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Adicción

Se llama adicción del latín addictus1​a una enfermedad crónica y recurrente del cerebro que se
caracteriza por una búsqueda patológica de la recompensa o alivio a través del uso de una
sustancia u otras acciones. Esto implica una incapacidad de controlar la conducta, dificultad
para la abstinencia permanente, deseo imperioso de consumo, disminución del reconocimiento
de los problemas significativos causados por la propia conducta y en las relaciones
interpersonales, así como una respuesta emocional disfuncional.2​El resultado es una
disminución en la calidad de vida del afectado, generando problemas en su trabajo, en sus
actividades académicas, en sus relaciones sociales o en sus relaciones familiares o de pareja.
La neurociencia actualmente considera que la adicción a sustancias y a comportamientos
comparten las mismas bases neurobiológicas.
Además del consumo de sustancias psicoactivas, existen adicciones a procesos, como la
adicción al sexo, la adicción al juego (ludopatía), la adicción a la pornografía, la adicción a la
televisión, la adicción al deporte, la adicción a las nuevas tecnologías (tecnofilia), la adicción al
azúcar, la adicción al teléfono celular o móvil3​(nomofobia), la adicción al trabajo (trabajolismo) y
la adicción a Interne

Historia[editar]
El uso de sustancias con características psicoactivas ha acompañado a la humanidad desde los
albores de la civilización.8​Se piensa que los antiguos primates antecesores del hombre tenían
un gusto por las frutas sobremaduradas, que presentaban cierta cantidad de azúcares
fermentados a alcohol etílico. La ingesta de dichos frutos implicaba una ventaja adaptativa, ya
que eran ricos en azúcares en comparación con los frutos menos maduros. Esto pudo haber
seleccionado evolutivamente el gusto por las bebidas alcohólicas.9​

Adicción a sustancias[editar]
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Este aviso fue puesto el 17 de febrero


de 2016.

La adicción a sustancias es un padecimiento crónico, recurrente, progresivo y en ocasiones


mortal que se caracteriza por la búsqueda y el consumo compulsivo de drogas o fármacos
(medicamentos de prescripción médica),10​a pesar de sus consecuencias nocivas. Se considera
una enfermedad del cerebro porque las sustancias psicoactivas y las conductas compulsivas
modifican la estructura y funcionamiento de ciertas áreas de este órgano.11​Implica una
dependencia de una sustancia, actividad o relación debido a trastornos que esta causa en los
circuitos de recompensa, motivación y memoria (véase núcleo accumbens) de la persona
afectada.[cita requerida]. Las principales sustancias que provocan adicción son el alcohol, el THC, los
alucinógenos, los inhalantes, los distintos opiáceos, los sedantes, los ansiolíticos, los
estimulantes y el tabaco.
La adicción a sustancias viene determinada en gran medida por el abuso de estas. El abuso se
define como un consumo problemático que puede tener consecuencias adversas cuando se
superan ciertas actividades o se tienen algunas características personales.
Está conformada por los deseos que consumen los pensamientos y comportamientos (síndrome
de abstinencia) de la persona, y estos actúan en aquellas actividades diseñadas para conseguir
la sensación o efecto deseado y para comprometerse en la actividad deseada (comportamientos
adictivos). A diferencia de los simples hábitos o de las influencias consumistas, las adicciones
son «dependencias»[cita requerida] que traen consigo graves consecuencias. Estas consecuencias
afectan negativamente la vida personal y social del individuo y su salud (física y mental),
además de que limitan la capacidad de funcionar de manera efectiva. Es adicta la persona que
cree que no puede vivir sin el objeto de su adicción, por lo cual lo busca de forma permanente y
compulsiva.
El adicto no controla su adicción, sino que vive en función de ésta: este es el eje y el
condicionante de toda su rutina; si trata de salir repentinamente de esta rutina, se ve afectado
por problemas de ansiedad y, por lo general, vuelve a caer en el consumo de su adicción,
aunque puede dejar de ser adicto después de pasar por una fase comúnmente llamada «mono»
o síndrome del pavo frío.[cita requerida]
Para que podamos considerar una conducta como una adicción tenemos que evaluar la
situación con los siguientes criterios:
1. Consumo con frecuencia.
2. Deseo continuo de abandonar el consumo.
3. Se invierte mucho tiempo en las actividades necesarias para conseguir, consumir
o recuperarse de los efectos del consumo.
4. Continuo y fuerte deseo de consumir.
5. Consumo recurrente.
6. Abandono o reducción de actividades sociales, laborales u ociosas.
7. A pesar de tener problemas físicos o psicológicos, se continua con el consumo.
8. Tolerancia. Son necesarias cada vez mayores dosis para alcanzar el efecto
deseado.
9. Abstinencia.
En función de la cantidad de estos criterios que estén presentes en el sujeto, podemos clasificar
el trastorno en leve, moderado o grave. El trastorno leve será diagnosticado cuando estén
presentes 2 o 3 criterios. El trastorno moderado, cuando haya 4 o 5 criterios diagnósticos en el
sujeto. Y finalmente, el trastorno grave se presenta con más de 6 criterios. 12​

Abstinencia[editar]
Artículo principal: Síndrome de abstinencia

La abstinencia es la reacción del cuerpo al ser privado de una sustancia adictiva de la que se ha
vuelto dependiente y tolerante.[cita requerida] Sin la sustancia, las funciones del organismo que
dependían de ésta se alteran. Las consecuencias de este síndrome son: Desequilibrios
químicos y hormonales y un nivel de estrés psicológico.

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