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Mi HORA SANTA

EUCARÍSTICA

PEDRO GARCÍA

ADORACIÓN

EUCARÍSTICA
Recopilado por Siembra Conmigo

Uso Privado - Prohibida su Venta


“Adorarás al Señor tu Dios
y a Él sólo darás culto.”
(Mt 4, 10)

Adoración, es el acto más alto de la creación de culto.


Se trata de dar a Dios lo que le pertenece a él solo,
el único que es santo.
Es la forma suprema de la reverencia, la gloria y el honor.
Adorar es contemplar para parecernos a Él.
Adorar es ser contemplado por Jesús.
Es dejar que Él pose su mirada en nosotros.
Adorar es reconocer la majestad del Señor.
Es vivir el primer mandamiento.
Es dejar que Dios sea Dios.
Es adentrarnos en el misterio de Getsemaní.
Somos lo que contemplamos.
Las Horas Santas también se pueden hacer en casa,
ya sea solo o con la familia. Puedes unirte espiritualmente
a todos los sagrarios del mundo.

ADORACIÓN EUCARÍSTICA Y HORA SANTA

Aunque ambos evocan la presencia real de Cristo


en la Eucaristía, cada evento tiene su origen en momentos
diferentes del Jueves Santo y se celebran con distintos
propósitos.

-1-
♦ HORA SANTA: LA HORA DE LA PASIÓN

La Hora Santa se origina en la oración en el Huerto


de los Olivos. Después de la Última Cena y justo antes
de la Pasión.
Su institución se debe a Nuestro Señor mismo,
que le pidió a Sta. Margarita María en estos términos:
“Todas las noches del Jueves al Viernes, te haré participar
de aquella mortal tristeza que quise sentir en el huerto
de los Olivos… Y para acompañarme en la humilde oración
que presenté entonces a mi Padre, te levantarás entre once
y doce de la noche, ... pidiendo gracia para los pecadores,
como para endulzar de alguna manera la amargura que sentí
por el abandono de mis Apóstoles, el cual me movió a
reprenderlos, por no haber podido velar una hora conmigo”.
La Hora Santa tiene por objeto consolarle de la ingratitud
de los hombres, reparar las ofensas de los pecadores,
obtener gracias particulares para los agonizantes,
para las personas afligidas y para animarnos
a una viva contrición.

♦ ADORACIÓN AL SANTÍSIMO

Adorar es la relación connatural del hombre con Dios,


de la creatura inteligente con su Creador.
Los hombres y los ángeles deben adorar a Dios.
En el cielo, todos, las almas bienaventuradas de los santos
y los santos ángeles, adoran a Dios.
Cada vez que adoramos nos unimos al cielo y traemos nuestro
pequeño cielo a la tierra.

-2-
¿QUÉ ES LA ADORACIÓN EUCARÍSTICA?

La Adoración es el primero de todos nuestros deberes,


que es preciso darle más importancia que a cualquier otra cosa,
de lo contrario toda nuestra vida sería inútil.
La Adoración Eucarística consiste en la adoración
de la presencia real de Jesús en la Eucaristía,
hijo de Dios, Uno y Trino, sabiendo que ahí está Vivo,
Glorioso, Resucitado.
Al adorar a Jesús Eucaristía, nos convertimos
en lo que Dios quiere que seamos.
El Señor nos atrae hacia sí y nos transforma suavemente.
Pío XII explica: «Los adoradores cristianos, con absoluta fe
y confianza, piden al Salvador, presente en la Eucaristía,
por sí mismos, por el mundo, por la Iglesia.
En la presencia real del Señor de la gloria,
le confían sus peticiones, sabiendo con certeza
que «tenemos un abogado ante el Padre, Jesucristo, el Justo.

ORIGEN DE LA ADORACIÓN EUCARÍSTICA

Reservar el Santísimo Sacramento para la devoción


y la distribución a los moribundos tiene sus raíces
en los primeros siglos de la Iglesia.
Pero fue en el siglo XIII cuando las devociones públicas
se aceptaron más, gracias a la promoción de San Francisco
de Asís y sus seguidores.

-3-
Por esa misma época, el Papa Urbano IV instituyó
la fiesta del Corpus Christi y encargó a Santo Tomás
de Aquino que escribiera unas oraciones e himnos
para la fiesta que todavía se usan hoy.
En 1592, el Papa Clemente VIII promovió
la devoción de las Cuarenta Horas.
San Juan Neumann popularizaría esta práctica
en Estados Unidos en la década de 1850.
El Papa emérito Benedicto XVI nos dice en la exhortación
apostólica Sacramentum Caritatis cuando cita a san Agustín:
“Nadie coma de esta carne sin antes adorarla…
pecaríamos si no la adoráramos” (SC 66).
La elevación de la hostia, y más tarde del cáliz, después
de la consagración, suscita en los fieles adoración interior
y exterior.
En 1906, San Pío X, «el Papa de la Eucaristía», concedió
indulgencias a quienes piadosamente miraran la hostia elevada,
diciendo: «Señor mío y Dios mío».

OBJETO Y FIN DE LA ADORACIÓN

La Adoración tiene un triple objeto, y debe considerarse


bajo una triple relación:
• En primer lugar con relación a Nuestro Señor Jesucristo,
a quien debe honrar bajo los velos eucarísticos;
• En segundo lugar con relación al alma del Adorador,
a quien debe santificar,
• En segundo lugar con relación al prójimo,
a quien debe asistir y ayudar.

-4-
BENEFICIOS DE LA ADORACIÓN EUCARÍSTICA

• La adoración contribuye a llegar a la intimidad con el Señor,


cruzar miradas y ahondar tal intimidad.
• Estimularás tu sentido del asombro, ese que te permitirá
maravillarte ante la grandeza y generosidad de nuestro padre.
• Sentirás una profunda paz, que se hará extensiva a todas
las áreas de tu vida.
• Esa paz te fortalecerá para enfrentarnos con más firmeza
y serenidad las tempestades de la vida.
• Te convertirás en lo que Dios quiere que seas gracias
a la Adoración Eucarística. Él tiene un plan sagrado para ti,
entrégate a su voluntad, confiando siempre en Él

• Desarrollarás una capacidad de entrega a Dios, de tu tiempo


y atención.
• Ampliarás tu capacidad de dar amor y generosidad,
y la capacidad de ser mejor, esa que es a imagen y semejanza
de Dios. Porque al adorarlo te conviertes en lo que Dios quiere
que seas.
• Te llenarás de su gracia, para que resistas tentaciones
y sobrelleves las situaciones por dificultosas que te parezcan.
• Aprenderás a valorar tu vida y tus circunstancias, te conectas
con tu presente desde el agradecimiento a Dios por lo que tienes
y dejas de quejarte por lo que no tienes.
• Tu fe te conecta con la misericordia ilimitada que tiene
nuestro Señor para perdonar todos tus pecados.

-5-
• Serás más coherente con tu creencia religiosa.
• Experimentarás una alegría y un bienestar como nunca antes
lo habías sentido.
• Cuanto más tiempo consagras a adorar a Dios, más descubres
la inmensidad de su amor.
• Sentirás deseos de divulgar las buenas nuevas a las demás
personas y de invitarlas a disfrutar de esta Divina presencia.

-6-
GUÍA DE UNA ADORACIÓN EUCARÍSITCA

No hay una sola manera de hacer una Hora Santa.


Pero esta estructura podría ayudarte.

♦Primeros 5 minutos: Inicio.


Pide al Espíritu Santo que te ayude, luego haz actos de fe,
esperanza y caridad.

♦Próximos 10 minutos: Adoración.


Adora a Dios y dile: “Oh Dios mío, adoro tu divina grandeza
desde la profundidad de mi pequeñez; eres tan grande
y yo tan pequeño”; o reza el Gloria Patri.
Otras ayudas de la Escritura para la adoración:
Éxodo 33,18-23; Cantar de los cantares 2,8-17; Mateo 2,1-11;
Juan 1,1-18; Colosenses 1,15-20; Filipenses 2,6-11.

♦Próximos 10 minutos: Contrición.


Ofrece reparación. Examina tu conciencia.
Ofrece reparación por los pecados del mundo.
Reza: “Oh Jesús mío, lo siento mucho. Perdóname”.
Escrituras para contrición: 1 Corintios 13,4-7; Colosenses 3,5-
10; 1 Timoteo 1,12-17; Santiago 3,2-12; 1 Juan 1,5 y 2,6;
Salmos penitenciales: 6, 32, 38, 51, 102, 130, 142.

♦Próximos 15 minutos: Meditación.


Contempla la acción de Dios. Quizás quieras rezar
meditativamente las Estaciones de la Cruz o un Rosario.
O también: Meditación de la Escritura.
Lee un pasaje breve del Evangelio.
Piensa en tres formas en que ese pasaje se pueda aplicar
a tu propia vida. Medita sobre cada línea.

-7-
♦Próximos 10 minutos: Acción de gracias.
Expresa gratitud por todos los dones de Dios.
Agradécele por cada uno y, sobre todo, los dones espirituales.
Da gracias a Dios por las respuestas a la oración.

Agradécele también las cruces. Escrituras para agradecimiento:


Génesis 1; Génesis 8,15-22; Job 1,13-22; Daniel 3,46 ss.;
Mateo 6,25-34; Lucas 17,11-19; Salmos: 8, 65, 66, 100, 111.

♦Próximos 5 minutos: Petición a Dios.


Pide a Dios por tus necesidades y las de otros.
Él es el rey del universo. Él lo controla todo.

Reza por la Iglesia, por las intenciones del Papa,


por aquellos que sufren, por los sacerdotes y obispos,
por los religiosos y religiosas, por las vocaciones, por tu país,
por tu familia, por lo que más necesites en tu vida espiritual.
Reza por quienes te han pedido oraciones.

♦Finales 5 minutos: Haz una resolución de actuar


a la luz del Espíritu Santo que has recibido:
algo realizable y comprobable.

-8-
“La Iglesia y el mundo tienen una gran necesidad
del culto eucarístico. Jesús nos espera
en este sacramento del amor.
No escatimemos tiempo para ir a encontrarlo
en la adoración, en la contemplación llena de fe y abierta
a reparar las faltas graves y delitos del mundo.

No cese nunca nuestra adoración”.


(Juan Pablo II)
-

ORACIONES A JESÚS

SACRAMENTADO

~
"Así como Jesucristo está vivo en el cielo rogando siempre
por nosotros, así también en el Santísimo Sacramento del altar,
continuamente de día y de noche está haciendo este piadoso
oficio de abogado nuestro, ofreciéndose al Eterno Padre como víctima,
para alcanzarnos innumerables gracias y misericordias."
(San Alfonso María de Ligorio)
-9-

CANTO INTRODUCTORIO

Cantemos al amor de los amores,


cantemos al Señor.

¡Dios está aquí!


¡Venid, adoradores,
adoremos a Cristo Redentor!

¡Gloria a Cristo Jesús! Cielos y tierra,


bendecid al Señor.

¡Honor y gloria a ti, Rey de la Gloria!

¡Amor por siempre a ti, Dios del amor!

¡Bendito, bendito, bendito sea Dios!


Los Ángeles cantan y alaban a Dios.

Yo creo, Jesús mío, que estás en el Altar


oculto en la Hostia y te vengo a adorar.

V/. Les diste el Pan del Cielo.


R/. Que contiene en sí todo deleite.
-10-

ORACIONES VARIAS

PARA ESCOGER

EN CADA MOMENTO
1.ORACIONES INICIALES
Señor Jesucristo, presente aquí en el Sagrario:
por tus Llagas glorificadas dejas salir a torrentes
la gracia del Espíritu, que Tú nos mereciste
con tu pasión y tu muerte y lo derramaste
sobre la Iglesia con tu resurrección.
Llena con Él ahora nuestros corazones,
para que, abrasados de amor, cantemos sin cesar
las alabanzas de Dios y vivamos en todo
conformes con su divino querer. Amén.

***

BENDITO SEA DIOS

Bendito sea Dios.


Bendito sea su santo Nombre.
Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre.
Bendito sea el Nombre de Jesús.
Bendito sea su Sacratísimo Corazón.
Bendita sea su preciosísima Sangre.
Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar.
Bendito sea el Espíritu Santo Consolador.
Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima.
Bendita sea su santa e Inmaculada Concepción.
Bendita sea su gloriosa Asunción.
Bendito sea el Nombre de María, Virgen y Madre.
Bendito sea San José, su castísimo Esposo.
Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.
-11-
Oh Dios, que en este sacramento admirable
nos dejaste el memorial de Tú pasión;
Te pedimos nos concedas venerar de tal modo
los sagrados misterios de Tu Cuerpo y de Tu Sangre,
que experimentemos constantemente en nosotros
el fruto de Tu redención. Tú que vives y reinas
por los siglos de los siglos. Amén.

***

ORACIÓNA JESÚS AMADO

Amado Jesús, muy presente en el Santísimo Sacramento,


ante ti vengo, consciente de mi pequeñez,
arrodillado ante tu grandeza.
Oh dulce Jesús, contigo deseo estar;
en tu corazón anhelo descansar.
Concédeme las gracias para alabarte,
adorarte y amarte.
Que te ame con todo mi corazón,
con toda mi mente y todas mis fuerzas.
Porque tú eres bondad y amor
y siempre estás presente.
¿Qué puedo darte si todo es tuyo?
Acepta mi vida como una ofrenda agradable para ti.
Pongo ante ti todos mis días, todas mis acciones,
pensamientos, recuerdos y deseos.
Oh mi dulce y misericordioso Jesús, sólo en ti
se encuentra mi consuelo; sólo en ti se encuentra mi paz.
Haz que siempre te busque, y al buscarte te conozca,
y al conocerte te ame. Amén.
-12-
ORACIÓN PARA INICIAR LA ADORACIÓN

(Santiago Alberione)

Que este tiempo de adoración eucarística sea


el encuentro de nuestra alma
y de todo nuestro ser con Jesús.

Que sea la criatura encontrándose con su Creador;


el discípulo ante el Divino Maestro;
el paciente con el Doctor de las almas;
el pobre apelando al Rico;
el sediento bebiendo en la Fuente;
los débiles presentándose al Todopoderoso;
los tentados buscando un Refugio seguro;
el ciego que busca la Luz;
el amigo que acude al verdadero Amigo;
la oveja perdida buscada por el Pastor Divino;
el corazón extraviado que encuentra el Camino;
el necio que encuentra la Sabiduría;
la novia que encuentra al Esposo del alma;
la nada que encuentra el Todo;
el afligido que encuentra al Consolador;
el joven que encuentra el Sentido de la vida.
Amén.
-13-
“Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo,
yo te adoro profundamente y te ofrezco
el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad
de nuestro Señor Jesucristo, presente en todos los Sagrarios
del mundo, en reparación de los ultrajes con los que Él
es ofendido. Por los méritos infinitos del Sagrado Corazón
de Jesús y del Inmaculado Corazón de María,
te pido la conversión de los pecadores. Amén”.

***

Alma de Cristo, santifícame


Cuerpo de Cristo, sálvame
Sangre de Cristo, embriágame
Agua del costado de Cristo, lávame
Pasión de Cristo, confórtame
¡Oh buen Jesús, óyeme!
Y dentro de tus llagas, escóndeme
No permitas que me aparte de ti
Del enemigo, defiéndeme
En la hora de mi muerte, llámame
Y mándame ir a ti, para que con tus Santos
Te alabe por los siglos, de los siglos. Amén.

***

Oh Sacramento Santísimo, oh Sacramento Divino


toda alabanza y toda acción de gracias sean
en todo momento tuyas. Corazón Eucarístico de Jesús,
Horno del Divino Amor, concede la paz al mundo.
Te adoramos Santísimo Señor Jesucristo,
aquí y en todas tus iglesias del mundo,
y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz
has redimido al mundo. Amén.
-14-
ORACIÓN

(San Alfonso María de Ligorio)

Señor mío Jesucristo, que por amor a los hombre


estás noche y día en este sacramento,
lleno de piedad y de amor, esperando, llamando
y recibiendo a cuantos vienen a visitarte:
creo que estás presente en el sacramento del altar.

Te adoro desde el abismo de mi nada


y te doy gracias por todas las mercedes que me has hecho,
y especialmente por haberte dado Tú mismo
en este sacramento, por haberme concedido
por mi abogada a tu amantísima Madre
y haberme llamado a visitarte en este iglesia.

Adoro ahora a tu Santísimo corazón


y deseo adorarlo por tres fines:
el primero, en acción de gracias por este insigne beneficio;
en segundo lugar, para resarcirte de todas las injurias
que recibes de tus enemigos en este sacramento;
y finalmente, deseando adorarte con esta visita
en todos los lugares de la tierra donde estás sacramentado
con menos culto y abandono.
-15-
TRISAGIO A LA TRINIDAD
¡Trinidad Santa, un solo Dios en tres Personas distintas!
Yo te adoro, y me gozo intensamente de tu gloria,
que te hace a ti eterna e infinitamente feliz en la intimidad
de tu vida divina. Que mi alabanza de hoy sea un ensayo fiel
del canto sin finque entonaré en la visión de tu gloria.

AL PADRE

Padre Eterno, Padre de Nuestro Señor Jesucristo


y Padre nuestro Celestial, Padre misericordioso
y Dios de todo consuelo. Dios omnipotente, infinito y eterno,
fuente de toda la vida en el seno mismo de Dios.
Tú, por disposición libérrima y secreta de tu sabiduría
y bondad, creaste el Universo y elevaste al hombre
a participar de la vida divina, y, aunque caído con el pecado
de Adán, le dispensaste los auxilios de la salvación en atención
a Cristo el Redentor que ibas a enviar.
Tú nos conociste de antemano a todos los elegidos,
y nos predestinaste a ser conformes con la imagen de tu Hijo.
Tú estableciste convocarnos en la Iglesia a todos
los que creemos en Cristo, en esa Iglesia manifestada
por la efusión del Espíritu Santo el día de Pentecostés,
y que se consumará gloriosamente al final de los tiempos,
cuando todos seremos congregados en una Iglesia universal
para vivir siempre en tu casa, ¡Padre nuestro Celestial!
¡Bendito y alabado y amado seas, Dios Padre,
por todas las criaturas del Cielo y de la Tierra!
¡Santo, santo, santo, Señor Dios del Universo,
Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo!

-16-
AL HIJO

¡Hijo de Dios, Cristo Jesús, Señor!


Tú eres la Palabra que el Padre se dice a sí mismo, y que un día
te diste a conocer cuando te hiciste Hombre como nosotros.
Y ahora, por la luz que brilló en el mundo con tu Encarnación
en el seno de María, Tú nos iluminas, nos diriges, nos salvas
y nos divinizas.
Con tu muerte destruiste nuestra muerte, venciste a Satanás
y nos condujiste al Padre, del que nos habíamos separado
por nuestras culpas.
Resucitado, te sientas como Señor a la derecha del Padre,
nos envías el Espíritu Santo, intercedes por nosotros y fortaleces
de continuo a tu Iglesia, a la que dejaste la Eucaristía
como memorial de tu triunfo sobre la muerte.
Estás en el Padre, pero sabemos que un día volverás glorioso
y triunfador, Juez de vivos y muertos.
Entonces, puestos tus enemigos como estrado de tus pies,
nos llevarás a tus fieles a la Gloria,
¡Y así estaremos siempre contigo, Señor!
¡Bendito y alabado y amado seas, Hijo de Dios,
Cristo Jesús, Señor!
¡Santo, santo, santo, Señor Dios del Universo,
Dios Padre ,Dios Hijo, Dios Espíritu Santo!

-17-
AL ESPÍRITU SANTO

Amor del Padre y del Hijo, Espíritu Santo, que eres el abrazo
fuerte e intensísimo que el Padre y el Hijo se dan en el seno
de la Trinidad adorable.
Dios como el Padre y el Hijo, Tú fuiste enviado por el Señor
Jesús en Pentecostés para santificar indefinidamente
a la Iglesia, como Espíritu de vida y fuente del agua viva
que salta hasta la eternidad.
Tú habitas en la Iglesia y en cada uno de nosotros
como en un templo, en el que oras y das testimonio
de que somos hijos de Dios.
Tú guías a la Iglesia por el camino de la verdad, la unificas
en la comunión y en el ministerio, la animas y gobiernas
con tus carismas y dones y la embelleces con tus frutos.
Tú eres quien con la fuerza del Evangelio rejuveneces
a la Iglesia, la renuevas incesantemente, le haces suspirar
por la unión definitiva con su Esposo, y nos haces gritar
ansiosamente: ¡Ven, Señor Jesús!
¡Bendito y alabado y amado seas, Espíritu Santo, amor de Dios
en el seno de la Trinidad Santísima y amor de Dios
en nuestros corazones!
¡Santo, santo, santo, Señor Dios del Universo,
Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo!

Oración. Gracias, Dios nuestro, por habernos dado a conocer


el misterio de tu vida íntima: tres Personas distintas
en un solo Dios verdadero. Haz que así como te veneramos
por la fe en la Tierra, un día gocemos de la inmensidad
de tu gloria en el Cielo. Por Jesucristo Nuestro Señor. Así sea.

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CONTEMPLACIÓN AFECTIVA

Amor del Padre y del Hijo en el seno de la Trinidad.


R. ¡Ven, Espíritu Santo!
Regalo que nos han hecho el Padre y el Hijo. R.
Amor por quien el Padre y el Hijo nos aman. R.
Tú, que nos das el amor filial de Jesús al Padre. R.
Tú, que nos has hecho templos vivos tuyos. R.
Tú, que eres la Gracia derramada en nuestros corazones. R.
Tú, que oras continuamente dentro de nosotros. R.
Tú, que nos haces llamar ¡Padre! a Dios. R.
Tú, que nos enseñas a orar cuando nosotros no sabemos. R.
Tú, que nos iluminas con toda verdad. R.
Tú, que nos enriqueces con tus dones sagrados. R.
Tú, que nos haces producir frutos de santidad. R.
Tú, que nos llevas a la unión definitiva con Cristo. R.

Cristo Jesús, que estás en mí por tu Espíritu,


regalo que nos has merecido con tu muerte y tu resurrección.
Tú me lo sigues dando especialmente cuando vienes a mí
por la Comunión o cuando me encuentro contigo en tu Sagrario.
Por Él me haces santo con tu misma santidad.
Guárdame tu Espíritu en mi corazón.
Y hazme dócil a sus inspiraciones
para que viva lleno de su gozo y de su paz

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2. ACTOS

ACTOS DE ADORACIÓN

R: ¡TE ADORO JESÚS MÍO!

Vengo, Jesús mío, a visitarte. R.


Te adoro en el Sacramento de tu amor. R.
Te adoro en todos los Sagrarios del mundo. R.
Te adoro, sobre todo, en donde estás más abandonado
y eres más ofendido. R.
Te ofrezco todos los actos de adoración que has
recibido desde la institución de este sacramento
y recibirás hasta el fin de los siglos. R.
Te ofrezco las adoraciones de tu Santa Madre, de San José
y de las almas más enamoradas de la Eucaristía. R.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo...

***

ACTOS DE FE

R: ¡JESÚS MÍO, YO CREO EN TÍ!

Creo, Jesús mío, que eres el Hijo de Dios vivo, que has venido
a salvarnos. R.
Creo que estás presente en el augusto Sacramento del Altar. R.
Creo que estás por amor a mí en el Sagrario, noche y día. R.
Creo que has de permanecer con nosotros hasta el fin. R.
Creo que bendices y atiendes los ruegos de tus adoradores. R.
Creo que eres el Viático de los moribundos que te aman,
para llevarlos al Cielo. R.
Creo en Ti, y creo por los que no creen. R.

-20-
ACTOS DE ESPERANZA

R: ¡EN TÍ CONFÍO, SEÑOR!

Espero en Ti, Jesús mío, porque eres mi Dios,


que me
has creado para el Cielo. R.
Espero en Ti, porque todo lo he recibido de tu bondad. R.
Sólo lo malo es mío. R.
Espero en TI, porque eres mi Redentor. R.
Espero en Ti, porque eres mi Hermano
y me has
comunicado tu Filiación Divina. R.
Espero en Ti, porque eres mi Abogado
e intercedes por mí ante Dios Padre. R.
Espero en Ti, porque eres mi Intercesor constantemente
en la Eucaristía. R.
Espero en Ti, porque me has conquistado el Cielo
con tu Pasión y Muerte. R.
Espero en Ti, porque reparas mis deudas. R.
Espero en Ti, porque eres el verdadero Tesoro
de las almas. R.
Espero en Ti, porque eres tan bueno,
que me pides que confíe en Ti. R.
Espero en Ti, porque siempre me atiendes y me consuelas,
y nunca has defraudado mi esperanza. R.
Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío

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ACTOS DE CARIDAD

R: ¡JESÚS MÍO, YO TE AMO!

Te amo, Jesús mío, con todo mi corazón. R.


Porque Tú me amas infinitamente. R.
Porque Tú me has amado desde la eternidad. R.
Porque Tú has muerto para salvarme. R.
Porque Tú me amas tanto que no podrías amarme más. R.
Porque me haces participante de tu Divinidad
y quieres que lo sea también de tu Gloria. R.
Porque te entregas del todo a mí en la Comunión. R.
Porque me das en manjar tu Cuerpo y de tu Sangre. R.
Porque estás siempre por amor a mí en la Santa Eucaristía. R.
Porque me recibes siempre y nunca me rechazas. R.
Porque eres mi mejor Amigo. R.
Porque me colmas de tus dones. R.
Porque me tratas siempre con misericordia a pesar
de mis pecados e ingratitudes. R.
Porque me amas y me has enseñado que Dios es mi Padre. R.
Porque me has dado por Madre a tu propia Madre. R.
Dulce Corazón de Jesús, haz que te ame cada día más. R.
Dulce Corazón de Jesús, sé mi Amor. R.
Te amo por los que no te aman; R.
Te amo por los que nunca piensan en Ti; R.
Te amo por los que no te visitan; R.
Te amo por los que te ofenden e injurian. R.
¡Qué pena por todo esto! R.
“¡Oh, Jesús, yo me entrego a Ti para unirme al amor eterno,
inmenso e infinito que tienes a tu Padre Celestial! ¡Oh, Padre
Adorable! Te ofrezco todo el amor eterno, inmenso e infinito
de tu amado Hijo Jesús”. (San Juan Eudes.)

-22-
ACTOS DE GRATITUD

R: ¡GRACIAS, SEÑOR, POR TODOS TUS BENEFICIOS!

¡Oh, Jesús, te doy gracias por los beneficios


que me has concedido! R.
Yo no sabré nunca apreciarlos si no en el Cielo,
y allí te los agradeceré eternamente. R.
Padre Celestial, te los agradezco
por tu Santísimo Hijo Jesús. R.
Espíritu Santo, que me inspiras estos sentimientos,
a Ti sea dado todo honor y toda gloria. R.
Jesús mío, te doy gracias, sobre todo,
por haberme redimido. R.
Por haberme hecho cristiano, mediante el Santo Bautismo,
cuyas promesas renuevo. R.
Por haberme dado por Madre a tu propia Madre. R.
Por haberme dado un gran amor a tanta tierna Madre. R.
Por haberme dado por protector a San José,
tu padre adoptivo. R.
Por haberme dado el Ángel de mi Guarda. R.
Por haberme conservado hasta ahora la vida
para hacer penitencia. R.
Por tener estos deseos de amarte, de vivir
y morir en tu Gracia .R.

-23-
ACTOS DE CONTRICIÓN

R: ¡JESÚS MÍO, MISERICORDIA!

Jesús mío, te pido perdón por los muchos pecados


que he cometido durante mi vida. R.
Por los de mi niñez y adolescencia. R.
Por los de mi juventud. R.
Por los de mi edad adulta. R.
Por los que recuerdo y no recuerdo. R.
Por lo mucho que te he ofendido por ellos. R.
Por lo mal que me he portado contigo. R.
Siento mucho el haber pecado. R.
¡Perdóname, Señor Jesús! R.
Perdóname según tu gran misericordia. R.
Perdóname por lo ingrato que he sido para Ti. R.
Perdóname y no quieras acordarte ya de mis pecados. R.
Perdóname y limpia mi alma de tanta miseria e infidelidad. R.
Perdóname y ten misericordia de este pobre pecador. R.
Perdóname, que estoy muy arrepentido. R.
Perdóname, que quiero ser bueno en adelante
con tu gracia. R.
Perdóname, y aparta tu rostro de mis ingratitudes. R.
Perdóname, que me causan mucho dolor mis pecados. R.
Perdóname, porque me reconozco pecador. R.
Perdóname, porque no obstante,
Tú sabes que te quiero mucho. R.

Jesús, sé mi Salvador.
María, Madre mía, intercede por mí
ante tu Divino Hijo Jesús.
Dulce corazón de María, sé mi salvación.

-24-
ACTOS DE REPARACIÓN

Señor y Dios nuestro, ofendido por los pecados del mundo.


En unión con nuestro Señor Jesucristo, presente aquí
en la Eucaristía, quiero ofrecerte con mi oración y mi plegaria
una humilde reparación por los pecados de tantos hombres
hermanos míos y por mis pecados propios. Por todos nosotros,
y por todos los pecadores, te digo una y mil veces:
- Perdón, Señor, perdón.
Por los que se oponen y se enfrentan al avance del Reino.
Por los que obstaculizan la labor de tu Iglesia.
Por los ateos que te niegan y combaten.
Por las sectas secretas que siguen promoviendo el mal.
Por los catedráticos que conscientemente o por cobardía
siembran el error.
- Perdón, Señor, perdón.
Por los que dividen a tu Iglesia con las sectas.
Por los que siguen oponiéndose a la unión de los cristianos.
Por nuestros hermanos que abandonan la Iglesia Católica
y apostatan de la fe.
- Perdón, Señor, perdón.
Por las injusticias sociales, causa de las guerras fratricidas.
Por los asesinatos, secuestros y robos que nos quitan toda paz.
Por los abusos y corrupción de muchos gobernantes.
- Perdón, Señor, perdón.

Por los que voluntariamente cierran los ojos a la fe y no creen.


Por los cristianos que viven alejados de ti y no rezan.
Por los que desesperan y no te aman.

-25-
Por el odio y la falta de amor entre muchos cristianos.
Por las blasfemias que se profieren contra ti.
- Perdón, Señor, perdón.
Por los cristianos que profanan y no santifican el domingo.
Por los sacrílegos que abusan de los Sacramentos.
Por los tibios y negligentes que no se acercan a los Sacramentos.
- Perdón, Señor, perdón.
Por los padres descuidados y por los hijos rebeldes.
Por las familias que viven divididas y no se tienen amor.
Por los atentados contra la vida.
Por los que son víctimas del alcohol y de la droga.
- Perdón, Señor, perdón.
Por tanta fornicación, adulterio e impureza de nuestra sociedad.
Por los negociantes de la pornografía y los corruptores
de la niñez y juventud.
Por los que profanan la santidad del matrimonio.
- Perdón, Señor, perdón.
Por las almas consagradas que han sido infieles a su vocación.
Por los ataques al Santo Padre el Papa, Vicario de Jesucristo.
- Perdón, Señor, perdón.

Oración. Perdona, Señor, nuestros pecados.


Perdona los pecados de tu pueblo.
Perdona los pecados del mundo entero.
Nuestro pecado es mayor que nosotros, y no podemos con él.
Pero tu bondad es mayor que nuestro pecado, y tu Hijo,
presente aquí en la Eucaristía, murió para expiarlo, vencerlo y
destruirlo. Así nosotros, pecadores, somos trasladados del reino
de las tinieblas al Reino de tu luz admirable. Amén.

-26-
ACTOS DE SÚPLICA

R: ¡TE RUEGO, JESÚS MÍO!

Te ruego, Jesús mío.


Que no me dejes, porque me perderé. R.
Que me persevere siempre en tu Amor. R.
Que estés siempre conmigo, sobre todo
cuando esté en peligro de pecar y en la hora de mi muerte. R.
Que jamás permitas que me aparte de Ti. R.
Que sepa padecer con resignación por Ti. R.
Que no me preocupe si no de amarte. R.
Que ame también a mi prójimo. R.
Que ame mucho a los pecadores. R.
Que ame mucho a los necesitados y a los enfermos. R.
Te ruego, Jesús mío, que ampares:
a tu Santa Iglesia R.
al Romano Pontífice, tu Vicario visible en la Tierra. R.
A los Obispos y sacerdotes. R.
A los Religiosos y Religiosas R.
A los que mandan en tu nombre. R.
A nuestra querida Nación. R.
A mis amados familiares y allegados. R.
Que premies a mis bienhechores. R.
Que favorezcas a los que ruegan por mí. R.
Que bendigas a los que me traten con indiferencia o
no me quieran. R.
Que trabaje mucho por Tí, hasta mi muerte. R.
Que me concedas una muerte santa. R.
Que digas al morir: ¡Jesús, María, salvad el alma mía! R.
Que me lleves al Cielo cuando muera. R.
Amén.

-27-
3. PRECES - ORACIONES DE PETICIÓN

Hermanos, Dios ama a todos sus hijos.


Presentémosle nuestra oración
para que nos guíe por el camino de la reconciliación.

R. Te rogamos, óyenos.

‐Por la santa Iglesia de Dios, nacida del corazón de Cristo:


para que anuncie a todos los pueblos el amor de Dios
y a los hombres. Roguemos al Señor. R.

‐ Por todas las naciones y sus habitantes:


para que vivan en la justicia,
busquen caminos de reconciliación
y se edifiquen en la mutua caridad.
Roguemos al Señor. R.

‐Por los necesitados, los enfermos y los pecadores:


para que el Padre amoroso tenga piedad de ellos,
los cure y los ilumine.
Roguemos al Señor. R.

‐Por los miembros de nuestra Arquidiócesis:


para que sepamos amarnos mutuamente
y reine entre nosotros la comprensión y la paz.
Roguemos al Señor. R.

-28-
ORACIÓN DE PETICIÓN PERSONAL
(Papa Clemente XI)

Creo, Señor, haz que crea con más firmeza;


espero, haz que espere con más confianza;
me arrepiento, haz que tenga mayor dolor.
Te adoro como primer principio;
te deseo como fin último;
te alabo como bienhechor perpetuo;
te invoco como defensor propicio.
Dirígeme con tu sabiduría, átame con tu justicia,
consuélame con tu clemencia, protégeme con tu poder.
Te ofrezco, Señor, mis pensamientos, para que se dirijan a ti,
mis palabras, para que hablen de ti;
mis obras, para que sean tuyas;
mis contrariedades, para que las lleve por ti.
Quiero lo que quieras, quiero porque quieres,
quiero como lo quieres, quiero hasta que quieras.
Señor, te pido que ilumines mi entendimiento,
inflames mi voluntad, limpies mi corazón, santifiques mi alma.
Que me aparte de mis pasadas iniquidades,
rechace las tentaciones futuras, corrija las malas
inclinaciones, practique las virtudes necesarias.
Concédeme, Dios de bondad, amor a ti,
celo por el prójimo y desprecio a lo mundano.
Que sepa obedecer a los superiores, ayudar a los inferiores,
aconsejar a los amigos y perdonar a los enemigos.

-29-
Que venza la sensualidad con la mortificación,
la avaricia con la generosidad, la ira con la bondad,
la tibieza con la piedad. Hazme prudente ante los consejos,
constante en los peligros, paciente en las contrariedades,
humilde en la prosperidad.

Señor, hazme atento en la oración, sobrio en la comida,


constante en el trabajo, firme en los propósitos.
Que procure tener inocencia interior, modestia exterior,
conversación ejemplar y vida ordenada.

Haz que esté atento a dominar mi naturaleza,


a fomentar la gracia, servir a tu ley y a obtener tu salvación.
Que aprenda de ti qué poco es lo terreno, qué grande lo divino,
qué breve el tiempo, qué durable lo eterno.

Concédeme preparar la muerte, temer el juicio,


evitar el infierno y alcanzar el paraíso.

Por Cristo nuestro Señor.


Amén.

-30-
ORACIÓN DE PETICIÓN (I)

Señor Jesús, queremos poner cerca de Ti a aquellos que sufren,


pues sabemos que en cada uno sigue Tú agonía. Te pedimos:

• Por los agonizantes y enfermos terminales,


que no les falte el ángel del consuelo.
R. Te rogamos al Señor
• Por los que viven en la miseria y el olvido. R.
• Por los que son víctimas del terror, de la guerra, de los
secuestros y la tortura. R.
• Por los ancianos que no son queridos y se sienten solos,
que encuentren personas que los acompañen y valoren. R.
• Por las mujeres maltratadas, víctimas de la violencia
de género, la trata y el comercio de personas,
que puedan recuperar su dignidad y su libertad. R.
• Por los niños esclavizados, vendidos, prostituidos,
militarizados, que encuentren los medios para rehacer
sus vidas. R.
• Por los que no tienen trabajo, o se sientas que fracasaron
en algún aspecto de sus vidas, que no les falte la esperanza. R.
• Por todos los que están marcados por el desamparo
o el vicio y las adicciones, que no pierdan la esperanza
de una liberación. R.
• Por los inmigrantes, que tienen que afrontar tantos riesgos
y separaciones, que puedan ser integrados socialmente
y alcanzar sus proyectos. R.

Oh Jesús, que luchaste y sufriste la agonía de Getsemaní,


acompaña y conforta a cuantos se encuentran tristes.
Padrenuestro...
-31-
ORACIÓN DE PETICIÓN (II)

Señor Jesucristo, Hijo de Dios Vivo,


que por la voluntad del Padre y la cooperación
del Espíritu Santo, por tu Muerte, vivificaste al mundo,
por el inefable Sacramento de tu Cuerpo y de tu Sangre,
líbranos de todo mal e inseguridad, haznos adherir
a tus mandatos y no permitas que seamos separados de Ti.
Dígnate, Señor, te rogamos, curar las enfermedades
de nuestra alma, para que purificados de nuestras faltas
y habiendo recibido la gracia del perdón,
nos alegremos siempre con tu bendición.
Dios, que nos dejaste en este admirable Sacramento
el Memorial de tu Pasión, concédenos venerar de tal manera
los sagrados Misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre,
que podamos experimentar siempre en nosotros
los frutos de tu redención.
Dios, que has preparado bienes invisibles para quienes te aman,
infunde en nuestros corazones el afecto de tu amor,
para que amándote en todo y sobre todas las cosas,
alcancemos tus promesas que superan todo deseo.
Dios, que nos renuevas a tu imagen por este Sacramento,
guía nuestros pasos por tus sendas, y haznos recibir
por tu clemencia, el don de la caridad que anhelamos.
Por nuestro Señor Jesucristo...
V. Bendigamos al Señor.
R. Demos gracias a Dios.
V. Que las almas de los fieles difuntos, por la misericordia
divina, descansen en paz. R. Amén.

-32-
PETICIONES

- Confiados, elevemos nuestras preces a Jesucristo,


nuestro Mediador y Hermano, para que Él las presente al Padre.
Bendice, Señor, a nuestra Santa Madre la Iglesia Católica.
Que Dios se digne pacificarla, unirla, custodiarla en todo
el orbe de la tierra, vivificándola cada día, extendiéndola
hasta los últimos confines del mundo, para que ella,
a través de todos nosotros, sus miembros vivos, glorifique
a Dios, Padre Omnipotente.
Bendice a nuestro santísimo Padre el Papa N. N.,
a nuestro Obispo, a todo el Colegio Episcopal, a los Sacerdotes
de nuestra comunidad, que rigen el Pueblo santo de Dios.
Te rogamos, óyenos.
Bendice, Señor, a quienes elegiste para que se consagrasen a ti;
acrecienta el número de los llamados; aumenta su ilusión
y generosidad, para que sean luz del mundo y sal de la tierra.
Te rogamos, óyenos.
Bendice, a nuestra Patria; haz sentir su responsabilidad
a nuestros gobernantes, para que haya justicia dentro del orden,
para que haya más amor entre los hombres.
Te rogamos, óyenos.
Bendice nuestra sed de ser santos; nuestras ansias apostólicas;
nuestras familias; nuestros estudios; nuestros trabajos;
todas nuestras cosas.
Te rogamos, óyenos.
Bendice en tu Iglesia las Asociaciones y Movimientos
de Apostolado Seglar; bendice en especial al movimiento
en que Tú nos has puesto y que nos has confiado.
Te rogamos, óyenos.

-33-
Infúndenos una piedad auténtica; alegría y simpatía
en el trato con los hermanos; ardor y brío apostólicos,
para trabajar siempre más y mejor.
Te rogamos, óyenos.
Haz que, con tu gracia, sintamos la responsabilidad
de la gran misión apostólica que nos has confiado.
Te rogamos, óyenos.
Que no necesitemos milagros para creer y obrar,
pero que tengamos tanta fe que merezcamos que nos los hagas.
Te rogamos, óyenos.
Danos cristianos que te amen sobre todas las cosas,
fieles al lema: “¡Aunque todos te abandonen, yo no!”
Te rogamos, óyenos.
Por los que llevan el peso de nuestros ambientes,
por los más valientes y sacrificados.
Te rogamos, óyenos.
Por los más cobardes de nosotros; por los que más necesitan
de tu gracia; por los que creen necesitarla menos;
por los que de nosotros menos se sacrifican y trabajan menos;
por los que se conforman con lo que han hecho.
Te rogamos, óyenos.
Por los que se empeñan en servir a dos señores;
por los que se enfrían en tu servicio;
por los que más nos fastidian y mortifican.
Te rogamos, óyenos.
Para que sepamos superar con tu gracia los fracasos;
para que sepamos sacar de ellos fruto apostólico;
para que no nos envanezcamos con los éxitos.
Te rogamos, óyenos.

-34-
Para que, con inteligente valentía, sepamos promover la justicia
social en las realidades temporales en que estamos inmersos.
Te rogamos, óyenos.
Por los hombres y mujeres que has vinculado a nuestra
generosidad; por los que con nuestra ayuda conquistarás,
por los que te conocerían si fuéramos más fieles a tu llamada.
Te rogamos, óyenos.
Por los que se han encomendado a nuestras oraciones;
por los que principalmente quisiéramos tener presentes
en esta Hora apostólica; por los cristianos que no te conocen;
por los que nos compadecen a nosotros.
Te rogamos, óyenos.
Bendice, Señor, a los enfermos, a los pobres, a los presos
a los oprimidos, a cuantos sufren y peligran.
Te rogamos, óyenos.
Bendice a los hermanos separados, para que todos
los que invocamos tu Nombre lleguemos a la unidad
en el seno de la única Iglesia.
Te rogamos, óyenos.
Bendice a los que, sin conocerte, te buscan;
dales, Señor, misioneros, dales la Fe.
Te rogamos, óyenos.
Señor Jesús, acogemos tu Palabra y te alabamos;
y te prometemos, con tu gracia, serte fieles hasta morir.

-35-
4.ORACIONES DE ADORACIÓN
TE ADORO CON DEVOCIÓN
(Santo Tomás de Aquino)
Te adoro con devoción, Dios escondido,
oculto verdaderamente bajo estas apariencias.
A ti se somete mi corazón por completo,
y se rinde totalmente al contemplarte.
Al juzgar de ti se equivocan la vista, el tacto, el gusto,
pero basta con el oído para creer con firmeza;
creo todo lo que ha dicho el Hijo de Dios;
nada es más verdadero que esta palabra de verdad.
En la cruz se escondía sólo la divinidad,
pero aquí también se esconde la humanidad;
creo y confieso ambas cosas, y pido lo que pidió
el ladrón arrepentido.
No veo las llagas como las vio Tomás,
pero confieso que eres mi Dios;
haz que yo crea más y más en ti,
que en ti espere, que te ame.
¡Oh memorial de la muerte del Señor!
Pan vivo que da la vida al hombre;
concédele a mi alma que de ti viva,
y que siempre saboree tu dulzura.
Señor Jesús, bondadoso pelícano, límpiame, a mí,
con tu sangre, de la que una sola gota puede liberar
de todos los crímenes al mundo entero.
Jesús, a quien ahora veo escondido,
te ruego que se cumpla lo que tanto ansío:
que al mirar tu rostro ya no oculto,
sea yo feliz viendo tu gloria. Amén.

-36-
QUE LA LENGUA HUMANA CANTE
(Santo Tomás de Aquino)

Cante la voz del Cuerpo más glorioso el misterio sublime


y elevado, de la Sangre preciosa que, amoroso,
por rescate del mundo ha derramado,
siendo fruto de un vientre generoso,
el Rey de todo el orbe, el Ser increado.
Dado para nosotros, y naciendo de la Virgen intacta
y recogida, habitando en el mundo y esparciendo semilla
de palabra que da vida, con orden admirable
y estupendo el tiempo concluyó de su venida.
En la noche de la última cena que tomó con sus hermanos,
cumpliendo ya la ley, en que se ordena el cordero pascual
a los ancianos, a sí mismo en manjar
a la docena de apóstoles se entrega por sus manos.
De nuestra carne el Verbo revestido hace, con solo haberlo
pronunciado, que el pan sea en su carne convertido;
y el vino en propia sangre transformado:
y si desfallecer llega el sentido con la fe
el corazón sincero es confirmado.
Demos pues a tan gran sacramento culto
y adoración todos rendidos; y ceda ya el antiguo
documento a los ritos de nuevo instituidos:
constante nuestra fe de suplemento
a defecto de luz de los sentidos.
Al Padre con el Hijo sea dado júbilo, aplauso y gloria
eternamente, salud, virtud y honor interminado,
bendición y alabanza reverente; y al Espíritu de ambos aspirado
sea gloria y loor no diferente. Amén.

-37-
INVITACIÓN

(Santo Cura de Ars)

"¡Qué consoladores y suaves son los momentos


pasados con este Dios de bondad!

¿Estás dominado por la tristeza?


Ven un momento a echarte a sus pies,
y quedarás consolado.

¿Eres despreciado por alguien?


Ven aquí, y hallarás un amigo
que jamás quebrantará la fidelidad.

¿Te sientes tentado?


Aquí es donde vas a hallar las armas más seguras
para vencer a tu enemigo.

¿Temes el juicio de Dios?


Aprovecha del tiempo en que tu Dios
es Dios de misericordia
y en que tan fácil es conseguir el perdón.

¿Estás oprimido por la pobreza?


Ven aquí, donde hallarás a un Dios inmensamente rico,
que te dirá que todos sus bienes son tuyos,
no en este mundo sino en el otro".

-38-
ORACIÓN AL SANTÍSIMO SACRAMENTO

(Santo Tomás de Aquino)

Oh, santísimo Jesús,


que aquí eres verdaderamente Dios escondido:
concédeme desear ardientemente, buscar prudentemente,
conocer verdaderamente y cumplir perfectamente,
en alabanza y gloria de tu nombre, todo lo que te agrada.
Ordena, oh Dios mío, el estado de mi vida:
concédeme que conozca lo que de mí quieres
y que lo cumpla como es menester
y conviene a mi alma. Dame, oh Señor Dios mío,
que no desfallezca entre las prosperidades y adversidades,
para que ni en aquellas me ensalce, ni en éstas me abata.
De ninguna tengo gozo ni pena,
sino de lo que lleva a ti o apartas de ti.
Séanme viles, Señor, todas las cosas transitorias,
y preciosas todas las eternas.
Disgústeme, Señor, todo gozo sin ti.
Séame deleitoso, oh Señor, cualquier trabajo por ti,
y enojoso el descanso sin ti. Dame, oh Dios mío,
que levante a ti mi corazón, frecuente y fervorosamente,
hacerlo todo con amor, tener por muerto
lo que no pertenece a tu servicio, hacer mis obras
no por rutina, sino refiriéndolas a ti con devoción.
Hazme, oh Jesús, amor mío y mi vida,
obediente sin contradicción, pobre sin rebajamiento,
casto sin corrupción, paciente sin murmuración,

-39-
humilde sin ficción, alegre sin disipación,
maduro sin pesadumbre, diligente sin inconsistencia,
temeroso de ti sin desesperación, veraz sin doblez;
haz que practique el bien sin presunción,
que corrija al prójimo sin soberbia, que le edifique
con palabras y obras sin fingimientos.

Dame, oh Señor Dios mío,


un corazón vigilante
que ningún pensamiento curioso le aparte de ti:
dame un corazón noble
que ninguna intención siniestra le desvíe;
dame un corazón firme
que ninguna tribulación le quebrante;
dame un corazón libre
que ninguna pasión violenta le domine.

Otórgame, oh Señor Dios mío,


entendimiento que te conozca,
diligencia que te busque, sabiduría que te halle,
comportamiento que te agrade, perseverancia
que confiadamente te espere y esperanza que finalmente
te abrace. Dame que me aflija aquí con tus penas
por la penitencia, que en el camino de mi vida
use de tus beneficios por gracia, y en la patria
goce de tus alegrías por gloria.

Señor que vives y reinas,


Dios por todos los siglos de los siglos.
Amén.

-40-
ORACIÓN A JESÚS SACRAMENTADO
(Santo Tomás de Aquino)

Concédeme, Dios misericordioso,


que desee yo con ardor lo que Tú apruebas,
que lo busque con prudencia, lo reconozca con verdad,
lo cumpla con perfección, en alabanza y gloria de tu nombre.
Pon orden en mi vida, y concédeme conocer
lo que quieres que haga; concédeme cumplir debidamente
lo que sea útil para la salvación de mi alma.
Que me dirija a ti, Señor, por un camino seguro, recto,
agradable, y apto para llevarme al término;
un camino que no se extravíe entre las prosperidades
y las adversidades, de modo que te dé gracias
en las cosas prósperas, y en las adversas
conserve la paciencia, no dejándome exaltar
por las primeras ni abatir por las segundas.
Que nada me regocije ni me atribule, fuera de aquello
que a ti me lleve o me aparte de ti.

Que no desee gustar o tema desagradar a nadie sino a ti.

Que todo lo perecedero se vuelva vil ante mis ojos por tu causa,
Señor, y que todo lo que contigo se relacione sea amado por mí;
y Tú más que todas las cosas. Que toda alegría que existe sin ti
me fatigue y, fuera de ti, nada desee.

Que todo trabajo, Señor, me sea agradable si es para ti,


y todo reposo ajeno a ti me sea insoportable.

-41-
Concédeme elevar frecuentemente mi corazón a ti,
y cuando desfallezca, que me apene de mi falta
con propósito firme de corregirme.

Hazme, Señor, obediente sin contradicción,


pobre sin defecto, casto sin corrupción, paciente sin protesta,
humilde sin ficción, alegre sin disipación, triste sin abatimiento,
maduro sin pesadumbre, diligente sin inconstancia, animado
por tu temor sin desesperación, sincero sin doblez,
hacedor del bien sin presunción, capaz de reprender al prójimo
sin soberbia, edificándolo con palabras
y ejemplos sin fingimientos.

Dame, Señor Dios, un corazón vigilante,


que ningún pensamiento curioso arrastre lejos de ti;
un corazón noble, que ninguna indigna afección lo desvíe;
un corazón firme, que ninguna adversidad destroce;
un corazón libre, que ninguna pasión violenta subyugue.

Concédeme, Señor, Dios mío,


una inteligencia que te conozca,
una diligencia que te busque,
una sabiduría que te encuentre,
una vida que te plazca,
una perseverancia que te espere con confianza
y una confianza que al fin te posea.

Concédeme ser afligido por tus penas en la penitencia


y que en el camino de mi vida use de tus alegrías para la gloria.
Señor, que vives y reinas,
Dios por todos los siglos de los siglos. Amén.

-42-
AMOR ME PIDES, AMOR ME DAS

(Santa Teresita de Lisieux)

Sagrario del Altar el nido de tus más tiernos


y regalados amores.
Amor me pides, Dios mío, y amor me das;
tu amor es amor de cielo,
y el mío, amor mezclado de tierra y cielo;
el tuyo es infinito y purísimo; el mío, imperfecto y limitado.
Sea yo, Jesús mío, desde hoy, todo para Ti,
como Tú los eres para mí.
Que te ame yo siempre, como te amaron los Apóstoles;
y mis labios besen tus benditos pies,
como los besó la Magdalena convertida.
Mira y escucha los extravíos de mi corazón arrepentido,
como escuchaste a Zaqueo y a la Samaritana.
Déjame reclinar mi cabeza en tu sagrado pecho
como a tu discípulo amado San Juan.
Deseo vivir contigo, porque eres vida y amor.
Por sólo tus amores, Jesús, mi bien amado,
en Ti mi vida puse, mi gloria y porvenir.
Y ya que para el mundo soy una flor marchita,
no tengo más anhelo que, amándote, morir.

-43-
TÚ ERES VIDA

(Santiago Alberione)

Jesús, Divino Maestro,


te adoramos como Hijo unigénito de Dios,
venido a la tierra para dar vida,
la más abundante, a la humanidad.
Te damos gracias porque, al morir en la cruz,
mereciste para nosotros la vida, que nos das en el Bautismo
y alimentas en la Eucaristía y en los demás sacramentos.
Vive en nosotros, oh Jesús,
con la efusión del Espíritu Santo, para que te amemos
con toda nuestra mente, fuerza y corazón,
y amemos a nuestro prójimo como a nosotros mismos
por amor a ti.

Aumenta en nosotros la caridad,


para que un día, llamados desde el sepulcro a la vida gloriosa,
estemos unidos a ti en la felicidad eterna del cielo.
Amén.

-44-
OH VERBO ETERNO

(San Alfonso de Ligorio)

Oh Verbo Eterno, que habiéndote hecho hombre,


no te has contentado con morir por nosotros.

Nos has dado también este Sacramento como compañía,


como alimento y como prenda del paraíso.

Te haces presente entre nosotros,


primero como niño en un establo,
luego como pobre en un taller,
después como criminal en una cruz
y ahora como pan en un altar.

Dime, ¿podrías inventar más formas


de ganarte nuestro amor?

Señor, no quiero vivir si no es para amarte sólo a ti, ...

Mi amado Redentor,
has gastado toda tu vida por mí.
Y qué tengo que amar, sino a ti que eres todo belleza,
todo bondad, todo bien, todo amor, todo gracia.
Mi alma sólo vive para amarte, ...

Sólo oír las palabras “pesebre”, “cruz”, “sacramento”,


enciende mi espíritu con el deseo de hacer
grandes cosas por ti.

-45-
ORACIONES A LAS LLAGAS DE CRISTO

Madre María, contigo me pongo ahora al pie de la Cruz.


Los espasmos de Jesús, producidos por los clavos crueles,
y la terrible lanzada hundida después en su pecho,
te hicieron sufrir a ti en tu alma aquellos dolores atroces
que te profetizó Simeón.
Detesto mis pecados, que fueron los que destrozaron tu Corazón
amoroso al destrozar la Humanidad santísima de Jesús.
Y al ser descolgado Él de la Cruz,
¡Con qué amor besaste aquellos agujeros por los que corrió
hasta la tierra la Sangre divina! Después, resucitado el Señor,
volviste a besar aquellas benditas Llagas, ya glorificadas,
mientras el Espíritu te inundaba
con avenidas torrenciales de Gracia.
Así quiero estar yo ahora delante de Jesús:
como Tú en el Calvario, como Tú ante el Señor resucitado...
Con María, besando las Llagas de Jesús

la. Beso, Jesús, la llaga de tu mano derecha.


Bendíceme con ella.
Traza sobre mí tu signo de salvación, y sea para mí la prenda
de la vida eterna que me tienes preparada en tu Cielo
y que me vas a dar un día. ¡Dentro de tus llagas, escóndeme!
2ª. Beso, Jesús, la llaga de tu mano izquierda.
Estréchame contra tu pecho.
Que sienta todo el calor de tu Corazón.
Y haz de mi vida una entrega total al amor divino.
Dame el espíritu de oración, para mantenerme en unión
continua con mi Dios. ¡Dentro de tus llagas, escóndeme!

-46-
3ª. Beso, Jesús, la llaga de tu pie derecho.
Como la Magdalena el día de la Resurrección.
Siento que me llamas por mi propio nombre.
Me conoces. Me amas.
Como yo también te amo a ti, Señor, con todo el corazón.
¡Dentro de tus llagas, escóndeme!
4a. Beso, Jesús, la llaga de tu pie izquierdo.
Tus pies benditos no se cansaron de buscar, hasta rendirse,
a todos los que te necesitaban y Tú podías aliviar.
Enséñame a buscar a los hermanos que necesitan de mí.
Después de estar contigo, Señor, oriéntame Tú
hacia todos aquellos a quienes pueda prestar por tu amor
y en tu nombre una ayuda o el consuelo que necesitan.
¡Dentro de tus llagas, escóndeme!
5ª. Beso y adoro, Jesús, la llaga de tu costado.
Como Juan en la Última Cena, quiero sentir los latidos
de tu amante Corazón. Y como Pedro a la orilla del lago,
te digo y te repito una y mil veces: “Señor, Tú lo sabes todo.
¡Tú sabes que yo te quiero!”.
¡Dentro de tus llagas, escóndeme!

¡Señor Jesucristo! Deja escapar por esas puertas benditas


de tus Llagas el don máximo que nos mereciste con tu pasión
y muerte. Lléname de la Gracia de tu divino Espíritu,
que me lleve a las cumbres de la perfección cristiana. Así sea.
Señor Jesús, mira con bondad a nuestro Santo Padre el Papa N.
N., puesto por ti al frente de tu Iglesia para que haga tus veces
en la tierra. Guárdalo, Señor. Defiéndelo.
Hazlo dichoso al ver la docilidad con que le escuchamos,
le obedecemos y le seguimos, porque, llenos de fe,
sabemos que al estar con tu Vicario estamos con tu Iglesia
y permanecemos siempre contigo. Así sea.

-47-
MARÍA, PRIMER SAGRARIO DE DIOS

María, tú fuiste el primer sagrario de la historia.


Ayúdame a ser un verdadero adorador de la Eucaristía.
María, tu primera comunión duró nueve meses
pues fue el tiempo en que llevaste a Dios hecho hombre
en tus purísimas entrañas. Ayúdame a recibir siempre
la Sagrada Comunión con el alma limpia.
María, tú portabas ya al Salvador
cuando visitaste a tu prima Santa Isabel.
Ayúdame para que mi vida eucarística se manifieste
en el servicio a los demás.
María, en Belén tú fuiste la primera
que acogió con ternura a Jesús, el Dios encarnado.
Ayúdame a tener detalles de amor con la Sagrada Eucaristía.
María, tú llevaste al niño Jesús
para ser presentado en el templo.
Ayúdame para que la Eucaristía que recibo con humildad
me convierta en una ofrenda agradable a mi Padre Dios.

María, tú intercediste ante Jesús


para que en las bodas de Caná hiciese su primer milagro.
Ayúdame para que nunca me acostumbre a los milagros
que obra en mí Jesús Eucaristía.
María, tú estuviste con fe al pie de la Cruz.
Ayúdame para que mi vida eucarística me haga fuerte
ante las dificultades.
María, tú que con los apóstoles esperabas la venida
del Espíritu Santo. Ayúdame para que al recibir la Eucaristía
me deje llenar por el Espíritu Santo. Amén.
-48-
AVE VERUM

Salve, verdadero Cuerpo, nacido de María Virgen:


que verdaderamente ha padecido,
inmolado en la cruz por el hombre.

De cuyo costado perforado fluyó agua y sangre:


concédenos gustarte en el momento de la muerte.

¡Oh Jesús dulce! ¡Oh Jesús piadoso!


¡Oh Jesús, hijo de María!
Amén.

-49-
5. LETANÍAS

LETANÍA DE ALABANZA

Alabado seas, Jesús, tú eres mi vida, eres mi amor.


Alabado seas, Jesús, Tú eres el Nombre sobre todo nombre.
Alabado seas, Jesús, tú eres el Emmanuel, Dios con nosotros.
Alabado seas, Jesús, tú eres el Rey de reyes.
Alabado seas, Jesús, tú eres el Rey de la creación.
Alabado seas, Jesús, tú eres el Rey del universo.
Alabado seas, Jesús, tú eres el Señor de los señores.
Alabado seas, Jesús, tú eres el Todopoderoso.
Alabado seas, Jesús, tú eres el Cristo.
Alabado seas, Jesús, tú eres el Mesías.
Alabado seas, Jesús, tú eres el Ungido.
Alabado seas, Jesús, tú eres el Cordero de Dios.
Alabado seas, Jesús, tú eres el León de Judá.
Alabado seas, Jesús, tú eres la brillante Estrella de la mañana.
Alabado seas, Jesús, tú eres nuestro Campeón y nuestro Escudo.
Alabado seas, Jesús, tú eres nuestra Fuerza y nuestro Cántico.
Alabado seas, Jesús, tú eres nuestro Camino, Verdad y Vida.
Alabado seas, Jesús, tú eres el Consejero admirable.
Alabado seas, Jesús, tú eres el Príncipe de la Paz.
Alabado seas, Jesús, tú eres la Luz del mundo.
Alabado seas, Jesús, tú eres la Palabra viva.
Alabado seas, Jesús, tú eres el Redentor.
Alabado seas, Jesús, Tú eres el Santo de Israel.
Alabado seas, Jesús, tú eres el Buen Pastor.
Alabado seas, Jesús, tú eres la Puerta de las ovejas.
Alabado seas, Jesús, tú eres el Señor de los ejércitos.
Alabado seas, Jesús, tú eres la Roca eterna.

-50-
Alabado seas, Jesús, tú eres mi Resguardo.
Alabado seas, Jesús, tú eres el Salvador del mundo.
Alabado seas, Jesús, tú eres mi Alcázar.
Alabado seas, Jesús, tú eres el Refugio de los Montes.
Alabado seas, Jesús, tú eres el Pan de vida.
Alabado seas, Jesús, tú eres la Fuente de la Santidad.
Alabado seas, Jesús, tú eres las Aguas Vivas.
Alabado seas Jesús, tú eres el Vino Verdadero.
Alabado seas, Jesús, tú eres mi Esposo y mi Creador.
Alabado seas, Jesús, tú eres nuestra Fortaleza.
Alabado seas, Jesús, tú eres nuestro Libertador.
Alabado seas, Jesús, tú eres nuestra Victoria.
Alabado seas, Jesús, tú eres nuestra Salvación.
Alabado seas, Jesús, tú eres nuestra Justicia.
Alabado seas, Jesús, tú eres nuestra Sabiduría.
Alabado seas, Jesús, tú eres nuestra Santificación.
Alabado seas, Jesús, tú eres nuestra Justificación.
Alabado seas, Jesús, tú eres la Puerta.
Alabado seas, Jesús, tú eres el Gran “Yo Soy”.
Alabado seas, Jesús, tú eres el Gran Sumo Sacerdote.
Alabado seas, Jesús, tú eres la Piedra angular.
Alabado seas, Jesús, tú eres nuestro Fundamento seguro.
Alabado seas, Jesús, tú eres nuestra Alegría.
Alabado seas Jesús, tú eres nuestra Porción y nuestro Cáliz.
Alabado seas, Jesús, tú eres nuestra Sanación y Plenitud.
Alabado seas, Jesús, tú eres nuestra Alianza.
Alabado seas, Jesús, tú eres la Promesa del Padre.
Alabado seas, Jesús, tú eres el Eterno.
Alabado seas, Jesús, tú eres el Dios Altísimo.
Alabado seas, Jesús, tú eres el Cordero que fue inmolado.
Alabado seas, Jesús, tú eres el Juez justo y misericordioso.
Alabado seas, Jesús, tú eres el Bálsamo de Galaad.
Alabado seas, Jesús, tú eres el Guerrero poderoso.
Alabado seas, Jesús, tú eres mi Defensa.

-51-
Alabado seas, Jesús, tú eres el Novio.
Alabado seas, Jesús, tú eres mi Paciencia.
Alabado seas, Jesús, tú eres mi Proveedor.
Alabado seas, Jesús, tú eres la Resurrección y la Vida.
Alabado seas, Jesús, tú eres el Alfa y la Omega.
Alabado seas, Jesús, tú eres el Principio y el Fin.
Alabado seas, Jesús, tú eres Todo lo que necesito.
Alabado seas, Jesús, tú eres Todo lo que quiero.
¡Alabado seas, Jesús, tú eres digno de toda alabanza!

***

LETANÍAS AL SANTÍSIMO SACRAMENTO (I)

Señor, Ten Piedad,


Cristo, Ten Piedad,
Cristo, óyenos,
Cristo, escúchanos,
Dios, Padre Celestial, Ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo,
Ten piedad de nosotros.
Dios, Espíritu Santo,
Ten piedad de nosotros.
Santa Trinidad, que eres un solo Dios
Cristo, Pan vivo bajado del Cielo,
R. Quédate con nosotros, Señor.
Pan de los Ángeles. R.
Pan de fraternidad. R.
Cuerpo y Sangre entregados por nosotros. R.
Cuerpo y Sangre que dan la vida. R.
Cuerpo y Sangre que alimentan la esperanza. R.

-52-
Cuerpo y Sangre que fortalecen la fe. R.
Cuerpo y Sangre, signos vivos de caridad . R.
Cuerpo y Sangre para acompañar el camino de los creyentes. R.
Cuerpo y Sangre, presencia real del Salvador. R.
Cuerpo y Sangre, alimento espiritual de la Iglesia. R.
Cuerpo y Sangre, consuelo y vida de los cristianos. R.
Cuerpo y Sangre, viático para a la vida eterna. R.
Por tu entrega en la cruz. R.
Por tu presencia silenciosa en los sagrarios. R.
Por tu soledad en el tabernáculo. R.
Por las ofensas a tu Presencia real. R.
Por las profanaciones que recibes. R.
Por el olvido de tus mandamientos. R.
Por los odios que nos dividen. R.
Por la violencia que vive tu pueblo. R.
Por la falta de compromiso de los creyentes. R.
Para que reine la paz. R.
Para que encontremos caminos de reconciliación. R.
Para que sintamos tu llamada a la conversión. R.
Para que vivamos unidos en la fe y en la verdad. R.
Para que reine la justicia que procede de tu amor. R.
Para que cesen los odios y las venganzas. R.
Para que triunfe el amor y la esperanza. R.
Para que perdonemos como Tú. R.
Para que santifiques y conserves tu santa Iglesia, . R
Para que santifiques, protejas y bendigas a tus sacerdotes. R
Para que acompañes y lleves a su plenitud las vocaciones. R
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
Perdónanos Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
Óyenos Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
Ten piedad de nosotros.

-53-
LETANÍA DE CONFIANZA

De la creencia de que tengo que ganarme tu amor.


R. Líbrame, Jesús.
Del temor a no ser amado.
De la falsa seguridad de que me bastan mis fuerzas. R.
Del temor a quedarme sin ayuda por confiar en ti. R.
De dudar de tus palabras y promesas. R.
De rebelarme contra el depender de ti como un niño. R.
Del rechazo y la renuencia a aceptar tu voluntad. R.
De la ansiedad por el futuro. R.
Del resentimiento o la preocupación excesiva
por el pasado. R.
De la incredulidad en tu amor y en tu presencia. R.
Del temor de que se me pida más de lo que tengo. R.
De creer que mi vida no tiene sentido o valor. R.
De temer las exigencias del amor. R.
Del desaliento. R.
Porque estás continuamente abrazándome, sosteniéndome
y amándome. R. Jesús, confío en ti.
Porque tu amor me transforma y es mayor que mis faltas. R.
Porque no saber lo que el mañana traerá es una invitación
para apoyarme en ti. R.
Porque estás conmigo en mi sufrimiento, Jesús, confío en ti.
Porque mi sufrimiento, unido al tuyo, dará fruto en esta vida
y en la próxima. R.
Porque no me dejarás huérfano ya que estás presente
en tu Iglesia. R.
Porque tu plan es mejor que cualquier otro. R.

-54-
Porque siempre me escuchas y, en tu bondad,
siempre me respondes . R.
Porque me das tu gracia para aceptar el perdón
y para perdonar a los demás. R.
Porque me das toda la fortaleza que necesito para todo
lo que me pides. R.
Porque mi vida es un don. R.
Porque me enseñarás a confiar en ti. R.
Porque eres mi Señor y mi Dios. R.
Porque me amas con predilección. R.

(Adaptado de la “Letanía de la Confianza” de Sor Faustina)

***

ORACIÓN

Señor nuestro Jesucristo, que en este sacramento admirable


nos dejaste el memorial de tu pasión, concédenos venerar
de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre,
que experimentemos constantemente en nosotros
el fruto de tu redención.

Tú que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu


Santo y eres Dios por los siglos de los siglos.
Amén.

-55-
LETANÍAS AL SANTÍSIMO SACRAMENTO (II)

Señor, ten misericordia de nosotros.


¡Oh Cristo! ten misericordia de nosotros.
Señor, ten misericordia de nosotros.
¡Oh Cristo! óyenos.
¡Oh Cristo! escúchanos.
Dios Padre celestial, R. Ten misericordia de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo, R.
Dios Espíritu Santo, R.
Santísima Trinidad, un solo Dios, R.
Pan vivo que bajaste del Cielo, R.
Dios escondido y Salvador, R.
Comida de los escogidos, R.
Vino que engendras vírgenes, R.
Pan substancioso y de los reyes regalo, R.
Sacrificio continuo, R.
Ofrenda pura, R.
Cordero sin mancha, R.
Mesa purísima, R.
Comida de los ángeles, R.
Maná escondido, R.
Memorial de las maravillas de Dios, R.
Pan sobre substancial, R.
Verbo hecho carne, R.
Dios con nosotros, R.
Hostia Santa, R.
Cáliz de Bendición, R.
Misterio de fe, R.
Pre excelso y venerable Sacramento, R.
Sacrificio, el más santo de todos, R.
Verdadero propiciatorio por los vivos y difuntos, R.

-56-
Remedio celestial, con el que nos preservamos
de todos los pecados. R.
Milagro asombroso sobre todos los milagros. R.
Memoria sacratísima de la Pasión del Señor. R.
Don que excedes a toda riqueza. R.
Memorial principal del amor divino. R.
Abundancia de liberalidad divina. R..
Sacrosanto y augustísimo misterio. R.
Medicamento de inmortalidad. R.
Sacramento vivífico digno de todo respeto. R.
Pan hecho carne por el Todopoderoso. R.
Sacrificio incruento. R.
Comida y convidado. R.
Convite dulcísimo en el que sirven los ángeles. R.
Sacramento de piedad. R.
Vínculo de caridad. R.
Oferente y ofrecido. R.
Espiritual dulzura, gustada en la misma fuente. R.
Sustento de las almas santas. R.
Viático de los que mueren en el Señor. R.
Prenda de la gloria que esperamos. R.
Senos propicio, perdónanos, Señor.
Senos propicio, escúchanos, Señor.
De la comunión sacrílega. R. Líbranos, Señor.
De la concupiscencia de la carne. R.
Del deseo desordenado de los ojos. R.
De las soberbia de la vida. R..
De toda ocasión de pecar. R..
Por aquel deseo con que quisiste celebrar la pascua
con tus discípulos. R.
Por la encendida caridad con que instituiste
este divino Sacramento. R.
Por tu sangre preciosa, que nos dejaste en el altar. R.

-57-
Por las cinco llagas de tu cuerpo sacratísimo,
que nosotros recibiste. R.
Nosotros pecadores, R. Te rogamos óyenos.
Que te dignes aumentar y conservar en nosotros la fe,
reverencia y devoción de este admirable Sacramento. R.
Que te dignes guiarnos por la verdadera confesión
de los pecados, a la frecuente comunión. R.
Que te dignes librarnos de toda herejía, infidelidad y ceguedad
de corazón de corazón. R.
Que te dignes hacernos participantes de los frutos preciosos
y celestiales de este Santísimo Sacramento. R.
Que te dignes confortarnos y fortalecernos en la hora de nuestra
muerte con este Viático celestial. R.
!Oh Hijo de Dios! R.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo. R.
!Oh Cristo, óyenos! !Oh Cristo, escúchanos!
!Señor, ten misericordia de nosotros!
!Señor, ten misericordia de nosotros!

***

¡Oh Dios, que nos dejaste la memoria de tu Pasión


en este admirable Sacramento !
Concédenos que de tal suerte veneremos los sagrados misterios
de tu cuerpo y sangre, que experimentemos continuamente
en nosotros el fruto de nuestra redención.
Que vives y reinas con Dios Padre, en unidad del Espíritu Santo,
Dios, por todos los siglos de los siglos. Amén.

-58-
LETANÍA AL VENERABLE SACRAMENTO

Señor, ten piedad


Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad
Cristo, óyenos
Cristo, escúchanos
Dios Padre Celestial, ten piedad
Dios Hijo Redentor del mundo, ten piedad
Dios Espíritu Santo, ten piedad
Santa Trinidad, un solo Dios, ten piedad
(Esta respuesta se repite en las siguientes invocaciones)

Pan de los ángeles,


Pan Vivo bajado del Cielo,
Pan exquisito, que contiene en Sí toda delicia,
Pan dado para la vida del mundo,
Pan que eres prenda y deleite del Reino,
Pan de vida y sabiduría,
Pan verdadero que nos confortas,
Dios escondido y salvador,
Tú, cuyo Espíritu es más dulce que la miel,
Tú, cuya comunión alegra y regocija,
Tú, cuya herencia es dulcísima,
Tú, de cuya plenitud todos hemos recibido,
Tú, en Quien exultan nuestra alma y nuestro cuerpo,
Tú, en Quien está toda esperanza de vida, virtud,
gracia y verdad,
Maná escondido,
Cofre de amor,
Fruto del más bello Árbol,
Trigo de los elegidos,

-59-
Fuente de dulzura y de gracia,
Manantial de Vida,
Piedra de la que mana miel,
Tesoro de la Casa de Dios,
Torrente de gozo,
Antídoto de inmortalidad,
Fruto de Vida eterna,
Hostia santa,
Gema preciosa,
Margarita escondida,
Cordero sin mancha,
Manjar espiritual degustado en propia fuente,
Suma de perfección,
Diluvio de generosidad,
Vínculo de paz y caridad,
Remanso de las almas santas,
Inapreciable riqueza de los creyentes,
Propiciación de los pecadores,
Solaz de los afligidos,
Alimento de los hambrientos,
Medicina de los enfermos,
Viático de los que mueren,
Prenda de la gloria futura,
Senos propicio, perdónanos, Señor
Senos propicio, escúchanos, Señor,
De la indigna recepción de este Sacramento, líbranos, Señor
(esta respuesta se repite en las siguientes invocaciones)
De la concupiscencia de la carne y de los ojos,
De la soberbia,
De toda ocasión de pecado,
Por tu deseo de comer esta Pascua con los tuyos,
Por la suma humildad con que lavaste los pies a tus discípulos,

-60-
Por la ardentísima caridad con que instituiste
este Divino Sacramento,
Por la Sangre preciosa que nos dejaste en el Altar,
Por las cinco sacratísimas Llagas en tu Cuerpo,
aceptadas por nosotros,
Nosotros que somos pecadores, te rogamos, óyenos
(Esta respuesta se repite en las siguientes invocaciones)

Para que te dignes conservar y acrecentar en nosotros la fe,


reverencia y devoción a este admirable Sacramento,
Para que te dignes resucitarnos de la muerte del pecado
a la Vida eterna,
Para que te dignes erradicar de nosotros todo vicio,
Para que te dignes confirmar nuestra fe
y confortarnos con tu gracia,
Para que te dignes preservarnos del mal y de todo pecado,
Para que te dignes fortalecernos y protegernos
contra todas las insidias de nuestros enemigos,
Para que te dignes multiplicar y aumentar en nosotros
tus dones,
Para que te dignes iluminar y purificar nuestras mentes
con la gracia de tu visita,
Para que te dignes deleitarnos y y hacer que nos gocemos
siempre en Ti,
Para que te dignes encender en nosotros la Llama de tu amor,
Para que te dignes colmar nuestras almas
con este Manjar amoroso,
Para que te dignes transformarnos en Ti,
Para que te dignes unirnos a Ti con vínculo de amor eterno,
Para que te dignes consolarnos y protegernos con este Viático
celestial en la hora de la muerte,
Para que te dignes conducirnos a la Cena de la Vida eterna,
Hijo de Dios,

-61-
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,
perdónanos, Señor
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,
escúchanos, Señor
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,
danos la paz

Cristo, óyenos
Cristo, escúchanos
Señor, ten piedad,
Cristo, ten piedad,
Señor, ten piedad

V. El Señor misericordioso y compasivo


hizo memoria de sus maravillas.
R.Y dio alimento a los que le temen.

V. Señor, nos diste el Pan del Cielo,


R. Que contiene en Sí toda delicia.

V. Cristo Señor, de tu Altar hemos recibido.


R. Lo que alegra nuestra carne y nuestro corazón.

V. Señor, escucha mi oración.


R. Y llegue a Ti mi clamor.

-62-
LETANÍA EUCARÍSTICA

(Las letanías eucarísticas fueron compuestas siguiendo


el texto de la encíclica Ecclesia de Eucharistía
de San Juan Pablo II.)

Jesús Eucaristía, don de Jesucristo


y revelación del amor infinito de Dios
Jesús Eucaristía, amor que se entrega por todos,
Jesús Eucaristía, sacramento en el que se expresa
la verdad que nos hace libres
Jesús Eucaristía, alimento de la verdad
Jesús Eucaristía, Camino, verdad y vida
Jesús Eucaristía, fuente en la que se sacia la sed
de verdad y vida de la humanidad
Jesús Eucaristía, estrella polar de la libertad humana,
Jesús Eucaristía, don libre ya amoroso de Dios.
Jesús eucaristía, Misterio de nuestra fe.
Jesús Eucaristía, Sacramento del altar que eres centro
de la vida eclesial
Jesús Eucaristía, Presencia viva del Señor en medio
de su pueblo.
Jesús Eucaristía, Pan vivo bajado del cielo,
don de Dios al mundo.
Jesús Eucaristía, don de la Trinidad que es amor.
Jesús Eucaristía, vínculo que une la Iglesia de oriente
a occidente en la contemplación de la única y verdadera
presencia que salva.

-63-
Jesús Eucaristía, Sacramento que lleva a la plenitud
la gracia de los siete sacramentos de la Iglesia.
Jesús Eucaristía, plenitud de los sacramentos
de la Iniciación Cristiana
Jesús Eucaristía, plenitud del amor que sostiene
a cuantos lo han dejado todo por seguirte y anunciarte.
Jesús Eucaristía, a quien pedimos nos envíes pastores
que apacienten a tu pueblo
Jesús Eucaristía, Pan de vida de los que han sido
redimidos en la gracia del Bautismo
Jesús Eucaristía, Alimento de los reconciliados.
Jesús Eucaristía, fortaleza de los que han vencido al pecado.
Jesús Eucaristía, Viático de los enfermos Ungidos
con el aceite del consuelo y la esperanza.
Jesús Eucaristía, en cuya presencia nacen y se alimentan
las nuevas familias bendecidas con la gracia
del Matrimonio Sacramental.
Jesús Eucaristía, que con tu presencia nos deleitas
y nos anticipas el banquete celestial hacia el que camina
la Iglesia.
Jesús Eucaristía, que fuiste alimento de los que ahora
aguardan la resurrección final.
Jesús Eucaristía, Nacido de María, la madre inmaculada, la
Virgen Fiel,
Jesús Eucaristía, que te encarnaste en el Seno Virginal
de María, peregrina de la fe y primicia
de los bienaventurados.

-64-
Jesús Eucaristía, celebrado con amor por la Iglesia.
Jesús Eucaristía, adorado en el secreto y silencio orante
de todos los Sagrarios del mundo.
Jesús Eucaristía, proclamado en la gloria humilde
de la Liturgia, alabanza de quienes esperamos en tu amor.
Jesús Eucaristía, cuya gloria cantan las artes,
las culturas, las lenguas y las esperanzas de todos
los pueblos de la tierra
Jesús Eucaristía, en quien esperamos ver unidos
a todos los que te reconocen como salvador.
Jesús Eucaristía, Misterio celebrado en la esperanza,
que quieres reunir en torno a tu mesa a todos los pueblos
de la tierra.
Jesús Eucaristía, que congregas en cada Domingo
a los que proclaman la gloria de tu resurrección.
Jesús Eucaristía, fuente de la espiritualidad de la Iglesia.
Jesús Eucaristía, que nos permites construir una Cultura
que adora y proclama la maravilla de tu presencia.
Jesús Eucaristía, alimento y vida de tus fieles laicos
Jesús Eucaristía, centro de toda espiritualidad sacerdotal
Jesús Eucaristía, aliento de la entrega
de la vida consagrada.
Jesús Eucaristía, Luz de esperanza de la Iglesia Misionera
Jesús Eucaristía, anuncio valiente y generoso
de la Salvación.
Jesús Eucaristía, Pan partido para la vida del mundo.
Jesús Eucaristía, aliento y fortaleza de todas las acciones
de caridad y de comunión de la Iglesia peregrina.

-65-
Jesús Eucaristía, pan que alimentas a los pobres
y a los ricos, a los pequeños y a los humildes,
a los que saben compartir los dones de tu amor.
Jesús Eucaristía, alimento de verdad que das sentido
a la existencia humana.
Jesús Eucaristía, que sacias la esperanza de los hombres
sedientos de razones para seguir construyendo un mundo
fraterno y solidario.
Jesús Eucaristía, centro y culmen de la vida cristiana.
Jesús Eucaristía, aliento y esperanza de los mártires
Jesús Eucaristía, luz y ciencia de los maestros y doctores
Jesús Eucaristía, apoyo y fortaleza de los Pastores y Misioneros
Jesús Eucaristía, amor santificante de las vírgenes
y de los consagrados
Jesús Eucaristía, estrella radiante que iluminó el corazón
de todos los Santos.
Jesús Eucaristía, nacido de María, celebrado y glorificado
en la liturgia, enseñado por la ciencia, anunciado por
los misioneros, glorificado en la vida y en la fe de la Iglesia
Cuerpo y Sangre entregados por nosotros,
Cuerpo y Sangre que dan la vida.
Cuerpo y sangre que alimentan la esperanza.,
Cuerpo y Sangre que fortalecen la fe
Cuerpo y Sangre, signos vivos de caridad.
Cuerpo y Sangre para acompañar el camino de los creyentes.
Cuerpo Y sangre, presencia real del Salvador,

-66-
Cuerpo Y Sangre, alimento espiritual de la Iglesia,
Cuerpo y Sangre, consuelo y vida de los cristianos.
Cuerpo y Sangre, viático para a la vida eterna.

***

TÚ ERES EL PAN DE VIDA

R. Tú eres, Señor, el Pan de vida

1. Mi Padre es quien os da verdadero Pan del cielo.


2. Quien come de este Pan vivirá eternamente.
3. Aquel que venga a Mí no padecerá más hambre.
4. Mi Carne es el manjar y mi Sangre la bebida.
5. El Pan que yo daré, ha de ser mi propia Sangre.
6. Quien come de mi Carne mora en Mí y Yo en él.
7. Bebed todos de él, que es Cáliz de mi Sangre.
8. Yo soy el Pan de vida que ha bajado de los cielos.
9. Si no coméis mi Carne, no tendréis vida en vosotros.
10. Si no bebéis mi Sangre, no tendréis vida en vosotros.
11. Quien bebe de mi Sangre tiene ya la vida eterna.
12. Mi Cuerpo recibid, entregado por vosotros.

-67-
LETANÍA AL SAGRADO CORAZÓN

Señor Jesucristo, que nos mostraste tu Corazón rasgado


para recordarnos el amor inmenso con que te nos diste
para nuestra salvación. Escucha ahora mis plegarias
y lléname de toda bendición divina.

Señor, ten piedad.


Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Dios, Padre celestial, ten piedad.
Dios, Hijo Redentor del mundo, ten piedad.
Dios, Espíritu Santo, ten piedad.
*Señor, ten piedad.
Corazón de Jesús, Hijo del Eterno Padre.
Corazón de Jesús, formado por el Espíritu Santo
en el seno de la Virgen Madre.
Corazón de Jesús, unido sustancialmente al Verbo de Dios.
Corazón de Jesús, de majestad infinita.
Corazón de Jesús, templo santo de Dios.
Corazón de Jesús, tabernáculo del Altísimo.
Corazón de Jesús, casa de Dios y puerta del Cielo.
Corazón de Jesús, lleno de bondad y de amor.
Corazón de Jesús, horno ardiente de caridad.
Corazón de Jesús, asilo de justicia y de amor.
Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes.
Corazón de Jesús, dignísimo de toda alabanza.
Corazón de Jesús, Rey y centro de todos los corazones.
Corazón de Jesús, en quien están todos los tesoros de la
sabiduría y de la ciencia.

-68-
Corazón de Jesús, en quien habita toda la plenitud
de la divinidad.
Corazón de Jesús, en quien el Padre
tiene todas sus complacencias.
Corazón de Jesús, de cuya plenitud todos hemos recibido.
Corazón de Jesús, deseo de los collados eternos.
Corazón de Jesús, paciente y de mucha misericordia.
Corazón de Jesús, rico para todos los que te invocan.
Corazón de Jesús, fuente de vida y de santidad.
Corazón de Jesús. saciado de oprobios.
Corazón de Jesús, despedazado por nuestros delitos.
Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte.
Corazón de Jesús, perforado por la lanza.
Corazón de Jesús, fuente de toda consolación.
Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra.
Corazón de Jesús, víctima de los pecadores.
Corazón de Jesús, salvación de los que en ti esperan.
Corazón de Jesús, esperanza de los que en ti mueren.
Corazón de Jesús, delicia de todos los santos.

V/. Jesús manso y humilde de Corazón.


R/. Haz mi corazón semejante al tuyo.

Oración. Señor Dios, mira al Corazón de tu amadísimo Hijo y a


las alabanzas y satisfacciones que te dio en nombre de los
pecadores. Danos a todos tu perdón. Infúndenos tu amor. Y
haznos vivir y morir encerrados en este Corazón Divino, a fin de
gozar después eternamente de la felicidad de tu gloria. Por el
mismo Jesucristo nuestro Señor. Así sea.

-69-
LETANÍA AL NOMBRE DE JESÚS

Señor, ten piedad.


Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad.
Dios, Padre celestial, ten piedad.
Dios, Hijo Redentor del mundo, ten piedad.
Dios, Espíritu Santo, ten piedad.
Jesús, óyenos.
Jesús, escúchanos.
*Señor, ten piedad.
Jesús, Hijo del Dios vivo.
Jesús, esplendor del Padre.
Jesús, resplandor de la luz eterna.
Jesús, Rey de la gloria.
Jesús, sol de justicia.
Jesús, Hijo de María Virgen.
Jesús, amable.
Jesús, admirable.
Jesús, Dios fuerte.
Jesús, padre del mundo futuro.
Jesús, ángel del gran consejo.
Jesús, poderosísimo.
Jesús, pacientísimo.
Jesús, obedientísimo.
Jesús, manso y humilde de corazón.
Jesús, amador de la pureza.
Jesús, amador nuestro.
Jesús, Dios de la paz.
Jesús, autor de la vida.
Jesús, ejemplar de todas las virtudes.
Jesús, celador de las almas.
Jesús, Dios nuestro.

-70-
Jesús, refugio nuestro.
Jesús, padre de los pobres.
Jesús, tesoro de los fieles.
Jesús, pastor bueno.
Jesús, luz verdadera.
Jesús, sabiduría eterna.
Jesús, bondad infinita.
Jesús, nuestro camino y vida nuestra.
Jesús, alegría de los ángeles.
Jesús, rey de los patriarcas.
Jesús, maestro de los apóstoles.
Jesús, doctor de los evangelistas.
Jesús, fortaleza de los mártires.
Jesús, luz de los creyentes.
Jesús, pureza de las vírgenes.
Jesús, corona de todos los santos.
Míranos benigno. Perdónanos, Jesús.
Míranos benigno. Escúchanos, Jesús.
*Líbranos, Jesús.
De todo mal.
De todo pecado.
De tu justa indignación.
De las asechanzas del diablo.
Del espíritu de fornicación.
De la muerte eterna.
Del desprecio de tus inspiraciones.
Por el misterio de tu santa encarnación.
Por tu nacimiento.
Por tu infancia.
Por tu divinísima vida.
Por tus trabajos.
Por tu agonía y tu pasión.
Por tu cruz y por el abandono en que te viste.
Por tus sufrimientos.

-71-
Por tu muerte y sepultura.
Por tu gloriosa resurrección.
Por tu admirable ascensión.
Por la institución de la Santísima Eucaristía.
Por tus gozos eternos.

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.


Perdónanos, Jesús.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.
Escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.
Ten piedad de nosotros.

Oración. Señor Jesucristo, que dijiste: pedid y recibiréis;


buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
Te suplicamos que escuches nuestra petición,
y nos des el afecto tierno de tu divinísimo amor,
para que te queramos con todo el corazón, de palabra
y de obra, y no nos cansemos nunca de cantar tus alabanzas.
Así sea.

-72-
LETANÍA A LA SANGRE DE CRISTO

Señor Jesucristo, que con tu Sangre limpias el pecado del


mundo y nos mereces la salvación. ¬¡Sálvanos ahora y siempre!
Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Dios, Padre celestial, ten piedad.
Dios, Hijo Redentor del mundo, ten piedad.
Dios, Espíritu Santo, ten piedad.
Trinidad Santa, que eres un solo Dios, ten piedad.
¬* ¡Sálvanos!
Sangre de Cristo, Hijo Unigénito del Eterno Padre.
Sangre de Cristo, del Verbo de Dios hecho Hombre.
Sangre de Cristo, de la nueva y eterna Alianza.
Sangre de Cristo, caída hasta la tierra
durante la agonía del Huerto.
Sangre de Cristo, que corrió abundante durante la flagelación.
Sangre de Cristo, vertida de la cabeza
en la coronación de espinas.
Sangre de Cristo, derramada del todo en la cruz.
Sangre de Cristo, precio de nuestra salvación.
Sangre de Cristo, sin la cual no se da remisión de los pecados.
Sangre de Cristo, bebida nuestra en la Eucaristía
y baño de las almas.
Sangre de Cristo, río de misericordia.
Sangre de Cristo, victoria sobre el demonio.
Sangre de Cristo, fuerza de los mártires.
Sangre de Cristo, vigor de los confesores de la fe.
Sangre de Cristo, que engendra vírgenes.
Sangre de Cristo, fortaleza de los que peligran.
Sangre de Cristo, alivio de los que sufren.

-73-
Sangre de Cristo, consuelo en la aflicción.

Sangre de Cristo, esperanza del pecador.


Sangre de Cristo, seguridad de los moribundos.
Sangre de Cristo, paz y delicia de los corazones.
Sangre de Cristo, prenda de la vida eterna.
Sangre de Cristo, liberación de las almas del Purgatorio.
Sangre de Cristo, digna de toda gloria y honor.

R/. Nos has redimido, Señor, con tu Sangre.


V/. Y has hecho de nosotros un Reino para nuestro Dios.

Oración. Dios todopoderoso y eterno, que te aplacaste con la


Sangre de tu Hijo Jesucristo, constituido Redentor del mundo.
Al venerar esta Sangre sagrada, líbranos de todo mal y danos las
alegrías del Cielo. Amén.

-74-
AFECTOS DE AMOR A CRISTO

Jesús amabilísimo, que por tantos medios has procurado


ganarte el amor de mi pobre corazón.
Te pido perdón de todos mis pecados mientras te digo
con toda mi alma:
*Te amo, dulcísimo Jesús.
Con todo mi corazón.
Con toda mi alma.
Con todo mi espíritu.
Con todas mis fuerzas.
Sobre todos los bienes de la tierra.
Sobre todos los placeres del mundo.
Sobre todas las dignidades y honores.
Sobre todos mis parientes y amigos.
Más que a mí mismo.
Más que a todos los Ángeles y Santos.
Más que a todo lo que existe fuera de ti.
Porque eres infinitamente bueno.
Porque eres infinitamente santo.
Porque eres infinitamente hermoso.
Porque eres infinitamente sabio.
Porque eres infinitamente grande.
Porque eres infinitamente misericordioso.
Porque eres infinito en todos tus atributos.
Porque eres infinito en toda perfección.
Por el amor con que nos creaste y nos conservas.
Por el amor con que te hiciste Niño y naciste en un establo.
Por el amor con que te sometiste a todas las miserias humanas,
menos al pecado.
Por el amor con que sufriste los azotes, las espinas,
los escarnios y la cruz.

-75-
Por el amor con que instituiste el Santísimo Sacramento
del Altar.
Por el amor que te movió a darnos a María por Madre.
Por el amor con que instituiste la Iglesia con su Jerarquía
y sus Sacramentos.
Por los paganos que no te conocen.
Por los herejes y cismáticos que niegan tu verdad.
Por los impíos e incrédulos que te blasfeman.
Por los malos cristianos que te ofenden.
Por las almas consagradas que te deshonran.
Por las almas tibias y desamoradas que amargan tu Corazón.
Por los demonios y condenados del infierno,
que nunca tendrán la dicha de amarte.
*Te amaré, dulcísimo Jesús.
En la paz y en la tribulación.
En la abundancia y en la pobreza.
En la prosperidad y en la desgracia.
En la honra y en el desprecio.
En la alegría y en la tristeza.
En la vida y en la muerte.
En el tiempo y en la eternidad.

*Te pido, dulcísimo Jesús.


Que te ame mucho.
Que te ame siempre.
Que muera en tu amor.
Que ame el padecer por tu amor.
Que por tu amor cumpla tus mandamientos y siga tus consejos.
Que me concedas ganarte muchas almas
para que todos te amemos.
Que envíes a tu Iglesia grandes santos, apóstoles de tu amor.
-76-
Oración. Señor Jesús, infunde en nuestros corazones
el afecto de tu amor, para que, amándote en todas
y sobre todas las cosas, consigamos el cumplimiento
de tus promesas, que superan todo deseo.
Que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
-77-
6. ORACIONES FINALES

QUÉDATE CONMIGO

(San Pío de Pietrelcina)

Quédate conmigo, Señor, porque es necesario


tenerte presente para que no te olvide.
Sabes con qué facilidad te abandono.

Quédate conmigo, Señor, porque soy débil


y necesito tu fuerza, para no caer tan a menudo.

Quédate conmigo, Señor, porque tú eres mi vida,


y sin ti, estoy sin fervor.

Quédate conmigo, Señor, porque tú eres mi luz,


y sin ti, estoy en la oscuridad.
Quédate conmigo, Señor, para mostrarme tu voluntad.
Quédate conmigo, Señor, para que escuche tu voz y te siga.

Quédate conmigo, Señor, porque deseo amarte mucho


y estar siempre en tu compañía.
Quédate conmigo, Señor, si quieres que te sea fiel.

Quédate conmigo, Señor, porque por muy pobre que sea


mi alma, quiero que sea un lugar de consuelo para ti,
un nido de amor.

Quédate conmigo, Jesús, porque se hace tarde y el día


se acaba, y la vida pasa; se acerca la muerte, el juicio,
la eternidad.
-78-
Es necesario renovar mis fuerzas, para que
no me detenga en el camino, y para eso, te necesito.
Se hace tarde y se acerca la muerte, temo la oscuridad,
las tentaciones, la sequedad, la cruz, las penas.

¡Oh, cómo te necesito, Jesús mío, en esta noche de destierro!

Quédate conmigo esta noche, Jesús, en la vida


con todos sus peligros. Te necesito.

Deja que te reconozca como tus discípulos al partir el pan,


para que la Comunión Eucarística sea la Luz que dispersa
las tinieblas, la fuerza que me sostiene, la alegría única
de mi corazón.

Quédate conmigo, Señor, porque en la hora de mi muerte


quiero permanecer unido a ti, si no por la Comunión,
al menos por la gracia y el amor.

Quédate conmigo, Jesús. No pido consuelo divino,


porque no lo merezco, sino el don de tu Presencia,
¡Oh sí, eso sí te lo pido!

Quédate conmigo, Señor, porque te busco sólo a ti: tu Amor,


tu Gracia, tu Voluntad, tu Corazón, tu Espíritu, porque te amo
y no pido otra recompensa que amarte más y más.

Con un amor firme, te amaré con todo mi corazón


mientras esté en la tierra y seguiré amándote perfectamente
durante toda la eternidad.
Amén.
-79-
DEMOS GRACIAS A DIOS POR JESUCRISTO

- Por el misterio pascual de tu muerte y resurrección.


R/ Te damos gracias, Señor.
- Por el pan y el vino de la Eucaristía. R.
- Por haberte quedado con nosotros. R.
- Por haber bajado hasta nuestros infiernos. R.
- Por tu amor hasta la muerte. R.
- Por tu presencia permanente en medio de esta Pandemia. R.
- Por la fuerza de tu resurrección R.
- Por el aliento de tu Espíritu. R.
- Por esta hora de oración. R.
- Por tu amor sin límites R.
- Porque siendo Dios, te arrodillas y a servir nos enseñas. R.
- Por tus palabras que reconfortan y sanan. R.
- Por todos los dones que nos concedes. R.
- Por olvidar nuestras traiciones e incoherencias. R.
- Por tu amor sin límite. R.
- Por entregarnos a Tú Madre que al pie de la Cruz. R.

***

Jesús mío, dame tu Bendición antes de retirarme


y que el recuerdo de esta visita que acabo de hacerte,
permanezca en mi memoria y me anime a amarte más y más.
Haz que cuando vuelva a visitarte, vuelva más santo.
Aquí te dejo mi corazón para que te adore constantemente
y lo hagas más agradable a tus divinos ojos.
Adiós, Jesús mío.
-80-
GRACIAS JESÚS MÍO

Gracias, Jesús mío, por la bondad con que me habéis recibido


y permitido gozar de vuestra presencia y compañía amorosas.
Me vuelvo a mis ocupaciones. Mi corazón queda contigo.
En mi trabajo y en mis descansos me acordaré de Ti,
y procuraré vivir con la dignidad que merece
vuestra amistad divina.
Dadme vuestra bendición y concédeme todas las gracias,
que necesito, para amaros y serviros con la mayor fidelidad.
Bendice, Señor, a nuestro Santísimo Padre el Papa,
vuestro Vicario en la tierra; ilumínale, santifícale
y líbrale de todos sus enemigos.
Bendice a vuestra Iglesia Santa y haced que su luz brille
en todas las naciones; y que los paganos conozcan
y adoren al único verdadero Dios y a su Hijo Jesucristo.
Bendice a vuestros sacerdotes, santifícalos y multiplícalos.
Bendice y protege a nuestra nación.
Bendice a todos nuestros bienhechores y concédeles
la bienaventuranza eterna.
Bendice a los que nos han ofendido y cólmalos de beneficios.
Bendice a todos nuestros familiares y haced que vivan todos
en vuestra gracia y amistad y que un día nos reunamos
en la Gloria.
Da el descanso eterno a todas las almas de los fieles difuntos
que están en el Purgatorio.
-81-
Da la salud a los enfermos.
Convierte a todos los pecadores.
Danos a todos vuestro divino amor,
para que la fe que nos impide ahora ver vuestro santísimo rostro
se convierta un día en luz esplendorosa en la Gloria,
donde en unidad con el Padre y el Espíritu Santo
te alabemos y bendigamos por los siglos de los siglos.
Amén.
-82-
CONSAGRACIÓN AL SAGRADO CORAZÓN

Te adoramos, Señor, y con honda gratitud reconocemos


que nos has elegido entre muchos para ser los constructores
de tu Reino. Queremos ser tuyos de veras, Señor.
Y, por medio de la Virgen María, nos consagramos a ti.
Queremos tener conciencia plena de lo que significa
vivir en tu Gracia. Danos fuerza para llevar la cruz
mientras nos dure la vida. Aunque todos a nuestro alrededor
sean cobardes, queremos, Señor, ir contra corriente,
detrás de ti, que eres el Camino, la Verdad y la Vida.
Jesús nuestro, haznos apóstoles. Enséñanos a orar.
Danos hambre de ti. Enséñanos a predicarte
con nuestro testimonio y con nuestra palabra.
Haz, Señor, que abramos para todos los hombres
un ancho camino a tu gracia. Haz que el mundo vuelva a ti,
aunque nos cueste la vida. Amén.

CONSAGRACIÓN A MARÍA

Reina de los Apóstoles, María, Madre de Dios y Madre nuestra.


Nos consagramos a ti, para que nos cuides, nos guardes,
nos defiendas y nos formes en Cristo Jesús, tu Hijo.
Enciende en nuestras almas el fuego del Espíritu que abrasa
tu Corazón. Madre, anímanos, como animaste en el cenáculo
al primer grupo de los Apóstoles de Jesús.
Madre, envíanos, para que llevemos a tu Jesús a todas partes.
Madre, protégenos, para que con tu ayuda maternal
nos sintamos fuertes ante los peligros y desalientos
que nos salgan al paso. María, Madre de la Iglesia,
haznos trabajar sin descanso, como instrumentos dóciles
en tus manos, por el bien del Reino hasta el último aliento
de nuestra vida. Amén.
-83-

¡Santo, Santo, Santo!


Bendito sea el Santo Nombre de Dios.
Bendito sea el Eterno Amor.
Bendita sea la Preciosísima Sangre del Divino Infante…
Toda gloria, honor y alabanza sean a Jesús Encarnado.
Adoración sea dada a la Santísima Trinidad.

***

-84-
LA EUCARISTÍA
FRASES
EUCARISTÍA

“Yo soy el pan de la vida;


el que viene a m no tendrá hambre,
y el que cree en mí nunca tendrá sed.”
Juan 6,35

“Jesús quiso que la inmensidad de este amor quedase grabada


en lo más profundo del corazón de los creyentes.
Por eso instituyó el sacramento de la Eucaristía como
el mayor milagro y el mayor consuelo para aquellos
que dejaría tristes con su ausencia.”(Santo Tomás de Aquino)

“La presencia de Jesús vivo en la Hostia Santa es la garantía,


la raíz y la consumación de su presencia en el mundo.”
(San J. Escrivá de Balaguer)

“Es preciso adorar devotamente a este Dios escondido:


es el mismo Jesucristo que nació de Maria Virgen;
el mismo que padeció, que fue inmolado en la Cruz;
el mismo de cuyo costado traspasado mano agua y sangre.”
(San J. Escrivá de Balaguer)

“Los Ángeles que custodian la Sagrada Eucaristía.


Llenos de temor, adoran, glorifican, entonan continuamente
los misteriosos himnos de alabanza.”
(San Juan Crisóstomo)

“El sacramento de la Eucaristía contiene todo el misterio


de nuestra salvación; por eso se celebra
con mayor solemnidad que los demás.” (Santo Cura de Ars)

“Es el sacramento de la pasión del Señor


y de nuestra redención.” (Tertuliano)

-85-
“Jesús en el Sacramento es esta fuente abierta a todos,
donde siempre que queramos podemos lavar nuestras almas
de todas las manchas de los pecados que cada dia cometemos.”
(San Alfonso María de Ligorio)

“Quiere Jesús, para el bien de las criaturas, que su cuerpo,


su alma y su divinidad se hallen en todos los rincones
del mundo, a fin de que podamos hallarle cuantas veces
lo deseemos, y así en Él hallemos toda suerte de dicha
y felicidad.” (Santo Cura de Ars)

“Si sufrimos penas y disgustos, El nos alivia y nos consuela.


Si caemos enfermos, o bien será nuestro remedio, o bien
nos dará fuerzas para sufrir, a fin de que merezcamos el cielo.
Si nos hacen la guerra el mal espíritu y las pasiones, nos dará
armas para luchar, para resistir y para alcanzar victoria.
Si somos pobres, nos enriquecerá con toda suerte de bienes
en el tiempo y en la eternidad.” (Santo Cura de Ars)

“El tiempo que paso frente al Sagrario es el tiempo


mejor empleado de mi vida.” (Santa Catalina de Génova)

“Así como Jesucristo está vivo en el cielo rogando siempre


por nosotros, así también en el Santísimo Sacramento
del altar, continuamente de dia y de noche está haciendo
este piadoso oficio de abogado nuestro, ofreciéndose
al Eterno Padre como víctima, para alcanzarnos innumerables
gracias y misericordias.” (San Alfonso María de Ligorio)

“Jesucristo dice: donde cada uno tiene su tesoro,


allí tiene su corazón. Por eso los santos no estiman ni aman
otro tesoro que a Jesucristo; todo su corazón y todo su afecto
tienen en el Santísimo Sacramento.”
(San Alfonso María de Ligorio)

-86-
“No existe verdaderamente nada más útil para nuestra salvación
que este sacramento en que se purifican los pecados,
aumentan las virtudes y se encuentra la abundancia
de todos los carismas espirituales. Se ofrece en la Iglesia
en provecho de todos, vivos y muertos, porque fue instituido
para la salvación de todos los hombres.”
(Santo Tomás de Aquino)

“No es para quedarse en un sagrario de oro que Jesús


desciende todos los días del cielo, sino para encontrar
otro cielo, el de nuestra alma, donde encuentra sus delicias.”
(Santa Teresita del Niño Jesús)

“Ten la seguridad de que de todos los instantes de tu vida,


el tiempo que pases frente al Divino Sacramento será
lo que te dará más fuerza durante la vida, más consuelo
en el momento de la muerte y durante la eternidad.”
(San Alfonso María de Ligorio)

“Cuando te acercas al Sagrario piensa que El te espera


desde hace siglos.”
(San J. Escrivá de Balaguer)

“Delante del Santísimo Sacramento experimentamos


de modo especial el «permanecer» de Jesús que él mismo,
en el Evangelio de san Juan, pone como condición necesaria
para dar mucho fruto.”
(Papa Benedicto XVI)

“De la adoración eucarística nace la compasión por todos


los hombres y de esta compasión nace la sed de evangelizar.”
(Papa Benedicto XVI)

-87-
“Quien reconoce a Jesús en la Hostia santa, lo reconoce
en el hermano que sufre, que tiene hambre y sed,
que es extranjero, que está desnudo, enfermo o en la cárcel;
y está atento a cada persona, se compromete, de forma
concreta, en favor de todos aquellos que padecen necesidad.”
(Papa Benedicto XVI)

“Sabed que ganaréis más en un cuarto de hora de adoración


en la presencia de Jesús Sacramentado que en todos
los demás ejercicios espirituales del día.”
(San Alfonso María de Ligorio)

“El objetivo de cada vida humana debería ser la adoración


de la santa Hostia. Adorar la Hostia santa debería ser el centro
de la vida de todo hombre.”
(San Carlos de Foucauld)

“La Eucaristía es medicina de inmortalidad, antídoto


para no morir, remedio para vivir en Jesucristo para siempre.”
(San Ignacio de Antioquia)

“Así como Jesucristo está vivo en el cielo rogando siempre


por nosotros, así también en el Santísimo Sacramento
del altar, continuamente de día y de noche está haciendo
este piadoso oficio de abogado nuestro, ofreciéndose
al Eterno Padre como víctima, para alcanzarnos
innumerables gracias y misericordias.”
(San Alfonso María de Ligorio)

“El amor de la Trinidad a los hombres hace que,


de la presencia de Cristo en la Eucaristía, nazcan
para la Iglesia y para la humanidad todas las gracias.”
(San J. Escrivá de Balaguer)

-88-
“Aquí es Cristo en persona quien acoge al hombre,
maltratado por las asperezas del camino, y lo conforta
con el calor de su comprensión y de su amor.
En la Eucaristía hallan su plena actuación las dulcísimas
palabras: ‘Venid a Mi, todos los que estáis fatigados
y cargados, que yo os aliviaré’ (Mt 11,28).”
(San Juan Pablo II)

“Somos más afortunados que aquellos que vivieron


mientras estuvo en este mundo, cuando no habitaba
más que en un lugar, cuando debían andarse algunas horas
para tener la dicha de verle; hoy le tenemos nosotros
en todos los lugares de la tierra, y así ocurrirá hasta el fin
del mundo.” (Santo Cura de Ars)

“Mas dichosos que los santos del Antiguo Testamento,


no solamente poseemos a Dios por la grandeza
de su inmensidad, en virtud de la cual se halla en todas partes,
sino que le tenemos con nosotros como estuvo en el seno
de Maria durante nueve meses, como estuvo en la cruz.”
(Santo Cura de Ars)

“Todo lo tenemos en Cristo; todo es Cristo para nosotros.


Si quieres curar tus heridas, El es médico.
Si estas oprimido por la iniquidad, El es justicia.
Si tienes necesidad de ayuda, El es vigor.
Si temes la muerte, El es la vida.
Si deseas el cielo, El es el camino.
Si refugio de las tinieblas, El es la luz.
Si buscas manjar, El es alimento.” (San Ambrosio)

“Jesús no es una idea ni un sentimiento ni un recuerdo.


Jesús es una ’persona’ viva siempre y presente entre nosotros.
Amad a Jesús presente en la Eucaristía.”
(San Juan Pablo II)

-89-
“La Sagrada Eucaristía es el sacramento de la caridad.
Todos los otros sacramentos están ordenados a la Eucaristía
como a su fin.” (Santo Tomás de Aquino)

“Cuanto más pura y mas casta sea un alma, tanta más hambre
tiene de este Pan, del cual saca la fuerza-para resistir
a toda seducción impura, para unirse más íntimamente
a su Divino Esposo: ‘Quien come mi Carne y bebe mi Sangre,
permanece en mi, y yo en él’.” (Papa León XIII)

“Los ángeles rodean al sacerdote.


Todo el santuario y el espacio que circunda al altar
están ocupados por las potencias celestes para honrar
al que está presente en el altar.”(San Juan Crisóstomo)

“Los minutos que vienen después de la comunión


son los más preciosos que tenemos en nuestra vida;
los más adecuados de nuestra parte para entendernos
con Dios y, por parte de Dios, para comunicarnos su amor.”
(Santa María Magdalena de Piazzi)

“La Eucaristía nos da una gran inclinación hacia la virtud,


una gran paz y facilita el camino de la santificación.”
(San Juan Crisóstomo)

“Sabes, oh cristiano, que más merece escuchar con devoción


una sola misa que repartir todas las riquezas entre los pobres
y peregrinar por toda la tierra.”
(San Bernardo de Claraval)

“Si supiéramos el valor del Santo Sacrificio de la Misa,


qué celo no tendríamos en asistir a ella.”
(Santo Cura de Ars)

-90-
“Dos clases de personas deben comulgar frecuentemente:
las perfectas para mantenerse perfectas y las imperfectas
para alcanzar la perfección.”
(San Francisco de Sales)

“Hay más beneficio en la Eucaristía que en una semana


de ayuno de pan y agua.” (San Vicente Ferrer)

“La devoción a la Eucaristía es la más noble de todas


las devociones, porque tiene al mismo Dios por objeto;
es la más saludable porque nos da al mismo autor
de la gracia; es la más suave, porque el Señor es suave.”
(San Pío X).

“La Eucaristía, infundiendo en el corazón del hombre


una nueva energía -el amor sobrenatural-,
refuerza, encauza y purifica el afecto humano,
haciéndolo más sólido y más auténtico.”
(San Juan XXIII)

“Cuando tiene a Dios en su pecho, todo el hombre


queda armonizado en sí mismo... En el sacramento divino,
el Señor está sumido en el silencio para escucharnos.”
(San Juan XXIII)

“La Eucaristía es misterio de fe, prenda de esperanza


y fuente de caridad con Dios y entre los hombres.”
(San Juan Pablo II)

“La Eucaristía debe ser el centro de nuestra vida.”


(San Francisco de Asís)

“La comunión implica la voluntad de seguir a Cristo,


de seguir a Aquel que va delante de nosotros.”
(Papa Benedicto XVI)

-91-
“No podemos comulgar con el Señor,
si no comulgamos entre nosotros.”
(Papa Benedicto XVI)

“En la celebración eucarística la adoración llega a ser unión.


Dios no solamente está frente a nosotros, como el totalmente
otro. Está dentro de nosotros, y nosotros estamos en él.”
(Papa Benedicto XVI)

“Cuando nos entrega su cuerpo y su sangre,


nos entrega su humildad.”
(San Agustín)

“El Cuerpo y la Sangre de Cristo se nos dan para que también


nosotros mismos seamos transformados. Nosotros mismos
debemos llegar a ser Cuerpo de Cristo, sus consanguíneos.”
(Papa Benedicto XVI)

“La comunión, fruto del Espíritu Santo, se alimenta


con el pan eucarístico y se manifiesta en las relaciones fraternas,
en una especie de anticipación del mundo futuro.”
(Papa Benedicto XVI)

“La Eucaristía es el sacramento del Dios que no nos deja solos


en el camino, sino que nos acompaña y nos indica la dirección.”
(Papa Benedicto XVI)

“La Eucaristía es nuestro tesoro más valioso.


Es el sacramento por excelencia; nos introduce anticipadamente
en la vida eterna; contiene todo el misterio de nuestra
salvación, y es la fuente y la cumbre de la acción
y de la vida de la Iglesia.”
(Papa Benedicto XVI)

-92-
“La recepción de la Eucaristía, la adoración del Santísimo
Sacramento nos permite entrar en comunión con Cristo,
y a través de él, con toda la Trinidad, para llegar a ser
lo que recibimos y para vivir en comunión con la Iglesia.”
(Papa Benedicto XVI)

“En la Eucaristía Cristo nos da su cuerpo, se da a sí mismo


en su cuerpo y así nos transforma en su cuerpo,
nos une a su cuerpo resucitado.”
(Benedicto XVI)

“La Eucaristía es el sacramento en el que se concentra


toda la obra de la Redención: en Jesús Eucaristía
podemos contemplar la transformación de la muerte en vida,
de la violencia en amor.”
(Papa Benedicto XVI)

“Cuando recibimos a Cristo, el amor de Dios se expande


en lo íntimo de nuestro ser, modifica radicalmente
nuestro corazón y nos hace capaces de gestos que,
por la fuerza difusiva del bien, pueden transformar la vida
de quienes están a nuestro lado.”
(Papa Benedicto XVI)

“La Eucaristía es un extraordinario don de amor que Dios


nos renueva continuamente para nutrir nuestro camino de fe,
revigorizar nuestra esperanza, inflamar nuestra caridad,
para hacernos cada vez más semejantes a Él.”
(Papa Benedicto XVI)

“El objetivo propio y último de la transformación eucarística


es nuestra propia transformación en la comunión
con Cristo.” (Papa Benedicto XVI)

-93-
“Cuando no puedo asistir a la Santa Misa,
adoro el Cuerpo de Cristo con los ojos del espíritu
en la oración, lo mismo que le adoro cuando le veo en la Misa.”
(San Francisco de Asís)

“La Eucaristía, infundiendo en el corazón del hombre


una nueva energía -el amor sobrenatural-, refuerza,
encauza y purifica el afecto humano, haciéndolo
más sólido y más auténtico.”
(San Juan XXIII)

“La oración, unida con ese divino sacrificio de la Misa,


tiene una fuerza indecible; de modo que por este medio
abunda el alma de celestiales favores como apoyada
sobre su Amado.” (San Francisco de Sales)

“La Eucaristía nos da el valor de inclinarnos con amor


hacia la fragilidad de los demás. Como hace Dios
con nosotros.”
(Papa Francisco)

“Esta es la lógica de la Eucaristía: recibimos a Jesús


que nos ama y sana nuestras fragilidades para amar
a los demás y ayudarles en sus fragilidades.”
(Papa Francisco)

“Creo que nada refleja mejor el amor del Corazón de Dios


que la Eucaristía. Es la unión, la comunión, es El en nosotros,
nosotros en El. Y ¿no es esto el cielo en la tierra?”
(Santa Isabel de la Trinidad)

“Jesús hizo de la voluntad del Padre su alimento diario


(Jn, 4,34), e invitó a los suyos a gustar aquel pan
que sacia el hambre del espíritu: el pan de la Palabra
y de la Eucaristía.” (San Juan Pablo II)

-94-
“La Eucaristía es el gran alimento de esta vida,
el tónico para los débiles, el alimento sano para los fuertes,
el estímulo para los oprimidos.”
(San Alberto Hurtado)

“El hombre debería temblar, el mundo debería vibrar,


el Cielo entero debería conmoverse profundamente
cuando el Hijo de Dios aparece sobre el altar
en las manos del sacerdote.”
(San Francisco de Asís)

“La Fe en la Eucaristía es un gran tesoro,


pero hay que buscarlo con sumisión,
conservarlo por medio de la piedad
y defenderlo aún a costa de los mayores sacrificios.”
(San Pedro Julián Eymard)

“Oh, si pudiéramos ver lo que se cumple en el altar


durante la misa. Nuestros ojos no podrían soportar
el esplendor de esos misterios.”
(San Leopoldo de Castelnuovo)

“Aquel al que los ángeles miran y a la vez tiemblan,


aquel al que no se atreven a mirar sin miedo,
a cusa del resplandor de la gloria que irradia su rostro,
nosotros lo convertimos en nuestro alimento y nos unimos
en comunión a Él, un solo cuerpo y una sola carne.”
(San Juan Crisóstomo)

“Honremos a María con el título de Nuestra Señora


del Santísimo Sacramento. Este título, de Nuestra Señora
del Santísimo Sacramento, es quizás el más significativo
de todos.” (Papa Pío X)

-95-
ÍNDICE

1- LA ADORACIÓN
1- ADORACIÓN EUCARÍSTICA Y HORA SANTA
2- HORA SANTA: LA HORA DE LA PASIÓN
2- ADORACIÓN AL SANTÍSIMO
3- ¿QUÉ ES LA ADORACIÓN EUCARÍSTICA?
3- ORIGEN DE LA ADORACIÓN EUCARÍSTICA
4- OBJETO Y FIN DE LA ADORACIÓN
5- BENEFICIOS DE LA ADORACIÓN EUCARÍSTICA
7- GUÍA DE UNA ADORACIÓN EUCARÍSITCA
9- ORACIONES A JESÚS SACRAMENTADO
10- CANTO INTRODUCTORIO
11- ORACIONES INICIALES
11- BENDITO SEA DIOS
12- ORACIÓNA JESÚS AMADO
13- ORACIÓN DE SANTIAGO ALBERIONE
14- ALMA DE CRISTO
15- ORACIÓN DE SAN ALFONSO MARÍA DE LIGORIO
16- TRISAGIO A LA TRINIDAD
19- CONTEMPLACIÓN AFECTIVA
20- ACTOS DE ADORACIÓN- ACTOS DE FE
21- ACTOS DE ESPERANZA
22- ACTOS DE CARIDAD
23- ACTOS DE GRATITUD
24- ACTOS DE CONTRICIÓN
25- ACTOS DE REPARACIÓN
27- ACTOS DE SÚPLICA
28- PRECES - ORACIONES DE PETICIÓN
29- ORACIÓN DEL PAPA CLEMENTE XI
31- ORACIÓN DE PETICIÓN (I)
32- ORACIÓN DE PETICIÓN (II)
33- PETICIONES
36- ORACIONES DE ADORACIÓN
36- TE ADORO CON DEVOCIÓN
37- QUE LA LENGUA HUMANA CANTE
38- INVITACIÓN
39- ORACIÓN AL SANTÍSIMO SACRAMENTO
41- ORACIÓN A JESÚS SACRAMENTADO
43- AMOR ME PIDES, AMOR ME DAS
44- TÚ ERES VIDA
45- OH VERBO ETERNO
46- ORACIONES A LAS LLAGAS DE CRISTO
48- MARÍA, PRIMER SAGRARIO DE DIOS
49- AVE VERUM
50- LETANÍA DE ALABANZA
52- LETANÍAS AL SANTÍSIMO SACRAMENTO (I)
54- LETANÍA DE CONFIANZA
56- LETANÍAS AL SANTÍSIMO SACRAMENTO (II)
59- LETANÍA AL VENERABLE SACRAMENTO
63- LETANÍA EUCARÍSTICA
67- TÚ ERES EL PAN DE VIDA
68- LETANÍA AL SAGRADO CORAZÓN
70- LETANÍA AL NOMBRE DE JESÚS
73- LETANÍA A LA SANGRE DE CRISTO
75- AFECTOS DE AMOR A CRISTO
78- ORACIONES FINALES
78- QUÉDATE CONMIGO
80- DEMOS GRACIAS A DIOS POR JESUCRISTO
81- GRACIAS JESÚS MÍO
83- CONSAGRACIÓN AL SAGRADO CORAZÓN
83- CONSAGRACIÓN A MARÍA
85- LA EUCARISTÍA FRASES

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