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JUICIO EJECUTIVO

Conceptualización del Juicio ejecutivo:


Es un proceso de cognición que, por estar destinado a satisfacer una pretensión de
ejecución fundada en un título procesalmente privilegiado, se tramita por
un procedimiento sumario que reduce considerablemente los actos
procesales destinados a facilitar el conocimiento del tribunal sobre el fondo del
asunto litigioso planteado. En este sentido, el juicio ejecutivo es la vía más expedita
con que cuentan los acreedores cuyo derecho se funda en un título ejecutivo.

Uno de los primeros trámites de este juicio es el embargo, con lo que se acentúa el
carácter expeditivo del proceso ejecutivo. Pero ello no debe autorizar para
confundirlo con el proceso de ejecución, que no termina en sentencia, mientras que
el juicio ejecutivo sí acaba con sentencia. El procedimiento del juicio ejecutivo,
siendo un proceso de cognición, es esencialmente distinto del juicio ordinario de
mayor cuantía. Incluso es frecuente denominar ejecutante al demandante,
y ejecutado al demandado.

• Se encuentra precedentes del juicio ejecutivo: Como el juicio ejecutivo,


regulado en los códigos procesales que siguieron al código español de 1855.
• La gran variedad de títulos ejecutivos, y mayor o menor fehacientica de los
mismos, ha motivado la regulación de distintos juicio ejecutivos.

Complementación de la conceptualización:

Juicios ejecutivos: Se define que son los procedimientos judiciales en los cuales
la actividad de ejecución, que en los juicios ordinarios se desarrolla a partir de la
sentencia, precede, en una medida determinada, a la fase de cognición o
declaración que también forma parte de estos juicios. Son, pues, juicios en que
primero se ejecuta algo y luego se entra en el fondo del asunto; pero, en todo caso,
el alcance de estos procedimientos están tasados por la ley: ni la ejecución previa,
ni el conocimiento de la pretensión son completos. El juicio ejecutivo común está
regulado de forma válida para todos los supuestos excepcionales previstos por la
ley adjetiva general. Frente a este tipo genérico, se encuentran los juicios ejecutivos
especiales que, en su mayoría, están regulados por leyes especiales.

Juicios ejecutivos especiales: Son procedimientos que, sobre la base del juicio
ejecutivo común, presentan características que los distancian, con intensidad
variable según los casos, del modelo matriz. Así, los juicios cambiarios son
especialidades del juicio ejecutivo común por fundamentarse en letras de cambio,
cheques o pagarés. El juicio ejecutivo en materia de seguro obligatorio de
automóviles, el procedimiento de apremio en negocios de comercio y el sumario
ejecutivo para la reclamación de la minuta de honorarios de Abogado y Procurador
en un litigio, constituyen, junto con los anteriores, los cuatro grupos principales de
juicios ejecutivos especiales.

PROCESO DE EJECUCIÓN
I concepto.
II. Naturaleza.
III. Tipos de Ejecución.
IV. Presupuesto de la Ejecución.
A. la acción ejecución.
B. el titulo ejecutivo.
C. patrimonio ejecutable.
1) Inembargabilidad por razones de interés público. a). bienestar nacional.
b). ejidos y parcelas concebidas por la administración. c) sumas debidas
a contratistas.
2) Inembargabilidad por razones de interés social. a) salarios y honorarios.
b) alimentos y pensiones alimenticias. c) mobiliario y vestidos del deudor
y de su familia. d) instrumentos de trabajo. e) pensiones, montepíos y
jubilaciones. f) seguros. g) sepulcros y mausoleos.
3) inembargabilidad por razones de interés privado. a) uso, habitación y
usufructo. b) derechos en el fideicomiso. c) patrimonio familiar.
4) bienes exceptuados por otras leyes.

I. Concepto:

La forma como se regule en el derecho positivo el proceso de ejecución, en el


sentido de que sea realmente efectivo, contribuye a que se tenga confianza en el
ordenamiento jurídico. No tendría sentido que las decisiones judiciales no pudieran
cumplirse de manera inmediata y que las obligaciones contractuales quedaran
libradas únicamente acatamiento voluntario. Normalmente, con toda la facilidad, se
entiende la ejecución cuando se refiere al acto procesal por excelencia que es
sentencia.

• La ejecución como fase posterior a la de conocimiento es definida por


Caurure como el procedimiento dirigido a asegurar la eficacia practica de las
sentencias de condena.

Concebida así la ejecución, como ejecución forzada de la sentencia, es fácil aceptar


la existencia previa de un proceso de conocimiento que resolvió una determinada
controversia. Pero es ese proceso de conocimiento, como lo señala Guasp, un
objeto era obtener una declaración del juez sobre una determinada pretensión que,
indudablemente, provoca un cambio ideal en la situación existente entre las partes.
En cambio, la modalidad ejecutiva se da cuando lo que la parte pretende es que el
órgano jurisdiccional verifique no una declaración de voluntad, sino una conducta
física, un acto real o material, que puede ser designado con el nombre especifico
de manifestación de voluntad para distinguirlo con el nombre especifico de
manifestación de voluntad, para distinguirlo de las declaraciones propiamente
dichas.

La doctrina reconoce, como más adelante se dirá, que las sentencias propiamente
ejecutables son las de condena y no las meramente declarativas o constitutivas.
Igualmente, como la apunta Guasp, no es preciso que se encuentre una conexión
inescindible entre proceso de conocimiento y proceso de ejecución, ya que ambos
pueden presentarse en forma autónoma e independiente.

Mediante la ejecución se hace patente el carácter coercible de la sentencia. La


coerción dice Couture, permite algo que hasta el momento de la cosa juzgada o del
título ejecutivo era jurídicamente imposible, la invasión en la esfera individual ajena
y su transformación material para dar satisfacción y los intereses de quien ha sido
declarado triunfador en la sentencia. Ya no se trata de obtener algo con el concurso
del adversario, sino justamente en contra de su voluntad. Ya no se está en presencia
de un obligado, como en la relación de derecho sustancial, sino presencia de un
sujeto, de un sometido por la fuerza coercible de la sentencia.

La ejecución, cuando deriva de ese carácter coercible de la sentencia, supone,


como se dijo, un proceso de conocimiento una sentencia, supone, como se dijo, un
proceso de conocimiento (cognitivo) previo. Ahora, cuando la ejecución no deriva
de una sentencia, entonces habrá de desenvolverse otro proceso como sucede en
los llamados títulos ejecutivos contractuales que dan origen al juicio ejecutivo, en
cuyo caso el deudor puede durante la fase declarativa, oponer sus excepciones.

En las legislaciones ha habido dificultad en la ubicación sistemática de los procesos


de ejecución. El reconocimiento de los llamados juicios ejecutivos entraña ya que
dificultad porque estos en realidad son procesos abreviados de cognición y
únicamente a partir de la sentencia de remate puede hablarse propiamente de
ejecución forzada. Dice Guasp. La clave para diferenciar exactamente entre
proceso de cognición y proceso de ejecución, se halla, pues más que en el nombre
legal, en la esencia natural de cada figura. Un proceso en que el que existen, con
carácter normal y no excepcional, alegaciones contradictorias de las partes, que son
valoradas por el Juez en una resolución sobre el fondo, no será un proceso de
ejecución, sino un juicio declarativo, opuestamente, es un proceso que admita esta
clase de actividades alegatorias, o solamente las prevea como incidentes
anormales que desvían de su verdadero cauce será un proceso de ejecución,
cualquiera que sea el nombre que se le reserve en el derecho positivo.
En el código procesal guatemalteco, tanto en el vigente como el interior, se ha
considerado a los juicios ejecutivos como procesos de ejecución, no obstante, la
observación antes hecha sobre la naturaleza cognoscitiva. Lo único singular en el
actual código es que se preparó la vía de apremio, que, si es auténtica ejecución,
de los juicios ejecutivos, aun cuando se les agrupó en el mismo Libro que regula los
procesos de ejecución.

Como el primero y el más importante título ejecutivo es la sentencia, el estudio de


la ejecución forzadas comienza refiriéndose a ella. Pero, el proceso de ejecución no
puede extenderse a todas las sentencias, se les agrupa, principalmente, en tres
categorías. Declarativas, de condena y constitutivas.

• Las primeras se limitan a una mera constatación, reconocimiento o fijación


de una situación jurídica.
• Las segundas, imponen una condena contra el obligado. Y la tercera
categoría constituye un nuevo estado, inexistente antes de su aparición.
o Como ejemplo de las sentencias declarativas, se ha citado como
típico, aquella que declara la prescripción, de las constitutivas, la que
declara el divorcio, y en las de condena, los ejemplos, son mucho más
frecuentes y pueden comprenderse en esta categoría, todas aquellas
que impliquen una actitud del condenado a dar o no hace algo.

II. La Naturaleza

El problema atiente a la naturaleza de la ejecución se discute en doctrina en el


sentido de determinar si constituye actividad jurisdiccional, o si, por el contrario, se
trata simplemente de la actividad administrativa. Consideramos que este problema
ya está superado, por cuanto que en el caso de la ejecución de las sentencias en el
propio juez el que se hace efectiva la condena judicial, que de otra manera quedaría
en una declaración teórica, sujeta solamente al cumplimiento voluntario del
obligado, la naturaleza de esos actos no puede ser otra que de índole procesal.
Un antiguo fallo decidió que la obligación que la obligación de abstenerse de realizar
cierta competencia declaraba desleal en que la sentencia, se sanciona con una
multa de diez pesos diarios durante todo el tiempo que dure la competencia desleal.

En cambio, otros autores, entre ellos Guasp, se pronuncian categóricamente contra


todo medio de ejecución patrimonial. Manifiesta Guasp, hoy no existe, en la
legislación vigente, la posibilidad de emplear medios de compulsión personal para
la realización ejecutiva de una cierta conducta física ni la compulsión directa que
podría llamarse constricción personal para la realización ejercitiva de una cierta
conducta física , ni la compulsión directa que podría llamarse constricción, en
sentido único, y que obligaría, al ejecutado a realizar aquello que no quiere , el caso
de la histórica prisión por deudas, ni la compulsión indirecta, que trataría de
conseguir análoga finalidad mediante estímulos psicológicos que arrastraran a las
consecuencias que forzosamente se quieren obtener astricción, en sentido técnico
también, las multas o intimaciones que ofrece el derecho comparado.

III. Tipos de Ejecución

Para el encuadramiento de los tipos de proceso podemos orientarnos por algunos


de los criterios bien cimentados en la doctrina y luego explicar la regulación que el
legislador considero más efectiva. La construcción de los procesos de ejecución de
acuerdo con las ideas de Guasp, nos parece muy sugestiva. Para él la división
fundamental debe hacerse en procesos de dación y procesos de transformación. En
los primeros la actividad material del órgano jurisdiccional consiste o bien en la
entrega de una cantidad de dinero o en la entrega de una cosa distinta al dinero. En
los procesos de transformación esa actividad es diferente del dar, radicar en un
hacer o deshacer forzoso, o bien en la distribución de un patrimonio. De ese modo
escribe Guasp, los dos tipos iniciales de proceso de ejecución se convierten en
realidad, en cuatro
IV Presupuesto De la Ejecución

Se ha necesitado de un largo proceso de evolución social y jurídica para llegar a


formar aceptables de ejecución. Ya no se admite la ejecución directa sobre la
persona del deudor. Algunas manifestaciones todavía se presentan con matices de
prisión por deudas, aunque su justificación se encuentre en la configuración de
cierto tipo de delitos.

Estos títulos- judicial y extrajudicial- desde el punto de vista formal, en nada se


diferencian. Sin embargo, las leyes hacen la diferenciación, en cuanto al
procedimiento de ejecución. Así sucede en el código Procesal Civil guatemalteco,
es que se distingue la vía de apremio del llamado juicio ejecutivo.

A. La Acción Ejecutiva.
Empleamos el termino acción porque es el que sigue usándose en las
practicas forenses guatemalteca. No hay razón para desvincular el estudio
de la acción ejecutiva del de la acción en general. Sin embargo, no podemos
dejar de apreciar que algún aspecto peculiar la caracteriza, que para su
ejercicio debe justificarse la existencia de un derecho ya reconocido. Cuando
se ejercita una acción para ejecutar una sentencia, la vinculación con el
derecho es evidente, porque en la misma sentencia está reconocido. Por ello
también cuando se trata de ejecución de sentencias, no solo se limita la
posibilidad de oponer excepciones en cuanto la naturaleza de estas, sino que
solo pueden hacerse valer las nacidas con posterioridad a la sentencia. La
relación entre el derecho y la pretensión ejecutiva que se hace valer también
existe cuando el título base de la ejecución es de naturaleza u obligacional,
o de bien carácter administrativo.

B. El Titulo Ejecutivo
Conforme a las ideas que en cuanto al proceso de ejecución expresa. De la
plaza las pretensiones del actor han fundarse en un título que, por su sola
apariencia, dispense de entrar en la fase de discusión y presente como
indiscutible, al menos de momento, el derecho a obtener la tutela jurídica. En
el proceso de ejecución su finalidad exclusiva, es la de actuar un derecho ya
reconocido, por modo más o menos perfecto, con propósito de reparar una
violación de determinadas obligaciones por el que las contrajo o fue
constreñido a su cumplimiento. También el proceso se ha de modelar sobre
ciertas bases evitando en lo posible el perjuicio innecesario en el patrimonio
del obligado.

En nuestro sistema, como se regulan taxativamente los documentos que


aparejan ejecución, el Juez antes de librar el mandamiento ejecutivo, lo
analiza, y únicamente en vista de la certeza del crédito (por la apariencia del
título) lo libra.

Según las disposiciones legales la función judicial se ejerce con exclusividad


por la corte de suprema justicia y demás tribunales de jurisdicción ordinaria
o privativa. Los otros organismos del Estado, según la misma disposición
constitucional, deberán prestar a los tribunales de justicia auxilio que
requieren para el cumplimiento de sus resoluciones.

c) Patrimonio Ejecutable
Ya señalamos que el proceso de ejecución en su forma es común u ordinaria
hace efectivos los derechos del acreedor a través de la afectación del
patrimonio del deudor. La ejecución in personam solo existe en lo penal. En
lo civil la ejecución se lleva acabo in rem. Por ellos en los ordenamientos
civiles suelen estipular que el deudor responde de sus obligaciones con todos
sus bienes presentes y futuros y también por eso se afirma que sobre dicho
patrimonio existe una especie de prenda general a favor de sus acreedores.
El creedor que posee un título ejecutivo suficiente con base en el cual inicia
un proceso de ejecución, persigue, obviamente la satisfacción de su crédito
mediante el embargo de bienes suficientes tomados del patrimonio del
deudor, a fin de ser vendidos para satisfacer ese crédito con el producto que
se obtenga

Teóricamente nada impide que los aspectos jurídicos envueltos en un proceso de


ejecución pueden ser discutidos y resueltos sin tomar en encuentra el acto ejecutivo
del embargo.

Este aspecto es estudiado por Guasp, quien sostiene que la ejecución expropiativa
tiene que ser objetivamente posible, dice Guasp “por encima índole, no cabe admitir
ninguna imposibilidad, a priori, en la ejecución de entrega de una cantidad de dinero.

El derecho guatemalteco opera exactamente igual a la caducidad de la instancia


(perención o abandono) afecta a los procesos de ejecución, salvo las excepciones
que el código procesal establece.

3º) Se trata, pues en nuestro sistema, tal como lo apunta Guasp para el régimen
procesal español, de una hipótesis de su realización del proceso, que no afecta a
su validez o regularidad, en la situación comentada también nos supone de
manifiesto que no tiene objeto continuar con tramites de un proceso de ejecución si
no se cuenta con bienes embargados suficiente que puedan ser objeto de
adjudicación judicial en pago a los de venta forzosa.

El derecho en ese proceso histórico que ha contribuido, su humanización desde la


ejecución indiferenciad, in personam, hasta la ejecución in rem, ha dejado a salvo,
por diversas razones, unas de interés público, otras de raigambre social y otras
puramente de interés privado, determinados bienes, en respecto a los cuales no es
posible afectados y ejecutivos en respecto a los cuales no es posible efectuar actos
ejecutivos como es el embargo.

El proceso de ejecución nos enfrenta a una actividad instructora esencial para que
ese proceso tenga eficacia. Guasp enseña que las actividades de instrucción en el
proceso de ejecución, tienden a proporcionar al juez bienes con los cuales se hace
posible la terminación normal del mismo y que el embargo es precisamente el acto
con el que trata de satisfacerse esta necesidad instrumental.
Código procesal guatemalteco le concede al creador el derecho a designar bienes
sobre los cuales haya de practicarse el embargo (art. 301), pero en el art. 306
establece qué bienes no pueden ser embargados. También leyes especiales
disponen la inembargabilidad de otros.

1) Inembargabilidad por razones de interés publico

a) Bienes Nacionales

Es criterio generalmente admitido que los bienes del Estado no son embargables.
Entre nosotros se invoca la aplicación del art. 1348 del vetusto código fiscal, que
dispone: Ningún tribunal podrá despachar mandamiento de ejecución ni dictar
providencia de embargo contra las rentas o bienes nacionales. Este código es de
fecha 17 de junio de 1881 y no ha merecido la atención que debe de parte de los
legisladores. La ley Orgánica del Presupuesto, Contabilidad y Tesorería de la
Nación o sea del DECRETO Presidencial No. 552, de fecha 22 de febrero de 1956,
establece EN EL ART. 119.

La Constitución de la República no trae ninguna toma que se refiere a la


inembargabilidad de los bienes del Estado de sus instituciones, pero si establece
cuales son los bienes de la Nación (art. 129). De acuerdo con la disposición
constitucional, entre otros, son bienes de la nación los que constituye el patrimonio
del Estado.

1º Pues bien, relacionado todas estas normas se concluye en que tales bienes son
inembargables. Los bienes municipales se encuentran en esa situación.

2º La ley a que se refiere el precepto constitucional es el decreto 1183 del Congreso


de la Republica o sea el código municipal.

Derecho Procesal Civil De Guatemala

Les comunes conocerán de todas las controversias de derecho privado en las que
el Estado, el municipio o cualquier entidad descentralizada, autónoma
semiautónoma, actúen como parte. Algunas legislaciones, como por ejemplo la
chilena, con templan específicamente el caso.

b) Ejidos y parcelas concedidas por la administración

No son embargables los elegidos de los pueblos y las parcelas concedidas por la
administración pública a los particulares, si la concesión lo prohíbe (art 306 inc. 1o
Código Procesal Civil y Mercantil). Siendo los elegidos, inmuebles de uso común
para os vecinos de un pueblo lindante con él, es lógico que la ley los proteja

En un hacer y deshacer forzosos transforma la regularidad son al como existía


anteriormente y, por último, que la ejecución que consiste en el reparto de un
patrimonio supone los objetos se podría hablar de cuatro tipos fundamentales de un
sucesos de ejecución expropiativa la ejecución transformativa y la ejecución
destructiva.

c) Sumas debidas a contratistas

No son embargable según el inciso 2do. Del art. 306 del Código procesal. Las
sumas 0debidas a los contratistas de obra pública, con excepción de las
reclamaciones de los trabajadores de la obra o de los que hayan suministrado
materiales para ella, pero si podrá embargarse la suma que deba pagarse al
contratista después de concluida la obra.

La finalidad de esta norma, obviamente, es que no se paralice la ejecución de obras


públicas. Por ellos dice la disposición, que una vez concluida la obra, la suma que
se adeude al contratista si puede ser embargada. La norma exceptúa las
reclamaciones de los trabajadores de la obra y de quienes hayan suministrado para
ella.
2) Inembargabilidad por razones de interés privado
Encontramos aquí algunos supuestos que están regulados en la legislación
civil y en la mercantil
a) Uso, habitación y usufructo: Según el art. 306, inc. 7º. Cód. Procesal
Civil y Mercantil, son inembargables los de uso, habitación y usufructo,
pero no los frutos de este.

b) El fideicomiso no es embargable por sus acreedores, pero sí lo son los


frutos que el fideicomisario perciba del fideicomiso, que últimamente, ha
tenido bastante aplicación en nuestro medio, mediante la protección del
patrimonio
.
c) Patrimonio Familiar El código civil, en el art. 356, establece que los
bienes constituidos en patrimonio familiar son invisibles inevitables,
inembargables y no podrán estar gravados ni gravarse salvo el caso de
servidumbre.

3) Bienes exceptúales por otras leyes


Esta remisión hace el art. 306 inc. 11, Cód. Procesal Civil y Mercantil ya
hemos mencionado en la anterior enumeración algunas de las
excepciones al principio general de embargabilidad. Todavía hay algunas
otras.

También la ley reglamentaria de los almacenes de depósito del crédito


hipotecario nacional de Guatemala, decreto 1836 del congreso, dispone
el art. 28, que no se podrá ser embargado, ni ser objeto de órdenes de
retención por parte de autoridad alguna.

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