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Keith Haring

Pintor estadounidense, el más


importante de los pintores de graffiti
de los años ochenta, nacido en
Kutztown, Pennsylvania, en 1958.

Desde muy pequeño Keith Haring


empezó a dibujar inspirándose en los
dibujos animados que veía en la
televisión.
Estudió arte en la Ivy School of Art de
Pittsburg, donde comenzó a hacer
serigrafías para imprimir en camisetas.
En 1980 se volcó a los graffiti, dibujando imágenes como
las de los dibujos animados, hechas con un rotulador
directamente sobre anuncios en el metro de Nueva York. A
esto le siguieron una serie de historietas, hechas con tiza
blanca sobre los paneles negros del metro reservados para
publicidad
El soporte pictórico que utilizaba Haring era variado y accesible
(papel, fibra de vidrio, lienzo, piezas de acero esmaltado, camisetas,
vasos y vaciados en escayola de obras de arte conocidas); sus fuentes
son el arte esquimal, africano, maya y de los aborígenes, así como la
caligrafía china
Realizo un arte sencillo que refleja aspectos del
arte Pop y el arte callejero del grafiti.
Los 80 fueron una dura década donde las
diferencias sociales pusieron contra la espada y la
pared a mucha gente en los barrios menos
favorecidos de New York. Haring mostró desde el
principio su firme convicción en un modelo
diferente al que entonces se estaba gestando en
Estados Unidos, y no dudo en utilizar su arte
contra injusticias y desigualdades.
Su activismo le hizo viajar a Sudáfrica en contra
del, apartheid hasta Berlín para proclamar la caída
del muro o a crear grandes obras para concienciar
a la sociedad de problemas como la homofobia,
el sida o el crack.
En España pinto un mural de 30 metros:”Todos juntos
podemos parar el SIDA”. En el mural aparece una
serpiente que representa el Sida El reptil ahoga a una
inyección en alusión a la cura de la enfermedad y está
seccionado por unas tijeras. En la cola, tiene colocado un
preservativo.
El mismo creó poco antes de morir la Keih Haring
Foundation, una organización cuyo objetivo no es
otro que el de gestionar su patrimonio artístico para
poder así seguir apoyando ONGs que luchan por los
ideales que Hairing defendía.
Ya en vida era un firme defensor del modelo
colaborativo, y experimentaba junto a otros
artistas buscando nuevas maneras de expresar
su arte y lograr así su objetivo, hacer llegar su
obra y sus ideales al mayor número de gente
posible.

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