a) Presentación del tema y formulación de una pregunta de investigación.

A partir de 1830, luego del brevísimo periodo caótico de ensayos constitucionales entre
1823 y 1830, se comienza a configurar el Estado nacional, el cual no tiene sino la finalidad
ilustrada de buscar el bien común (Góngora, 1981). Es así, como en ya en el primer decenio
se ven factores de notable relevancia para dicha construcción, como lo son la Constitución
de 1833, como reforma de la liberal de 1828, pero con la impresión del pensamiento
portaliano; y el imperio de la fuerza con un Chile triunfador sobre la Confederación Perú-
boliviana entre 1836 y 1839.
Es por ello que, luego de la muerte de Portales y el triunfo en Yungay y terminado
el decenio de José Joaquín Prieto, el siguiente decenio que va desde 1841 a 1851 se
desarrolla en el aprovechamiento del presidente Bulnes de una herencia saneada del
creciente Estado (Encina, 1984).; en lo político, se había impuesto el orden, restableciendo
el principio de autoridad y el ideario conservador; en lo económico, se van cicatrizando las
heridas a la economía luego de las guerras; y en lo social, se produce el reajuste de su
desarrollo en las “nuevas condiciones creadas por la independencia” (Encina, 1984, p. 139).
En lo que se refiere a las relaciones con la oposición liberal, en los primeros cinco años se
desarrolla una política de reconciliación hacia los vencidos de la guerra civil de 1831, de
Lircay.
El programa político de inicios del decenio significó al pleno desenvolvimiento del
régimen portaliano sin mayor oposición, integrando, por ejemplo, el reingreso en la política
económica de Manuel Rengifo, el llamado “mago de las finanzas”; a la par con el
mantenimiento de una figura representativa del ideario portaliano, el ministro y luego
presidente, Manuel Montt. Es el nombramiento de este último personaje lo que generará el
pronunciamiento de algunos miembros conservadores y de la misma oposición contra la
elección del gobierno conservador; frente al “ejecutivo fuerte y respetable” (Amunátegui,
1939, p. 107). Dándose paso a la Revolución de 1851 que estalla principalmente en dos
ciudades: La Serena y Concepción, pero que luego se genera una serie de conflictos en
forma de insurrecciones a lo largo del territorio nacional, dirigido por el general José María
de la Cruz, conservador, apoyado por facciones liberales, frente a Santiago, ciudad
fuertemente conservadora y sede del gobierno. El tema que nos interesa abordar en el
siguiente escrito son, pues, los antecedentes sustanciales constitucionales y políticos que
llevaron a tal conflicto entre el régimen conservador y las facciones conservadoras,
apoyadas por los liberales tanto del norte como del sur del país.
En consecuencia, la pregunta de investigación que dirigirá el presente trabajo es
¿Cuáles son los antecedentes, constitucionales y políticos, de oposición entre una
concepción ejecutiva de gobierno y otra parlamentaria que serían una de las razones para la
revolución de 1851?
Referencias bibliográficas
Góngora, M. (1981). Ensayo histórico sobre la noción de Estado en Chile en los siglos XIX
y XX. Santiago: Editores la Ciudad.
Encina, F. (1984). Historia de Chile, Tomo XXII. Santiago: Editorial Ercilla.
Amunátegui, D. (1939). Pipiolos y pelucones. Santiago: Imprenta y Litografía Universo.