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PERDIDA DE BIODIVERSIDAD
La desertificación se asocia a la pérdida de biodiversidad y contribuye al cambio global del
clima con la pérdida de capacidad de captación de carbono y un aumento en el albedo de
superficie.
La diversidad de la especies de plantas brinda su apoyo tanto al tanto al ganado y como a
la vida silvestre. Todas las plantas sostienen la producción primaria que proporciona en
última instancia el alimento, las fibras y la leña y que capta el carbono, regulando de esta
manera el clima global. La excesiva explotación de la vegetación conduce a pérdidas en la
producción primaria y por lo tanto también a una reducida captación de carbono. El
trastorno de los servicios interrelacionados proporcionados conjuntamente por
la biodiversidad de plantas de las tierras secas es un disparador clave de la desertificación
y de sus varias manifestaciones, incluyendo la pérdida de hábitat para la biodiversidad
EMISION DE GASES DE EFECTO INVERNADERO
La pérdida de suelo fértil causada por la erosión, aporta a la atmósfera la octava parte del
dióxido de carbono (CO2) que provoca el efecto invernadero.
son gases presentes de forma natural en la atmósfera. Absorben algunos de los rayos del
sol y luego los redistribuyen en forma de radiación. Su creciente concentración en la
atmósfera, debido a las actividades humanas, contribuye al calentamiento global. Como su
nombre lo indica, estos gases son la principal causa del efecto invernadero.
Vapor de agua (H2O);
Dióxido de carbono (CO2);
Metano (CH4);
Óxido nitroso (N2O);
Ozono (O3).
Cuanto mayor sea el cambio climático, más se verá amenazado el equilibrio de nuestros
ecosistemas. Así, un aumento de la temperatura media terrestre de más de 1,5°C conduciría
a fenómenos climáticos extremos que tendrían un impacto directo en fenómenos como:
En la actualidad una de cada nueve personas en el mundo está subalimentada —un total de 815
millones de personas—. La previsión es que esa cifra alcance los dos mil millones de personas en
el año 2050 si no se toman medidas. Pero ¿cómo hemos llegado a esta situación? Las causas son
múltiples, pero a continuación repasamos las principales:
-Escasez de agua
-Contaminación atmosférica
-Cambio climático
-Explosión demográfica
La biodiversidad es esencial para la recuperación del planeta y a la humanidad, hay que pensar
en una sola salud: la salud humana, la salud ambiental y la salud animal; y hay que reconocer
que todos dependemos de un planeta saludable.
Actualmente, las investigaciones sugieren que la destrucción de los ecosistemas ha coincidido con
un fuerte aumento de enfermedades zoonóticas. Ello es así porque la biodiversidad tiene un
papel protector frente a los agentes infecciosos.
Los animales no tienen la culpa de las enfermedades zoonóticas. Debemos hallar las causas en
la pérdida de hábitats a gran escala mediante la deforestación, tala y fragmentación de bosques
y selvas, la explotación de los animales a través de su comercio y consumo y la crisis climática. Y
más concretamente, en la destrucción del mundo natural por cambios antropogénicos en el uso
de la tierra y la extracción de recursos naturales debido a la expansión agrícola, la ganadería, la
extracción de madera, la minería, la urbanización del terreno, la construcción de infraestructuras,
monocultivos de semillas transgénicas y el uso de agrotóxicos.
Por otra parte, la actividad del ser humano ha invadido el espacio donde vive la fauna silvestre y
ha juntado a diversas especies a la vez en lugares cada vez más reducidos (cuando en realidad en
el mundo natural estas especies nunca estarían juntas), aumentando el contacto entre personas y
animales que pueden portar los virus y creando caminos para que los microbios de los animales
se adapten al cuerpo del ser humano.
Por tanto, la solución no es eliminar a los animales transmisores de los virus (como ha sucedido
en algunos lugares del planeta), ya que además sería totalmente ineficaz y supondría un nuevo
riesgo de sanidad animal y salud pública, sino que hay que ir a la raíz del problema y poner fin a
las causas que lo han originado.