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GESTIÓN DE CUENCAS HIDROGRÁFICAS

Morales, J. (Comp.). (2022)


Docente de la asignatura “Manejo de cuencas hidrográficas”

1. Introducción

La gestión de recursos naturales dentro del territorio de una cuenca hidrográfica


es una opción valiosa para guiar y coordinar procesos de gestión para el
desarrollo, considerando las variables ambientales (Dourojeanni, 1994).

Zaldívar (2017), manifiesta que maximizar el bienestar social y económico de los


diversos actores sociales que habitan la cuenca exige, por un lado, una gestión
adecuada de los recursos humanos, económicos y ambientales, pero a la vez
demanda identificar las distintas actividades que explotan los bienes y servicios
generados en la cuenca. Según Guevara (2014), las diferentes presiones
antropogénicas ejercidas en la cuenca se expresan mediante cambios en la
cobertura vegetal y en el uso y manejo del suelo, pudiendo reconocer los
diferentes impactos en el espacio, los cuales son generalmente menores en las
cabeceras y mayores en la parte media y baja de las cuencas.

La gestión del territorio rural y agropecuario mediante cuencas hidrográficas


permite cuantificar las actividades que impactan el ambiente para implementar
instrumentos normativos dirigidos a actividades económicas y sociales que
coexisten en la cuenca. Este enfoque, responde a la condición de disponibilidad
del recurso agua como elemento homogenizador de la cuenca, viéndose afectada
según las presiones antrópicas que surgen de actividades carentes de regulación
o control, o que nacen de lineamientos formulados sin reconocer la especificidad
territorial (Zaldívar, 2017).

Las 21 cuencas hidrográficas que conforman el territorio continental del país se


encuentran bajo algún nivel de amenaza o afectadas por factores adversos que
deterioran su calidad socio-ambiental. Lo anterior obliga a generar acciones
urgentes, tanto en el ámbito nacional como regional y local, para detener su
degradación ambiental y, en algunos casos, iniciar actividades que promuevan su
recuperación, rehabilitación y restauración hidrológica.

En este siglo, uno de los principales desafíos socio-ambientales que enfrenta


nuestro país, como la mayoría de las naciones, es la gestión pertinente de las
cuencas hidrográficas para proteger sus acuíferos, los cuales, a pesar de ser una
fuente primordial de abastecimiento de agua potable y de riego, son susceptibles a

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la contaminación, tanto fecal como química, incluyendo: plaguicidas, hidrocarburos
y contaminantes emergentes, producto del crecimiento urbano en las zonas de
recarga hídrica.

Por otro lado, la intervención humana adecuada en la planificación de las cuencas


se debe orientar a la disminución de la incidencia de los desastres ocasionados
por amenazas naturales, los cuales se agudizan con las condiciones del cambio
climático.

La situación crítica de las cuencas hidrográficas evidencia importantes pérdidas


humanas y materiales, así como la erosión de sus condiciones ecológicas, lo que
influye en el deterioro de la calidad del agua en todos los ecosistemas acuáticos y
terrestres. Lo anterior se relaciona con la ausencia de un ordenamiento territorial
pertinente, la reducción de cobertura boscosa, el uso inadecuado de suelos, los
altos procesos de contaminación y la emergencia o reemergencia de
enfermedades humanas.

Bahamondes et al (2002), plantea que los llamados programas o proyectos de


manejo de cuencas, son un conjunto de acciones realizadas, con fines de
contribuir a la sustentabilidad ambiental de la misma.

Expresa Saavedra (2018), que la sostenibilidad es de suma importancia en la


gestión de cuencas. Para avanzar hacia la sostenibilidad, es importante
centrarse en las intervenciones en cuencas que promuevan un uso eficiente del
agua y los recursos naturales y el mantenimiento en la provisión de las funciones
ambientales que la cuenca provee. La atención en la sostenibilidad debe darse
desde el inicio de una intervención en la cuenca.

La sostenibilidad en la gestión integral de cuencas se define como un “proceso


de gestión continuo, ordenado, concertado, participativo e institucionalizado de las
intervenciones sobre una cuenca con el fin de incrementar el acceso y
disponibilidad al agua y sus funciones ecosistémicas en cantidad y calidad y que
cuenta con servicios de apoyo y asistencia técnica que contribuye a que la cuenca
mantenga y/o mejore, en el tiempo, su dinámica hídrica, su capacidad de
resiliencia y de producción de beneficios socio-económicos y provisión de
funciones ecosistémicas para la población que ella habita”.

2. El concepto de gestión

La gestión es un término y un concepto comúnmente utilizado para definir un


proceso generalmente administrativo, normativo o regulatorio. En su sentido más,
amplio, se refiere al conjunto de actividades, funciones, formas de organización
institucional de organismos del gobierno, y no gubernamentales, recursos e
instrumentos o varios objetivos que definen el sentido y el objeto de la gestión.
Esto significa que no hay una gestión sin adjetivos, neutral ni general. Por el
contrario, la gestión como un proceso administrativo o de conducción y regulación,
solo tiene sentido si se le asocia a objetivos y funciones o recursos concretos
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(https://sites.google.com/site/cuencahidrografica/cuenca-hidrografica/manejo-de-cuencas-
conceptos-y-enfoques).

La FAO (2007), citado en Mendoza y Alvarado (2017); sostiene que para realizar
cualquier proceso de gestión es importante comprender la situación a gestionar
como un conjunto de múltiples elementos y procesos interrelacionados. Además,
las interrelaciones entre los subsistemas biofísicos y sociales son de gran
importancia, ya que la gestión social es el camino a un desarrollo sostenible.

La palabra gestión proviene del latín “gesio” y hace referencia a la acción y efecto
de gestionar o de administrar; concreción de diligencias conducentes al logro de
un negocio o de un deseo cualquiera (en nuestro caso manejar sustentablemente
las cuencas hidrográficas); conjunto de trámites que se llevan a cabo para resolver
un asunto, concretar un proyecto o administrar una empresa u organización.

El término “gestión” es más amplio, ya que implica mayor cantidad de acciones


que las de “manejo”, como por ejemplo la concertación, el consenso, y la toma de
decisiones.

A continuación se destacan definiciones del término gestión expuestos por


diferentes autores.

 Conjunto de decisiones, diligencias y actuaciones que conducen al manejo o


administración de recursos naturales, al desarrollo económico y a la ejecución
de planes (Barragán, 1997).

 Realizar diligencias conducentes al logro de un deseo cualquiera”, el “manejo”


es principalmente asociado al sentido más utilitario, como sinónimo de
gobernar, conducir, dirigir y utilizar (RAE, 2001).

 Realizar actividades y crear medios para lograr un fin o negocio. Si se aplica a


cuencas sería algo así como realizar actividades y crear medios para lograr la
implementación de un plan de manejo en la cuenca (Faustino, 1998; citado en
González, 2004).

 Acción o intervención directa o indirecta que hace posible el alcance de


objetivos concretos para lograr algo.

 Forma establecida para lograr la realización de acciones, incluye entre otros


aspectos: la coordinación, concertación, búsqueda de recursos, participación
integral, organización, administración, gerencia, monitoreo, etc.

 Conjunto de procesos y actividades gerenciales y administrativas para


garantizar la implementación de planes o actividades técnicas dirigidas a
materializar lo que se planifica.

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 Proceso por medio del que se decide cómo el futuro debe ser variado con
respecto al presente como; ¿cuáles son los cambios requeridos?, y ¿cómo se
deben realizar estos cambios?, asociado a cálculos, estimaciones, previsiones y
expectativas, así como con procedimientos, estrategias y reglas de
comportamiento (López Vera, 2001; citado en Sánchez, 2005).

 Proceso administrativo, normativo o regulatorio (Aguirre, 2007).

 Conjunto de actividades, funciones, formas de organización institucional de


organismos de gobierno y no gubernamentales, recursos e instrumentos de
política y sistemas de participación, relacionados con uno o varios objetivos que
definen el sentido y el objeto de la gestión (Aguirre, 2007).

3. Gestión de cuencas

3.1. Generalidades

El tema de gestión de los recursos naturales, considerando la dinámica de una


cuenca hidrográfica más conocido como gestión de cuencas, surge como una de
las posibles opciones para articular la participación de los usuarios y usuarias de
los recursos naturales, debido a su dependencia común a un sistema hídrico
compartido, a los caminos y vías de acceso y al hecho que deben enfrentar
peligros comunes asociados con el deterioro/degradación ambiental de las
cuencas (Faustino et al., 2006).

La gestión de cuencas bajo sus diferentes variantes, es una opción entre muchas
de gestión territorial y ambiental con fines productivos, de conservación y de
protección de sus habitantes (Gaspari, 2016). Incluye el manejo, puesto que desde
la formulación del plan de manejo y gestión de una cuenca hidrográfica se realiza
gestión. Los procesos de gestión de cuencas deben realizarse coordinando con
las autoridades públicas e instancias privadas que actúan sobre el territorio de la
cuenca (Faustino et al., 2006).

Últimamente, la gestión de cuencas es vista como el medio para entretejer la


corresponsabilidad en la toma de decisiones, es decir la gobernanza, con el fin de
planificar e impulsar procesos de desarrollo equitativo (World Bank, 2008; OCDE,
2013). Finalmente, ante escenarios de incertidumbre, la cuenca hidrográfica es la
unidad de gestión indicada para el alcance de la seguridad hídrica, la cual es
entendida como la capacidad para lograr un abasto suficiente de agua en cantidad
y calidad, a la vez de tener un manejo razonable del riesgo por eventos hídricos
extremos tales como sequías e inundaciones (Grey and Saddoff, 2007; Cook and
Bakker, 2012).

En la gestión de cuencas sigue habiendo grandes desfases entre la ciencia y la


experiencia práctica, entre la teoría y la práctica, así como entre el deseo de
colaboración con las partes interesadas y la capacidad de gestión de esa

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colaboración. Se necesita un enfoque que relacione el conocimiento local con el
conocimiento científico mediante la incorporación de una práctica bien establecida
de investigación-acción en el manejo conjunto de cuencas hidrográficas (Prospé y
Warren, 2007).

3.2. Conceptualización

La gestión de cuencas hidrográficas:

 Es la intervención humana destinada a garantizar la utilización sostenible de los


recursos naturales de la cuenca.

 Considera la gestión y conservación de todos los recursos naturales disponibles


de manera exhaustiva.

 Ofrece un marco para integrar diferentes sistemas de uso de la tierra y medios


de vida (como la silvicultura, el pastoreo y la agricultura), utilizando el agua
como el “punto de entrada” en la formulación de las intervenciones.

 Consiste en armonizar el uso, aprovechamiento y administración de todos los


recursos naturales (suelo, agua, flora y fauna) y el manejo de los ecosistemas
comprendidos en una cuenca hidrográfica, tomando en consideración, tanto las
relaciones establecidas entre recursos y ecosistemas, como los objetivos
económicos y sociales, así como las prácticas productivas y formas de
organización que adopta la sociedad para satisfacer sus necesidades y procurar
su bienestar en términos sustentables.
(https://sites.google.com/site/cuencahidrografica/cuenca-hidrografica/manejo-de-cuencas-
conceptos-y-enfoques).

 Se puede llevar a cabo a escalas que van desde las microcuencas hasta las
grandes cuencas fluviales transfronterizas.

 Es el proceso para lograr la implementación de las actividades en la cuenca. Se


gestiona el recurso financiero, de materiales, insumos, recursos humanos,
fortalecimiento de las organizaciones y el apoyo institucional (Faustino et al.,
2006).

 Implica un conjunto de acciones integradas que reconocen la intervención de


diferentes actores sociales con intereses no siempre coincidentes con el uso de
los recursos naturales. Esto provoca muchas veces conflictos socio-
ambientales, los cuales deben ser trabajados mediante espacios de consensos
que permitan la participación de todas las personas en igualdad de condiciones
(Faustino et al., 2006).

 Tiene que ver con las decisiones y acciones gerenciales que debe tomar quien
o quienes (instituciones o personas) reciben el mandato de impulsar cambios en
el territorio de la cuenca (Moreno y Renner, 2007).
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 Describe una secuencia más o menos repetida: (i) se inicia con una práctica
circunscrita al manejo del agua (captación, distribución, calidad); (ii) da paso
luego a la gestión conjunta de los recursos naturales asociados (suelos y
bosques); y, (iii) finalmente, avanza a la gestión integrada (al “diálogo”) de todos
los sistemas y dimensiones presentes en la cuenca, de carácter natural,
socioeconómico e institucional (Vargas, 2010).

 Va más allá de la gestión de los recursos naturales y del ambiente (Vargas,


2010).

 Tiene un fuerte componente social e histórico, que no solo es importante sino


determinante (Vargas, 2010).

 Es necesaria para mejorar la capacidad de amortiguamiento de las relaciones


precipitaciónescurrimiento y erosiónsedimentación ante fenómenos
hidrometeorológicos extremos a través del ordenamiento territorial participativo
de la cuenca y la instrumentación de políticas públicas de desarrollo territorial,
esquemas de incentivos por buenas prácticas y pago por servicios ambientales
(Andrade y Navarrete, 2004; citado en Arellano, 2010).

 Es el resultado de la conjunción de esfuerzos coordinados de instituciones y


actores sociales locales dirigidos al aprovechamiento sustentable de los
recursos naturales, para solventar necesidades de los/as usuarios/as de la
cuenca (Suárez et al., 2015).

 Es el conjunto de acciones para implementar los planes de manejo diseñados


para el aprovechamiento y conservación de los recursos naturales y para el
bienestar de las personas, tanto endógeno como exógeno (Suárez et al., 2015).

 Es la dirección ejecutiva de todo el proceso de programación de actividades y


presupuestos; coordinación con la población y con líderes locales y personas
representativas del lugar, aspectos legales, laborales, administrativos y de
ejecución del plan de manejo de la cuenca por parte de los diferentes actores
sociales e institucionales (población, maestros/as, productores/as rurales,
comunidades, autoridades religiosas, dirigentes, instituciones gubernamentales
y privadas, empresas, entre otros) que operan o viven en la cuenca (Vásquez et
al., 2016).

 Sus fases son la sensibilización de la población beneficiaria o lugareña sobre la


problemática socio-ambiental y la solución a tales problemas socio-ambientales,
la participación, la concertación y búsqueda de consenso, el diagnostico, la
planificación, la implementación, el monitoreo y seguimiento y la evaluación de
los avances y resultados alcanzados. La sensibilización y la búsqueda de
consenso ayudará a lograr una participación decidida de la población objetivo
en la implementación y posteriormente en la sostenibilidad de las acciones
llevadas a cabo (Vásquez et al., 2016).

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3.3. Objetivo

 Conservar los servicios ambientales -especialmente los servicios hidrológicos-


ofrecidos por una cuenca hidrográfica y reducir o evitar los efectos negativos en
la parte baja de la cuenca, aumentando la productividad de los recursos
naturales y mejorando los medios de vida locales al mismo tiempo
(http://www.fao.org/sustainable-forest-management/toolbox/modules/watershed-management/
basic-knowledge/es/).

 Materializar la planificación y necesidades de manejo de la cuenca (Faustino et


al., 2006).

 Promover el aprovechamiento coordinado del agua y los recursos naturales


relacionados, con el fin de maximizar el bienestar social y económico de
manera equitativa y sin comprometer la sustentabilidad de los ecosistemas
vitales (CONAMA, 2008; citado por Zaldívar, 2017).

 Fortalecer la gestión social del agua y los recursos naturales y mejorar la


calidad de vida de sus habitantes ante los efectos negativos del cambio
climático y los riesgos por desastres (Saavedra, 2018).

 Buscar que la institucionalidad público-privada existente a nivel local


(microcuencas) mejore su funcionamiento ante los efectos del cambio y
variabilidad climática, en la gestión participativa para la adaptación al cambio
climático, la mejora de los medios de vida de la población y la reducción del
riesgo de desastres (Saavedra, 2018).

3.4. Cambios en los paradigmas anterior y actual de la gestión de


cuencas hidrográficas

En todo el mundo, los cambios ambientales, socioeconómicos y políticos


representan un desafío para los cimientos en que se ha fundamentado la gestión
de cuencas de los últimos 20 años. El manejo de cuencas atraviesa un período de
experimentación en el cual todavía coexisten y se mezclan las viejas prácticas con
las nuevas. La nueva generación de programas de gestión de cuencas que se
están elaborando tiene un nuevo enfoque y una nueva estrategia. El siguiente
cuadro resume una parte de los cambios en el paradigma del manejo de cuenca
que esta experimentación está produciendo (Prospé y Warren, 2007).

GENERACIÓN ANTERIOR PRÓXIMA GENERACIÓN


Énfasis en la gestión de los recursos naturales de la
Integración de las cuestiones socioeconómicas en los
cuenca en el marco del proceso de desarrollo
programas de gestión de cuencas hidrográficas
socioeconómico local
Enfoque en la participación popular o de la comunidad, Enfoque en la participación de todos los interesados
con énfasis en la planificación participativa de abajo hacia asociando los intereses sociales, técnicos y políticos en un
arriba proceso de concertación pluralista
Estructura rígida del programa que sobreestima la Estructuras flexibles del programa que se adapta a los
capacidad del gobierno central de hacer cumplir las procesos e instancias del gobierno local

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políticas y carece de acuerdos adecuados
institucionales/organizacionales a nivel local

Planificación y financiación de corto plazo Planificación y financiación de largo plazo


Atribución de la responsabilidad de ejecución a
Atribución de la responsabilidad de ejecución a
instituciones “ligeras”, como foros de cuencas, consorcios
instituciones “pesadas”, como programas que reciben
y asociaciones, donde los programas y autoridades de
ayuda de los donantes o autoridades de cuenca
cuenca desempeñan una función subsidiaria
Atención a los efectos locales, de corto plazo. Pequeños Atención a los nexos entre río arriba y río abajo y los
proyectos con poca capacidad de coordinar en el ámbito efectos a largo plazo. Coordinación de los procesos
de grandes cuencas locales en el ámbito de grandes cuencas
Diálogo entre el conocimiento local y el científico en
Estimación y evaluación participativa “rápida y superficial”
procesos de investigación-acción “razonablemente rápidos
(p.e.: el diagnóstico rural participativo con poca relación
y profundizados” con la participación de una variedad de
con los resultados de la investigación científica
partes interesadas
Creencia en que los conflictos sociales por el acceso y la
Conciencia de que, por lo general, los conflictos sociales
tenencia de los recursos naturales en las cuencas se
tienen origen social y político y se deben tratar a través de
pueden resolver mediante intervenciones técnicas
la concertación
acertadas
Fuente: Prospé y Warren, 2007.

4. Acciones para la gestión de cuencas

La gestión de una cuenca se sustenta en dos grupos de acciones


complementarias: el primero, orientado a aprovechar los recursos naturales
presentes (usarlos, transformarlos, consumirlos), en aras de propiciar el
crecimiento económico; el segundo, orientado a manejar dichos recursos
(conservarlos, recuperarlos, protegerlos), con el fin de tratar de asegurar mayor
sostenibilidad del ambiente. Estos dos grupos de acciones deben ejecutarse con
la participación de las y los actores, habitantes o grupos de interés de la cuenca,
subcuenca o microcuenca, idealmente, tendiendo al fomento de valores como la
inclusividad y la equidad.

Las acciones de aprovechamiento y de manejo o conservación de cuencas se


dividen en dos grupos:

 Grupos de acciones técnicas o directas: Denominadas acciones o medidas


estructurales (estudios, proyectos, obras, operación, manejo).

 Grupos de acciones gerenciales o indirectas: También denominadas como


medidas no estructurales (financiamiento, regulaciones, organización,
capacitación).

Las medidas o prácticas estructurales, también denominadas acciones


técnicas directas; modifican físicamente la cuenca y su dotación de recursos a
través del tiempo y el espacio. Están orientadas a mantener la base de los
recursos naturales, la preservación, recuperación, control, protección y
conservación de los recursos naturales y del ser humano que habita en la cuenca.
Son necesarias para el aprovechamiento sustentable. Ejemplos: obras físicas,
aplicación de tecnologías, prácticas de uso o aprovechamiento, producción y
transformación. Tienen por objetivo el manejo óptimo del agua y recursos
naturales.

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Las medidas o prácticas no estructurales, también denominadas acciones
gerenciales o indirectas; son necesarias para la ejecución de acciones directas.
Incluyen aspectos institucionales, legales y financieros que dan soporte a los
aspectos técnicos. Se asocian a procesos de gestión de cuencas, sin valorar la
integración o del porqué de las acciones directas. A veces tienen menor difusión y
atención. Son de menor dominio de quienes formulan, implementan y evalúan
planes ambientales, de recursos naturales o de cuencas. Ejemplos: monitoreo y
evaluación, educación ambiental, fortalecimiento institucional.

5. Enfoques en la gestión de cuencas

Prospé y Warren (2007), manifiestan que la gestión de cuencas hidrográficas ha


evolucionado pasando por diversas etapas de desarrollo. En las primeras etapas,
formaba parte de la Silvicultura y de la Hidrología. La participación de la población
no se tenía en cuenta. Se trataba de un asunto que competía a las dependencias
forestales del gobierno. En la segunda etapa se relacionó con la gestión de los
recursos naturales. Se incluyeron actividades que contemplaban el beneficio
económico. Actualmente se dirige la atención a los beneficiarios. Hoy se trata de
una gestión participativa e integrada, con el compromiso de la población local.

La gestión de cuencas puede hacerse desde diferentes perspectivas o enfoques y


con modelos que trazan una ruta organizada para la ejecución secuencial de las
acciones, con una lógica espacial y temporal que facilita el cumplimiento de las
etapas del proceso.

Para tomar en consideración todos los posibles enfoques de gestión es necesario


adoptar un planteamiento multidisciplinar, involucrando a ingenieros, sociólogos,
economistas, agrónomos, etc., pero también involucrar a todos los actores
sociales locales (no solo los políticos y los encargados de tomar decisiones).

La participación de los actores sociales en la gestión de recursos naturales es


necesaria para satisfacer sus intereses, demandas y expectativas, teniendo en
cuenta las particularidades culturales de las poblaciones y permitiendo alcanzar la
equidad entre las diferentes comunidades y también entre hombres y mujeres.

4.1. Enfoque sectorial

Vargas (2010), expresa que el enfoque sectorial se orienta al manejo de uno solo
de los elementos básicos de la cuenca, siendo el agua el más tradicional y se
formulan así planes y programas para optimizar el uso y protección de los
recursos hídricos.

Según Moreno y Renner (2007), el enfoque sectorial se genera a partir del manejo
de uno de los elementos básicos de la cuenca, siendo el agua el más tradicional, y
a partir de éste se desarrollan planes y programas para optimizar su uso y

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protección. En otros casos sólo se toma uno de los usos del recurso. Por ejemplo,
son comunes los proyectos de riego, de abastecimiento de agua potable, de
acciones recreativas acuáticas, planes de pesca o acuacultura.

También es común la focalización de obras de infraestructura necesarias para


regular los flujos del agua en el territorio: construcción de represas o reservorios
que controlan inundaciones y mejoran el abastecimiento del agua para riego o de
agua potable en épocas de sequías. Estas estrategias fueron las más tradicionales
en el continente y su ejecución se asimilaba al trabajo en manejo de cuencas. Por
esto se hablaba, y aún se habla, del trabajo de cuencas como una tarea de
ingenieros con especialización en manejo de recursos hídricos.

Otros ejemplos del enfoque sectorial, muy tradicionales en las cuencas, son los
referidos a proyectos de drenaje y adecuación de tierras para ampliación de la
frontera agrícola, muchas veces ligados a los proyectos de riego; proyectos de
reforestación o de conservación de suelos o proyectos de organización de comités
para la conservación de los recursos naturales.

El enfoque de manejo o gestión de los recursos hídricos ha evolucionado y hoy se


habla de una visión integral, la cual corresponde en gran parte a la visión
sistémica que se discutirá en el siguiente acápite. Es necesario distinguir que la
gestión integral de los recursos hídricos tiene como objetivo la optimización
del uso y la conservación del recurso mientras la gestión integral de cuencas
busca el desarrollo del territorio denominado cuenca.

4.2. Enfoque sistémico/multisectorial/integrado

Vargas (2010), explica que el enfoque sistémico se utiliza cuando se estudian y


actúan sobre la cuenca considerando todos sus componentes y funciones. Este
enfoque valora el papel particular de cada uno de los elementos de la cuenca,
tanto como la interacción entre éstos como un todo.

El enfoque sistémico se diferencia del enfoque sectorial en que estudia y actúa


sobre la cuenca teniendo en cuenta todas sus partes y tratando de hacer
modificaciones para optimizar el sistema. En este enfoque es tan importante
considerar el papel particular de cada uno de los elementos constitutivos del
sistema (agua, suelo, clima vegetación, fauna, ser humano,), tanto como la
interacción entre éstos como un todo, pues así se podrá conocer la dinámica real y
generar cambios que afecten su desempeño (Moreno y Renner, 2007).

4.3. Gestión integrada de cuencas

La gestión integrada de cuencas, al incluirle la frase “integrada”, es una expresión


más de la intención de conducir procesos de gestión que tomen en cuenta más
variables que las usualmente acostumbradas en la gestión del agua. Por este
motivo, los proyectos de recursos hídricos se trataban como proyectos

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esencialmente hidráulicos y vinculados a algún uso en particular. Solo en tiempos
relativamente recientes se ha buscado ampliar las acciones de aprovechamiento
del agua, incorporando primero enfoques de uso múltiple, luego los usos múltiples
pero considerando aspectos ambientales y en muy pocos casos y mayormente en
cuencas más pequeñas se han tratado los aspectos sociales (Gaspari, 2016).

La gestión eficiente, equitativa y ambientalmente sostenible de los recursos


naturales de un cuenca hidrográfica debe de partir del reconocimiento de todos los
posibles enfoques, ya sean más ingenieriles o técnicos, más sectoriales o más
basados en los enfoques locales tradicionales, tomando de ellos aquellos
aspectos más adecuados para lograr una adecuada gestión. No debe de olvidarse
nunca que la gestión integrada no es un fin, sino un medio para alcanzar los
objetivos de eficiencia, equidad y sostenibilidad.

Para que el proceso de gestión a nivel de cuencas sea integrado deben ejecutarse
acciones que permitan obtener beneficios, tanto en el aspecto productivo, como en
el aspecto ambiental, considerando el comportamiento de la cuenca. Además, es
necesario que el sistema de gestión permita que los usuarios y usuarias participen
en la toma de decisiones, con el fin de buscar la equidad (Faustino et al., 2006).

La gestión integrada de las cuencas hidrográficas del decenio de 1980 fue


precursora del desarrollo rural sostenible, según se impulsó en la Cumbre de Río,
en 1992. Ambos enfoques comparten una perspectiva sistémica de las
interacciones biofísicas y sociales, interés en los efectos del cambio que se
producen en el lugar y fuera de éste, a corto y a largo plazo, y la convicción
fundamental de que una gestión social adecuada puede optimizar el
funcionamiento de los ecosistemas humanos. Ambas tienen como objetivo generar
beneficios para la población y el ambiente (Prospé y Warren, 2007).

Este paradigma indica que es difícil distinguir entre el manejo integrado de las
cuencas y el desarrollo sostenible en ellas. La pobreza y las estrategias de vida no
sostenibles muchas veces contribuyen a la degradación de la cuenca hidrográfica,
y la planificación requiere tener en cuenta los numerosos nexos que hay entre la
pobreza y el manejo de cuenca. Sin embargo, este enfoque no siempre ha
producido los resultados positivos en los medios de vida y el ambiente que se
habían previsto.

Existe el riesgo de que un compromiso excesivo con los medios de vida


sostenibles y la reducción de la pobreza haga pasar a segundo plano el propósito
ambiental de los programas de gestión de la cuenca hidrográfica. Si bien el
ambientalismo también ha adquirido impulso, han surgido cuestiones de
compensación entre los intereses de los medios de vida y los problemas del
ambiente, especialmente en las intervenciones dirigidas a reducir la pobreza y
promover la seguridad alimentaria. Los objetivos centrados en el agua y aquellos
centrados en las personas no siempre son compatibles, y puede ser necesario
afrontarlos en forma diferente.

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La gestión integrada de cuencas:

 Significa que todos los diferentes usos de los recursos hídricos se consideran
en su conjunto. Ello significa planificar cambios en el contexto de los roles
institucionales, y las herramientas de gestión y ambiente que los hacen posible
(https://iwlearn.net/resolveuid/c4b245fbe909627697f2938ddb2bfe52 ).

 Nos da la posibilidad de evaluar y explicar las externalidades resultantes de los


diferentes usos del suelo.

 No sólo permite la gestión equilibrada de los recursos naturales, sino también la


integración de los actores sociales involucrados en una sola problemática en
lugar de atender varios problemas sectoriales dispersos.

 Su eje central es la planificación de acciones que incluye a los recursos


naturales y a los elementos socioeconómicos, llevando consecuentemente al
establecimiento de un plan de acciones integradas.

 Debe buscar incrementar la participación de los actores sociales en los


procesos de toma de decisiones, promover un acceso, control y beneficio de los
recursos naturales más equitativo, y evitar que las propuestas de intervención
en los recursos naturales de la cuenca hidrográfica no supongan un impacto
negativo en parte de su población.

 Es una herramienta fundamental para la minimización del impacto ambiental,


especialmente si se aplica tanto “ex ante” como “ex post”, ya que facilita realizar
un enfoque ecosistémico; por lo tanto debe dar herramientas para analizar:

 La alteración ecosistémica en función de la interrelación de los distintos niveles


de la cuenca y su organización social.

 La erosión y sedimentación generada por el manejo de la cuenca alta.

 La calidad del agua de riego, tanto superficial como subterránea.

 La contaminación por efecto del tipo de cultivo y de la tecnología de riego.

 La salinización que se produce en el área de riego.

 Es el proceso que tiene como objetivo manejar todos los recursos naturales
(agua, suelos, bosques, fauna, flora) así como los construidos, en una cuenca
(desarrollo de la cuenca, gestión integral de cuencas y gestión ambiental
integral en cuencas). Esto implica manejarlos con fines de protección,
recuperación, conservación, producción; así como buscar proteger las
capacidades de las cuencas para captar y descargar agua en calidad, cantidad
y tiempo de ocurrencia adecuados (Moreno y Renner, 2007).

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 Es el conjunto de actividades normativas, administrativas, operativas y de
control que deben ser ejecutadas por el Estado y la sociedad para garantizar el
desarrollo sostenible y la óptima calidad de vida de los habitantes de cada
cuenca hidrográfica por un lado, y por otro lado, poner énfasis en la
conservación que promoverá el uso sustentable del suelo, agua y bosques,
otros recursos asociados y el ambiente (Arto. 12, Ley general de aguas
nacionales de Nicaragua, 2007).

 Constituye una exigencia ética, que por su multisectorialidad, coordinación,


concertación y enfoque holístico, es capaz de promover al mismo tiempo un
proceso de combinación de los capitales existentes (Vargas, 2010).

 Aparece como un proceso especialmente promotor del capital social; lo utiliza y


a la vez lo potencia. Según madure la formación de este capital social, se
podría avanzar en la formación de un entorno institucional favorable a la
combinación y transformación del capital natural para el desarrollo humano
(Vargas, 2010).

 Es una construcción social y, como tal, requiere la articulación de las bases en


plataformas de concertación que faciliten el entendimiento sobre la problemática
de los recursos naturales en su entorno. Además, ayuda a que los actores
sociales dejen de ser objetos y se conviertan en sujetos de su desarrollo; dejen
de ser víctimas y se conviertan en solucionadores de sus problemas (Wilkin et
al., 2011).

La gestión integrada de cuencas es un reto fundamental y complejo en la sociedad


nicaragüense actual, debido a que considera diversos factores, tales como:
geofísicos, químicos, geográficos, biológicos, sociales, económicos, culturales y
políticos. A lo anterior, se deben sumar los procesos que agudizan las condiciones
de las cuencas hidrográficas del país, por ejemplo: la expansión urbana, el
crecimiento de actividades agrícolas con altos insumos de agroquímicos, el
cambio climático, la falta de políticas públicas coherentes, entre otros.

4.4. Gestión incorporada de cuencas

En la gestión incorporada, la planificación de las acciones está determinada por


las variables ambientales en primer lugar, no así por las variables
socioeconómicas.

Prospé y Warren (2007), destacan que la gestión incorporada se concentra en


aquellos aspectos de los medios de vida sostenibles que están directamente
asociados a los activos del capital natural, por ejemplo, fortaleciendo la capacidad
de los actores sociales locales para la gestión de las tierras agrícolas y los
recursos asociados en forma tal que se promuevan la estabilidad ambiental y la
seguridad alimentaria y del agua. Otros elementos del desarrollo sostenible -como
la diversificación de los medios de vida fuera de la finca, la instrucción, la salud,

13
etc.- son menos pertinentes para los programas de manejo de cuencas
hidrográficas.

Los activos de capital natural, como la tierra y el agua, son un nexo evidente entre
el manejo de la cuenca y los medios de vida. Sin embargo, los programas de
gestión de cuencas que sólo se concentran en los recursos naturales producen
pocas repercusiones en los medios de vida y la pobreza. Es difícil que las
personas que no tienen tierras, son analfabetas y están enfermas puedan utilizar
los recursos naturales en forma sostenible.

La colaboración entre programas de gestión de cuencas y otras instituciones


dedicadas a asuntos de los medios de vida, reducción de la pobreza, reforma
agraria, instrucción y salud, permite tratar con más facilidad y eficacia las
cuestiones ambientales y socioeconómicas.

La gestión incorporada de cuencas se ha llevado a cabo en países ricos, donde


hay infraestructura, servicios de bienestar social y subvenciones públicas, e
interés general en la conservación del ambiente. Por ejemplo, las intervenciones
de gestión de cuencas en zonas montañosas despobladas de Europa occidental
están articuladas con el desarrollo socioeconómico a través de actividades que
fortalecen las capacidades locales de gestión forestal, de tierras y del agua. Estas
intervenciones también promueven opciones de medios de vida orientados a la
conservación -como el turismo, la agricultura orgánica, la producción de
especialidades locales de alimentos y artesanías- a través del enlace entre las
intervenciones de gestión de cuencas con incentivos vigentes del sector público
para la conservación de los recursos naturales y otros sistemas de subvenciones.

Las diferencias entre gestión incorporada de cuencas en los procesos de


desarrollo sostenible y gestión integrada de actividades económicas en la gestión
de cuencas se exponen en el siguiente cuadro.

GESTIÓN INTEGRADA GESTIÓN INCORPORADA


Casi todas las cuestiones ambientales se
Las cuestiones ambientales y las relacionan con cuestiones socioeconómicas,
socioeconómicas están estrechamente ligadas pero siempre hay un margen para aplicar
y no se pueden tratar por separadas medidas y actividades específicas para el
ambiente
El mandato y los objetivos de los programas
Los programas de gestión de cuencas deben de gestión de cuencas hidrográficas deberían
incluir un mandato de desarrollo sostenible y concentrarse en una gestión de los recursos
tener objetivos dirigidos a los recursos naturales dirigidas a fortalecer los medios de
naturales y a los medios de vida sostenibles vida sostenibles y el desarrollo
socioeconómico
Se deberían elaborar programas sectoriales
para los activos de capital natural de las
Se deberían elaborar programas integrados
cuencas hidrográficas. Las cuestiones que no
para atender en forma conjunta las cuestiones
corresponden al capital natural se deberían
ambientales y de los medios de vida
tratar en colaboración con otros programas o
instituciones
Fuente: Prospé y Warren, 2007.

14
4.5. Gestión participativa

Destacan Prospé y Warren (2007), que además de la integración, la participación


ha sido otro atributo esencial de la buena práctica de gestión de las cuencas
hidrográficas desde hace más de 20 años. Entre los aspectos relevantes de este
enfoque se destacan los siguientes:
 La gestión de los recursos naturales no puede tener éxito ni ser sostenible sin el
apoyo y la participación de los/as usuarios/as de los recursos naturales.

 Los/as participantes deben tener capacidad de tomar decisiones y


responsabilidad (empoderamiento).

 La promoción de la participación en el manejo de cuencas es un proceso de


larga duración para el cual es necesario contar con los medios adecuados.

Sin embargo, hoy está claro que los pobladores y las comunidades locales no son
los únicos sujetos importantes de la gestión participativa de cuencas. La
colaboración entre los programas de gestión de cuencas hidrográficas y la
sociedad civil está cada vez más mediada por una variedad de instituciones, como
son los grupos de usuarios con reconocimiento jurídico, sindicatos, asociaciones,
cooperativas, gobiernos locales, dependencias territoriales de los ministerios,
ONG y empresas privadas. Dado que estas entidades tienen intereses diversos y
a veces contrapuestos, el manejo participativo de cuencas ha dejado de enfocarse
a la concienciación y la movilización social para ocuparse de la negociación y la
creación de alianzas.

Este cambio está relacionado con los procesos de descentralización administrativa


posteriores a las reformas políticas del decenio de 1990. Mediante la transferencia
de las responsabilidades de planificación y gobernanza a las autoridades locales,
la descentralización asigna una función decisiva en la gestión del territorio a los
gobiernos regionales y municipales. De esta manera, los procesos locales de
gobernanza han adquirido cada vez más importancia para el manejo de las
cuencas hidrográficas.

La descentralización ofrece interesantes oportunidades a la nueva generación de


programas de gestión de cuencas, pero tiene sus limitaciones. A menudo para el
gobierno central es más fácil devolver poderes a las entidades de gobierno local
que asegurar a esas unidades los recursos, la capacidad y la transparencia
necesarias para cumplir sus nuevas funciones. Por este motivo es necesario
mejorar la capacidad de los gobiernos locales y la sociedad civil para ocuparse de
las cuestiones técnicas que plantea la incorporación del manejo de cuencas en la
gobernanza territorial.

Las decisiones locales en materia de gestión de las cuencas repercuten en otros


sujetos externos, como los grupos de interés localizados en la parte baja de la
cuenca o los gobiernos nacionales. Por ello es necesario incorporar con mayor
15
eficacia las repercusiones que se producen en la parte baja en la planificación del
manejo de las cuencas hidrográficas. La concertación entre los interesados locales
se debe enlazar con un examen de la congruencia técnica y los efectos locales y
en el ámbito de toda la cuenca. Un enfoque en extremo participativo no garantiza
el éxito en el manejo de las cuencas, especialmente si se tienen en cuenta las
necesidades e intereses de los/as usuarios/as de recursos naturales de la parte
baja de la cuenca. Además de la participación de los interesados locales, se
necesita establecer nexos horizontales entre autoridades y organizaciones locales,
así como acuerdos mutuos entre la administración local, el gobierno y el sector
privado.

4.6. Gestión conjunta o cogestión de cuencas

4.6.1. Generalidades

Arellano (2010), destaca que la cogestión de recursos naturales se refiere a la


responsabilidad compartida entre usuarios y gestores de los recursos naturales, y
existe un consenso creciente que la gestión es más sostenible cuando existe un
alto grado de conectividad entre los actores a nivel local (relaciones horizontales) y
entre varios niveles (relaciones verticales). Lenton y Muller lo explican así: “un alto
grado de interconectividad es un aspecto crucial de la gestión de cuencas. Las
articulaciones aguas-arriba/aguas-abajo y rural/urbano son críticas, especialmente
en áreas de rápida urbanización donde los recursos terrestres e hídricos son
enfatizados cada vez más. La pobreza, la degradación del suelo y la erosión en
áreas aguas-arriba pueden conllevar inundaciones y agua de mala calidad aguas-
abajo. “El agua es el vínculo central y el punto de partida”.

Las cuencas hidrográficas deben ser manejadas como territorios de interés público
o colectivo, por lo tanto se requiere que todos los actores sociales ya sean estos
públicos o privados interactúen, compartan responsabilidades, capacidades y
voluntades, es decir que hagan cogestión, ya que es difícil que un solo actor social
o institución tenga la capacidad y recursos para abordar todo el quehacer en estos
territorios que son un sistema complejo.

La gestión conjunta -también llamada cogestión, gestión mixta, multilateral o de


diálogo- fue creada en el decenio de 1990 por la Unión Mundial para la Naturaleza
(UICN) para incorporar la gestión de las zonas protegidas en los medios de vida,
la cultura y la gobernanza local.

En la gestión conjunta, los actores sociales negocian, definen y garantizan entre


ellos mismos una participación justa en las funciones de gestión, los derechos y
responsabilidades de un determinado territorio, zona o conjunto de recursos
naturales (Feyerabend, 2000; citado en Prospé y Warren, 2007).

Destacan Prospé y Warren (2007) que los programas de gestión de cuencas están
pasando de un enfoque participativo a otro de gestión conjunta. Gestión conjunta

16
quiere decir una participación pluralista en la gestión de los recursos naturales,
basada en el aprendizaje recíproco y la negociación entre intereses y
preocupaciones diferentes, incluyendo aquellas de los expertos técnicos y
autoridades normativas.

Los procesos de gestión conjunta de cuencas deben basarse en la comunicación


de conocimientos. En la gestión de cuencas convencional, la planificación se
basaba en gran parte en las ciencias naturales “duras” y estudios sociales. En el
decenio de 1990 se adoptaron métodos de diagnóstico rural participativo (DRP),
con el doble objetivo de entender los puntos de vista de la población y hacerla
participar en la definición de las prioridades. Esto no siempre produjo un
intercambio efectivo de información sobre los recursos naturales entre los expertos
técnicos y los interesados locales. Una experiencia insuficiente en investigación
social y cultural hizo de numerosos diagnósticos participativos ejercicios hechos
de prisa y superficiales, cuyo principal resultado fue incluir en los planes de
gestión de cuencas una lista de las necesidades percibidas.

El gran desafío que afronta la gestión conjunta de cuencas es mejorar el


aprovechamiento de los recursos naturales a partir de las necesidades y
aspiraciones de los actores sociales locales. Esto facilita que la sociedad se
apropie mejor de la gestión de la cuenca y que sus repercusiones ambientales
sean más sostenibles. Sin embargo, al hacer participar a grupos sociales e
instituciones locales en la toma de decisiones, la gestión de cuencas hidrográficas
deja de ser una actividad neutra o exclusivamente técnica. Todo programa de
gestión conjunta de cuenca se lleva a cabo en el ámbito del espacio político local.

Los programas o instituciones de gestión de cuencas deberían intervenir en la


política local como mediadores para atender los desequilibrios políticos existentes.
Esto es así porque los principales agentes de la degradación de las cuencas a
menudo son los grupos que no tienen poder, están desfavorecidos y marginados,
como los pequeños campesinos de río arriba o los pobres del sector rural, cuyas
necesidades y problemas no toma plenamente en cuenta la política local. Cuando
se da poder a estos grupos a través de la formación de grupos de interés y el
suministro de incentivos, se garantiza que los más débiles no queden excluidos
del proceso. Sin embargo, estas medidas en ocasiones pueden ser insuficientes
para superar las brechas de poder que hay entre las partes interesadas.

El uso, acceso y tenencia de los recursos naturales son los nexos más decisivos
entre las comunidades locales y la gestión de cuencas. Las medidas de gestión
conjunta, como la creación de conciencia y de capacidad, la mediación y los
incentivos, pueden contribuir a resolver pequeños conflictos socio-ambientales
limitados. Sin embargo, los conflictos socio-ambientales que surgen por los
sistemas de tenencia de tierras y las reglas de acceso a los recursos naturales
también necesitan medidas jurídicas y legislativas para definir y compatibilizar las
demandas y los derechos a los recursos naturales.

17
La gestión conjunta de cuencas en el nivel local no es una “varita mágica” que
garantice el éxito gracias al compromiso, la paciencia y la dedicación de quienes la
llevan a cabo.

4.6.2. Conceptualización e importancia

La cogestión de cuencas:

 Promueve como eje fundamental acciones de participación de los/as actores/as


sociales e institucionales de una unidad hidrográfica, entre los que se
encuentran individuos, organizaciones, instituciones, aunque son
fundamentales las comunidades y las organizaciones locales.

 Implica concertación, coordinación, alianzas estratégicas, sinergias, integración,


articulación y trabajo mutuo; enfatiza en los procesos de empoderamiento tanto
de los actores sociales comunitarios como de los actores institucionales.

 Es la gestión conjunta, compartida y colaborativa, mediante la cual, diferentes


actores sociales locales como productores/as, grupos organizados, gobiernos
locales, empresa privada, organizaciones no gubernamentales, instituciones
nacionales, organismos donantes y cooperantes integran esfuerzos, recursos,
experiencias y conocimientos para desarrollar procesos dirigidos a lograr
impactos favorables y sostenibilidad en el manejo de los recursos naturales y el
ambiente en las cuencas hidrográficas, en el corto, mediano y largo plazo
(Benegas y Faustino, 2008).

 Promueve la sistematización de experiencias, generación e intercambio de


conocimientos adaptados a las condiciones del territorio (Benegas y Faustino,
2008).

4.6.3. Características

Según Feyerabend (2000), citado en Prospé y Warren (2007); las características


que presenta la gestión conjunta se destacan a continuación:

 Es un enfoque pluralista de gestión de recursos naturales que incorpora una


variedad de actores sociales asociados en diversas funciones, por lo general
con objetivos de conservación del ambiente y aprovechamiento sostenible y
distribución equitativa de los beneficios y las responsabilidades relacionados
con los recursos naturales.

 Es un proceso que requiere pleno acceso a información de cuestiones


pertinentes y opciones, libertad y capacidad de organización, libertad de
expresar necesidades y preocupaciones, un entorno social sin discriminación,
voluntad de negociar y confianza en que los acuerdos negociados se respeten.

18
 Es un proceso complejo, a menudo prolongado y a veces confuso en el que se
producen cambios frecuentes, sorpresas, informaciones contradictorias que en
ocasiones lo hacen retroceder.

 Es un proceso político y cultural que busca justicia social y democracia en la


gestión de los recursos naturales.

 Es la expresión de una sociedad madura que entiende que no existe una


solución “única y objetiva” a los problemas ambientales, sino más bien múltiples
opciones compatibles con el conocimiento local y el conocimiento científico, y
es capaz de satisfacer a la vez las necesidades de conservación y las de
desarrollo.

4.6.4. Diferencias entre gestión participativa y gestión conjunta de


cuencas hidrográficas

Las diferencias entre la gestión participativa y la gestión conjunta de las cuencas


hidrográficas se resumen en el siguiente cuadro.

GESTIÓN PARTICIPATIVA GESTIÓN CONJUNTA


Se concentra en la sociedad civil y se dirige a una
variedad de sujetos sociales e institucionales, incluidos
Se concentra en las comunidades y la población y
los gobiernos locales, las dependencias territoriales de
se dirige a los participantes sociales de base, las
los ministerios, sindicatos, empresas y otras
familias, las comunidades pequeñas
organizaciones civiles, así como expertos técnicos y
autoridades normativas
Se basa en el reconocimiento de que las partes interesadas
Se basa en el supuesto de que una buena gestión de
tienen intereses diferentes, a veces contrapuestos, con
los recursos naturales es de interés público compartido
relación a los recursos naturales, y que es necesario
por todos los sectores sociales
conciliarlos
En la toma de decisiones trata de unir las aspiraciones e
Postula tomar decisiones de abajo hacia arriba, a intereses de las partes interesadas con las recomendaciones
través de un proceso de sistematización de las de los expertos técnicos y las directrices políticas, a través de
aspiraciones populares un proceso de negociación continuo de abajo hacia arriba y de
arriba hacia abajo
Se centra en el programa de gestión de la cuenca Se centra en el proceso de gobernanza local, donde el
hidrográfica en el que el gobierno local tiene una programa de gestión de cuenca actúa en forma
participación secundaria y de apoyo subsidiaria
Su objetivo es manejar los conflictos sociales por los
Su objetivo es crear consenso y supone que el recursos naturales, con conciencia de que el dialogar y
conflicto puede resolverse a través del diálogo y la participación pueden mitigar (parcial y
la participación temporalmente) los conflictos, pero no resolverlos
estructuralmente
Fuente: Prospé y Warren, 2007.

4.7. Cogestión adaptativa de cuencas

En la cogestión adaptativa, las experiencias desarrolladas durante los procesos de


gestión retroalimentan los planes y acciones de manejo, y son importantes para
replantear algunos elementos del manejo que en un primer momento se

19
consideraron apropiados, pero que en la experiencia se evidencian sus
limitaciones.
En este tipo de gestión, la participación de los/a actores/as sociales claves es
prioritaria, lográndose un verdadero proceso de retroalimentación solo cuando la
apropiación de los planes y acciones por parte de ellas y ellos es real.

El modelo de cogestión adaptativa de cuenca se basa en visualizar las cuencas


hidrográficas como un sistema integral de flujos hídricos de interés colectivo,
donde se promueve un ordenamiento institucional y territorial a través de una
gobernanza local que contemple la necesidad de contar con mecanismos de
organización y participación de los/as actores/as sociales locales para la toma de
decisiones. Considerando que el quehacer en las cuencas hidrográficas es
complejo y que una sola institución no puede hacerse cargo de todo, se requiere
de interacciones y acuerdos para promover la conformación de los comités de
cuencas o su equivalente como plataforma para facilitar y coordinar acciones de
gestión y manejo. Bajo estas consideraciones, un modelo de cogestión de cuenca
plantea la necesidad de plataformas de concertación donde se encuentren y
dialoguen las autoridades locales, las organizaciones de base, las organizaciones
nacionales con vinculación local y otros grupos de interés, como la empresa
privada, organizaciones de desarrollo y universidades. Esta concertación permitirá
el desarrollo de una agenda de acción compartida y común que aliente la
participación efectiva, el empoderamiento de los actores sociales y una mayor
eficiencia en la asignación de recursos humanos y financieros. Con ello se
lograrán impactos positivos tangibles y mensurables en la calidad y cantidad de
agua y, por ende, en la calidad de vida de la población rural que cohabita en el
territorio de la cuenca (Kammerbauer, 2008).

5. Pasos para lograr una efectiva gestión y manejo de cuencas

Zaldívar (2017), menciona que el año 2008 la Agencia para la protección del
medio ambiente (EPA) de los Estados Unidos de Norteamérica, publicó el manual
para el desarrollo de gestión de cuencas para restaurar y proteger las aguas. El
objetivo de este manual fue entregar herramientas tanto a los Estados como a los
usuarios de las cuencas para desarrollar planes de gestión que mejoren y protejan
los recursos hídricos.

La EPA describe seis pasos para lograr una efectiva gestión y manejo de la
cuenca. Los seis pasos básicos para describir como desarrollar e implementar
planes de gestión de cuencas efectivos corresponden a los siguientes:

 Construir alianzas

Esto requiere identificar a los distintos usuarios y beneficiarios de las aguas de la


cuenca, permitiendo identificar las ventajas y debilidades para luego plantear
objetivos comunes para conservar y proteger los recursos hídricos.

 Caracterización de la cuenca
20
Los problemas referidos a las fuentes de contaminación de ésta, entregan los
lineamientos para desarrollar las estrategias para conseguir los objetivos de
descontaminar las aguas. Esto permite focalizar los esfuerzos y recursos hacia los
problemas de mayor urgencia en la cuenca.

 Fijar objetivos y proponer soluciones

Luego de caracterizar y cuantificar los problemas que surgen en las cuencas, los
objetivos preliminares se deben ajustar, planteando objetivos más detallados, con
resultados medibles mediante indicadores. En este paso se fijan los planes de
manejo que permitirán lograr los objetivos para recuperar y conservar los recursos
hídricos de la cuenca.

 Diseño de un plan, política o programa

En este paso se deben diseñar los lineamientos que permitan implementar un


programa que describa el plan de gestión de cuencas.

 Implementar el plan de gestión de cuencas

Las actividades que forman parte de los instrumentos normativos, deben ser
coordinadas mediante un gestor de proyecto o de un consejo idóneo. Deben
realizarse según un cronograma común, perseguir hitos particulares e integrar
esfuerzos comunes para monitorear y dar a conocer los resultados.

 Medir el progreso y realizar ajustes

Tal como se describe, estos programas deben ser constantemente ajustados de


acuerdo a los resultados que se obtengan. Este es un proceso cíclico, por lo cual
permite realizar ajustes en todo momento, coordinando los esfuerzos con todos los
usuarios de la cuenca.

6. Componentes necesarios para la gestión de las cuencas

De acuerdo a Vásquez et al (2016), los componentes necesarios para la gestión


de las cuencas son los siguientes:

 Instalación de una autoridad de la cuenca.

 Conformación de un equipo multidisciplinario responsable de la coordinación y


ejecución del trabajo.

 Identificación de los principales actores sociales o institucionales de la cuenca.

 Contar con un adecuado presupuesto y una eficiente administración.

21
 Contar con un plan de manejo de la cuenca, sub cuenca o micro cuenca
totalmente consensuado para una implementación efectiva.

 Decisión política de las autoridades de nivel nacional, regional y local.

 Monitoreo y supervisión periódica del plan de actividades que se programen y


lleve a cabo.

 Coordinación y concertación entre los diferentes actores sociales.

 Contar con normas específicas para la organización, implementación y


operación del proyecto y el manejo y supervisión de los recursos económicos
del proyecto.

A continuación se describen cada uno de estos componentes.

Instalación de una autoridad de la cuenca

La autoridad de la cuenca deberá representar a todos los actores sociales e


institucionales de la cuenca, no sólo para coordinar los trabajos a llevarse a cabo,
sino también para establecer mecanismos y compromiso de ayuda mutua y
colaboración para la realización de las actividades que se programen, buscando
siempre el diálogo, la concertación y el consenso; pues los conflictos sociales o
ambientales deben prevenirse y evitarse al máximo.

Elaborar un plan de manejo y gestión de la cuenca

Para llevar adelante una gestión exitosa de una cuenca, se debe partir contando
con un plan de ordenamiento territorial y de manejo de la cuenca; el cual debe ser
expuesto a todos los actores sociales y líderes de la cuenca a fin de que estén
informados y puedan opinar y absolver dudas e inquietudes y sentirse como parte
de dicho plan. Las sugerencias que sean válidas deben ser incorporadas en el
plan de manejo; para poder decir finalmente que es un plan concertado y no
impuesto. Así se podrá evitar muchos malos entendidos y distorsiones de la
verdad.

Conformación de un equipo multidisciplinario

Este equipo se encargará de llevar a cabo un diagnóstico y evaluación del estado


de conservación y potencialidad de la cuenca, el mismo que debe constituir la
base para la elaboración del plan de manejo y gestión integral de la cuenca, la
priorización de las subcuencas y microcuencas donde deben iniciarse las acciones
de mayor importancia, la promoción de las organizaciones locales para el manejo
racional de los recursos naturales de la cuenca y la protección del ambiente; así
como para apoyar a la formación y el fortalecimiento de la autoridad de la cuenca.

22
El equipo debe ser contratado por el Estado o alguna otra institución u
organización interesada en la elaboración del diagnóstico y el plan de manejo y
gestión integral de la cuenca, así como para su implementación; pudiendo
encargarse a otras instituciones u organizaciones públicas o privadas la
realización de ciertas obras o actividades contempladas en el plan de manejo y
gestión.

El equipo multidisciplinario estará conformado por ingenieros agrónomos,


agrícolas, forestales, ambientales, zootecnistas, economistas, biólogos,
cartógrafos, ambientalistas, sociólogos, entre otras especialidades.

Identificación de los principales actores sociales e institucionales de la


cuenca

Los actores sociales e institucionales de una cuenca son aquellas personas,


comunidades, organizaciones, instituciones o empresas públicas o privadas que
viven, aprovechan el espacio, extraen y transforman los recursos naturales
dándoles un valor agregado y también son los responsables del deterioro o
depredación de los recursos naturales y del ambiente, o si actúan
responsablemente serán los artífices de lograr un manejo sustentable de la
cuenca.

Todo dependerá del grado o nivel de liderazgo que tengan las autoridades y
líderes de la cuenca a fin de concertar, coordinar y participar en el desarrollo y
supervisión de las actividades relacionadas a los recursos naturales y el ambiente
que se lleven a cabo. Aquí, es bueno resaltar que es hora de dejar de ser simples
espectadores o “criticones”, y convertirnos en actores y responsables del futuro de
nuestras cuencas y nuestro ambiente. Se debe tener presente que “nadie” se
preocupará más por mejorar tu calidad de vida, que tú mismo.

Contar con un adecuado presupuesto y una eficiente administración

Es fundamental que la autoridad de cuencas tenga sus propios recursos


económicos para llevar adelante el plan de manejo y gestión integral de la cuenca,
que programen y que permita lograr un desarrollo sustentable. Sin los recursos
necesarios, sólo se quedará en buenos planes o buenas intenciones y nada de
realidades.

Los fondos económicos deben provenir del gobierno central, regional y local y
asimismo de todas las personas naturales o jurídicas que utilizan los recursos
naturales o quieran apoyar la conservación y protección de los recursos naturales
y el espacio territorial de la cuenca. Así por ejemplo, en las ciudades de las partes
bajas de la cuenca que utilizan el agua que proviene desde las partes altas de la
cuenca, lugar donde se deben llevar a cabo trabajos de envergadura sobre
cosecha de agua de lluvia, conservación de suelos, reforestación, recuperación de
pastizales, entre otros. Estos trabajos requieren inversión; de no hacerlo, al final
se tendrá menos agua, ¿Conviene esta situación?
23
Definitivamente que no, por ello se debe tener cabal conciencia de pagar una tarifa
adecuada por el uso de este vital recurso. Así, podemos seguir haciendo una serie
de reflexiones que conduzcan a poder fundamentar para poder contar con
mayores recursos económicos para realizar o llevar a cabo el plan de manejo y
gestión integral de la cuenca, que garantice un desarrollo sostenible de la misma.

Contar con un plan de manejo y gestión de la cuenca, subcuenca y


microcuenca y su implementación

El plan de manejo y gestión integral de la cuenca, subcuenca o microcuenca que


haya sido elaborado por el equipo multidisciplinario, debe ser concertado y
consensuado con los líderes y principales actores sociales de la cuenca y
finalmente debe ser aprobado por la autoridad de la cuenca. Este plan debe ser el
instrumento base para el desarrollo de todas las actividades en la cuenca a corto,
mediano y largo plazo, el cual debe contener también los compromisos que
asumen cada líder o actor social para la realización, seguimiento y supervisión de
las obras o actividades que se lleven a cabo.

La implementación y ejecución del plan de manejo y gestión integral de la cuenca


tiene que contar con la participación activa de la población, líderes y actores
sociales que tienen relación alguna con sus recursos naturales y el espacio físico
de la cuenca , así se podrá garantizar su viabilización y sobre todo su
sostenibilidad.

Decisión política y compromiso de las autoridades gubernamentales

La decisión política y el compromiso sincero que puedan asumir las autoridades


gubernamentales de nivel central, regional o local son fundamentales para la
asignación y consecución de los recursos económicos necesarios para elaborar el
plan de manejo y gestión integral de la cuenca. Sin ello, no se puede convocar ni
comprometer a los diferentes actores sociales de la cuenca.

Monitoreo y supervisión periódica del plan que se programe y lleve a cabo

Es esencial que esta labor se lleve a cabo con absoluta responsabilidad. No sólo
debe efectuarse una evaluación y control permanente de las actividades que se
estén llevando a cabo respecto a la calidad, cronogramas, presupuestos, etc., sino
también efectuar acciones inopinadas con el uso de los recursos naturales de la
cuenca, al accionar de algunos responsables o de eventuales hechos que estén
generando cierto malestar en la población a fin de aplicar los correctivos oportunos
rápidamente. Aquí también es recomendable proponer a la autoridad de la cuenca
que se puedan evaluar el otorgamiento de ciertos incentivos o premios a los
actores sociales o institucionales que se destaquen en el desarrollo de las
actividades programadas o en el buen uso de los recursos naturales, a fin de
motivarlos.

24
Coordinación y concertación entre los diferentes actores sociales

La implementación del plan de manejo y gestión integral de la cuenca, exige que


la cabeza del equipo responsable de tal tarea sea un líder, que convoque a los
diferentes actores sociales tanto a nivel personal como institucional para coordinar
y concertar criterios, políticas y estrategias de trabajo, resultados a esperar, etc.; a
fin de aunar esfuerzos, definir responsabilidades de cada uno de los actores
sociales, uniformizar el mensaje, entre otros. Sin una coordinación y concertación
adecuada con todos los involucrados, los resultados esperados serán pobres; por
ello se debe unir esfuerzos y voluntades por un fin mayor: manejo sostenible de la
cuenca.

Normas específicas para la operación eficiente del proyecto

La autoridad debe ejercerse en base a una serie de normas legales y


administrativas que sean dadas por las autoridades o instancias competentes a fin
de que se cumplan los objetivos trazados y lograr una gestión transparente y de
confianza ante los diferentes actores sociales. Es conveniente que el proyecto
tenga un carácter autónomo a fin de evitar una serie de instancias, que muchas
veces pueden convertirse en trabas.

7. Componentes necesarios para la gestión de las cuencas

Según Velásquez et al (2016), para llevar a cabo la gestión de una cuenca


hidrográfica, es conveniente tener en cuenta los siguientes pasos:

7.1. Conformación de un equipo multidisciplinario

Es sumamente importante tener presente que para llevar adelante un plan de


manejo y gestión integral de una cuenca se debe constituir un equipo
multidisciplinario y que al mismo tiempo se cuente con un financiamiento para que
se pueda llevar a cabo los trabajos programados y para que así se pueda contar
con un plan maestro de ordenamiento, manejo y gestión de la cuenca. Para que
se pueda llevar a cabo la implementación de dicho plan, es fundamental lograr la
participación activa de la población en todas las acciones que se programen a
llevar a cabo.

Aquí es bueno resaltar que en la cuenca se puede presentar situaciones como las
siguientes: Puede darse el caso que los actores sociales estén dispersos y
aislados, con escaso nivel de organización y participación en la problemática de
los recursos naturales. Aquí, el equipo multidisciplinario podría actuar como el
convocador y motivador para que puedan organizarse los actores sociales e
institucionales que viven u operan en la cuenca a fin de que se internalicen en la
problemática de sus recursos naturales y el ambiente, y consecuentemente
puedan participar en las soluciones que se planteen.

25
7,2, Identificación y motivación de los actores sociales e institucionales de
la cuenca para que puedan participar en los estudios, en la
elaboración del plan maestro de ordenamiento, manejo y gestión de la
cuenca y en su posterior implementación o ejecución

Uno de los aspectos clave en la gestión de una cuenca, es la identificación de los


diferentes actores sociales e institucionales que viven u operan en la misma y al
mismo tiempo conocer el grado de sensibilización que puedan tener para poder
llevar a cabo un plan de manejo participativo y mancomunado de las acciones que
se encuentran contenidas en el plan maestro de la cuenca. De acuerdo a lo
señalado, se requiere llevar a cabo las siguientes acciones:

 Definir los actores sociales e institucionales que viven u operan en la cuenca,


para lo cual es fundamental llevar a cabo una visita de campo a las diferentes
sub cuencas e incluso hasta nivel de microcuencas. Para ello se debe
aprovechar la organización y experiencia de instituciones como el Ministerio de
Agricultura, Educación, Salud, entre otras. Asimismo también se debe
aprovechar la experiencia y conocimiento de la realidad que puedan tener
algunas ONGs que trabajan en la cuenca y las organizaciones sociales,
culturales, gremiales entre otras que ya existen en la cuenca.

 Llevar a cabo algunas acciones o prácticas demostrativas de campo con la


participación de líderes locales, autoridades y responsables de instituciones de
la cuenca. Aquí es importante que se convoque a jóvenes de la zona, para
motivarlos y tratar de involucrarlos en estas actividades, pues en estos trabajos
de campo, cobra plena vigencia lo manifestado por Santo Tomás: “Ver para
creer”, pues no olvidemos que todas estas poblaciones lugareñas han sido
engañadas por siglos o han estado abandonadas a su suerte, en consecuencia
tienen razones más que suficientes para dudar o desconfiar.

7.3. Realización de un diagnóstico físico-natural, socioeconómico y


cultural de la cuenca

Para ello, se deben tomar en cuenta los siguientes aspectos:

 Aspectos físico-naturales

 Identificación y evaluación de los recursos naturales existentes en la cuenca


abordando sus potencialidades y problemática.

 Definir la ubicación de las áreas críticas y que son altamente sensibles a


posibles desastres, en base a los estudios y evaluación técnica así como
también a la información obtenida de la poblacional y demás actores sociales
de la cuenca y de las visitas y observaciones de campo que se hayan
efectuado: deslizamientos, inundaciones, cárcavas, erosión, etc., por cada
subcuenca y si es posible por microcuencas y finalmente a nivel de toda la
cuenca.
26
 Identificación y evaluación de los conocimientos tecnológicos que puedan tener
los diferentes actores sociales respecto al potencial, aprovechamiento y
conservación de los recursos naturales y el ambiente, pisos ecológicos y zonas
de producción. Esta tarea se lleva a cabo mediante observaciones directas de
campo, entrevistas a los diferentes actores sociales, instituciones y empresarios
que trabajan o utilizan el agua de la cuenca o subcuenca.

 Identificación y evaluación de la potencialidad de los recursos naturales, su


problemática, su ordenamiento territorial y otros aspectos a nivel de subcuencas
y microcuencas; para poder conocer la situación de la agricultura, ganadería,
forestal, disponibilidad de agua, manejo de dichos recursos, zonas y puntos
vulnerables, etc.

 Aspectos socioeconómico y cultural

 Identificación sistemática de los actores sociales que intervienen en la cuenca,


distinguiendo los actores sociales activos (aprovechan los recursos naturales) y
los actores sociales pasivos (consumen los productos de la cuenca), reseñando
su comportamiento real con los recursos naturales, mediante informaciones
obtenidas con encuestas y estudios previos; así como también de entrevistas
rápidas mediante estudios de caso de las principales subcuencas y
microcuencas.

 Diagnóstico del nivel organizacional de los actores sociales a nivel local,


microcuenca, subcuenca y cuenca misma, así como también de su
comportamiento y visión del mundo en relación a los recursos naturales y el
ambiente.

 Precisión de las condiciones socio-culturales y económicas que impulsan o


limitan el trabajo de los diferentes actores sociales en relación al tratamiento
adecuado de los recursos naturales.

 Identificación y evaluación de las principales instituciones que operan en la


cuenca.

 Evaluación e identificación de los aspectos más importantes relacionados con el


ordenamiento territorial de la cuenca.

 Delinear una posible estrategia para la constitución y operación de una


autoridad de cuenca hidrográfica tomando en cuenta los aspectos físicos,
organizativos y culturales de los diferentes actores sociales de la cuenca;
detallando como coinciden a la cuenca y sus problemas, la rentabilidad que
puedan tener o generar el aprovechamiento de sus recursos naturales
existentes en la cuenca y los aspectos claves o importantes que inciden en la
conservación de los recursos naturales y su ambiente.

27
 Sistematizar y evaluar las aspiraciones, valores culturales y planes y
proyecciones de los actores sociales en relación al manejo de los recursos
naturales y su nivel de vida, a nivel de cada subcuenca o microcuencas
principales. Dentro de los principales actores sociales se tienen:

 Las organizaciones locales, cuyos miembros operan con los recursos naturales
de la cuenca y se encuentran lejos de la fuente de agua de la misma.

 Las organizaciones locales que operan en la cuenca y se encuentran cerca de


la fuente de agua, formando pequeños centros poblados, pequeñas o medianas
ciudades y que normalmente está representados por los municipios delegados,
municipios distritales y los municipios provinciales.

 Las empresas públicas o privadas que extraen o aprovechan los recursos


naturales de la cuenca, subcuenca o microcuenca: empresas eléctricas, de
agua potable, de construcción de conectoras, obras hidráulicas para riego;
empresas mineras, de turismo, agrícolas, ganaderas, acuícolas, de artesanía,
etc., etc.

 Las instituciones públicas y privadas que promueven el buen uso y


aprovechamiento de los recursos naturales, ONGs, etc.

 Las organizaciones de usuarios de agua que agrupan a los usuarios de riego,


energía, minería, poblacional, turismo, acuícolas, etc.

 Las autoridades de niveles sub-regionales y regionales que constituyen los


gobiernos descentralizados.

 Los gremios u organizaciones rurales.

 El equipo multidisciplinario que trabaja técnicamente.

 Otros.

Por otro lado puede darse el caso que a nivel de la cuenca ya exista un nivel de
organización de los actores sociales e institucionales en la cuenca, como puede
ser el caso para el mejor uso o aprovechamiento de un recurso natural, como lo
puede ser comúnmente el agua, donde ya vienen operando en algunos casos
desde hace tiempo las organizaciones de agua (comités de agua potable y
saneamiento) que normalmente han sido y siguen siendo en la mayoría de los
casos organizaciones sólidas y que han logrado la participación de todos los
usuarios sin excepción alguna. En cualquiera de los casos, el equipo
multidisciplinario debe sistematizar los planteamientos y elaborar las estrategias
para viabilizar un tratamiento integrado y sistémico de la cuenca, manejo y
repoblamiento de pastos, reforestación, sustracción de andenes y terrazas de
absorción.

28
Cuidando y tratando la cabecera de la cuenca se asegurará la disponibilidad de
agua de buena calidad en las partes medias y bajas de la cuenca.

Asimismo, las acciones a realizar para el tratamiento de las áreas críticas por la
presencia de deslizamiento, desbordes de ríos o inundaciones, entre otros; para lo
cual se podrá llevar a cabo: desplazamiento o reubicación de grupos humanos a
zonas más seguras; campañas educativas, sistemas de avisaje, organización de
la juventud rural, defensas ribereñas, etc.

 Medidas relacionadas a la instalación de plantaciones de pastos y


forestales protección de la flora y fauna de la cuenca

Es de vital importancia cuidar y mantener y mejorar la cubierta vegetal así como


también proteger la flora y fauna de las microcuencas, subcuencas y de la cuenca
en su conjunto mediante la adopción de medidas de acuerdo a la realidad propia
de la zona.

Los trabajos de mejoramiento y regeneración de pastos y las plantaciones


forestales que se lleven a cabo, deben efectuarse en lo posible con la construcción
de zanjas de infiltración para controlar la erosión de los suelos y mejorar las
condiciones de humedad para la cobertura vegetal.

7.4. Definición y diseño de las principales acciones a realizar en la cuenca:


Plan de ordenamiento, manejo y gestión de la cuenca

En base al diagnóstico de la cuenca en su conjunto se procede a la elaboración y


diseño de las principales acciones que se deben llevar a cabo para la gestión y el
manejo de la cuenca en forma sostenible. Todo esto debe plasmarse en el plan de
ordenamiento, manejo y gestión de la cuenca. Las principales acciones que se
deben contemplar son:

 Abastecimiento de la demanda de agua de los diferentes sectores


ubicados en la cuenca

En este caso, aquí se deben plantear los proyectos más importantes que permitan
mejorar la disponibilidad y distribución del agua en toda la cuenca, mediante la
construcción de reservorios, lagunas naturales, canales de riego, proyectos de
reforestación y pastizales, etc.

Asimismo se tomarán medidas para garantizar la calidad del agua de las


subcuencas y microcuencas en general, de tal manera que pueda ser utilizada por
los diferentes actores sociales de las cuencas, sin daños en la salud o en la
actividad económica que se viene desarrollando o se proyecta llevar a cabo.

 Protección de la cabecera de la cuenca y tratamiento de las áreas críticas


de la misma

29
Es fundamental definir las acciones a llevarse a cabo que permitan garantizar la
captación y el cuidado de la calidad de las aguas desde la cabecera de la cuenca
y microcuencas, así como la conservación de suelos y la construcción de
infraestructura hidráulica que permita incrementar la capacidad de
almacenamiento de las lagunas naturales existentes, reservorios, zanjas de
infiltración y trabajos de reforestación y pastizales para la captación e infiltración
de las aguas de lluvia, generación de riqueza productiva y el mejoramiento del
paisaje y la biodiversidad de la zona.

 Medidas de protección de ciudades y centros poblados

Se deben llevar a cabo programas de protección de las ciudades más importantes


de las cuencas, subcuencas y micro cuencas mediante trabajos de construcción
de zanjas de infiltración con reforestación y recuperación de pastizales,
conservación de suelos, reforzamiento de las laderas aledañas a las ciudades,
desplazamiento y reubicación de la población de las zonas críticas, protección y
defensas ribereñas de las zonas que pasan por las ciudades, entre otras acciones.
En todas las acciones que se propongan para ser llevadas a cabo a cabo deben
participar las autoridades municipales, las organizaciones sociales de la zona y la
población en general, para así recibir sus opiniones y sugerencias y de ser el caso
considerarlas en el plan que se proponga.

 Monitoreo y control de la calidad de las aguas

Es de suma importancia llevar a cabo un programa permanente de monitoreo y


control de la calidad de las aguas de las diferentes fuentes: superficiales,
subterráneas, lagos, lagunas, manantiales; etc., así, en base a ello se podrá
implementar los correctivos que sean necesarios a fin de garantizar agua de
buena calidad en forma sostenible.

 Plan de ordenamiento territorial y zonificación ecológica y económica

Un aspecto de mucha importancia es poder tener un plan de ordenamiento


territorial de la cuenca, subcuencas y microcuencas, pues así se podrá lograr
aprovechar adecuadamente el espacio físico según su capacidad de uso o
potencialidad.

Además, se podrá proyectar el establecimiento de centros poblados, ciudades,


centros industriales, centros mineros, proyectos energéticos, proyectos y circuitos
turísticos, ubicación de reservorios o embalses de agua, etc.

 Medidas que tienden a garantizar la gestión de la cuenca

Aquí se deben plantear las medias que se consideren necesarios para lograr la
participación, coordinación y la concertación entre todos los actores sociales para
garantizar la ejecución de las diferentes medidas y proyectos que se planteen y
que garanticen un aprovechamiento sostenible de los recursos naturales y del
30
espacio físico de la cuenca. Todo ello se podrá lograr si se crea y fortalece una
autoridad de cuenca, cuya característica debe ser la participativa y concertadora
con todos los actores sociales y organizaciones sociales e institucionales
representativas de la cuenca.

 Medidas que tiendan a garantizar la administración de la cuenca

El diseño del plan de ordenamiento, manejo y gestión integral de la cuenca deberá


contemplar y proveer los fondos que sean necesarios para realizar las principales
obras de las cuencas, la forma como deben ser administradas, la información
oportuna y transparente de los gastos efectuados, de los proyectos a ser
financiados y en ejecución, el personal que participa o labora en las tareas de
manejo y gestión. Por último, debe especificar el sistema de premios y sanciones
que se implementarán para estimular así a los actores de la cuenca que cumplan y
avancen en sus trabajos y cumplan con los acuerdos realizados.

 Reforzamiento institucional de los diferentes actores sociales que operan


en la cuenca

El papel de las instituciones u organizaciones de la zona es primordial, pues no se


debe basar el manejo y gestión integral de la cuenca sólo en un proyecto, sea éste
de una entidad pública o privada, se requiere del concurso del conjunto de actores
sociales, organizaciones e instituciones que trabajan en la cuenca, pues el trabajo
es sumamente grande y en el cual se debe buscar aunar esfuerzos y comprometer
a los diferentes actores sociales a que participen decididamente en la
implementación y evaluación del plan.

La gestión de las cuencas se debe basar en la participación activa de las


diferentes organizaciones e instituciones más estables y representativas de la
cuenca: gobierno regional, municipal, organizaciones de usuarios de agua,
gremios rurales comprometidos con el desarrollo y cuidado de la cuenca,
escuelas, colegios, empresas que operan en la cuenca y los gremios y
organizaciones de productores/as agrarios, universidades, institutos tecnológicos,
comunidades campesinas o nativas, etc.

A través de estos proyectos se debe movilizar a los diferentes actores sociales e


instituciones para poder conocer sus posibilidades de aporte reales al logro del
proyecto y sus compromisos que puedan asumir para que finalmente se pueda
garantizar un plan de manejo y gestión integral de la cuenca y su ambiente de
forma sostenible.

Por todo ello es clave desplegar un gran esfuerzo en el fortalecimiento


organizacional e institucional de los diferentes actores sociales de la cuenca.

7.5. Priorización de cuencas, subcuencas y microcuencas

31
Habiendo realizado los primeros cuatro pasos en relación a la cuenca, subcuencas
o microcuencas, es importante resaltar una vez más, que no se puede esperar
simultáneamente que todos los planes y programas que se encuentren contenidos
en el plan de ordenamiento, manejo y gestión integral de la cuenca, se lleven a
cabo; esto sería imposible.

Bajo esta realidad y como no se puede disponer de la cantidad de recursos


económicos suficientes como para llevar a cabo todas las acciones contenidas en
el plan, se tiene que pasar a efectuar una priorización de cuencas, y luego en la
cuenca priorizada proceder a priorizar las subcuencas y finalmente en estas se
priorizaran sus microcuencas que la conforman; para definir finalmente las zonas
de trabajo y las acciones que se llevaran a cabo de acuerdo al plan maestro
definido y aprobado.

La priorización de las subcuencas y microcuencas, tiene como objetivos los


siguientes:

 Detectar e identificar los lugares donde se concentran los problemas físicos y


sociales más álgidos, cuyo tratamiento o solución motivará el interés de la
población y sus instituciones que operan allí.

 Determinar en qué lugares la población tiene un nivel de participación más


activa y eficiente.

Para la priorización de las cuencas, las variables más importantes que deben estar
presentes son las siguientes:

 Potencialidad de los recursos naturales: agua, suelo, cubierta vegetal,


minería, paisaje, energía, pesca, etc.

 Grado de deterioro a nivel de subcuencas y microcuencas de los recursos


naturales en relación a la ocurrencia de desastres naturales como erosión,
deslizamientos, inundaciones, contaminación de las aguas y el ambiente,
sequías, etc., y sus impactos en las actividades sociales, económicos,
productivas y otras.

 Nivel de organización y conciencias de los diferentes actores sociales de


cada una de las sub cuencas e incluso a nivel de microcuencas; prefiriendo los
actores con mayor nivel de organización, iniciativa, capacidad de trabajo y
colaboración, experiencia exitosas en el desarrollo de proyectos de desarrollo
anteriores.

 Capacidad de generar recursos que aporten al presupuesto de actividades


que permitan el tratamiento de la cuenca.

 Disponibilidad de mano de obra local que permita realizar los trabajos que
se requieran o programen llevar adelante. Esta evaluación de la PEA (población
32
económicamente activa) debe hacerse a nivel de la sub cuencas e incluso a
nivel de micro cuenca.

 Potencialidad a nivel de subcuencas y microcuencas para impulsar el ciclo


de agua o ciclo hidrológico: áreas para reforestación, repoblamiento de pastos,
zonas de recarga hídrica, áreas para la construcción de reservorios o
tratamiento de lagunas naturales existentes, protección y conservación de las
cabeceras de cuencas, subcuencas o microcuencas.

 Experiencias positivas de participación de la población en proyectos de


desarrollo que se hayan llevado a cabo en la zona y que hayan permitido su
sostenibilidad.

7.6. Planificación detallada de los trabajos a desarrollar a nivel de


subcuencas y microcuencas

Para ello se debe partir del diagnóstico detallado que previamente se haya
elaborado para las subcuencas y microcuencas., para ello se deben seguir los
siguientes pasos:

Se elaboran los planes detallados de manejo y gestión de las microcuencas


priorizadas.

Las microcuencas se convierten en las unidades de ejecución, extensión y manejo


de los recursos naturales y su ambiente. Para ello, es importante llevar a cabo los
siguientes pasos:

 Constituir o fortalecer una organización que ya exista y que sea representativa a


nivel de la microcuenca o sub cuenca priorizada. Aquí es importante evaluar la
posibilidad de que si esta organización pueda asumir la responsabilidad de la
gestión de los recursos naturales o en todo caso la conformación de un comité
de gestión, sobre la base de la organización ya existente. Un comité de
desarrollo de la microcuenca o un comité conservacionista o simplemente
comité de microcuenca.

 Teniéndose la organización representativa de la microcuenca, luego se


buscarán a sus mejores representantes para que puedan formar parte de la
organización o autoridad a nivel de la subcuenca priorizada. Aquí es bueno
reiterar que desde el punto de vista físico, los trabajos deben iniciarse desde
arriba hacia abajo y desde el punto de vista social la organización debe
formarse desde abajo hacia arriba.

 Los programas, acciones o actividades que sean priorizadas para llevarse a


cabo deben hacerse con mucha cautela y dedicación y deben comenzarse en
las zonas con mayor organización, unidad y grado de participación y
responsabilidad dentro de las microcuencas, nunca forzar las cosas.

33
 Formar y capacitar un sistema de promotores locales y zonales, especialmente
conformado por jóvenes líderes del lugar, que no solo difundan y promuevan las
técnicas, sino que también dirijan la ejecución de los trabajos en el campo
mismo; y puedan llevar a cabo las tareas de operación y mantenimiento de las
obras realizadas; con la finalidad de asegurar su buen funcionamiento y su
sostenibilidad en el tiempo.

 Establecer todo un sistema de incentivos o premios para los mejores


agricultores/as, ganaderos, forestales, artesanos, agroindustriales, etc., así
como también para los mejores centros poblados, caseríos o comités de gestión
y conservación de los recursos naturales a nivel de la microcuenca; que
sobresalgan en el desarrollo de los trabajos acordados; esto se puede efectuar
mediante la realización de concursos entre comunidades u organizaciones de la
propia microcuenca.

7.7. Organizar a los actores sociales para el manejo y gestión integral de


las microcuencas como parte del manejo de toda la cuenca

Normalmente los diferentes actores sociales que operan o viven en la


microcuenca, se encuentran desorganizados, actuando en forma dispersa y por su
cuenta. Más han escuchado o recibido demandas para que no degraden o mal
usen los recursos naturales y su ambiente, pero poco o casi nada han recibido
acerca de propuestas técnicas sobre esos puntos.
Por ello, una condición indispensable para la gestión de una cuenca o
microcuenca es organizar a los diferentes actores sociales en una mesa de
negociación para analizar los problemas y propuestas que puedan existir y que
finalmente se pueda llegar a tener propuestas y tareas totalmente consensuadas
para llevarse a cabo a nivel de micro cuencas, sub cuencas y finalmente a nivel de
cuenca. Las propuestas deben ser en relación a la erosión, agua, pastizales,
reforestación, agricultura y ganadería, cosecha de agua de lluvia, protección de la
cabecera de la cuenca y zonas vulnerables, entre otros. El resultado de este
esfuerzo debe ser lograr toda una organización sólida, con objetivos claros y con
una mentalidad de cambio y desarrollo para el aprovechamiento racional y
sostenido de sus recursos naturales y la protección de su ambiente y el
mejoramiento del nivel de vida de la población. Para ello, es fundamental lograr la
participación de los jóvenes y líderes de la propia zona, a quienes se los debe
capacitar previamente para que así puedan cumplir a cabalidad sus funciones
encargadas. Al final de este trabajo se debe lograr constituir comités de gestión de
las microcuencas y comités específicos por actividades.

7.8. Promover planificación ambiental participativa con actores sociales y


líderes de las cuencas, subcuencas y microcuencas

La participación activa y decidida de los actores sociales principales y líderes de


las microcuencas, es fundamental para lograr una exitosa ejecución de los
programas que se planeen llevar a cabo y sobre todo para garantizar su
sostenibilidad; para ello se debe tomar en cuenta las siguientes acciones:
34
 Motivación y capacitación de actores sociales y líderes de las
microcuencas, para que puedan tener una sensibilización sobre su
problemática y un nivel de organización eficiente.

Antes de pensar en la constitución de un comité u organización alguna al interior


de una microcuenca, es fundamental que los actores sociales estén convencidos
que las tareas que se plantean llevar a cabo les conviene a ellos, a sus familias y
a toda la comunidad en general y que al mismo tiempo son viables su ejecución.

Si los actores sociales y líderes lugareños están convencidos de la necesidad de


realizar las acciones que se planean, pues comprenden bien que si les conviene,
entonces si se pueden constituir los comités de manejo y gestión integral de las
microcuencas, o comités de desarrollo.

 Definir por lo menos una microcuenca piloto o modelo dentro de las


cuencas priorizadas

Se empieza definiendo una microcuenca que reúna las condiciones necesarias


para poder llevar a cabo las acciones o proyectos que se encuentren contenidos
en el plan de manejo y gestión integral de la microcuenca, como parte de la
subcuenca y cuenca priorizada. En esta microcuenca se deben desarrollar
sectores de tratamiento con los trabajos que se plantean llevar a cabo;
remarcando una vez más que tales trabajos deben ser hechos por los propios
actores lugareños y lógicamente con el asesoramiento necesario, y teniendo
siempre presente que Santo Tomás dijo: “Ver para creer”, esto es muy aplicado a
la población rural lugareña, que para convencerse plenamente de las bondades de
las acciones que se plantean llevar a cabo, es fundamental verlas con sus propios
ojos.

 Establecimiento de áreas de comprobación

El establecimiento de áreas de comprobación que permitan evaluar y comprobar


por los mismos actores sociales del lugar los beneficios que significan el desarrollo
de tales prácticas o trabajos que se lleven a cabo, es fundamental. Para ello, se
requiere que ellos mismos realicen los trabajos y puedan evaluar los resultados,
para que así no les quepa duda alguna.

 Establecimiento de áreas demostrativas

Estas áreas se refieren a la ejecución de obras o proyectos, promovidos por los


municipios, ONGs, gobierno regional, o por los propios lugareños etc., entre
dichas obras se destacan: control de cárcavas, deslizamientos de tierra, defensas
ribereñas, caminos y carreteras, obras de agua potable y saneamiento, macizos
forestales, semilleros, viveros, pastizales, etc.

35
Aquí se trata de ubicar un área de importancia que por ejemplo podría estar
afectada por deslizamientos de tierra y que generen serios problemas a las áreas
de cultivo, con las carreteras o con la propia ciudad o centro poblado. Se define el
tipo de trabajos a desarrollar de forma tal que corrija el problema que afecta. El
trabajo culminado y funcionando adecuadamente constituirá el área demostrativa
de la bondad y efectividad de los trabajos efectuados y servirá para la toma de
conciencia y convencimiento de la necesidad del desarrollo de tales trabajos por
parte de los diferentes actores sociales. Además, estas áreas demostrativas
podrán servir para traer a personas y líderes de otros lugares para que lo vean en
la realidad y puedan evaluar sus beneficios; así se podrá multiplicar masivamente
la ejecución de estos trabajos, si los actores sociales ya están convencidos de su
bondad e importancia de tales trabajos.

 Establecimiento de sectores de tratamiento

Los sectores de tratamiento son áreas mucho más grandes que abarcan todo un
sector o fracción representativa del territorio de la microcuenca que puede ser toda
una ladera o un área determinada, en donde se puedan llevar a cabo una serie de
trabajos que incluyan diversas prácticas conservacionistas u obras de desarrollo.

Para ello se tiene que contar con el consentimiento respectivo de los propietarios
de los terrenos. Eso será posible si es que ellos están motivados o informados
acerca de la bondad de los trabajos que se planean llevar a cabo. Si los terrenos
son de propiedad de una comunidad, se necesita el acuerdo de la comunidad y al
mismo tiempo el compromiso de que los comuneros continuarán con los trabajos,
después que ellos evalúen los resultados positivos que significan llevarlos a cabo.
 Establecimiento de áreas masivas o expansivas

Estas se realizan una vez que los/as agricultores/as comienzan a estimularse para
la ejecución “en grande de estas prácticas”, en sus propias parcelas, una vez que
los actores sociales y líderes se hayan convencido de la bondad y viabilidad de las
técnicas enseñadas y comprobadas su bondad. Habiendo visto y reflexionado los
técnicos con los/as agricultores/as acerca de la bondad de las tecnologías en las
áreas de comprobación y sectores de tratamiento y habiendo concitado su interés
en realizar más prácticas con expresiones como “lo que se ha hecho es sólo un
juego”, “mejor adelantar más en mi chacra con estas técnicas”, pueden significar
una decisión potencial de los/as agricultores/as, que con la estimulación del
promotor puede convertirse en un plan de trabajo de ampliación de las prácticas
realizadas a manera de prueba.

Este plan que se podría hacer con un organismo comunal e intercomunal, con una
asociación de mineros de una subcuenca, o con las empresas extractivas, debe
incluir los lugares de ampliación, las fechas de trabajo, la manera como se les va a
apoyar, con otros actores sociales, etc, es indispensable pasar la lista de
participantes en los trabajos y establecer un sistema de premios y sanciones al
cumplimiento eficiente de lo pactado.

36
Es evidente que si los actores sociales están motivados para realizar obras, ya
sea si están afectados por la falta de protección frente a los desastres, interesados
ante la necesidad de habilitar el espacio para obtener mayores índices de
productividad o rentabilidad, existen las condiciones para la formación de un
comité de gestión de la microcuenca.

 Principales acuerdos a tomar por las autoridades elegidas a nivel de


microcuenca, subcuenca o de la cuenca

Los acuerdos tenderán a cubrir una gama de posibilidades para el desarrollo de


los diferentes actores sociales y estarán alrededor de los siguientes temas:

 Distribución del volumen de agua de acuerdo a las necesidades de los actores


sociales.

 Tratamiento de áreas críticas para prevenir deslizamientos, etc.

 Mantenimiento o mejoramiento de infraestructuras tales como: canales de riego,


reservorios, carreteras, infraestructura eléctrica, caminos, etc.

 Monitoreo y control de la calidad del agua de las diferentes fuentes existentes


en la zona.

 Realización masiva de trabajos de cosecha de agua de lluvia en las partes altas


y medias de las cuencas, subcuencas y microcuencas para mejorar cultivos,
plantaciones forestales y pastizales.
 Determinación de la forma como conseguir el presupuesto para la realización
de las principales actividades que se emprendan y que sean parte del plan de
manejo y gestión integral.

 Realización de un reglamento para el buen uso de los recursos naturales e


infraestructura de la cuenca, subcuenca o microcuenca, de cumplimiento
obligatorio por todos los participantes de la autoridad de las cuencas.

 Realización de seminarios, intercambios de experiencias, visitas de campo,


pasantías, promoción de viajes de capacitación al exterior, uso de medios de
comunicación como la radio, televisión, periódicos y revistas para mostrar los
avances de las tareas de los diferentes actores sociales de las cuencas,
subcuencas o microcuencas.

 Colaboración y apoyo mutuo entre los actores sociales

Las obras y actividades que se ejecuten en las microcuencas serán producto del
esfuerzo y participación de todos los actores sociales utilizando el principio de la
ayuda mutua. Se podrán llevar a cabo jornadas que tengan objetivos claros como
manejo del agua, pastos, forestación, construcción de obras de infraestructura,
etc. El tratamiento integral de las cuencas es un trabajo arduo que requerirá de la
37
acción y participación de los diferentes actores sociales involucrados en la
autoridad de la micro cuenca.

 Papel del Estado y las instituciones privadas

La experiencia recogida de la mayoría de trabajos de desarrollo rural, llevados a


cabo en las cuencas o microcuencas, tales como: infraestructura productiva y de
servicios, reforestación, pastizales, etc; siempre fueron hechas ya sea por el
Estado o por los propios interesados. Cuando fueron ejecutadas solo por el
Estado, los beneficiarios actuaban meramente como agentes pasivos, sin ningún
involucramiento ni opinión sobre el proyecto, considerándolo como algo ajeno a
ellos. Esta concepción errónea ha venido siendo sustituida por aquella que
sostiene que la garantía para el manejo sostenible del espacio, es la actuación
concertada y eficiente de los propios interesados con los responsables y
representantes del Estado. Se considera que ellos son los principales gestores de
las tareas del desarrollo de las cuencas, subcuencas y microcuencas. Ellos son
los que viven y dependen directamente de los recursos naturales de las cuencas,
y en consecuencia son los más llamados a organizarse y enfrentar la problemática
del manejo de dichos recursos, pues ellos enfrentan y sufren las consecuencias de
no haberlas ejecutado en su oportunidad.

El papel del Estado en este sentido deberá ser promotor, convocador, orientador,
supervisor y deben ser los propios beneficiarios o lugareños los ejecutores de las
principales acciones de desarrollo que se ejecuten en las cuencas o
microcuencas. Además, algo fundamental que se debe tener presente es que
parte del financiamiento requerido, debe ser aportado por los propios beneficiarios,
ya sea en trabajo u otra forma de compensación, con lo cual ellos internalizan más
el proyecto y consecuentemente se asegura la sostenibilidad del mismo.

En síntesis, se requiere motivar a los propios interesados y beneficiarios, para que


tengan una participación activa en todas las acciones de desarrollo que se
ejecuten en su zona, a fin de que estén sensibilizados de que tales proyectos o
acciones que se lleven a cabo, les beneficia directamente a ellos y a sus propias
familias, y que por lo tanto deben participar en la ejecución de tales tareas y
posteriormente en el mantenimiento permanente para asegurar así su
sostenibilidad.

38
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