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Gregorio Klimovsky, Las desventuras del conocimiento

cientifico. Una introducción a la epistemología, Bs. As., A-Z,


1995 (2. a ed.), cap. 1: "El concepto de ciencia", pp. 21-30.

Ciencia, conocimiento y método cientifico


indudable el importante papel que desempeña la ciencia en la sociedad con-

E
l
tempcrinea, no sólo en lo que respecta a BUS aplicaciones tec:nológicaa sino
también por el cambio conceptual que ha inducido en nuestra c:omprenaKIo
del IlRÍveno y de las c:omunidadea humanas. La tarea de comprender qué el la cien-
cia importa porque a la vez es comprender nuestra época, nuestro destino y, en cier-
to modo. comprendernos a nosotroll mismos. Desde UD punto de vista estrecho, que
deja de lado la actividad de \os hombres de ciencia y los medios de producción del
collMimiento ciendfic:o, podemos decir que la ciencia es fundamentalmente UD acopio
de conocimiento, que utllizamos para comprender el mundo y modific:arlo.
Tratemos entonc:es de poDer en claro qué entendemos por conocimiento. Cuando
se fOll1lula uoa afinnación y se piensa que ella expresa conocinñento, tqué condici~
nes debe cumpUr? Según lo expone Platóo en su diálogo T,lItfos, tres son los reqld-
sitos que se le deben exigir para que se pueda hablar de conocinñento: creencia, ver-
dad y prueba", En primer lugar. quien fOll1lula la afirmación debe creer en ella Se-
gundo, el conocimiento expresado debe ser verdadero, Tercero, deberá haber prue-
bas de este conocimiento. Si no hay creencia. aunque por casualidad haya verdad y
exista la prueba, pero ésta no se halle en poder de quien fOll1lula la afirmación, no
~remos hablar de conocimiento. Tampoco podremos hacerlo si no hay verdad, por·
que no asociamos el conocimiento a sostener lo que no corresponde a la realidad o
a los estados de cosas en estudio. Y aunque hubiese creencia y verdad, mientnls no
exista la prueba se estará en estado de oP;"i67J mas no de conocimiento. Claro que,
en esta concepción platónica. el establecimiento de la prueba ya impone la satisfac-
cion de la segunda condición, la verdad del presunto conocimiento, de lo cual resul-
ta Que las tres condiciones no son entenunente independientes.
En la actualidad. como hemos de analizar a lo largo de este libro, ninguno de los
tres requisitos se considera apropiado para definir el conocimiento científico. La con-
cepción moderna de este es más modesta y menos tajante que la platónica, y el tér·
miDO ·prueba" se utiliza para designar elementos de juicio destinados a garantizar
que una hipótesis o una teona científicas son adealadas o satisfactorias de acuerdo
con ciertos criterios que discutiremos más adelante. Ya no exigimo. del conoclmien·
to UDa dependencia estricta entre prueba y verdad. Seria posible que hubiésemos
"probado suficientemente- una teoría científica sin haber establec:ido su verdad de
manel1l concluyente, y por tanto no debe extrañar que una leona aceptada en cierto
momento histórico sea desechada más adelante. En el mismo sentido debemos sena-
lar que hoy en día la noción de prueba no está indisolublemente ligada al tipo de con·
vicción o adhesión llamada "creencia", En 1900. el físico alemán Max Planck fOll1luló
una hipótesis revolucionaria para el desarrollo siguiente de la leona cuántica, pero de-
jó claramente sentado que no "crefa" en eUa y la consideraba provisional. a la espera
de que otros investigadores hallasen una solución más satisfactoria al problema en es-
tudio. (1.0 cual, dic:bo sea de paso, no aconteció. y Planc:k acabó por recibir el premio

• En ",a~dad. Platón propone esas ~ciae como tenlaliYa pana caracterizar el 'conocimieolO'
pero 00 se lI\UeItra COIlVeIIddo de haberlo loIrado.

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"¡"bd I'u.· la 1r;'''''','nd~lIl'ia de su Irdbajo.) I'or olra l)llrte, muchos físicos al'luales em- cia en estrecha vinculación con el mélodo y con los resultados que S1t,. obtienen a
,I"an la Il,.,ria llamada llIt'\'ánh:a l"Winlil:a IlCJr 1111 elkada explkalivll y Iln:dicliva, pe- partir de él, sin necesidad de entrar por el momento en polémicas acefá de la na-
u la t"lIlit'IIII,'u ¡I la mant'ra de un i/lslrumenlo de cálculo y /lO creen que ella ofrez- turaleza de ésle. Ello permite distinguir a la ciencia de la ftIosofia, eJ.4rte y otros
a l"ulllldmit'nlu alguno de la realidad. Cabe st-ñalar, finahllenle, que IDS hillÓlesis y campos de la cultura humana Sin embargo, hay una unidad de análisis más lradicio-
,'unas delllili,,'¡ls se Conllulan e/l princillio de modo Icnlalivo, por lo l"Ual la indaga- nal, la disciplina cientifica, que pone el énfasis en los objetos en estudio y a partir
-iou en bÚS(lul'da de pruebas /lO SUllOlW una crt'Cncia inlrínseca cn aquéllas. de la cual podriamos hablar de ciencias particulares: la fisica, la química, la sociolo-
Sin t'llIbargo, la l"araclerización plalónica !lerá lIara nosulros un bucn punlo de gía. Arislóteles, por ejemplo, habla de disciplinas demostralivas Oss que usan el mé-
,anida, aunque pwvisional, para indicar de qué se habla l"Uando se alude al conocí- todo demo:!trativo, que luego comentaremos) y caracteriza cada una de ellas según
uienlO. Supundremos por el momento que si un científico prelende ofrecer cono- el género de objetos que se propone investigar. La asica, por ejemplo, debería ser
-imienlo, se refiere a algo creklo, acertado y probado. Además, puesto que no lodo caracterizada indicando de qué objetos se ocupa, lo cual no es del lodo fácil Tenta-
'unocimienlo es conocimienlo cÍt'nlifico, un problema que tendremos qut' t~ncarar tivamente podriamos afirmar que se trata de cuerpos o entidades que se hallan en
mis adelanle e:! en (Iué consisle la cardCteriliÚl."'3 esencial (Iue penllile di:!linguir al co- el e:ipaCio y el tiempo reales. La geometria se ocuparla de figuras, la biología de se-
lucimiento dculifil"o de otro:! tipo:! de conodmiento, por ejemplo al que aludimos en res vivos y la psicología de cuerpos que manifiestan conducta o psiquismo.
luestra vida l'ulidialla cuando hablamos de conocer ell"'3mino a Ca:i8 o el eslado del Pero hay buenas razones para creer que este enfoque disciplinar no es realillla ni
i~llIpo.
convenienle. Los objetos de estudio de una disciplina cambian a medida que lo hacen
St-br¡Ü' ¡llgunos l'pislt.>mólugos, lo que resulta caraclerílllico del conol"Ímienlo que las teonas dentJficas; ciertos puntos de vista son abandonados o bien, en otro mo-
nimia la deuda es el llamadu método dtlÚijko, un procedimiento que permite oblel\t."r- menlo de la historia de la ciencia, pueden ser readmitidos. No es lo mismo hablar de
.1 y lambit-II, a la vez, justilkarlo. Pero l'abe una digresión. ¿Tenemos derecho a hablar
la óptica en un sentido tradicional. es decir, como una disciplina que estudia la luz,
I~ "" m~lodu cielltificu? El famOllO historiador de la ciencia y educador James B. que hablar de una teona ondulatoria que unifica en una sola disciplina lo que fueron
:onanl, de la Universidad de lfarvard, se burlaba de quienes suponen que exillle algo dos: la óptica y el electromagnetismo. Por ello en lugar de pensar en disciplinas pre-
....Ult'jallle a el método dentiflCo y, en prindpio, pua:e tener razón. Pues entre los mé- ferimo~nsar en problemas básicos que orientan distintas lineas de investigación. Lo
udus que uliliza el l"Íentifico se pueden señalar métodos definiturius, mi'lodos dasif.. cual nos lleva a considerar una nueva unidad de análisis, la teona científica..
alurios, meludus t"SIadílllicus, nlHodos hipolético deductivos, procedimientos de me- Una teoría científica, en principio, es un conjunto de conjeturas, simples o com-
lidon y mudlOs ulro:!, pur lo l-ua1 hablar de ti método cientJfico t':i referirse en rea- plejas, acerca del modo en que se comporta algún sector de la realidad. L1s teorias
idad a un vasto l"unjunto de táclÍCllll empleadas para conlllituir el conocimiento. Tal no se construyen por capricho, sino para explicar aqueOo que DOS intriga. para resol-
;e¿ este cunjunlu de lacúcu se modifique con la historia de la ciencia, ya que con las ver algún problema o para responder preguntas acerca de la naturaleza o la socie-
l\levas leoria:! e in:ilrulllenlO:! materialell y cont-eptua1es que se incorporan con el co- dad. En ciencia, problemas y teorias van de la mano. Por todo ello la teona es la uni-
rt"r do:! tiempo St' a"eran nu :!Olo 10:1 métodos sino lambién la noción misma de cien- dad de análisis fundamental del pensamiento científico contemporáneo. Gran parle
ia. Sin embargu, enlre tantu tál.1il"llS existen algunllll elIIr.tlegias fundamentalt':i. Por de este libro estará destinado a aclarar esta noción, establecer sus propiedades, acla-
.·jemplo, :;i exduimulI las dendas formalt':i como la matemática y en cierto modo tam- rar las estrategias que involucran su empleo en la práctica cienlífica y en materia
"it>1I las dencias :iOCiall'S, y nos referimos exclusivamente a las ciencias naturales co- tecnológica.
IIU la fisica, la Iluilnica y la biología, resulta claro que el método hipotélico deducli-
.... 1~ eSladística sun esenciales para la investigación en estos ámbitoll. Aquí hablar
le ;nt>looo dt"nlilkll sena referirse a métodos par.! inferir estadIsticamente, COlllllruir Lenguaje y verdad
;lipole:!is y ponerlas a vrueba. Si t':i así, el conocimiento dentifICo podna caracterizar-
-.e <"omo aquel flue se obtiene siguiendo los procedimienlos que describen estas es- Al comienzo de esta introducción, y a propósito del CDnocinüento, hemOl dicho que
.-allogias basil·as. esle :le expresa por medio de afirmaciones, con lo cual tomamos partido en favor de
una aproximación lingüística a la cuestión. No es la única En su análisis de la cien-
cia, ciertos filósofos ponen el énfasis en lo que conciben como un detenninado mo-
Disciplinas y teorías científicas do de pensamiento, especialmente privilegiado: el pensamiento científico. Pero el
~nsamiento es privativo de quien lo crea, y sólo se transforma en propiedad social
~'lIallllll st'
hahla ,Il' dl-lIl'iil, IM,r olm IliII"le, l"III1Vi,'ne hal'er ,'icrtn" dblinl·iolll·s. I'ilra si se lo l'CIlllunica a través del lenguaje. Sin textos, artículos, papen o clases la cien-
iniciar y llevar addanl.: ulla diSl"Ullión es necesario adoptar detenninada unidad de cia nu ,;ería IlCJsible. El leclur no :le sorprenderá por tanto de que en este libro adoj)-
analisis (t"lIlre la:! (I\le St' Ilt'IIlacará la nOI:ión de teuria) y por ello debt"mos prt'b'Un- ternos un enfoque Iingtlístico del fenómeno científico. sobre todo en relación con el
I amu:! que allernativa:! se nU!l ofrecen en e:!te sentido. Conviene pensar ell la cien- examen de sus productos, por l"Uanto socialmente la ciencia como cuerpo de cono-

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dmientoli ~ ofrece bajo la fonlla de lii:>lt'nUlli de afinnaciones. Ello se corresponde hay un cuarto y muy importante sentido de la palabra Mverdad": decir, por ejemplo,
L'On una tendencia CIIf'8L'1erislica de este momento de la historia de la cultura, como que una proposición matemática es verdadera significa decir que es deductible a
e!I la de priyilegiar el papel del lenguaje en el análisis del arte, de l8s sociedades o partir de ciertos enunciados de partida, fijados arbitrariamente por razones que lue-
del hombre, y también en los l-ampos de la lógica, la matemálica o la teoria del c~ goexaminaremos.
nocimiento. Por tan10 cuando tratel110ll acerca de conjeturas o teorías científicas de- En lo que sigue centraremos nuestra discusión en el papel de la ciencia enten·
bemOli entenderlas como propue:>las, creencias u opiniones previamente expresadas dida como conocimiento de IIttlws, y en tal sentido la matemática, aunque también
por medio del lenguaje, será analizada, al igual que la lógica, será considerada como una herramienta cola-
Cuando nos referiamUli a la concepción platónica del conocimiellto empleamos la teral que sirve a los propósito de las ciencias "klic4S, cuyo objetivo es, precisamen·
palabra "verdad". En ciencia la verdad y la falsedad se aplican a las afmnaciones o te, el conocimiento de los hechos. Sin embarro, ésta es una palabra que se emplea
enunciados, y no, por ejemplo, a los términos. nene sentido decir que "El cielo es con muchos significados, y seré necesario aclarar cuál de ellos adoptaremos no~
azul" es verdadero o falso, mas no lo tiene decir que cUlo o azIII lo sean. Platón exi- tros. Diremos que un hecho es la manera en que las cosas o entidades se configu-
gia, comu ya señalamos, que para que un enunciado exprese conocimiento debe ser ran en la realidad, en iIlst.anIes y lugares determinados. Será un hecho, por tanto, el
verdadero. Intuitivamente esta pretensión parece razonable, ya que nadie admitiría que UD objeto tenga un color o una fonna dadas, que dos o tres objetos posean de-
que se pueda ofrecer conocimiento a través de afinnaciones falsas. Pero la cuestión terminado vincu10 entre sí o que exista una regularidad en acontecimientos de cier-
es mucho más dificil de lo que aparenta. Como veremos más adelante, una teoria ta naturaleza.. En los dos primeros casos hablaremos de hechos singulares. pero al
dentilka puede expresar conocimiento y su verdad no estar suficientemente proba- tercero lo consideraremos UD hecho general. Cuando una aCmoación que se refiere
da. Dado que el problema radica en la esquiva significación de la palabra ·verdad", a la realidad resulta verdadera, es porque descn"be un posible estado de cosas que
tendremos que aclarar en qué sentido la utilizaremos. No hay obligación, legal o es en efecto UD hecho. No utilizaremos la palabra "hecho·, por tanto, para la mate-
moral, de emplear la palabra de uno u otro modo. Para la significación de las pala- mática, la lógica '1 las cieIIcias formales en geoeraI. De acuerdo con esta manera de
bras hay usos impuelllOll, ceneralmente más de uno, pero no hay razón para adhe- entender la palabra, una ciencia fáctica esllldia hechos, y por ende son ciencias fác-
rir a la tesis eIIeIJciaIisaa (y autoritaria) BeIf\ÍIl la cual cada palabra tiene un signifi- titas tanto la Iisica o la bioIoefa como la psicología. la sociología o la economía. por-
cado privilegiado y auténtk:o en tanto que los demá& son espurios. que éstas preteoden dar cuenta de hechos que se manifiestan. en cada caso, en un
En el lenguaje ordinario la palabra "verdad~ se emplea con sentidos diversos. Por determinado sector de la rea6dad. Esto no impide que se puedan distinguir entre sí
un ladu paret.-e indicar un tipo de correspondencia o isomorfismo entre nuestras distintas ciencias fácticas por diferencias metodológicas o procedimientos particuIa-
creencias y lo que ocurre en la realidad. Dicho con mayor precisión: entre la estruc- res para detectar y caracterizar los hechos. Es posible sostener el punlO de vista
tura que atribuimos a la realidad en nuestro pensamiento y la que realmente existe (que el autor no comparte) de que el conocimiento de los hechos sociales es de n.
en el univer.lO. Pero a veces parece estar estrechamente ligada a la idea de conoci- tu raleza muy distinta al de los hechos físicos o biológicos, pero eilo no quita a la ~
miento, lo cual podria transformar la definicióJI platónica en una tautologia: decimos, ciologia o a la economia su aricter de ciencias fácticas. La denominación ·ciencias
en medio de una discusión, "esto es verdad" o "esto es verdadero· para significar del hombre" alude a que se trata de disciplinas que tratan problemas diferentes de
que algo esta probado. En otras ocasiones, L'Uriosamente, "verdad" se utiliza no en los que abordan las ciencias naturales. pero, en cuanto a los problemas metodológi-
relación a la prueba sino a la creencia. Dedmos: MÉsta es tu verdad, pero no la mía", cos que presentan, también interviene la cuestión de si el ser humano o su compor·
I:on 11.1 l'Ual ~tamos cotejando nuestras opiniones con las del interlocutor. tamiento social son objetos susceptibles de observación y experimentación.
La primera acepción es en principio la que resulta de mayor utilidad. Proviene En el ámbito de las ciencias fácticas, el concepto aristotélico de vrnlad naf1"('p
De Arilitótdeli, quien la presenta en su libro Metojúico, y por ello se la llama ·con- indispensable. De manera no rigurosa podemos presentarlo de este modo: sé SUpl)-
1:t'lJlo ari:>lutélico de verdad". Se funda en el vínculo que existe entre nuestro pensa- ne que, por las reglas gramaticales, semánticas y lógicas del lenguaje, quien realiza
miento, expresado a travéa del lengua,je, y lo que ocurre fuera del lenguaje, en la el acto pragmídco de afirmar un enunciado pretende describir UD posible estado de
realidad. Aristóteles lIe refiere a esta relación como Madecuación" o "corresponden- cosas y al mismo tiempo penuadlmos de que eUo es lo que acontece en la realidad.
da" entre pensamiento y realidad. De aUI que a la noción aristotélica se la denomi- Si dicho estado de cosas realmente acaece, si la descripción coincide con lo que su-
ne también ·concepción semántica" de la verdad, pues la semántica, como es sabi- cede en la reaüdad, diremos que el enunciado es verdadero. La afirmación "En el
do, :¡e ocupa de las relaciones del lenguaje con la realidad, que está más allá del tejado hay un galO" es verdadera si, Y sólo si, en el tejado hay un gato. Más ade-
lenguaje. La acf'PCión aIÍIIlotélica nos resultará muy conveniente para comprender lante aclararemos con mayor rigor el uso de términos tales como proposicion, enun-
que es lo que hay detrés de ciertas formulaciones del método cientilico y en pard- ciado o afirmación, pero por el momento los asimilaremos a lo que los gramaticos
wlar del llamado inétodo hipotético deductivo. Sin embargo. no todos los filósofos, llaman oraciones declarativas. utilizadas precisamente con el propósito de I:omunicar
epistemólogoll o científicos estarian de acuerdo en utilizar la palabra "verdad" con la que las cosas tienen cienas cualidades. guardan entre sí ciertas relaciones o presen-
significación aristotélica. En el ámbito de las ciencias formales, como la matemática, tan ciertas conIiguraciones. Es interesante señalar que estas ideas de Aristóteles han

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~il~" "'·~·ill.mlilS I'U nu ..... rll si¡:kl pur ,,1 lúgM:u 1IIIIók·II·ll«ln ..alll.·ril·aUII Alrrt'tl Tarllki.
111111: 11 .llIgro ~ablrt'..r uua ddiuidún IlInual y rigumOla d .. lo 'IU" ..1 filósufo b'IÍ"b'O que las cosas son tal como se alirma". Para evilar el ringo de malenlmdidos ten-
hab... Illlmlllll'ldo dt: .una 1I1a11l'ra UII lanlo Vlllfa. I't'ru la presc'nlal"Íun dt' Tand<i. aun- dremos que recurrir a palabras más adet:'lladas para sefralar que se ha probado la
111It' nUYl'do,;a y pn·no;¡J. no ''li mlÍs (IU" uua rt't'laoorddón dt' la "un"t'llCión semán· verdad o la falsedad de un enunciado. Son trifiCJJdo y ,r/lltado. Un enunciado veri,
Ika de Arislólcll.... tiCgúlI la l'Ual la Yl'rdad l'Unsislt: en una reladón posiliva l' Inli- ficado es aquel cuya verdad ha sido probada. Si queremos decir que se ha establE"-
ma "ulr" lenb'UaÍt' y Il'alitbul. cido su falsedad diremos que el enunciado está refutado. Algunos tradUCIores han
~.a .lIudón arist()I~lka d.· Ycnlad uu lienl' illgred~ule algullU vinl'ulado ,'un 1'1 1'0- impuesto lus neologismos /tI&tIdJJ e incluso falsificadJJ. pero no es necesario recurrir
u.IC!III1l'.nlu. tilia alinllal'Íón IRledt: !ler venladera sin que nosolru!l lu sepamus. es a ellos. pues las palabras caslellanas urefutar- y "refutado· son suficientemente expli-
d,...·lr. ,;~n '1u~. Il'Ub'llIllIlS l'Yidt'lK.ia de que hay l'llm!Spondt:nda l'ntrt' lo que dl·S('ri- citas. 1.0 importanle es advenir que los términos "verificado" y "refutado" se refieren
bt- la allrnlóll'lun y lu qUI' rt'ahnl'llle ocurre. También podría ser ralsa, y nosotros no a nuestro colocimi,"1o de la verdad o falsedad de una afirmación. Si una afirmación
sabl·rlo. -llay olms plant'las habitados ell el uruyenIO" e,; un euuUl'iadu o bif-n Yer- está verificada. entonces IIt'CKIriamente es verdadera. aunque otra afarmación puede
dad~·r.u u bit·u !also. (lt'IU en l'1 t'litado actual de nuestro conocimienlo no podemos ser verdadera sin estar verificada. Asimismo, una afirmación refutada necesariamen-
d,...·uhr iIl't'rt'a dl' su v..nlad u falSl'dad. ¡.~ aclaración impona pues en el lengua~ le es falsa. pero otra puede ser falsa sin que haya sido refutada.
ur~illari() hay cierta indinación a suponer que si hay Yerdad hay tamhién l'onoc¡' Hablar de verificación o refutación de un enunciado les resulla un tanlo excesivo
IIIlell~'~ y 11IlIt'ba. lo t'Ual pudria gmerar gnM!II malrntmdidos. Por Pjemplo. no nos a cienos autores, y por eUo prefieren emplear otras palabras que reRejan. a su en,
pt'r~III~I~ "IIl~lpreudl'r t'Urrt'l1ameult' la rundalllenllll noción de afumacióu hipotélÍl'a tender. una actitud más prudente con relación a nuestro COIIOCimiento de la verdad
u hllllJt..'¡IS, llllllo Yt'rt'J11OS luego. quien formula una hipótesis no sabe si lo que ella o la falsedad. Los panidarios de la lógica inductiva y los estadisticos. de quimes ha-
,I~""fl~' SO' .·'IIT''lIIlIIlI.h· u UO ,'UII I0Il het·hOlJ. La hÍ(lÓll'lIi" t'S una cllnjt-Iura. una blaremos luego. suelen emplear la palabra cofl/inrració., Hablan de afirmaciones.
allrn.lanun ,'uyo ,'anit'ler hillUl~lit:o rddit:a en que se fa prOJ)UII" sin conocimiento creencias. hipólesis o teorías conlirmadas. Generalmente. lo que se quil're decir con
1N"t'VUI d.· MI v"n"ul 11 fiaL"",lad. Uno d-= kili prub\elnllS qu.. planl ..a la invl'Sligación est~ es que podemos depositar en ellas un elevado grado de confianza (por ejemplo.
d"lIlIli,'" t'S t'1 de dn'idir mn (Iut' procedimÍl'IIIUli OIi es que 1011 hay. pOOt'nlOlI t'sIa- d~ido a qut'. luego de ser sometidas a ciertos procedimienlos inductivos o estadb-
hl.·...·.. 1:1 v..rdad .. la la!oK't1al1 de una hillÓlelÜll. Y convÍl'ne aquí recalcar que. deli- lico!!, evidencian una alta probabilidad). En caso contnrio se hablara de disco1l!irma-
¡J.' ..1 IlIInro ,l.· vista .1.-1 a_'e del l·.moci¡nif'flto cientif...,o. puede ser tan impor- ciólI. Pero algunos epistemólogos. entre ellos KarI Popper. no tienen mucha simpa-
1"111.- l'~labl"l"'r uua v.. rclad ..-UIIIO una falsedad. t'1I lIecir. la ausencia lit' ..-orr'·li-
lia por el inductivismo y los métodos estadisticos. y entonces utilizan OIra palabra.
IHllul"II"ia "lIln' lo 'IUt' SI' lIest'ribe y lo que realmente iK'ont ...·t'. I~n la histuri¡l d.. "corroborac:ión-. para indicar que una creencia o una leona han resistido con exilo
Id ,'it'Il,'ia hay IlIUdll1S t'jt-1lIp!us de hillÓlt'tiÍ1I fahas que sobrevivit'ron lIurante largll determinados inlentos de derribarlas y por consiguiente -han mosllado su temple".
11"1111)0 hasta 'Iue se logró probar su ratlll'dad. Son I.'IItiOS iluslre,; las que afirman la La corroboración no supone asignar probabilidades a la Crl'l'ncia o la leoría. ni depD-
iUlllllvili,lad ,1" la "-Il'rrd 'f ..1 IijisRlu dt' Ial! l'l!JIt't'Ít."S. mIar en ellas tales o cuales grados de confaanza. sino tan sólo haber fracasado al Ira-
1-:11 ~1I11 ..sis: ..,; 1lt"i:t'SIriu dit;l';lI1inM "nlll' la Yl'nlad y el ('unll('illlienlu de la Vl'r· lar de descartarlas, Como veremos luego en deta1le. la palabra se adecua a la con·
.•.:.1 "lIll' la lalSt'daal y t'1,.... ItII.;llIi,·nlll tle la fal~d. La IIJlt'rat:iÓll ,le ..l\tabl....er l'epción del mélodo hipolélico deductivu que ha propu~o Popper. Por el momento .
~i Ull.l alinna.-iun ..,; vt'nladera u (¡¡Isa penena't' al ambilll ,11'1 ..-IIROt·imieRlII y es
basta con señalar que el lénnino "t.-orroboración- liene un senlido mucho más débil
IM.lo· .. in .. a la '·lIl1lpr..nmÓlI del tiigniflcado atribuidu a I0Il Ia'nninll!l ·yerdad" y -Ialse- Que "confirmación". Seria ademas necesario di~poner de otra palabra ~'Uyo senlido
ti.u!". (Jui"n I"ma una !lIll1gr,lfia nu ll3be de inmedialo si se t'orrespllnde o IW "-01\1 fuese opuesto al de corroboración. tal como "discorroboración-. pero afonuoadamen-
.·1 "hl"h' IUIII¡:ralj¡ulll. '''' d...;r. si ,''; nilida o l'liIá di:tlorllionada. IJI :;abra luego de te no exisle y el aUlor promete que no utilizara palabra alguna I.-on el significado
mencionado.
'1U'· ~,';l ...·Vo'lada. P"m la I;,tugrdrlil ya t;l'r¡í nílida o distorsionada alltl'S de 'IUt' ..1
:"IIIp.: ..alll ..... llIlI·a .·1 n'sultadll ,It' t'SI ullI'r..dón Y IlIleda alll'¡:urar IIUI' ha lumado
UUiJ b'lI'lIa 11 una maJa lillugr.a/j¡¡,
Filosofía de la ciencia,
epistemología, metodología
\'t'rifkadón y refutación A propósito de nomenclaturas. corresponde aclarar el significado de la palabra epis-
temología. Mucho" autores rranceses e ingleses la urilizan para designar lo que ton
I.a IMlahna "v.-nlad" uliIi:aKla a la mant'rd ari:tlutelica nu d..be SUI)CII1t'r ..1II"11'·t'S ,'U,,* nuestro medio se Rama "Iearia del conncimÍl'nlo" o "gnoseología-. es det"'ir. un sec,
li,Olh'~ .. ·Ialiva~ .,1 ,·.. I1 ....·illli..nt". 1'....0 yil 11<'1110" dÍl.'ho (IUt' hay uu USlI ""lidian" se- lor de la filnsofin que examina el Ilrobll'ma del conocimienlo l'n gellt'raI: el ordina·
I(UI1 ,,1 l'Ilal -VI'nladt'ro" :M.'na t'Quivalt-lIIt' a ·conoddu conw vl'rdaderu- o "l,ro\Ja¡JO rio ....1 1iI01lO1it:o. d. denliraco. elC. Pero en l'Sle libro d I"rmíno "epistemología" sera
empleado en un sentido más restringido. referido exclusivamente a los problemas
11..1 ,'IInut.;mi..nlo l'i.'ulír":II, tal~ como I;IS cir.'unslallcias hi"lóricllll, psicológicas y logo pudria formularse, a modo de problema, la pregunta por el pretendido valor
5OI.;0Iógil.·lIII que IIl'Van a su oblmción, y los "riterios ,'on IIIs ,'uales se lo justifica atribuido a los datos Y muestras.
o invalida. Ut eph¡LemoluKÍll seria, enlon,'!$, el eIIludio de hls condiciOIlel! de produ.:· El uso de la palabra "metodología" para referirse al abordaje de problemas epis-
dón y de validación del conodmiento delltílko. temológicos es sin embargo frecuente. En su famoso libro La I6giCIJ de la ¡1IflflStiga.
El cpilitemólogo se formula una pregunta de crucial importancia para compren· cih cinlli/ico, cuya primera edición dala de 1935, Popper se ocupa esencia1mente
der y analizar la significadón cultural de la ciencia en la al1ualidad: por qué debe- de cuestiones vinculadas con la justi1icación de las teorias científicas Y muy poco de
mus creer en aquello que afinnan 1011 científico¡¡. No acepta sin critica el conocimien- los modos de hacer progresar el conocimiento, por lo cual debena ser considerado
to cicntílico sinu que lu examina del mudu mi!! ubjelivo JlUlÜble: para él es igual. autor de un tratado de epistemología. Pese a eUo ciertos lectores, tales como el re-
mente de inlerés una leona nueva, contemporánea, que las teorias tradicionaJes que cordado filósofo argentino VICente Fatooe. lo conciben como un libro cuya temática
en su momento tuvieron gran prestancia (como la mecánica newtoniana). Al igual es metodológica. En la acepción que adoptaremos, epistemología y metodologla
que un filódofo, frente a cualquier teona y con independencia de que esté apoyada abordan distintos Úllbitos de problemas, lIIIIIqUt! es obvio que el metodólogo debe
por la tradiciÓII o sea muy reciente, se preguntari por su aparidón como fenómeno utilizar recursos epistemolóeicos pues, si su interés radica en la obtención de nue-
históricu, lIOCial o psicológico, por qué hay que considerarla como but1la o 1fUlID, o vos conocimientos, debe poseer criterios para evaluar si lo obtenido es genuino o no
,'uales sun los criterios panI decidir si una leoria es mejor o peor que otra Ut epi. lo es, ya que no podna ser adepto I una tactica que lo llevara a tener pOr válido un
tl!'mololPa e!I por ello una actividad lTÍtka que se dirige hada todo el campo de la ·conocimiento equivocado". Ut metodología, en cierto modo, es posterior a la epi&-
ciencia. La orit:olaCión que le hemos dado a este libro es, precisamente, la de una temologla. Sin embargo, Y, tal como sume con la relación entre ciencia y tecnolo-
dillCusión fundamentalllll"llte epi*mológit:a. gía, a veces un procedimiento metodol6gico se descubre casualmente, se emplea por
Estm:hamente vim.'ulada a la epilllemulogla se halla la filuso/la de '" cit1lcio, que razones de beuristica y eotooces el epiSImI6\ogo se ve en la necesidad de justificar.
allf\lnO!! autureII identifican con aquélla. Sin embarJJo, no es conveniente hacerlo así, lo en términos de su propio imbito de eslUdio.
porque la fiIosofIa de la ciencia, como la IiIosofla en general, aban:a muchos proble-
mas que no 110ft eatrit.1amente epistemológicos. Un problema fiIosólico seria, por
..jemplo, tralar de decidir Ili la realidad objetiva existe o es una ilusión de los senti- Contextos
dO!\; en e.;&e imbitu, el filósofo de la dencia puede interesarse por la cuestión de si
la filOCa, por ejemplo, presupooe UDII metafísica peculiar que afirme la existencia de Aludiremos finalmente I una importante distinción, muy puesta en tela de juicio en
una realidad eXlems a la subjetiva. Pero éste no es un problema ,'entral para la epi. la actualidad, aceml de los difereotes sectores y temáticas eo los que transcurren la
tl'nlOlogia. Se puede sostener que 1011 criteriotl de validación de una teona no son discusión y el anáUsia de car.icter epis&emológico. Hans Reichenbach, en su libro Ez.
n",'l'sar1amenle dependientl'1l de crilerioll lI\t"tafísicos. Es asunto de controYel1lia. pnit1lCio J pnd¡cl:Í6II, discrimina entre lo que llama COfItedo Ik dGcIIbri",iato Y C01l'
lIay IluÍt'nl"ll aelmil.... I que 11111 ,'allone" dt."! método hipul"tico d..dll,·tiVIl sun 10Lalmen· lulo tú iruti/ie1ll:Í6ll. En el cootexto de descubrimiento importa la producción de una
te indt'Jlt!ndieolell de IlIII opiniones que se sustenten lI(,'erca de la realidad objetiva o hipótesis o de una teona. el hallazgo Y la fonnuIaci6n de una idea, la invención de
dI! las ~ustancias primarias que l:onlllituyen el universo. Para utros no e~ así. Los un concepto, todo ello relacionado con cin:unstancias penonales, psicológicas, socio-
prnupuCSlUS lilosólK:os que exÍIIteJI en la ciencia inRuinan de un modo esencial en lógicas, políticas y hasta económicas o temoI6eicas que puclieseo haber gravitado en
la adopdólI de éste o aquel criterio epistemológico. De manera que el término "610- la gestaciÓD del descubrimiento o int1uido en su aparición. A eUo se opondria por
suba de 111 ciencia· es mU amplio que el ténnino "epistemología", y ésta seria tal contraste el contexto de justificación, que aborda cuestiones de validación: cómo sa-
ve~ una diliCiplillll iodependienle de aquélla, Ili bien las conexiones entre ambas y ber si el descubrimiento realizado es autentico o no, si la creencia es verdadera o
lOIli Ilresupuskiones epislt'Rlulógicu constituyen de por si asunto del mayor interés falsa, si una teoria es justificable, si las evidencias apoyan ouestras afirmaciones o si
61osórICo. Eu éste texto no evitaremos en allllnas ocasiones mencionar algunas de reaImeote se ha incrementado el conocimiento disponible.
tales l'\JCstiunes rdOllóficall, llero al 11010 erecto ele exponer los lTÍterios epistemológi- En primera instancia ambos contextos parecen referirse a problemas indepen-
l'OS utilizados para ju~gar a favor o en conlra ele las teonas cit'nlilicas. dientes y Reichenbach aboga para que no se los confunda. El contexto de descubri-
1lila t.. n·l'ra IliIlabra que SUl'le cOlllparlir un mismo discurso l'on el término miento estaría relacionado con el campo de la psicología y de la sociologia, en tan-
-t'\lisl.. IIIUlllgia" el! -metlltllllogia". En general. y a diferencia dl' lo que sucede con lo que el de justificación se vincuIaria coo la teona del conocimiento y eo" particular
,,1 ..pillklllÓluKo, t."! II1l'10dólugo 110 polle en tela de juicio el conocimiento ya obtenj. con la lógica. Sin embargo. en la actualidad son mucho. los filósofos de la ciencia
,lo y iIl'eptado por la l'olllullithul ,·ienUfica. Su problema es la bli.squeda de eIIIraIe- que afirman que la frontera entre los dos contextos no es n¡!ida ni legitima. pues ha-
gillll IliII"a illlTellJellIar el conocimiento. I'or ejemplo, está fuera de dillCusión pan el bria estrechas conexiones entre el problftna de la justificación de una teona (y de
metodólogo la inlportancia de la estadílltica. pues ésta constituye un camino posible sus cualidades lógicas) y la manera en que se la ha construido en la oponunidad en
para obtener, a partir de dato!! y muestras, nuevas hipótesis, En cambio el epistemÓo que ella surgió. En particular. tal es la opinión de Thomas Kuhn. Si bien este epi.

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t..nll,lugo n ...·OIllIl·e '11It" la distindún aún IMMlrío St.'f útil, l'unwnienlt"llJenle n-fonllu-
lada, u su enlelxler Iw .:rill"rioOl de ¡¡¡;el)\¡¡¡;ión de una leoría deben basan;e en fa.1o-
/'t"S I~ ':01110 e1l'Unsensu de una l'Omunidad dentíflCa, de lo l'UaI resultaria que los
IlfOl·.... illlientos medianle I0Il cualeo! se obtiene, se dia'Ule y se acepta ell'Onocimil'JI-
to rt"suhan de una inlriocada lOada de lIIIJlt"Ctos na liÓlo lógicos y empíricos sino
lambien ideológicos, psicológicos y sociológicos. ¡';n tal sentido, Kuhn interpreta que
loda st'JlIIrn.:ión entre conlextos sena anilicial y daria una visión unilateral y distor-
~iunatla de la investigación cienlíflC8. Se lraIa, sin duda. .- una de-las polémicas más
illlenllall a bai que se aaiste hoy en día en materia epistemológica y que comentare-
mos más adt.-Iante. Antidpamos sin embargo que, pese a que hay argumentos muy
alenelib~ por par1e de ambull bandos en disputa, en este libro trdlaremos de mos-
trar que la dilllinción de Reichenbach es aún válida y úlil, y por ello la emplearemos
con cien a frt:l'UellCia.
A los dos l'Onlextos que IIwndona Reichenbach se agn-ga un tercero. el c01Ita-
to de aplicat:ióJI, en el que se discuten las aplicaciones del conoc.:imiento científico.
liU utilidad, su beneflCÍO o perjuicio para la comunidad o la especie humanas.. Se lr.I-
la de un conjunto de cuestiones que incluso lienen pertinencia para l'Omprender los
Ilroblemall propios de los contextos de descubrimienlo y de juslificación, El uso
pr¡ÍI:IM:u de una leoría. en lecnología o m olrllli aplicaciones. liene alguna .:onexión
l'on los lTileriotl para decidir si t'l1a es adecuada o no t1t'li1.le t"1 lIunlo de vista del ~
1I00'illlit'nltl, ¡':n gell~.d, llIlI diSt.'Usioneo! epistemuJógÍ\'as (y en ci .. rtos casos también
las 1IM.-ltHlológÍl'as) ptK'den Iwdl1lt" a l'lI00 en .:ualquierll de los Ires l'onlexlos, lo
l'Ual lIIotiva d IlI'Oblnna de analWir la t"Yt"lllual rt'lad.ill 1'1111"1' ellos, Del lema nos
Ol'Upan-IIHM l'U8lldo lellg'dnlUS tll·...uón de l',msider,¡r t'll t1elallt" lag cilrat.1erísticas dd
metodo .:ienliflCo,
Aunque los problemas del contexto de des:ubrimienlo y de aplÍl'ación son de
t'BOnne impurtan.:ia, tanto teórica como JJrictica, en este tt'Xto darE'mus Ilreferencia
l'8lói t'xclulliva a las l'\le!llÍoReoi que atañen al contexto de justiflCoción, NUeW1l preo-
l'U\IUl'iOn JllÍndpal será la de indagar acerca de 1011 elemento!! ele juido por los cua-
les una de\t"I1I1inada teoria LÍenlifica mera;e ser considerada .:omo cOROl;mienlo le--
tCllUIHI, de 1001 l'ri!eriotI que prnnitm decidir 1101" una teona en favor de otras y, E'n
!lell...,.I, de justifICar la f1Il;ullalidad del l'ambio denlifk~l. 1.0.. t'onlexl~ de descubri-
miellto y de aplit.'llLión 110 lIt'fán ignCll'llllos, pero SIl tnllamiento en detalle nos obli-
garía a la MIaL-..-ión de IItru libro.

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