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ECONOMÍA AMBIENTAL

Morales, J. (Comp.). (2023)


Docente de la asignatura “Economía y medio ambiente”

1. Generalidades

Hartley (2008), manifiesta que durante la década de los años 60 y 70 del siglo
pasado, se empezó a intensificar y a manifestar un importante deterioro ambiental
principalmente en los países industrializados. Esto condujo a la economía como
ciencia social, a interesarse progresivamente por las cuestiones del ambiente,
máxime cuando se admite y cuestiona que el crecimiento económico se ha
conseguido a costa del entorno ambiental (Pearce y Turner, 1995).

Surge así la preocupación de cómo el mercado puede resolver la crisis ambiental


que recién empezaba, y que permitió el nacimiento y desarrollo de la denominada
economía ambiental, la cual no sólo manifiesta su preocupación por cuestiones
tales como: la dimensión crítica del capital natural, la contaminación del ambiente
o la sostenibilidad planetaria, sino que incluso ofrece una explicación de por qué
ha ocurrido el deterioro ambiental, desde la perspectiva de la economía
neoclásica. Para ello ha utilizado y aplicado métodos capaces de corregir algunos
de los desequilibrios que se presentan en el mercado y que se denominan
externalidades ambientales negativas.

La economía ambiental surge para plantear vías favorables que deriven a la


optimización de la explotación de los recursos naturales que son escasos pero con
diversos usos por los cuales hay que optar ( http://ecolisima.com/principales-datos-y-
definicion-de-economia-ambiental/). Nace por la escasez de recursos
(https://www.studocu.com/es/document/universidad-rey-juan-carlos/economia-ambiental/apuntes-
clase-tema-1-la-economia-ambiental-nace-por-la-escasez-de-recursoses-una-ciencia-social/
15616163). Es una elaboración hecha desde la teoría neoclásica para dar cuenta de
la crisis ambiental actual, para lo que hace ciertos “ajustes” a algunos aspectos de
la teoría madre. Los recursos naturales, que podían considerarse antes como
infinitos, han pasado a reconocerse como escasos. Los factores de producción
tierra, trabajo y capital, que se consideraban perfectamente sustituibles entre sí
(por lo que siempre sería posible mantener, por lo menos, una riqueza total
constante), ahora se considera que no lo son o lo son sólo de manera limitada (las
posibilidades de sustitución vía tecnológica son inciertas). Se constituye como
disciplina en los años setenta, como una respuesta de los economistas
neoclásicos a la problemática ambiental contemporánea. Es en 1970 que la

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economía ambiental se constituye como disciplina interesada, específicamente, en
las externalidades ambientales. (Foladori y Pierri, 2005).

Ambrogi (2017), expresa que el desarrollo de la economía ambiental se sitúa en


las décadas de 1960-1970 paralela al nacimiento de los movimientos
ambientalistas o ecologistas en los países más desarrollados. Sin embargo, sus
fundamentos pueden situarse temporalmente mucho más atrás, en los siglos XVII
y XVIII. Según Aguilera y Alcántara (1994), sus raíces se encuentran en la teoría
de las externalidades de Marshall y Pigou, la teoría de los bienes públicos de
Wicksell y Bowen, la teoría del equilibrio de Walras y el campo de aplicación del
análisis costo-beneficio (1987). Muchos economistas están de acuerdo en que
Pigou y Coase, aunque no estaban interesados en cuestiones ambientales,
sientan las bases conceptuales para la discusión sobre lo que más tarde se ha
venido considerando como la economía ambiental.

En su acepción más general, la economía ambiental contiene dos disciplinas: la


economía de los recursos naturales y la economía ambiental (Riera et al., 2008).

El surgimiento de la economía de los recursos naturales y economía ambiental


como una subdisciplina distinta ha sido un evento relativamente reciente, la
preocupación por los recursos naturales y los problemas ambientales tiene
antecedentes mucho más antiguos. Es evidente, por ejemplo, en los escritos de
los economistas clásicos, para quienes fue una gran preocupación (Perman et al.,
2003).

La economía ambiental y la economía de los recursos naturales aunque no son lo


mismo, se fundamentan teóricamente en la economía neoclásica, basando su
análisis en los fallos de mercado y la internalización de las externalidades.
Algunos de sus postulados son: la sustentabilidad débil, la escasez relativa, la
conservación, la visión de un flujo circular cerrado del ingreso, el valor instrumental
de la naturaleza y el tecnocentrismo.

Hartley (2008), menciona que desde el punto de vista teórico, la economía


ambiental explica que los bienes ambientales carecen de precio por la ausencia de
derechos de propiedad bien definidos y protegidos, en consecuencia, bastaría con
definir estos derechos sobre el ambiente a favor de algún individuo, para que el
problema ambiental se resuelva. Este argumento apunta hacia la privatización del
ambiente. En este contexto se enfatiza la valoración del ambiente para contar con
un indicador de su importancia en el bienestar de la sociedad, que permita
compararlo con otros componentes del mismo (Azqueta, 1994). El denominador
común para realizar esa comparación es el dinero, en este sentido la economía
ambiental es fundamentalmente crematística y tiene una concepción de la realidad
económica que funcionaría eternamente gracias al dinero (Martínez y Roca, 2000).

Los economistas se han centrado en el valor monetario que exprese las


preferencias individuales de consumo, como si el valor de los bienes y servicios
ambientales sólo surgiera cuando se da la interacción entre un sujeto y un objeto,
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como si su valor no fuera intrínseco. Por tanto, estos pueden tener diferentes
valores según las percepciones de las personas. Esos valores son expresados por
los agentes económicos en términos de disponibilidad a pagar y la disponibilidad a
aceptar compensaciones.

Como contrapunto crítico a la economía ambiental, surge simultáneamente la


economía ecológica, basada en las leyes de la termodinámica y los grandes ciclos
biogeoquímicos de los ecosistemas de la biosfera. Esta escuela vuelve a enfatizar
la finitud de los recursos naturales en las propuestas de política de gestión
ambiental (Foladori y Pierri, 2005).

2. Conceptualización

Naredo (2001), citado en Vergara y Ortiz (2016), define la economía ambiental


simplemente como aquella que aborda los problemas de gestión de la naturaleza,
refiriéndose a externalidades para valorar desde una economía ordinaria, que
razona bajo términos de precios, costos y beneficios, sean estos reales o
simulados. Sin embargo, no sería justo desconocer el esfuerzo llevado por esta
subdisciplina en términos de redefinir los modelos micro y macroeconómicos
volviendo explícito el componente ambiental y de recursos naturales.

A continuación se destacan definiciones del término “economía ambiental”,


expuestos por diferentes autores:

 Estudio de los problemas ambientales utilizando las herramientas y la visión de


la economía, normalizando las relaciones entre el sistema de producción-
consumo y el ecosistema de manera que el primero pueda seguir utilizando los
bienes y servicios que proporciona el segundo, generación tras generación
(http://ecolisima.com/principales-datos-y-definicion-de-economia-ambiental/).

 Estudio de la conservación de los recursos naturales que aplica instrumentos


analíticos a las decisiones económicas que repercuten en el ambiente,
considerándolo como proveedor de recursos ecológicos, naturales, de servicios
recreativos, etc (http://ecolisima.com/principales-datos-y-definicion-de-economia-ambiental/).

 Rama de la economía que aplica instrumentos matemático-analíticos para


solucionar problemas relativos al uso de los recursos naturales
(https://www.analytica.com.do/publicaciones/blog/la-economia-ambiental/ ).

 Ciencia social dentro de la disciplina de la microeconomía, que se centra en el


consumo actual de los recursos naturales y el de las generaciones futuras; que
trabaja dentro del mercado competitivo
(https://www.studocu.com/es/document/universidad-rey-juan-carlos/economia-ambiental/
apuntes-clase-tema-1-la-economia-ambiental-nace-por-la-escasez-de-recursoses-una-ciencia-
social/15616163).

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 Campo de estudio que reconoce el valor del ambiente y la actividad económica;
y toma decisiones basadas en esos valores. Este campo de estudio utiliza la
valoración ambiental para tomar decisiones de un eficiente uso de los recursos
naturales (Wierenga, 2006).

 Rama de la economía que estudia el impacto económico de las políticas


ambientales y los usos del análisis económico para apoyar tanto las toma de
decisiones ambientales, como la evaluación del costo-beneficio de la protección
del ambiente (Tesauro, 2013). 

 No es la aplicación de las ciencias económicas a la problemática ambiental. Se


llama así a la interpretación de una escuela del pensamiento económico, a
saber, la neoclásica, que pasó a incorporar el ambiente como objeto de estudio
(Yu Chang, 2015).

 Rama del análisis económico que aplica los instrumentos de la economía al


área del ambiente (Svartzma, 2015).

 Trata del estudio de los problemas ambientales con las ideas analíticas de la
economía (Lucas, 2017).

 Ciencia social aplicada que trata de incorporar el equilibrio ambiental al análisis


económico social del bienestar, mediante la valoración económica de los bienes
y servicios ambientales que brinda los ecosistemas a la sociedad, resaltando el
papel que ocupan estos en las funciones de utilidad del individuo y en las
funciones de producción de los procesos económicos (Ambrogi, 2017).

 Sub-disciplina de la economía que pretende aplicar conceptos y principios


económicos a la gestión de los recursos naturales y problemas ambientales
(Ambrogi, 2017).

 Rama de la economía que aplica instrumentos analíticos a las decisiones


económicas que tiene influencia en el ambiente (Pionce et al., 2019).

 Rama de la economía que estudia los efectos de las políticas ambientales.


También se encarga de estudiar la mejor forma de regular la
actividad económica para reducir el impacto ambiental y la importancia de
hacerlo (Pérez, 2021).

3. Características, importancia, bases/fundamentos y objetivos


relevantes

 Se nutre tanto de la economía clásica y neoclásica, como de las ciencias


ecológica y sociológica
(https://revistas.udem.edu.co/index.php/economico/article/view/1405/1462 ).

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 Se rige por los principios de la teoría económica neoclásica
(https://www.studocu.com/es/document/universidad-rey-juan-carlos/economia-ambiental/
apuntes-clase-tema-1-la-economia-ambiental-nace-por-la-escasez-de-recursoses-una-ciencia-
social/15616163).

 Utiliza el instrumental de la teoría neoclásica, que es científico y basado en las


matemáticas (https://www.studocu.com/es/document/universidad-rey-juan-carlos/economia-
ambiental/apuntes-clase-tema-1-la-economia-ambiental-nace-por-la-escasez-de-recursoses-
una-ciencia-social/15616163).

 Se ocupa principalmente de lo que la economía introduce en el ambiente y de


los problemas de contaminación ambiental.

 Se centra en modelos de gestión de recursos naturales (derechos de


propiedad).

 Se ocupa de cómo las economías pueden evitar las ineficiencias en la


asignación y el uso de los recursos naturales y ambientales.

 Incorpora el ambiente al análisis económico, el cual participa cumpliendo


funciones económicas tales como la provisión de recursos, la asimilación de
residuos, la generación de utilidad directa y el sostén de vida. Frente a esto, se
deben respetar las leyes de la sustentabilidad y tomar en cuenta la
complementariedad y el intercambio, con respecto al nivel de vida y su relación
con el capital natural.

 Está sustentada en la ideología tecnocéntrica, la cual indica que las personas


están separadas del ambiente natural, pues este tiene un valor de uso para las
personas, en última instancia las personas controlan el ambiente natural. Frente
a esto, se sostiene que las personas poseen capacidades excepcionales que
les permite idear respuestas tecnológicas nuevas a los problemas ambientales.

 Se deriva de la teoría económica neoclásica.

 Se basa en el análisis de externalidades ambientales negativas y busca


solucionar fallas de mercado. Ejemplos de propuestas de la economía
ambiental son la solución de Coase, valuación microeconómica dentro de un
análisis costo-beneficio, contabilidad ambiental, etc (de la Fuente, s.f.).

 Usa el criterio de eficiencia y supuestos neoclásicos como racionalidad limitada,


individualismo metodológico, marginalismo, etc (de la Fuente, s.f.).

 Se basa en un pluralismo metodológico (de la Fuente, s.f.).

 Aplica las herramientas del análisis de demanda y oferta de los recursos


naturales en el mercado (Perrotini y Ricker, 1999).

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 Es interdisciplinaria porque se relaciona con las ciencias naturales (Perrotini y
Ricker, 1999).

 Busca la conservación del ambiente mediante el uso racional y restringido de


los recursos naturales para las generaciones presentes y futuras, considerando
que dichos recursos son limitados (Van Hauwermeirn, 1999).

 Considera que la contaminación no debe ser un obstáculo para el crecimiento


económico (Van Hauwermeirn, 1999).

 Estudia la contaminación resultante de la inyección de residuos de la economía


en la naturaleza; la cual hay que internalizar en los precios, costos externos,
mediante impuestos o definiendo derechos de propiedad (Van Hauwermeirn,
1999).

 Aborda los problemas de gestión de la naturaleza como externalidades a


valorar desde el instrumental analítico de la economía ordinaria, que razona en
términos de precios, costos y beneficios reales o simulados (Naredo, 2002).

 Se basa en las teorías de la internalización de las externalidades de Pigou (1920) y


Coase (1960), ambos de la escuela neoclásica (Foladori y Pierri, 2005; Yu Chang,
2015).

 Trata de la forma como la economía neoclásica pasó a incorporar el ambiente


en su objeto de análisis (Foladori y Pierri, 2005).

 Es una disciplina interesada específicamente en las externalidades


ambientales. (Foladori y Pierri, 2005).

 Trata de crear condiciones para que se pueda establecer el intercambio


mercantil, allí donde no ocurre. Es lo que llaman internalizar las externalidades.
Hay dos formas de hacerlo, siguiendo a Pigou, o siguiendo a Coase (Foladori y
Pierri, 2005).

 Reconoce el valor tanto del ambiente como de la actividad económica y toma


decisiones basadas en esos valores (Wierenga, 2006).

 Trata temas relacionados con la función del ambiente como receptor y


asimilador de residuos, es decir, como sustentador de ciertos procesos bióticos
y abióticos de recuperación y regeneración de subproductos derivados de los
procesos de producción y consumo (Labandeira, León y Vázquez, 2007).

 Se centra en la interfase entre los sistemas ambientales -caracterizados por


complejos vínculos físicos- y el funcionamiento de la economía (Labandeira,
León y Vázquez, 2007).

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 Utiliza el instrumental analítico de la economía neoclásica que al aplicarlo al
ambiente, plantea soluciones desde la perspectiva de la eficiencia
administrativa de los recursos naturales (Hartley, 2008).

 Trata en un primer momento de integrar a las ciencias naturales en su análisis,


pero acaba por olvidarse de ellas. A partir de su conceptualización de un
sistema económico cerrado, no avanza en la comprensión de la relación
ambiente-producción-distribución que son sus objetos de estudio (Hartley,
2008).

 Basa su análisis en el mercado y en una mejor administración de los recursos,


tanto provenientes de la naturaleza como los hechos por el ser humano, esta
visión cerrada del sistema, donde se enfatiza en la eficiencia del mercado, no
les permite ver más allá del cálculo monetario de los recursos naturales
(Hartley, 2008).

 Priva el mecanismo donde las relaciones entre los agentes (no sistemas), son
fijas y se pueden aislar a cada uno para su análisis (Hartley, 2008).

 Entiende que el desafío del desarrollo es una meta posible de lograr mediante
un crecimiento sostenible, por tanto, el tamaño de la economía no representa
un problema, al contrario, se espera un crecimiento tal que permita el
“despegue”. En esta tarea la buena administración de los recursos naturales es
fortalecida con adecuada internalización de los efectos externos y la definición
de los derechos de propiedad. No ha entendido de manera sistemática, que el
transumo [o posesión fraccional permite al consumidor sacar el mayor partido
de sus inversiones comprando sólo aquella fracción de consumo que necesitan]
se ha expandido a tal punto que ha alcanzado los límites del sistema, los límites
que permite el planeta (la Tierra está llena), por tanto el crecimiento sostenible
del sistema económico es posible, desde el punto de vista de la economía
ambiental (Hartley, 2008).

 Parte del crecimiento económico como premisa básica para la superación de


los problemas ambientales, otorgándole al cambio tecnológico, la capacidad
para sustituir capital natural por capital hecho por el ser humano (Hartley, 2008).

 Se ha impuesto como el paradigma predilecto del desarrollo sustentable


(Sneddon et al., 2006); ello a través del diseño de instrumentos de valoración
de la naturaleza a partir de un lenguaje monetario (Fuente, 2008).

 Abarca el estudio de los problemas ambientales empleando la visión y las


herramientas de la economía (Hernández, 2011).

 Se centra en la optimización de la explotación de recursos naturales, medios de


gestión ambiental e instrumentos para lograr el desarrollo sustentable
(Hernández, 2011).

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 Intenta analizar los temas ambientales en los límites entre los sistemas
económicos y naturales (Reynaldo, 2012).

 Se encuentra ubicada en la frontera entre una serie de disciplinas


pertenecientes a las ciencias sociales y otras de las ciencias naturales
(Reynaldo, 2012).

 Se acerca a la gestión de la naturaleza desde una visión analítica e instrumental


de la economía convencional (Santos, 2015).

 Analiza problemáticas ambientales con herramientas económicas (Svartzma,


2015, Morán, 2017).

 Reconoce fallos del mercado pero no cuestiona los fundamentos de la


economía de mercado/convencional (Svartzma, 2015, Morán, 2017).

 Busca corregir externalidades ambientales negativas al asignarles un valor


económico, proponiendo soluciones mayoritariamente tecnológicas que no van
a la causa del problema (depuradoras, automóviles eléctricos, tratamiento de
residuos,...) (Svartzma, 2015, Morán, 2017).

 Busca optimizar la explotación de los recursos naturales para alcanzar un


estado de “contaminación óptima” (protocolos y normativas ambientales)
(Svartzma, 2015, Morán, 2017).

 Desempeña un papel importante en el diseño de políticas públicas para el


mejoramiento de la calidad ambiental (Lucas, 2017).

 Es un instrumento estratégico, herramienta de trabajo cotidiano para todos los


agentes económicos existentes en el mundo actual; para iniciar una valoración
de los bienes y servicios que tomamos del ambiente que nos rodea y evitar
pérdidas irremediables dadas las características intrínsecas y extrínsecas de
ese reducido inventario que nos queda paradójicamente en un mundo
tecnológico y científicamente cada vez más avanzado (Lucas, 2017).

 Ha entrado a jugar un papel importante en el desarrollo de metodologías que


propendan en el análisis de impactos ambientales a favor o en contra de los
recursos naturales, precisamente con la determinación de los mercados verdes
(Lucas, 2017).

 Su premisa básica es que la economía es un sistema abierto y el sistema


económico no puede operar sin la base de los sistemas ecológicos (Ambrogi,
2017).

 Es instrumental y cuantitativa (Ambrogi, 2017).

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 Aporta elementos metodológicos para el cálculo del valor económico-social de
los bienes y servicios que nos brindan los ecosistemas, retomando instrumentos
de la teoría económica para tal efecto, tales como las consideraciones de la
teoría del bienestar, el sistema de mercado, la formación de precios y las
preferencias y expectativas de los consumidores (Ambrogi, 2017).

 Tiene una naturaleza monetaria y consumista del proceso económico (Ambrogi,


2017).

 Considera únicamente la escasez de recursos en términos de valor económico


eficiente, un proceso circular cerrado de reproducción: producción-consumo-
acumulación. Teniendo como fin último el crecimiento para consumir más, bajo
restricciones ambientales (contaminación óptima, uso racional de los recursos
naturales, etc) (Ambrogi, 2017).

 Se considera una ampliación/extensión de la teoría económica neoclásica


debido a su enfoque de mercado, por lo que no considera el concepto de
equidad (Ambrogi, 2017).

 Considera que el deterioro de los recursos naturales es una falla de mercado la


cual se puede internalizar con la utilización de instrumentos de compensación
económica (Ambrogi, 2017).

 Tiene como principio básico la expresión de términos monetarios de los


recursos naturales y de externalidades (Ambrogi, 2017).

 Plantea la condición de definir claramente los derechos de propiedad, pues en


base a ellos es que se estimula a los agentes económicos a proteger el
ambiente e internalizar los costos de la degradación que provoca la actividad
productiva (Ambrogi, 2017).

 Carece de la visión fundamental que se refiere a la dependencia del ser


humano respecto a la naturaleza (Ambrogi, 2017).

 Se basa en un enfoque antropocéntrico en el que todas las otras especies que


habitan la Tierra, son las que tienen que estar disponibles para la satisfacción
de los requerimientos de los seres humanos (de la Fuente, s.f., Ambrogi, 2017).

 Tiene como supuesto que el progreso tecnológico conduce al hallazgo de los


productos sustitutos de los recursos naturales, por lo tanto no se preocupa por
las barreras que puedan imponer el entorno ambiental y la disponibilidad de los
recursos naturales a la producción (Ambrogi, 2017).

 Su método es científico (Ambrogi, 2017).

 Ha desarrollado una serie de metodologías para la valoración de beneficios y


costos ambientales, para incorporar el análisis ambiental al tradicional método

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costo-efectividad, aplicando valoraciones directas e indirectas para lograr una
aproximación del valor económico total de los diferentes recursos naturales
(Ambrogi, 2017).

 Trata de superar las fallas del mercado internalizando las externalidades,


ampliando el análisis de eficiencia del uso de los recursos no solo financieros,
físicos y humanos sino también los naturales (Ambrogi, 2017).

 Su objetivo se centra en maximizar el bienestar a través del uso eficiente y


racional de los recursos naturales (Ambrogi, 2017).

 Considera en su estudio a la especie humana dentro de los mercados (existan o


no) (Canales, 2018).

 Busca el crecimiento de la economía nacional y la maximización del beneficio


(Canales, 2018).

 Es unidimensional, reduccionista, simplificada y se basa en la sustentabilidad


débil (alto grado de sustitución entre capital natural y capital hecho por el ser
humano) con un marcado énfasis en la conmensurabilidad de valores (Canales,
2018).

 Se aproxima mucho más en sus análisis a la “crematística” [En la política


Aristóteles identificó dos tipos de actividades productivas y distributivas en la
antigua sociedad griega: crematística y oikonomía. La crematística planteada
por Tales de Mileto es el arte de hacerse rico, de adquirir riquezas. Según
Aristóteles, la acumulación de dinero en sí es una actividad contra natura que
deshumaniza a quienes se dedican a ello] que a la “oikonomía” [administración
del hogar, con el fin de incrementar a largo plazo, el valor de uso para todos los
miembros de la familia].

 Enmarcada en el ámbito de las ciencias sociales, forma parte del estudio


económico y es esencialmente una parte de la microeconomía (Pionce et al.,
2019).

 Supone discutir principios útiles aplicables al uso de los recursos naturales


(Pionce et al., 2019).

 Se vuelve indispensable para el control efectivo del ambiente que nos rodea
(Pionce et al., 2019).

 Estudia cómo utilizar los recursos naturales para beneficio de las generaciones
presentes y futuras (Pionce et al., 2019).

 Utiliza indicadores monetarios para valorar y evaluar impactos de la economía


sobre el ambiente, así como también para evaluar beneficios de las actividades

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de conservación, protección, preservación o restauración de los recursos
naturales y ambientales (Pionce et al., 2019).

 Lo fundamental para la economía ambiental es la existencia de las fallas de


mercado. La única forma de corregir estas fallas de mercado es que el gobierno
intervenga el mercado a través de alguna política (Pionce et al., 2019).

4. Supuestos

La suposición en la economía ambiental es que el ambiente proporciona recursos


(renovables y no renovables), asimila los residuos y brinda placer estético a los
humanos. Estas son funciones económicas porque tienen un valor económico
positivo y pueden comprarse y venderse en el mercado. Sin embargo,
tradicionalmente no se reconocía su valor porque no existe un mercado para
estos servicios (para establecer un precio), razón por la cual los economistas
hablan de “falla de mercado” (Wierenga, 2006).

El supuesto general sobre el que se asienta la economía ambiental es la


sustentabilidad débil, que “…tiene dos características básicas: la complejidad de
funciones que tiene el patrimonio natural, y se suponen enormes posibilidades de
sustituir capital natural por capital fabricado” (Martínez y Roca, 2001). Aquí se
destaca el rol de la tecnología, pues ésta minimiza los impactos ambientales,
alarga el proceso de vida útil de los recursos naturales y facilita la búsqueda de
sustitutos menos contaminantes. Es decir, la tecnología tiene la facultad de
revertir, recuperar, renovar, reciclar y reusar los recursos naturales y, mitigar los
impactos negativos que se generan al ambiente.

Otros supuestos básicos de la economía ambiental son: la escasez relativa de los


recursos, la presencia de criterios de optimalidad eficientes y eficaces, el enfoque
micro de los análisis individuales por recurso natural y, la consideración de
necesidades presentes y futuras.

5. Objeto de estudio

La economía ambiental estudia la relación de las actividades económica con el


ambiente. Estudia la relación de salida o retorno de la actividad económica con el
ambiente (consecuencias en el ambiente)
(https://www.studocu.com/es/document/universidad-rey-juan-carlos/economia-ambiental/apuntes-
clase-tema-1-la-economia-ambiental-nace-por-la-escasez-de-recursoses-una-ciencia-social/
15616163). Estudia el flujo de residuos y su impacto en el mundo natural (Kolstad,
2001, Pearce, 1995)

De acuerdo a Wierenga (2006) el objetivo de la economía ambiental se centra en


equilibrar la actividad económica y los impactos ambientales teniendo en cuenta
todos los costos y beneficios. Las teorías están diseñadas para tener en cuenta la
contaminación y el agotamiento de los recursos naturales, lo que el modelo actual
de sistemas de mercado no logra.
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El objeto de estudio de la economía ambiental se centra en los principales
problemas ambientales a los que se enfrenta la humanidad (Azqueta et al., 2007).
Trata de la forma como la economía neoclásica pasó a incorporar el ambiente en
su objeto de análisis (Yu Chang, 2015). Las relaciones de salida o retorno de las
actividades económicas hacia el ambiente, constituyen el campo de estudio de la
economía ambiental en sentido estricto (Riera et al., 2008). Aguilera y Alcántara
(1994), exponen que la economía ambiental estudia habitualmente dos
cuestiones: el problema de las externalidades y la asignación intergeneracional
óptima de los recursos agotables.

De acuerdo a Lucas (2017), el objetivo principal de la economía ambiental se


centra en estudiar los problemas ambientales desde el punto de vista económico.

A través de la economía ambiental se buscan soluciones de tipo económico al


problema de incompatibilidad entre los usos privados y los usos sociales que se
les da a los recursos naturales.

Adicionalmente, la economía ambiental debe proponer un conjunto de


instrumentos
económicos, llamados incentivos económicos, que tienen como objetivo principal
modificar las variables económicas reales con la idea de que el individuo se
comporte de la mejor manera posible, disminuyendo los niveles de contaminación
producidos y, por consiguiente, reduciendo los problemas de degradación de los
ambientes naturales.

Otro objetivo específico de la economía ambiental es la de proponer una serie de


metodologías específicas para la estimación del valor económico de los daños
ambientales producidos por la contaminación; esto con el objetivo de encontrar los
valores de la compensación necesaria para eliminar los efectos de las
externalidades ambientales (Azqueta, 1994).

De acuerdo a Ambrogi (2017), el objeto de estudio de la economía ambiental es el


aporte económico del capital natural, su reconocimiento y su valoración monetaria
a través del sistema de mercado (real o hipotético), utilizando herramientas
microeconómicas y valores objetivos y subjetivos. El objeto de análisis se centra
en las complejas interacciones entre la economía y el ambiente natural,
compuesto este último por todos los recursos disponibles en la tierra, tanto en el
aire, como recursos para el servicio de las necesidades humanas. Siendo solo
recientemente cuando se empieza a valorar el servicio que estos re cursos ofrecen
para el bienestar social.

La economía ambiental propone básicamente los siguientes temas de análisis:

 Problemática de externalidades ambientales


 Asignación de recursos naturales entre distintas generaciones
 Valoración económica de recursos naturales
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 Valoración económica de impactos negativos sobre el ambiente
 Utilización de instrumentos económicos en su análisis

Svartzman (2015), expresa que la economía ambiental proporciona información


necesaria para la toma de decisiones correspondiente al campo de la política
ambiental y ofrece información relevante en tres campos:

 Identificar causas económicas de un problema ambiental: trata de


determinar, por ejemplo, en qué medida la contaminación atmosférica
observada científicamente en una ciudad puede atribuirse a su sistema de
transportes (según el mayor o menor uso de vehículos individuales, de los
carburantes usados, de sus horarios del tráfico, etc).

 Evaluar costos que supone la pérdida de recursos naturales o


ambientales: como por ejemplo los del impacto de la contaminación
atmosférica sobre los habitantes en una concentración urbana.

 Analizar económicamente medidas que podrían tomarse para revertir el


proceso de degradación ambiental: por ejemplo, cuál es la eficacia y la
eficiencia de cada medida posible para mejorar la calidad atmosférica
(desarrollo del transporte público, impuestos al transporte en automóvil, peajes
urbanos, uso de la bicicleta, etc) y cuáles son sus implicaciones sobre otras
variables económicas (empleo, competitividad, equidad, etc).

6. Niveles de actuación

Se pueden distinguir cuatro niveles en los cuales actúa la economía ambiental:

 Nivel macroeconómico

Enfatiza en la relación desarrollo y ambiente. Se acuña el concepto de desarrollo


sostenible, como la integración del desarrollo económico y social con protección y
mejoramiento del ambiente en sus aspectos ecológicos, biológicos y físicos, con
atención a la equidad social y con consideración de las consecuencias globales.
En estos términos el desarrollo es entendido más allá que crecimiento económico,
pues considera las aspiraciones y necesidades sociales, la formación de recursos
humanos (educación, desarrollo de capacidades), el progreso tecnológico,
mejoras distributivas, etc (Urquidi, 1998).

 Nivel sectorial

Aquí se consideran las interrelaciones económicas. Se parte de que las


economías que invierten en el ambiente, logran mayor competitividad y eficiencia
internacional. Las inversiones deben incluir los costos ambientales (reparación del
daño, reposición del recurso) y estar sujeta a los mismos criterios de rentabilidad
que las demás inversiones (análisis costo-beneficio). Para responder a criterios

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económicos ambientales, los diferentes sectores deben internalizar costos
ambientales (Urquidi, 1998).

 Nivel microeconómico

Se centra en el comportamiento de las unidades de producción. Sin importar a


cual sector pertenece, toda empresa debe internalizar los costos ambientales. De
acuerdo con el principio “quien contamina paga”, la empresa debe minimizar los
costos ambientales por medio de innovaciones tecnológicas. La contribución del
Estado a este nivel es fundamental, porque puede proporcionar incentivos para los
cambios, por medio de diversos instrumentos como son: impuestos, estándares,
permisos negociables, etc.

 Nivel global

A este nivel se reconoce que la contaminación, en sus diversas formas, no tiene


fronteras. Se interesa por problemáticas como el cambio climático, que origina el
efecto invernadero, la pérdida de biodiversidad, la contaminación de aguas, la
erosión de suelos y otros. Estos problemas se entienden como fenómenos físicos
y biológicos antropogénicos, y que su control y prevención tienen un costo
económico que la sociedad debe estar dispuesta a pagar.

7. Instrumentos y herramientas que utiliza

La economía ambiental propone un conjunto de instrumentos económicos


(incentivos económicos), cuyo análisis se centra en la escasez de los bienes
ambientales, donde son valorados según su abundancia. De tal manera, los
bienes escasos son considerados bienes económicos, mientras que los
abundantes, no son económicos (por no poseer precio)
(http://ecolisima.com/principales-datos-y-definicion-de-economia-ambiental/).

Caraballo y Mendieta (2008), mencionan que la primera gran contribución de la


economía ambiental tuvo que ver con el establecimiento de la teoría de valoración
de bienes no mercadeables, por ejemplo, el establecimiento de métodos de
medición de curvas de demandas de bienes que no cuentan con un mercado
convencional. Posteriormente, a medida que avanza esta ciencia, se han venido
realizando importantes adaptaciones de herramientas utilizadas en otros campos
de estudio (particularmente finanzas públicas y organización industrial) para el
análisis económico de la problemática ambiental.

Sin embargo, algunos aspectos de la economía ambiental son únicos, como por
ejemplo, la teoría de valoración de bienes no mercadeables, la cual puede tener
un uso potencial en otros campos de la economía.

Una de las herramientas más poderosas planteadas por la economía ambiental


son los incentivos económicos para el control de la contaminación. Un incentivo es
algo que atrae o repele a las personas y las hace modificar su comportamiento en
14
alguna dirección. Un incentivo económico sería algo en el mundo económico que
hace que las personas tomen una decisión en cierta dirección, siendo esta la
mejor dentro de un conjunto de decisiones posibles, tal que los individuos
maximicen su utilidad, tanto en actividades de consumo como de producción
(Fields, 1997).

Según Field (1997), los incentivos no son únicamente económicos; también


pueden existir incentivos no materiales que conducen a una modificación del
comportamiento económico de las personas. Ejemplos de estas situaciones son la
autoestima, el deseo de conservar un ambiente visual agradable o el de dar un
buen ejemplo a las demás personas.

Entre los principales instrumentos y herramientas que utiliza la economía


ambiental se destacan los siguientes (Pearce y Turner, 1990; citado en Almeida,
2013):

 Internalización de externalidades para el establecimiento de niveles óptimos de


contaminación con criterios de mercado
 Manejo de incentivos económicos como: impuestos, subvenciones, permisos de
contaminación
 Métodos de valoración de los recursos naturales (costo de viaje, precios
hedónicos, valoración contingente, transferencia de beneficios, etc)
 Análisis costo-beneficio para la toma de decisiones

Las herramientas analíticas de la economía ambiental están siendo cada vez más
tomadas en cuenta para la resolución de controversias en cuanto a daños
ambientales provocados a terceros y para el diseño de políticas ambientales. El
análisis costo-efectividad consiste en observar la forma más económica para el
logro de un objetivo específico de calidad ambiental o para buscar el máximo
posible de cierto objetivo ambiental con una determinada inversión de recursos.
En el análisis costo-beneficio se calculan los beneficios de la acción propuesta y
se comparan con los costos totales que la sociedad absorbería a través del pago
de impuestos si se llevara al cabo, dicha acción. Al respecto, es normal que los
grupos ambientalistas se inclinen por los beneficios y los grupos financieros o
industriales se preocupen más por los costos. Para el análisis de riesgos los dos
elementos esenciales son la identificación y cuantificación de los mismos.
Identificarlos, se asocia con la información disponible; para determinar por
ejemplo, el costo real de emprender una determinada actividad. La evaluación se
basa en una combinación de matemáticas con la valoración subjetiva del analista
(Field, 1995; citado en Cabrera, 2007).

En todas estas herramientas va implícita la idea crear los incentivos económicos


en función del balance entre la evaluación del costo para las empresas y el
Estado, así como el beneficio para la sociedad. El sistema de incentivos es lo
fundamental para este enfoque, al considerar que la idea de que el contamina
paga, solo es aplicable en un contexto de dos jugadores, pero en una sociedad y
en un contexto global esto es complejo bajo los supuestos del Teorema de Coase.
15
Esto es que los derechos de propiedad se encuentren perfectamente establecidos
y definidos, así como que los costos de las transacciones privadas sean bajos
para que estas sean eficientes Si las empresas pasan el costo al precio del
producto, o reducen el salario de sus colaboradores/a, o lo deducen de las
utilidades de los accionistas, no se resuelve nada y solo se paga
permanentemente lo que no se deja de destruir (Field, 1995; citado en Cabrera,
2007).

Es importante y necesario que los y las economistas concedan importancia a la


noción de racionalidad ambiental en el diseño de políticas que fomenten la calidad
ambiental. Las empresas, consumidores y la sociedad civil en general son
responsables de sus acciones a favor o en contra del ambiente, por lo que es
fundamental priorizar en forma asequible a la racionalidad de los agentes
económicos, la optimización de las medidas de cuidado y reducción de los
impactos sobre el ambiente y el aprovechamiento óptimo de los recursos naturales
en función del desarrollo sustentable (Cabrera, 2007).

En el marco de la economía ambiental surgen dos reglas para la sustentabilidad


del sistema económico:

 La extracción de los recursos naturales no debe superar la capacidad de los


mismos para su autoregeneración, o en otras palabras, no se debe explotar el
recurso más allá del rendimiento máximo sustentable (RMS).

 No verter residuos al ambiente más allá de su capacidad de asimilación.

El cumplimiento de estas dos reglas de sustentabilidad del sistema económico,


según afirman Pearce y Turner (1955), se centra en garantizar la disponibilidad de
recursos en el futuro para sustentar la economía, con lo cual implícitamente se
afirma que debe mantenerse una dotación constante a lo largo del tiempo. Esta
sustentabilidad entre recursos naturales renovables y no renovables, se puede
lograr por ejemplo con sustituir energía proveniente del petróleo por energía solar
y la utilización más eficiente de los recursos naturales. Dentro de esta concepción
más compleja de la administración de recursos naturales se incluye la necesidad
de mantener también los niveles de vida.

La solución conjunta que ofrece la economía ambiental es alcanzar un crecimiento


de la economía tal, que posibilite mejorar los niveles de vida y al mismo tiempo,
ampliar las existencias de capital natural o al menos mantenerlas constantes
(Pearce y Turner, 1995).

El proceso de valoración en general, y los métodos de valoración en particular que


utiliza la economía ambiental, se basan en la teoría neoclásica y en la teoría del
bienestar (microeconomía). En este marco se plantea que el ambiente tiene un
valor porque cumple con una serie de funciones que afectan positivamente al
bienestar de las personas que componen la sociedad. Para la toma de decisiones
de política deben considerarse entonces las modificaciones del bienestar social,
16
cuando ocurren cambios en la calidad y calidad ambiental (Pearce y Turner,
1955).

Se han dado avances en el marco de la economía ambiental al incorporar en el


análisis económico los límites de entropía. Con la introducción del concepto, se
admite que el deterioro ambiental es generalizado e inevitable y que requiere de
intervención estatal para su regulación, utilizando algunos instrumentos como los
impuestos o estándares. Esto conduce a la posibilidad de establecer niveles de
contaminación económicamente óptimos, en los cuales los beneficios marginales
privados igualen a los costos marginales externos y además se consideren los
límites naturales del ambiente (Pearce y Turner, 1955).

En estos términos el planteamiento del desarrollo se refiere a enfrentar el reto de


un crecimiento sostenible en una adecuada administración de los recursos y a la
interiorización de las externalidades (Fürst, 1997).

Son muchas las críticas que se han formulado a esta concepción y abordaje del
problema ambiental. Las principales críticas provienen según autores como
Martínez Alier, de la insuficiencia conceptual para resolver los problemas
ambientales y el desarrollo. Este autor afirma que “... en general el mercado no da
solución por sí solo a los problemas ambientales, por muy bien delimitados que
estén los derechos de propiedad” (Martínez, 2000). Es evidente que se requiere
de políticas y actitudes complementarias e innovadoras para que esta medida sea
sostenible.

Más recientemente autores como


David Pearce y Kerry Turner han
avanzado en términos teóricos y
replantean a la economía ambiental
como una ampliación de los
horizontes del pensamiento
económico. Basan sus argumentos
en la teoría neoclásica, como
tradicionalmente lo hace la
economía ambiental, pero ven las
interacciones entre economía y ambiente como una forma más holística que la
simple internalización de los costos externos. En este sentido hay preocupación
por los efectos de las variaciones del tamaño de la economía sobre las funciones
del ambiente, partiendo de las leyes de la termodinámica y analizando cómo los
ambientes naturales son receptores últimos de residuos, los cuales aparecen en
cada etapa del proceso productivo.

Así los nuevos teóricos de la economía ambiental llegan a determinar que la


economía no es un sistema lineal como lo explica la teoría convencional, sino que
es un sistema circular al cual han reingresado insumos degradados en forma de
residuos.

17
Esta perspectiva del sistema económico es alimentada con las dos leyes de la
termodinámica que conduce a los teóricos a concluir que los recursos son escasos
(la extracción tienen límites), y que los residuos que se generan de los procesos
de producción y consumo son en muchos casos, técnicamente imposibles de
reciclar. Por tanto, afirman Pearce y Turner (1995), que la entropía impone un
obstáculo físico, y por tanto otra frontera a la hora de rediseñar la economía como
un sistema cerrado y sustentable.

La preocupación que surge después de este análisis es, qué sucede con los
residuos que no se pueden reciclar?. Vuelven a los ecosistemas, los cuales tienen
capacidad para asimilar parte de ellos pero no todos, esto evita que el sistema
circular funcione de manera natural, porque se arrojan mayores residuos de los
que el sistema mismo está en capacidad de asimilar, con lo que se tiende al
deterioro y extinción de los diversos recursos naturales. Se entiende así, que la
capacidad de asimilación del ambiente es, por tanto, un recurso finito parcialmente
renovable (Pearce y Turner, 1995).

18
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