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Sistematización de casos exitosos de manejo integral de

cuencas hídricas

Dirección de Manejo Integral de Cuencas Hídricas


Dirección General de Investigación de Ordenamiento Ecológico y Conservación de
Ecosistemas
Instituto Nacional de Ecología - SEMARNAT

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Sistematización de casos exitosos de manejo integral de cuencas
hídricas

Instituto Nacional de Ecología

La Cuenca como unidad de Gestión ambiental

La cuenca constituye la principal unidad territorial donde el agua, proveniente del ciclo
hidrológico, es captada, almacenada, y disponible como oferta de agua. Las cuencas
constituyen un área en donde interdependen e interactúan, en un proceso permanente y
dinámico, el agua con los sistemas físicos (suelo, relieve) y biótico (flora y fauna). Los
tipos de apropiación de los recursos naturales originan una modificación del ciclo
hidrológico en cantidad, calidad y oportunidad. Es por esta razón que es en el ámbito de
una cuenca donde se puede lograr una mejor integración del manejo del conjunto de los
recursos naturales.

Un aspecto singular del enfoque de cuencas, es que permite destacar, al interior de cada
cuenca, la interrelación e interdependencia entre los sistemas biofísico y
socioeconómico, formado por los habitantes de la misma. La rivalidad y competencia
entre los usuarios para acceder a los recursos naturales y la necesidad de conservar el
equilibrio de los ecosistemas naturales al interior de una cuenca puede generar
conflictos que deriven en problemas de gobernabilidad de la región, sobretodo
tratándose de recursos como el agua. Por esta razón, en la medida que se logre
compatibilizar los intereses de los habitantes de las diferentes zonas funcionales y sus
actividades productivas, la cuenca hidrográfica puede ser una unidad adecuada para
realizar la gestión ambiental. El proceso de implementación de las políticas públicas que
garantice la conservación de los recursos y el mejoramiento de las condiciones de vida
de la población en las cuencas hídricas, es la gestión ambiental.

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Algunos conceptos de Manejo de cuencas hídricas

El concepto de manejo de cuencas ha ido evolucionando desde los años 70 desde un


enfoque orientado únicamente a la captación del agua hacia otros niveles más
complejos, tales como los de protección de recursos naturales y mitigación del efecto de
fenómenos naturales extremos, control de erosión, control de la contaminación,
conservación de suelos y rehabilitación y recuperación de zonas degradadas; para
después concentrarse en la búsqueda de alternativas para el mejoramiento de la
producción forestal, de pastos y agrícola. Lo cierto es que con el paso del tiempo el
concepto de manejo de cuencas se va acercando cada vez más al de desarrollo regional,
al incluir o proporcionar información más completa sobre el territorio para decidir sobre
proyectos de infraestructura de caminos, viviendas, colegios y centros médicos,
llegando a considerar, incluso, el uso de cocinas solares y disgestores de biogás con el
propósito de conservar recursos forestales. (Dourojeanni y Jouravlev, 2001).

A partir de esta evolución en el concepto del manejo de cuencas, algunas definiciones


más adecuadas serían:

i. Proceso de formulación, implementación y evaluación de acciones y medidas


dirigidas tanto al aprovechamiento de los recursos naturales con fines
productivos como al control y prevención de los procesos de degradación
ambiental. El objetivo final es el logro de formas de desarrollo social,
económica y ambiental sostenibles en el mediano y largo plazo (INE, 2003).
ii. Proceso de formulación y realización de acciones que incluyen la manipulación
de los recursos en una cuenca que proveen bienes y servicios sin afectar
adversamente al suelo y el agua. Usualmente, el manejo de cuencas debe
considerar factores sociales, económicos e institucionales que operan dentro y
fuera del límite de la cuenca (Sheng, 1990).

De lo anterior, se desprenden algunos de los elementos básicos que deben


encontrarse en un manejo de cuencas para que este sea considerado exitoso. Dichos
elementos podrían ser los siguientes.

i. Existencia de una relación clara, expresa y aceptada por parte de los usuarios
de cuenca arriba y cuenca abajo.

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ii. Existencia de planes de manejo a corto y mediano plazo que incorporen la
conservación, protección, rehabilitación o recuperación de algunos (más de
uno de preferencia) de los recursos naturales de la cuenca.
iii. Existencia de mecanismos de financiamiento externos o internos que
coadyuven a la consecución de objetivos locales pero que al mismo tiempo
sirvan como evidencia de institucionalización del manejo de cuenca.
iv. Evidencia de involucramiento de la población local como un indicador del
fortalecimiento de las capacidades locales y de incremento del capital social.
Este indicador es importante en la medida que nos revela en qué medida la
organización y el trabajo de la población no dependan exclusivamente de los
agentes o incentivos externos. La participación social puede ser dirigida y
canalizada a través de una institución gubernamental o no-gubernamental,
sin embargo, se considerarán especialmente aquellos casos donde haya
evidencias claras del fortalecimiento de las capacidades locales.
v. Se presenten evidencias (numéricas) de un mejoramiento en la calidad de
vida de los habitantes. Este indicador puede ser muy variable, por ejemplo
mejora en la infraestructura, aumento de rendimientos debido a trabajos de
conservación, mejora en la salud por disminución de la contaminación,
disminución de la migración, etc.
vi. Se generen oportunidades de un desarrollo a largo plazo con mejores
prácticas ambientales que sean adoptadas voluntariamente por la población
involucrada.

El manejo de cuencas en México fue institucionalizado mediante la creación de la


Secretaría de Agricultura y Fomento y posteriormente la Comisión Nacional de
Irrigación. Durante la década de los cincuenta, se crearon Comisiones de cuencas
hidrográficas, las cuales fueron organismos descentralizados de la Secretaría de
Recursos Hidráulicos. Los trabajos que se realizaban en estas cuencas fueron
principalmente programas de conservación de suelos, agua, reforestación, realizados por
los gobiernos para resolver problemas de carácter local, sin embargo no existía una
planeación del uso de los recursos ni una participación activa y permanente de la
población.

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En la actualidad diversas instituciones gubernamentales y no gubernamentales gestionan
microcuencas con distintos objetivos y procedimientos. Algunas de ellas son: IMTA,
FIRCO- SAGARPA y SEMARNAT, Fundación Manantial, entre otras.
Todas estas experiencias se encuentran dispersas en el país, sin articularse a un plan de
desarrollo regional. Muchas de ellas han logrado superar importantes obstáculos
institucionales y organizacionales pudiendo implementar con éxito prácticas de
conservación de los recursos. Mientras que en condiciones ambientales semejantes,
estos logros no son alcanzados en otros casos.
Algunas de estas experiencias fueron presentadas en el Seminario de “Gestión Integral
de cuencas hídricas: teoría y práctica” organizado por el Instituto Nacional de Ecología
en el 2004 (http://www.ine.gob.mx/dgoece/cuencas/eventos.html). Durante ese evento,
se hizo evidente que los incentivos para iniciar el manejo de cuencas en México, las
metodologías de análisis, las condiciones socio-ambientales iniciales y los mecanismos
para incorporar a la población son múltiples y distintos para cada uno de los casos de
estudio. Además se evidenció la escasa difusión y conocimiento que se tienen sobre
estos casos de manejo de cuencas.
Ante el interés de instituciones gubernamentales y no gubernamentales de proseguir con
esta estrategia de manejo integral de recursos naturales, teniendo como unidad de
análisis a la cuenca hídrica, es primordial sistematizar e identificar las condiciones
institucionales, organizacionales, socioeconómicas y medio ambientales que
permitieron alcanzar resultados. Esta información posibilitará hacer recomendaciones a
priori de los pasos que se necesitan para planificar un manejo de cuencas en México.

Metodología
Ante la diversidad de instituciones que incentivan el manejo integral de cuencas en
México, se seleccionaron algunos casos representativos. Entre ellos, se consideraron
instituciones gubernamentales, federal, estatal y municipal, instituciones no-
gubernamentales, internacionales y nacionales, e instituciones académicas.
A partir de este primer listado se seleccionó una muestra representativa. A cada uno de
los casos de estudio se identificó el o los actores principales a quienes se les aplicó una
entrevista profunda. La información recopilada está sintetizada en los temas presentados
en la Ficha técnica (adjunta).
El análisis ambiental, institucional, socio-económico de esta información posibilitará
conocer las condiciones necesarias para promover y fortalecer proyectos locales que

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aprovechen y conserven los recursos naturales (agua, suelo y vegetación) de manera
integrada.
Este proyecto se desarrolla de manera coordinada entre el INE, la WWF y el Centro de
Investigaciones en Ecosistemas (UNAM).

Referencias
Dourojeanni A., A. Jouravlev 2001. Crisis de gobernabilidad en la gestión del agua
(Desafíos que enfrenta la implementación de las recomendaciones contenidas en el
capítulo 18 del Programa 21). Comisión Económica para América Latina y e Caribe
(CEPAL). Serie Recursos naturales e Infraestructura n°35, Santiago, Chile
(http://www.eclac.cl/publicaciones/SecretaríaEjecutiva/0/LCL1660PE/lcl1660PE.pdf)

Instituto Nacional de Ecología 2003. Dirección de Manejo Integral de Cuencas


Hídricas-Conceptos (http://www.ine.gob.mx/dgoece/cuencas/conceptos.html)

Sheng T.C. 1990.Watershed Management Field Manual. FAO Conservation Guide


13/6. Rome.

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