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A inicios del siglo XX, los psicólogos atribuían esta conducta a los instintos, que es
una conducta innata de los seres vivos que los lleva hacia una meta. Como cuando
un salmón nada contra la corriente para desovar o como las arañas al tejer sus redes.
Pero esta teoría comenzó a retirarse como explicación de la conducta humana debido
a 3 razones: la conducta humana más importante es aprendida; la conducta humana
rara vez es rígida, inflexible, inalterable y común a toda la especie, como sucede con
los instintos; y atribuir cada conducta humana a un instinto no explicada nada.
Algunos psicólogos piensan que la motivación tiene que ver más con la activación o
el estado de alerta. a teoría de la activación sugiere que los humanos tienen un nivel
óptimo de activación que varía de una situación a otra en el trascurso del día. La
conducta entonces es motivada por el deseo de mantener el nivel óptimo de
activación para un momento dado y en algunas ocasiones la conducta parece estar
motivada por un deseo de reducir el estado de activación y otras veces por un deseo
de incrementar este estado.
A parte de las pulsiones primarias la pulsión sexual también es afectada por estímulos
externos cosas como la vista del amante, el aroma del perfume o de la loción para
después de afeitar pueden estimular la excitación sexual. Las luces suaves y la
música a menudo tienen un efecto afrodisiaco.
Las mujeres y los hombres suelen excitarse de maneras diferentes. Mayormente, los
hombres son más excitados por señales visuales, mientras que las mujeres
responden más al tacto. Un hombre podría tener una erección solo con observar a su
pareja desnuda, mientras que una mujer podría necesitar que su cuerpo sea
acariciado.
Luego están las necesidades de seguridad como es el deseo de vivir con tanta
comodidad como sea posible, la necesidad de pertenencia como es la necesidad de
las personas de pertenecer a un grupo y sentirse parte de él, y la necesidad de estima
como es el causar la mejor impresión posible en los demás.
Los motivos superiores solo surgen después de que se han satisfecho los más
básicos. Por ejemplo, una persona que se muere de hambre no le interesa lo que
piense la gente de sus modales en la mesa.
Al igual que los motivos, también las emociones activan y dirigen nuestra conducta.