RENACER en TI Completa-Ida González

RENACER EN TI IV LEYVA
SINOPSIS
"La dulce Katherine Ricci ha luchado desde pequeña con una enfermedad que la aquejaba, ahora
cumpliendo sus 18 años está totalmente curada, pero su inocencia, sus ganas de vivir y descubrir un
mundo nuevo más allá de su caja de cristal en la que estaba viviendo, la llevarán a un mundo
desconocido, cruel, conociendo a lo que creía sería un amor, pero estaba equivocada, él no amaba,
no sentía nada, no tenía alma, solo que ella eso, no lo sabía y pronto lo descubriría."
1. Nuevo comienzo
Hoy la hermosa Katherine Ricci cumple sus 18 años, después de tantos años de luchar con una
enfermedad que la aquejaba, pudo recuperarse completamente, con la ayuda incondicional de su
hermana Paula y con el marido de esta última, Dante de Lucas, que la han cuidado y protegido como
a su propia hija, ahora convertida en una bellísima mujer, con una vida llena de oportunidades, con un
futuro brillante pues Katherine a quien todos llaman Katy de cariño está cursando el primer año de la
carrea de medicina en la universidad más prestigiosa de Italia, pues es su más grande sueño
convertirse en una gran doctora para poder ayudar a muchas personas que también padecen de
leucemia y todo tipo de cáncer; Katy se encontraba en la soledad de su habitación vistiéndose para
la hermosa fiesta que le han organizado sus padres y amigos, en la lujosa mansión de Fabrizzio
Santoro, uno de los mejores amigos de Dante de Luca junto a su esposa Gianna Conte quienes
siempre han estado para la familia De Luca incondicionalmente.Ella luce un increíble vestido adherido
al cuerpo como una segunda piel en color blanco que enmarca cada una de sus preciosas curvas, ella
es de pelo castaño muy claro con unos ojos azules muy grandes y brillantes, delgada de buen cuerpo,
ella y su hermana son muy distintas en cuanto a contextura física, se siente divina esta noche, sonríe
como nunca, sus mejillas ruborizadas y con una sonrisa hermosa, es una niña llena de vida, es pura
inocencia, pues su hermana Paula junto con Dante la han sobreprotegido más de la cuenta y ahora el
hecho de convertirse en mujer los trae muy preocupados, pues ella quiere experimentar acerca de la
vida, todo le parece fascinante como si saliera de una pequeña burbuja.
— ¡Mi princesa, que hermosa estas!
1 RENACER EN TI 4 GABY LEYVA

—Paulaa, ¿te gusta? Katy gira para mostrarle su vestido a su hermana… Estas divina mi princesa,
Dante va a infartar cuando te vea, ella sonríe tímida.
—¡Katy!, Paula la sostiene de la ambas manos, quiero que sepas princesa, que hoy es un día muy
especial para mí, poder compartir este día contigo es muy importante para nosotros para mí y para
Dante.—Paulaa, no me hagas llorar se correrá mi maquillaje que con tanto empeño, Alberto me ha
dejado esplendida.
—Tonterías mi niña siempre estarás hermosa, con o sin maquillaje… Katy solo quiero que me
prometas una cosa.
— ¿Qué cosa Paula? Paula la mira emocionada.
—Que nunca te alejaras de mi princesa, siempre estaremos juntas.
Katy asiente con lágrimas en los ojos y abraza a Paula… —Te prometo Paula, pase lo que pase juntas.
—Holaaaa, ¿Se puede? es Isabel la amiga de Paula quien asoma su cabeza en la habitación.
—Wao Katy estas hermosísima, divina, estas uff para comerte niña.¡Isa!, la reprende Paula, y ella
echa una carcajada.
Paula por su parte luce hermosa, con un vestido rojo al cuerpo que hace alucinar a Dante, pues el
hecho de que haya tenido dos hijos Valentina de 7 años y Damián de 3 años, no le quita lo hermosa
sigue teniendo un cuerpo escultural, e Isa por su parte está embarazada de su primer hijo casada con
Leonardo, ambos felices por la llegada de su primer hijo, Isabel es una mujer preciosa es toda una
fiera que trae a Leonardo muy enamorado.
—Esta noche serás la reina Katy menciona Isa con una hermosa sonrisa… —Gracias Isa, gracias a
las dos las quiero tanto, Katy abraza a ambas.
—Bueno es hora de bajar pues los invitados han llegado… —Paula estoy muy nerviosa, ¿de verdad
estoy bonita?—Mi amor, serás la niña más bonita de la fiesta, Katy se sonroja, ella es tan tímida que
Paula teme que algún día alguien o mejor dicho algún hombre se aproveche de eso, de su inocencia,
pues ella sabe muy bien, ella lo ha vivido en carne propia los sufrimientos del amor, pero a pesar de
todo es muy feliz alado de su esposo.
Salen las tres y bajan las escaleras, bajan primero Paula e Isa y detrás viene Katy, cuando Dante la
ve abre los ojos como plato no pudiendo creer que sea su princesa, porque así es a pesar de que Katy
no sea su hija, el, la ama y la protege como si lo fuera.
— ¿Te gusta amor?, mira que bella esta nuestra princesa comentas Paula a su esposo.
—Estas hermosa mi princesita, en verdad estas muy bella, Dante la hace girar y Katy sonríe de oreja
a oreja y sonrojada hasta el pecho.
—Muchas gracias Dante, gracias por todo… — No agradezcas nada princesa es lo mínimo que te
mereces, sabes que te adoro que eres una hija para mí, Dante abraza fuerte a Katy mientras Isa, Paula
y Leonardo observan la escena con una sonrisa.
—Wao Katy estas divina, Leonardo saluda con un beso a Katy, si fueras unos años mayor y no amara
tanto a mi esposa creo que me casaría contigo, comenta y Katy sonríe tímida y avergonzada, mientras
que Isa lo golpea en el brazo en señal de estar celosa, mientras que Dante lo fulmina con la mirada.
Leonardo suelta una carcajada desde lo más profundo de su ser…— Ya va, bájenle a su mal humor
es una broma, Paula solo se echa a reír con Leonardo.
—Por Dios, esta divina mírate hermosa, llega Gianna a donde se encuentran todos y abraza a Katy
admirando lo hermosa que esta.
—Gracias Gianna tu también estas muy bella, es decir mírense todas están hermosas, más que yo
diría.
—Noo, esta noche la más hermosa aquí eres tu princesa, ahora es Fabrizzio quien habla sonriendo
con una copa en la mano.—Muchas gracias Fabrizzio, Gianna por hacer esto por Katy, la fiesta esta
hermosa, es Paula quien habla.
—No me agradezcas nada Paula, aquí mi hermosa mujer es la que hizo todo esto posible...
—Gracias hermano comenta Dante, Fabrizzio solo asiente.
—Quiero agradecer a todos por hacer posible esta fiesta, la verdad me dieron más de lo que merezco,
a Katy le comienza a rodar algunas lagrimitas.
Todos sonríen emocionados y Paula abraza a Katy en un gesto demasiado hermoso.
Algunos invitados llegan a saludar a Katy, y algunos amigos, también Orlando el chico que vive
enamorado de Katy, que por cualquier excusa la busca y que Dante lo tiene entre ceja y ceja porque
si, cela por todo, no solo por su mujer Paula, si no por sus hijos también.—Espero que todavía no haya
terminado la fiesta antes que el invitado principal llegue habla Iam entrando de la mano de la hermosa
Alyn Morrison, quien luce un hermoso vestido en color plateado y es hermosa por donde la mires, y es
que precisamente, Dante, Fabrizzio y Leonardo al verla no despegaron la vista de ella, a lo que Iam
gruñe celoso y las mujeres también, al final todos terminan riendo porque Alyn no puede mantener la
boca cerrada sin decir una tontería un solo segundo, pero Iam así la ama cada día la ama más que el
primer día.

—Katy, mi hermosa Katherine estas hermosísima, no puedo creer, ya 18 años, eres toda una mujer,
comenta Iam agarrando de ambas manos a Katy haciendo la girar, las mujeres mirando el gesto con
ternura mientras que por la cabeza de Dante ya pasaron mil formas de asesinar lentamente a Iam.
Entonces es Fabrizzio quien propone un brindis por la hermosa Katy.
—Dulce Katy, quiero hacer un brindis esta noche por ti por tus 18 años, que ya eres toda una mujer,
ahora aquí con tu familia y amigos estando todos reunidos, creo que no falta nadie verdad pregunta
en tono burlón Fabrizzio.—Te equivocas mi querido hermano, falta el invitado principal o es que me
van a dejar sin poder brindar con la hermosa agasajada, habla nada más y nada menos que el amigo
de Fabrizzio y conocido de todos Santino.
Fabrizzio gira y sonríe, —Por supuesto hermano que no me olvide de ti, solo que no pensaba que
vendrías.
—Señoras, señores, él es Santino un amigo de la familia… Buenas noches saluda Santino posándose
alado de la hermosa Katy, todas asienten, pues ya lo conocen, en especial Dante que llego a tomar
unas copas con él y Fabrizzio.
—Así que tú eres la hermosa cumpleañera comenta Santino mirando fijamente a Katy, tomando una
de sus manos y dejando un suave beso, mientras que la tímida Katy se ha sonrojado completamente,
ese suave beso en la mano la transporto a un mundo desconocido, siempre estuvo rodeada de
hombres muy guapos pero nunca sintió ninguna atracción por nadie a pesar de ser una adolescente,
no, este hombre ha despertado algo en ella, una chispa una sensación desconocida, ella solo sonríe
tímida.—Te traje un pequeño presente, le entrega una caja negra de terciopelo con una delicada cinta
en color plata, Katy abre los ojos extrañada por el detalle, mira por breves segundo a su hermana
como pidiendo aprobación a lo que ella asiente sonriendo, ella toma el presente y lo abre
encontrándose con algo hermoso, un collar de diamantes que jamás en su vida vio uno igual, todas
las mujeres ahí presentes jadean emocionadas.
—Es hermoso muchas gracias, agradece Katy tímidamente, y a Santino le revolvió el estómago, se
sintió extraño, su voz hizo que algo palpitara en su pantalón oh si claro que sí, pero no podía ser, como
una niña podría despertar algo en él se preguntaba.
Era muy bonita, sí, pero era una niña, siendo el ya un hombre maduro de 39 años, solo ignoró todo
pensamiento pecaminoso de su cabeza y asintió levemente.
Fabrizzio rueda los ojos al ver a las mujeres incluida su mujer viendo el collar de diamantes,
asombradas.
—¿Eso le regalas a todas para justificar tu tamaño? bromea Fabrizzio a lo que todos sueltan una
carcajada, mientras que Santino solo ríe, no se inmuta por nada, solo no deja de observar a la hermosa
Katherine, le parece demasiado atractiva para su desgracia, su carita, sus ojos, sus sonrisa y eso no
debería pasar por que ella es una niña y él un jodido mafioso que ha cometido las más horribles
atrocidades jamás pensadas, trafica drogas, armas y mujeres, si así es mujeres, nunca se le conoció
mujer, pues es un bastardo en todos los sentidos pero maldita sea lo que ahora mismo quería era
arrancarle ese vestido blanco a Katy y hundirse en ella, robándole todo, su inocencia, su cuerpo y su
alma si fuera posible, porque así es, no era ningún tonto sabía perfectamente que ella era inocente
aun en todos los aspectos y es que el la quería en su cama como sea y la tendría.Dante por su parte
se mantiene serio, no despega la vista de Santino sin que él se dé cuenta que lo observa atentamente,
no le gusta para nada como mira a Katy, pues ve el deseo en sus ojos y de eso Dante sabía muy bien
pues es así como el miraba a Paula cuando la conoció, con deseo, Dante sabe qué clase de hombre
era Santino, no era uno bueno, no, él era el mismísimo diablo, si Fabrizzio era un hijo de puta, Santino
era peor, y jamás, jamás permitiría que le ponga un solo dedo encima.
—Ahora si podemos brindar ya que estamos todos, Santino gracias por venir comento Fabrizzio a lo
que el asiente.
—Gracias a ustedes por invitarme, todos levantan sus copas en un emotivo brindis.
Después de transcurrida la noche todas las mujeres se disponen a bailar junto con los invitados
mientras que los hombres solo se limitan a beber y a observar a sus mujeres y a gruñir de tanto en
tanto por los movimientos sensuales que hacen, porque son unos celosos empedernidos.Katy se
siente muy emocionada y contenta es su mejor noche, nunca se sintió de esta manera, lo vivía
intensamente, no paraba de bailar con esos movimientos sensuales que la alocada de Alyn le mostraba
pues siendo ella una hermosa bailarina sabia de eso perfectamente, pues sí, es que a Iam lo
conquistaba y lo seducía con esos movimientos.
—No se ustedes pero yo iré a bailar con mi mujer comenta Iam, ya loco mirando a su preciosa
esposa bailando.
—Y yo bailare con la hermosa cumpleañera, habla Santino poniéndose de pie rápidamente,
ganándose una mirada matadora de Dante lo que el ignora rotundamente porque algo que Santino no
tiene es miedo, cuando quiere algo lo toma es así nada mas como sucede en su mundo.

—Adviértele que mantenga sus ojos y sus manos alejadas de mi hija comenta Dante furioso a
Fabrizzio, el solo frunce el ceño y no entiende por qué Dante está molesto, después de un momento
ve como Santino toma de la cintura a la hermosa Katy y la pega a su cuerpo para bailar, es entonces
cuando Fabrizzio entiende y suelta una carcajada, palmeando su espalda.—Calma tigre Santino no
hará nada, no es de esos, solo está bailando, Dante lo mira levantando las cejas.
—Eso viejo, ni tú te lo creíste lo conocemos muy bien Fabrizzio solo brinda y sonríe.
La noche trascurrió amena sin ningún inconveniente, después de Katy bailar mucho se disculpó y se
dirigió al baño, pues se sentía acalorada, sus pies la estaban matando con esos zapatos de infarto
que la hermosa Gianna le había obsequiado. Santino al ver que nadie lo observaba incluido Dante
pues el bailaba muy a gusto con su mujer, decidió seguirla.
Parado en una esquina fuera del sanitario la estaba esperando, al salir Katy lo ve y sonríe, pues no
sabe que le ocurre todo de él le gusta, su voz, su sonrisa, su cuerpo, sus ojos, definitivamente le
resultaba muy atractivo y fascinante, pero ella con su inocencia no puede ver más allá de la belleza
física.— ¡Santino! ¿Ocurre algo?
Santino niega, —Absolutamente nada mi dulce Katherine, solo quería pasar tiempo a solas contigo,
ella se sonroja, sonríe tímida y agacha la cabeza, el por su parte levanta el mentón y la hace mirarlo,
no puedo dejarte ir con otro, eres mi acompañante si no con quién seguiré bailando, contesta
haciéndose el inocente.
Eres demasiado bella ¿te han dicho Katherine? Se acerca rozando sus dedos a la mejilla de una muy
ruborizada Katherine.
—Katherine se muerde el labio y niega, y a él le brillaron los ojos, y ya sabía lo que quería y era tener
a esta dulce niña abierta de piernas para él, y poder disfrutar de su cuerpo pero solo una noche no le
interesaba más, porque él era así, una noche, las mujeres para el solo significa una cosa sexo y
negocios, no quería nada más, solo que eso Katy no lo sabía y pronto lo sabrá.
2.Atracción irresistible
Santino estaba furioso consigo mismo por desear a esa niña de esa manera, no debería pero lo hace,
pensaba que fue solo por esa noche, pero no, ese deseo no ha disminuido nada, al contrario cada vez
se sentía más ansioso y atraído hacia ella, pero sabe que no debería pues es la hija de Dante de Lucas
y tampoco quería a un enemigo como él, Santino era despiadado y muy temido dentro de la mafia pero
sabía a quién guardar respeto sea dentro o fuera de ese mundo oscuro, pero joder esa pequeñita le
hacía palpitar como nadie, investigo todo sobre ella, que hace, donde va a qué hora y eso es un peligro
para él, o más bien para ella, que pasaría si solo la tuviera una vez, disfrutar de su pequeño cuerpo
como siempre lo ha hecho con una mujer, porque sí, ya era una mujer ya no había delito en ello, nadie
tendría por qué enterarse, tampoco le haría falsas ilusiones, solo sería sexo y nada más y solo una
vez y nada más.
Así que sin pensarlo más, salió en su camioneta seguido de varios de sus hombres como siempre lo
hace y se dirige a la universidad donde la dulce Kathy se encontraba, necesitaba verla y tal vez, solo
tal vez convencerla de algo más, porque algo que él era es ser astuto y sabía persuadir
perfectamente.Llegando a la universidad observo todo a su alrededor esperando a que su dulce Kathy
apareciera que sería en cualquier momento pues sabía hasta su hora de salida.
Se baja del auto apoyándose en el, tan imponente como nadie, vestido completamente de negro
desde el pantalón hasta la camisa, atendiendo algunas llamadas y negocios para después posar su
vista en una niña de pelo castaño casi rubio riendo muy contenta con otras amigas dirigiéndose
justamente hacia donde él se encontraba.
Al acercarse a la salida Kathy, levanta la vista fijando su mirada en la de Santino, se le borró toda clase
de sonrisa dando paso a una muy sonrojada Katherine porque así es, supo al instante de quién se
trataba, de ese hombre con quién bailo toda la noche el día de su cumpleaños, y quien le hizo sentir
maravillosa esa noche para no decir especial.
Habló con sus amigas por última vez y se despidió de ellas para luego acercase lentamente a un
sonriente Santino, quien al verla su polla automáticamente palpitó dentro del pantalón, pues Kathy
estaba absolutamente hermosa, con una pequeña falda en color blanco y una blusa al cuerpo en color
amarillo.—H hola, saluda tímida ¿Santino no es así?
Santino asiente con una gran sonrisa...
—Mi dulce Katherine, habla con una voz ronca y melodiosa que para Kathy resulta fascinante, que no
hace otra cosa más que reír y es que tal vez, ella piense que él era un príncipe azul.
— ¿A qué has venido? Pregunta tartamudeando cada palabra que sale de su boca y que Santino no
deja de apreciar el movimiento tan exquisito de sus labios rojos.
—Quisiera invitarte a almorzar y así conocernos un poco más, ser amigos, no sé, ¿te gustaría
Katherine?
—Sabes, no dejo de pensar en ti desde la otra noche.
Kathy se muerde el labio nerviosa, sintiendo miles de mariposas revolotear en el estómago.

—No creo que pueda debo volver a mi casa, de lo contrario mi hermana se preocupará.
—No te quitaré mucho tiempo niña hermosa, y además no creo que se entere, puedes decirle que te
quedaste un poco más con tus amigos. No es un delito almorzar Kathy, habla Santino con una voz
ronca y seductora acariciando levemente el brazo de Kathy, y acariciando un mechón de su hermoso
cabello.Mirándose fijamente ambos a los ojos, y Santino observando la dulzura e inocencia de Kathy
solo quería una cosa y eso era llevarla a la cama y definitivamente ya estaba convencido de que era
lo que quería y nadie le haría cambiar de parecer.
—Está bien, solo será un momento, Santino asiente levemente con una sonrisa.
—Vamos, le indica extendiendo la mano para que suba en el asiento trasero de la camioneta con él.
Al subirse Santino no dejaba de mirar las suaves y delicadas piernas de ella e imaginaba
acariciándolas, pensaba que su piel ha de ser muy suave y dulce como ella.
Sin pensarlo mucho llevó una mano a su pierna desnuda y la acarició levemente, Kathy dio un brinco
del susto por tal acción tan descarada de él.
Santino por su parte solo sonrió...— No te asustes hermosa, le habló pegándose a ella, muy cerca de
su oído, chocando su respiración en el cuello de Kathy.
—No te haré nada que tú no quieras, ella lo miró temerosa pero con una sensación extraña a la misma
vez, pues este hombre despertaba miles de sensaciones en ella solo con hablarle.Llegaron a un lujoso
restaurante, se sentaron en una mesa un poco alejada y ordenaron el almuerzo, Kathy se mantuvo en
silencio casi todo el tiempo, temblaba no lo iba a negar, pero Dios no negaría tampoco que este hombre
le gustaba y por primera vez un hombre le parecía demasiado atractivo, y es que Santino con su porte
de hombre maduro y su aura oscura se veía malignamente atractivo.
—Y cuéntame mi dulce Kathy un poco más de tu vida.
—Amm bueno, no hay mucho que contar Santino, soy lo que vez... El sonríe de lado mirando fijamente
a Kathy... —Pues yo veo algo fascinante.
—No digas eso por favor que me la voy a creer contestó Kathy un poco más calmada, pues le sudaban
las manos y estrujaba el mantel por debajo de la mesa.
Santino soltó una carcajada ronca que a Kathy le erizó completamente la piel... —Es que es la verdad
Katherine eres muy hermosa, cualquier hombre mataría por tu atención, Santino no estaba mintiendo
en verdad Kathy le parecía muy bella, pero tanto elogio no era propio en el, pero esta vez debía ser
diferente no estaba tratando con ninguna puta, no, ella era diferente y como tal su táctica debía ser
diferente, si quería conseguir lo que estaba queriendo entrar entre sus piernas.Almorzaron entre risas
y miradas y uno que otros elogios de parte de Santino, luego Kathy debía volver antes de que su
hermana Paula se entere de que no estaba en la Universidad, si no que estaba con un hombre y que
hombre por Dios, pensaba Kathy.
— ¿Quieres que te lleve a tu casa, o de nuevo a la universidad?, cuestionó Santino mirandola
fijamente.
—Si por favor, de nuevo a la universidad, el asintió levemente y de nuevo suben a la camioneta.
Pero esta vez Santino fue más allá de unos leves roces, esta vez no pudo resistir y la atrajo hacia él,
besándola, Kathy se habia quedado quieta, asustada, es la primera vez que alguien la besaba , ni
siquiera sabía cómo besar, Santino se dió cuenta de ello y se despegó mirándola con una sonrisa.
— ¿Perdón, te molestó?
Kathy se muerde el labio y niega...—No es eso, es solo que... — ¿Es tu primer beso? Kathy lo miró
sorprendida, ¿Acaso tan obvia era? Asintió sin emitir palabra.
—Pues déjame enseñarte mi hermosa Kathy, déjame mostrarte un mundo que te va a encantar, lleno
de cosas maravillosas— los ojitos de Kathy brillaban y eso a Santino le demostró una cosa, que
prácticamente ya la tenía en sus manos y de nuevo la pegó a él y esta vez Kathy le siguió el
ritmo.Santino la besaba, saboreando cada parte de su boca adentrando su lengua en ella y Kathy
dejándose hacer, sus labios eran dulces, suaves y gruesos y a Santino eso le provocó una descarga
en su hombría, joder la quería follar, la quería coger de cualquier forma no sabría cuanto más podría
aguantar, la apretaba de la cintura y la nuca para que Kathy no pudiera despegarse de él, devoraba la
boca de la dulce niña sin ningún tipo de pudor o remordimiento.
Y cuando Kathy gimió en sus labios fue su pase al mismo infierno y ya nada le haría retroceder pues
sabía que él había despertado algo en ella.
Se despegaron respirando agitadamente ambos con los labios rojos e hinchados.
—Eres muy dulce mi hermosa Katherine, si así saben tus besos no me imagino como sabría tu
cuerpo—Kathy lo miro sorprendida por sus palabras, si algo tenia Santino era ser muy directo, y Kathy
por primera vez sintió una especie de cosquilla en su bajo vientre y una rara sensación en su intimidad
que ella aun desconocía.
Llegaron de nuevo a la Universidad, Santino le abre la puerta y bajan los dos, pero Kathy al dar un
solo paso ya Santino la tenia de vuelta aprisionada entre su musculoso cuerpo y su camioneta, ahí no
dudo en volver a tomar sus labios, acción que hizo a Kathy gemir sin poder contener y a Santino le

dolía como el infierno, refregando su dura erección en el abdomen de Kathy.Al separarse Santino
acarició suavemente el rostro de Kathy.
—Fue un placer verte mi dulce Katherine, espero volver a compartir contigo otro momento tan
placentero como este.
—A a mí también me gustó, habló Kathy con una tímida y delicada voz.
—Hasta pronto Kathy y el la dejo ahí, sonrojada y acalorada, sus mejillas picaban, no pudiendo creer
lo que había ocurrido, su primer beso y que beso pensó Kathy y definitivamente quería más, mucho
más si sería como ese.
Santino al subir a la camioneta apretó su dura erección por encima delbpantalón, bajando el vidrio
negro que dividía a sus hombres que estaban enfrente.
— ¿Ahora, se te da por enamorar a chiquillas?, pregunta Lucio su mano derecha.
Sonrió, —Todo lo que uno tiene que hacer para follar a una niña consentida, ojala entregue pronto
antes de que me harte y la tome a mi manera.Lucio suelta una carcajada… —Ya me parecía que tanta
amabilidad de tu parte era por algo.
—Lucio, es una mujer mas, solo que a esta debo hacerle creer que soy el estúpido príncipe azul que
todas sueñan.
—Déjame decirte hermano que jamás perdería mi tiempo con una mocosa, teniendo a miles de putas
a mi disposición.
—Hablando de putas llévame al club, necesito follar para bajar esta jodida erección que me dejo esa
mocosa. Lucio se carcajeó, mientras que Santino acariciaba sus labios pensando en que pronto tendría
a esa niña y la follaría tan duro como solo él lo sabe hacer, y hasta que eso no suceda no la dejara en
paz.
Oh claro que no.
3. Ilusionada
Después del encuentro con Santino Kathy quedó muy feliz, ilusionada, sonreía sin parar, sus mejillas
picaban, sus ojos brillaban no podía dejar de pensar en él, en todo lo que él representa, era una hombre
sumamente atractivo, su cuerpo, sus ojos, su color de piel, su pelo casi rubio y su sonrisa era lo más
bonito que vio Kathy en su vida, empezaba a sentir cosas por él, ella estaba consciente de que él es
un hombre mayor y que su hermana Paula y Dante pegarían el grito al cielo si se enteraban por eso
decidió mantenerlo en secreto todo lo que había sucedido, ella nunca mentía a su hermana no era de
esas, siempre fue sincera pero este hombre es un enigma para ella, la hacía hacer y pensar cosas
desconocidas para ella.
Llegó a su casa, Paula y Dante siempre llegaban entrada la tarde pues siempre estaban en la
empresa.
—Hoda Katita llega el pequeño Damián corriendo junto a Katy, ella lo recibe con una hermosa sonrisa
adoraba a sus sobrinos, eran como sus hermanitos.—Pequeñín ¿qué has hecho en toda la mañana?
—Sodo jugué con Vale, pero ella es mada no quiede darme sus juguetes... —Es mentira eso Tita, llega
Valentina del otro lado, la niñera corriendo detrás de ella.
—Ya, va va no se peleen son hermanitos y deben jugar juntos Ok.
—Ti, contesta Damián... ¿Claudia cómo estás? Saluda a la niñera una mujer de unos 30 años que
cuida a ambos. —Bien Kathy, estos dos son tremendos, Katherine solo sonríe mientras que los
pequeños de nuevo salen corriendo al jardín.
—Iré a mi habitación Clau llámame si necesitas algo ¿está bien? —Tranquila Kathy tú ve a descansar
que yo me ocupo de estos dos... Kathy solo asiente y sube a su habitación, al entrar cierra la puerta
para darse un baño, pues las miles de sensaciones que ardían en su interior la estaban matando.
Se despojó de sus ropas y se sacó su ropa interior y joder su braga estaba empapada, no sabía que
le sucedía y se palpó la vagina y sintió la humedad, al pasarse su dedo medio en medio de sus pliegues
casi enloqueció, rápidamente la retiró pues no sabia qué ocurrió, que es lo que le estaba pasando,
volvió a introducir un dedo tocando ese botoncito de placer y casi la hizo enloquecer, sus pezones se
pusieron duros y solo pensaba en Santino, su cabeza era un remolino de pensamientos, sonríe al
recordar sus besos y sus palabras.Deslizaba su dedo de arriba a abajo y gemía recostada en el
lavamanos abriendo las piernas y cerrando los ojos, estaba muy sensible estaba excitada sin que ella
supiera propiamente lo que significaba.
Siguió tocándose más hasta que tuvo su primer orgasmo sin mucho esfuerzo y sin saber propiamente
que significaba, se sacudió de una manera increíble y se sentía acalorada, su corazón latiendo como
millares de caballos galopando, sus piernas se sentían débiles, al rato ya un poco recuperada, se miró
en el espejo y vio su rostro y su cuello totalmente sonrojados, sonrió levemente y se metió a la ducha
para borrar todo rastro de lo que había sucedido hace contados minutos y tratar de dejar de pensar en
Santino de lo contrario enloquecería.
Al salir de la ducha prendió su laptop e investigó un poco sobre el tema del sexo y lo que descubrió le
resultó fascinante, supo lo que significaba el orgasmo, el clítoris y supo que lo que le sucedió fue

producto de una excitación, de todos modos ella tendría que saber sobre eso en algún momento pues
su profesión lo requeriría.
Después de unas horas, tocan su puerta.—Mi niña, han dejado algo para ti, comenta Rosa la ama de
llaves de la familia De Lucas...
— ¿Algo para mi Rosa?
—Sí, así es... ¿Y qué es? Kathy sonríe, al igual que Rosa.... —Mejor ven a verla tu misma, entonces
Katy va corriendo a ver qué es lo que le trajeron encontrándose con un arreglo de rosas rojas más que
preciosas, al verla los ojitos de Katy brillaron intensamente.
— ¿Quién te las mando? pregunta una Rosa sonriendo pícaramente, Kathy se encone de hombros...—
No lo sé Rosa, a ver creo que aquí hay una tarjeta.
Katy revisa la tarjeta y lo que lee no puede creerlo.
Mi dulce Katherine, no dejo de pensar en ti, acepta este ramo de rosas tan hermosas como tú, aunque
tu belleza no tiene punto de comparación mi tierna Kathy.
Con amor. Santino
A Katy le revolotearon miles de mariposas en el estómago al leer la tarjeta y ver de quien se trataba,
comenzó a saltar de alegría y Rosa reía sin parar, pero un ruido en la puerta la hizo quedarse quieta,
pues su hermana Paula y Dante acaban de llegar, rápidamente Katy le dió la tarjeta a Rosa y le hizo
señas de que vaya a la cocina, porque a ella nadie la haría preguntas.Paula al entrar lo primero en lo
que se fija es en el gran ramo de rosas en la mesa...— Hola princesa ¿y este ramo de Rosas?
Katy se encoje de hombros... —No lo sé, solo dejaron aquí... — ¿Es para ti? pregunta Dante serio con
el ceño arrugado.
—Emm si, contesta Katy tímidamente... — ¿Y quién te la envió? —No lo sé, Katy miente pues no
podría decir quien se la envió ni por qué.
—No había tarjeta solo dijeron que era para mí y ya.
Paula y Dante miran fijamente a Katy y luego se miran entre ellos... —Está bien princesa pero la
próxima no aceptes nada de nadie ok, es Dante quien habla y le da un beso en su cabeza, hace lo
mismo Paula dándole un cálido abrazo, pero Dante tenía una duda, no estaba del todo convencido,
sabía que alguien envió esas rosas y creía saber quién era, solo no tenía la certeza de que fuera él y
Katy nunca mentía, hubiera dicho la verdad si hubiera una tarjeta pensó Dante, solo que estaba
equivocado.
—Mami, Papi, son los pequeños terremotos bajan corriendo de las escaleras, Dante los recibe con
los brazos abiertos.... —Hola mis pequeñitos como están, los llena de besos y cosquillas primero a
Damián y luego a Valentina.—Mami, Vale es nada, comenta Damián estando en los brazos de Paula...
—Mmm ¿y ahora que ocurrió?
—Vale no quiere jugar conmigo... —Eso no es cierto, lo que pasa es que él es muy llorón, dice la tierna
pero terrible Valentina, Katy ríe al igual que Dante... —Mi amor, no le digas eso a tu hermanito habla
Paula, dando un beso en su cabecita a Damián y Valentina encontrándose en los brazos de Dante.
—Vayan a su habitación que en un momento voy les dice Paula a los pequeños revoltosos, ambos se
bajan y corren uno tras otro subiendo las escaleras.
—Son tremendos, Dante los observa embobados, luego se gira hacia Katy, —Princesa tengo una
sorpresa para ti.
— ¿Para mí? ¿De verdad? asienten ambos con una sonrisa, ven vamos afuera te lo mostrare.
Katy sale emocionada y lo que ve no lo puede creer es un hermoso auto en color rojo con un sugerente
moño, Katy al verla comienza a gritar y saltar de la felicidades... — ¿Es para mí Dante? Dante
sonriendo de oreja a oreja asiente...— Si princesa te lo prometí y es tu regalo de cumpleaños.
—Muchas gracias, salta en sus brazos en un cálido abrazo, luego abraza a Paula y comienza a llenarla
de besos y comienzan a reír.—Gracias, Gracias, no saben lo feliz que me hacen.
—De nada pequeña, solo quiero que lo uses con cuidado se prudente al manejar y mañana mismo
vas a una escuela de conducción.
—Siii, claro que sí, ya lo quiero usar ¡Dios! es hermoso, Gracias a los dos.
Katy está demasiado emocionada por su nuevo auto, Dante y Paula decidieron que era tiempo que
tenga uno, pues ya va a la universidad y pronto tendrá prácticas de su carrera y necesitara una
movilidad sin depender de nadie, porque estaban conscientes de que una niña ya no era, y debían
dejarla crecer aunque eso a Dante no le gustaba para nada, pero confiaban en ella, nunca les dio
problemas siempre fue excelente en todos los sentidos.
Por otro lado Santino se encontraba en el club, había pedido a una mujer rubia para follar esa noche,
estaba excitado, caliente necesitaba descargarse y sabía muy bien cómo.
—Hola guapo, saluda una hermosa mujer entrando en una de las habitaciones donde se encontraba
Santino, sentado con las piernas estiradas y con un vaso de Whisky en su mano, al verla recorre a la
bella mujer de arriba a abajo devorándola solamente con la mirada.—Quiero que te desnudes para mí
y te toques, ordena, la mujer solo hace lo que él ordena.

— ¡De rodillas! ordena luego, y la mujer gustosa lo hace, cuando Santino levanta el rostro de la mujer
jalándole el pelo tirando hacia atrás y habla muy cerca de su rostro.
—Te follare tan duro, que suplicaras que pare, y le muerde el labio tan fuerte a la mujer que lo hace
sangrar, desprende su cremallera sacando su dura erección gruesa y larga, chorreando frente a la
mujer.
—Lo quiero todo adentro muñeca, si digo todo es todo, ¿entendido? habla con una voz gruesa y ronca
que hace erizar la piel de cualquiera.
La mujer lo hace y Santino se dispone a disfrutar cerrando los ojos y follando duro la boca de la mujer
provocándole arcadas, pues Santino no dejaba de follarle duro hasta el fondo.
Después de un par de segundos, se corre en una abundante corrida en lo más profundo de la boca de
su amante, y sin darle tregua la sujeta del cabello y la lleva hasta un mueble donde la recuesta dejando
su culo bien expuesto dándole un par de nalgadas y metiendo su dura polla de una sola estocada,
habiendo a la mujer gritar, ¿de dolor de placer? eso a Santino le daba igual, el solo quiere disfrutar y
sentir placer, comienza sus embestidas bruscas introduciendo dos dedos en el culo de la mujer y con
la otra mano jalando del cabello de su amante.La folla duro, rudo sin controlarse, escuchando el ruido
de su pelvis chocando con las nalgas de la mujer, porque el folla así es la única forma que él conoce
y la única forma que le gusta no hay otra.
Voltea rápidamente a la mujer y la levanta del culo pegándola a la pared introduciéndose nuevamente
de una estocada en ella, ahí la coge duro, fuerte y la mujer sin poder contenerse se corre y un par de
embestidas más el también lo hace en un feroz gruñido.
Baja a la mujer, y comienza a vestirse se vuelve a servir una copa y se bebe de un solo trago.
—Cuando quieras Santino, solo búscame... —Muñeca, no te creas la gran cosa, he comido mejores
putas que tu... La mujer la mira sorprendida y luego solo agacha la cabeza porque si, conoce a Santino
sabe que es un hijo de puta.
Santino sale del club para subirse a su camioneta y dirigirse a la mansión, pero recibe una llamada, al
mirar la pantalla sabe de quién es la llamada y sonríe, pues sabe lo que significa.
— ¡Lucio!... Jefe ya tenemos la mercadería.
— ¿Cuantas mujeres son? Son cincuenta mujeres.— ¡Perfecto!, sonríe, esa sonrisa tan macabra tan
vacía de sentimientos.
— ¿Quieres algunas?
—Las más bonitas, luego ya sabes lo que tienes que hacer.
—Ya tenemos compradores.
—Genial, te veo en la mansión.
Así es, este era Santino, este era su mundo, un mundo oscuro, que la pobre Kathy pronto conocería.
4. Alejado
Santino se encuentra bebiendo en la comodidad de su despacho observando el ventanal, pensando
en los negocios que tenia, pero una cosa no salía de su mente, lo no dejaba en paz y esa era Katherine
Ricci, se preguntaba cuánto tiempo más debía persuadirla para por fin lograr su cometido, perder el
tiempo detrás de una mujer no era lo suyo, pero por ella valía la pena pensaba, en eso tocan su puerta.
— ¡Jefe! Santino gira encontrándose con Lucio, sonríe.
—Te he traído tu pedido. ¿Cuántas son?
—Las más bonitas son diez en total… ¿Dónde las tienen?
—En la habitación grande, Santino asiente sonriendo, pues bien sabía lo que sucedería, elegiría de
entre esas aun las más bonitas para tenerla a su disposición hasta el tiempo que él así disponía de
ellas y luego venderla a los mejores compradores.— ¡Veamos! Lucio asiente y se van a donde las
mujeres, la mansión de Santino está rodeado de miles de hombres custodiando por su seguridad, tiene
infinidad de enemigos pues la trata de mujeres es un negocio muy peligroso pero él lo disfrutaba al
máximo, no tenia remordimiento alguno.
Entran en una gran habitación donde se encuentran las mujeres, todas ellas jóvenes, jovencitas que
han sido secuestradas, robadas de sus padres que la buscaban desesperadamente, niñas con una
vida y un futuro que les han sido arrebatadas.
Santino observa una por una mientras que las mujeres, todas arrinconadas en un lugar, temblando de
miedo, unas llorando, otras rezando por su vida.
—Tú, tú y tu, señala con el dedo a tres hermosas jovencitas muerta de miedos, mientras que sus
hombres agarran a las tres, ellas lloran, gritan y patalean para poder soltarse pero es inútil.—Llévenla
en la habitación de arriba a las tres, ordena, las demás ya sabes que hacer Lucio, su mano derecha
asiente con una sonrisa pues sabía que también podría divertirse con algunas y después serán todas
vendidas.
Al salir de la habitación recibe una llamada…
— ¡Fabrizzio! Viejo a que debo tu llamada.
—Necesito pedirte un favor… —El que quieras hermano lo sabes.

— ¿Podría verte en media hora en tu mansión?
—Por supuesto aquí te espero Fabrizzio.
Después de media hora llega Fabrizzio en la casa de Santino su mejor aliado en los negocios.
— ¡Viejo! ¿En qué puedo ayudarte?
—Necesito tu apoyo, los rusos me están pisando los talones, necesito eliminar a esos hijos de puta y
me temo que los del consejo han sido comprados por que ignoran mis peticiones y no permitiré que
se adentren en mis territorios, ellos son demasiados, Alonzo está reclutando nuevos soldados pero
aun son Associati., todavía no han sido aceptados, como sabrás muchos de mis hombres han muerto
en enfrentamientos.—Caray hermano pensé que me pedirías algo más importante, Santino suelta una
carcajada y Fabrizzio hace lo mismo.
—Sabes que tu puedes pedirme lo que quieras Fabrizzio sabes que te debo mucho, Fabrizzio afirma
con la cabeza.
— ¡Gracias Santino! Cuando quieras, donde sea cuando sea.
—Y por cierto, Fabrizzio mira fijamente a Santino pues lo conoce muy bien… Mantén los ojos alejados
de la hija de Dante, sabes que eres mi hermano Santino pero si llegara a pasar algo sabes que no
daría la espalda a Dante.
Santino sonríe… —No sé a qué viene tu comentario Fabrizzio, yo tengo ninguna intención con esa
niña, miente porque si supiera la verdad estaría cavando su tumba.
—En todo caso, ¿no te parece que ya es una mujer capaz de decidir que quiere y que no?—No lo creo
Santino, solo mantén distancia, ella es una niña para ti y para todos nosotros.
Suelta una ronca carcajada, —Eres un cara dura Fabrizzio, que me dirás tu, si te agarraste a una niña,
porque recuerdo que Gianna apenas era un año mayor que ella cuando la hiciste tu mujer.
—Exacto Santino, yo la hice mi mujer, y luego mi esposa y ahora la dueña de toda mi maldita vida,
pero tú, silencio, tu y yo sabemos que tu jamás te atarías a una mujer, porque eso mi hermano, no
está en tus venas.
Santino hace un gesto con la boca moviendo la cabeza, —Estas en lo cierto para que atarme a una
mujer si puedo tener las que quiera, es mas ahora tengo tres que me esperan.
—Exacto, tú no necesitas complicaciones en tu vida, sabiendo que puedes conseguir cuantas mujeres
quieras.—Pero en fin, no se a que viene tu comentario, no tengo ninguna intención con esa niña, como
era que se llamaba... Katlin, kaa…. —Katherine responde Fabrizzio… Eso mismo Katherine, ya ves ni
su nombre recuerdo.
—Perfecto Santino y mejor que se quede así comenta Fabrizzio muy calmado…— Bien hermano solo
vine para eso.
—No te preocupes Fabrizzio cuenta conmigo para lo que necesites y no te preocupes por nada, no
traicionare tu amistad, Fabrizzio asiente, se dan un abrazo y se retira, quedando Santino pensando en
que lo mejor era alejarse de ella, no quería problemas como dijo Fabrizzio puede tener mil mujeres si
quería porque complicarme la vida con esa mocosa, es bonita si, muy atractiva joder para que
negarlo pensaba pero no quería tener de enemigos a Fabrizzio mucho menos a Dante, Santino
observa desde su ventanal, con las manos en los bolsillos como Fabrizzio y sus hombres salen de la
mansión.
Después de diez minutos, Santino se dirige a una de las habitaciones donde se encuentra una de las
mujeres que eligió para divertirse, entra y la jovencita está hecha un ovillo llorando en el suelo.Creo
que me divertiré mucho hoy, piensa Santino con una sonrisa malvada, cuando la jovencita posa sus
ojos en el, tiembla de miedo, y es que era lo mínimo que podía hacer pues no conocía a Santino ni
tenía idea de que era capaz, pero aparece Lucio detrás.
—Santino, ¿no creerás quien está aquí?
—Espero que sea importante Lucio para interrumpirme, se gira algo molesto.
—Oh si por supuesto que sí, ven a verlo tú mismo, comenta Lucio sonriendo de oreja a oreja, eso
extraño a Santino, sale de la habitación cerrando de nuevo la puerta con llave y se dirigen en dirección
a las escaleras, al bajar e ingresar a la gran sala, lo que observa lo deja sin palabras y lo que hace
cuestión de unos minutos prometió a su amigo se fue al carajo, pues la tentación ha venido
precisamente a él, entregándose en bandeja de plata, una gran sonrisa se forma en sus labios.
¡Mierda! la observaba de pies a cabeza, estaba más hermosa y apetecible que nunca. ¡Deliciosa!
murmura para sí mismo.— ¿Mi dulce Katherine a que debo el placer de tu visita?
5. Pesadillas
Kathy se encontraba en la Universidad, no podía prestar atención, no podía concentrarse en la clase
de biología pues su mente viajaba hasta unos ojos cautivadores, hasta unos besos que hasta ahora lo
siente como si fuera de hace minutos atrás.

Kathy tenía dos amigas Julieth y Dania y su mejor amigo Orlando quien estaba profundamente
enamorado de ella, desde que la conoció, pero ella nunca sintió atracción por él, solo lo quería como
a un amigo.
Kathy tenía en su mano la hermosa tarjeta que le había enviado Santino junto con las flores, y para su
mayor desgracia tenía anotado su número de teléfono y su dirección, como si el ya no fuera suficiente
tentación para ella, observaba el pedazo de papel con las manos temblando y sonreía, con las mejillas
ruborizada.
—Kathy, psss, era Julieth, ¿en qué estás pensando amiga?, concéntrate.Kathy salió de su ensoñación,
dándose cuenta que estaba en una nube y no estaba prestando atención a la clase y eso no era propio
de ella, pues era la mejor en la clase, pero es que Santino llego y se metió completamente en su
cabeza, sonríe de tan solo recordar sus besos.
Termina la clase y salen las tres acompañadas de Orlando quien abraza a Kathy y deja un dulce beso
en su mejilla, ella solo sonríe.
—Oye amiga iremos a tomar algo en la cafetería de aquí cerca, ¿nos acompañas? Habla Dania.
—Mmmm No creo que pueda debo volver a casa temprano debo ayudar a mi hermana con algunas
cosas, y el chofer me está esperando… —Kathy anda vamos solo un rato, suplica Orlando mirándola
muy enamorado… —Lo siento Orlando no puedo, otro día voy…
—Está bien hermosa espero que ya no pongas excusas la próxima…— Y cuando usaras el tremendo
coche que te regalo tu papito adoptivo que uff está buenísimo habla Julieth moviendo sus cejas, Kathy
solo ríe por el comentario de su amiga…
—No digas eso de Dante Julieth…— ¿Quee?, si está buenísimo el condenado, ojala fuera tu hermana
Paula por un día para comerme a ese bombón, Kathy rueda los ojos y se echa a reír junto con Dania,
de pronto se recuerda de Santino y que Dios le parecía el hombre más guapo que ha conocido en su
vida.—No puedo usarlo todavía debo pasar el examen de conducción y luego, ok chicas nos vemos
mañana…
—Adiós Kathy, se despide de sus amigos y va a donde el chofer para llegar a su casa, la verdad no
tenía nada que hacer solo una cosa rondaba su cabeza y era llamar a Santino para agradecerle las
flores o ir personalmente a su casa, y de tan solo pensarlo se estremeció por completo.
Todo el camino de trayecto a su casa, pensaba en eso y al final decidió una cosa y era irse
personalmente a agradecerle a su casa, por algo le había dado la dirección ¿no? ¿Por qué se
molestaría si iba? Pensaba.
—Podemos ir a otro lugar antes de llegar a casa— pide a su chofer, quien solo asiente pues tenía
órdenes estrictas de llevarle donde ella se lo pidiese, claro esas órdenes no se referían a llevarle a la
casa de uno de los mafiosos más temidos de Italia, pero eso el pobre hombre no sabía, así que Kathy
le dio la dirección y se dirigieron al lugar.
Después de un momento Kathy llega y le pide a su chofer que le espere a lo que ella salía, el pobre
hombre solo asiente.Kathy toca un pequeño botón que es un comunicador con una camarita…
—Señorita que se le ofrece le hablan al otro lado en una voz ronca, ella temblaba de miedo pensaba
si contestaba o salía corriendo de ahí…—Emmm si ho hola, ¿se encuentra el señor Santino?
— ¿Quién lo busca? —Emm pensó por un momento, y finalmente contesta, Katherine Ricci una
amiga… Aguarde un momento.
El corazón de la pobre Kathy latía a mil por hora, sus piernas temblaban, sus manos sudaban, ¿Qué
estaba haciendo? Pensaba, si Paula se enteraba la castigaría por el resto de su vida, entonces se
dispuso a irse de ahí pero al girarse el gran portón negro se abre lentamente y le dieron acceso, traga
grueso y sus pies se mueven dentro de la mansión, ahí puede observar miles de hombres armados y
su corazón comenzó a latir tan fuerte que pensaba que se le saldría por la boca, camino temerosa por
un camino largo lleno de flores hermosas y un césped hermoso que le daban ganas de correr y jugar
sobre ellas, cuando llega a la entrada lo recibe un hombre de unos 40 años alto, de buen porte, era
Lucio.
—Buenas tardes señorita, ¿Qué se le ofrece? En su rostro se dibujaba una pequeña sonrisa burlona
que a Kathy le erizo la piel pero no en el buen sentido.—Qui quiero hablar con el señor Santino por
por favor, tartamudea, su voz es demasiado dulce y tierna, pensó el hombre... —Adelante, le indica
con su mano que pase, llevándola a la gran sala, escaneándola de pies a cabeza, demasiado
apetecible pensaba el hombre.
—Muñequita espera aquí ya mi jefe te va a recibir en un momento… Gra Gracias habla Kathy.
— ¿Mi dulce Katherine, a que debo el placer de tu visita?
Al girarse, observa a Santino parado detrás de ella, Dios que hombre más atractivo pensó, el la miraba
con una gran sonrisa con las manos en los bolsillos llevaba puesta una remera negra de mangas largas
y un pantalón en color gris oscuro, Kathy lo observaba de pies a cabeza embobada, al verlo su
estómago comenzó a vibrar, sentía miles de revoluciones en su estómago y comenzó a respirar más
agitada pues moría de nervios.

Santino comenzó a acercarse lentamente a ella devorándola de pies a cabeza, pues Kathy era
realmente muy bonita, delgada pero con unas curvas preciosas, involuntariamente se muerde el labio
cuando Santino y ella están frente a frente acortando toda distancia.—So, se aclara la garganta, solo
vine para agradecerte por el hermoso ramo de rosas que me enviaste ayer… Santino sonríe a un más,
sujetando la mano de Kathy y llevando a sus labios dejando un suave beso en ellos, cosa que hizo
alucinar a Katy.
—No tienes nada que agradecer mi dulce Kathy solo quise hacerte saber que me encanto disfrutar
contigo el otro día.
—A a mí también me gustó mucho…— ¿de verdad? Pregunta Santino con la voz ronca.
—Así es, habla bajito moviendo la cabeza… — ¿Y solo te gusto eso? ¿O te quedaste con ganas de
más, hermosa? Pregunta Santino acariciando el rostro de Kathy.
—No sé a qué te refieres— contesta Kathy con su delicada voz, que hace soltar una carcajada a
Santino, tan inocente pensó Santino… —Bue bueno te tengo que irme contesta Kathy nerviosa, solo
vine para eso, intenta alejarse pero Santino la sostiene de la mano, sujetándola fuerte, pues no podía
desaprovechar esta oportunidad.
— ¿Porque tan rápido Hermosa? ¿Porque quieres correr?, no te voy a morder, bueno si no quieres,
habla con voz ronca y gruesa…— Yooo, yo debo volver a mi casa.
—Mmm, pequeña, no creo que hayas venido solo para eso, la sujeta fuerte del brazo y retrocede poco
a poco con ella pegándola a la pared más cercana…
— Mi dulce Kathy, le susurra pegando sus labios a su oído… ¿Qué buscas realmente?—Yo, yo no
busco nada habla Kathy temblando no sabe si de miedo o porque motivo, pero la cercanía de Santino
la estaba quemando por dentro y su intimidad comenzaba de nuevo a palpitar, mientras que Santino
se ha puesto duro completamente y pegando su dura erección en el abdomen de Kathy.
Sin pensarlo más pega sus labios a los de ella y le devora la boca en un beso, rudo posesivo, que
aniquila todos los sentidos de la inocente Katherine.
Ella gime en los labios de Santino y el la aprieta aún más a su cuerpo como queriendo entrar en ella y
eso en verdad era lo que más deseaba ahora mismo entrar en ella, retorcerla de placer.
—Kathy necesito follarte aquí y ahora, habla Santino con una voz totalmente ronca e irreconocible,
llevando su mano dentro del delicado pantalón que llevaba Kathy, ella da un brinco por el osado
atrevimiento de Santino pero él, la seguía besando de forma brusca y con una mano sujetaba ambas
manos de Kathy por encima de su cabeza y con la otra mano lograba desprender el pantalón de Kathy
introduciendo rápidamente un dedo en su intimidad.Kathy al estar muy sensible casi tiene un orgasmo
con la sola intromisión de la mano de Santino, automáticamente abre más las piernas y Santino
pensando que ella no querría y saldría corriendo se sorprendió al notar lo húmeda que estaba y como
le daba pasó a su mano.
—Katherine susurra sobre sus labios, que deliciosa eres muñequita... —Aaah, jadea Katy sin
contenerse y fue como una descarga a la polla de Santino, te follare Kathy aquí mismo, habla rudo,
ronco sin ningún tipo de compasión hacia la inocente Kathy...
—No por favor pide Kathy pero tampoco se resiste a las caricias de Santino, a lo que él introduce un
dedo en la mojada vagina de Kathy... —Mira cómo estás preciosa, estás muy mojada... —Eres muy
traviesa.
Santino se aleja de Kathy intentando quitarle el pantalón... —No Santino espera por favor...
—No quiero esperar nada preciosa...— Ya te dije te quiero aquí y ahora.
— ¡Señor! Entra un Lucio muy serio, Santino cierra los ojos echando la cabeza hacia atrás...
— ¿Qué quieres? Pregunta molestó por interrumpir este momento con esa preciosa muñequita, en
donde por fin follaría a Kathy.—Perdón por molestar Señor pero tenemos un problema con un
cargamento en uno de los puertos.
— ¡Mierda! Exclama Santino mirando a Kathy quien está completamente sonrojada respirando
agitadamente.
—Voy en un momento Lucio prepara las camionetas ordena a lo que Lucio asiente... —Con permiso
señor.
—Kathy, Kathy mi dulce Kathy, dejaremos esto para otro día muñeca, lleva los dedos que tenía en el
interior de Katy a su nariz y lo huele y los mete a la boca.
¡Dulce como tú muñequita!
Se acerca a ella y le planta un rudo beso...—Ve a tu casa terminaremos esto otro día, Kathy solo traga
grueso... —Y Kathy advierte Santino, levantando el dedo índice — Ni una palabra de esto a nadie
preciosa... —Kathy solo asiente, temblando por la situación que acaba de vivir por primera vez un
hombre la había tocado, y le había gustado mucho.
—Adiós Santino, él sonríe en una sonrisa malvada...

—Adiós princesa, nos volveremos a ver muy pronto.Y la hermosa Katherine sale de la mansión con el
corazón en la mano, por fin pudo reaccionar... Estaba loca, pensaba ¿Qué hubiera pasado si ese
hombre no interrumpía por Dios?
Salió a toda prisa de la mansión y le pidió a su chofer que se dirigiera rápidamente a su casa antes de
que alguien se dé cuenta de lo que ha hecho.
Mientras tanto Santino se ocupaba de un problema con uno de sus cargamentos de armas ilegales
pero pudo solucionarlas sin mucho contratiempo, decidió dirigirse de nuevo a su mansión pues tenía
tres mujeres muy bellas a su disposición para poder calmar está tremenda erección que esa niña le
había dejado.
Porque de verdad tenía toda la intención de follarla como tanto deseaba, su coño chorreaba por él, de
recordarlo sonríe tocándose los labios recostados en la parte trasera de la camioneta donde iba.
Pronto Kathy, más pronto de lo que imaginaba te tendré y ya no te podrás escapar de mi muñeca.**
No mamá no me pegues por favor, te prometo que yo no lo hice, No mamá no, me lastimas me duele,
por favor...—Eres un maldito niño, no debiste haber nacido nunca te odio.
— ¿Por qué mamá no te he hecho nada para que me odies así? —Cállate, ya cállate de una puta vez
porque te volveré a romper la cabeza si vuelves a hablar y métete ahí...—No, no mamá ahí no, está
oscuro por favor... —Que te metas ahí maldita sea, no quiero verte, no quiero escucharte y ahí te
quedarás hasta mañana sin comida y sin agua.
—Mamita por favor noo.
Santino se despierta en plena madrugada desesperado, sudado, respirando agitadamente, de nuevo
esas malditas pesadillas, ese pasado que le atormenta, que no lo dejan dormir.
Ahhh, grita lanzando un vaso que tenía en su mesa de luz, maldita, grita en plena oscuridad en su
habitación y sin poderlo contener una lágrima traicionera sale de su ojo derecho, el cual seca
rápidamente.
Apretándose la cabeza con las dos manos, sentado en su cama, en la soledad de su habitación, se
levanta y se sirve un trago de su mini bar, sentándose en un sofá mirando a la nada.
¡Maldita sea!
6. Graves consecuencias
Kathy llego a su casa temblando por las miles de sensaciones que sentía, lo que paso con Santino la
tenía al borde, de nuevo entro a la ducha y tuvo que masturbarse y ya se le hacía costumbre cada vez
que tenía esos encuentros con él, después de darse una larga ducha donde dejaba ir todos sus
pensamientos, sale del baño encontrándose con su hermana Paula.
— ¿Hola pequeña como estas?
—Hola Pauli, súper bien y tú.
—Muy bien, ¿que tal te fue hoy en la universidad? Paula se sienta al borde de la cama palmeando a
su costado para que Kathy se siente a su lado.
—Bien Pauli me fue bien…— ¿Quieres hablar de algo Kathy? La pequeña Katherine comenzó a
sentirse nerviosa, ¿acaso Paula sabía algo?, sabia lo de Santino, no no habría manera pensaba ella.
— ¿Quién te mando las flores Kathy? Paula la miraba fijamente porque algo de lo que le ha enseñado
la vida a es desconfiar de todo y dudar hasta de ella misma… Kathy se muerde el labio…—Pequeña
necesito saber, no me gusta que me escondas las cosas, sabes que puedes confiar en mi princesa
¿está bien? Recuerda, siempre juntas… Kathy agacha la cabeza y juega con sus manos…
—Fue Santino, Paula abre muy grande los ojos pues no podía creer lo que escuchaba, conocía a
Santino, sabía perfectamente quien era pues Dante se lo contaba todo, pero no entendía por que
Santino tendría que mandarle flores a Kathy.
—Es que solo me agradeció porque en mi fiesta de cumpleaños baile toda la noche con él, mintió, no
podría decirle la otra verdad a Paula, esa no podía. Paula estaba dudosa pues esa noche no vio ella
el interés en Santino o bueno tal vez ella no se dio cuenta al estar bailando tan apasionadamente con
su sexy marido.
— ¿Por qué no me lo dijiste ayer princesa?…
—No quería que se enojaran conmigo, No quiero que Dante me regañe.—Mi amor, él no te va a
regañar, por favor siempre di la verdad ¿está bien? —Si Paula está bien.
— ¿Y a ti? ¿Te gusta ese hombre Kathy? Kathy se ruborizo completamente ante la pregunta tan
inesperada de Paula, y se muerde el labio nervioso, Paula levanta el mentón de Kathy y la hace mirarla.
—No lo sé Paula, contesta tímida, me parece muy atractivo pero es mayor para mi… —Kathy te diré
solo una cosa… tu sabes que eso de la edad no es impedimento para el amor, Dante y yo nos llevamos
muchos años de diferencia, el problema aquí, es que Santino no es un buen hombre, el tiene un mundo
oscuro y tu mi niña eres muy inocente para él, ¿entiendes? Kathy solo asiente tímida, prefiero que te
mantengas alejada de el, que no pongas los ojos en él y que sea lo que sea Kathy cuéntame por
favor…

—Ese hombre no es como los hombres que tú conoces, el no es como Dante… —Pero es como el tío
Fabrizzio.—Cariño, el no es como él, solo eso te diré, no te acerques a él pequeña por favor. ¿Me lo
prometes?
—Está bien Paula te lo prometo… —Bien mi amor, iré a ver a tus hermanitos revoltosos que me
sacaran canas verdes.
Kathy suelta una carcajada, —Tu los quisiste Pauli ahora te la aguantas… Paula suspira, —Si
pequeña tienes razón, pero ustedes son mi mundo entero mi amor, son mi vida, no sé qué sería mi
vida sin ustedes.
— ¿Paula? —Dime pequeña…. — ¿Todavía recuerdas a mama?
A Paula se le llenaron los ojos de lágrimas…
— Todos los días amor, cada día de mi vida está aquí, señala su cabeza y aquí, señala su corazón.—
La extraño mucho sabes. —Y yo también Kathy…
— ¿Y nuestro padre Paula?
—De ese hombre no se habla Kathy lo sabes…
—Pero… —Pero nada Kathy ese hombre se fue y punto final, por qué Paula se prometió jamás contarle
a Kathy que su padre había muerto y que por su culpa casi Paula muere en el secuestro, Kathy no
necesita saberlo.
—Está bien… —Bien cariño, descansa y baja luego a cenar…—Estudiare un poco y luego bajo Pauli.
Kathy se vistió y decidió prender su laptop y ponerse al día con las materias de la Universidad, cuando
de pronto le llega un mensaje, no presta atención pues trata de concentrarse en sus cosas, luego
vuelve a llegar otro mensaje, seguía sin hacer caso, de pronto suena y Kathy da un salto por el
tremendo susto, agarra su teléfono y observa que es un número desconocido, se debate en contestar
o no pero finalmente lo hace.—Ho hola contesta un poco asustada.
— ¿Por qué no contestas mis mensajes mi dulce Katherine?, al escuchar esa ronca voz, que sabía
perfectamente de quien era, se le erizo completamente la piel y su corazón comenzó a latir tan fuerte
que parecía que iba a desmayar.
— ¿Quien quién eres? Pregunto haciéndose la desentendida pues bien sabia de quien se trataba.
Al otro lado se escuchaba una ronca carcajada…
— ¿Tan pronto te olvidaste de mi preciosa?
—Santino, susurra bajito… —Así es hermosa ¿Por qué no contestabas?
—Es estaba ocupada, tartamudea, ¿y y como conseguiste mi numero?
—Mi dulce Katherine, cuando yo quiero algo lo consigo como, sea al precio que sea, esa mención
estremeció a Kathy pues tenía una doble intención lo sabía.
— ¿Qué necesitas? —Volver a besarte, mi dulce princesa, volver a disfrutar de tus exquisitos besos,
de tu delicioso cuerpo, me dejaste con muchas ganas hermosa, Kathy se muerde el labio y comienza
a sentir calor mucho calor.
—Quiero verte preciosa… —Yo yo no puedo, contesta, recordando las palabras de Paula hace unos
instantes Santino, no es un buen hombre, tiene un mundo oscuro, aléjate de él.—Si me dices que no
Kathy solo aumentas mi deseo por ti preciosa, así que tú elijes o es por las buenas o es por las
malas…— ¿A a que te refieres?
—Ya te dije Kathy cuando yo quiero algo lo consigo al precio que sea, vuelve a hablar con la voz
totalmente ronca, pues Santino al otro lado del teléfono se encontraba en su despacho bebiendo de
su vaso de whisky y no dejaba de pensar en su dulce Kathy y en el hecho de que quería tenerla a
como dé lugar, que ya no podría resistir un segundo más sin tenerla decidió contactar a su hombre de
confianza que le proporcionaba todo tipo de información que necesitaba de mujeres, negocios. Santino
se encontraba excitado, empalmado, se había follado a los tres mujeres que tenía en su mansión, pero
no era lo mismo, la quería a ella, disfrutar de su cuerpo virgen, de su inocencia, lo anhelaba.
— ¿Y qué tengo que hacer? Pregunta Kathy temerosa por sus palabras, pero excitada a la vez
—Esa mi dulce Katherine, esa era la pregunta correcta… Te mandare a buscar a las 10 de la noche,
te ayudara uno de los hombres de la seguridad de Dante, pues así era tenia comprado a unos de los
hombres de Dante, porque Santino así trabajaba, infiltraba a algunos hombres para tener acceso a
todo lo que él quería o compraba pues siempre decía que con dinero baila el mono, y esta vez quería
a Kathy.—Pe pero se van a dar cuenta cuando salga…
—No se darán cuenta, di que te dormirás temprano, subes a tu habitación y luego cuando ya todos
hayan entrado en sus habitaciones, uno de los guardias te estará esperando en la entrada para poder
escapar.
—Pero hay cámaras, me verán… —Preciosa no te preocupes por eso, tu solo haz lo que te digo yo lo
tengo todo resuelto, pero te quiero aquí en la mansión hoy Kathy porque si no vienes habrá graves
consecuencias.
— ¿Qué consecuencias? —No querrás saberlo mi dulce Katherine.
—Es esta bien, iré… —Eso princesa, eso quería escuchar, aquí te estaré esperando ansioso por ti.

Santino corta la llamada, y a Kathy le tiemblan las manos, las piernas y el corazón, martilla muy fuerte,
debe ir no tiene otra opción, de lo contrario habrá consecuencias él se lo advirtió.
Paula dijo que él no es como Fabrizzio, no es como Dante, y sabía lo que tenía que hacer.
Bajo a cenar como todas las noches, solo que esta vez Kathy se mantenía en silencio, y Paula la
miraba fijamente pensando que la conversación de hace una hora atrás la tenía así, se sentía mal por
ella, sabía que su niñez fue muy difícil, ambas la tuvieron.— ¿Y cómo te va con tus clases de
conducción mi niña? Pregunta Dante sonriendo.
—Bien muy bien, en unos días tendré mi examen y ya poder conducir mi auto contesta Kathy
emocionada al recordarlo.
—Me alegra princesa, solo debes tener cuidado…
—Lo tendré papa, algunas veces Kathy se acostumbraba a llamar a Dante papa, pues todos estos
años fue como su figura paterna, cuando lo hace a Dante le brillan los ojos, siempre quiso eso, Paula
sonríe porque sabe cuándo le gusta a Dante que Kathy lo llamara papa, Dante sujeta la mano de Kathy
y deja besos en ella y luego deja un beso en su frente, totalmente emocionado. Porque Dante pensaba
que lo tenía todo, una hermosa mujer que lo amaba incondicionalmente y tres hermosos hijos, no
podía pedir nada más.
—Bueno, quiero ir a descansar, hoy ha sido un día cansador comenta Kathy a lo que ambos asienten,
lo cierto era que Kathy estaba muy nerviosa porque en dos horas debía escapar, su estómago se
revolvía, su pecho apretaba, era la primera vez que haría algo así, y no sabía lo que le esperaba allá.—
Que descanses princesa… ustedes también los amo.
Después de dos horas daban las diez de la noche, Kathy asoma su cabeza fuera de su habitación al
fijarse que ya nadie estaba por afuera, y ya estaba oscuro, señal de que los niños ya han dormido y
Paula y Dante ya se han metido a su habitación y teniendo la certeza de que nadie la volvería a buscar
porque siempre es así, se escabulle de la casa, y efectivamente uno de los guardias la estaba
esperando… Salió fácilmente de la mansión con ayuda del guardia que tenía comprado Santino y al
salir ya una camioneta negra la esperaba.
Al subirse solo había dos hombres en ella, no le dirigen la palabra solo ponen en marcha y se van en
silencio, Kathy quería llorar, gritar, tenía mucho miedo, ella que nunca ha salido de su burbuja ahora
estaba haciendo algo así, era muy arriesgado pensaba, pero debía descubrir que buscaba Santino
pues su inocencia no le permitía ver las intenciones del hombre.
Al llegar a la mansión Kathy se sentía a punto de colapsar, sentía que le daría un infarto por lo rápido
y fuerte que latía su corazón.
Se baja de la camioneta y uno de los hombres la adentra a la casa. Traga grueso y respira agitada,
adentro está muy poco iluminado.
Ingresa en el interior de la casa, con el corazón a punto de salir por la boca, con las piernas y las
manos temblando… —Por fin te tengo solo para mí mi dulce Katherine— es Santino quien habla suave
y ronco, posado detrás de Kathy, pasando las yemas de sus dedos por los delicados brazos de Kathy.
—Aquí estoy, ¿Qué quieres Santino? Pregunta temerosa de su respuesta.
—Te quiero a ti, aquí y ahora.
7. Noche excitante
Santino estaba ansioso, nervioso a la vez, nunca había estado así, pues algo que él no tenía era
miedo, pero tener a Kathy era algo que lo deseaba, lo ansiaba con locura y por fin esta noche sería
suya, esta chiquilla despertaba cosas en el que no sabía que podía sentirla, no es amor ni nada de
eso, pues él jamás podría amar a una mujer, era una promesa que se había hecho, pero Kathy no es
como las demás mujeres, su inocencia irradiaba, su pureza era lo que a Santino lo estaba matando y
quería ser el el dueño de su cuerpo, de su inocencia, pero no quería nada más.
—Aquí estoy, ¿Qué quieres Santino? Pregunta temerosa de su respuesta, y eso a Santino lo provoco
de una manera que no podía imaginar, se puso duro al instante verla así tan tímida, tan temerosa, tan
angelical, con un vestido azul oscuro con su pelo casi rubio cayendo en ondas por su espalda, era una
jodida tentación.
—Te quiero a ti, aquí y ahora, al escuchar eso Kathy se estremeció por completo, se le erizo la piel
entera, mientras que el dejaba un suave beso en su cuello, que hizo suspirar a la inocente Katherine
y que a Santino le dio una descarga de electricidad a todo su trabajado cuerpo, la giro rápidamente y
la sujeto de sus preciosas nalgas e hizo que enredara sus piernas en la cintura de él, mientras tanto
Santino devoraba a Kathy en un bezo voraz y apenas la dejaba respirar, subió con ella escalera arriba
en unos cuantos pasos ya la tenía en una de las habitaciones de la mansión, porque algo que Santino
tenía muy en claro era que nadie ninguna mujer entraría en su habitación, más que la gente de servicio
para su limpieza.Kathy ya entregaba al placer se dejaba hacer, su intimidad palpitaba de deseo, estaba
muy mojada que podía sentirse esa humedad por encima de su pequeña braguita blanca y Santino
podría sentirla por encima de su pantalón pues al tenerla en esa posición quedaba justo sobre su
erección que ya estaba dura y lista para entrar en ella, y ningún mortal podrá impedir que eso suceda.

—Kathy me encantas muñeca, eres tan dulce, tu aroma me vuelve loco, jadeaba ronco totalmente
excitado.
Santino se sienta al borde de la cama y hace sentar a horcajadas a la pequeña Kathy y comienza a
regar besos en su cuello, en su mentón, dejando pequeños mordiscos que a ella la estaban llevando
a la locura, instintivamente comienza a moverse sobre la erección de él, refregando su mojado coño
contra su dura polla, Kathy ha dejado atrás la timidez para dar paso a una lujuria inimaginable,
gimiendo y jadeando como gata en celo.
Comienza a sacar lentamente el vestido de Kathy, ella sujeta sus manos… —Sshh tranquila muñeca
déjate llevar nada va a suceder, solo quiero ver tu hermoso cuerpo, y así entre palabras y miradas el
vestido de ella, ha quedado en el suelo… — ¡Mierda! Exclama Santino al ver el cuerpo desnudo de
Kathy justo como lo pensaba, con la piel suave y tersa, sus pechos no muy grandes con el pezón
rosado que solo invitaba a morder y devorar a su antojo, solo con una pequeña braga en color blanco,
nada sexy pero a él eso era lo que menos le importaba, porque se veía realmente deliciosa, acariciaba
su cuerpo, apretando su pequeña cintura, subiendo poco a poco hasta posar una de sus grandes
manos sobre el pecho de Kathy, ella solo traga grueso al sentir la mano tan grande y áspera de él,
apretando su seno y pellizcando su pezón, acto que la hace dar un pequeño grito que a él lo hace
sonreír.—Eres tan malditamente deliciosa mi dulce muñeca, diciendo eso lleva uno de sus pezones a
su boca ahí lo chupa, muerde y lame, pasando de uno luego a otro, Santino se deleitaba del dulce
cuerpo de la pequeña Kathy, ardía por dentro, la ropa comenzaba a molestarlo, quería follarla, quería
enterrarse en ella y disfrutarla como tanto quería pero iría despacio, no quería asustarla porque no
quería tomarla a la fuerza.
— ¡Santino! Gemía ella, y el solo sonreía al ver lo que le estaba provocando, en un rápido movimiento
la recostó en la cama y comenzó a despojarla de su braga, Kathy intento detenerlo pero detenerse no
estaba en sus malditos planes.
—Muñeca no te resistas, porque lo hare de todas formas— Kathy se muerde el labio, traga grueso y
deja que Santino le saque toda la ropa, porque sabía que estaba a su merced, nadie podría ayudarla
si quiera huir de él, pero lo malo es que ella no quería huir, sabía que esto estaba mal, pero él no la
estaba obligando porque ella quería experimentar esto, quería hacer el amor con él y ya no había
vuelta atrás.
Santino al ver el pequeño coño de Kathy con escasos pelos rubios y sus labios vaginales de un tono
rosado, casi hizo que se corra en sus malditos pantalones, era hermoso, se veía tan delicioso, se
arrodillo entre sus piernas y sonríe al ver el rostro asustado de la pequeña Kathy, como su pecho subía
y bajaba por todo lo que estaba ocurriendo y lo que aún faltaba.—Mi dulce Katherine, susurra ronco,
eres justo como lo imaginaba y ahora quiero comprobar si todo de ti es dulce como la miel— diciendo
eso hunde su rostro en la intimidad de ella, haciéndola soltar un fuerte gemido, quien empuñaba las
sabanas, Santino lamia todo de su coño, era lo más dulce que probo en su puta vida, era un manjar
en verdad, mordía ese botoncito de placer que catapultaba a Kathy a un mundo totalmente
desconocido, nadie podía culparla por sentir tal sensación, todo era nuevo para ella, lo que él le hacía
no se comparaba en lo absoluto con lo que ella sentía al darse placer ella misma.
De pronto la ya conocida sensación se comenzó a apoderar de ella, sí, eso era, tendría su tan deseado
orgasmo, que hace apenas unos días lo descubrió y se sentía maravilloso.
Kathy se dejaba hacer, Santino la tomaba como quería y a ella eso la estaba volviendo loca, quería
que tomara todo de ella, quería darle todo de ella, porque al fin y al cabo Kathy ya se estaba
enamorando de él.
—Córrete mi hermosa princesa— Santino era todo un príncipe pensaba Kathy, oh que equivocada
estaba, pues esas eran palabras vacías que salían de la boca de Santino, nada de lo que decía salía
de su alma.
Y así lo hizo Kathy dejándose ir en un intenso y abrazador orgasmo, que él lo bebió todo deleitándose
de la dulzura de su interior…
— ¡Exquisito! Realmente exquisito mi dulce Katherine.
En lo que ella se recuperaba del reciente orgasmo, Santino se comenzaba a desnudar fijando la
intensa mirada sobre el cuerpo desnudo de Kathy, no se explicaba como una niña como ella podría
ser tan atractiva, con los labios hinchados y rojos de tanto morderse con el pelo alborotado y el cuerpo
totalmente sonrojado por su reciente orgasmo, pero así era, era muy erótico y el tomaría todo de
ella.Katherine comenzó a descender su mirada por el cuerpo trabajado de Santino, él sonreía con
altivez pues se daba cuenta de la mirada de deseo que tenía ella hacia él, poco a poco fue
desprendiendo la cremallera de su pantalón quedando en el suelo, ella estaba temerosa pues nunca
vio un hombre desnudo ni siquiera en fotos, mucho menos un pene, todo esto era nuevo para ella…—
Tranquila, no te voy a lastimar, no soy un monstruo nena, eso lo dijo sonriendo pues sabía
perfectamente que sí lo era.

Bajo su bóxer lentamente y la pobre Kathy intento huir retrocediendo en la cama, el al darse cuenta de
su intención jala de sus piernas, posicionándose sobre ella, refregando su dura polla en la intimidad
de Kathy… —Si Santino yo, yo tengo miedo, eso en lugar de frenarlo aumento aún más su deseo…
—No tengas miedo preciosa, solo disfruta, esto es lo mejor pequeña, entrégate a mí y veras como
disfrutaras te lo prometo— no muy convencida ella afirma en una forma tímida, el devora de nuevo la
boca de Kathy, mordiendo su labio inferior apretando sus pechos para nada suave lo que la hace gemir
fuerte no sabía si de dolor o placer, se estaba conteniendo de follarla como un loco, por ser su primera
vez lo haría suave aunque no era lo que realmente quería pero al final lo haría. Muerde uno de sus
pezones ganándose un grito de ella, que lo hace sonreír.
— Ven aquí nena— ordena, Kathy hace exactamente lo que Santino le ordena y se dirigen a una sofá
Santino se sienta en él, con la polla totalmente erecta y con un preservativo puesto, pues sabía bien
que la inexperiencia de Kathy podría costarle mucho y no estaba en sus planes cargar con un mocoso.
—Siéntate encima pequeña, hazlo como quieras lento, o fuerte… Kathy se sienta temerosa, el la
sostiene de las caderas presionándola a su duro miembro, al introducirse en ella, Kathy comienza a
sentir un dolor punzante en su vagina… —Por favor, me duele, exclama.
—Solo será un momento, después pasara, anda siéntate que ya no lo puedo resistir un segundo más,
diciendo eso con una voz ronca y oscura.
Va introduciéndose poco a poco, sintiendo mucho dolor y a él lo está matando pero de placer, era el
coño más apretado que jamás probo en su vida, sabía que sería muy placentero follarla pero no sabía
qué tanto, se sienta completamente sobre el miembro duro de Santino jadeando de dolor…—Deja que
tu coño se acostumbre a mi tamaño un momento y luego puedes moverte, y así lo hace.
Pero Santino se estaba controlando más de la cuenta, ya no pudo resistir y comenzó a follarla, primero
suave pero con embestidas certeras, luego ya comenzó a follarla sin importarle que sienta dolor,
porque ya quería todo de ella. Kathy comenzó a sentir placer, el placer de tener la polla de Santino
abriendo y estirando todo dentro de ella, comenzó a saltar sobre su miembro y el comenzó a alucinar,
la comenzó a follar duro, comiéndole la boca, esa dulce boca que le encantaba…
—Ahora si mi hermosa Kathy, eres toda mía, la levanto del culo y comenzó a follarla duro así parado,
duro, y Kathy no hizo otra cosa más que enredar sus delicados brazos alrededor del cuello de Santino
mientras se consumían en un lujurioso beso.
— ¿Te gusta así? ¿Te gusta que te folle así? Kathy jadeaba… —Contéstame ordena Santino
—Si, si me gusta, gemía Kathy totalmente fuera de sí.
—Desde ahora te tendré cuando, donde y como quiera preciosa, seré tu dueño, ¿me oíste?—Carajo,
¿me oíste?… —Si, contesta Kathy en un frágil susurro.
—Bien nena, que eso te quede claro… Santino la comenzó a follar sin piedad sintiendo que la partiría
en dos, ella ya no lo resistió y volvió a gritar al llegar a su segundo orgasmo.
Santino se deja ir mordiendo el hombro de la dulce Kathy, en un gruñido animal, descargando toda su
corrida en el jodido preservativo, porque él no follaba sin protección, era una de sus más preciadas
reglas.
Baja lentamente a Kathy en la cama, totalmente exhausta, sudada pero satisfecha, fue su primera vez
Santino lo pudo ver pues el rastro de su inocencia se vislumbraba en su delicado coño y en el
preservativo.
Kathy por su parte pensaba que a partir de ahora nada sería igual, pues estaba enamorada de Santino
ya no había vuelta atrás, pero ¿y el, lo estaba?
8. Desilusión
Kathy se encontraba exhausta después de la sesión de sexo duro con Santino, el la había dejado en
la cama mientras él se dirigía al baño, después de unos minutos vuelve con una toalla para limpiarla,
Kathy al ver la sangre se sonroja a lo que Santino sonríe de lado...—Esto princesa significa que has
sido mía y que ya eres una mujer, ella se muerde el labio avergonzada —Pero está noche aún no
acaba mi dulce Kathy, diciendo eso, se vuelve a colocar un preservativo y se acomoda encima de ella
entre sus piernas...—Me duele todo el cuerpo exclama Kathy en un hilo de voz apenas audible.
Santino hace caso omiso a su declaración y comienza a devorarle la boca de nuevo, apretándola de
sus pechos y ganándose un gemido de parte de ella y se introduce de nuevo en ella.
Santino gruñe extasiado al entrar de nuevo en ella pues está demasiado apretada y caliente.
—Kathy, estás realmente exquisita muñeca gruñe, mientras que ella clava sus uñas en los grueso
brazos de Santino, lo cual lo provoca más y más, follandola duro, fuerte como lo estaba deseando ya
no se podía controlar, es que este era Santino, así le gustaba coger, eso de hacer el amor no es lo
suyo.¡Santino! Jadea Kathy, no puedo más gime ella, el la gira en la cama bruscamente y la penetra
así en esa posición, mientras que recuesta todo su peso sobre ella, dejando mordiscos en su cuello,
que a juzgar por lo fuerte que lo hace dejará marcas en su cuello eso era seguro, solo que Kathy no
se ha percatado de eso o es que está tan perdida en el placer que nada le importa.

De pronto ella se deja ir en otro increíble orgasmo y el la sigue con un feroz gruñido penetrándola aún
más fuerte, y es donde por fin Santino se acuesta alado de Kathy satisfecho y complacido, mientras
que ella está completamente adolorida.
Ella gira hacia donde él y lo observa desde su rostro tan atractivo donde mantiene los ojos cerrados
aun respirando agitado hasta su trabajado y musculoso cuerpo y su polla ya flácida con el látex en él.
Kathy instintivamente lleva su mano sobre el pecho de Santino donde lo acaricia, acto que lo hace
abrir los ojos para observarla, al ver a Kathy sonreír él también lo hace.
— ¿Te encuentras bien nena? Kathy recostada en un brazo mueve la cabeza en afirmación...—Si,
estoy bien susurra bajito con esa delicada voz.— ¿Puedo preguntarte algo? Exclama curiosa.
—Adelante... ¿Qué pasará ahora después de esto?
Esa pregunta Santino no la esperaba pero viniendo de ella no lo extrañaba pues sabía que ella era la
típica princesa que soñaba con su príncipe azul más él no era eso, estaba muy lejos de serlo.
—Kathy, me gusto estar contigo en verdad y creo que tú también lo disfrutaste, pero no esperes nada
más de mí, yo no puedo ofrecerte nada.
Un nudo se le ha formado a Kathy en la garganta evitándose a toda costa derramar una lagrima.
—Pensé que significaba algo para ti.
—Es solo sexo Kathy nada de otro mundo, deberías saberlo...—Ah perdón por no ser esa clase de
mujer a la que tú estás acostumbrado.
Santino se tensa y se levanta de la cama, tirando el preservativo a la basura, y vistiéndose
rápidamente.—Mira niña, yo no te prometí nada, no te puse una pistola en la cabeza para que me
abras las piernas así que no vengas a hacerte la víctima aquí porque bien lo disfrutaste.
—No me diste elección Santino, te recuerdo que prácticamente me obligaste, me dijiste que viniera o
habría graves consecuencias, Santino suelta una carcajada cargada de amargura...—No te iba a hacer
nada Kathy, solo te estaba persuadiendo pero como eres tan inocente Kathy caíste
—Eres un maldito, eso es lo que eres.
—Pues si mi querida Katherine soy un maldito no te lo niego, no se me da por jugar al noviecito
preciosa.
Kathy se levanta rápidamente furiosa y se comienza a vestir...—Quiero que me lleves a mi casa
—Cuando quieras hermosa, mis hombres te volverán a llevar.
—Por lo menos después de lo que pasó te hubieras molestado en llevarme tú. —Kathy no fue la gran
cosa, mejor tómalo como una gran experiencia para ti ya que también lo disfrutaste y dudo mucho que
vuelvas a follar así y no te preocupes por quedarte embarazada cuide las dos veces así que ve a casa
y duerme tranquila sigue tu vida como siempre.—Eres un imbécil, el suelta una carcajada.
—Estoy acostumbrado a esos insultos muñeca no eres la primera... —Abre la maldita puerta ordena
ella al ver qué no tenía llaves, Santino saca del bolsillo y la abre...—Adiós hermosa, intenta darle un
beso sonriendo burlón, pero ella lo empuja.
— ¡Te odio! grita diciendo eso sale de ahí con el alma hecha pedazos, ahora sí ya no se contiene de
llorar, al salir la misma camioneta la esperaba se sube y sin esperar más la camioneta se pone en
marcha y ella llora desconsolada sintiéndose sucia por todo lo que hizo, por lo menos pensaba que
Santino la traería de vuelta a su casa pero se dio cuenta que Paula tenía razón no era una buena
persona, y lo descubrió por sus propios medios lastimosamente.
Los dos hombres que van enfrente no dicen nada, solo escuchan el llanto de Kathy y el conductor de
vez en cuando la observa por el retrovisor, pensando en lo bonita que era, al llegar estacionan frente
a la casa de Kathy donde uno de ellos llama a otro que por supuesto es el guardia que está dentro de
la casa de Dante. —A llegado— solo eso habla uno de los hombres, y se baja a abrirle la puerta pero
antes de bajar el hombre que conducía le habla a Kathy… —Hermosa, solo te daré un consejo— ella
lo mira dudosa y asustada con los ojos rojos de tanto llorar.
—Mejor aléjate de mi jefe, él no es una buena persona, te hará mucho daño y tú eres muy bonita,
porque todo el mundo la advertía que Santino no era una buena persona y ella solo quería estar con
él, Kathy al escuchar esas palabras llora aún más, asiente y sale del auto para poder adentrarse a la
casa sin que nadie se dé cuenta, porque de ser así estaría en graves problemas, al entrar a la casa
sin hacer ruido y por suerte nadie pudo descubrirla se dirige rápidamente a su habitación, sacándose
nuevamente los zapatos para no hacer ruido.
Al entrar a su habitación, cierra la puerta con llave y se dirige al baño donde se despoja de toda su
ropa y llora, llora como si le hubieran arrancado el alma, y es que así se sentía Kathy siempre soñó
con enamorarse de un príncipe azul, encontrar un amor que la ame así como Dante amaba a Paula,
como Fabrizzio amaba a Gianna, pero ella no tuvo la misma suerte pues se había enamorado de un
hombre cruel que no la amaba, se había entregado al el por qué lo amaba pero pensaba que por lo
menos él tendría un poco de sentimientos hacia ella, pero estaba equivocada y no lo quería aceptar,
le dolía el pecho, no quería recordar lo que había ocurrido unas horas atrás pues le remordería la

conciencia por haber hecho esto, no quería que fuera así, y no podría contarle a nadie, se sentía muy
sola, siquiera esta vez podría contárselo a Paula porque sabía que habría graves consecuencias.
Se bañó, sintiéndose sucia y se odiaba por ello, se vistió con una remera y apenas una braga blanca
y se metió a la cama, llorando amargamente hasta quedarse dormida.— ¡Amor!
—Dime mi niña ¿Qué ocurre?
—Debo contártelo, tu sabes que no puedo ocultarte nada y esto me tiene dando vueltas y me está
matando la ansiedad. Paula se encontraba en la comodidad de su habitación en su cama con su
esposo Dante.
Dante la mira preocupado con el ceño fruncido…
— ¿Dime que ocurre mi amor? ¿Qué te tiene preocupada?
—Es Kathy… Dante se levanta mirando a Paula preocupado. — ¿Qué ocurre con ella Paula?
—Hoy estuve hablando con ella, porque la conozco Dante, se cuándo algo la preocupa, se cuándo no
me cuenta algo y era así, Kathy sabia quien le había enviado esas flores.
— ¿Quién fue Paula? —Te lo voy a decir Dante pero debes calmarte, no harás ninguna locura, me
prometes?
—No lo sé Paula, no puedo prometerte nada, tu sabes que Kathy es como mi hija la quiero y no quiero
que le suceda nada, Paula suspira… —Fue Santino— Dante se ha puesto tenso, respira más agitado
de lo normal…—Sabía que fue él, lo sabía… — ¿Co como lo supiste amor?
—Por la forma en que se comportó con ella en su fiesta de cumpleaños Paula, vi como la miraba, vi
como intentaba por cualquier medio acercase a ella, sabía que no se quedaría con los brazos
cruzados, pero una cosa te voy a decir Paula, que ni se atreva a ponerle un puto dedo encima por que
no sabe de lo que soy capaz, podrá ser el amo de la mafia podrá ser el mismísimo diablo pero por mi
familia Paula, no me importaría mandarlo al mismo infierno.
—Cálmate Dante, por favor, no creo que sea capaz, Kathy es una niña aun, de seguro ha sido solo un
detalle con ella.
—Amor, sigues siendo tan ingenua cielo, conozco a esa clase de hombres, se cuándo ponen un ojo
sobre una mujer, no descansaran hasta tenerla…
—Humm, yo también conozco a un hombre así, encima celoso y posesivo.
— ¡Mi amor! Dante sonríe, —Sé que soy así, pero hay una gran diferencia, yo te amo, me enamore de
ti, y no tengo ojos para nadie más, y siempre serás el amor de mi vida.—Mmm Dante, basta, no puedes
ser tan lindo, solo me dices eso para tener sexo conmigo.
Dante suelta una carcajada, —Si es una buena técnica mi amor siempre me ha funcionado, Paula la
golpea en su duro pecho… —Pero eso no quita que te amé con locura mi niña y siempre serás mía.
—Y tu mío, Dante… Siempre mi amor siempre seré tuyo.
—Tendré que hablar con Fabrizzio Paula, esto que me has contado me tiene preocupado…
—No creo que sea para tanto, Dante pero si eso te hace sentir seguro adelante, hazlo.
—Así será pequeña, pero ahora necesito mimos, muchos mimos, Dante se sube encima de Paula,
devorándole la boca y tocándole todo rastro de piel, pues ambos están desnudos en su cama.
Al día siguiente, Kathy no fue a la universidad pues se durmió muy tarde y despertó muy tarde, se
levanta y sale de su habitación pero no escucha ni ve a nadie, de seguro Paula salió muy temprano y
Dante también.Camina por el pasillo de la casa, hasta llegar a la puerta del despacho de Dante, donde
escucha dos voces una es de Dante y la otra es de Fabrizzio, si definitivamente su voz es inconfundible,
pero Dante habla en tono fuerte así que se pone a parar la oreja y a escuchar, eso no es propio en
ella pero esta vez no pudo evitarlo.
—Con un carajo Fabrizzio, te lo he dicho adviértele a Santino que se mantenga aquejado de mi hija,
porque lo mandare al mismo infierno si se atreve a hacerle algo.
—Dante, te doy mi palabra de que no lo hará— Kathy al escuchar que están hablando de ese hombre
con quien hace horas había hecho el amor o por lo menos para ella significo algo más que sexo, se
lleva las dos manos a la boca sorprendida, y continua escuchando.
—Se atrevió a mandarle flores, puedes creerlo, ese hijo de puta ¿Qué pretende? ¿Conquistarla?
—Por favor Fabrizzio, exclama indicando.
Kathy jadea sorprendida, porque Dante ya sabía que fue él quien le mando las flores, no se imaginaba
lo que sucedería si se llega a enterar de lo que pasó la noche anterior, si por unas flores se puso de
esa manera no quería ni pensar lo que sucedería si supiera que ya estuvo en su cama.—Es un jodido
mafioso… —Oye yo también lo soy hermano… —Si Fabrizzio pero tú tienes mujer, tienes hijos, lo que
tú haces no es nada comparado a lo que él se dedica.
— ¿Traficar mujeres Fabrizzio? Por Dios, ese tipo no tiene corazón, no tiene alma.
— ¿Se te olvida lo que le hizo a esa mujer que te traiciono?
—Esa se lo merecía Dante…—Lo se Fabrizzio yo también haría cualquier cosa por mi familia, pero
eso no le quita lo hijo de puta que es…Kathy no puede evitar derramar lágrimas pues sabía que Santino
era un mafioso pero no sabía a qué se dedicaba exactamente y eso fue como un balde de agua fría.

—Señorita, no te enseñaron que escuchar conversación ajena es de mala educación, Kathy salta del
susto pues Paula la había descubierto escuchando detrás de la puerta.
—Ahhh, si Pauli, perdón solo estaba de pasada, Paula la mira dudosa… — ¿Por qué no fuiste hoy a
la universidad Kathy? Tú nunca faltas a ninguna clase.
—Perdón hermana creo que me quede dormida y me duele un poco la cabeza.
—Oh cariño, está bien, ven conmigo a mi habitación te daré un calmante, dejemos que esos hombres
sigan con su conversación, Kathy asiente y se dirigen a la habitación de Paula.
—Oye Paula, ¿es cierto que Santino se dedica al tráfico de mujeres? Paula la mira fijamente y luego
asiente.
—Así es cariño, por eso te dije el otro día que él no es como el tío Fabrizzio, él es más peligroso. Kathy
se agacha apenada y triste.
— ¿Qué sucede pequeña? No es nada Paula, no te preocupes.
—Algo te sucede pequeña, te conozco, porque no me cuentas, habla Paula sentándose en su cama y
Kathy alado…— De verdad Paula no tengo nada, solo creo que estoy un poco cansada por el tema de
la universidad.—Está bien pero no dudes en contarme lo que quieras, si necesitas algo ¿está bien?
—Si Paula gracias, de pronto Paula fija su vista en el cuello de Kathy, que tiene varios moretones…
—Kathy ¿Qué te sucedió en el cuello? Kathy la mira asustada sin saber que responder.
9. Verdades amargas
— ¿Kathy que te sucedió en el cuello pequeña?
Kathy rápidamente lleva sus manos a su cuello intentando cubrirse pero es en vano porque Paula las
había visto, Kathy no se había dado cuenta que tenía unas marcas en el cuello, debió haberlas dejado
Santino sin que ella se de cuenta, es que esa noche ella estaba tan perdida en el placer que él le
provocaba que se había olvidado del mundo entero.
—No, no lo sé Paula, contesta tartamudeando, temiendo que se de cuenta de lo que realmente sucedió
y tenga graves problemas con ella y con Dante, no podía contarle la verdad, era una verdad tan
amarga, tan sucia para ella que no podría jamás decirle a nadie.
—De seguro es alguna alergia, o algún insecto que me habrá picado anoche, mintió, Paula la miraba
muy dudosa pero no tenía por qué dudar de ella, Paula sabia de esas marcas pues Dante se las deja
a menudo pero no quería creer que sean las mismas que tenia Kathy y que haya sido producto de
algún encuentro intimo con alguien. No, no podía ser Kathy no tenía pareja o al menos eso ella era lo
que sabía.—Ha de ser algo de eso cariño, te traeré una crema para que te la pongas y te daré el
analgésico, Kathy asiente muy nerviosa, pero creyendo que por lo menos su hermana se creó el cuento
y que no haría más preguntas.
Paula vuelve con una crema y se la pone a Kathy por el cuello y le da el analgésico, —Con esto
desaparecerá y tomate está pastilla para que te pase el dolor de cabeza amor.
— ¡Kathy! La llama Paula mirándola fijamente...
— ¿Tienes algo que quieras contarme cariño? Paula preguntaba dudosa y preocupada a la misma
vez, pues conocía a Kathy sabía que algo le sucedía, su actitud extraña de hace días no es normal en
ella.
— No para nada Paula, está todo bien.
— ¿Estas saliendo con alguien pequeña? Paula no se contuvo de preguntarle, mientras que Kathy la
miraba con los ojos muy abiertos extrañada por sus palabras.
—No Paula, no tengo nada con nadie exclama apresurada, porque era esa la verdad, no tenía novio
ni salía con nadie, los e Santino, solo fue una noche y debía olvidarlo como él se lo pidió, porque al fin
y al cabo, no sabría si alguna vez lo volvería a ver… — ¿Si lo tienes prometes contármelo?
—Si Paula, lo prometo, y se odiaba por ocultarle las cosas a su hermana, ella no era así y Paula no
se merecía eso, después de todo lo que ha hecho por ella.
— ¿No has vuelto a ver a ese hombre, Kathy? Kathy traga saliva, poniéndose más nerviosa aun de lo
que ya estaba.
— ¿Que, que hombre Paula? Pregunta desentendido pero sabía bien a quien se refería su hermana.
—Santino, el que te envío las flores.
—No para nada Paula, no he vuelto a saber de él.
—Está bien cariño, ve a descansar ¿quieres? Pero ya mañana retomas la universidad pequeña no
puedes perder clases.
—Está bien Pauli, gracias… —Te quiero pequeña.
—Kathy va a su habitación porque en verdad necesitaba descansar después de que anoche no pudo
cerrar un ojo de tanto llorar y lamentarse por todo lo ocurrido.Por otra parte Santino se encontraba en
uno de sus depósitos pues tenía una gran entrega de cocaína que hacer, se encontraba en compañía
de Lucio, pero estaba muy callado con el ceño fruncido con las manos en los bolsillos mientras
esperaban a Ernesto Do Santos que era uno de sus mejores compradores de droga y de armas, estar
así no era propio de él, pues él era un hombre generalmente muy alegre, si con un temperamento de

los mil demonios pero si nadie lo provocaba era un hombre amistoso y de esto hasta Lucio se ha dado
cuenta.
— ¿Qué te ocurre? ¿Te preocupa algo? Pregunta si mano derecha, Santino levanta la vista y lo mira
por breves segundos para luego girar su vista y mirar a otro punto… —No sucede nada, solo estoy
algo cansado.
— ¿La niña de anoche te dejo molido? Bromea Lucio pero él se mantiene serio sin hacer ni una mueca
de sonrisa.
—No digas tonterías Lucio, manculla serio, sabes que a mi ninguna mujer me causa nada, es sexo y
nada más, todas son iguales, todas follan iguales, todas tienen lo mismo.—Si eso lo sé, pero a mí
también me encantaría poder comerme a una jovencita así, tan tiernita, tal dulce.
—Cierra la puta boca, espeta Santino, bastante nervioso, Lucio solo sonríe y levanta la mano en
rendición.
—Mejor ponte en alerta que ya llegó.
Do Santos se baja de su camioneta, saluda a Santino, intercambian un par de palabras y entrega la
mercadería y Do Santos el dinero.
—Un placer hacer negocios contigo Santino, el solo sonríe y asiente… —Santino, una cosa más,
necesito que me vendas un par de mujeres, es para una subasta de la otra semana en mi club, en el
cual por supuesto estas invitado.
—Por supuesto Ernesto, aquí Lucio se encargara de conseguirte las que quieras contesta Santino sin
ningún tipo de remordimiento.
—Perfecto, estaré esperando entonces, sabes que te pagaré muy bien por ello.
—Lo sé Ernesto, tienes mi palabra en unos días las tendrás.
Se dan la mano y cada uno se sube a sus camionetas y se retiran del lugar.
Últimamente todo marchaba bien en sus negocios, no había contratiempos, pero la verdad era que
Santino tenía otro tipo de problemas y se odiaba por ello, no dejaba de pensar en Kathy, en su rostro
tan tierno, en su dulce voz que lo atrajo desde el primer momento en que la oyó hablar, le fascino,
cuando la tuvo en sus manos, cuando probó su piel, su olor quedó impregnando en sus fosas nasales,
el sabor de ella no lo olvidaba, era lo más dulce que probó en su vida, y no era con la primera mujer
virgen con quién estaba pues siempre conseguía jovencitas vírgenes como una de las que tenía en su
mansión secuestrada a su merced, no Kathy era diferente, ella se entregó a él gustosa, lo había
disfrutado y el de ella, sacudía su cabeza borrando esos pensamientos, porque joder el no podía
pensar en nadie y mucho menos después de que juro odiar a todas las mujeres, porque esa era la
promesa que él se había hecho, una mujer siempre será un objeto para él y nada más, porque la vida
así lo quiso, la vida no había sido justa con él, el tampoco podría ser justo con nadie.Pidió a Lucio que
lo llevara al club de Fabrizzio donde podría tomar a las mujeres que quiera, no le importaba pagar por
una mujer, porque dinero es lo único que a el no le faltaba.
Una semana después
Todo había transcurrido con total normalidad en la semana para Kathy, ya manejaba su propio auto
estaba muy feliz por ello, ya iba a la universidad sin necesidad de que nadie la lleve ni la traiga era la
mejor parte, de Santino no había sabido nada, jamás le llamo, jamás la volvió a buscar y el tenía razón
cuando le dijo que siga con su vida que el haría lo mismo, para él solo había sido sexo, aunque Kathy
al caer la noche y al estar en la soledad de su habitación, lloraba a mares, recordando como se había
entregado a un hombre que solo jugó con su inocencia.
Paula no volvió a mencionar nada respecto al tema y Kathy agradecía, pero aún así Paula estaba
sumamente preocupada por Kathy, sabía que algo andaba mal, tenía una corazonada y moriría si
alguien hiciera daño a su única hermana por quién ha luchado tanto.Kathy estaba saliendo de la
Universidad con sus amigas y por supuesto en compañía de Orlando que no perdía la esperanza de
tener una oportunidad con ella, pues no había otra mujer para él, solo existía Kathy y nadie más.
— ¿Quieren que las lleve chicas? pregunta Kathy.
—No te preocupes vamos con Orlando que nos queda de camino, contestan ellas.
—Está bien chica, cuídense, nos vemos mañana, Kathy se despide de ellas y Orlando no pierde
oportunidad de hacerle algún cariño a Kathy alzando las manos se despide de ellas y se dirige hasta
su auto.
— ¿Me extrañaste pequeña?... Kathy da un salto por el susto y al girarse se encuentra con esos ojos
azules que no salen de su mente y son como dos esferas brillantes que la observaban.¡Santino!,
exclama en un hilo de voz.
—Te hice una pregunta mi dulce Kathy… ella traga grueso y se arma de valor para responder…
—No, ¿porque habría de extrañarte? solo fui una noche y nada más... Santino suelta una carcajada,
que a Kathy comenzó a molestar, ¿que se creía que podría venir como si nada, y además que es lo
que quería que buscaba de ella?
— ¿Qué, que quieres Santino?

—A ti… —Como que ese disco ya esta rayado, el abre grande los ojos extrañado por la respuesta de
Kathy, no era esa la niña tímida que él conocía.
—En verdad ¿necesitas algo? Porque estoy apurada, Kathy intenta abrir su puerta cuando la mano de
el cierra de nuevo, aprisionándola contra la puerta.Santino pega su rostro a ella, mirándose fijamente,
Kathy temblaba pero no le demostraría cuanto le afectaba su presencia, su cercanía.
— ¿Ya no quieres estar conmigo mi dulce Katherine? Hablaba casi rosando sus labios, que Santino
por primera vez en su vida, moría de ganas por besar como a ninguna otra.
—No, suéltame Santino, contesta Kathy tartamudeando nerviosa, pero él no se aleja solo sonríe
pegándose cada vez más a ella.
—¡Suéltala ahora mismo Santino!, espeta furiosa Paula parada detrás de ellos, hirviendo de rabia,
temblando, Santino mira fijamente a Paula, luego la recorre con la mirada, no podía negar que en
verdad era una mujer espectacularmente hermosa, mientras que Paula llega hasta Kathy y la pone
detrás de ella.
—Solo estábamos hablando Paula… —Señora Paula para ti, no te tomes tal atrevimiento y ahora
mismo me explicas que mierda haces en la universidad de mi hermana y peor aun molestándola.
—Como te decía, señora Paula solo estábamos hablando, no la estaba molestando. ¿Verdad Kathy?
Ella se mantiene en silencio.
—De una vez te digo algo y grábatelo bien en tu cabeza, déjala en paz, no vuelvas a molestar a mi
hermana, ella es una niña para ti, Santino solo sonríe y se muerde el labio pues recuerda que Kathy
ya no era una niña, era una mujer y que mujer prensaba al recordar como gemía debajo de el, de tan
solo pensarlo se le ponía dura.
—Solo pasaba por aquí, la vi y quise saludarla…
—Aléjate de ella te lo advierto, el levanta las manos en señal de rendición y Paula jala a Kathy del
brazo para subirse en el auto de Paula.—Mi auto Paula exclama Kathy… —No te preocupes, Cristóbal
lo llevara.
Se suben en el auto y Kathy comienza a llorar y Paula la abraza…— ¿Estas bien princesa? ¿Te hizo
algo? Dime por favor.
—No Paula, no me ha hecho nada… — ¿Y qué te dijo Kathy, que quería?
—Na nada Paula, me encontró de casualidad nada más… —No es lo que vi Kathy, está bien cálmate
por favor.
Paula suspira y sujeta el volante, tratándose de calmar pues estaba muy nerviosa.
—Te preguntare una vez mas Kathy y contéstame con la verdad, ella traga grueso.
— ¿Qué, que quieres saber Pauli?— ¿Tienes algo con ese hombre Kathy?, no te voy a regañar te
prometo, solo necesito saber la verdad, Kathy agacha la cabeza.
— ¿Desde cuándo Kathy? —Solo nos hemos visto un par de veces Pauli, nada más, Paula suspira.
—Sabes que nunca me ha gustado que me mientas o que me ocultes cosas Kathy y menos algo como
esto.
—Pero no tenemos nada mas Paula, el me ha dicho que no le importo que solo es para pasar el rato,
ella comienza a llorar de nuevo y Paula la abraza…
—Tranquila pequeña, no dejare que ese hombre te lastime, te protegería con mi vida y lo sabes mi
amor.
—Gracias Paula… —Ahora no podre estar tranquila sabiendo que él está detrás de ti… —No me
pasara nada Paula, no te preocupes.—Aléjate de el Kathy, ya te he dicho que es un hombre
peligroso… —Si Paula está bien.
—Por el momento no diremos nada a Dante pequeña porque no quiero ni imaginar lo que sucederá si
se entera… —Gracias Paula, de verdad no quiero causarte problemas, mucho menos con Dante.
—No pasara nada, anda vamos a casa, que debo volver al trabajo.
Kathy estuvo en su habitación toda la tarde, ha recibido varias llamadas de Santino, que no ha
respondido, ¡Dios! ¿Que quiere de mi? después de tanto insistir y Kathy cansada de su insistencia
contesta.
— ¿Qué quieres? Espeta enojada… —Tenemos algo pendiente pequeña.
—Tu y yo no tenemos nada pendiente, Santino ríe al otro lado de la línea… —Deja de molestarme
Santino o le diré a Dante… —No le tengo miedo a nadie Kathy, tú lo sabes.—Quiero que hablemos,
te espero aquí en treinta minutos… —No iré, contesta Kathy decidida.
—No te lo estaba preguntando… —Vienes o será tu hermana, quien pague las consecuencias.
—Eres un maldito, grita indignada ¿Qué era lo que quería? ¿Ya no había obtenido de ella lo que
quería?
—Treinta minutos Kathy no juegues conmigo… Kathy cuelga y lanza el teléfono a la cama furiosa, no
sabía qué hacer, pero jamás permitirá que por su culpa dañen a Paula, no eso no, ella se metió en
esto solita y ella debía solucionarlo, así que decidida salió de su casa, tomo su auto a escondida de
los guardias y se dirigió a la casa de Santino.

Llega después de veinte minutos y le abren el portón para darle acceso, ahí la recibe Lucio y la deja
pasar a la gran sala, donde al entrar ve a Santino sentado bebiendo.—Dulce dulce Katherine, haz
venido, habla ronco, erizando la piel de Kathy pero ya no sabía de qué manera.
—No me diste otra opción, como siempre...Santino sonríe de lado y se pone de pie acercándose a
Kathy lentamente
—Ya estoy aquí, entonces habla que debo volver a mi casa, Santino se paga a Kathy acortando todo
espacio entre ellos, mientras que ella retrocede chocando con la pared donde él la acorrala tendiéndola
a su merced, inhala su perfume que lo vuelve loco.
—Te deje claro la otra noche, que eras mía, te tendría cuando yo quiera, donde yo quiera Kathy ¿te
olvidaste de eso?
—No soy tuya, cometí un error, un error del cual me arrepiento, Santino no se inmuta para nada, al
contrario le agrada está faceta de Kathy, lo provoca aún más.
— ¿Te gustaron las marcas que te deje en el cuello pequeña? Kathy lo golpea en su pecho pero no lo
mueve ni un centímetro… —Te odio, te odio por sentirme tan débil ante ti, por haberme entregado a
ti, siendo que eres un maldito, no te mereces nada, el amor de nadie...grita Kathy con el alma
destrozada, por que amaba profundamente a Santino y el solo se burlaba de ella... La sujeta de ambas
muñecas y la gira pegando su rostro a la pared…
— ¿Quién te crees tú, para decirme que merezco o no?
—No eres nadie, ahora me odias pero hace una semana atrás suplicabas porque te folle, porque te
haga mía, Kathy jadea pues la estaba apretando muy duro, derramando algunas lagrimas por toda la
tensión y emociones que Kathy no las podía contener.Lo odiaba y lo amaba a la vez, y Kathy se sentía
una estúpida por ello.
— ¿Qué quieres de mi, ya te di todo, que mas quieres? Le grita llorando… —Quiero más de ti, no he
tenido suficiente, te deseo como no tienes idea y sé que tu también, habla con voz gruesa pegando su
rostro a su oído, erizando la piel de Kathy, levanta la falda que trae puesta con una mano y con la otra
la sujeta de las muñecas, Kathy al ser tan frágil no podía zafarse, escucha como Santino se abre el
cierre del pantalón y sabia lo que pasaría, entonces Kathy desesperada llora aun mas, pidiendo que
la suelte, removiéndose, pero era inútil, porque él estaba nublado por el deseo y la excitación que
sentía por ella, no escuchaba razones solo quería volver a tomarla, así duro, fuerte, hundirse en ella
como aquella noche donde la hizo mujer.
— ¡Suéltala Santino! ¿Que mierda haces?
Santino gira y ve a su hermano Natanael parado mirando la escena con el ceño fruncido, Natanael al
ver lo ocurrido sintió coraje al ver a Kathy suplicando.—No te metas Natanael y vete de aquí.
—No me iré y suelta a esa niña ahora, no la harás daño frente a mí, Natanael miraba a Kathy
deslumbrado de su belleza, sus facciones aunque llorosa eran preciosas, no permitiría que su hermano
la dañará sea quien fuere.
—Entonces vete para seguir con lo que estaba por empezar… Natanael saca su arma y apunta a
Santino,
—Carajo, He dicho que la sueltes.
Santino afloja su agarre y suelta a Kathy quien llora desconsoladamente.
¡Niña! Natanael se dirige a Kathy quien llora desconsoladamente, —Vete de aquí le advierte
moviendo la cabeza.Kathy solo sale huyendo de ahí sin mirar atrás.
—Baja esa puta arma, espeta Santino furioso
— ¿Qué carajos hacías?
— ¿Quién es esa jodida niña?
—Hay por favor Natanael es solo una mujer mas, espeta Santino enojado, no sabía si era por que
interrumpió lo que estaba por pasar o por la forma en que la defendía.
—Santino basta no puedes seguir así… —Tú no sabes nada, así que cállate y no te metas en mis
asuntos.
—Olvida el pasado, mierda, grita Natanael, Santino lo agarra del cuello de la camisa.
—Mejor déjame en paz joder, vete a la mierda, yo sé lo que hago y ni tu ni nadie me dirá lo que tengo
o no que hacer... —Si tú pudiste olvidarlo es tu maldito problema, yo lo tengo aquí, señala su cabeza,
cada maldita noche me atormenta, así que vete a la mierda Natanael.
—Aprende a vivir con ello Santino... — Eso hago.— ¿Jodiendole la vida a jovencitas como esa?
—Es mi jodido problema.
—Eres mi único hermano Santino no dejare que te maten por tus jodidos problemas.
— ¿Y Quién era esa? Porque es obvio que no es ninguna de las putas a las que estas acostumbrado,
Natanael preguntaba interesado en saber más de esa hermosa niña.
—No es nadie y no te importa escupe Santino, porque una cosa sabía, esa jodida niña era suya y de
nadie más, Natanael levanta la ceja y lo mira…

—Cuida lo que haces Santino y cuida donde metes tu maldita polla, porque un día ni yo podre salvar
tu maldita cabeza si sigues así.
9. TE AMO
Después de esa fatídica noche, donde hace unos días atrás Santino intento tomar a Kathy a la
fuerza mantuvo distancia, pues Natanael tenía razón no sabía lo que hacía, Kathy era una niña, solo
que comenzaba a despertar en el sentimientos desconocidos que lo atormentaban, las pesadillas por
las noches y los pensamientos de día, su cabeza estaba hecha un lío, nunca se había sentido de esa
manera pero desde que conoció a Kathy no dejaba de pensar en ella un maldito segundo y se odiaba
por ello, ya no intentaba buscarla era lo mejor pero sus impulsos eran más fuertes que un día la siguió
hasta la universidad solo para verla de lejos, pero lo que vio casi manda al carajo su autocontrol,
Katherine, su Katherine porque si, ella era suya y de nadie más abrazada muy cariñosamente con
Orlando su único amigo de la Universidad y no le gusto para nada, quería decirle que saque sus sucias
manos de Kathy o era hombre muerto pero no quería volver a lastimarla, la había llamado un par de
veces pero nada, no contesto jamás y es que él sabía que se había comportado como el peor hijo de
puta con ella, y si su hermano no llegaba en ese momento la habría tomado a la fuerza y eso, eso no
se lo perdonaría jamás, eso era seguro.— ¿En qué piensas tanto? Preguntaba Fabrizzio sentado en
su privado en el club, donde solo iba cada tanto a beber pero nada más, pues su esposa Gianna lo
castraba si lo encontraba con una mujer, y eso a él le daba miedo, pues sí, le tenía más a su mujer
que a sus enemigos.
Santino tenía una copa de whisky en la mano, mirando el vaso fijamente, pero se mantiene en silencio.
—Si estas intentando romper el vaso con tus ojos, te recuerdo que eres mafioso, no tienes súper
poderes, Santino sonríe levantando la vista mirando a Fabrizzio.
— ¿Cuándo conociste a Gianna, como supiste que sería tu mujer? Fabrizzio suspira bebiendo de su
copa.
—No lo sabía viejo, cuando la conocí a ella, solo quería follarla, me calentaba verla, me volvía loco
verla, pero no sabía que sería mi mujer.
— ¿Y qué te hizo cambiar de parecer?
—Me di cuenta cuando la probé y no tenía suficiente de ella, no me bastaba una noche la quería para
más, mucho más, quería mas de ella y no solo su cuerpo, quería su atención, sus caricias, su sonrisa,
despertar con ella cada mañana y dormir haciéndola mía cada noche, lo supe cuando se alejó de mí,
me volví loco Santino…Santino suspira.—Te veo mal viejo, jamás en mi vida te vi así ¿me dirás que
sucede?
Niega, —no lo sé hermano, no sucede nada solo….
— ¿Hay un mujer cierto?
Santino mira a Fabrizzio, afirma levemente y sonríe…. —Eso es bueno.
—No Fabrizzio, no es bueno, no para mi mucho menos para ella, ella no pertenece a mi mundo, yo
soy un bastardo que jure nunca amar a una mujer, solo la dañaría.
— ¿Algún día me contaras Santino que es lo que escondes? Niega…Es pasado Fabrizzio, no vale la
pena recordarlo.
—Pero te haría bien hablar con alguien, sabes que soy tu hermano, siempre he estado para ti es las
buenas y en las malas.
—Lo sé Fabrizzio, tú y Natanael son los únicos que han estado siempre, y se los agradezco a pesar
de que soy un hijo de puta alguna veces.
— ¿Algunas veces? Ríen los dos.
—Escucha hermano, si esa mujer vale la pena, no te cierres, yo cometí muchos errores con Gianna
temiendo lo mismo que tú, que ella no pertenecía a mi mundo y que la harían daño si estaba conmigo
y lo cierto era que solo sufría yo y ella también, si esa mujer te ama te aceptara así como eres, con
todos tus demonios y si tú la amas la protegerás hasta de ti mismo, Santino sonríe de lado y niega…—
No he dicho que este enamorado, no estoy para ridiculeces Fabrizzio, solo siento algo por ella pero
mejor sería mantenerme alejado, me traería muchos problemas.
Fabrizzio lo mira achicando los ojos, y suspira,
—escucha si no estoy equivocado y esa mujer es quien pienso que es, haces bien en mantenerte
alejado ya te lo dije una vez, si te metes en eso eres hombre muerto.
—Tranquilo no te preocupes hermano no pasa nada, y no sé a qué mujer te refieres, miente pues
sabía bien que era a Kathy a quien Fabrizzio se refería.
De pronto llega Carla una de las bailarinas del club… —Hola guapo ¿pediste compañía?, se acerca a
Santino muy sensual, y si Carla era una de las mujeres más hermosas del club con un cuerpo perfecto
que levantaría hasta a un muerto.
—Si preciosa, Santino se levanta y la coge de la cintura, vamos a divertirnos le susurra mordiendo su
cuello, a lo que Fabrizzio suelta una carcajada.

—Bueno viejo, que tengas una linda noche que te diviertas, contesta… —Ya tu vete a casa que tu
mujer te cortara los huevos si sigues aquí, vez eso es lo mejor de no tener compromiso, puedo hacer
lo que se me venga en gana.Fabrizzio suelta una carcajada…— Te morderás la lengua Santino ya lo
veras, Santino suelta una carcajada y va con Carla a uno de los cuartos del club.
Entra con ella, la besa y rápidamente comienza a quitarle el pequeño vestido que trae puesto y la
sienta a horcajadas en sus piernas, no quiere perder tiempo, comienza a acariciar su suave piel, pero
le viene a la mente esa niña, cierra los ojos intentando borrar su imagen pero aun así no lo consigue,
se maldice pues desde que la tuvo no puede evitar compararla con otras mujeres.
Comienza a besarla a tocarla y sin darle mucho rodeo Carla le pone un preservativo y es ella quien se
encaja en su dura erección, ¡Joder! Muévete muñeca, ella comienza a saltar sobre su polla mientras
que el cierra los ojos apretándola de las caderas.
—Kathy susurra, si así es, imagina que es a ella quien está follando, y definitivamente debe volver a
tomarla de lo contrario se volverá loco.
Kathy no ha vuelto a saber de Santino, desde la última vez pero no puede evitar pensar en él, ni
siquiera podía concentrarse en clase, y eso era algo malo, debía olvidarlo, debía arrancarlo de su piel,
porque no podría seguir viviendo con su recuerdo, le dolía porque él no era el típico príncipe azul que
ella soñaba, no, él era todo menos eso y le había demostrado con sus actos, con sus palabras, que
recordarlos dolía.
—Kathy amiga ¿qué sucede? pregunta Juliet al ver tan distraída a Kathy últimamente.
—No es nada Juliet…— ¿Problemas en casa?
—No para nada… — ¿Problemas de amor?
—Ummm tampoco, Kathy se sonroja por la pregunta, pues si era ese el problema, un amor no
correspondido, solo están ellas dos caminando hacia la entrada de la Universidad, cuando de pronto
fija su vista hacia el frente viendo a Santino con una pequeña sonrisa y un pequeño ramo de flores en
sus manos, recostado por su camioneta, Kathy parpadeaba repetidas veces no pudiendo creer lo que
sus ojos veían, mientras que Juliet miraba con la boca abierta a Santino pues era el hombre más
atractivo que había visto… —Tengo que irme amiga comenta Kathy apurada pues no quería hablar
con Santino.
—Mmm, y ese papacito que te está mirando fijamente como si quisiera devorarte completa ¿quién es?
Kathy se sonroja a más no poder y se muerde el labio.
—Es solo un amigo… —Mmm si vaya amigo si esta como quiere… —Juliet por Dios.— ¿Qué? Si es
la verdad, virgen Santísima que hombre, míralo a poco no te gusta.
—Ya adiós me tengo que ir…— Ok amiga adiós, cuídate… —tú también.
Intenta caminar rápido para tratar de pasar de Santino, pues su sola presencia la hacía temblar, no
olvidaba lo de la otra noche, se sentía fatal, tenía mucho miedo pero también tenía una inmensas
ganas de besarlo y se odiaba por eso, como un hombre así podría gustarle de esa manera, era
absurdo.
— ¡Kathy! Susurra bajo Santino sujetándola del brazo sin hacer fuerza, ella se queda quieta sin voltear
a verlo.
—Suéltame por favor…
—Kathy hablemos por favor… —No tengo nada que hablar con usted señor.
—Nena mírame por favor, pide Santino, era la primera vez que suplicaba algo y estaba siendo sincero,
no había rastro de burla en su voz.
Ella gira lentamente y lo mira justo en sus ojos, grave error, esos ojos le producían mil cosas, mil
revoluciones que la provocaban de mil maneras.— ¿Qué quieres? —Quiero pedirte una disculpa, por
lo de la otra noche por favor.
Kathy parpadea repetidas veces no pudiendo creer lo que escuchaba, ¿estaba borracho acaso? ¿Este
era el mismo hombre que ella conocía?
— ¿Me estas pidiendo disculpas por qué? ¿Por ser un idiota, por casi violarme, o por qué?
—Por todo, se pasa la mano por su hermoso pelo, que Kathy miraba embobada, esto es para ti, le
entrega las flores y Kathy las mira, son muy bonitas, a ella le encantan las flores, las agarra
tímidamente con las manos temblando, dudando de todo si fuera posible.
—Está bien, pero no te vuelvas a acercar…él se muerde el labio sonriendo levemente y se acerca
completamente a Kathy…— ¿estás segura de que es eso lo que quieres?
—S si, tartamudea pues la presencia de Santino la alteraba de muchas maneras, su intimidad
palpitaba, solo con su voz se mojaba y él no se quedaba atrás, la voz de ella lo volvía loco y lo
calentaba de muchas maneras, ya no podía resistirlo aún más, necesitaba probar sus labios,
necesitaba de sus jodidos gemidos, la toma por la cintura y la pega a él, devorando su boca, es un
beso rudo posesivo, Kathy comenzaba a gemir suavemente y a él lo volvía loco.—Quiero hacerte mía
Kathy de nuevo, susurraba sobre sus labios separándose levemente y luego volviendo a besarla.
—Pídeme lo que quieras, seré lo que tú quieras pero déjame tenerte una vez más, suplicaba,

¿Y cómo decía Kathy no a eso?, se separan merándose a los ojos.
—Juegas sucio, el suelta una carcajada… —todo se vale mi dulce Katherine, tratándose de ti, ella
sonríe.
—Me gusta verte sonreír… —Eres un pésimo mentiroso ¿sabías?
— ¿Qué dices Kathy? Suspira asintiendo levemente,
— ¿No me dejaras en paz cierto? Santino niega sonriendo luego la toma de la mano y se suben a la
camioneta… —Mi auto, exclama…
—No te preocupes Lucio lo llevara.
— ¿Lucio? Santino asiente… —si es mi mano derecha, Kathy se encoje de hombros, estaba muy
nerviosa que no dejaba de morderse el labio, Santino lo único que quería era desnudarla y hacerla
suya una y otra vez, de pronto se sorprende de la osadía de Kathy pues es ella quien se sube a sus
piernas y se sienta ahorcajas sobre él, eso a él lo volvió completamente loco.— ¡Nena! Estas muy
travieza,Kathy comienza a acariciarle el pecho por encina de su suave camisa, era una tonta por
sentirse tan débil ante él, pero que se puede hacer cuando se ama de esa manera, el amor te vuelve
idiota, te lastima, te lleva el cielo y al instante te lleva la mismo infierno, el, la besa como si quisiera
entrar en su piel, mientras que la sostiene de las caderas, sin contenerse más lleva una de sus manos
al botón del pantalón de Kathy y mete una de sus manos para sentir la humedad que chorreaba del
coño de ella, al sentir deslizarse uno de sus dedos tan fácilmente dentro de ella, gruñe como un animal
en celo, su polla palpitaba dolorosamente.
—Estas muy mojada, gruñe ronco y eso a Kathy la encendió por completo… ¿Esto es lo que te provoco
nena? Kathy no contesta solo gime, Santino la sujeta del cuello y la hace mirarlo.
—Contéstame hermosa…— Si, gime, deseosa, estoy muy mojada por ti.
¡Joder! Maldice y la vuelve a besar, a ninguno de los dos le importa que uno de sus hombres que
manejaba los escuche pues Kathy estaba cegada por el placer que le estaba provocando.
Llegan a la mansión, y Santino saca el dedo que tenía dentro del coño de Kathy y se lo lleva a la boca
cerrando los ojos ¡delicioso! —Pruébalo nena, prueba tu sabor, y le ofrece sus dedos a Kathy quien lo
chupa y el gruñe por su acto.¡Mierda!
Se bajan rápidamente y Santino pone a Kathy sobre su hombro como un costal de papas.
— ¡Bájame Santino! Grita Kathy a lo que él le da una fuerte nalgada, —Sshh nena cálmate, ella no
hace otra cosa más que gemir, ¿que le estaba pasando por Dios?, no podía gustarle eso.
Se suben rápidamente a una de las habitaciones y la baja, Kathy intenta acercarse a Santino pero él
niega y sonríe, —Jugaremos dulce Kathy, ella traga grueso, no sabía a qué se refería con eso, ¿jugar?
— ¿Jugar a qué? Sonríe aún más, —ya lo sabrás niña.
Saca de uno de los armarios unas esposas de cuero, Kathy al verla abre muy grande los ojos y
retrocede unos pasos, él se acerca a ella acariciándole el rostro… —Sshh no tengas miedo, no te voy
a lastimar, solo te daré placer y aprenderás nuevas experiencias.
— ¿Confías en mí? Kathy no contesta, se ha quedado muda, congelada, comienza a sudar no sabía
si era por el momento o por lo que Santino le haría.
—Contéstame Kathy confías en mi…
— ¿Si te dijera que no? El suelta una carcajada…
—No te hare daño te prometo, solo mostrarte cosas nuevas Kathy, cosas que jamás imaginaste en tu
vida que la harías, ella siente débilmente… —Ahora quiero que te desnudes quiero verte desnuda
Katherine, ella comienza a desnudarse poco a poco temblorosa, sin despegar la vista de Santino a
quien le brilla los ojos producto de la lujuria que estaba sintiendo al ver a su dulce Kathy desnudarse
para él, ella queda completamente desnuda y tiembla, sus manos, sus piernas, el la rodea quedando
detrás de ella, acaricia su hermoso pelo y los lleva a su nariz inhalando su dulce aroma a flor de campo,
era maravillosa, lo hace a un lado, dejando suaves besos en su cuello…
— ¡Santino! jadea Kathy, no vuelvas a dejarme marcas por favor.
Santino ríe ronco pero muy suave, que a ella le erizo completamente la piel… —Solo dejo mis marcas
para que todos sepan que eres mía y no se atrevan a ponerte un dedo encima nena… —Estás loco…
— Lo estoy Kathy, completamente loco, ahora lleva tus dos manos atrás, ordena en el oído de Kathy
mordiéndolo suavemente, ella hace lo que le ordena y siente el fino cuero alrededor de su muñeca,
siente como la aprisiona sin poder moverla, ella se desespera intentado zafarse…
—Sshh nena calma no pasa nada, Santino gira y mira a Kathy así totalmente desnuda, con sus labios
entre abiertos, sus pezones erectos, su piel erizada hasta el último bello, acerca su boca a su pezón y
lo chupa, Kathy se muerde el labio intentando tocarlo pero no puede pues está atada, hace lo mismo
con el otro pezón y baja a su vientre donde muerde levemente la piel de su vientre, ella jadea excitada,
Santino pasa el dedo del medio por la hendidura de su coño que está chorreando y sonríe.—Eres muy
muy traviesa pequeña, mira nada más como estas.
Kathy abre más las piernas y Santino suelta una risa ronca y oscura, se chupa el dedo y se pone de
pie.

¡De rodillas!, ordena.
— ¿Qué? Jadea Kathy sorprendida por sus palabras.
—Lo que escuchaste niña…— de rodillas — traga grueso y lentamente se arrodilla en la suave
alfombra de piel que se encentra bajo sus pies, Santino se agacha hasta su altura le sostiene el
mentón…
— ¿Algunas vez has hecho sexo oral? Ella niega levemente temblando.
— ¿Has visto algo de eso? Vuelve a negar, él sonríe…
—Entonces pequeña, hoy aprenderás, se levanta y se para frente a ella, Kathy eleva la vista mirándose
a los ojos.
Santino comienza a desprenderse la camisa uno por uno los botones, y ella se muerde el labio, pues
era lo más atractivo que había visto, y a él lo provoca y mucho, pues tiene unos labios exquisitos, ser
el primero en probar todo de ella, lo lleva al límite, le encanta, despierta sus más bajos instintos, se
desprende el pantalón y libera su erección que ya dolía como el infierno.—Ahora mi dulce Kathy, quiero
que abras la boquita nena…— Pe pero yo no sé qué hacer.
—Harás lo que te diga nena, ella asiente y así lo hace, abre su boca y Santino introduce lentamente
su erección, jadea al sentir el tibio aliento de Kathy y la suavidad de su boca.
—Lo chuparas lentamente nena, como si fuera una paleta, quiero que metas todo lo que puedas, haz
lo que quieras con él, es tuyo preciosa.
Kathy comienza a chuparlo y lamerlo, le agrada su sabor, nunca se imaginó hacer esto, nunca se
imaginó estar arrodillada frente a un hombre que podría ser su padre, atada de manos y dándole una
mamada y para su desgracia completamente excitada, más mojada imposible.
Santino lleva sus manos a la cabeza de Kathy marcando el ritmo al principio lento, suave para que ella
se acostumbre a su tamaño y aprenda un poco, pero lo hace malditamente bien pues Santino no
dejaba de gemir y maldecir, toma en un puño el sedoso cabello de Kathy y se adentra más hasta el
fondo, acto que le produce una arcada a la inocente Kathy que de inocente ya no tenía nada, pues
había hecho cosas que ya no era propio de una niña inocente… Santino la comenzaba a follar duro,
marcando el ritmo que le gustaba, y por alguna jodida razón le encantaba a ella, se dejaba follar,
derramando hilos de saliva que a Santino lo estaba volviendo loco.—¡Mírame Kathy! ordena con la voz
totalmente ronca, quiero que me mires mientras te follo la boca preciosa, Kathy lo miraba con esos
hermosos ojos, y la erección de Santino se perdía en su boca, comenzó a follarla más duro, cuando el
saca su erección de la boca de ella y se agacha a dejar un beso rudo antes de continuar, muerde su
labio inferior y ella jadea por su acto tan brusco, vuelve a meterlo en su boca y comienza a follarla de
nuevo, Santino estaba cerca y lo que quería era que Kathy se bebiera toda su corrida, eso lo
enloquecía, lo anhelaba y cumpliría su más morboso deseo y así lo hizo, ella intento separarse pero
no se lo permitió, descargando todo su semen en su boca, hasta la última gota.
Sale lentamente de ella aun duro, Santino era verdaderamente bueno follando, no le bastaba una vez
para saciarse y con Kathy era peor pues ella lo encendía aún más.
La levanta y la besa, ella no se queda atrás
— ¿te gusto nena? Ella asiente sonrojada, lo cual a él le pareció tierno… sin darle tiempo la levanta
del culo y la lleva hasta el borde de la cama donde la sienta a horcajadas, donde se introduce en ella,
con un pequeñísimo detalle que él no se había dado cuenta y eso era raro en él, y ella por su
inexperiencia tampoco se daba cuenta de nada, se introduce en ella sin esperar, ambos jadean por la
sensación tan placentera…
¡Mierda! Maldice…— esto era lo que quería Kathy, volver a estar dentro de ti nena, decía eso
follándola duro hundiendo su rostro en su cuello, Kathy aun con las manos atadas.
— ¡Santino! Te amo, exclamo ella sin poder contenerse… el solo se queda en silencio, no podía
contestar a tal afirmación que acaba de escuchar, solo la besa y la sigue follando, sintiendo una
cosquilla en su vientre que no supo explicar… Era la primera puta vez en su desgraciada y miserable
vida que alguien le decía que lo amaba, nunca jamás escucho eso decir a nadie, no sabía lo que era
eso, nunca lo había sentido y todo eso se lo debe a esa mujer que le dio la vida, que hubiera preferido
que lo matase antes de traerle a la vida.
Seguía follando a Kathy pero algo dolía por dentro, esa palabra, esa jodida palabra retumbaba en su
cabeza, Kathy ya no lo pudo resistir y se dejó ir en un glorioso orgasmo mordiendo el duro hombro de
Santino, que eso lo provoco de mil formas y se corre con un feroz gruñido.
Ambos respiran agitados sin decir una sola palabra, Santino la baja delicadamente en el suelo y le
retira las esposas, le masajea sumamente las muñecas y verifica que no la haya lastimado. ¡Santino!
Lo llama el gira y la mira, ella lo sujeta del rostro con sus dos manos y el la mira con los ojos brillosos,
Kathy no puede interpretar su mirada, ese hombre era un enigma, pero algo le sucedía eso era seguro.
—Te amo le vuelve a repetir…— Kathy yooo…

—Ssh, ella niega, no te pido que me digas nada, solo quería que lo supieras, quiero que sepas que
me enamore de ti, sé que tú no sientes nada por mí y me siento una completa tonta por expresarte lo
que siento pero quería hacerlo.
—No eres ninguna tonta ok, no vuelvas a decir eso, perdóname por no poder corresponderte Kathy,
eres el sueño de cualquier hombre…— Pero no del tuyo, niega…— No puedo Kathy simplemente no
puedo.
—Puedes ducharte aquí, hay toallas limpias, se aleja de ella te espero abajo, Kathy asiente triste y el
sale de la habitación dejándola sola.
Por lo menos no fue un idiota como la última vez pensó, sabía que Santino no la amaba ni podría
corresponderla pero ella estaba muy enamorada de él, a pesar de todo lo que sabía de él, aun así, su
corazón latía por él, y más cuando tenía esos gestos delicados con ella, o le decía palabras bonitas.Se
ducho como le había dicho Santino que lo hiciera, se vistió y salió de esa habitación, que sabía muy
bien que no era de Santino, pues no tenía nada de él ahí, ni siquiera su olor.
Salió de ahí un poco perdida pues era una casa enorme, más grande que la de Dante, no vio a Santino
por ningún lado, bajo lentamente las escaleras, lo busco por todos lados pero no estaba, llego a un
pasillo donde escucho unos llantos y gritos, Kathy estaba asustada no sabía de quienes eran, si se
escuchaba el llanto de una mujer, Katy trago grueso y se acercó a la puerta de donde provenía los
llantos, algo le apretó el pecho.
— ¿Qué haces aquí? Exclama una vos ronca detrás de ella, que la hace saltar del susto.
Santino…— ¿Te pregunte qué haces aquí?
— Yo yo, te estaba buscando y no te encontré.
—Vamos…— ¿Santino quien está ahí?
—Nadie que te importe, espeta enojado con el ceño fruncido… Vamos vuelve a gruñir, jalando a Kathy
del brazo.
—Santino, ¿a quién tienes ahí encerrada? Contéstame, le grita ella, Santino gira hacia Kathy la
aprisiona contra la pared con ambas manos… —No es de tu incumbencia niña, no seas curiosa, no
querrás saberlo niña.
: 10. Principio de una Catástrofe
Hace un mes que Katherine no sabe absolutamente nada de Santino, es como si la tierra se lo hubiera
tragado, cada noche llora por él, sintiéndose patética pues la última noche que pasaron juntos fue muy
linda para ella, a pesar de lo que luego descubrió, pero ella no era tonta y después de lo que su
hermana Paula le había dicho, sabía que él estaba metido en el tráfico de mujeres, cosa que le parecía
muy malo, ella tenía la esperanza de que Santino cambiara, que dejara ese mundo tan oscuro,
Katherine lo llamo varias veces, fue a su mansión a intentar hablar con él pero fue en vano, no le
contesto, mucho menos la recibió, pues esa noche él le advirtió que no se meta en sus asuntos si
quería seguir teniendo algo con él, pero eso fue todo, después nunca más la volvió a buscar, y ella se
sentía una tonta pues sabía bien que después de decirle que lo amaba ya no volvería a querer estar
con ella, hasta ayer, que recibió su llamada borracho, su corazón comenzó a latir frenéticamente por
su llamada, si estaba borracho, diciéndole a Kathy que la extrañaba, que la deseaba, que necesitaba
verla pero ella tomo coraje ni ella supo de donde lo saco pero lo hizo, para decirle que ella ya no quería
verlo, porque después de tanto tiempo era inútil ya, ella ya no lo quería, siendo una completa y vil
mentira pues ella lo amaba cada día un poco más.Kathy se levanta como cada mañana muy temprano
para ir a la Universidad, pues a la mañana le tocaba clases y por la tarde ya empezaba a tener practicas
esporádicas en los hospitales, cosa que a ella le encantaba, pues esa era su pasión, poder curar y
tratar enfermos.
Pero un pequeño problema la aquejaba desde hace días, y es que se sentía cansada y vomitaba cada
tanto, algunas comidas le producían nauseas, ella estaba muy asustada por ello, no quería que de
nuevo fuera su enfermedad pues tantos años había luchado con eso y no quería recaer eso sería fatal.
No se lo decía a Paula pues no quería preocuparla, pero los mareos, las náuseas y vómitos ya eran
constantes y hasta a ella la estaban preocupando, prometió que después de la Universidad hablaría
con ella para ir al doctor.
Baja y todos están en el comedor incluido sus hermanitos que son sus sobrinitos pero ellos no le dicen
tía si no hermana y ella está feliz por ello.
—Buenos días princesa, saluda Dante dejando un beso en su frente... —Hola papa ¿cómo estás?—
Bien amor y tú, como amaneciste... —Estoy bien, se encoje de hombros... se acerca a Paula a dejar
un beso en su mejilla donde ella la abraza... a los pequeñines traviesos, solo les haces cosquillitas y
juega con sus cabecitas despeinándolos, a lo que el pequeño Damián ríe.
—Es una lástima que no puedas viajar conmigo amor, le habla Dante a Paula, Kathy frunce el ceño.
— ¿Viajar a dónde? pregunta ella curiosa, metiéndose el desayuno a la boca...—Deber ir a California
a solucionar algunos asuntos, contesta Paula.
— ¿Y por qué no lo acompañas Paula? no sería la primera vez...

—No Kathy no los dejare solos, además tengo mucho trabajo en la empresa Dante ya te lo dije, Dante
suspira y niega... —Sabes que la empresa no se caerá si no estás unos días, y los niños estarán bien
con Kathy, con la niñera, también con Rosa, solo pones excusas amor, de pasar una luna de miel
conmigo Dante mueve las cejas riendo y Kathy suelta una carcajada, Paula se sonroja completamente,
porque a pesar de llevar varios años casados todavía tienen una intimidad muy buena, excesiva
algunas veces.— ¿Qué es duna de mie? pregunta Damián.
—Tontito, la luna no es de miel contesta Valentina y todos ríen... —No mi amor, la luna no es miel...
— ¿Y porque papi dijo duna de mie?
— Tu papa solo está bromeando, Paula lanza una mirada asesina a Dante a lo que el suelta una
carcajada.
— ¿También podemos ir de viaje? pregunta Valentina moviendo sus cejitas con los ojos brillosos.
—No señorita, y no escuches la conversación de los adultos contesta Paula, Valentina hace un
pucherito.
—Le prometo que el mes siguiente nos iremos todos de vacaciones ¿les gusta la idea? Habla Dante,
pues él los consientes en todo
—Siii, gritan los dos revoltosos y todos ríen...
—Bien ahora corran a cepillarse los dientes.
—Siiii vamos Damián corre, grita la pequeña Valentina... —Deberías ir Paula, los niños estarán bien
conmigo, tenemos suficiente seguridad no pasara nada, además antes no te importaba dejarme
cuando tú te ibas de duna de mie con papi, contesta Kathy imitando a Damián, y Dante suelta una
carcajada.—Kathy por Dios contesta Paula...—Hay Paula ya no soy una niña, se muchas cosas
contesta Kathy, a lo que Dante se pone serio y la mira, Kathy se dio cuenta de lo que acaba de decir...
—Digo ya estoy grandecita como para no entender de esas cosas, se apresura a contestar porque
sabía lo que había dicho y lo que seguramente pasaba por la cabeza de Dante.
—Bueno, yo ya me tengo que ir, hoy tengo un largo día... —Ok princesa cuídate, da un beso a Dante
y otro a Paula y se retira.
— ¿Que quiso decir con eso de que ella sabe de esas cosas, acaso ellaa? Pregunta Dante.
—Mi amor, no digas esas cosas, solo se refiere a que ya es bastante grandecita para darse cuenta de
las cosas...Dante mira a Paula recostado en su silla no muy convencido de eso.
—No has sabido si Santino ha vuelto a enviarle nada a mi hija, pregunta Dante con el ceño fruncido.
Paula traga grueso pues no le había contado el encuentro que tuvo con Santino, era capaz de ir a
matarlo...—No amor, no le ha enviado nada, por lo menos que yo sepa...No creo que ese hombre
quiera intentar algo con Kathy mi amor.—Más le vale Paula, por qué juro que lo mato.
—Ya no digas eso, no matarás a nadie Ok, y ya vamos a darme mi despedida por qué estarás unos
días lejos y te voy a extrañar...Dante suelta una carcajada.
—Mmm pequeña vamos necesito descargarme contigo... —Descárgate todo lo que quieras mi amor.
Dante y Paula suben a su habitación a orar un poco, si bueno eso nadie se lo cree, subieron a hacer
lo que más saben hacer, follar como solo ellos saben.
Al trascurrir el día Dante debía viajar a California pues un nuevo cliente lo esperaba y Giancarlo lo
necesitaba allá en esos casos.
Kathy por su parte fue al hospital porque hoy tenia practica, le tocaba a su grupo, así que se dirigieron
al hospital, pero al pasar las horas Kathy se comenzó a sentir mal, sintió un fuerte mareo y luego cayo
desmayada, todos sus compañeros gritaron asustados a lo que rápidamente un doctor la auxilio
llevándola a urgencias, pudieron llamar inmediatamente a Paula, pues sabían quiénes eran sus
familiares.
Paula al recibir la llamada no espero ni medio segundo para salir corriendo de la empresa, estaba
hecha un mar de lágrimas, hace tiempo no recibía esta clase de noticias pues desde el alta de Kathy
ella ha estado muy bien, sus controles siempre le aseguraban eso, entonces no se explica por qué su
hermanita se había desmayado, le temblaban las manos, había llamado a Dante de camino al hospital
y él se maldijo por estar tan lejos, también estaba desesperado pidiéndole que lo mantenga al tanto y
que ese mismo día volvería.Paula llega al hospital, donde se encuentra con sus amigas Julieth y
Dania...—Hola chicas ¿qué sucedió?, como esta Kathy...—Hola señora Paula, no sabemos nada,
desde que la ingresaron a urgencia no ha salido el doctor.
— ¿Qué fue lo que sucedió? —Solo estábamos con las practicas cuando ella desmayo, no sabemos
por qué, contesta Julieth
—Hay virgen Santísima, Paula se lleva una mano en la frente con lágrimas en los ojos.
—No creo que Kathy haya recaído ¿verdad? pregunta Dania bastante afectada.
—Esperemos que no, Dania porque si no no sé lo que haría... —Yo, yo debo irme contesta Juliet, las
practicas han terminado y tengo mi casa bastante alejada... —No te preocupes cariño, vayan yo les
aviso cualquier cosa.
—Yo me quedo con usted señora Paula, contesta Dania... —Está bien gracias.

—Familiares de Katherine Ricci.... —Si soy yo doctor, soy su hermana, contesta apresurada.
—Muy bien... —Dígame doctor, que tiene mi hermana se lo suplico.
—No es nada grave señora... — ¿Y y entonces que es lo que ocurre porque se desmayó?—Le
practicamos una serie de análisis y la señorita está embarazada.
— ¿Qué? grita Paula con los ojos muy abiertos, al igual que Dania no pudiendo creer lo que acaban
de escuchar.
—De debe haber un mal entendido, no, no puede estar embarazada Doctor...
—No es un error señora aquí tengo los análisis, le realizamos la prueba al no encontrar nada y salió
positivo.
¡Dios Mío! ¿Cómo es posible? Paula se quedó completamente en las nubes y solo viene en su cabeza
una cosa o más bien una persona... Santino.
[ 11. Decepción
─ Paula estaba destrozada, no sabía cómo es que Kathy estaba embarazada ¡Dios Mío! Eso no podría
ser cierto, como sucedió, que carajos le dirá a Dante ahora.
─ ¿Doctor puedo pasar a verla?
─ Si por supuesto, de hecho ahora mismo le preparo las indicaciones para que pueda irse a su casa,
ella está bien, pero debe consultar con la doctora que llevara su embarazo.
¿De cuantos meses esta Doctor? Apenas de un mes señora… Paula suspira y asiente… -Gracias.
Paula ingresa a donde esta Kathy y ella lo mira fijamente, Paula está muy decepcionada de Kathy por
muchas razones especialmente por mentirle de esa forma.
─ ¿Paula, que que es lo que tengo? Paula no hablaba, solo le daba la espalda y rompió en llanto.
─ Paula, ¿hermana que sucede?─ ¿Cómo pudiste Katherine? ¿Cómo pudiste mentirme?
A Kathy comienza a acelerarle el corazón…─ ¿De, de que hablas Paula?─ pregunta Kathy
tartamudeando.
─ De que me mentiste Kathy, de que te di mi confianza y me defraudaste… ─ Pe pero hermana no sé
de qué me hablas.
─ Estas embarazada Kathy, eso pasa, espeta Paula, elevando la voz… Kathy comienza a hiperventilar,
abre sus ojos como si se le fueran a salir, no puede creer lo que escuchaba, parpadea repetidas veces
y lágrimas salen por montones, mientras que Paula la mira y en sus ojos solo ve la profunda decepción.
─ Pa, Paula yo, yo no sé cómo paso… ─ Pues no se Kathy pero ahora que lleguemos a casa quiero
toda la puta verdad, le grita Paula, y su corazón late en forma agitada, su pecho se oprime.
¿Embarazada? Pensaba, sabía perfectamente de quien era, el único hombre con quien estuvo, quien
la sedujo, quien tomo todo de ella sin pedir permiso, y no es que ella se hubiera negado tampoco pero
si él no hubiera insistido tanto, no hubiera ocurrido aquello y lo peor era que ni siquiera tendría al padre
de su hijo con ella, era demasiado joven para tener un hijo, que haría con la Universidad, ¡Dios! Se
maldijo una y otra vez por haber sido tan tonta, que ni cuenta se había dado de que eso podía suceder,
pero como era tan ingenua no estaba preparada y Santino lo aprovecho.─ Perdóname Paula─ pedía
Kathy llorando desconsoladamente, Paula ya no la miraba se sentía muy mal, se culpaba en partes
por haber criado a Kathy en una burbuja y no prepararla para el mundo cruel y despiadado, porque si,
este mundo era así, las personas eran malas, solo hacen daño, eso ella bien lo sabía, pues lo había
vivido en carne propia.
─ Hablaremos en casa Kathy ahora no digas nada, no quiero escucharte─ espeta Paula muy enojada
con Kathy, con ella misma, con todo.
En eso entra el doctor…─ Bueno señorita, veo que estas bastante bien ─ habla muy amablemente
el doctor ─ Ya puedes irte a casa, pero debes consultar con alguna doctora para que pueda dar
seguimiento a tu embarazo.
─ Si doctor, lo hará─ contesta Paula muy seria, a Kathy se le estruja el corazón, nunca la había
escuchado y visto a su hermana ponerse de esa manera, sale el doctor y Paula ayuda a Kathy a bajar
de la cama, salen del hospital, ninguna de las dos dice nada, Paula conduce en silencio y Kathy no
paraba de llorar, sabía que era el momento de enfrentarse a su realidad, a tener que hablar con Paula
de todo lo que había pasado con Santino.Llegaron a la casa, Kathy sube a su habitación, Paula ve a
sus hijos por un momento Valentina y Damián tan traviesos como siempre, cruza un par de palabras
con Claudia la niñera y luego de dar un largo suspiro se dirige escalera arriba a la habitación de Kathy,
era hora de hablar con ella, era hora de saber toda la verdad.
Entra en la habitación y Kathy está hecha un ovillo en su cama, llorando desconsoladamente, Paula
se sienta a su lado y le acaricia la cabeza, por más que intente ser dura con ella, verla así puede más
que cualquier cosa, no es su culpa todo esto, no es su culpa haber crecido sola sin una madre, sin un
padre, sufriendo por años con una terrible enfermedad que casi acaba con su vida, no era su culpa,
no podía condenarla pues sabía que cualquiera podía haber aprovechado su inocencia para jugar con
ella como lo hizo ese hombre porque estaba segura que era él, el padre de ese bebe que esperaba
Kathy, y que ese bebe no tenía la culpa de nada.

─ Kathy princesa perdóname por haber sido tan dura contigo, solo entiéndeme no puedo creer que
estés embarazada… ─ No sé cómo paso Paula, soy una tonta, y entenderé si me das la espalda pues
me merezco, no hay nadie más culpable aquí que yo.─ No Kathy no digas eso, jamás te daré la
espalda, recuerda siempre juntas, y no es culpa tuya totalmente, mucha culpa la tengo yo pues debí
haberte enseñado más de la vida y no sobreprotegerte tanto, pues mira ahora lo que ocurrió… ─
¿Quién es el padre Kathy?
─ Necesito saberlo… Kathy se levanta secándose las lágrimas mirando fijamente a Paula, luego
agacha la cabeza.
─ ¿Es ser hombre verdad? ¿Santino?─ ella afirma con la cabeza sin levantarla, está demasiado
avergonzada… ─ Lo que me molesta es que me hayas mentido Kathy, me ocultaste cosas y mira lo
que ocurrió ahora… ─ Perdóname Paula, no medí las consecuencias de mis actos.
─ ¿Qué tienes con ese hombre Kathy? necesito saber toda la verdad, porque Dios Mío no sé lo que le
diremos a Dante, el matara a ese hombre Kathy… Ella llora aún más porque sabía lo que ocurriría
cuando Dante se enterase de quien era el padre de su bebe.
─ Nada Paula, es más hace un mes que ni se dé el… -¡Maldito! Espeta Paula. –Es un maldito Kathy,
como es que te convenció─ Paula se pasa la mano por la frente muy nerviosa.
─ Al principio fue muy lindo conmigo Paula, y yo, yo le creí todo.─ Es astuto el muy desgraciado sabía
que podía convencerte porque eres una niña, Dante tenía razón maldita sea.
─ Paula, y ahora ¿que hare?...
─ Pues nada Kathy tendrás a ese bebe, seguirás con la universidad nada cambiara de eso, nada Kathy
un hijo no es impedimento para seguir con tu vida, lo tendrás, lo cuidaras, lo amaras, no necesitas de
ningún hombre para salir adelante Kathy, te lo digo yo que sabes todo lo que pasamos juntas.
─ Gracias Paula─. Kathy abraza a Paula, llorando, y Paula hace lo mismo.
─ Te prohíbo Katherine Ricci, te prohíbo que vuelvas a ver a ese hombre, ¿me entendiste?
─ Si Paula… ─ Sea lo que sea, no te acercaras a él, él no es ningún príncipe azul Kathy, ese hombre
no tiene corazón, tu sabes a lo que se dedica, no pienses que querrá a este hijo, perdóname por ser
tan directa pero es la verdad Kathy, ya no te pintare la vida en color de rosa, por que mira lo que
sucedió por culpa de eso.
─ Si Paula, lo sé, sé que jamás se hará cargo de este bebe… ─ Y no lo necesitas, no lo necesitas
Katherine, sola podrás, me tienes a mí y a Dante que sé que jamás te dejara sola, solo espero que no
se forme una guerra cuando Dante se entere de esto.
**
Santino había desaparecido casi un mes, no ha vuelto a ver a Kathy después de la última noche juntos,
pues esa misma noche había recibido una llamada y es que su hermano Natanael había sufrido un
atentando en los territorios rusos, así es había viajado a Rusia pues tenía cuentas que ajustar con
unos hijos de puta, y salió gravemente herido, Santino tuvo que tomar su jet esa misma noche y volar
para Rusia, donde aparte de cuidar a su hermano que estaba internado en una de las clínicas privadas
clandestinas de los mafiosos más poderosos, debía ajustar cuentas con las personas que habían
herido a su hermano y que casi acaban con su vida, y así lo había hecho Santino le daba igual quienes
eran si se metían con su única familia, el haría lo mismo, no le temblaría la mano para acabar
ellos.Había acabado con la mayoría de ese maldito clan, para vengar lo que le hicieron a su hermano.
Natanael seguía en coma ya llevaba más de quince día que no despertaba, con todo lo que ocurrió
Santino se había olvidado de la dulce Kathy, bueno mentiría si dijera que se olvidó por completo porque
después de que las cosas se calmaran un poco él pensaba en ella siempre, cada noche aparte de las
terribles pesadillas que tenía también una hermosa niña de pelos rubios llegaba a sus sueños.
Pero en lo últimos días, soñaba con un niño, un pequeño niño aparecía en sus sueños con una
hermosa sonrisa, siempre despertaba asustado, sorprendido por su sueño, pues ese niño no era él,
no conocía a ese niño, eso lo tenía todo el día pensando, todo se había vuelto un caos en su vida
desde que Katherine apareció en ella.
Una noche se dirigió a un club para desestresarse pueda llevaba semanas sin follar, semanas sin estar
con una mujer al estar solo pendiente de la evolución de su hermano que aún no despertaba y eso ya
comenzaba a preocuparlo.
Esa noche bebió más de la cuenta, cosa que no era propio en el, por qué siempre bebía con
moderación, nunca se excedía de copas, saco su teléfono y marco a su Katherine, ya no lo soportaba
necesitaba saber de ella, escuchar su voz, aunque se prometió no volver a buscarla pues no era bueno
para el negocio, lo estaba volviendo débil y en este negocio él no podía ser débil, esa noche solo
quería escuchar su dulce y angelical voz, deleitándose, imaginándola desnuda gimiendo debajo de él,
porque si, nada ha vuelto a ser igual, ninguna mujer le satisfacía desde que la probo, solo Kathy le
hacía sentir que ardía en el mismísimo infierno al estar dentro de ella.Esa semana, Natanael había
despertado, Santino estaba feliz pues había salido de coma, su hermano estaba bien, Santino dispuso
el traslado de Natanael a Italia, pues tenía muchos negocios que entender, ya había pasado un mes

fuera de Italia ya era hora de volver y así lo hizo, esa misma semana volvieron, Natanael seguía
delicado pero ya fuera de peligro en la clínica privada de Santino.
Pero aun así Santino seguía inquieto, algo no lo dejaba tranquilo y no se explicaba que era.
**
─ Hola amor─ saludaba Dante a Paula al teléfono, pues Dante estaba descendiendo de su jet privado
para dirigirse a la mansión pues había quedado muy intrigado al hablar con Paula por teléfono
diciéndole que todo estaba bien y que hablarían a su regreso, Dante como el posesivo e impulsivo
que era no espero ni un día pues esa misma noche se había regresado.
─ Hola, volviste─ dice Paula no muy feliz pues no sabía cómo le diría la verdad a Dante.
─ Si amor estoy en camino llego en unos minutos, pequeña.─ Está bien mi amor, aquí te espero.
¡Joder, Joder! Como le digo a Dante esto ¿Cómo?
Paula caminaba en la sala de un lugar a otro, ya todos estaban dormidos en la casa, pero ella no podía
pegar un ojo ¡Por Dios!, el estómago le estrujaba, sus manos picaban y sudaban, cuando escucha la
puerta abrirse su corazón casi se le salió por la boca.
─ Mi amor, ¿qué haces despierta pequeña?
─ Te esperaba amor, no podía dormir─ Dante se acerca a Paula la envuelve de su cintura en sus
fuertes brazos y le da un delicioso beso…
— ¿Qué sucede amor? Pregunta Dante mirando a Paula extrañado pues el semblante de Paula no
era muy buena.
─ Tenemos que hablar Dante, silencio… de Kathy…
─ Paula ¿Qué sucedió con Kathy? Me dijiste que no era nada grave en cuanto a su salud, entonces
¿qué sucede?
─ A ver, mira siéntate aquí, Dante me vas a escuchar bien y luego hablaras por favor, Dante ya
comienza a ponerse nervioso pasándose la mano por el pelo.─ Habla Paula por favor… ─ ¡Amor!
Paula sujeta las manos de Dante sentados uno frente a otro.
─ Kathy, Kathy está embarazada…- ¡Joder! ¿Qué? Grita Dante levantándose furioso.
─ ¿Qué carajos has dicho Paula? ¿Embarazada? ¿Embarazada de quien Paula? ¿De quién carajo?
─ ¡Cálmate amor! cálmate… ─ No Paula, no me pidas que me calme, ahora mismo me dirás de quien
está embarazada… ¡Ahora Paula! Grita Dante y Paula da un pequeño brinco pues cuando Dante se
enfurecía parecía el mismo diablo y a Paula lo asustaba porque eran contadas las veces que lo había
visto así.
─ Por favor prométeme que no harás una tontería…
─ Eso ni se te ocurra pedirme Paula porque matare a todo aquel que le haya puesto un maldito dedo
encima a mi hija, eso lo sabes Paula.
─ Por favor Dante, debes calmarte, no solucionaras nada poniéndote así.
─ Dime Paula, de una puta vez, ahora mismo… Paula traga grueso, temblaba de miedo por lo que iba
a ocurrir.
─ Está embarazada de, silencio… de Santino.
─ Joder, Joder, grita Dante jalándose el cabello, yo lo mato Paula, lo matare, ese maldito infeliz se
atrevió a ponerle la mano encima…—Dante por favor ¿qué harás?... Dante se dirige furioso a su
despacho, Paula lo sigue corriendo, Dante saca el arma que tenía en el cajón de su escritorio.
─ Dante, ¿qué cajos harás? Dante por favor, pedía Paula llorando.
─ No se quedara esto así Paula… —Por favor Dante, no lo hagas, él no es cualquier hombre, te
matara…─ No si yo lo hago primero, y Dante deja a una Paula deshecha, llorando y suplicándole a
Dios que no suceda nada, mientras que Dante agarra su camioneta con sus hombres detrás y salen
de la mansión sin importarle nada.
Paula rápidamente marca el número de Fabrizzio, al segundo tono le contesta.
─ ¡Fabrizzio! Grita, tienes que detener a Dante.
─ ¿Qué dices Paula, que ocurrió? Cálmate
─ Matara a Santino, fue a buscarlo, haz algo Fabrizzio, haz algo por favor, pide llorando Paula.
─ Voy para allá, es todo lo que Fabrizzio dice al cortar la llamada.
: 12. Enfrentamiento
Eran las 2 de la mañana cuando Santino se encontraba en la clínica privada que tenía en su mansión,
hablando con Natanael que ya se encontraba bastante bien de sus heridas de bala, cuando Lucio llega
apresurado a avisarle que nada más y nada menos Dante De Luca se encontraba ahí y pedía verlo,
y no era con intención de beber una copa con él, Santino y Natanael se miraron, Natanael no entendía
por qué Dante podía buscar a estas horas a su hermano, de pronto cayó en cuenta y recordó lo que
había sucedido hace más de un mes atrás con una niña, pero no podía creer que sea la hija de Dante,
no creía que su hermano sería capaz de eso.
—Santino, ¿Qué mierda hiciste ahora? Espeta Natanael... el se encoje de hombros…

—Nada, iré a ver que quiere y sonríe…—La niña que una vez estuvo aquí, ¿Quién era Santino? Y a
Santino le molesto que Natanael haya preguntado por Kathy, no le gustaba eso…—Nadie, no es de tu
incumbencia, descansa… es todo lo que dice y se aleja de ahí dirigiéndose a la mansión para
enfrentarse a un furioso Dante.—Hermano, ¿Qué haces aquí? Pregunta Santino sonriente…
—No soy tu hermano, carajo y ahora mismo vamos a ajustar cuentas tu y yo.
Santino sabía perfectamente a que se refería, sabía que en un momento sabría lo de Kathy…
— ¿Ajustar cuentas? Mm ¿a qué te refieres?
—Eres un hijo de perra, sabes bien a que me refiero deja de hacerte el imbécil, como fuiste capas de
burlarte de Kathy es una niña ¡joder! Grita Dante sumamente nervioso desafiando a Santino.
—No es una niña Dante, es una mujer, una muy hermosa por cierto… Dante se abalanza encima de
Santino golpeándolo en el rostro ambos se toman por la misma altura, llega Lucio y otro hombre más
a separarlo.
—Eres un maldito enfermo, eres un pervertido, Santino lo mira desafiante esta vez ya no tiene ninguna
sonrisa en sus labios, limpiándose el rostro de la sangre causados por los puños de Dante, y es que
las horas de entrenamiento de Dante con el saco de boxeo le han ayudado a que sus golpes sean
duros y certeros.—Suéltame, grita Dante a Lucio que lo tenía agarrado de ambos brazos… — Sabia
que eras un maldito pero no que te atreverías a tanto, no te vuelvas a acercar a mi hija maldito imbécil.
— ¿Tu hija Dante? Ríe con esa risa amarga que lo caracteriza... – No es tu hija, es tu cuñadita, hasta
te la puedes follar si se te apetece, Dante hirvió de coraje, su rostro ardía de rabia, saco el arma que
tenía en su cintura apuntando directamente a su frente, Lucio y el otro hombre sacaron su arma y
apuntaron también a Dante, el ni siquiera se inmuta por ello.
—Eres un bastardo Hijo de puta, vuelve a decir algo así y te atravesare la cabeza maldito infeliz.
— ¡Dante! Advierte Fabrizzio detrás…
—Baja el arma…
—No te metas, espeta Dante furioso.
— ¡Hazlo! Se acerca Santino hasta Dante pegando el arma a su frente… ¡Hazlo maldita sea! Dante
saca el seguro del arma listo para disparar.—Baja el arma maldita sea, grita Fabrizzio…
— ¿Cuánto quieres para dejarla en paz maldito? Espeta Dante.
—Esa no es la pregunta Dante, la pregunta es ¿Qué quieres?
— ¿Qué es lo que quieres entonces? Santino sonríe…
—Habla, grita Dante apretando mas el arma a la cabeza de Santino.
—Dame a tu mujer y la niña es toda tuya.
¡Santino! Advierte Fabrizzio en una voz totalmente oscura, Dante sintió ira, en un rápido movimiento
giro el arma y le dio un golpe a Santino que lo noqueo, abalanzándose sobre el nuevamente pero esta
vez golpeándolo con el arma, sin contenerse pues lo único que lo dominaba era la rabia, la ira.
Fabrizzio interviene y levanta a Dante sujetándolo fuerte, mientras Lucio ayuda a Santino poniéndolo
de pie, completamente golpeado.
—Suéltame Fabrizzio matare a este hijo de perra, suéltame…— Cálmate Dante, Cálmate hermano.—
Este desgraciado no merece nada, jugó con mi hija, jugó con su inocencia, este hijo de puta la
embarazo.
Un completo silencio se formo en medio de la gran sala, Santino no podía creer lo que escuchaba,
Lucio miraba incrédulo a Dante y Fabrizzio estaba igual que ellos…— ¿Qué carajos has dicho?
Contesta Santino todavía procesando lo que acaba de escuchar, escupiendo sangre con la cara
totalmente golpeada.
—Vete a la mierda, maldito desgraciado, aléjate de ella, por que la próxima ya no serán solo golpes
Santino, juro que no me temblara la mano para acabar contigo, así muera yo también y no estoy
jugando.
Dante sale de ahí enojado, no quiere volver a verlo porque de lo contrario acabaría con él, con su
miserable vida, pero jamás se acercara de nuevo a Kathy, jamás permitirá que se acerque a su hijo,
aunque duda que a Santino le llegue a importar al fin de cuentas
Fabrizzio se queda parado mirando a Santino a quien había advertido de mil formas que no se atreva
a ponerle un dedo encima a Kathy aun así lo hizo.—Que carajos has hecho Santino? Se acerca a el
desafiándolo…—Te lo advertí viejo, porque no pudiste mantener tu maldita polla alejada de ella, te dije
lo que sucedería maldita sea, grita furioso.
—Ya ya deja de gritarme, carajo no lo planee sucedió ya ¿ok? Y no es mi culpa totalmente, ella vino
a mí, ella me busco muchas veces.
—Hay por favor Santino no me vengas con estupideces.
—Te lo advertí joder, te dije que te mantuvieras alejado, ¿tan difícil era para ti eso? ¿Ya no te bastaban
todas esas mujeres que tenías a tu disposición?

—Ya te dije no lo busque se dio y la blanca palomita que piensan que es esa niña, no lo es, ella se
buscó punto y ya no quiero hablar del tema.
— ¿Y ahora supongo, que tampoco te harás cargo de tu hijo?
— ¿Y qué le puedo ofrecer yo Fabrizzio eh? Tu mismo lo dijiste, Dante lo dijo, soy un hijo de puta,
¿qué le ofreceré a ella y a su hijo? ¿Dinero? Sí, pero con Dante no creo que le haga falta eso.
—Nada Fabrizzio, nada puedo ofrecerle y la verdad, para serte sincero, yo no quiero hijos.
—No puedo ser el padre abnegado que eres tú, no puedo y no quiero.—Te arrepentirás Santino, por
todo lo que estás diciendo y haciendo, te morderás la lengua un día, y te arrastraras pidiendo perdón
pero será tarde.
—Yo no pido perdón a nadie eso lo sabes bien, y si ya no quieres ser mi amigo por eso, tampoco te
obligare.
—Tu maldito problema es que no puedes enterrar tus malditos demonios, y te consumen poco a poco
en su infierno.
—Mi vida siempre ha sido un infierno y todo empezó desde el día que nací, así que no me vengas con
lecciones de moral por qué no te quiero escuchar Fabrizzio, y de una puta vez te digo que si por mi
quiere puede hacer lo que quiera con ese hijo.
—Maldito seas Santino... —Otro más que me maldiga ya me da igual, suma más a mi lista...
— ¿Qué quieres?, que ahora que sé que tendré un hijo con ella, le jure amor y me case con ella y sea
todo felicidad? Santino suelta una risa cargada de amargura.
—Yo jamás me atare a una mujer, ninguna mujer se merece mi respeto, si tú quieres jugar a la casita
feliz con tu mujer e hijos, es tu asunto, yo no estoy para esas estupideces.—Te tragaras tus palabras
Santino, un día, un día ¡joder! grita Fabrizzio y sale de ahí furioso, con él por todo lo que le dijo, era su
amigo, sabía que el había llevado una vida difícil pero eso no le daba el derecho de jugar con Kathy,
Fabrizzio le tenía un gran aprecio a ella, la veía como a una hija también.
Santino se quedó sentado en la sala apretando su cabeza entre sus manos.
— ¿Necesita algo jefe? pregunta Lucio mirándolo.
—Necesito estar solo, encárgate de ver que Natanael no necesite nada yo subiré a descansar un rato.
Santino se dirige escalera arriba a su habitación, no era de dormir porque las pocas veces que lo hacía
tenía sus horribles pesadillas que lo atormentaban.
¡Joder! entra en su habitación golpeando la pared con su puño.
—Maldita seas niña que apareciste en mi camino, maldita sea la hora que metí mi polla dentro de ti,
¡carajo!
un hijo, un maldito hijo, ¿cómo carajos sucedió eso? siempre soy precavido con mis amantes, que
mierda me sucedió con ella, me segué completamente y la folle sin protección, haaaa grita tirando la
lámpara de la mesita de luz, entra al baño se despoja de toda su ropa, su rostro duele, tiene los labios
partidos, la ceja partida producto del golpe de la culata del arma de Dante, su frente también no estaba
mejor que sus pómulos, entro bajo el agua y grito de dolor por el contacto con sus heridas, pero ese
dolor no era nada comparado a lo que sentía por dentro, estaba sufriendo y nadie sabía su dolor, nadie
podía consolarlo, Santino se recostó en las baldosas del baño, apoyando su frente en ella, dejando
que el agua se lleve todos sus demonios si fuera posible.—Jamás te perdonare mama, jamás lo hare,
me arruinaste la vida, mi niñez, me arrebataste todo lo que tenía, me arrebataste la posibilidad de
amar, de sentir, me dejaste vacío, sin alma.
—¿Que sucedió Dante? Pregunta Paula angustiada esperando a Dante, no podía estar tranquila sin
saber de él...
—Tranquila amor, Dante abraza a Paula.
—Nada, no lo mate si es eso lo que te preocupa, Dante todavía recuerda las palabras de Santino
pidiéndole a Paula, su estómago se estruja, de tan solo recordarlo se maldice no haber apretado el
gatillo, imaginar a Paula en brazos de él, le retuerce el alma si fuera posible.
—Le di una advertencia mi niña, la próxima ya no dudare en jalar el gatillo Paula eso te lo aseguro.
—Dante mi amor, estuve muy angustiada, llame a Fabrizzio no sabía más que hacer.
—Tranquila amor, y solo fue gracias Fabrizzio que no lo mate, porque ganas no me faltaron pequeña
te lo juro.
— ¿Que te dijo es ese desgraciado?
—Todo lo que su pito corto le permitió hablar, jamás óyeme bien, jamás Paula permitiremos que se
acerque de nuevo a Kathy, no se hará responsable de ese hijo pues no tiene por qué acercarse a
ella.—¿Se lo dijiste? pregunta Paula mirando a Dante, el solo suspira... —Sí, lo hice, pero no te
preocupes ni se inmuto por ello, ese hijo de perra no tiene compasión de nadie, mucho menos sentirá
amor, solo uso a Kathy, le endulzo para llevársela a la cama, eso fue todo lo que hizo ese maldito
infeliz.
Al día siguiente.

Tanto Dante como Paula no fueron a trabajar, él se encontraba en su despacho debía de hablar con
Kathy,
Y necesitaba estar calmado... —Hola papi, es Kathy quien asoma su cabeza en el despacho de Dante.
—Si pasa, la voz de Dante era dura, Kathy sentía temor pues nunca lo escucho hablarle así.
Ella solo agacha la cabeza y se para frente a Dante...
— Kathy ya sé que estas embarazada...—Perdóname.
—No te diré que estoy feliz por ello, te mentiría, no por él bebe, si no por el hecho de que no hablaste
con la verdad Katherine, Paula y yo confiamos en ti, plenamente... ella comienza a derramar lágrimas
en verdad todo esto le dolía mucho, sabía que había hecho mal, comenzando por mentirle a ellos.
—No quiero que te vuelvas a acercar a ese hombre Katherine, ese hombre es peligroso, ese hombre
no traerá nada bueno, solo jugara contigo como lo hizo ahora.—Lo se Dante, a él se le oprimía el
corazón cuando solo le decía Dante y no papa, sabía que no era su padre pero el así lo sentía, le tenía
ese cariño paternal, recordar las palabras de Santino, le dan nauseas, ¿follar a Kathy? por Dios es un
maldito enfermo. Dante solo era tres años mayor que Santino ¿cómo pudo hacerle eso a una niña.
—Ven acá, Dante abrazaba a Kathy consolándola...
—Te quiero princesa, esos lo sabes— sujeta el rostro de Kathy entre sus manos... —Y yo te quiero a
ti papa, gracias por no dejarme sola, a pesar de que me merezco.
—No digas eso ¿bien? lo que sucedió no es totalmente tu culpa, en parte la tenemos nosotros por
sobreprotegerte demasiado, y ese degenerado que lo único que hizo fue burlarse de ti.
Kathy ese día no fue a la Universidad apenas y bajo para comer, eso preocupo a Paula, pues por su
embarazo debía alimentarse, Paula se encontraba hablando con su esposo en el despacho, cuando
Kathy pasa por ahí y escucha la conversación sin querer pues la puerta no estaba completamente
cerrada.—¿Me dirás que te dijo Santino anoche? Kathy paro más la oreja pues estaban hablando de
ese hombre de quien a pesar de todo ella seguía profundamente enamorada, pues en el corazón uno
no manda y más aún que ahora llevaría un pedacito de el en su vientre.
—Le ofrecí dinero para que se aleje de Kathy, espeta Dante, mientras ella jadea y se lleva ambas
manos cubriendo la boca, sorprendida.
—¿Y acepto?... —No, el muy desgraciado me pidió otra cosa...— ¿Que te pidió Dante? silencio por
un momento.
—¿Dante que fue lo que te pidió? Pregunta Paula levando la voz.
—A ti... Si Kathy se sentía mal ahora se sentía peor por lo que acaba de oír, lagrimas salen por
montones, se dirige rápidamente a su cuarto ya no quería oír nada, le duele demasiado, todavía tenía
un poco de esperanza de que Santino sintiera algo por ella, pero con esto mato toda la clase de
esperanza.
¿Qué clase de hombre era? en verdad era un monstruo.
Katherine se había encerrado en su habitación en todo el día, apenas había probado bocado, su
hermana Paula iba a verla cada tanto pero ella hacía que dormía cada vez que la iba a ver.Al día
siguiente despertó sin muchas ganas, con muchas nauseas, debía ir a la Universidad, debía continuar
sus estudios quiera o no, porque lo iba a necesitar, no podía ser una mantenida toda la vida, necesitaba
madurar, y sacar adelante a este hijo y lo iba a hacer, ella era fuerte pudo con una enfermedad, y un
hijo no era nada, lo amaría, lo cuidaría, ella no tuvo la dicha de estar con su madre, ella si estaría para
él o ella.
Fue a la Universidad, tuvo clases toda la mañana, le había contado todo a Julieth lo que había
sucedido, pues Dania ya estaba enterada de su embarazo, también a Orlando, al principio se puso
triste, pero su amor no ha disminuido nada por ella, al contrario la amaba cada día más, aunque ella
nunca seria para él, eso lo sabía.
Kathy al salir de la Universidad, se llevó la no muy grata sorpresa de encontrarse precisamente al
único hombre quien no quería ver en su vida...—Santino—
Intento pasar de largo pero él la sujeto del brazo sin lastimarla...—Necesitamos hablar, espeta serio,
por más que le hablaba de esa manera, cuando Santino veía a Kathy sentía algo, no se explicaba que,
pero lo sentía, era distinto y eso lo obligaba a ser un hijo de puta con ella por lo que le hacía sentir.—
Te equivocas, tú y yo no tenemos nada de qué hablar.
—Estas embarazada... fue una afirmación no una pregunta...—No te interesa.
—Te equivocas, quiero ayudarte... Kathy lo mira levantando una ceja...— ¿Ayudarme? ¿Cómo?
—Te daré dinero para que te deshagas de el... comenzaron a salir lágrimas de sus ojos, no podía creer
lo que estaba escuchando...— Aléjate de mí maldito imbécil espeta Kathy furiosa empujándolo.
—No necesito nada de ti, no vuelvas a buscarme, este hijo es mío y de nadie más yo no te he pedido
nada...
—Te odio, te odio, Kathy lo golpea en su pecho y el la sujeta de la muñeca, pero se prometió ya no
ser débil ante él, se prometió ser fuerte por su hijo, y sin pensarlo dobla las rodillas y le da un duro
golpe en su masculinidad, Santino suelta a Kathy y se retuerce de dolor...

— No vuelvas a búscame jamás, porque solo tendrás mi desprecio— Kathy lo deja ahí tirado.
13. Mi ángel
─Santino vamos a jugar… ─Está bien Nat, pero solo un momento enseguida llegara mama y quiero
que te escondas cuando llegue, ya lo sabes ¿está bien? Dice Santino frotando la cabeza de Natanael
despeinándolo mientras el ríe a carcajadas, se disponen a jugar juntos con una pequeña pelotita que
era lo único que tenían para jugar y que Natanael era muy feliz cuando jugaban.
─Nat, ha llegado mama escóndete pronto debajo de la cama y no abras la puerta, no la abras por nada
del mundo.
─Noo, Santino, no quiero de nuevo mama te golpeara, te hará mucho daño, Natanael solloza...
─No importa tu escóndete y no hagas ruido, lo importante es que no te pase nada hermanito, ya estoy
acostumbrado, pase lo que pase, escuches lo que escuches no salgas, no abras la puerta, yo te voy
a cuidar hermanito siempre, te quiero mucho.
─No Santino, gritaba el pequeño Natanael con lágrimas en los ojos, escuchando ruidos en la sala de
su pequeña casa…─Ahora, corre escóndete ya.─ ¿Maldito niño donde mierda estas?... –Aquí estoy
mama, contesta muy asustado, temblando de miedo, su madre no estaba sola estaba con un hombre
quien veía a Santino con una sonrisa perversa, su madre lo jala del brazo.
─Ven aquí niño del demonio, que alguien te quiere ver…─No mama por favor, no quiero por favor,
nooooo…
**
─ ¿No puedes dormir? Santino se encuentra en la oscuridad de su despacho con la luz alumbrando
solo desde la ventana con un vaso de whisky en su mano y en la otra un cigarro.
─ ¿De nuevo las pesadillas? Pregunta Natanael.
─Las pesadillas nunca se irán Natanael, creo que estará conmigo hasta mi muerte.
Natanael, suspira sentándose frente a él mirándolo fijamente…─ ¿Cómo te sientes? Señala Santino
el costado de Natanael donde todavía tiene su herida vendada pero ya bastante recuperado, pero sin
hacer mucho esfuerzo… ─Estoy bien, esto no es nada.─ ¿Nada? Casi mueres.
─Pero no fue así, aquí estoy más vivo que ninguno.
─ ¡Santino!, lo llama…─ ¿Qué quería Dante el otro día que vino a verte, porque se agarraron a golpes?
Yo sé que De Luca no es un hombre de reaccionar mal, es muy tranquilo, algo debió haber pasado.
─Su hija está embarazada, suelta de repente, mirando en un punto fijo, Natanael abre los ojos de par
en par.
─ ¿Y qué tiene eso que ver contigo? ¿No me digas queeee? ¡Joder Santino! Natanael se pasa la mano
por el pelo al darse cuenta de que Santino era el padre del hijo que estaba esperando esa chiquilla.
─ ¿La niña que un día encontré aquí en la casa, era ella? Pregunta mirándolo fijamente, Santino posa
su vista en Natanael finalmente al mencionar a Kathy y afirma sin muchos ánimos.
─ ¿Qué mierda, te sucede Santino? ¿Estás demente? ¿Te has vuelto loco?
─Bueno tengo que aceptar que tienes buenos gustos, la niña estaba preciosa… Santino lo fulmina con
la mirada…─Mantén tus ojos, tus pensamientos y tus manos alejadas de ella o me olvidare que eres
mi hermano, espeta furioso…Natanael suelta una sonora carcajada…─Eso no me lo esperaba.─ ¿No
te esperabas qué? ─ ¿No es obvio?
─ ¿Sabes qué? Mejor cállate, cierra la maldita boca que no estoy de humor.
─ ¿Y qué harás con tu hijo? ─Nada, ella no me necesita, y yo no tengo nada que ofrecerle.
─Por favor Santino, esta embaraza de ti, ¿acaso no te importa eso, no te importa saber que serás
papa?
─Pura Mierda, exclama… ─Yo no le pedí que tenga ese hijo, si ella quiere tenerlo es su maldito
problema… Natanael lo mira serio y niega.
─Solo espero que no te arrepientas el día de mañana, si otro ocupa ese lugar que a ti por derecho te
pertenece… ─Ya te dije que te calles de una puta vez, Santino grita furioso.
─Déjame en paz, ¡joder! No pedí tu maldita opinión y ya déjame, ve a descansar que te hace falta.
─Es a ti a quien le falta descansar hermano… ─ ¿Dónde está ese Santino sonriente y bromista que
conozco?, ¿qué es lo que te tiene así Santino?, y no me digas que no es nada porque tú no eres
así.─Lamento informarte que sí, este soy yo, solo que ya me canse de disimular ser feliz cuando no lo
soy.
─Santino te doy un consejo, exclama Natanael abriendo la puerta antes de salir…─Algunas veces la
vida nos da oportunidades de ser feliz y hay aprovecharla, porque tal vez no de segundas
oportunidades.
Santino se encuentra de espalda a él mirando la ventana con las manos en los bolsillos…
─Yo ya fui feliz Natanael, el día que la vi suplicar por su maldita vida, ese día fue el más feliz de mi
vida…─Para mí ya no hay segundas oportunidades…. Natanael suspira negando y se retira de su
despacho.

Pero cada noche Natanael, con ayuda de Lucio sacan a Santino del club, eso no es propio de él y
tanto Lucio como Santino ya están preocupados por el…
Por otro lado Natanael había investigado a Kathy y quedo deslumbrado con su belleza, nunca había
hecho algo así pero quería saber más de ella, supo de su enfermedad, cosa que Santino lo ignoraba
él no sabía que Kathy había sufrido desde niña con esa terrible enfermedad; a su hermana Paula la
conocía, la había visto un par de veces con Dante, y le parecía sumamente atractiva no lo iba a negar
pero Katherine tenía algo en su mirada, en su sonrisa, entendía del porqué de la obsesión de su
hermano, porque si, por más que lo niegue por más que se rehusé en aceptar lo que es, sabía que a
Santino esa niña no le era indiferente y a él tampoco. Por un momento sintió envidia al saber que Kathy
había estado en brazos de su hermano y que posiblemente esa niña sentía algo por Santino y ahora
tendría un hijo de él, pero contra eso no podía luchar, solo quería por lo menos ser su amigo si así ella
lo quisiera.
Natanael, exclama Santino entrando de golpe en el despacho de su hermano…
─ ¿Qué sucede? Contesta cerrando la laptop.
─Tenemos un problema con la embarcación de las mujeres que venían de América Latina, la policía
intercepto el cargamento cuando toco tierra…
─ ¡Maldición! Exclama Natanael poniéndose de pie.
— ¡Joder, Joder! perdimos millones con eso, teníamos los mejores compradores Santino.
─Lo sé carajo, no tienes que recordármelo…
─ ¿Y ahora que haremos?
─Hablare con Russo, el otro containers llega pasado mañana pediré que me preste uno de sus puertos,
no podemos volver arriesgarnos, estoy seguro que esto fue provocado por alguien.
─¡Mierda! Golpea Santino sus puños por la pared.
─Necesito que vayas con Russo y le pidas el favor, Lucio te acompañara.
─ ¿Y tú, que harás? –Debo ir entregar el cargamento de armas a Calderone, tú sabes que con él no
se juega… Natanael asiente…─ Ve precavido, y lleva muchos hombres.
─Tranquilo, tú encárgate de lo que te pedí que yo me encargo del resto.Después de cerrar el negocio
con Calderone que es un mafioso que trafica armas ilegales es muy temido dentro del clan de la mafia,
ha traicionado a muchos, no a Santino por el momento, porque Santino no es un hombre que se anda
con rodeos, Fabrizzio por su parte no hace negocios con este hombre pues ya intento traicionarlo y
Fabrizzio casi lo borra del mapa, pero sigue en pie solo que ya no se mete en territorio de los Santoro,
se dirige al club a beber como lo hace cada tarde hasta caer la noche… Santino se encontraba en el
club mientras veía un show de amo sumisa, escena que lo excitaba bastante, observaba bebiendo y
fumando, ya de nuevo estaba pasado de copas, cuando saca su teléfono y comienza a escribir un
mensaje.
Mi dulce Katherine, perdóname por arruinarte la vida, tu no mereces un hombre como yo, eres un
ángel y yo un demonio, no te arrastrare a mi infierno, prefiero morir antes de volver a hacerte daño…
envía el mensaje y guarda su teléfono bebiendo de la botella de whisky, ya son las 2 de la mañana
cuando Natanael y Lucio lo sacan del club muy ebrio, ni siquiera puede pararse.
─Quiero ver a mi ángel, balbuceaba cosas sin sentido que Natanael ni mucho menos lucio
entendía.─Quiero verla, solo ella podrá salvarme, solo ella… decía cosas incoherentes hasta llegar a
la mansión, donde lo llevan a su habitación y lo acuestan…
Natanael ya no soportaba ver así a su hermano, le dolía verlo en ese estado, no era el mismo, jamás
fue así.
Había pasado una semana de todo el incidente con Santino y Dante, Kathy ya estaba un poco más
tranquila, aunque el tema de su embarazo la tenía preocupada pues no sabía nada al respecto pero
aun así amaba a ese bebe que venía en camino, ella y Paula fueron a la doctora que llevara su
embarazo la había aconsejado todo sobre su embarazo y sus etapas, y Paula le prometió que la
cuidaría y enseñaría todo al respecto, pero quien le enseñaba a olvidar a Santino, la última vez que lo
vio, fue cuando le ofreció deshacerse de su hijo, pero ella por más joven que sea jamás lo haría, tendría
a ese bebe como sea, se había prometido, pero cuando anoche recibió el mensaje de Santino, lloro
durante toda la madrugada, no entendía a que se debía ese mensaje, pero si algo tenía claro, era que
jamás, jamás estaría con el hombre que amaba, porque Santino no es ningún príncipe, no, él era un
mafioso que no creía en el amor, Kathy ya sabía que su historia de amor no tendría un final como el
de Paula, Santino no era Dante y lo aprendió en carne propia.Salía de la Universidad dirigiéndose a
su auto cuando alguien le habla a su espalda.
─ ¿Katherine? Ella se gira rápidamente asustada por que había escuchado una voz extraña, al girarse
frente a ella se encontraba un hombre muy atractivo que le sonreía, ella lo miro extrañada pues no lo
conocía, pero tenía algún parecido con el hombre que tanto daño le había causado, que retrocedió
unos pasos chocando con su auto.
─ ¿Quién, quién eres? Exclama asustada

─Tranquila, no te asustes por favor… Mira me presento soy Natanael Ferrari, soy, yo soy el hermano
de Santino, Kathy comenzó a hiperventilar, comenzó a temblar, de repente sintió un mareo
recargándose en su auto, Natanael rápidamente llega junto a ella sosteniéndola del brazo.
─ ¿Estás bien? ¿Necesitas un médico? Ella traga grueso…─No, solo fue un mareo.
─ ¿Qué, que es lo que quieres de mí? El vuelve a sonreír.
─Solo quería conocer a la futura mama de mi sobrino… el corazón de Kathy comenzó a latir muy
fuerte.─Perdóneme pero tengo prisa… ─Espera, por favor, Kathy se vuelve a girar hacia el… ─Solo
quiero disculparme en nombre de mi hermano, se lo que sucedió y la verdad lo siento mucho.
─No tengo nada que disculparte a ti, no es tu culpa, ni siquiera te conozco.
─Lo sé, lo sé, pero quería hacerlo…─ Mira si necesitas algo, por favor no dudes en pedírmelo por
favor, aquí te dejo mi número… Natanael extiende a Kathy una tarjeta con su número escrito en el,
ella duda en tomarlo, pero al final lo hace con las manos temblando.
─No me tengas miedo bonita por favor, no te hare daño, Kathy rueda los ojos y bufa, pues Santino le
había dicho lo mismo y no fue así.
─Fue un placer conocerte Katherine, Natanael se gira para dirigirse a su camioneta, y Kathy mirando
la tarjeta…─Oye espera exclama, Natanael de gira a mirarla.
─ ¿Cómo está? Pregunta y se le formo un nudo en la garganta…Él sonríe y camina unos pasos hacia
ella…─ ¿Quieres saberlo en verdad? Pregunta con la voz ronca y suave a la vez.
Kathy sacude la cabeza…─Olvídalo y se gira para subirse a su auto…─Está sufriendo, Katherine…
ella se queda quieta y un frio recorrió su cuerpo al escuchar esas palabras, mas no dice nada solo
abre su auto, sube y rompe en llanto, ambos sufren en silencio.
14. Los problemas recién empiezan
¡Santino!
¡Salvatore! Que placer tenerte aquí, me dijo Natanael que querías hablar conmigo, ¿de qué se trata?
—Así es Santino, me gustaría hacer negocios contigo.
—Vaya, me interesa adelante te escucho, Salvatore se sienta en el sillón frente al escritorio de Santino
mientras que él le ofrece una bebida.
—Gracias.
—Te escucho, Salvatore...—Tú sabes que tengo mi club nocturno...Santino asiente, así es he ido un
par de veces, ambos sonríen.
—Necesito comprar mujeres para mí club, necesito nuevas chicas, carne fresca.
— ¿Y quieres que yo te consiga? —Estas en lo cierto mi amigo... —El precio es alto, estás dispuesto
a pagar?
—Dime tu precio… Santino sonríe como solo él lo sabe hacer.— ¿Para cuándo lo quieres?
—Para este fin de semana, es la nueva inauguración de mi nuevo club, y quiero todas nuevas, carne
fresca, si es posible con poca experiencia, tú me entiendes.
—Perfectamente, Natanael estará contactando contigo, solo ten mi dinero listo.
—Hombre por supuesto… Ambos se dan la mano y Salvatore se retira, entrando Lucio detrás de él.
—Jefe… ¿Qué ocurre Lucio?
—Seguirás teniendo a esas tres mujeres aquí, o haremos algo más con ellas, Santino se encuentra
parado mirando en la ventana, suspira hondo y se gira.
—Puedes venderla si quieres, ya no las quiero aquí… ¿Puedo quedarme con una? Pregunta en tono
de burla… —Claro, si tienes para pagarme… Santino ríe y Lucio también.
—Con permiso jefecito, le guiñan ojo y Lucio se gira para salir cuando Santino lo llama.
Lucio prepara mi camioneta y a mis hombres, saldré un rato, el asiente y se retira.Santino prende un
cigarro pues se encuentra muy nervioso necesitaba ver a Kathy de lejos, hace días que no la veía…
Kathy se encontraba saliendo de la Universidad y se dirigía para su auto venía acompañado de
Orlando, Santino la observaba de lejos y no le gustaba para nada esa confianza que tenía con él, la
sonrisa que le daba, le hervía la sangre.
Orlando de tanto en tanto aprovechaba cualquier oportunidad para acariciar a Kathy, el brazo, el
cabello o el rostro, estaba muy enamorado de ella, hasta que de pronto sin que Kathy lo viera venir,
el, la besa, Kathy se queda sorprendida, no puede corresponderle de esa manera, se ha quedado de
piedra.
—Más vale que jamás en tu puta vida, vuelvas a hacer eso con mi mujer porque serás hombre
muerto…
Hablaba Santino a sus espaldas, mirando la escena furioso ni él podía comprender que le impulso a
hacer semejante cosa, lo único que sabía era que no permitiría que Katherine este con ningún hombre
y él se encargaría de eso.
Orlando giro asustado al escuchar la voz gruesa y ronca de Santino, quien lo miraba fijamente y justo
ahora lo único que quería era sacar su arma y pegarle un tiro en su puta cabeza… — ¿Y tú quién
eres? Contesta Orlando no muy convencido de la pregunta que había hecho.

—Eso no te interesa niño estúpido, quiero que te largues de aquí… Kathy al ver la escena y al escuchar
todo lo que salía de la boca de Santino y de salir de su trance momentáneo, reacciona…
— ¿Y tú quién te crees para decirle a él lo que tiene que hacer? te recuerdo que tú y yo no somos
nada, no soy tu mujer... espeta enojada mirando a Santino, ni ella sabía lo que le sucedía por que la
última vez que se vieron fue cuando Kathy casi lo deja sin descendencia.
Eso molesta aún más a Santino quien ahora miraba fijamente a Kathy avanzando unos pasos hacia
ella, Orlando quedo frente a Kathy, Santino se acerca completamente a él, y lo apunta con su arma
apretando en su abdomen para que nadie lo vea excepto Orlando, mientras sonríe de lado.
— ¡lárgate de aquí! Espeta… Orlando, casi se orina encima del susto que se llevó al ver que Santino
lo apuntaba con el arma, que no hace otra cosa más que huir de ahí.
—Eres un estúpido ¿quién te crees? ¿Qué te pasa?—Tu amiguito huyo como un cobarde…
— Aquí el único cobarde eres tú, maldito.
— ¡Kathy! habla Santino apretando los dientes, estaba acostumbrado a que todos lo llamen así, y no
le importaba, pero que Kathy lo llamase así, le molestaba en verdad y ni sabía por qué carajo…
—No me vuelvas a decir maldito, o…
— ¿O qué? Contesta Kathy desafiándolo.
— ¿me golpearas? ¿Me venderás a tu mejor comprador? Eh, ¿eso harás? De seguro que si, por es a
lo que te dedicas ¿no? A prostituir y vender mujeres inocentes, usas a tu antojo a las mujeres, y sacas
provecho de eso.
—No sabes lo que dices espeta tensando la mandíbula… —Ah ¿me vas a negar que eso haces?
—No, no te lo voy a negar contesta elevando la voz, cosa que a Kathy la asusto un poco, pues por
más que quería hacerse la dura, Santino la intimidaba, podía doblegarla a su antojo esa era la verdad,
y esta vez se estaba conteniendo.—Pero no te da el derecho de juzgarme, tú no sabes nada de mi
mocosa estúpida…
—Hay por favor, un monstruo eso es lo que eres Santino, me arrepiento de haberte conocido, de
haberme entregado a ti, a una persona como tú.
— ¿Cómo yo? Ni siquiera sabes una puta cosa de mi Katherine, pero que va a saber una niña riquilla
como tú de eso, que no sabe nada de lo que es el sufrimiento, que cada cosa que le sucede corre
junto a su papito Dante… A Kathy comienza a salirle lagrimas por todo lo que está diciendo, el que no
sabe nada es el, no sabe todo lo que Kathy sufrió por culpa de su enfermedad.
¡Cállate! Cállate de una puta vez, contesta Kathy dolida… —La que se tiene que callar la maldita boca
eres tú.
—Te odio Santino… —Aahh mira qué casualidad, porque yo también te odio Katherine, te odio por
haber aparecido en mi vida, por arruinarme la vida.
—Que hipócrita eres, aquí el único que arruino mi vida eres tú, pero ¿sabes qué? por lo menos yo ya
no estaré sola, tendré a mi hijo y seremos solo mi bebe y yo y tú te puedes ir al mismo infierno si
quieres…
Santino sin pensarlo y cegado por la rabia y las palabras de Katherine, la sujeta del cuello y la pega a
su auto, no le importa que alguien este mirando o no, Kathy temblaba de miedo, sus piernas se han
vuelto gelatina, con sus manos apretaba la mano de Santino que aprisionaba su cuello, solo un poco
sin cortarle completamente el aire.
Santino pega completamente su rostro al de rostro de ella… —Que no se te olvide que también es mi
hijo Katherine, y tú siempre serás mía, ningún otro hombre pondrá sus manos sobre ti, porque todo
aquel que se atreva es hombre muerto.
Suelta a Kathy quien solloza y respira agitada, tratando de recuperar el aire perdido.
—Eres un sádico, eso es lo que eres, ahora dices mi hijo cuando hace unas semanas atrás me pediste
que me deshiciera de él, y no soy tu mujer Santino tú no puedes prohibirme nada, tú no puedes decirme
si puedo o no estar con otro hombre, así como tú te revuelcas cada noche con mil mujeres, tú no eres
nadie Santino en mi vida y jamás dejare que te acerques a mi hijo.—Eso lo veremos Katherine… —
No te tengo miedo Santino… —deberías no me conoces niña.
—Se lo suficiente, sé que eres un cobarde, sé de qué eres capaz y de que no, en tan poco tiempo me
di cuenta, que no eres más que un pobre infeliz que solo se alegra de la desgracia de los demás.
—Cállate, Katherine… —No eres más que una puta igual que todas… A Kathy se le oprime el pecho
al escucharlo decir eso…
—Eres un imbécil, poco hombre que solo sabe ofender para sentirse hombre, déjame en paz, déjame
vivir en paz Santino, ve a molestar a otra.
Kathy se gira, abre su auto y sin esperarlo más arranca y se va de ahí, mientras que Santino se queda
parado mirando un punto fijo específicamente por donde Kathy se fue, se va hasta su camioneta donde
sus hombres lo esperaban, antes de subirse da una patada a uno de los neumáticos furioso, furioso
con ella, con esa mujer que lo tiene así, nunca se había preocupado por nada, por nadie, nunca le
importo una mujer y ahora aparece ella, volviéndolo débil, lo único que quería era cargarla sobre su

hombro y llevarla a su casa y castigarla, castigarla por todo lo que le había dicho, le gustaba esa niña
tímida que conoció que apenas hablaba, pero está también le gusta, pensaba que era mejor que Kathy
lo odie así sufriría menos pero otra parte de él, no quería eso quería su amor, quería ser el único
hombre para ella.¡Maldita sea! Gruñe molesto y se sube a su camioneta y recibe una llamada.
— ¡Natanael!
— ¿Todo listo? Perfecto estoy ahí en veinte minutos.
La embarcación de mujeres había llegado al puerto de Russo, como lo había solicitado.
Kathy por su parte se sentía muy mal, había llorado todo el camino de regreso a su casa, apenas y
pudo conducir, lo amaba pero ya no podía soportarlo, esto la estaba matando, el no se merecía nada,
solo su desprecio.
Menos mal que su hermana o Dante no se encontraban en la casa pues era lo que menos quería pues
empezarían con las preguntas y era lo que menos quería.
Subió a su habitación y lo único que quería era dormir para olvidar todo lo que había sucedido ¿A que
fue? Porque le dijo que ella era su mujer, si él no la quería y menos a su hijo.De pronto Kathy sintió
mucho miedo al recordar las palabras de él, y llevo sus manos a su vientre.
—Nadie, te hará daño mi amor, jamás dejare que se acerque a ti...
Hablaba Kathy en llantos a su bebé de apenas un mes.
Intento cerrar los ojos, para no pensar pero algo dolía por dentro, sentía un sabor amargo y estaba
segura que ya no era por lo que sucedió hace una hora atrás era otra cosa y no sabía qué.
*
—Por fin llegas hombre, ¿Dónde estabas? Pregunta Natanael.
—Tenía cosas que hacer, contesta con un semblante muy serio.
— ¿Ya lo abriste?
—Aun no... Contesta Natanael.
— ¿Cuantas son?
—Son 30 según me informaron mis hombres.—Está bien, menos mal no perdimos este también, pues
algunos compradores están furiosos por la otra embarcación pérdida...
—Ni me lo recuerdes, joder contesta Natanael pasándose la mano por el rostro.
¡Lucio! Espeta Santino... — ¡Jefe!
—Las llevarán en dos grupos en distintos depósitos.
—Está bien jefe, ¿cuántas quieres? Le pregunta porqué siempre es así, siempre Lucio les lleva a las
más bonitas para diversión de Santino.
El se queda callado por un momento y se pasa la mano por el rostro...—Ninguna, contesta serio.
Lucio lo mira extrañado pues era la primera vez que no quería... Hasta Natanael lo mira sorprendido.
—Mañana mismo quiero que comience las ventas, Natanael, hay mucho dinero en juego...
Su hermano solo asiente... De pronto escuchan disparo los tres se observan sorprendidos.
—Santino cúbrete, grita Lucio y sacan sus armas para comenzar a disparar...— ¡Puta mierda!
¿Quiénes son?Grita Santino....—La policía joder grita Natanael.
Se cubren de los disparos... —No son muchos podemos con ellos grita Lucio.
— Maten a esos hijos de puta grita Santino y comienzan a disparar a diestra y siniestra...
—No quiero a ninguno con vida, de pronto hay una fuerte explosión que hace que Santino y Natanael
correr para esconderse en otro lugar sin dejar de disparar.
—Son unos bastardos, grita Natanael.
—Mira quien está a la cabeza, señala Santino a uno de los jefes de la policía, corrupta como el solo...
—Demetrio.
—Es mi oportunidad de acabar con ese hijo de perra que me tiene tocando los huevos, cúbreme
Natanael grita... Intentando llegar más cerca para poder acabar con él...—Ríndete Santino, te tenemos
rodeados.
—Eso jamás maldito hijo de perra, jamás me verás tras las rejas...—Te quiero muerto no tras las rejas.
—Lo mismo digo hijo de puta y dispara hiriéndolo en el hombro, el policía dispara pero sin éxito,
Santino se acerca a él, le da una sonrisa cargada de maldad y dispara dos veces en su cabeza,
cayendo muerto al instante...
— ¡Santino, cuidado! grita Natanael cuando se gira y una bala le atraviesa el abdomen.
Santino cae al suelo, mientras Lucio corre junto a él.
—Lucio, rápido a la camioneta hay que llevarlo.
¡Ya, ya, ya!
15. Te necesito aunque lo niegue
Natanael sube rápidamente a Santino a una de las camioneta y lo lleva a la clínica que tiene en la
mansión, llamando en el camino a dos de los mejores doctores que tienen ahí, pues Santino perdía
mucha sangre no podían perder tiempo o no resistiría, Natanael presionaba la herida, pero Santino se

había desvanecido completamente, el impacto de la bala había atravesado su abdomen, Natanael
estaba muy asustado y nervioso, no quería perder a su único hermano...
—Apúrate... Le grito a uno de sus hombres que conducía la camioneta.
Lucio por su parte se había quedado con los demás hombres a acabar con los últimos policías que
quedaban, esto traería graves consecuencias eso era seguro, por qué sucedió en uno de los puertos
de Russo, tendrán que pagar millones al agente Simón para borrar esto de los expedientes de la
policía, como si no hubiera sucedido nada, porque así era, ellos tenían comprados a altos jefes
policiales, excepto a Demetrio que venía pisándole los talones hace tiempo frustrando algunos de sus
negocios, pero no era porque era un buen policía, no, era porque quería dinero, nunca se conformaba,
pero eso con Santino no funcionaba, nadie podía presionarlo de ninguna forma, si era así se convertía
en su enemigo.Llegaron rápidamente e ingresaron a Santino a la clínica, donde los doctores tenían
que sacar la bala antes de que Santino muera desangrado.
Lucio llega después de un rato también.
—¿Cómo esta? Pregunta preocupado…
—Aun no ha salido de cirugía contesta Natanael caminando de un lugar a otro pasándose la mano por
el pelo varias veces muy nervioso.
—Saldrá de esta ya lo veras, ese hijo de perra tiene más vidas que un gato… habla Lucio tratando de
animar la situación tan tensa y preocupante.
—Más le vale Lucio porque si no iré yo mismo a traerlo del mismo infierno. ¡Maldita sea! Espeta.
Dos horas después sale uno de los doctores…
— ¿Cómo esta mi hermano? Pregunta Natanael muy preocupado a punto de colapsar.
—No le mentiré señor Ferrari, está en un estado crítico, perdió demasiada sangre, ahora lo
estabilizamos, repusimos la sangre perdida pero eso no nos garantiza que sobreviva.—Tienen que
hacer algo, debe haber algo que se pueda hacer ¡Joder! Grita Natanael furioso.
— ¡Cálmate Natanael! Contesta Lucio…
— ¿Cómo carajos, quieres que me calme?
—Mi hermano no puede morir… —Haremos todo lo que está a nuestro alcance, vuelve a hablar el
doctor…Pero la herida fue profunda y perforo un vaso…
— ¡Mierda! Grita Natanael.
—Mantenerme informado sea lo que sea ¿Entendido? grita Natanael.
—Si señor Ferrari… —Saldrá de esta ya lo veras Natanael Cálmate, todavía tiene muchos asuntos
pendientes, no se irá sin resolverlo…Natanael respira agitado, y golpea la pared con su puño.
— ¡Maldita sea! Como no lo vio venir ese Cabron de mierda ¿Cómo? Su hermano estaba desesperado
y Lucio aunque se mantuvo serio todo el tiempo y tranquilo aparentemente, estaba muy preocupado
por Santino, era la primera vez que lo herían de esa forma y temía que no salga de esta.Katherine por
su parte esa noche se había sentido mal, que tuvieron que llevarla al sanatorio, Dante y Paula estaban
muy preocupados por ella, pero no era nada de qué preocuparse, era porque no se estaba alimentando
bien y su embarazo la había debilitado mucho, la doctora que tuvo que venir de urgencia a revisarla,
le receto mas vitaminas y una dieta específica para cuidar tanto de ella como el crecimiento de su
bebe, pero aun así Kathy no estaba tranquila tenía un nudo en la garganta y el pecho le oprimía, no
se explicaba porque, de camino de nuevo a casa iba en el asiento trasero del automóvil mientras Dante
y Paula iban enfrente, Kathy se había recostado por la ventanilla del auto y una lagrima traicionera
resbalaba por su mejilla, pensaba en Santino, en cuanto lo amaba y cuanto daño le había hecho, pero
aun así quería estar a su lado, era masoquista pensaba.
Paula y Dante se miraban entre sí por breves segundos y luego Dante posaba su vista en Kathy a
través del retrovisor, ambos sabían que Kathy estaba sufriendo y Dante odiaba aun mas a Santino por
hacer tanto daño a una niña como ella.
Al llegar Kathy no espero a nadie y fue corriendo a su habitación, Paula fue tras ella muy preocupada
por pues nunca la había visto de esa manera, al entrar a su habitación ve a Kathy hecha un ovillo en
la cama, llorando, Paula se acerca sentándose en la orilla de la cama, acariciando su cabello.—Mi
princesa, ¿Qué te sucede? No me gusta verte así… Kathy en lugar de calmarse lloraba aun mas… —
Me estás preocupando Kathy ¿Qué tienes? Por Dios dímelo.
—Lo amo Paula, lo amo mucho… al escuchar esas palabras a Paula se le rompió el corazón, pues
era la primera vez que Kathy se abría de esa forma con ella.
—Lo siento mucho mi amor, en verdad…
— Fui una tonta Paula, pensé que él me podría llegar a amar, pensé que me tomaría enserio pero no
fue así.
—Cariño, siento que estés sufriendo así, yo sé cuanto duele amar y no ser correspondida pero debes
entender que en la vida no siempre uno está con la persona que ama.
— ¿Tú crees que nunca querrá a su hijo? Preguntaba Kathy aun sollozando.
—No lo sé mi amor, contesta Paula, No sé si quiera si ese hombre se quiere así mismo.

—Tienes que calmarte princesa, esto no le hace nada bien a tu bebe, tu sufres y el también lo hace…
—Es difícil Paula, es difícil saber qué estás sola.—No digas eso Kathy, no estás sola, me tienes a mí,
a Dante, muchas personas te quieren.
—Pero él no Paula, el no me quiere…
—El se pierde mi amor, se pierde a una mujer maravillosa y a su hijo, algún día encontraras un buen
hombre, que te ame y te valore porque eres preciosa y no vale la pena sufrir por un hombre que no te
valora.
—Ahora descansa mi vida, debes descansar bien, debes ser fuerte y trata de no pensar más en ese
hombre… Era fácil decirlo, pero para Kathy dejar de pensar en Santino era lo más difícil que había en
el mundo… ella solo cerraba sus ojos, mientras que Paula deja un suave beso en su cabeza y se retira
de su habitación, dolida por ver sufrir así a su hermanita y no poder remediarlo, odiaba a ese hombre.
*
Las horas pasaban y Santino no despertaba, no reaccionaba a pesar de todo el esfuerzo que habían
hecho los médicos por salvarlo, Natanael no aguanto un segundo más y entro a ver a ver a su
hermano.
No lo veía para nada bien, Natanael se pasaba la mano por el rostro, no podía creer que perdería a
su único hermano, su única familia.
De pronto escucho como Santino balbuceaba palabras, lo miro con el ceño fruncido y se acerco hasta
su cama…
—Katherine, susurraba en sueños, su hermano estaba sorprendido pues no podía creer que llamaba
a esa niña.
— ¡Kathy!… ¡Kathy! Volvía a repetir en susurros.
Natanael trago grueso y suspiro hondo sabía lo que debía hacer, llamo al doctor para que atendiera a
su hermano, y la verdad era que estaba hirviendo en fiebre por eso alucinaba.
Natanael salió afuera, ya eran las 2 de la mañana, el seguía con la misma ropa de la tarde desde que
ocurrió el incidente, ni siquiera se había ido a bañar, no se había movido de ahí solo había ingerido
agua.Saco el teléfono de Santino y busco el número de Kathy y se llevo una gran sorpresa al ver como
tenia registrado a Kathy, sonrío levemente
Kathy (Mi ángel) Santino nunca había tenido sentimientos por ninguna mujer, su hermano entendía
muy bien el por qué de su odio hacia las mujeres, era muy extraño que el comportamiento de Santino
hacia esa niña ¿se había enamorado de ella? ¿eso era posible?
Sin pensarlo más, marco el numero sonaba una, dos, tres, cuatro veces, al parecer Kathy no
contestaría pero cuando estaba a punto de colgar…
—Ho hola, hablaba Kathy al otro lado, bajito, se notaba que estaba durmiendo y la había despertado.
— ¡Kathy! Habla Natanael, soy Natanael el hermano de Santino.
—Hola ¿Qué quieres? ¿Por qué me llamas del teléfono de Santino y a esta hora?
— ¿El está bien? Pregunta ya en un tono preocupado.
—Kathy, Santino está muriendo… un silencio se hizo al otro lado, pues Kathy quedo helada al escuchar
las palabras de Natanael.— ¿Qué dices? Pregunta asustada y sorprendida a la vez… — Recibió un
impacto de bala y está muy grave Kathy.
Se le oprimía el pecho, era eso, era eso que dolía mucho.
—Tienes que venir a verlo Katherine, mi hermano te necesita…Kathy solo derramaba lagrimas, no
podía creer que el hombre que amaba estaba muriendo.
—Katherine el te necesita por favor… Lagrimas salen por montón, el pecho se le oprime.
—No puedo…—Eres su Ángel, solo tú puedes salvarlo.
—No, no, no me pidas eso por favor, Kathy lloraba amargamente.
—El te ama Kathy, estoy seguro de eso…ella no creía lo que escuchaba ¿Santino amarla?
Eso no podía ser, el no la amaba, ¿verdad?
—Lo siento Natanael, pero no puedo hacer nada por él, yo ya no siento nada por él, el me lastimo
mucho, mintió…
— ¡Katherine! Por favor…
—Adiós Natanael… y colgó.Natanael apretó el teléfono… ¡Joder Noo!
Lucio apareció junto a él pidiéndole que vaya a descansar, el se quedaría a cuidar por si algo sucedía,
así lo hizo fue a darse un baño y descansar un momento.
*
Al día siguiente Kathy despertó con un fuerte dolor de cabeza, por que anoche después de haber
cortado el teléfono, lloro amargamente y rezando para que a Santino nada le sucediera, hasta que
volvió a quedarse dormida, se levanto sin muchas ganas, se ducho y bajo a desayunar pues debía ir
a la Universidad…Paula ya había dejado indicaciones de su nueva alimentación.

Después de desayunar salió de su casa para irse a la universidad, pero antes de poner en marcha el
auto, pensó por largos segundos y sabia lo que tenía que hacer, a pesar de todo ella lo amaba
demasiado, por lo menos quería despedirse.
16. Siempre te amaré aunque duela
—Hola, eemm, necesito hablar con el señor Natanael por favor.
— ¿Quien lo busca?
—Emm dile que Katherine lo busca por favor.
—Aguarde un momento por favor...Kathy estaba muy nerviosa parada frente al gran portón que da a
la mansión de Santino, de pronto se abre el portón a lo que rápidamente sube a su auto en ingresa
nerviosa, asustada, con el corazón latiendo a mil por hora.
Al llegar a la entrada, Natanael se encuentra parado mirando fijamente hacia el auto de Katherine, ella
baja presurosa, con las manos y las piernas temblando intentando no derramar una lágrima pues solo
pensaba en las palabras de Natanael, el está muriendo, esas 3 palabras martillaban su cabeza.
—Viniste... Es todo lo que dice Natanael mirándola fijamente sin perder detalle de su rostro, si antes
le parecía hermosa ahora lo era más, su piel pálida y sus mejillas rosadas y con los ojos rojos
claramente notorio de que había estado llorando. Pensaba que Santino era un afortunado, porque
tenía el amor de Katherine, sentía envidia en verdad y más que estaba esperando un hijo de él, porque
Natanael también sentía mucho rencor por su madre pero no generalizaba a todas las mujeres por
culpa de eso, bueno él no había sufrido todos los abusos que sufrió Santino, aún así el soñaba con
encontrar una mujer como Kathy que lo ame incondicionalmente.
— ¿Pue puedo pasar a verlo? Preguntaba en un hilo de voz, que a Natanael le parecía lo más tierno
que escucho en su vida... Asiente sonriendo levemente si despegar la vista de ella.
—Vamos, extiende el brazo dándole paso, ella camina y él se posa a su lado.
—Gracias por venir Katherine, te llamaba estando dormido, habla Natanael y a ella se le oprimió el
pecho al escuchar eso.
Llegaron a la clínica, y Kathy entro lentamente a la habitación donde se encontraba Santino.
Natanael la dejo ahí y se dirigió al sector de las cámaras, quería seguir observando a Katherine desde
la cámara que daba en la habitación donde estaba Santino. Kathy al verlo ahí con los cables, con los
ojos cerrados y el abdomen vendado, se le estrujo el corazón.
Se acercó a él y se sentó en la silla alado de la cama, sujeto su mano dejando besos suaves en el.
—Santino, mi amor, lleva una de sus manos acariciando su rostro...—Tienes que recuperarte mi amor,
tienes que vivir, no podría vivir sabiendo que ya no estás en este mundo mi amor, no dejaba de llorar
y de dar besos en la mano de él.
—Te amo, más que a nada, más que a nadie, tienes que vivir para conocer a tu hijo amor, hablaba
Katherine sin dejar de derramar lágrimas.
Natanael tragó grueso al escuchar lo que ella le decía a su hermano, podía darse cuenta lo enamorada
que estaba de él, lo afortunado que era Santino, era una mujer pura, que no sabía lo que era la maldad,
lo amaba a pesar de que él no se lo merecía, pero aún así lo amaba.
Kathy se irguió sobre Santino y dejó un beso suave y largo sobre los labios de él, cayendo lágrimas
sobre el rostro de Santino.
—Tu eres fuerte mi amor, yo sé que sí, eres el rey de la mafia ¿no? Kathy sonreía diciendo esas
palabras con lágrimas en los ojos...—Eso debe valer en algo.—Santino no importa si no te tengo a mi
lado, pero necesito aunque sea saber que vives mi amor.
¡Mi ángel!
Susurró Santino y el corazón de Katherine comenzó a latir frenéticamente, le soltó la mano
rápidamente.
¡Kathy!
Volvió a decir en susurros sin abrir los ojos.
Ella se levantó de la silla, asustada no sabía si seguir ahí o quedarse a ver si despertaba.
¡Viniste!— Habla bajito sin abrir los ojos y ella comenzó a respirar agitada... ¿Seguía alucinando o
sabía que estaba ahí? Lentamente giro para dirigirse hacia la puerta y salir de ahí cuando de pronto
Santino habló.
—Mi niña no te vayas— Kathy giro mirándolo y el abrió los ojos mirándose fijamente.
Ella parpadeo repetidas veces...—Yo, yo solo vine a ver cómo estabas...
—No te vayas volvió a repetir...Kathy se mantuvo inmóvil en su lugar...—Acércate más por favor, pidió
el bajito, haciendo una mueca de dolor. Ella se fue acercando lentamente hasta quedar cerca de él,
Santino movió apenas sus dedos queriendo agarrar la mano de Kathy, ella comprendió lo que quería
y lo sujeto de la mano, nuevamente comenzó a llorar, no sabía si de nervios, felicidad, angustia, ya no
sabía cuál era la causa.
Natanael al ver en la pantalla lo que había sucedido soltó una gran carcajada de felicidad.
¡Maldito hijo de perra! Exclama feliz pero seguía mirando la pantalla frente a él.

—Santino, yo yo debo irme...—Gracias Kathy.
—De nada, tenía que saber si estabas bien, contesto dulcemente aparte de nerviosa.
— ¿Por qué nena? ¿Te importo?
Ella no sabía que contestar, que ¿Si le importaba?
Por supuesto que sí, moría por el... Ella asintió levemente y el hizo una mueca de sonrisa.
—Nadie nunca se había preocupado por mí.
—No digas eso, tu hermano estaba muy preocupado.
—El no cuenta, intento bromear y a Kathy le salió una pequeña sonrisita...—Te dejo descansar
Santino, no puedes hacer esfuerzos, ni hablar mucho.—Que dices, si yo ya estoy como nuevo, bromea
de nuevo y era la primera vez que lo escuchaba hablar así y a ella le dio un vuelco el corazón, que
tonta era pensaba.
— ¿Volverás? Esa pregunta la sorprendió...
—No creo Santino, es mejor que no, el cambio su rostro a uno triste... ¿Y el bebé cómo está?
Ella la mira con los ojos abiertos, y sonríe levemente por su pregunta, afirmando suavemente.
—Está bien, me da náuseas pero está bien.
Santino asiente un poco...—Tienes que cuidarte Kathy para que el bebé nazca sano... No podía creer
lo que escuchaba, acaso Santino estaba delirando aún, él preocupado por ella.
—Si, lo haré no te preocupes contesta fría, no le demostraría cuanto le afectaba sus palabras aunque
saltara de alegría.
—Ya me tengo que ir tengo que ir a la Universidad...
— ¡Kathy! La llama de nuevo... —Estas hermosa— ella traga grueso, sin decir nada sale de ahí con el
corazón latiendo a mil por hora, las palabras de Santino sonaron tan sinceras.
Al salir, llega Natanael junto a ella.
—Me tengo que ir, habla.
El asiente, —Lucio te guiará hasta la entrada.
—Gracias, el niega...—Gracias a ti princesa por venir y por hacer que mi hermano despertara.
—Yo no hice nada...—Si lo hiciste bonita, estoy en deuda contigo.
Kathy sale de ahí guiada por Lucio que también estaba feliz porque su jefe había despertado.
— ¡Maldito Cabrón! No vuelvas a darme un susto de esos... Exclama Natanael entrando donde estaba
Santino, el lo mira y sonríe levemente.
— ¿Se ha ido? Pregunta, su hermano sonríe y asiente.— ¿Tu, le pediste que viniera?
—No fui yo, fuiste tú— Santino frunce el ceño por que no entiende sus palabras.
—La llamabas estando inconsciente hermano, no dejabas de repetir su nombre.
— ¿En verdad?
—Así es...—Es muy bonita Santino, el lo fulmina con la mirada...—Ni te atrevas Natanael, el suelta
una carcajada.
—Yo no haría nada, pero hay muchos hombres por ahí que no están ciegos Santino, si tú no la quieres,
si la dejas ir, ella encontrará el amor en brazos de otro eso es seguro.
—No lo hará, espeta enojado girando el rostro hacia un lado...su hermano vuelve a reír.
— ¿Que se lo va impedir?
—Ella me ama a mí, ella es mía y tendrá un hijo mío.
—Tienes toda la razón en eso no te discuto, pero ¿Y tú?
— ¿La amas? —Deja de decir tonterías.—No amo a nadie, solo... Natanael levanta una ceja.
— ¿Solo qué? —Me gusta un poco y ya eso es todo.
—Aha, responde Natanael, mirándolo burlón, niega y suspira...—Llamare al doctor que te revise.
El doctor lo revisa, sorprendido pues ayer estaba muriendo y hoy está bastante bien, con mucho dolor
pero nada que los calmantes no puedan solucionar.
—Eres fuerte muchacho— habla el doctor.
Santino solo sonríe. —Todavia no ha nacido quien pueda mandarme al infierno espeta en tono burlón.
—Al infierno no, pero al cielo si, bromea Natanael y Santino lo mira serio, queriendo sonreír por que
sabía a qué se refería pero no demostraría eso.
— ¿Ya solucionaste toda esa mierda? Cuestiona Santino...—Lucio se encargó de todo.
—Perfecto, no quiero detrás de mi trasero a ningún policía corrupto.—No te preocupes por eso—,
contesta Natanael, está todo resuelto tu sabes que Lucio no deja ningún cabo suelto...—Ese hijo de
perra es el mejor.
—Creo que escuche mi nombre por aquí, entra Lucio sonriendo.
—Vaya Santino, creo que tú ángel de la guarda hizo bien su trabajo, bromea...— ¡Cabrón!
Ríen los tres...—Encárgate de su seguridad Lucio.
—No me tienes que pedir Santino, ya lo estoy haciendo...—Perfecto.
Natanael levanta una ceja divertido. —Ya cabrón di lo que tengas que decir.
Suelta una sonora carcajada— ¿Es por su seguridad o para que otro no te la robe?

—Que chistosito estás hoy verdad ¿Que desayunaste?
Vuelven a reír esta vez Lucio y Natanael mientras que Santino solo rueda los ojos.
—Natanael, Lucio ¿Las ventas, ya empezaron?
—Aun no jefe, con esto que sucedió y por andar solucionando esta mierda, y besando policiacos culos
asquerosos, no ha habido tiempo.—Te gusta besar culos Lucio, bromea Natanael y Santino suelta una
carcajada, sosteniendo su abdomen que dolía.
—Salvatore necesita mujeres para su nuevo club Nat, encárgate de contactarlo y que los elija
personalmente sabes el precio de cada una, su hermano asiente, y Lucio encárgate de lo demás,
cuánto más rápido mejor, ya no quiero problemas y dale a Russo su parte por los problemas
ocasionados en su puerto.
—Así será jefe, asiente Lucio retirándose de la habitación.
—Me alegra que estés bien Santino, pensé que me dejarías solo con toda esta mierda.
—No te dejare solo Natanael, te lo prometí siempre me tendrás, el niega. —Sabes que no Santino,
sabes que en esta vida que llevamos uno de los dos morirá tarde o temprano, tenemos miles de
enemigos Santino.
—Cada día aumentan...—Lo sé hermano, pero no tengo miedo, los enemigos aumentan, pero nuestros
hombres también.
—Estoy reclutando bastante...—Perfecto, cuánto más mejor.
—Iré a hablar con Salvatore, vuelvo más tarde.—Ve tranquilo y cuídate.
Santino se queda solo pensando en Kathy, sonríe al recordarla ella vino ¡Joder! Vino a verlo, no podía
creer que después de ser tan hijo de puta con ella, aún así ella estaba ahí.
—Quería levantarse de esta cama cuanto antes sabía lo que tenía que hacer.
**
—Vine para el velorio— entra Fabrizzio sonriendo en la habitación de Santino, se había enterado del
incidente que hubo y al enterarse que Santino salió herido no dudó en venir a verlo, pues a pesar de
todo lo que había ocurrido con Kathy él seguía siendo su amigo.
—Ya quisieras hijo de perra, contesta Santino sonriendo el ver a su amigo.
— ¡Maldito Cabrón! No pude creer cuando me enteré de lo que sucedió. ¿Como estás?
—Y aquí estoy descansando, todo lo que no he descansado en meses...—Eres un maldito afortunado
por haber sobrevivido.—Tú sabes viejo que aún no ha nacido el que me enviará al infierno, Fabrizzio
se carcajea.
—Si tú lo dices...—Gracias por venir Fabrizzio.
—Eres mi amigo Santino a pesar de todo te aprecio.
— ¿Te vas a poner sentimental? Ahora me darás un beso y me dirás te amo.
Se vuelve a reír Fabrizzio...—Si eso es lo que tú quieres verdad.
— ¿Como sucedió Santino? El suspira hondo.
—Hace tiempo que Demetrio venía pisándome los talones, frustrando algunos de mis negocios pero
esta vez me atacó directamente.
—Ese hijo de puta lo único que quería era dinero y más dinero. Así es Fabrizzio y tú sabes que a mí
todo aquel que intente presionarme es hombre muerto, me costó un par de millones pero me he sacado
a esa rata de encima.
Fabrizzio asiente y lo mira fijamente por unos segundos...—Te conozco tan bien hermano, anda
pregunta lo que quieras saber.
— ¿Que harás con tu hijo? Santino se tensa por su pregunta, la verdad ni el mismo sabía, comenzaba
a sentir más que atracción hacia Kathy, por más que le había dicho miles de estupideces, ella no es
como las demás, ella es diferente, ella es inocencia, tiene el alma pura, que a Santino le ha encantado
corromper, no podía decir que la amaba por qué no era así, pero si sentía algo por ella que ni el mismo
podría explicarse, sin pensarlo esto se le estaba saliendo de las manos.
17.Mal negocio
Santino mira fijamente a Fabrizzio quien no despega la mirada de él. —No lo sé Fabrizzio es todo tan
complicado, por más que quiera acercarme a mi hijo, sabes que Dante jamás lo permitiría.
—Debes intentarlo si así tú lo quieres. –Me lo advertiste Fabrizzio y no quise hacerte caso, se que
defraude tu amistad pero, no se esa niña me atraía como abeja a la miel, no sé que me paso, me
cegué, se que está mal, hice mal las cosas, pensé que sería solo una vez, pero no, fue una, otra y otra
vez, se me salió de las manos ¡joder!
Fabrizzio se pasa la mano por el pelo caminando por la habitación, —Te entiendo Santino, pero te
fijaste en la mujer equivocada.
— ¿Piensas que no lo sé?
—Me arrepiento de ello. — ¿Te arrepientes de que Santino?
Suspira hondo. —La verdad ya no sé ni de que estoy arrepentido. — ¿Te gusta? ¿Ella, te gusta?

—Sí, me gusta, contesta sincero, mucho— Fabrizzio hace una mueca de sonrisa.—Deberías
replantearte muchas cosas Santino, sabes que no soy bueno dando consejos porque soy el peor, pero
cuando conocí a Gianna, no quería reconocer lo que sentía y casi la perdí, eso me dio que pensar.
—No eres tan malo dando consejos mi amor, bromea Santino para bajar la tensión y se carcajean los
dos.
–Bien hermano, debo irme, me alegra saber que aun sigues vivo.
—Más vivo que nunca— Fabrizzio asiente.
–Y así debes seguir.
—Así será Santoro, soy un hueso difícil de roer.
—Creo que no eres más que un perrito asustado que necesita a su dueña— Santino se carcajea.
—No ha nacido mujer quien pueda domarme, ahora es Fabrizzio quien ríe…
—Eso lo tengo que ver Santino, eso creo, que ni ya tú te lo crees.
**
Dos semana ha pasado desde que Santino fue herido de bala, dos semanas que Santino estuvo en
reposo y que no podía ver a Kathy solo saber lo que sus hombres le contaban de ella, dos malditas
semanas que parecieron un año, ya no soportaba, la herida ya estaba cicatrizada, pero tuvo que
mantenerse en cama pues había afectado uno de sus órganos importantes y debía necesariamente
permanecer acostado sin mayores esfuerzos, Santino ya no lo soportaba pues él era un hombre activo,
fue una eternidad sin siquiera poder follar, cada maldito día tenía la polla parada y se maldijo por no
dejar de pensar en Kathy.Pero ya era hora de volver a su ritmo diario, ya no permanecería en cama ni
un maldito día mas, de lo contrario se volvería loco.
Katherine, estaba en su práctica en el hospital con su grupo de compañeros, le tocaba el turno de la
mañana, estaba feliz pues ella amaba eso, le trae tantos recuerdos de cuando sufría de su
enfermedad, por otro lado su pancita aún no se notaba nada, todavía tenía el abdomen plano pues
apenas iba por un mes y medio de embarazo, Dante y Paula la cuidaban muchísimo en cuanto a
alimentación y medicamentos, se siente algunas veces demasiado sobreprotegida por ellos, eso la
desesperaba, no quería ser grosera con su hermana pues a ella se lo debía todo, a ella y a Dante pero
no le gustaba la manera en que la tenían como si temieran que se dañara como un cristal y no era así,
era simplemente una chica que quería vivir su vida, ella soñaba con terminar su carrera y trabajar y
poder valerse por ella misma.
Pero ahora lo único que importaba era su bebé, pero no podía dejar de pensar en Santino, ya no volvió
a verlo, fue mejor así, a excepción de que ayer le había llamado Natanael, fue muy extraño, le dijo que
sólo llamo para avisarle que Santino estaba bastante bien, ya recuperado y quería saber cómo se
encontraba ella, por una parte se alegró muchísimo que Santino esté fuera de peligro y recuperado,
por otro lado se siento triste porque no fue él quien le había llamado sino su hermano, pero era de
esperarse Santino no quería saber nada de ella, era lógico, para que la llamaría ¿No?—Tierra
llamando a Kathy— exclama Julieth moviendo sus manos frente a una muy distraída Katherine.
—Ya, ya volví contesta, riendo a carcajadas las dos.
—Oye, ya vieron como ese doctor guapo que está allá no ha despegado la vista de Kathy, habla Dania.
— ¿Que dices? Contesta Kathy mirando hacia donde estaba el doctor y efectivamente, un doctor joven
de unos 25 años más o menos muy atractivo, no dejaba de mirar a Katherine, Julieth y Dania
comienzan a molestarla y a hacer todo tipo de gestos, Katherine solo ríe, el doctor levanta la mano y
saluda a Kathy, ella solo hace lo mismo, lo saluda tímidamente levantando la mano, y comienza a reír.
Después de terminar el turno de sus prácticas, Julieth va con Dania, pues Katherine iba por otro
camino, cuando se despiden y Kathy se dirige a su auto, el guapo doctor corre detrás de ella hasta
alcanzarla.
—Espera, espera por favor, llega muy agitado, a lo que Katherine lo mira con el ceño fruncido.
— ¿S si? Pregunta sorprendida.—Ya, ya estoy calmado, contesta regalándole una hermosa sonrisa a
ella.
— ¿Lo ayudo en algo?
—Hola, soy Julio, se presenta extiendo su mano, ella lo toma temerosa pero al fin lo hace.
—Hola Julio, soy Katherine.
—Mucho gusto Katherine, ammm mira te estuve observando hace rato, yyy— se rasca la nuca
nervioso—No podía dejarte ir sin pedirte tu número, claro si quieres, no soy ningún sicópata acosador,
conste eh— Kathy sonríe.
—Mmm, no doy mi número a extraños, lo siento mucho. —Mmm, no soy un extraño, soy el doctor Julio
Bianco, soy pediatra de aquí del hospital, y tu eres estudiante por lo que me doy cuenta—Kathy sonríe
por sus palabras, dándose cuenta que no se daría por vencido.
—Solo si quieres Katherine ya te dije no soy ningún acosador, ¿O acaso tienes novio?

—No, contesta Kathy—Si, contesta un furioso Santino mirando al doctor fijamente como si quisiera
asesinarlo., Ella abre los ojos, no pudiendo creer lo que estaba viendo y escuchando, ¿Que hacía
aquí? ¿Y desde cuándo ella tenía novio?
— ¡Santino!, exclama Kathy, y antes de que diga algo más el ya se encuentra posado a su lado,
sosteniéndola de la cintura en un gesto posesivo y demandante, ella parpadea varias veces por que
aún no entiende cual es su intención.
El doctor lo mira incrédulo, no comprende lo que sucede, pero claramente sabía que Kathy tenía
compromiso así que se disculpó con ella.
—Lo siento mucho señorita, no la vuelvo a molestar.
—Sí, manténgase alejado de mi mujer o no respondo contesta Santino con la voz gruesa y su porte
de mafioso, cualquiera le tendría miedo con su traje negro con una camisa negra debajo igualmente,
estaba sumamente atractivo a decir verdad.
—Con permiso, contesta, gira y se va de nuevo hacia el hospital.
Katherine después de reaccionar por las palabras de Santino se puso furiosa. — ¿Que te sucede
idiota?— ¿Por qué le dijiste esa barbaridad? Yo no tengo novio, mucho menos soy tu mujer, espeta
enojada.
Él, la miró con el ceño fruncido. —Te recuerdo que llevas un hijo mío. —Sí, no lo olvido pero no soy
tuya, tú y yo no somos nada.
—Kathy necesitamos hablar, ella levanta su ceja,
—Ahh si, ¿y de que se supone que hablaremos? Porque, que yo sepa, no tenemos nada de qué hablar.
—De ti, de mi, de nuestro hijo. —ella bufa rodando los ojos.
— ¿Nuestro hijo? No me hagas reír Santino, ahora dices nuestro hijo, ¿Ahora te importa lo que le
pase?
Se pasa la mano por el pelo, el único que era capaz de ponerlo nervioso o calmarlo en segundos era
ella, está jodida niña.
Se acerca completamente, inclinando su rostro a la de ella. —Ven conmigo necesitamos hablar nena.
Ella retrocede unos pasos, poniendo la mano en la cintura, levantando una ceja, el suelta una
carcajada—Vaya, vaya, mi dulce Kathy quiere pelear.
—No voy a ningún lado contigo.
—Pues lamento informarte que sí vas, o caminas por tu cuenta o te cargo.
—De aquí no me muevo si no es para subirme a mi auto e irme a mi casa—contesta Kathy desafiante,
a Santino lo único que le produjo fue diversión por sus gestos, y lo enojada que estaba.
Lo único que quería era llevarla y azotar su lindo culo.
Santino agacha su cabeza negando y sonriendo, en un rápido movimiento carga a Kathy sobre su
hombro y la lleva, Kathy comienza a patalear y a pedirle que la baje.
—Suéltame idiota, suéltame, gritaba, algunas personas en el estacionamiento del hospital observaban
la escena, Kathy golpeaba a Santino en su espalda, a lo que Santino le da una fuerte nalgada.
—Cálmate fiera—Bromea él, llega a la camioneta y la mete en el asiento trasero.—Encárgate del auto
de la señorita, habla Santino a uno de sus hombres, y sube alado de ella.
— ¿Ya, te calmaste? ¿Dejarás de gritar?
—Eres un idiota, no vuelvas a hacerme eso y mucho menos golpearme, Santino rueda los ojos.
—Solo fue una nalgada no seas exagerada, ¿acaso tus papis nunca te dieron nalgadas?
Kathy solo se mantuvo callada agachando la cabeza, el frunce el ceño, sabía que algo le sucedía.
Sujeta su mentón y lo hace mirarlo.
— ¿Que sucede bonita?
Los ojos de Kathy miran fijamente los de Santino perdiéndose en ellos, a él le parecía fascinante
mirarla. —Mi madre murió cuando yo era aún muy chiquita, y a mi padre no lo conocí, se fue cuando
yo era bebe, desde esa vez mi hermana Paula ha sido una madre para mí, ella me ha cuidado siempre
y no, nunca me ha dado nalgadas.
Santino sintió una ternura, no podía creer que ella haya pasado por eso, se miraron fijamente hasta
que el acerco su rostro al de ella y unieron sus labios en un beso suave, cargado de muchas cosas,
Kathy olvido todo por un momento y correspondió ese beso sin dudarlo, lo amaba, lo extrañaba, no
podía negarlo.Se despegaron, mirándose, a Santino cada día Kathy le parecía más hermosa.
—Lo siento mucho preciosa no sabía o de tus padres.
—No es tu culpa, no lo sientas. —Aun así siento que hayas crecido sin tus padres.
—Llévame a casa Santino por favor, pide de nuevo, el niega moviendo la cabeza varias veces.
—Hablaremos en mi casa y luego te llevo.
— ¿De qué Santino? no tenemos nada que hablar, vuelve a hablar furiosa, pero a la vez excitada, no
sabía que le pasaba con ese hombre, cada vez que lo tenía cerca solo quería saltarle encima.
Santino sonríe y Kathy bufa rodando los ojos y se cruza de brazos, que causa que el suelte una
carcajada. —Eres preciosa cuando estás enojada, comenta poniendo totalmente colorada a Kathy.

Llegaron a la mansión después de un momento y Santino le abre la puerta, ella baja de mala gana
parándose sin moverse un centímetro.— ¿Vas a caminar o de nuevo tengo que cargarte? Kathy hace
un berrinche de niña chiquita y camina zapateando, Lucio al ver la escena ríe y niega mirando a
Santino, mientras que el rasca su nuca y sigue a Kathy.
—Bien, habla te escucho.
—Tranquila fiera, dice en tono de burla, con una mueca de sonrisa, mientras que ella rueda los ojos.
—Kathy, yoo, se pasa la mano por el pelo.
—No sé cómo decirte esto, se que fui un cabrón, se que te dije mil cosas, y tú también pero…
— ¿Pero qué Santino? Ahora me vas a salir con la historia de que me amas y que quieres ver por tu
hijo?
—Por favor Santino, eso ni tú te lo crees.
—No puedo decirte que te amo eso no, pero me gustas Katherine es la verdad ¡Joder! No te lo voy a
negar niña, y con respecto a mi hijo, si si quiero ver por el o por ella en todo caso, sea lo que fuere—
Kathy lo mira sorprendida...
— ¿Y ahora serás el padre abnegado? —No me lo pones fácil Katherine— No me diste otra opción
me lastimaste, te burlaste de mi, ¿Qué esperas? ¿Qué de la noche a la mañana, olvidé todo y haga
como si nada pasó?
—No pido eso, pero al menos dame una oportunidad, soy humano Kathy cometo errores ¡Joder! Grita
Santino alterado, pero Katherine se mantiene firme sin titubear, frente a ella estaba viendo a otra
persona, a alguien que no creyó jamás conocer, por que definitivamente este no es el mimo Santino
que conocía.
— ¿Por qué Santino? Él lo mira frunciendo el ceño.
— ¿Por qué yo? Habiendo tantas por ahí, se pasa la mano por el pelo.
—Al principio— se mantiene en silencio— solo fue una atracción, tenía que tenerte, hacerte mía,
follarte, solo una vez, después te convertiste en una maldita droga, que necesitaba consumir para
sentirme vivo, te metiste aquí— señalando su cabeza.
—Me vuelvo loco saberte con otro. —No estoy con nadie.
—Lo sé, pero sé que puedes tener a quien quieras, Santino se acerca a Kathy sosteniendo su rostro
con sus dos manos. —Puedes tener a tus pies a quién quieras mi dulce Kathy, eres hermosa.Ella se
suelta de él, y se aleja, su cercanía le afecta, le quema la piel.
—Lo siento Santino, es difícil creerte después de todo, el se sienta en uno de los muebles de la sala,
agachando su cabeza.
—Se que no soy un santo Kathy, se que te he lastimado, sé que soy un maldito hijo de puta, pero es
lo que soy, es lo que me enseñaron a ser, no se amar, no sé el maldito significado de eso.
—No se ser cariñoso, no se ser un caballero, no soy un maldito príncipe, ese que tú mereces, porque
sí, te mereces un hombre que te ame, que te de todo ese amor que tú tienes para dar también. Ella se
acerca y se sienta de cuclillas frente a él, sostiene su rostro entre ambas manos y lo hace mirarla, y
en su mirada ve tanto dolor, tanto sufrimiento.
— ¿Que te hicieron Santino? ¿Quién te hizo tanto daño como para no creer en el amor?
El ladea su rostro en una mueca vaga de sonrisa, mientras ella acaricia suavemente su rostro.
—Eso ya no importa, esa persona ya no existe Kathy, ahora ya nadie puede dañarme, excepto…—
¿Excepto que Santino? El la mira fijamente perdiéndose en su mirada.
—Excepto tu Kathy, tú tienes el poder de mandarme al infierno si quieres, de dañarme todo lo que
quieras, y era lo que no quería, era lo que temía, que una mujer de nuevo me tenga en sus malditas
manos y pueda dañarme a su antojo.
—Jamás te haría daño, yo no soy así Santino.
—Lo sé princesa, acerca aún más su rostro al de ella acariciando sus labios, en un suave rose.
—Kathy eres un mal para mí negocio niña, ella sonríe tímida.
—Y tú eres malo para mí, ahora sonríe él, suspirando.
En un rápido movimiento la levanta y la hace sentarse a horcajadas sobre él, sintiendo ella la dureza
de su miembro.
— ¿Y que podemos hacer al respecto? Pregunta Santino totalmente ronco.No la deja hablar solo la
sujeta de la nuca para besarla como tanto estaba deseando, después de tanto tiempo volvía a tenerla
así, volvía a besarla a acariciarla, era una jodida droga.
—¡Santino! Jadea Kathy.
—Eres mi maldita perdición de eso estoy seguro, pero que el infierno me lleve si no es eso lo que
quiero mi dulce Katherine, mi ángel.
18. Perdiéndome en tu cuerpo
¡Kathy! Jadea Santino, apretándola de la cintura y meciéndola sobre su erección.
—Santino, no puedo, susurra ella en sus labios.

Gruñe, pero no la suelta, la necesitaba, y no era solo una necesidad de follar, de poseer a una mujer,
no, era otra cosa, otro tipo de necesidad que le asustaba en verdad, todo de ella le gustaba, su olor,
su voz, la suavidad de su piel y sus labios, sus besos, esos besos que eran solo de él.
— ¡Por favor! Suplica Santino, y era la primera vez que lo hacía, no tenía necesidad de hacerlo mujeres
nunca le faltaron, pero desde que la conoció a ella, todo eso iba cambiando.
—Te deseo y sé que tú también me deseas princesa. Ambos respiran muy agitados, los labios de
Kathy se encuentran rojos por los feroces besos de Santino, ella se muerde el labio, tímida.
—Esto está mal, no puedo hacerlo, ya no más Santino, ya no quiero sufrir más, ya he llorado bastante,
espero un hijo tuyo, al escuchar eso Santino sintió un leve cosquilleo en el estómago, era verdad Kathy
esperaba un hijo suyo, el siendo un jodido mafioso, tendría un hijo, con una hermosa mujer y no
cualquier mujer definitivamente.—Lo sé, lo sé Kathy, ahora mismo no puedo prometerte nada, ya te
lo dije, no puedo jurarte amor, solo déjame intentar corregir los errores que cometí, por mi culpa estás
así, por mis malditos errores, no hay otro culpable aquí, más que yo.
¡Santino!
—No, escúchame nena, sé que no tengo corazón, sé que soy un maldito, pero si tú me enseñas, si tú
me ayudas a ver las cosas de otra manera, si tú me permites por lo menos ver por mi hijo prometo
cuidarte siempre y nadie podrá hacerte daño ni a ti ni a mi hijo Katherine, es lo que puedo ofrecerte,
no quiero mentirte más Kathy, no lo mereces, ella comienza a derramar lágrimas, y golpear a Santino
en el pecho.
—No te imaginas, como cada noche lloro pensando en ti, lo sucia que me he sentido. —Perdoname,
por favor, no merezco nada de ti, eso lo sé.
—Y no quiero que pienses eso de ti, tú eres lo más puro que puede existir, tu alma es tan pura Kathy
que no merezco ni siquiera rosarte la piel, pero aquí estoy, necesitado de ti.
—Soy tan egoísta nena, no quiero verte con otro, no quiero dejarte ir, quiero que tus besos solo sean
para mí, que tu sonrisa sea solo mía, tu cuerpo, tus gemidos todo lo quiero —Pides demasiado Santino,
el sonríe sin dejar de mirarla.
—Solo lo que me corresponde. —Kathy mírame, sujeta su rostro con ambas manos y se miran a los
ojos.
—Se mía.
— ¿Y tú? ¿Serás solo mío?
—Déjame intentarlo nena, por favor, ella suspira hondo sabía que de nuevo estaba siendo una
completa tonta, se odiaba por ello, se odiaba ser tan débil ante él, pero quien le decía al corazón que
no se enamore de él, quien le hacía entrar en razón, ella sabía que se arrepentiría de lo que estaba
por hacer, porque al final de cuenta era la única que sufriría en todo esto.
—Te han dicho que eres el peor de todos.
El suelta una carcajada. —Muchas veces nena.
Ahora es Kathy quien pega sus labios a los de él, fundiéndose en un beso apasionado, Santino la
levanta del culo, haciéndola enrollar sus piernas a su cintura.No dejan de besarse mientras Santino
subía las escaleras, ingresaron a una habitación, y él la baja en el suelo, Kathy mira alrededor, no es
la misma habitación a la que siempre le llevaba, esta era diferente.
—No es la misma— susurra más para ella, esa habitación era distinta tenía un olor particular el
ambiente era distinto era como si...
—Es mi habitación, nena. Ella lo mira sorprendida.
— ¿Tu, tu habitación? Creí, creí que me llevarías a la habitación de siempre, el se rasca la nuca.
—Es uno de los errores que quiero corregir, sonríe y ella también lo hace, pero la verdad era que el
por primera vez quería ver a Kathy en su gran cama, que su olor quedase en sus sábanas.
—Pero si te sientes mejor en la otra, nos vamos, Kathy sonríe aún más.—La otra ni siquiera me
gustaba, habla bajito sonriendo, el suelta una carcajada.
— ¿Y ésta, si te gusta? Pregunta acercándose lentamente a Kathy devorándola con la mirada de pies
a cabeza, le gustaba lo que veía, el cuerpo de Katherine poco a poco iba cambiando, por el embarazo
y a Santino le gustaba aún más.
—Esta, es taaan, tan tú, contesta.
Coloca un mechón de su pelo tras su oreja acariciando su mejilla levemente.
— ¿Ya te dije lo hermosa que eres?— Kathy se sonroja y afirma lentamente, la sujeta del rostro y la
besa, acariciando su espalda y ella gimiendo en sus labios, lentamente va desprendiendo la camisa
que trae puesta, deslizándola por sus brazos, Santino se deleita mirando su torso desnudo, solo con
su delicado brasiere, sus pechos están más grandes, sin pensarlo mucho lo desabrocha y los deja al
descubierto.Respira hondo, y Kathy comenzaba a temblar, hacía mucho que no estaba en sus brazos,
que no la tocaba y estaba nerviosa y ansiosa, él le provocaba mil sensaciones, lentamente chupa uno
de sus pezones, mordiendo suavemente la punta ganándose un gemido audible de Kathy, que hace
que algo duela dentro de su pantalón.

Mientras acaricia su abdomen, bajando hasta el botón de su pantalón, va bajando despacio, hasta
dejarla completamente desnuda, se aleja un momento y la observa...
—Eres terriblemente bella mi dulce Katherine— se pasa la lengua por el labio inferior.
Se acerca de nuevo a ella como un depredador a su presa y la recuesta en la cama.
—Quisiera follarte Kathy, como tanto lo deseo, hundirme en ti, hasta que me pidas que pare, y aún así
no hacerlo.
— ¿Y qué te lo impide? Habla Kathy sin siquiera pensarlo, no sabía que le sucedía con él.
El solo sonríe, y va dejando besos desde su pecho hasta su abdomen hasta llegar a esa parte tan
sensible que la lleva al cielo cuando Santino la toca.
— ¿Por qué te has depilado? Pregunta, Kathy levanta la cabeza y lo mira sorprendida.
—No, no lo sé, solo quise hacerlo.
—A mi no me molestaba. —Lo sé, solo quise hacerlo.
— ¿O fue para alguien más? Ella abre grande los ojos ¿Acaso estaba celoso?
—Sabes que no, sabes que no hay nadie más, porque... ¡Hay Dios bendito! Exclama Kathy al sentir la
boca de Santino sobre su clítoris, sintiendo su lengua recorrer cada parte de su mojado y excitado
coño.—Esto es mío Kathy, no puedes darle a nadie, esto me pertenece— ella solo gemía, no podía
articular palabra, porque le excitaba la voz posesiva de Santino, él soplaba sobre su clítoris, y eso
hacia retorcerla de placer.
Su lengua exploraba su interior, Kathy estaba enloqueciendo en verdad, era un puto amo del sexo, n
dejaba de gemir, ya no podía contenerse, hasta que ya no pudo más y tuvo que correrse gritando el
nombre de Santino escandalosamente.
¡Delicioso! Exclama Santino
Mientras que Kathy seguía pérdida en el placer, Santino la miraba parado comenzándose a despojar
de su ropa sonriendo observando a Kathy con lujuria recorriendo cada parte de su blanca y delicada
piel, en un momento queda completamente desnudo, comienza a masajear su polla en un suave
movimiento, mientras ella lo observa embobada.— ¿Lo extrañaste? Santino sonríe burlón, mientras
que ella se sonroja hasta el cuello.
—Ven aquí, exclama el, Kathy se levanta de la cama y se acerca a él, comienzan a besarse lento,
suave disfrutando uno del otro, mientras que el comienza a tocar cada parte de su cuerpo haciéndola
estremecer.
Besando su cuello, perdida en el placer sin pensarlo Kathy lleva su mano a la polla de Santino, el cierra
los ojos y echa la cabeza hacia atrás.
¡Mierda! Katherine, jadea ronco.
—Ya no puedo más, en un rápido movimiento la jala sentándose Santino en el sofá y Kathy encima de
su gran erección.
De apoco ella va introduciendo su polla dentro de su apretado coño, gimiendo fuerte, el hace lo mismo
sosteniendo tan fuerte a Kathy de las caderas, que seguro de nuevo dejará marcas.¡Kathy, estás
deliciosa muñeca!
Ella comienza a subir y bajar en un movimiento suave mientras que el se está conteniendo en follarla
duro, chupaba sus senos primero uno luego el otro, mordiendo un poco fuerte, sacando gritos a Kathy
por tal acción tan brusca que a ella le encantaba en verdad.
¡Santino! Por favor
— ¿Por favor, que nena? ¡Dime!
—Mas, quiero más jadea ella completamente excitada, Santino no duda en darle lo que le pide y
comienza a embestirle más y más duro.
— ¡Kathy, me encantas nena!
La sujeta de la cabeza, metiendo sus dedos en su pelo y la aprieta a su boca, ella gime en sus labios.—
No te contengas muñeca, grita, gime haz lo que quieras pide Santino, totalmente excitado.
Y ella así lo hace, no se contiene monta su polla como le place, como la vuelve loca,
— ¡Santino! Esto está delicioso— habla entre cortado, apunto de correrse, el se da cuenta de ello y la
sujeta del culo levantándola para pegarla a la puerta de su habitación, donde la folla duro sin
contenerse, jadea y gime, con la voz ronca mordiendo la piel de ella, que le fascinaba.
—Córrete para mí preciosa pide y ella como esperando esa orden, se corre gritando en todos los
idiomas, al igual que un par de embestidas más de parte de Santino y también se corre en un feroz
gruñido.
— ¡Katherine, eres una jodida droga!La beso apasionado, sin querer soltarla, la lleva a la cama y la
recuesta, habiéndose alado de ella abrazándola de la cintura y atrayéndola sobre su pecho, Kathy se
sentía maravillosa en sus brazos, era la primera vez que después de tener sexo no huía de ella, no le
decía alguna barbaridad, los dos se mantuvieron en silencio, ella acariciando su pecho y el su espalda.
—Gracias Santino, el la mira desde su posición.

—Vaya, es la primera vez que me agradecen por sexo, ella ríe y lo golpea en el pecho y el suelta una
risa ronca que a Kathy le excitaba, le encantaba.
—No por el sexo, si no por no huir de mí ahora.
—Dije que quería cambiar algunas cosas ¿verdad?
—Algún día me contarás, quien te hizo tanto daño Santino. El se tensa al escuchar eso.—Eso no
importa mi dulce Kathy, eso ya es pasado y ahí se quedará, descansa un momento ¿quieres?
— ¿Te quedarás conmigo?
—No pensaba irme a ningún lado nena., Kathy suspira y se acomoda en el pecho de Santino y cierra
sus ojos, por primera vez se sentía amada, protegida por el hombre que ella tanto adoraba.
No sabía cuánto duraría esto, pero lo poco que durara lo disfrutaría.
Después de unas horas, unos toques en la puerta los despertó de su placentero sueño, ambos se
habían quedado dormidos y por primera vez en su vida, Santino no había despertado a causa de una
pesadilla.
Vuelven a escuchar que alguien tocaba la puerta y se levantan rápidamente, Kathy ve la hora en su
teléfono.¡Mierda, mierda! Santino es tardísimo, se comienza a vestir apresurada, mientras que Santino
se había puesto el pantalón y se disponía a abrir la puerta.
— ¿Que ocurre Nat? Era Natanael que estaba extrañado por qué Lucio le había dicho que estaba con
una mujer, pero no le dijo quién, y se sorprendió aún más al saber que estaban en su habitación,
puesto que Santino jamás, jamás había metido una mujer a su habitación.
—Quería avisarte que la venta con Salvatore estaba hecha y que ya estaba depositado el dinero en la
cuenta, Natanael intentaba mirar detrás de Santino para ver quién era la mujer, pero no lo logró.
—En unos minutos bajo, espérame ya salgo, Nat asiente levemente, y Santino cierra la puerta, al
girarse ya Kathy está totalmente vestida.
—Debo irme a casa Santino, el se acerca sonriente, sujetando a Kathy del rostro.
—Quedate esta noche.
— ¿Qué? Estás loco, mi hermana va a matarme, Dante vendrá a asesinarte, no, no llévame por favor
o dime dónde está mi auto para irme, Santino deja un beso en sus labios.
—Déjame vestirme y te llevo yo. En 5 minutos salen de la habitación, bajando las escaleras y es
entonces que Natanael ve a Kathy y abre los ojos sorprendido, ¿Que hacía Kathy ahí?
—Hola Natanael— saluda Kathy tímida, el la saluda sin acercarse a ella, de pronto una punzada de
celos le clavó en su pecho y no entendía por qué, Santino miraba a su hermano, entrecerrando los
ojos pues lo conocía muy bien, sabia cuando algo le sucedía, cuando una mujer le gustaba, la forma
en que miraba a Kathy, la única vez que Natanael miro a una mujer así fue a Daniela, una hermosa
mujer por la cual había sufrido muchísimo, se había enamorado como nunca de esa mujer, luego de
eso, jamás volvió a amar a nadie, pero eso a Santino no le gustaba para nada, pues Kathy era suya y
de nadie más.
—Llevare a mi mujer a su casa, vendré en un rato, comenta Santino serio sin despegar la mirada de
su hermano, dejándole claro que Kathy era su mujer, le pertenecía de todas las formas posibles,
Natanael por su parte asiente extrañado, era la primera vez que Santino se refería a una mujer como
”suya".—Te espero, es todo lo que dice.
—Adiós Natanael, se despide Kathy a lo que él le regala una leve sonrisa y la observa irse con su
hermano, ni él sabía lo que estaba ocurriendo pero, lo que si sabía perfectamente era que Kathy era
la mujer más hermosa y tierna que había conocido, ya que en su mundo la palabra tierna no existía,
pero Katherine era eso y más.
Tampoco quería tener problemas con Santino, a él le debía la vida entera
19.Demasiado bueno para ser verdad
Kathy y Santino iban en el asiento trasero de la camioneta, Santino levanto el vidrio negro que los
separaba de sus hombres que iban enfrente para poder de nuevo besarla.
Demasiado bueno para ser verdad pensaba Kathy, quien amaba este momento con el, no sabía si era
verdad, no sabía si esto era real y cuánto tiempo duraría, pues con Santino no podía estar segura de
nada, pues cambiaba de parecer cada minuto, pero esto que está pasando ahora es algo realmente
nuevo.
—Espero que nos podamos volver a ver mi dulce ángel. Ella agacho la cabeza tímida.
—Me gustaría mucho. —Pero tengo miedo.
—No tengas miedo Katherine, si los dos queremos no hay nada malo en esto que está pasando.
—No creo que mi familia esté de acuerdo.
—Me importa una mierda Kathy lo que diga Dante, el no es nadie como para decirte que tienes que
hacer o no, eres mayor de edad. —Lo sé, pero se lo debo todo no puedo ser desagradecida con ellos.A
Santino no le agradaba eso, tener que dar explicaciones, no entendía el por qué, el hacia lo que se le
venía en gana, era dueño de su propia vida, nadie cuestionaba sus acciones y si lo hacían no le
importaba.

El auto paro de pronto. —Bien, llegamos— dice en tono serio, Kathy suspira, pues como pensaba este
hombre cambiaba muy rápido de humor.
Uno de los hombres de Santino le abriò la puerta.
—Adiós, se despide ella, pero antes de bajar la sujeta del brazo, la gira pegando sus labios a los de él
en un beso rudo, posesivo, caliente y excitante, dejando a la pequeña Kathy con ganas de mas.
—Nos veremos pronto Katherine, ella traga grueso porque eso era lo que más quería, verlo, aun no
se había bajado y ya tenía ganas de lanzarse de nuevo sobre él.
Ella bajo y rápidamente la camioneta arranca y se marcha, fija la vista en su auto que estaba
aparcado frente a su casa, de seguro lo trajeron los hombres de Santino penso.
Se subio a su auto para poder meterlo a la casa, no quitaba la sonrisa de su rostro, porque tal vez era
una tonta pero nadie le quitaría ese momento tan maravilloso que paso junto al hombre que amaba.—
¿Por qué llegas recién? Pregunta Paula mirándola con los brazos cruzados, ella dio un brinco por el
susto, pues no sabía que su hermana ya se encontraba en su casa, era un poco más temprano de lo
que acostumbraba a venir de la empresa.
—Paula, me has asustado. —Te hice una pregunta Kathy.
—Emm, si es que estuve con Julieth y Dania, después de la practica fuimos a la casa de Julieth para
terminar unos trabajos pendientes, mintió pero no podía decirle la verdad, después de que prometió
nunca más mentirle pero es que era imposible sabia que Paula no permitiría que estuviera con ese
hombre.
Paula la miro achicando sus ojos como si no creyera lo que Kathy estaba diciendo.
—Me preocupe, llegue y no te encontré, te llame varias veces y no contestaste.
—Oh si es que deje guardado mi teléfono en el bolso y lo olvide por completo.
Paula suspira y asiente no muy convencida. —Está bien Kathy, solo…
—Kathy, llegan sus hermanitos a abrazarla lanzándose sobre ella. –Kathy ya te estañaba muto, habla
Damián sujetando con sus manitas, el dedo de Kathy.—Yo también te extrañe mi guapo príncipe.
— ¿Y amii? Pregunta Valentina haciendo un pucherito.
—Claro que también te extrañe princesa, mucho, vengan vamos a jugar.
Kathy aprovecha esa distracción para ir con los niños y poder escapar de las preguntas de su hermana,
pues una pregunta mas y sabría que estaba mintiendo pues ella era fatal mintiendo o es que Paula ya
la conocía muy bien, y no quería ni imaginarse lo que sucedería si Dante se llegase a enterar de que
estuvo con Santino.
Esa noche Kathy no podía dormir de felicidad, pues había tenido un día maravilloso estando acostada
en su cama recibe un mensaje, era un numero extraño, extrañada abre el mensaje, y lo que vio le
produjo una sensación no muy agradable.
Número desconocido: Aléjate de Santino, el no es quien dice ser.
Leía y leía y no entendía el mensaje ni quien lo había enviado, joder que estaba pasando, quien pudo
haber enviado el mensaje.Kathy: ¿Quién eres?
Escribe el mensaje y lo envía, espera uno segundos pero nada, no recibe respuesta.
Toda esa felicidad que tenía se esfumo con ese simple mensaje.
Al momento recibe una llamada y da un salto por el susto, cayendo su teléfono al suelo, lo levanta y
ve el número de Santino.
—Ho hola— contesta.
—Hola mi Katherine, ¿Qué estás haciendo?
—Na nada, aquí estoy en mi habitación— escucha como el exhala fuerte al otro lado.
— ¿Qué sucede Santino?
—Me encanta comerte Kathy, contesta con la voz ronca que automáticamente hizo que la piel se le
erizara y sus pezones se pusieran duros.
— ¿De de verdad? Pregunta tartamudeando.
— ¿A ti no? — ¿A mí qué? Pregunta tímida, a pesar de que Santino ya conocía todo de ella, le seguía
dando vergüenza que le hablara así.— ¿Te gusta cómo te follo Kathy? Ella trago grueso y sintió sus
mejillas arder.
—S si me me gusta… —Quisiera hundirme en ti Kathy y nunca salir de tu cuerpo, jadea el al otro lado
del teléfono.
— ¡Santino! Escucha Kathy la voz de una mujer al otro lado de la línea, mientras que el se mantiene
en silencio y un nudo se le formo en la garganta, ¿estaba con otra mujer?
— ¿Santino?
—Debo colgar, hablamos otro día, Kathy se quedo con el teléfono pegado a su oído, mirando en un
punto fijo.
— ¿Qué sucedió? ¿Acaso estaba con otra mujer y aun así se atrevió a llamarla?
De pronto viene a su mente el mensaje…El no es quien dice ser.
No pudo evitar recordar todo lo que le dijo en la tarde.

Se mía
¿Y tú serás mío?
Déjame intentarlo Kathy
Ella bufa rondando los ojos, si vaya que lo estaba intentando, hace apenas unas horas que estuvieron
juntos y el ya estaba con otra, pero ella sabía que esto podía suceder, no tenía por qué extrañarla.
*
—Ay Santino, Santino, ahora te da por enamorar chiquillas, Mmm no sabía ese lado tuyo, pensé que
solo las violabas y las vendías.
Santino se tenso por sus palabras ¿Cómo carajos lo sabía? No le tenía miedo, el no temía a nadie,
solo que no quería problemas.
Era Dalis, una de las hijas de Darío Capelli, un mafioso que Fabrizzio Santoro había matado hace
algunos años, pero los Capelli eran muchos y la nueva cabeza de la mafia de los Capelli era Dalis la
hija mayor, una perra sin escrúpulos, eliminaba a todo aquel que se le atravesaba en el camino, ella
era igual a su padre, no tiene códigos, se vende al mejor postor.
Ella suelta una sonora carcajada. —Tranquilo cariño, por tu cara veo que estas tenso.
— ¡Dalis! Que placer tenerte aquí y a esta hora.—Mmmm, quería recordar viejos tiempos y además tu
sabes que la oscuridad de la noche es perfecta para hacer negocios.
— ¿Te ofrezco algo de beber?
—Por supuesto cariño, lo que tú quieras, ella se sienta como una reina en la silla de Santino cruzando
sus piernas, mientras que él le ofrece un trago.
— ¿Te escucho Dalis? ¿Estás aquí por algo no?
Sonríe, bebiendo de su copa que Santino le había entregado.
—Quiero hacer un trato contigo y sé que te conviene, el levanta la ceja.
—¡Habla! ella sonríe pues sabía que Santino no podría resistir esta oferta.
Después de haber pasado una hora, entra Natanael al despacho de Santino, encontrándose con ellos.
— ¡Dalis! Exclama al verla. –Oh cariño, que gusto verte guapo— ella se levanta y se dirige a Nat para
saludarlo muy cariñosa refregándose en el.— ¿Tal vez tú quieras divertirte?, ya que tu hermano…mira
a Santino, no quiere divertirse conmigo.
El sonríe y la sostiene de la cintura pegándola más a él, Dalis era una mujer muy hermosa, con muchos
atributos, pero una verdadera perra.
—Por supuesto muñeca, vamos a divertirnos, si ya terminaste con mi hermanito— ella suelta una
carcajada, mientras que Santino levanta su copa en señal de que ya había terminado la conversación
entre ellos.
Ambos salen del despacho, mientras que Santino se recuesta en su silla, en eso entra Lucio.
¡Jefe! El suspira profundo.
— ¿Para qué vino esa mujer? Pregunta serio.
—A traer problemas Lucio eso es seguro, muchos problemas— contesta bebiendo de un solo trago su
bebida.
*
— ¡Santino ayúdame por favor!— ¿Que dijiste? Habla más alto, maldita puta que no te escucho.
—Por favor ten piedad de mí.
— ¿Así como tú lo tuviste? Lo único que me das es asco y ahora pagarás maldita por cada lágrima
que derrame por culpa, sufrirás lo mismo que yo, comienza a suplicar porque te espera muchos días
maldita puta.
—Llévensela de aquí, y ya saben que hacer...—Nooo, por favor Santino noo.
— ¿Por fin cobrarás tu venganza?
—Era para lo único que seguía vivo, si muero ahora creo podré morir en paz.
—No lo creo muchacho, tienes muchas deudas que pagar, lo sabes, no puedes morir hasta que no
hayas saldado tu deuda.
—Lo sé Carusso, lo sé, no tienes que recordármelo.
—Estoy condenado a esta vida.
—Todo tiene un precio muchacho.
**
— ¿Estás listo? Pregunta Natanael entrando al despacho de Santino, viéndolo pensativo.
—Nací listo mi querido hermano, nací listo. Su hermano suelta una carcajada.
—Esta noche nos divertiremos, nuevas mujeres, nuevos culos que follar.
Santino sonríe sin decir nada. — ¿O acaso ya tu polla no se te para si no es por esa niña?
—Muy chistosito me saliste—Natanael suelta una carcajada.
—Andando que somos los invitados de honor y ya quita esa cara parece que vas a un funeral ¡joder!

Llegan al club de Salvatore, hoy era la gran inauguración, el club está repleto de mafiosos, hombres
con mucho poder, mucho dinero, que vienen a saciar sus vicios, comprar mujeres, follar mujeres, a
cumplir sus más sucios y bajos instintos.
—Bienvenidos a mi club— Aparece un sonriente Salvatore quien los recibe abriendo ambos brazos
presumiendo de su nuevo club.
— ¿Qué les parece?—Me gusta contesta Santino, con una mueca de sonrisa.
—Déjame decirte Santino, que me has dado a las mujeres más hermosas, y que sacare mucho
provecho de ellas.
—Me alegra que no te haya defraudado. —Seguiremos haciendo negocios Santino eso es seguro.
—Cuando quieras Salvatore, tu solo pide y tendrás, le ofrece una sonrisa oscura mirándolo fijamente.
–Ahora solo dediquen se a disfrutar y pedir lo que quieran la casa invita mis amigos, la subasta
comenzara en minutos.
Tanto Santino, como Natanael se sientan en un área exclusiva del club para observar la subasta, beber
y disfrutar de las hermosas mujeres que ofrece el club.
El anfitrión comienza la subasta pasando de una mujer a otra, Salvatore tenía razón las mujeres eran
una más hermosas que otra, pero por alguna maldita razón ninguna de ellas llamaba la atención de
Santino, algunas tenían lágrimas en los ojos, se les notaba asustada, temerosas, y no era para menos,
habían sido secuestradas, alejadas de sus familias y ahora serian vendidas a algún hombre
degenerado para satisfacer sus oscuros deseos, de pronto Santino recordó a Kathy y le dio nauseas
al imaginarla siendo vendida a alguno de estos hombres degenerados y malditos, sintió una rabia
crecer en su interior, miraba a Natanael que se encontraba muy concentrado mirando en el escenario,
quien si disfrutaba de todo.—Yo debo irme contesta de pronto Santino, su hermano lo mira con el ceño
fruncido.
— ¿Qué ocurre, porque te vas tan rápido?
—Tengo algunas cosas que hacer, quédate tú, diviértete.
—Tú te lo pierdes, contesta Natanael y se retira del club, no sabía que carajos le pasaba, el disfrutaba
de esas cosas, le encantaba ver sufrir a las mujeres, era su mayor pasatiempo
¿Entonces por qué mierda no lo había disfrutado ni un poco? ¡Joder! ¿Qué le estaba pasando?
Definitivamente esa maldita niña no es bueno para mi negocio, me hace sentir débil y eso no es bueno,
no en este mundo oscuro, hablaba mientras se recostaba en el asiento trasero de su camioneta
frotandose el rostro con las manos.
20. Pelea
Dalis la dueña de la mafia de los Capelli le había propuesto a Santino un negocio bastante jugoso que
no podía rechazar, le cedería uno de sus territorios si secuestraba a una mujer, sus hombres eran
expertos en eso y tampoco le temblaban la mano para cometer semejante acto.
Por supuesto que a Santino le gustó la idea pues siempre había querido algunos territorios de los
Capelli para poder extender sus dominios y llegar a ser una de las mafias más grandes de Italia y en
el mundo si fuera posible, y secuestrar a alguien en algún rincón del mundo no era nada complicado
al menos para él.
—Cariño me alegro que hayas venido, aquí tengo los datos que necesitas saber acerca de esa chica.
— ¿Qué tiene esta chica? Pregunta Santino sentado en uno de los sillones en el despacho de Dalis.
—Se ha metido con el hombre equivocado, solo eso te lo diré.— ¿Todo este escándalo es por un
hombre?
—Vaya Dalis, pensé que tú no te atabas a nadie. — Mmm tienes razón cariño pero hay veces que
tengo cierto capricho por algún pobre mortal, ya ves así soy yo.
—Y que me dirás tú, si tienes un nuevo juguete, un capricho también diría yo— Santino se tensa por
las palabras de Dalis pues sabía que se refería a Kathy, y trata de desviar el tema.
—Yo no tengo ni un capricho, es solo un culo para follar y ya.
—Mmm, pero nunca te vi varias veces con la misma mujer— eso molesto a Santino haciéndolo poner
de pie y acercarse a Dalis, ella podrá ser una perra sin escrúpulos, pero él es el mismo diablo cuando
lo desafían, se acerca a ella poniendo ambas manos en los posa brazos de la silla donde se encontraba
Dalis.
— ¿Acaso me andabas siguiendo?, por eso sabes mis pasos. –Mmm cariño, hace un puchero con sus
labios, llevando una de sus manos acariciando el rostro de Santino.
—En nuestro mundo cariño, todo se sabe, a mi nada se me escapa, y no puedo creer que el gran
Santino Ferrari pueda tener una debilidad por una chiquilla.—No tengo ninguna maldita debilidad, ella
no es nada mío, ya te lo he dicho, solo que me gusta follarla.
—Mmm ¿y a mi Santino? ¿No te gusta follarme? El la jalo de la muñeca pegando su espalda a su
pecho… —No me provoques Dalis, sabes de lo que soy capaz— hablo ronco en su oído.
—Pues tú sabes también de lo que soy capaz Santino, y sabes de lo que soy capaz si me traicionas.

—Tú sabes que yo no traiciono, cuando doy mi palabra lo cumplo, mejor será que tu cumplas tu parte
del trato.
Se giró a él, pegados uno al otro. — No te preocupes por eso, ya te di mi palabra, eso debe valer para
ti cariño, en eso pega sus labios a los de Santino, el la sujeta del cuello y la besa rudo, mientras que
Dalis lleva sus manos al miembro de Santino que ya se encontraba muy duro.
El gruñe por su acto y la besa aún más rudo, la gira y le pone en cuatro recostada en el escritorio,
levanta su corto vestido y hace a un lado su braga.
Dalias extiende su mano y le ofrece un preservativo él lo toma y se lo pone rápidamente, sin darle
tiempo se introduce en ella duro, hasta el fondo sin darle tregua.Comienza a embestirla rudo, fuerte
como queriendo desgarrar todo dentro de ella.
Dalia gime, jadea y grita por lo bruto que era Santino, pero le encantaba la forma en que la follaba.
—Ya extrañaba esto Santino, el la sujeta del pelo y la jala hacia atrás sin dejar de penetrarla, Santino
cierra el ojo echando su cabeza hacia atrás, y de pronto viene a su mente el rostro de Katherine y sus
palabras.
¿Y tú serás mío Santino?
Paró completamente sus embestidas, saliendo de su interior. — ¿Que ocurre porque paras Santino?
—Perdóname Dalis tengo cosas que hacer. — ¿Estás demente? ¿Me dejarás así? A medio follar,
espeta enojada.
—Lo siento, no debió ocurrir, vine para hacer negocios no para follar. —Te hubieras negado antes de
empezar.—Lo siento debo irme, se me hace tarde, se ajusta el pantalón tirando el preservativo y sale
del despacho dejando a una muy furiosa Dalis.
La verdad era que las palabras de Kathy habían hecho efecto en él, él le había pedido que sea suya,
pero él no podía mantener su palabra.
Santino salió furioso de allí, definitivamente iría a buscar a Kathy, se odiaba porque no quería que
Dalis tenga razón, no quería que Kathy este convirtiéndose en una debilidad para él, él no podía tener
ninguna jodida debilidad, él es un mafioso en su mundo no existe la debilidad, recuerda lo que su
amigo Fabrizzio sufrió cuando secuestraron a su mujer y mataron a su hijo, eso él no quería.
Llego a la Universidad, espero y espero pero Kathy nunca apareció, eso lo comenzaba a desesperar,
marco el número de Kathy pero nada no había respuesta.
— ¡Joder! Donde mierda está.De pronto ve salir a una de sus amigas, Julieth con quién suele estar,
se acercó a ella.
—Perdona, emm podría preguntarte por Katherine.
Julieth la mira con el ceño fruncido, duda en decirlo pero después de un momento contesta.
—Ella se retiró temprano pues tenía consulta en el hospital. — ¿Acaso está enferma?
Julieth suspira. —No, solo es el control de su bebé.
De pronto el corazón de Santino comenzó a latir frenéticamente, al escuchar eso.
—Entiendo, emm ¿no sabrías dónde?
—Creo que en el sanatorio Santa Mónica.
El asiente. —Muchas gracias— se gira y se sube de nuevo a la camioneta.
—Al santa Mónica, ordena al conductor.
Mientras tanto marca el número de Natanael.— ¡Hermano! Encárgate del cargamento de armas que
llega en dos horas, yo no podré tengo asuntos que atender.
— ¿Ese asunto, se llama Katherine? Bromea su hermano al otro lado, Santino gruñe y cuelga.
Estaba comenzando a odiar que todos sepan lo de Katherine, no le gustaba eso y no era por nada,
sino que no quería exponerla a ella en su mundo de mierda.
Llegaron al hospital, y pidió a sus hombres que busquen el coche de Kathy, localizaron muy rápido y
Santino se bajó y se recostó por él para esperar a Kathy.
Después de 15 minutos ella salía del hospital, no se había percatado de la presencia de Santino pues
venía perdida en su mundo con la cabeza agachada, derramando algunas lágrimas, pues era su
ecografía pudo ver a su bebé en la pantalla, pero Santino no estaba con ella, le hubiera encantado
que el padre de su hijo estuviera ahí junto a ella, diciéndoles cuánto la amaba y que todo saldría bien,
verla así cabizbaja extraño a Santino.— ¿Por qué estás triste pequeña? Habla Santino con esa voz
ronca que hacía erizar su piel al instante.
Ella salta del susto y luego rueda los ojos al verlo.
— ¿Qué haces aquí?
—Vine a verte, ¿por qué estás molesta?
Ella bufa, caradura, murmura pero Santino logro escuchar, sabía a qué se refería, sabía por qué estaba
molesta.
— ¿Estás molesta por lo de ayer?
—No me interesa, muévete que quiero subirme a mi auto, debo llegar a casa.—
¡Kathy! Murmuro suave, esa mujer no era nadie.

Ella rueda los ojos.—Si como sea, déjame ir por favor Santino, todo lo que me dijiste el otro día eso
de que te ayude a mejorar y que yo sería tuya y tu mío, está olvidado ¿sí? Déjame vivir mi vida y tú
vive la tuya.
—No Kathy, no quiero eso, déjame explicarte.
—No tienes por qué Santino de verdad, tú no eres nada mío, no me tienes que dar explicaciones de
con quién follas y con quién no.
—Soy el padre de tu hijo. —Sí, solo eso pero eso no te da derechos a nada ni a mí tampoco.
—Vayamos a comer algo nena y hablemos.
—No tengo hambre— era una vil mentira porque Kathy moría de hambre ahora con su embarazo no
podía dejar de tener hambre a cada rato, es más había subido un par de kilos, la verdad se veía
hermosa ante los ojos de Santino, quien no podía dejar de mirarla desde su rostro hasta sus hermosas
y largas piernas.— ¡Kathy! La sujeto de la mano acercándose a ella, sólo falto eso para romper en
llanto pues toda esta situación le afectaba, y con su embarazo encima todo le afectaba el doble,
Santino no dudó en abrazarla, la atrajo hacia él y la pego a su pecho mientras le acariciaba su espalda
y dejaba besos en su cabeza.
—No llores hermosa por favor, perdóname sí.
—Déjame invitarte a comer por favor, déjame hacer aunque sea eso por ti, la sostuvo del rostro y
seco sus lágrimas con sus pulgares.
—Eres hermosa Kathy, ella reía y lloraba al mismo tiempo.
—Te puedo pedir algo Santino— el la miraba fijamente y luego asintió.
—Bésame, bésame como si me amaras, como si fuera la última vez que nos veríamos.
—No digas eso pequeña, a él algo apretaba a su pecho, se odiaba por hacerle esto pues no se
merecía, ella era un verdadero ángel.
Y la besó, primero acariciando sus labios con los de él disfrutando la suavidad de su boca, y fue
profundizando el beso, pero sin ser brusco, no, era uno suave, apasionado, estuvieron así por largos
minutos hasta que se despegaron.—Anda, vamos a comer y a darle de comer a ese pequeñín, tocó
su abdomen y Kathy sintió volar por el aire ante su acto, fue lo más tierno que él pudo hacer.
Ni él se había dado cuenta de lo que había hecho, con Kathy él definitivamente él era otro.
Subieron a la camioneta, llegaron a un restaurante y ordenaron.
— ¿Cómo está el bebé? Pregunta de repente y ella se sorprende por su pregunta.
—Emm, está muy bien. — ¿Cuánto tiempo tiene?
—Serán dos meses, sonrió al recordar su ecografía como latía su pequeño corazón, definitivamente
lo amaría y lo protegería con su vida pues era un pedacito del hombre que amaba.
— ¿Aun no te dijo que será?
—Kathy suelta una Carcajada, y a él le fascinó eso verla reír era lo que más le gustaba.
—Aún es muy pronto para saberlo, tal vez dentro de 3 meses más ya lo sabremos.
— ¿Y qué te gustaría que sea? Ella se encoje de hombros. —Me da igual, lo amaré de todas formas.—
Serás una buena madre Kathy no como... Hizo silencio por un momento.
—Lo intentaré Santino lo importante es que lo amo y siempre lo amaré.
Después de más o menos una hora Santino dejo a Kathy en la entrada de su casa.
Estuvo triste pero luego al ver a Santino y pasar un rato con él se sintió mejor, ella creía que él estaba
cambiando, eso era seguro por su forma de actuar con ella.
Llego a su casa por suerte ni Paula ni Dante habían llegado pues no quería volver a mentirles, se
dispuso a jugar un poco con sus hermanitos y luego fue a su habitación a terminar los pendientes de
la universidad.
Estaba en su habitación cuando escucha pasos afuera, giro hacia la puerta cuando por ella entra un
Dante más que furioso.
—Me puedes explicar que carajos, haces viendo a ese tipo.
Espeta furioso Dante entrando en la habitación de Kathy seguido de Paula quien la mira fijamente, su
corazón late a mil por hora.— ¿Qué, que dices? Pregunta Kathy tartamudeando, es entonces que
Dante le avienta algunas fotos de ella con Santino, Dante estaba furioso y no media sus actos y sus
palabras, estaba furioso porque ella les había mentido todo este tiempo.
Kathy las levanta y ve fotografías de ella con Santino, besándose, en la camioneta de él, entrando y
saliendo de su casa, en el hospital y una foto de ella besándose con el hoy en el Santa Mónica, ella
abre grande los ojos y comienza a lagrimear.
—Papa, yoo...—Yo que ¡carajo! Espeta Dante fuera de sí, le molestaba de sobremanera que Kathy
seguía siendo una tonta y viéndose con ese hombre.
—Katherine eres una mentirosa, te prohibimos que vuelvas a ver a ese hombre y tú en lugar de eso
mientes y te ves a escondidas con él, que es lo que quieres de él.
— ¡Cálmate Dante! Exclama Paula sosteniéndolo del brazo.

—No me calmo nada Paula, ella nos mintió por culpa de eso ahora está embarazada, y ahora sigue
con ese maldito bastardo.—Yo lo amo, y él es el padre de mi hijo, contesta Kathy llorando...—Él está
cambiando conmigo.
— ¿Cambiando? Ay por favor Katherine ese hombre no tiene corazón ni alma, esa clase de hombres
nunca cambian, solo está jugando contigo, solo te tiene como su juguete.
—No tienes derecho a tratarme así, ni a decirme esto.
—Tengo todo el derecho Katherine, soy como tú padre.
—No lo eres, grito Katherine ya completamente fuera de sí— Eso sorprendió a Dante porque Kathy
jamás había levantado la voz.
—No eres mi padre, ni tú eres mi madre le grito a Paula.
¡Kathy! La reprendió su hermana.
—No, Kathy nada, estoy harta de que quieran controlar mi vida, estoy harta de que me traten como a
una niña que no sabe valerse por ella misma creyéndose mis padres.
—Mi madre murió hace muchos años, y mi padre me abandono, ya no tengo más padres.—Entonces
si no soy tu padre ni Paula tu madre harás lo que yo te diga mientras vivas aquí bajo mi techo.
—Pues sabes que, puedes ir a ordenarle a otra porque ya no pienso vivir un segundo más aquí.
¡Katherine ven aquí!
Grito Paula, mientras que ella sale corriendo de su habitación agarrando las llaves de su auto, ya no
quería estar un segundo más ahí, ya estaba harta de todo el mundo, su vida se había convertido en
una miseria, ella no era feliz.
Agradecía todo lo que Dante y Paula habían hecho por ella pero ya no aguantaba tener que vivir con
sus reglas hacer solo lo que ellos querían siempre ella quería vivir.
**
¡Dante! Espeta Paula llorando. —Iré a buscarla.
—Tranquilízate Paula, va a volver solo está alterada no le va suceder nada.—Y si le sucede algo, ella
está embarazada Dante, has sido muy duro con ella.
— ¿Duro? Estás escuchándote Paula, yo quiero a Kathy no permitiré que ese hombre arruine más su
vida, tenía toda una vida por delante y la embarazó, es un hijo de puta, y ella nos mintió tiene que
entender que ese hombre no va a cambiar jamás, es una maldito mafioso Paula— grita Dante más
que enojado, mientras que Paula se sienta en la cama y llora amargamente.
Katherine no había llevado ni siquiera su teléfono pues Paula observó que encontraba en su cama.
Dante se sienta a su lado abrazándola.
—Tranquila pequeña, dejaremos que se calme y más calmados todos hablaremos ¿Bien?
—Ay Dante, ella es mi hermanita la adoro no quiero que le pase nada.
— Y no ocurrirá nada, cálmate, te amo, esperaremos un rato luego mandaré a mis hombres y a Jorge
a buscarla, de seguro está por ahí nada más o en la casa de alguna de sus amigas.
—Espero tengas razón Dante.Kathy lloraba amargamente, no sabía a dónde ir, pero no volvería a la
casa de Dante eso era seguro, entonces no lo pensó dos veces y condujo hasta la mansión de Santino,
estaba destrozada, no podía creer que Dante la había mandado seguir.
Era su vida, su maldita vida no podían hacerle eso.
Llegó a la mansión con los ojos totalmente rojos, en la entrada pide ver a Santino le abren el portón y
entra hasta la entrada ahí la recibe Natanael que al verla se preocupó, llegando rápidamente junto a
ella.
— ¿Que te ocurrió?
Volvió a romper en llanto. — ¿Se encuentra Santino?
La miro fijamente sin decirle nada. —Si pero está en una reunión.
—Necesito hablar con él es muy urgente. — ¿Te sientes bien? Volvió a preguntar.
—Sí, solo necesito hablar con tu hermano por favor.
—Está bien, suspiro, vamos te llevo, suben escalera arriba pies Santino se encontraba en su
despacho.Solo que Kathy jamás pensó ver lo que estaba por ver cuando Natanael abrió la puerta del
despacho, Santino se encontraba con Dalis, y no en una buena situación ella se encontraba de rodillas
haciéndole una mamada a Santino mientras que él estaba parado con la polla en la boca de Dalis
desnudo de la cintura para abajo, Kathy salió detrás de Natanael, y el corazón se le destrozó por
completo con lo que acaba de ver.
Rápidamente Santino empuja a Dalis y se sube el pantalón, Dalis sonríe limpiándose la boca.
¡Katherine! Exclamo Santino.
Ella solo quería morir, ya nada le importaba.
—Eres un cínico, le grito, Santino no mostraría debilidad ante ella pues Dalis se encontraba ahí, no le
demostraría que Kathy era su punto débil, no permitiría que nadie le haga daño, aunque él ya lo había
hecho bastante.

—Lo siento Katherine— es todo lo que dijo mientras que Dalis sonrió abrazando de los hombros a
Santino.
Natanael niega apenado cuando se giró hacia Kathy ella ya había salido corriendo, ya no tenía nada
que hacer ahí, ya no pertenecía a ningún lugar estaba completamente destrozada y se sentía muy
sola.Escuchaba el grito de Natanael pero ya no quería escuchar a nadie arranco su auto y salió a toda
prisa, le abrieron el portón por órdenes de Natanael y se marchó de ahí, no dejaba de llorar, ni siquiera
podía ver el camino y ya era de noche, ya estaba muy oscuro.
No sabía qué hacer, no sabía a dónde ir, ni siquiera tenía su maldito teléfono lo había dejado en la
casa de Dante, seguía manejando pérdida sin rumbo lloraba sin contenerse pidiéndole ayuda a su
difunta madre, cuando de pronto otro auto la embistió con toda sus fuerza, lo único que ella pudo ver
es la luz brillante del auto que la había chocado luego ya no supo más, pues había sufrido un grave
accidente.
21. Dolor
Las personas que habían presenciado el accidente, pidieron rápidamente una ambulancia, intentando
sacar a Katherine del auto, se encontraba gravemente herida, el conductor del otro automóvil estaba
bastante afectado pero no había tenido la culpa, Kathy había cruzado el semáforo en rojo sin darse
cuenta por el estado en que se encontraba.
Después de varios intentos habían podido sacarla del automóvil, aún tenía pulso aunque muy débil,
en cuestión de minutos ya habían llegado los paramédicos, la suben con cuidado a la ambulancia para
llevarla al hospital más cercano, pues no podían esperar mucho tenía varias heridas en todo el cuerpo
y su pulso era muy débil.
El hombre que le había chocado fue con ellos al hospital pues también tenía varios cortes por el
impacto pero la peor parte se la había llevado Katherine al ser embestida directamente, el pobre
hombre no podía dejar de llorar era la primera vez que chocaba a alguien y estaba temblando de
nervios.
Al llegar rápidamente la ingresan a urgencias para tratar de salvarla.—Amor ya paso más de una hora
y Kathy no vuelve, ni siquiera llevo su celular para poder llamarla— Paula estaba desesperada
caminando de un lugar a otro no podía dejar de pensar que algo malo le pudo haber pasado.
—Tranquila pequeña, ya Jorge y mis hombres salieron a buscarla...— ¿Pero Dónde Dante dónde? Si
ni siquiera sabemos dónde fue.
—Por qué no llamas a una de sus amigas.—Es cierto como no lo pensé antes, joder— busca el número
de Dania en el celular de Kathy, pero ella no sabía nada, luego llamo a Julieth y tampoco sabía nada,
eso comenzó a desesperar la aún más.
En último caso llamo a Orlando para saber si estaba con él pero tampoco le dio buenas noticias porque
Kathy no se encontraba ahí.
—Dante, ¿tú crees que pudo haber ido a la casa de ese hombre?
—No lo creo, Dante se pasa la mano por el pelo pues no había pensado en esa posibilidad.
—Si así fuera lo único que hicimos fue meterla en la boca del lobo Dante. —Tranquila llamaré a
Fabrizzio es el único que puede ayudarme a saber si Katherine está ahí o no.Dante llama a Fabrizzio
y le contesta al segundo toque. —Viejo a que debo el placer de tu llamada.
—Fabrizzio, necesito un favor. —Dime en que te ayudo.
—Tuvimos una pelea con Katherine y se fue de la casa no sabemos dónde está, pensamos quee.
— ¿Que Dante? —Temo que haya ido a la casa de Santino.
— ¿Y por qué iría ahí?
—Santino seguía viendo a Kathy, Fabrizzio por eso fue la pelea y creemos, creo que se fue a buscarlo.
— ¡Joder Dante! Déjame te averiguo, te aviso en unos minutos. —Gracias hermano.
— ¿Que te ha dicho?
—Ahora lo va a averiguar pequeña, tranquila.
— ¿Y si está ahí Dante, que haremos? Ese hombre no es bueno para ella, es un maldito mafioso.—
Ya por favor cálmate Paula, no ganas nada poniéndote así, Kathy está bien Ok, y la iré a buscar si es
así, no dejare que se quede con ese bastardo.
Dante abraza a Paula, en eso suena su teléfono.
—Dime Fabrizzio...—Esto no te va a gustar Dante.
—Joder viejo, solo dilo—Paula mira con el ceño fruncido a Dante.
—Estuvo ahí...— ¿Como que estuvo?
—Sí, estuvo y creo que sucedió algo y ella huyó de ahí.
—Joder, joder Fabrizzio, ¿Que sucedió?
—Eso ya no lo sé Dante. ¡Mierda! Espeta Dante.
Iré para allá Dante, dame treinta minutos y veremos qué hacemos, ¿ya llamaron a sus amigas?
—Si Paula ya lo hizo pero no está con ninguna de ellas. —Ok, nos vemos en un momento.

Pasó treinta minutos en lo que llega Fabrizzio.—Gracias por venir...—Tranquilo viejo ya mis hombres
la están buscando también, la encontraremos.
Fabrizzio saluda a Paula quien está desesperada por saber de Kathy, sentía algo, un presentimiento
de que algo había sucedido y eso la tenía peor.
En eso suena el teléfono de Dante, era Jorge su chofer y mano derecha.
—Dime Jorge...—Señor esto no le va gustar para nada.
—Habla Jorge de una vez. —Encontramos el auto de la señorita, Dante al escuchar eso todo su cuerpo
se tensó. — ¿Y ella Jorge?
—No está, el problema es otro. — ¿Dime Jorge que mierda sucedió?
—El auto de la señorita sufrió un grave accidente al parecer, Dante de un momento a otro se sintió
fatal al escuchar eso, sintió un frío recorrer toda su columna vertebral, pues si algo le había sucedido
sería su culpa y jamás se lo perdonaría y estaba seguro que mucho menos su esposa, Paula y
Fabrizzio lo miraban fijamente.
— ¿Que sucedió Dante? Pregunta Paula sin contener el llanto pues temía lo peor y por la cara de
Dante sabía que algo había sucedido.—Jorge, averigua en que hospital se la llevaron ahora. Espeta
Dante y Paula sintió que su mundo se vendría encima, tuvo que sujetarse de Dante quien rápidamente
la sostiene pues había sentido un mareo al escuchar eso.
— ¿Que, que fue lo que sucedió Dante, donde está mi hermana? pregunta sin contener el llanto.
—Paula, encontraron el auto de Kathy— cruzan miradas con Fabrizzio. —al parecer Kathy sufrió un
accidente.
—Noo, noo Kathy no, Dante te lo dije, te dije que algo podía haberle sucedido, noo, comienza a gritar
Paula, Dante la abraza cayendo con ella de rodillas al suelo.
— ¿Dónde está Dante, donde se la llevaron?
Fabrizzio se mantuvo tenso, sabía que esto había sido causa de Santino y por su bien esperaba que
Katherine se encuentre bien.
—Jorge está investigando. —Quiero saberlo, necesito saberlo Dante, mi hermanita no, ella no puede
morir.
—Eso no sucederá Paula, ella estará bien, tienes que tranquilizarte por favor.—No me pidas eso Dante
después de que hemos sido los culpables de que le haya sucedido eso, llora desconsoladamente y a
Dante se le partió el alma, vuelve a recibir la llamada de Jorge.
— ¿Dónde Jorge? Es lo único que dice al contestar.
—Al hospital regional, está a 15 minutos. —Sí, se dónde queda, vuelve a la casa...—Sí señor.
Es todo lo que Dante dice cuando cuelga. — ¿Donde la llevaron Dante?, pregunta Fabrizzio.
—Al hospital regional debemos irnos ya, ya.
Paula habla a Natalia la niñera encargándose a sus hijos y salieron rápidamente de la casa al hospital
donde se encontraba Katherine.
Dante manejaba como loco solo quería llegar y Paula estaba deshecha sintiéndose culpable por el
accidente que había sufrido su hermana.
*
—Vaya Santino, ¿esa chiquilla no es la que te tiene comiendo de la mano? comento Dalis en forma
burlona, Santino se tensó, su mente era un completo caos, ver a Kathy parada en la puerta mirándolo
con esos ojos que transmitían tantas cosas y una de ellas dolor y decepción, dolor que él le había
causado, ¿Que hacia ella ahí a esta hora? No justifica para nada lo que estaba haciendo con Dalis
pero es que era tan perra que sabía cómo envolverlo, se maldijo por no haberse podido aguantar.
—No digas estupideces, nadie me tiene comiendo de la mano y menos una mocosa como ella, espeta
furioso, con ella y con él por haber sido tan maldito con esa niña, no se merecía esto definitivamente
debía alejarla de él, sabía que eso sería muy difícil pues estaba empezando a sentir más que atracción
por ella, pero no sé ataría a ninguna mujer, ya ninguna mujer lo tendría en sus manos eso había jurado
al matar a su madre, esa mujer que tanto daño le había causado.
—Pues a juzgar por su reacción y sus ojitos, Mmm llorosos—hablo Dalis haciendo un puchero como
de niña inocente con sus labios, en forma de burla— no le gusto lo que vio.
—No me interesa lo que vio Dalis, yo soy libre no me ato a nadie, las mujeres vienen y van, así de
sencillo.
—Así que no insinúes cosas que no son, espeta enojado...—Cariño tampoco te pongas así, comenzó
a acariciarle el pecho, dejando un suave beso en sus labios.—Dalis viniste para hacer negocios, si ya
no tienes nada que decir te pediría que te retires por favor.
—Negocios, sexo, más negocios, están enlazados cariño así es esto y no negaras que te encanta eso.
—No te lo niego pero no es bueno mesclar sexo con negocios tampoco. —Mm tú te lo pierdes
entonces.
—Me voy Santino un gusto negociar contigo, aprieta la polla de Santino por encima de su pantalón y
él se estaba conteniendo lo más que podía para no agarrarla del cuello, era una mujer hermosa en

verdad podría levantar hasta a un muerto, pero después de lo que ocurrió con Kathy está comenzando
a fastidiarla no es su culpa del todo por qué él pudo haber dicho que no, pero no podía demostrar que
sentía una debilidad por esa niña, Dalis es peligrosa y completamente loca no dudaría un segundo de
hacerla desaparecer si así lo quisiera, mejor hacerla creer que esa niña no es nada para él, así no
tendría armas contra Santino pues sabía que ella no era de fiar, ella era la perra de la mafia.
Sale de su despacho y él lo único que hace es marcar el teléfono de Katherine pero nada.¡Maldita sea!
Gruñe al no recibir respuestas.
— ¿Que esperabas Santino?
Natanael parado en el marco de la puerta, él se giró a mirar a su hermano.
— ¿Por qué carajos la dejaste entrar?
— ¿Ahora me culpas de tus actos hermano?
—Primero, no sabía lo que estabas haciendo, no imaginé que estarías follando con esa perra, segundo
no pensé que esa niña te importaría tanto.
—Está esperando un hijo mío, carajo—grita enojado.
—Ay por favor Santino no me vengas con esa estupidez, de qué solo es por eso, acepta que sientes
algo por ella, ¿Acaso está prohibido?
— ¿Acaso no puedes darte la oportunidad de amar?
—Amar, amar, al carajo con amar, a un mujer no se la ama, ni nada de esa estupidez, yo no soy como
tú que juega al estúpido enamorado para que luego le vean la cara de estúpido como lo hizo Daniela
contigo.—Fue mi decisión carajo, fue mi maldito problema grita Natanael, odiaba tocar el tema de
Daniela, la amo más que a nada, más que a nadie y nadie tenía el derecho de ensuciar su nombre, ya
no estaba, no permitiría que nadie hablara mal de ella.
—Perdóname Natanael, pero no me gusta que metan a Katherine siempre. Tampoco soy nadie para
juzgar a Daniela. Natanael solo negó triste, aun dolía, su recuerdo dolía, su amor seguía ahí por ella,
jamás nadie podrá reemplazarla, siempre seria su palomita, esa mujer que le enseño a amar. —
¿Dónde está Nata? Preguntó Santino.
Su hermano niega—No tengo idea, salió de acá visiblemente afectada.
Santino golpea la pared con su puño ¡Maldita sea! Soy un bastardo hijo de puta, eso es lo que soy.
— ¿Que hacía ella aquí? Pregunta Santino exaltado, Natanael negó, tampoco sabía solo que había
llegado llorando.
—Solo pidió verte, insistió mucho así que la deje pasar.—No vuelvas a hacerlo Nat, no es por mí es
por ella, tú sabes que Dalís está loca y si se entera que Kathy es mi jodida debilidad— Se calla
abruptamente por lo que acaba de confesarle a su hermano a viva voz, Nat lo mira y sonríe.— ¡Cállate!
Ni una palabra de eso, advierte Santino señalando lo con el dedo índice.
—Solo quería escucharte decirlo en voz alta lo que se nota de lejos no necesita anteojos viejo, hasta
un ciego podría darse cuenta de lo que sientes por ella.
Niega—No quiero esto, no para ella, este mundo no le pertenece o más bien, ella no pertenece a este
asqueroso mundo, y no dejare que ella ni mi hijo sufran por mi maldita culpa.
—Lo raro es que acaba de llamarme Fabrizzio, habla Nat llamando la atención de su hermano, frunce
el ceño acercándose a él. — ¿Que quería? ¿Por qué te llamo a ti?
—Y más raro aún que pregunto si Katherine estuvo aquí, eso extraño mucho a Santino, para que
Fabrizzio preguntaría por ella, algo debió haber ocurrido.
—Algo debió haber ocurrido, Nat asiente.
—Llamare a Fabrizzio, después de unos toques Fabrizzio atiende la llamada.
— ¿Fabrizzio que ocurrió?
—Eso es lo que yo debería preguntarte a ti no te parece Santino. — ¿De qué estás hablando?
— ¿Que le hiciste a Katherine? Santino trago grueso y se tensó por las palabras de su amigo, pues
sabía lo que había hecho.
—Kathy me encontró con Dalís—suelta sin más, él nunca le mentía a su amigo.
—Eres un hijo de puta Santino ¿Que carajos te pasa?
—Lo sé, pero necesito saber de Kathy. —Lo único que te diré Santino que si Kathy no sale de esta
date por muerto, porque De Luca no te perdonará esta vez.
— ¿De qué carajos hablas? Grito Santino ya bastante nervioso y alterado.—Katherine sufrió un
accidente, al parecer después de salir de tu casa. Santino quedó en shock ya no escuchaba a
Fabrizzio, se le había cortado la respiración.
— ¿Accidente?
—Sí, ahora vamos para el hospital no sabemos nada de ella, ni siquiera si está viva, debo colgar estoy
al volante.
Santino retrocedió sentándose en su silla, mirando el teléfono, no podría creer lo que estaba
escuchando Kathy, su Kathy había sufrido un accidente y todo había sido su maldita culpa, nunca se
perdonaría que este muerta por su culpa.

— ¿Que sucedió Santino?, pregunto Natanael.
Levanto la cabeza, ni siquiera pudo interpretar las palabras de su hermano...— ¿Que mierda sucedió?
—Katherine, Kathy sufrió un accidente después de salir de aquí—Nat se ha puesto pálido, no podía
creer lo que escuchaba, Kathy le importaba, le gustaba ya para que negarlo aunque fuera de su
hermano.
— ¿Qué hiciste Santino? Pregunta Nat con la voz cargada de amargura. Dante y Paula llegaron
rápidamente al hospital seguidos de Fabrizzio, preguntan si habían ingresado una mujer
recientemente, le habían dicho que si hace más o menos una hora, una mujer joven que había sufrido
un accidente había sido ingresada a urgencias.
Dante se acercó a unos de los doctores pero no le habían dado respuesta, los tres estaban
desesperados.
Siguieron esperando, pero ya no aguantaban, nadie les daba respuesta de ella, hasta que sale un
doctor del área de urgencia.
Es Paula la que hablaba ahora destrozada. —Doctor por favor necesito saber si mi hermana se
encuentra aquí, había sufrido un accidente de tránsito, es una chica rubia muy joven, por favor
necesitamos saber de ella nadie nos ha dado respuesta estoy desesperada por favor.
El doctor la mira apenada. —Espéreme un momento iré a ver, el doctor regresa por donde había salido
y luego de cinco minutos regresa.
— ¿Cómo es el nombre de la paciente?
—Katherine Ricci contesta Paula rápidamente, el doctor tenía su carnet de conducción en la mano,
era lo único que tenía, el hombre que la había chocado lo saco de su automóvil para saber de quién
se trataba.El doctor miro el carnet y le entrego a Paula, ella lo toma y comienza a llorar Dante la
abrazo pegándola a su pecho. — ¿Cómo está doctor?
—Seré sincero, está muy grave, tiene varias fracturas los golpes son muy graves, y tuvimos que hacer
una intervención de urgencia.
— ¿Intervención? Pregunta Dante con el ceño fruncido se sentía fatal, después de todo si él no le
hubiera reclamado nada, nada de esto hubiera ocurrido, no había otro culpable aquí más que él.
—La señorita estaba embarazada. — ¿estaba? Pregunta Fabrizzio desde atrás, el doctor afirma
levemente.
—El golpe fue severo, tiene rota dos costillas, tuvimos que hacer una intervención quirúrgica, el feto—
se calla un momento— lamentablemente no sobrevivió.
—Eso no es cierto, Hablo Santino detrás, estaba parado junto a Natanael, había escuchado todo,
todos giraron a verlo, se le notaba destrozado.
—Mi hijo no puede estar muerto.
22. Nunca mas
Santino se encontraba parado junto a Natanael, escuchando lo que el doctor acababa de decir, el feto
no había sobrevivido, él podría ser un hijo de puta, el peor perro del mundo pero no era un feto, era su
hijo, sintió un dolor clavarse en el pecho pensar que en un segundo lo había perdido todo, porque así
era, había perdido a su hijo y no sabía si a Kathy también.
Todos los presentes se giraron hacia Santino, Dante al verlo sintió una furia arder en su interior.
— ¿Que carajos haces tú aquí? Espeta Dante acercándose a Santino, ambos mirándose fijamente
pues Santino no se intimidaba por nadie.
— ¿Ya no fue suficiente todo lo que ya hiciste?
—Cálmate Dante, habla Fabrizzio detrás de él, observando a Santino. —Este tipo no tiene nada que
hacer aquí, escupe furioso.
—Era mi hijo, contesto Santino dolido.
—Ay por favor eres un cínico, hablo Paula detrás, ¿Ahora te importa tu hijo? Santino respiraba
agitadamente, apretando los puños conteniéndose para no armar un escándalo en medio de todas
esas personas que se encontraban ahí.—Señores les pido que vayan otro lado a discutir, este es un
hospital y deben respetar y guardar silencio, habla el doctor escuchando y observando todo lo que
estaba ocurriendo.
—Salgamos afuera Santino, le habló Fabrizzio acercándose a él, tratando de calmarlo.
—Vete de aquí, no vuelvas a parecerte por aquí maldito hijo de perra, escupe Dante, enojado por todo
y más con el mismo pues sabía que esto era en gran parte su culpa y para mitigar su dolor se lo
tomaba con Santino, quien también se merecía eso y más, por haber desgraciado la vida de Katherine.
—Volveré, no me podrás prohibir nada De Luca, ni tu ni nadie, espeta con voz ronca mirando también
por detrás de él observando a Paula, como advirtiéndoles que no dejaría a Kathy a no ser que ella se
lo pidiera.
Se gira y salen los tres Santino con Natanael, seguido de Fabrizzio.
Dante se queda parado mirando por dónde salió, se gira lentamente observando a su esposa que se
encontraba con el rostro rojo de tanto llorar y temblando ante esta desgraciada situación.— ¡Amor!

Exclama Paula acercándose a Dante abrazándola. —Perdóname pequeña, perdóname por favor, la
abrazaba muy fuerte pegándola a su cuerpo.
—Fue mi culpa, yo la obligue a esto, no hay nadie más culpable que yo aquí.
Paula niega escondiendo su rostro en su pecho.
—No es solo tu culpa Dante, la mía también y de ese hombre, que no sé con qué cara aparece ahora,
¿Qué es lo que más quiere?
El doctor vuelve a donde se encontraban Paula y Dante.
— ¿Doctor cómo está mi hermana?
—No les voy a mentir está bastante delicada señora, el doctor los mira apenado. —Está en terapia
intensiva.
— ¿Vivirá? Pregunta Dante.
—Por ahora está en un estado bastante delicado, pero haremos todo lo posible, espero no se presente
complicaciones, gracias a Dios, no tiene órganos internos afectados, como ya les comenté solo fuertes
golpes, dos costillas rotas y el brazo izquierdo fracturado, sigue inconsciente, veremos cómo
evoluciona con las horas.Paula jadea al escuchar lo que decía el doctor, no podía perder a su hermana.
—No podremos verla ¿verdad?
—Me temo que no señora, estando en terapia intensiva no podrá verla nadie, si evoluciona
favorablemente la pasaremos a una sala de terapia intermedia. — ¿Doctor no podríamos llevarla a
otro hospital? El doctor niega, no es conveniente moverla, es probable que no resista, además lo que
le hagamos acá se lo harán en el otro hospital, más de eso no se puede hacer, solo depende que tan
fuerte sea la paciente.
—No, no puede ser, por Dios, sollozaba Paula.
—La verdad señora debe dar gracias a Dios que su hermana aún siga viva, según cuentan el choque
fue muy fuerte, pudo ser peor.
—Gracias doctor, manténgannos al tanto de su evolución por favor.
—Por supuesto, solo resta esperar. —es todo lo que dice y gira para volver por donde salió.
—Dante que haré si pierdo a mi hermanita.
—Eso no va a suceder pequeña, mírame, ordena, levanta su rostro—Kathy va a estar bien, va a salir
de esta, ella es fuerte, recuerda cómo salió de su enfermedad, esto no es nada pequeña.—Ay Dante,
como le diré que perdió a su bebé, no me va a perdonar jamás, ella quería a su hijo.
—A quien no creo que perdone jamás es a mi Paula, y no la voy a culpar, estaría en todo su derecho.
Esperaremos Paula y veremos qué sucede, vamos a calmar nos por favor, te amo pequeña, no quiero
verte así por favor.
*
— ¿Qué te pasa Santino, porque apareces así aquí? Espeta enojado Fabrizzio con su amigo, sabía
que él no sería bien recibido.
—¿Y por qué no eh?, carajo es mi hijo, mi hijo, bueno era mi hijo ahora ya no está, no está, grita dolido,
furioso, llamando la atención de muchas personas, Natanael por su parte se mantuvo en silencio, no
podía decir nada, no salían las palabras, no podía creer que esa hermosa niña, este pasando por todo
esto, y que haya perdido a su bebé, tenía la esperanza de que Santino cambiará con este bebé y
ahora, ahora ya no hay nada, sabía que Kathy no lo perdonaría jamás, todo lo que había se derrumbó
y la culpa solo la tenía su hermano.
Por no haber tomado las cosas en serio, pero aun así lo amaba era su única familia no quería verlo
hundido en esta vida de miseria que llevaba, porque aunque tenía mucho dinero, tenía mucho poder,
solo vivía en la miseria de no ser feliz y todo por su oscuro y cruel pasado.— ¿Ahora te importa
Santino? Pregunto irónico Fabrizzio aunque veía reglamente mal a Santino, era difícil creer que podría
haber amado a ese bebé.
—Aunque no lo creas siempre me importó, puedo ser un hijo de perra Fabrizzio, puedo ser una mierda
de hombre, pero si lo quería. Sus palabras sonaron tan sinceras que Fabrizzio sintió pena por él, era
la primera vez que sentía pena realmente por su amigo.
—Debes irte, Dante no dejara que te acerques a ella.
—Ese hijo de puta— espeta —se cree el mejor, el intachable, pero no es mejor que yo, por tener una
vida perfecta no es mejor que yo, carajo, grita golpeando con su puño la camioneta, sus hombres solo
observaban la escena parados afuera de los vehículos en que se movían, incrédulos por ver de esa
manera al inquebrantable Santino Ferrari, sufriendo por haber perdido a su hijo, nadie podía creerlo.
—Escúchame bien Fabrizzio, gira levantando su dedo índice—Ni él ni nadie me va a alejar de Kathy,
solo ella puede hacerlo, solo ella tiene la última palabra y esta vez me importa una mierda lo que los
demás piensen.
Furioso abre su camioneta y sube dejando a Fabrizzio quien suspira y asiente en dirección a Nat, quien
solo afirma levemente y se sube junto a su hermano.

—Ni una sola palabra de esto, no quiero hablar déjame en paz, espeta Santino nada más sube su
hermano a su lado.
Llegan a la mansión y Santino subió a su despacho cerrando la puerta detrás de él con seguro, se
dirigió a su mini bar y agarro una botella y comenzó a beber de ella sin parar tirando todo lo que había
en su mesa.—Noooo, noo, ¡Joder! Noo— se sentó en el suelo y por primera vez después de tantos
años comenzó a llorar, desahogándose, sintiendo que ya no podía más, tantos años, tanto dolor, tantas
muertes en su conciencia, ese era el precio que debía pagar, ese era su condena, su maldito precio
por todas las vidas que él había quitado, hijos, esposos, esposas, mujeres todos ellos, lo estaba
pagando de la peor manera, le arrebataron lo único que le importaba en la vida, que aunque no le
decía a nadie, sentía una paz al saber que iba a tener un hijo.
No salió de su despacho en toda la noche, en toda la madrugada, bebiendo y lamentándose, ni siquiera
había hecho caso a los constantes golpes en la puerta por parte de su hermano y de Lucio.
*
Dos días, dos largos días en que Kathy seguía inconsciente, pero ya fuera de peligro, había salido de
terapia, para pasar a terapia intermedia, Paula no se había despegado de ella, solo Dante iba a ver a
sus hijos y luego volvía al hospital, Leo e Iam se encargaron de la empresa en su ausencia.
Paula estaba medio dormida en la habitación donde se encontraba Kathy, estaba muy
agotada.¡Hermana! Gimotea Kathy suavemente, abriendo los ojos de apoco, Paula al escuchar la
vocecita de su hermana se levanta de un brinco y se acerca hasta ella con una sonrisa pero con
lágrimas en los ojos.
¡Kathy! Acariciaba su rostro, su frente—Despertaste amor.
— ¿Que, que sucedió? pregunta con mucho esfuerzo, haciendo muecas de dolor.
—Sufriste un accidente pequeña, pero ya despertaste.
— ¿Un un accidente?
—Así es princesa al aparecer un auto te embistió y tú llevaste la peor parte, Kathy lleva lentamente
sus manos a su costado pues tenía vendada las costillas y el otro brazo estaba enyesado.
De pronto los recuerdos la golpean como un martillo, comenzando a rodar algunas lágrimas por su
mejilla recordando lo que sucedió con Santino.
— ¿Qué fue lo que ocurrió princesa? Ella niega cerrando los ojos. —Nada Paula, que fui una tonta
que creía que ese hombre podría llegar a amarme y tenían razón, todos tenían razón y yo no lo quería
ver, estaba ciega por él.— ¡Mi amor! Su hermana acaricia su cabeza suavemente sintiéndose ella muy
culpable.
—Perdóname Kathy, la verdad fui muy dura contigo, por mi culpa estás así...—Por mi culpa— se calló
abruptamente recordando que Kathy aún no sabía que había perdido su bebé.
— ¿Que sucede Paula? Ella traga grueso, era el momento de decirle la verdad, no podía ocultarle algo
tan grave como eso, suspira hondo y sujeta sus manos. —Kathy, sé que esto será muy difícil para ti,
pero yo te ayudare a sobrellevar.
— ¿De qué hablas Paula?
—Perdiste a tu bebé Kathy, ella cierra los ojos muy fuerte mientras lágrimas salen de sus ojos
mordiéndose los labios muy fuertes.
—Es mentira, dime qué es mentira por favor Paula, dime que es una broma, por favor, ¿es eso verdad
una broma? tiene que serlo por favor, suplica llorando amargamente. —Lo siento mucho Kathy, ojalá
pudiera decirte que es mentira pero no puedo.
—No, no mi bebé no, era mío, nadie tenía el derecho de arrebatármelo nadie., Grita y Paula la abraza
llorando las dos, pero no había consuelo para Kathy.— ¿Acaso no merezco ser feliz Paula?, primero
mi papá me abandono, luego mamá y ahora mi hijo, acaso la vida se encapricho conmigo.
—No digas eso princesa, no es así, la vida es hermosa. — ¿Que de hermosa tiene? Eeh dímelo que
tiene de hermosa, para ti tal vez, para mí nada Paula, no eres tú la que por años estuvo enferma, no
eres tú la que perdió a su hijo.
En eso entra Dante, escuchando los gritos de Kathy alarmándose. — ¡Kathy! Despertaste.
Ella solo lo mira y llora aún más. —No debí haber vivido, debí haber muerto en ese accidente así le
hacía un favor a todos ustedes.
—Por favor Kathy no digas eso, Paula lloraba desconsoladamente al oír a su hermana que estaba
destrozada. —Yo te amo, y no sé qué sería mi vida sin ti.
Dante la miraba apenado, más no decía nada, sabía que él también era culpable de todo lo que Kathy
estaba sufriendo.
—Quiero estar sola, por favor, quiero que me dejen sola. — ¡Kathy! Exclamo Paula.—Salgamos
pequeña démosle su espacio, comenta Dante suave.
Kathy giro su rostro hacia un costado evitando verlos a ambos, Paula no podía con eso, ver así a su
hermana era lo más doloroso que existía, y que llegara a odiarla sería fatal.

Salieron los dos y Kathy solo llevo su mano que estaba sano a su vientre y comenzó a llorar, ya no
estás mi vida conmigo, me dejaste tú también, mi pedacito de cielo por qué me dejaste tú también.
¿Cómo seguir mi vida sin ti? ¿Cómo?
Santino estaba desesperado, dos días que no sabía nada de su Ángel, después de esa noche en que
estuvo lamentándose bebiendo y pensando las cosas, decidió que debía cambiar muchas cosas, si
quería tener a Kathy a su lado debía comenzar a hacer mejor las cosas, tal vez no podía dejar de ser
un mafioso de la noche a la mañana, pero podía dejar de hacer cosas tan sucias y ruin como lo era la
trata de mujeres, porque él no lo hacía por dinero, no, él tenía dinero para esta vida y para muchas
más, él lo hacía por placer pero lo único que ahora le daba placer era tener a su Ángel a su lado,
decidió cerrar el último negocio que tenía con la perra de Dalis y esa sería la última, se alejaría de ese
negocio, todavía le quedaban los otros.
Ese día reunió a Lucio y a Natanael en su despacho para contarle de sus planes, ambos aceptaron
felices pues para Natanael era una gran satisfacción escuchar a su hermano replantearse su vida,
porque al fin y al cabo se merecía ser feliz ¿no?
Dio indicaciones de comenzar con el plan de secuestrar a esa mujer y cumplir con el trato que tenía
con Dalis Capelli porque él era un hombre de palabra, pero esa sería la última.Esa noche, salió solo
él con dos de sus hombres sin decirle nada a nadie.
Llego al hospital, sabía que no podía llegar así nada más y pretender que dejarán ver a Kathy, entonces
dio instrucciones a uno de sus hombres que vigilará a Dante y a su esposa para el poder entrar sin
que lo descubrieran.
Después de 10 minutos Dante y Paula se alejaron de la habitación y se dirigieron a la cafetería del
hospital momento en que Santino entro sin ser visto.
Al entrar pudo observar a Kathy con los ojos cerrados, era realmente un ángel, sonrío al verla así tan
dulce tan angelical, fue acercándose a ella acariciando su rostro, Kathy abrió los ojos asustada pues
no estaba durmiendo solo descansando.
Y ahí lo vio, ahí estaba el hombre que tanto daño le había causado, Santino al mirarla a los ojos, ya
no vio ese brillo que siempre tenían sus ojos al mirarlo, no ya no, estaban apagados tristes.¡Kathy!
— ¿Qué haces aquí? El trago grueso por la forma tan fría de hablarle. —quería saber si estabas bien.
— ¿Y qué mierda te interesa eso a ti?
—Por qué no vas a follar con tu zorra, pues yo ya no seré tu puta personal, escupió dolida y su voz
sonaba amarga.
—Nunca fuiste mi puta Katherine, no digas eso.
—Aahh ¿no? ¿Y que era entonces?
— ¡Kathy! —Kathy una mierda, no quiero volver a verte en mi vida Santino, estoy muerta para ti, así
como tú mataste a mi hijo.
—Kathy, no por favor.
—Vete Santino, eres un desgraciado, un bastardo, una basura, no quiero volver a verte jamás, juro
que si vuelvo a verte te mataría con mis propias manos, escupe con rabia todo lo que sentía lo había
expresado.
—Si pensaste que volverías a encontrar a la niña estúpida que usabas a tu antojo, que jugabas y
usabas como un trapo sucio estás totalmente equivocado—Santino se mantuvo en silencio, le dolía
cada palabra que salía de la boca de su Ángel, esa no era ella, no era su dulce Kathy, sus palabras
eran como navajas cortando su cuello.—No sabes lo que dices Kathy solo estás dolida.
— ¿Dolida? Si dolida estoy por los golpes del accidente Santino, pero esto que te estoy diciendo sale
de lo más profundo de mi corazón, te odio, te odio como no tienes idea, nunca debí haberte creído una
sola palabra pues tú no tienes corazón, no sabes amar, no tienes alma y eso ya lo comprobé, espero
que cada noche que intentes dormir recuerdes que una vez más has matado, matado a tu hijo.
Santino respiraba agitado, quería abrazarla fuerte y decirle que todo iba a cambiar que le diera una
oportunidad, que solo estaba dolida pero no era así, Kathy ya no era la misma, fue como si ella murió
en ese accidente y otra persona renació en ella.
—Vete, vete de una puta vez y nunca óyeme bien nunca vuelvas a aparecerte en mi camino, porque
no sabes de lo que soy capaz.
Asiente sin emitir ni una sola palabra, lo que había pensado hace unas horas atrás, se fue a la mierda,
y ahora sí estaba convencido él jamás, jamás sería feliz porque la vida se había encaprichado con él,
el no merecía ser feliz jamás, ni ser amado por nadie.—Perdóname Katherine, perdóname por todo el
daño que te cause aunque sé que no merezco tu perdón.
—Adiós mi Ángel, adiós para siempre.
23. Dolorosa verdad
Un mes ha pasado del terrible accidente, un mes que Kathy ha estado encerrada, solo sale para comer
y nada más, no habla con nadie, solo llora en la soledad de su habitación, llorando a su hijo muerto,
llorando todo el dolor y vacío que siente.

Su hermana ha intentado hablar con ella pero no lo consigue, solo se queda en silencio y ella resignada
vuelve a salir de su habitación, Paula no está nada bien tampoco, Dante ha estado muy preocupado
por ella, él también ha intentado hablar con Kathy pero es inútil, nada la motiva, ya pensaron llevarle
a un psicólogo para ver si le ayudaba pero Kathy se rehúsa, solo dice que quiere estar sola.
Hace un mes que no va a la universidad, hasta eso preocupa a todos pues temen que deje de estudiar
y que abandone sus sueños.
Cada noche sueña con un angelito que la viene a visitar y eso la pone feliz por momentos pues sabe
que es su hijo, pero nada la consuela, y solo culpa a Santino, no lo perdona y no lo hará jamás.Tratan
de no dejarla sola para que no cometa alguna locura, pero ese día Paula y Dante salieron pues tenían
una junta muy importante en la empresa que ya no podían posponer.
Kathy quería hacer algo que hace mucho tenía en su cabeza y hace tiempo no lo hacía, así que salió
de su oscura habitación sin que nadie la viera, abandonando la gran mansión, tomo uno de los autos
de Dante y se dirigió a aquel lugar.
Al llegar ahí, camina entre tantas lápidas, tantos seres queridos que han muerto, dejando un gran vacío
en la vida de sus familiares, hasta que llega a la tumba de su madre.
Ahí se sienta frente a la lápida, permitiéndose derramar nuevamente sus lágrimas.
—Mama, cuánto te extraño, como me haces falta, de seguro ya sabes todo lo que ocurrió, de seguro
ya sabes que mi hijo ya no está, ¿Sabes? Me siento muy vacía pues una parte de mí me la arrebataron.
—Desde el día que tú te fuiste un pedazo de mi corazón se fue contigo y ahora creo que ya nada
queda pues ese otro angelito se llevó lo que quedaba.—Mama, te amo—decía llorando amargamente
acariciando con sus delicadas manos esa fría lápida que contenía el nombre de su difunta madre.
— ¡Creí que un Ángel había bajado del cielo! Kathy se llevó un gran susto al levantar la vista y poso
en el dueño de esa voz.
— ¡Natanael! ¿Qué, que haces aquí? ¿Me estás siguiendo? Sonríe y niega.
—No princesa, no te estaba siguiendo yo no hago eso.
— ¿Y y entonces qué haces aquí?
— ¿Es la tumba de tu madre? Pregunta evitando contestar lo que Kathy le había preguntado.
Asiente. Así es, es de ella.
— ¿Me puedo sentar?
Kathy se encoje de hombros. —Si gustas, Natanael se sienta en el verde césped del cementerio frente
a Kathy donde ella también se encontraba sentada.
— ¿Cómo estás?Kathy agacha la cabeza no pudiendo evitar derramar una lágrima. —Katherine, sé
cuán difícil es para ti superar tu pérdida, no creo que pueda comprender tu dolor pero creo que muchas
personas están sufriendo por verte así.
—No les pido que me tengan lástima, ni sientan pena por mí. —No es cuestión de pedir bonita, eso
solo sucede cuando las personas te aman.
—Kathy se cuánto has sufrido, perdiste a tu madre, luchaste con una terrible enfermedad, ella lo mira
sorprendida de que sepa eso.
—Y se lo difícil que es para ti perder a tu hijo, pero creo que hay personas como Santino que también
han sufrido toda la vida.
—No me hables de ese hombre, escupe furiosa intentando levantarse pero Natanael la sujeta del
brazo. —Katthy es hora de que sepas la verdad.
— ¿De qué verdad me estás hablando?
—Esa verdad que tanto querías saber, ese pasado que atormenta a Santino y que no lo deja ser feliz.
Kathy se mantiene en silencio, volviéndose a sentar en su mismo lugar.—Kathy todos sufrimos en esta
vida de una u otra manera, pero creo que lo que hemos sufrido mi hermano y yo se comparan con
muy pocas cosas.
— ¿Por qué lo dices? Pregunta Kathy temiendo escuchar lo peor.
—Mi madre golpeaba a Santino de la peor forma, lo vendía Kathy casi todos los días para saciar su
vicios de droga y alcohol— ella comenzó a respirar agitadamente por lo que Natanael le estaba
contando. —Mi padre nos abandonó a nuestra suerte, nunca supimos más de él, pero luego de un
tiempo nos enteramos que había muerto en manos de unos mafiosos, era lógico siempre anduvo en
malos pasos.
—Yo sufrí Katherine, pero quién más sufrió fue Santino, había veces en que pasaba días sin comer,
encerrado en un armario de castigo cuando mi madre estaba drogada, el siempre me cuido sabes, no
le importaba lo que al le sucedía el me protegía de todo, de mi madre especialmente.
—Un día que mi madre salió y por algún milagro dejo la puerta sin trancar, fue nuestra oportunidad
perfecta Kathy para escapar.— ella solo lo miraba sin evitar derramar lágrimas que caían sin permiso,
pero quería seguir escuchando, quería entender el por qué de la forma de ser de ese hombre quien
tanto daño le ha hecho.—Huimos Kathy, pasamos hambre, frío, por las calles deambulando,
dormíamos en la calle, comíamos de la basura, por las noches Santino robaba para darme de comer

a mí, para que no pasará hambre sabes, un día robamos a la persona equivocada, Natanael hace
silencio, agachando la cabeza, cerrando los ojos y negando.
—Natanael yoo...—Déjame seguir— habla levantando la mirada y a Kathy le sorprendió lo que vio,
Natanael tenía los ojos llenos de lágrimas, ella solo asiente dándole pase a que continúe.
—Robamos a uno de los mafiosos más peligros de Italia, o más bien intentamos robarle, porque antes
de que diéramos diez pasos ya sus hombres nos habían atrapado.
—Nos llevaron a una casa, golpearon a Santino de la peor forma mientras yo observaba todo sin poder
hacer nada por mi hermano, luego vinieron por mí, con unas tijeras me iban a cortar el dedo—Kathy
jadea y se lleva las manos cubriendo su boca.
—Santino le suplico que no me hicieran daño que me dejara vivir, a cambio el haría todo lo que ellos
quisieran con una condición.
—Ese hombre soltó una risa cargada de maldad, observando fijamente a Santino.
Tienes agalla muchacho. No estás en condiciones de pedir nada, y yo no perdono y menos que me
roben, pero con ustedes podía hacer una excepción.
—Recuerdo muy bien sus palabras.
Dime qué es lo que quieres y veremos si yo quiero perdonarte la vida.
— ¿Que es lo que le pidió Santino a ese hombre?
Natanael miro fijamente a Kathy, guardando silencio por un momento. —La cabeza de mi madre.
Kathy jadea de horror, respirando muy agitada, no podía creer todo lo que escuchaba.
—El hombre, se quedó más que sorprendido, pidió a sus hombres que me soltaran y nos perdonó la
vida, pero a cambio Santino le vendió su vida, su alma al mismísimo diablo, fuimos entrenados para
matar, para robar, para pelear, Santino se volvió un ser frío no hacía otra cosa que entrenar día y
noche, no dormía, su mirada estaba vacía solo tenía un propósito y era matar a esa mujer con sus
propias manos, yo solo seguía sus pasos, se lo debía todo, le debía mi vida si no fuera por él estaría
muerto.— ¿Y y que ocurrió, con esa mujer?
—Santino la mato, la torturó, y luego le cortó la cabeza como lo deseaba, desde ese día el juro que
una mujer solo sería nada más que un juguete, para él las mujeres no merecen respeto—Kathy agacho
la mirada muy triste. —Hasta que apareciste tu bonita, el levanta el mentón de ella haciendo lo mirar.
—Sufre Kathy, sufre por ti, por su hijo, yo lo veo cada día, ya no es el mismo. —No me digas eso por
favor pide Kathy llorando.
—Es la verdad el te ama, aunque no te lo diga, tu lo trajiste de nuevo a la vida, después de que creí
que nunca vería a mi hermano ser feliz apareciste tú.
—Me lastimó Natanael, jugo conmigo, decía Kathy llorando amargamente.
—Lo sé, pero es mi hermano, lo amo y así como tú estás sufriendo el también lo hace.
— ¿Sabes? Dejo el negocio de la trata de mujeres para que tú ya no lo veas como un monstruo Kathy.
—Quería ser digno para ti.— ¿El, él hizo eso? Si así es, Kathy se levanta y Natanael hace lo mismo.
—Cada noche bebe sin contenerse y llora, el gran Santino llora sabes, diciendo que quiere ser digno
de ti, que ya no quería que lo vieras cómo un monstruo como se lo dijiste.
—Kathy llora recordando todo lo que le había dicho en el hospital cuando fue a verla ese día.
—No, no puedo creerte, solo me estás mintiendo igual que el— El sonríe y niega.
—Si supieras que estoy siendo muy sincero como nunca fui en mi vida, porque...guarda silencio y lleva
sus manos a la mejilla de Kathy secando sus lágrimas.
—Porque te quiero nena, ella abre los ojos muy grandes no entendía por qué le estaba diciendo
semejante cosa.
— ¿Me me quieres? —Si bonita te quiero y quiero verte feliz, y también quiero a mi hermano y sé que
ustedes se aman, se que yo jamás tendría una oportunidad contigo.
—Se que llegue en el tiempo equivocado, este tiempo es de ustedes, Natanael acaricia el labio inferior
de Katherine con su dedo pulgar sin dejar de mirarla .Acercando lentamente sus labios a los de ella y
besándola suavemente, Kathy no le corresponde solo se queda quieta, mientras que el se despega de
sus labios sonriendo.
—Solo quería hacer eso, perdóname sí te moleste.
—Piénsalo Kathy, en todo lo que te dije.
No dice nada solo agacha la cabeza mientras que Natanael se aleja lentamente de ella.
Se vuelve a girar sentándose nuevamente frente a la lápida de su madre. — ¿Que debo hacer mamá?
—Por favor envíame una señal, estoy pérdida muy confundida, no sé qué hacer.
Después de media hora se levanta de sube a su auto y se dirige de nuevo a su casa, cuando llega ya
Paula y Dante se encontraban ahí, cuando la ven entrar Paula corre junto a ella.
—Kathy ¿Donde estabas? estaba muy preocupada por ti. ¿Este bien? Kathy solo la mira y asiente,
luego posa su vista en Dante.
—Paula, Dante quiero que hablemos, pide Kathy a lo que su hermana suspira mirando a su esposo
quién asiente, y luego los tres se dirigen a la sala.— ¿Qué, que es lo que quieres decirnos Kathy?

—Paula, sabes que te quiero eres mi hermana, te agradezco todo lo que siempre hiciste por mí, pero
necesito irme un tiempo.
— ¿Irte? Preguntan ambos, mirándole fijamente, mientras que ella asiente, sujetando sus manos.
—Quiero despejarme, sentir que vivo de nuevo Paula, alejarme de todo lo que aquí me hace mal y
luego volver cuando todo haya quedado olvidado.
Dante la amaba como a una hija, todo este tiempo que la escuchaba llorando en su habitación le partía
el alma, sabía cuánto estaba sufriendo y que él era en gran parte el responsable de su sufrimiento, así
que esta vez no se lo negaría esto.
— ¿A dónde quieres ir Kathy? Pregunta Dante con una sonrisa, mientras que Paula lo mira
sorprendida, parpadeando repetidas veces.
—Pe pero Dante...—Es lo mejor Paula, Kathy tiene razón es la única forma de que pueda sanar y
olvidar.—No lo sé, me gustaría ir lejos, donde pueda hacer cosas, ayudar a niños, no lo sé quiero
hacerlo quiero irme, Paula la mira con lágrimas en los ojos y luego la abraza llorando.
—Siempre juntas, lo recuerdas Kathy, ella la mira apretando los labios. —Y eso no va a cambiar
hermana, siempre juntas.
—Déjamelo a mi Kathy, tu solo dime cuándo quieres irte. —Esta semana Dante, si es por mí mañana
mismo, donde sea. Dante asiente. Así será Kathy.
— ¿Pero volverás no es así? Pregunta su hermana llorando y sonriendo a la vez.
—Si volveré Paula, solo será un tiempo.
24. Sanando Heridas
Santino no era el mismo, el diablo que creía que no tenía alma, sentía, su corazón latía más fuerte que
nunca, rota pero latía al fin, esa pequeña niña lo trajo de vuelta a la vida, pero también está sufriendo
como nunca, los único que sabían de su dolor era Natanael y Lucio, quienes cada noche lo escuchaban
llorar y lamentarse en la soledad de su despacho, bebiendo por horas, durmiendo casi nada, había
decidido dejarse del negocio de la trata de mujeres, ya no quería que Kathy lo viera como lo que era
un monstruo, seguía con los demás negocios por que no podía dejarlo de la noche a la mañana, no
sabía si Katherine alguna vez lo perdonaría, ni si quiera si alguna vez la volvería a ver pero si alguna
vez eso sucedía quería ser digno de ella.
─Hola querido como estas─ era Dalis quien entraba en su despacho muy coqueta y sonriente,
contoneando las caderas, Santino levanta la cabeza mirándole.─ Hola Dalis─ saluda sin muchos
ánimos.─Bueno, bueno que tenemos aquí, porque esa cara y ese humor─ Santino suspira y echa la
cabeza hacia atrás. ─Tengo tu pedido, es todo lo que dice Dalis sonríe de oreja a oreja.
─Vaya fue más rápido de lo que imagine. ─ ¿Qué harás con ella? Es una chiquilla.
─Eso no es de tu incumbencia Santino, ¿desde cuándo te importa lo que le suceda a alguien?
─Es cierto, no me importa puedes llevártela, y cumple tu parte del trato.
─Por supuesto cariño, por quien me tomas, habla muy seductoramente sin prisa.
─Aquí tienes los papeles Santino, tu cumples tu parte del trato, yo cumplo la mía, Santino toma los
documentos, porque si ahí, nada se hacía sin documentos, entre ellos, en su mundo era así
simplemente.
─Bien querido, iré a llevar mi trofeo─ Santino marca el número de Lucio y el aparece rápidamente.
─ ¡Señor!, contesta entrando al despacho.
─Lleva a Dalis y ya sabes que hacer─ el asiente dando paso a Dalis, ella camina delante, antes de
salir de la oficina se gira de nuevo con una sonrisa burlona mirando a Santino.─Por cierto cariño, yo
creo que tu hermanito te quiere comer a tu mujercita. ─Santino se tensa, y se levanta mirándola
fijamente, ─ ¿Qué has dicho?
La perra de la mafia suelta una gran carcajada, mientras que Santino la sujeta del brazo.
─ ¿Qué fue lo que dijiste?
Dalis se gira y apoya ambas manos en el pecho de Santino.─ Oh ya veo que no lo sabías.
─ ¿Qué no sabía que Dalis? ¡Habla de una puta vez! Espeta Santino enojado.
─Mmm que tu hermanito anda besándose con tu noviecita, la mocosa insignificante esa ¿Qué le ven
en serio? Santino comienza a respirar muy agitado.
─ ¿Cómo carajos sabes eso? ─ Cariño, yo lo es todo ya te lo dije, en este mundo todo se sabe.
─ ¿Acaso tú no estabas enterado? Ups perdón, hace un gesto con la mano y sale de ahí con una
sonrisa llena de maldad, mientras que Santino está hecho una furia, ¿Cómo Natanael fue capaz de
eso?, si sabe que Kathy es suya, el la vio primero, no dejaría que él se la quitara, él ni nadie.─ ¿Dónde
estás? Pregunta nada más marcar su número.
─Practicando tiros en el campo de entrenamiento ¿Necesitas algo? ─Espérame ahí─ es todo lo que
dice colgando el teléfono.
Santino sale furioso, dirigiéndose al campo de tiros y entrenamientos que tienen en la gran mansión,
llega en cuestión de segundos y ve como Natanael está disparando varias armas que tenía a su
disposición.

─ ¡Santino! Exclama al darse la vuelta.
─ ¿La besaste? Pregunta su hermano respirando pesadamente, y cada palabra escupe con rabia,
Natanael se ha puesto tenso, tragando grueso ¡Joder! ¿Cómo se enteró?
─ ¿Qué? ─Te pregunte si la besaste ¡joder! contéstame, grita sin contenerse.
─Si, contesta apenado. ─ ¿La amas? Nat lo mira sorprendido por su pregunta.
─ ¿Te pregunte si la amas? Volvió a preguntar. El solo asiente agachando la mirada.
─No te culpo, es hermosa pero es mía, eso que te quede claro.
─Jamás te traicionaría Santino, lo sabes… ─Ya la besaste. ─Solo fue el momento, nada más.
─ ¿Y ella? Corta sus palabras… ─ ¿Ella te correspondió? Natanael sonríe negando y agachando la
cabeza. ─No se puede corresponder lo que no se ama ¿no?
─ ¿Dónde la viste? Pregunta curioso, quería saber de ella. ─En el cementerio, Santino achica sus ojos
mirando a su hermano. ─La vi llorando en la tumba de su madre, cuando yo fui a… Nat corta sus
palabras. ─Déjala ir hermano, habla Santino ya calmado.
─Fui después de mucho tiempo Santino, ya ni la recordaba, solo que la estaba soñando cada noche,
creo que necesitaba mi perdón.
Su hermano asiente, palmeando su brazo.
─Daniela te amo, solo cometió un error que le costó la vida.
─Si tal vez tengas razón, solo fui a despedirme de ella y a perdonarla para cerrar el libro.
─Hiciste bien, solo… Santino levanta su dedo índice,
─No vuelvas a tocar a mi mujer o eres hombre muerto─. Nat sonríe y niega. ─Ya no lo hare Santino.─
¿Cómo la viste? ─Triste, apagada─ Santino suspira y se pasa la mano por el rostro.
─ ¿Por qué no la buscas e intentas hablar las cosas?, creo que ambos se merecen una oportunidad.
─Tiempo al tiempo hermano, tiempo al tiempo.
Dos meses después
Kathy, se había marchado de Italia para sanar sus heridas, esas heridas que aún estaban abiertas, no
han cerrado del todo.
─ ¿Cariño estás segura que quieres quedarte un tiempo más? Sabes que te extraño demasiado, era
Paula al teléfono, quien hablaba con Kathy casi en llanto, pero se estaba conteniendo pues no quería
que Kathy se sintiera mal.
Kathy hacía dos meses que vivía en California al principio se había mudado con Giancarlo y Cloe, el
hermano de Dante y su esposa, pero luego ella decidió vivir sola en un pequeño departamento, el
idioma no fue ningún impedimento porque ella manejaba muy bien el inglés, el español y el Italiano,
sus años encerradas entre cuatro paredes a causa de su enfermedad la ayudaron a hacer muchas
cosas, como estudiar idiomas, a ella le encantaba siempre fue muy inteligente y muy aplicada en
todo.Kathy suelta una risita. ─Volveré Paula, pero no todavía, estoy muy bien aquí.
─Te extraño mucho princesa, me haces falta, tus hermanitos también te extrañan.
─Y yo a ellos Paula, los extraño a todos a Dante a todos y a ti muchísimo.
─ ¿Y cuéntame cómo te va en el hospital? Kathy se muerde el labio sonriendo, ella ayudaba en uno
de los hospitales de niños con cáncer, era lo que más quería y todo fue posible gracias a Giancarlo
quien había hecho posible eso.
─Súper bien Paula, es increíble si vieras como son estos niños, son maravillosos.
─ ¿Y tú estás bien? ¿Comes bien, no te hace falta nada? Kathy rueda sus ojos… ─Noo mama, bromea
sonriendo, ─ No me falta nada no te preocupes.
─Si te falta dinero no dudes en pedírmelo por favor Kathy, no quiero que pases ninguna necesidad y
si quieres volver solo llámame por favor.
─Paula tranquila sí, estoy bien es enserio, estoy feliz─ eso no era del todo verdad pues aunque Kathy
vaya olvidando y superando poco a poco la pérdida de su bebe gracias a esos pequeños todos los
días, sigue recordando algunas veces y todavía duele, y a quien no ha podido olvidar es a Santino,
cada noche estaba presente en sus sueños, todavía recuerda las palabras de Natanael y siente una
pena muy grande, porque tanto ella como Santino, no tuvieron una vida fácil.Pero no ha sabido nada
de él, desde que se despidió de ella en el hospital, sueña con volverlo a ver algún día pero no sabría
si seguiría amándolo o ya por fin lo olvidaría.
Tal vez él ya lo hizo, él ya la había olvidado con otra mujer o más bien otras mujeres, tal vez ya este
con esa mujer con quien lo vio aquella fatídica noche, tantos pensamientos rondaban su cabeza en
torno a él.
─Te quiero mucho Paula. ─Yo también te quiero Kathy.
Kathy corta la llamada, encontrándose con unos ojos azules observándola con un brillo especial, era
Carlos un doctor muy joven que acaba de ingresar unos días antes de que Katherine comenzara sus
servicios en el hospital, Carlos era aún residente, desde el primer día que Kathy piso el hospital, se
hicieron amigos.
─ ¿Por qué esa sonrisa? ¿Con quién hablabas, con tu novio tal vez?

Kathy suelta una carcajada. ─Mmm, sabes que no tengo novio, estaba hablando con mi hermana.
─ ¿No pensaras irte verdad? ¿Abandonarme?─No Carlos no pienso irme, ojo, todavía, pero debo
volver.
─Y ese día será el más triste de toda mi vida Katherine.─ Mmm Kathy hace un puchero con sus labios.
─Te quiero, hermosa─ se acerca a darle un beso en su mejilla y ella se sonroja.
─Esta noche te invito a cenar. ─Dios Noo, estoy cansada para ir a cenar, lo único que quiero es llegar
a casa quitarme estos zapatos y sentarme en mi sillón a ver una película.
─Mmm, no se diga más bombón, vamos para tu casa entonces y yo compro la cena.
Kathy suelta una carcajada. Yo quiero hamburguesas y papas. ─Cielos, eres delgada con alma de
gordita ¿verdad?
─Definitivamente─ se echan a reír los dos.
*
─ ¿Dónde está? Pregunta Santino a Lucio observándolo fijamente recostándose en su silla, mientras
que Lucio se mantiene parado frente a su mesa.
─En California─ él se pasa la mano por el rostro y suspira.─ ¿Acaso no piensa volver? Lucio intenta
reprimir una sonrisa posando su vista en Natanael que sonríe sentado a un costado del despacho.
─ ¿Acaso ya te cansaste de esperar, hermano? ¿Ya tus huevos están por explotar? Pregunta
burlándose y sueltan una carcajada junto con Lucio, mientras que Santino los fulmina con la mirada.
─Que chistosito están los dos ¿verdad? ¿Qué desayunaron eh?
─Mis huevos son asunto mío, ocúpate de los tuyos… ─ ¡Oh! no te preocupes por los míos que están
muy bien atendidos, contesta Nat con una sonrisa.
─Esperare un poco más, si no vuelve iré por ella, ya paso demasiado tiempo─ Nat levanta una ceja
mirándolo y habiendo un gesto con la boca. ─ ¿Qué? Espeta Santino arrugando el ceño.
─ ¿Y tú piensas que por qué vas a buscarla volverá?
¡Carajo!
─No lo sé, pero ella es mía, que no se le olvide, vuelve a reír a carcajadas Natanael.
─Eso es lo que tú piensas… ─ ¿Qué carajos insinúas? Nat levanta ambas manos, haciendo un gesto
con los labios como si dudara.─ ¿Acaso piensas que ya este con otro?─No lo sé, ha pasado más de
dos meses. ─ ¡No! Eso no lo permitiré─ Santino se levanta furioso.
─Creo que esa niña me hizo algo, habla con las manos en los bolsillos observando desde el ventanal,
mientras que Natanael se levanta y le palmea su espalda. ─Eso mi querido hermano, se llama
enamorarse.
Santino gira con el ceño fruncido fulminado a su hermano con la mirada. Deja te de idioteces y prepara
las camionetas, tenemos trabajo─ Natanael y Lucio salen del despacho soltando tremenda carcajada
mientras que Santino se pasa la mano por el rostro.
─Maldita seas niña estúpida, pero que buena esta maldita sea, diciendo eso sonríe en una mueca
débil y sale de su despacho.
: 25 Te extrañe
Quince días había pasado desde que Santino supo la ubicación exacta de Katherine y su cabeza era
un lío total, se debatía entre buscarla o no, sabía que no sería bien recibido pero aun así necesitaba,
ansiaba verla.
Con un carajo tenía que verla, se levantó de su silla llamando a Lucio, quien entra inmediatamente.
— ¿Señor?
—Prepara el jet Lucio, saldré ahora mismo.
—Disculpa Santino pero ¿A dónde? Santino rueda los ojos y suspira. — A California, a donde más.
Lucio hace una mueca de sonrisa. — ¿Sucede algo? Pregunta Santino mirando a Lució, él se aclara
la garganta. —No, no sucede nada ahora mismo digo que lo preparen y podrás despegar.
—Bien, y dile a mi hermano que lo necesito ahora. —Sí señor, enseguida— Lucio se gira y sonríe
saliendo del despacho, sabía que no podría aguantarse tanto tiempo más.Santino por otro lado estaba
mal, porque desde que Kathy se marchó no ha podido estar con otra mujer, ya estaba bastante jodido
por eso, solo la quería a ella, ninguna mujer le ha hecho sentir lo que esa mujercita le hacía sentir.
Con una carajo definitivamente nadie.
—Santino, ¿me mandaste llamar? entra Natanael a su despacho. —Sí, necesito que te encargues del
negocio por unos días. — ¿Por qué, que harás tú?
Suspira y se pasa la mano por el rostro. —Iré a buscar lo que es mío— sin pensarlo su hermano suelta
tremenda carcajada, mientras que Santino lo fulmina con la mirada. — ¿Qué mierda es tan gracioso
si se puede saber?
—Tú. Santino levanta una ceja. —No te pego un tiro porque eres mi hermano.
—Ay Santino, Santino, yo que tú cuidaba tus pelotas, porque te la van a patear.
Santino hace una mueca con sus labios, mientras que lleva lentamente una de sus manos a su
miembro.

— ¿Tú crees? Pregunta dudoso, Natanael no paraba de reír al ver la cara de su hermano, era digno
de ver, al que no le temblaba la mano para matar personas o hacer otras cosas temía a una jodida
niña de 18 años.—Suerte hermano, lo necesitarás, si quieres voy contigo. —Que chistosito te has
vuelto últimamente no, mejor cierra el maldito pico y encárgate de él cargamento de armas que llega
mañana, sabes lo que tienes que hacer, ten cuidado, si necesitas ayuda la pides, lo sabes.
—Sí, lo sé hermano, no me trates como un niño, no estoy en esto desde ayer, llevamos muchos años
en esto, sé cuidarme las espaldas.
Santino se acerca a Nat poniendo sus manos sobre el hombro de él. —Lo se Nat, pero nunca dejarás
de ser mi hermano menor, nunca dejaré de preocuparme por ti, eres mi única familia y las familias se
cuidan.
—Lo sé, y te lo agradezco hermano, siempre lo estaré te lo debo todo, Santino niega—No me debes
nada Nat, lo hago porque te quiero.
—Ahora me darás mi beso mi amor, bromea Nat y ríe, Santino le da un golpe en la cabeza.
— ¿Qué hora sales? —Ahora. — ¿Cuánto tiempo te quedarás?
—No lo sé Natanael, ni siquiera sé con qué me iré a encontrar y tú me preguntas eso.
—Ya vale, cuídate y nos vemos a tu regreso.—Envíale a Kathy mis saludos. —Serás cabrón.
Nat sale del despacho soltando una carcajada.
Santino ya no dudó un segundo más, saca una pequeña maleta que tenía siempre preparado para
todo y se dirige al jet rumbo a California.
Kathy se encontraba en el hospital, le encantaba lo que hacía, cuidar a esos niños, jugar con ellos,
hacerlos reír cada día era lo que más amaba.
Los doctores y las enfermeras la querían mucho, desde que llego al hospital le agarraron cariño, es
que Kathy verdaderamente era como un ángel, incluso había pasado por su cabeza quedarse a
terminar sus estudios allí, ya que en Italia estaba suspendida hasta su retorno, pensaba abandonar un
semestre para retomarlo, pero todavía no estaba segura de eso, ya que le encantaba California, le
gustaba esa libertad, y más que le pagaban por sus servicios en el hospital, cosa que ella no
necesitaba pues Paula le había abierto una cuenta donde le depositaba dinero, Kathy casi no usaba
ese dinero, solo lo que le pagaban en el hospital.—Oye Kathy, ¿pudiste dormir después de la película
de anoche?
—Yo no soy ninguna cobarde Carlos, ¿y tú pudiste dormir? Pregunta Kathy sonriendo moviendo las
cejas. –Cuando quieras preciosa vemos todas las películas de terror que quieras, yo soy un verdadero
hombre— Kathy suelta una carcajada, sin darse cuenta cubriéndose luego la boca.
— ¿Oye Kathy jugamos algo? Pregunta una de las niñas que estaba internada en el hospital para su
tratamiento de quimioterapia.
—Si claro que si princesa, ven aquí, la levanta en brazos y la lleva en el lugar de juegos.
¿Qué quieres hacer princesa? –Pintemos. –Pintemos entonces contesta Kathy sonriendo.
— ¿Oye Kathy el doctor Carlos es tu novio? Pregunta moviendo sus pestañitas repetidas veces, Kathy
no puede evitar sonrojarse, levantando la vista y mirando Carlos quien la miraba desde lejos con una
sonrisa, y luego vuelve su mirada a la niña.
—No por supuesto que no, de donde sacas eso, solo somos amigos. –Mmm pero él te mira con ojitos
de cachorrito enamorado, Kathy solo ríe e ignora el comentario.—No mi amor, no es cierto es solo mi
amigo, mira sigamos pintando. No, no podía ser Carlos es solo su amigo, el único a decir verdad que
tiene aquí, pues no era de hacer fácilmente amigos, si, todos la querían pero de ahí a ser muy abierta
con todos no era el caso.
Después de terminar su turno, se dispuso a cambiarse de ropa y salir del hospital, ya era bastante
tarde estuvo casi todo el día, fueron largas horas en verdad pero valía cada minuto, solo le importaba
ver esas sonrisitas para que su día valiera cada segundo.
—Preciosa espérame cinco minutos y te llevo a tu casa, no quiero que andes sola por la calle a esta
hora. –Carlos no te preocupes, mi casa no queda lejos me iré caminando.
—Estás loca por supuesto que no, es peligroso, no cargare en mi conciencia tu muerte
— Kathy jadea con horror. –Estás loco— Carlos ríe y entrega su turno y salen juntos del hospital.
Al salir del hospital Kathy miraba por todos lados, se sentía extraña como observada.
— ¿Qué sucede hermosa? Preguntaba Carlos mientras le abría la puerta del automóvil.
Ella sacude su cabeza. — Nada, me pareció ver a alguien pero no es nada, creo que me estoy
volviendo loca, Carlos solo sonríe y cierra luego la puerta al subirse Kathy, el rodea el auto y hace lo
mismo.
— ¿Algún día me contaras de tu vida? Ella gira su rostro y lo miras fijamente.
— ¿Por qué piensas que hay algo que contar?
—Siempre hay algo que contar hermosa, y lo puedo ver en tus ojos, hay tristeza en ellos Katherine—
. Ella agacha la cabeza y suspira. –No hay nada que contar Carlos, solo quería cambiar de ambiente
eso es todo.

El solo asiente, sonríe y pone en marcha el auto hasta llegar a su casa, que quedaba a poquísimas
cuadras del hospital, a cinco para ser exactos. –Llegamos linda, le abre la puerta y le ofrece su mano,
Carlos era todo un caballero, pensaba Kathy ojala pudiera fijarse en un hombre como él y así olvidar
a ese maldito hombre que no salía de su cabeza, incluso Kathy se había tocado pensando en él y
después se odio por ello, porque así jamás lo olvidaría.—Ya vete Carlos es tarde mañana tienes turno
temprano. — ¿Quieres que pase por ti mañana?
—Mmm, niega mañana tengo el turno por la tarde no te preocupes por mí, ya te he dicho que me
queda muy cerca. –Para mí no es molestia llevarte y traerte Kathy, Carlos se acerca más a ella,
acariciando su mejilla con una de sus manos.— Te han dicho que eres hermosa Kathy, ella comenzó
a respirar agitada, pues esas mismas palabras fueron las palabras que alguna vez Santino le había
dicho, sin verlo venir el pega sus labios a los de ella, al principio se quedó sin mover un solo musculo
de su rostro, pero el doctor no se daba por vencido y la pego más a él, agarrándola de la cintura con
una mano y con la otra de la nuca, entonces Kathy se relajó y le siguió el beso.
Era la segunda vez que besaba a alguien, porque el beso que Natanael le había dado ese día en el
cementerio, ni siquiera podía llamarle beso, se separaron después de un rato. —.Hace mucho quería
hacer eso Kathy, ella se sonroja hasta el cuello.
—Carlos yo… —Sshh, no digas nada por favor, apoyo su dedo índice sobre los labios de Kathy. —Yo
no te estoy pidiendo nada, pero no te negare más, que me gustas nena, me gustas mucho, y si me
dejas conquistarte, no te arrepentirás, te lo prometo.—Debo entrar ya es muy tarde, comenta Kathy,
él sonríe y asiente. — Buenas Noches Kathy que duermas bien. –Tú también, diciendo eso se adentra
en el edificio con el corazón latiendo a mil, por la impresión del momento, Carlos se gustaba de ella,
pero ¿y ella, sentía algo por él?
Suspira hondo hasta llegar a su departamento, entra tirando su zapato a un lado, su bolso encima de
su mesa, comienza a desabotonarse su camisa echando su cabeza hacia atrás, despojándose y
tirando en el mueble de la sala, quedando solo con su brasiere y su pantalón.
—Esto es de locos— susurra, y se dirige a su habitación, cuando prende la luz, casi murió de un infarto,
tanto que hasta creyó alucinar y no, no estaba alucinando, era Santino quien se encontraba recostado
en su ventana mirándola fijamente.
— ¿Qué haces tú aquí? ¿Cómo entraste? ¿Cómo me encontraste? Miles de preguntas salen de la
boca de Kathy no podía creer que hacia el ahí, el hombre dueño de sus pensamientos, de sus sueños,
estaba nada más y nada menos que parado frente a ella, en su habitación. ¿Qué carajos?Su corazón
latía desbocado, por dos razones, una era por el susto que se llevó, y la segunda era que no podía
creer que estaba ahí, no creía que fuera real.
—Hola Katherine, habla con su voz ronca y sensual esa que siempre lo caracterizó.
— ¿Te pregunte que hacías aquí? –Mmm, miles de preguntas hiciste Katherine, pero te las contestare
todas, y luego hare yo las mías— hablaba mientras se acercaba a Kathy devorándola con la mirada
de pies a cabeza, pues Kathy se encontraba semidesnuda, ella retrocedía mientras el avanzaba hacia
ella, como un león cazando a una pequeña gacela.
—Siempre supe dónde estabas, de mí no puedes escapar, entre por la puerta, con esto— le muestra
un pequeño alambre, ella rueda los ojos, se olvidaba que él era un maldito mafioso no un hombre
cualquiera, estaba entrenado para abrir cualquier cosa, y tres ¿Qué hago aquí?
Se pegó completamente a ella aprisionándola en la puerta ya que Kathy había retrocedido todo hasta
ya no haber espacio para huir, acerco su rostro al de ella, agachándose por su altura.—Vine a reclamar
lo que es mío. Ella levanta la ceja.
—¿Y se puede saber que es tuyo? Creo que aquí no hay nada que te pertenezca, te equivocaste de
lugar.
El chasquea la lengua. –La que está equivocada eres tu mi pequeño ángel, ella comienza a sudar frio,
su respiración era un desastre, su estómago daba vueltas, su vientre se contrajo, mientras que el,
ardía por dentro, después de tanto tiempo la volvía a ver, a tenerla cerca, a respirar su olor, ese olor
que era su perdición, y más cuando devoraba cada parte de su delicada piel.
— ¿Pensaste que te librarías tan fácilmente de mí? Santino acerca su rostro al de Kathy intentando
besarla, cuando ella lleva sus manos a la espalda de Santino y saca su pistola que tenía en su cintura,
algo que ella había aprendido de él era que siempre estaba armado y si no tenía en su cintura enfrente
la tenía atrás, y como enfrente no sentía otra cosa más que la dureza de la polla de Santino
presionando su vientre.
–Aléjate de mí, escupe Kathy apuntándolo con su propia arma, Santino se sorprende por la rapidez de
ella, Kathy gira y ahora es él quien se encuentra pegado a la puerta. –Vete Santino, no quiero volver
a verte, te lo deje en claro aquella vez, Kathy temblaba ni ella sabía lo que estaba haciendo, solo que
Santino la provocaba física y mentalmente y no quería volver a caer en sus garras.

— ¿Me vas a disparar Katherine? Habla Santino con voz gruesa, acercándose a paso lento a ella,
mirándola fijamente. –Quédate donde estas, le vuelve a gritar pero él no lo hace, se acerca
completamente pegando su abdomen al arma, podía sentir como Kathy temblaba.
Rápidamente, la despoja del arma y la sujeta de la muñeca tirándola a la cama, subiéndose el sobre
ella aprisionando sus piernas y sus manos muy fuertes para que no se zafara, ella respiraba muy
rápido, Santino no estaba mejor.
—Si vas a disparar, preciosa, asegúrate de sacarle el seguro y de saber usar una maldita pistola, habla
en su rostro golpeando su respiración en el rostro de ella.
— ¡Mi dulce Katherine! ¡No sabes cuánto te extrañe amor! Exclama antes de pegar sus labios a los de
ella, y devorarle la boca con ferocidad.
: 26. ¿Ángel o Diablita?
Kathy no se podía resistir a su demandante beso, que lo único que hacía es gemir en respuesta a tan
feroz beso que la llevo al cielo y más allá, cuántos días soñándolo, deseándolo, Santino besaba y
mordía los labios de Katherine, esos labios que eran su jodida debilidad y que extrañaba y necesitaba
como aire para vivir.
— ¡Kathy! Gruño en sus labios, cuando ella se permitió recomponerse, no podía volver a caer en sus
manos, no eso nunca por más que se estaba muriendo por tenerle dentro de ella, mordió su labio
inferior tan fuerte, que gruño soltándole la mano, lo que le permitió a Kathy comenzar a golpearlo para
que la soltara moviéndose debajo de el para zafarse.
—Alto fiera ¡Cálmate! Gruñe con el ceño fruncido. — ¡Suéltame Santino, suéltame! Gritaba ella.
Santino la miro fijamente sonriendo de lado, pues le parecía hermosa, detallando su rostro, era
verdaderamente un ángel, o más bien una diablita con cara de ángel, se levantó dejándola libre.Ella
se incorporó de la cama rápidamente pegándose a la pared. — ¿Qué quieres Santino, que buscas de
mí?
Vuelve a sonreír, y negar pero se mantiene en su lugar.
—Todo Kathy, quiero todo de ti. —Yo no tengo nada más que ofrecerte Santino, ya déjame en paz,
déjame vivir mi vida.
— ¿A lado del tipejo ese que te estaba besando? Kathy se sorprendió pues no sabía que los había
visto. —Eso no es de tu incumbencia. —Se acerca rápidamente a ella, agotando la distancia que
había entre su cuerpo y el suyo. —Todo lo que sea referente a ti, me importa Katherine.
— ¿Ahora te interesa? ¿Después de casi tres meses? ¿Después de revolcarte con cuantas zorras se
te cruzaba en tu camino? —Eso no es cierto Katherine— escupe con rabia, pues no había podido
estar con ninguna otra mujer por más que quería.
—Si no te busque fue para darte tu espacio, fue porque los dos estábamos mal. — ¿Ah sí y tu como
por que estabas mal? —Kathy no empecemos. — ¿No empecemos que Santino?
—No debiste buscarme estoy muy bien sin ti, así que mejor vete de aquí que no quiero verte ya te lo
dije.— ¿Ya no me amas Kathy? Ella traga grueso, no esperaba esa pregunta, se mantuvo en silencio.
Santino pego aún más su cuerpo al de ella, podía sentir como su cuerpo vibraba, sentir el calor que
emanaba de su cuerpo.
—No, ya no te amo, contesta decidida sin despegar la vista de él, pero Santino veía en sus ojos otra
cosa, veía deseo, tenía el mismo brillo de antes cuando la había conocido, sabía que mentía, todavía
lo amaba.
— ¿De verdad Kathy? ¿Ya no me amas? La sujeto de la cintura, pegando su duro miembro al vientre
de Kathy, ella casi suelta un gemido por tal acción tan descarada de parte de ese hombre.
—S si— contesta tartamudeando, pues Santino había metido su rostro entre el cuello de ella, dejando
besos húmedos que la hacían alucinar.
—Por por favor— pedía Kathy.
— ¿Por favor qué? ¿Quieres que me detenga o que siga?
—Detente por favor Santino, basta no quiero esto, ya no más, de pronto Kathy comenzó a derramar
lágrimas, que a Santino hizo detener todos sus movimientos.—Ya no quiero sufrí por tu culpa, me has
hecho mucho daño, ya no más por favor pedía ella en llanto, a él le partió el alma verla de nuevo así,
pero toda ella era como una jodida droga para el por más que intentaba alejarse no podía, era un imán
que lo llamaba, como una sirena con su canto.
—Perdóname Katherine he intentado mantener distancia, pero no puedo, no quiero— a Kathy se le
oprimió el pecho por las palabras de Santino.
—Tienes que irte— el solo suspiro hondo. —De aquí sí, de California no, no me iré Kathy sin ti— ella
rueda los ojos. —Pues lamento decepcionarte pues no pienso irme a ningún lado contigo, aquí tengo
una vida nueva, allá solo tengo dolor.
—Hasta mañana Kathy, dulces sueños. —Cierra al salir— le contesta Kathy cerrando la puerta con
seguro y recostándose en ella por aun largo minuto, sus piernas temblaban, su corazón latía a prisa,
llevo una de sus manos a sus labios palpándolo, cerrando sus ojos y acariciándolos, su entrepierna

palpitaba de necesidad, estaba muy mojada, solo él podía causarle todas estas sensaciones, solo ese
maldito hombre.Kathy se despojó de toda su ropa entrando en el baño, abrió la ducha y entro debajo
dejando correr el agua, sentía tantas cosas, sus palabras retumbaban en su cabeza “no me iré Kathy
sin ti” quería pedirle que se quedara, que le hiciera suya, pero no podía, solo podía conformarse con
el recuerdo de sus caricias, de sus besos, de su voz, esa voz que la volvía nada cuando hablaba.
Sin pensarlo fue bajando su mano desde sus pechos, bajando a su abdomen, deslizándola hasta su
entre pierna, donde introdujo su dedo medio y pudo palpar su humedad, a pesar del agua que corría
por su cuerpo, podía sentir los fluidos de su excitación, gimió fuerte, recostándose por la fría pared del
baño, e introduzco un dedo en su coño caliente y apretado, entre abriendo los labios, y jadeando
excitada, en su mente solo estaba el. ¡Santino! Gimió, recordando sus besos, sus caricias, y siguió
tocándose aún más fuerte, quería que el volviera y la tomara ahí mismo contra la pared, quería sentirlo
dentro, muy dentro, con su otra mano apretaba sus senos, estirando sus pezones que se encontraban
duros.
¡Joder! Jadeaba alto, llenando ese pequeño cubículo con sus gemidos, hasta que ya no lo soporto y
se dejó ir en un maravilloso orgasmo perdiéndose en el éxtasis del momento.
Cuando se había dado cuenta de lo que hizo, rio como loca, nadie podía discutirle que estaba
irrevocablemente enamorada de ese hombre, aunque nunca le traía nada bueno.
Se ducho y salió envuelta en una toalla, se vistió apenas con un pequeño vestido de seda sin ropa
interior, la verdad Kathy había dejado de ser la dulce niña de hace unos meses atrás, había cambiado
y mucho, lo que antes parecía inocente ahora era todo lo contrario a ella, ahora se sentía mujer y con
muchas ganas de vivir la vida, esa que no conocía por estar encerrada, y agradecía a Dante y Paula,
que la hayan dejado tomar sus propias decisiones y ahora nada ni nadie le haría cambiar de parecer.
Se adentró a la cama, y durmiendo después de un momento.
En la madrugada había despertado con mucha sed y hambre, recordando que no había cenado
absolutamente nada, pues después de lo que sucedió con Santino no había salido de su habitación,
se levantó de la cama muy lentamente aun medio dormida, salió de su habitación para dirigirse a la
cocina, su sala estaba completamente oscura, llego hasta la cocina prendiendo la luz, fue hasta su
refrigerador para servirse un vaso de leche pues no tenía ganas de hacer otra cosa, estaba agachada
buscando el frasco de leche cuando siente algo duro pegado a su trasero, da un grito seguido de un
brinco por el tremendo susto que se había llevado, al levantarse rápidamente y girar, respirando
agitadamente por el susto y sonrojada a más no poder, observa al hombre parado frente a ella.—
¿Qué haces tú aquí? grita Kathy, Santino solo sonríe. — ¿Qué haces en mi casa? ¿Cómo entraste?
Santino se encoje de hombros. —Mmm ni siquiera me había ido, donde quieres que me vaya si no
tengo donde ir— ella rueda los ojos fastidiada. —Con el dinero que tienes, no puedes buscarte un
hotel para quedarte o comprarte uno no creo que te cueste nada, o por qué mejor no te vuelves para
Italia.
—Eso no será posible, te dije que no me iría sin ti, Santino la repasaba con la miraba pasándose la
lengua por el labio, estaba realmente exquisita, su camisón transparentaba sus pechos, sus pezones
se apretaban contra la delicada seda, se podía ver su abdomen y más abajo, su jodida perdición, su
delicioso coño.
—Joder Katherine, ¿porque estas vestida así? su voz se notaba ronca y excitada, Kathy trago grueso
cuando él la sujeto de la cintura pegándola a su fornido cuerpo, estaba sin camisa con el torso
desnudo, sin cinturón, su pelo alborotado, se le notaba que estuvo durmiendo, en el sofá seguramente.
Sa Santino, suéltame por favor. — ¿De verdad, es lo que quieres? hablaba ronco mordiendo el labio
inferior de Kathy, sacándole un gemido apenas audible, Santino no lo soporto más y la sujeto de la
cintura para sentarla en la mesada, adentrándose entre sus piernas para luego sujetarla de la nuca y
devorar su boca, ella no se quedaba atrás y rodeo sus brazos a su cuello y lo atrajo aún más a
él.¡Kathy! gruñe en sus labios, su polla apretaba dentro de su pantalón y ya comenzaba a doler,
llevando una de sus manos al coño húmedo y caliente de ella, Kathy jadea por su intromisión y lo besa
aún más, meciéndose contra su dedo, lo deseaba, la calentaba de una forma increíble.
—Esta tan húmeda nena, tan caliente, ¡Joder! Estas, deliciosa nena. —Mmm— es todo lo que dice
echando su cabeza hacia atrás, automáticamente y sin pensarlo ella lleva su mano hasta la polla de
él palpándolo por encima de su pantalón, se le hizo agua la boca por lo dura que se encontraba, quería
sacarlo de su encierro y metérselo a la boca lo más que podía.
— ¿Te gusta? pregunta Kathy con la voz ronca y excitada. —Me encanta nena, me vuelve loco.
—Mmm, que lastima por qué es lo único que tendrás de mi— contesta Kathy empujándolo y bajándose
de la mesada de un salto. — Déjame en paz y vete de una puta vez de mi casa, le grita Kathy saliendo
de la cocina y corriendo a refugiarse en su habitación de lo contrario terminaría por hacer una locura.
Santino se quedó pasmado, lo dejo duro y caliente, de pronto suelta una ronca carcajada y se lleva
sus dedos a su boca, esos dedos que hace un momento se encontraba en ese lugar que era su
perdición.¡Realmente deliciosa! murmura para él.

Vuelve a dirigirse al sofá para seguir durmiendo, no pensaba moverse de ahí, hasta que Kathy le diera
una oportunidad.
Al día siguiente, Katherine se levantó rápidamente para dirigirse a la sala para ver si Santino seguía
ahí pero para su tranquilidad el ya no estaba ahí, suspiro tranquila llevándose una mano al pecho pero
también estaba triste porque espero encontrarlo ahí pero no fue así, ¿quién te entiende mujer? ¿No lo
quieres cerca pero también lo quieres? ¡Joder! calma tus hormonas, bueno nadie podía culparla estaba
muy bueno el condenado.
Se dispuso a limpiar un poco su pequeño departamento para luego ir al hospital ya que le tocaba el
turno de la tarde, preparo algo para el almuerzo ya que estaba hambrienta, luego se ducho se colocó
unos yean en color blanco con una camisa blanca y luego se dirigió al hospital.
De Santino no ha vuelto a saber nada, tal vez ya se cansó y se volvió a Italia ¿verdad? o es que anoche
lo deje tan caliente que se fue a buscar una zorra para descargarse, la verdad era otra y pronto lo
sabría.
Llego al hospital, saludo a Carlos quien ya se encontraba ahí, la verdad ahora era complicada la
situación entre ellos, porque Carlos estaba enamorada de ella, sin embargo ella no y más aun después
de haber visto de nuevo ayer al hombre que le roba hasta la respiración.
— ¿Que te sucede hermosa? —Nada Carlos, ¿por qué me tendría que pasar algo?
—Te noto un poco triste y distante, ¿o acaso es por lo que sucedió anoche? si es así discúlpame Kathy
pero no lo podía ocultar más. — ¡Carlos! Kathy levanta la mano interrumpiéndolo, no es momento de
hablar de eso ahora, discúlpame debo trabajar por favor.
Así paso toda la tarde y parte de la noche, Kathy no había vuelto a hablar con Carlos, pero no dejaba
de pasar hacia el sector en que ella se encontraba nada más para observarla desde lejos sonreírles a
los niños.
Al llegar la noche y ya terminado su turno, se cambia de ropa y se dispone a salir, Carlos la estaba
esperando para llevarla a su casa, la había esperado muchas horas pues su turno había terminado ya
bastante horas atrás, pero no le importaba con tal de estar un tiempo a solas con ella.—Kathy ¿vemos
una película hoy? Carlos pide achicando sus ojos juntando sus manos, Kathy sonríe, la verdad su
compañía era muy agradable, la hacía reír siempre.
—Está bien, rueda los ojos riendo, vamos pero solo un rato luego debemos descansar. — Si señorita
solo cenaremos veremos una peli de una hora y luego a dormir.
—Está bien, Kathy ríe— vamos.
Después de quince minutos llegan al departamento de Kathy, se habían quedado a comprar papas y
hamburguesas para la cena.
Kathy abre la puerta y cuando entra a su departamento se quedó con la boca abierta, estaba totalmente
decorada con rosas rojas, una mesa preparada para dos con velas y más rosas, y un Santino parado
observándola, estaba más guapo que nunca, con una camisa azul oscuro y un pantalón de vestir en
color negro con su cabello rubio muy sexy, pero su cara era de furia al ver a Carlos parado detrás de
Katherine.
— ¡Santino! exclama Kathy. — ¿Quién es el Kathy? pregunta Carlos confundido.
—El, él es... —Su novio— contesta Santino antes de que ella diga nada. — ¿Y tú quién eres y que
haces con mi mujer? espeta enojado acercándose a ellos, Kathy abre los ojos lo más que puede, no
comprendía nada de lo que estaba ocurriendo.— ¿Su novio? Kathy no tiene novio, ¿Kathy?
—Quiero que te largues de aquí y dejes en paz a mi mujer, ella es mía. —Basta, basta los dos, contesta
Kathy.
— ¿Santino, que carajos haces aquí? y no no es mi novio. Santino levanta una ceja mirándola.
—Carlos discúlpame dejaremos para otro día la película por favor, tengo un asunto que resolver, dice
mirando fijamente a Santino, el solo sonríe. —Y tú, borra tu sonrisa estúpida, Santino se pone serio al
escuchar a Kathy reprenderlo.
Carlos esta apenado y confundido porque no sabía quién era ese hombre, ya que Kathy no le contaba
nada de su vida, sin embargo él sabía que algo ocultaba supuso que ese hombre podría ser alguien
importante en su vida, y que a juzgar por lo que vio, no era cualquier hombre pues un amigo no haría
todo lo que hizo.
—Hasta mañana Kathy susurro dejando un beso en su mejilla a lo que Santino soltó un gruñido
¿estaba celoso? eso era digno de ver de Santino Ferrari.
Kathy cerró la puerta y suspiro. —A ver Santino, ¿qué es todo esto? ¿Y de nuevo, como mierda
entraste a mi casa? Ya ya no me contestes, se me olvida que no eres un hombre normal.— ¡Kathy! se
acercó a ella, sujeto sus manos.
—Sabía que no aceptarías salir a cenar conmigo así que traje la cena hasta aquí. — ¿Tu, tú hiciste
todo esto? señala Kathy observando todo el lugar, el asiente.
—Es lo mínimo que te mereces princesa, ella agacha la cabeza, ¿que estaba ocurriendo? ¿Este no
era el Santino que conocía? ¿Dónde estaba ese idiota, que ni siquiera podía decir una palabra bonita?

— ¡Kathy! sujeto su rostro entre sus manos, sé que no he sido el mejor hombre ni nada que se le
parezca a decir verdad fui todo lo contrario, te había pedido que me enseñes a ser un buen hombre y
la cague muy grande por culpa de eso perdí a mi hijo, a nuestro hijo— Kathy no podía evitar derramar
unas lágrimas— pero en verdad estoy arrepentido.
— ¡Santino! yo no confió en ti, no te conozco, ni siquiera sé si lo que ahora me dices es verdad. —Lo
es Kathy, siente, agarra una de sus manos y la lleva hasta su corazón, siente como late, más fuerte
que nunca al estar a tu lado, tu llegaste para darle sentido a mi vida Kathy, ella temblaba y no podía
parar de llorar.—Ahora soy yo quien te dice que no puedo prometerte nada Santino, no puedo olvidar
todo de la noche a la mañana, no después de todo lo que paso, todavía me duele la perdida de mi hijo.
—Lo sé nena, se perfectamente, pero también yo sufrí, también yo perdí una parte de mí, y me he
sentido fatal porque fue mi culpa.
—Perdóname Katherine, y hare hasta lo imposible porque me dejes entrar de nuevo a tu vida.
— ¿Qué hiciste con Santino? el sonríe y agacha la cabeza. —Murió y volvió a renacer.
— ¿Y dónde está mi Katherine tímida y angelical? —Murió y volvió a renacer— Contesta lo mismo que
él.
— ¿Empezamos de nuevo?
—Hola señorita, Soy Santino Ferrari un mafioso Italiano ¿y tú?
27. Aléjate de ella.
Katherine dudaba en tomar la mano que Santino le tenía extendido con una sonrisa en los labios.
—Anda vamos, por lo menos seamos amigos.
Ella rueda los ojos y finalmente acepta, dándole también la mano. —Katherine Ricci, una simple mortal
contesta, ganándose una carcajada de parte de él que también la hizo reír. —Solo amigos Santino.
Él solo asiente.—Por ahora, ella levanta una ceja y niega.—¿Quién es él? Pregunta serio, Kathy sabía
que se refería a Carlos. —Un amigo.
—Los amigos no sé besan, no me gusta verte con él, ella bufa. —Y lo que tú quieras o no me tiene sin
cuidado.—Tú eres mía Katherine, ella rueda los ojos.
—Ya comenzamos, yo no soy de nadie Santino, soy libre de hacer con mi vida lo que quiera y sí te
molesta puedes irte por donde viniste.—Ya está bien ¡Joder! Vamos a cenar, seguro estás hambrienta,
ella observa toda la mesa y la verdad está increíble.—Tú, ¿tú hiciste todo esto? —Sí y no, ella levanta
la ceja interrogante.—Lo de las flores si fui yo lo de la cena no, eso la compré hecha no se me da eso
de cocinar, se rasca la nuca diciendo eso y a Kathy le pareció muy tierno.
Cenan en silencio dándose una que otra miradita, la verdad era que Kathy moría de nervios no podía
creer que lo tenía cerca después de tanto tiempo, y verlo así tan romántico era demasiado bueno para
ser verdad.
─ ¡Kathy! El sostiene su mano sobre la mesa, ella estaba nerviosa, su presencia le hacía tener miles
de pensamientos no muy decentes, con tal solo hablarle con esa voz ronca y sensual ya se le caían
las bragas. –Vuelve conmigo a Italia─ Kathy estira su mano y baja la mirada. –Santino, eso no será
posible por lo menos no por ahora, necesito esta libertad, necesito sentirme viva, alejada de muchas
cosas. –Alejada de mí. –Especialmente de ti─ a Santino se le formo un nudo en la garganta al escuchar
eso pues sabía que Katherine aún no había superado todo lo que había pasado. –Pensé que podíamos
empezar de nuevo. –Y lo haremos pero no de la forma en que tú piensas Santino. –Me gustas
Katherine─ esas palabras hicieron eco en su cabeza, revolviendo su estómago, quería gritarle que el
no solo le gustaba sino que lo amaba pero no sería así.Santino se levanta y se acerca a Kathy ella
gira al costado y se miran fijamente cuando Santino toma el mentón de Kathy obligándolo a mirarlo,
sus ojos eran dos esferas brillantes, eran verdaderamente hermosos, mientras que Santino se
deleitaba de mirar el rostro de Kathy que parecía un verdadero Ángel.
La toma de la mano y la levanta quedando frente a frente, lleva sus manos al rostro de ella
acariciándolo bajando su mano al cuello de Kathy haciéndola estremecer ante su tacto. ─Me haces
sentir cosas Kathy que no sé cómo explicarlo, te deseo de una forma que no te imaginas, ojala pudiera
evitar todo esto que siento pero no puedo, te necesito en mi vida.
Kathy lo miraba embobada, sus palabras calaban muy hondo, ansiaba con todas sus fuerzas que le
dijera que la amaba pero nunca salieron de sus labios esas palabras, pero para ella no eran suficientes
las demás, ya no podía confiar en el después de todo lo que ocurrió meses atrás.
─Santino, no puedo corresponderte, el, la miraba triste. ─ ¿Me dejaste de amar? Ella traga grueso por
supuesto que no lo había hecho eso era imposible para ella. –No lo sé Santino es muy difícil contestarte
eso ahora, por favor vete─ sus palabras dejaban un sabor amargo en Santino ¿porque le dolía tanto
sus palabras? ¿Porque simplemente no podía dejarla y marcharse?─ ¿Es lo que quieres Katherine?
Ella quería decirle que no, que se quedara, que no la dejara sola, que lo necesitaba pero no podía ser
débil ante él, ya no más.
─Por ahora si Santino, necesito que lo hagas─ agacha la cabeza cabizbajo y asiente. –Está bien
Katherine te daré tu espacio, a pesar de que ya lo he hecho pero necesito que te quede claro algo, no

dejare que estés con nadie─ se acerca peligrosamente a ella imponiéndose en físico y altura, mientras
que ella traga grueso y respira agitada –No dejare que otro me quite lo que es mío─ eso sonó muy
posesivo pero por alguna loca razón a Kathy no hizo otra cosa más que excitarla.
─Que descanses pequeño ángel─ deja un dulce beso en su mejilla, durando más de lo normal, y a
Katherine se le acelero el corazón, sintió arder por dentro, Santino se retiró del departamento mientras
que ella reaccionaba de ese momento tan maravilloso alado del hombre que amaba, observo las flores
encima de la mesa y alrededor en los muebles y sonrió pues eran realmente hermosas y viniendo de
un hombre como él era realmente especial.
Después de juntar todas las cosas y llevarlas a la cocina, las flores no las había tocado, se fue a su
habitación a ducharse y a dormir pues era bastante tarde, mañana tenía que madrugar para ir al
hospital pero esa sonrisa no se la borraba nadie, hasta ya le dolían las mejillas de tanto sonreír.Al día
siguiente Katherine fue muy temprano al hospital y un poco más tarde veia llegar a Carlos, la verdad
le debía una disculpa por lo que sucedió anoche.
─Hola Carlos─ el solo la observa serio y asiente. ─ ¿Estas molesto conmigo? El solo niega y suspira.
─ ¿Qué tal tu noche? De seguro muy bien con tu novio. –Él no es mi novio Carlos.
─El no dijo eso. –Él puede decir muchas cosas pero no es mi novio. – ¿Tu ex?
─De hecho, nunca fuimos nada, ni siquiera podría llamarse ex – Carlos la mira por breves segundos
y sonríe. –Está bien te creo pero me debes una peli. –Si te debo una peli y una cena. –Por la cena no
te preocupes anoche me comí tus papas y tu hamburguesa. ─ ¡Ey! Entonces el que me debe una cena
eres tu─ Carlos suelta una carcajada. –Cuando quieras hermosa, pellizca la mejilla de Kathy y ella se
sonroja.
Paso el día con mucho trabajo, habían ingresado más niños, por una parte era divertido compartir con
ellos por otra era triste ver a tantos niños enfermos.
─Oye Kathy estamos organizando una salida hoy a un club, ¿te apuntas? Pregunta una de las
enfermeras del sector de Kathy. ─ ¿Un, un club?
─Si, aha, hace mucho no salimos con las chicas, aparte irán el doctor Carlos y el doctor Ben, anda
vamos a divertirnos un poco. –No lo sé, contesta tímida pues nunca había ido a un club.
─Déjala Daysi, no creo que la niñita quiera ir a un club a bailar y a tomar, debe ir a su camita a tomar
su leche y dormir, bromea Carlos desde lejos escribiendo algo en su tableta, Kathy levanta la ceja
haciendo un gesto con el rostro. –No soy ninguna niñita para que lo sepas Doctorcito, si si iré Daysi─
Carlos suelta una carcajada y le guiña un ojo.
─Súper nos encontramos en el club a las nueve ¿te parece? –Pero yo no sé dónde es.
─No te preocupes por eso Kathy yo paso por ti─ habla Carlos. –Está bien, nos veremos ahí.
Al terminar su turno ambos salen del hospital. –Oye Carlos nunca he ido a un club ¿Qué se supone
que lleve puesto? Carlos suelta una carcajada, le encantaba esa inocencia de Kathy, en varias
ocasiones se la imagino en su cama desnuda con esa carita de ángel que tenía sonrojada, gimiendo
bajo su cuerpo ¡mierda!, se aclaró la garganta alejando esos pensamientos.─Puedes llevar algo sexy─
le dice moviendo las cejas, ella suelta una carcajada. –Que dices, no tengo nada sexy olvídalo no
llevare nada que me haga parecer una zorra necesitada.
Carlos de nuevo ríe por el comentario de Kathy. –Puedes ir como te sientas cómoda hermosa nadie
te dirá nada, de todas maneras eres hermosa así te pongas una bolsa.
─ ¡Carlos! No digas eso que me lo voy a creer, el solo ríe. –Pues créetelo Kathy.
─Paso por ti a las ocho ¿bien? Kathy solo asiente. –Está bien.
Kathy se apresuró a buscar ropa que ponerse pues nada de lo que tenía le parecía adecuado para un
club, nunca había ido a uno pero no era tonta sabía que ahí no podía irse muy tapada.
Eligio un vestido en color rojo, un poco por encima de las rodillas, sin mangas y con un pequeño escote,
pues no tenía mucho que enseñar, debajo tenia puesto una tanga en color negro en conjunto con el
brasiere, algo que había cambiado Kathy era su ropa interior, dejo de usar ropas de niñas con
corazones y ositos para usar ropas interiores más sexy, mas provocativos, pues quería sentirse sexy
y más mujer y por qué nadie vería lo que llevaba puesto debajo de la ropa, peino su largo pelo casi
rubio y maquillo un poco sus ojos y su labio con un labial ligeramente rojo.Carlos la estaba esperando
abajo y cuando la vio salir, casi se le cae la boca al suelo, al verla dio un silbido. –Por Dios Katherine,
estas hermosa, ella dio una vuelta tímida sonriendo. ─ ¿Te gusta?
─No es nada sexy pero era lo mejor que tenía─ dice dulcemente y Carlos solo quería estrecharla en
sus brazos. –Estas perfecta, Vamos, que nos están esperando.
Kathy sin embargo sentía un vacío en su pecho, desearía que Santino estuviera ahí, pero no volvió a
saber de él en todo el día, era claro que ya se cansó de jugar al enamorado y se volvió para Italia, pero
esta noche no quería pensar en él, no, esta noche era para divertirse.
Llegaron al club ya todos estaban, al ver a Kathy todas gritaron pues la veían hermosa.
¡Estas hermosa Kathy! Grita Daysi –Gracias ustedes también están muy sexy.

Eran cinco mujeres y dos hombres esa noche, y estaban ahí para divertirse. ─ ¿Qué tomamos?
Pregunta el doctor Ben. –Tomamos tequila, gritan las mujeres, Kathy se mantenía en silencio bajo la
atenta mirada de Carlos pues, sabía que Kathy nunca había bebido, pero traen la primera ronda y
hacen beber a Kathy su primer vaso de tequila.Salen a bailar, a Katherine se le estaba subiendo muy
rápido la bebida pues era la primera vez que bebía, Carlos la invito a bailar y de tanto en tanto él se
apoyaba en ella o le hacia cualquier caricia para sentir la suavidad de su piel, moría por besarla era la
verdad y no quería desaprovechar la oportunidad así que lo hizo, la tomo desprevenida y junto sus
labios a los de ella, era la segunda vez que la besaba y cada vez le gustaba más, desearía que
aceptara ser su novia, pero nada podía ser perfecto esa noche ni ninguna otra, lo último que sintió fue
un empujón y un duro golpe en su rostro que lo tiro al suelo.
Santino estaba furioso, mirándolo como queriendo sacar su arma y dispararle ahí mismo, se contuvo,
las chicas gritaron al ver la escena, mientras que Kathy veía lo que sucedía y no la asimilaba, pues no
sabía que hacia Santino ahí, las personas observaban la escena.
Carlos intento golpear a Santino pero el volvió a tumbarlo al suelo. –Te dije que te alejaras de mi mujer
imbécil, espeta colérico, sin esperarlo más Santino carga a Kathy como un costal de papas y la lleva
sobre su hombro. ─ ¡Bájame! ¿Qué mierda haces? Gritaba Kathy golpeando a Santino en su espalda,
él no le hacía caso pues estaba furioso al ver que Carlos la besaba nuevamente.La mete a una de las
camionetas e ingresa a su lado mientras que uno de sus hombres que venía con el conducía. ─ ¿Qué
te ocurre?, déjame ir, estoy con mis amigos, gritaba Kathy golpeándolo con su puño en su pecho.
Santino la sujeta de la muñeca fuerte pero sin lastimarla. ─ ¡Calme Katherine! Está muy tomada, ¿Por
qué carajos bebiste?
─No es tu problema─ contesta apenas enredándose la lengua producto del alcohol en su sistema.
─Pensé que habías vuelto a Italia. –No todavía no, no dejare las cosas inconclusas Kathy.
─Mmm, y que es lo que dejas inconclusa, Kathy se vuelve osada subiéndose a horcajadas sobre
Santino, llevando su rostro en el cuello de él, dejando suaves besos, el la sujeta de la cintura muy
fuerte, gruñendo ronco. ─ ¡Basta Katherine!, solo es producto de la bebida, mañana ni lo recordaras,
no sabes lo que haces.
─ ¿Acaso no me deseas? ¡Joder! Claro que la deseaba, la deseaba como un maldito hambriento.
─Lo hago nena, y mucho pero no está bien, tú no estás bien, no me aprovechare de eso, Kathy se
muerde el labio y comienza a moverse encima de su erección, y hace algo que lo deja totalmente loco,
se quitó el vestido quedando solo en ropa interior, menos mal tenia los vidrios levantados de lo
contrario sus dos hombres verían a su mujer semidesnuda.
─ ¡Kathy! Gruñe y la observa completa tragando grueso y entreabriendo los labios. ─ ¿No te gusta? ─
hace un puchero con los labios como niña inocente. ─ ¡Joder! ¡Mierda! Gruñe su polla comenzaba a
palpitar dentro de su pantalón, se había hecho muy dolorosa, ─Kathy eres muy hermosa─ hablaba
mirándola fijamente sujetándola de la cintura sintiendo que la podría partir en dos si seguía sujetándola
de esa forma.
Kathy más osada aun lleva una de sus manos a la polla de Santino apretándola por encima de la tela,
─ ¡Mierda! Me vas a matar preciosa─ jadeaba, con la otra mano toma la mano de Santino y la acerca
a su intimidad, Santino se estaba conteniendo lo más que podía pero ella lo estaba provocando física
y mentalmente, sabía que era producto de que había bebido más de la cuenta pero ¿cómo decía que
no a esto?─Tócame─ pide Kathy, y el dudando unos segundos mantiene quieta sus manos. ─ No
puedo hacerlo─ Kathy lo mira sorprendida, removiéndose para bajarse de él. ─Le diré a mi amigo que
lo haga─ contesta picara a lo que Santino gruñe y en un acto posesivo la sujeta de los muslos para
que no se mueva y con la otra mano introduce dos dedos en ella, Kathy jadea echando su cabeza
hacia atrás, gime, sentir sus dedos era delicioso, el, la sujeta de la nuca pegando sus labios a los de
ella mientras la follaba con los dedos, era jodidamente excitante ver a Kathy montando la mano de
Santino mientras que él se estaba muriendo y quemando por dentro. ─ ¿Esto es lo que quieres? ¿eh?
Nadie puede ponerte un puto dedo encima porque será hombre muerto.
Santino introduce sus manos en la cabellera de Kathy haciendo puños y obligándola a mirarlo.
─ ¡Mírame! Ordena, y así lo hace mientras que con la otra mano la seguía follando. ─ ¿Quieres que
pare? Pregunta sin despegar sus ojos de los ojos de ella. –No no por favor, suplicaba, Kathy estaba
demasiado excitada, era por el alcohol, sí, pero también porque él estaba ahí, era el quien le hacía
sentir todo esto y ya no podía soportar tenerlo cerca y no follarlo.
Sin esperarlo más Kathy explota en un escandaloso orgasmo que era seguro que hasta sus hombres
escucharían al otro lado del vidrio pues la forma en que Kathy gemía no hacia dudar lo que estaba
pasando, por la mano de Santino escurría los jugos del coño de Kathy, que sin dudarlo lo lleva a la
boca saboreando su sabor tan dulce y exquisito. ─ ¡Delicioso!─Toda tú, eres jodidamente deliciosa y
adictiva, mi hermosa Katherine, ella se encontraba sonrojada y con perlas de sudor en su frente, se
veía jodidamente caliente.

─Quédate esta noche conmigo─ Definitivamente Santino no pensaba ir a ningún lado.
─Me quedo amor, todo lo que quieras, Kathy sintió volar, escuchar de su boca la palabra amor, era
realmente hermoso.
Llegaron al pequeño departamento de Kathy, se colocó de nuevo el vestido y bajaron, Santino no
dejaba de besarla, acariciarla, la extrañaba y ella a él.
Al entras el, la toma de la cintura alzándola del culo, haciéndola enrollar sus piernas en su cintura, al
pasar él toma una rosa de uno de los ramos y sigue besándola completa, a él le encantaba esta nueva
faceta de ella, el alcohol la desinhibe por completo, le gusta que dejara su lado de niña inocente para
convertirse en toda una mujer ardiente y sensual porque eso era ella, una mujer muy sensual.
La bajo en el suelo detallándola completa –Quítate el vestido y acuéstate en la cama y no dejes de
mirarme─ ordena.Kathy automáticamente lo hace, sin despegar la vista de Santino quien sonríe de
lado, esa sonrisa sensual que ella amaba.
Santino se despoja de su camisa quedando solo con su pantalón y descalzándose, se inclina entre
sus piernas y comienza a acariciarla con una rosa. ─ ¡Mierda! Quién lo diría yo un maldito mafioso
haciendo esto─ pero Joder no negare que me fascina, con ella todo me encanta y he aprendido a
disfrutar estos momentos, ella se merece esto y más.
¡Santino! Gemía bajito su nombre temblando bajo las caricias de él. –Eres una flor hermosa Katherine─
pasaba la rosa por sus pechos, bajando por su abdomen donde la hacía estremecerse, subiendo hasta
su rostro acariciando sus labios rozándola con la delicada flor.
¡Santino! Por favor, suplicaba y él sabía lo que quería, pero quería que lo deseara aún más.
─Dime mi dulce Katherine, ¿Qué quieres amor?
─Follame por favor. ─ ¡Joder! Con ella no se puede ¡mierda! ─ ¿Eso quieres?
─S si, por favor, tartamudeaba. –Eso tendrás, contesta con la voz oscura y cargada de excitación,
desprende el brasiere de Kathy dejando sus pechos descubiertos, el no duda en tomarlos en sus
manos y meterlos a su boca, sus pezones se endurecen en su boca, los muerde delicadamente
estirándolo con los dientes. Gime, sus gemidos son música para él. –Quiero comerte toda Kathy, eres
mía.
Baja hasta su coño, despojándola de su braga, quedando totalmente desnuda, posa su vista en su
intimidad, y lo único que quiere es hundirse en ella pero primero saborear todo su néctar tan delicioso
y no se hace esperar se inclina entre sus piernas y lleva su boca hasta ese rosado coño.
¡Santino! Jadea su nombre cuando posa sus labios sobre su delicioso coño ─ ¡Joder! Esto podría ser
mi jodida adicción─ lame y chupa todo de ella, mientras que Kathy se encuentra completamente
perdida en el placer hasta que de nuevo se deja ir cuando Santino mete su lengua dentro de su vagina
saboreando todo lo que sale de su interior, Kathy tarda unos segundo en recomponerse cuando
Santino ya tenía puesto el preservativo observándola completamente desnuda y abierta de piernas
para él. ¡Hermosa!
Se acuesta sobre ella, devorándola en un beso posesivo, rudo, mordiendo su labio inferior ganándose
gemidos. –Te deseo amor─ Kathy lo mira fijamente cuando el entra de una sola estocada haciendo
arquear su espalda. ─ ¡Dios! Exclama ella por la intensidad de la penetración, hace casi tres meses
que no sentía esto, era la gloria tanto para el como para ella.
─ ¿Puedo moverme pequeña? –Si hazlo, gemía Kathy
Santino la besa y ella lo acaricia con sus manos, apretando sus gruesos brazos por la intensidad de
sus penetraciones, ya no podía contenerse ─ ¡joder nena! Estas tan apretada─
Entrelazan sus manos sobre la cabeza de Kathy, mientras se besan sin querer separarse.
─Kathy, eres demasiado importante para mí, confiesa, y a Kathy se le apretó el corazón, no era un te
quiero, mucho menos un te amo, pero sabía que le importaba, ella solo sonríe y lo besa aún más,
sintiendo el orgasmo de nuevo arremolinarse en su vientre, mientras que Santino está próximo a
correrse.─ ¡Córrete conmigo pequeña! Y así lo hacen, llegando juntos al éxtasis del placer, gimiendo
y jadeando.
¡Santino!
¡Amor!
Ambos cayeron completamente extasiados, respirando agitadamente, Santino sonríe mirando a Kathy
sacando unos pequeños mechones de pelo que estaba sobre su rostro. –Eres hermosa─
Besa suavemente sus labios levantándose para tirar el preservativo en el baño, cuando vuelve Kathy
se había quedado profundamente dormida en medio de la cama.
La acomoda en la cama acostándose el alado atrayéndola y pegándola a su cuerpo, rodeándola con
un brazo para dormir alado de su mujer.
Al día siguiente muy temprano Santino había recibido una llamada, era Natanael que le había pedido
que vuelva pues había algunos problemas y requerían su presencia. ─ ¡Mierda! No quiera dejar a
Kathy pero no le quedaba de otra.

─ ¿Te vas? Pregunta Kathy un poco triste al ver a Santino vestirse, se acerca a ella sentándose en el
borde de su cama, acariciando su rostro. –Debo volver a Italia mi ángel, pero volveré ¿está bien?Kathy
agacho la cabeza, mientras que sujeta su mentón obligando a que lo mirara. –Kathy volveré lo más
pronto posible, no te dejare mucho tiempo sola nena, te prometo.
─ ¿Me esperaras? Ella se muerde el labio y asiente, él sonríe y la besa. ¿Esto era real? ¿Cuánto
duraría esta felicidad?
─Katherine, ya no te volveré a dejar amor.
: 28. Traición
Santino se había marchado y Kathy sintió un gran vacío, de nuevo paso, estuvieron juntos y él se
marchó, de nuevo ella había sido una tonta, pero la verdad esta vez él no había tenido la culpa, ella lo
sedujo, ella lo provoco pero también ella lo quería, lo deseaba y nadie le quitaba el placer de haber
estado con él, de sentirlo dentro de ella, entre sus piernas, él era el único que podía provocarle miles
de sensaciones con tan solo un roce, con unas palabras.
Kathy se levantó para ducharse y dirigirse al hospital, pues debía estar allí para el medio día y ya era
bastante tarde.
Después de ducharse y vestirse preparo apenas unos sándwiches para almorzar y salir rápidamente
de su departamento, cuando salía escucha que le había llegado un mensaje.
Me encanto estar contigo anoche mi ángel, o mejor digo mi pequeña diablita, volveré nena más pronto
de lo que imaginas, no te libraras de mí tan fácilmente, eres mía Katherine.Un beso.
Kathy rueda los ojos al leer la última frase, y luego sonríe de oreja a oreja negando, se quedó sonriendo
y pensando por un momento rosando sus labios suavemente con sus dedos, imaginando los besos de
Santino, esos besos a veces tiernos y otras veces feroces y calientes.
Se recompone rápidamente, sacude la cabeza y baja corriendo las escaleras y a pasos apresurados
camina hasta el hospital, hasta llegar.
Al llegar se encuentra con las chicas con las que estuvo anoche en el club, al verla sonríen,
–Buenos días, buenos días Katherine, a alguien se le pego las sabanas, bromean las chicas, mientras
que Daysi se acerca a ella interrogante ─Aquí las chicas y yo queremos saber con lujo de detalles,
¿Qué paso anoche? ¡Por Dios! ¿Quién era ese hombre tan sexy y caliente que te saco ayer del club
como un costal de papas?
─ ¡Daysi! Exclama sonrojándose. –Es un amigo. –Sí y yo soy la reina de Escocia. –Un amigo Katherine
no mata casi a golpes a otro por besarte y no te saca de esa manera como si fueras de su propiedad─
Ella sonríe y agacha la cabeza, muerta de verguiza ¿Qué le diría? Santino no era nada en realidad,
no eran novios, parejas, ni siquiera eran amigos.─Es solo un hombre y ya, ok─ murmura para que la
dejen tranquila y las chicas comienzan a reír.
─Y qué hombre por Dios, contesta Fer una de las enfermeras que estuvo con ellas anoche, todas
comienzan a reír. –Oye por cierto y Carlos, ¿Dónde está?
─No ha venido─ Kathy se sorprende. ─ ¿No ha venido?
─No, aviso que se sentía mal y que no vendría hoy al hospital. ─ ¿Acaso anoche sucedió algo después
de que yo saliera del club?
─Mmm después de que ese hombre tan sexy, guapo y todo un adonis, lo golpeara dos veces y
romperle la nariz, y te haya llevado como un almohada sobre su hombro, el doctor salió furioso del
club sin decir nada y ya no volvimos a saber de el─ Kathy jadea apretándose la cabeza.
─De seguro está muy molesto conmigo. ─ ¿Por qué habría de estarlo? Inquiere dudosa Daysi.
─Por nada, por nada, mejor voy a trabajar que ya es tarde.
Kathy marco el número de Carlos para intentar hablar con él pero fue en vano, no le contesto la
llamada, lo comprobaba aún más. –Estará muy molesto conmigo por lo de anoche.Se dispuso a
trabajar y cuando termino su turno, decidió antes de regresar a su casa, pasar por la casa del doctor
para ver cómo se encontraba y hablar con él.
Llego a su departamento y toco la puerta una, dos, tres veces, hasta que por fin abrió la puerta, ella
se sorprendió al verlo, tenía la nariz vendando y el pómulo con un gran moretón, el, la miro con el ceño
fruncido claramente molesto.
─Hola Carlos. ─ ¿Qué quieres Katherine?
─ ¿Puedo pasar? –Te pregunte qué quieres. –Mira, sé que estas molesto conmigo pero discúlpame
no sabía, ni siquiera me imagine que él podría aparecerse ahí.
─No importa si ya no tienes nada que decir mejor vete─ intento cerrar la puerta, pero Kathy lo sujeto
con la mano. –Carlos por favor, escúchame.
─ ¿Qué quieres que te escuche? Grito como perro rabioso. – ¿Que me dirás?, ¿que ese hombre no
es nada tuyo, que no lo conoces?, sin embargo no es lo que vi Katherine, ese hombre te reclama
como suya, como su mujer─ ella agacha la cabeza. –No es nada mío, es la verdad, no es no novio no
mi ex ni nada de eso, él es… ─ ¿Es quien Katherine?─Yo perdí un hijo Carlos─ se atreve a confesarle
mientras que el, la mira sorprendido con los ojos muy abiertos, no espero tal confesión.

─ ¿Un hijo? Ella asiente con la cabeza agachada, los ojos le picaban, no quería volver a hablar sobre
ese tema, pero Carlos se merecía una explicación era su amigo, se hace a un lado, dándole paso a
que entre a su departamento, ella entiende y lo hace, cerrando la puerta detrás de ella.
Kathy suspira y comienza a hablar… ─Él era el padre de mi hijo─ se gira hacia Carlos con lágrimas
en los ojos, él se sintió fatal por haberle gritado. –No me cuentes si no quieres Katherine, escucha
yo… ─No Carlos, lo hare te lo contare todo, mereces una explicación y tienes razón guardo mi secreto,
mi pasado, que trato de olvidarlo pero no puedo cuando ese pasado vuelve a mí.
─Ese pasado me rompió la nariz─ señala su nariz vendada y Kathy lo mira apenada. –No sé para que
volvió Carlos después de tanto tiempo, yo hui de él, me hizo mucho daño, yo lo amaba y él se burló
de mí, quede embarazada pues era una tonta.
─ ¿Y qué paso Kathy? Ella guarda silencio por un momento cerrando los ojos muy fuertes, Carlos
toma sus dos manos y deja un beso en cada mano. –Tranquila, no pasa nada.─ ¿Y qué paso Kathy?
Ella guarda silencio por un momento cerrando los ojos muy fuertes, Carlos toma sus dos manos y deja
un beso en cada mano. –Tranquila, no pasa nada.
─Una noche, fui a su casa, lo vi con otra teniendo sexo y salí de ahí huyendo, estaba muy mal, fue
como si me hubiera atravesado un puñal, lo último que recuerdo fue la luz de un auto que me envistió.
Luego desperté en el hospital y me habían dado la noticia de que perdí a mi bebe.
─Cuanto lo siento Kathy, ven aquí─ ella llora y Carlos la abraza. –Ya tranquila─ deja besos en su
cabeza, acariciando su espalda, luego sujeta su rostro haciéndola mirarlo.
─Perdóname por comportarme así, pero hubiera sido más fácil si me lo hubieras dicho desde un
principio. –No es fácil Carlos, quería olvidar todo por eso hui de Italia, tenía mucho dolor y estar ahí
me hacía mal y aquí finja ser otra persona y ya, era más fácil.
─Pero de nada sirvió que hayas huido porque ya te encontró. –Si lo sé.
¿Todavía lo amas? Ella lo mira fijamente, ¿Qué si lo amaba? Por Dios que sí, lo amaba como el primer
día que estuvo en sus brazos, pero no quería confesárselo a Carlos sabiendo sus sentimientos hacia
ella.
─Tu silencio me confirma que sí. –No lo sé Carlos, todo es tan difícil. –Te entiendo, pero ¿eres o no
eres algo de el? –No por supuesto que no. ─ ¿Entonces todavía tengo alguna oportunidad de
conquistarte?
Kathy se sonroja por las palabras de Carlos. –No sé si pueda corresponderte, te quiero como amigo,
has sido el único que ha estado a mi lado desde que llegue aquí pero no puedo prometerte nada,
porque ni yo misma se lo que quiero ahora mismo.─Me gustas Kathy, ya te lo dije─ la sujeta del rostro─
Me encantas, eres hermosa, cualquier hombre mataría por estar contigo y ese imbécil se atrevió a
despreciarte, y lo peor de todo es que ahora quiere venir a reclamar algo que no es suyo─ Kathy traga
grueso pues eso no fue lo que le demostró anoche en su cama, siendo suya entregándose a él, en
cuerpo y alma.
Se aparta de él, pues no quería seguir con esto, no después de lo que sucedió con Santino, no podía
darle falsas esperanzas a un hombre tan bueno como él.
─Solo vine a ver como estabas Carlos, como no contestabas tu teléfono tampoco. –Estaba molesto
Kathy.
─Si lo entiendo, pero ya tengo que irme. –Te voy a llevar. –No, no te molestes, iré en autobús.
─No Katherine no dejare que vayas en autobús es tarde. –Está bien vamos.
─ ¿Dime que no volveré a encontrar el psicópata ese? Kathy gira a mirarlo mientras iba sentada alado
de el en el auto. –No te preocupes por él. El bufa –Define que es no preocuparme por él, es un loco─
Kathy reprime una sonrisa, pues si Santino era un loco posesivo ¡Joder! Era un maldito mafioso no
podía esperar menos de él.─Bien llegamos hermosa. –Muchas Gracias Carlos, ¿te veo mañana en el
hospital?
Asiente sonriendo─ Adiós. ─Adiós hermosa.
*
Santino había vuelto a Italia a tempranas horas cuando recibió la llamada de Natanael, la verdad se lo
escuchaba bastante preocupado y sabía que si Natanael lo llamaba era porque algo grave sucedía de
lo contrario él lo hubiera resuelto, sin embargo no podía dejar de pensar en esa pequeñita rubia que
lo estaba volviendo loco, sonríe al recordar la osadía que tuvo anoche, realmente no sabía si era
porque hacia tanto tiempo no la había follado pero estuvo más deliciosa que nunca, su cuerpo es
perfecto, sus pequeños senos que estaba hechos a la justa medida, y ese coño tan caliente y exquisito
que de tan solo recordarlo le ponía completamente dura la polla. ¡Joder! Se pasaba la mano por el
rostro, posándolo en su nuca, echando la cabeza hacia atrás.
Fue una de sus mejores noches sin duda, Katherine y el alcohol no son buena combinación, o una
excelente combinación, pensaba, sin duda Katherine estaba cambiando y esta nueva faceta de ella le
gustaba, aún seguía siendo inocente pero más atrevida, más osada, más caliente.No entendía como

una chiquilla como ella podía causarle tantas cosas, con tal solo hablarle o sonreírle si quiera, ella no
necesita tocarlo o besarlo, no, solo basta con una sonrisa y le pondría el maldito mundo a sus pies.
─Esa jodida niña, me está volviendo loco, es como una maldita droga que necesito consumir como un
maldito adicto, si ¡Joder! Soy un maldito adicto a ella, a su cuerpo, a sus besos, a sus gemidos ¡Mierda!
Nunca sintió esto por ninguna mujer jamás, cuando la veía el palpitar de mi corazón era como miles
de caballos galopando, era una sensación extraña que no conocía.
─Maldita mierda cuando vi a ese hijo de puta besarla, solo quise sacar mi arma y dispararle en medio
de su frente, más le vale que mantenga sus manos alejadas de ella, porque lo matare si es que se
atreve a algo, ella es mía y eso ya se lo deje en claro.
─ ¿Dónde está Natanael? pregunta a Lucio nada más lo ve y entrando a la mansión. ─ ¡Jefe! Saluda.
─En el despacho Santino.
─ ¿Qué ocurrió Lucio, algún problema con el negocio? Lucio niega, mejor será que Natanael te lo diga
Santino, arruga el ceño e ingresa a pasos apresurados.─ ¿Qué es lo que sucede Natanael? Pregunta
apenas ingresa a su despacho, seguido de Lucio, su hermano levanta la vista que tenía en unos
papeles y se levanta al verlo.
Quedan frente a frente. ─ No lo sé dímelo tú. ─Santino está confundido, no entiende que carajos
sucede. ─ No estoy entendiendo Natanael ¿a que te refieres con que te lo diga yo?
─Los rusos pusieron precio tu cabeza Santino. ─ ¿Qué carajos estas diciendo?
─Lo que escuchaste hermano, el consejo requiere tu presencia. ─ ¡Joder! Se pasa la mano por el pelo.
–No comprendo por qué los rusos querrían mi cabeza, jamás me metido en sus negocios ni en sus
malditos territorios.
─No lo sé Santino, esto no me gusta para nada… ─Pues para que demorar más esto, iré a ver para
que me quieren los del consejo, Lucio averigua que es lo que sucede, de que no estoy enterado, esto
no me huele nada bien.
Lucio asiente y se retira, mientras que Natanael sirve una copa a Santino. ─ ¿Cómo estuvo tu viaje?
Sonríe de lado antes de llevarse el vaso a sus labios. –Fue un viaje muy placentero,
comenta.─Entonces la viste─ fue más una afirmación que una pregunta. ─Más que eso hermano, más
que eso.
─ ¿Volvió? Niega… ─Aun no, pero lo hará muy pronto. Natanael levanta una ceja con una mueca de
sonrisa. ─ ¿Por qué tan seguro?
─ Solo lo se hermano.
Después de un momento Natanael, Santino y Lucio se dirigen a donde el consejo, pues esta situación
se estaba tornando un poco extraña, Santino no tenía idea de por qué los rusos querrían su cabeza.
¡Señores! Saluda Santino ingresando a la gran sala donde se reúne en consejo a tratar temas
relacionados a los negocios y todo lo que compete a la mafia Italiana. Los viejos que integran en
concejo son los lideras más antiguos de la mafia Italiana, quienes prácticamente son dueño de todos
los territorios y que seden a cambio de dinero y poder a los mafiosos más jóvenes y poderosos, a ellos
se les debe respeto y obediencia pues aunque sean viejos tienen mucho poder, tanto que harían
desaparecer a quien los traicionara, aunque ellos no fueran los más leales.
¡Santino! Requerimos tu presencia pues hay una situación preocupante.
─Estoy enterado de ello, lo que no sabría es porque quieren mi cabeza. ─ ¿En verdad, no lo sabes?
─No─ contesta con voz gruesa sin dejarse intimidar por nadie. –Haz memoria Santino, inquiere uno
de los viejos, él se mantiene en su misma postura sentado a la cabeza de la mesa larga observando
a cada uno de esos bastardos.
─ ¡hija de puta! Golpea la mesa con su puño, poniéndose de pie, mientras que Natanael lo observa
desconcertado. ─ ¿Qué sucede Santino?─Esa maldita perra me traiciono. ─ ¿De qué hablas?
─Dalis Capelli la perra de la mafia me tendió una trampa─ Ahora todo tenía sentido para Natanael.
¡Maldita hija de puta! Natanael gruñe colérico. –Qué bueno que ya estas entendiendo, habla uno de
los viejos. –Secuestraste a la hija de uno de los empresarios más importante en Rusia, y la mafia Rusa
lo está ayudando a encontrarla y ya saben que fuiste tú, vendrán por ti Santino.
─Esa maldita perra me traiciono, espeta furioso, ¿se quedaran con los brazos cruzados? Pregunta
cegando humo por la nariz y la boca, respirando agitadamente, queriendo volarle la cabeza a todos
esos viejos en la gran sala.
─En estos casos no podemos interferir y lo sabes Santino, es la líder del clan Capelli, ella es de la
mafia Italiana, solo podemos brindarte apoyo en contra de los rusos.
─Y te prohibimos que busques venganza, exclama otro del consejo.
─ ¡A la puta son sus prohibiciones! Esa maldita perra me traiciono y nadie que traiciona a Santino
Ferrari vive para contarlo. ¡He dicho que no! Golpea con su puño la mesa uno de los viejos mirando
fijamente a Santino furioso, el está completamente airado, respirando agitado.─Esto no se va a quedar
así, amenaza Santino echando humo, saliendo de ahí.

─A mí nadie me traiciona, y menos una maldita puta como ella. –Tendré tu maldita cabeza en mis
manos Dalis Capelli.─
29. Venganza
Santino ardía de rabia, echaba humos por la nariz y los ojos como un toro embravecido, saliendo de
la mansión de los viejos del consejo.
—Es una maldita perra—exclama enfurecido Natanael.
—Los documentos que nos proporcionó eran falsos, maldita mujer, era una maldita trampa.
— ¿Que haremos Santino? Primero mataremos a esa zorra y luego enfrentar a esos malditos rusos,
tenía todo muy bien calculado, esto es en venganza a la muerte de su padre estoy seguro, primero
vendrá por mí y luego irá por Fabrizzio eso es seguro.
—Debemos advertirlo, debe estar prevenido, —Y lo haremos.
Santino seguido de Natanael se suben a la camioneta seguido de todos sus hombres, golpeaba sus
dedos en la puerta del auto mientras fijaba su vista en la ventanilla, su rabia no había mermado, esto
complicaba la situación, había prometido a Kathy que volvería pronto, pero no podía hacerlo pues la
pondría en peligro si volvía, debía mantenerla alejada de él, Dalis sabía de Katherine, la protegería
con su vida si fuera necesario.— ¿Que haremos? —Se perfectamente que esa perra no me estará
esperando tranquilamente que yo llegara a matarla estará escondida como la rata que es, pero será
astuta pero no más que yo, si ella ha puesto un precio a mi cabeza y yo pondré sobre ella también.
Golpea furioso el asiento. —Calmate.
—La mataré, cuando la tenga enfrente le cortaré la maldita cabeza, es una maldita puta. — ¿Que
harás con Katherine?
Al escuchar a su hermano mencionar a esa pequeña chiquilla sus nervios calman un poco, porque con
tal solo escuchar su nombre el siente un poco de paz.
—No puedes ponerla en peligro yéndote a verla.
—Y no lo haré, es lo que más me jode, tendré que solucionar esto rápido. —O tus huevos se pondrán
azules. Natanael hace una mueca de sonrisa y Santino lo fulmina con la mirada. — ¿Nunca estás serio
ni cuando la cosa está jodida verdad?
—Le quitas lo divertido a la vida, se encoje de hombros. —Algo que no tengo es miedo Santino, lo
aprendí de ti— suspira y se pasa la mano por el pelo, antes no tenía miedo pero ahora estaba
cambiando eso y todo desde que apareció Katherine, ella llegó para cambiarlo todo, era justo por eso
que no quería tener una debilidad, no quería darle a sus enemigos algo con que aniquilarlo.Llegan a
la mansión de Fabrizzio esperando encontrarlo, los escoltas de Fabrizzio le dan paso pues ya sabían
de quién se trataba, Santino baja de su camioneta negra con ese porte de mafioso imponente con un
aura oscura, jamás podría pasar desapercibido ante nadie.
En la entrada se encuentra con Alonzo, la mano derecha de Fabrizzio, se dan la mano.
¡Alonzo! Saluda firme Santino a lo que Alonzo corresponde de la misma forma, hace lo mismo con
Natanael, Alonzo es un buen amigo y muy fiel a Fabrizzio. — ¿Se encuentra tu jefe?
—Asiente, en su despacho contesta con una mueca de sonrisa. —Espero no esté haciendo
cochinadas no me gustaría llevarme una sorpresa—Alonzo suelta una sonora carcajada. —Es lo que
más sabe hacer.
—Ese hijo de puta tiene suerte con Giannita, bromean subiendo las escaleras. —Que no te escuche
porque te pega un tiro en tus bolas—ahora es Santino quien suelta una carcajada.
Primero entra Alonzo seguido se Santino y Natanael, mientras que Lucio y dos hombres más se paran
en la puerta a custodiar, Fabrizzio levanta la vista y sonríe al ver a Santino, se levanta caminando
hasta el.— ¡Jodido Cabrón! Hasta que te apareces de nuevo ya pensé que tomaste tu lugar en el
inframundo.
Santino ríe y se dan una palmada en la espalda en un abrazo efusivo. —Todavia no, aún tengo cosas
pendientes luego ya podré tomar mi lugar allá abajo— habla en burla. — Se saluda con Natanael
también los tres son muy buenos amigos.
— ¿Y qué te trae por acá y más sin avisar?
—Vine a llevarme a tu esposa, Fabrizzio gruñe y Santino ríe. —Ya deja tus celos Santoro. — ¿Viniste
solo a bromear acerca de mi mujer o a decirme algo importante?
—Algo serio está pasando Fabrizzio, el frunce el ceño mirando a Santino. — ¿Que ocurre?
—La perra de Capelli me tendió una trampa, secuestre a alguien que no debía para ella. ¡Joder! se
pasa la mano por el pelo, mientras que Alonzo le sirve a cada uno un vaso de whisky.
— ¿Como fue que caíste en su trampa? Viniendo de ti es raro que desconfíes de tu propia sombra.
—Eso no es lo peor, habla Natanael.— ¿Qué, hay algo más? Santino asiente. —Los rusos pusieron
precio a mi cabeza.
— ¡Carajo! Solo quería advertirte Fabrizzio es una clara señal de venganza de parte de los Capelli y
utilizan a los rusos y ellos queriendo adueñarse de nuestros territorios harán cualquier cosa, pero si
es así vendrán por mí y luego por ti.

—Que ni se les ocurra porque conocerán a Fabrizzio Santoro, golpea la mesa con su puño gruñendo.
—Te lo digo para que estés alerta, ya que tú tienes esposa e hijos, yo no tengo nada, solo a este
bastardo aquí—Santino bromea señalando a su hermano quién lo patea en la pierna.
—Fabrizzio se mantiene parado mirando en la ventana. —Tendrán que matarme a mi primero antes
de que toquen a mi esposa o a mi hija.
—Sabes que... Se le corta la palabra cuando suena su teléfono, frunce el ceño al ver de quién se trata,
observa a su hermano y Fabrizzio gira a mirarlo también llevado el teléfono a su oreja, haciendo
Santino una señal de que mantengan silencio.
—Dalis, maldita puta, ¿Por qué huyes como cobarde?Escucha una carcajada al otro lado de la línea,
que le hace hervir la sangre apretando el teléfono más fuerte aún. —Santino, Santino pensé que eras
más astuto e inteligente, pero eres como todos los hombres, ven a una mujer y se les para el pito y no
se pueden resistir. —Te equivocas puta, lo que me impulso a hacer tratos contigo no fue tu maldito
culo, como si fueras la gran cosa, si no tus territorios, que te guste o no ahora son míos.
—No por mucho tiempo cariño, volverán a mis manos cuando los rusos acaben contigo.
—No si yo acabo primero con ellos, y eres tan cobarde que tuviste que recurrir a otro clan para
aniquilarme.
—Sabes que conmigo no puedes Dalis. — Pisoteare tu cabeza cuando la tenga en mis manos Santino
y el de tu hermano, me cobraré la muerte de mi padre y de Gabriel. —No se te hizo como muy tarde
maldita perra.
—Nunca es tarde para cobrar venganza, todo a su tiempo Santino, todo a su tiempo y cuando acabe
contigo iré por Fabrizzio, ese malnacido que duplicará cuando mate de la peor manera a su hija y a su
esposa.
—Jamás te acercaras a ellos Dalis primero te saco los ojos, maldita antes de que intentes algo.
—Escóndete puta por que cuando te encuentre desearás estar muerta, a mí nadie me traiciona y
menos una Capelli, ese apellido es una deshonra para la mafia Italiana.
—Cállate la puta boca, llevo el apellido de mi padre muy en alto. —Ese es el problema Dalis, tu apellido
no vale nada— corta la llamada gruñendo.— ¿Que te dijo esa maldita? Pregunta Fabrizzio respirando
agitado. —Te lo dije es una maldita venganza por la muerte de su padre y tú primo Gabriel que a juzgar
por ello era su zorra.
—La buscaremos Santino y así como acabamos con si padre lo haremos con ella y con el resto de su
clan.
—Tiene dos hermanas, contesta Natanael.—No están metidas dentro de la mafia, no las tocaremos si
no es necesario, pero si se meten con nuestras familias lo haremos con ellas también y desearan estar
muertas, escupe Fabrizzio sin titubear.
Mantenme al tanto Santino de todo. —Comenzaremos la cacería, debemos ser astutos y cuidarnos
las espaldas con los rusos no se anda con rodeos, son letales y encontraron el motivo perfecto para
entrar en territorio Italiano.
—Esos hijos de puta no saben dónde se meten, uniremos fuerzas si es necesario pero mataremos a
cada uno de esos miserables si es necesario.—Y así será Fabrizzio, solo cuida tu familia, yo no tengo
nada que perder— se le viene en mente Katherine y trago grueso, la única que podía hacerle mierda
era ella, esa pequeña rubia que era su maldita debilidad por qué joder así era, ya no podía negarlo y
ahora tendrá que mantenerse alejado de ella hasta que solucionen esta mierda, Fabrizzio lo mira como
si pudiera entrar en sus pensamientos.—De todos modos cuídate Santino y tú Natanael, no bajen la
guardia en ningún momento.
Se dan un fuerte abrazo y salen del despacho todos cuando abajo Santino se encuentra con Gianna,
casi tuvo un orgasmo al verla, estaba enfundada en un pequeño vestido negro ajustado a su cuerpo
que marcaban cada una de sus deliciosas curvas, era una verdadera belleza, no en vano Fabrizzio
estaba loco por ella.
—Hola caballeros saluda Gianna cuando todos bajaron las escaleras, Natanael no dejaba de mirarla
de pies a cabeza, Fabrizzio rápidamente se posicionó alado de ella y como el maldito posesivo que
era la sujetó de la cintura pegándola a él, gruñendo como un jodido animal.
Santino suelta una carcajada. —Calma fiera, no pasa nada si observamos a esta hermosa dama, habla
sonriendo de lado y mirando a Gianna quien se sonrojo al instante.
—Hola Gianna ¿cómo estás?
—Muy bien Santino...—Estas muy hermosa sigue la bulla Natanael para cabrear aún más a
Fabrizzio.—Ya largo de aquí, espeta Fabrizzio y los dos ríen a carcajadas dirigiéndose a la salida,
mientras que Santino le guiña un ojo a Gianna.
—Cuídate cabrón, grita Santino, ambos suben a las camionetas y Lucio sube enfrente con otro de sus
hombres seguido de todos sus hombres.
—Vayamos al club, habla Natanael, Santino suspira recostándose en el asiento echando la cabeza
atrás cerrando los ojos.

—Si, necesito un trago y un maldito baile.
—Y yo un buen culo que follar, Natanael aprieta su polla sobre su pantalón y se dirigen al club.
Llegan al club y se suben al área exclusiva, dos mujeres muy guapa aparecen y una de ellas pregunta
que quieren de beber mientras que la otra se sienta en las piernas de Natanael quien la sujeta del
rostro plantándole un beso, se levanta y la sujeta de la mano llevándola a una de las habitaciones, le
guiña un ojo a Santino y el solo niega mientras le entregan si trago, la mujer se sienta en las piernas
de Santino y comienza a acariciarle el torso por encima de su camisa.—¿Quieres ir a una de las
habitaciones?
—No, no me apetece, prefiero un baile— la mujer se levanta y se acerca al tubo que se encuentra en
medio de la sala, mientras que Santino se acomoda extendiendo más las piernas con su vaso de
whisky en la mano, mientras observaba a la mujer, bailar muy sensual por el tubo, la verdad era que
no lo excitaba.Mientras la veía bailar imaginaba a Kathy con poca ropa bailando para él ahí, la mujer
comenzó a tocarse el pecho desprendiendo su brasiere, apretando sus pezones y apoyándolos al tubo.
Podría excitar a cualquier hombre pues sabía lo que hacía pero por alguna enferma razón Santino solo
quería que fuera Katherine, el morbo crecía en el al imaginarla desnuda tocándose para él.
La mujer muy sensual se acerca a Santino apoyando su culo en su erección, dándole la espalda, el
solo la sujetaba de la cintura apretándola mientras que la mujer gemía por su acto, comenzó a moverse
más sobre su erección mientras que Santino comenzaba a endurecerse, bebiéndose de golpe su
whisky quemándole la garganta.
—Sabes guapo me encantaría mamártela se siente dura y gruesa, así como me gusta, habla palpando
la polla de Santino por encima del pantalón, cuando él sujeta sus muñecas.
—Te dije que no me apetece ahora, solo sigue con tu baile, espeta con voz gruesa.
La mujer se levanta de nuevo, cuando de pronto se escuchan disparo que viene de la planta baja,
entra Lucio rápidamente. — ¡Jefe! Hay problemas.—Ya se estaban tardando, espeta Santino
poniéndose de pie sacando su arma, la mujer corre a esconderse.
— ¿Que ocurre? Aparece Natanael ajustándose los pantalones. —Guarda tu maldita polla que
tenemos compañía. —Ni siquiera pude correrme decentemente, bromea.
Salen del privado y se dirigen escalera abajo a ver de quién se trata y ve a uno de los capos de la
mafia Rusa a quien Santino conoce perfectamente.
Kolia, susurra cuando Natanael posa su vista en él.
—Hijo de perra. —No dejes nada vivo Natanael y quiero a ese hijo de perra vivo les enviaré un
mensajito a los rusos.
—Pues que empiece la casería entonces.
30. Dulces sueños
Solo se escuchaban el estruendo de los disparos, y el olor de los proyectiles disparados, Santino
disfrutaba estos momentos pues era como una droga para él, los rusos podrían ser muchos pero los
hombres de Santino eran entrenados por su hombre más fiel y leal Lucio él fue el comando en jefe de
las fuerzas militares de Italia pero un suceso hizo que todo su jodido mundo se viniera abajo, una
noche habían secuestrado y matado a su esposa y a sus tres hijos, para después recibir sus cabezas
en una bolsa, era una declaración de guerra y como sabía que se trataba de gente peligrosa y que
estando ahí y teniendo el poder que tenía aún así no podría tomar venganza decidió unirse al lado que
si podría ayudarlo, y fue así como termino como el mejor soldado y mano derecha de Santino Ferrari
uno de los mafiosos más temidos en Italia.
Junto a él cobro venganza por la muerte de su familia y disfruto hacerlo, desde ese día le debe lealtad
a uno de los capos de la mafia Italiana.
En este mundo todos tienen un pasado, todos tienen sus demonios, nadie es inocente, nadie está
absuelto de pecados, algunos tienen conciencia otros no, algunos sienten, otros no.Santino y Natanael
disparan sin limitaciones, disfrutan hacerlo y más para matar a personas peores que ellos, todas las
personas que se encontraban en el club huían, o se escondían, otros yacían muertos por que alguna
bala los alcanzó, ¿Eso importaba? La verdad no, solo acabar con los rusos y viceversa.
De pronto Lucio se encuentra apuntando a Kolia uno de los jefes de la mafia rusa pero no la cabeza
principal pertenecen a los svor v zakone (ladrones de la ley), los rusos son sangrientos, no les importa
a quien matan o torturan.
Mientras que los soldados de Kolia se encuentran apuntando a Lucio, Santino y Natanael se posan
detrás de ellos con todos los hombres de Santino.
—Mejor baja el arma y pide a tus hombres que lo bajen, habla Santino el ruso pues dominaba a la
perfección, Kolia lo miraba fijamente no tenía miedo alguno, no había lugar para el miedo, eso no está
a permitido en la mafia roja como eran conocidos.
—Como quieras, contesta Santino y en un segundo como las ráfagas de viento disparan a los rusos
cayendo en el suelo con una bala atravesada en medio de la cabeza. —Matame, maldito hijo de perra,

pero no vivirás para contarlo—espeta el ruso.—Tengo algo más importante que hacer contigo que
matarte, donde quedaría lo divertido si lo hago.
— ¡Llévenselo! espeta con esa voz que lo caracteriza, que haría erizar la piel de cualquiera,
acompañado de un moviendo con la cabeza, Lucio lo noquea para que sus hombres lo sacarán de
ahí.
—Lucio, ya sabes lo que tienes que hacer, habla Santino a lo que el asiente. — ¿Que harás con él?
Pregunta Natanael. —Lo torturaré hasta sacarle información, y si no coopera le enviaré un regalito a
Serguéi.
¡Andando! Ordena con voz de mando.
Todos suben a las camionetas para dirigirse a uno de los depósitos que utilizan para torturar y matar.
Meten al ruso, amarrándolo a una cadena de sus muñecas colgando de ellas, Santino agarra una
navaja capaz de recabar el cuello a cualquiera.
—Ahora Kolia, tú decides, cooperas con nosotros o iré cortando cada uno de tus miembros.
— ¡Maldito! Prefiero que me mates antes de decirte algo, espeta el ruso, escupiendo a Santino en el
pie.El solo suelta una risa oscura y malvada, girando a mirar a Natanael cuando gira agarrando un
hierro de la mesa donde se encuentran miles de herramientas que utilizan para todo tipo de tortura, y
con el golpea a Kolia en el rostro, casi desfigurado su rostro.
El ruso escupe sangre. —Tengo todo el día para seguir.
—Te encontrarán, tarde o temprano y se cobraran esto. —Pues mientras tanto yo lo disfrutare,
disfrutaré viéndote suplicar por tu asquerosa vida, mejor dime dónde se encuentra esa maldita zorra y
te dejaré libre.
—No sé de qué hablas. —Te preguntaré una vez más.
—No te diré una mierda, hazlo mátame hijo de perra.
—Si, soy un hijo de perra, pero también tu peor pesadilla, se acerca a él ordenando Lucio que baje
más la cadena, Santino agarra uno de sus dedos y lo corta lentamente para hacer el dolor más
insoportable, el ruso grita de dolor desangrándose, y derramándose la sangre sobre su cabeza.
—Hijo de puta, grita el ruso— ¿Te gusta? ¿Se siente rico? Cuando lo vuelve a golpear en su rostro
con el pedazo de hierro, destrozándole una parte de su rostro. — Pagarás por esto Ferrari, suplicarás
pero no por tu vida, si no por la vida de tu zorra de mierda.Santino se tensa al escuchar, no, no podía
estar refiriéndose a Kathy, a ella no, joder.
Lo sujeta del cabello haciéndolo mirar a la cara.
—La única zorra que conozco es la que puso precio a mi cabeza, espeta con rabia, el ruso suelta una
carcajada. —La zorrita de cabellos rubios, será una delicia cuando la follemos hasta cansarnos, hasta
destrozar esa deliciosa vagina que tiene.
Santino no se contiene y lo comienza a golpear una y otra vez con el hierro destrozándole el rostro,
nadie dice nada, nadie se inmuta ante tal acto tan horroroso, estaban acostumbrados, salpicaba la
sangre del ruso por la blanca camisa de Santino.
Ya descargado su furia, suelta el hierro, dejándolo caer en el suelo, terminen con esta rata asquerosa,
y mándale su puta cabeza a su líder que sepa que conmigo no se juega.
Santino sale de ahí, con el corazón latiendo a mil, seguido de Natanael y algunos de sus hombres,
ahora más que nunca debe estar con muchos hombres rodeado y custodiado.
— ¿Creen que podrían llegará a Kathy? Santino gira hacia Natanael y lo enfrenta.—Que se atrevan
Natanael y juro que los sepulto vivos y esa maldita perra no le alcanzará la vida para pagármelo,
espeta furioso subiéndose a la camioneta.
—A la mansión— ordena a su seguridad.
Marca el número de Lucio inmediatamente al subirse.
— ¡Jefe! Contesta al otro lado. —Quiero que mandes a tus hombres a custodiar a Kathy, no quiero
que la dejen un maldito segundo sola, que vayan donde vaya y me informen todo.
—Así será Santino, descuida que tu mujer estará protegida, esos malditos no llegaran a ella.
—Envía a los mejores. Es todo lo que dice y cuelga, sus manos pican, está nervioso.
Llegan y lo primero, que hace Santino es subir a su habitación para despojarse de su ropa, totalmente
empapada de sangre y se mete a la regadera.
Recostándose por la baldosa del baño apoyando su frente mientras que el agua corre por su cuerpo,
la imagen de Kathy siendo violada y torturada por esos hombres le revuelve el estómago, le produce
náuseas de tan solo imaginarlo, le retuerce el alma, esa que no sabía que tenía hasta que la conoció
a ella.
Después de un rato sale del baño, con una toalla enrollada a su cintura, observa la hora y agarra su
teléfono para marcar el número de ella. Después de un rato sale del baño, con una toalla enrollada a
su cintura, observa la hora y agarra su teléfono para marcar el número de ella.
Al segundo toque escucha su dulce voz, cerrando los ojos disfrutando de su melodiosa y suave
vocecita.

—Mi dulce ángel. — ¡Santino! Susurra al otro lado, y el sonríe al escuchar su nombre en sus labios.
— ¿Como estás Katherine?
—Bien ¿y tú? —Bien, contesta seco.
— ¿Te desperté pequeña? —No, no podía dormir.
— ¿Por qué? Contesta con esa voz gruesa que a ella le erizaba la piel. — ¿Necesitas tenerme en tu
cama para poder dormir? Se hace un silencio al otro lado, lo único que escuchaba era la respiración
de Katherine.
— ¡Contéstame Kathy! Ordena con esa voz que provoca miles de sensaciones en ella, mojando la
toda su intimidad. —S si, susurra, te necesito.
Él cierra sus ojos echando su cabeza hacia atrás, el también la necesitaba ahí en su cama, para
disfrutar de su dulce piel.— ¿Quieres tenerme dentro de ti mi dulce ángel?
— ¡Santino! Jadea y a él solo se le endureció tanto que dolía. —Kathy quiero comerte, quiero hundirme
en ti, que grites mi nombre una y otra vez.
Escuchó un leve gemido que se le había escapado a la preciosa Kathy. —Tocate por mí, mi ángel,
pidió el sin ningún pudor, ella sintió su rostro arder y automáticamente llevó su mano a su entrepierna,
pues apenas se encontraba en un diminuto baby doll sin ropa interior.
¡Santino! Gime, mientras el masajea su polla que ya se encontraba dura como un mástil apuntando
hacia arriba.—Quisera tenerte aquí de rodillas pequeña, con tu deliciosa boquita mamando de mi
polla.¿Te gustaría Katherine?
—Si, contesta tímida pero completamente excitada la voz ronca de él, era una tortura para su
necesitado coño y sus sensibles pezones. —Quiero Santino, mucho contesta un poco desinhibida.
Fue una descarga eléctrica a su polla, al escuchar eso. —Quiero follarte duro Kathy, quiero follarte en
cuatro y comerme tu delicioso culo amor.Esa sola palabra, hacia revolotear miles de mariposas en su
vientre, amor, esa palabra tenía mucho significado. — ¿Te estás tocando Kathy? —Si, lo hago ¿y tú?
—Como un jodido adolescente, estoy duro, muy duro y justo ahora solo quiero tenerte aquí debajo de
mi gimiendo.—Ahh, escucho un gemido largo que lo provocó aún más.—Correte mi dulce muñeca
quiero oírte gritar mi nombre— como si ella estuviera esperando esa orden, se corre gritando
desesperada, pues así se sentía por él, totalmente loca y desesperada.
Y Santino unas movidas más a su dura polla y se corre derramando todo su semen en el suelo de su
habitación, gruñendo como un animal el nombre de Kathy. —Santino, ¿Cuando volverás?
—Pronto amor, lo prometo, solo tengo algunos asuntos que resolver. — ¡Kathy!
—Dime...—Cuídate por favor... Kathy trago grueso al escucharlo decir eso, ¿Por qué, que estaba
pasando?
— ¿Que ocurre Santino?
—Nada pequeña solo quiero que te cuides y no andes sola hasta tarde. —Esta bien, tranquilo estoy
bien.—Pronto amor, lo prometo, solo tengo algunos asuntos que resolver. — ¡Kathy!
—Lo sé nena. —Que descanses Santino.
—Dulces sueños nena.
31. El principio de un fin
Katherine no dejaba de pensar todo lo que hizo anoche, en las palabras de Santino, de verdad estaba
cambiando, ¿Le decía la verdad?¿volvería? eran miles las preguntas que rondaban su cabeza pero
era algo que no podía contestarse, pero algo que sabia y que no había duda de ello, era que estaba
más enamorada que nunca de ese hombre y lo extrañaba cada segundo aunque se mostrara fuerte
ante él, la verdad Santino la seguía intimidando y a quien no, si era un hombre demasiado atractivo,
intimidante, con un porte de mafioso que podría poner a erizar la piel al instante, todavía no se
explicaba como un hombre como el pudo haberse fijado en una chiquilla como ella, pudiendo tener a
las mujeres que quería a sus pies, era la pregunta que mas difícil contestar le resultaba, no era fea,
tenia lo suyo pero no tanto para llamar la atención de un jodido mafioso como él.
Lo que no dejaba de rondar su cabeza era el hecho de volver a Italia, no sabía si era la mejor decisión
pero algo le impulsaba, tal vez luchar por Santino, no sabía a ciencia cierta cuál era el motivo, pero lo
estaba considerando. Se encontraba tomando su tarro de leche con el cereal, pensando en la soledad
de su cocina, cuando escuchó que alguien tocaba la puerta, brincó de su silla, con el corazón latiendo
a mil. ¿Sera Santino?
No podía ser el, si apenas anoche estuvieron hablando, pensaba Kathy, dejo su cereal sobre la mesa
y se dirigió hacia la puerta, abrió lentamente y se encontró con una hermosa sonrisa, un hombre de
1,90 de altura con el cabello castaño, con su porte atractivo, ¿estos hombres de donde salían por
Dios?
—Hola princesa, ¿Cómo estas, puedo pasar? —Hola Gian claro que si, pasa. Lo saluda con un beso
en la mejilla y se adentra en el departamento de Kathy.

–Vine a ver como estabas, ya que no me has vuelto a llamar y mi hermano me está por matar—
sonríe, y tenía una hermosa sonrisa que a Kathy le resultaba muy atractivo. –Estoy bien Gian, Kathy
agacha la cabeza—es que con el hospital se me ha pasado llamarte, pero no tienes que preocuparte.
—Me alegra cariño, pero sabes que mi hermano y tu hermana se preocupan por ti. –Si lo sé, Paula
me llama todos los días la verdad— ríen los dos.—Me imagino. –Por favor siéntate Gian, ¿quieres algo
de tomar?
—No, no te preocupes. — ¿Y cómo esta Cloe?
—Muy bien, quiere verte, hoy no pudo venir. –Oh, si yo también quiero verla, iré el fin de semana.
—Está bien hermosa, ¿y no volverás a Italia o has pensado quedarte definitivamente aquí?
—La verdad es que estuve pensando volver Gian, creo que es hora de retomar mi vida allá, a pesar
de que me dolerá dejar aquí a mis amigos pero allá tengo a mi familia.— Giancarlo asiente sonriendo.
—Nosotros también somos como tu familia no dudes de eso.
—Y se los agradezco en verdad, son muy gentiles conmigo pero extraño mucho a mi hermana—
Giancarlo la mira fijamente. — ¿Solo a tu hermana?
Kathy se sonroja por esa pregunta, si supiera que Santino estuvo ahí y que hicieron de todo menos
hablar.
— ¡Kathy! La llama con esa voz gruesa, no entiende como todos esos hombres eran tan guapos, la
verdad son muy atractivos y ahora que Katherine maduraba cada día más, podía ver realmente lo
atractivo que eran todos los hombres que la rodeaban, cosa que antes con su inocencia no se
percataba de nada.— ¿Te puedo dar un consejo? Ella se muerde el labio y afirma sin emitir palabra.
—No dejes que el amor se te vaya de las manos, si es lo que realmente quieres debes luchar por ello,
los hombres somos unos tarados, mi historia con Cloe no es muy bonita, yo fui un hijo de puta con
ella, la hice sufrir mucho, para darme cuenta que ella era el amor de mi vida, casi la perdí por mis
estupideces, por creerme el súper macho— Kathy ríe tímida. –No conozco muy bien a ese hombre he
escuchado hablar de el, y según lo que me han contado es raro que se haya interesado en una mujer,
y debió ser por algo Kathy.
—No lo sé Gian, no sé si él me quiere. –Si no te arriesgas no lo sabrás. –Ya me he arriesgado y mira
lo que paso.
—Lo sé pero así es el amor y si ese hombre no es para ti, te darás cuenta más temprano que tarde.
—Bueno cariño, te dejo para que sigas haciendo lo que hacías antes que yo llegara, avísame cualquier
cosa que yo estoy aquí para ti ¿bien?
—Gracias Giancarlo— el deja un dulce beso en su mejilla y se dirige a la puerta. –Cuídate.—Lo hare,
adiós. Sabía que eran tonterías pero que todo el mundo le dijera que se cuidara le dejaba un sabor
amargo, tal vez solo eran ocurrencias de ella, bueno ni que haya sido todo el mundo, solo fueron
Santino y ahora Giancarlo.
Kathy se quedo pensando en las palabras de Giancarlo, —Gian tiene razón, no puedo ser una cobarde,
y huir toda la vida, Santino vino hasta aquí para estar conmigo, eso debe significar algo ¿no? de lo
contrario no hubiera perdido su tiempo.
Sabía lo que tenía que hacer así que marco el número de su hermana Paula y la llamo. — Pequeña,
¿a qué debo tu llamada? Se había sorprendido pues sí, Paula era la que siempre la llamaba para
saber de ella.
—Hermanita, quiero darte una noticia. –Dime princesa. –Volveré a Italia.
— ¿En verdad? Eso es una increíble noticia Kathy, no sabes como estoy de contenta. ¿Cuándo amor?
—Dejare todo en orden aquí para poder irme tranquila, la otra semana tal vez o a fin de mes.
—No sabes lo feliz que me haces con esa noticia pequeña, se lo diré a Dante, estará súper contento.
—Solo llamaba para eso Paula, debo colgar porqué debo ir al hospital. –Está bien cariño, te estaremos
esperando. -¿Kathy?
—Dime Paula, siempre juntas- Kathy sonríe al escuchar esas palabras. —Siempre juntas Paula, te
quiero.
—Y yo a ti.
Ahora estaba más decidida que nunca, debía volver y retomar su vida, y quería estar con Santino no
había duda de ello, y como si lo hubiera llamado con la mente, entra una llamada con el nombre de
Santino en la pantalla, Kathy sonrío a ver su llamada pues nunca la había llamado tantas veces y de
seguido.—Ho hola— contesto tartamudeando bajito.
—Princesa—escucha al otro lado del teléfono con esa voz ronca que la enloquecía y la calentaba.
— ¿Como estás Kathy? Ella se muerde el labio y sonríe sonrojándose como si él la pudiera ver.
—Muy bien ¿y tú?
—Ahora al escucharte mejor mi ángel... Se hizo un silencio al otro lado. — ¿Que sucede Santino?
—Te extraño Katherine— esas tres palabras fueron todo lo que ella quería escuchar, ¡Joder! Que él le
dijera que la extrañaba era lo que más ansiaba. —Yo también te extraño— Santino al otro lado se
encontraba sonriendo, cerrando los ojos imaginándose a su Katherine. —Santino, volveré a Italia.

De nuevo se hizo un silencio, joder, no sabía si estar feliz o estar más preocupado aún, por una parte
tenerla cerca era mejor que tenerla lejos para protegerla, pero por otro lado temía que al volver
estuviera en peligro.
— ¿No te gusta? Pregunta ella un poco decepcionada, —Me encanta mi dulce ángel, esperaba que
volvieras, ¿Y cuando regresarás? —Todavía no lo sé Santino, la siguiente semana o a fin de mes,
tengo que dejar todo bien aquí antes de irme.
— ¿Y el doctorcito ese? Gruñe Santino, ella solo quiso reír, ¿Acaso estaba celoso?
— ¿Celoso? Se atrevió a bromear ella. —No pero si se atreve a volver a ponerte una mano encima, le
cortó los huevos y luego alimento a mis canes con él.
Kathy soltó una carcajada, porque no quería aceptar que estaba celoso pero era más que obvio.
Kathy suspiró al igual que él. —Katherine cuando vuelvas todo va a cambiar, hablo con voz gruesa.
— ¿A qué te refieres?
—Ya lo sabrás Kathy, todo a su tiempo mi pequeña, ella trago grueso no sabía a qué se refería
propiamente con eso.
—Te estaré esperando Katherine de eso no tengas dudas—su corazón dio un brinco pues eso era lo
que más quería, que la esperada pues en parte ella volvería por él.—Está bien, contesto con voz dulce.
—Debo colgar, debo ir al hospital. —Esta bien, pequeña no sabes lo feliz que me hiciste con esa
noticia— sonrío de oreja a oreja, últimamente es lo que más hace al pensar en él.
—Adiós Santino. —Adios Katherine.
Colgó y sintió un nudo en el pecho, no entendía por qué, debería estar feliz por sus palabras, pero de
pronto una tristeza embargo su corazón.
Cerró los ojos apretando fuerte el teléfono y desecho todo pensamiento y se dispuso a ducharse para
dirigirse al hospital.
Después de una hora llegaba encontrándose con sus amigas y vio al doctor Carlos se acercó a saludar
a todos y luego al doctor.
—Hermosa, pensé que ya no vendrías.
—Claro que sí, solo tenía el turno de las 10.
—Pero ya estás aquí, ya te extrañaba— hablo llevando un mechón del cabello de Kathy detrás de su
oreja, ella solo agacho la cabeza, no podía contestarle a esa declaración y mucho menos
corresponderle.
—Tengo que dejarte, Carlos hablamos luego, dice alejándose de él rápidamente.Kathy después de
pasar las horas se movía de aquí para allá para jugar con los niños, darle sus medicinas, y ver que
estuvieran bien, era un trabajo agotador pero ella estaba encantada con ellos.
— ¿Que sucede Kathy porque me estás evitando?
Ella giro a mirarlo. — ¿Por qué, por qué dices eso Carlos? —Nena ya te he dicho que me gustas
cariño, no me rechaces por favor. —No es el momento ni el lugar Carlos ya te lo dije.
—Hablaremos cuando termine tu turno Kathy, espeta serio y eso ya la estaba molestando, no dijo nada
solo se giró y se fue a otra habitación.
Kathy necesitaba hablar con el jefe para comentarle que ya no prestaría su servicio al hospital, le dolía
dejarlos pero también sabía que esto era temporal.
Llego su hora de salida y efectivamente Carlos la estaba esperando en la salida de urgencias por
donde siempre salían.
— ¿Podemos hablar nena?
—Si no insistirás con ese tema, sí.
—Kathy dame una oportunidad por favor, déjame demostrarte que puedo ser el hombre que necesitas.
—Volveré a Italia Carlos. — ¿Qué, por qué?
—Porque allí tengo mi vida, esto era temporal.
— ¡Mentira! Puras mentiras, es por ese tipo que volverás, es por el Katherine— escupe con rabia y a
Kathy ya le había molestado su actitud, el no era nadie para cuestionarle nada.
—No tengo por qué darte explicaciones Carlos eres mi amigo, nada más.
—No es justo, espeta tirándose de los pelos—Pensé que tú y yo podíamos intentarlo Kathy, y aparece
ese hombre y quieres correr a sus brazos después de todo el daño que te causó.
—Mató a tu hijo— grito y Kathy lo miro con grandes ojos. —No eres nadie para decir eso Carlos,
escupe con rabia, si vuelvo o no es mi jodido problema, no tengo porque darte explicaciones de nada,
es mi puto problema.Era la primera vez que ella le hablaba así y se quedó pasmado, muy sorprendido,
Kathy se gira para irse de ahí, saliendo del estacionamiento donde estaban discutiendo. —Joder Kathy
perdóname, no quería hablarte así, discúlpame—ella se queda quieta y cando se gira para mirarlo,
alguien le tapa la boca con una pañuelo, ella patalear mientras que Carlos corre junto a ella. — ¡Kathy!
Pero dos disparos hicieron que cayera al suelo, comenzó a haber disparos, donde la gente gritaba y
corría a esconderse, eran los hombres de Santino quien custodiaban a Katherine quiénes disparaban
a otros hombres que intentaban secuestrarla pero fue en vano porque sin que se dieran cuenta

Katherine había sido llevada por unos hombres y casi todos los hombres de Santino yacían muertos
en el estacionamiento del hospital junto al cuerpo de Carlos
CAP 32. Mas dolor
Katherine abre lentamente los ojos sintiéndose mareada y desorientada, pues la habían dormido
cuando la secuestraron, intentando mover las manos y los pies, pero era inútil pues se encontraban
amarrada a una silla, comenzó a desesperarse pues estaba en una habitación poco iluminada, miraba
a todos lados y el pánico se apodero de ella comenzando a llorar desconsoladamente.
¿Qué quieren de mí? Pregunta para ella misma, derramando lágrimas a montones, se encontraba sola
pero escuchaba murmuro atrás de la puerta, comenzó a moverse para intentar zafarse pero era en
vano, sus muñecas ardían, la cuerda con que estaba amarrada sus manos quemaban su delicada piel.
—Por favor que alguien me ayude— pedía llorando, no entendía nada, no sabía quién le estaba
haciendo esto ni porqué.
De pronto escucha la puerta abrirse lentamente dando paso a una mujer, muy guapa y no es cualquier
mujer es la misma con quien vio a Santino follando el día de su accidente.—Vaya, vaya, la zorrita de
Santino despertó, Dalis ingresa con dos hombres más que hablan en otro idioma, ruso, lo sabía
perfectamente, conocía muchos idiomas, el ruso no era su fuerte pero si entendía algo.
Ambos hombres la recorren con la mirada, recorriendo su cuerpo de una manera oscura y malvada, la
pobre de Kathy se sintió morir de miedo, no sabía lo que le iban a hacer, escucho cómo hablaban en
ruso riendo sin despegar la vista de ella, lo poco que entendió fue que se divertirían con ella y ella
entró en pánico.
— ¿Que que quieren de mí?— ¿Quiénes son ustedes?
—Mira maldita puta aquí tú no eres nadie para hacer preguntas así que mejor cierra la maldita boca si
no quieres que te vaya peor, ahora... Se calló por un momento y vio como esa mujer iba acercándose
a ella, agarrando un mechón de su pelo y retorciéndola en sus dedos.
—Vas a pedir a tu amor, dice en tono de burla refiriéndose a Santino...—Vas a pedirle que venga a
rescatarte como su dulce princesa y veremos si realmente le importas como para dar su vida por la
tuya, así que sonríe a la cámara puta.Dalis comienza a grabar un vídeo de Katherine para enviárselo
a Santino, mientras los dos hombres se acercaban a Kathy para manosearla, mientras que ella lo único
que hacía era llorar desconsoladamente pidiendo ayuda, que era justamente eso era lo que quería la
perra de la mafia de los Capelli, sabía que Santino la buscaría debajo de la piedra si era necesario
pero ella y los rusos estaban preparados para atraparlo para hacerlo sufrir de la peor manera y luego
matarlo y así cumplir su venganza.
—Santino, te lo advertí maldito hijo de puta, te daría donde más te duele, ¿La quieres? Ven por ella, o
te la enviaré cortada en pedacitos tú eliges.
Graba el vídeo y se lo envía a Santino, quien rápidamente lo recibió, Dalis suelta una carcajada
observando a Katherine...—Ya está hecho maldita zorra, ahora tu salvador vendrá por ti y tendré el
placer de matarlo con mis propias manos—hablaba en el rostro de Kathy sujetándola muy fuerte del
mentón, haciéndola daño. —Suéltame por favor, yo no tengo nada que ver con Santino.
—Ay por favor, si hasta perdiste un hijo suyo, eres tan ilusa mocosa, te lo advertí, te envié un mensaje
diciéndome que él no era el que tú pensabas pero lo ignoraste y ahora pagarás las consecuencias de
sus actos.—¿Fuiste tú?—Mmm si fui yo, la verdad quería que te alejaras de él, no entiendo como una
insignificante cucaracha como tú pudo haberle gustado, y rechazar me a mí.
—Por favor mírate y mírame a mí, zorrita ni siquiera me llegas a los talones. —Yo no pedí, no pedí
esto por favor....—Mmm que lástima te metiste en la boca del lobo, en este maldito infierno, no debiste
hacerlo, aquí estamos todos locos.
—Mmm, pueden divertirse con ella—Dalis le habla a los dos rusos que se encontraban ahí, que la
miraban con lujuria y morbo.—Noo, no por favor, pedía Kathy a gritos tratando de zafarse.
Dalis solo ríe y sale de la habitación dejando a esos dos hombres con Katherine...—Por favor, por
favor suéltenme.
Uno de los hombres comenzaba a desatarle las manos y el otro los pies, Katherine temblaba de miedo,
sabía lo que querían hacer esos hombres, gritaba pidiendo ayuda, uno de ellos le dio una bofetada
partiéndole el labio, el dolor fue muy intenso que solo aumento su llanto, al desatarle las manos y los
pies ella trató de correr pero uno de ellos la sujeto del cabello tirándola al suelo.—Por favor, no,
sueltamente, Noo...Cállate maldita puta, vuelve a darle una bofetada está vez casi dejándola
inconsciente. — mejor coopera y no será tanto tú sufrimiento.
Los dos hombres comenzaron a romper su ropa, con fuerza, no le importaban nada, pues estaban
acostumbrados a hacer este tipo de monstruosidad.
Observaron el pequeño y menudo cuerpo de Kathy completamente desnuda y sonrieron.
—Esto te gustará puta, diciendo la penetro con todas sus fuerzas, saliendo un grito desgarrador desde
los más profundo de su ser, el ruso no daba tregua, aumentaba sus penetraciones, sintiendo tocar
hasta lo más profundo del interior de ella.

Katherine solo lloraba mirando a la nada, mientras el ruso hacia lo que quería con ella, era en vano
luchar de todos modos harían lo que querían. ¿Quién les decía lo que estaba bien, o lo que estaba
mal? Nadie… no existe límite para la maldad, y hay una brecha muy diminuta entre el bien y el mal.
—Eso es zorrita, quédate quietita, gruñía el hombre que la follaba con todas sus fuerzas, corriéndose
en su interior con tremenda ferocidad.—Mi turno— dice el otro ruso, cuando voltea a Kathy obligándola
apoyarse sobre sus rodillas en ese duro y asqueroso concreto, exponiendo su culo para penetrarla en
esa posición, con la poca fuerza que le quedaba por los golpes y las penetraciones del otro hombre
que casi le desgarraron su interior, intenta patear al hombre, obligándolo a sujetarla del cabello tan
duro que hizo que Katherine gritara de dolor y en esa posición llegó a penetrarla por atrás, era tanto el
dolor que Katherine sintió desvanecerse, solo quería morir, querían que acabará con su vida y
descansar de tanto sufrimiento. ¿Cuánto más la dañarían, cuanto sufrimiento podría soportar?
¡Santino! Decía en llanto, venía a su mente él, no hacía otra cosa que pensarlo.
¡Basta! ¡Basta por favor! Pedía llorando desesperadamente.
—Falta poco carajo, falta poca puta— jadeaba el hombre quien después de unos momentos se corre
en su culo, gruñendo como un completo animal.
Soltó el cabello de Kathy tirándola al suelo, completamente desnuda y destrozada pero no su cuerpo,
no, habían destrozado su alma.
—Estuvo rica, ojalá podamos seguir divirtiéndonos con ella. Escucha como hablaban entre ellos,
saliendo de la habitación y dejándola ahí tirada en el suelo después de que la habían violado y ultrajado
de la peor manera, se sentía sucia, era lo peor que le había pasado.
Después de 15 minutos seguía en el suelo llorando, no tenía fuerzas para levantarse para seguir
luchando, ni siquiera sabía si la iban a encontrar, y si la encontraban no sabría si estaría viva en todo
caso.Escucho el ruido de la puerta, poniéndose de pie con la poca fuerza que le quedaba haciéndose
un ovillo en la habitación, cuando ingresan a una mujer, más bien una chiquilla igual que ella,
completamente golpeada con la ropa totalmente desgarrada, la lanzan al suelo sin ninguna compasión.
—Tendrás compañía zorrita comenta uno de los rusos que la había violado, cerrando la puerta
dejándola ahí a las dos.
Kathy se acercó a ella rápidamente intentando ayudarla...—Anda levántate, levántate por favor...
Ella negaba llorando...—Ya no más, ya no quiero que me toquen, quiero que me maten por favor.,
Pedía la chiquilla, era muy parecida a Kathy.
— ¿Quién, quién eres? Kathy sujeto su rostro. ¿Qué te hicieron esos malditos?
—Esa no es la pregunta, la pregunta es que no me hicieron. ¿Cómo llegaste aquí?
—De la misma forma que tú supongo, me secuestraron hace mucho tiempo, ya pedí la cuenta, de
hace cuánto tiempo, dos, tres meses tal vez.— ¡Oh Por Dios! Tanto tiempo, ven levántate— la hace
levantarse mientras que Kathy se cubre con lo poco que queda de su ropa, aún después de que
minutos atrás la habían violado, seguía teniendo compasión por los demás y se preocupaba más por
la pobre chiquilla antes que por ella misma.
—Me llamo Katherine ¿y tú? —Me llamo Saya.
—Tu acento es muy raro...—Soy rusa, pero hablo italiano aunque no muy bien... ¿Rusa? Pe pero estos
hombres son rusos.
—Sí, pero al principio me secuestraron unos italianos y luego pase a manos de los rusos, cuando una
mujer desquiciada me entrego a ellos. ¡Esa maldita! Susurra Kathy.
—Desde ese día estoy en poder de ellos, comienza a llorar como recordando algo. — ¿Qué pasó?
Cálmate por favor...—Me han violado desde que me tienen secuestrada....Kathy jadea horrorizada, no
pudo con tanto y la estrecho en sus brazos...—cuanto lo siento.
— ¿Es posible que alguien te esté buscando?
—Mi padre... De seguro está moviendo mar y tierra pero por lo que veo algo está pasando por eso no
dan conmigo. — ¿Dónde estamos?—No tengo idea, perdí la noción de tiempo y espacio...— ¿Y tú por
que estas aquí?
—No tengo idea pero al parecer para vengarse de una persona— Kathy agacha la cabeza triste, pues
sabía que Santino vendría a buscarla y que lo mas probable era que lo maten y a ella también, y si no
la mataban seguir así con esta vida de mierda ya no tenía sentido, no después de todo lo que había
vivido y lo que estaba por vivir, vino a su mente cuando dispararon a Carlos, volviendo a brotar lágrimas
de sus ojos, saber Dios si estaría vivo y si alguna vez lo volvería a ver si lo estuviera.
—Tranquila saldremos de aquí, de cualquier forma...— No lo creo chica, yo ya lo he intentado, he
intentado escapar pero lo único que recibí fueron golpes y más violaciones, ya no puedo más, solo
espero mi muerte.
—No, no puedes rendirte, no podemos, tú misma dijiste que tu padre te estará buscando, pues a mí
también mi familia me buscara, tenemos que salir de aquí, prometo cuidarte.

—Eres muy linda pero con estas personas no se juega, estos son unos mafiosos, unos asesinos, salen
del mismo infierno, jamás podrás con ellos, solo uno igual los podría vencer y no creo que haya nadie
más fuerte que ellos.—Yo no diría eso Saya, nos encontraran, mi familia me encontrara...—Ojala sea
cierto y tengamos una oportunidad para vivir de nuevo...—Y veras que si... De pronto se escucharon
de nuevo ruidos en la puerta y ambas chiquillas se mantuvieron abrazadas en una esquina de la
habitación, cuando entra un hombre, se le veía más malvado aun que los otros dos rusos que la
violaron.
Entra cerrando detrás de él la puerta y observa a Kathy detenidamente, cuando se muerde el labio y
recorre sus piernas con una mirada lujuriosa y oscura, se agacha hasta su altura sacando una filosa
navaja para pasarla por la suave piel de Kathy, ella ser sacude y el hombre la sujeta fuerte de su brazo,
enfundada en un guante de cuero negro, acerca su nariz a su cabello y lo huele, acto seguido gruñe
ronco y se levanta.
—Yuri— grita el hombre de guante negro, con una voz gruesa y oscura, entra uno de los hombres que
la habían violado hace unos minutos atrás, al verlo el hombre comienza a temblar...— ¿Se atrevieron
a tocarla? habla en ruso
— ¿Antes que yo? el hombre lo miraba con los ojos muy abiertos...— Se, señor, fue fueron ordenes
de Dalis.—Sshh Sshh, lo hace callar, levantando su mano y negando vuelve a mirar a Kathy quien
también temblaba de miedo y luego se gira al sujeto enterrando la navaja en su abdomen y en un
rápido movimiento lo saca y le corta el cuello, las dos mujeres gritan con horror al ver la escena, el
hombre cierra los ojos echando la cabeza hacia atrás. —Eres hermosa y te quiero para mí... dice el
hombre en ruso pero Kathy no entendió casi lo que dijo, se gira y sale de ahí cerrando de nuevo,
dejando al hombre degollado tirado en el suelo con la sangre escurriendo de él, las dos chiquillas se
abrazaban temblando y sudando frio.
— ¿Que que dijo el hombre?

—No te va a gustar... — ¡Dime! grita Kathy alterada...—Que te quiere para el— ella abre grande los
ojos y negando. —No, no, joder no. se sujeta la cabeza negando. —Al parecer y por lo que me pude
dar cuenta es uno de los jefes, fue el primero que me violo. Kathy jadea con horror mirándola con los
ojos hinchados y cristalizados. —El, también abuso de ti.
—Sí, y es un cerdo, un maldito, no le importa nada, los odio Katherine si pudiera matarlo con mis
propias manos lo haría, antes de que me secuestraran tenían una buena vida, tenía mi familia, mis
amigos.
Rápidamente entra la perra Dalis... —Llegaron por ti puta, hora de irnos, la sujeta del cabello
haciéndola levantar a lo que Kathy grita y comienza a lanzar puños y pateando y logra lastimarla en
su vientre, a lo que Dalis gruñe como la verdadera perra que es, dándole una bofetada, pero ya nada
le dolía, solo quería que la soltaran, quería huir de ahí, entraron otros dos hombres quienes sujetaron
a Saya y también la sacaron, con una bolsa negra puesta por la cabeza.Se comenzaron a escuchar
disparos pero lo último que sintieron fue que de nuevo subieron a una camioneta.
*
Santino se encontraba en su despacho hablando con Lucio y Natanael, sobre los nuevos negocios
que tenía, ya no se dedicaba al tráfico de mujeres, no, eso decidió cambiarlo por Kathy, pero los
negocios de armas ilegales y drogas no podía dejarlo de la noche a la mañana y por qué toda su vida
se había dedicado a ello... —Katherine volverá, comenta con la vista a sus papeles, y Natanael dejo
su vaso a medio camino.
—Vaya, con razón estas de muy buen humor, bromea su hermano, bebiendo su whisky, echando una
carcajada con Lucio. —Ya extrañábamos al viejo Santino, ese que nunca estaba de mal humor.
—Ese Santino, ya no está— miraba fijamente a Lucio— Esa niña me ha cambiado.
—Menos mal que para bien, comenta Nat con una sonrisa en sus labios. —Me alegra por ti Santino,
todos merecemos una segunda oportunidad— habla Lucio a lo que Santino asiente.—Tú también... se
queda a medio hablar cuando recibe un mensaje, pensó que era Kathy pues generalmente era la única
que le enviaba mensajes... —Cuando abrió el mensaje y vio que por venia del número de Dalis pero
se llevó la más grande de las sorpresas cuando el video de Kathy, alerto a Nat y alucio pues el video
estaba en un sonido alto.
—No, no, no, no, se levantó Santino gritando... — ¿Que sucede hermano? ¿Qué es eso?
—Maldita puta, maldita perra, te cortare la cabeza, lo juro por mi maldita vida.
¡Mierda No!
Grita Santino lanzando su vaso por la pared...— Esa maldita perra tiene a Kathy.
— ¿Queeee? jadean sorprendidos Nat y Lucio., vuelve a reproducir el video y se los muestra, con las
manos temblando, un calor abrazador recorrió su espina dorsal, todo su cuerpo temblaba de ira, dolor
y rabia.

—Es una maldita trampa lo sabes, grita Natanael... —No me importa, no dejare que maten a mi mujer,
jure dar mi vida por ella y lo hare Natanael. —Sabes que estamos contigo Santino— habla Lucio.—
Rastrea ahora mismo su maldito teléfono, ya ya, ya grita Santino a lo que Lucio sale corriendo del
despacho para acatar la orden dada.
—Tranquilízate hermano, debes pensar con la cabeza fría, eso es lo que quiere esa perra, que
reacciones así y vayas a buscarla para matarte, lo sabes carajo— grita Nat, Santino se movía de un
lugar a otro.
—Maldita, si piensa que podrá conmigo está totalmente equivocada, la matare con mis propias manos,
le hare suplicar por su asquerosa vida, se arrepentirá de haber nacido.
—Organiza a todos tus hombres, dale instrucciones, cuando Lucio rastree el maldito teléfono
saldremos, el tiempo corre Nat, no hay tiempo que perder, no dejare que le hagan daño, porque no
me perdonare jamás.
— ¿Qué harás? llamare a Fabrizzio, necesito su ayuda... Es el único hijo de perra que no le teme a
nada.
Nat asiente y sale del despacho, mientras que Santino cierra los ojos... —Mi amor, no, mi ángel
aguanta, iré por ti, lo prometo, daré mi maldita vida por ti pero te traeré de vuelta, espérame Kathy.—
Saca rápidamente su teléfono marcando el número de Fabrizzio.
— ¡Maldito Cabrán! contesta Fabrizzio... —Hermano ahora soy yo quien necesita tu ayuda.
—Te escucho...suspira, silencio... —Dalis tiene a Katherine... — ¿Que carajos has dicho Santino?
—Lo que escuchaste Fabrizzio, me acaba de llegar un video de Katherine, la tiene en su poder.
—Maldita hija de perra...— Santino, esto es grave, sabes lo que puede suceder... —No sucederá nada
si actuamos rápido, necesito tu ayuda. —Y cuenta conmigo, sabes que Katherine es como una hija
para mí.
—Te veo en la mansión... En quince minutos estoy ahí... — ¿Santino?
— ¿Dime? —Esto lo debe saber Dante, es su hija... Santino cierra los ojos...—Lo sé, pero que no se
meta en mi camino porque juro que lo único que me importa es salvar la vida de Kathy, el resto me
importa una mierda.
33. Te amo
Tenemos rastreado el teléfono jefe— habla Lucio llegando hasta Santino que se encontraba
alistándose con armas, chalecos antibalas y dando instrucciones a sus hombres junto con Natanael.
— ¿Dónde está esa maldita perra? Levanta el rostro observando a Lucio.
—En las afueras de Palermo en territorio de los rusos.
— ¡Maldita hija de puta!
—Esta con los rusos, es muy astuta la desgraciada, supo jugar muy bien su juego, pero sigo siendo el
rey en este ajedrez y ella no es más que un peón, y como tal le demostrare que conmigo no se juega.
—Es una maldita trampa, lo sabes comenta Fabrizzio acercándose detrás, al girar Santino lo ve pero
no venia solo, estaba Dante parado detrás de él, su mirada estaba cargado de odio hacia Santino, el
se mantiene firme e impávido observándolo fijamente… —No estoy aquí para hacer amistad ni las
paces contigo estoy aquí por mi hija— se podía sentir la rabia y el odio en sus palabras.—Pues más
vale que no interfieras y salgas de mi camino porque te llevare por delante y me importa un carajo,
aquí solo importa Katherine…—En eso estamos de acuerdo, aquí solo importa ella y nadie más—
estaban parados uno frente a otro ambos tomándose por la misma altura, dos hombres muy
imponentes, uno, un mafioso muy temido, el otro un empresario con mucho poder.
—Caballeros, estamos perdiendo tiempo, espeta Fabrizzio tratando de evitar una discusión.
—Tienes razón, contesta Santino… —Pero esto es una puta trampa lo sabes, Dalis quiere venganza,
quiere sangre… —Y se la daremos. Contesta Santino…
—Correrá sangre pero no la mía.
— ¡Lucio! Ordena, el asiente.
—Esto es lo que haremos—Lucio comienza a trazar el plan, ella no se quedara a esperar a que
lleguemos y la ataquemos, no es estúpida, por eso dejo rastrearse, estoy segura que Katherine no
está en ese lugar y si lo estuvo ya la sacaron de ahí...—Así que yo iré a ese lugar con Natanael y
Dante—Ahora es Fabrizzio quien habla—Y tu esperaras nuestra señal.—¿Está bien? Pregunta
Fabrizzio mirando a Natanael y a Dante, ambos asienten.
—Tú y Lucio esperarán nuestra señal, si Dalis está ahí huirá como la rata que es y es tu oportunidad
de atraparla y saber dónde tienen a Kathy, por que ella te espera a ti Santino....—Y a ti... Contesta
Santino mirándolo fijamente.—Lo sé y estoy preparado así como acabamos con el malnacido de su
padre así lo haremos con ella.
—Debemos ser ágiles, estar atentos a cualquier movimiento, los rusos son muy audaces, no los
subestimes Santino...—No lo hago pero por Kathy ardería en el mismo infierno con tal de salvarla.
Dante lo mira fijamente, incrédulo de lo que acaba de escuchar...—Bien, señores esto es serio habla
Natanael a sus hombres y a todos los de Fabrizzio—no vamos a una simple cacería, estos no son

hombres normales, son rusos, armas letales entrenados a matar, no tienen compasión de nadie por
ende tampoco la tendrán ustedes.
—La misión es, rescatar a mi mujer sana y salva y matar a todas esas ratas que se les cruce sin
compasión alguna, pero una cosa les advierto—Santino levanta su dedo índice mirando a todos sus
hombres.—A Dalis Capelli, a la perra esa la quiero viva.
—¿Entendido?—Grita con esa voz oscura, capaz de hacer temblar a cualquier mortal....—Si, señor
contestan todos los soldados, todos fieles a Santino Ferrari el puto amo de la mafia Italiana.
—¡Andando! Ordena Lucio y todos, absolutamente todos se suben a sus respectivas camionetas, listos
y preparados, letalmente armados, preparados para una verdadera guerra entre ambas mafias, entre
ambos bandos.
De esto o salían ileso o no vivirían para contarlo.
Santino sube con Lucio, seguido de Fabrizzio con Dante y Alonzo en una camioneta, Natanael en otra,
seguido de todos sus hombres.
—Ojala lleguemos a tiempo Lucio, si no no sé lo que haré.—Lo haremos jefe, tenga fé.
—¿Fe Lucio? Sonríe irónico —La fe la perdí hace muchísimos años...—solo vivo hasta que llegue mi
hora.—Pues todavía no ha llegado Santino, así que no es momento de flaquear, que tienes una nueva
oportunidad y debes tomarla, porque esa niña, esa es completamente suya— Santino frunce el ceño,
está nervioso algo que no era propio en el, acariciaba su arma lista y preparada para atravesar a
cualquiera.
Después de 30 minutos llegaron a un punto donde se detienen, se comunican a través de auriculares.
—Hasta aquí llegas tú Santino, espera mi señal, ordena Fabrizzio Santoro...—Envíame a esa perra
que yo me encargo...—¡Fabrizzio! Cuídate hermano.
—Tú también...—Me estoy poniendo celoso, contesta Natanael...— ¡Cabrón! Ve a matar a esas ratas
y cuídate las espaldas— le habla Santino a través de los auriculares.
Fabrizzio continúa, seguido de Natanael y sus hombres mientras que Santino espera con Lucio,
ansioso, nervioso, solo pensaba en Kathy, quería verla, tocarla, besarla, ya no aguantaba esa maldita
ansiedad que se había apoderado de él.
Por su parte Fabrizzio había llegado una casa muy alejada de la ciudad, sabía que era una jodida
trampa pero él no era ningún tonto sabía y estaba preparado para lo que podía encontrar, hizo una
señal a todos sus hombres.
—Dante, esto no es un juego. ¿Estás seguro de seguir?
—Fabrizzio no soy un cobarde, si se trata de salvar a mi hija haré cualquier cosa...Fabrizzio asiente e
hizo una señal a sus hombres para que comiencen a moverse, lo hacen, pero comienzan los disparos,
al mismo tiempo que ellos abren fuego.
—Debemos entrar Natanael, grita Fabrizzio... ¡Vamos! Entre disparos, explosiones de parte tanto de
los rusos como de parte de los hombres de Fabrizzio y Santino logran ver 5 camionetas negras salir
del terreno...—Ahí va la maldita perra, grita Natanael.
—Santino, la fiesta va para allá— es todo lo que Fabrizzio dice cuando comienzan a disparar a diestra
y siniestra, matando a cuántos rusos se les cruce en el camino incluyendo a los hombres de Capelli.
—Natanael, Santino necesitará refuerzo, ve ya ya... Ordena Fabrizzio a lo que Natanael corre a subirse
a una de las camionetas con cinco más para ir detrás de Dalis y sus hombres, mientras que Dante,
Alonzo y Fabrizzio se encargan del resto con todos sus hombres que les cuidan la espalda, los rusos
eran muchos pero los Italianos los superaban en número y en habilidad, pero también gente tanto se
Santino como Fabrizzio cayeron muertos y otros heridos.Santino estaba preparado al igual que Lucio,
sus mano picaban, su pecho ardía, su alma gritaba esta era su oportunidad de acabar con esa mujer
y no la desaprovecharía.
En cuestión de minutos divisó a lo lejos varias camionetas acercándose, mientras tanto ellos habían
hecho una barrera para bloquear el paso de Dalis y de uno de los jefes de la mafia rusa Grigoriy
Morósov quien la acompañaba, era un hombre despiadado dentro de la mafia roja.
Los hombres de Santino rodearon el perímetro para que no puedan escapar y por detrás los seguía
Natanael.
En la segunda camioneta se encontraba Dalis Katherine y Saya la chiquilla que había sido secuestrada
por Santino cuando fueron engañados por Dalis.
—¿Qué esperas hija de perra? Murmuraba Santino.
Cuando las camionetas, frenaron de golpe provocando un chirrido estridente en las ruedas, y
comienzan los disparos entre ambos bandos, Santino no da tregua dispara sin contenerse matando a
todo aquel que no pertenezca a su bando, pero de Dalis no había rastros, Santino comenzaba a
desesperarse pues tampoco había rastros de Katherine y mucho menos podría acercarse.—Necesito
saber si mi mujer está en una de las camionetas gritaba a Lucio.
—No podremos llegar a ella si siguen disparando.
¡Joder noo! Gritaba furioso.

—Santino te cubro desde atrás, escucha a Natanael hablar por el auricular.
—Nat, necesito llegar a una de las camionetas, necesito saber si Katherine está ahí.
—Te cubro y acabemos de una puta vez con todo esto.
Dentro de la camioneta se encontraba Dalis quien se comunicaba con el ruso que se encontraba en el
otro vehículo de enfrente...—Grigoriy necesitamos salir de aquí, ese hijo de puta fue más listo, mierda,
gritaba golpeando...—Utiliza a la zorra como escudo y mátala si es necesario...—¿Y tú qué harás? Te
cubriré la espalda ¿Qué crees?
Katherine y Saya se abrazaban muy asustadas, por todo lo que estaban viviendo, logró ver a Santino
y su corazón dio un vuelco a pesar de que estaba asustada se sentía tan feliz de verlo ahí y saber que
estaba vivo y había ido a salvarla o por lo menos intentar salvarla.¡Cállense malditas estúpidas! Gruñó
Dalis desesperada por lo que estaba ocurriendo, eso no estaba en sus planes, no contaba con que
fuera Santino quien le pusiera una trampa y ella había caído en su propio juego, decidida, sujeta a
Kathy del cabello forcejeando con ella y apuntándole con la pistola bajando de la camioneta, escoltado
por el ruso y 6 hombres más que eran los últimos que quedaban después de que todos fueron
aniquilados.
— ¡Entrégate Santino! O tu mujer va a pagar las consecuencias, Él hirvió de rabia, tenía una furia
contenida, fue saliendo de su escondite al ver a Kathy tomada del cabello por Dalis mientras lloraba y
lo miraba, y comenzó a temblar de rabia.
—¡Suéltala maldita sea! Esto es entre tú y yo.
—Ordena a tus hombres que se retiren y nos dejen pasar o tu maldita zorra pagará las consecuencias.
—Me temo que eso no podrá ser y mejor suéltala de una puta vez porque lo pagarás muy caro Dalis.
—No estás en condiciones de pedir nada Santino, aquí la que tiene el control soy yo. —¿Eso es lo que
crees? Santino apuntaba a Dalis, al igual que Lucio y sus cientos de hombres rodeándolos, pudo
observar a Natanael detrás del ruso acercándose lentamente y en un abrir y cerrar de ojos, contando
con la rapidez de Natanael y de Santino en una perfecta sincronización pues ambos fueron entrenados
desde pequeños para ser letales, con la mirada lo decían todo, Natanael disparó a los rusos, cayendo
muertos unos tras otro, Dalis al girarse para ver qué había ocurrido, Santino llega rápidamente
despojando la de Kathy mientras que Lucio ya la tenía con el arma apuntando a su cabeza, ella quedó
quieta sin mover un solo músculo, Lucio la sujeto del brazo noqueándola de un solo golpe.—Viniste,
viniste por mí, hablaba Kathy llorando abrazando a Santino cayendo al suelo.
Santino solo la abrazaba fuerte, no quería soltarla, dejando besos en su cabeza.
—Ya pasó, todo termino mi ángel, perdóname por favor...Ella no decía nada, solo lloraba
desconsoladamente recostada en su pecho...—Estas a salvo amor, ya no dejare que nadie te haga
daño te prometo, perdóname pedía Santino mientras que todos los observaban.
—Katherine mírame, ordena, sujetando su rostro entre sus grandes manos...—Te amo Katherine.
Ella no sabía si reír, o llorar aún más, no podía creer lo que estaba escuchando, en tanto le regaló
una cálida sonrisa para desmayarse entre sus brazos.
—Katherine noo, despierta mi amor.
Rápidamente llegan Fabrizzio y Dante al lugar, Dante corre junto a ella, intentando apartar a Santino
pero no lo consigue.
—Debemos llevarla al hospital— habla Fabrizzio Santino la carga en sus brazos para a la clínica de
su mansión, no necesita pedir permiso ni mucho menos dar explicaciones a nadie.—Ya sabes lo que
tienes que hacer, espeta mirando a Lució antes de subirse a la camioneta con Katherine en brazos.
Dante estaba furioso, era su hija, su Katherine sin más remedio se sube a lado de Fabrizzio y siguen
a Santino.
Natanael por su parte abre cada una de las camionetas de los rusos para revisar que no haya nadie
con vida, cuando encuentra a Saya la chiquilla que seguía con vida hecha un ovillo en el asiento trasero
de uno de los vehículos...—Por favor no me mate, por favor pedía llorando amargamente.
—Tranquila, no te haré daño te prometo ven conmigo, no te haré daño bonita, le hablaba Natanael,
observando lo hermosa que era a pesar de los golpes en su rostro y lo demacrada que se encontraba.
—Estas a salvo ven conmigo...—Ya no más por favor pedía Saya...—Te prometo que todo termino
pequeña, le extendió la mano, ella temerosa y temblando miraba la mano de Natanael y finalmente lo
tomó.
Natanael la cargó en sus brazos y la llevó a su camioneta, seguía observándola mientras que ella se
acurrucó en su pecho, sollozando y cerrando los ojos, ¿En verdad todo había terminado? ¿En verdad
estaba libre? Pensaba al inhalar el dulce aroma de Natanael.Santino llegó hasta la mansión donde se
dirigió rápidamente a la clínica, sin perder tiempo uno de los doctores comienza a revisar a Kathy y a
tratar de reanimarla...—¿Que sucedió? Pregunta el doctor al verla de esa manera...—No importa sólo
revísala necesito saber qué está bien, grita Santino pasándose la mano por el pelo varias veces...—
Le pondré suero por que claramente se ha descompensado y le haré todos los estudios necesario
señor Ferrari...—Hazlo sin demoras— ordena.

Santino salió de la sala dejando a Katherine con el doctor, encontrándose con Fabrizzio y Dante,
quienes lo miraban fijamente.
—¿Como está mi hija? Pregunta Dante en un tono de voz claramente enojado.
—Se desmayó por todo lo que sucedió, estará bien.
—Apenas se despierte la llevaré de aquí, espeta sin despegar la mirada de Santino.
—Se quedará aquí hasta que se recupere—gruñe él por su parte...—Tú no eres nadie para decidir por
ella, por tu culpa sucedió todo esto, por tu culpa casi muere en manos de gente desquiciada como tú.
—¿Hasta cuándo seguirás haciéndole daño?Fue como un puñal clavado en su pecho, en verdad era
su culpa todo lo que Kathy estaba sufriendo, todo había sido su maldita culpa y ella no se merecía
sufrir más, pero la amaba de eso ya no había duda, se enamoró de esa chiquilla con carita de ángel,
se enamoró sin darse cuenta, daría su maldita vida por ella si fuera necesario, no podía dejarla no
ahora después de tanto, la necesitaba como el aire para vivir.
—Por favor no ganan nada peleando de esta manera, ahora lo que importa es que Kathy este bien y
cuando ella despierte decidirá, Dante miraba a Fabrizzio y furioso golpeó la pared con su puño y se
alejó para llamar a Paula y decirle que todo estaba bien que habían rescatado a Kathy y que estaba
bien, de seguro estaba a punto de morir de dolor desde que se enteró no había hecho otra cosa que
llorar y orar por su hermana, su vida sin ella tampoco era nada.
Natanael llegó con la chiquilla en brazos bajo la atenta mirada de Fabrizzio y Santino y la ingreso a
una de las habitaciones de la clínica para que también la atendiera un doctor.
Después de más o menos una hora, sale el doctor con mala cara, eso alertó a todos especialmente a
Santino quien estaba desesperado por saber de su pequeña...— ¿Que ocurre, sucedió algo?—La niña
sufrió varios golpes y... ¿Y qué?¡Hable! Ordena Santino ya al borde del colapso nervioso.
Hay rastros de abuso sexual, y pequeño desgarre en sus partes íntimas... A Santino se le detuvo la
respiración, un frío recorrió su cuerpo desde la punta de su pie hasta la punta de su mísero cabello.
—Hay rastros de semen en su vagina, si fue una violación y no está tomando anticonceptivos es
probable se presente un embarazo, por los análisis el abuso ha sido reciente todavía hay tiempo de
aplicarle un inyectable que evitará suceda eso.
Santino comenzó a temblar ya no escuchaba lo que decía el doctor, ya no procesaba absolutamente
nada, solo tenía una cosa en mente y sabía perfectamente lo que debía de hacer.
Dante solo se cubrió el rostro evitando derramar unas lágrimas, esto era demasiado para la pequeña
Kathy.
—Haz lo que tenga que hacer— espeta Santino girándose para salir de ahí.
— ¡Santino! Grita Fabrizzio llamándolo.
— ¿Qué piensas hacer?
Se gira y lo mira, sus ojos eran fuego puro, su alma dolía...—Matar a esa maldita perra, espeta con la
voz cargada de odio, saliendo de ahí hecho una furia.
34. Quiero estar a tu lado
Santino sale de la mansión hecho una furia, su corazón latía precipitado, su pecho apretaba y su alma
dolía, de tan solo recordar las palabras del doctor hacia retorcer su alma, era lo que tanto temía, y su
pesadilla se hizo realidad y esto se la cobraría a la causante de todo esto Dalis Capelli.
Sube a su camioneta y esta vez no necesita a nadie conduce a toda velocidad saliendo de sus terrenos
para dirigirse al viejo deposito donde Lucio había llevado a Dalis como lo había ordenado.
Al llegar, la vio atada a una silla de pies y manos con la boca vendada y al ver a Santino se asustó aún
más, forcejea para poder soltarse pero es inútil nadie podría salvarla esta vez, Santino sin mediar
palabra llega hasta donde ella y le da dos bofetadas en el rostro, el golpe fue tan duro que le había
roto los labios, la sujeta muy fuerte del cabello obligándola a mirarlo.—Eres una maldita hija de puta,
pensaste que te burlarías de mi zorra de mierda ¿Eso pensabas?
—Estabas demasiado equivocada Dalis, a mí nadie me traiciona y vive para contarlo, te metiste con
lo único que me importaba en esta vida, así como la dañaste, lo hare contigo.
—Quiero que la desnuden— ordena Santino mientras sus hombres acatan la orden…
—Atenla a la barra de hierro— la soltaron de su nudos e intento escapar pero Lucio la sujeto del
cabello jalándola muy fuerte y la sostuvo de sus brazos para después amarrarla parada a la barra de
hierro de pies y manos.
—Desátale la boca, quiero oír como suplica por su vida esta puta— uno de sus hombres lo hace, y
Dalis pide a gritos que la suelten, pero eso era lo último que Santino pensaba hacer.
—Por favor Santino… —Eso, quiero escuchar como suplicas como lo que eres una perra…Santino
sujetó en sus manos una fusta, acercándose a ella… — ¿Sabes lo que le sucede a las ratas como
tú?—Se las hace sufrir hasta matarlas, caíste en tu propia trampa, a mí nadie me traiciona, pero tu
peor error fue meterle a mi mujer en esto, eso jamás te lo perdonare— el primer golpe cae sobre su
espalda, oyéndose el silbido de la fusta en el viento mientras que Dalis arqueaba su espalda de dolor,
pero los golpes no se hicieron esperar, una, dos, cien veces más, Santino no se podía controlar, no

quería hacerlo, imaginar a su ángel siendo violada por esos malnacidos, le hervía la sangre, lo
enfurecía de una manera que ni él podía comprender.
Bajo la atenta mirada de sus hombres Santino sometía a Dalis, dejando marcas profundas en su
espalda, cambiando de la fusta o un cinturón de cuero, no le importaba absolutamente nada, solo
quería hacerla pagar todo el daño que le había causado a Kathy.
— ¡Basta Santino! Por favor.
— ¿Acaso tú le hubieras perdonado la vida a mi mujer o en todo caso a mí? Eso creí, así que cierra la
puta boca y aguanta las consecuencias de tus actos, conmigo nadie juega Dalis, soy el puto amo de
la mafia y creíste que te burlarías de mí.
Después de azotarla más de cien veces su cuerpo estaba muy lastimado tanto la espalda como sus
piernas y sus nalgas, ya no podía mantenerse de pie.—Jamás te lo perdonaré, por tu maldita culpa
perdí a mi hijo y casi pierdo a mi mujer.
—Quiero que de diviertan con ella todo lo que quieran, espeta Santino con una voz oscura y malvada,
a todos sus hombres presentes.
—Sin tener ni una puta compasión de esta maldita perra porque no se lo merece, y luego la matas
Lucio pero has que sufra antes de matarla— Lucio asiente, estaba acostumbrado a estas cosas y el
recuerdo de la muerte horrible de su esposa y de sus hijos lo motiva aún más a terminar con la vida
de esta clase de ratas, tampoco sentía compasión por nadie.
—Noo, Santino por favor, no puedes hacerme esto.
Pedía a gritos, sabía perfectamente lo que le ocurría y como acabaría su vida, pues los hombres de
Santino eran realmente sádicos.
—Agradece que no voy por tus hermanas Dalis porque bien podría hacerles lo mismo que a ti y
terminarían como tú.
Diciendo eso sale de ahí, escuchando los gritos de Dalis, él solo quería ver a Kathy, saber cómo
reaccionará después de todo lo ocurrido, le aterraba la idea de saber que podría perderla para siempre,
pero si era su decisión la respetaría pues ya mucho había sufrido por su culpa y era una niña que no
se merecía todo lo que había pasado.Katherine había despertado, y al primero que había visto es a
Dante.
—Hola pequeña ¿cómo estás?
— ¡Papá! Es todo lo que dice cuándo Dante la abraza muy fuerte y ella se aferraba a sus brazos
derramando lágrimas, lo había extrañado y también tenía miedo después de todo lo que había ocurrido.
—Ya estás a salvo amor, besaba su cabeza y no dejaba de abrazarla...—tuve mucho miedo.
—Lo sé pequeña lo sé, perdóname por no estar ahí para ti...—No tienes la culpa de nada papá, no es
tu culpa...Levantó su rostro haciéndola mirarlo. —Kathy tengo que llevarte de aquí, para llevarte a otra
clínica para que te atiendan bien amor, no puedes seguir aquí.
Ella parpadea repetidas veces... ¿Irse? ¿Eso era lo que quería?
—Papá yo...— ¿Tu qué? Kathy, aquí no estás segura.
—En ningún lado lo estoy papá, el día que decidí entrar en este mundo y estar alado de ese hombre.
—Eso es justamente lo que ya no quiero, Kathy quiero que vuelvas a tu vida normal, a volver a ser la
de antes...—Eso jamás va a volver a ser así, ya no soy la de antes y mucho menos después de todo
lo que pasó.—Lo siento mucho en verdad, lo lamento tanto Kathy, sé qué no hay palabras para
remediar lo que te sucedió pero estoy aquí para lo que necesites para apoyarte, Paula te extraña
mucho, está muy mal con todo lo ocurrido...—Lo se papá, pero necesito... Se corta las palabras de
Kathy cuando Santino entra en la habitación y lo mira fijamente al igual que él a ella, Dante se mantiene
quieto en su lugar en silencio.
—Katherine, susurra bajito...—Papa nos puedes dejar un momento a solas por favor, acaricia la mano
de Dante mientras que el suspira y asiente sin muchas ganas.
Se levanta para dirigirse hacia la puerta mirando fijamente a Santino y él no se intimida
sosteniéndole la mirada, para finalmente Dante salir de la habitación.Santino duda en acercarse a
Kathy, por temor a ser rechazado, solo se quedan mirándose fijamente.
—Kathy perdóname por favor— sin poder evitarlo se cubre el rostro con ambas manos derramando
lágrimas y sentándose en uno de los sillones que se encontraba en la habitación, Kathy rápidamente
se levantó de la cama para llegar hasta él, y sin poder evitarlo lo abraza, agachándose hasta su altura
sujetando su rostro entre sus manos. —No tengo nada que perdonarte Santino.
—Si Kathy por mi culpa estos malditos te.... Ni siquiera podía pronunciar las palabras.
Ambos lloraban mirándose a los ojos...—No te voy a negar que estoy destrozada Santino, lo que viví
no se lo deseo a nadie, me lastimaron pero no físicamente si no el alma, pero sé que el amor todo lo
cura, sé que con el tiempo las heridas sanan, así como los tuyos.
El, la mira...—Yo sé todo de ti Santino, se de tu vida, se lo que viviste, todo lo que sufriste y aun así
mírate sigues aquí, arriesgarte tu vida por mí para salvarme.

—Daria mi vida por ti una y mil veces amor, una y mil veces mi ángel, desde que llegaste le diste
sentido a mi vida, volví a renacer Kathy en ti.—Katherine te amo... Ella sonríe pues la primera vez que
escuchó esas dos palabras no podía creerlo pero ahora que lo volvía a escuchar fue como una
descarga a su débil y tonto corazón.
— ¿De verdad, me amas?
Santino sonríe...—Lo hago, lo hago desde hace mucho tiempo y ahora ya no tengo miedo para decirlo
amor.
—Te amo, te lo diría una y mil veces, ahora la pregunta es ¿Tú me sigues amando?
—Como el primer día, sonríe, con esa sonrisa que lo vuelve loco, que hace brillar su jodido mundo de
mierda, Santino no lo piensa dos veces y la sujeta del rostro para pegar sus labios a los de ella,
besándola como si quisiera entrar en su alma en su piel y quedarse allí para siempre, la hace sentarse
en sus piernas para seguir besándola apretándola a él sin querer soltarla.
—Ayúdame a olvidar Santino, ayúdame a borrar el dolor de mi alma y a poder vivir con esto.
—Si me dejas seguir a tu lado, si no me alejas de tu vida, haré de cada jodido día el mejor de tu vida,
y no me importa quién se oponga, no me importa a quien llevo por delante porque lo único que me
importa eres tú mi ángel.—Me quiero quedar a tu lado Santino, siempre lo quise a pesar de todo,
siempre quedaba encendida una luz de esperanza de que tú algún día te llegaras a enamorar de mí.
Él sonríe acariciando su rostro...—Tu eres mi luz.
—Santino esos hombres cuando abusaron de mí...Sshh no es necesario que hables Kathy... —Déjame
seguir es importante— asiente quedándose en silencio.
—Ellos abusaron de mí y yo no tomo ninguna pastilla para evitar un posible embarazo.
—No te preocupes por eso ya el doctor te inyectó algo para que eso no suceda...—También te realizó
todos los estudios necesario para saber si estás bien.
Kathy asiente apenada...—Sé que eso no borrará de tu mente todo lo que viviste, pero déjame
ayudarte así como tú hiciste desaparecer mis pesadillas.
Acariciaba su rostro, su cabello rubio ese que tanto le gustaba...—Ahora lo más importante Santino
debo volver a mi casa, mi hermana está muy preocupada por mí, necesito que sepa que estoy bien y
la extraño mucho.—Entiendo nena, créeme que sí, pero no permitiré que ella ni Dante ni nadie me
aleje de ti, eso que les quede claro, ya nadie me separará de ti y si eso sucede iré a raptarte y esta
vez serás mía para siempre.
Kathy suelta una carcajada, que a Santino le devolvió la vida, le encantaba verla reír, sonreír, esa
inocencia que desprende es mágica.
—Santino, espera Saya ¿Dónde está?
El frunce el ceño... ¿Quién? La chiquilla que estaba conmigo la que tenían secuestrada los rusos y la
mujer esa. Santino supo inmediatamente a quien se refería era la misma niña que Natanael había
traído hasta la clínica, la que ellos había mandado secuestrar.
—Ah, esa mujer, está en la otra habitación aquí alado.
—Quiero verla...Kathy se levanta de un salto para dirigirse a la puerta, cuando Santino se pone de pie
y la sujeta del brazo girándola y pegándola a la pared, aprisionándola con su fornido cuerpo.
Observa su rostro y Katherine se sonroja hasta el pecho por la intensa mirada de él...—Eres tan
hermosa Kathy, la besa sin poder contenerse mientras que ella no se queda atrás rodeándolo con sus
pequeñas manos.
Gruñe en sus labios cuando escucha pequeños gemidos de Kathy, separándose y apoyando su frente
en la frente de Kathy, suspirando.
Kathy sale de la habitación para irse a la otra donde se encontraba Saya, Santino queda sonriendo y
luego la sigue.
— ¡Saya!
— ¡Kathy!
Ella llega junto a Saya en la cama y la abraza fuerte, mientras que Natanael se encuentra sentado en
uno de los sillones de la habitación.—Hola Katherine, saluda Nat.
—Hola Nat...Que gusto volver a verte hermosa.
—Lo mismo digo, se vuelve hacia Saya. ¿Cómo te sientes?
—Estoy bien, solo que no sé qué sucederá conmigo, exclama mirando a Nat quien la mira fijamente.
—Te llevaremos con tu padre nuevamente, habla Santino entrando a la habitación.
Kathy gira a mirarlo y Saya lo mira asustada.
— ¿E en verdad me llevarán con mi padre? Pregunta temerosa...—Sí, así es, ahora es Nat quien
habla, fue un error todo lo que sucedió y debes estar con tu padre no aquí, Saya lo miraba fijamente
mientras que Nat hacia lo mismo sosteniéndose la mirada.
— ¿Y cuándo podré irme?
—Mañana mismo contesta Santino, Natanael encárgate de todo y que llegue bien a su destino.
—No te preocupes así será... — ¿Pequeña? Kathy gira a mirarlo de nuevo.

—Dante te espera afuera... Asiente.
—Saya, me encantó conocerte no fue la mejor manera pero igual me alegra mucho... A mí también
Kathy, ojalá algún día volvamos a vernos pero está vez ya de otra forma... Así será Saya ya lo verás,
deja un beso en su cabeza despidiéndose para luego ponerse de pie y salir de la habitación.
Fabrizzio por su parte ya se había ido a su casa.
Dante estaba parado caminando de un lugar a otro con las manos en los bolsillos, cuando ve salir a
Kathy de la habitación se acerca a ella.
— ¡Kathy!
—Papa, es hora de volver a casa, él sonrió...Así es mi niña, Santino los observaba parado detrás de
ellos.
— ¿Me puedes esperar un rato por favor? Pidió Kathy.
—Estaré esperándote afuera Kathy. Deja un beso en su frente y asiente en dirección a Santino dando
media vuelta dirigiéndose hacia la salida.— ¡Kathy! Santino se acerca a ella. —Espero volver a verte
pronto o de lo contrario ya sabes lo que haré... Vuelve a reír y Santino hace lo mismo.
Ella rodea sus brazos en el cuello de él poniéndose de puntitas, el, la rodea su cintura con sus fuertes
brazos.
—Una vez te dije que si volvías todo iba a cambiar ¿Lo recuerdas? Ella asiente...—Sí, y también
recuerdo que dijiste que cuando volvía iba a saber a qué te referías.
—Y ya volví y todavía no sé a qué te refieres. Él sonríe y niega...—Todo a su tiempo mi dulce Katherine.
—Me tengo que ir...—Lo sé.
—Te amo... —Y tú no sabes cuánto Katherine.
: 35 ¿Aceptas?
Natanael se alistaba para subir al jet para llevar de vuelta a Saya a Rusia junto a su padre de donde
nunca debió haber salido.
—Hermano, cuídate por favor, sabes que tal vez no seas bien recibido—Santino le hablar de frente a
Nat con sus dos manos puestas sobre su hombro, Santino siempre sería el hermano mayor, siempre
cuidaría a Nat.—Tranquilo al fin y al cabo, nadie ellos no saben que fuimos precisamente nosotros
quiénes la mandamos secuestrar.
—Lo sé, de todos modos cuídate las espaldas.
— ¿Te diste cuenta del parecido con Katherine? Santino levanta una ceja. —La verdad no me había
percatado de eso y la verdad no creo, mi ángel es única—Nat suelta una carcajada, palmeando su
espalda.
—Ya vete. Nat asiente, —Haz la llamada, contesta y sube al jet donde Saya ya se encontraba sentada
en uno de los sillones muy cómoda mirando hacia la ventanilla, Nat tomó asiento frente a ella
observándola, le parecía muy hermosa, cuando sus hombres la habían secuestrado no la había visto,
Saya voltea a mirarlo, clavando sus hermosos ojos azules en los de él.—Gracias— el niega. —No me
agradezcas nada.
Nat sabía que era uno de los responsables de lo que le había ocurrido y que le agradezca era ridículo,
pero ella eso no lo sabía.
—Gracias por rescatarme...—No agradezcas niña no era a ti a quien fuimos a rescatar. Nat trataba de
sonar duro y que lo viera como un hijo de puta pues no podía dejar que ella piense que él era un jodido
príncipe azul, si bien la misión era rescatar a Kathy jamás la hubiera dejado en manos de esos
bastardos.
—De todos modos gracias, si no me hubieras sacado de ahí ahora tal vez estaría muerta. Natanael
asiente desviando la mirada, ya habían despegado rumbo a Rusia.
Saya desprende su cinturón y se pasa alado de Nat él, la mira desconcertado por su acción.
—Niña por favor, pide cuando Saya posa una de sus manos sobre la de Nat, ella sonríe.
— ¿Cuántos años tienes?
—No te importa... Que gruñón eres.
—Yo tengo 18 años... Nat intentaba ignorarla pero ella no dejaba de hablar y su voz le parecía
demasiado inocente y sensual, comenzó a sentir un poco de calor, ¿cómo era eso posible?, que solo
con mirarla o escuchar su voz le produciría cosas.—Ты милая— dijo en ruso pensando que Nat no
sabía ruso pero estaba equivocada, el solo sonrío levemente y luego se aclaró la garganta.
La azafata le sirve un trago a Nat, llevándose el vaso a sus labios sintiendo el whisky quemar su
garganta.
— ¿Tienes novia? Casi se atraganto con su bebida.
—No.
— ¿Esposa?
—No y guarda silencio… Saya se cruzó de brazos girando hacia la ventana, ya no preguntaría nada,
Nat era muy gruñón, ella solo quería hablar, y conocer más a ese hombre que le parecía demasiado
atractivo, nunca pensó que un Italiano fuera tan guapo.

— ¿Ya se te acabaron las palabras niña? Pregunta Natanael después de un rato, queriendo escuchar
un poco más a esa niña rubia que despertaba algo en él, algo que se negaba a aceptar ya que después
de Daniela nunca volvió a fijarse en una mujer, solo follar y nada más.
— ¿Que te hicieron los rusos? Se atrevió a preguntar, ella mantuvo su vista fija en la ventanilla, y una
lágrima brotaba de sus ojos, recordar todo lo que había pasado era muy doloroso, ¿cómo volvería a
mirar a su padre y hermanos a la cara después de todo lo que le hicieron?Se giró hacia él, con los ojos
llenos de lágrimas sintiendo mucha vergüenza, agachó la cabeza, Nat sabía todo lo que había vivido
estos meses pues en ese mundo eso era lo que le ocurría a las mujeres secuestradas, y se sintió tan
culpable y tan miserable de lo que le había ocurrido si no la hubiera secuestrado ella no hubiera pasado
por eso.
Nat levanto su mentón y lo hizo mirarlo. —Más de dos meses de sufrimiento, no se lo deseo a nadie
sabes.
—Ahora no sé cómo miraré a mi padre a la cara de nuevo, susurraba sollozando.
—No tienes porqué sentir vergüenza de ti, lo que sucedió no fue culpa tuya. —quisiera decirle que fue
culpa de él, pero lo odiaría y eso ahora era lo último que quería.
— ¿Cómo verías tu a una chica que ha sido violada tantas veces por muchos hombres?
—Eres una mujer muy hermosa Saya, tienes toda una vida por delante, debes superarlo, Nat
acariciaba su mejilla, llevando su dedo pulgar delineando sus carnosos labios, mirándose ambos
fijamente.
Nat ya no lo pudo resistir y la jalo del brazo sentándola a horcajadas sobre él, Saya no se quedó atrás
pues pegó sus labios a los de él, en un beso apasionado, Nat no sabía lo que estaba sucediendo lo
único que sabía era que le parecía una mujer demasiado hermosa y que sus besos sabían al mismo
cielo, la sujeto de la cintura rodeándola con sus fuertes brazos pegándola a su erección que ya se
formaba debajo de su pantalón.Saya se sentía en las nubes, después de tanto tiempo se sentía tan
bien en los brazos de alguien, la verdad era que Nat le gustaba mucho y disfrutaría de él lo poco que
durara.
—Niña, gruñe ronco en sus labios cuando ella mete sus manos en su cabello apretándolo más a su
boca.
Después de unos segundos, sus labios dolían, el aire ya se había hecho escaso en sus pulmones, y
eso los obligó a separarse, de lo contrario seguirían consumiéndose en ese bes tan intenso.
—Saya... Sshh… ella apoyó sus dedos sobre los labios de Nat...—No digas nada, los dos quisimos,
me gustó.
—Yo no soy bueno, bramó en respuesta....—Para mí lo eres, me salvaste siempre te lo voy a
agradecer...No digas eso.
—Ve a descansar en la habitación, te avisaré cuando lleguemos... Suspira mirándolo por uno
segundos, ojala se pudiera quedar así con él por más tiempo, y se bajó del regazo de Natanael para
dirigirse hacia la habitación encerrándose ahí.— ¿Que carajos estás haciendo Nat? Debes llevar a
esa niña junto a su padre y listo ya nunca sabrás de ella, nadie tiene porqué enterarse de nada ¡carajo!
espeta frustrado
Faltando media hora para llegar al destino, Nat se adentra en la habitación, encontrando a Saya
profundamente dormida, la observa detalladamente desde sus blancas piernas hasta su hermoso
cabello que yacía desparramado sobre la almohada, se acercó sentándose en la cama, deslizando su
dedo índice por la suave piel de esa niña rusa... ¡suave!— ¿Qué puede pasar si la vuelvo a besar?
Nat se frota el rostro, se sentía frustrado ni él sabía lo que estaba ocurriendo, se sentía muy atraído
hacia Saya.
—Saya, Saya, despierta ya llegaremos en unos minutos. Ella abre sus ojos sonriendo.
—Dormí tan bien, después de tanto, me sentí segura al saber que tú estabas afuera cuidándome.
El niega...—Ya te dije que no soy bueno, no soy lo que piensas...—Y ya te dije que yo creo que si eres
bueno, solo te haces el duro...—No sabes lo que dices, si lo supieras no querrías estar cerca de mí.
— ¿A qué te refieres? Niega...—Nada, levántate que ya llegaremos.Después de unos minutos
aterrizaron, al bajarse del jet, muchos hombres ya estaban esperándolos en el lugar pactado, todos
guardias del padre de Saya, ella bajó temerosa, pero fija su vista en su padre quien estaba parado y
cuando la ve corre a su encuentro.
Ambos se abrazan, mientras que la chiquilla no dejaba de llorar...
—Pensé que ya nunca te volvería a ver mi princesa, decía el hombre derramando algunas lágrimas,
era su única hija mujer...—Yo pensé lo mismo papá, cuánto te extrañe... Nat observaba la escena
desde la escalera del jet, el padre de Saya fijó su vista en él, separándose de Saya.
Nat bajó las escaleras y se posó frente al padre de Saya...— ¿Ustedes rescataron a mi hija?
Nat solo asiente... La verdad era otra pero prefería obviar esa parte, pues no quería desatar otra guerra
y derramar más sangre inocente.
— ¿Cuánto quieres?

Nat lo mira fijamente y luego a Saya, quien se encontraba a su lado agarrándolo del brazo.—No
necesito nada, solo cuídela...—Lo haré, muchas gracias, no tengo como pagarle que me haya devuelto
a mi hija. Natanael asiente...—Debo volver, espeta girándose para subir nuevamente cuando Saya lo
sujeta de la mano, girándose nuevamente.
—Gracias Natanael, espero que algún día te vuelva a ver... — Adiós niña, cuídate. Es todo lo que dice
marchándose de ahí.
*
Paula estaba feliz de tener de vuelta a su hermana en casa, no dejaba de llorar, de abrazarla y besarla.
—Cuando supe lo que había ocurrido Kathy, sentí morir, creí que te perdería.
—No fue así Paula, aquí estoy...— ¿Estas bien? Te sientes bien? ¿Qué fue lo que te hicieron?
Kathy había pedido a Dante que mantuvieran en secreto que ella había sido violada, no quería que
Paula se enterase de eso, sería peor y ya había sucedido no había vuelta atrás, nadie podía
remediarlo, solo quedaba seguir y con el tiempo tal vez sanar las heridas y los recuerdos.Kathy observó
a Dante...—Nada Paula, estoy bien no paso a mayores.
—Creo que en parte debemos a ese hombre que te haya rescatado y salvado la vida. Dante bufa y
rueda los ojos.
—Ese es un tema del que les quiero hablar ya que estamos aquí los tres... Paula y Dante la miraban
fijamente esperando lo que les diría.
—Estoy enamorada de Santino y el de mí y no quiero separarme de él, es más no voy a hacerlo, y si
ustedes están en contra de eso, tendré que irme de aquí.
Paula parpadea repetidas veces, mientras que Dante la observa sin decir ni una sola palabra pues ya
se imaginaba que diría algo así.
—Si eso es lo que quieres Kathy y si ese hombre te hace feliz no nos apondremos...habló Dante.
—Y si no me queda de otra, Paula suspira, creo que debo dejarte vivir y tomar tus propias decisiones
aunque no nos guste, eres libre de decidir, y prefiero eso a perderte.
Kathy sonrió y abrazó a los dos...—Gracias, gracias por entenderme y apoyarme, los amo mucho.—
Solo promete que no te volverás a ir Kathy, ya no te quiero tener lejos de mí...— te prometo Paula ya
no me voy a ir.
Una semana después
Kathy poco a poco volvía a su vida normal, pero siempre con temor a andar sola, era algo que no
podía evitar y era lógico ya que fue muy reciente todo lo que había ocurrido.
Volvió a la Universidad, y con Santino todo iba muy bien, se habían visto sólo una vez pero hablaban
por teléfono todos los días, estaba aún más enamorada de ese hombre.
Y hablando de ese hombre, en ese momento recibía una llamada...—Hola contesta bajito.
—Mi amor, Kathy sintió su corazón palpitar frenéticamente cada vez que escuchaba la palabra mi amor
o te amo salir de la boca de Santino, era como tocar el cielo.
— ¿Cómo está la mujer más hermosa de Italia?
Kathy riò, —Hola guapo, te extraño...—Yo también mi ángel por eso justamente hoy quiero verte.
— ¿Hoy? ¿En verdad?
—Si Katherine, muero por verte. —Yo también Santino.—Pasare por ti a las 7 Kathy iremos a cenar.
Ella no podía evitar sonreír, salir con él, era lo que más quería.
—Está bien, te espero para esa hora, pero dime ¿Dónde iremos? Escuchó una carcajada al otro lado
del teléfono, automáticamente sus pezones se endurecieron al escuchar esa voz ronca y
aterciopelada.
—Una sorpresa mi dulce Katherine, ponte muy guapa, nos vemos a la noche, Te amo.
—También te amo, adiós.
Después de cortar ella seguía sonriendo como tonta.
Salía de la universidad, mientras que un chófer la estaba esperando junto con unos guardias, que no
fueron puestos por Dante, no, esos guardias eran hombres de Santino, que la cuidaban día y noche
sin dejarla sola ni un solo segundo, Kathy sentía que era demasiado pero recordando todo lo que vivió
sintió que nada era suficiente.
Al caer la noche, Katherine se encontraba casi lista esperando a Santino, bajo la atenta mirada de
Paula, tenía puesto un vestido negro con un poco de escote y una abertura en la pierna izquierda, con
el pelo suelto y levemente maquillada.
—Ay mi niña, es tan difícil verte crecer ojalá mama estuviera aquí para verte, Kathy sonrió y abrazó a
su hermana. —Gracias Paula por todo.
—Siempre serás lo más importante en mi vida Kathy, solo quiero verte feliz…—Lo soy Paula, no dudes
de eso, Kathy recibió un mensaje de Santino que ya se encontraba abajo esperándola.
—Santino, no puedo oponerme a lo que tienes con Kathy pero solo pido que la cuides más que a tu
vida, era Dante quien se encontraba frente a frente con Santino...—No tienes que decírmelo Dante,
amo a Katherine y la protegeré de quien sea, no dejare que jamás le vuelva a suceder nada.

De pronto la vio detrás de Dante y una sonrisa se le formó en los labios, Dante giró a observarla
también, acercándose a ella sujetándola de la mano y dejando un suave beso en ella.
—Estas hermosa hija...—Gracias papá, Kathy dejó un beso en su mejilla y se soltó para irse junto al
hombre que le roba todos sus sentidos, estaba realmente muy guapo con su traje negro hecho a la
medida con una camisa blanca que le quedaba perfecto, era un hombre demasiado atractivo.—Estas
hermosa amor, se acerca a dejar un suave beso en sus labios bajo la mirada de Dante y Paula.
—Gracias, tú también estás muy guapo.
— ¿Nos vamos? Ella asiente, despidiéndose.
Katherine estaba nerviosa, era la primera vez que saldrían a cenar con él y todo le parecía fascinante.
—Tranquila mi ángel, no estés nerviosa, Santino besó sus nudillos, entrelazando sus manos.
Ella solo se mantuvo en silencio sonriendo, cuando llegaron a un muelle, ella frunció el ceño mirando
a Santino que tenía una gran sonrisa en los labios.
— ¿Qué es esto Santino?
—Ya lo verás amor, te dije que sería una sorpresa.
Se bajaron del auto, de nuevo entrelazaron sus manos y se dirigieron a uno de los tantos yates que
tenía Santino.
—Con cuidado, exclama el sujetándola de la mano para subirse en el yate.
Cuando estuvieron arriba, Kathy observo el lugar, era realmente hermoso, tenía una mesa para dos,
con velas y rosas, sus ojos se iluminaron.— ¿Esto es para mí?
Santino se acercó por detrás abrazándola de la cintura dejando un suave beso en su cuello, respirando
su dulce aroma. —Te dije que todo cambiaria mi amor, y no estaba bromeando.
— ¿Esto es seguro? Pregunto temerosa, el soltó una carcajada, de esos que le encantaba a ella.
—No tienes nada que temer amor, es muy seguro, una dulce melodía sonó de pronto…
— ¿No estamos solos verdad?
—Claro que si cariño, solo somos tú y yo el fantasma del mar, Kathy golpea a Santino en el brazo,
provocado de nuevo una sonora carcajada de Santino, la volteo para quedar frente a frente.
—Solo una persona más y nosotros amor, no te preocupes, ven Kathy, bailemos.
— ¿Bailar?
—Yo no sé bailar, Santino le ofrece la mano.
—Solo déjate guiar por mí y lo harás perfecto.
Santino la sujetó de la cintura con ambas manos y ella le rodeo el cuello con los brazos.—Estas
hermosa Kathy, nunca pensé llegar a enamorarme de una mujer, pero me alegra tanto que seas tú...—
Te amo.
Ella no pudo evitar soltar unas lagrimitas, pero todo su corazón se paralizó cuando de pronto el hombre
que tenía enfrente, llevó una de sus manos a su bolsillo y se arrodilló frente a ella.
Ella parpadeó repetidas veces, tratando de asimilar lo que estaba pasando.
—Katherine perdón por todo el daño que te cause sin darme cuenta que me estaba enamorando de ti,
perdóname por haber sido tan imbécil, pero te amo y estoy seguro de lo que quiero, y si tú lo quieres
quiero pasar el resto de mi vida a tu lado, a pesar de todos mis defectos, que son muchos.
— ¿Mi ángel, aceptas ser la esposa de este jodido mafioso que ya no puede vivir sin ti?
36. Futura señora Ferrari
Kathy se encontraba anonadada, no podía creer lo que escuchaba, Santino le estaba pidiendo
matrimonio, se encontraba arrodillado en una pierna con una cajita negra con un magnífico anillo de
esmeraldas en su mano, con una sonrisa que iluminaba todo, al carajo los faroles, su sonrisa irradiaba
luz aún más, Katherine comenzaba a temblar, sus manos, sus piernas, era un sueño, un jodido sueño
del que no quería despertar.
—¿Que dices mi niña? Volvió a preguntar al no recibir ninguna respuesta, temiendo que le dijera que
no.
Ella comenzó a mover la cabeza en afirmación llevando sus manos cubriendo su boca, Santino se
puso de pie tomando su mano para colocarle el anillo.
—No me dijiste que sí, pero supongo que ese pequeño movimiento de tu cabeza fue un sí.
Kathy comenzó a reír y a llorar de felicidad al mismo tiempo, moviendo la cabeza repetidas veces...—
Si Santino, si quiero ser tu esposa, el no espero más y la estrecho en sus brazos para besar sus dulces
labios, acariciándola con los suyos.—Te amo mucho Santino...—Yo a ti mi ángel.
—¿En verdad nos vamos a casar?
Santino seguía con la sonrisa en sus labios, —Si princesa nos casaremos, soy tuyo y tú eres mía.
—Si, siempre fui y seré tuya.
Santino comenzo a mover a Kathy al son de la música suave sujetándola de la cintura pegando su
frente a la de ella, respirando su aire, mirándose a los ojos, ¿Esto es sentirse feliz, sentirse pleno?

Pues si así me siento, feliz, pensaba Santino, pensando que era demasiado afortunado al tener a
Kathy, que esta hermosa mujer se haya fijado en el y por sobre todo amarlo como lo hacía, nunca
habrá otra mujer como ella, que con su inocencia lo atrapó y ahora no la soltaría por nada del mundo.
Santino comenzó a besarla, acariciando su espalda abrierta subiendo y bajando sus manos,
mordiendo ligeramente los labios de Kathy.—Hazme el amor Santino, lo necesito por favor.
—¿Estás segura? No quiero presionarte amor
—No lo harás Santino, te extraño, contigo me siento segura. –Lo estas amor, a mi lado jamás nadie
volverá a lastimarte, te hare todo lo que me pidas pero primero debemos cenar, debes comer algo.
—Y se perfectamente lo que quiero comer, susurra Kathy en los labios de Santino llevando su mano a
su ya muy dura erección, Santino se muerde el labio intentando callar lo que Kathy le estaba
provocando.
¡Mierda! Gruñe.
—Me volverás loco nena, ven—la sujeta de la mano, llevándola a la habitación que tenía el yate,
bajaron unas pequeñas escaleras e ingresaron a una pequeña pero muy lujosa habitación, Santino sin
esperar un segundo más ataca la boca de Kathy en un feroz beso para nada dulce.
Ella gimió empuñando la camisa de Santino, comenzando a estorbar la chaqueta, despojándose de
ella, sin despegar sus labios.
—Me encanta como te queda este vestido pero más me gusta verte desnuda… Kathy se estremeció
al oír esa voz gruesa y ronca, llevando sus manos a su broche…— Déjamelo a mí amor.Su piel se
erizo por completo al sentir las gruesas manos de Santino recorrer su espalda dejando caer el vestido
a sus pies, él, la observo con sus ojos cargados de lujuria.
—Eres hermosa mi dulce Katherine.
—Si tuya, Santino… —Aahh gimió al sentir sus labios sobre sus pezones, juntando sus pechos para
meterlos a la boca succionando y dando pequeñas lamidas.
Kathy metió sus manos dentro de su pelo, para pegarlo un poco más a ella si fuera posible, mientras
que Santino soltó una carcajada ronca… —¿Ansiosa pequeña?
—Sí, si muy ansiosa amor.
Santino se arrodillo en una pierna frente a ella, conectando sus miradas, en los de Kathy había deseo
y en los de Santino lujuria y amor, quería recorrer cada parte de su piel, de su cuerpo, gravarse en ella
como un tatuaje para que nunca se alejara de él.
Deslizo suavemente su diminuta braga hasta sus pies. ¡Hermosa!
Levanta la pierna aquí amor— pidió Santino mientras que Kathy levanto la pierna derecha en su
hombro, el acerco su nariz al lubricado y palpitante coño de ella y soltó un largo suspiro. –Esto es mío,
y de nadie más, y sin más llevo su boca hasta el coño de Katherine, deleitándose con su sabor dulce.—
Ahh Santino— gimió sin contenerse, soplaba sobre su abultado clítoris estremeciéndola aun más.
—Me encantas pequeña, eres mi debilidad.
Ella se mecía de un lado a otro buscando fricción entre la lengua de Santino y sus labios, y se dejo ir
en un escandaloso orgasmo que a Santino le encanto, bebiéndose todo su delicioso orgasmo.
La sujeto para que no cayera pues sintió como sus piernas temblaban...—¿Estas bien amor? Pregunto
Santino preocupado pues Kathy se encontraba con los ojos cerrados, y luego de un momento sonrió.
—Perfectamente amor, me diste el mejor orgasmo de mi vida y ahora quiero recompensarte.
—¿Que harás nena? Preguntó con la voz gruesa y áspera, mientras que ella se arrodillo frente a él.
—Darte placer como tú lo hiciste mi amor, sus pequeñas manos fueron desprendiendo su cinturón y
luego su pantalón sin dejar de mirarlo, Santino hacia puños su mano para no tocarla, era jodidamente
sexy verla arrodillada completamente desnuda con su pelo rubio cayendo por su espalda, sujeta su
mentón y la obliga a levantar la cabeza.—Eres jodidamente perfecta mi ángel— Katherine sonríe y
descubre su erección que salta dura frente a ella, se muerde el labio y besa la punta de su pene,
succionado la gota que salía de su dura polla, Santino cerró los ojos intentando calmar todo lo que
estaba sintiendo en ese momento.
Esto era magnífico, recibir una exquisita mamada en medio del mar donde navegaban mientras que
en el pequeño cuarto del yate ambos se consumían en deseo.
—¡Katherine! Aahh, suave mi amor por favor vas a matarme— ella sonrió y chupó un poco más suave,
Santino la sujetó de la cabeza marcando el ritmo lento entrando y saliendo de su boca.
—¡Mierda! Que delicia, murmuraba muchas cosas mientras follaba la boca de la dulce Kathy, cuando
de pronto salió bruscamente de ella.—¿Que sucede?
Kathy lo miró sorprendida por su arrebato.
—Casi me corro en tu boca nena.—¿Y eso que tiene de malo? Pregunto con esa voz dulce e inocente
mientras que el gruñe en respuesta.
—Lo juro vas a matarme.—Hazlo Santino quiero probarte, tu eres mío... —Si, tuyo amor, sigue.

Ella volvió a meterse su polla en la boca y siguió chupando hasta que sintió, el suave y tibio orgasmo
derramarse en su boca, mientras que el soltaba un feroz gruñido.La sujeto hasta descargar hasta la
última gota, y luego fue saliendo lentamente de ella.
La levanto rápidamente de los brazos y salto a su boca, devorandola por completo, Kathy apenas
respiraba, e intentaba seguirle el ritmo hasta que sintió la suavidad de la cama tocar su espalda.
—Eres mi debilidad Katherine, por ti mataría a quien sea, me tienes en tus jodidas manos pequeñita,
podrías hacerme mierda si quisieras, si tan solo lo intentarás.
Kathy sonrió ante su confesión.
—Te amo Santino, nunca te haría daño amor, ella acariciaba el rostro de Santino.
Beso suavemente sus labios.—Lo sé amor, diciendo eso se introdujo en ella de una sola vez, Kathy
tuvo que clavarle las uñas a Santino en los brazos por la intensidad del momento.—¿Estas bien?
Preguntó acariciando su rostro.
—Si, muévete despacio por favor, Santino comenzó a moverse suave entrando y saliendo de su
caliente y apretado coño, tenía que contenerse lo máximo para no correrse pues su estrecha vagina
er ala gloria para él...—Nena, nunca te dije pero, no sabes cuanto me gusta estar dentro de ti, Kathy
sonrío y lo apretó aún más, y el comenzó a succionar sus pezones como un hambriento.Santino
comenzó a embestirla más fuerte sintiendo lo lubricado que se encontraba el coño de Kathy, mientras
que ella gemía sin parar, de seguro hasta el capitán del yate escuchaba los gritos escandalosos de
Katherine, mientras que Santino no se quedaba atrás y gruñia ronco, la levanto con un solo brazo de
la cintura y a ella no le quedó de otra que enredar sus piernas alrededor de él.
Y comenzó a follarla aún más, entrando todo lo que podía, la empotro contra la pared y ahí entraba y
salía de ella como tanto lo anhelaba.
¡Mierda Kathy! La apretaba tan fuerte que sabía que dejaría muchas marcas en su piel, ambos
sudaban completamente excitados, consumiéndose el uno al otro.
—Te amo ,exclamo Santino cuando se dejó ir al mismo tiempo que Kathy quien mordió el hombro de
Santino producto del extasis del momento.
Siguió bombeando dentro de ella hasta que ya no quedó nada más...
La bajo suavemente apoyándola en la suavidad del colchón, sin salir de ella.—Estaras todo el día
dentro de mí? Bromeo ella.
—Cuando nos casemos Kathy y vivamos juntos esto no va ser nada comparado a todo lo que te
haré.¡Dios! Exclamó ella y Santino soltó una carcajada, besando su rostro.
Después de unos minutos Kathy se vistió usando solamente la camisa de Santino, y el solo su
pantalón, no necesitaban nada más.
Cenaron entre plática y risas, mientras que el no dejaba de observarla, era tan hermosa y cuando reía
iluminaba su maldito mundo.
—Gracias por esta maravillosa noche Santino, no pensé que fueras tan romántico.—La verdad no lo
soy pero desde que te conocí me he vuelto muy cursi, Kathy río a carcajadas y el se contagió de su
risa.
—Bueno eso es lo que dicen Lucio y Natanael.
—No le hagas caso amor, solo están celosos.—Si por que no tienen a una hermosa mujer a su lado.
—Santino ¿y que pasará con los negocios que tienes?
—He comenzado a dejar de lado ciertas cosas Kathy, ya no tráfico mujeres, eso... Agacha la cabeza—
eso está mal, y solo tú me hiciste ver las cosas de otra manera, mis otros negocios no las puedo dejar
totalmente en este mundo es muy díficil Kathy, hablaba sujetando sus manos por sobre la mesa.—
Ahora quisiera saber, si tú estás dispuesta a estar en mi vida y aceptarme así como soy y vivir en mi
jodido mundo, se que no va ser fácil pero prometo hacerte feliz mi amor.
—Claro que quiero estar contigo Santino siempre lo quise, nunca me importó nada y menos ahora que
lo único que quiero es estar a tu lado.
Santino sonrío, su felicidad era inmensa, se sentía el hombre más afortunado del mundo.
Después de eso no necesitaron hablar más, solo se necesitaban el uno del otro y volvieron a hacer el
amor como nunca sin querer separarse ni un solo segundo.
Ya era muy tarde y Kathy debía volver pues Paula estaría preocupada y no sabía cómo tomaría la
noticia de que se iba a casar.
Santino la llevo de nuevo a su casa...—La pase increíble Santino...—No más que yo nena, está noche
ha sido muy especial para mí.
—Ah otra cosa más nena, se que tanto Paula cómo Dante no me aceptan, pero de todas maneras
pediré tu mano, porque quieran o no serás mi esposa.
Katherine suspiro y acarició la mano de Santino.—Hablare con Dante y mi hermana para que puedan
darte la oportunidad ¿Bien?
Asiente y deja un suave beso en sus labios.

—Que descanses amor...—Tu también, diciendo eso se bajo para abrirle la puerta del auto y dejar otro
beso en sus labios para despedirse.
Santino espero que ella entrara a su casa para dar la orden de poner en marcha el auto, sonriendo
como un tonto, quién diría que el gran Santino Ferrari, estaría tan enamorado después de que juro
nunca amar a ninguna mujer y está a punto de casarse.
Nunca digas de esta agua no beberé.
Katherine entro a su casa sonriendo sentía que estaba soñando, no podía creer que Santino sea el
mismo hombre que hace unos meses atrás la hizo sufrir tanto, no, ahora de ese hombre ya no quedaba
nada.
—Por fin llegas Katherine, ella salto de un susto cuando Paula le hablo desde atrás.
—Por Dios Paula me asustaste, se llevo una mano al pecho, Paula arrugó la frente levantando una
ceja al observar el hermoso anillo que lucia Kathy en su dedo.
—¿Que es esto Kathy? Esto es un anillo de compromiso, ella trago grueso pero sabía que tenía que
decirle la verdad, y ya no habia vuelta atrás.
—Si hermana, es un anillo de compromiso.
—¿Por que llevas un anillo de compromiso?
—Por que Santino me pidió matrimonio y me voy a casar con él, Paula parpadeó varias veces cuando
cayó al suelo desmayada.
—¡Paula no!—Dante, ayuda por favor.
: 37. Todos los días de mi vida.
Katherine al igual que Dante recorría el pasillo del hospital muy nervioso pues todavía no han sabido
nada del estado de salud de Paula, Dante se encontraba muy nervioso y Kathy preocupada pues
pensaba que lo que le había sucedido fue su culpa.
─ ¿Qué fue lo que ocurrió Kathy? ella se mordía la uña nerviosa, pues no sabía cómo darle la noticia
también a Dante sin que entrara en shock.
─Bueno, es que, suspiro hondo para continuar hablando, me voy a casar Dante, el la mira con los ojos
a punto de salirse de órbita. ─ ¿Que has dicho?
─Lo que oíste papa, Santino me pidió matrimonio y yo le dije que si... Dante echo la cabeza hacia atrás
como pidiendo paciencia al cielo, negando varias veces.─ Se lo dije a Paula y creo que por la impresión
se desmayó.
─ ¡Dios Mío! Katherine, te das cuenta de lo que estás diciendo, ella agacha la cabeza apenada, Dante
al darse cuenta de eso le sujeta el mentón y la obliga a mirarlo, ya no quería repetir el mismo error del
pasado que llevaron a Katherine al borde de la muerte y exponerla al peligro.─Hablaremos de eso en
casa princesa ¿está bien? ella afirma con la cabeza apretando los labios, mientras que Dante la rodea
con sus brazos dándole un cálido abrazo.
─Familiares del señor Paula Ricci─ pregunta el doctor acercándose a ellos, Dante rápidamente se
despega de Kathy para acercarse a él.
─Si doctor soy su esposo, dígame como esta mi esposa ¿qué tiene?
─No es nada grave señor, su esposa está embarazada─ Dante no lo podía creer, parpadeaba
repetidas veces, mirando al doctor ahora sí que se había quedado en shock, había oído bien, había
dicho que Paula estaba embarazada.
─ ¿Embarazada? el doctor afirma sonriendo...─ ¿Pero está bien, ella se encuentra bien?
─Perfectamente señor, ahora le realizamos los estudios necesarios, una ecografía y tanto ella como
él bebe están en perfecto estado, Katherine sonríe, porque de nuevo seria tía, Paula estaba
embarazada era una excelente noticia, se acercó a Dante y lo sujetó del brazo.─ Felicidades, papi, ya
estas llenando la fábrica.
El doctor y Katherine sonríen, mientras que Dante seguía procesando lo del embarazo, pasándose la
mano por el pelo, exhalando fuerte.─ ¿Puedo pasar a verla?─Por supuesto que sí, pueden pasar y le
preparare el alta medico ella está muy bien de salud, solo fue un simple desmayo nada de qué
preocuparse.
─Gracias Doctor...─ De nada pueden pasar... los dos se dirigen a la habitación y es Dante quien
ingresa primero, Paula al verlo sonríe, pues ya sabía la noticia de que sería madre nuevamente.
Dante se acerca a Paula para llenarla de besos, apoyando su frente a la de ella.
─Te amo pequeña, gracias por darme otro pedacito de ti... Yo también te amo Dante, creo que las
pastillas no hicieron efecto. Dante suelta una carcajada, ─ Al parecer no mi amor─ Kathy solo sonríe
observándolos, viendo el amor que se tienen y ahora ella también tenía ese príncipe con quien ella
soñaba, se sentía muy feliz y enamorada y esperaba que tanto Paula como Dante, lo acepten.
─Princesa ven aquí, Paula extiende sus brazos para que Katherine se acerque, ella lo hace
sentándose en la blanca cama para abrazar a su hermana.
─Muchas felicidades hermana, me alegro tanto por ti, ahora ya serán muchos dolores de cabeza,
Kathy suelta una pequeña carcajada. ─Te quiero princesa lo sabes ¿verdad? Y ni me lo recuerdes

que con esos revoltosos en casa me estoy por volver loca.─Y yo a ti Paula… ─ Oye y vamos a ver ese
anillo, Paula sujeta la mano de Kathy para observar bien el anillo, bajo la atenta mirada de Dante,
quien se mantiene en silencio.
─Si es lo que quieres Kathy, ni yo ni Dante podemos decidir por ti ¿no es así amor? Dante hace una
mueca de sonrisa aunque no esté de acuerdo no es nadie para prohibirle a Katherine.
─Eres lo bastante grande Kathy como para decidir lo que quieres hacer, has pasado por muchas cosas
y te mereces ser feliz y si ese hombre aunque no sea de mi agrado te hace feliz─ Dante rueda los ojos
y Kathy ríe por ello─ lo aceptare. Kathy corre junto a Dante y lo abraza...─Los quiero muchísimo a los
dos, gracias por tanto amor a pesar de todo.
─Ahora dile a ese hombre que tiene que pedir la mano antes de casarse, si no no hay boda─ habla
Dante muy serio, a lo que Paula y Kathy ríen a carcajadas.
─Es cierto mi amor, debe hacer las cosas bien ya que ha hecho bastantes estupideces... habla Paula
sujetando la mano de Kathy quien aun seguía vestida con el vestido de noche, pues no tuvo tiempo
de cambiarse.
─Lo se Paula, y es lo que quiere, quiere hacer las cosas bien solo quiere la aprobación de ustedes…
-Me parece perfecto, tendré preparado el arma para cobrarle todo lo que te hizo sufrir, contesta Dante
y Katherine lo golpea en su brazo y se echa a reír.Después de un rato el doctor llega con el alta medico
de Paula, dándole algunas indicaciones acerca de su embarazo cosa que ella ya sabía pues ya sería
su tercer hijo, no era nada nuevo para ella, ni para Dante.
*
¿Qué fue lo que dijiste? ¿Te vas a casar? Esto debe ser una jodida broma ¿no es así?
Natanael se encontraba sentado frente a Santino en su despacho, Santino le había dicho que iba a
casar con Kathy.
─Deja de burlarte o te cortare los huevos, amenaza…─ Noo, eso es digno de ver por fin el gran Santino
Ferrari tendrá dueña ¡Jodida mierda! ¿Quién lo iba a creer?
Entra Lucio al despacho y los mira a ambos. ¿Qué es tan divertido? Por eso tienen esa sonrisa estúpida
en sus rostros… Pues mi querido amigo Lucio aquí el gran jefe se va a casar… ─Maldita mierda ¿Qué
has dicho? Natanael mueve la cabeza repetidas veces sonriendo de oreja a oreja, mientras que Lucio
no dejaba de mirar a Santino, quien se pasaba la mano por el rostro, sabía que no terminarían las
burlas de este par.─Son unos hijos de puta, quien les entiende, ahora que me voy a casar, me hacen
burlas.
─ ¿Y quién se supone que es tu victima? ¿La pobre niña rubia?
Santino, no dejaba de sonreír cuando la mencionaban, estaba jodidamente enamorado de ella, había
sido el más miserable de todos, había perdido a su hijo por su estupidez y casi perdió a Kathy por las
cosas que había hecho, pero todavía estaba a tiempo de enmendar su error. –Así es mi querido Lucio,
él se pone de pie, sirviéndose un trago…─Me voy a casar con Katherine muy pronto y será la dueña
de todo al que no le gusta tienen las puertas abiertas, pueden irse. ─ ¿Irme? Ja y perderme el show─
habla lucio burlándose de Santino al igual que Natanael…─Esa mujer Santino, te volverá loco, yo te
aviso.
─Ya lo hizo Lucio, ya me tiene loco, no creo que se pueda más…─Uno nunca sabe hermanito, nunca
se sabe, las mujeres cuando consiguen algo luego sacan sus uñas.
Santino hace una mueca con sus labios a lo que Lucio y su hermano se carcajean.
─Eso no es lo peor, habla llevándose el vaso a sus labios… Nat levanta una ceja…─ ¿Y qué es lo
peor?
─Tener que ir a pedir a papito Dante su mano… Natanael estalla en carcajadas, y Lucio no se queda
atrás.─Vaya suegro que te cargas…─Ni que lo digas.
SANTINO
No puedo creer el maldito afortunado que soy al haber conocido a Katherine, nunca pensé que la vida
me regalaría una oportunidad de ser feliz, vine a este mundo sin ser deseado, sin ser amado y en este
mundo de mierda en el que estoy todo es muerte y dolor, nunca vi a una mujer más que un buen culo
para follar pero desde que la conocí a esa pequeña rubia mi mundo cambio, la puso de cabeza, la
sacudió por completo, ahora me estoy alistando para mi boda, sonrío mirándome al espejo, quien lo
diría, yo un mafioso de mierda casándome con un ángel, ni en mis más jodidos sueños lo hubiera
imaginado.
Ella es la mujer que amo, ella es todo lo que necesito en mi vida para seguir viviendo, no me imagino
ya mi vida sin ella, la amo, la amo tanto que duele, daría mi maldita vida por ella, quiero que despierte
en mis brazos y sea lo primero que vea en la mañana y cada día de mi vida y lo que reste de ella,
enmendar todos mis errores que cometí al principio.─ ¿se puede? Es Fabrizzio quien entra en mi
habitación observándome de pies a cabeza, negando y riendo… ─Vaya, quien lo diría, tu casándote,
bufa, hasta que no te vea en el altar y escuchar el sí acepto de tu boca no lo voy a creer.

Suelto una carcajada… ¡Cabron! Claro que me voy a casar, quiero hacerlo Fabrizzio ya no hay duda
de ello, mi amigo me palmea la espalda, y posa su mano en mi hombro.
─No sabes cuánto me alegra por ti mi hermano, te mereces toda la felicidad del mundo, te mereces
una oportunidad, ¡carajo! Claro que sí, esa hermosa niña, es lo que tú necesitas en esta oscuridad,
ella te sacara de ese maldito infierno en el que estas.
─Estaba Fabrizzio, desde que Katherine llego a mi vida, ya no estoy en la oscuridad, y si la vida me
ha dado la oportunidad con ella ya es hora de que la tome.
─Gracias por estar en este momento tan importante para mí, y porque nunca me abandonaste ni me
diste la espalda Fabrizzio, eres más que un amigo, eres un hermano.
Fabrizzio me da un fuerte abrazo, con palmadas en la espalda… ─Para eso estamos, para cubrirnos
las espaldas ¿no?─Bien, dejemos de lado el sentimentalismo, porque me volveré tan cursi como tu
desde que conociste a Giannita…─ ¡Cabron! Es que esa mujer me tiene así, que se le va hacer, se
encoje de hombros haciendo una mueca con los labios.
─ ¿El novio está listo? Entra Gianna en la habitación, y debo decir que es hermosa y aparte es una
increíble mujer, mi amigo tiene suerte de tenerla.
─Gianna gracias por aceptar ser los padrinos de mi boda… Ay no tienes nada que agradecer estoy
muy feliz que mi niña se case, pero más te vale Santino que la respetes y la cuides porque te juro que
te cortare las pelotas si la haces sufrir.
¡Joder Fabrizzio! Tu mujer es una fiera, mi amigo suelta una sonora carcajada y se acerca a ella a
besarla…Ya es hora Santino ¿estás seguro? ¿No estas arrepentido? Pregunta en tono de burla y
Gianna lo golpea en el estómago.
─Ya, mi amor es una broma, vamos ya es hora… me miro por última vez en el espejo y suspiro hondo
saliendo de la habitación para dirigirme hacia el jardín de la mansión donde será la boda, Gianna y
Paula se han encargado de todo, si fuera por mi le pedía a Fabrizzio o a Lucio que nos case y ya, la
llevo conmigo para hacerle el amor hasta que pierda la conciencia. ¡Mierda! Santino lo que te espera,
pero mi niña hermosa se merece esto y mucho más.No la he visto hace dos días, me estoy muriendo
de nervios por verla, por besarla, sentirla hacerle el amor, esta noche apenas termine la ceremonia me
la llevo, ya no quiero esperar más, iremos a Dubái, ella se merece todo lo mejor.
Veo solo a amigos de la familia De Luca y amigos de Kathy, yo solo le tengo a mi hermano Natanael
y a mi mano derecha y fiel amigo Lucio, quienes ya están presentes para compartir la ceremonia, Nat
al verme se acerca a darme un abrazo y no perder la costumbre de bromear, ruedo los ojos y me alejo
de él, la verdad no necesito nada más ellos son los únicos que me importa que estén en este
momento.
Saludo a los presentes y me paro a esperar a mi dulce ángel, comienza a sonar una música que no
conozco pero escucho la letra y siento que me describe, (CALUM SCOTT - YOU ARE THE REASON)
siento que fue hecha para mí, es lo que siento.
Y ahí la veo, de blanco de verdad parece un ángel, está muy hermosa, entrando del brazo de Dante,
no podía ser otro, es como un padre para ella, al verme sonríe y veo como derrama algunas lágrimas
y creo que a mí me ha entrado una basurita en el ojo que me hace derramar algunas lágrimas, no,
mentira, estas lagrimas son de felicidad, de ver a esa hermosa mujer caminar hacia mí, a solo unos
pasos de ser mía.─Cuídala y amala más que a tu vida Santino, porque ella se merece todo, me ofrece
la mano de Katherine y yo la tomo, ambos estamos temblando, Waoo esta hermosa de verdad.
Dante deja un beso en la frente de Kathy y se retira…─Viniste, digo sonriendo.
─No tuve de otra, bromea con lágrimas en los ojos y yo solo quiero estrecharla en mis brazos y llenarla
de besos.
El reverendo comienza la ceremonia, la verdad no escucho nada de lo que dice, solo no dejo de mirarla,
es mi jodida debilidad y la amo, ¡carajo!cuanto la amo.
─Santino Ferrari, aceptas por esposa a Katherine Ricci, para amarla, respetarla en la salud y en la
enfermedad hasta que la muerte los separe… Claro que si acepto.
─Katherine Ricci, aceptas por esposo a Santino Ferrari como tu esposo para amarlo y repetirlo cada
día de tu vida hasta la muerte… ─Todos los días de mi vida amor, acepto.
─Te amo… Te amo me contesta.
─Bien, entonces los declaro marido y mujer, Santino puedes besar a la novia…
¡Joder! Esta era la parte a la que quería llegar, digo y todos ríen a carcajadas, cuando tomo a Kathy
de la cintura y la pego a mí para besarla como tanto quise hace días, ha sido una tortura no verla… Mi
mujer, mi esposa, mi ángel Katherine Ferrari.
38. Hermoso Final
La fiesta continuó después de la sencilla ceremonia, Katherine estaba radiante con un vestido ajustado
al cuerpo como una segunda piel, con la espalda abierta, con el pelo ligeramente recogido, en un
hermoso moño, lo ojos de Santino brillaban al verla, por fin era suya por completo, por fin ya nadie

podría separarlos y él no la dejaría ir, daría su vida por ella, todos los invitados se acercaron a
felicitarlos.
─Felicidades princesa, estas hermosa, exclamo Gianna al verla…─Gracias Gianna, de nuevo por todo
lo que han hecho con Paula, sin ustedes esto no hubiera sido posible.
─Tranquila no tienes nada que agradecer, nosotros solo hicimos algunas cosas, el que pago aquí fue
tu marido, bromea señalando a Santino, quien ríe junto con Fabrizzio.
─Los quiero mucho a los dos─ habla dirigiéndose a Gianna y a Fabrizzio…─Vaya quien lo iba a
imaginar hermano, ya estas casado, eso, de verdad es algo digno de ver─ bromea Fabrizzio,
palmeando la espalda de Santino.─Quiero Felicitar a la hermosa novia, así que suéltenla y dejen me
pasar─ era Natanael que se había acercado hasta Katherine estrechándola en sus brazos, cuando
escucha un gruñido de Santino quien miraba la escena un tanto celoso. ─Cálmate tigre, ya es tu
esposa, ya no puedo robártela, bueno sí puedo─ bromeó poniendo un dedo sobre su mentón, Santino
se posó a lado de Kathy tomándola en forma posesiva de la cintura y todos soltaron una carcajada.
─Ahora el baile de los novios, exclama Paula llegando hasta ellos, Katherine se mordió el labio
observando a Santino quien dejó un beso en sus labios y le ofreció la mano…─Después del baile ya
nos iremos Katherine, el jet nos espera, y ya no aguanto tenerte cerca sin poder tocarte, le susurró en
el oído, erizándola por completo, y dejando un suave beso en su cuello, que ha hizo temblar por
completo, ella se mordió los labios y sus pezones se pusieron duros, solo él podía causarle tal
sensación tan solo con decirle algunas palabras, no hacia falta que la tocara, no solo bastaba escuchar
esa voz ronca y oscura para mojarse completa.
─Volvio a sonar la misma música (You are de reason) Santino posó sus manos alrededor de la cintura
de kathy y ella lo rodeo el cuello con sus delicados brazos, en medio de la pequeña pista decorada
con rosas blancas… ─Eso eres mi dulce ángel, mi razón de vivir, la dueña de mi jodido mundo, por ti
vivo y respiro, por ti soy un hombre nuevo, por ti aprendí a amar─ hablo Santino suavemente para que
solo Katherine pudiera escucharlo.─Te amo Santino, demasiado diría yo… ─No más que yo mi ángel,
siempre serás el amor de mi vida y la que me trajo de la oscuridad, eres la mujer que borró todas mis
pesadillas.
Katherine sonrió tímidamente con un nudo en la garganta, y también con unas ganas inmensas de
estas a solas con él, sus palabras hacían mierda su corazón y era en el buen sentido.
Bailaron bajo la atenta mirada de todos los amigos de la pareja, la mansión estaba fuertemente
custodiada por miles de hombres de seguridad tanto de Santino como de Fabrizzio, y Russo otro
mafioso más que había sido invitado a la boda, pues era amigo de Santino, y en ese mundo no todo
era felicidad y eso él lo sabía perfectamente, sabia el peligro que implicaba desde ahora tener una
mujer a su lado, pero mataría a cada hombre o mujer que se atreviera a ponerle una mano encima a
su Katherine, deberían cruzar el mismo infierno antes de llegar a ella.
─Santino observó a Lucio quien hizo un movimiento con la cabeza en señal de que ya era hora.
─Debemos irnos amor─ habló Santino suavemente en el oído de Kathy, ella asintió…─Déjame lanzar
mi ramo a ver quién es la próxima en casarse, él sonrió y afirmo con la cabeza…─No te tardes amor,
muero por tenerte solo para mí, volvió a susurrar, dejando una leve caricia en su brazo antes de
alejarse de ella…─Hora del ramo─ grito Kathy y las mujeres se habían puesto detrás, casadas o no
igual querían participar, los hombres rodaban los ojos y negaban, mientras que todos reían.Kathy
comenzó a hacer el movimiento una y otra vez hasta que finalmente lo lanzo cayendo el ramo sobre
la cabeza de Natanael, quien sorprendido no le quedo de otra más que agarrarlo, frunciendo el ceño
y negando, todos soltaron una carcajada al ver su rostro mientras que Santino palmeo su espalda
levemente. –Hermano, eres el próximo así que busca a la próxima señora Ferrari─ Natanael bufo y lo
golpeo con el ramo.
Katherine se despidió de los invitados, especialmente de Paula y Dante.─ Muchas gracias hermanita
por todo, te amo tanto… ─Y yo a ti Kathy, recuerda siempre juntas─ Paula tomo la mano de Katherine─
siempre juntas Paula─ y se abrazaron muy fuerte, luego giró frente a Dante.
─Papa gracias por todo lo que has hecho por mi te amo mucho, sin ti tal vez no estaría aquí
casándome…─ Tonterías Kathy, tu eres una chica muy fuerte, has sabido superar miles de obstáculos,
Dios siempre ha estado contigo─ ella asiente mirando al cielo, recordando a su mama también,
suspirando hondo. –Me tengo que ir. –Lo se princesa, deseo que seas muy feliz, disfrutes tu luna de
miel, si ese tarado te hace algo solo llámame y estaré ahí en menos de lo que imaginas.Paula y Kathy
rieron, Paula lo golpeó suavemente en el brazo… ─Nada va a suceder Dante, cálmate, le reclamo
Paula en broma, Dante se encogió de hombros. –Solo por si acaso, es que me va a costar tanto
asimilar que estés casado con un jodido mafioso princesa, te imaginaba no se con algún doctor o algún
empresario pero nunca nunca jamás te imagine casarte con Santino Ferrari, pero que se le a hacer
verdad, así es el amor─ Kathy lo abrazó fuerte y el a su vez a ella dejando un beso en su cabeza.

Santino se acercó hasta ellos… ─Muchas gracias por todo De Luca, hablo Santino mirándose ambos
fijamente… ─Te lo volveré a repetir Santino, cuídala más que a tu vida…─Lo hare Dante, no sabes
cuánto me importa, ella es todo para mi─ habló sonriéndole a Kathy entrelazando sus manos.
─Bueno basta de amenazas, tu deja de ser gruñón─ Paula señala a Dante con el dedo.─ Y ustedes
se tienen que ir─ le habló a Santino y a Kathy.
Se abrazaron por última vez y se dirigieron hacia el patio donde estaba el hangar, para abordar el jet.
─ ¿Dónde vamos Santino? –Es una sorpresa amor, te va a encantar─ hablo mordiendo ligeramente
el mentón de Kathy y amagando un beso que nunca llego, ella tembló y se excito por completo, Santino
sabía lo que le provocaba pero quería justamente eso, que lo deseara aún más así como él lo hacía,
cuando Katherine iba a subir las escaleras Santino la tomo en brazos como una princesa para subir,
ella dio un gritito por el susto y luego comenzó a reír provocando que el también riera.
Lucio rio al ver la escena…─Todo listo Santino─ el asintió mirándolo─ Disfruta tu luna de miel, no te
preocupes por nada, aquí todo estará en orden. –Gracias Lucio, nos vemos a mi regreso.
─Buen viaje─ es todo lo que dice por que Santino ya subió las escaleras con su esposa en brazos, la
sentó en uno de los sillones poniéndole el cinturón para poder despegar, no sin antes dejar un
apasionado beso, que a ella la provoco aún más…─Me vas a matar Santino si sigues provocándome
así─ el soltó una carcajada ronca pero no estaba mejor que ella, se acomodó en el asiento de enfrente
también ajustando su cinturón─ Y tú no sabes cómo estoy yo─ hablo señalando el bulto en su pantalón,
su erección hacia casa de campaña en él, llevo su mano hasta ahí masajeándolo suavemente, bajo la
atenta mirada de Kathy quien tragó grueso y apretujo sus manos por lo excitada que se
encontraba.─Apenas despegue te llevare a la habitación Kathy, ya no aguanto necesito hundirme en
ti, de lo contrario me volveré loco princesa─ hablo ronco mirando a Kathy fijamente con los ojos
oscurecidos por el deseo, mientras que ella se encontraba ardiendo.
Despegaron, Kathy solo observaba a través de la ventanilla mientras que Santino no dejaba de
observarla, tal vez nunca se cansaría de ello, pensaba todo lo que la había hecho sufrir y lo hijo de
puta que había sido con ella, como pudo hacerle eso, siendo que ella lo único que hacía era amarlo,
la azafata llego hasta ellos y le pregunto a Santino si no necesitaba nada, Santino ni siquiera la miro
solo observaba a su bella mujer, Kathy la observo levantando una ceja pues ni siquiera se había
volteado a mirar hacia ella, era una zorra pensaba, Santino la despacho sin mucho preámbulo pues
no quería nada, y se levantó rápidamente desprendiendo su cinturón para llegar hasta su esposa,
quien se sorprendió por la rapidez de sus movimientos ya que en segundos la había levantado sobre
su hombro, se olvidaba que era un jodido mafioso y estaba muy bien entrenado para ser muy ágil.
Kathy quiso reír cuando Santino ignoro a la aeromoza pasando de ella hacia la habitación, Katherine
la observaba colgada del hombro de Santino y la mujer puso una cara de fastidio, mientras que ella
celebro pues Santino era suyo, su hombre y no dejaría que nadie se lo quitara, no había pasado por
tanto para que una zorra se lo quitara.Entro a la habitación la verdad era muy hermosa, tenía una
cama con sábanas blancas cubierta de pétalos de rosa, Santino la bajo lentamente al suelo, y ella
observó la cama… ─Es hermoso─ susurro mientras el, la sujetaba de las caderas succionando su
cuello, mientras que ella gimió en respuesta.
Volteo quedando frente a frente. –No sabes cuánto te deseo Katherine, susurro chocando su tibio
aliento con el de ella…─ Entonces tómame─ estaba completamente mojada, si la tocaba lo sabría.
─Hora de sacar el vestido─ bromeo Santino comenzando a desprenderlo sacándolo suavemente,
dejando ver su piel blanca y suave, el gruñó al sacarle completamente el vestido y observar a Kathy
quien tenía una pequeña braguita blanca de encajes, con unas medias con un liguero blanco de
encajes, no llevaba sostén pues con el vestido no hizo falta.
─ ¿Te gusta lo que ves? Pregunto ella mordiéndose el dedo pulgar provocándolo, el soltó un gruñido
ronco desde lo profundo de su garganta. –Estas exquisita y te voy a comer completita, con esta ropa
en verdad pareces un ángel salido del infierno para hacer pecar a un mortal─ se acercó rápidamente
a ella para sujetarla de la cintura y la nuca para besarla, no, devorarla, ya no era un suave beso, este
beso era rudo, posesivo, queriendo entrar en su piel, marcándola como su suya.Fue bajando por su
cuello sujetándola del cabello un poco brusco pero que a Kathy la excitaba aún más, bajo hasta sus
pechos que los devoro a su antojo, primero se deleitó con uno, luego con el otro. –Ahhh─ gimió ella, y
el sintió explotar por dentro, su polla dolía, quería salir de su encierro.
Santino fue bajando por su abdomen, arrodillándose frente a ella, en una pierna, deslizando sus dedos
por la liga y se lamio los labios, Katherine sentía mil cosas en su estómago y en su bajo vientre, quería
que la tocara ya y el, la hacía sufrir, Santino mordió ligeramente su abdomen y estiro con sus dientes
la cinturilla de su braga, acto que la hizo gemir y fue música para sus oídos.
─Tócame Santino, por favor─ pidió ella muy caliente… ─ ¿Dónde amor? Siguió tentándola, mientras
ella moría de necesidad por él, Santino sonrió levemente, sabía que la estaba provocando y él se
estaba muriendo por dentro pero quería hacerlo más placentero si fuera posible, sabía que si la tocaba

seria su pase al infierno, no dudo más y fue sacando sus medias, soltando sus ligas uno a uno,
besando cada rastro de piel, acariciándola.
─Eres perfecta mi ángel, no creo tener nunca suficiente de ti, siempre querré más y más y más─ habló
ronco sacándole por ultimo su braguita que estaba completamente empapada, la llevo a su nariz,
oliéndolo cerrando sus ojos, y los guardo en su bolsillo dándole un guiño a Kathy, y con solo ese acto
ella casi casi tuvo un orgasmo.Hundió su nariz entre las piernas de Katherine y pasó su lengua entre
sus pliegues, ella abrió más las piernas cerrando los ojos, sujetándolo a él del cabello, impulsando su
pelvis hacia el rostro de él, en un rápido movimiento se levantó y la giro apoyándola en la cama.
─Apoya tus brazos en la cama Kathy y levanta el culo─ ordenó y ella rápidamente lo hizo ganándose
una nalgada que se oyó en toda la habitación seguido de un gemido de parte de ella.
Santino se volvió a inclinar quedando su rostro casi a la altura del culo empinado de ella y volvió a
hundir su rostro en su necesitado coño, comiendo, chupando y devorando todo de ella.
Katherine no dejaba de gemir, sus gemidos eran fuertes, de seguro la azafata y sus hombres de
seguridad que se encontraban en la otra cabina lo estaban escuchando pero eso era lo de menos, lo
hacía más excitante aun, Santino llevo su dedo medio en la entrada del apretado anillo de Katherine,
quien se tensó al instante… ─Sshh, tranquila princesa─ la sujeto fuerte de la cintura para que no se
moviera de su posición llevando la humedad de su coño hasta su ano, lubricándolo, preparándolo para
lo que venía, porque así era, la quería tomar de todas las formas posibles, pero cuidando de no
lastimarla, introdujo su dedo medio, mientras que Katherine gimió en respuesta, de placer y dolor, era
muy contradictorio pero le gustaba a la vez que le dolía, y solo era su dedo, que sería cuando el, la
penetrara por ahí.Santino siguió chupando su coño, introduciendo su lengua y con su dedo
estimulando su culo, cuando ella ya no lo resistió más y se dejó ir en un escandaloso orgasmo.
¡Joder! Exclamo Santino, cuando lleno su boca, su sabor era delicioso, el mejor que había probado, la
sujeto pues ella temblaba en sus brazos, la recostó en la cama encima de los pétalos de rosa y con
su piel blanca y su pelo rubio contrastaba el color rojo…─Estoy jodido─ gruño para él.
Se comenzó a despojar de su camisa y toda su ropa bajo la mirada de Katherine que aún se estaba
recuperando, totalmente sonrojada y respirando agitadamente, Katherine intentando provocarlo más,
ahora era su turno de hacerlo, abrió sus piernas y se llevó su dedo entre sus pliegues recorriendo su
humedad por todo su coño, Santino soltó un grueso gruñido y se apresuró en sacarse su bóxer y se
lanzó sobre ella en la cama.
─ ¡Follame! Pidió ella, él sonrió dejando un beso en sus labios… ─No te voy a follar, te voy a hacer el
amor princesa, solo se le folla a las putas, tu eres mi diosa, mi mujer, mi esposa─ diciendo eso se
introdujo de una sola estocada, ella arqueo su espalda, aun no se acostumbraba a su tamaño, era muy
grande y grueso, pero la volvía loca, Santino comenzó a penetrarla, una y otra vez.─ ¿Quieres que me
venga afuera? Pregunto jadeando, ella negó, sujetándolo de sus anchos brazos.
─No te preocupes, estoy tomando las pastillas, puedes venirte adentro─ eso lo provoco aún más y la
envistió aun con más fuerza, en la habitación todo era jadeos y gemidos, unas estocadas más y Kathy
grito como loca por otro orgasmo increíble, Santino sin darle tiempo la puso en cuatro y la penetro en
esa posición, sujetándola del cabello arqueando la espalda de Kathy.
─Me vas a matar Katherine, me volverás loco, seguía follándola sin parar hasta que se descargó dentro
de ella acelerando sus fuertes envestidas.
¡Mierda! Ambos cayeron en la cama rendidos, Santino se encontraba sobre Katherine aplastándola…
─Me estas asfixiando─ Santino soltó una carcajada acostándose alado de ella en la cama y la atrajo
hacia él.
─Sí que me extrañaste amor─ bromeo Kathy. –No tienes una puta idea amor.
Kathy comenzó a acariciarlo de nuevo en su pecho, cuando Santino comenzó de nuevo a
empalmarse… Duerme un poco mi ángel, de lo contrario de tomare de nuevo y esta vez será por
atrás─ ella se mordió el labio y cerro sus ojos, y ambos se quedaron dormidos hasta llegar a su
destino, Dubái.Después de casi ocho horas de viaje, llegaron, Kathy quedo maravillada por el lugar
era hermoso, veía las calles, el paisaje, todo era un sueño, Santino la observaba maravillado pues
para él, ella era lo más hermoso que existían y verla feliz era lo que más quería.
─Amor, esto es maravilloso─ se encontraban en el auto mientras se dirigían al hotel.─ ¿Te gusta?
Pregunto atrayéndola hacia a él, sentándola en sus piernas para besarla como tanto quería.
─En realidad me gustas más tú, pero esto me encanta gracias, gracias─ lo lleno de besos y el solo
comenzó reír.
Tenemos todo para poder disfrutar estos días amor… ─ ¿Cuánto tiempo nos quedaremos?
─Una semana amor ¿Qué te parece? Kathy aplaudió como niña chiquita… Me encanta la idea.
─Te amo… ─Yo más mi dulce ángel.
Llegaron al hotel más lujoso de Dubái y del mundo “Burj Al Arab Jumeirah” al sur de Dubái, Kathy veía
todo maravillada, era impresionante lo que el dinero podía comprar.

Entraron a la suite de su hotel, Katherine rápidamente salió al balcón que daba la vista directamente
al mar.─Santino esto es maravilloso y muy costoso, de seguro cuesta una fortuna─ la sujeto de la
cintura rodeándola desde atrás.─Para ti no hay límites princesa… ─Pero cuánto dinero gastaste─
Santino sonrió y la giro hacia él. –Ahora también es tuyo Kathy, todo lo que tengo es para ti amor,
todo lo que soy es tuyo─ ella le rodeo el cuello con los brazos.
─ ¿Y puedo hacer lo que quiera? Pregunto divertida moviendo las cejas, Santino soltó una carcajada
echando la cabeza hacia atrás… ─Todo lo que quieras, princesa, es tuyo ya te lo dije, eres la dueña
de todo mi maldito mundo.
─Santino quiero aprender… ─ ¿Qué cosa?
─Todo, todo lo que sea de tu mundo, quiero que me entrenes, quiero saber defenderme en esta vida…
─ ¿Quieres ser una mafiosa? Pregunta Santino riendo levemente.
─No, tonto, no una mafiosa, quiero solo poder aprender de ti, todo lo que sabes, enséñame quiero ser
una digna esposa Ferrari.
─Y lo serás amor, claro que si, por eso te elegí a ti y lo haría mil veces más mi ángel.
─ ¿Te tendrá una semana para mi solita? Kathy llevo sus manos a la polla dura de Santino.
─Oh, creo que siempre esta despierta para mi… ─Tú me la pones así amor, tú y solo tú.
─Bien vamos adentro que quiero darte una sorpresa, el levanta la ceja. ─ ¿Una sorpresa?
Kathy sonrió y entro en la habitación… ─ ¿Pero no quieres salir a conocer Dubái?
─Si lo haremos amor, tenemos una semana completa para recorrer cada rincón eso ni lo dudes pero
ahora quiero hacer algo, tu espérame aquí que ya vuelvo.
Santino se sirvió un trago del mini bar y se sentó en el sofá, esperando a Kathy quien ingreso al baño
con su pequeña maleta, donde Paula y Gianna le prepararon exclusivamente con lencería.
Kathy salió del baño y Santino dejo a medio camino su vaso de wiski y se quedó mirándola, tenía un
baby doll en color blanco y debajo una diminuta braguita que se perdía entre sus pliegues, y tenía una
jodida alita de ángel.
─ ¿Qué carajos? Gruño Santino removiéndose en el sofá… ─No te gusta, pregunto Kathy coqueta
pasándose las manos por el cuerpo suavemente.─Ven aquí, ordeno Santino preso de la lujuria
queriendo devorarla completa, ella negó y se tomó el móvil en su mano poniendo una música sexy y
comenzó a moverse de forma sexy, Santino no podía creer… ─ ¿Esta era la puta sorpresa? Pregunto
hirviendo de deseo por tocarla.
─Sí, soy tu ángel ¿no? Pues tu angelito quiere hacer cositas sucias, comenzó a bailar sexy y el solo
la deseaba más y más.
¡Carajo! Exclamo ronco, cuando ya no soporto más y se puso de pie acercándose a Kathy como un
León a su presa… ─No sabes dónde te has metido Katherine… ─Mmm ronronea ella provocándolo…
─Llévame al cielo Santino… ─Al cielo no, al infierno mi ángel, conocerás mi mundo y tú serás la Diosa.
39. Epílogo
Fin
Un año después
Katherine se encontraba entrenado con Lucio bajo la atenta mirada de Santino, quien no la perdía casi
nunca de vista, pues la mansión estaba rodeada de hombres fuertemente armados cada día que
pasaba era aún más celoso y posesivo con ella, y porque no decir que más enamorado que nunca.
Kathy entrenada casi todos los días, al principio le costó muchísimo pues el entrenamiento que Lucio
aplicaba con ella era duro, no por ser mujer debía de ser diferente, le entreno para tener resistencia
física, defensa propia, combate cuerpo a cuerpo, y ahora estaba entrenando con armas, Santino
estaba muy orgulloso de ella, pues no paraba, no se cansaba tenía mucha fuerza a pesar de ser
menudita.
Ahora Lucio la despertaba muy temprano en la madrugada porque se le complicaba su entrenamiento
pues sus prácticas en el hospital ahora eran a diario. Apenas tenía tiempo incluso de ver a su familia,
pero todos la comprendían perfectamente, en tan poco tiempo se había convertido en una mujer más
fuerte, ya no era la misma niña sensible y tímida, ahora era más mujer, más decidida, a Santino lo
volvía loco, pero aun así seguía siendo su ángel.
Santino se encontraba observando desde la casa los tiros que daba Katherine de tanto en tanto gruñía
cuando Lucio se le apoyaba mucho, por supuesto era sin malas intenciones pues él la veía como a
una hija, le tenía un inmenso cariño, aprendió a convivir con ella, hasta quería más a Kathy que al
propio Santino.
─Déjamelo a mí, bramó Santino detrás de ellos─ Lucio soltó una carcajada negando y dio
paso Santino ubicándose detrás de Katherine para sujetarla del brazo mientras ella apuntaba el arma

para disparar… ─Concéntrate─ mientras que él acariciaba su cintura bajando hasta sus caderas, ella
tragó grueso y comenzó a temblar…─ Debes concentrarte mi ángel─ susurro en su oído.
─Estás jugando sucio Ferrari─ el rió de lado y acerco su boca a su cuello─ en combate siempre habrá
distracciones… ─Mm, pero no creo que mi enemigo en pleno tiroteo comience a refregarme su polla
queriendo follarme─ contestó ella burlona y se ganó y una nalgada, disparo una, dos, tres, cuatro
veces y todos casi en el mismo lugar.─Bien hecho mi amor─ Kathy giro y se sacó los guantes y el
audífono… ─¿Celoso Santinito? Llegó Natanael hasta ellos… ─Imbécil─ gruñó.
─Santino debemos salir, el cargamento de armas ha llegado al puerto… Marcinni no quiere negociar
si no es contigo lo sabes─ Santino observaba a Katherine y asintió.
─Me tengo que ir amor, vuelvo más tarde, kathy se guindó de su cuello y lo beso apasionadamente…
─Podrían dejar de comer pan frente a los pobres, Santino rió al igual que Kathy separándose a duras
penas…─ Por cierto Natanael ¿Por qué vas mucho a Rusia últimamente? Preguntó Santino con una
sonrisa y Kathy levanto una ceja…Natanael lo fulmino con la mirada ─Yo lo sé amor─ canturrea
Kathy moviendo su culo dirigiéndose a la casa.
Natanael y Santino la miraban embobados y Nat recibió un golpe en la cabeza… ─Andando y deja de
mirar a mi mujer, Nat soltó una carcajada y salieron de la mansión junto con Lucio y algunos hombres,
dejando Kathy fuertemente custodiada.
─¿Cómo estás, princesa? Pregunto Paula al otro lado de la línea… ─Paula tengo una noticia contesta
Katherine… ─¿Qué sucede Kathy?─Estoy embarazada… ─¿Qué? Grito Paula… ─¿Estás segura?
─Si hermana, me hice la prueba y salió positivo… ─Que alegría mi amor, ¿y ya se lo dijiste a Santino?
─Aún no, eres la primera en saber, lo acabo de confirmar, estaba muy nerviosa, no me había bajado
la regla y me hice la prueba… ─Felicidades amor, se lo diré a Dante… ─¿Te parece si almorzamos
mañana juntas?
─Me parece súper bien Paula… ─Pasaré por ti después de la Universidad¿bies?
─Si Paula, te quiero, besos a mis hermanitos, también a mi bebe hermoso─ se refería al nuevo bebe
de Paula, que ya tenía cinco meses de nacido y saludos Papa, dile que lo extraño y lo quiero mucho…
─Se lo diré princesa, ahora mueve ese culo y ve a darle la noticia a tu esposo, kathy sonrió y corto la
llamada después de despedirse de su hermana.
─Se mordió los labios estaba nerviosa, no sabía cómo lo iba a tomar, ¿se pondrá feliz? Era lo que más
preocupaba a Kathy, suspiró hondo y llevó la prueba en su mano y se dirigió al despacho, escucho
voces y entró despacito, estaban Lucio, Natanael y Santino hablando de negocios.─¿Se puede?
Pregunto Kathy entrando tímida en el despacho, Santino al verla sonrió y luego gruñó celoso al verla
solo con su camisa puesta, con los pies descalzos, se veía hermosa y muy sexy, Nat no dejaba de
mirarla, ya no tenía sentimientos hacia ella pues cierta chiquilla despertaba sentimientos en él, pero si
le parecía Katherine una mujer muy atractiva, cualquier hombre pensaría eso, Santino giro su silla y
Katherine se sentó en sus piernas, dejando un beso en sus labios… ─¿Qué paso mi amor? Ella se
mordió el labio nervioso, mientras que Lucio y Nat observaban la escena. ─¡Kathy! Advirtió Santino.
─Estoy embarazada─ soltó sin más, y se hizo un completo silencio en el despacho.─ ¿Qué dijiste?
Preguntó un muy sorprendido Santino, a lo que Kathy descubrió la prueba de embarazo que tenía en
su mano…─Me la hice hoy y salió positivo─ Santino lo sujeto en su mano y observo por largos
segundo… ─¿Te molesta? Pregunto Kathy triste… ─¿Estás bromeando verdad Katherine? Santino
sujeto su rostro y la obligó a mirarlo… ─Esta es la mejor noticia del mundo mi amor, él comenzó a reír
y a abrazar a Kathy, llenándola de besos, Lucio y Nat se levantaron a felicitarla, ella se sintió de
maravillas.
─Felicidades cuñadita, por fin habrá un Santinito corriendo por la casa─ bromeó y la abrazó, así
también lo hizo Lucio…─Bueno ahora los dejo para que sigan en lo que estaban, Santino la sujeto del
brazo y la sentó de nuevo en sus piernas… ─Señores lo dejamos para más tarde ahora tengo algo
que hacer con mi mujer… ─Nat y Lucio soltaron una carcajada saliendo del despacho.
─Por favor no hagan mucho ruido─ bromeó Nat saliendo del despacho.
─Gracias, gracias Kathy, te amo mi amor… ─Y yo a ti, te amo Santino, pensé que no te iba a gustar
la noticia… ─Estás loca amor, es lo mejor que me puede pasar en la vida, un hijo ¡Joder! Tendremos
un hijo.
–Mmm para asegurarnos vamos a hacer bien ese hijo ¿te parece? Susurra Santino introduciendo su
mano bajo la camisa de Kathy, descubriendo que no llevaba ropa interior y al introducir un dedo en su
coño pudo darse cuenta lo mojada que estaba.
¡Mierda! Estás chorreando amor… ─Si Santino, pero quiero darte placer a ti, ronronea Kathy en su
cuello, removiéndose de sus piernas y arrodillándose frente a él.
¡Kathy! Advierte Santino con los ojos oscurecidos de deseo, la sujeto del mentón obligándola a mirarlo.
─Estás jugando con fuego y te vas a quemar… ─Si me tocas más, sabrás que ya estoy ardiendo por
ti amor, diciendo eso se lleva la dura polla de Santino a su boca, él echó su cabeza hacia atrás,
maldiciendo una y otra vez con los ojos cerrados.─Nunca imagine que la vida de casado fuera tan

placentera… ─Mejor disfrutemos porque cuando venga él bebe no podremos seguir así… ─Sigue
amor, sigue no pares.
4 meses después
Felicidades, Señor y Señora Ferrari, no tendrán uno, sino dos bebes.
─¿Qué? Gritaron los dos al mismo tiempo… ─Si aquí se ve en la ecografía, hay dos bebes.
¡Joder! ¡Mierda! Gruñó Santino, sintiendo su mundo temblar.
Ambos se miraron con dulzura… ─¿Estás pensando lo mismo que yo mi ángel? Preguntó Santino
sonriendo con un deje de tristeza, sujetando muy fuerte sus manos, ella asintió con una lagrimita
corriendo por su mejilla el cual él limpió con su pulgar… ─Sí, es nuestro hijo que no pudo nacer Santino,
ahora tendremos dos, dos angelitos.
Santino no pudo evitar lagrimear, la doctora los miraba con una sonrisa en los labios con mucha
ternura… ─Te amo, tú y mis bebes son mi jodido mundo… Gracias por elegirme a mi Kathy soy el
hombre más afortunado amor, no pido nada más, contigo lo tengo todo.
40. Natanael y Saya

Al principio trate de no pensarla, pero cada día se me hacía más imposible tal cosa, lo peor de todo es
ver a Kathy todos los días recorriendo la casa me la recuerda día y noche, son tan parecidas
físicamente, aunque esa pequeña Rusa es un poco más alta y de cuerpo un poco más voluptuosa,
pero sus rasgos son muy parecidos, incluso en la voz tan tierna y suave, en verdad son muy parecidas,
voy al club de Fabrizzio casi todas las noches a beber y a follar con putas, a ver si con eso me la saco
de mi cabeza pero no.
Hasta parezco un enfermo por haber investigado todo de ella, pues la información que la perra de Dalis
nos había dado sobre ella, eran falsas.
Saya Semiònova, 18 años hija de un empresario petrolero multimillonario Grigori Semiònov, tiene
aparte dos hermanos más, su madre había muerto en el parto al tenerla, al parecer es la hija mimada
de Grigori, y es una belleza, pero lo que más me jode es que tiene novio al parecer, un niñato hijo de
papi, no lo soporto solo quiero pegarle un tiro en la puta cabeza. Sé lo que le habían hecho los rusos,
la habían violado muchas veces y ella quedó embarazada, cuando su padre se enteró la obligo a que
abortara, me hirvió la sangre al saber, fue tanta la rabia cuando lo supe, que algunos rusos que no
habían muerto el día del enfrentamiento los fui matando poco a poco, torturándoles uno por uno a esos
hijos de puta, sin que se den cuenta de que era yo y mis hombres, por supuesto tampoco se lo dije a
Santino, pero sé que también me apoyaría si sabe mis motivos ¿y cuáles son tus motivos Natanael?
¡Mierda! Ni yo mismo lo sé muy bien, me paso la mano por el rostro, exhalando con fuerza, estoy en
el jet rumbo a nada más y nada menos que Rusia, son apenas 7 horas y media de vuelo, no es mucho
para mí así que de tanto en tanto viajo a Rusia para ver a esa rusita aunque sea desde lejos, pero esta
vez ya pienso mostrarme, estoy hasta la mierda de verla siempre besándose con ese marica idiota,
me jode los huevos, juro que la secuestraria para mí y le daría sus buenos azotes.
Ya ha pasado 10 meses, pero llevo meses asechándola como un maldito enfermo, incluso tengo
hombres vigilándola de cerca sin que nadie se dé cuenta, si así de jodido me tiene, desde que la
conocí.Su alegría y su energía me asfixian, todo el tiempo está sonriendo, quisiera tapar esa boquita
que tiene con mi boca y así dejara de sonreír tanto, ¿Cómo me puede gustar una niña así? Maldita
sea.
Daniela era todo lo contrario, era una mujer muy seria, casi todo el tiempo estaba triste pero ella ya
quedo en el pasado, ya descansa de toda esta mierda, de este mundo en que le toco vivir y yo no supe
ver por ella, la juzgue, le di la espalda y ella pedía a gritos que la ayudara pero nunca me di cuenta,
fui tan estúpido pase años castigándome por ello, si hubiera luchado por ella, ahora no estaría muerta,
estaría conmigo, siempre la amaré porque fue mi primer amor, ese amor que me volvió loco, pase
años odiándola después de su muerte, hasta que supe la verdad de lo que paso y me comencé a odiar
a mí mismo.
Ya eso quedo en el pasado y solo queda los bellos momentos que pase con ella, ahora es Saya quien
ocupa todos mis jodidos pensamientos, llamo a uno de mis hombres para saber dónde donde está en
este momento porque estoy a punto de llegar y pido que venga a recogerme.
Llego hasta un jodido centro comercial donde me indico que estaba, espero afuera, porque ni loco
entro ahí, es que nunca va a salir la mocosa, miro mi hora y me paso la mano por el pelo, cuando
escucho muchas risas y la veo salir con tres amigas más, está más hermosa que nunca, al verme se
queda de piedra, si niña era hora de que me veas, parpadea repetidas veces como intentando
recordarme o algo, pero sé que me recuerda, no soy fácil de olvidar, si aha Nat eso ni tú te lo crees.Sus
amigas la observan y luego a mí… Saya, ¿Qué sucede, quien es él? Le hacen preguntas pero ella se
ha quedado muda, sin moverse…──Chicas vayan yo les escribo más tarde. –Pero Saya… reclama
una de ellas… ──Por favor voy a estar bien, no se preocupen, sus amigas no muy convencidas la
miran y luego a mí, las observo de reojo porque toda mi atención está puesta en la pequeña rusa.

Las mujeres se suben a un auto y la dejan sola, ella se acerca temerosa pero lo hace lentamente.
──Hola, ¿te acuerdas de mí? Inquiero para saber, necesito que me hable, que me diga algo.
──Como olvidarte, susurra, ¡Vaya! Con que ahora si te dignaste en mostrarte── reclama y yo abro
los ojos como platos, ¡mierda! ¿Se había dado cuenta de que la seguía?
──No sé de qué hablas, contesto rápidamente y me regala una de sus hermosas sonrisas… ──Te vi,
un día y siempre me he sentido observada, sé que eras tú…── ¿Y por qué estás tan segura de eso
niña?
Sonríe acercándose más a mí, poniendo sus manos sobre mi pecho, trago grueso, me empiezo a
descontrolar, todo mi cuerpo me arde con su toque, mi respiración se ha acelerado y ella no borra esa
maldita sonrisa que tiene… ──Porque yo al igual que tú, nunca pude olvidarte Natanael, es imposible
olvidar a un Italiano tan sexy como tú… ¡Carajo! Jamás me espere tal osadía.──Soy difícil de olvidar
nena, sonríe e intenta alejarse pero la sujeto del brazo atrayéndola hacia mí, pegándola a mi cuerpo…
¡A la mierda todo! Que arda el mundo si quiere, la beso sin contenerm… ¡Estoy jodido!
Final

RENACER en TI Completa-Ida González

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