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LA SUCESIÓN TESTADA

TESTAMENTO

DEFINICIÓN

Es una declaración unilateral de última voluntad, personalísima, revocable, formal,


solemne mediante la cual una persona ordena su sucesión mortis causa. Así
mismo puede ejercitar derechos no patrimoniales y efectuar el cumplimiento de
determinadas obligaciones.

CONCEPTO DE TESTAMENTO Art. 935 CC

NATURALEZA JURÍDICA DEL TESTAMENTO

Es un acto jurídico, en cuanto el ordenamiento, dentro de ciertos límites, consiente


al testador reglamentar el régimen y los efectos de su sucesión.

Es un acto unilateral, un acto volitivo del propietario que, cuando se halla revestido
de los atributos que le hacen jurídico, adquiere una subsistencia y una duración
independiente de la existencia y de la vida del sujeto de que proviene.

PERFECCION Y VIGENCIA DEL TESTAMENTO:

El testamento carece de toda relevancia para los mencionados en él o para los


terceros no mencionados, durante el período intermedio que va desde el
otorgamiento (testamento), hasta la muerte del testador. En ese sentido, ”el evento
muerte actúa como condición para la perfección y relevancia jurídica externa del
acto testamentario; es algo que más que un simple requisito de eficacia y menos
que un elemento constitutivo del negocio”.

CARACTERES DEL TESTAMENTO:

Es un acto jurídico mortis causa

El artículo 935 del CC regula esta característica por cuanto el testamento se


otorga en contemplación al hecho de la muerte y para desplegar efectos después
de ella. El testamento es un acto jurídico por cuanto contiene una manifestación
expresa de la voluntad del testador, encaminada a producir determinados efectos
jurídicos en cuanto a la distribución de sus bienes después de fallecido.

Unilateral

Para que el testamento sea válido basta con la voluntad del testador, expresada
conforme la ley; no es menester que intervenga la voluntad de otra persona para
la perfección del acto testamentario. El artículo 938 CC prohíbe que dos o más
personas testen simultáneamente. Y el 937 CC prohíbe el contrato de sucesión
recíproca.

Formal y solemne

Por ser el testamento un acto unilateral, se hace necesario establecer unos


requisitos formales que cumplan la función de dejar constancia con el fin que la
decisión del testador sea lo menos dudosa posible en cuanto al otorgamiento del
testamento.

En la voluntad testamentaria se puede otorgar derechos, imponer obligaciones y


cargas a los sucesores, quienes quedan sometidos a las reglas establecidas en el
testamento, forzando al testador a declarar su voluntad de forma solemne. El
formalismo es nota esencial; por ello el artículo 977 determina la nulidad del
testamento otorgado sin la observancia de las formalidades legales.

Los artículos 955, 959, 962, 965, 967, 971, 972, 974, 976 del CC, establecen los
requisitos de forma a cumplir en la celebración y autorización de estos
testamentos. El código de Notariado en sus artículos 29, 42 y 44, enumeran
requisitos de forma a cumplir en la autorización de un testamento.

Personalísimo

El testamento es un acto personalísimo, indelegable, prohibiéndose la intervención


de terceras personas distintas al testador. Esto significa que el testamento debe
otorgarse directa y personalmente por el causante. El artículo 1688 2º. Párrafo del
CC refleja esta característica. El testamento solo puede tener un autor, el propio
testador, sin que pueda delegar o sustituir en otra persona ni ser representado.

Revocable

Cuando se indica que el testamento es un acto de última voluntad, lo que se


quiere indicar es que, en vida del testador, éste puede variar su voluntad a su
criterio, hasta el último momento de su vida. El medio a través del cual se
garantiza esta característica es precisamente la revocabilidad del testamento,
textualmente subrayada por los artículos 935, 982 y 983 del CC. La revocación es
un acto personalísimo; y requiere la capacidad precisa para testar y una voluntad
exenta de vicios.

Se debe subrayar, que aunque el testamento es un acto esencialmente revocable,


no todas las manifestaciones de voluntad contenidas en él lo son. En particular, el
reconocimiento del hijo es irrevocable, así lo ordena el artículo 212 del CC.

CAPACIDAD PARA TESTAR


El testamento como acto de voluntad requiere que su autor posea la aptitud
natural de inteligencia y voluntad, suficiente como para realizar un acto libre y
consiente, ello lo refiere el artículo 934 del CC.

El tiempo en que debe apreciarse la capacidad o la incapacidad del testador es el


momento de otorgar el testamento, tal como lo dispone el artículo 42 del código de
Notariado.

SUJETOS CARENTES DE CAPACIDAD

La incapacidad para testar es excepcional y la reduce el artículo 945 del CC a tres


casos a saber:

1º. El que se halle bajo interdicción.

2º. El sordomudo y el que hubiere perdido el uso de la palabra, cuando no pueda


darse a entender por escrito.

3º. El que sin estar bajo interdicción no gozare de sus facultades intelectuales y
volitivas, por cualquier causa, al momento de testar.

Estas causales de incapacidad guardan relación con los artículos 9, 10, y 13 CC.

Del estudio de esta norma se deduce la concurrencia de determinadas


condicionantes o requisitos habilitantes para poder testar por ejemplo:

La capacidad de obrar (mayoría de edad)

Cabal juicio: No puede otorgar testamento el que se encuentra habitual o


accidentalmente privado de cabal juicio (carencia de capacidad natural de
entender y querer)

Sujetos imposibilitados para testar: artículo 960 impide otorgar testamento cerrado
a los ciegos y a los que no sepan o no puedan leer.

APRECIACION Y CONSTANCIA DE LA CAPACIDAD

El notario autorizante, en los testamentos notariales, tienen el deber de cerciorarse


del estado de capacidad natural del testador, como se desprende del artículo 42
del Código de Notariado. El juicio favorable de capacidad emitido por un notario,
viene a reforzar la general presunción de capacidad. Esta apreciación se extiende
tanto a la edad necesaria para testar como al hecho de hallarse el testador en su
cabal juicio, en el momento de su otorgamiento.

En los testamentos notariales, el notario autorizante tiene el deber de hacer


constar por escrito el juicio favorable de capacidad que le merece el testador. Esta
declaración se incorpora al instrumento público en el testamento abierto, o el acta
que se facciona en la cubierta que contiene la plica del testamento cerrado. Este
deber genera una formalidad, correspondiente al deber material de aseguramiento
sobre la capacidad real del testador.

LA VOLUNTAD TESTAMENTARIA Y SUS VICIOS

VOLUNTAD TESTAMENTARIA

La atribución de este poder al testador tiene su razón de ser en que la ley


considera preferente el respeto de la voluntad dentro de los límites que la propia
ley establece. Debiéndose plasmar solemnemente esa voluntad sucesoria, la ley
tiene especial preocupación porque la voluntad del testador se forme y se exprese
libremente, sin vicios ni interferencias.

Por poder afectar siempre a terceros (los sucesores o los privados de expectativas
sucesorias), preocupa a la ley asegurarse de que el testador no actúa bajo la
influencia de los posibles futuros interesados. Quiere la ley que la voluntad del
testador se forme consiente y libremente, velando para evitar maniobras de
terceros, posibles y futuros interesados en la sucesión o no. En consecuencia, se
intenta impedir la presencia de vicios en la voluntad testamentaria.

REGULACIÓN EN EL CODIGO CIVIL GUATEMALTECO

En cuanto a la regulación legal de los vicios de la voluntad testamentaria en el


Código Civil, el legislador solo prestó particular atención a aquellos que implican
una particular injerencia o restricción externa a la libertad del testador. Así, el
artículo 978 considera anulable el testamento otorgado con violencia, dolo o
fraude.

El artículo 977 proporciona el fundamento para considerar nulos los testamentos


que carezcan de los requisitos que se desprenden de su propia naturaleza y
estructura.

En cuanto al error como vicio de la voluntad testamentaria, es de tomar en cuenta


lo regulado en el artículo 946 CC.

El error atenta contra la formación de la voluntad a la declaración sin provocación


a un tercero, pues error es la discordancia entre la idea y la realidad. Se entiende
por error la falsa representación de la realidad, incluida la mera ignorancia que
induce determinadamente al testador a efectuar cierta disposición.

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