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Ramón Bayés
Universidad Autónoma de Barcelona
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mo las de los entrañables compañeros amenazas y recursos, modulada por el do la dimensión preventiva del su-
que me acompañan en esta singladura estado de ánimo (Arranz, Barbero, Ba- frimiento que nos propone la
(Pilar Arranz, Pilar Barreto y Javier rreto y Bayés, 2004, Bayés, 2006). OMS. La OMS define el Cuidado
Barbero), durante el par de décadas que Cuanto más amenazadora nos parezca Paliativo como <el enfoque que
viajamos juntos en busca de aventuras y una situación y cuanto menos control mejora la calidad de vida de pa-
conocimiento por los desconocidos ma- creamos tener sobre ella, mayor será el cientes y familias que se enfrentan
res de la proximidad de la muerte. sufrimiento que experimentaremos. a problemas asociados con enfer-
En la atención integral al enfermo – él, Los cuidados paliativos nacen en Es- medades amenazantes para la vi-
y no la enfermedad, constituye el nú- paña en los años ochenta en los hospita- da, a través de la prevención y
cleo de todo el sistema de salud -, el te- les Marqués de Valdecilla de Santander, alivio del sufrimiento, por medio
ma del sufrimiento es capital. “Tal vez Santa Creu de Vic (Barcelona), Creu de la identificación temprana e im-
podamos llegar a establecer – suele se- Roja de Lérida y El Sabinal de Las Pal- pecable evaluación y tratamiento
ñalar Javier Barbero – una red de hos- mas de Gran Canaria. El primer Con- del dolor y otros problemas físi-
pitales sin dolor; no cabe siquiera greso de Cuidados Paliativos tiene lugar cos, psicológicos y espirituales>.
pensar en el proyecto de un solo hospi- en España, en 1989, en Vic. Varios son El trabajo preventivo psicológico
tal sin sufrimiento”. Muchos han sido los factores que, en nuestra pequeña, li- se realiza precisamente porque no
los autores, aparte de los ya citados, que mitada y personal historia como psicó- se pretende psicopatologizar el su-
nos han ayudado, desde un punto de logos de cuidados paliativos, han frimiento”.
vista académico, a entender el sufri- atraído nuestra atención. Me gustaría En España mueren cada año 380.000
miento: Chapman y Gravin, Diego Gra- destacar algunos de ellos: personas. Tú, lector, y yo mismo; y el
cia, Laín Entralgo, Lazarus y Folkman, a) La necesidad de entrenamiento de presidente del gobierno, el ministro de
Loeser y Melzack, Jerome Frank, Vik- los profesionales sanitarios en es-
tor Frankl, Kabat-Zinn, etc. trategias de counselling, defendida PUBLICIDAD
Desde el punto de vista existencial, el con entusiasmo desde primera hora
curso natural de nuestras vidas ha com- por Pilar Arranz en un artículo pio- REVISTA DE
pletado la obra. No sólo hemos aprendi- nero (Arranz, 1992), en el que ex-
do a definir y evaluar, aunque sea de pone por primera vez en nuestro PSICOLOGÍA DEL DEPORTE
forma provisional y mejorable, el sufri- país, con detalle y claridad, el rol
miento, sino que, a través de pérdidas del psicólogo en las unidades de
personales de todo tipo, “sabemos” qué cuidados paliativos.
es el sufrimiento. Aunque se trate de b) La elaboración de un modelo de su-
una difícil tarea, desearía compartir con frimiento, como primer paso para
vosotros, lectores, colegas, amigos, poder diseñar instrumentos capaces
unas pocas ideas, trabajos y sentimien- de evaluar la eficacia de las inter-
tos, que sin duda han recibido la in- venciones en las unidades de cuida-
fluencia y las aportaciones de otros dos paliativos (Bayés, Arranz, Co-editada por:
Universitat de les Illes Balears
muchos compañeros: Manel Dionis, Barbero y Barreto, 1996). Universitat Autónoma de Barcelona
Marta, Dolors, Quim, Carmen, Carola, c) La reivindicación ética y absoluta-
Cristina, Jorge, Estrella, Mariant, To- mente necesaria de la figura del Fundada en 1992 por la Federación
Española de Asociaciones de Psicología
más y, afortunadamente, un largo, casi psicólogo, mencionado pero mi- del Deporte
interminable, etcétera. nusvalorado por la Estrategia de
Servei de Publicacions. Cas Jai.
Desde el punto de vista académico, Cuidados Paliativos del Ministerio
Universitat de les Illes Balears
podemos definir el sufrimiento como la de Sanidad y Consumo (2007) da- Carretera de Valldemossa, Km. 7,5
consecuencia, dinámica y cambiante, de da a conocer recientemente. Señala 07122. Palma ( Illes Balears)
Telf.: 971 17 25 72 • Fax: 971 17 31 90
la interacción entre la percepción de Barbero (2008): “Se está perdien-
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EN PORTADA
Sanidad, los jefes de los servicios hos- - nos parezca increíble, también vamos dando, dentro de nosotros? ¿Cómo de-
pitalarios, los entusiastas de la investi- a morir. El problema no es si nos gusta- searíamos que murieran nuestros pa-
gación genómica y las enfermeras, ría, sino cómo nos gustaría morir. ¿Có- dres, nuestras parejas, nuestros abuelos,
aunque a todos en nuestro interior – co- mo quisiéramos que fuese nuestra nuestros hermanos, nuestros hijos? La
mo al Iván Yllich del cuento de Tolstoy vejez, que está ahí, agazapada, aguar- muerte forma parte de la vida. Una vida
sin pérdidas es inconcebible. Los psicó-
REFERENCIAS
Arranz, P. (1992). Papel del psicólogo en los cuidados paliativos del enfermo no curable. Boletín In- logos podemos ayudar a prevenir y ali-
formativo de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos, nº 1, 4-7. viar el sufrimiento.
Arranz, P., Barbero, J., Barreto, P. y Bayés, R. (2004). Intervención emocional en cuidados paliativos.
Modelo y protocolos (2ª ed.). Barcelona: Ariel. Estamos en momentos de cambio.
Barbero, J. (2008) Psicólogos en cuidados paliativos: La sinrazón de un olvido. Psicooncología, 5 (1), “Los tiempos – como lleva cantando
179-191.
Bayés, R. (2006). Afrontando la vida, esperando la muerte. Madrid: Alianza. desde hace años Bob Dyland- están
Bayés, R., Arranz, P., Barbero, J. y Barreto, P. (1996). Propuesta de un modelo integral para una inter- cambiando”. Pero aunque esto sea cier-
vención terapéutica paliativa. Medicina Paliativa, 3, 114-121.
Callahan, D. (2000). Death and the research imperative. The New England Journal of Medicine, 342,
to, tal vez no lo hagan con la suficiente
654-656. rapidez:
Cassell, E.J. (1982). The nature of suffering and the goals of medicine. The New England Journal of
¿Cuantas veces un hombre habrá de
Medicine, 306, 639-645.
Hastings Center (1996). Goals of medicine:setting new priorities. Traducción 2005: Los fines de la levantar la vista para poder ver el
medicina (www.fundaciongrifols.org).
cielo?
Lilly, C.M., y Daly, B.J. (2007). The healing power of listening in the ICU. The New England Journal
of Medicine, 356 (5), 513-5. ¿Cuántos oídos deberá un hombre
Ministerio de Sanidad y Consumo (2007). Estrategia en cuidados paliativos del Sistema Nacional de tener para escuchar al pueblo llorar?
Salud. Madrid.
Peabody, F.W. (1927). The care of the patient. The Journal of the American Medical Association, 88, ¿Cuántas muertes habrán de ocurrir
877-882. para que sepa que son ya demasiadas?
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