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El Estado, como persona pública a cuyo cargo está llevar a cabo una serie de tareas dirigidas
al bienestar de los individuos en particular y de la sociedad en general -que,en el caso de la
República Argentina, están enunciados en el Preámbulo de su CN-, requiere de medios
económicos (elementos materiales) para desempeñarse. A modo de simple enumeración: ha
de pagar sueldos y salarios; ha de construir y mantener una infraestructura adecuada para el
progreso social; debe adquirir bienes y servicios para llevar adelante todos sus cometidos.
Para cubrir las necesidades amplias del conjunto de sus habitantes, el Estado precisa realizar
una serie de gastos, y para ello debe procurarse concomitantemente los ingresos con los
cuales hacerles frente. Ordena medios (recursos) para aplicarlos a sus funciones (por medio
de gastos).
La actividad económica que lleva a cabo el Estado para el cumplimiento de sus fines se
denomina FINANZAS PÚBLICAS → actividad del Estado encaminada a obtener
ingresos y realizar gastos, a fin de lograr la satisfacción de las necesidades públicas.
Características de las finanzas públicas:
- Actividad sustancialmente económica
- Tiene contenido político
- Tiene contenido jurídico
- Posee un aspecto cuantificable y contable
Unidad II, puntos a) Origen y contenido del Derecho Financiero. Fuentes. Autonomía
científica y didáctica del Derecho Financiero. Distintas posturas doctrinales. b) Aspectos
constitucionales que gravitan sobre la función ingresos-gastos públicos. El Programa
Constitucional, regulaciones, principios, derechos y garantías.
b)
El concepto del "programa constitucional":
El programa constitucional hace referencia a los fines, valores y objetivos que persigue una
determinada constitución.
Se sostiene que la constitución, en sí misma considerada, implica un programa, que el
programa constitucional no es ni previo ni externo a la norma constitucional, sino que se
encuentra dentro de ella, si bien no está escrito como tal. Su aceptación implica también
admitir dos tipos de técnicas interpretativas sobre la norma fundamental.
Por una parte, la interpretación dinámica, dado que la constitución es un plan, un propósito de
futuro, hace hincapié en su contenido teleológico, puesto que ella en su mayor parte implica
marcos muy amplios y -a veces- deliberadamente imprecisos, como los mandatos o principios
constitucionales, y entre ellos los principios del ámbito tributario. Y, por otro lado, también es
necesario recurrir a la interpretación sistémica o sistemática, consistente en recalcar la
vinculación y armonía, la ausencia de contradicción entre las normas de la constitución.
Aspectos constitucionales de la función ingreso-gasto:
El Derecho Financiero, al ocuparse de los ingresos públicos y de su aplicación a los gastos
públicos, es esencialmente redistributivo, y su eje central no son los ingresos tributarios, sino
primordialmente -o cuanto mucho a la par- los problemas del empleo de esos ingresos
públicos, es decir los gastos públicos.
La ordenación jurídico constitucional del Derecho Financiero lleva a un enfoque total y
unitario del fenómeno financiero, como un proceso de interdependencia de ingresos y gastos
públicos. Es la regulación de un fenómeno de circulación de riqueza, de los particulares hacia
el Estado, y de éste hacia aquéllos, cuando vuelve a aplicarlo para la satisfacción de
necesidades comunes y colectivas que, en definitiva, son el conjunto de necesidades de cada
uno de los individuos.
Rodríguez Bereijo señaló que el hecho de que los ingresos públicos (tributarios) se
establezcan en virtud del deber general de contribuir (según la capacidad económica), tiene
como condición sine qua non que los gastos a cubrir sean públicos, con lo cual están vedadas
las finalidades que no sean públicas. Si no se establece o reconoce la fijación de límites o la
delineación de deberes jurídico constitucionales al gasto público, habría una amenaza para los
derechos de los contribuyentes, porque se produciría un aumento injustificado de la presión
fiscal directa. Y, por otro lado, una amenaza en la esfera jurídico política porque se
descuidarían ciertos deberes jurídico constitucionales, como la educación, la salud, la
seguridad, etc. Ergo, el problema no está en discutir si el gasto público está sujeto a límites o
deberes jurídicos porque es claro que sí lo está, sino en: a) demostrar cuándo una decisión del
legislador sobre el gasto público es inconstitucional; b) establecer mecanismos de tutela para
garantizar a los ciudadanos el cumplimento por parte del Estado del deber de perseguir fines
públicos, y ello por vía de los procedimientos y procesos de los ciudadanos, y por vía
institucional y orgánica (defensor del pueblo, los controles parlamentarios, etc.).
El presupuesto es un instituto jurídico, propio del Derecho Financiero, que se plasma en una
ley que contiene, para un determinado período de tiempo -llamado ejercicio financiero-, la
previsión total de ingresos que obtendrá el Estado (de sus diversas fuentes) como así también
la autorización de todos gastos a realizar, con un determinado grado de detalle en sus
aplicaciones concretas por los diversos funcionarios, para brindar los servicios estatales
programados (v. gr. defensa, seguridad, sanidad, desarrollo económico, asistencia social,
justicia, etc.), tendientes a la satisfacción de las necesidades públicas.
Refleja los recursos previstos y para qué se aplicarán. Por ende, no ha de llevar a confusión la
idea de "equilibrio" presupuestario, que a lo único que alude es -en una primera aproximación
en trazos gruesos- a que los gastos sean cubiertos con ingresos "genuinos", prescindiendo del
endeudamiento.
El Tesoro Nacional como eje del régimen financiero de la Constitución (art. 4', CN). La
cláusula presupuestaria (art. 75, inc. 8", CN).
El art. 4' CN, en cuanto establece la conformación del Tesoro Nacional, es decir cuáles son
los elementos que nutren la Hacienda Pública federal. Allí se encuentran recursos tributarios
(los derechos aduaneros y las demás contribuciones que equitativa y proporcionalmente a la
población imponga el Congreso), patrimoniales (venta y locación de tierras federales, y la
renta de correos) y provenientes del uso del crédito público (los empréstitos y operaciones de
crédito que decrete el Congreso).
Hay una indudable correlación entre cada uno de estos recursos y el conjunto de facultades
del Congreso Nacional recogidas en el art. 75 CN. Así, los incs. lo y 2" se encargan de los
recursos tributarios, los incs. 4" y 7" del acceso al crédito y del arreglo de la deuda de la
Nación (interior y exterior); y los incs. 5" y 14 de los recursos patrimoniales indicados (las
tierras de propiedad nacional y la renta de correos).
Por su lado, el art. 75, inc. 8", CN otorga al Congreso Nacional la facultad de fijar
anualmente los gastos del Estado, a lavez que aprobar o rechazar la cuenta de inversión, es
decir la rendición de cuentas que hagan los poderes estatales (principalmente el PEN, a cargo
de la Administración general del país, pero también el Poder Judicial y el propio Congreso
con relación a sus respectivos gastos). Pero también tienen innegable trascendencia financiera
en general y presupuestaria en especial los incs. 2" y 3" del art. 75 CN, en cuanto fijan el
régimen de coparticipación federal de impuestos, como así también el inc. 9", que permite al
Congreso acordar subsidios del Tesoro Nacional hacia las provincias. Debe agregarse
también el inc. 18, en cuanto en su parte final autoriza al Congreso para que la
implementación de las medidas tendientes al progreso del país se hagan mediante
concesiones temporales de privilegios (exenciones) y recompensas de estímulo (subsidios).
Por otra parte, en lo que al PEN se refiere, la CN prevé en el art. 99, inc. lo, que el presidente
es el jefe del gobierno y responsable político de la administración del país, y en el inc. 3" que
participa en la formación de las leyes Importa aquí el inc. 10, en cuanto obliga a supervisar al
Jefe de Gabinete de Ministros en el cumplimiento de su facultad de recaudar las rentas de la
Nación (sin distinción de tipo de rentas, sean tributarias o no) y de invertirlas de acuerdo con
la ley de presupuesto de gastos nacionales. En el art. 100 CN se establecen las competencias
del Jefe de Gabinete de Ministros, indicándose en el inc. 6" que debe enviar al Congreso el
proyecto de ley de presupuesto nacional, y en el inc. 7" que debe hacer recaudar las rentas de
la Nación y ejecutar la ley de presupuesto.
Auditoría General de la Nación (AGN) con rango constitucional, en consonancia con el inc.
8" del art. 75 CN, determina que el control externo del sector público nacional (en sus
aspectos patrimoniales, económicos, financieros y operativos) es una atribución propia del
Congreso, y que el examen y opinión sobre el desempeño y la situación general de la
Administración Pública Nacional estarán sustentados en los dictámenes de la AGN, ordenada
como un organismo de asistencia técnica, con autonomía funcional e integrada de acuerdo al
modo que establezca una ley sancionada por la mayoría absoluta de los miembros de cada
cámara.
Por debajo de las normas constitucionales, hay tres leyes que resaltan. La primera es la ley
24.156, denominada de Administración Financiera (LAF en adelante), que es una suerte de
ley general sobre el presupuesto nacional. Se refiere a cómo debe ser formada cada ley anual
de presupuestos desde su proyecto, su estructura y su forma de aprobación; la información
que debe contener y los criterios clasificatorios de exposición; el circuito presupuestario de
aprobación, ejecución y control; y lo atinente al control aposteriori de la ejecución
presupuestaria.
También es importante, en segundo lugar, la ley 11.672, denominada "ley complementaria
permanente de presupuesto" (LCPP). Ella es, como su nombre lo indica, una ley que recoge
un conjunto de disposiciones varias, contenidas en diversas otras leyes, como por ejemplo las
de presupuestos anuales, pero que, al contener mandatos de carácter general y permanente, no
se agotan al finalizar el ejercicio financiero de su dictado.
1- Elaboración del proyecto de Ley de presupuesto: La CN en su art. 100, inc. 6", establece
que el Jefe de Gabinete de Ministros debe enviar al Congreso el proyecto de ley anual de
presupuesto, previo tratamiento en el gabinete de ministros y con la aprobación del titular del
PEN. Por ello, la LAF, en sus arts. 24 y 25, encarga al PEN, por medio de la ONP, la
elaboración del proyecto de ley de presupuesto. Ella ha de reunir los respectivos
anteproyectos parciales elaborados por las reparticiones de la Administración Central y los
organismos descentralizados (arts. 17, inc. g, 24 y 25, LAF). La LAF asigna a la ONP el
carácter de "órgano rector" del sistema presupuestario del sector publico nacional (art. 16). El
art. 17 detalla sus competencias, entre las cuales cabe resaltar que:
a) participa en la formulación de los aspectos presupuestarios de la política financiera que,
para el sector público nacional, elabore el órgano coordinador de los sistemas de
administración financiera:
b) formula y propone al órgano coordinador de los sistemas de administración financiera los
lineamientos para la elaboración de los presupuestos del sector público nacional;
c) dicta las normas técnicas para la formulación, programación de la ejecución,
modificaciones y evaluación de los presupuestos de la Administración nacional y de los
presupuestos de las empresas y sociedades del Estado;
d) prepara el proyecto de ley de presupuesto general y fundamenta su contenido;
e) aprueba, juntamente con la TGN, la programación de la ejecución del presupuesto de la
Administración nacional preparada por las jurisdicciones y entidades que la componen.
El proyecto debe enviarse, antes del 15 de septiembre del año anterior al que se refiere, a la
Cámara de Diputados (art. 26 LAF).
La LAF divide al Estado Nacional en 4 jurisdicciones institucionales (art. 9', inc. a): Poder
Judicial, Poder Ejecutivo, Poder Legislativo y Ministerio Público, cada una de las cuales
realiza su respectivo anteproyecto, para enviarlo a la ONP (en la órbita del PEN), para su
inserción en el proyecto. El art. 18 LAF establece que integran el sistema presupuestario y
son responsables de cumplir con esta ley y sus reglamentos las unidades que desempeñan
funciones presupuestarias en cada una de las jurisdicciones y entidades del sector público
nacional.
2- Trámite parlamentario, sanción y promulgación de la ley anual de presupuesto: La LAF
estipula que debe presentarse ante la Cámara de Diputados, para que ésta actúe como cámara
de inicio. Pero ello no sigue disposición constitucional alguna.
En caso de que el PEN incumpla con su deber de presentar en tiempo y forma el proyecto, el
Congreso no se encuentra limitado para iniciar su tratamiento por cualquiera de sus cámaras.
Sí parece que, dado lo dispuesto por el art. 100, inc. 6", CN, si el proyecto es presentado
dentro de las previsiones legales, el Congreso se halla constreñido a darle tratamiento, sin
poderlo dejar de lado. Ambas cámaras se encuentran habilitadas para tratar el proyecto como
lo hacen con el de cualquiera otra ley, siguiendo cada una de ellas su respectivo reglamento
ejerciendo sus poderes a pleno e introduciéndole todas las modificaciones que estimen
convenientes, en ejercicio de las facultades que les otorgan los arts. 77 a 84 CN.
La CSJN en la causa de Fallos: 325:2394, "Zofracor S.A. v. Nación Argentina", del 20 de
septiembre del 2002. Señaló en los considerandos 9", 10 y 11 que "en nuestro sistema
constitucional, nada permite inferir que la función legislativa en materia presupuestaria se
limita a aprobar o a autorizar lo que propone el Poder Ejecutivo. El Congreso recibe un
proyecto de presupuesto y lo acepta, lo modifica o lo rechaza, en todo o en parte, sin
restricción alguna. No es un acto aprobatorio que pasa a integrar un acto administrativo: es
acción legislativa normal y primordial aun cuando la iniciativa corresponda al Poder
Ejecutivo, que es el responsable de la administración general del país (art. 99, inc. 1 O,
Constitución Nacional; González Calderón Juan A,, 'Derecho Constitucional Argentino ',
tomo 111, 1923, pág. 105). No hay obstáculo constitucional para que el Poder Legislativo
establezca, suprima o modifique tributos (u otro tipo de ingresos) en la ley de presupuesto.
Las autolimitaciones que el Congreso ha emitido pueden ser modificadas o dejadas sin
efecto, incluso en forma implícita. La ley de presupuesto es un acto de gran trascendencia
política y la voluntad del Poder Legislativo no está limitada por actos preexistentes de igual
jerarquía normativa".
El proyecto de ley aprobado por ambas cámaras pasa al PEN para su examen (art. 78 CN), y
éste tiene 10 días útiles para observarlo total o parcialmente. En el caso en que no merezca
observaciones de su parte, el proyecto se transforma en ley, con su promulgación, sea ésta
expresa (art. 78 CN) o tácita (art. 80 CN). En caso de veto total del proyecto de ley, se seguirá
el trámite del art. 83 CN. En caso de veto parcial, parece claro que, al tratarse de una ley que
contiene una multiplicidad de normas, muchas de ellas separables de las demás, seguramente
será posible realizar la promulgación de la parte que no haya sido observada (art. 80 CN) ya
que se podrá dar el requisito de la autonomía normativa y que la aprobación parcial no
alterará el espíritu ni la unidad del proyecto sancionado por el Congreso. Si al inicio del
ejercicio financiero no se contase con el proyecto de ley anual de presupuestos aprobado, se
aplicará el instituto de la reconducción presupuestaria, de acuerdo con el art. 27 LAF.
Unidad IV, puntos a) Teoría sobre el gasto público. Concepto y elementos del gasto
público. Reparto de los gastos públicos. El crecimiento de los mismos y explicación de
sus causas, b) Clasificación de los gastos públicos. Criterios: administrativo y
económico, y c) Utilización del gasto público en vista a: el desarrollo económico, la
acción anticíclica y la redistribución del ingreso. Proyecciones económicas de los gastos
públicos según su volumen y fuentes de financiamiento. Efectos: multiplicador y
acelerador.
Reparto de los gastos públicos: involucra decisiones jurídicas por parte de los poderes
políticos del Estado, en ejercicio de funciones financieras, que también han de verse desde la
perspectiva política, social y económica.
Eficiencia del gasto. Análisis costo-beneficio: El Estado se debe guiar por criterios sociales,
éticos y políticos. Sin perjuicio de esa observación, algunas corrientes doctrinarias proponen
el análisis costo beneficio para las Finanzas Públicas, como elemento adicional a considerar
al momento de tomar las decisiones. El principio de maximizar las ventajas colectivas puede
ser empleado para juzgar, con carácter general, los gastos del Estado. Esta regla estudia el
sacrificio comparativo del particular al pagar un tributo y el beneficio obtenido por la
colectividad al momento de recibir los servicios públicos. Busca evitar los dispendios
perjudiciales o inútiles de recursos públicos. Este principio consiste en una técnica para
calcular y determinar el beneficio social neto que representa un determinado gasto público.
Sirve para evaluar la racionalidad del gasto, y así poder asignar el gasto público con criterios
de eficiencia. Es decir, las ventajas son beneficios y las consecuencias desfavorables son los
costos.
Reparto intergeneracional: Además de tener en cuenta los grupos sociales coexistentes en un
cierto período de tiempo, a fin de contribuir al gasto público como para obtener los beneficios
de su realización, también se deben contemplar los intereses de la población con
carácter intertemporal. Es decir, la existencia de las generaciones que se suceden en el
tiempo, a fin de repartir equitativamente las cargas entre ellas y también para tomar en cuenta
los beneficios que obtendrán.
Reparto interterritorial: la distribución del gasto público también ha de ser estudiada desde
el punto de vista de quién lo realiza, sobre todo en países de estructura federal, para
determinar quién ha de ejercer cada competencia estatal y, por ende, incurrir en el gasto
correspondiente, extremo que está inescindiblemente ligado con la competencia
constitucional para procurarse el ingreso público necesario.
Concepto de recursos públicos: toda suma de dinero obtenida por el Estado y que está
destinada a la cobertura de los gastos públicos ocasionados por las actividades estatales.
Recursos patrimoniales:
- El patrimonio estatal lato sensu. Bienes del dominio público y del dominio privado.
Explotación y obtención de ingresos: Los bienes del dominio público del Estado están
ejemplificados en el art. 235 CCyCN. Su característica fundamental es que, por
disposición de la ley, están fuera del comercio, motivo por el cual son inalienables: no
se pueden enajenar, ni embargar, ni su dominio puede ser objeto de usucapión. "Vila,
Alfredo Luis vs. Gobierno Nacional - Poder Ejecutivo Nacional s/usucapión", del
181912012 dijo la CSJN que "los bienes que pertenecen al dominio público del
Estado Nacional pueden cambiar su condición jurídica a través de la desafectación.
Desafectar un bien significa sustraerlo de su destino al uso público, haciéndolo salir
del dominio público para ingresar al dominio privado, sea del Estado o de los
administrados. El principio consiste en que los bienes desafectados ingresan al
dominio privado del Estado.”
Los bienes del dominio privado del Estado, en cambio, sí están dentro del comercio, y
el Estado los posee en iguales condiciones que lo que ocurre con los particulares y sus
bienes (art. 236 CCYCN) aunque sujeto a las normas que dicte para su regulación.
Lo que interesa en este punto, y a los fines del Derecho Financiero, es indicar que los
bienes del Estado, sea que formen parte de su dominio público o de su dominio
privado, son susceptibles de generar ingresos públicos, sea por vía de enajenación
(que, en el caso de los bienes del dominio público requerirán de su previa
desafectación, es decir pasarlos a su dominio privado), como de su explotación
(ingresos a museos, a parques nacionales, arrendamientos de inmuebles, etc.).
- Monopolios fiscales: Un monopolio se da cuando en un mercado hay un único
oferente o un único cliente para determinado bien.
Interesa ahora, cuando es el Estado quien decide explícitamente que un servicio o bien
sea prestado o comercializado exclusivamente por una entidad. Es un monopolio
tutelado por el ordenamiento jurídico, un monopolio de derecho. Y, dentro de este tipo
de monopolio, interesa cuando el Estado lo reserva para él o bien para una persona
pública (estatal o no) ligada a él. el Estado tiene dos razones primordiales para
establecer un monopolio: mejorar la prestación de ciertos servicios públicos y la
obtención de un ingreso. Por ello, se habla en este último caso de monopolios fiscales,
cuando se trata de reservar una fuente de obtención de ingresos para la Hacienda
Pública. Los que persiguen la mejora en la prestación de un servicio son los
monopolios no fiscales.
Recursos de las empresas estatales: Dentro del patrimonio estatal se pueden encontrar ciertas
empresas en las que participa, sea como único dueño o bien conjuntamente con otras
personas, sean públicas o privadas. Y esta actividad empresarial desarrollada por el Estado
tiene, lógicamente, un resultado comercial que, sea positivo (una utilidad) o negativo (un
quebranto), impactará en la Hacienda Pública ya que importará un ingreso o bien una deuda
de la que, como accionista, tendrá que hacerse cargo en la medida en que corresponda.
El "empréstito" es el vínculo jurídico por medio del cual el Estado obtiene dinero en
préstamo de manos de particulares u otras instituciones públicas -del país o del extranjero-.
Por lo común, es un contrato de mutuo (préstamo de uso), que suele ser oneroso pues
devenga intereses, y que obliga al Estado a realizar el pago de éstos a los acreedores (sean
originarios o secundarios) y a restituir el capital de la manera en que se haya convenido. La
palabra "empréstito" hace referencia a la forma en que el préstamo queda dividido en
porciones, y representadas éstas en "títulos" valores, sean nominativos o no, y por lo general
negociables por diversas formas.
Desarrollo histórico.
Formas de financiación:
Anómalos → deformaciones de los empréstitos (bonos del tesoro, anticipos del BCRA y
emisión de moneda).
El empréstito: es el vínculo jurídico por medio del cual el Estado obtiene dinero en préstamo
de manos de particulares u otras instituciones públicas -del país o del extranjero-.
Naturaleza jurídica: el empréstito público puede tener naturaleza contractual o bien tributaria.
En el primer caso se estará frente a un contrato libremente convenido entre las partes, el
Estado y el prestamista. En el segundo caso, también puede suceder que el empréstito sea
obligatoriamente establecido por el Estado, llamándose "forzoso" u "obligatorio", y tener
naturaleza tributaria, asimilándose a un impuesto en cuanto a su obligatoriedad y forma de
pago, pero distinguiéndose de éste en cuanto a que la detracción de capital no es a título
definitivo porque el Estado se compromete a su restitución.
Emisión de la deuda:
Beneficios → El atractivo de la deuda estatal puede tener un cariz financiero (mayor
retribución) o bien dado por otros rubros, como puede ser su mayor o menor liquidez
(negociabilidad en el mercado secundario), o las garantías de su retribución.
- La tasa de interés: El interés es el precio del dinero, la suma que ha de pagarse por el
goce de un capital ajeno durante el tiempo convenido.
- Emisión bajo la par: un título se emite "bajo la par" cuando el Estado demanda por él
una suma de dinero inferior a la que figura nominalmente. Es una suerte de "prima de
emisión", una ventaja financiera que brinda al primer tenedor del título. Desde el
punto de vista financiero, además de la tasa de interés explícita, tiene otra implícita,
dada por la diferencia entre el valor de compra y el nominal. Es un mecanismo
empleado para otorgarle al empréstito una tasa de interés nominal inferior a la de
mercado, poniendo la ventaja en la adquisición.
- Cláusula de ajuste ante la inflación: Dada la pérdida de valor de la moneda por causa
de la inflación, algunas veces el empréstito contiene cláusulas de indexación del valor
del capital obtenido, sea por el IPC (índice de precios al consumidor); por el PBI
(según el crecimiento del producto bruto interno); o bien con relación a otros factores.
- Otros beneficios y garantías: Lo usual suele ser que los títulos gocen de beneficios
tributarios (exenciones), otra de las ventajas posibles es darle al título de deuda la
virtualidad de tener efecto cancelatorio, es decir que sirvan para pagar deudas con el
Estado, la declaración de inembargabilidad puede ser otra de las ventajas otorgadas a
estos títulos, de modo tal de dejarlos fuera del alcance de los acreedores del acreedor
del Estado.
Consolidación de la deuda:
La consolidación de la deuda consiste en una particularidad de la conversión, puesto que
importa un aplazamiento del momento del vencimiento de la deuda original, sustituyendo
dicha deuda por una nueva (novación). La segunda deuda, la resultante de la consolidación,
no es voluntaria, sino coactivamente impuesta por el Estado, de manera unilateral. Se asimila
a un empréstito forzoso u obligatorio, ya que la voluntad de los acreedores no cuenta para
nada.
Lo que ocurrirá es que los acreedores (internos o externos) están ante una situación de
incumplimiento por parte del Estado (incumplimiento de la primera deuda), y se hallan
entonces frente a una alternativa de dos vías. La primera consiste en aceptar (consentir) la
deuda novada, sea esperando pacientemente su vencimiento (la reprogramación de la
anterior) o bien vendiendo los títulos recibidos por ella en el mercado de capitales para
hacerse de líquido (experimentando, posiblemente, una pérdida con relación a su capital
original, ya que todo dependerá de la fluctuación de esos títulos en el mercado). La otra
estriba en no consentir la conducta estatal e iniciar un litigio a fin de que el Estado sea
judicialmente obligado (por tribunales nacionales o extranjeros) al pago de la deuda original,
en los términos originariamente previstos, con más los daños y perjuicios irrogados por la
demora, previa declaración de inconstitucionalidad de la medida de consolidación tomada.
Unidad VII, puntos a) Concepto de tributo. Teorías: privatistas y publicistas. El poder y
la competencia tributaria. Clasificación de los tributos: vinculados y no vinculados;
impuestos, tasas y contribuciones especiales. Empréstitos forzosos. Contribuciones
parafiscales, b) Concepto de sistema tributario. Sistemas tributarios: racionales e
históricos; de gravamen único y de gravámenes múltiples. Críticas a los sistemas de
gravamen único, c) Caracteres del sistema tributario: progresividad, regresividad,
suficiencia, economía, certeza y simplicidad. Las reglas de Adam Smith y sus
reformulaciones. Distribución de la carga tributaria. Concepto de presión tributaria.
Índices de medición de la presión tributaria. Límites de la imposición y d) Tributos a los
beneficios periódicos y no periódicos, a los consumos singulares o generales y a los
bienes individual o universalmente considerados.