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Una

Segunda Oportunidad

Por

Brayan Jesús Rojas Escalonas




Prólogo

Iham
Entré en un colapso mental, me fui tan solo 5 minutos para ayudar a mi
madre a cargar un agua y mi perra se ha comido mis audífonos.
--Iham aquí Sasha se está comiendo unos audífonos—grito mi papa, en ese
momento se detuvo mi corazón.
Mi cerebro no lograba recapacitar si mataba a la perra o la dejaba quieta
asumiendo la culpa de mi descuido, fue allí cuando entré en un mundo
paralelo, estaba yo tirando los audífonos al suelo con tanta rabia que se
escucharía el estruendo en el infierno, pateaba a la perra con tanta fuerza que
la mataba y escuchaba los gritos de mis padres echándome la culpa de todo
(esa parte de los padres no es paralelo, eso siempre pasa en la vida de un joven
como yo). Pero no, ahí estaba yo frente a los audífonos recordando lo caro que
me habían costado, eran los más baratos que había pero trabaje yo mismo para
comprármelos así que me dolió muchísimo, más que cuando me los compra
mi padre, lo peor de todo es que sólo llevaba 4 días con ellos. Me puse a
pensar como un filósofo, y recordé el experimento del Gato de Schrödinger,
donde hay un gato encerrado en una caja con un gas venenoso y un dispositivo
que contiene una sola partícula radiactiva con una probabilidad del 50% que se
desintegre y el gato muera, pero también había un 50% de que no se
desintegrara y viviera el gato, así que había dos probabilidades donde solo un
observador podía definir el estado del gato al ser abierta la caja. Así veía yo a
mi perra, metida dentro de una caja con gas tóxico con probabilidades de un
50% de que muriera, y soy tan bondadoso que también le di un 50% de que
no fuera así, por esta vez gano la segunda. Así mismo será toda nuestra vida,
estará sumergida en una caja llena de situaciones, donde cada situación se
convertirá en un muere o vive, sí o no, puedo no puedo, hoy si hoy no, y todas
las personas a nuestro alrededor serán nuestros observadores, pero tal vez no
sean los que diga el resultado final de nuestras vidas. Hay que estar consiente
que cada decisión nos llevará a una realidad que debemos aceptar sin peros y
sin contras, porque no habrá vuelta atrás. Como dice Albert Einstein "Para
castigarme por mi desacato a la autoridad, el destino me hizo a mí mismo
autoridad"

Capítulo I

Iham
Voy en el carro con papa rumbo a la universidad, siempre escuchamos
música cuando vamos en camino, tengo música variada para cada ocasión del
día, cuando tengo examen y siento tensión escucho Rap, cuando tengo
exposición escucho electrónica suave ya que siento fluir las palabras en mi
mente, cuando no tengo nada en el día escucho música romántica y me sumo
en pensamientos de amores que no he podido olvidar (bueno en realidad es
solo un amor). Hoy tengo deporte por lo tanto sé que haré unos cuantos goles
o encestas dependiendo del deporte que queramos hacer hoy, soy muy bueno
para los deportes, en casi todos puedo decir que compito y llego a la final de
una competencia o siquiera me meto entre uno de los mejores y no estoy
presumiendo. Mi padre dice que si yo fuese comentado algo así a los 9 años
todos se reirían de mi porque no jugaba ni metra (este es un juego fácil y una
forma de decir cariñosamente que no juegas un coño). Nuestro profesor de
deporte está loco, cuando digo loco me refiero a la teoría de Albert Einstein
donde dice que "un loco es aquel que hace lo mismo todos los días y espera
resultados diferentes", todas las veces que estábamos en deporte intentaba
acercarse a una de las chicas más serias y encimársele para ver si le ponía
cuidado, pero nunca le paraba pelotas, así que no solo quedaba como loco si
no como un pedófilo pervertido también.
Llego a casa muy cansado por las actividades físicas que nos puso hacer el
pedófilo. Abro el Facebook y veo que tengo dos mensajes, uno es de mi
hermano que no es de sangre pero que nos criamos desde muy pequeños y
desde entonces nos decimos "Mano" para abreviar "Hermano". El otro
mensaje es de una persona muy especial, puedo decir que es el amor de mi
vida pero que ya ni siquiera me para pelotas porque tiene novio, en realidad
creo que no se atreve a tratarme con cariño y todo eso para demostrar
"fortaleza y lealtad a su novio", así son las mujeres echas las duras. Me dice
que el martes 19 de septiembre cumplirá años como si yo no supiera eso, y me
invito para su "reunión" que sería esta semana que viene, le dije que si iba,
pero sin mucha convicción porque sabía que allí estaría su novio. Dejo la
Tablet a un lado, enciendo el aire acondicionado y me recuesto un rato.
Suena la alarma de gallo que odio tanto pero que es la única capaz en la faz
de la tierra de levantarme de la cama así que me la tengo que calar, me he
quedado dormido sin darme cuenta, apago la alarma y en mi mente digo
"ahorita me levanto, cinco minutos más". 45 minutos más tarde está mi madre
encendiendo la luz del cuarto y apagando el aire para que nos levantemos,
digo levantemos porque mis hermanos menores duermen conmigo, el que me
sigue de 12 años duerme solo en una cama pero en el mismo cuarto que yo y
el menor de 5 años duerme conmigo, nunca me deja dormir bien siempre me
tiene el pies en la cabeza o entre la costilla para taparse del frio, aunque es
reconfortante saber que hay alguien a tu lado en una cama matrimonial donde
en los días de tristeza te puedes sentir tan solo que quisieras no dormir nunca
más allí. Me visto rápidamente, mi madre grita desde la cocina que vista al
bebe y que lo cepille, mi padre se levanta con una paciencia que parece a los
perezosos de Zootopia, y mi otro hermano siempre se viste rápido no entiendo
como rayos lo hace. Cuando estamos saliendo todos de casa para ir al carro
recuerdo las palabras de la profesora de Derecho Penal diciendo "mañana no
hay clases, es un día libre para la universidad". Mi padre me dice ¿Te vas a
subir o no? Pero mi cara de perdí mi sueño y fuerzas innecesarias le dijeron
todo lo necesario para que arrancara y se rieran de mí. Entré a la casa y cuando
estaba dispuesto acostarme de nuevo suena el teléfono de casa, fui a la sala tan
rápido que si una tortuga fuera a contestar me ganaría.
--Aló ¿quién habla?—dije con voz monótona.
--Tenemos a tus padres y a tus hermanos encerrados en un almacén de
comida, tienes 3 horas para llevar el dinero al Hiperlider del centro, si no lo
haces todos morirán—trancan el teléfono, pero me conozco la voz y sé que fue
el idiota de Brad queriéndome asustar es tan inmaduro, le marco de nuevo a su
teléfono y me contesta como si nada pasara, que imbécil.
--Epale Iham ¿cómo va todo?—responde—Primero y principal la próxima
vez no digas donde tienes a los rehenes, porque te podrán conseguir fácil y
segundo di la cantidad de dinero porque no encontraras nada en el lugar donde
pactas el trato capullo—le digo.
Suspira con aire vencido y me dice que la próxima vez si me asustara de
verdad, me comenta la razón de su llamada, de cómo perdió su virginidad con
lujos y detalles aunque en los lujos y los detalles quite mi oído del auricular y
respondía solo con un "Si" como de impresionado para que no se diera cuenta
que no le prestaba atención. Luego de un rato charlando de cosas triviales
tranco el teléfono y me dirijo a la cocina, ya son las 9 de la mañana y me está
dando mucha hambre. Suena el teléfono nuevamente, quien rayos llama a esta
hora, ojalá no sea Brad de nuevo porque le tranco de inmediato.
--Aló—me limito a decir.
--Hola Iham ¿cómo estás?—esta voz la reconozco de aquí a china.
--Hola Verónica. Muy bien, ¿y tú?—Le respondo, porque razón Verónica
me está llamando. Seguro no está su novio por allí para regañarla.
--Muy bien, necesito un favor tuyo—como no, las ex y sus favores—.Si
está bien dime, me limito a decir como el propio gilipollas.
--Tú sabes dibujar muy bien, y necesito hacer una torre Eiffel para pegarla
en la pared el día de mi cumpleaños, solo quedan 4 días, ¿puedes venir
mañana?—No quiero hacer nada para su cumpleaños ni estar cerca de ella,
seguro me voy a sentir muy incómodo y eso no me gusta, pero aun así termino
diciéndole que si iré que me espere en su casa a eso de las 3 después de salir
de la universidad, se alegra como lo hacía cada vez que la complacía en un
capricho y me hace recordar varios momentos. De inmediato echo fuera cada
pensamiento, no porque realmente quiera, sino porque hay fuerzas mayores
que tapan la imagen con un recuerdo que me dolió en el alma, recuerdo que se
convierto en la razón de pasar a llamar a esta chica "Ex".

Capitulo II

Verónica
Me he pasado toda la noche pensando en que hoy venia Iham, tal vez fue
una mala idea decirle que me ayudara con un dibujo pero es que en realidad
me gustan sus dibujos. Se hacen las 11 de la mañana y me toca comenzar
hacer el almuerzo, de pronto viene a mí una imagen de Iham comiendo lo que
hacía mi madre, tomo el teléfono y le envío un mensaje sin pensarlo y le digo
que si quiere venga más temprano para almorzar, conociéndolo bien seguro
sale de la universidad a comerse un enrollado en alguna panadería cerca. Le
doy enviar y solo espero su respuesta, luego de cinco minutos me estoy
arrepintiendo de haberle dicho eso, ¿Y si piensa otra cosa? ¿Y si luego no le
gusta lo que hago de comer? Ahora mis nervios están de puntas, pero me
calmo y me digo a mi misma que no tengo porque ponerme de esa manera, el
ya no me ama a mí, a lo mejor ya tiene a otra persona que de verdad lo haga
feliz, además yo tengo novio y tengo que respetarlo mentalmente, ya que
físicamente lo hago muy bien, y Robert se ha portado muy bien conmigo no
tengo porque ser así. Suena el teléfono y no lo reviso de una vez intentando
demostrarme a mí misma que no estoy apurada por saber que respondió Iham.
Okey está bien, nos vemos a las 12:30 entonces xD
Comienzo a realizar el almuerzo, haré pasta con carne molida y queso. Mi
madre me ve muy entusiasmada y me pregunta cuál es el motivo de mi
felicidad, sonrió tímidamente y no le respondo ya que ni yo misma sé porque
estoy tan feliz, o ¿si lo sé? Me baño y a la hora de vestirme como de
costumbre no sé qué ponerme, veo unas leguis negras y una franelilla amarilla
y decido ponerme eso, con tal estaré en casa y no le modelare a nadie.

Capitulo III

Iham
Salgo de la universidad a las once de la mañana ya que la última profesora
no va a venir. Iba a ir a la panadería con unos compañeros para comer
enrollados pero me llego un mensaje de Verónica para ir más temprano a su
casa y almorzar, los platos que prepara su mama son muy sabrosos y ya que
tenía tiempo sin comer de su comida acepte ir más temprano, además que si
comía con mis compañeros luego tenía que esperar casi una hora y media para
poder irme a la casa de verónica, no sé porque rayos le dije que iría a esa hora
si podía ir más temprano.
Cuando ya estoy llegando a su casa ciento algo raro en mi estómago,
despejo los pensamientos y recuerdo que me invaden y toco el timbre de su
puerta más veces de lo que creo. Su madre grita que ya abre, que si escucho el
timbre, me encojo de hombros y me da un poco de pena al escucharla, pero
siento alegría por volver a escuchar su voz después de casi siete meses. Su
madre sale vestida muy bonita, sencilla pero bonita y coloca una sonrisa que
me da gusto, me saluda con un beso y un abrazo y me dice que pase adelante
que me sienta como en casa, y a la verdad así es como me siento. Me indica
que espere un momento en la sala, veo las cornetas que he querido siempre,
son unas cornetas amplificadas Jbn negras con rojo. Sale el hermano menor de
Verónica y me saluda, me quedo charlando con él por unos minutos mientras
sale ella, la cara de Kevin es igual a la de ella se parecen mucho, sus ojos
oscuros, pecas y muchos cachees, en lo único que se diferencian es en la risa,
él se ríe suave y ella casi que grita y se escucha su risa en casi una cuadra
completa literalmente, lo invito a mi partido de futbol ya que jugare cerca de
su casa y me dice que si ira a verme, luego se marcha hacer unas tareas que
tenía.
Unos minutos más tardes sale Verónica con una franelilla amarilla y esos
leguis que tanto me gustaban, le quedan tan espectaculares. Desecho todo
pensamiento y decido hablar yo primero, le pregunto que si tiene el boceto
para hacer la torre, pero parece un poco distraída así que se lo pregunto por
segunda vez y allí si me contesta, me muestra su Tablet y me busca la lámina y
todos los materiales para hacerla, yo de igual forma había traído algunas cosas
también. Nos sentamos en el piso de su sala y se siente la tensión que hay
entre los dos, creo que un poco más por parte de ella, luego de un rato ella
termina de romper el hielo y comienza a preguntarme como me va en la
universidad, le hablo de mis buenas notas, de lo fácil que ha sido la uní, y
frunce el ceño cuando le cuento de que hay chicas que me dicen que soy muy
inteligente y listo, al darme cuenta cambio de tema inmediatamente y le
pregunto cómo le va a ella en la uní. Se nos va toda la tarde en la lámina y en
charlar de cosas triviales de nuestros días, hasta que finalmente me pregunta.
--¿Y tienes novia?—sabía que no aguantaría la curiosidad, me rio para mis
adentros y le respondo que no tengo novia, aunque me hubiese gustado decirle
que si para ver su expresión.
--¿Y eso que no tienes novia?—me pregunta.
--Porque no estoy muy apurado a eso, además no estoy muy seguro si
quiero tener una novia ahorita en estos tiempos—le respondo.
--No entiendo que tienen estos tiempos de malos—me dice, y deja su
mirada fija en mí, lo cual hace que baje mi mirada y responda casi que al piso.
--Los papeles se han cambiado mucho hoy en día, las mujeres son las que
piden ser parejas a los hombres, son pocas las que le gustan los detalles como
las flores y ya no se dejan respetar, cualquier mujer te puede ser infiel y queda
uno como un cabrón—Mierda, sé por su expresión que lo ha tomado muy mal,
no quise referirme a ella si eso piensa, bueno en parte sí, pero no era mi
intensión. Seguro me corren de aquí.
--Umm—se limita a decir—Minutos más tardes me dice que tiene cosas
que hacer que debo irme, lo sabía, sabía que le había dolido lo que dije, pero
aun así creo que es la verdad y ya no hay vuelta atrás para callar lo que mi
corazón quería decir desde hace mucho tiempo, no intento disculparme, solo
me levanto y me despido de su familia, cuando me voy a despedir de ella me
mira y me dice con voz apagada chao.

Capitulo IV

Verónica
Camino a mi cuarto, paso por alado de mi madre sin mirarla para que no se
dé cuenta que tengo los ojos llorosos, me tiro en la cama y comienzo a llorar
pero suave para que no me escuchen, quisiera cerrar la puerta pero por
desgracia no tengo. Mi madre se ha dado cuenta así que entra al cuarto sin
preguntar si podía pasar, intenta consolarme diciéndome que si de verdad amo
a Iham lo elija a él y deje a Robert, no le digo la razón por la que estoy
llorando, no quiero que se entere, ella ama a Iham y no lo quiero dejar mal
delante de mi madre, aunque él me ha dejado mal, debería hacerle lo mismo.
Luego de un rato mi madre se va y me deja sola con mi dolor, dolor que
comenzó aquel día que no pude ser suficiente mujer como para corresponderle
a Iham como se debía, lo engañe con una persona que ni siquiera quería lo
suficiente como para elegirlo por encima de Iham, ese día estaba un poco
bebida y no pensaba muy bien lo que hacía, pero no justifica el hecho que he
cometido. De igual forma él no es quien para estarme diciendo esas cosas, sé
que me equivoque y lo reconozco, pero eso fue hace mucho tiempo, he
intentado perdonarme a mí misma pero no he podido, esta vez sí lo haré,
porque si no terminare sumida en la tristeza y este con quien este no seré
realmente feliz.
Me levanto de la cama y me dirijo a la cocina para prepararme unas
cachapas con queso que tanto me gustan, cada vez que estoy triste me las
hago, siento que vuelvo agarrar fuerzas y además son muy ricas. Coloco
música a todo volumen ya que mi madre no está en casa, creo que salió con mi
padrastro pero no me di cuenta en qué momento se marcharon. Suena una
canción llamada Como mirarte de Yatra, la canto con el alma y se la dedico a
él a pesar que sé que esa canción es para un ser que se fue pero no a otro lugar
si no que ha falleció, y sé que él no ha fallecido físicamente, pero si se ha ido
de mi vida para siempre y debo aceptarlo.

Capítulo V

Iham
Ayer quise devolverme a la casa de Verónica y pedirle perdón por lo que
había dicho, pero la rabia se posaba en mi pecho tanto así que no me dejaba
respirar. Mi orgullo siempre me ha ganado, ocasionando que nada volviera a
pasar entre nosotros dos, sé que no le hago bien actuando así, pero no puedo
evitar pensar en lo que hizo y vuelvo a sentir el mismo dolor que sentí aquel
día de Julio, mientras me preparaba para jugar un partido de futbol, mi
teléfono comenzó a sonar y al ver el nombre de ella lo agarre inmediatamente,
su voz sonaba triste y no tardo ni diez segundos cuando comenzó a llorar y me
dijo que me tenía que contar algo que la estaba matando y que no podía
ocultar más, hizo un silencio pero colgó el teléfono. Unos minutos más tarde
me llega un mensaje contándome todo lo ocurrido, junto con sus disculpas y
pidiéndome perdón, yo no podía creer lo que estaba leyendo, mi corazón se
desgarraba poco a poco y las lágrimas caían por mi cara, gracias a Dios solo
estaba Brad allí conmigo y me vio llorar como la propia niña, desde ese día
jure que no la perdonaría y que no iba a creer en las mujeres, ya para mi todas
eran iguales.
Hoy me levanté con mucho sueño, me acosté tarde pensando cosas que no
me llevarían a nada, y jugando Moder Combat 5 un juego muy brutal. Ya es
sábado eso significa que tengo partido con el equipo de Marítimos FC,
entrenamos muy poco pero tenemos tan buenos jugadores que ni siquiera nos
hace falta entrenar tanto, el año pasado quedamos campeones de la Estadal y
de la Liga internacional sin mucho esfuerzo, hoy nos enfrentamos a la Máxima
Viloria, siempre han sido muy buenos pero nosotros seremos mejores. Alisto
todo y salgo rumbo a la cancha, queda cerca de la casa de Verónica, pero sé
que no estará ni cerca de ahí, ella solo iba a la cancha solo a ver mis partidos.
Voy tarde así que bajo de la ruta, miro hacia un lado buscando ver la casa de
ella, la ruta me deja en la esquina de su cuadra, corro hasta el estadio y entro
muy rápido al ver que ya están estirando.
--Eey Iham ¿todo el día? Apúrate que ya vamos a comenzar—me dice el
entrenador—.Invento una excusa para que no me siga sermoneando.
--Apúrate Pelao, no eres Messi como para esperarte—comienzan a decirme
mis compañeros en todo de burla—Me cambio tan rápido como puedo y me
dirijo al círculo que han hecho dentro del campo, dan la alineación y estoy
dentro de ella así que me alegro, salgo del circulo y me dispongo a estirar un
poco más cuando de pronto veo a la grada y la veo.
Por un momento mi corazón comienza a latir mucho más rápido y pienso
que es a mí a quien ha venido a ver. Pero recuerdo que yo no la invite y
¿porque razón quisiera venir ella después de lo que le dije? Me coloco en la
mitad de la cancha para sacar, cuando observo bien al otro equipo está el novio
de ella ahí, me entristece un poco saber que no es a mí a quien ha venido a ver,
pero me emociona el hecho que puedo hacer pasar pena a su novio ya que es
defensa, no estaría mal unos cuantos caños y goles. Comienza el partido, la
posición del balón la tenemos nosotros pero se nos ha hecho difícil pasar, no
pasan ni 10 minutos cuando nos hacen un gol, mierda. Sacamos de nuevo,
intentamos una y otra vez pero nada que llega el gol, ya le hice un caño al
capullo y me lo he disfrutado, mire a la grada después de dar el pase pero
Verónica estaba charlando con su amiga, típico de las mujeres, dicen querer ir
a vernos jugar y al final terminan haciendo todo menos ver el partido. Termina
el primer tiempo y el profesor está molesto y dando las instrucciones para este
segundo tiempo, me echa un grito por estar mirado a las gradas y no a él, así
que decido prestarle atención y me digo a mi mismo que esta vez sí marcare.
Comenzamos el segundo tiempo, nuevamente tenemos la posición del balón,
pero el juego se ha puesto un poco más rudo, van y vienen patadas por parte
de los dos equipos, si el árbitro no saca amarillas se le ira el partido de las
manos, me echan acorrer el balón y paso por al lado del capullo como una
bala, tengo la suerte de que él es un poco gordo, apunto bien y encajo el
primer gol, empatamos el partido. Miro a la grada y ella estaba mirándome,
vio como hacia gol, miro al capullo y me río en su cara. Ya estamos en el
minuto 88, quedan dos minutos más los que añada el árbitro, tenemos un
córner así que debemos aprovecharlo, lanzan el córner y cabeceo la pelota
pero pega en palo y sale afuera. El portero la despeja y la agarra mi equipo en
la mitad del campo, hacemos una buena contra y llegamos al área contraria,
nuestro lateral gambetea en la esquina del campo saca el centro como puede y
Brad se lanza una chilena pero la para el portero, queda el rebote cerca de mí y
le pego como puedo y entra de gol.

Capítulo VI

Verónica
Casi grito el segundo gol de Iham, era el gol para ganar, pero su
celebración fue tan expresiva que el equipo de Robert se molestó y casi se
entran a golpes todos. Espero a Robert que salga del campo y lo abrazo porque
sé que está molesto, Iham nos mira desde las escaleras y se acerca a donde
estamos, me calmo un poco cuando noto que es a Kevin a quien vino a saludar
y no vino para prender en candela a Robert. Espero a que Kevin termine de
hablar con Iham y de que Robert se despida de sus amigos para irnos, cuando
Kevin se despide de Iham me doy la vuelta para irme cuando de pronto Iham
grita.
--¿Acaso no me vas a saludar?—que idiota es, cree que después de lo que
me dijo lo tratare como si nada hubiese pasado, le doy la espalda y no le
respondo y sigo caminando, me coloco al lado de Robert quien me pregunta
porque él me habla así, le digo que no le de importancia y me alegro cuando
así lo hace. Por un momento quise acercarme a él y darle un abrazo y
felicitarlo como un día llegue hacerlo, pero sé que esos días se acabaron así
que no le presto mucha atención a mis pensamientos.
Llego a casa y reviso mi teléfono que se me quedo al salir al estadio, veo
que tengo un mensaje, cuando veo el nombre ni siquiera lo leo lo dejo ahí por
si me da la gana de leerlo, aunque debería borrarlo y no saber nada de ese ser.
Voy a la cocina para ver si hay comida y poder cenar, pero no hay nada, no
tengo mucho ánimo de hacer comida así que me relleno un pan con huevo,
queso y lo pongo a la plancha. Me acuerdo del mensaje y me pregunto qué
diría, seguro más insultos de su parte porque eso es lo único que él sabe hacer,
o burlas ya que le gano a mi novio, me lo imagino en su cama riéndose
mientras escribe el mensaje y burlándose y me comienzo a reír yo también,
Kevin saca la cabeza de arriba de la litera y me pregunta que si estoy loca, le
lanzo mi oso de peluche para que deje de mirar y meterse conmigo y funciona,
recojo a Firulayo y lo coloco a mi lado, firulayo es un regalo que me dio Iham
hace mucho tiempo, sé que es nombre ridículo y sin sentido pero cuando le
pusimos el nombre queríamos que no fuese algo común si no distinto y salió
eso.
Llego a casa, me despido de Robert y me dispongo a entrar cuando él me
agarra del brazo y me voltea, me dice que no me quiere ver cerca de Iham, que
ni siquiera quiere ver un mensaje de el en mi teléfono, que si él se atreve
acercarse a mí de nuevo va a tener que dejarle claro que no se acerque a mí.
No le digo nada, solo asiento y entro a la casa, quise decirle que él no era mi
papa para estarme diciendo con quien estar y con quien no, pero a la verdad
tenía razón, es mejor que me aleje de Iham antes de que salga lastimada.

Capitulo VII

Iham
Hola, no sé cómo empezar pero iré al grano. Quiero pedirte disculpa por lo
que dije la otra tarde, creo que pensé en voz alta y me pasé. Solo quiero que
entiendas que me he sentido dolido y nunca te dije nada acerca de lo que paso
para no lastimarte porque sabía que no iba a poder controlar mi rabia y te diría
de todo. Pero aunque suene cruel, me liberó un poco el haberte dicho lo que
dije, por eso en este mensaje quiero decir lo que nunca pude, para ver si
termino de quitarme la rabia de encima y así poder ser feliz.
Nunca supe la razón de tu acto, y ya tampoco quiero saber. Solo quiero que
sepas que me rompiste el corazón, no me importa si suena cursi pero
realmente así paso. Yo sentí que perdí todo porque tú eras mi todo, lo que si
quisiera saber es que fui yo para ti. A pesar de todo quiero poder perdonarte de
todo corazón y desearte que seas feliz estés con quien estés, pensaras que lo
digo solo para salir del paso pero no es así, siempre quise que fueses feliz y
siempre será así.
Ser feliz es lo que debo exigirte y si ya eres feliz sin mí...no puedo
contradecirte.
Le doy enviar al mensaje y miro a Brad quien me dice.
--Mano, hiciste muy bien. Está bien perdonar a esas personas que nos
hicieron daño, incluso si nunca se disculparon con nosotros. No podemos tener
nuestros corazones llenos de odio por siempre. Necesitamos perdonar no
porque ellos merezcan nuestro perdón, sino porque nosotros merecemos paz.
Brad siempre ha sido muy bueno con los consejos y admiro mucho eso de
él. Pero en sus relaciones pareciera que todos los consejos que me da se
desaparecen de su mente y hace todo lo contrario a lo que me dice. Aun así
aprecio tener a alguien que me ayude cuando más lo necesito. Ahora solo
necesito un baño y acostarme porque estoy muy cansado y mañana tengo
seminario motivacional, según tenemos un nuevo profesor porque el otro se
fue del país, ojalá y este no sea tan aburrido como el anterior, me despido de
Brad y me doy una ducha, luego acuesto para descansar.
Me levanto de la cama y lo primero que hago es revisar el teléfono para ver
si Verónica me respondió, pero no lo hizo. Me alisto y me voy a la
universidad, cuando llego hay pocos alumnos en el salón y el profesor ha
llegado, me encanta la universidad porque si llegas tarde no te dicen nada, con
excepción algunos profesores mayores que son muy amargados. Me siento y
comienzo a escuchar al profesor de seminario motivacional, quien comienza a
leer un libro y recita un párrafo que le encanto a él.
--¿Quién dijo que amarla sería fácil?—Esto era lo que faltaba que a estas
horas del día escuchara algo de amor—fácil fue enamorarse de ella. Pero
conocerla, hacerla sonreír, que me deje verla sin maquillaje, que llore entre
mis brazos, que me permita mirarla mientras duerme, tomar su mano para
llevarla a todos lados... Valora el amor que tienes, no cualquiera se quita la piel
y te muestra el alma. Amar nuca será fácil, pero tampoco sobrehumano.
El profesor termina de leer y pregunta quien sabe que es el amor. Varios
levantan la mano y comienzan a decir lo que piensan sobre él. Unos dicen que
es un sentimiento muy lindo que te deja despistado, otros que es el único
capaz de acabar con el odio y otros dicen que es como una droga que envicia y
no te suelta. Acaso a nadie le han roto el corazón aquí o soy el único, levanto
mi mano y me dispongo a dar mi teoría sobre el amor, el profesor me pregunta
mi nombre y luego me dice que hable, todos en el salón se quedan mirándome.
-- El amor no es un sentimiento, sino un acto de voluntad, si tú amas no
traicionas, si amas haces cualquier cosa para complacer a la otra persona. Pero
el amor también es dolor, a veces se ama tanto que duele, a veces te entregas
tanto que dejas a un lado tus intereses para satisfacer el de los demás, y si no
se tiene cuidado terminan maltratando tu amor. El concepto de amor se ha
desvalorado, personas que dicen hoy te amo, pero mañana ya no saben, porque
se dejan guiar por un sentir y llega el momento donde se aburren y traicionan,
ocasionando que esa persona lastimada pase a ser la persona que lastime, esa
es la realidad. Dejo de hablar y noto que todos están mirándome fijamente,
creo que se han dado cuenta que hable más para mí que para dar una
definición, agradezco cuando el profesor sigue hablando y da otras de sus
frases. Que amemos y perdonemos sin mirar a quien, que cuando hagamos
algo noble y hermoso, y nadie se dé cuenta no estemos tristes porque el
amanecer es un acto hermoso y aun así la mayoría de los espectadores están
aún durmiendo, pero no por esa razón deja de haber un amanecer.
Aunque sus frases son buenas no puede comparar un sol sin sentimiento
con nosotros. Nosotros si sentimos, nos alegramos, lloramos, reímos y
decidimos que actitud tomar en nuestros días. Como si leyera mis
pensamientos comienza a decir que el sol tiene amor, que si no fuera así nos
quemara a todos y moriríamos calcinados, dice que tiene piedad porque no
está encima de nosotros si no que permite que podamos tener un tiempo con
sombra y frescura, y que para él es más inteligente que muchas personas
porque el sol nunca se detiene por nada del mundo, siempre sigue su rumbo
sin importar lo que pase, no importando que las nubes lo tapen, que la lluvia se
interponga en su momento ni nada por el estilo.
Termina la hora de seminario y el profesor sale del aula, lo sigo con el fin
de preguntarle porque razón ve todo positivo y siempre anda con una sonrisa.
Va caminando muy rápido así que tengo que trotar un poco para alcanzarlo.
--Profesor, quería hablar con usted de unas cosas—le dije.
--Si dime Iham—me responde—estamos en las escaleras y le digo que si
podemos hablar en el comedor de afuera porque me siento incomodo parado
aquí, muy amablemente me dice que está bien y comienza a caminar.
Llegamos al comedor nos sentamos y me pregunta cuál es mi interrogante a lo
que le respondo con otra pregunta:
--¿Cómo hace usted para ver todo positivamente? ¿Acaso nunca tuvo
problemas?—comienza a reírse y me pregunta si conozco la historia del niño
feliz. A lo que le respondo que no, así que comienza a contarme:
--Esta era una vez un niño común, con padres de clase media y una vida un
poco desordenada. Todos los días el niño escuchaba como los padres peleaban
y se decían groserías y nombraban cada vez el divorcio, aunque el niño tenía
10 años entendía que era el divorcio. Su casa tenía una piscina en la parte de
atrás, y cada vez que sus padres discutían se iba a nadar, y allí donde estaba no
los escuchaba, así que se convirtió en su lugar favorito. Un día estando el niño
en la piscina su padre borracho y molesto lo saco de allí y comenzó a pegarle,
el no entendía porque le pegaba he intentaba recordar que hizo mal. Al
siguiente día estaban haciendo las maletas su madre y el para irse de la casa,
ella lo apuraba porque se debían ir sin que su padre se diera cuenta, y debían
llegar lo antes posible a la casa de la abuela. Al llegar a la casa de la abuela lo
primero que hizo el niño fue irse a la piscina de la abuela, era mucho más
grande y más bonita que la de él, pero el niño solo quería olvidarse de todo y
ser feliz allí. Mientras el niño se bañaba el abuelo lo observaba, y se dio
cuenta que su nieto era muy bueno nadando y muy rápido también, así que lo
llamo y le comento sobre una escuela de natación que quedaba cerca, le dijo
que él era capaz de llevarlo si quería, a lo que el niño no se resistió y le dijo
que si con mucha alegría. El niño con mucha alegría fue y le comento a la
mama lo de la escuela de natación, a lo que la mama le respondió que dejara
de ilusionarse, que ella no tenía dinero, ni tiempo para llevarlo, y que no
estuviera molestando al abuelo para que lo llevara—Interrumpí la historia del
profesor y le pregunte:
--¿Qué tiene de feliz todo lo que me está contando?—a lo que me
respondió que tuviera paciencia y escuchara la historia completa, así que
prosiguió.
--El abuelo había escuchado todo lo que la madre le dijo al niño, así que
fue agarro al niño y le dijo que no se diera por vencido, que él si lo llevaría a
la escuela de natación y que no se preocupara por el dinero. Pasaban los
meses, años y el niño se hacía cada vez mejor, ganaba medalla tras medalla en
las juveniles. Hasta que llego el día en el que se convirtió en el nadador con
más medallas en toda la historia de la natación, admirado por el mundo entero
y reconocido a nivel mundial. Tuvo una esposa y juro ser el hombre que su
padre nunca fue, y así lo hizo. El niño fue Feliz.
El profesor me tomo del hombro y me comenzó a explicar:
--En la vida vamos a tener muchas dificultades, traiciones, tristeza,
desesperanza, que nos harán decaer. Pero a veces son esas mismas
dificultades, traiciones, tropiezos, las que nos convertirán en mejores personas
y serán la razón de que nuestros sueños se hagan realidad, y de que nos
convirtamos en mejores personas para aquellos que si están dispuestos
amarnos. No todo en la vida es malo Iham, aprende aceptar lo bueno y lo
malo, siempre sigue adelante y triunfaras y encontraras la Felicidad.
El profesor se levanta y se va sin decir más nada, ni espero mi respuesta,
como si supiera que me ha ayudado, a decir verdad no tengo nada que decir y
creo que me ha ayudado mucho más de lo que pensé. Tomo mis cosas y decido
no entrar a la siguiente clase, necesito despejar la mente y pensar muy bien en
las palabras del profesor.

Capitulo VIII

Verónica
Hoy es mi cumpleaños, me levante temprano para limpiar la casa y
preparar algunos dulces, comida salada y comprar lo más importante, la
bebida. Yo no bebo demasiado pero mis compañeros si, puedo contar con mi
mano derecha las veces que llegue vuelta nada a la casa, es horrible levantarse
al siguiente día con una resaca, ganas de vomitar un dolor de cabeza
insoportable, jure como todo joven en su sano juicio no volver a beber más en
mi vida, aunque eso lo he dicho las ultimas 3 veces.
Cuando termino de hacer todo me coloco a leer los mensajes de
felicitaciones que me han llegado, mi tía como siempre me dice que ya estoy
vieja, que me ama con todo su corazón y que espera y no salga con un hijo a
tan temprana edad. Ya cumplo 18 años, por fin soy mayor de edad y podré
hacer lo que me venga en gana, aunque pensándolo bien vivo con mi madre y
siempre sale con el "mientras vivas bajo mi techo, se hace lo que yo digo".
Todo sería más fácil si nos dieran más libertad a los jóvenes sin sacarnos que
vivimos bajo su techo, en mi caso bajo el techo de mi padrastro, peor aún.
Termino de leer todos los mensajes, bueno en realidad no todos, hay uno que
he estado esquivando, el de Iham.
Termino de leer el mensaje con lágrimas en los ojos, es corto pero sincero.
Sabía que aún le dolía todo desde que paso, aun así no quiso expresarme nada
en ese momento, ni me dio la oportunidad de explicarle todo y así poder
darnos una segunda oportunidad. No sé cómo puede decir que soy feliz, y
menos sin él. Es cierto que tengo novio, pero aun así no se olvida a alguien tan
importante, no importa que tan grande haya sido la cagada, si de verdad se
ama no se olvida, y algo que aprendí de él, es que el amor es dolor, pero es ese
dolor el que te enseña a perdonar, a valorar y ser más eficaz en las decisiones
que tomamos. Acepte a Robert como mi novio porque quería darme la
oportunidad de olvidar y hacer una nueva vida, él se ha portado muy bien y
espero que siga así.
Suena el timbre de la casa, echo un ojo y veo que ha llegado mi mejor
amiga, seco mis lágrimas para que no me vea y así no me de uno de sus
sermones. Entra y me abraza muy fuerte, me dice que me ama y que espera
tenerme a su lado tanto tiempo como sea posible, como toda amiga
sentimental llora en mi hombro y no puedo contener mis lágrimas tampoco al
ver que ella también llora, es algo así como una conexión, cuando una llora la
otra la acompaña en su llanto, es agradable saber que tienes a alguien que te
apoye, llore, grite, ría en el momento que más lo necesitas. Conozco a Meri
desde que estábamos muy pequeñas, nuestra amistad fue creciendo a medida
que nosotras también lo hacíamos, siempre hemos sido muy tremendas, aun lo
somos, siento que acabaremos con todo a nuestro alrededor cuando estamos
juntas, son muy pocas las diferencias entre ella y yo, lo bueno es que Meri
mide un metro y medio igual que yo, así que me queda toda su ropa, excepto
sus sostenes, aunque sería muy poco probable que se los pidiera prestado, uno
porque es algo muy íntimo y dos porque mis senos son mucho más grande que
los de ella. Le cuento lo sucedido con Iham, y como buena amiga me dice que
ella sabe que Iham aún me ama, solo que no me lo quiere decir, me dice que le
responda el mensaje con toda sinceridad y que abra mi corazón a él, que ella
sabe que somos el uno para el otro solo que somos tan orgullosos que no lo
queremos aceptar. Así que tomo el teléfono y me dispongo a escribirle un
mensaje, no sé cómo comenzar pero algo tiene que fluir, lo primero que lo
coloco es:
Hola Iham...
Cuando termino de escribir el mensaje veo que tengo uno de Robert
diciéndome que llegara un poco más tarde de lo acordado, que tiene unas
cosas que realizar y apenas se desocupe vendrá a verme. Le respondo que está
bien, que se cuide y que lo estaré esperando, aunque yo misma me pregunto a
quién estaré esperando realmente.

Capitulo IX

Iham
Ya han pasado tres horas desde que hable con el profesor, no dejo de
pensar en todo lo que me ha dicho. Hoy es el cumpleaños de Verónica y no la
he felicitado, no sé si debería hacerlo. Camino por el centro comercial y veo
una librería, me acerco a ella y entro para ver si me animo y compro un libro,
me gusta mucho leer siento que puedo adentrarme en cada historia y hacerla
parte de mí, muchas de las historias me hacen ver la vida de otra manera, pero
también hay muchas que me llenan de rabia, como por ejemplo Buscando
Alaska de John Green, no podía creer que Alaska muriera, no cuando le había
expresado a Miles Halter lo que sentía por él, lo que tanto esperó él de ella, y
que de un momento a otro lo dejara destruido y preguntándose qué coño había
pasado. Dejé de leer ese libro y simplemente me fui al final solo para saber
qué había sucedido con Alaska, no sé cómo John puede jugar así con nuestros
sentimientos.
Salgo de la librería con mi nuevo libro llamado el Calor del Verano de
John katzenbach, es muy buen escritor y sus historias son muy variadas. Me
dirijo a la tienda de dulces cuando de pronto veo a Robert sentado enfrente de
la tienda de churros, a lo mejor está celebrando con Verónica su cumpleaños
pero estoy observando y no la veo por allí. Decido acercarme un poco más en
su dirección cuando veo a una chica rubia muy bien vestida y su caminar es
muy parecido al de una modelo, aunque por su apariencia parece que eso es lo
que es. Se inclina un poco y le da un beso a Robert en la boca, pero que
mierda está pasando aquí.
Robert se levanta y camina con la chica hacia el estacionamiento del centro
comercial, lo sigo hasta su carro, el muy imbécil es un hijo de mama y papa.
Veo que busca algo en la maletera, me dejo llevar por impulso y me acerco a
él y lo volteo.
--¿Qué coño crees que estás haciendo?—le digo.
--Solo es una amiga, además no es problema tuyo lo que yo haga—me
responde.
Lo agarró del cuello y lo pego contra el carro, me pega con la rodilla en el
estómago y lo suelto, pero inmediatamente le doy un golpe en la cara que cae
al suelo y después otro tras otro, cuando sale la rubia gritando que nos separen
y veo acercarse un guardia, mientras miro a la dirección del guardia Robert me
da un golpe en la cara y me aparta de él y me da una patada en el estómago
que me deja sin aire. El guardia lo aparta y me levanto rápidamente, veo como
se limpia la cara y se sube a su carro. Busco mi celular en el bolsillo pero no lo
tengo, miro al suelo y esta tirado boca abajo, lo recojo y veo que tengo un
mensaje de Verónica.
Verónica.
Hola Robert, sé que no es la mejor forma de comenzar un mensaje pero al
igual que tu no sabía cómo comenzar. No había respondido tu mensaje porque
no quería encontrarme con otro reclamo tuyo o reprochándome lo que había
hecho hace ya mucho tiempo. Pero al leer me di cuenta que estaba equivocada,
me agrada el hecho de saber que me has perdonado, no sabes cuánto tiempo
llevo esperando escuchar eso de ti. Las primeras semanas estaba destruida,
trise, me reprochaba cada segundo lo que había hecho. Pero también tenía
mucha rabia contigo porque no me dejaste explicarte nada, ni me diste la
oportunidad de hablar contigo. No soy la mejor persona que hay que pero no
soy perfecta, tu tampoco lo eres, también cometiste errores que al final de
cuenta deje pasar y seguía viviendo nuestra historia. Mis sentimientos hacia ti
son muy puros, más de lo que jamás imaginarias, y algo si te digo y es que
estas muy equivocado, no soy realmente feliz, he intentado serlo pero se me ha
hecho muy difícil, tú constituías parte de mi felicidad y sé que yo constituía
eso para ti también.
Solo quisiera saber algo... ¿Aún me amas Iham?
Guardo el teléfono y me quedo en el estacionamiento intentando ordenar
mi caos mental. Acabo de ver al novio del amor de mi vida montándole
cachos, y ella ahora quiere saber si la amo. No sé si decirle de una vez lo de
Robert o esperar un poco. Ella según estaba muy bien con él, el según la
quería o eso pensaba ella, y no sé si pueda decirle lo que el imbécil estaba
haciendo y romperle el corazón. Aunque me confunde mucho su pregunta, y la
forma en que me ha escrito. Habrá la posibilidad de volver a estar juntos y
poder hacer las cosas como se debe. Según el profesor las dificultades son las
que nos hacen crecer y ser mejores personas, si de verdad ella ha cambiado
será posible estar juntos, pero aun así tengo miedo de lo que pueda pasar. Me
viene a lamente el niño nadando y escondiéndose de los problemas en el lugar
que más le gustaba, y a la vez me llegan recuerdo del lugar que más me
gustaba, y ese lugar era ella.

Capitulo X

Verónica
Van llegando los invitados, todos me felicitan y varios me han traído
regalos, los guardo todos y decido abrirlos después, no quiero parecer
desesperada por ver que hay dentro de ellos. Los único que abrí fue solo
porque me dijeron lo que era y eran solo unas 2 botellas de glacial y Vodka,
aunque no tengo muchas ganas de beber. Robert llega con un ramo de flores y
globos que indican mi edad, me da un abrazo y un beso, siento sus labios
rústicos más de lo común, intento observarlo pero está muy oscuro, la luz del
faro de afuera ayuda a que lo pueda ver bien y me doy cuenta que tiene una
vendita en la nariz, el cachete morado y el labio roto.
--¿Qué te ha pasado, te estabas peleando con tu papa de nuevo?—le
pregunto.
--No es nada—me dice y entra a la casa.
Lo dejo estar para que no se moleste más de lo que se ve. Ya son más de
las 8 e Iham no ha llegado, ¿ira a venir? Quiero escribirle y preguntarle pero ni
siquiera me ha respondido la pregunta que le hice, a lo mejor y esta es una
señal de que ya no me ama. Bailo algunas canciones con Robert y otros
amigos, bebo un poco para quitarme el nerviosismo, ¡pero solo un poco me
prometo! Cuando de pronto me doy cuenta de que no he comprado la torta, mi
mama me dio su tarjeta y se me ha olvidado comprarla, sé que puede parecer
estúpido pero ya tenía mi deseo listo para pedirlo mientras apagaba la vela. Le
pregunto a todo el mundo un lugar donde pueda comprarla pero todos me
dicen que ya es muy tarde y no encontrare nada abierto por ahí. Me voy al
cuarto y me siento en la cama mientras una lágrima se me sale y cae por mi
mejilla, son esas lágrimas de dolor, tristeza, alegría, desesperación, angustia
que salen de pronto e intentan calmar tu alma. Ya llevo 4 tragos de glacial y no
pienso parar, sé que me volveré nada pero no me importa al fin y al cabo es mi
día, debería disfrutarlo como mejor me venga en gana.
Tocan a la puerta pero ya no estoy de gana para salir a recibir a nadie, así
que sale mi mama mientras yo me preparo otro trago, y Robert me dice al oído
que me ama y que me quiere hacer la mujer más feliz del mundo. A pesar de
todo Robert siempre ha sido muy atento conmigo y yo no mucho que digamos,
me volteo y le doy un gran beso cuando de reojo veo que Iham nos está
mirando.
Me aparto de Robert rápidamente y me quedo mirando en la dirección de
Iham, Robert se pone tenso y me aprieta el brazo fuerte cuando también lo ve.
--Feliz cumpleaños ¡Negra!—me dice Iham—me quedo sorprendida al ver
que Iham me ha traído una torta y que de paso me dijo el apodo que nos
teníamos cuando éramos novios, por dentro me siento la mujer más feliz y
cuando me doy cuenta lo estoy abrazando con más entusiasmo del que
pretendía.
Me aparto un poco incomoda, miro para ver la expresión de Robert pero se
ha ido, no sé dónde se habrá metido. Le doy las gracias nuevamente a Iham y
me dice:
--No tienes por qué agradecerme, te dije hace mucho que te regalaría la
torta en tu próximo cumpleaños y aquí esta—me dice—me ruborizo al
recordar ese momento en el que me lo dijo, levantó la mano derecha y con voz
graciosa dijo ¡Yo Iham prometo delante del cielo que te comprare la torta de tu
próximo cumpleaños! No sé cómo pude olvidar ese momento, fue tan
agradable.
Verónica me escuchaste, dice mi madre quien me saca de mis
pensamientos. Le respondo que no, me dice que no permita que nadie se meta
al cuarto que va a salir y ahorita viene. Iham se ríe de mí, le pego un golpe en
el brazo, y cuando lo veo bien noto tiene el labio morado, no lo había
detallado pero tiene el cachete un poco rojo también, a pesar de que es de piel
no muy oscura se le nota.
--¿Qué te paso?—le pregunto y señalo a su labio.
--No ha pasado nada, solo me agarre a pelear con un loco en la calle pero
no fue nada grave—me responde.
--Sé cuándo me mientes Iham, ¿quién te hizo eso?—le vuelvo a preguntar.
--Es muy complicado todo, te contare en otro momento ¿Sí? Hoy solo
disfruta tu día o lo que queda de él.
Lo dejo estar, aunque todo me parece muy extraño, Robert también llego
con el mismo morado un poco peor, y sé que también me estaba mintiendo.
Dejo pasar esto por hoy pero mañana mismo le preguntare a Iham que ha
pasado. Hablando de preguntar, Iham no me ha respondido mi pregunta,
quisiera ir a la sala y preguntárselo cara a cara, pero sería muy imprudente de
mi parte más sabiendo que Robert está aquí.

Capitulo XI

Iham
Bailo un par de canciones, veo al otro lado de la gente a Verónica hablando
con los amigos de Robert y el la abraza. Agarro un trago de Glacial puro y me
lo tomo sin pensarlo, no bebo, pero creo que este día lo merita. Me saca a
bailar una morena muy bonita y me sorprendo, eso no había pasado nunca, la
tomo de la mano y voy tras ella. Verónica había mirado en ese momento y
pude ver en su cara lo celosa que se puso, creo que hoy jugaremos quien pone
más celoso al otro primero, primer punto para mí.
Luego de tres canciones seguidas la chica me dice que la acompañe al
baño, la sigo entre la gente y de pronto alguien me toma de la mano.
--¿Vas algún lado?—Me doy la vuelta y veo que es Verónica la que me
tiene agarrado.
--Iba acompañar a la chica al baño—le digo.
--Ella puede ir sola, está muy grandecita para eso ¿No?—me responde—
pongo mi mejor sonrisa de "no puedo creer que ella este haciendo esto", la
tomo del brazo y la guio a la parte de atrás de la casa.
--¿Por qué me has traído aquí?—me pregunta.
--Porque tú necesitabas que respondieras la pregunta que me habías hecho
—le digo—se queda paralizada y baja la mirada, está nerviosa y lo sé por
cómo agarra su pulsera para distraerse.
--Yyy... ¿crees que es el momento apropiado para responder a tal pregunta?
—se muerde el labio inferior y cada segundo que pasa me parece más
provocativa, creo no debí beber hoy, mi mente puede decir que no haga nada
estúpido pero el alcohol que pasa por mis venas es quien me controla.
--Sí, creo que es el momento y el sitio más adecuado—le respondo
mientras le miro el labio, se da cuenta de lo que hago y la noto con pena, me
quita el vaso con licor que tengo en la mano y se lo toma de un trago.
--Pues yo no pienso lo mismo, no sé qué pueda pasar y bajo los efectos del
alcohol sabes que es difícil controlarme, además está Robert aquí y no quiero
que nos vea atrás solos—me dice—me río a carcajadas y le digo:
--Robert se puede ir al carajo, sabes que no lo amas y además él tampoco
te ama a ti—no quería llegar a este punto.
--Claro que me ama, como puedes decir eso si no has visto siquiera como
me trata, como se preocupa por mí, como...
--Como te monta cachos con una catira el día de tu cumpleaños es lo que
he visto—lo digo sin pensármelo dos veces y veo como se queda pasmada, le
comienzan a salir las lágrimas y todo por mi culpa, no debí haber venido sabía
que podía pasar algo así.
--Sabía que Robert estaba en algo raro con alguien, cada vez que
estábamos en grupo el ambiente se sentía más pesado, un día revise sus
mensajes y vi que era algo comprometido lo que escribía, solo que el nombre
era de uno de los muchachos del grupo y él pensó que haciendo eso no me
daría cuenta, pero quise hacerme la loca y dejar que el mismo me lo
confirmara—me dice con una voz apagada, la abrazo y la beso en el cabello,
ella levanta la cara y quedamos los dos frente a frente mirándonos a los ojos.
No puedo aguantar y la beso, es un beso cálido, puedo sentir como sus
lágrimas se unen a nuestro beso y ella no me impide el beso o el alcohol es el
que hace eso. Su cuerpo se va amoldando al mío, de la misma forma que lo
hacíamos antes. La tomo de la cintura y la subo a mi regazo, ella cruza las
piernas por detrás de mí mientras camino al último cuarto de la casa donde
guardan las cosas que no utilizan. Abro la puerta entro y abro un ojo para no
tropezar pero de igual forma está muy oscuro y caemos sobre lo que parece ser
un mueble. Me quita la camisa con mucha lentitud, se sube encima de mí y la
voy tocando por debajo de su camisa hasta tocar sus senos. Oigo como gime
mientras me besa e intenta controlarse un poco pero no puede, le digo que la
quiero más de lo que se imagina y ella me dice que me ama con toda su alma.
De pronto se abre la puerta del cuarto y por el reflejo de afuera podemos
notar que es su mama, intenta prender la luz pero no sirve, gracias a Dios, esta
tan oscuro que aún no nos ha visto, comienza a buscar a oscuras, y luego de un
par de minutos dice "aquí está", sale del cuarto y noto como los dos
suspiramos como si hubiésemos mantenido la respiración. Me pongo la
camisa, ella se arregla un poco y salimos sin decir una palabra.

Capitulo XII

Verónica
Llego a la sala sin Iham para que nadie se dé cuenta, se quedó un rato en el
baño mientras yo llegaba a la sala y disimular. Pero como disimular algo que
espere tanto, sentir su beso y saber que aún me ama es el mejor regalo que me
pudieron haber dado hoy. A pesar de todo siento un dolorcito en mi corazón
por lo que ha hecho Robert, me la pase tanto tiempo defendiéndolo y dándole
todos los créditos mientras él hacía de las suyas con otra persona. Me acerco al
grupo donde él está y le digo que necesito hablar con el afuera, él se levanta y
me sigue y hace como si no hubiese pasado nada. Llegamos afuera y no quiero
andar con rodeos y le digo:
--Robert tenemos que terminar.
--Pero espera Verónica, ¿porque razón vamos a terminar?—me dice como
si no supiera él la razón.
--Has estado engañándome Robert ya no seas tan sínico, sabía que lo
hacías desde hace poco pero quería que fueras tú mismo quien me lo dijera—
le digo.
--Si dices lo de los mensajes te juro que nada de eso paso con quien iba a
pasar, y estoy seguro que fue Iham quien te metió cosas en la cabeza para que
me terminaras y el quedarse contigo—me dice, y en ese momento Iham sale
detrás de él y lo empuja, no vi cuando venía porque Robert me tapaba. Lo
agarra a golpes y lo tiene en el piso, Robert desde el piso le da varios golpes
también pero Iham esta como loco y no para de darle golpes, cuando intento
meterme Iham levanta el brazo y me golpea y caigo al piso, al darse cuenta se
levanta y busca levantarme, le digo que me deje quieta que solo quiero que se
vayan los dos. En toda esa gritería salió todo el mundo de adentro, los amigos
de Iham lo levantaron y buscaron agarrar a Iham pero los amigos de Iham
también se metieron, presentía que esto se iba a volver una matazón, pero mi
madre salió y los corrió a todos, quedando el lugar vacío.
Estando en mi cuarto sentía un caos emocional, estaba llorando pero no
sabía si era de dolor o felicidad. Hoy había sido un día muy agitado, y bebí
mucho más de lo que pensé, me sentía cansada, Meri mi mejor amiga me
abrazaba y me decía que todo estaría bien. Estaba cansada así que me acosté a
dormir.
Al día siguiente me levante con un dolor de cabeza, no pude dormir bien
porque vomite mucho la pobre Meri se levantaba a tenerme el cabello, por
esas cosas la Amo. Revise el teléfono para ver si Iham me había escrito pero
no lo ha hecho, le escribo un mensaje de buenos días para ver si me responde
pero no lo hace. Solo veo mensajes tras mensajes y llamadas perdidas de
Robert, él sabe que ya no le responderé ni hablare con el más nunca en mi
vida. Me tomé una pastilla, comí una sopa que mi mama me hizo y me acosté
a dormir otra vez.

Capitulo XIII

Verónica
Ya es el segundo día y nada que Iham responde, salgo a la calle para ver si
es la cobertura y veo que me llaga un mensaje de Brad el mejor amigo de
Iham.
--Hola Verónica, sé que Iham no quisiera que te preocuparas, pero creo que
es mejor que te lo diga. El día de tu cumpleaños todo nos fuimos pero la pelea
siguió no muy lejos de tu casa, se volvió un caos, uno de los amigos de Robert
tenía una pistola y comenzó a disparar, hirió a varios de los de nosotros
incluyendo a Iham, ahora está en el hospital, por suerte los disparo fueron uno
en la parte derecha del pecho y otro en el hombro, pudieron operarlo rápido y
sacar las bala, pero aún sigue en coma y esta grave, no nos han dejado pasar a
verlo, si quieres puedes venir, yo estoy aquí. Reviso mi teléfono y leo algunos
de los mensajes de Robert diciéndome lo que había ocurrido, así que por eso
me llamaba ese Idiota.
Caen lágrimas de mis ojos y no lo puedo creer, Iham no puede morir y
mucho menos cuando todo entre nosotros se ha arreglado, no cuando sé que
me ama y yo lo amo y que podemos tener una vida juntos como siempre
hemos soñado. Entro a cambiarme y le explico rápido a mi madre lo que ha
pasado, me dice que ella me llevara en el carro y que lo siente mucho. Meri
también se alista y me dice que me acompañara.
Llego al hospital y veo que Brad está sentado, me acerco a él y le doy un
abrazo y no puedo evitar echarme a llorar.
--Tranquila todo saldrá bien—me dice Brad.
--¿Porque no me llamaste el mismo día que sucedió?—pregunte.
--A Iham no le gusta que te preocupes, y pensé que era mejor no decirte,
pero viendo su estado pensé que era mejor que tú estuvieras aquí.
--Gracias por haberme llamado Brad, ¿Y cuándo podremos verlo?
--Me dijeron hace rato que lo cambiaran de sala, y que allí si podremos
verlo, está mejorando—asiento, y me quedo allí parada esperando a que venga
el doctor.
Mi madre me dice que irá a comprar unas empanadas y ahorita viene. Le
digo que está bien que la esperare aquí parada, me dice que me siente, pero
estoy tan nerviosa que solo quiero ver a Iham. Llevo como hora y media
esperando, me siento por un rato y recuesto mi cabeza al hombre de Meri,
estoy cansada y con dolor de cabeza, mis ojos se cierran pero no puedo
dormirme aquí.
Se acerca un Doctor a Brad, salgo corriendo a donde están ellos y
comienzo a escuchar lo que el doctor tiene que decir. Comienza diciendo que
lo siente mucho, que ellos hicieron todo lo posible por mantener con vida a
Iham pero se les fue de la mano, nos dice que Iham ha fallecido. Mi corazón se
destroza y despedaza me tiro al suelo a llorar y gritar y siento como el suelo, el
mundo da vueltas tras de mí, me mareo y de pronto voy cayendo por un
abismo, veo el suelo he impacto con él... Y Puum… Despierto.
Todo era un sueño, me he quedado dormida por unos minutos, respiro
hondo y le doy gracias a Dios que solo haya sido eso. Veo que un doctor
camina a donde esta Brad y mi corazón se paraliza, Brad me llama y me dice
que lo siga. Entramos a uno de los cuartos y veo a Iham con tubos en la nariz y
muchas cosas raras que le pusieron. Me siento a su lado y le tomo la mano,
verlo ahí me parte el corazón, y todo por una estúpida pelea que pude haber
evitado, le debí haber dicho que se quedara conmigo ese día y no correrlo,
pero me sentía muy mal y no pensé que esto es iba a pasar. Mis lágrimas caen
y beso la mano de Iham, la cual se mueve, miro a sus ojos y se abren con
mucho cuidado.
--Hola Negro—le digo—cierra los ojos en forma de respuesta y sé que se
le dificulta hablar.
--No me gusta verte así Negro, y todo ha sido mi culpa por haberte corrido
junto con todos. Pero eres un terco también, no tenías por qué seguir peleando
—aprieta su mano a la mía y sonríe, es esa sonrisa que tanto me encanta.
Salgo para darle tiempo a Brad que hable con el también. Nos dicen que
mejorara y que podría estar saliendo de allí dentro de una semana. Me voy a
casa y oro para que mi Iham se mejore y pueda volver a estar con el cómo
quisiera.

Capitulo IXV

Verónica
Una Semana Después
Hoy sale Iham del Hospital, le he comprado un regalo y le escrito una nota
de que deseo lo mejor para él y de que lo amo con todo mi corazón. Debo
ponerme algo muy hermoso, estoy un poco nerviosa y contenta. Veo en mi
teléfono un mensaje de Brad diciéndome que ya dieron de alta a Iham y van
camino a la casa de él. Apuro a mi mama emocionada por salir, me mira y me
dice que tenía tiempo sin ver esa alegría en mi cara, me sonrojo un poco y no
respondo nada. Desde que Iham llego a mi vida ha sido muy especial, aquellos
que dicen no creer en el amor están completamente perdidos y no saben lo
hermoso que es. Nunca paso por mi mente que volvería a estar junto a Iham,
pero la vida da muchas vueltas y no sabe que podrá pasar en el mañana, no me
arrepiento de nada en mi vida, uno toma decisiones correctas y no correctas,
pero son esas decisiones las que nos enseñan a ser mejor persona y a elegir
muy bien lo que vamos hacer la próxima vez.
Llegamos a casa de Iham, me bajo del carro y espero a que mi mama lo
haga también. Caminamos juntas a la puerta, tocamos y su madre nos recibe
con una sonrisa de oreja a oreja, me dice que le da gusto que este allí, me
indica que Iham está arriba en su habitación acostado, subo un poco más
apurada y desesperada de lo que imaginaba, llego a la puerta y abro sin pedir
permiso Yyy...

Capitulo XV

Iham
Pasar por todo lo que he pasado me ha enseñado muchas cosas. Primero
que no todo va a ser para siempre, no vale la pena aferrarse. Es necesario
entender que hay etapas, personas y momentos que llegaron a nuestras vidas
para enseñarnos algo, y una vez concluida esa enseñanza el ciclo llega a su fin
y debemos movernos y seguir adelante. Como también hay personas
momentos que llegan y no se van y quedan grabados en nuestros corazones.
Aprendí que no hay que tener miedo a que nos hagan daño, porque nos
hacemos daño con tanto miedo. Que es necesario que la vida nos sacuda con
mucha fuerza para darnos cuenta que la vida es corta y lo que nos queda no es
para malgastarlo. Decidí que seré feliz, que si quiero amar lo hare, que si sufro
aprenderé de ello, seré tan sincero que la gente se vea en la necesidad de serlo
también, comenzare una nueva vida, y sé muy bien cómo y con quien la quiero
comenzar.
Verónica entra en mi cuarto y se queda sin palabras, Brad y unas amigas
me han ayudado hacer una pancarta que Diga Quieres ser mi novia con globos
y rosas en el suelo. Ha comenzado a llorar y me abrazo con mucha fuerza y
me dijo:
--Si Iham, claro que quiero ser tu novia—la bese como si ese fuese el
último beso que le fuera a dar, la abrace como si ese fuera el último abrazo que
le fuera a dar y le dije:
--Ódiame o ámame ambas van a estar a mi favor, si me amas voy a estar
siempre en tu corazón y si me odias siempre estaré en tu mente—ella
respondió:
--Voy amare con todo mi corazón, no dejare que nuestro amor se apague
por nada del mundo. No necesitare odiarte, porque ya te llevo en mi mente
cada segundo, cada minuto, cada hora que pasa—le sonreí y me beso, fue
como nuestro primer beso, lento, apasionado, con amor, un amor verdadero.
Si amas a alguien y se han dejado no digas que nunca volverán, ten
presenta y en cuentan que siempre hay una “SEGUNDA OPORTUNIDAD”.

FIN

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