicto
bélico librado entre 1955 y 1975 para impedir la reunificación de Vietnam bajo un gobierno
comunista. En esta guerra participó la República de Vietnam (Vietnam del Sur, capitalista)
con el apoyo de los Estados Unidos y otras naciones aliadas de los Estados Unidos
contra la guerrilla local del Frente Nacional de Liberación de Vietnam (Viet Cong) y el
Ejército de la República Democrática de Vietnam (Vietnam del Norte), respaldados por
China y la Unión Soviética, todos ellos comunistas. Se calcula que murieron en total entre
3,8 y 5,7 millones de personas. Estados Unidos contabilizó 58.159 bajas y más de 1700
desaparecidos, constituyendo la contienda más larga de dicho país hasta la guerra civil de
Afganistán. Fue una de las guerras más importantes del periodo llamado Guerra fría.
El conflicto surgió a partir de la Primera Guerra de Indochina (1946-1954), en la que las
tropas coloniales francesas combatieron contra el Viet Minh liderado por los comunistas
en la Indochina francesa. La mayor parte de la financiación del esfuerzo de guerra francés
fue proporcionada por los Estados Unidos. Después de que los franceses abandonaran
Indochina tras ser derrotados en 1954, en la Conferencia de Ginebra se decidió el
abandono de la colonia asiática, la separación de Vietnam en dos estados soberanos
(Vietnam del Norte y Vietnam del Sur) y la celebración de un referéndum un año después
donde los vietnamitas decidirían su reunificación o su separación definitiva. Pero los
dirigentes del Sur optaron por dar un golpe de estado y no celebrar este referéndum para
evitar que ganara la reunificación. Por este motivo Vietnam del Norte comenzó las
infiltraciones de soldados en apoyo del Vietcong para anexionarse a Vietnam del Sur.
Entonces Estados Unidos, en virtud de la Doctrina Truman y la Teoría del dominó
(contener la expansión del comunismo), envió recursos y a partir de 1964 tropas a
Vietnam del Sur para evitar la conquista por el norte comunista, dando lugar a este
conflicto.
Estados Unidos asumió el apoyo financiero y militar para el estado de Vietnam del Sur. El
Việt Cộng, también conocido como Front national de libération du Sud-Viêt Nam o NLF
(Frente de Liberación Nacional), un frente común de Vietnam del Sur bajo la dirección de
Vietnam del Norte, inició una guerra de guerrillas en el sur. Vietnam del Norte también
había entrado en Laos a mediados de la década de 1950 en apoyo de los insurgentes,
estableciendo el camino de Ho Chi Minh para abastecer y reforzar el Việt Cộng y aumentó
su intervención en 1960. La participación de los Estados Unidos aumentó bajo el
presidente John F. Kennedy a través del programa MAAG de poco menos de mil soldados
en 1959 a 16,000 en 1963. Para 1963, los norvietnamitas habían enviado a 40,000
soldados a luchar en Vietnam del Sur. Vietnam del Norte fue fuertemente respaldado por
la República Popular de China, que además de suministrar armas como lo hizo la URSS,
también envió a cientos de miles de militares del EPL a Vietnam del Norte para
desempeñar funciones de apoyo.
Con la entrada masiva de los Estados Unidos se recuperó parte de lo perdido. Pero, tras
los sucesos de 1968 (Ofensiva del Tet), empezó la retirada progresiva de las tropas
estadounidenses y la firma de los Acuerdos de paz de París en 1973, tras los cuales
Vietnam del Sur luchó solo contra el Ejército de la República Democrática de Vietnam
hasta su propia derrota final y la consiguiente reunificación del país el 2 de julio de 1976
como la República Socialista de Vietnam. Las tres primeras etapas se distinguieron por
transcurrir sin la formación de las tradicionales líneas de frente, donde proliferaron
acciones terroristas y la guerra de guerrillas, frente a las misiones de búsqueda y
destrucción, el uso de bombardeos masivos y el empleo extensivo de armas químicas por
parte de los Estados Unidos. La última fase fue una guerra convencional. Pero el fin de la
contienda solo resultó una pausa en los enfrentamientos de Indochina. Después se
producirían las invasiones de Camboya y Laos por Vietnam y de ésta por China. Por el
contrario, Estados Unidos vivió un repliegue de la política exterior.
La cobertura realizada por los medios de comunicación fue permanente, estando
considerado como el primer conflicto televisado de la historia. Esto permitió la denuncia
de las frecuentes violaciones y abusos contra los derechos humanos cometidos por los
dos bandos. Sin embargo, se discute si dicha cobertura constituyó la causa principal de la
creciente oposición por parte de la opinión pública occidental hacia la intervención
estadounidense.
Esta oposición y el hecho de ser la única derrota militar de los Estados Unidos en el siglo
XX, creó un sentimiento de mala conciencia en el pueblo estadounidense ante una guerra
considerada injusta, el llamado síndrome de Vietnam. El síndrome dio paso a un
movimiento pacifista y se prolongó hasta los años 1980, durante el mandato de Ronald
Reagan, hasta la Guerra del Golfo de 1992. La guerra de Vietnam se convirtió en un
icono, perdurado en la actualidad, de los grupos sociales y partidos de izquierda en gran
parte del mundo.
Causas de la Guerra de Vietnam:
La historia de Vietnam comenzó en el siglo XII, con un grupo de pueblos desplazados
desde el sur de China por la invasión mongol y que colonizaron la cuenca baja del río
Rojo. En el acuerdo de paz firmado por el rey vietnamita Trần Nhân Tông en 1257,
Vietnam accedió a pagar tributos a China para evitar más enfrentamientos. En esos 700
años de historia como pueblo, Vietnam fue alternando su posición de reino invadido por
otros pueblos, sobre todo mongoles y chinos, a la de invasor de sus vecinos; pues
siempre mostró interés en anexionar Laos y Camboya, cuando no toda la península de
Indochina. Este período de independencia y expansión del reino concluyó a finales del
siglo xix cuando el país fue invadido por los europeos, sobre todo Francia y España.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el imperio nipón también invadió buena parte de
Asia, incluida Indochina. Mantuvo, eso sí, a los administradores franceses en sus puestos
para no alterar el orden en la colonia. La contienda pareció enseñar dos lecciones. Por
una parte, que los europeos en general y los franceses en particular distaban mucho de
ser invencibles. Por otra que tratar de apaciguar al agresor solo le hace más agresivo,
como se vio tras la Conferencia de Múnich. La primera lección contribuyó a espolear los
levantamientos en Asia y África contra Francia, los Países Bajos, Portugal o el Reino
Unido. La segunda, a una visión del comunismo como nuevo poder agresor, algo apoyado
en teorías como la defendida tanto por Estados Unidos como por la URSS que postulaban
una inevitable implantación del comunismo en todo el mundo, por la fuerza según los
primeros y por las ventajas de su sistema según los segundos.
Para responder a los distintos movimientos independentistas, los gobiernos europeos
enviaron a lo mejor de sus ejércitos contra los movimientos de liberación en Indochina,
Indonesia, Guinea o la India. Sin embargo, el cambio en la percepción de los occidentales
y el agotamiento provocado por la Segunda Guerra Mundial hacía muy difícil volver a la
situación anterior. Como contestación a esta real o supuesta expansión del comunismo,
en la década de 1940, Harry S. Truman ayudó a la monarquía griega a ganar su guerra
civil contra las milicias del Partido Comunista de Grecia (KKE). También parecía obtener
éxitos en Malasia, Indonesia o Filipinas, naciones con posibilidad de cambiar de aliados.
No tuvo suerte con la China de Mao, que sí adoptó el régimen comunista. La guerra de
Corea, ante la invasión de Corea del Norte, pareció dar un respiro, pero historiadores
como John Gaddis (2008) lo consideran una derrota en la práctica. Sí lo fueron para la
Casa Blanca el paso de Vietnam del Norte, Birmania y Cuba a la esfera comunista, sin
mencionar todas las naciones europeas bajo la ocupación soviética. Estados Unidos
temía quedar rodeado por una constelación comunista de la que Vietnam del Sur sería
una pieza más y el desencadenante de una sucesión de pérdidas en toda la península
con la consiguiente pérdida de prestigio internacional (la así llamada «teoría del dominó»).
En opinión de los distintos gobiernos estadounidenses, si la URSS no veía una oposición
decidida, podrían repetirse las consecuencias de Múnich y revivir las acciones
expansionistas del régimen nacional-comunista. En la década de 1950, Dwight D.
Eisenhower profundizó en la doctrina de Truman con apoyo económico a militares
golpistas de dictaduras como Filipinas, Singapur o Corea; además apostó por la Carrera
espacial contra la Unión Soviética para conseguir que Indonesia y otros países de la
región no cambiaran de bando.
Según John Gaddis (2008), los distintos gobernantes de la URSS también se veían
amenazados por los occidentales. Estadounidenses y europeos habían apoyado al
Ejército Blanco en su guerra civil. Habían confiado en Alemania y los invadió. Con el final
de la Segunda Guerra Mundial veían cómo su territorio era rodeado por bases
estadounidenses con armas nucleares en Alemania occidental, Japón, Turquía. Pero
además, los posibles gobiernos que podían simpatizar con la URSS eran hostigados por
occidentales, caso de Nasser en Egipto, o depuestos directamente como Lumumba en el
Congo.
Consecuencias de la Guerra de Vietnam:
Probablemente pocas guerras hayan tenido tantas repercusiones en la Historia
contemporánea como la de Vietnam y también pocos han atraído más la atención de
novelistas y cineastas.
En Estados Unidos:
Los bombardeos masivos y la crueldad de la guerra retransmitida por vez primera con una
libertad pocas veces repetida,190 comenzaron a cambiar la imagen que tenían los
estadounidenses de sí mismos. La idea de un país enorme machacando a otro pequeño y
la de sus soldados cometiendo matanzas fuera y dentro resultaron demoledoras, dejando
aplastado el espíritu del Destino Manifiesto. En las elecciones de 1968 un presidente
dedicado a las reformas sociales como Lyndon Johnson se enfrentó a fuertes desafíos por
parte de dos demócratas opuestos a la guerra: los senadores Eugene McCarthy y Robert
Kennedy, hermano del asesinado presidente Kennedy y asesinado también al final de la
campaña. El 31 de marzo, en vista de una humillante derrota manifestada por las
encuestas y de la incesante prolongación del conflicto en Vietnam, Johnson se retiró de la
contienda presidencial y ofreció negociar el fin de la guerra. Más tarde, la reelección de
Nixon en 1972 provocó un éxodo masivo de ciudadanos descontentos a países como
Canadá.
La oposición a la guerra se extendió dentro y fuera de Estados Unidos entre la juventud,
avivando el movimiento hippie que había comenzado antes.199 Las universidades
estadounidenses fueron escenario de manifestaciones contra la implicación de Estados
Unidos en esa guerra no declarada e injustificada en opinión de muchos. Hubo
encuentros violentos entre los estudiantes y la policía con disparos y muertos. En octubre
de 1967, 200 000 manifestantes marcharon frente al Pentágono, exigiendo la paz, siendo
uno de los puntos más álgidos del movimiento pacifista. También es cierto que dicha
situación coincidió con uno de los momentos de máxima prosperidad económica, lo que
confería mucha seguridad a la juventud y posibilidades de cambiar de costumbres. Pero el
factor principal de protesta resultó el servicio militar, obligatorio para todos los varones
estadounidenses y con él la posibilidad de ser enviado a Vietnam.
El trauma de Vietnam les duró mucho más a los militares que a la sociedad en general.
Las referencias a esta contienda en cualquier guion de cine que requiera ayuda del
Pentágono son discutidas hasta la saciedad, incluso con amenaza de romper la
colaboración si no se atiende a sus demandas. También lo fueron para los miembros de la
administración Nixon que buscaron enemigos comunistas por el mundo para luchar contra
ellos tras la derrota en Vietnam, apoyando militar y económicamente a dirigentes poco
cualificados, como Holden Roberto, y cuando estos fallaron recurrieron a los mercenarios,
alegando razones estratégicas inexistentes, para no reconocer la inquina que tenían por
la derrota. Dicha derrota fue la principal causa esgrimida por políticos como Charlie
Wilson para financiar a los muyahidines afganos en su guerra contra los soviéticos,
aunque dicho apoyo se volvería contra ellos cuando uno de sus protegidos, Osama Bin
Laden, organizó los Atentados del 11 S y varios cabecillas más se manifestaron a favor.
Estados Unidos lanzó más de siete millones de toneladas de bombas sobre Indochina
durante la guerra, más del triple de las 2,1 millones de toneladas lanzadas por Estados
Unidos en Europa y Asia durante toda la Segunda Guerra Mundial y más de diez veces de
las lanzadas en la guerra de Corea. 500 000 toneladas se lanzaron sobre Camboya, un
millón sobre Vietnam del Norte y cuatro millones sobre Vietnam del Sur. En términos per
cápita, las dos millones de toneladas de bombas que Estados Unidos lanzó sobre Laos
convirtieron al país asiático en la nación más bombardeada de la historia de la
humanidad. El New York Times señaló que se lanzó casi una tonelada de bombas por
cada habitante de Laos. Solo en este país, unos 80 millones de bombas, casi una de cada
tres lanzadas, no explotaron y aún permanecen en su mayoría dispersas por todo el país.
Esto ha provocado que vastas extensiones agrícolas no puedan cultivarse y más de 20
000 laosianos han muerto o resultado heridos desde el fin del conflicto, una cifra que
aumenta en unas 50 personas cada año. Debido a que la Fuerza Aérea debía realizar
muchas misiones con el fin de asegurarse financiación adicional durante la elaboración de
sus presupuestos anuales, en muchas ocasiones el gran tonelaje de bombas gastado no
se correspondía con el daño que provocaban.
Para Vietnam:
La derrota de Saigón y sus Aliados fue proclamada como fiesta nacional vietnamita bajo el
nombre Día de la Paz, pero no trajo la paz al sureste asiático. Pocos años después la
nación invadía Camboya y los hombres de las balsas (refugiados) siguieron aumentando
sin que ningún país quisiera hacerse cargo de ellos. Aunque la invasión de su vecino trajo
la liberación de los camboyanos del régimen quizá más sanguinario del Planeta, no logró
la paz. Las luchas contra lo que quedaba de los Jemeres Rojos se prolongaron durante
más de una década, con continuos anuncios de retirada que se aplazaban o no se
cumplían, hasta que en los años 1990 se celebraron elecciones en aquel país.
El antiguo Vietnam del Norte perdió el 70 % de su infraestructura industrial y de
transportes, además de 3000 escuelas, 15 centros universitarios y 10 hospitales. Por su
parte, el medio ambiente vietnamita quedó profundamente dañado por la utilización del
Agente Naranja y otras armas químicas que defoliaron grandes extensiones de selva, con
pocas posibilidades de recuperarse por la invasión del bambú y otras plantas. Pero peor
aún fueron los efectos para la población en contacto con esas sustancias, aparentemente
inocuas para los humanos, con miles de abortos prematuros, nacimientos con
malformaciones, y esterilidad, especialmente dolorosa para las mujeres de medios
rurales. A esto debe añadirse todos los hijos ilegítimos de rasgos caucásicos y africanos
dejados en la pobreza y marginación.
Asimismo, la Guerra causó muchos daños a la agricultura y los campesinos,
especialmente a los niños, debido a miles de municiones, explosivos y minas sin estallar
ni retirar de bosques y arrozales. Estos efectos provocaron la baja de producción en las
explotaciones agrícolas y el aumento de la población urbana que huía del campo,
convertido en campo de batalla. Se han contabilizado 10 500 000 refugiados generando
unas pérdidas estimadas en 200 000 millones de dólares.
Las enormes infraestructuras de túneles excavados por todo Vietnam ahora forman parte
de las atracciones que visitan los turistas. Se pueden ver las entradas camufladas,
recorrer sus galerías, sentarse en las salas de reuniones e incluso disparar los AK-47.70
Este turismo de guerra ha contribuido a levantar la economía del país, debilitada tras la
caída de la URSS.
6.- Guerra de Afganistán (2001-2014)
La guerra de Afganistán fue una guerra que enfrentó en principio al Emirato Islámico de
Afganistán, gobernado por los talibanes, y, una vez derrocado este, a su insurgencia, por
un lado, y a una coalición internacional comandada por los Estados Unidos, por el control
del territorio afgano, y que continúa como Guerra de Afganistán (2015-presente).
Comenzó el 7 de octubre de 2001 con la Operación Libertad Duradera del Ejército
estadounidense y la Operación Herrick de las tropas británicas, lanzadas para invadir y
ocupar el país asiático. La invasión se desató en respuesta a los atentados del 11 de
septiembre de 2001 en Estados Unidos, de los que este país culpó a Osama bin Laden.
Para iniciar la invasión, Estados Unidos se amparó en una interpretación peculiar del
artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, relativo al derecho a la legítima defensa.
El objetivo declarado de la invasión era encontrar a Osama bin Laden y otros dirigentes
de Al Qaeda para llevarlos a juicio, y derrocar el gobierno del Emirato Islámico de
Afganistán gobernado por el emir mulá Omar, que a juicio de las potencias occidentales
apoyaba y daba refugio y cobertura a los miembros de Al Qaeda. La Doctrina Bush de
Estados Unidos declaró que, como política, no se distinguiría entre organizaciones
terroristas y naciones o gobiernos que les dan refugio.
En principio existieron dos operaciones militares luchando por controlar el país. La
Operación Libertad Duradera fue una operación de combate estadounidense con la
participación de algunos países de la coalición y que se llevó a cabo principalmente en las
regiones del sur y del este del país a lo largo de la frontera con Pakistán. En esta
operación participaron unos 28 300 militares estadounidenses aproximadamente. La
segunda operación fue la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF)
actualmente reemplazada por la Operación Apoyo Decidido desde 2015 (Resolute Suport,
en inglés) que fue establecida por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a finales
de diciembre de 2001 para asegurar Kabul y las áreas de sus alrededores. La OTAN
asumió el control de la ISAF en 2003. En julio de 2009, la ISAF tenía en torno a 64 500
militares de 42 países, proporcionando los miembros de la OTAN el núcleo de la fuerza.
Estados Unidos tenía aproximadamente 29 950 soldados en la ISAF.
En la invasión, Estados Unidos y Reino Unido llevaron a cabo la campaña de bombardeo
aéreo, con fuerzas terrestres proporcionadas fundamentalmente por la Alianza del Norte.
En 2002, fue desplegada la infantería estadounidense, británica y canadiense, avanzando
con fuerzas especiales de varias naciones aliadas como Australia. Posteriormente se
sumaron las tropas de la OTAN.
El ataque inicial sacó a los talibanes del poder, pero estos recobraron fuerza y posiciones
desde entonces. La guerra ha tenido menos éxito de lo esperado en cuanto al objetivo de
restringir el movimiento de Al Qaeda.En diciembre de 2001 se logró formar un nuevo
gobierno en Afganistán y luego en 2004 un gobierno democrático, pero desde 2006, bajo
elecciones, se ve amenazada la estabilidad en Afganistán debido al incremento de la
actividad insurgente liderada por los Talibán, los altos registros de producción ilegal de
droga, y un frágil gobierno con poco poder fuera de Kabul.
El 28 de diciembre de 2014 el presidente de los Estados Unidos Barack Obama dio por
finalizada la misión de la ISAF-OTAN en Afganistán y la ceremonia que se realizó en
Kabul junto al comandante de la ISAF, el General estadounidense John F. Campbell en
representación de las fuerzas de la ISAF supuestamente puso fin a los combates. El 1 de
diciembre de 2014 el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, corroboró junto al
presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, y el jefe del Gobierno, Abdullah Abdullah, la
continuidad de la misión aliada a partir del 1 de enero de 2015 en el país centro asiático
denominada Operación Apoyo Decidido y dicha misión se limita solo a entrenar y asesorar
a las fuerzas afganas. Cerca de 13 000 soldados de la OTAN participaron en dicha
misión. El 15 de octubre de 2015 el presidente estadounidense Barack Obama anunció
que mantendría 5500 soldados en Afganistán cuando dejara el cargo en 2017, con esta
decisión, paso la resolución del conflicto a su sucesor el Presidente Donald Trump. En
junio de 2016 el presidente de EE. UU., Barack Obama, autorizó ampliar el papel que
desempeñan las fuerzas estadounidenses desplegadas en Afganistán, este movimiento
permitió al ejército acompañar a las fuerzas convencionales afganas, que solo podían ir
junto a las especiales, en su lucha contra los insurgentes talibán.En julio de 2016 Obama
aumento el número de soldados estadounidenses para la permanencia en Afganistán, con
lo que se completó en un total de 8400 el número de efectivos en suelo afgano, luego de
que el mulá Haibatulá Ajundzada declarara al igual que su predecesor el mulá Akhtar
Mohamed Mansur que la paz llegará a Afganistán una vez que la ocupación en dicho país
por tropas extranjeras cese.
7.- La guerra de Irak
También conocida como segunda guerra del Golfo u Operación Libertad Iraquí en
Estados Unidos, Operación Telic en el Reino Unido y, en otros ámbitos, ocupación de
Irak, fue un conflicto que comenzó el jueves 20 de marzo de 2003 y finalizó el domingo 18
de diciembre de 2011. Tras finalizar la guerra, se dio paso a una operación de
entrenamiento de las tropas iraquíes para combatir la insurgencia y el terrorismo. Esta
operación se dio a conocer como Operación Nuevo Amanecer, que se inicia al organizar
los Estados Unidos una coalición multinacional, estando compuesta por unidades de las
fuerzas armadas de los propios Estados Unidos, el Reino Unido y contingentes menores
de Australia, Colombia, Corea del Sur, Dinamarca, Polonia, El Salvador, España, Italia,
República Dominicana, Nicaragua, Honduras y otros países más.
La principal justificación para esta operación que ofreció el presidente de los Estados
Unidos, George W. Bush y sus aliados en la coalición, fue la afirmación de que Irak
poseía y estaba desarrollando armas de destrucción masiva (ADM), violando un convenio
de 1991. Funcionarios de los Estados Unidos sostuvieron, de un modo interesado y
tendencioso, que Irak representaba una inminente, urgente e inmediata amenaza a los
Estados Unidos, a su pueblo y a sus aliados, así como a sus intereses. Se criticó
ampliamente a los servicios de información, y los inspectores designados al efecto no
encontraron pruebas de que existieran las pretendidas armas de destrucción masiva.
Después de la invasión, el Grupo de Investigación en Irak llegó a la conclusión de que Irak
había terminado sus programas para desarrollar dichas armas en 1991 y no había
ninguna en el momento de la invasión, pero que tenían la intención de reanudar la
producción siempre y cuando se levantaran las sanciones. Algunos funcionarios de los
Estados Unidos alegaron que Saddam Husein y Al Qaeda habían estado cooperando,
pero no hay pruebas de que exista una relación de colaboración. Otras razones para la
invasión por parte de los funcionarios incluían las preocupaciones sobre el apoyo
financiero de Irak para las familias de terroristas suicidas palestinos, violaciones de los
derechos humanos por parte del gobierno iraquí, la propagación de la democracia, o las
reservas de petróleo de Irak, aunque esto último ha sido negado por algunos funcionarios.
No obstante, Irak, no llegó a desarrollar armas nucleares, debido a la Operación Ópera de
Israel, acontecida unos años antes.
La invasión llevó a la rápida derrota de las fuerzas iraquíes, el derrocamiento del
presidente Saddam Husein, su captura en diciembre de 2003 y su ejecución en diciembre
de 2006. La coalición dirigida por los Estados Unidos en el Irak ocupado trató de
establecer un nuevo gobierno democrático. Sin embargo, poco después de la invasión
inicial, la violencia contra las fuerzas de la coalición y entre los diversos grupos étnicos dio
lugar a una guerra asimétrica con la insurgencia iraquí, la guerra civil entre sunitas y
chiitas iraquíes, y las operaciones de Al-Qaeda en Irak. Las estimaciones del número de
personas muertas fluctúan entre más de 150 000 a más de un millón de personas, según
fuentes. El costo financiero de la guerra ha sido estimado en más de 4 500 millones de
libras (9 000 millones de dólares) para el Reino Unido, y más de 845 000 millones de
dólares a los Estados Unidos, con el coste total para la economía de este último estimada
en tres a cinco billones de dólares. Algunas de las naciones que integraron la coalición
comenzaron a retirar sus fuerzas como consecuencia de una opinión pública desfavorable
y al progresivo aumento de efectivos iraquíes para asumir la responsabilidad de la
seguridad.
Finalmente, en la guerra se lograron algunas cosas: ganar la invasión, ocupar el país,
derrocar a un gobierno dictatorial e implantar la democracia con elecciones
supuestamente democráticas. Lo que no se logró fue encontrar armas de destrucción
masiva admitidas por el mismo ex presidente de los Estados Unidos, George Walker Bush
y su gabinete. Además, tampoco se logró estabilizar el país y se sumergió en una crisis
socio-política y de guerra civil interna con presencia de grupos terroristas como Al Qaeda
que complicaron la victoria de Estados Unidos y sus aliados sobre el terreno iraquí. No se
puede decir que se obtuviera una victoria ni una derrota, pero lo cierto es que las tropas
estadounidenses tuvieron que regresar en 2014 debido a la amenaza del Estado Islámico
que ganó el terreno de un Irak consumido por la insurgencia rebelde al gobierno pro-
estadounidense y las guerras civiles. Sumándose a la amenaza del Estado Islámico por
petición del gobierno iraquí, EE. UU. Decidió intervenir una vez más en la denominada
guerra contra el Estado Islámico para que dicha organización terrorista no se tragase y
ocupase del todo el país asiático. Además de Irak, el Estado Islámico también ocupó parte
del país vecino Siria.
Según el sitio iCasualties la guerra continúa incluso con la denominada guerra contra el
Estado Islámico debido a que en su lista de bajas se le ha sumado desde la invasión de
2003 un total de soldados de la coalición muertos y un total de 4575 soldados
estadounidenses caídos en combate. Para el final de la guerra en 2011, un total 4490
estadounidenses murieron y un total de 4808 soldados de la coalición cayeron. Al ver lo
que afirman las cifras del sitio, pareciera que la guerra aún continúa desde 2003, pero lo
cierto es que la guerra terminó en 2011 con la retirada de las tropas de la coalición.
Guerra de Irak.
República Bolivariana de Venezuela
Ministerio del Poder Popular para la Educación
Misión Sucre
Altagracia – Edo. Zulia

Ensayo
Conflictos Bélicos
Diego Chirinos.
C.I 27.303.459

Altagracia, 18 de Enero del 2020

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