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La teología americana del siglo XVI

Para empezar a hablar sobre el tema conviene distinguir entre teología académica o
sea la que se enseña en los centros de estudios americanos jurídicamente
establecidos (universidades) y la teología profética o sea la que servía de sustento a
la evangelización del siglo XVI. Esta es denominada evangelización fundante o
constituyente y la podemos apreciar en los catecismos, sermonarios, confesionarios
y otros instrumentos de pastoral. Justas se complementaban y concordaban en las
cuestiones nucleares.

Habiendo dicho esto entro en el tema de exposición.

Teología profética

Sus primeros momentos en américa se dan forzosamente en las grandes Antillas


donde comenzó oficialmente la evangelización con el segundo viaje colombino en
1943.
1. Ramón Pané era un ermitaño de la orden de San Jerónimo quién aprendió
la lengua taína, evangelizó por 5 años las Antillas (puso por escrito su
experiencia de evangelización). En su obra Relación les explicaba que Dios
es creador del mundo, las principales oraciones del cristianismo y les hacía
memorizar el Símbolo de la fe. Después los animaba a practicar las
obligaciones morales del Decálogo. Después de varios años de profesar la fe
accedía a bautizarlos.

2. El dominico Pedro de Córdoba en su obra Doctrina cristianan para


instrucción de los indios (1482-1521, México 1544). Inspirada en la
experiencia pastoral de Pané, extiende el tema de la creación y de los
atributos divinos y antepone la explicación del Decálogo a la exposición de
los sacramentos. En 1548 fue reeditada y se dividió por sermones y así volvía
a su estructura primitiva. Se considera el puente entre la teología profética
antillana y la novohispana bajo auspicio del primer obispo de Tenochtitlán,
fray Juan de Zumárraga.

3. Fray Juan de Zumárraga (1468/75-1548). Llevó la imprenta a la Nueva


España y promovió la edición de obras catequéticas entre 1539 y 1548.
Algunas eran adaptaciones de obras publicadas en Europa, por ejemplo:
Tripartito de Juan Gerson o la suma de Doctrina cristiana de Constantino
Ponce de la Fuente. Otras se han perdido como la Breve y compendiosa
doctrina de 1539. Los que se conservan son entre otros la Doctrina breve
muy provechosa de las cosas que pertenecen a la fe catholica y a nuestra
cristiandad (1543/44) y la Regla cristiana breve (1546). Obras compilación.

4. Fray Alonso de Molina (ⴕ - ca. 1580). Su obra la Doctrina cristiana breve


traducida en lengua mexicana (1546). Tuvo gran acogida en la Junta
eclesiástica de 1546. Traducida al náhualt, sirvió como “doctrina breve”
(cartilla para enseñar la fe a los naturales). Esta obra es poco original y a
veces depende de otras cartillas peninsulares como la de San Juan de Ávila
compuesta entre 1527 y 1540. Tiene escaso valor para conocer la teología
profética mexicana.

5. Dominico Bartolomé de las Casas (1474-1566). Fracasó en la costa


venezolana donde intentó crear comunidades mixtas en los territorios ya
ocupados, y planes de colonización mixtos, en las tierras ya colonizadas. Va
a intentar su método de evangelización pacífica en Chiapas, expresado en su
obra de único vocationis modo, redactada en Oaxaca (1536), e inspiradora
de la Bula Sublimis Deus (1537). En esta bula influyo también una carta que
el obispo Julián Garcés (1452/60-1542) escribió al papa en 1535 y fue
entregada en 1536 por Bernardino de Minaya.

De Unico vocationis modo es uno de los hitos de la teología profética. Con


gran argumentación teológica, inspirado en un tomismo puro y bien
asimilado, pero es poco conocido en cuanto que han sido pocos los trabajos
que han intentado un análisis riguroso de sus principales tesis teológicas,
mientras que muchas publicaciones han prestado atención a los
planteamientos político-sociales que se encuentran presentes en la tesis. Es
un producto típicamente mexicano. Se trató de imponer en la Junta
eclesiástica de 1546. En esta se proponía
- La evangelización pacífica,
- La conservación de las costumbres
- Instituciones indias compatibles con la religión y la civilización
cristianas
- La ilicitud del recurso a la guerra y a la violencia institucional para
lograr la conversión de los naturales y su incorporación a la
Corona de Castilla.

6. Fray Toribio de Motolinía (1482/91-1569) su obra Historia de los indios


de la Nueva España (1536-1541). Testimonio de la labor misionera por los
franciscanos y las costumbres ancestrales de los aztecas. Ayudó en la
conservación de los primeros autos sacramentales escritos para los indios
americanos, platicas o conversaciones de los misioneros con los naturales
sobre los dogmas de fe con ánimos de convertirlos.

7. Fray Bernardino de Sahagún (ca. 1499-1590), dio a conocer las


“platicas” de los misioneros con los sátrapas y con los principales mexicas.
Su obra Coloquios de los Doce Apóstoles (1564). La versión náhuatl
constituye un esfuerzo de traducir a la lengua mexica conceptos cristianos
fundamentales. Su obra tiene un interés teológico, su planteamiento
misional se apoya sobre fundamentos dogmáticos, no tiene precedentes en
la teología profética novohispana, y representa un aporte al nacimiento de la
misionología como ciencia.

8. Fray Juan Focher († 1572) su obra Itinerarium catholicum (1574); es un


manual para los misioneros, referencia para comprender el espíritu con que
los franciscanos se allegaban a los naturales. Se divide en tres partes

I. Los tres principios fundamentales de la misionología: la


voluntad salvífica universal de Dios, la vocación sobrenatural
del misionero a ser enviado a las indias, y la determinación de
la idoneidad del misionero. Trata el tema del bautismo de los
infieles, considera que es ilícito coaccionarlos físicamente a
recibir el bautismo, admite la licitud de coacciones morales.
Sostiene las tesis de Santo Tomas de Aquino sobre la ilicitud de
bautizar a los niños hijos de infieles contra la voluntad de sus
padres.
II. Relación de como debería procederse a la instrucción del indio
que se acercaba a pedir el bautismo. Se debía explicarle el
Credo en su propia lengua, insistir en que Dios existe y es
creador de todo; en que se ha encarnado y que nos dará vida
eterna si somos servidores suyos. Después recibía una
instrucción sobre los siete pecados capitales y seguido el
Decálogo. Por último, se exhortaba a que perseverase algún
tiempo en la práctica de la moral cristiana, deseando el
bautismo y haciéndose digno de recibirlo.
III. Analiza el caso de los indios que están sometidos a un príncipe
cristiano y como se les debe misionar. Aquí ofrece su
justificación de la guerra contra los chichimecas.

Colombia
9. Fray Dionisio de Sanctis (1500/1507-1577) durante su breve pontificado
en Cartagena de Indias (1575-1577), patrocinó el catecismo Breve y muy
sumaria instrucción para enseñar los nuevos en la fe.
- Se reconoce tributario del Catecismo de San Pio V.
- Su preocupación era edificar la enseñanza de la fe sobre una
naturaleza humana acostumbrada a una vida ordenada y cívica a
nivel individual y social.

¿Qué sois, hermano? Soy hombre, que nací de mis padres. ¿Qué
cosa es hombre? Una creatura que tiene cuerpo que ha de morir,
y alma que no ha de morir por ser creada a imagen de Dios. Pues
decís que sois hombre que tenéis cuerpo y alma, decidme, ¿para
qué fuiste creado? Para conocer a Dios en este mundo y gozarlo
en el cielo, que es mi último fin, y en él consiste mi
bienaventuranza.

- Esta obra constituirá una de las notas características y gloriosas de


la teología profética de Sudamérica.

10. Franciscano, fray Luis Zapata de Cárdenas (1510-1590). Promulgaba un


Catecismo breve, (mandado a recoger por la Audiencia de Santa Fe, por
circular sin licencia), se piensa que pudo ser redactado por el bachiller don
Miguel Espejo sacerdote secular, y escrito como complemento de la Sumaria
instrucción.

¿qué eres, hijo? Soy hombre. ¿por qué te llamas hombre? Porque soy creatura que
mis obras rijo por razón. ¿quién te crió? El Creador del cielo y de la tierra. ¿para
qué te crió? Para que gozase de Él en su gloria. pág 25.

Estas constituciones santafereñas redactadas en torno al año 1576, incorpora la


novedad de la explicación del Credo por medio de sermones, uno para cada uno de
los catorce artículos de la fe.

Perú

11. Jerónimo de Loaysa (1498- 1575), dominico. Primer arzobispo de la


Ciudad de los Reyes. Su obra Instrucción para curas de indios. Redactado
en 1545 en plena guerra civil. Estableció que la predicación había de hacerse
en las lenguas autóctonas; se debía evitar la multiplicidad de cartillas,
buscando la unidad de la catequesis; la predicación debía partir de dos
verdades fundamentales: el misterio de Dios Creador y el misterio de Cristo
Redentor. Al instruir sobre la naturaleza humana, debía prestarse una
atención al tema de la inmortalidad del alma, como forma de erradicar
algunas creencias de los naturales.
Estas indicaciones pasaron al I concilio Limense (1551-1552), y recibidas por
el II Limense (1567), arribando finalmente al III Limense.

12.Jesuita P. José de Acosta (1540-1600) su obra De procuranda indorum


salute. Sirve para entender tanto el espíritu del II Concilio Limense (1567-
68) como el esfuerzo evangelizador del II Limense (1582-83).
En esta obra se halla sintetizada la quintaesencia de la teología española: el
universalismo de la salvación, las disputas acerca de la necesidad de la fe
explícita en Cristo. Las discusiones sobre la capacidad de los indios para los
sacramentos, el debate sobre la capacidad de los indios para los
sacramentos, el debate sobre la libertad humana ante el llamado del
Evangelio.
El III Concilio Limense bajo la inspiración de Acosta y guía de Toribio de
Mogrovejo, elaboró tres catecismos (1584-85), publicados en treinta y un
sermones explicativos de los artículos de la fe, un confesionario y otros
instrumentos pastorales, traducido todo al quechua y al aimara.

El Corpus Limense es lo más acabado de la teología profética americana su vigencia


fue hasta el Concilio Plenario Latinoamericano (1899).
En el Catecismo breve para los rudos y ocupados se encuentran alusiones a
algunas polémicas antiluteranas, como la salvación por la fe y las obras, la
existencia del purgatorio y el valor de los sufragios por los difuntos; o a cuestiones
eclesiológicas: la visibilidad de la Iglesia, la superioridad del Romano Pontífice
sobre el Concilio, la necesidad de pertenecer a la Iglesia para salvarse.
Se encuentran observaciones sobre las prácticas idolátricas y razonamientos
justificando la veneración a las imágenes sagradas. La preocupación por la
legitimidad de los matrimonios de los naturales no bautizados, la expresa
reprobación de los matrimonios contraídos entre consanguíneos en primer grado
trasversal.
En el Catecismo mayor, para los curas que son más capaces: ¿Qué cosa es el
hombre? El hombre, padre, es una criatura compuesta de cuerpo que muere y alma
que nunca ha de morir, porque la hizo Dios a su imagen y semejanza.
Se presenta el tema del destino último del hombre, en términos que parecen
también estar tomados de la catequesis novogranadina.
Los catecismos, el sermonario y el confesionario de Lima influyeron en los
instrumentos pastorales que preparó el III Concilio Mexicano (1585).

13.Fray Jerónimo Oré (1554-1630) franciscano, nacido en Ayacucho (Perú) y


fallecido en La Imperial (Chile) siendo su obispo.
Su obra Symbolo catholico indiano, constituye un compendio de la de la
doctrina cristiana.
- Aporta sobre la geografía y las costumbres de Perú
- Tiene un largo catecismo en quechua con resúmenes en castellano
- Una “Declaración del Symbolo menor” o de los apóstoles en
quechua y aimara
- Pequeño devocionario para comulgar, en las tres lenguas del Perú
y oraciones en versión trilingüe.

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