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diferencias esenciales entre la teología trinitaria oriental y occidental? La validez de las dos
fórmulas: argumentación
A. Diferencias idiomáticas
a. Para los griegos la palabra procedens, tiene 2 palabras con las que se puede utilizar,
las tienen identificadas en el Ev de San Juan:
- “El Esp de la verdad que procede del Padre dará testimonio de Mí” “ ekporeustai”.
Un tema que merece especial atención es el del idioma. Hay un desconocimiento mutuo entre
Oriente y Occidente (unos no saben latín, los otros no saben griego). Para nuestro tema:
Aquí ya empieza la dificultad: para los latinos el verbo será procederé. Y esto sólo indica “venir
delante” así que se puede aplicar, en cuanto al origen del Espíritu Santo, para con el Padre como para
la relación con el Hijo
CARATERÍSTICAS PELIGRO1
1
Walter Kasper: El Dios de Jesucristo, p. 338
Dice san Agustín que procede principaliter= fudamentalmente del Padre y communiter= comunitariamente,
porque el Padre, con la generación, le entrega todo al Hijo.
EL Padre le ha dado todo al Hijo, menos el ser Padre, le ha dado todo, incluso la espiración.
“Las tradiciones griega y latina referentes a la procesión del Espíritu Santo” del Consejo Pontificio por
la Unidad de los Cristianos (1995).
Encontramos ahí cuatro criterios para una correcta hermenéutica del FILIOQUE.
El Hijo recibe todo su ser del Padre. La persona del Padre es en sí misma total referencia al
Hijo. El Padre en cuanto Padre espira al Espíritu Santo. Nos permite ver “la intención clara de
que se lea el Filioque en el contexto personalista de la paternidad del Padre, y no en el
contexto de la comunión del Hijo con el Padre al recibir su misma sustancia”. El Espíritu Santo
procede del Padre y del Hijo en cuanto a su ser personal.
“En esta perspectiva es fácil mostrar la coincidencia de ambas tradiciones al hablar del orden
trinitario: el Hijo es la segunda Persona y el Espíritu es la tercera. El Hijo antecede siempre al Espíritu
Santo y no se puede invertir este orden. Existe una razón teológica para ello: el Hijo caracteriza al
Padre como Padre”.
⮚ La reciprocidad del Espíritu Santo, respecto del Hijo, en la vida trinitaria y en la historia de la
salvación, con el reconocimiento de su función original y activa.
“El Padre sólo genera al Hijo espirando (en griego, proballein) por Él al Espíritu Santo, y el Hijo es
generado por el Padre sólo en la medida en que la espiración (en griego probolé) pasa por Él. El Padre
es Padre del Hijo unigénito sólo en tanto que, por Él y a través de Él, es origen del Espíritu Santo”.
“El Catecismo ofrece una interpretación magisterial del sentido que el Filioque recibe en el
Concilio 11 de Lyon cuando afirma que el Espíritu procede del Padre y del Hijo como de un
solo principio. La afirmación del unum principium tendría como finalidad, según el
Catecismo, salvaguardar la monarquía del Padre precisamente porque el Padre «en tanto
que Padre del Hijo único y juntamente con Él es el único principio de donde procede el
Espíritu Santo” (Mateo Seco, L.F. “Sobre la procedencia del Espíritu Santo”).
5. El orden de las Personas divinas: argumento.
El Hijo es la 2a Persona de la Trinidad, no la 1a ni la 3a porque para que sea Hijo tiene que tener un
Padre. El Padre agenetos, engendra al Hijo genetos, el Hijo procede del Padre.
Para que el Padre tenga relación de paternidad necesita del Hijo, el Hijo tiene relación de filiación
respecto al Padre y ambos respecto al ES tienen relación de espiración activa, (ES “responde” con
espiración pasiva), por lo tanto, la 3a persona de la Trinidad es el ES.
(Para responder esta pregunta la profesora sugirió utilizar también el argumento de la perichoresis:
El Padre entrega todo al Hijo menos su paternidad, su ser padre).
Ricardo de San Victor, propone una definición más detallada que la boeciana, porque esta
puede incurrir en herejía formal al definir a cada persona según su naturaleza particular, cayendo en
un triteísmo. Es por eso que además de la naturaleza es necesario abordar el origen y procedencia
del ser, será un “alguien” en tanto se considere estas dos y de esta manera el término puede ser
predicado de Dios.
De modo que las personas divinas no solo se reconocen personas en tanto su naturaleza (que es la
misma) sino en su origen/procedencia, aportando así un principio de identidad particular.