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RAÚL VELÁSQUEZ GAVILANES - HACIA UNA NUEVA DEFINICIÓN DEL

CONCEPTO “POLÍTICA PÚBLICA”


El artículo se divide en tres partes:
En la primera se justifica la necesidad de buscar una nueva definición del concepto de
política pública aludiendo a los vacíos encontrados en las definiciones de otros autores.
Falla tipo I. Definiciones que por ser muy específicas dejan por fuera fenómenos que
deben ser considerados como política pública. Aquí encontramos aquellas definiciones
de naturaleza normativa, que le exigen a las políticas públicas la búsqueda del interés
común para que sean consideradas como tales, dejando por fuera del concepto las que se
apartan de este deber ser.
En la segunda se presenta la definición propuesta, se hacen algunas consideraciones
sobre la naturaleza de la misma y se alude a los diversos tipos de políticas públicas que
son recogidos por la definición.
Falla tipo II. Definiciones incompletas que no incorporan todos los elementos que
constituyen a la política pública. Basta ilustrar aquí este tipo de falla con la definición
de Jean Claude Thoenig “La política pública se presenta bajo la forma de un programa
de acción, propio de una o varias autoridades públicas o gubernamentales”; definición
que ignora elementos esenciales de la política pública como su finalidad, sus
instrumentos para alcanzar los fines previstos y la posible participación de los
particulares en la formación de la política
Finalmente, en la tercera parte se analizan los elementos constitutivos de la definición,
mencionando los principales ajustes introducidos gracias a los debates de clase.
Falla tipo III. Definiciones que por ser muy generales e incompletas permiten que se
considere como política pública decisiones o actividades que no lo son. El ejemplo más
representativo de esta falla se observa en la definición de Thomas Dye: “[política
pública es] lo que los Gobiernos escogen hacer o no hacer”; y en el concepto de Hugh
Heclo, quien establece que política es un “curso de acción adelantado bajo la autoridad
de los Gobiernos”.
Conclusión
Concepto de política publica propuesto en el artículo: Proceso integrador de decisiones,
acciones, inacciones, acuerdos e instrumentos, adelantado por autoridades públicas
con la participación eventual de los particulares, y encaminado a solucionar o prevenir
una situación definida como problemática. La política pública hace parte de un
ambiente determinado del cual se nutre y al cual pretende modificar o mantener.
El autor espera contribuir con su articulo al desarrollo del conocimiento y ejercicio
profesional que hoy conocemos como análisis de políticas públicas, y que la definición
mencionada anteriormente cumpla con los objetivos pedagógicos previstos en el
artículo.
VÍCTOR ABRAMOVICH - UNA APROXIMACIÓN AL ENFOQUE DE
DERECHOS EN LAS ESTRATEGIAS Y POLÍTICAS DE DESARROLLO
El denominado “enfoque de derechos en las políticas y estrategias de desarrollo”
considera el derecho internacional sobre los derechos humanos como un marco
conceptual aceptado por la comunidad internacional, capaz de orientar el proceso de
formulación, implementación y evaluación de políticas en el campo del desarrollo, y
como una guía para la cooperación y la asistencia internacionales respecto a las
obligaciones de los gobiernos donantes y receptores, el alcance de la participación
social y los mecanismos de control y responsabilidad que se necesitan a nivel local e
internacional.
Este trabajo analiza algunos puntos de encuentro y desencuentro entre el ámbito del
desarrollo y el de los derechos humanos y procura establecer algunas relaciones entre
ciertos derechos fundamentales como el derecho a la igualdad, a la participación
política, al acceso a la justicia y las nociones de inclusión, participación y rendición de
cuentas, usadas con frecuencia en las estrategias de desarrollo.
Uno de los principales aportes de este enfoque es dotar a las estrategias de desarrollo de
un marco conceptual explicito, este marco podría contribuir a definir con mayor
precisión las obligaciones de los Estados frente a los principales derechos humanos
involucrados en una estrategia de desarrollo, tanto económicos, sociales y culturales
como civiles y políticos.
Relaciones y desencuentros entre desarrollo y derechos
Los diversos marcos conceptuales no abordan todos los derechos, sino que procuran
identificar aquellos que son fundamentales para las estrategias de desarrollo o de
reducción de la pobreza, por tener relación constitutiva o instrumental con la pobreza.
Algunos derechos tienen pertinencia constitutiva cuando corresponden a capacidades
consideradas básicas por la sociedad en cuestión y no se les da cumplimiento por
insuficiencia de recursos económicos (por ejemplo, el derecho a la alimentación o el
derecho a la salud), otros derechos, como algunos civiles y políticos, tienen pertinencia
instrumental porque contribuyen a evitar procesos sociales o políticos que pueden
conducir a situaciones de pobreza.
La lógica d ellos derechos, la creación de poderes y los mecanismos de cumplimiento
En las estrategias de desarrollo y de reducción de la pobreza se ha reconocido
ampliamente la importancia de dotar de poder a los sectores pobres y excluidos, en base
a esto, el punto de partida para formular la política ya no es la existencia de ciertos
sectores sociales que poseen necesidades insatisfechas, mas bien es la existencia de
personas que tienen derechos que pueden exigir o demandar atribuciones que dan origen
al establecimiento de mecanismos de garantía o responsabilidad.
Es indudable que el reconocimiento de derechos limita de alguna manera el margen de
acción de los sujetos obligados, entre ellos el Estado, pues define en cierta medida, y en
sentido amplio, lo que el obligado puede y no puede hacer, este punto guarda relación
con los derechos económicos, sociales y culturales y sus técnicas de garantía o
protección, pues habitualmente se objeta que se les reconozca como derechos
precisamente porque se teme que al plantear ciertas cuestiones sociales en el plano
jurídico se pueda restar espacio a la política, constriñendo el margen de acción de los
Estados para adoptar estrategias efectivas de mitigación de la pobreza y de impulso al
desarrollo.
Obligaciones comunes en las diferentes categorías de derechos y margen para definir
las políticas públicas y estrategias de desarrollo
Tanto con los derechos civiles y políticos como con los derechos económicos, sociales y
culturales, todos los cuales traen consigo un conjunto de obligaciones negativas y
positivas, cabe mencionar que la faceta más visible de los derechos económicos,
sociales y culturales son las obligaciones de hacer, y es por ello que a veces se los
denomina “derechos-prestación”.
Ha variado de tal modo la concepción teórica e incluso la regulación jurídica concreta
de varios derechos civiles tradicionalmente considerados “derechos-autonomía” que
algunos de los derechos descritos clásicamente como “civiles y políticos” han adquirido
un indudable cariz social.
Podría decirse entonces que la adscripción de un derecho al catálogo de derechos
civiles y políticos o al de derechos económicos, sociales y culturales tiene un valor
heurístico y clasificatorio, pero que una conceptualización más rigurosa llevaría a
admitir un continuum de derechos, en el cual el lugar de cada uno de ellos estaría
determinado por el peso simbólico del componente de obligaciones positivas o
negativas que lo caracterizaran.
El principio de inclusión y los estándares sobre igualdad y no discriminación
El Estado no solo se requiere de una obligación de no discriminar, sino también en
algunos casos la adopción de medidas afirmativas para garantizar la inclusión de grupos
o sectores de la población tradicionalmente discriminados, además, una de las
principales obligaciones del Estado es la de identificar los grupos que en un
determinado momento histórico necesitan atención prioritaria o especial para el
ejercicio de los derechos económicos, sociales y culturales, e incorporar en sus planes
de acción medidas concretas para proteger a esos grupos.
El principio de participación y su relación con los derechos civiles y políticos
El principio de participación es clave en las estrategias y políticas de desarrollo como un
método para identificar necesidades y prioridades a nivel local o comunitario, existen
además algunos derechos concretos de participación y consulta en los procesos de
decisión de políticas públicas que están directamente definidos en normas
internacionales o constitucionales.
Es primordial entonces analizar en qué medida ciertos sectores, que son objeto de
discriminación o exclusión social en América Latina y que suelen definirse como los
beneficiarios de las medidas aplicadas en el ámbito del desarrollo, tienen especial
dificultad para ejercer algunos de esos derechos, ya que esto limita severamente el éxito
de los mecanismos formales de consulta y participación que establecen habitualmente
las estrategias de desarrollo.
El principio de rendición de cuentas y responsabilidad y los mecanismos para hacer
exigibles los derechos
Para explorar las potencialidades de la relación entre derechos y políticas de desarrollo
es indispensable considerar los mecanismos de rendición de cuentas y de
responsabilidad, estos mecanismos contribuyen a reforzar los espacios de fiscalización
de las políticas, los servicios públicos y las acciones tanto de los gobiernos como de los
demás actores sociales involucrados en las estrategias de desarrollo.
Las normas internacionales sobre los derechos humanos son bastante precisas respecto
al derecho de contar con recursos judiciales y de otra índole que sean idóneos y eficaces
para demandar por la vulneración de derechos fundamentales, es preciso tener en cuenta
que las políticas sociales e incluso las prestaciones estatales en educación y salud no han
estado guiadas en su organización y funcionamiento por la lógica de los derechos.

Ludwig güendel - la política pública y la ciudadanía desde el enfoque de los


derechos humanos: la búsqueda de una nueva utopía
Históricamente, en el tema de los derechos humanos se localizan dos dimensiones: una
declarativa, asociada al desarrollo de la ética, y otra de carácter político, vinculada
con las luchas por su reconocimiento de los sectores excluidos.
La globalización o mundialización de los mercados ha conllevado también a un mayor
intercambio y articulación de las sociedades civiles, permitiendo a los movimientos de
derechos específicos adquirieran dimensión internacional.
El esfuerzo orientado a articular una nueva ética con políticas públicas a nivel social y
judicial y privadas, es lo que se ha denominado como el enfoque de los derechos
humanos, el enfoque de los derechos humanos busca construir mecanismos jurídicos y
políticos que transformen las instituciones y, consecuentemente, la vida social y
cotidiana de las personas con base en una nueva ética del desarrollo humano.
Las políticas públicas basadas en el enfoque de los derechos humanos pueden
clasificarse en los siguientes tipos: Políticas de atención y de promoción de los derechos
humanos, Políticas de protección de los derechos humanos y Políticas de vigilancia de
los derechos humanos.
Conclusiones
El enfoque operacional de los derechos humanos, para que sea útil, debe traducirse en
instrumentos de política pública que vayan configurando una perspectiva distinta a la
que ha venido imponiéndose en América Latina, centrada en la eficiencia y la
focalización del gasto social.
Una perspectiva más integrada y totalizadora, es necesario avanzar en la formulación de
enfoques de planificación social centrados en el tema de los derechos, que articulen
experiencias provenientes de los diferentes movimientos sociales que han venido
institucionalizándose en los últimos años y pasar de la ética y la denuncia a la política
pública, lo cual requiere categorías operacionales.
Las mujeres han venido avanzando en esta dirección, no obstante, es el momento de
comenzar a proponer una visión global que conecte las diferentes ciudadanías
específicas, sin dejar de reconocer los conflictos de intereses que puedan existir entre
ellas, el tema de los derechos humanos es lo suficientemente amplio como para buscar
un camino en esa dirección, esto no puede quedarse, sin embargo, en las posiciones que
tienden a mirar los intereses políticos de estos grupos al margen del resto de la sociedad,
por lo cual es fundamental, desde la perspectiva de las ciudadanías específicas,
emprender la discusión del desarrollo y de la construcción de una ciudadanía general
integradora y no excluyente. La premisa de la convivencia pacífica es insuficiente, hay
que buscar formas colectivas de reconstruir la utopía.

CIDH Y OEA - POLÍTICAS PÚBLICAS CON ENFOQUE DE DERECHOS


HUMANOS
Desde el inicio de su funcionamiento y en la ejecución de su mandato, la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos ha incorporado en su trabajo el monitoreo,
seguimiento y fortalecimiento de políticas públicas con enfoque de derechos humanos
en los Estados del continente, con la finalidad de asistirles en el cumplimiento de sus
obligaciones internacionales en la materia y para cumplir con su mandato de prevenir
violaciones de derechos humanos.
La CIDH (Comisión Interamericana de Derechos Humanos) en cumplimiento del
mandato establecido en el artículo 106 de la Carta OEA y el artículo 41 de la
Convención Americana de brindar asistencia técnica a los Estados, así como en virtud
de los intereses expresados por los Estados Miembros y por las organizaciones sociales,
pretende ofrecer un instrumento que, fundado en los estándares del Sistema
Interamericano de Derechos Humanos, guíe la actuación estatal y el trabajo de esta
Comisión a futuro.
La CIDH presentó en este informe una noción actualizada de políticas públicas con
enfoque de derechos humanos, la CIDH entiende que “una política pública con enfoque
de derechos humanos es el conjunto de decisiones y acciones que el Estado diseña,
implementa, monitorea y evalúa -a partir de un proceso permanente de inclusión,
deliberación y participación social efectiva- con el objetivo de proteger, promover,
respetar y garantizar los derechos humanos de todas las personas, grupos y
colectividades que conforman la sociedad, bajo los principios de igualdad y no
discriminación, universalidad, acceso a la justicia, rendición de cuentas, transparencia,
transversalidad, e intersectorialidad”.
En función de dicha noción y del marco conceptual presentado en este informe, la
Comisión orientará su trabajo en el ámbito de las políticas públicas con enfoque de
derechos humanos, con la finalidad de contribuir con los Estados de manera proactiva
para generar impactos estructurales en la prevención y no repetición de violaciones de
derechos humanos.
Este informe procura brindar una herramienta efectiva para quienes tienen a su cargo la
planificación, formulación, implementación y monitoreo o evaluación de políticas
públicas, La CIDH está convencida del importante rol que el Sistema Interamericano
ejerce en la transformación de las causas estructurales que provocan, profundizan y
alientan la vulneración de derechos fundamentales y las situaciones de desigualdad.
Para ello, la CIDH pone a disposición de los Estados, las organizaciones de la sociedad
y otros actores interesados este documento que analiza los estándares del Sistema
interamericano a la luz del proceso de formulación de las políticas, avanza en un
marco conceptual que fortalecerá la actuación estatal y el trabajo que la Comisión lleva
adelante en esta materia, y presenta el impacto que el rol de esta Comisión ha tenido en
la promoción de políticas públicas con enfoque de derechos humanos.
Por último, la CIDH reitera su voluntad y disposición para brindar asistencia técnica a
los Estados, los organismos regionales, las organizaciones sociales y otras instituciones
para el fortalecimiento institucional y la formulación, implementación y evaluación de
políticas públicas orientadas al fortalecimiento y respeto de los derechos humanos en las
Américas con base en los estándares interamericanos aquí identificados y en función de
aquellos relativos a las diversas temáticas objeto de la intervención estatal.

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