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Hernández Actividad1 Resumen
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FRANKENSTEIN EL EDUCADOR
Producción Textual
A MITAD DE RECORRIDO:
POR UNA VERDADERA «REVOLUCION COPERNICANA» EN PEDAGOGIA
realidades sociales. ¿Por qué hay hombres que mueren ante la indiferencia de sus semejantes? No
se puede estudiar a Einstein en segundo año de bachillerato... pero se puede dar un poco de
historia de las matemáticas para que los alumnos vean qué preguntas han querido responder los
hombres elaborando medios matemáticos.
La inteligencia de los niños y su capacidad para motivarse ante las grandes cosas siempre
se subestiman demasiado. Es cierto que no se puede estudiar la filosofía de Kant en la escuela
primaria... pero se puede, en ella, aprender a leer con potentes textos mitológicos. La instrucción
es obligatoria, pero no tenemos poder sobre la decisión de aprender. Es cierto que los
conocimientos aritméticos pueden ser útiles a un niño de primaria para contar su dinero de
bolsillo o comprender la receta de un pastel. Allí, el mundo social y económico es despiadado, y
¡ay de quien no se imponga! No hay espontaneidad en esa actitud. Esa decisión es, precisamente,
aquella por la cual alguien supera lo que le es dado y subvierte todas las previsiones y
definiciones. “Hacer sitio donde llega” no es tan sencillo. Sin espacio ni referencias, sin
horizontalidad habitable ni verticalidad significativa, se reduce a una huida hacia adelante.
La pedagogía es un proyecto sostenido por una verticalidad irreductible frente a todo el
saber de quien observa, controla y verifica. El propósito de la investigación pedagógica es, de
hecho, generar discursos que ayuden a los practicantes a acceder a una comprensión de su
práctica. Así, la “autonomización” podría entenderse como un “principio regulador” de la acción
pedagógica, en el sentido kantiano de la expresión. La autonomización es lo contrario de lo que
guía al Dr. Frankenstein con su criatura. Cuando se le debe enseñar a construirse a sí mismo,
Frankenstein pretende realizar y terminar esa construcción por sí mismo, en tanto el discurso
pedagógico es, muy al contrario, por definición, objeto de debates, incluso de polémicas. En
definitiva: la séptima exigencia de la revolución copernicana en la pedagogía consiste en asumir
“la insostenible levedad de la pedagogía”. No debe asumir que ya es autónomo: debe organizar
un sistema de ayudas que le permita acceder a los objetivos que se propone. . La ruptura nunca se
produce de forma global y abrupta, sino que se produce a lo largo de la existencia de cada uno, a
medida que nuevas ayudas de todo tipo intervienen en sus vidas y luego se retiran. Es extraño,
desde luego, un siglo que redescubre los límites del racionalismo fantasmático y cae a veces en el
opuesto simétrico de lo irracional. El sexto requisito de la revolución copernicana en la pedagogía
es inscribirse dentro de toda actividad educativa. En esa escuela hay cosas raras; por decirlo todo,
todo en él es extraño mientras uno sepa mirar. Al igual que en la medicina, la actuación en
materia de salud supone la combinación de enfoques biológicos, fisiológicos, químicos,
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