Está en la página 1de 5

Universidad Distrital Francisco José de Caldas

Facultas de Ciencias y Educación


Licenciatura en Ciencias Sociales
Problemas Ambientales y Educación Ambiental
Estudiante: Jeisson Steven Sarmiento Quitian
RESUMEN ANALÍTICO
Marvin Harris (1982). Principios teóricos del materialismo cultural
Marvin Harris (1974). Vacas, cerdos, guerras y brujas
HIPÓTESIS:

Marvin Harris nos propone el enfoque investigativo del materialismo cultural, el cual permite
analizar fenómenos socioculturales, a través de sus principios teóricos, los cuales están
fundamentados por los medios de producción y reproducción. Así mismo por medio de su
obra Vacas, cerdos, guerras y brujas comprueba su enfoque materialista.

TESIS 1.

El materialismo cultural está fundamentado o tiene como bases conceptuales a Marx, toma y
reformula una anticipación hecha por Marx antes del nacimiento del materialismo cultural,
“El modo de producción de la vida material determina el carácter general de los procesos de
la vida social, política y espiritual. [...] Es su ser social lo que determina su conciencia”.
(Harris, 1982. Pág. 71), Esta formulación si bien representa un gran avance queda ambiguo
por la falta de claridades como “modo de producción” falta del “modo de reproducción” y la
no existencia de categorías como “conductual/mental”, “etic y emic”.

Es por ello que el materialismo cultural reformula lo dicho por Marx, creando su propia
versión “los modos de producción y reproducción conductuales etic determinan
probabilísticamente las economías domésticas y políticas conductuales-etic, que a su vez
determinan las superestructura conductual y mental-emic” o para simplificar podríamos
llamarlo el determinismo infraestructural (Harris, 1982. Pág. 71-72). En otras palabras lo que
quiere decir el materialismo cultural, por determinismo infraestructural, es que la evolución
de las sociedades está determinada por factores económicos o tecnológicos, entendidos en el
materialismo como infraestructura, los cuales a su vez determinan la estructura y
superestructura, entendiendo los como aspectos organizacionales (etic) y aspectos
ideológicos, simbólicos o religiosos (Emic) respectivamente.

De esta forma “El materialismo cultural afirma la prioridad estratégica de los procesos y
condiciones etic y conductuales sobre los de índole emic y mental, y de los procesos y
condiciones infraestructurales sobre los estructurales y superestructurales” (Harris, 1982. Pág.
72).

Es importante ver la importancia de la infraestructura sobre la estructura y superestructura,


esta se da por dos razones interrelacionadas, primera, la infraestructura es la zona donde se
presenta la relación naturaleza-cultura, allí se pueden ver las restricciones ecológicas,
químicas y físicas a que está sujeta la acción humana, segunda, la cual va ligada al principal
interés del materialismo cultural que es “Comprender la relación entre las partes de los
sistemas socioculturales y por la evolución de tales relaciones” (Harris, 1982. Pág. 63). Para
lograr comprender esas relaciones es necesario escudriñar en la infraestructura, donde se
presenta la principal relación naturaleza-cultura, pues “es lógico que la construcción de
teorías se fije en aquellos sectores más directamente afectados por las limitaciones dadas de
la naturaleza”(Harris, 1982. Pág. 73).

TESIS 2.

En su segunda obra Vacas, cerdos, guerras y brujas Harris por medio de varios ejemplos o
situaciones, formas de vida, pone en evidencia el enfoque materialista.

Como primer momento Harris relata el amor por la vaca, “La madre vaca”, el autor analiza el
fenómeno del amor por las vacas en India, estas, desde un punto de vista conductual-emic y
mental-emic, son un elemento sagrado para la religión Hindu.

Ahora bien, desde un punto de vista agrono occidental, no necesariamente objetivo, es


incomprensible como este amor o tabú contra el sacrificio por las vacas, hace que vivan miles
de animales, aparentemente inútiles que no aportan ni leche ni carne.

Lo que hace Harris al analizar esta forma de vida desde un punto de vista conductual- etic, es
ver más allá del panorama común, escudriñando y dando cuenta que la vaca no solo es un
elemento sagrado, sino que está es utilizada dentro de la económica de subsistencia en el
campesinado; la vaca pues es útil como “tracción, combustible, fertilizante, leche,
recubrimiento del suelo[...]”(Harris, 1974. Pág. 18).

En esta forma de vida son aplicables los principios teóricos del materialismo cultural, como
la infraestructura, la cual está ligada a los medios de producción los cuales determinan la
cultura, esta se ve en como la vaca es un gran elemento de bajo consumo de energía para
trabajar en el campo y así mismo como está determina las economías domésticas.

Por diversas políticas en India las vacas pueden pastar libremente, sin restricciones o multas
muy elevadas para los dueños, esto significa que el agricultor no debe invertir en comida para
la vaca, puesto que es más económico pagar una la multa que comprar el alimento a la vaca,
de esta forma el dinero ahorrado será invertido a otros fines para el hogar, además que la
boñiga de vaca cumple una función vital para el campesinado, esta sirve como abono para los
cultivos, evitando la compra de fertilizante, que desde la perspectiva occidental son
imprescindibles para los cultivos.

La boñiga de vaca también cumple dos funciones en la economía doméstica, primero, es


utilizada, por campesinos pobres, como reemplazo del cemento, y segundo, se debe reconocer
que cumple funciones de una industria petroquímica, ya que esta es utilizada para cocinar,
cuenta con una particular característica la cual le permite quemarse lentamente, lo que hace
que la comida no se quemé y le da tiempo a las mujeres para administrar el hogar.

La estructura que va ligada a aspectos organizacionales es visible en esta forma de vida, en


cómo es percibida la vaca según la clase social, ya que la vaca puede pastar libremente,
representa para las clases altas, dueñas de predios cosechables, un problema puesto que estas
se alimentan de su cosecha, mientras que para las clases sociales más bajas, representa una
salvación pues ésta les produce fuerza, abono, leche, entre otros, gratis. “Para el agricultor
pobre la vaca es un mendigo sagrado; para el agricultor rico un ladrón.” (Harris, 1974. Pág.
19). Si bien esta es una forma de ver a las vacas es necesario ver que el problema siempre es
entre hombres o castas, nunca entre hombres y bestias, porque aunque los agricultores ricos
las consideren un ladrón, siguen siendo sagradas.
La muerte o venta de la vaca también tiene afectaciones organizacionales para muchos
campesinos, cuando llega la temporada de sequía muchos se ven tentados a matar o vender
sus vacas, “los que sucumben a esta tentación firman su propia sentencia de muerte, aun
cuando sobrevivan a la sequía, puesto que cuando vengan las lluvias no podrán arar sus
campos.” (Harris, 1974. Pág. 15). Esta situación pone en juego una necesidad inmediata
contra condiciones de supervivencia a largo plazo, ya sea que el agricultor decida vender o
matar a su vaca, ambas desembocan en la situación de pobreza absoluta para el campesino,
haciendo que este se vea obligado a convertirse en trabajador de otras tierras, que no son las
suyas, para el sostenimiento de su familia.

Por último y siguiendo la línea de explicación de los principios teóricos del materialismo
cultural en la forma de vida en la India con la vaca, podemos encontrar la superestructura, la
cual va ligada a aspectos ideológicos o simbólicos, se puede ver como la vaca es vista como
la madre de la vida:

“Los hindúes veneran a las vacas porque son el símbolo de todo lo que está
vivo. Al igual que María es para los cristianos la madre de Dios, la vaca es
para los hindúes la madre de la vida. Así, no hay mayor sacrilegio para un
hindú que matar una vaca. Ni siquiera el homicidio tiene ese significado
simbólico de profanación indecible que evoca el sacrificio de las vacas.”
(Harris, 1974. Pág. 8).

Es por ello que se han realizado políticas para su protección, para que no sean maltratadas y
asesinadas, aunque este punto es muy debatible, pues cuando se habla de asesinar una vaca es
cometer un acto directo para asesinarla, pero cuando se comete de forma indirecta o pasiva,
como amarrarla para que muera de inanición es aceptada.

Podríamos decir desde un punto de vista conductual-etic que “la eficiencia relativamente alta
de complejo ganadero indio no obedece a que los animales sean especialmente productivos,
sino a que los hombres aprovechan con sumo cuidado sus productos.”(Harris, 1974. Pág. 24).
Claro está que esto se dice desde ese punto de vista, ya que desde uno conductual-emic sería
que los ganaderos deben cuidar de las vacas ya que estas son sagradas.
El materialismo cultural nos permite ver o analizar los procesos evolutivos de las diferentes
sociedades y cómo estos están determinados por los límites ecológicos y el determinismo
infraestructural nos deja ver como las relaciones de producción con la naturaleza configuran
la cultura.

También podría gustarte