Está en la página 1de 18

Revista Española de Sociología (RES) 2020 © Federación Española de Sociología doi:10.22325/fes/res.2020.

15

Artículos / Articles

La política en Norbert Elias: visión general e implicaciones / Politics


in Norbert Elias: General Concept and Its Implications
Fernando Ampudia de Haro
Universidade Europeia / CIES-Instituto Universitário de Lisboa. Portugal
fernando.ampudia@universidadeeuropeia.pt

Recibido / Received: 29/04/2019


Aceptado / Accepted: 17/12/2019

RESUMEN ABSTRACT

El artículo presenta un doble objetivo. Por un lado, This paper has two aims. On the one hand, it ana-
analiza la concepción de la política que se desgaja lyzes the conception of politics included in Norbert
de la sociología de Norbert Elias. Por otro, examina Elias sociology. On the other hand, it examines the
las implicaciones de esa concepción en conexión implications of this conception taking in account
con determinadas corrientes de pensamiento polí- specific currents of political thought. In the first
tico. En el primer caso, se reconstruye la idea elia- case, the conception of politics is reconstructed
siana de política a partir de las reflexiones sobre considering the eliasian reflection on knowledge
el conocimiento y la dicotomía compromiso-distan- and commitment-detachment dichotomy. In the
ciamiento. En el segundo caso, se estudian esas second case, these implications are addressed
implicaciones en relación con postulados centrales in relation to liberal political thought, namely, on
del pensamiento liberal alusivos a las nociones de central postulates as liberty, individual and pri-
libertad, individuo y privacidad. Metodológicamen- vacy. Methodologically, this paper is based on a
te, este trabajo se apoya en una exploración crítica critical reading of some central texts of Norbert
de obras centrales de Norbert Elias complemen- Elias, which are complemented by relevant works
tadas con trabajos en la órbita de la sociología associated to figurational-processual sociology and
figuracional-procesual y aportaciones genéricas en general contributions in the field of liberal political
el terreno del pensamiento político liberal. thought.

Palabras clave: Norbert Elias; política; conoci- Keywords: Norbert Elias; politics; knowledge;
miento; sociología; liberalismo. sociology; liberalism.

*Autor para correspondencia / Corresponding author: Fernando Ampudia de Haro. fernando.ampudia@universidadeeuropeia.pt.


Sugerencia de cita / Suggested citation: Ampudia de Haro, F. (2020). La política en Norbert Elias: visión general e implicaciones. Revista Española de
Sociología, 29 (2), 267-283.
(Doi: http://dx.doi.org/10.22325/fes/res.2020.15)

RES n.º 29 (2) (2020) pp. 267-283. ISSN: 1578-2824


267
La política en Norbert Elias: visión general e implicaciones

INTRODUCCIÓN de su trabajo siempre fue por esos derroteros. Esto


no ha evitado que algunos discípulos y continua-
Norbert Elias nunca ocultó sus reservas hacia la dores de su obra hayan emitido juicios valorando,
política. En última instancia, consideraba que esta globalmente, el sentido político de sus aportacio-
acababa por enturbiar el conocimiento. Bajo su in- nes situándolas en el campo de la socialdemocra-
fluencia, el investigador corre el riesgo de confundir cia1. Con todo, antes que en evaluaciones globales,
el análisis con sus convicciones: el quehacer políti- me centraré en aspectos bastante más concretos
co y el sociológico andan, pues, mal avenidos. Sin abordando tres conceptos clave dentro del pensa-
embargo, esto no pasa de una consideración super- miento político liberal y ofreciendo la contrarréplica
ficial, ya que en la propuesta teórica eliasiana hay eliasiana a los mismos. Estos conceptos son los de
política. O, dicho de otra forma, de ella se pueden libertad, individuo y privacidad. Tal contrarréplica
extraer conclusiones de índole política. A tal cues- no se efectúa desde un paradigma político concre-
tión se dedican las siguientes páginas. Estas ver- to, sino que se centra en la deficiente fundamenta-
san, genéricamente, sobre el papel que desempeña ción empírica que el liberalismo proporciona a sus
la política en la sociología de Norbert Elias y poseen ideas. En definitiva, pretendo poner de manifiesto
dos objetivos. Primero, analizar la concepción de la la distancia que media entre la visión eliasiana de
política que se infiere del esquema teórico eliasiano. la política y el potencial de crítica política que en-
El encaje de la política en ese esquema es indiso- cierran puntos esenciales de su sociología.
ciable de su sociología del conocimiento, construida Para satisfacer estos objetivos parto, meto-
a partir de las categorías de “compromiso” y “dis- dológicamente, de una exploración de los textos en
tanciamiento”. Las condiciones de posibilidad para los que Elias aborda la cuestión del conocimiento
la intervención política requieren un análisis socio- (Elias, 1990) para, desde ahí, reconstruir su re-
lógico previo de la realidad social, a fin de que los lación con una versión normativa del mismo, que
sesgos ideológicos no le resten realismo ni eficacia el autor asimila a la política (Elias, 1999). Esta
a las medidas que se desea aplicar. reconstrucción teórica se lleva a cabo en la pri-
En este trabajo, el término “política” se usa mera parte del artículo, en la que se incluyen dos
en un doble sentido genérico. Por un lado, alude ejemplos específicos que muestran el tipo de ar-
a los procesos de distribución de poder, autori- ticulación que Elias propone entre conocimiento y
dad y recursos que tienen lugar en sociedad y que política. El primero de los ejemplos es un análisis
permiten que las decisiones alcanzadas posean de juventud del propio autor sobre el fenómeno del
fuerza de aplicación en un determinado ámbito o antisemitismo en Alemania (Elias, 2001). El segun-
espacio (Giner, 1998). Por otro lado, se refiere a la do se refiere al periodo nacionalsocialista alemán
reflexión filosófica sobre el fundamento del poder y al papel en él desempeñado por el ideario nazi
político y sus efectos sobre las formas de gobierno (Elias, 1997).
y la vida social (Atienza, 1998). Así pues, analiza- En la segunda parte de este trabajo, la aten-
ré cómo sendas dimensiones se manifiestan en la ción se traslada a las implicaciones políticas del
obra eliasiana. Esta no hace de la política un tema enfoque eliasiano en su posible réplica a ideas cen-
central y, por ese motivo, las aportaciones de Elias trales del pensamiento liberal. Estas implicaciones
tienen un carácter poco sistemático. De hecho, lo pueden ser seguidas, esencialmente, a través de
más frecuente es que ambos sentidos terminen por su estudio sobre el proceso civilizatorio (Elias,
entremezclarse en sus textos. 1987) y, en menor medida, sus apuntes metodo-
En segundo lugar, indagar en las lecturas po- lógicos y epistemológicos acerca de la dualidad
líticas que admiten ciertos presupuestos centrales individuo-sociedad (Elias, 2000). Al mismo tiempo,
del esquema teórico eliasiano. Inicialmente, una
pretensión de este tipo requiere alguna prudencia
1 Véase como introducción a ese debate las intervencio-
en su ejecución. Norbert Elias insistió constante- nes de Stephen Mennell (2012) y de John Lever y Matt
mente en la necesidad de desarrollar una sociolo- Clemens (2012) en el blog de la Norbert Elias Foun­
gía no ideológica. De hecho, la imagen que cultivó dation.

RES n.º 29 (2) (2020) pp. 267-283. ISSN: 1578-2824


268
La política en Norbert Elias: visión general e implicaciones

me serviré de estudios puntuales en el contexto de se quiere, entre una modalidad de conocimiento


la sociología figuracional-procesual para discutir o comprometido o distanciado (Elias, 1990). El com-
encuadrar algunas cuestiones complementarias. promiso designa la implicación afectiva, moral e
Por último, para la exposición de la crítica eliasiana ideológica del investigador en el conocimiento que
al liberalismo, me valgo, esencialmente, de obras produce. El distanciamiento comporta la suspen-
genéricas sobre pensamiento político (Gray, 1994; sión de esa implicación en favor de una disposición
Freeden, 1996, 2008, 2013; Dagger, 2005). analítica y racional. No se trata de una dicotomía
excluyente: Elias lo interpreta como un continuo a lo
largo del cual el conocimiento presenta diferentes
CONOCIMIENTO Y POLÍTICA equilibrios entre sendos polos. En las conductas y
saberes humanos se da, pues, un balance desigual
En una aproximación preliminar al tema, parto entre compromiso y distanciamiento dependiendo
de las pistas que dejó Elias en su texto “Mi trayec- de las coyunturas históricas o de situaciones socia-
toria intelectual” (Elias, 1995), concretamente en les particulares. Una vez delimitados ambos con-
la entrevista biográfica que abre el volumen. Allí ceptos, es preciso entender cómo se manifiestan
recuerda sus tiempos como estudiante universita- en el terreno de las llamadas, en un sentido lato,
rio en la convulsa Alemania de entreguerras: “Na- ciencias naturales y ciencias sociales.
turalmente, la lucha de las izquierdas me resulta- En las primeras, la actividad del científico no
ba extraordinariamente simpática y hacía cuanto está desprovista de valores. Estos se hallan pre-
podía para prestar mi ayuda. Pero la ideología de sentes, por ejemplo, en la elección de los temas de
las personas de izquierda no era realista” (Elias, estudio prioritarios o en la ambición por ascender
1995: 55). Esta acusación, la falta de realismo, es en la escala profesional. Tampoco faltan en la in-
previsible en quien reserva a la sociología un papel sistencia por convencer a sus pares de la idoneidad
desmitificador: rasgar “el velo de las mitologías de de sus planteamientos o en la satisfacción por con-
la sociedad” (Elias, 1995: 47). Cuando el periodis- citar consensos en torno a una idea. Al mismo tiem-
ta le pregunta si alguna vez consideró la posibi- po, se cuenta con procedimientos —revisiones,
lidad de fundar un partido político, la respuesta protocolos, guías, experimentos— que impiden a
no puede ser más elocuente: “¡No, por Dios! Una los valores inmiscuirse en el proceso de análisis.
cosa así no se me ocurrió jamás ¡Vaya por Dios!; Son procedimientos reglados y estandarizados que
es una idea absurda del todo, completamente ab- subordinan el compromiso al distanciamiento. Así
surda” (Elias, 1995: 51). Cualquier intervención en lo señala el propio Elias: “Su trabajo no está abso-
la arena pública solo cabía “mediante el trabajo lutamente exento de valores, pero a diferencia de lo
en una ciencia dedicada a la sociedad y caracteri- que sucede en la labor de muchos estudiosos de las
zada por el realismo” (Elias, 1995: 51). Se esboza ciencias sociales, existen patrones profesionales
una relación entre el conocimiento de la sociedad establecidos y otras garantías institucionales que
y la intervención política que, a primera vista, no lo protegen en buena medida de las intromisiones
resulta pacífica. Sin embargo, si se profundiza en el de valoraciones heterónomas” (Elias, 1990: 15).
pensamiento eliasiano, esa intervención es factible Esas valoraciones heterónomas responden a facto-
siempre y cuando parta de un conocimiento socio- res ajenos a la investigación: prejuicios, actitudes
lógico sólido. Para ello, habrá que indagar inicial- políticas y principios morales. En otras palabras,
mente en los factores que determinan el realismo al las ciencias naturales producen valoraciones autó-
que se refiere Elias. nomas, esto es, análisis de sus objetos de estudio
atentos exclusivamente a la congruencia de la ex-
plicación con la realidad que se observa.
Compromiso, distanciamiento y vínculos dobles Gracias a esas valoraciones autónomas pue-
den resolverse los problemas generados por los
El punto de partida es la distinción entre los dobles vínculos o enlaces dobles. Estos definen
conceptos de compromiso y distanciamiento o, si situaciones en las que el compromiso emocional

RES n.º 29 (2) (2020) pp. 267-283. ISSN: 1578-2824


269
La política en Norbert Elias: visión general e implicaciones

producido por un fenómeno natural o social impide exposición ante los peligros emanados del hombre
una valoración distanciada y racional del mismo. mismo, por el otro, se refuerzan recíprocamente y
Esa valoración es la que permitiría acciones más muchas veces se incrementan” (Elias, 1990: 99).
favorables a los seres humanos mejorando su vida ¿Cuáles son esas condiciones? De acuerdo
y bienestar. El compromiso emocional dificulta di- con Elias, los seres humanos viven en figuraciones
cha valoración, lo que provoca que las respuestas (Elias, 1999; 2000). Estas pueden entenderse como
al fenómeno se produzcan en términos emociona- entramados de interdependencias, esto es, relacio-
les. De ese modo, la persona entra en una espiral nes de dependencia recíprocas con equilibrios de
de compromiso creciente. Elias ilustra esta idea poder desiguales. Pese a los niveles de desigual-
recurriendo al relato “Descenso al Maëlstrom”, dad, ningún participante de la figuración —indi-
de Edgar Allan Poe. Dos pescadores atrapados en vidual o grupal— domina su funcionamiento ni
un remolino se encuentran dominados por el mie- controla sus resultados. Estos tienen origen en las
do. No obstante, uno de ellos logra controlar esa acciones intencionales de los participantes, si bien
emoción y observa que existen regularidades en la intencionalidad agregada produzca resultados
el movimiento: los objetos no esféricos se hunden finales no planificados por los propios participan-
antes que otros, por lo que decide atarse a un tonel tes. Así se explica que la comprensión global de
y logra escapar. El otro pescador, atenazado por el las relaciones y fuerzas que operan en la figuración
miedo, se abriga inmóvil en el fondo de la barca esté vedada a los intervinientes en la misma. Ello
hasta ser engullido por la corriente. Su compromiso se debe al compromiso emocional que mantienen
emocional con el fenómeno —el terror que provo- con ella. Tratar de adaptarse, prosperar o medrar
ca el remolino— determinó una respuesta —la en la figuración lastran la clarividencia que es ne-
inac­ción— que reforzó su emoción paralizante. En cesaria para entender cómo funciona2. La comple-
cambio, quien se distanció produjo una conducta jidad de las relaciones crea opacidad social, indes-
no comprometida, lo que explica que escapase con cifrable en condiciones de compromiso emocional.
vida (Elias, 1990: 66-67).
Las ciencias naturales hace tiempo que so-
brepasaron las dificultades generadas por el doble El papel de la sociología
vínculo. Los fenómenos de la naturaleza se estudian
distanciadamente, es decir, el compromiso emocio- La misión de la sociología es desvelar la opa-
nal no interfiere en el análisis. Ese distanciamiento cidad a la vez que proporciona medios eficaces de
permite además que tales fenómenos puedan ser orientación para los participantes en la figuración.
controlados en beneficio del ser humano. Las cien- El conocimiento aporta clarividencia amén de ser
cias naturales, frente a las manifestaciones de la una suerte de guía para la conducta. Y como guía,
naturaleza, se preguntan “¿qué es esto?”. Las ex- también permite intervenir intencionalmente en la
plican atendiendo a sus características, su orden, red de dependencias recíprocas. El saber que ofre-
su regularidad o su estructura, elementos todos ce la sociología, congruente con la realidad, otor-
ajenos a las particularidades del investigador. En ga la posibilidad de actuar sobre ella. Para Elias,
cambio, la sociología no ha superado esos dobles existe un vínculo entre el conocimiento como medio
vínculos y las más de las veces confunde el “¿qué de orientación en la figuración y como requisito
es esto?” con el “¿qué significa esto para mí?”. para que la intervención —una medida de políti-
Esta confusión no se debe a una particular inepcia ca pública, por ejemplo— resulte positiva para los
sociológica y sí a las condiciones sociales en las participantes. Por definición, las figuraciones son
que se produce el conocimiento: “En este plano, el dinámicas, lo que exige un caudal de conocimiento
ser humano continúa girando indefenso dentro del
círculo, como el pescador por el pánico lo hacía en
2 Aplicaciones empíricas de esta idea pueden consultarse
el Maëlstrom. Aquí continúa vigente una situación en los estudios de Norbert Elias sobre la sociedad corte-
en la que un alto grado de emocionalidad en el sana francesa (Elias, 1982) y sobre la contextualización
pensamiento, por un lado, y un elevado grado de social de Mozart como genio de la música (Elias, 1991).

RES n.º 29 (2) (2020) pp. 267-283. ISSN: 1578-2824


270
La política en Norbert Elias: visión general e implicaciones

sociológico constante para entenderlas y orientarse dad humana. O, como sucede con las doctrinas co-
en ellas. Este es el auténtico cometido de la so- munistas y capitalistas, se entreveran asertos con
ciología: “La tarea de la investigación sociológica base científica y dictámenes acerca de lo social-
consiste en aplicar el entendimiento humano a es- mente deseable. No extraña, pues, que nuestro au-
tos procesos ciegos y carentes de dirección, la tarea tor haga una valoración crítica de semejantes posi-
consiste en explicarlos y, a través de ellos, posibili- ciones en las que lo ideal y lo real no se distinguen:
tar a los hombres la orientación en los entramados “[las doctrinas comunista y capitalista] Son ricas
producidos por sus propias acciones y necesidades, en emociones y fantasías, pero en comparación,
que parecen impenetrables, y en posibilitar asi- pobres en su ajustamiento a la realidad. Suelen
mismo un mejor control de tales procesos” (Elias, ser expresadas mediante fórmulas mágicas, que a
1999: 186). menudo están muy ritualizadas y poseen un intenso
La situación de doble vínculo que afecta a valor emocional para los creyentes. Al igual que las
los participantes de cualquier figuración también religiones sobrenaturales, las doctrinas sociales
alcanza al sociólogo, quien forma parte de la red cumplen muy eficazmente funciones integradoras,
de interdependencias que pretende estudiar. Esto en un primer momento, de determinados grupos so-
significa que el compromiso está presente, aun- ciales en el seno del Estado y, luego, de los miem-
que Elias no defienda exactamente su eliminación. bros de los propios Estados” (Elias, 1990: 123).
Admite que resulta útil para que el investigador Haciendo balance de lo expuesto hasta aquí,
conozca aquello que pretende analizar: “Los cien- hallamos en Elias una comprensión dual de las
tíficos sociales no pueden dejar de tomar parte en convicciones políticas. En primer lugar, como ele-
los asuntos sociales y políticos de su grupo y de su mentos distorsionadores del conocimiento. En se-
época, ni pueden evitar que estos les afecten. Ade- gundo lugar, como recursos que proveen satisfac-
más, su participación personal, su compromiso, es ción emocional y cohesión a los grupos. En ambos
una de las condiciones previas para comprender el casos, refuerzan el compromiso y bloquean la sali-
problema que han de resolver ‘¿Cómo es posible da a una situación de doble enlace. Con todo, existe
mantener inequívoca y consecuentemente separa- una tercera opción tímidamente apuntada pero que
das ambas funciones, la de participante y la de ob- conviene examinar con más atención.
servador?’” (Elias, 1990: 28). La respuesta a esta Elias concibe la sociología como un medio de
pregunta pasa por hallar un equilibrio entre com- orientación en la complejidad de los procesos so-
promiso y distanciamiento que resulte adecuado ciales protagonizados por figuraciones. Es decir,
para la producción de conocimiento científico. Ese el conocimiento es imprescindible para conducir-
equilibrio no depende estrictamente de la voluntad se en la figuración, pero también para intervenir
individual del investigador. El aparato psíquico de en las relaciones de interdependencia que allí se
autocontrol que se requiere, capaz de contener y tejen. Dicho de otro modo, cualquier intervención
postergar los impulsos, es uno de los productos del política debe contar con una base de conocimien-
proceso civilizatorio, forjado en paralelo a la pacifi- to sociológico previo. La política se encuadra en-
cación de las sociedades, el monopolio estatal de la tre la cautela —la intervención ha de basarse en
violencia y el crecimiento de la especialización fun- conocimiento válido— y la creencia en la mejora
cional y la diferenciación social (Elias, 1987: 518). —las condiciones de vida de los seres humanos
Así pues, el conocimiento depende tanto de la evo- son perfectibles gracias al propio conocimiento—.
lución psíquica y conductual del ser humano como Como apunta Ramos (1994), Elias se ubica entre la
de las condiciones sociohistóricas que la hacen retórica conservadora de la prudencia y la ilustrada
posible. que deposita su fe en el progreso.
En este punto, Elias es claro: la sociología no Desde esta perspectiva, la sociología se con-
ha dado todavía con ese equilibrio. Clásicos como vierte en una empresa moral: su vocación es ins-
Comte o Marx combinan el descubrimiento de las truir al ser humano para que este pueda condu-
leyes científicas que gobiernan el cambio social cirse cabalmente en las figuraciones que integra.
con un destino teleológico prescrito para la socie- Hace inteligible lo social, circunstancia que abre

RES n.º 29 (2) (2020) pp. 267-283. ISSN: 1578-2824


271
La política en Norbert Elias: visión general e implicaciones

la puerta a acciones políticas correctamente fun- nales básicos asociados al objeto de estudio. Una
damentadas. Cuando lo social es opaco, el ser hu- vez asegurada esa distancia, es posible un nuevo
mano no vislumbra el sentido de su acción ni cómo compromiso, aunque esta vez con el placer y la ex-
se relaciona esta con la de otros seres humanos citación que reporta la investigación, con el gusto
para producir resultados no contenidos en las in- por la exploración, con el apego a la verdad o con
tenciones iniciales. Elias recurre a la metáfora del la curiosidad constante (Kilminster, 2011: 110). Se
aprendiz de brujo para ilustrar esta idea, un perso- abre un espacio para las emociones y los afectos.
naje incapaz de controlar las fuerzas que desata No existe, pues, una total exclusión del compromiso
(Elias, 2000: 83). Mas la sociología nos redime de y sí una redefinición de su equilibrio con relación al
la condición de aprendiz. Gracias a ella, el ser hu- distanciamiento. En virtud de este distanciamiento
mano entiende el desarrollo de las figuraciones y comprometido, el investigador canaliza su subjeti-
las trazas de la no intencionalidad, un bagaje que vidad hacia la elaboración de conocimiento.
le capacita para intervenir en la sociedad. En este André Saramago (2015) complementa la pro-
marco, la acción política sí es posible para Elias. puesta de Kilminster con la noción de compromiso
Nos situamos ante una concepción de la política distanciado. A partir de un conocimiento funda-
que, por su anclaje en la ciencia social, ya no sería mentado de los procesos sociales, advendrían po-
propiamente dogmática o ideológica. Y, paralela- siciones políticas congruentes con la realidad. Es
mente, ante una sociología que, por mor del dis- decir, se trata de un compromiso que tiene como
tanciamiento, no es tendenciosa o partisana (Kil- base el distanciamiento previo. Inicialmente, el so-
minster, 2014: 98). ciólogo se aleja de su compromiso político pero se
Ello nos conduce, de nuevo, a la cuestión del compromete con la producción de un saber riguroso
equilibrio entre compromiso y distanciamiento. (distanciamiento comprometido). A continuación,
Elias no dejó instrucciones metodológicas precisas adquiere ese conocimiento sobre el que cimentar
en ese sentido. Junto a la falta de concreción, hay medidas políticas eficaces (compromiso distancia-
que tener en cuenta que sus reflexiones son deudo- do). Esta doble operación exige una revisión per-
ras de su principal aportación al corpus de la socio- manente del conocimiento disponible, un nivel de
logía, a saber, el estudio del proceso civilizatorio. autoconciencia y reflexividad elevados y una iden-
Poseen cierto carácter inconcluso y asistemático, tificación clara de los compromisos que sí pueden
circunstancia que algunos de sus continuadores asumirse al estar asentados en saberes sociológi-
han intentado subsanar. En estas lides, es rese- cos consistentes. Esta es la argumentación que,
ñable el esfuerzo realizado por Richard Kilminster teóricamente, salvaría a la sociología figuracional
(2011, 2004) para resolver algunos de los proble- de su ingenuidad positivista (Lever y Powell, 2017).
mas que se plantean en este terreno. Entre ellos, A pesar de todo, para la sociología figuracional,
destaca uno de los principales cargos dirigidos el equilibrio entre compromiso y distanciamiento
contra la sociología eliasiana: defender un positi- es desigual. El segundo ha de prevalecer sobre el
vismo ingenuo en el que solo habría cabida para primero, tanto para producir conocimiento como
la ciencia cuando se eliminan los valores (Ramos, para que este origine intervenciones prácticas en
1994). La ingenuidad nacería de tal pretensión, la sociedad que sean eficaces. Esto conlleva una
esto es, de una concepción de la actividad cien- reducción del factor emocional en la política, una
tífica en la que el investigador distingue aséptica- cuestión que resulta discutible y sobre la que la so-
mente entre lo que es o no valorativo, entre lo que ciología figuracional no se pronuncia con claridad.
se es como científico y lo que se es como persona. La adhesión afectiva a una idea, unos principios o
Con la intención de rebatir este cargo, Kilminster unos símbolos continúa siendo uno de los factores
se sirve del concepto de compromiso secundario o determinantes de la movilización política. En oca-
distanciamiento comprometido. Para que el cono- siones, es más relevante que la lealtad racional a
cimiento de lo social posea un estatuto científico los hechos o a las evidencias empíricas (Jost, Fe-
debe efectuar una primera operación de distan- derico, Napier, 2013). Es evidente que la sociología
ciamiento que desactive los compromisos emocio- puede zapar mitos mostrando que existen posicio-

RES n.º 29 (2) (2020) pp. 267-283. ISSN: 1578-2824


272
La política en Norbert Elias: visión general e implicaciones

namientos ideológicos sin correlato con la realidad. supeditado a la dinámica histórica de la figuración,
Mas ello no implica que los defensores de tales po- un proceso que, en última instancia, nadie contro-
siciones vayan a abandonarlos o relativizarlos por- la. Por tanto, ¿cómo se puede hacer política en es-
que se les demuestren sus incongruencias, máxime tas condiciones?
si dichas posiciones satisfacen emocionalmente a Relacionado con este interrogante emerge un
las personas en un mundo como el actual, globa- nuevo punto crítico relativo al conocimiento so-
lizado, incierto y cambiante. Por ejemplo, se puede ciológico que actúa como cobertura de la acción
argumentar, como lo hace Mennell (2018), que la política. Se trata del problema de la reflexividad
campaña a favor de la salida de Reino Unido de la social (Lamo de Espinosa, 1990). La difusión de
Unión Europea se construyó mediante ideas falsas conocimiento sociológico apto como medio de
que no resistirían un análisis sociológico concien- orientación en los procesos sociales puede alterar
zudo, lo que acabó por producir, en su opinión, una la conducta esperada de los participantes de la fi-
decisión política ruinosa. No obstante, tal análisis guración, generar resultados finales inesperados y,
no determinaría automáticamente un hipotético por extensión, hacer crecer la opacidad social. La
trasvase de votos entre posiciones contrarias o fa- apropiación del conocimiento por los participantes
vorables a la permanencia del país. Lo que parece modificaría así la dinámica de la figuración. El pro-
descuidarse es el potencial movilizador de las emo- pio conocimiento se tornaría inútil como medio de
ciones al atribuírsele únicamente la inspiración orientación una vez transformado el contexto en el
para medidas políticas desafortunadas. Lo cierto que actúan las personas. A esta inutilidad sobre-
es que ese potencial será también relevante cuan- venida del conocimiento se le añade, como apunta
do se trate de aplicar medidas consensuales y con Dunne (2009: 41), la tendencia a la procrastina-
un fundamento realista. En este sentido, se hace ción política que alimenta la sociología figuracio-
difícil comprender la política sin elementos como nal. Según esta, para que la intervención política
el entusiasmo, la esperanza o el empuje cívico, al sea eficaz, ha de contar con el respaldo del cono-
cabo, elementos que están por detrás de muchos de cimiento sociológico sobre los procesos sociales
los logros civilizatorios de nuestro tiempo. a largo plazo. El problema estriba en determinar:
Junto a esta primera objeción hay una segunda a) cómo se sabe que se conocen adecuadamente
relacionada con la posibilidad de intervenir políti- estos procesos; b) cuál es el momento apropiado
camente en el seno de las figuraciones. En la este- para intervenir, y c) cómo calibrar la intervención,
la de Elias, se argumenta que la sociología puede sabiendo que sus posibles efectos pueden mani-
actuar como un medio de orientación en la figu- festarse no inmediatamente y sí en generaciones
ración combatiendo la opacidad que le es propia. posteriores. A esto se le añade el sesgo presentista
A la vez, se entiende que los procesos sociales no de la política, siempre más atenta al momento ac-
planeados, resultado de la dinámica histórica de tual y a los réditos electorales inmediatos que a los
las figuraciones, constituyen el objeto preferente de procesos a largo plazo.
la sociología. La cuestión que se plantea es cómo En definitiva, la aproximación eliasiana al
proporcionar medios de orientación eficaces en pro- tema de la política puede sintetizarse del siguien-
cesos ciegos no gobernados por la intencionalidad te modo:
humana (Dunne, 2009). A primera vista, esa orien-
tación se convierte en un ejercicio truncado cuando a)  La acción política se identifica, por defec-
se desconoce el resultado final de la agregación to, con un nivel de compromiso que altera el grado
de múltiples acciones intencionales. Pero si de la de congruencia del conocimiento con la realidad.
orientación pasamos a la intervención política, las b)  La acción política eficaz únicamente es
dificultades aumentan. La intervención política, factible a partir de operaciones epistemológicas
per se, es intencional y habrá de combinarse con que controlen el grado de compromiso del conoci-
otras muchas intencionalidades que cuentan con miento en el cual se basan.
niveles de poder diferentes. Si se persigue inten- c)  El conocimiento sociológico distanciado
cionalmente un resultado concreto, este quedaría constituye un medio de orientación en la comple-

RES n.º 29 (2) (2020) pp. 267-283. ISSN: 1578-2824


273
La política en Norbert Elias: visión general e implicaciones

jidad de las figuraciones desvelando la opacidad líderes políticos (Trom, 2016). Por su parte, Elias
social. Que la opacidad sea descifrada resulta participa activamente entre 1925 e 1929 en el mo-
esencial para una acción política bien sucedida vimiento sionista “Blau-Weiss”.
que responda a las necesidades de los participan- El artículo puede leerse como la expresión de
tes de la figuración. una tensión entre el compromiso sionista y el dis-
tanciamiento que ha de presidir el análisis socio-
También someramente, las fragilidades de Elias lógico del antisemitismo. Este se explica a partir
que se han apuntado son las siguientes: de las dinámicas entre grupos sociales a lo largo
del desarrollo sociohistórico y sus relaciones de
a)  La minusvaloración del componente emo- poder. Desde la Revolución Francesa, las clases
cional de la política como elemento generador de medias alemanas, cristianas o judías, se oponen
sentido y de cohesión en las comunidades humanas a las restricciones que pesan sobre el comercio y la
o la sobrevaloración de la capacidad dilucidadora competencia empresarial. Esta oposición se dirige
del conocimiento distanciado en la arena política. a las clases que tradicionalmente han gobernado
b)  El carácter autotruncado del conocimiento el territorio: príncipes, nobles y clérigos. Así, la
sociológico como medio de orientación en procesos clase media cristiana ve en la clase media judía
sociales ciegos no planeados. Ello plantea serios un aliado en el proyecto de expansión comercial y
inconvenientes para cualquier medida política que económica. Los valedores del statu quo acaban por
tome como referencia ese conocimiento. dejar su espacio a una pujante burguesía, que fue
c)  La escasa atención prestada al fenóme- progresista para discutir los privilegios de la no-
no de la apropiación del conocimiento sociológico bleza y el clero y que, una vez ocupado el poder, se
por parte de los participantes en cada figuración, torna conservadora frente al avance de la izquierda
que puede abocarlo a su inutilidad como medio de y el movimiento obrero.
orientación y que, por ende, sume a la acción polí- En este proceso, la clase media judía y la
tica en el terreno de la ineficacia. cristiana se encuentran, económicamente, en una
situación pareja, aunque en clave social, los ju-
díos conforman un estrato de segunda categoría.
Conocimiento y política en la práctica Su estatuto simbólico se halla más próximo del
proletariado que de la burguesía. Esta distinción
El contrapunto empírico a esta exposición lo se agudiza con la derrota alemana en la Primera
constituye dos ejemplos concretos de la articula- Guerra Mundial: el estrechamiento del espacio eco-
ción entre conocimiento y política propugnada por nómico reduce las oportunidades de prosperidad,
Norbert Elias. Como podrá comprobarse, se trata de lo que motiva que la especificidad judía sea ob-
dos temas de gran amplitud, por lo que me ceñiré a jeto de ataque. El judío que, teóricamente, limita
sus trazos esenciales. las oportunidades de la clase media cristiana es
El primer ejemplo lo tomo de un artículo de el pequeño comerciante, el tratante de ganado o el
juventud, “Sociología del antisemitismo alemán”, pequeño propietario, y no tanto el banquero o el mi-
publicado por Elias en un periódico judío local en nistro de turno, figuras más alejadas del universo
Manheim el 13 de diciembre de 1929 (Elias, 2001). de las clases medias. En suma, el antisemitismo es
Antes de entrar en su contenido, conviene encua- un medio a través del cual se conduce una disputa
drar históricamente el texto. En las elecciones contra grupos competidores judíos.
de 1928, el Partido Nacionalsocialista obtiene el El diagnóstico de Elias se presenta desapasio-
2,6 % de los votos. En los comicios de septiem- nado. El centro de atención es la liza entre grupos
bre de 1930 ese porcentaje crece hasta el 18,3 % sociales por oportunidades económicas y de poder.
mientras Alemania vive una crisis galopante a Esa liza está asociada a desarrollos histórico-so-
resultas del Crash de 1929. La cuestión judía for- ciales cuya lógica está más allá de la capacidad
ma parte del debate público, materializándose en de influencia de un grupo social concreto, léase, los
periódicos, folletos, pasquines e intervenciones de judíos alemanes. Dicho de otro modo, “los judíos a

RES n.º 29 (2) (2020) pp. 267-283. ISSN: 1578-2824


274
La política en Norbert Elias: visión general e implicaciones

este respecto son más conducidos que conducto- de la violencia como medio de relación social, tam-
res” (Elias, 2001: 224). Del análisis se desprenden bién relacionada con el empuje de la aristocracia
dos conclusiones, teniendo en cuenta que la situa- militar que había liderado la Reunificación.
ción descrita no admite alteraciones intencionales: La derrota en la Primera Guerra Mundial y el
avance industrializador, unidos al ascenso de las
a)  Emigrar a Palestina como solución colec- clases trabajadoras inspiradas en la experiencia
tiva, “visto que la lucha por un hogar nacional para soviética, desatan una espiral de violencia entre
los judíos parece más prometedora que la lucha por estudiantes y oficiales, temerosos de la amenaza
la igualdad social en Alemania” (Elias, 2001: 224); roja y el proletariado que ambiciona una reestruc-
b)  Resignación para aquellos que no al- turación de la sociedad. Aquí Elias detecta dos
cancen la primera conclusión. En este sentido, la líneas de fractura decisivas para entender cuanto
única respuesta al antisemitismo es que los judíos vino después. Primero, la incapacidad del Estado
alemanes se acostumbren a vivir de forma discre- para garantizar el monopolio de la violencia debi-
ta y consciente de sí propios, único modo de vida do a su endémica debilidad histórica. Segunda, la
posible para quienes ocupan su posición social en constitución de una identidad y sentimiento nacio-
Alemania. nales inseguros, tras la derrota en la Gran Guerra.
A juicio de Elias, ¿qué es lo que propulsa al par-
En su artículo, Elias adopta una visión socioló- tido nacionalsocialista en esta tesitura? Sin duda,
gica distanciada y reflexiva que se pretende exenta el ofrecer un discurso y una ideología que entron-
del influjo de su compromiso político sionista. Tal ca con esa sensación de fracaso y de inseguridad.
compromiso no empañaría su análisis, pues como O, en otras palabras, el ofrecer un discurso y una
él mismo afirma, una comprensión clara de nuestra ideología emocionalmente satisfactoria que el pue-
posición es preferible al autoengaño. blo alemán pueda secundar. Esto es, una solución
El segundo ejemplo lo tomo de “Los alemanes” basada en el compromiso. El nacionalsocialismo
(Elias, 1997) y se centra en la explicación que Elias no es, al uso marxista, un artefacto ideológico que
ofrece sobre el colapso civilizatorio alemán durante encubre intereses concretos de grupos dominan-
el periodo nacionalsocialista. En el caso anterior, la tes. Es, ante todo, una convicción ideológica que
dicotomía conocimiento-acción política se aplica- defiende una imagen de Alemania ideal: grande,
ba personalmente al propio autor (Trom, 2016) En libre, unitaria, aria y pura. Ello exige la expulsión,
esta ocasión, su análisis se centra en la población exterminio o dominio de quienes amenacen tal pro-
alemana y en el elevado nivel de compromiso emo- yecto. Este arquetipo de país es afín a una estruc-
cional suscitado por la ideología nazi. tura de la personalidad en la población que busca
El punto de partida son las condiciones es- combatir la inseguridad con normas, obediencia,
tructurales de formación del Estado. El territorio liderazgos carismáticos y jerarquías. Los nazis
alemán estuvo siempre sometido a pérdidas por trasladan su modelo guerrero también a las rela-
efecto de su encajonamiento geográfico. El poder ciones interestatales y, de esta forma, la población
central, tradicionalmente débil, no logró contener constata cómo los acontecimientos —anexiones,
invasiones periódicas además de consolidarse tar- invasiones, triunfos bélicos— confirman paulati-
díamente si se compara con París o Londres. En la namente los contenidos de sus creencias.
construcción del aparato estatal es constante el En este punto, Elias realiza una observación
antagonismo entre la nobleza, detentora de cargos interesante, propia de quien fuera espectador de
y con una acusada impronta militarista, y la bur- su tiempo. Existía la convicción de que, llegado
guesía, que busca su afirmación a través de la idea el momento crítico, la realidad y los intereses se
de cultura. En esta línea, Elias destaca la presencia acabarían por imponer a la fantasía nacionalsocia-
de un ethos guerrero violento hasta bien entrado el lista: “Si un credo social era inhumano, inmoral,
siglo xx, manifestado en la persistencia de los due- repugnante y declaradamente falso, se pensaba
los o en las prácticas agresivas de las asociaciones que no podía ser sincero; era un objetivo artificial,
estudiantiles. Se aprecia, pues, una normalización postizo, de líderes ambiciosos que querían con-

RES n.º 29 (2) (2020) pp. 267-283. ISSN: 1578-2824


275
La política en Norbert Elias: visión general e implicaciones

quistar a una masa de seguidores para satisfacer tar la ideología neoliberal. A pesar de su frontali-
sus propios fines” (Elias, 1997: 281). Sin embargo, dad, estas posturas adolecen de un análisis por-
Elias señala que el compromiso era tan profundo menorizado. Con esta puntualización simplemente
que el distanciamiento intelectual se hizo más y pretendo insistir, por un lado, en la necesidad de
más complicado. De este modo, la facción nacio- profundizar en la argumentación antes de señalar
nalsocialista se adentra en una situación de doble las connotaciones políticas de la sociología elia-
vínculo en la que aplica más y más compromiso siana, y por otro, en la pertinencia de diferenciar
emocional para entender y resolver las situaciones entre las contribuciones de Elias y la adaptación,
que le plantea la realidad: “La victoria y el fracaso aplicación o reformulación a cargo de sus discípu-
del movimiento nacionalsocialista son incompren- los y seguidores. Con algo más de prudencia, sí es
sibles si no se considera un elemento fuertemente posible afirmar que existen algunos puntos clave
idealista en sus creencias, que cegó al Fuhrer y a del pensamiento liberal que resultan discutibles
sus seguidores para otras consideraciones que no a la luz de la propuesta eliasiana y que aquí me
las dictadas por su credo, y que les permitió, en propongo ilustrar sin ánimo de exhaustividad. De
algunas ocasiones, ver el mundo enteramente a este modo, estaríamos en mejores condiciones de
la luz de sus propias esperanzas y deseos” (Elias, problematizar el carácter no ideológico que Elias
1997: 294). atribuyó a su sociología.
La acción política se basa en un tipo de co-
nocimiento fantasioso o hasta mágico y extraor-
dinariamente idealista. Cuando las evidencias no Libertad
confirmaban tal conocimiento —p. ej., un revés en
la guerra—, esas fallas se colmaban con nuevos Para reconstruir el concepto eliasiano de liber-
mitos. Un conocimiento distanciado habría propor- tad, sigo el excelente trabajo de Romero Moñivas
cionado una explicación clara de los hechos y de (2013) para, a continuación, compararlo con su ho-
sus conexiones. A falta de ello, conceptos míticos mólogo liberal. En Elias, la libertad no es un atribu-
como la raza, la Gran Alemania o el Reich de los to individual y sí una propiedad de las figuraciones
Mil Años constituyeron el paliativo emocional de la en las que se integran los individuos. Como se dijo
población. con anterioridad, las figuraciones son cambiantes
y se estructuran a partir de relaciones de depen-
dencia recíproca entre sus participantes. Esa in-
ELIAS Y LA CRÍTICA DEL LIBERALISMO terdependencia determina equilibrios de poder di-
ferentes entre los participantes y, en consecuencia,
Hasta ahora me he ocupado de la visión elia- márgenes de acción desiguales. En este sentido,
siana de la política, estrechamente vinculada a la libertad no puede comprenderse sin atender a
su reflexión sobre la producción de conocimiento las relaciones entre las personas. Su composición
científico. Elias concibe su sociología en clave no a partir de vínculos de interdependencia identifi-
ideológica, lo que, de algún modo, contrasta con cables permite que sea estudiada empíricamente,
la caracterización política realizada de las contri- esto es, que puedan analizarse los equilibrios de
buciones inspiradas en su enfoque. Mennell (2017, poder y los márgenes de acción existentes para los
2018) sitúa a los sociólogos figuracionales en posi- actores de la figuración. De ahí que para Elias, la
ciones socialdemócratas o de izquierda moderada. libertad no atesore un carácter metafísico y sí em-
Sostiene que esa proximidad a la izquierda se ex- pírico: es observable y está sujeta a escrutinio. Por
plicaría atendiendo al énfasis otorgado a la idea de esta razón, la acción intencional libre es siempre la
interdependencia, a la atención prestada al poder o acción posible dentro de los márgenes establecidos
a la preocupación por entender las dinámicas entre por las cadenas de interdependencia y la desigual
grupos establecidos y marginados. Dunning y Hu­ distribución del poder. Entendida así, la acción in-
ghes (2013) también se pronuncian en ese sentido tencional, combinada con otras, contribuye a resul-
afirmando que Elias es un autor útil para desmon- tados agregados no contenidos en las intenciones

RES n.º 29 (2) (2020) pp. 267-283. ISSN: 1578-2824


276
La política en Norbert Elias: visión general e implicaciones

iniciales. En otras palabras, la intencionalidad de y mucho menos una propiedad presocial. Eso su-
cada participante genera opacidad social y dificul- pondría asumir un supuesto estado de naturaleza
ta la concreción de otras acciones intencionales. de seres aislados anterior a la constitución de la
Se dibuja así un trasfondo desencantado para el sociedad que, para Elias, no deja de ser una con-
potencial transformador de la acción humana. En jetura sin traducción real en la historia del género
suma, una noción de libertad que es relacional, so- humano.
cial y empírica.
La libertad liberal es muy diferente. Con todo,
antes de entrar en esta cuestión, es necesario rea- Individuo
lizar algunas puntualizaciones. El liberalismo es
poliédrico, presenta diferentes variedades y pene- La idea liberal de libertad está estrechamente
tra en otras corrientes de pensamiento producien- relacionada con un concepto específico de ser hu-
do fenómenos de difícil categorización (Freeden y mano que resulta discutible a la luz del enfoque
Stears, 2013; Freedem, 2008; Gray, 1994). En su eliasiano. Para Elias, el arquetipo liberal de hom-
formato institucional-partidista, el liberalismo se bre individualizado que se desarrolla actuando de
encuadra en el siglo xix. Sus fuentes intelectuales acuerdo con sus intereses en su esfera particular,
se remontan siglos atrás, aunque en su momento aislado de otros individuos y aislable metodológi-
no fueran calificadas de liberales. El campo de es- camente no posee ninguna correspondencia con la
tudio que dibuja el liberalismo es amplio, por lo que realidad empírica. Una vez más, esta imagen del
será necesario algún ejercicio de simplificación a ser humano responde a una construcción intelec-
fin de que la comparación con el enfoque eliasiano tual, incongruente con las evidencias y los hechos.
resulte útil. En ese sentido, asumo la existencia de Como construcción, tiene su base en el sujeto de
un núcleo duro del liberalismo que es transversal conocimiento definido por la filosofía cartesiana.
a todas sus variedades (Freeden, 1996: 141-177). Ese sujeto, que Elias designa como Homo philoso-
En ese núcleo duro, la teorización de la libertad se phicus, se presenta como un Yo pensante que se
asocia genéricamente al derecho individual de per- erige, mediante la duda metódica, en garantía úl-
seguir y realizar fines personales, el cual se relacio- tima de la certeza de su pensamiento. Este es inte-
na, a su vez, con un ámbito de soberanía individual lectualmente el punto de arranque para aquella no-
en la que no existen interferencias ajenas, ora de ción de ser humano que el liberalismo abraza: una
individuos y grupos, ora de poderes organizados. entidad sustancialmente diferente y diferenciable
Es, pues, un concepto de libertad individualizada del mundo exterior, que capta con su intelecto y sus
además de un atributo presocial de la persona. Se sentidos: “Para aquellos seres humanos para los
ejerce con arreglo a criterios estrictamente particu- que resulta absolutamente obvia la idea de que su
lares en un espacio cuya inviolabilidad es garanti- propia persona, su ‘ego’, su ‘yo’, o cualquiera que
zada por el poder político. Ofrecida esa garantía, sea el nombre que se le dé, se encuentra encerrado
el ejercicio de la libertad depende exclusivamente en su ‘interior’ frente a los otros seres humanos y
de cada cual y no de sus vínculos con los otros. En cosas, existiendo por sí mismo frente a lo que hay
última instancia, la dependencia recíproca al uso fuera, resulta muy arduo admitir la importancia de
de Elias será una elección personal y no un hecho los hechos que demuestran que, desde pequeños,
empírico. Vista desde una óptica eliasiana, es una los individuos viven en interdependencia” (Elias,
libertad que, empíricamente, no existe. Se trata de 1987: 33).
un constructo intelectual sin correlato material en Este individuo encapsulado sobre sí mismo
la vida de las sociedades. Para Elias, la única li- alumbra una concepción atomizada de la sociedad
bertad empíricamente sustentable —y, por tanto, vista como agregación de unidades individuales.
la única merecedora de esa denominación— es He aquí el Homo clausus y el tipo de sociedad que
la que se esboza entre las relaciones de interde- le está asociada. Ambas ideas se manifiestan de
pendencia y equilibrios de poder. No es, pues, una forma más aguda en las “naciones que tienen una
entidad metafísica, como la entiende el liberalismo poderosa tradición liberal” (Elias, 1987: 31). Para

RES n.º 29 (2) (2020) pp. 267-283. ISSN: 1578-2824


277
La política en Norbert Elias: visión general e implicaciones

Elias, este Homo clausus es el modelo de ser huma- ción social. Esto es, provienen del medio social en
no vinculado al liberalismo. Para el liberalismo, el el que se integra la persona. En la segunda, esas
individuo es la unidad primaria de análisis, sobe- heterocoacciones se han interiorizado y convertido
rano de su cuerpo y mente e inalienable en cuanto en una segunda naturaleza, justificándose en nom-
a sus convicciones e intereses. El poder político bre del pudor, la vergüenza o el asco. En su vertien-
protege el espacio donde desarrolla su individua- te macrosociológica, el progresivo aumento de la
lidad, esto es, donde expande sus facultades inte- interdependencia, la especialización funcional y la
lectuales y morales, celebra su vida interior y elige diferenciación social junto al monopolio estatal de
su plan de vida. Y conectado a este desarrollo, se la violencia impele a los individuos a interactuar
confía en la perfectibilidad del ser humano siempre entre ellos. Esta interacción lleva a que más y más
y cuando tal desarrollo no sea cercenado u obsta- personas ajusten recíprocamente sus conductas.
culizado (Freeden, 2013: 331). Se crea una disposición a la autorregulación, lo
Según la perspectiva eliasiana, este elemento cual requiere un aparato psíquico que discrimine
nuclear del liberalismo es un constructo sociohis- entre comportamientos aptos para la vida social.
tórico y no la materialización de la verdadera natu- Precisamente, es la construcción de este aparato
raleza humana. Estamos ante una imagen del ser la que generaría la sensación de que somos un Yo
humano que proviene de la autoconciencia genera- dueño de la propia conducta frente a las coacciones
da en una fase concreta del proceso civilizatorio, externas que, poco a poco, se van interiorizando.
es decir, de una estructura de personalidad vincu- Para Elias, el liberalismo confunde en su noción de
lada a ese proceso y a la que se le asignan valores ser humano la autoconciencia ligada a un proceso
positivos: “Una persona no elige ese ideal, por así sociohistórico con una idea de naturaleza huma-
decirlo, porque es el que más le agrada de toda una na inmutable. Esta se identifica erróneamente con
serie de ideales. Este es el ideal de la persona in- un individuo que se autocontrola por vergüenza,
dividual exigido e implantado en la gran mayoría pudor o repugnancia. En otras palabras, el libera-
de las sociedades muy industrializadas” (Elias, lismo adopta como verdad antropológica —el ser
2000: 166). La autoconciencia de ser un individuo humano como Homo clausus— un estado de au-
ilustra una confusión entre el ser y el deber ser, en toconciencia que depende de condiciones sociales
nombre de la cual se interviene políticamente en la e históricas y que, por definición, está lejos de ser
sociedad. Elias expresa abiertamente su convicción inmutable.
de que el ser humano, entendido como Homo clau-
sus, también revela una ideología política (Elias,
1995: 167) y constituye un elemento central de las Privacidad
sociedades burguesas: “En este caso, al margen
de cómo se denomine, se trata de un ideal o una Para el liberalismo, el espacio privado posee
utopía a la que nada corresponde ni puede corres- primacía moral frente al espacio público. El prime-
ponder en la realidad social” (Elias, 1995: 167). ro se fue forjando en una confrontación con los po-
Frente a esto, cabe preguntarse por el fundamento deres políticos absolutos y autocráticos que no re-
sociohistórico de la autoconciencia que nos lleva conocían el ámbito de la individualidad. Desde esta
a vernos como individuos cerrados y aislados. Y la perspectiva, la esfera privada se entiende como
respuesta es clara: ese fundamento se encuentra una conquista histórica frente a la invasión o intro-
en el proceso civilizatorio. misión del Estado, del gobierno o de la propia so-
En su vertiente microsociológica, el proceso ciedad (Béjar, 1995). Es una concepción coherente
de la civilización marca el paso de una conducta con la noción de libertad liberal y la reivindicación
y emocionalidad heterocontroladas a una conduc- de no interferencia en las iniciativas individuales.
ta y emocionalidad autocontroladas. En la primera En el ideario liberal, la privacidad es el ámbito
modalidad, las coacciones sobre la conducta y las donde la persona desarrolla su potencial, expresa
emociones se basan en el respeto al rango social, su autenticidad, cultiva la afectividad, conduce su
la amenaza de la violencia o el miedo a la degrada- vida económica y se defiende de la injerencia esta-

RES n.º 29 (2) (2020) pp. 267-283. ISSN: 1578-2824


278
La política en Norbert Elias: visión general e implicaciones

tal, gubernamental o de la opinión pública. Para el agudización de las tendencias macrosociales del
liberalismo, este ámbito ha de garantizarse por ley proceso civilizatorio. Elias lo expresa del siguiente
y fija la frontera ética que el poder político no puede modo:
cruzar: de hacerlo, se tornaría un poder inmoral e “A lo largo de este cambio social, los seres
ilegítimo. humanos se ven exhortados cada vez más a ocul-
La narrativa liberal presenta la esfera privada tar de la mirada de otros, o incluso de sí mismos,
como algo progresivamente arrancado al poder acciones o manifestaciones instintivas y apetitos
político y estatal mediante luchas, insurreccio- que antes podían expresar abiertamente, de ma-
nes, debates y revoluciones. Así pues, se detectan nera que por lo general dejan de ser conscientes
manifestaciones protoliberales en el derecho a la de estos [...]. Es [...] este excluir determinados ám-
legítima resistencia frente al gobierno despótico bitos de la vida del trato social de las personas, y
reconocido por la filosofía política de la Europa el recubrimiento de estos ámbitos de la vida con
Moderna o en la discusión del derecho divino real temores engendrados por la sociedad, como por
y la consiguiente promoción de gobiernos consti- ejemplo, sentimientos de vergüenza y de embarazo,
tucionales. Protoliberales serían también las doc- lo que evoca en el individuo la sensación de que
trinas del derecho natural o el contractualismo él es ‘interiormente’ algo que existe por sí mismo,
como fundamento del pacto social, tan comunes ajeno a cualquier relación con otras personas y que
en el siglo xvii. Y, por supuesto, en esta galería de solo ‘posteriormente’ entra en contacto con otro de
precedentes ilustres no faltan hitos históricos como ‘fuera’” (Elias, 2000: 144-145).
la revolución americana o el constitucionalismo in- A pesar de lo que dicta el liberalismo, no hay
glés (Gray, 1994). Así pues, el liberalismo se iría sentido moral alguno en la división privado-públi-
forjando consciente e intencionalmente como una co. Tampoco intencionalidad y mucho menos logro o
suerte de designio moral: habilitar un espacio a conquista. El ciego devenir del proceso civilizatorio,
salvo de intromisiones que permita un auténtico producto no planeado de acciones intencionales,
desarrollo de la individualidad. es la clave para entender esta división clave en la
Elias demuestra en su estudio sobre el pro- cultura occidental.
ceso de la civilización que la esfera privada no es
una conquista y que, por ese motivo, no puede ser
entendida como un producto de la intencionalidad Síntesis
humana. Antes bien, es el resultado de un proce-
so ciego y no planeado que va delineando espa- En definitiva, una parte sustancial del enfoque
cios diferenciados. Uno, en el que se admite que eliasiano contiene una crítica significativa de pre-
conductas y emociones puedan ser contempladas supuestos básicos del pensamiento liberal. En lo
por los demás y otro, en el que ciertas conductas que toca al concepto liberal de libertad, este ca-
y emociones se ocultan a la mirada pública. El rece de fundamento empírico al no considerar su
pudor, la vergüenza, el desagrado, el miedo o el naturaleza social-relacional y su vinculación indi-
asco justifican la invisibilidad y el confinamiento sociable con el fenómeno del poder. Con relación
de comportamientos y afectos en los bastidores de al concepto de ser humano, la antropología liberal
la vida social. Su exposición pública se identifica adolece, de nuevo, de base empírica. El Yo encap-
con la degradación de la persona, quien anticipa sulado del liberalismo posee, a ojos de Elias, un
en su psique la sanción social y procede a auto- inaceptable estatuto metafísico que oculta su ver-
controlarse. Esta distinción entre espacios tiene dadera condición empírica: ese Yo es un nivel de
su traducción en la conciencia: la satisfacción de autoconciencia histórica y socialmente producida.
necesidades e impulsos se va recluyendo en ese es- Por último, la privacidad no es una conquista ni un
pacio no visible y el umbral de sensibilidad en rela- espacio arrebatado al poder político y estatal, sino
ción con lo que se permite o mostrar públicamente también la expresión de un estado de conciencia
va aumentando. Paulatinamente, la distancia entre históricamente generado por el proceso civilizato-
ambos espacios se incrementa paralelamente a la rio. Globalmente, la crítica eliasiana se centra en

RES n.º 29 (2) (2020) pp. 267-283. ISSN: 1578-2824


279
La política en Norbert Elias: visión general e implicaciones

la débil consistencia empírica de los postulados cientemente. Qué duda cabe que las técnicas hoy
liberales señalados, en la sobrevaloración de la in- disponibles permiten una fundamentación em-
tencionalidad humana y en la minusvaloración de pírica de la cuestión que supera en precisión la
la vertiente no intencional de los procesos sociales. fundamentación de Elias. Las aportaciones de la
Las carencias científicas del pensamiento liberal neurociencia cuestionan profundamente una no-
en este terreno lo aproximarían a una modalidad de ción de libertad vinculada a la elección individual
conocimiento comprometido que, en el terreno de consciente. Con todo, la mejor reflexión sobre este
la política, alimentaría posiciones poco realistas y tema, a cargo de Romero Moñivas (2013), esta-
fantasiosas cuya función es, en la práctica, recon- blece que no existe una disparidad radical entre
fortar emocionalmente a sus defensores. Elias ve algunos consensos básicos de la neurociencia y los
en esa vertiente emocional la razón de una política planteamientos eliasianos.
ineficaz o dogmática. Por otro lado, estos planteamientos resultan
afines al conjunto de evidencias que matizan o
enmiendan el carácter teóricamente autónomo de
CONCLUSIÓN la acción individual. Esa autonomía, junto a las
neurociencias, también es discutida desde una
Para finalizar, resta apuntar algunas incon- perspectiva microsociológica por Randal Collins
sistencias y posibilidades que se abren tras la re- (2009) y su teoría de las cadenas de rituales de
flexión que se ha presentado. En el primer apartado interacción. Esta revela con claridad la naturaleza
incluyo el principal problema no resuelto que deriva situacional de la conducta frente a cualquier con-
del planteamiento eliasiano. La acción política in- cepción de la misma hiperindividualizada y des-
tencional que pretende un fin específico tiene que contextualizada. La hiperindividualización o la des-
habérselas con la inercia y la dinámica propia de contextualización resultan habituales en enfoques
las figuraciones. Estas son refractarias a la inten- economicistas que dan cuenta del comportamiento
cionalidad o, dicho de un modo más preciso, son en clave de maximización de utilidad personal con
el producto sociohistórico no planeado de acciones arreglo a principios de racionalidad instrumental.
intencionales. La cuestión es saber, pues, cómo se En consonancia con este punto de vista, mucho
combina la dinámica no planeada de la figuración de lo producido desde el campo de la economía
con la acción intencional de la política. Al tiempo, la comportamental y experimental desmiente o pone
acción política requiere una base de conocimiento en entredicho tales enfoques realzando los sesgos
sociológico para resultar eficaz. Este conocimiento cognitivos y situacionales de nuestra conducta
que, en última instancia, es conocimiento sobre (Cordeiro Santos, 2010; Costa, 2010). En definitiva,
las figuraciones exige una visión a largo plazo. Y cuanto señala Elias a partir de sus herramientas
el largo plazo es muy a menudo, en el análisis figu- teóricas se ha visto refrendado y ampliado desde
racional, un espacio de siglos. El dilema estriba en diversas áreas del conocimiento.
determinar si ese largo plazo del saber sociológico En el apartado de posibilidades, sería nece-
es el largo plazo de las acciones políticas. sario profundizar en la relación entre el concepto
En la sección de inconsistencias también cabe eliasiano de libertad y otras concepciones alter-
un apunte sobre la relevancia de las herramien- nativas a la acepción negativa propuesta por el
tas teóricas eliasianas en su crítica a la falta liberalismo. Cabría explorar sus afinidades con la
de contenido empírico de las nociones liberales idea positiva de libertad o con la noción de libertad
de individuo, libertad y privacidad. En lo tocante como no dominación propuesta por Pettit (1999). A
a la idea de libertad, por ejemplo, contamos con priori, el enfoque eliasiano, atento a las dimensio-
evidencias claras, desde la neurociencia, de la nes relacionales y dinámicas de la libertad, parece
falta de realismo del pensamiento liberal. Existen más afín a las versiones republicanas de la liber-
pruebas de actividad cerebral antes del comienzo tad dentro de la tradición del humanismo cívico y
propiamente dicho del acto volitivo (Romero Mo- su preocupación por los diseños institucionales de
ñivas, 2013: 87), es decir, este se inicia incons- contraequilibrios de poder.

RES n.º 29 (2) (2020) pp. 267-283. ISSN: 1578-2824


280
La política en Norbert Elias: visión general e implicaciones

En segundo lugar, sería necesario matizar el este punto, sería de interés determinar hasta qué
carácter progresista que se le pueda atribuir a la punto la acción política populista está impreg-
sociología eliasiana. Concretamente, su noción de nada de ensoñaciones y fantasías al uso eliasia-
cambio social como proceso ciego no planificado no generadoras de compromiso emocional entre
fruto destila poca o ninguna confianza en la ac- determinados sectores de la población. Bajo ese
ción intencional como núcleo de las medidas po- prisma, podría considerarse la apelación a pasa-
líticas. En este punto, Elias no se comporta como dos históricos idealizados en clave de grandeza, la
un progresista al uso capaz de confiar en proyectos reivindicación de comunidades unitarias de inspi-
conscientes de mejora de la sociedad. Sucede que ración premoderna, el énfasis en un mundo estable
dichos proyectos interactuarán con otras muchas no globalizado, la adhesión emocional a proyectos
acciones intencionales pudiendo ocurrir que el re- nacionales, el irracionalismo o la defensa de las
sultado final no sea el esperado. Al tiempo, confía jerarquías sociales naturales.
en el conocimiento como medio de orientación en la
complejidad de las figuraciones. Es decir, si existe
alguna opción de que el resultado final coincida REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
con el resultado planeado, esta pasa por medi-
das políticas sociológicamente bien fundamenta- Atienza, M. (1998). Filosofía política. En S. Giner,
das. En definitiva, en Elias hay elementos de cariz E. Lamo de Espinosa, C. Torres (eds.), Dicciona-
prudencial-conservador aunados con el optimismo rio de Sociología (pp. 307-308). Madrid: Alian-
moderado que deriva del saber sociológico. za Editorial.
En tercer lugar, sería necesario reflexionar sobre Béjar, H. (1995). El ámbito íntimo. Privacidad, in-
la viabilidad de una política con dosis rebajadas de dividualismo y modernidad. Madrid: Alianza
emocionalidad. La actividad política presupone una Editorial.
orientación normativa de la que Elias prescinde en Berlin, I. (1993). Cuatro ensayos sobre la libertad.
su sociología. Esta, como he señalado con insisten- Madrid: Alianza Editorial.
cia, proporcionaría medios de orientación realistas Constant, B. (2001). A liberdade dos antiguos com-
sin prescribir nada. Nos dice lo “es” y no lo que “debe parada à dos modernos. Coimbra: Tenacitas.
ser”. En Elias, ese “deber ser” es admisible hasta Collins, R. (2009). Cadenas de rituales de interac-
cierto punto siempre que se fundamente en conoci- ción. Barcelona: Anthropos.
miento sociológico contrastado. Si no, es un “deber Cordeiro Santos, A. (2010). The Social Epistemology
ser” motivado por el compromiso emocional que aca- of Experimental Economics. London-New York:
bará por alumbrar políticas ineficaces. La cuestión Routledge.
que se plantea es si puede desecharse ese compro- Costa, A. (2010). De ciência da escolha à ciência
miso para hacer política o si, por el contrario, resul- do comportamento: por onde anda o indivíduo
ta deseable en muchos supuestos. No hay política, na Economia? En V. Neves, J. Castro Caldas
claro está, sin pretensión normativa, pero tampoco, (orgs.), A Economia sem Muros (pp. 77-96).
en la línea del republicanismo clásico, sin el entu- Coimbra: Almedina.
siasmo o el empuje cívico y participativo, el coraje de Dagger, R. (2005). Autonomy, Domination and
intervención o la pasión por los asuntos de la polis. the Republican Challenge to Liberalism. En
Y todos estos elementos, no lo olvidemos, quedan del J. Christman, J. Anderson (eds.), Autonomy
lado del denostado compromiso por Elias. and the Challenges to Liberalism, New Essays
En cuarto y último lugar, cabría preguntarse (pp. 177-203). Cambridge University Press.
por las posibilidades que ofrece el enfoque elia- Dunne, S. (2009). The Politics of Figurational So-
siano para entender algunos de los procesos so- ciology. The Sociological Review, 57(1), 28-57.
ciopolíticos actuales. El candidato perfecto parece Dunning, E., Hugues, J. (2013). Norbert Elias and
ser el populismo conectado a culturas políticas de Modern Sociology. Knowledge, Interdependence,
ultraderecha en el rescoldo o continuación de la Power, Process. London/New York: Bloomsbury
crisis financiera mundial abierta desde 2008. En Academic.

RES n.º 29 (2) (2020) pp. 267-283. ISSN: 1578-2824


281
La política en Norbert Elias: visión general e implicaciones

Elias, N. (1982). La sociedad cortesana. Madrid- Kilminster, R. (2014). The dawn of detachment:
México: Fondo de Cultura Económica. Norbert Elias and sociology’s two tracks. History
Elias, N. (1987): El proceso de la civilización. In- of the Human Sciences, 27(3), 96-115.
vestigaciones sociogenéticas y psicogenéticas. Lamo de Espinosa, E. (1990). La sociedad reflexiva.
Madrid-México: Fondo de Cultura Económica. Sujeto y objeto del conocimiento sociológico.
Elias, N. (1990). Compromiso y distanciamiento. Madrid: CIS/Siglo XXI.
Barcelona: Península. Lever, J., Clemment, M. (2012). Summing up: Should
Elias, N. (1991). Mozart. Sociología de un genio. the “figurati” become “public intellectuals”?
Barcelona: Península. (en línea). http://norberteliasfoundation.nl/
Elias, N. (1995). Mi trayectoria intelectual. Barcelo- blog/?p=647, acceso 14 de abril de 2019.
na: Península. Lever, J., Powell, R. (2017). Problems of Involve-
Elias, N. (1997). Os Alemães. Rio de Janeiro: Jorge ment and Detachment: Norbert Elias and the
Zahar. Investigation of Contemporary Social Process-
Elias, N. (1999). Sociología fundamental. Barcelo- es. Human Figurations. Log-Term Perspectives
na: Gedisa. in Human Condition, 6(2). http://hdl.handle.
Elias, N. (2000). La sociedad de los individuos. Bar- net/2027/spo.11217607.0006.209, acceso 14
celona: Península. de abril de 2019.
Elias, N. (2001). On the Sociology of German Anti- Mennell, S. (2012). Should the Figurati Become
Semitism. Journal of Classic Sociology, 1(2), Public Intellectuals? (en línea). http://norber-
219-225. teliasfoundation.nl/blog/?p=619, acceso 14 de
Freeden, M. (1996). Ideologies and Political Theory. A abril de 2019.
Conceptual Approach. Oxford: Clarendon Press. Mennell, S. (2017). Apologia Pro Vita Sociologica
Freeden, M. (2008). European Liberalisms. An Es- Sua: Social Character and Historical Process,
say on Comparative Political Thought. European and Why I Became an Eliasian Sociologist.
Journal of Political Theory, 7(1), 9-30. Human Figurations. Log-Term Perspectives
Freeden, M., Stears, M. (2013). Liberalism. En in Human Condition, 6(1). http://hdl.handle.
M. Freeden, L. Towersargent, M. Stears (eds.), net/2027/spo.11217607.0006.102, acceso 14
The Oxford Handbook of Political Ideologies de abril de 2019.
(pp. 329-346). Oxford: Oxford University Press. Mennell, S. (2018). The Political Implications of
Giner, S. (1998). Política. En S. Giner, E. Lamo de Figurational Sociology. Ponencia presentada en
Espinosa, C. Torres (eds.), Diccionario de Socio- el Congreso Global Interdependencies. What’s
logía (p. 583). Madrid: Alianza Editorial. new in the Human Society of Individuals? - The
Gray, P. (1994). Liberalismo. Madrid: Alianza Edito- Political and Academic Relevance of Norbert
rial. Elias’ Work Today. Brussels, Université Saint-
Jost, J. T., Federico, C. M., Napier, J. L. (2013). Po- Louis, 5-8 de diciembre de 2018.
litical Ideologies and Their Social Psychologi- Pettit, P. (1999). Republicanismo. Una teoría sobre
cal Functions. En M. Freeden, L. Towersargent, la libertad y el gobierno. Barcelona: Paidós.
M. Stears (eds.), The Oxford Handbook of Po- Ramos, R. (1994). Del aprendiz de brujo a la esca-
litical Ideologies (pp. 232-250). Oxford: Oxford lada reflexiva: el problema de la historia en la
University Press. sociología de Norbert Elias. Revista Española
Kilminster, R. (2004). From Distance to Detachment: de Investigaciones Sociológicas, 65, 27-53.
Knowledge and Self-Knowledge in Elias’s Theory of Romero Moñivas, J. (2013). El problema de la liber-
Involvement and Detachment. En S. Loyal, S. Quil- tad en Norbert Elias en diálogo con las neuro-
ley (eds.), The Sociology of Norbert Elias (pp. 25- ciencias. Revista Española de Investigaciones
41). Cambridge: Cambridge University Press. Sociológicas, 142, 69-92.
Kilminster, R. (2011). Norbert Elias’s post-philosoph- Saramago, A. (2015). Problems of Orientation
ical sociology: from “critique” to relative detach- and Control: Marx, Elias and the Involvement-
ment. The Sociological Review, 59(1), 91-116. Detachment Balance in Figurational Sociology.

RES n.º 29 (2) (2020) pp. 267-283. ISSN: 1578-2824


282
La política en Norbert Elias: visión general e implicaciones

Human Figurations. Log-Term Perspectives Doctorado (con Premio Extraordinario) y Licen-


in Human Condition, 4(2). http://hdl.handle. ciado en Sociología por la Universidad Complu-
net/2027/spo.11217607.0004.205, acceso 14 tense. Máster en Economía Social y Solidaria
de abril de 2019. (ISCTE-Instituto Universitário de Lisboa). Ha sido
Trom, D. (2016). Elias on Anti-Semitism: Zionism investigador posdoctoral en el Instituto de Histó-
or Sociology. Annales HHS (English Edition), ria Contemporânea (Universidade Nova de Lisboa)
71(2), 249-289. y docente en la Universidad de Salamanca, Uni-
versidad Pontificia de Comillas (ICADE, Madrid)
y en el Instituto Superior de Ciências Sociais e
NOTA BIOGRÁFICA Políticas (Universidade de Lisboa). Ha publicado
diferentes trabajos en el campo de la sociología
Fernando Ampudia de Haro es profesor au- histórica, teoría sociológica, sociología de las
xiliar (Universidade Europeia) e Investigador In- emociones, sociología de la cultura y sociología
tegrado (CIES-Instituto Universitário de Lisboa). económica.

RES n.º 29 (2) (2020) pp. 267-283. ISSN: 1578-2824


283

También podría gustarte