Está en la página 1de 4

ATENCIÓN A VICTIMAS DE DELITO.

INTRODUCCION
En el presente ensayo realizaremos una breve explicación y contexto del concepto de
víctima, su evolución y sus derechos, así como las principales violaciones a derechos
humanos. como temas básicos en la formación del área de investigación, apegando su
actividad a la normatividad vigente.

ANTECEDENTES
De 1993. que se incluyó en el artículo 20 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos los derechos de las víctimas del delito hasta la inclusión en 2008 de un
apartado C dedicado a ellas, así como la reforma constitucional en materia de derechos
humanos de 2011, se ha venido construyendo una sólida base constitucional que
reconoce y tutela los derechos de las víctimas del delito y de violaciones a derechos
humanos.
El cambio constitucional ha originado la adecuación del marco legislativo y reglamentario
en el tema, la más reciente es la expedición en enero de 2013, producto del impulso
decidido de organizaciones sociales y familiares de víctimas, de la Ley General de Víctimas,
instrumento que recoge los estándares internacionales en la materia y prevé la creación
de un Sistema Nacional de Atención a Víctimas, conformado por las instituciones y
entidades públicas del ámbito federal, estatal, del Gobierno del Distrito Federal y
municipal, organismos autónomos, así como organizaciones públicas y privadas vinculadas
con las víctimas.
Con este nuevo marco jurídico la Procuraduría Social de Atención a las Víctimas, creada en
septiembre de 2011 para proporcionarles asistencia y apoyo, se trasformó en enero de
2014, en la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) federal, instancia facultada
para proporcionarles asesoría jurídica y que cuenta con un Fondo de Ayuda, Asistencia y
Reparación Integral.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos creada hace 25 años para la defensa de
los derechos humanos y la promoción de éstos, consolidada en septiembre de 1999 como
órgano constitucional autónomo, es parte del Sistema Nacional de Atención a Víctimas, y
a través de su participación en las sesiones ordinarias y extraordinarias velará que se
garanticen a las víctimas de delitos y violaciones a derechos humanos la atención y
reparación integral del daño, así como que se adopten medidas y protocolos para evitar
una doble victimización generada por la actuación indebida de las instituciones públicas.
Las víctimas constituyen una parte sustantiva de los objetivos y estrategias de trabajo de
la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, el Programa de Atención a Víctimas del
Delito (PROVÍCTIMA), creado en el año 2000, en el nuevo contexto jurídico y de operación
del Sistema Nacional de Atención a Víctimas, se convertirá en un puente entre las víctimas
y las comisiones ejecutivas de atención a víctimas federal y locales, y con las demás
instituciones públicas que forman parte de éste, cuya facultad es medularmente
proporcionarles asistencia y apoyo.
Consciente que la atención y reparación del daño a las víctimas demanda el esfuerzo y
colaboración de todas las instituciones del Estado Mexicano, la Comisión Nacional de los
Derechos Humanos continuará apoyándolas de manera directa, como lo ha venido
haciendo desde hace 15 años que se estableció PROVÍCTIMA, proporcionándoles atención
psicológica de contención y asesoría jurídica.

CONCEPTO DE VÍCTIMA
Es importante para todos los juristas y estudiosos del derecho, tener un concepto claro de
lo que significa el concepto víctima desde el punto de vista jurídico, de ahí que algunos
autores hayan escrito en cuanto al contenido de este concepto, por ejemplo:
Israel Kraphin, la palabra “víctima” tiene dos significados distintos; por una parte, se
refiere al ser vivo sacrificado a una deidad en cumplimiento de un mito religioso o
dedicado como ofrenda a algún poder sobrenatural, por otra, la misma palabra se
relaciona con la persona que sufre o es lesionada por otra que actúa movida por una gran
variedad de motivos o circunstancias.
Así también tenemos el concepto que adoptó la Organización de las Naciones Unidas
consistente que es importante para los individuos, sobre todo el de la Organización de las
Naciones Unidas, en el VI Congreso (Caracas 1980) y el VII Congreso (Hilan 1985), donde
se planteó que el término “víctima”, puede indicar que la persona ha sufrido una pérdida,
daño o lesión, sea en su persona propiamente dicha, su propiedad o sus derechos
humanos, como resultado de una conducta que: a) Constituya una violación a la
legalización penal nacional. b) Constituya un delito bajo el derecho internacional, que
constituya una violación a los principios sobre derechos humanos reconocidos
internacionalmente. c) Que alguna forma implique un abuso de poder por parte de
personas que ocupan posiciones de autoridad política o económica. En el VII Congreso de
las Naciones Unidas, se llegó a la conclusión de manejar a las víctimas en dos grupos: las
víctimas de delitos y los de abuso de poder, mismos que quedaron definidas en la
declaración sobre los principios fundamentales de justicia relativos a las víctimas, en la
forma siguiente:
A). - Víctimas de delitos (artículo 1º.), “Se entenderá por víctimas las personas que
individual o colectivamente hayan sufrido daños, incluidas lesiones físicas o mentales,
sufrimiento emocional, pérdida financiera o menoscabo sustancial de sus derechos
fundamentales, como consecuencia de acciones u omisiones que violen la legislación
penal vigente en los Estados miembros, incluida la que prescribe el abuso del poder”. B).-
Víctimas del abuso del poder: (artículo 18).- “Se entenderá por víctimas las personas que,
individual o colectivamente, hayan sufrido daños, incluidos lesiones, físicas o mentales,
sufrimiento emocional, pérdida financiera o menoscabo sustancial de sus derechos
fundamentales, como consecuencia de acciones u omisiones que no lleguen a constituir
violaciones del derecho penal nacional, pero violan normas internacionalmente
reconocidas

LA VICTIMA EN EL SISTEMA PENAL ACUSATORIO.

La víctima que jugó un papel preponderante durante la etapa vindicativa mediante el


ejercicio del derecho de venganza, por lo que prácticamente le correspondía la función
punitiva; cuando la organización estatal obtiene dicha función, el papel de la víctima
empezó a mermar hasta llegar el punto de excluirle del drama penal, tal situación se
visualizaba en su esplendor en el momento en que el ministerio público era el
representante social, por la afectación al interés colectivo, sin dar mayor relevancia al
afectado por la conducta delictiva.

En la exclusión de la víctima del procedimiento penal incidieron el modelo de defensa


social y la criminología positivista de Lombroso, Ferri y Garófalo; puesto que3 mediante la
defensa social el Estado asume como suyo el conflicto en pro del interés colectivo,
mientras que la Criminología coloca su énfasis en el delincuente, a quien cataloga como
un enfermo social que requiere atención y tratamiento.

El garantismo penal viene a romper este paradigma en donde se enfatiza al delincuente y


se privilegia el populismo punitivo, pretendiendo un Sistema penal fundamentado en la
base de los derechos humanos y la consideración del derecho penal como ultima ratio.

El sistema Penal acusatorio generado a partir de la reforma constitucional de 2008


responde al modelo garantista propio de un Estado de Derecho que tiene pretende el
derecho penal mínimo que se traduce en la reducción de la violencia tanto delictiva como
la derivada de la reacción jurídico-penal, lo que contrario a las opiniones no supone
mantener la exclusión de la víctima, por el contrario, al incluye como parte esencial del
procedimiento penal y la solución del delito.

La irrupción de la victimología, el garantismo penal y la maximización de los derechos


humanos son trascendentales en el redescubrimiento de la importancia de la víctima
dentro del drama penal.
El nuevo rol de la víctima en el procedimiento penal acusatorio se proyecta a través de
todo el ordenamiento jurídico, desde la fundamental Carta Magna hasta la Ley General de
Víctimas, desde luego incluyendo el Código Nacional de Procedimientos Penales y la Ley
Nacional de Mecanismos Alternativos de Solución de Controversias en Materia Penal
(justicia restaurativa).

La justicia restaurativa no es una figura que favorece la impunidad, sino que es un modelo
basado en la víctima, con la pretensión de que obtenga la reparación integral y contribuya
en la solución del problema del delito.

El espectro de derechos para la víctima considerados en el apartado C) del artículo 20


constitucional se ve maximizado por la reforma del 2011, con lo que no solamente se
consideran los derechos fundamentales en el sistema jurídico nacional sino también en los
tratados internacionales, además todo este impulso ha derivado en la creación de la Ley
General de Víctimas.

Con las reformas constitucionales del 2008 y 2011, se han dado los elementos necesarios
para el redescubrimiento de la víctima en el procedimiento penal como sujeto procesal,
pero además de proyectar la imprescindible incorporación de la desvictimación en la
política criminológica de un Estado de Derecho para habilitar las estrategias idóneas para
la atención de la víctima y aquellas que nos lleven a la prevención de la victimación.

BIBLIOGRAFÍA

Alonso Rimo, Alberto, “La víctima en el Sistema de Justicia Penal I”, art. cit. en Baca
Enrique, Enrique Echeborúa y Josep Tamarit (Coords.), Manual de Victimología, España:
Tirant lo Blanch, 2006. [ Links ]

Análisis situacional de las víctimas del delito 2016 Análisis situacional de las víctimas del
delito 2016 http://informe.cndh.org.mx/menu.aspx?id=87 (Fecha de Consulta: 25 de julio
de 2017). [ Links ]

Ferrajoli, Luigi, Derecho Penal Mínimo, Ferrajoli, Luigi, Derecho Penal


Mínimo, http://www.nparangaricutiro.gob.mx/Libros/31.-%20El%20Derecho%20Penal
%20M%C3%ADnimo%20%20Ferrajoli,%20Luigi.pdf (Fecha de consulta, 25 de junio de
2017). [ Links ]

Ferrajoli, Luigi, Garantismo Penal (trad. Marina Gascón), México: UNAM, 2006. [ Links ]

También podría gustarte