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Introducción

En el presente informe se realizará una investigación científica de tipo histórica,


sobre uno de los imperios mas importantes y extensos de la antigüedad el
imperio persa. Analizando y recolectando información sobre su localización
geográfica, economía, cultura, religión y poder militar aplicando la historiografía
para entender y explicar dicho imperio. Es un informe dirigido a los alumnos de
primer año del profesorado de historia I.E.S n°5 José Eugenio Tello.
Desarrollo

El Imperio persa (también conocido como imperio aqueménida) fue un imperio


de Asia Central que existió entre 550 y 331 a. C. Los persas construyeron el
imperio más grande y poderoso de la época, conquistaron a los diferentes reinos
de la Mesopotamia asiática, el Levante, Siria, los pueblos de Anatolia y parte de
las ciudades griegas. Este pueblo se fundó luego de que los pueblos
indoeuropeos realizaron una serie de emigraciones hacia zonas del cercano
oriente, principalmente estos eran nómadas y se fueron asentado
paulatinamente organizándose en clanes y aplicando la agricultura.

1. Ubicación geográfica: la historia antigua de los países iraní

Originalmente, los persas se asentaron en la meseta de Asia Central, en la


región que actualmente pertenece a Irán. A través de campañas militares,
comenzaron a conquistar los pueblos de la región y construir un imperio que, en
su momento de máxima extensión, dominó los territorios occidentales de
Palestina, Siria, Mesopotamia, Egipto, Anatolia, Tracia, Macedonia, Armenia
hacia el oeste y toda el Asia Central hasta el río Indo, hacia el este.

A su capital, Persépolis, se sumaron otras ciudades importantes que los


persas fundaron o conquistaron a lo largo de su historia, como Ecbatana,
Pasargada y Susa.

Actualmente, el Imperio persa correspondería a los territorios de Irán, Irak, parte


de Egipto, parte de Grecia, Afganistán, Pakistán, Armenia, Jordán,
Turkmenistán, Omán, Turquía, Siria, el Líbano, Yemen y parte de India.
En la formación geopolítica del imperio persas es importante mencionar una de
las figuras mas importante Ciro II el Grande. Fue un rey aqueménida de Persia
y reconocido por ser el fundador del Imperio aqueménida, primer Imperio persa,
luego de vencer a Astiages, último rey medo y extendió su dominio por la meseta
central de Irán y gran parte de Mesopotamia. Sus conquistas se extendieron
sobre Media, Lidia y Babilonia, desde el mar Mediterráneo hasta la cordillera del
Hindu Kush, con lo que creó el mayor imperio conocido hasta ese momento. Este
duró más de doscientos años, hasta su conquista final por Alejandro Magno.
2. Sistema Político Y Social Del Imperio Persa:

El imperio persa ocupo un extenso territorio en la meseta iraní y a pesar de las


rebeliones internas y las crisis políticas que atravesaron los diferentes
emperadores de la dinastía aqueménida debido a la diversidad cultural presente
en el imperio, este se mantuvo unido gracias a la combinación de una
organización centralizada, fuerte y efectiva con una administración flexible que
representaba los usos y costumbres locales.

El imperio persa fue implacable en sus conquistas, esto a pesar de su gran


dominio territorial ocasiono problemas culturales ya que los pueblos dominados
ya habían creado o establecido una cultura y religión, se desarrolló un sistema
político basado en la tolerancia de religiones y diversas etnias que convivían en
este imperio.

Sin embargo es importante aclarar que este gran sistema político avanzado a su
época no fue exento de los sistemas de casta y de organización social jerárquica.

La creación y consolidación del poder persa llevó pronto a la formación de un


sistema de gobierno imperial en el cual se fueron integrando, poco a poco, los
diversos territorios conquistados. Una organización original e insólita, pues
hemos de tener en cuenta que esta no tenía precedente alguno en el pasado en
relación tanto con su expansión o su poder político como con los recursos
económicos que abarcaba. Su sistema de gobierno estaba constituido por una
especie de federación, en la que varios príncipes y regiones estaban gobernados
por un rey o zunkir de Anshan y Susa. A su lado estaba la figura de un virrey,
normalmente el hermano menor del monarca, que residió primero en Awan,
después en Shimaski y más tarde, probablemente, en Anshan. Por último existía
también un príncipe de Susa, o hal-menik, que era el hijo mayor del rey. Este
curioso sistema de gobierno se estructuraba en base a una triarquía, en la que
el acceso al poder real se confería de forma fraternal, lo que otorgaba
preeminencia en la sucesión al trono a los hermanos del soberano en vez de sus
hijos. El levirato y el incesto real también caracterizaban este sistema de
gobierno, ya que era normal que el rey se casara con su hermana, en el caso de
que tuviera, y que su hermano menor, al sucederle, hiciera de nuevo lo propio
con la viuda, que era, al mismo tiempo, también su hermana. Este tipo de
gobierno, único en la historia, permitió a los reyes elamitas un mayor control y
unión de las diversas regiones que integraban el reino al multiplicar por tres las
sedes del poder, y se mantuvo activo durante toda la historia de Elam, aunque
durante el primer milenio antes de Cristo el sistema hereditario de sucesión fue
imponiéndose poco a poco.

Ejército del Imperio Persa:

El ejército aqueménida de los reyes persas, desde Ciro II el Grande a Darío III,
durante sus casi dos siglos y medio de existencia (560 – 330 a.C) estuvo
integrado por contingentes de Estados vasallos y de mercenarios, principalmente
griegos, contó con diversas unidades, armas e indumentaria.

Darío I, mando expediciones militares contra tracios y ecitas e invadió Grecia


habiendo paso a la primera guerra médica. Su hijo Jerjes I siguió sus pasos diez
años después, cruzando el estrecho del Helesponto con sus numerosísimo
ejército y flota, dando lugar al asegunda guerra médica.

En el siglo IV a.C, la preponderancia militar de las principales polis griegas cómo


Tebas, y el aumento del poderío militar del reino de macedonia con su rey Filipo
II, y su hijo Alejandro Magno, marcaron el declieve cómo potencia militar del
imperio aqueménida, en primer lugar fue a su aniquilación en la batalla de
Guaguamela y asimilación en el ejército macedonio, a medida que Alejandro
conquistaba dicho imperio.

Ele núcleo del ejército están compuesto por huestes (soldados) persas y medas
(imperio asiático de la antigüedad), permitieron mantener el orden en el basto
imperio. Con el devenir del tiempo la infantería y la caballería se convirtieron en
la milicias mas importantes, en tanto que se redujo el número de tropas que
luchaban en carros de guerra, debido a su escasa maniobrabilidad.
De los satrapias (pueblos dominados por la dinastía) dependían una guarnición
integrada por tropas locales, que dado el caso, se unían al ejército del soberano.
El satrapa en cuyo territorio se encontraba los guarniciones y deban pagar a la
soldadesca y en general es especies (como forma de pago), salvó los
mercenarios griegos, presentes en cantidades considerables en las filas del
jefecito. Para las campañas miliares importantes, los reyes hacian levas
(reclutamiento abligatorio) entre sus pueblos subyugados, desde tierras lejanas
como la India y Egipto, siendo los persas y mercenarios de asia central y de irán
los más fieles.

Departe del soberano se veía rodeado una guardia rela, constituida por tropas
de caballería y 10.000 arqueros, que los historiadores llenaron como los
inmortales.

ORGANIZACIÓN
Los sistemas miliares asirios (sucesor del imperio acadio en III milenio a C) y
aqueménida también tenían mucho en común en lo relativo a la utilización de
grandes formaciones de guardias profesionales que encabezaban unidades de
reclutas, que cumplían sus obligaciones con el estado en persona o en especies.

En ambos casos, se emplea una organización decimal, con secciones de 10


hombres, campañas de 100 y formaciones más voluminosas de 1000.

Para definir un ejército regular se lo denominaban spada. Dicho ejército está


organizado o integrado por un arma de infantería, una de caballería y, en algunas
ocasiones también de jinetes de camellos con carros, todo ellos iban
acompañados de grandes números de seguidores de campañas.

Los sistemas miliares asirios (sucesor del imperio acadio en III milenio a C) y
aqueménida también tenían mucho en común en lo relativo a la utilización de
grandes formaciones de guardias profesionales que encabezaban unidades de
reclutas, que cumplían sus obligaciones con el estado en persona o en especies.

En ambos casos, se emplea una organización decimal, con secciones de 10


hombres, campañas de 100 y formaciones más voluminosas de 1000.

Para definir un ejército regular se lo denominaban spada. Dicho ejército está


organizado o integrado por un arma de infantería, una de caballería y, en algunas
ocasiones también de jinetes de camellos con carros, todo ellos iban
acompañados de grandes números de seguidores de campañas.

INFANTERIA

Todos los ejércitos aqueménidas están formadas por persas de


nacimiento, a diferencia de lo que ocurría en las tropas griegas
los mejores soldados ocupaban el centro de la formación. Estos
guerreros se protegían con grandes escudos de mimbre y cuero
en forma de ocho, llamados dypilon. Las diversas armas
ofensivas con las que luchaban eran lanzas, hachas, espadas,
arcos y flechas. Su armadura ligera consistía en una coraza
acolchada de niño y en un casos de tipo kurgan, cosacos
conocidos en Elam
. LOS INMORTALES: Eran un regimiento de elite, los lanceros del rey,
integrados exclusivamente por aristócratas, verdadera tropas de elite integrada
por persas, medos y elamitas. En cuanto los bajos relieves de Persépolis estos
guerreros de elite aparecen representados con sus dos arcos.

Se en cargaban de la guardia de la tienda real mientras el rey se desplazaba o


están en una expedición. Se han apuntado con el nombre de “inmortales” , se
debe a la serie confusión griega de las palabras persas antiguo como similitud
del nombre “ansusha” como sobre nombre, según la referencia de Heródoto, el
rey persa acostumbraba a llamarlos Inmortales resultado para ellos significativo,
pues los reyes los referían a sus guardias reales con epítetos (adjetivo calificativo
que expresa cualidades), aplicados cómo a sus héroes de divinidad, como el
termino de Ahura Mazda (principal deidad en la cultura persa, creador del
universo y todo los bueno).
LOS MELFOROS: Proveniente del griego antiguo que significa “los portadores
de manzanas”, era una campaña conformados por 1000 lanceros que constituían
la guardia del Gran Rey. Está permanentemente junto al rey, tenían como un
lugar o cuartel dentro del palacio, el historiador Hesiquio, habla de que ellos eran
los encargados de velar al rey y de servirle, el nombre de portadores de
manzanas, se debía a qué estos guardias se debía a qué llevaban una manzana
de oro sobre la punta de sus lanzas. Eran escogidos unos 1000 hombres por su
alta alcurnia entre unos 10.000 persas que llevaba este nombre y cargo. Debido
a la estrecha que los MELFOROS mantenían con el rey y la posición prestigiosa
que los reconocían, toda esta campaña está dirigida por un quiliarca (jefe de mil).

LOS SPARABARA: Eran una formación militar por excelencia, compuesta por
una arquero que disparaba parapetado nombre de SPARABARA o “portadores
de laveceses” llamados así por el largo y rectangular escudo que era llevado por
un camarada. La subunidad táctica está compuesta por los llamados dathabam
de diez hombres, que acudían al campo de batalla en filas, el dathabam hiban
armados por arcos y un flaquion (espada curva de un solo filo). El spara llevaba
una espada de 1,8 m y debía de poroteger al resto del dethabam cuando el
enemigo alcanzaba la línea. Todo ello está para que el soara creará un muro en
el frente y todo la unidad del dethabam pueidera disparar flechas.

LA CABALLERIA

La necesidad de una cuerpo de caballería fue la enseñanza que tuvo Ciro III el
grande cuando conquistó Lidia en el año 547 a.C . Repartió las tierras
conquistadas entre los nobles quienes criaron los caballos e integraron dicho
cuerpo quienes fueron denominados huawka (parientes) departe de Cirio.

Los medos también eran jinetes del ejército y a partir del reinado de Darío I fueron
reclutados cómo caballería mercenaria a partir de la excelente caballería de los
medos. Los jinetes iban acorazados de escamas metálicas pero más de lino ya
que era más ligero y como, los escudos ligeros de mimbre y caña se utilizaron
por primera vez en torno al 450 a.C y que fueron los mercenarios escritas un
modelo de spara más pequeño y alargado, cabalgando sin sillas rígidas, como
mucho sobre mantas acolchadas.

Realizaban escaramuzas (contienda de poca importancia entre los avanzados


del ejército) lavando jabalinas o flechas, se retiraban y disparaban al enemigo
cuando se abatía en retirada, en lucha cuerpo a cuerpo, atacando los flancos
vulnerables y su retaguardia. El satrapa y el rey se ocupaban de las unidades de
caballería, el rey constituía guarniciones permanentes estratégicas localizables,
la comunidad local se encargaba de su manutención.
LA FLOTA NAVAL

Hasta la conquista de Chipre y Egipto, los persas no se vieron la necesidad de


construir y mantener una marina de guerra. Pero en el dominio de todos las
Riberas del Mediterráneo oriental y si conflicto permanente con los griegos fue
los que los forzó a llevar crear ciertos navíos. Esto llevo al rey Cambies III a
ordenar a construir una flota propia, ya que su invasión hacia Egipto solo podían
avanzar por el sofocante desierto y se necesitaba una armada que lo
aprovisionara y mantuviera, permitiendo poder e invadir el país del Nilo y
posteriormente atacar Europa.

Cada una de las naves tenía alrededor de 30 marineros y tropas en su interior,


pero también contaban con tropas persas, medos y sacas. Carlos Sehrader, la
presencia de los soldados a bordo tendrían como objetivo impedir una defección
ya que la armada persa está compuesta ala mayoría por los pueblos
occidentales, como chipriotas, egipcios y también griegos, que podrían resultar
de poca confianza.

El mando último de los barcos recibían en un oficial persa. Cómo ocurría en el


caso del ejército de tierra, los efectivos Navales tenían sus propios jefes,
subordinados a los almirantes persas de la flota. La táctica y pericia naval era la
de los fenicios como más destacada y los herodos quienes aportaban las naves
más veletas. Mientas que las satrapias o ciudades estaban encargadas de
pronunciar los barcos y de mantenerlos, aunque la política encaminada a la
centralización del imperio, hizo necesario que se construyeran astilleros reales
entre los que se conocen los de Menfis.

INDUMENTARIAS

El traje persa era conocido ajustado al cuerpo, está estampado de franjas


zigzagueantes, antítesis del vestido ligero griego, haciendo uso del pantalón y
del suéter. Su atuendo era así semejante al de los escitas que curiosamente fue
atentando su presencia a la ceremonia a partir del 490 a.C, con la diferencia de
que casi siempre se completaba con una especie de calzado o de quiton (especie
de túnica de la antigua Grecia) corto. Cómo novedad las personas vestían
túnicas con mangas y pantalones confeccionados con cuero o fieltro (textil no
tejido en forma de lamina), con aplicaciones de cintas de colores. Otra
indumentaria habitual era la capucha de 5 puntos que cubre la cabeza de un de
un SPARABARA y utilizados específicamente en la batalla de la costa de
Maratón. La coraza o armadura, en ella figuraban unos puntos pequeños como
remaches para fijar placas de bronce puestas entres día capas de cuero, una por
el interior y exterior, como una equivalente a la brigantina medieval (tipo de
coraza formada por pequeñas laminas de acero en el siglo XXI y XVI), acabando
en la parte inferior con una falda de acero,

todo ello confeccionado con cuero duro cortado en flecos para no entorpecer el
movimiento de los muslos.

ARMAMENTO PÉRSICO
Fue frecuente el la iconografía el uso de armas cortantes cómo las hachas y
espadas, dando el caso ajeno a la tradición hoplitaca de mostrarse el soldado
como arquero y espadachín. Estos últimos fueron representados la mayoría de
las veces como guerreros. Hay que ver y notar que la espada persa no es de
característica de tipo xifos (espada de doble filo utilizada por los griegos), sino
más bien de una espada curva y cortante, la makhaira. Otra arma secundaria
utilizada por los persas fue la akinakes (daga larga y recta de doble filo), una
lanza corta con astil de madera y contrapeso esférico con cabeza metálica, un
carcaj (caja o aditamento de piel, madera o tela) con flechas de caña con punta
de bronce o hierro y un arco compuesto; estos arcos podían ser en algunos
casos rectos, dobles o tendidos hacia atrás. Las flechas podía tener hasta 3 o 4
filos y las puntas eran huecas lo que las hacía mucho más liberas y eficaces.
Una técnica de estos arqueros es que disparaban las flechas incendiados
masivamente en frente del enemigo, lo que les permitió colgarse en el, a la altura
de la cintura el carcaj.

La sagaris era un tipo de hacha y de origen escita, compuesto principalmente


con un mango largo y estilizado, y con una hija afilada de peso constante pero lo
más usual es que fuera ligera y capaz de para los infantes y caballería, así como
era templada a una sola mano también era la forma de pelea de los guerreros a
una sola mano con esta arma y que podían penetrar fácilmente un casco
metálico.

Arquitectura y grandes edificaciones del imperio persa

La arquitectura del imperio persa es la clara representación de aquellos pueblo


y grandes extensiones geográficas. Durante el imperio persa surgieron vistosas
metrópolis con imponentes palacios y templos gracias a un estilo arquitectónico
propio que supo adaptar los elementos principales de aquellas civilizaciones que
conquistaron.
La ciudad de Persépolis llegó a convertirse durante los reinados de Darío y su
descendiente, Jerjes, en la joya y el corazón de un gigante que controlaba a un
sinfín de etnias diferentes que mantenían una relativa paz gracias a la inclusión
de las tradiciones locales dentro de la cultura imperial.

La cultura persica hasta el dia de hoy permaneces en partes de asia y


europa influyendo asi en diversas edificaciones de dichos paises. Son
caracteristicos sus palacios por ser ostentosos inmensos y pulcros

La arquitectura persa utilizaba diferentes materiales para la elaboración de sus


construcciones. Los principales eran:

• Madera
• Ladrillo
• Piedra
• Mármol (destinado a las edificaciones principales)

Los mosaicos representaban batallas, monarcas o personificaciones de


diferentes deidades, así como grandes esculturas decoraban los palacios,
ciudades o lugares fúnebres de la civilización persa.

Paredes y suelos servían de lienzo de un minucioso trabajo de arte y decoración


para elaborar los extensos mosaicos cuyos restos han perdurado hasta nuestros
días, como los hermosos suelos de Bishapur.
La escultura se caracterizaba por el uso de la temática mitológica. Una de las
representaciones más icónicas del arte persa es la de Lammasu. Se trata de
una deidad protectora que tenía cuerpo de toro o león, alas de águila y una
cabeza humana con una frondosa barba rizada. Esta escultura, que se
extendía prácticamente por todos los rincones destacados del imperio,
decoraba paredes o columnas interiores y vigilaba las puertas principales de
los palacios y templo

PALACIO DE PERSEPOLIS

A través de grades escalinatas decoradas con relieves se accedía a salas


hipóstilas con decenas de columnas, recintos dedicados a las grandes
recepciones; las puertas presentan una cornisa de cuarto bocel (tipo de moldura
con un perfil de cuarto de círculo) decorada con motivos vegetales de origen
egipcio; los fustes de las columnas, se trata de una arquitectura arquitranada,
eran estriados en lugar de lisos, influencia recibida de Grecia, aunque los
capiteles, muy originales, toman formas naturalistas reproduciendo los cuartos
delanteros de toros que a veces aparecían alados, motivo que también
encontramos en las puertas monumentales de acceso a la ciudad.

Por último mencionar que estos edificios tenían los techos de madera de cedro
apoyados sobre robustas vigas y escuadras que descansaban en los capiteles
de piedra de las columnas.
El otro edificio relevante es la tumba real donde se imitan modelos constructivos
egipcios y mesopotámicos (hipogeos y zigurat/pirámide). Destacan los hipogeos
reales que se excavaron a media altura de la montaña cerca de Persépolis en el
paraje conocido como Naqsh-i Rustam

DOS DE LOS HIPOGEOS DE NAQSH-I RUSTAM. PERSÉPOLIS

Otros restos de arquitectura Aqueménida podemos encontrarlos en la ciudad de


Susa, donde también Darío I construyó

APADANA

Llaman especialmente la atención las inmensas columnas, de 21 m de alto y


coronadas con capiteles complejos con forma de toros, trece de ellas aún en pie,
de la Gran Sala de Audiencias de Darío I, conocida como Apadana, nombre
tomado de una sala similar construida por Darío en Susa. Esta gran sala hipóstila
cuadrada, que debía medir 75 m de lado, y que sostenía un techo de madera de
cedro con una superficie de 3600 m2 , proporciones que sobrepasaban las de
todos los palacios construidos hasta entonces, fue acabada por su hijo Jerjes.
Podía albergar a diez mil personas. El hecho de que la techumbre fuera de
madera y no de piedra permitió que las columnas fueran tan altas, ligeras y
distanciadas entre sí, contribuyendo a crear un espacio muy aéreo. El toque
helénico se percibe en los acanalados y en el toro de las basas, análogos a los
de los templos griegos. Una inscripción en el muro de contención meridional
recoge la famosa sentencia que pronunció Darío ante su gente: "Dios proteja a
este país del enemigo, el hambre y la falsedad".

En esta civilización no encontramos templos, ya que la religión persa es


zoroastrista, culto monoteísta al dios sol que no necesita un sitio cubierto para
su culto. La aportación arquitectónica más original de los persas es el uso que
hacen de la columna. Con ella crean en los palacios grandes salas de recepción
o apadanas (sala de las cien columnas), que debían resultar imponentes. La
columna persa es un compendio de elementos egipcios (base campaniforme y
tramo de capitel palmiforme), griegos (fuste y tramo de capitel jónico) y
mesopotámico (zapata con animal mitológico). En esta civilización no
encontramos templos, ya que la religión persa es zoroastrista, culto monoteísta
al dios sol que no necesita un sitio cubierto para su culto. La aportación
arquitectónica más original de los persas es el uso que hacen de la columna.
Con ella crean en los palacios grandes salas de recepción o apadanas (sala de
las cien columnas), que debían resultar imponentes. La columna persa es un
compendio de elementos egipcios (base campaniforme y tramo de capitel
palmiforme), griegos (fuste y tramo de capitel jónico) y mesopotámico (zapata
con animal mitológico)

Las columnas, que sostenían las techumbres, eran de gran altura, de forma
acanalada, y en su extremo superior se encontraban los capiteles formados por
dos cabezas de toros labradas en piedra, donde se apoyaban las vigas.
En cuanto a la arquitectura funeraria:

Apenas quedan restos de arquitectura persa, tan sólo las edificaciones palatinas
y la arquitectura funeraria, que nada tiene que ver con la grandeza y fastuosidad
de los palacios. Ya se ha explicado que el Imperio persa no tuvo sólo una capital,
sino que su corte era itinerante. Durante el reinado de Ciro el Grande, Pasargada
fue la capital en la que más se construyó, destacando un recinto sagrado, dos
palacios, una ciudadela, una torre y la tumba de Ciro. Se concibieron sepulturas
y monumentos más sencillos que los egipcios. Algunos de ellos se crearon
mediante excavación de las laderas rocosas de las montañas. En su interior se
hallaban sólo un vestíbulo y una sala sin pinturas ni esculturas.

Tumba de Ciro II, en Pasargada (Irán). Ciro II el Grande, muerto en el año 530
a.C, recibió sepultura en esta tumba construida en piedra, que se halla en el llano
de Pasargada, donde tenía su residencia la dinastía aqueménida.
TUMBA DE ARTAJERJES I

Situadas a algunas decenas de metros de la terraza, dos tumbas cavadas en la


roca de Kuh-e Ramat dominan el sitio

UN ARTE PARA LA MONARQUÍA

No podemos afirmar que existió un arte persa propiamente dicho. En realidad,


la producción artística fue una conjunción de elementos pertenecientes a las
diferentes culturas sometidas. Por ejemplo, de los egipcios tomaron la
construcción de hipogeos; de la Mesopotamia, la utilización del ladrillo, las
figuras de toros alados y la costumbre de erigir palacios sobre plataformas
elevadas; de Grecia, la armonía y La esbeltez de ciertos elementos
constructivos.

En las artes figurativas los persas muestran predilección por el relieve. Con ellos
decoran los exteriores de los hipogeos reales y las estancias públicas de los
palacios. Sus imágenes recuerdan a las asirias, pero sin la perfección ni la
exaltación de la violencia de éstas. Las escenas son muy repetitivas y seriales:
el soberano como receptor de tributos de los pueblos vencidos y sus soldados
desfilando rígidamente. Sin embargo, la imagen más conocida tal vez sea la que
ilustra la portada de la presentación, que representa a uno de los Inmortales,
realizado en un colorís tico ladrillo vidriado (azulejo), proveniente del palacio de
Susa. No hay apenas representaciones de temática religiosa puesto que su único
dios, Aura-Mazda, se representa como un disco solar alado.

En razón de las características de la religión aqueménida, no se construyeron


templos dedicados al culto de su dios, ni se lo materializaba en relieves o
esculturas. Por este motivo, el arte de los iranios estuvo dedicado
exclusivamente a la monarquía. Los persas utilizaron los bajorrelieves a la
manera mesopotámica. Se dedicaban al rey inscripciones monumentales,
talladas en ¡as paredes de las montañas, donde se relataban los éxitos militares.
También se esculpían Las fachadas de Las tumbas dedicadas a los reyes,
asemejándolas a los frentes de los palacios

ESCULTURA PERSA

Es una época marcada en las artes plásticas por los magníficos relieves que
decoran los palacios, como el de Persépolis.

La forma más conocida y más extendida de la escultura aqueménida es el


bajorrelieve, expresándose particularmente en Persépolis. Decoran
sistemáticamente las escaleras, los lados de las plataformas de los palacios y el
interior de los vanos. Se supone igualmente que eran utilizados en la decoración
de las salas hipóstilas. Se pueden ver las inspiraciones egipcias y asirias, incluso
griega por la fineza de la ejecución. Se encuentra la mayoría de los estereotipos
de las representaciones orientales antiguas: todos los personajes son
representados de perfil. Si la perspectiva está presente de vez en cuando, los
diferentes planos son reflejados generalmente uno bajo otro. Las proporciones
entre los personajes, los animales y los árboles no son respetados. Además, el
principio de isocefalia es aplicado estrictamente, incluso en diferentes peldaños
de las escaleras. Los temas representados se componen de los desfiles de
representantes de los pueblos del imperio, de nobles persas, de guardias, de
escenas de audiencia, de representaciones reales y de figuras de combates que
oponen un héroe real a animales reales o imaginarios. Estos bajorrelieves son
notables por su calidad de ejecución, cada detalle es reflejado con una gran
fineza.

Sin embargo, numerosos elementos de la decoración pueden ser considerados


como altorrelieves. Es utilizado, sobre todo, para representaciones de animales
reales o mitológicos, a menudo incluso como elementos arquitectónicos en las
puertas y los capiteles. Son esencialmente toros, que son representados como
guardianes de las puertas, así como en el pórtico de la sala de las Cien
Columnas. Los capiteles de las columnas acaban en impostas de prótomes de
animales: toros, león, grifos. Los animales están muy estilizados, sin ninguna
variación.

Religion,etnias y diversidad cultural en el imperio

los persas profesaban el zoroastrismo, religión que había sido revelada por el
profeta iraní Zoroastro y que planteaba la adoración a un dios supremo: Ahura
Mazda.

Los persas creían que el mundo era el lugar donde se enfrentaban las
fuerzas del bien y el mal. El bien estaba guiado por el dios Ahura Mazda,
creador del mundo, lo bueno y lo luminoso, y el mal por Angra Mainyu, creador
de las tinieblas, lo negativo y lo oscuro. Sin embargo, para los persas el bien y
el mal no eran entes que podían representarse, sino más bien verdades
incorpóreas. Ahura Mazda y Angra Mainyu eran referentes de aquellas fuerzas,
pero no las personificaban.

Para los persas, los seres humanos debían combatir el mal y, de esta
manera, ayudar a Ahura Mazda. Creían que si las personas practicaban la
justicia y la virtud, serían juzgadas después de su muerte y recompensadas
con la salvación eterna.

Respecto a la organización religiosa del imperio, los persas mantenían una


gran tolerancia con los pueblos conquistados y permitían que continuaran con
sus cultos locales. Por lo tanto, en el territorio imperial convivieron diferentes
tipos de creencias y religiones.

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