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La importancia del marketing mix para un negocio

La mayoría de las personas que optan por el emprendimiento tienen que conocer que
sus productos deben diferenciarse de los de la competencia a fin de dar a conocerlos mediante
el networking para mejorar su rentabilidad y tener éxito. Sin embargo, muchos emprendedores
que deciden apostar por un negocio se encuentran con diferentes impedimentos como, por
ejemplo, no tener todos los clientes esperados o que las ventas estén por debajo de sus
estimaciones iniciales. En este sentido, para hacer frente a todos esos obstáculos, hay que
definir estrategias que el profesional de Marketing y Publicidad conoce a la perfección, pero
también se puede implantar el marketing mix. 
Marketing mix o también conocido como las 4P del marketing es una herramienta que puede ser
muy útil en el proceso de creación de una nueva empresa, ya que permitirá configurar una
estructura que posibilite el control de todos los aspectos que rodean a la organización, con el
objetivo de alcanzar las metas planteadas.
Los principales elementos del marketing mix
Tanto el marketing digital como el tradicional tienen que definir los objetivos a seguir para
apoyarse en la herramienta del marketing mix. Por otro lado, estos elementos también son
conocidos como las 4P del marketing: producto, precio, promoción y distribución (placement).
El producto
El producto en marketing mix es el primer elemento y tiene una única función, satisfacer las
necesidades de los clientes. Si no satisface ninguna necesidad el producto no será aceptado en el
mercado. Sin embargo, muchos empresarios cometen el error de ‘enamorarse’ de sus productos y
centrarse en mejorar sus características, así como en resaltar las cualidades, pero si no se hace
un estudio de mercado previo para conocer al consumidor y sus necesidades de nada servirá.
Por otro lado, este producto puede ser tangible o intangible, existiendo la posibilidad de
referirse a objetos, bienes, servicios, personas, lugares u organizaciones. Igualmente se puede
dividir en tres niveles:
Esencial o básico. Hace referencia a qué es lo que realmente compra el cliente, es decir el
beneficio o servicio básico del producto.
Real por su parte puede tener diferentes características como calidad, precio, marca, envase y
etiquetado.
Aumentado. Es mucho más que el beneficio básico y que las características de los productos, se
refiere a aspectos como la garantía, el servicio postventa, el crédito, la entrega o la instalación. 
El precio
El precio en marketing mix es la cantidad de dinero que están dispuestos a pagar los
consumidores por un producto. Antes de fijar dicha cantidad será imprescindible estudiar varios
aspectos como, por ejemplo, el target, el mercado en el que se desarrollará la actividad, los
costes de producción o adquisición y la competencia. Para trabajar con la segunda 4P del
marketing las empresas deberán tener en cuenta las siguientes estrategias:
Fijar un margen de beneficio, es decir, fijar el precio en función de los distintos costes que se
tiene al producir el producto.
Una estrategia de marketing mix centrada en fijar el precio en función a los productos de la
competencia.
Estrategia basada en fijar el precio en función del valor percibido por los clientes. Se suele
emplear cuando el producto tiene prestigio y fama en el mercado.
La promoción
La promoción es otro elemento importante que forma parte de las 4P de marketing. Se entiende
como la forma mediante la cual el vendedor transmite la información necesaria al público
objetivo. Su objetivo es estimular la demanda para el logro de las metas organizacionales.
Además, existen numerosas herramientas de comunicación que las empresas podrán utilizar como
promoción de ventas, publicidad, relaciones públicas, y marketing directo. De hecho, en los
últimos tiempos las redes sociales son un gran aliado de las organizaciones a través de las cuales
lanzan infinidad de promociones.
La distribución o placement
La última variable de las 4P del marketing es la distribución o también conocida como placement.
En este sentido, es plantearse de qué manera la empresa quiere hacer llegar los productos a los
consumidores, es decir, tener en cuenta las actividades necesarias para trasladar el producto a
los puntos de venta. Es fundamental que el producto esté en el tiempo y lugar adecuado para que
el target pueda elegirlo antes que el de la competencia. Por otro lado, dentro del marketing mix
este apartado tiene en cuenta aspectos como el almacenamiento, gestión de inventarios,
transporte o proceso de pedidos.
En definitiva, el marketing mix está adquiriendo nuevos enfoques y adaptaciones de las
tendencias que deben verse desde la perspectiva de la empresa como del consumidor. Por ello, es
importante que los profesionales como el Técnico Superior en Marketing y Publicidad a
distancia conozca en profundidad esta herramienta, así como su aplicación según las
características de la organización o de las necesidades de los clientes, con el objetivo de
alcanzar la meta de adquirir una mejor posición en el mercado con respecto a la competencia.
Control y seguimiento de un plan de marketing

El plan de marketing es fundamental para describir los objetivos que una empresa necesite
alcanzar, así como los estudios de mercado realizados para plantearlos y las estrategias a
implementar. Este documento debe seguir una planificación abierta a cualquier tipo de cambio,
pues el control y seguimiento de un plan de marketing llevará a cabo su supervisión, con el fin de
permitir que continúen aplicándose las vías de actuación originales, o por el contrario, mejorar las
estrategias para lograr con éxito los objetivos planteados.
Para comprobar los resultados que se van produciendo es necesario analizar qué causas han
llevado a dar con la tecla en los aciertos conseguidos hasta el momento, además de detectar a
tiempo los posibles errores de ejecución, con el fin de tomar las medidas de control oportunas y
reconducir el plan de marketing.
El control de un plan de marketing se efectúa mediante tres mecanismos fundamentales: la
aprobación de los métodos de control, la supervisión directa e indirecta y el análisis de la
información para tomar medidas correctoras. De este modo, han de generarse informes
detallados sobre el desarrollo de las actividades a corto, medio y largo plazo, motivando a los
distintos departamentos de la empresa en función del éxito que se va obteniendo y estableciendo
las medidas oportunas para enderezar el plan. Así, este control sirve de estímulo para ir
ajustando el proceso de planificación de forma continua, llevando un seguimiento adecuado.
Lo ideal para que un plan de marketing tenga efectividad es determinar acciones anuales
aplicando un seguimiento mensual. Esta forma de ejecutarlo es la más precisa para pulir todas
aquellas acciones que puedan mejorarse, una vez puestas en marcha, y solucionar cualquier
problema potencial detectado para que no se produzca una desviación sobre los objetivos que
persiga el plan. Ésta es una forma de evitar que los problemas se conviertan en inconvenientes
reales.
Medir los resultados de las acciones implementadas es, por tanto, una labor que debe realizarse
durante el seguimiento de un plan de marketing. Para ello, existen cuatro tipos de control, que a
continuación describimos, propuestos por el economista especializado Philip Kotler.
Tipos de control de un plan de marketing
Control de plan anual: Bajo la responsabilidad de la alta dirección y los mandos intermedios, ha de
examinarse si se han alcanzado los resultados previstos en el plan de marketing, mediante los
análisis financieros, de ventas, cuota de mercado, ratios de venta en campañas de marketing y
nivel de satisfacción de consumidores/as.
Control de rentabilidad: La figura de controlador/a de marketing analiza en qué puntos la
empresa está generando ingresos o pérdidas. Para ello, examina la rentabilidad por producto,
territorio, clientela, segmentos, canal y tamaño de pedido.
Control de eficiencia: Son ejecutivos/as de Línea y Personal, así como quien controla el
marketing, quienes se encargan de mejorar la eficiencia de impacto de los gastos de marketing,
valorando la fuerza de ventas, la publicidad, las promociones y la distribución.
Control estratégico: Este análisis corre a cargo de la alta dirección y la figura de auditor/a de
marketing. Consiste en observar si la empresa persigue sus mejores oportunidades en base a los
mercados, productos y canales. En este control se utilizan instrumentos de valoración de la
eficacia del plan y se realiza una auditoría de marketing, así como las revisiones de la excelencia
del marketing y de la responsabilidad ética y social de la compañía.
Seguimiento sobre objetivos, procedimientos, clientela y KPI’s

El seguimiento de un plan de marketing gira en torno a varios pilares básicos de supervisión.


En primer lugar, cabe destacar el control sobre objetivos, que se debe analizar de manera
mensual y anual, como hemos visto, incluyendo revisiones semestrales. Asimismo, debe
establecerse un control sobre los procedimientos, tanto en la ejecución llevada a cabo en el plano
online como en las acciones offline emprendidas.
Por su parte, los indicadores a tener en cuenta en el seguimiento del plan son la satisfacción y
fidelidad de la clientela, observando el Índice General de Satisfacción (IGS), además de las
encuestas de satisfacción que se le realice, teniendo en cuenta la norma ISO 9001:2000 y la
tasa de retención de dicha clientela.
Otros factores ineludibles en el seguimiento son los informes de métricas y KPI’s (medidor de
desempeño), tales como las visitas al sitio web de la empresa, los e-mails recibidos, el volumen de
seguidores en las redes sociales y el engagement, o grado en el que las personas consumidoras
interactúan con la marca.

¿QUÉ BENEFICIOS OFRECE A TU NEGOCIO?

“La diferencia entre los negocios que tienen éxito y los que fracasan, es que los primeros tienen
un plan, y los segundos no”.
Esta reflexión no puede ser más cierta. Considerando que el marketing se trata de analizar el
mercado y el comportamiento del cliente para garantizar la venta de un producto, el
marketing mix nace de la idea de hacer este concepto mucho más dinámico.
LAS 4 P QUE IMPULSAN TU NEGOCIO
Producto, precio, promoción y plaza o punto de distribución, estos fueron los aspectos que
McCarthy se encargó de resumir como los más relevantes y de donde surge dicha metodología
del marketing mix, a sabiendas de que es imposible hacer una estrategia o planificación obviando
alguno de ellos.
Poner en el foco estos elementos fue un acierto tal, que profesionales y especialistas en la
materia empezaron a enfocar sus técnicas y estructuras de trabajo a cada uno de estos aspectos
desarrollando un proceso de planificación y ejecución aún más directo y efectivo.
EL PRODUCTO: LO QUE TIENES PARA OFRECER
EL PRECIO: LO QUE DETERMINA LA SUPERVIVENCIA DE TU EMPRESA 
PROMOCIÓNALO: COMUNICA, INFORMA Y VENDE
DEFINE TU PLAZA DE LA FORMA CORRECTA
¿Qué preguntas debemos entonces responder cuando planteamos una estrategia de
distribución? Básicamente dónde compran nuestros clientes sus productos frecuentemente, si
compran en centros comerciales, en tiendas particulares, o si prefieren la compra online, y cómo
acceden a los diferentes canales de distribución. Todo esto va a determinar cuál va a ser esa
plaza ideal que se va a elegir para distribuir el producto o servicio.
EL MARKETING MIX TIENE UNAS “NUEVAS” 4P EN EL MUNDO DIGITAL
El marketing, aunque no deja se centrarse en sus fundamentos, se innova constantemente, es
imposible no hacerlo con las nuevas tendencias y herramientas que nos llenan de múltiples
posibilidades cada día.
Por ello, hoy en día se podría hablar del surgimiento de nuevas “Pes” que el ámbito online nos
permite experimentar y que ciertamente se abren campo para llevar las estrategias de
marketing mucho más allá.
¿CUÁLES SON ESAS NUEVAS 4 P’S?
Personalización: Cada día las páginas o sitios web que visitamos nos sorprenden más porque nos
muestran landing pages, sitios o productos que son de nuestro gusto o que simplemente se
parecen a nosotros. Es decir, que nuestras experiencias en la red son segmentadas, por lo que es
posible realizar una publicidad a partir de las recomendaciones de productos.
Participación:  Aquí el mayor reconocimiento es para las redes sociales, en las que, no solo
podemos crear una comunidad y brindarles contenidos de valor que aporten, eduquen y
entretengan, sino que podemos crear puentes de comunicación y participación de nuestros
clientes como nunca antes se imaginó.Hoy en día, grandes campañas, logotipos, colores
que identifican una marca, y hasta nuevos productos, han surgido gracias al ingenio y
la participación de los consumidores que se han sentido atendidos y fidelizados por una marca
que simplemente se atrevió a preguntarles qué quieren o qué necesitan.
Peer to peer: Vamos a hacernos una pregunta sencilla: ¿En quién confiaría más un consumidor, en
un anuncio en la TV que dice que compres un producto o en un amigo que le cuenta que su
experiencia fue nefasta? ¿Creen que igualmente lo va a ir a comprar? Pues estamos casi seguros
de que no será así.Esto es el peer to peer o el boca a boca, por eso es importante que tu cliente
comparta opiniones y contenido que hable de tu producto, para que llegue también a sus amigos y
se cree un sistema de recomendación que sea infalible.
Predicciones: Esta es una herramienta que se está usando con frecuencia y que ha arrojado
diversos casos de éxito. Monitorizar y seguir de cerca el comportamiento de tus
consumidores te permitirá generar acciones y técnicas para que des en el blanco. Saber dónde
navega, qué compra, cómo lo compra, con quién habla, y más, te dirá por dónde irán orientadas
esas estrategias para que te conozca, te quiera y te compre.
En conclusión, lo beneficios de realizar estrategias fundamentadas en el marketing mix nos
permitirán ejercer las acciones concretas y efectivas que se necesitan para que nuestra empresa
tenga éxito. Si conoces a tu público ideal sabrás lo que va a necesitar, qué precio está acorde
a su necesidad, cómo promocionarlo y dónde situarlo en el mercado para que lo compre.

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