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DEL DESARROLLO
ALBERT WATERSTON *
I. E L E N F O Q U E CONVENCIONAL D E L A P L A N I F I C A C I Ó N
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340 D E M O G R A F Í A Y ECONOMÍA I I I :3, 1969
2. La planificación convencional
E n s u l i b r o sobre la planificación del desarrollo, el p r o f e s o r
W . A r t h u r L e w i s aconseja a l o s países que planifican s u d e s a r r o l l o
económico la adopción de t r e s clases de planes: "Debe haber u n plan
per capita al 1.7; según el Banco Mundial (ibid.), las tasas de crecimiento del PIB
bajaron del 4.9% en 1950-60 al 4.7% en 1960-66, y del 1.9% per capita al 1.7.
Según las Naciones Unidas (ibid.), las tasas de crecimiento del PIB en el
Asia meridional y sudoriental disminuyeron del 4.2 % en 1955-60 al 3.5 en 1960-65, y
del 2.0% per capita al 1.2; según el Banco Mundial (ibid.), las tasas de crecimien-
to del PIB en el Asia meridional descendieron del 3.6% en 1950-60 al 3.4 en 1960-66, y
del 1.7 % per capita al 0.5.
4 Véase James H. Weaver y Leroy Jones, "International Distribution of In-
come: 1950-1964", Journal of Economic Issues (de próxima aparición). ,
5 Véase, por ejemplo, P. T. Bauer, "Dissent on Development", Scottish Journal
of Política! Economy, Vol. X V I , Núm. 1, febrero, 1969, Universidad de Glasgow,
Gran Bretaña, pp. 75-94; Gerald Sirkin, The Visible Hand: The Fundamentáis of
Economic Planning, Nueva York, McGraw-Hill Book Company, 1968; y John Jewkes,
The New Ordeal by Planning: The Experience of the Forties and Sixties, Londres,
Macmillan, 1968.
6 No se trata de personal de segundo orden, sino de verdadero valer. Basta
visitar las oficinas centrales de planificación en casi cualquier parte del mundo
menos desarrollado para escuchar esa réplica.
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anual, u n plan a plazo medio y u n plan de perspectiva a l a r g o . p l a z o " .
Jan T i n b e r g e n , en s u obra sobre la planificación del desarrollo, t a m b i é n
recomienda que l o s países en desarrollo preparen planes a plazo l a r g o
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y medio, así como planes anuales. Quizá s e r í a exagerado s u g e r i r que
hay u n consenso entre l o s especialistas en planificación acerca de l a
manera exacta de abordar la planeación del desarrollo. Pero basándose
en l o que se ha escrito sobre ese tema, es razonable m a n i f e s t a r q u e
casi todos l o s especialistas coinciden en que el desarrollo nacional
exige la preparación de l a s t r e s clases de planes que L e w i s y T i n b e r g e n
recomiendan.
A l igual que la m a y o r í a de l o s que escriben sobre la planificación
del desarrollo, estos autores sugieren que el proceso debe i n i c i a r s e
con u n plan a largo plazo que r e f l e j e una evaluación de las perspec-
tivas de desarrollo de u n país en u n período de quince a veinte a ñ o s .
E l d e s a r r o l l o requiere tiempo, y por esa razón, arguyen ellos, l a f o r m u -
lación de metas a largo plazo es fundamental para asegurar que l a s
decisiones en materia de desarrollo sean compatibles con l o s obje-
t i v o s , necesidades y posibilidades a largo plazo. S e recomienda a l o s
planificadores la preparación de planes de largo alcance por c o n s i d e r a r
que constituyen u n i n s t r u m e n t o adecuado para el estudio s i s t e m á t i c o
de l o s costos f u t u r o s y otras repercusiones de las decisiones en mate-
r i a de i n v e r s i ó n . T a m b i é n se recomiendan porque proporcionan o r i e n -
tación a l o s planificadores y demás personal encargado de la adopción
de esas decisiones, al indicarles l o s atascamientos que se p r o d u c i r á n
según l a economía vaya creciendo, a menos que se tomen medidas
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preventivas con la antelación necesaria.
L o s especialistas en planificación recomiendan a s i m i s m o que, u n a
vez preparado u n plan a largo plazo, se proceda a la f o r m u l a c i ó n de
uno a plazo medio. É s t e suele abarcar de t r e s a siete años, pero puede
extenderse hasta diez años. P o r ejemplo, T a i l a n d i a ha tenido u n p l a n
de s e i s a ñ o s ; I r á n , uno de siete a ñ o s ; Indonesia, uno de ocho a ñ o s ;
L i b e r i a , u n o de nueve años, y Chile, uno de diez años. N o obstante, e l
plan quinquenal es el que goza de más popularidad. L o s planes a plazo
medio s o n más detallados que l o s planes a largo plazo, o de perspec-
tiva. S o n l o s planes a l o s que dedican l o s planificadores, por l o general,
la m a y o r parte de s u tiempo. S u preparación puede tomar entre dieci-
ocho meses y t r e s , cuatro y aun cinco años.
P o r ú l t i m o , existe el plan anual. L a naturaleza y la orientación de
un-plan de esta índole se determinan en función del plan a plazo medio,
y l a s de este ú l t i m o están regidas p o r el plan de largo alcance. E l plan
anual es esencial para una buena planificación porque proporciona
l o s medios necesarios para el funcionamiento de l o s planes a plazo
mediano. E n realidad, en l o s países socializados, que necesitan l o s
planes anuales tanto como l o s países de economía m i x t a planificada,
éstos se conocen como planes operacionales.
P u e s t o que es u n hecho que casi toda la l i t e r a t u r a sobre la planifica-
ción del desarrollo, así como la mayor parte del tiempo e interés de
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Development Píanning. The Essentials of Economic Policy, Nueva York,
Harper and Row, 1966, p. 150. (Hay traducción del F. C. E., México, 1968.)
« Development Planning, Londres, World University Library, 1967, pp. 52-53.
9 Lewis, op. cit., p. 150.
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3. Defectos metodológicos
N o obstante, es preciso tener presente que en la preparación de
planes en países de bajos ingresos l o s planificadores u t i l i z a n i n s t r u -
mentos que, en gran medida, han sido confeccionados en l o s países
más adelantados y con m i r a s a s u u t i l i z a c i ó n en esos países. L a expe-
riencia suscita ciertas dudas respecto a la utilidad de esta " t r a n s f e r e n -
cia de tecnología". P o r ejemplo, la aplicación en países m e n o s des-
arrollados, en que la economía de subsistencia desempeña u n papel
importante, de l o s conceptos, categorías y políticas de precios u t i l i z a -
dos en u n sistema de cuentas nacionales elaborado para países indus-
trializados puede dar lugar a conclusiones erróneas o inexactas. Debido
a que la d i s t r i b u c i ó n del ingreso es m u y desigual, en l o s países pobres
el ingreso per oapita es u n dato mucho menos significativo que en l o s
más adelantados, en que l o s ingresos están d i s t r i b u i d o s de manera más
igualitaria. E l incremento del ingreso per oapita también constituye
u n elemento menos eficiente para m e d i r el progreso en l o s países
pobres que en l o s más desarrollados, ya que no toma en cuenta l o s
cambios institucionales que s o n indispensables para s a l i r de l a etapa
del sub des a r r o l l o . Tampoco hay pruebas de que el empleo de tiempo,
dinero y esfuerzos en la preparación de enormes cuadros de i n s u m o -
producto constituya para l o s países de bajos ingresos una i n v e r s i ó n
de recursos financieros y técnicos escasos que sea s i q u i e r a remota-
mente tan ú t i l como en el caso de l a s naciones más adelantadas. Y es
dudoso que l o s modelos de planificación utilizados para elaborar pla-
nes de desarrollo a plazo medio en l o s países de bajos ingresos hayan
contribuido mucho a s u desarrollo.
E n l o s ú l t i m o s años se han logrado avances importantes en l o que
se refiere a l a s técnicas de planificación. Ahora bien, la mayor parte
de l o s modelos que se utilizan realmente en l o s países de bajos ingre-
s o s en relación con l o s planes a mediano plazo suponen una s i m p l i f i c a -
ción tan excesiva de la realidad que a menudo proporcionan ideas
erróneas. Como ha señalado Paul Streeten, es posible que l o s resulta-
dos sean elegantes y atractivos desde u n punto de v i s t a técnico, pero
carecen de órganos vitales. P o r ejemplo, a pesar de que l a esencia del
desarrollo es el d i n a m i s m o , l o s modelos a menudo parten del supuesto
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4. La insuficiencia de datos
N o obstante, la elaboración de u n modelo que refleje en f o r m a ade-
cuada aun la economía de u n país pequeño de bajos ingresos y l a s
fuerzas más importantes que determinan s u desarrollo, exigiría, por l o
general, el empleo de técnicas mucho más complicadas que las aplica-
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bles, en la práctica, en la mayor parte de l o s países de bajos i n g r e s o s .
P o r o t r a parte, se s e n t i r í a en f o r m a mucho más pronunciada la i n s u f i -
ciencia de datos que dificulta la planificación, aun en el caso de l o s
modelos más sencillos. T o d o el que ha trabajado en ese campo sabe
que, por l o general, en l o s países de bajos ingresos l o s datos estadía
ticos no son confiables o sencillamente no existen. N o es sólo que
las relaciones increméntales de capital-producto a menudo sean poco
más que conjeturas, s i n o también que l o s datos básicos relativos a la
población, el crecimiento demográfico, la producción y el ingreso na-
cional, así como muchos de l o s componentes de este ú l t i m o , o bien
son de dudosa exactitud o no existen.
Debido a la insuficiencia de datos, r e s u l t a d i f í c i l la planificación,
tanto desde u n punto de v i s t a cualitativo como cuantitativo, pero el
a) La inestabilidad política
L o s acontecimientos de l o s ú l t i m o s diez años ponen claramente
de m a n i f i e s t o que la inestabilidad política es la n o r m a en l o s países de
bajos ingresos. Durante ese período, ha habido por l o menos 56 golpes
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de estado en l o s países menos d e s a r r o l l a d o s . L a s repercusiones de
estos cambios sobre la planificación pueden apreciarse m e j o r s i recor-
damos que l o s gobiernos r a r a vez siguen adelante con l o s planes de
desarrollo a plazo medio o largo de s u s predecesores. Y aun cuando
no haya cambios en l o s niveles superiores de u n gobierno, la inesta-
bilidad política puede i m p e d i r la ejecución de tales planes. P o r ejem-
plo, ésa era la situación en el P e r ú antes del golpe m i l i t a r de 1968, ya
que hubo s e i s gabinetes durante l o s cinco años que el presidente B e -
laúnde T e r r y estuvo en el poder; y l o m i s m o sucede en N i g e r i a , donde
la contienda c i v i l alcanza proporciones que entorpecen el funciona-
m i e n t o ordenado del gobierno.
b ) La incertidumbre económica
L a excesiva incertidumbre económica afecta también la preparación
y ejecución de planes de d e s a r r o l l o en l o s países de bajos i n g r e s o s .
E n países como B r a s i l , Chile, Ghana, Indonesia y S i e r r a Leona, e n t r e
o t r o s , en que la inflación o la estabilización de la balanza de pagos
es u n motivo de preocupación, l o s dirigentes políticos y las autoridades
conceden invariablemente mayor p r i o r i d a d a l o s problemas m á s i n
mediatos que a l o s planes de d e s a r r o l l o a plazo largo. E l descenso
inesperado del monto de la ayuda y l o s préstamos e x t r a n j e r o s e i n t e r
nacionales también han dificultado en algunos países la ejecución
de planes a plazo medio. Debido a considerables fluctuaciones de l o s
precios de l o s productos p r i m a r i o s de exportación, l o s ingresos en d i v i
sas a veces son i n f e r i o r e s al n i v e l p r e v i s t o , razón por la cual a algunos
países les r e s u l t a d i f í c i l o i m p o s i b l e alcanzar las metas de i n v e r s i ó n
establecidas.
d) El factor administrativo
P o r ú l t i m o , es preciso tener en cuenta que la planificación conven
cional parte del supuesto de que se contará con una estructura admi
n i s t r a t i v a satisfactoria y con personal especializado, elementos ambos
que no existen en la mayoría de l o s países de bajos ingresos. E n s u
mayor parte, a l o s países pobres les r e s u l t a i m p o s i b l e emplear l o s
procedimientos de formulación de l a s t r e s clases de planes que s o n
indispensables para la planificación convencional. E n l o s casos en
que se preparan planes a largo plazo, suelen s e r r u d i m e n t a r i o s y, p o r
lo general, existen apenas en f o r m a inédita. L o s países que f o r m u l a n
planes anuales con regularidad son la excepción y no la regla. A s i m i s
mo, s o n pocos l o s países en que l o s planificadores han logrado pre
parar u n plan a plazo medio aplicando tanto el procedimiento de
"planificación desde a r r i b a " como el de "planificación desde abajo".
E n la mayoría de l o s casos, l o s planes a plazo medio se preparan me
diante la aplicación del p r i m e r o y no del segundo, debido a que la
información sobre proyectos y sectores que es preciso obtener de l o s
m i n i s t e r i o s , departamentos y organismos técnicos para la "planifica
ción desde abajo" o bien no existe o es tan deficiente que r e s u l t a , en
gran medida, inaceptable para una planificación realista. E n definitiva,
la mayor parte de l o s planes en l o s países de bajos ingresos se pre-
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6. La planificación en la práctica
L a inestabilidad política, la incertidumbre económica, la aceptación
f o r m a l i s t a de l o s planes y l o s problemas a d m i n i s t r a t i v o s son factores
todos que explican, en gran parte, p o r qué ha sido posible que des-
cendieran l a s tasas de crecimiento de países con poca experiencia en
materia de planificación, m i e n t r a s mejoraban las técnicas respectivas.
P o r consiguiente, no es irrazonable preguntarse s i el método conven-
cional de planificación, tal como se aplica a estos países, no debería
s e r objeto de una r e v i s i ó n .
E n realidad, debido a la inestabilidad y la incertidumbre de l o s
ú l t i m o s años, lo m i s m o podría decirse respecto de países que t i e n e n
considerable experiencia en actividades de planificación. P o r ejemplo,
países con bastante práctica en la planeación del desarrollo han tenido
que abandonar s u s planes a plazo medio, al r e s u l t a r l e s i m p o s i b l e
r e s o l v e r l o s problemas dentro del marco de l o s m i s m o s debido a cir-
cunstancias i m p r e v i s t a s . T r a s dos guerras y dos períodos de sequía
en t r e s años, la I n d i a tuvo que postergar s u Cuarto Plan Quinque-
nal de 1965-1969 y r e c u r r i r , entretanto, a planes anuales. P o r considerar
que el r i t m o de s u economía se estaba acelerando demasiado, el Japón
p r i m e r o abandonó s u plan decenal de 1961-1970, y p o s t e r i o r m e n t e el
plan quinquenal de 1964-1968 con que lo había s u s t i t u i d o . A pesar de
que l a s directrices para el plan quinquenal de la U R S S de 1966-1970
f u e r o n aprobadas en 1966, dicho plan nunca llegó a adoptarse; en
cambio, en diciembre de cada año se anuncian metas para el año
siguiente. Aunque no se han dado a conocer las razones a que obedece
esa actuación, es posible que se deba, por lo menos en parte, a que el
nuevo sistema parcialmente descentralizado de ejecución del plan dio
lugar a elementos de incertidumbre que no pueden abordarse con efi-
cacia dentro del marco del plan quinquenal. Cuando el gobierno yugos-
lavo presentó al Parlamento s u plan septenal de 1964-1970, éste r e h u s ó
aprobarlo durante dos años, formulándose en vez planes anuales.
( E n ú l t i m o t é r m i n o , se aprobó en f o r m a de plan quinquenal para 1966-
1970.) E n Francia, no hubo otra alternativa que descartar el plan quin-
quenal de 1966-1970, ya que como consecuencia de l o s d i s t u r b i o s civiles
de mayo de 1968 el gobierno tuvo que autorizar u n incremento de l o s
sueldos y l o s salarios que afectó tanto el logro de las metas del plan,
que no r e s u l t ó práctico r e v i s a r l o .
a) L i planificación aparente
Dadas las circunstancias, no es extraño que en l o s países de bajos
ingresos l o s planes nacionales de desarrollo a plazo medio, bien sean
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b ) La planvfioación verdadera
E n la mayoría de l o s países de bajos ingresos, el que determina en
definitiva qué proyectos son aceptados por el gobierno es el o r g a n i s m o
presupuestario, que con frecuencia no atiende las recomendaciones
del organismo central de planificación o del plan nacional de des
a r r o l l o . P o r esta razón, en muchos países el presupuesto gubernamen
tal se aproxima más a c o n s t i t u i r u n plan de inversiones públicas que
el plan nacional de desarrollo. Ahora bien, como en la mayor parte de
los países de bajos ingresos el presupuesto contiene una exposición
incompleta de las inversiones públicas, y, por otra parte, s u organiza
ción y administración son deficientes, ya que u t i l i z a sistemas y pro
cedimientos concebidos con m i r a s al logro de l o s objetivos l i m i t a d o s
de una era pasada más bien estacionaria, no suele s e r u n i n s t r u m e n t o
adecuado para satisfacer las necesidades más dinámicas del desarro
l l o planificado en las circunstancias actuales.
Debido a que l o s m i n i s t e r i o s y departamentos técnicos a menudo
no pueden s u m i n i s t r a r cálculos fidedignos de l o s costos y beneficios de
l o s proyectos, n i tampoco estimaciones seguras del período de cons
trucción, las autoridades presupuestarias con frecuencia hacen reduc
ciones "generales" en las solicitudes de asignaciones, en lugar de eli
m i n a r l o s proyectos de baja p r i o r i d a d . Debido al empleo de l a s
llamadas cuentas " v a r i a s " o " t r a n s i t o r i a s " , en que se agrupan i n d i s c r i -
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I I . LA P L A N I F I C A C I Ó N D E S D E OTRO P U N T O D E V I S T A
I I I . NECESIDADES DE A S I S T E N C I A TÉCNICA
IV. CONCLUSIONES