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TEORÍA DE LA RESPUESTA PUNITIVA

La responsabilidad punitiva.
Se llama Teoría de la responsabilidad la posibilidad que tiene la agencia de responder con pena, puesto que la
agencia judicial no sólo se hace cargo de la criminalización secundaria, del sujeto elegido, sino que le incumbe el
análisis de los supuestos legales de exclusión y cancelación de la punibilidad.
No todo merecedor de una pena debe recibir un castigo. Si bien la pena estatal formal es siempre consecuencia
de un delito, puede suceder que al delito no le siga como consecuencia jurídica la coerción penal, porque la ley
determine que ella no debe concretarse en ese supuesto particular, pese a la existencia de delito. Así como hay
penas sin delito, también puede haber delito sin que opere la coerción penal.
Las dudas sobre la posibilidad de delito sin coerción penal provienen del sector de la doctrina que llama
punibilidad a la posibilidad de coerción penal y que la incluye como categoría dentro del concepto de delito. Esto
resulta de no poder distinguir el concepto de delito de la posición funcional de la agencia judicial, es decir, lo que
se declara como delito y lo que se hace con ello.
Las condiciones que obstaculizan la respuesta penal pertenecen al derecho penal y al procesal.

Condiciones penales: excluyen o cancelan la punición. Se las llama excusas absolutorias, pero no son
causas que imponen la absolución sino que su existencia –siempre concomitante con el delito- descarta desde el
principio, la operatividad de la coerción.
Son personales (no amparan al partícipe ni al coautor sino sólo a quien se encuentra en esa circunstancia legal) y
como sólo afectan la punibilidad –y no la existencia del delito-, no tienen que estar abarcadas por el conocimiento
efectivo del dolo ni por la posibilidad de conocimiento de la culpabilidad.
Se clasifican en dos grupos:
Las que excluyen la posibilidad de pena son las que existen con anterioridad al delito (delitos contra la
propiedad entre parientes del art, 185 del C.P., lo mismo respecto del encubrimiento, art. 279 CP., la impunidad
de las calumnias e injurias recíprocas cuando no hay legítima defensa, injurias en juicio no dadas a publicidad).
Las que cancelan la respuesta son condiciones sobrevivientes al delito que incluso pueden tener efecto
sobre la sentencia condenatoria firme (ej: advenimiento en algunos delitos contra la integridad sexual, art. 132
CP, retractación en las calumnias e injurias, art. 117 CP, la revelación de información en el delito de traición, art.
217 CP).

Causas de exclusión Causas de cancelación

personales, concomitantes o anteriores al delito posteriores al delito

Algunos delitos contra la propiedad entre parientes Penales:


Minoridad cuando no se trata de inimputabilidad Prescripción de la pena - Art. 65
La impunidad de la mujer que intenta su autoaborto Indulto - Art. 68
la impunidad de las injurias recíprocas cuando no hay El perdón - art. 69
legítima defensa Conmutación de la pena
Las injurias vertidas en juicio no dadas a publicidad Amnistía
Extinción de la acción por suspensión del juicio a
prueba - Art. 59
Causas contenidas en el art. 59
Otras causas contenidas en la parte especial, como el
advenimiento (derogado) y la revelación de
información en el delito de traición
Obstáculos de perseguibilidad
Acción pública de instancia privada (art. 59, 71)
Acción privada - Art. 59, 71
Prescripción de la acción penal - Art. 62
El pago de la multa en delitos reprimidos únicamente
con esta pena
Causas contenidas en el art. 59 CP.
ARTICULO 59.- La acción penal se extinguirá:

1. Por la muerte del imputado;


2. Por la amnistía;
3. Por la prescripción;
4. Por la renuncia del agraviado, respecto de los delitos de acción privada;
5. Por aplicación de un criterio de oportunidad, de conformidad con lo previsto en las leyes procesales
correspondientes; → Por ej.: por pena natural en un choque.
6. Por conciliación o reparación integral del perjuicio, de conformidad con lo previsto en las leyes procesales
correspondientes;
7. Por el cumplimiento de las condiciones establecidas para la suspensión del proceso a prueba, de
conformidad con lo previsto en este Código y las leyes procesales correspondientes.

Obstáculos de perseguibilidad.
Se presentan en algunos delitos cuya perseguibilidad depende de que la víctima formule una denuncia con la
expresa mención de si interés en habilitar un proceso de naturaleza punitiva contra los intervinientes en el delito.
- Acciones privadas: el juicio se lleva a cabo de manera similar a un juicio de derecho privado. Ver art. 73
- Acciones dependientes de instancia privada: para continuar con el ejercicio de la acción penal se debe
contar con la decisión expresa del ofendido. Ver art. 72
- Extinción de la acción por pago. ARTICULO 64.- La acción penal por delito reprimido con multa se
extinguirá en cualquier estado de la instrucción y mientras no se haya iniciado el juicio, por el pago
voluntario del mínimo de la multa correspondiente y la reparación de los daños causados por el delito.
Si se hubiese iniciado el juicio deberá pagarse el máximo de la multa correspondiente, además de repararse los
daños causados por el delito.
En ambos casos el imputado deberá abandonar en favor del estado, los objetos que presumiblemente resultarían
decomisados en caso que recayera condena.
El modo de extinción de la acción penal previsto en este artículo podrá ser admitido por segunda vez si el nuevo
delito ha sido cometido después de haber transcurrido ocho años a partir de la fecha de la resolución que hubiese
declarado la extinción de la acción penal en la causa anterior.
- Extinción de la acción penal

El indulto, la conmutación y el perdón del ofendido.


El indulto está contenido en el art. 86, inc 6 de la CN. Es una facultad otorgada a poderes no judiciales para
extinguir la pena o disminuirla por razones de oportunidad política, a modo de medio extraordinario para
supuestos en que la pena resulte drástica o anacrónica.
- Requisito constitucional para que proceda: informe previo del tribunal sobre los datos de las causas
- Límite cnal: control de constitucionalidad de la aplicación del indulto o la conmutación de la pena.
Tampoco puede puede indultar o conmutar penas a quienes quebranten el orden constitucional.
- Límite del DIP: no puede indultar y conmutar penas por delitos que el estado argentino tenga el deber de
perseguir y sancionar.

El indulto es revisable jurisdiccionalmente sí:


a. recae sobre penas no indultables ni conmutables
b. afecta el derecho de defensa o derecho a la verdad reclamado por el procesado
c. no tiene motivación alguna, es decir, no hay razones para dicho acto de gobierno.

ARTICULO 68.- El indulto del reo extinguirá la pena y sus efectos, con excepción de las indemnizaciones debidas a
particulares.

En el caso de la conmutación, la parte conmutada debe descontarse de la pena impuesta en la sentencia a los
efectos de calcular el plazo para la concesión de la libertad condicional. Como el indulto no puede acordarse
retroactivamente, no puede exigirse la devolución de la multa o de la parte de la multa pagada.
El perdón del ofendido cancela la respuesta punitiva en los casos de delitos de acción privada (art. 69), perdón
que la ley, para evitar arbitrariedades o extorsiones, extiende a cualquiera de los que participaron en el hecho.

La prescripción en particular.
El instituto de la prescripción encuentra su fundamento en el hecho de que de por sí, el fenómeno del PP nunca
es racional, pero que se vuelve aún más irracional si hay más tiempo entre el delito y su persecución. Si la pena
nunca resuelve el conflicto que el delito causa y lo único que produce es la suspensión de éste hasta que el
tiempo lo disuelva, cuanto más extrañamiento de los protagonistas con el conflicto por el paso del tiempo, más
racional se hace el castigo. Sólo hay excepciones que por su altísima gravedad -crímenes de guerra y lesa
humanidad- y que constituyen tragedias históricas, no pueden permitir que ni el paso de los siglos suspenda su
persecución o pena (Convención sobre imprescriptibilidad de crímenes de guerra y de lesa humanidad).

ART. 67: La prescripción corre, se suspende o se interrumpe separadamente para cada delito y para cada uno de
sus partícipes, con la excepción prevista en el segundo párrafo de este artículo. → porque es una causa personal
de cancelación de la punibilidad.

Prescripción de la pena:
ARTICULO 65.- Las penas se prescriben en los términos siguientes:

1. La de reclusión perpetua, a los veinte años;


2. La de prisión perpetua, a los veinte años;
3. La de reclusión o prisión temporal, en un tiempo igual al de la condena;
4. La de multa, a los dos años.

ARTICULO 66.- La prescripción de la pena empezará a correr desde la medianoche del día en que se notificare al
reo la sentencia firme o desde el quebrantamiento de la condena, si ésta hubiese empezado a cumplirse.

Este artículo presenta dos problemas: en primer lugar, las penas perpetuas prescribirían antes que las temporales
(cuyo máximo actual es de 50 años), así que debe corregirse este error legal y como límite tomar el de 20 años.
Por otro lado, el art. 65 omite establecer cuándo prescribe la pena de inhabilitación (si es pena accesoria de otras
no habría problema, pero sí existe un vacío cuando es impuesta como pena única y sería por lo tanto
imprescriptible). Esto se resuelve por aplicación analógica del inc. 4to. del art. 62 que rige para la prescripción de
la acción penal por un delito penado con inhabilitación temporal.

Para la prescripción de la pena debe tenerse en cuenta la cuantía efectivamente exigible de la misma, es decir,
que debe descontarse lo que se haya disminuído por conmutación o por cómputo de prisión preventiva.

Causas que SUSPENDEN la prescripción de la pena Causas que INTERRUMPEN la prescripción de la pena

Pena en suspenso o condena condicional. No iniciada la ejecución de la pena, o iniciada y


De lo contrario no podría hacerse efectiva la quebrantada, el cumplimiento parcial posterior tiene
unificación del primer párrafo del art. 27 del C.P., en el efecto de interrumpir la prescripción, cayendo todo
caso de comisión de un nuevo delito antes de los el tiempo transcurrido, debiendo correr el plazo
cuatro años pero después de un tiempo igual al de la completo en caso de producirse un nuevo
condena. quebrantamiento
La comisión de un nuevo delito(art. 67, párrafo 4to.)

Prescripción de la acción: → obstáculo de perseguibilidad penal.


La amenaza penal no puede quedar suspendida ilimitadamente ya que la prescripción es el instrumento
realizador de otro derecho fundamental que es el de la definición de un proceso penal en un tiempo razonable.
Los plazo del CP son el marco máximo de posibilidad de perseguir punitivamente, pero la prescripción de la acción
puede operar antes si en la hipótesis concreta el tiempo del proceso excedió el marco de razonabilidad
establecido por la CN y el DIP.
El plazo razonable para la duración de un proceso es la exigencia constitucional (art. 75, inc 22 CN y 7, inc. 5to. de
la CADH), para prevenir un agravamiento del trato inhumano de los presos sin condena. La ley 24390 y su
modificación –ley 25430- fijaron límites a la persecución punitiva aberrantes (según esta norma la prisión
preventiva tiene como plazo máximo el de dos años pero puede prorrogarse por un año más cuando la cantidad
de delitos atribuidos al procesado o la evidente complejidad de la causa hayan impedido el dictado de la
sentencia en el plazo indicado), y desnaturalizaron el concepto constitucional. De ahí que los jueces deban alterar
esos límites y construir un concepto constitucional de plazo razonable a través de los antecedentes históricos más
cercanos (art. 379, inc. 6to. Del código de Obarrio y art. 207 del CPPN). Estas dos fuentes establecen que el plazo
del proceso no debe exceder de los dos años, así como tampoco ninguna detención debe superar ese plazo.

ARTICULO 62.- La acción penal se prescribirá durante el tiempo fijado a continuación:

1º. A los quince años, cuando se tratare de delitos cuya pena fuere la de reclusión o prisión perpetua;

2º. Después de transcurrido el máximo de duración de la pena señalada para el delito, si se tratare de hechos
reprimidos con reclusión o prisión, no pudiendo, en ningún caso, el término de la prescripción exceder de doce
años ni bajar de dos años;

3º. A los cinco años, cuando se tratare de un hecho reprimido únicamente con inhabilitación perpetua;

4º. Al año, cuando se tratare de un hecho reprimido únicamente con inhabilitación temporal;

5º. A los dos años, cuando se tratare de hechos reprimidos con multa.

ARTICULO 63.- La prescripción de la acción empezará a correr desde la medianoche del día en que se cometió el
delito o, si éste fuese continuo, en que cesó de cometerse.
Se tiene que tener en cuenta en relación a las penas que
a) en caso de penas alternativas o conjuntas, rige la más larga
b) si es concurso ideal, se tiene en cuenta la pena mayor
c) si es concurso real, la prescripción es paralela, es decir, los plazos rigen de manera independiente para
cada uno de los hechos.

Causas que SUSPENDEN la prescripción de la acción Causas que INTERRUMPEN la prescripción de la acción
Suspensión del juicio a prueba (art. 67, párr. 4) La prescripción se interrumpe
(art. 67) a) resolución de cuestiones previas o solamente por:
prejudiciales, que deban ser resueltas en otro juicio. a) La comisión de otro delito;
b) El primer llamado efectuado a una persona, en el
b) delitos cometidos en el ejercicio de la función marco de un proceso judicial, con el objeto de recibirle
pública, para todos los que hubiesen participado, declaración indagatoria por el delito investigado;
mientras cualquiera de ellos se encuentre c) El requerimiento acusatorio de apertura o elevación
desempeñando un cargo público. a juicio, efectuado en la forma que lo establezca la
legislación procesal correspondiente;
c) El curso de la prescripción de la acción penal d) El auto de citación a juicio o acto procesal
correspondiente a los delitos previstos en los artículos equivalente; y
226 y 227 bis, se suspenderá hasta el restablecimiento e) El dictado de sentencia condenatoria, aunque la
del orden constitucional. misma no se encuentre firme.

d) En los delitos previstos en los artículos 119, 120, Esta tesis anti liberal o autoritaria de la prescripción
125, 125 bis, 128, 129 —in fine—, 130 —párrafos conduce a que, en la práctica, no prescriba ningún
segundo y tercero—, 145 bis y 145 ter del Código delito.
Penal, se suspende la prescripción mientras la víctima
sea menor de edad y hasta que habiendo cumplido la
mayoría de edad formule por sí la denuncia o ratifique
la formulada por sus representantes legales durante su
minoría de edad.

MANIFESTACIONES FORMALES DEL PODER PUNITIVO

Las penas en nuestro código penal.


Si por pena definimos a la coerción estatal que importa una privación de derechos o infligir un dolor, que no
persigue un fin reparador ni de neutralización de un daño en curso o de un peligro inminente, existen:
a. penas que se imponen de hecho y al margen de toda legalidad
b. otras que se imponen al amparo de leyes punitivas latentes o eventuales
c. aquellas que lo son en función de leyes penales manifiestas. Las penas principales reconocidas en nuestro
código penal son la reclusión, la prisión, la multa y la inhabilitación. Las mismas están enunciadas en el
Art. 5 del CP.
Las dos primeras son penas que privan de la libertad personal, en tanto que la multa afecta al patrimonio del
penado y la inhabilitación a ciertos derechos del mismo.

La conminación de las penas se hace en la parte especial, hallándose en forma separada, exclusiva, alternativa o
conjunta.
- conminación separada cuando solo se conmina una de las penas: prisión de uno a cuatro años en el Art.
83 CP, por ejemplo.
- Hay conminación alternativa cuando se conminan dos penas, entre las que el juez debe elegir.
- paralela, en el caso en que la cantidad de pena es la misma, cambiando solo la calidad, lo que
suele suceder en la conminación alternativa de prisión y reclusión (así, el Art. 79, de ocho a
veinticinco años de reclusión o prisión).
- no paralela, cuando las penas alternativamente conminadas cambian en calidad y cantidad, como
sucede cuando se conmina prisión o multa (Art. 94, por ejemplo).
- La conminación conjunta es muy frecuente en nuestro CP: art 84, por ejemplo.

También se hallan las penas accesorias, que son las que se derivan de la imposición de las principales, sin que sea
menester su especial imposición en la sentencia. Las penas accesorias son la inhabilitación absoluta del Art. 12 P,
y el decomiso del Art. 23.
El cuadro de las penas accesorias se completa dentro de nuestra legislación penal con una pena accesoria que
requiere ser expresamente impuesta por el tribunal, que es la reclusión accesoria por tiempo indeterminado del
Art. 52 del CP, cuya inconstitucionalidad es clara.

Penas principales Privativas de la libertad Reclusión


Prisión

patrimoniales Multa

Privativas de derechos Inhabilitación

Penas accesorias Inhabilitación absoluta (Art. 12 CP)

Decomiso (Art. 23 CP)

Clausura y otras consecuencias penales previstas en leyes especiales.

Que debe ser pronunciada por un Reclusión accesoria por tiempo


tribunal → indeterminado (Art. 52 CP)
Las escalas penales como contrapunto de las inconstitucionales penas fijas.
El CP argentino fija un mínimo y un máximo y dejando que el juez determine en concreto la cuantía de la misma
conforme a las reglas de los Arts. 40 y 41 CP. Es necesario que la pena sea flexible para que pueda adecuarse al
caso concreto en el juicio de determinación. Las penas fijas violarían el principio de culpabilidad (condiciones
personales del sujeto).
Es inconstitucional cualquier pena fija o perpetua, aunque en rigor de verdad, las penas perpetuas en Argentina,
no son tales, considerando que el penado goza de libertad condicional a los veinte años.

La llamada pena de muerte.


El Art. 18 CN dice: “Quedan abolidos para siempre la pena de muerte por causas políticas, toda especie de
tormento y los azotes”. A contrario sensu surge que la pena de muerte por causas que no son políticas no esta
abolida en nuestro texto constitucional.
Sin embargo, la llamada “pena de muerte” es inconstitucional porque:
- Constituye una forma de tormento proscrita por el Art. 18 CN.
- Es un medio groseramente inadecuado para la obtención del propósito perseguido, lo que viola el
principio republicano de gobierno (Art. 1 CN).
- El modo y los casos para los cuales se implantó en la argentina y suele reclamársela en Latinoamérica,
generalmente viola la pauta tradicional de no imponer esa “pena” por causa política, que la CN consagra
expresamente.
- Su abolición progresiva e irreversible está contemplada en los tratados de DH.

Formas de manifestación de la coerción penal excluidas de nuestra legislación.


Todas las formas de castigo corporal quedan excluidas de nuestra legislación penal por disposición del Art. 18 CN,
al descartar “toda especie de tormento y los azotes”. La proscripción del tormento y de los azotes no es limitativa,
sino indicativa del principio de la racionalidad y del principio de humanidad.
Acabamos de ver que la llamada pena de muerte queda hoy incluida como una especie de tormento, lo que la
excluye de nuestro sistema penal.
El Art. 17 de la CN proscribe tan bien la confiscación de bienes: “La confiscación de bienes queda borrada para
siempre del código penal argentino”.
Esta proscrita cualquier pena que importe una incapacitación física u orgánica del sujeto (castración,
esterilización, amputaciones, etc.), como cualquier pena verdaderamente perpetua y cualquier consecuencia
perpetua de un delito.
En función de la DUDH, debe considerarse ilícita la pena de destierro.
Las penas de reclusión que bajo la denominación de “medidas de seguridad” establecen los párrafos 2 y 3 del 34,
inc. 1. CP son las única spenas verdaderamente perpetuas porque no dependen de nada que el incapaz psíquico
del delito pueda hacer. La inclusión de estas penas reconoce su origen en la peligrosidad positivista. Esta pena
entonces abarca a quienes son incapaces psíquicos de delito, a quienes han actuado sin culpabilidad y a quienes
han actuado atípicamente por falta de dolo.
Las penas realmente perpetuas también son inconcticionales, principalmente porque las penas (según el derecho
constitucional y el DIP) debe resocializar al penado. ¿Cómo puede pensarse en la resocialización si la persona
permanece toda su vida en prisión?

PENAS PRIVATIVAS DE LA LIBERTAD: PRISIÓN Y RECLUSIÓN

Diferencias entre la reclusión y la prisión.


Esta institucionalización opera como eje del sistema de penas, lo que se asume como natural u ordinario, cuando
en rigor, se remonta a solos dos siglos de antigüedad. El discurso la legitimó invocando una pretendida función de
control y de reforma psicológica y moral de los individuos que alcanzaría su máxima teorización con la idea de
peligrosidad. La soberanía política así destacó su aspecto disciplinario y de vigilancia. Pero rápidamente se
constató que lejos de rehabilitar a los internos, la prisión sirve para fracturar a la sociedad y legitimar el control y
la vigilancia estatal sobre la totalidad de la población.

Hemos dicho que la diferencia fundamental entre la reclusión y la prisión deriva históricamente de que la primera
se remonta a las viejas penas infamantes, es decir, que en un origen era una pena que quitaba la fama, la
reputación, privaba del honor, en tanto que la prisión se remonta a penas privativas de libertad que no tenían ese
carácter. En la sanción de CP de 1921 puede observarse el resabio del origen remoto de la diferencia en que los
sometidos a reclusión podían ser usados en trabajos públicos, en tanto que los sometidos a prisión solo lo podían
ser en trabajos dentro de los establecimientos dedicados exclusivamente a ellos.
El régimen de trabajo a que se debía someter al recluso, conforme al texto original del CP, era más duro que el
que debían soportar los sometidos a prisión.
No obstante, las diferencias en cuanto a la ejecución de las penas de reclusión y prisión han quedado derogadas,
puesto que los Arts. 6, 7, y 9 CP, si bien no están formalmente derogados, han perdido vigencia como resultado
de la ley de ejecución de la pena privativa de la libertad. Esa ley no establece diferencia alguna para la ejecución
de las penas de reclusión y prisión, suprimiendo las denominaciones de recluso y preso y unificándolas con la de
“interno” (Art. 15), sin prescribir ninguna diversificación de tratamientos, de establecimientos ni de régimen de
trabajo basada en esa distinción.
En síntesis, las diferencias subsistentes entre reclusión y prisión serán las siguientes:

Prisión Reclusión

Puede reemplazarse por arresto domiciliario en los No puede reemplazarse por arresto domiciliario
casos del Art. 10 CP.

Debe cumplirse durante ocho meses para obtener la Debe cumplirse durante un año para obtener la
libertad condicional por el condenado a tres años o libertad condicional por el condenado a tres años o
menos (Art. 13). menos (Art. 13).

Un día de prisión preventiva se computa por uno de Dos días de prisión preventiva se computan por uno
prisión (Art. 24). de reclusión (Art. 24).

Puede imponerse condicionalmente en los supuestos No puede imponerse condicionalmente.


del Art. 26 CP.

La prisión perpetua se reduce en caso de tentativa (Art. La reclusión perpetua se reduce en casos de tentativa
44) y de complicidad (ara 46) a prisión de diez a quince (Art. 44) y de complicidad (Art. 46) por reclusión de
años. quince a veinte años.

El mínimo por delito consumado es de quince días El mínimo por delito consumado es de seis meses
(conminada en el Art. 243). (conminada en el Art. 93).

Pena de relegación: reclusión accesoria por tiempo indeterminado.


Según la ley, en casos de reincidencia previstos en el Art. 52 corresponde agravar la pena de la última condena
con el agregado de una pena de “reclusión por tiempo indeterminado como accesoria de la última condena”. Las
diferencias que tiene esta respecto de la reclusión común es su indeterminación y el régimen especial de libertad
condicional.
Ella se cumple en los mismos establecimientos penales que para las demás penas privativas de la libertad,
estando todos los internos sometidos al mismo régimen.
El Art. 53 CP dispone que “los condenados con la reclusión accesoria por tiempo indeterminado deberán
cumplirla en establecimientos federales”. En la práctica esta disposición no se cumple y muchos condenados a
esta pena la cumplen en establecimientos provinciales.
En síntesis, las diferencias entre la reclusión accesoria por tiempo indeterminado del Art. 52 CP y las penas
ordinarias privativas de la libertad son las siguientes:

Penas ordinarias Reclusión accesoria

Son determinadas. Es en principio indeterminada, pero


dura como mínimo cinco años.

El tribunal no puede dejar de El tribunal puede dejar de aplicarla


aplicarla (salvo en la tentativa por única vez.
inidónea).

No hay régimen de ejecución distinto y la disposición de que deben


cumplirse en establecimientos nacionales es inconstitucional, porque
viola las facultades legislativas de las provincias. En el orden nacional no
hay establecimientos especiales distintos de los ordinarios.

El instituto del que se nutre la multirreincidencia de la reclusión por tiempo indeterminado es → la reincidencia
es una agravante para graduar la pena, de acuerdo con los art. 40 y 41 CP. Además, el reincidente tiene prohibido
el acceso a la libertad condicional. Se viola el principio del ne bis in idem, ya que castiga dos veces por el mismo
hecho. Es una clara demostración de la tendencia a la prevención especial positiva, puesto que pretende
retenerse al interno lo más posible.

La inconstitucionalidad de la reincidencia acarrea también la de esta pena accesoria, que no guarda ninguna
relación con el contenido injusto ni con la culpabilidad del delito a cuya pena acompaña como accesoria. Esta
disposición tiende a convertir al DP de acto en DP de autor, penando a la persona por “ser delincuente”.

FALLO GRAMAJO → La Corte declaró la inconstitucionalidad del art. 52 del Cód. Penal en el caso concreto por
considerar que la pena de reclusión indeterminada allí prevista viola el principio de culpabilidad, el principio de
proporcionalidad de la pena, el principio de reserva, el principio de legalidad, el derecho penal de acto, el
principio que prohíbe la persecución penal múltiple y la prohibición de imponer penas crueles, inhumanas y
degradantes.
Sostuvo que la pena de reclusión indeterminada es una clara manifestación de derecho penal de autor porque
tiende a encerrar a una persona en prisión por un tiempo mayor al que correspondería de acuerdo con la pena
establecida para el delito cometido, debido a la forma en que conduce su vida.
Asimismo, consideró que el principio de reserva impide imponer una pena en razón de lo que la persona es, por lo
que la pena sólo puede aplicarse como consecuencia del hecho que el individuo cometió.
Por otra parte, sostuvo que la accesoria de reclusión por tiempo indeterminado prevista en el art. 52 del Cód.
Penal es una pena, y no una medida de seguridad fundada en la peligrosidad del agente.
Por último, consideró que ante la afirmación de que la accesoria de reclusión por tiempo indeterminado violaba el
principio de proporcionalidad de la pena, no era válido afirmar que aquélla no se impone en razón del hecho
juzgado en último término sino de los hechos por los que fuera condenado anteriormente porque si fuera así se
estaría violando la prohibición de persecución penal múltiple.

La Ley de Ejecución de penas privativas de la libertad en la argentina.


Conforme a la Ley 24.660, el régimen progresa a través de tres periodos: observación, tratamiento y prueba.
- Período de observación: se estudia al interno y se lo clasifica como fácilmente adaptable, adaptable o
difícilmente adaptable, indicándose a que establecimiento o sección debe ser destinado, que programa
de tratamiento concreto corresponde y que tiempo mínimo debe quedar a él sometido (Art. 6 LPN).
- Período de tratamiento (¿enfermedad?): el Art. 7 establece la posibilidad de dividir el tratamiento en
fases, sin entrar a precisiones mayores.
- Período de prueba se basa en la incorporación a un régimen de autodisciplina, en la posibilidad de salidas
transitorias (sistema que se practica en el país desde 1952) y, eventualmente, en la libertad condicional
(Art. 8 LPN).
La ejecución de la pena privativa de libertad, en nuestro sistema, es administrativa, pero con control judicial.

BENEFICIOS: → buscan reducir los efectos negativos del encierro por tiempo prolongado. Están contenidos tanto
en la LEP, como en el CP. Deben considerarse derechos del penado.

El art. 56 quinquies establece una serie de beneficios para quienes sufren penas privativas de la libertad. A saber:
A. Otorgamiento de salidas transitorias.
B. Incorporación al régimen de semilibertad.
C. Prisión discontinua, semidetención, prisión nocturna.
D. Otorgamiento de prisión domiciliaria.
E. Otorgamiento de libertad asistida.
F. Otorgamiento de libertad condicional.
G. Todos los beneficios comprendidos en el período de prueba previsto por la ley de ejecución de la pena.
H. Suspensión del proceso a prueba.

1. Salidas transitorias
Se conceden cuando el interno cumple la mitad de la pena y luego de la presentación de ciertos informes que
aseguren su comportamiento. El juez puede apartarse de ellos.
ARTICULO 16. LEP: podrán ser: salidas de hasta doce, veinticuatro o setenta y dos horas.
- Para afianzar y mejorar los lazos familiares y sociales;
- Para cursar estudios de educación general básica, media, polimodal, superior, profesional y académica de
grado o de los regímenes especiales previstos en la legislación vigente;
- Para participar en programas específicos de prelibertad ante la inminencia del egreso por libertad
condicional, asistida o por agotamiento de condena.
Deberá estar acompañado por un empleado que en ningún caso irá uniformado, confiado a la tuición de un
familiar o persona responsable o bajo palabra de honor.

2. Semilibertad (mismos requisitos que para las salidas transitorias)


ARTICULO 23. LEP — La semilibertad permitirá al condenado trabajar fuera del establecimiento sin supervisión
continua, en iguales condiciones a las de la vida libre, incluso salario y seguridad social, regresando al alojamiento
asignado al final de cada jornada laboral. Para ello, deberá tener asegurado, con carácter previo una adecuada
ocupación o trabajo.
ARTICULO 25. — El trabajo en semilibertad será diurno y en días hábiles. Excepcionalmente será nocturno o en
días domingo o feriado y en modo alguno dificultará el retorno diario del condenado a su alojamiento.
ARTICULO 26. — La incorporación a la semilibertad incluirá una salida transitoria semanal, salvo resolución en
contrario de la autoridad judicial.

3. La prisión discontinua y semidetención


ARTICULO 35. —El juez de ejecución podrá disponer la ejecución de la pena mediante la prisión discontinua y
semidetención cuando, no encontrándose incluido en los delitos previstos en el artículo 56 bis:
a. Se revocare la detención domiciliaria;
b. Se convirtiere la pena de multa en prisión
c. Se revocare la condenación condicional prevista en el artículo 26 del Código Penal por incumplimiento de
las reglas de conducta establecidas en el artículo 27 bis del Código Penal;
d. Se revocare la libertad condicional dispuesta en el artículo 15 del Código Penal, en el caso en que el
condenado haya violado la obligación de residencia.

Prisión discontinua. ARTICULO 36. — La prisión discontinua se cumplirá mediante la permanencia del condenado
en una institución basada en el principio de autodisciplina, por fracciones no menores de treinta y seis horas,
procurando que ese período coincida con los días no laborables de aquél.
Semidetención. ARTICULO 39. — La semidetención consistirá en la permanencia ininterrumpida del condenado en
una institución basada en el principio de autodisciplina, durante la fracción del día no destinada al cumplimiento,
en la medida de lo posible, de sus obligaciones familiares, laborales o educativas. Sus modalidades podrán ser la
prisión diurna y la prisión nocturna.

4. La detención domiciliaria.
ARTICULO 32. LEP— El Juez de ejecución, o juez competente, podrá disponer el cumplimiento de la pena impuesta
en detención domiciliaria:
A. Al interno enfermo cuando la privación de la libertad en el establecimiento carcelario le impida
recuperarse o tratar adecuadamente su dolencia y no correspondiere su alojamiento en un
establecimiento hospitalario;
B. Al interno que padezca una enfermedad incurable en período terminal;
C. Al interno discapacitado cuando la privación de la libertad en el establecimiento carcelario es inadecuada
por su condición implicándole un trato indigno, inhumano o cruel;
D. Al interno mayor de setenta (70) años;
E. A la mujer embarazada;
F. A la madre de un niño menor de cinco (5) años o de una persona con discapacidad, a su cargo.

5. Libertad asistida
ARTICULO 30. — Entre sesenta y noventa días antes del tiempo mínimo exigible para la concesión de la libertad
condicional o de la libertad asistida del artículo 54, el condenado deberá participar de un programa intensivo de
preparación para su retorno a la vida libre el que, por lo menos, incluirá:

1. Información, orientación y consideración con el interesado de las cuestiones personales y prácticas que
deba afrontar al egreso para su conveniente reinserción familiar y social;
2. Verificación de la documentación de identidad indispensable y su vigencia o inmediata tramitación, si
fuere necesario;
3. Previsiones adecuadas para su vestimenta, traslado y radicación en otro lugar, trabajo, continuación de
estudios, aprendizaje profesional, tratamiento médico, psicológico o social.

ARTICULO 31. — El desarrollo del programa de prelibertad, elaborado por profesionales del servicio social, en caso
de egresos por libertad condicional o por libertad asistida, deberá coordinarse con los patronatos de liberados. En
los egresos por agotamiento de la pena privativa de libertad la coordinación se efectuará con los patronatos de
liberados, las organizaciones de asistencia postpenitenciaria y con otros recursos de la comunidad. En todos los
casos se promoverá el desarrollo de acciones tendientes a la mejor reinserción social..

6. Libertad condicional
Se trata de una suspensión parcial de la privación de la libertad, que tiene lugar durante un período de prueba
que, resultando favorable, determina la extinción definitiva del resto de la pena privativa de la libertad que le
quedaba por cumplir al condenado. Está reglada en los arts 13 a 17 y 53 del CP y por la LEP.

Requisitos para Haber cumplido 35 años en las perpetuas.


la concesión de parcialmente la 2/3 en las temporales.
la libertad pena en encierro
condicional 1 año en la reclusión de tres años o menos.

8 meses en la prisión de tres años o menos.

Haber cumplido regularmente con los reglamentos carcelarios (calificación del


concepto).

No haberle sido revocada anteriormente la condicionalidad de la misma pena (Art.


17).

Que el tribunal le fije la parte de los salarios que el condenado deba aplicar a la
indemnización del daño del delito (Art. 29 inc. 4).

Si las personas que tienen una condena de tres años deben cumplir efectivamente 8 meses, ¿qué sucede con las
personas condenadas a 2 años de prisión o a menos de 8 meses? Técnicamente, y para que la disposición sea
constitucional, debería exigírseles sólo el 22% de la efectiva pena.

Computa el plazo de la prisión preventiva.


ARTICULO 13. CP- Condiciones de la libertad:
a. Residir en el lugar que determine el auto de soltura; → su violación puede dar lugar a la revocación, semi
detención o prisión discontinua
b. Observar las reglas de inspección que fije el mismo auto, especialmente la obligación de abstenerse de
consumir bebidas alcohólicas o utilizar sustancias estupefacientes; → su violación puede dar lugar a una
prolongación del tiempo de la condicionalidad. Esta prohibición debería aplicarse únicamente a aquellos
condenados por delitos relacionados con el abuso de estas sustancias.
c. Adoptar en el plazo que el auto determine, oficio, arte, industria o profesión, si no tuviere medios propios
de subsistencia; → su violación puede dar lugar a una prolongación del tiempo de la condicionalidad. Este
requisito es una traducción del prejuicio positivista.
d. No cometer nuevos delitos; → su violación puede dar lugar a la revocación.
e. Someterse al cuidado de un patronato, indicado por las autoridades competentes; → su violación puede
dar lugar a una prolongación del tiempo de la condicionalidad
f. Someterse a tratamiento médico, psiquiátrico o psicológico, que acrediten su necesidad y eficacia de
acuerdo al consejo de peritos.
Estas condiciones, a las que el juez podrá añadir cualquiera de las reglas de conducta contempladas en el artículo
27 bis, regirán hasta el vencimiento de los términos de las penas temporales y hasta diez (10) años más en las
perpetuas, a contar desde el día del otorgamiento de la libertad condicional.
La condición principal a la que se encuentra sujeta es la comisión de un nuevo delito. La postura de la cátedra es
entenderlo como aquél declarado en sentencia condenatoria firme. Además esta sentencia debe haber adquirido
su firmeza dentro del período de control. Otros encuentran suficiente que la condena haya sido emitida dentro
del plazo del control, sin el requisito de la firmeza.

ARTICULO 14. CP- No se concederá a los reincidentes ni a quienes hayan cometido los delitos contenidos en el art.
80 (homicidios agravados por el vínculo, etc. Son delitos condenados a penas perpetuas). El requisito negativo de
la reincidencia debe considerarse cancelado por su clara inconstitucionalidad.

ARTICULO 15. CP- La libertad condicional será revocada cuando el penado cometiere un nuevo delito o violare la
obligación de residencia. En estos casos no se computará, en el término de la pena, el tiempo que haya durado la
libertad. → Zaffaroni entiende que NO debe aplicarse matemáticamente.

ARTICULO 16. CP- Transcurrido el término de la condena, o el plazo de cinco años señalado en el artículo 13 sin
que la libertad condicional haya sido revocada, la pena quedará extinguida, lo mismo que la inhabilitación
absoluta del artículo 12.
ARTICULO 17. CP- Ningún penado cuya libertad condicional haya sido revocada, podrá obtenerla nuevamente.

7. Suspensión del juicio a prueba → NO hay conden alguna


Requisitos:
- NO tener condena previa
- que la escala penal en abstracto NO supere los 3 años. La tesis amplia, consagrada en el fallo Acosta,
permite que se aplique la suspensión del juicio a prueba cuando la pena sea de 3 años, aunque no sea el
máximo establecido en el código para ese delito.
Condiciones:
- la fundamental es la NO comisión de un nuevo delito, en cuyo caso se revocará y la pena que se
establezca deberá cumplirse efectivamente.
- Además, exige la reparación del daño en la medida de lo posible.

ARTICULO 76 bis.- El imputado de un delito de acción pública reprimido con pena de reclusión o prisión cuyo
máximo no exceda de tres años, podrá solicitar la suspensión del juicio a prueba.
Al presentar la solicitud, el imputado deberá ofrecer hacerse cargo de la reparación del daño en la medida de lo
posible, sin que ello implique confesión ni reconcimiento de la responsabilidad civil correspondiente. El juez
decidirá sobre la razonabilidad del ofrecimiento en resolución fundada. La parte damnificada podrá aceptar o no
la reparación ofrecida, y en este último caso, si la realización del juicio se suspendiere, tendrá habilitada la acción
civil correspondiente.
Si las circunstancias del caso permitieran dejar en suspenso el cumplimiento de la condena aplicable, y hubiese
consentimiento del fiscal, el Tribunal podrá suspender la realización del juicio.
Si el delito o alguno de los delitos que integran el concurso estuviera reprimido con pena de multa aplicable en
forma conjunta o alternativa con la de prisión, será condición, además, que se pague el mínimo de la multa
correspondiente.
El imputado deberá abandonar en favor del estado, los bienes que presumiblemente resultarían decomisados en
caso que recayera condena.
- No procederá la suspensión del juicio cuando un funcionario público, en el ejercicio de sus funciones,
hubiese participado en el delito.
- Tampoco procederá la suspensión del juicio a prueba respecto de los delitos reprimidos con pena de
inhabilitación.
- Tampoco procederá la suspensión del juicio a prueba respecto de los ilícitos reprimidos por las Leyes
22.415 y 24.769 y sus respectivas modificaciones.

ARTICULO 76 ter.- El tiempo de la suspensión del juicio será fijado por el Tribunal entre uno y tres años, según la
gravedad del delito. El Tribunal establecerá las reglas de conducta que deberá cumplir el imputado, conforme las
previsiones del artículo 27 bis [condenación condicional].
Durante ese tiempo se suspenderá la prescripción de la acción penal.
La suspensión del juicio será dejada sin efecto si con posterioridad se conocieran circunstancias que modifiquen el
máximo de la pena aplicable o la estimación acerca de la condicionalidad de la ejecución de la posible condena.
Si durante el tiempo fijado por el Tribunal el imputado no comete un delito, repara los daños en la medida ofrecida
y cumple con las reglas de conducta establecidas, se extinguirá la acción penal. En caso contrario, se llevará a
cabo el juicio y si el imputado fuere absuelto se le devolverán los bienes abandonados en favor del Estado y la
multa pagada, pero no podrá pretender el reintegro de las reparaciones cumplidas.
Cuando la realización del juicio fuese determinada por la comisión de un nuevo delito, la pena que se imponga no
podrá ser dejada en suspenso.
La suspensión de un juicio a prueba podrá ser concedida por segunda vez si el nuevo delito ha sido cometido
después de haber transcurrido ocho años a partir de la fecha de expiración del plazo por el cual hubiera sido
suspendido el juicio en el proceso anterior.

No se admitirá una nueva suspensión de juicio respecto de quien hubiese incumplido las reglas impuestas en una
suspensión anterior.

8. Condenación condicional → la condena PERMANECE


Implica una condena sometida a condición resolutoria, que suspende la pena durante el tiempo de la prueba y
que, cumplida la condición, no sólo hace desaparecer la pena, sino también la condena. Transcurrido el plazo sin
que el condenado cometa un nuevo delito, la condenación se tendrá como no pronunciada, quedando sólo como
obstáculo para una nueva condenación condicional, hasta transcurridos los plazos previstos en el artículo 27. Pero
si dentro de esos cuatro años cometiere un nuevo delito, sufrirá la pena impuesta en la primera condenación y la
que correspondiere por el segundo delito. En tal caso, la revocación de la condicionalidad se opera en la sentencia
que condena por el segundo delito, que es donde corresponde unificar las penas.

Es un instituto que evita la prisionización del que obtiene su primera condena. Requisitos:
a. No debe tener antecedentes condenatorios firmes
b. La pena debe ser de hasta 3 años de prisión.
Condiciones:
- NO comisión de un nuevo delito. Si se comete un nuevo delito, las penas se sumarán.
El período de control se extiende por cuatro años SIEMPRE, aún cuando la pena sea de 1 año.
Puede volver a solicitarse, una vez vencido el plazo (y sin revocada) a los 10 años en caso de comisión de un
nuevo delito doloso, o a los ocho, en caso de comisión de un delito culposo.

ARTICULO 26.CP- En los casos de primera condena a pena de prisión que no exceda de tres años, será facultad de
los tribunales disponer en el mismo pronunciamiento que se deje en suspenso el cumplimiento de la pena. Esta
decisión deberá ser fundada, bajo sanción de nulidad, en la personalidad moral del condenado, su actitud
posterior al delito, los motivos que lo impulsaron a delinquir, la naturaleza del hecho y las demás circunstancias
que demuestren la inconveniencia de aplicar efectivamente la privación de libertad. El tribunal requerirá las
informaciones pertinentes para formar criterio, pudiendo las partes aportar también la prueba útil a tal efecto.

Igual facultad tendrán los tribunales en los casos de concurso de delitos si la pena impuesta al reo no excediese los
tres años de prisión.
No procederá la condenación condicional respecto de las penas de multa o inhabilitación.

ARTICULO 27.- La condenación se tendrá como no pronunciada si dentro del término de cuatro años, contados a
partir de la fecha de la sentencia firme, el condenado no cometiere un nuevo delito. Si cometiere un nuevo delito,
sufrirá la pena impuesta en la primera condenación y la que le correspondiere por el segundo delito, conforme con
lo dispuesto sobre acumulación de penas.
La suspensión podrá ser acordada por segunda vez si el nuevo delito ha sido cometido después de haber
transcurrido ocho años a partir de la fecha de la primera condena firme. Este plazo se elevará a diez años, si
ambos delitos fueran dolosos.
En los casos de sentencias recurridas y confirmadas, en cuanto al carácter condicional de la condena, los plazos se
computarán desde la fecha del pronunciamiento originario.

ARTICULO 27 bis.- Al suspender condicionalmente la ejecución de la pena, el Tribunal deberá disponer que,
durante un plazo que fijará entre dos y cuatro años según la gravedad del delito, el condenado cumpla todas o
alguna de las siguientes reglas de conducta, en tanto resulten adecuadas para prevenir la comisión de nuevos
delitos:
1. Fijar residencia y someterse al cuidado de un patronato.
2. Abstenerse de concurrir a determinados lugares o de relacionarse con determinadas personas.
3. Abstenerse de usar estupefacientes o de abusar de bebidas alcohólicas .
4. Asistir a la escolaridad primaria, si no la tuviere cumplida.
5. Realizar estudios o prácticas necesarios para su capacitación laboral o profesional.
6. Someterse a un tratamiento médico o psicológico, previo informe que acredite su necesidad y eficacia.
7. Adoptar oficio, arte, industria o profesión, adecuado a su capacidad.
8. Realizar trabajos no remunerados en favor del estado o de instituciones de bien público, fuera de sus
horarios habituales de trabajo.

Si el condenado no cumpliere con alguna regla, el Tribunal podrá disponer que no se compute como plazo de
cumplimiento todo o parte del tiempo transcurrido hasta ese momento. Si el condenado persistiere o reiterare el
incumplimiento, el Tribunal podrá revocar la condicionalidad de la condena. El condenado deberá entonces
cumplir la totalidad de la pena de prisión impuesta en la sentencia.

ARTICULO 28.- La suspensión de la pena no comprenderá la reparación de los daños causados por el delito y el
pago de los gastos del juicio.

La propuesta de Zaffaroni respecto de las penas privativas de la libertad.


Reconociendo la imposibilidad de cualquier objetivo y proponiéndole objetivo realizables y realistas:
a. la prisión es deteriorante pero algún trato debe proporcionarles a los presos
b. el trato penitenciario debe abarcar el ofrecimiento de un tratamiento de la vulnerabilidad.
El discurso saldría del tratamiento para pasar al trato: un trato humano que garantice la seguridad y supervivencia
y que resulte lo menos deteriorante posible. El objetivo es que el prisionizado egrese sin responder al estereotipo
criminal, que se abstenga de un ofrecimiento grosero a la trampa del poder punitivo.

LA MULTA

Carácter y problemática actual.


La multa, a diferencia de la multa administrativa, no persigue un fin reparador. La función de la multa es servir de
sustituto a la pena privativa de la libertad, por lo que ante el supuesto de incumplimiento en el pago, la vía
indirecta es introducir lo que se intenta evitar.
El sistema utilizado en nuestro país es el de suma total, según el cual el juez condena a una cantidad concreta, o
sea, un monto global que resulta de conjugar la gravedad del delito y la situación económica del condenado. Este
sistema puede resultar un tanto injusto. Debido a esta circunstancia es que se pensó en reemplazar el sistema de
individualización de la multa, estableciendo el sistema del día-multa, de origen brasileño. Conforme a este
sistema se fija un precio diario, según las entradas que percibe el multado, y se establece la pena en un cierto
número de días-multa. Este sistema permite que todos los multados sientan la incidencia patrimonial de la multa
de manera semejante. Este es el sistema que tiende a imponerse en la legislación más moderna y que fue
propagando entre nosotros en los proyectos de 1960 y 1975, tendiendo a reemplazar a la pena privativa de
libertad corta.
En el supuesto de incapacidad total del penda, se impone la postergación del cumplimiento de la pena hasta que
la persona recupere su capacidad para cumplirla.

ARTICULO 21. CP- La multa obligará al reo a pagar la cantidad de dinero que determinare la sentencia, teniendo
en cuenta además de las causas generales del artículo 40, la situación económica del penado.
Si el reo no pagare la multa en el término que fije la sentencia, sufrirá prisión que no excederá de año y medio.
El tribunal, antes de transformar la multa en la prisión correspondiente, procurará la satisfacción de la primera,
haciéndola efectiva sobre los bienes, sueldos u otras entradas del condenado. Podrá autorizarse al condenado a
amortizar la pena pecuniaria, mediante el trabajo libre, siempre que se presente ocasión para ello.
También se podrá autorizar al condenado a pagar la multa por cuotas. El tribunal fijará el monto y la fecha de los
pagos, según la condición económica del condenado.

ARTICULO 22.- En cualquier tiempo que se satisfaciera la multa, el reo quedará en libertad.
Del importe se descontará, de acuerdo con las reglas establecidas para el cómputo de la prisión preventiva, la
parte proporcional al tiempo de detención que hubiere sufrido.

ARTICULO 22 bis.- Si el hecho ha sido cometido con ánimo de lucro, podrá agregarse a la pena privativa de libertad
una multa, aun cuando no esté especialmente prevista o lo esté sólo en forma alternativa con aquélla. Cuando no
esté prevista, la multa no podrá exceder de noventa mil pesos.

INHABILITACIÓN
La inhabilitación es una privación de derechos que puede ser perpetua o temporal y que, por los derechos que
afecta, puede ser absoluta o especial.

Inhabilitación absoluta. Está prevista en el Art. 19 CP y consiste en:


- La privación del empleo o cargo público que ejercía el penado aunque provenga de elección popular.
- La privación del derecho electoral.
- La incapacidad para obtener cargos públicos, empleos y comisiones públicas.
- La suspensión del goce de toda jubilación, pensión o retiro, civil o militar, cuyo importe será percibido por
los parientes que tengan derecho a pensión. El tribunal podrá disponer, por razones de carácter
asistencial, que la víctima o los deudos que estaban a su cargo concurran hasta la mitad de dicho importe,
o que lo perciban en su totalidad, cuando el penado no tuviere pariente con derecho a pensión, en ambos
casos hasta integrar el monto de las indemnizaciones fijadas. → es inconstitucional por su carácter
confiscatorio y por violar el principio de trascendencia mínima.
La inhabilitación absoluta puede aplicarse como pena principal o como pena accesoria. Se aplica como pena
accesoria en el supuesto del art. 12, cuando acompaña a la pena privativa de libertad mayor a tres años, que
durará durante el tiempo de la condena y hasta tres años finalizada ella si así lo resuelve el tribunal según la
índole del delito (como los delitos cometidos durante el ejercicio de una función pública).

Esta inhabilitación en caso de condenas superiores a tres años, sumada a lo dispuesto por el art. 12, provocan la
incapacidad civil del penado como pena accesoria.
ARTICULO 12.- La reclusión y la prisión por más de tres años llevan como inherente la inhabilitación absoluta, por
el tiempo de la condena, la que podrá durar hasta tres años más, si así lo resuelve el tribunal, de acuerdo con la
índole del delito. Importan además la privación, mientras dure la pena, de la patria potestad, de la administración
de los bienes y del derecho de disponer de ellos por actos entre vivos. El penado quedará sujeto a la curatela
establecida por el Código Civil para los incapaces. → ¿son responsabilidades que el penado no puede cumplir
desde la cárcel? ¿es constitucional?
Inhabilitación especial. Está reglada en el Art. 20 y tiene por efecto la privación del empleo, cargo, profesión o
derecho sobre que recayere y la incapacidad para obtener otro del mismo género durante la condena. El mismo
artículo agrega que la inhabilitación especial para derechos políticos producirá la incapacidad de ejercer durante
la condena aquellos sobre que recayere.
La inhabilitación especial siempre se aplica como pena principal. Se distingue de la absoluta porque tiene una
especial relación con el delito cometido. Ej.: inhabilitación de conducir vehículos por un delito cometido con un
vehículo.

La inhabilitación puede ser impuesta como pena principal (Art. 5 CP), sea como pena única (Art. 235 2 párrafo) o
como pena conjunta.
El Art. 20 bis del CP, establece la posibilidad de aplicar la pena de inhabilitación en forma conjunta aun cuando la
misma no esté expresamente conminada para el delito por el que se condene, en los casos en que el delito
cometido importe:
- Incompetencia o abuso en el ejercicio de un empleo o cargo público.
- Abuso en el ejercicio de la patria potestad, adopción, tutela o curatela.
- Incompetencia o abuso en el desempeño de una profesión o actividad cuyo ejercicio dependa de una
autorización, licencia o habilitación del poder público.

Para ambos tipos de inhabilitación, el código exige que el penado repare el daño en la medida de sus
posibilidades, lo que no quiere significar una reparación integral de todo el daño y perjuicio ocasionado por el
delito, sino sólo en la medida de la capacidad patrimonial del inhabilitado.

La rehabilitación. La rehabilitación es la potestad de ejercer los derechos de que se había privado por la condena,
que se le restituye al condenado. La misma se encuentra ahora claramente reglada por el Art. 20 ter del CP: El
condenado a inhabilitación absoluta puede ser restituido al uso y goce de los derechos y capacidades de que fue
privado, si se ha comportado correctamente durante la mitad del plazo de aquélla, o durante diez años aun
cuando la pena fuere perpetua, y ha reparado los daños en la medida de lo posible.
El condenado a inhabilitación especial pueda ser rehabilitado, transcurrida la mitad del plazo de ella, o cinco años
cuando la pena fuere perpetua, si se ha comportado correctamente, ha remediado su incompetencia o no es de
temer que incurra en nuevos abusos y, además, ha reparado los daños en la medida de lo posible.
Cuando la inhabilitación importó la pérdida de un cargo público o de una tutela o curatela, la rehabilitación no
comportará la reposición en los mismos cargos.
Para todos los efectos, en los plazos de inhabilitación no se computará el tiempo en que el inhabilitado haya
estado prófugo, internado o privado de su libertad.

OTRAS PENAS ACCESORIAS

Decomiso, pérdida de la ciudadanía, destierro, clausura.


Una de las más importantes penas accesorias es el decomiso. La confiscación de bienes era una privación del
patrimonio del condenado a favor del Estado, en tanto que el decomiso es la pérdida a favor del Estado solo de
los instrumentos del delito y los efectos provenientes del delito.
El Art. 23 CP dispone: “La condena importa la pérdida de los instrumentos del delito, los que, con los efectos
provenientes del mismo, serán decomisados a no ser que pertenecieran a un tercero no responsable”.
Los instrumentos decomisados no podrán venderse, debiendo destruirse, salvo el caso en que puedan ser
aprovechados por los gobiernos de la Nación o de las provincias.
“Efectos provenientes del delito” son todos lo que el autor y sus partícipes reciben como consecuencia del mismo.
Tampoco a este respecto cabe distinguir entre los que obtiene en forma inmediata y los que logra
indirectamente, como puede ser, por venta de lo inmediatamente obtenido. Por supuesto que los efectos solo
podrán decomisarse cuando o pertenezcan tampoco a terceros no responsables, en cuyo caso se impone la
restitución.
La ley prohíbe la venta de los instrumentos del delito, pero o la de los efectos del mismo, sin establecer cual es el
destino del producto de esa venta. En el orden nacional, las multas se destinan al patronato de liberados y, si
tenemos en cuenta que la multa es la principal pena pecuniaria, sería ilógico que el producto de decomiso, que es
una pena pecuniaria accesoria, tuviese otro destino.
EL MARCO LEGAL DE LA RESPUESTA PUNITIVA

Cuantificación de la pena.
La cantidad de pena que el juez debe permitir que se ejerza en cada caso de condena es lo que se llama
cuantificación de la pena. Es el momento en el que la agencia judicial agota su capacidad jurídica para mantener
dentro de los límites más tolerables los impulsos expansionistas de la selectividad de la criminalización
secundaria.
El momento anterior a la cuantificación es la determinación de la clase de pena, por ej, entre prisión o multa.
Sin embargo, las agencias judiciales no deben agotar su control acotante en la cuantificación de la pena, sino que
ésta debe atender a las modificaciones y alteraciones de la pena en perjuicio del condenado durante su ejecución
(como apremios ilegales), por lo que la cuantificación no termina en la sentencia formal, sino en el agotamiento
de la pena.

Pero para poder cuantificar la pena, los jueces reciben muchas presiones de las agencias políticas, policiales y de
medios masivos de comunicación. La presión política se ejerce a través de amenazas de juicio político, ascensos y
legislación que aumenta los mínimos penales (evitan la pena en suspenso) llevando a la sociedad un mensaje de
seguridad en base al autoritarismo cool de moda.

Se llama derecho de cuantificación penal a la parte del derecho penal que determina el poder punitivo que se
habilita para cada hipótesis dentro de los límites legales establecidos para cada tipo. Sin embargo, los límites no
dejan de ser una regla general que admite precisiones y excepciones. En principio:
1. los mínimos de las escalas penales señalan un límite al poder cuantificador de los jueces, pero siempre
que otras fuentes del derecho de cuantificación penal de mayor jerarquía no obliguen a otra solución.
2. existen reducciones a estos límites en razón de menor contenido de injusto, entre otras.

Razones que alteran las escalas penales.


1. Mínimos
a. pena natural
b. pena ilícita
c. emoción violenta
d. baja significancia del injusto
e. trascendencia al círculo del penado
f. peligro de doble punición
g. legislación irracionalmente punitivista
2. Art. 35 CP
3. Tentativa y participación secundaria
4. Unificación de causas, penas y condenas

1. Alteración de los mínimos


Pena natural: es el mal grave que se autoinflinge el autor con motivo del delito o terceros por la misma razón. Ej.:
el autor de un homicidio culposo sufre la pérdida de su hijo. Los perjuicios no deberían reducirse a los de
naturaleza física o corporal, sino que que deberían abarcar también los de naturaleza económica o cualquier otro
con tal que sea con motivo del delito y siempre que estén en juego los principios de mínima racionalidad y de
humanidad. El propio art. 41 establece que el juez debe tener en cuenta las demás circunstancias del hecho en la
medida del caso.
Penas ilícitas: se dan cuando el sujeto activo se vuelve,por acción u omisión del Estado, sujeto pasivo de tortura,
malos tratos, o penas crueles inhumanas o degradantes (prohibidas por art, 18 CN y CADH). En este caso, el juez
debe compensar ese perjuicio, aunque para ello deban ceder los mínimos o modificar una sentencia legalmente
impuesta.
Emoción violenta: es un atenuante del homicidio y de las lesiones que constituye un claro supuesto de
culpabilidad disminuida. Pero NO hay razones para que esta especial circunstancia de culpabilidad penas sea
ignorada en otros delitos como las amenazas. Esto es así porque:
a. puede llegarse a la irracionalidad de penar más un robo que un homicidio si el mismo autor en idéntica
circunstancia decide llevarse una computadora para causar un daño en la empresa.
b. todo caso de culpabilidad disminuida debería resolverse aplicando la analogía in bonam partem
c. además, este caso de culpabilidad puede estar presente en una pluralidad de conflictos y no únicamente
en el homicidio o las lesiones
d. no puede estar prevista para el delito más grave de todos (el homicidio) y negarse para otros menos
graves, ya que violaría el principio republicano de gobierno y la jerarquía de los bienes jurídicos.
Baja significancia del injusto: puede darse el caso de que el injusto no sea insignificante en el sentido de eliminar
la TOC, pero puede resultar inferior a la entidad que demanda una pena, conforme al mínimo de la escala, por lo
que éste podría dejarse de lado.
Trascendencia al círculo del penado: otro caso de mínimos que pueden resultar excesivos se presenta cuando la
pena trasciende inevitablemente a la familia del penado y a otras personas. Esta trascendencia es intolerable y
afecta el principio inconstitucional de intrascendencia o de personalidad de la pena, que debe primar cuando el
mínimo de la escala no alcance para impedirlo, siendo necesaria su reducción para evitar su inconstitucionalidad.
Peligro de doble punición: la CN, al garantizar la no interferencia de la autoridad estatal en la cultura de los PO
(art. 75 inc 17), obliga a reconocer el hecho de que existen sanciones penales que se imponen y ejecutan dentro
de estos pueblos, y por ende, pueden derivar en situaciones de doble punición. En estas situaciones, se impone
descontar a la pena estatal la que se impuso según las leyes particulares de la comunidad respectiva.
Legislación irracionalmente punitivista: los jueces están obligados a apartarse de los mínimos para un caso
concreto cuando éste sea irracional en abstracto, como ocurre cuando la legislación política de un país se ciñe
exclusivamente a los problemas de seguridad. Por ejemplo: la ley que pena el robo de automóviles con amas con
un monto mínimo de prisión más alto que el previsto para el homicidio.

2. Art. 35 CP
ARTICULO 35.- El que hubiere excedido los límites impuestos por la Ley, por la autoridad o por la necesidad, será
castigado con la pena fijada para el delito por culpa o imprudencia. Esta disposición se establece en razón del
menor contenido de injusto. Además, sino existe delito culposo, no hay delito ni pena.

3. Tentativa y participación secundaria


El caso de la tentativa. Es una reducción prevista en el art. 44.
El segundo párr. de este articulo no provoca mayores dudas puesto que la reclusión ya ha sido derogada
El tercer párr.. establece que si la pena de prisión es perpetua, la reducción por tentativa será de 10 a 15 años.
El problema se suscita en el primer párr., con el caso de las pena temporales, cuando establece que las penas
disminuirá de un tercio a la mitad. Hay tres corrientes:
- La tradicional adoptada en los antecedentes legislativos y por parte la doctrina (Soler) que establece que
el tribunal debe fijar la ena para el delito según la escala prevista para el consumado, y luego reducir esa
pena entre un tercio y la mitad según las pautas del art. 41 CP. Se lo criticaba por la imposibilidad de
imaginarse algo que no existió y fijar una pena
- Otra interpretación dominante posterior concluyó que debía reducirse a la mitad el mínimo legal y en un
tercio al máximo. Se la criticaba por dos razones:
o El máximo de la tentativa de cualquier delito penado con pena de hasta 25 años de prisión, que
es de 16 años y 8 meses, es superior a la pena de una tentativa para la prisión perpetua, que es
de 15 años.
o Por otra parte, las escalas penales en todo el texto del código enuncian primero el mínimo y
luego el máximo, por lo que no habría razones para interpretar que lo que primero enuncia el art.
44 en referencia a la escala sea lo último y lo que enuncia último sea lo primero.
- Una tercera corriente reduce en un tercio el mínimo y en la mitad al máximo. Pareciera ser la más
restrictiva de la punibilidad, incuestionable atendiendo a los máximos pero NO a los mínimos.
- La postura de la cátedra retoma la primera propuesta, pero establece que no puede tener como
consecuencia una pena superior a la mitad del máximo que se prevé para el delito consumado, lo que
sería 12 años y 6 meses para el homicidios, y como se ve, no excede el máximo fijado para las penas
perpetuas en grado de tentativa.
Además, Zaffaroni recalca que la crítica a la imposibilidad de representarse la consumación NO es válida para
apartarse de la tradición legislativa, porque no es posible valorar una parte de algo sin valorar el todo que le da
sentido, no es posible valorar una tentativa desde la cuantificación penal sino a través de una imagen de lo que
podría haber resultado conforme al plan del autor y a las circunstancias objetivas de su evitación.
En cuanto a la inhabilitación perpetua, el código nada dice, pero es lógico aplicar la analogía in bonam partem y
extenderla de 10 a 15 años. En cuanto a las inhabilitaciones temporales, deberían aplicarse las mismas reglas que
respecto de las penas de prisión temporales.

El caso de la complicidad. Está contemplada en art. 46.


Aplica la misma fórmula reductora que respecto de la tentativa: fija la pena para su autor y se la reduce de un
tercio hasta la mitad, pero también sin superar la mitad del máximo en función del límite implícito y abstracto de
esta fórmula.
En los casos de complicidad en una tentativa de delito que tiene un castigo temporal o perpetuo se aplica la doble
reducción del límite abstracto general conforme al art. 47.

4. Unificación de causas, penas y condenas


Principio de unidad de la respuesta punitiva. Cualquiera sea el número de penas impuestas que deban ejecutarse
sobre la misma persona, siempre deberá observarse el principio de mínima racionalidad, unificando el trato
punitivo conforme a las particularidades individuales y de vulnerabilidad del sujeto. Este principio de unidad debe
seguirse en los siguientes casos:
a. Existe una ÚNICA acción pero PLURALMENTE típica y una sola condena en un único proceso → Concurso
ideal, principio de absorción
b. Existe una PLURALIDAD de injustos que deben ser condenados simultáneamente, porque ninguno de los
delitos es anterior a un resto de pena no cumplido → concurso real, principio de aspersión
c. Pluralidad de condenas o restos de ellas que deban ejecutarse sobre la misma persona al cometerse un
nuevo delito (o pluralidad de ellos) durante el tiempo de una pena NO cumplida en su totalidad.

a. Una única acción que tiene efectos sobre más de una figura típica: concurso ideal.
Ejemplo: el disparo que mata dolosamente a la vez que lesiona a un tercero.
Aquí se aplica el principio de absorción, que establece la imposición de la pena mayor. Sin embargo, ¿cuál e sla
pena mayor? Criterios:
- la pena mayor es que afecta más bienes jurídicos del penado y NO la de mayor duración, para lo
que es necesario hacer un juicio de gravedad en concreto
- para los casos en los que la gravedad abstracta sea igual (ej: cuando todas las penas sean
de prisión), la pena mayor será la del término medio más alto
- para los casos de penas alternativas, deberán reducirse ambas a la de naturaleza más
grave según las reglas de conversión del art. 24 y constatar cuál es la que tiene mayor
duración, siendo ésta la decisiva. Reducida todas las penas a la más grave de las
conminadas, la mayor será la que tenga un término medio más alto.
- Cuando se conminan prensa conjuntas privativas de la libertad y de multa o
inhabilitación, éstas deberán reducirse a su equivalente en prisión y sumarse a la pena
privativa de la libertad ue se conmina conjuntamente. Las penas accesorias decidirán sólo
cuando las penas accesorias resulten iguales.

b. Pluralidad de conductas delictivas: concurso real.


En este caso, habría una pluralidad de respuestas punitivas que habrían de imponerse en una única pena. Como la
suma aritmética es totalmente irracional, se apela al principio de aspersión tomado del código holandés, que
consiste en formar una escala tomando como mínimo el mínimo mayor de todas, y como máximo, la suma
aritmética de todos los máximos pero que nunca podrá excederse de 25 años. Este principio es abarcativo del
contenido penoso de cada injusto.
ARTICULO 55.- Cuando concurrieren varios hechos independientes reprimidos con una misma especie de pena, la
pena aplicable al reo tendrá como mínimo, el mínimo mayor y como máximo, la suma aritmética de las penas
máximas correspondientes a los diversos hechos.
Sin embargo, esta suma no podrá exceder de (50) cincuenta años de reclusión o prisión. [como es incnal, se toma
el límite anterior de 25 años]

Pluralidad de condenas anteriores vigentes: se aplican las reglas del concurso real → unificación
de condenas (art. 58)
El juez puede imponer una pena total por delitos y condenas resueltas con anterioridad a la sentencia
condenatoria que impone la pena total, pero siempre y cuando las condenas anteriores siguen vigentes en sus
efectos o exista un remanente de pena al momento de comisión del o de los delitos que motivaron la causa en
que se dictará al pena total.
El sujeto comete varios delitos, ninguno de los cuales sea anterior a una condena vigente, pero que se juzgan
simultáneamente en distintos tribunales. La cosa juzgada cede y el juez que condena en último término o, cuando
éste no lo haya hecho, el que haya impuesto la pena más grave, fija una pena total aplicando las reglas del
concurso real.
Otra hipótesis de este supuesto es la delitos que se cometen cumpliendo una pena → unificación de penas (art.
58)
Se da en el caso en que el sujeto comete un delito después de la sentencia firme que le impuso pena y que está
cumpliendo, por lo que la condenación NO puede desaparecer como en el caso anterior. El juez que condena en
último término o el que impone la pena más grave también fija una pena total con las reglas del concurso real,
pero teniendo en cuenta el resto de la pena que NO se cumplió.

Concurso real en un único proceso.


En este caso, la pena total se construye con la regla del art. 55: Cuando concurrieren varios hechos independientes
reprimidos con una misma especie de pena, la pena aplicable al reo tendrá como mínimo, el mínimo mayor y como
máximo, la suma aritmética de las penas máximas correspondientes a los diversos hechos.
El límite de 50 es incnal, por lo que se apela al límite histórico, que también podría resultar incnal si se lo aplica
literalmente, puesto que una mechera podría ser condenada, por una pluralidad de hurtos a prisión de entre seis
meses y 25 años, lo cual le deja al juez un margen de arbitrariedad demasiado amplio. Pero declararlo incnalidad
llevaría a la suma aritmética de las penas, por lo que es preferible aplicarlo cuidadosamente.
Ahora bien, nuestro legislador utilizó como fuente el código holandés y además, omitió ciertos límites contenidos
en su fuente. Pero no hay razones para pensar que no quiso seguir su criterio, que es el que más se acerca a la CN.
Este límite no expresamente establecido en el art. 55 establece que la suma de los máximos no puede superar un
tercio del máximo mayor.
Pero es los casos en los que además están en juego penas de multa e inhabilitación, éstas deben combinarse con
la de prisión, pero no pueden someterse a las reglas de la reducción porque se aplican de forma conjunta (art.
56).

La pena total en la unificación de condenas.


ARTICULO 58.- Las reglas precedentes se aplicarán también en el caso en que después de una condena
pronunciada por sentencia firme se deba juzgar a la misma persona que esté cumpliendo pena por otro hecho
distinto; o cuando se hubieren dictado dos o más sentencias firmes con violación de dichas reglas. Corresponderá
al juez que haya aplicado la pena mayor dictar, a pedido de parte, su única sentencia, sin alterar las declaraciones
de hechos contenidas en las otras.
El último tribunal o el de la pena más grave puede aplicar su propio criterio dentro de la escala que se obtiene del
concurso real, porque pese a su valor indicativo, otras previsiones legales, como las del art. 41, pueden resultar
determinantes para establecer una pena total incluso más benigna que alguna de las que se impusieron en
condenas anteriores, incluso en la forma de su cumplimiento (la pena total puede ser de cumplimiento
condicional aunque existía otra anterior de cumplimiento efectivo).
Como hay concurso real siempre que exista una pluralidad delictiva sin que haya conden anterior para ningún
hecho, la pena total en la unificación de condenas abarca también el caso de unificación de una condena cuya
pena se declaró compurgada por la prisión preventiva sufrido que se esté cumpliendo.
La pena total por unificación de condenas hace desaparecer la forma y los efectos de las condenaciones
anteriores: cesan la condena y la libertad condicional, sin perjuicio de que podrían obtenerse nuevamente si la
condenación única lo permitiera.

La unificación de penas.
La segunda hipótesis del art 58 lo constituye el caso del agente que comete uno o varios delitos mientras cumple
una pena de condenación anterior. Lo que se unifica no son las condenas, sino las penas: las del nuevo delito con
el resto de la anterior que no cumplió en prisión.
Esto implica que la pena total por unificación nunca puede ser inferior al resto que queda por cumplir.
Su mínimo es el mínimo de la escala del segundo delito o la cuantía del resto que le quedaba por cumplir,
dependiendo de cuál sea el mayor.
El máximo se obtiene con el monto de la pena sin cumplir más el que razonablemente le corresponde por el
segundo delito, pero por la regla implícita del 55, nunca el máximo puede superar en una tercio la escala mayor
del segundo delito o la pena máxima del primero (si resulta mayor) reducido al porcentaje de la pena no cumplida
e incrementada en un tercio. Ejemplo: quien cumplio la mitad de una pena de 10 años por homicidio simple,
tendrá un máximo de 12 años y 6 meses aumentado en un tercio: 16 años y 8 meses. Por supuesto, este máximo
nunca podrá superar los 25 años.

EXCEPCIÓN AL SUPUESTO DE UNIFICACIÓN DE LA PENA → condenación en suspenso. Si se comete un nuevo


delito antes de los cuatro años, se deberá cumplir la pena impuesta en la primera condena con la que
corresponda por la segunda.

LA CONSTRUCCIÓN DE LA RESPUESTA PUNITIVA

La función político reductora o mínimo de irracionalidad del derecho penal se consuma en la pena cuando la
cuantía se fija por efecto de una doble valoración:
- la reprochabilidad por el acto → operan las motivaciones, es decir, las razones para la acción formado por
un entramado personas de creencias, ideas y afectos que se relacionan en un medio histórico social
(ámbito de autodeterminación). Para que sea reprochable, debe haber un mínimo de autodeterminación.
- la reprochabilidad del esfuerzo por alcanzar una situación consta de vulnerabilidad al poder punitivo.
La síntesis de ambas nos conduce a la culpabilidad normativa.

Pero la culpabilidad de cuantificación penal no es distinta de la culpabilidad normativa del delito; en esencia, es la
misma, pero aplicada a la teoría de la responsabilidad, es decir, entendida desde un punto de vista diferente. La
CCP adopta una postura dinámica, distinta de la CD, que se presenta como un acontecimiento estático, un
pragma. Lo que sucede es que el conflicto que el tipo legal fija y capta, es dinámico, por eso, en la construcción de
la respuesta punitiva se retoma el carácter dinámico del hecho en su conflictividad lesiva. De allí que el injusto
mismo pueda alterarse, por ej:
- cuando el conflicto puede resolverse parcial o totalmente con posterioridad al hecho
- en los casos en que las condiciones del medio y del agente puedan haber variado (enfermedades, perdón
de la víctima, valoración social diferente del injusto)
- etc
Por lo tanto, la medida de la pena debe ser la medida de la culpabilidad en perspectiva dinámica. La culpabilidad
por el acto señala el límite máximo de la pea en concreto, porque es el máximo de reproche, a lo que debe
descontarse, de ser posible lo que no es imputable a su esfuerzo por la selección del PP. Es decir, la medida de la
culpabilidad debe sólo responder al esfuerzo personal del sujeto por alcanzar la situación concreta de
vulnerabilidad.

La base normativa para la construcción de la pena estatal.

Los arts. 40 y 41 constituyen la base infraconstitucional fundamental para cuantificar la pena, y tienen su base en
el código de Baviera de 1813.

ARTICULO 40.- En las penas divisibles por razón de tiempo o de cantidad, los tribunales fijarán la condenación de
acuerdo con las circunstancias atenuantes o agravantes particulares a cada caso y de conformidad a las reglas del
artículo siguiente.

ARTICULO 41.- A los efectos del artículo anterior, se tendrá en cuenta:

1º. La naturaleza de la acción y de los medios empleados para ejecutarla y la extensión del daño y del peligro
causados;
2º. La edad, la educación, las costumbres y la conducta precedente del sujeto, la calidad de los motivos que lo
determinaron a delinquir, especialmente la miseria o la dificultad de ganarse el sustento propio necesario y el de
los suyos, la participación que haya tomado en el hecho, las reincidencias en que hubiera incurrido y los demás
antecedentes y condiciones personales, así como los vínculos personales, la calidad de las personas y las
circunstancias de tiempo, lugar, modo y ocasión que demuestren su mayor o menor peligrosidad. El juez deberá
tomar conocimiento directo y de visu del sujeto, de la víctima y de las circunstancias del hecho en la medida
requerida para cada caso.

ARTICULO 41 bis — Cuando alguno de los delitos previstos en este Código se cometiera con violencia o
intimidación contra las personas mediante el empleo de un arma de fuego la escala penal prevista para el delito
de que se trate se elevará en un tercio en su mínimo y en su máximo, sin que ésta pueda exceder el máximo legal
de la especie de pena que corresponda.

Este agravante no será aplicable cuando la circunstancia mencionada en ella ya se encuentre contemplada como
elemento constitutivo o calificante del delito de que se trate.

Peligrosidad: se llama así al síntoma de inferioridad moral y biológica de la persona, que es tomado en cuanto por
el PP para ejercer su selectividad penal.
Una interpretación constitucional de este concepto implica descartar todo lo que se refiera a una cualidad
persona que denota inferioridad y que opere como un pronóstico del futuro.
Peligrosidad será, entonces, la calidad de toda conducta que pueda afectar la función reductora del DP, y esto
ocurre en casos excepcionales, en donde un elevado esfuerzo por alcanzar una situación concreta de
vulnerabilidad agota cualquier posibilidad de reducir la tensión que presiona sobre los filtros constructivos de una
pena estatal. El máximo de esfuerzo está dado por el genocidio y los crímenes contra la humanidad.

Conocimiento directo del juez: la disposición final del segundo parr. tiene una doble función:
a. una procesal: garantiza que el imputado tenga la última palabra en el juicio, y obliga al necesario contacto
entre éste y el juez.
b. una material: obliga al juez a tener en cuenta la proyección dinámica del conflicto a al hora de cuantificar
la pena, y obligará a considerar el conflicto desde la perspectiva de la víctima.

Delitos cometidos con armas: porque viola el principio del non bis in idem, no puede ser tomada para la
cuantificación de la pena el agravante de la utilización de armas, nunca aplicable cuando el propio tipo lo
establece como un requerimiento objetivo.

Extensión del daño y peligro causados: deben tenerse en cuenta los sig. casos a la hora de cuantificar la pena:
a. delito continuado como la negación del concurso real y afirmación de un mayor grado de conflictividad
b. concurso ideal de delitos, porque las lesiones son plurales
c. el contenido del injusto aumenta en razón directa de la desprotección del bien jurídico NO imputable a su
titular, tanto en lo que hace a la indefensión de sus bienes como a su vulnerabilidad como víctimas
d. eximentes incompletas. Aunque el art. 41 sólo se refiere al EdN, también debe aplicarse respecto de la LD
y al ejercicio de un derecho. El art. hace referencia a la miseria que no alcanza para configurar un Ed N,
pero que puede disminuir la pena, incluso por debajo de los mínimos.
e. en los injustos culposos, debe tenerse en cuenta el grado de violación al deber de cuidado: no e slo
mismo una culpa simple que una acción temeraria. Tampoco puede desconocerse la autopuesta en
peligro de la víctima que NO alcance a configurar consentimiento.
f. los supuestos formales o informales de composición de la víctima (patrimonial, moral, etc)
g. como el derecho a la verdad resulta ampliamente reconocido internacionalmente, se impone tomar en
consideración el comportamiento posterior del agente que contribuya a la satisfacción de este derecho
de las víctimas o sus deudos.

Calidad de los motivos que lo determinaron a delinquir: permite reducir el PP en los casos de errores de
prohibición vencibles (siempre que no haya manifiesta indiferencia) y en cualquier otra hipótesis cercana a la
inculpabilidad, es decir, en el que el espacio de autodeterminación sea mínimo.
El espacio de decisión resultará más o menos amplio en la medida en que la vivencia del agente en el momento
del hecho esté más o menos próxima a una causa de exculpación, como puede ser el miedo, la exculpación, ka
necesidad, la incapacidad de comprensión o adecuación de la acción a ella.

Los vínculos personales: la ley hace referencia a los vínculos que unen al autor con el sujeto pasivo por razones de
parentesco o especial confianza, lo que está relacionado con la calidad de las personas.

Los demás antecedentes y condiciones personales.


Condiciones personales
la coincidencia de la persona con el estereotipo negativo configura una suerte de tipicidad social de autor. Sin
embargo, para que haya delito, debe haber un esfuerzo personas del agente, es decir, debe tener un mínimo de
autodeterminación.
Las personas que hacen un gran esfuerzo para exponerse al PP neutralizan y hasta agotar el esfuerzo reductor del
DP.
Antecedentes- Reincidencia.
Ninguna de las teorías de la reincidencia lograron salvar la objeción de que el plus de PP que habilita la
reincidencia se funda en razón de un delito que ya fue juzgado o penado, por lo que importaría una violación
constitucional al non bis in idem.
Además, es contradictorio considerar a la reincidencia como un agravante, cuando la prisión, en vez de
rehabilitar, agrava la situación de vulnerabilidad porque deteriora física y psicológicamente a la persona. Ante
esto, el E se desliga de su responsabilidad y pretende agregar una pena.
Si el efecto más trascendente de la prisionización es la reincidencia, el Estado no puede agravar la pena del
segundo delito que ha contribuido a causar.
L reincidencia impide la libertad condicional e implica la relegación como pena accesoria para los
multirreincidentes.
Nuestros sistema adopta un sistema de reincidencia real, es decir, que requiere el efectivo cumplimeinto de la
pena; y una reincidencia genérica, es decir, que no requiere identidad o similitud de delitos.

Todas estas disposiciones son inconstitucionales porque violan el principio de mínima racionalidad, ya que
impone una pena que excede la culpabilidad por el acto. Además, afecta la prohibición de dobles desvalorización
y lesiona el principio de prohibición de la doble punición, eso sin tener en cuenta que no guarda absolutamente
ninguna proporción con el delito cometido.

La víctima. Este art. menciona a un actor olvidado por el PP: la víctima. Contra lo que se cree, la víctima dista
mucho de responder al estereotipo degradado de un ser sediento de venganza insaciable en su exigencia de
reparación, por el contrario, puede ser incluso más racional que un juez o un doctrinario. El juez debe conocer a
la víctima y hacer todo lo posible para reparar el daño.

Consecuencias procesales del dinamismo de la responsabilidad . La pena se calcula en tiempo lineal pero se
cumple en tiempo existencial. Por esta razón, las limitaciones que establecen los códigos procesales a la revisión
de las sentencias no deben operar cuando se trata de cuantificación de la pena.
L prohibición de la penas crueles, inhumanas y degradantes no fue conquistada para que el juez las tenga en
cuenta al momento de construir la pena, y para que luego se olvide al tiempo de su ejecución.

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