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Asimismo, la ley 26.589 modifica el texto del art. 644 del CPCCN, que
ahora dispone:
COMPETENCIA
En materia de alimentos, se refiere a la competencia el art. 228 del Cód.
Civil que dice textualmente:
“conforme lo dispone el art. 228, inc. 2o, del Cód. Civ., modificado por la
ley 23.515, serán competentes para entender en los juicios de alimentos
a opción del actor, el juez del domicilio conyugal, el del domicilio del
demandado, el de la residencia habitual del acreedor alimentario, el del
lugar de cumplimiento de la obligación o el del lugar de celebración del
convenio alimentario si lo hubiere y coincidiere con la residencia del
demandado, si se planteare como cuestión principal”.
En otro fallo más reciente del Máximo Tribunal, ratifica esta postura: “El
alimentario puede optar —para el ejercicio de su demanda— por el juez
de su residencia, aunque el divorcio tramite en otra jurisdicción”.
“en el caso del juicio de alimentos para el hijo menor de edad, se tornan
aplicables las reglas generales del art. 5o, inc. 3o, del CPCCN 1T, por
tratarse de una acción personal, si el juicio de divorcio o nulidad
concluyó su trámite”.
DEMANDA
En cuanto a la demanda por alimentos, debemos tener en cuenta lo que
dispone el art. 638 de CPCCN:
El art. 333 del CPCCN (según ley 25.488) al cual remite la norma
precitada, dispone que con la demanda deberá acompañarse la prueba
documental y ofrecerse todas las demás pruebas de que las partes
intentaren valerse.
A fin de avalar la suma que se reclama, la prueba documental resulta
importante, puesto que quien peticiona los alimentos, deberá
acompañar los comprobantes de los gastos que tiene en su vida diaria,
aun cuando se trate del reclamo alimentario para los menores de edad.
EXCEPCIONES
Si bien en el juicio de alimentos es posible plantear excepciones, las
mismas no pueden ser tomadas como de previo y especial
pronunciamiento, sino que deberán de ser resultas en la sentencia.
CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA
El CPCCN no contempla la posibilidad que el demandado pueda
contestar la demanda, a diferencia de lo establecido en algún Código de
rito provincial. Sin embargo, la doctrina —en su mayor parte— admite
dicha posibilidad.
Asimismo, que no puede extraerse del art. 643 del CPCCN una
prohibición al alimentante a contestar la demanda.
AUDIENCIA PRELIMINAR
Dispone el art. 639 del CPCCN:
2°) La fijación de una nueva audiencia que tendrá lugar dentro del
quinto día, la que se notificará con habilitación de día y hora, bajo
apercibimiento de establecer la cuota alimentaria de acuerdo con las
pretensiones de la parte actora y lo que resulte de las actuaciones del
expediente”.
PRUEBA
a) Aportada por el actor
El art. 638 del CPCCN enuncia, en su inc. 3o que el actor deberá
acompañar la prueba documental que tuviere en su poder de acuerdo
con lo establecido en el art. 333.
Asimismo, la última parte del art. 638 indica que el actor —en la
demanda— deberá “ofrecer la prueba de que intentare valerse’’, y que
“si se ofreciere prueba testimonial, los testigos declararán en primera
audiencia”.
En tanto, el texto del art. 639 del Código precitado, si bien enuncia que
el juez deberá convocar a las partes para la audiencia preliminar que ya
hemos enunciado, ello será sin perjuicio de ordenar inmediatamente las
medidas probatorias que le fueren solicitadas por el actor.
Por otra parte, si bien el inc. 2o del art. 638 habla sólo de “denunciar" el
caudal económico del demandado, de acuerdo con lo establecido en el
art. 377 del CPCCN, el actor deberá ofrecer la prueba que —siquiera
aproximadamente— acredite ese caudal.
Siendo que tal acreditación muchas veces resulta dificultosa para quien
reclama los alimentos (a pesar de que la ley faculta al actor a utilizar
todos los medios de prueba directa), pues es frecuente el
desconocimiento de las fuentes de ingresos del demandado, se le
permite a la accionante recurrir a indicios que formen la convicción del
juez para fijar la cuota alimentaria.
Pero, ya sea que los ingresos del demandado surjan de prueba directa o
indirecta —o de ambas— los medios probatorios a utilizar serán
similares. Puesto que el nivel de vida y/o los gastos del demandado—
que serán indicios o presunciones mediante los cuales el juez formará su
convicción respecto a la determinación de la cuota alimentaria y a su
monto- podrán surgir empleando la prueba documental, informativa,
testimonial o confesional.
Sin embargo, otra doctrina acepta este medio de prueba, pero con
serios reparos (sólo si está plenamente justificada su producción), pues
la producción de ella insume un tiempo considerable que retrasará el
proceso (amén del mayor atraso que devengarán los incidentes
planteados con motivo de la impugnación al informe del perito
designado, y el pedido de explicaciones o la solicitud de aclaraciones
sobre puntos que se consideran oscuros en el informe pericial).
Y continúa diciendo “Que sobre esa base, la ley 26.061, que establece
un sistema de protección integral de niños, niñas y adolescentes, debe
ser interpretada no de manera aislada sino en conjunto con el resto del
plexo normativo aplicable, como parte de una estructura sistemática, y
en forma progresiva, de modo que mejor concilie con la Constitución
nacional y con los tratados internacionales que rigen la materia, allí
previstos”.
“En este sentido, es necesario tener en cuenta una de las pautas de
mayor arraigo en la doctrina de este Tribunal, conforme a la cual la
inconsecuencia o falta de previsión jamás debe suponerse en la
legislación, y por esto se reconoce como principio inconcuso que la
interpretación de las leyes debe hacerse siempre evitando darles un
sentido que ponga en pugna sus disposiciones, destruyendo las unas por
las otras y adoptando como verdadero el que las concilie y deje a todas
con valor y efecto. Y comprende, además, su conexión con otras normas
que integran el ordenamiento vigente, del modo que mejor concuerde
con los principios y garantías de la Constitución Nacional”.
“De acuerdo con este régimen de fondo, los menores impúberes son
incapaces absolutos de hecho. No pueden, por sí mismos, administrar
sus bienes, disponer de ellos ni celebrar contratos, estando a cargo de
sus representantes legales, padres o tutores, la realización de todos
esos actos (art. 54, inc. 2°, del Código Civil). En consecuencia, los niños
no pueden realizar, por sí mismos, actos jurídicos como sería la
designación o remoción de un letrado patrocinante”.
Y finaliza diciendo que “la figura del abogado del niño debe estar
presente en todo procedimiento en el cual se sustancien aspectos que
atañen al niño”.
Por otra parte, se ha discutido la coexistencia del abogado del niño con
el Defensor de Menores, en este sentido, señala García Méndez que
ambas figuras pueden coexistir, pues mientras el abogado del niño
acompaña, asiste o representa al niño/a o adolescente, el Asesor de
Menores defiende los intereses del Estado.
1o) No hace cosa juzgada material, pues la cuota alimentaria puede ser
aumentada, disminuida e, incluso, cesar.
Es que, nuestro sistema legal deja librado al prudente arbitrio del juez o
tribunal la determinación del importe de la cuota, en cada caso
concreto.
Se agregó que:
“el límite de la cuota alimentaria está dado por las necesidades del hijo
y no por la fortuna del progenitor, ya que se trata de que se vean
satisfechas las necesidades materiales y espirituales del menor”.
Siguiendo tal línea de pensamiento, algún fallo dijo que “no porque el
padre tenga cuantiosos bienes debe fijarse una pensión millonaria que
guarde estricta relación con el valor de éstos, máxime cuando aquél
conserva el poder de decisión pertinente emanado de la patria potestad
y puede, por ende, negar lo que a su juicio resulte superfluo, cualquiera
sea la capacidad económica que posea”.
En fallo CNCiv. Sala C, 31-8-71, ED, 41-615, sum. 32, se decidió que en
la fijación de la cuota alimentaria, debe tenerse en cuenta la edad de los
hijos. Consecuencia de ello, cierta jurisprudencia entendió que “la mayor
edad de los hijos menores del matrimonio, autoriza también a presumir
la existencia de mayores necesidades en los gastos de alimentación,
vestimenta, etc., circunstancia que debe computarse en la fijación de la
cuota alimentaria”.
También, que:
Por lo que el juez podrá eximir en forma total o parcialmente del pago
de las costas al alimentante, siempre que encontraré mérito para ello,
expresándolo en su pronunciamiento, bajo pena de nulidad.
RECURSOS:
De apelación
El art. 647 del CPCCN determina: “La sentencia que deniegue los
alimentos será apelable en ambos efectos. Si los admitiere, el recurso se
concederá en efecto devolutivo. En este último supuesto, una vez
deducida la apelación, se expedirá testimonio de la sentencia, su que se
reservará en el juzgado para su ejecución, remitiéndose inmediatamente
las actuaciones a la cámara”.
Por lo tanto, el art. 647 del CPCCN resuelve que si la sentencia admite la
petición de alimentos, la apelación sólo se concederá en efecto
devolutivo. Mientras que si la deniega, el recurso de apelación se deberá
conceder con ambos efectos.
Con el mismo criterio, el art. 376 del Cód. Civ. establece “de la
sentencia que decrete la prestación de alimentos, no se admitirá recurso
alguno con efecto suspensivo".
Es por ello que la sentencia que admite los alimentos es directamente
ejecutable, de acuerdo a lo establecido en el art. 648 o en el 502 y ss.
del CPCCN, a elección del actor, sin necesidad de aguardar lo que se
resuelva en segunda instancia.
Asimismo, el art. 242 del CPCCN resulta inaplicable en los procesos por
alimentos y, por lo tanto, no rige la inapelabiiidad por el monto como
para otros procesos, dado que esa misma norma procesal así lo explícita
en su parte final.
Dentro del ámbito jurisdiccional regulado por las normas del CPCCN, la
apelación contra la sentencia dictada en un proceso por alimentos se
concede en relación (conforme se desprende del art. 243 de ese mismo
Código), motivo por el cual, no existe la posibilidad que la causa se abra
a prueba en esta instancia, ni tampoco es posible la alegación de hechos
nuevos (según lo establecido en el art. 275 del CPCCN 192); prohibición
que se hace extensiva a la agregación de documentos y a las
pretensiones o defensas ajenas a las que fueron objeto del debate en la
instancia precedente.
b) Extraordinario
En principio, el recurso extraordinario no es procedente para la
sentencia dictada en un proceso de alimentos por cuanto lo establecido
en dicha sentencia nunca es definitivo, ya que la cuota alimentaria
puede variar tantas veces como varíen las circunstancias por las cuales
ha sido fijada.
c) De inaplicabilidad de la ley
Regula este recurso el art. 288 del CPCCN. Tal norma legal, dispone:
d) De nulidad
El recurso de nulidad se interpone conjuntamente con el de apelación. Al
respecto, el art. 253 del CPCCN, dice: