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REVISTA NACIONAL DE PSICOLOGIA SOCIAL Argentina

MOVIMIENTO DE PSICOLOGXS SOCIALES DE ARGENTINA

“LA VENTANA AL
CAMPO
CIENTIFICO Y
PROFESIONAL DE
TODO EL PAIS”

AÑO 1º AGOSTO 2020

2ª EDICIÓN
CONTENIDO GENERAL:

 ENFOQUES EN
PSICOLOGÍA SOCIAL.
 INTERVENCIONES Y
PSICOLOGIA SOCIAL
APLICADA.
 ACTUALIDAD Y
PSICOLOGIA SOCIAL.
 AUTORES Y LIBROS.
 INFO MOPSA.

DIRECCION Y EDICIÓN:
“MOVIMIENTO DE PSICOLOGXS

SOCIALES DE ARGENTINA”

CONTACTOS:

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“REVISTA NACIONAL DE PSICOLOGIA SOCIAL”
CORREO ELECTRÓNICO:
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MOVIMIENTO DE PSICOLOGXS SOCIALES DE ARGENTINA

MOPSA FEDERAL
¿Quiénes somos?

El Movimientos de Psicólogos Sociales de Argentina,


(MOPSA) nace, por la unión de las voluntades de
graduados y estudiantes de esta disciplina en todo el
país, con el objetivo principal de llevar adelante una
agrupación federal, inclusiva, profesionalizante y
visibilizadora de la Psicología Social.

Este espacio tiene como principal tarea trabajar en


pos de la obtención de leyes de ejercicio profesional,
tanto a nivel provincial como nacional, que fije
nuestras incumbencias y competencias para de esta manera superar el vacío legal que
muchas veces nuestra inserción laboral. Al mismo tiempo no propusimos como objetivo
llevar adelante iniciativas de difusión y fortalecimiento de la disciplina por medio de
Encuentro Federales, Jornadas Provinciales y propuestas de debate sobre nuestra
disciplina en todo el país.

¿Cómo nos organizarnos?

Nos organizamos por medio de equipos provinciales la cuales forman parte de la “RED
FEDERAL MOPSA”, cada equipo provincial lleva adelante iniciativas de legislación y
difusión de la Psicología Social en sus respectivas provincias, de esta manera se
conserva y se respeta la modalidad organizativa de cada equipo. Al mismo tiempo la
participación de los equipos provinciales dentro de una agrupación federal nos posibilita
ir de manera colectiva y contar con la posibilidad de que todas las acciones puedan ser
replicadas a lo largo y ancho del territorio nacional, eso nos habilita pautas para un
movimiento unificado y direccionado, centrado en la defensa de nuestros derechos
profesionales.

Mediante encuentros regulares a cargo de cada uno de los responsables


COORDINADORES DE EQUIPO PROVINCIALES promovemos espacios de
intercambio profesional, generación de contenido, relaciones institucionales, detección
de necesidades, relaciones interpersonales entre los colegas, presentación de propuestas,
etc.

¿Cómo contactarnos?
Área de Relaciones institucionales:
Página Oficial:
“MOVIMIENTO DE PSICOLOGXS SOCIALES DE ARGENTINA”
Correo electrónico: mopsaoficial@gmail.com
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AGRADECIMIENTOS:

Enrique Pichón-Rivière sostenía que las ciencias


humanas conciernen a un único objeto: el hombre en
situación, entendiendo que los operadores
psicosociales se hallan habilitados para actuar en
cualquier ámbito donde se produzcan procesos de
interacción humana, tanto en terreno grupal como en
el institucional o comunitario, acompañando,
orientando, conteniendo incertidumbres y riesgos,
para que los sujetos puedan reflexionar y dilucidar
alternativas de cambio.

Un movimiento social, en este caso profesional,


representa un esfuerzo realizado por un número
amplio de personas para solucionar colectivamente
un problema que saben que tienen en común, es
decir, para satisfacer una NECESIDAD COMUN.

A la propuesta de organizarnos colectivamente en MOPSA hoy sumamos una


herramienta la “REVSITA DIGITAL ECRO” una espacio que pretende ser plural,
heterogéneo y federal abocado puntualmente a la difusión de contenidos relacionados
con la PSICOLOGIA SOCIAL.

Esperamos que la Revista sea un verdadero lugar de encuentro y reencuentro, un


espacio que fomente debates, que nos brinde la posibilidad de seguir aprendiendo y
enriqueciéndonos junto a otros, y también, que al mismo tiempo sea de gran utilidad a
los estudiantes y a las personas que desconocen nuestra labor brindando a estos la
posibilidad de disipar interrogantes que nos hacen y nos hacemos ¿Qué hacen lxs
Psicólogxs Sociales?.

A todos los que hacemos MOPSA, coordinadores, adherentes, críticos y seguidores; a


los autores que se prestaron y estuvieron predispuestos a apoyar esta iniciativa, a los
profesionales de la Psicología Social que cada día legitiman y aportan a nuestra
disciplina, a todas y a todos lxs lectores de la REVISTA DIGITAL ECRO hago llegar el
mayor de los agradecimientos.

SALUDOS CORDIALES
OPS. ALEJANDRO ACOSTA
COORD. GRAL DEL MOPSA
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INTRODUCCION:
“BIENVENIDOS A LA REVISTA NACIONAL DE
PSICOLOGIA SOCIAL”

¿PICHÓN HA MUERTO?
El doctor Enrique Pichón-Riviere, psiquiatra, psicoanalista, psicólogo social, luego de
irrumpir con práctica y teoría, pero más con postura ideológica, en el universo psi,
generando la Operación Psicosocial. ¿Pero Pichón ha muerto?

Décadas después andamos los Operadoras y Operadoras buscando a tientas encontrar en


cada docente, maestro, director de escuela, colegas, atisbos de aquel viejo contestatario
y rebelde que cometió con inmensa grandeza los actos más dignos que puede cometer
todo ser humano que es luchar toda su vida en contra de toda opresión que venga de
aquellos lugares de dominación y que no
siempre están donde suponemos están.

Hay lugares invisibilizados, naturalizados,


normatizados; lugares en los que
convivimos con lo cotidiano, con los
afectos más estrechos donde se manifiestan
ejercicios de dominación. El viejo amado
Pichón dejó un legado universal,
humanista, científico. No creó simplemente
un Concepto a disputar entre nosotros que
decidimos llegar a la Psicología Social Pichoniana. No solo creó una ciencia o
interciencia, oficio o multioficio, disciplina o interdiscilina o transdisciplina, profesión o
expertisia, formación o capacitación, o tantos etcéteras que podrían caber en toda
discusión infértil cuyo destino es la erosión simbólica y concreta de una forma de vivir
en el mundo y de tergiversar un dispositivo claramente diagramado. Deseó y trabajó en
la posibilidad de un ser humano superándose a sí mismo, legándonos un tratado que
aún intentamos comprender. Allí estuvo su gran juego, su gran lúdica, su estrategia. La
instalación de una especificidad científica de pensar y pensarse a sí misma la propia
disciplina, la gestaltum, suponiendo seguramente que si nos manteníamos investigando,
interrogándonos, estaríamos en tarea permanente y eso nos alejaría de todo sentimiento
negativo, de toda posible depresión, ya descubierta nuestra naturaleza psíquica.

Pero algo ha pasado en el devenir, en la transcurrir desde aquella iniciativa hasta los
días del presente. Ocurrió la discusión permanente sobre la forma y no sobre el
contenido. Ocurrió el despertar de las emociones tempranas que se instalaron para
siempre, al menos parece eso a veces, promoviendo no salir de dentro de nosotros.
Poniendo el campo de batalla, antes frente a un sistema que seguirá intentando
alienarnos, poniéndolo dentro de la propia ciencia. Hoy debaten en silencio, consigo
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mismas, las escuelas, diría con gigante respeto, se han ido transformando en una especie
de escolástica. Muchas veces rayando la mistificación de esta Ciencia humanista. Parece
a veces que nos hemos tragado nuestros ¨enemigos¨ externos. Qué lleva a sentir esto, el
mismo mecanismo que se habrá despertado ya al leer estas palabras.

Pero Pichón se ha resquebrajado, se ha diversificado en un signo en cada una y uno de


nosotres que día a día hallamos la forma de transferir nuestro ECRO ya modelándose,
maduro, flexible, aprehendido en cada situación vital, es decir en nuestro presente.
Quizá siga existiendo como herencia aquella incomodidad de todo investigador,
investigadora, que vive la ciencia en pugna. En disputa permanente entre verificación y
ensayo nuevo desde el encuentro de nuevos elementos que surgieron precisamente del
laboratorio aplicado al ámbito que determinamos. Y por supuesto que nosotres somos
un elemento más del complejo, y por tanto salimos modificados en el resultado siempre,
siempre parcial. Lo que deseamos decir es que no están en cuestión los conceptos, la
ciencia, la profesión, está en cuestión nuestro Oficio. No están en la tela de ningún
juicio, los marcos teóricos, el Método privativo de la Operación Psicosocial, no está en
juicio la ética ni sus fundamentos dinámicos, no está, en síntesis, el Qué hacer, el Para
qué hacerlo, el Por qué hacerlo, está precisamente en juicio el Cómo lo hacemos.

El cómo desplegamos lo ya adquirido al tiempo que, transdisciplinariamente, vamos


transfiriéndonos en nuevos conocimientos. Decimos conocimiento porque este concepto
aplica a toda ciencia, siendo que sabiduría solo aplica a la mística.

Pichón vive en su ciencia. Aquel hombre que quedó en soledad las más de las veces, nos
dejó también solos, para que comprendiéramos que somos solos pero podemos no
estarlo. En la medida que nos planteemos una tarea, un proyecto, estaremos socialmente
cohesionados. Eso promoverá por sí solo salud y, una persona saludable va por el
mundo compartiendo salubridad. Eso nos conecta socialmente con todos y todas. Eso
fue lo que descubrió y legó Pichón. Descubriendo que un ser saludable anda por allí
generando aquellas propuestas de cambio para un bienestar superior que es un bienestar
universal. Nos saldrá muchas veces mal. Nos enfrentaremos con otros y otras hasta que
de detrás del enojo emerja la tristeza para poder Operarla, extirparla. Pareceremos
muchas veces brujos y brujas, descolgados de la realidad, utilizando instrumental que
pareciera no ser de ninguna ciencia. Pero al fin, la ciencia hecha carne, pensamiento y
acción, brotará en quienes estén disponibles al cambio. Esto que suena a novela no es
más que una operatividad científica. Para que esto ocurra en la realidad, forma y
contenido deberán estar asociados. Para ello deberemos seguir incorporando
conocimiento a fin de una epistemología convergente que pueda desplegar aquellos
métodos que redunden en bienestar integral. Esto complejamente simple se transforma
en una Operación Psicosocial.

Si pudiéramos generar una tarea inclusiva, en la cual todas y todos hiciéramos una
actividad en favor del conjunto de Operadoras y Operadores como puede ser trabajar
para obtener la Categoría Laboral para darle genuidad a toda operación, estaríamos
logrando hacer una tarea grupal genuina. Podríamos decir que afiliamos a la psicología
social, siendo pertinentes y pertenecientes. Hasta ahora venimos siendo determinados
grupos aislados que buscan objetivos diferentes y aparentemente todos en favor de toda
psicología social pichoniana disciplinar. La fantasía consciente es un gran grupo
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operativo realizando esta tarea. La fantasía inconsciente es a develar. Los vectores del
Cono Invertido están aun sin tarea al que aplicarlos, esclareciendo en la grupalidad de
los y las operadoras cuyo dispositivo sería un encuadre disociativo, porque operando
estamos igual aunque no podamos reunirnos. Si tomamos los Vectores cado uno y una
visualizará qué Rol está y estamos cumpliendo, diferenciando si fueron adjudicados y/o
asumidos, etc. Desde allí podrá concluirse quiénes son los lideres de tarea y quiénes los
de resistencia al cambio, como para poder modificar acciones ahora ya conscientes.

En este año 2020 se convocará a operadores y operadoras psicosociales sin importar en


dónde se encuentran y qué tarea estén realizando, incluso si no estuvieren realizando
ninguna. El llamado será para conocernos, reconocernos y poder trabajar sobre el mito y
la realidad de la Psicología Social Pichoniana. Este llamado será abierto y gratuito, tal
vez colaborativo para su desarrollo. Necesitamos saber quiénes somos y qué deseamos,
qué disponibilidad tenemos para formalizarnos laboralmente, para no seguir con
empleos ocultos, en agendas ocultas, para que existan llamados públicos y que todes los
profesionales de la disciplina podamos, por oposición y mérito, tener las mismas
oportunidades de desplegar nuestros conocimientos, aquellos con experiencia abrirán
campos donde se incluirán aquellas y aquellos colegas que egresan, incluyendo a su vez
a quienes necesiten de pasantías, créditos de operatividad para sus trabajos finales, etc.
Será un llamado a hacer presencia para poder decir a coro que existimos y seguimos con
la idea del viejo Pichón respecto a aquellos sistemas que intentan invisibilizar una tarea
que es reconocida y demanda.

Somos trabajadores y trabajadoras en Derechos Humanos, debemos cumplir con la


honestidad de restituir nuestros propios derechos de trabajadores, como ejemplo: el
derecho al bienestar emocional también en lo laboral y esto, solo podrá suceder si
estamos dentro de la Ley.

La clandestinidad de la Piscología Social como forma de resistencia tuvo su tiempo y


tendrá por siempre su respeto, hoy es tiempo de reconocimiento formal por parte del
Estado. Hoy la lucha es permear ciertos corporativismos disciplinarios, que por razones
que no son explícitas hacen que una Profesión de más de 35 años en el país, siga en un
vacío legal. Reconocidas figuras públicas de la política, la cultura, la ciencia, la
docencia, etc., han realizado el aprendizaje de
Operador/a en Psicología Social, no obstante, no se ha
encontrado el camino para darle legalidad a la profesión.

Durante mucho tiempo estuvo la pregunte del porqué de


esta razón de informalidad, hoy es momento de desechar
la necesidad de encontrar alguna respuesta atemporal y
ponernos a trabajar para salir de esta informalidad que
no hace bien ni a la profesión ni a cada una y uno de los
colegas que desean salirse de la invisibilidad a la que
aparenta estar condenada la Psicología Social
Pichoniana.
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BIENVENIDA/OS A ESTA TAREA, SALÚ.


Montevideo, Uruguay año 2020. Jean Camy.

SUMARIO:

TEORIA Y PERSPECTIVAS EN PSICOLOGIA SOCIAL:

 PSICOLOGIA SOCIAL ¿UNA CIENCIA SIN CIENTIFICOS?


…………………………………………………………………………………………………………
LIC. ALICIA AFUSO Y OTROS

 EL PAPEL DE LOS PSICÓLOGOS SOCIALES EN LOS DIVERSOS ÁMBITOS


………………………………………………………………………………………………………....
MASTER EN PSICOLOGIA SOCIAL MERY PREITI

 LOS PROCESOS CORRECTORES EN LA OBRA DE ENRIQUE PICHÓN RIVIERE


…………………………………………………………………………………………………………
LIC FRANCISCO MORA MARCH

 LA OTREDAD EN PALABRAS: OPERADORES VS TECNICOS


…………………………………………………………………………………………………………
OPERADOR EN PSICOLOGIA SOCIAL JEAN CAMY

 PERSPECTIVA DE GENERO Y PSICOLOGIA SOCIAL


…………………………………………………………………………………………….....
OPERADORA EN PSICOLOGIA SOCIAL MARIELA MILL

 DECONSTRUCCION DE LA VIOLENCIA EN SUS DIFERENTES CONTEXTOS


……………………………………………………………………………………………….
PISOCOLOGA SOCIAL FABIANA LOKER
 LA AUTOEXIGENCIA DE LA SOCIEDAD TARDIA
…………………………………………………………………………………………………………
MASTER EN PSICOLOGIA SOCIAL FEDERICO N. VILLARROEL

INTERVENCION Y PSICOLOGA SOCIAL APLICADA:

 OPERACION PSICOSOCIAL CON GRUPOS DE DESOCUPADOS


…………………………………………………………………………………………………………
PSICOLOGO SOCIAL RONALDO WRIGHT
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ACTUALIDAD Y PSICOLOGIA SOCIAL:

 ATRAPADA
…………………………………………………………………………………………………………
TEC. SUP. EN PSICOLOGIA SOCIAL MOIRA CORENDO

 COVID-19 EMERGENCIA PSICOSOCIAL


……………………………………………..………………………………………….………………….
TEC. SUP. EN PSIOLOGIA SOCIAL MARCELO BERGAMO

 HAGAMONOS AMIGOS DEL VIRUS QUE ESTÁ AQUÍ


................................................................................................................................................................
TEC. SUP. EN PSICOLOGIA SOCIAL DANIELA GONZÁLEZ

AUTORES Y LIBROS:

 COMENTARIOS DEL AUTOR: ANDRÉS RODRÍGUEZ


…………………………………………………………………………………………………………
“TEORIA DESVINCULO” Historia de la Psicología social Uruguaya

 COMENTARIOS DEL AUTOR: RONALDO WRIGHT


…………………………………………………………………………………………………………
“PSICOSOCIALES BREVES”

INFO MOPSA:

 SINTESIS DE UN ENCUENTRO NECESARIO


………………………………………………………………………………………………………...
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 CRONICA DE UNA VIDA ANUNCIADA


…………………………………………………………………………………………………………
ASOCIACION SINDICAL DE PSICOLOGXS SOCIALES DE URUGUAY
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SECCION
TEORIAS Y PERSPECTIVAS EN PSICOLOGIA SOCIAL:

PSICOLOGIA SOCIAL
¿UNA CIENCIA SIN CIENTÍFICOS?

ARTICULO RECUPERADO:
2ª CONGRESO NACIONAL DE PSICOLOGIA SOCIAL AÑO 1996

"Creo que es lícito dejar libre curso a nuestras hipótesis,


Siempre que conservemos una perfecta imparcialidad de juicio
Y no tomemos nuestra débil armazón por un edificio de absoluta solidez”(1)

“Una ciencia que titubea en recordar a sus fundadores está perdida”(2)

¿ES CIENCIA LA PSICOLOGÍA SOCIAL?

Puestos a pensar el presente trabajo, nos preguntamos:

¿Por qué después de tanto tiempo la Psicología Social necesita fundamentación


epistemológica?

¿Por qué, después de décadas de la creación de sus conceptos fundantes y habiendo


decenas de escuelas y miles de egresados, en la actualidad aún cabe preguntarnos si se
trata de una ciencia? .¿Por qué a muchos, aún a notables psicólogos sociales, les resulta
difícil la respuesta?. ¿Por qué algunos de los nuestros le retacean entidad científica
mientras otros necesitamos asignársela?.

¿QUE ES LA CIENCIA?

La ciencia es una de las maneras que el hombre ha ideado para interpretar la realidad:
no es la única vigente, y no fue siempre la más prestigiosa ni la predominante. Otras
formas de aprehenderla son la intuición, la contemplación, la religión y el arte.

Antes de que la ciencia cobrara la trascendencia que tiene entre nosotros, rigieron el
pensamiento humano los mitos y la magia, cuya influencia, aún hoy, está lejos de
desaparecer.

Pese a todo lo todavía no resuelto, pese también a los problemas que ella misma muchas
veces ha generado y genera, no podemos desconocer cuánto ha aportado y sigue
aportando al proceso de humanización de la vida y del hombre mismo.
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"Para que un conjunto de conocimientos constituya una ciencia es necesario que estos
estén fundados, se hallen relacionados entre sí, se refieran a un mismo objeto o conjunto
de objetos e integren una totalidad no rígida, sino susceptible de ampliación,
rectificación y progreso" (3).

¿Es la psicología social un conjunto de conocimientos fundados, relacionados entre sí,


referidos a un mismo objeto y susceptibles de ampliación, rectificación y progreso?

“Las ciencias se reparten la totalidad de los objetos y constituyen sistemas parciales. La


física, la química, la psicología, la sociología, etc. se van constituyendo, con el
transcurso del tiempo, en disciplinas con métodos propios; pero se produce también el
proceso inverso, que consiste en el establecimiento de una ciencia nueva, que sin
eliminar a dos ciencias existentes, intenta abarcarlas en una síntesis superior: así surgen
la físico-química, la psicosociología, etc. y así ha surgido, últimamente, la
cibernética”.(4)

El "análisis (de la psicología social) está centrado en la influencia que ejerce sobre los
procesos psíquicos del sujeto la estructura social con sus normas, leyes y todo el
dispositivo cultural que de alguna manera lo determinan para la salud o la enfermedad.
(...) La psicología social, como campo de confluencia, se ubica entre la psicología, la
sociología y la antropología cultural (...) (y estudia) al hombre en situación". (5)

"La psicología social es la ciencia y la profesión que se ocupa de las relaciones entre el
sujeto y su contexto; la pregunta acerca de cómo, ese contexto constituido por muchos,
impacta sobre esta persona que, por ser única, significa de manera única ese impacto, y
cómo estas personas modifican el contexto". (6)

“La ciencia, y dentro de ella la psicología social, es un conjunto de observaciones


ordenadas por y hacia un esquema conceptual susceptible de rectificación o
ratificación. Eso es lo que hace dinámica a la ciencia”. (7)

Para que un cuerpo de conocimientos sea considerado una ciencia debe tener objeto y
método.

El objeto de conocimiento de la psicología social es el VÍNCULO.

“El vínculo es un concepto instrumental en Psicología Social que tiene una determinada
estructura y es manejable operacionalmente. Es siempre social: sea con una o varias
personas o con objetos inanimados.

Es decir, establecemos vínculos con sujetos u objetos (un libro, una casa, objetos
virtuales ...) y cada uno de ellos está significado particularmente por la persona.

El objetivo específico de la P.S. es, entonces, la interacción”.(8)

Según Taragano en su Introducción a “Teoría del Vínculo”, E. Pichon Rivière habla de


“dos campos psicológicos en los que éste se expresa: el interno y el externo.
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Como sabemos, el psicoanálisis se ocupa del campo interno y la psicología social del
externo, realizando un salto cualitativo desde una teoría psicoanalítica,
predominantemente intrapsíquica, a una psiquiatría social que concibe al vínculo como
estructura dinámica, en continuo movimiento, que engloba tanto al sujeto como al
objeto”.

Dice Pichon: “mi teoría de la salud y la enfermedad se centra en el vínculo como


estructura”.

¿Por qué estructura? porque el vínculo es un “sistema de elementos psicológicos que en


su conjunto tiene características propias y se rige por leyes distintas de las de sus
componentes considerados aisladamente”. (9)

“La psicología social está concebida como desarrollo y transformación de una relación
dialéctica que se da entre la estructura social y la fantasía inconciente del sujeto,
relación que se articula a través de la noción social de vínculo.

Si esa relación es el objeto de la psicología social, es precisamente el grupo el que


aparece como su campo operacional natural, al permitir la indagación del interjuego
entre lo psicosocial y lo sociodinámico, a través de la observación de las formas de
interacción y los mecanismos de asunción y adjudicación de roles”.(10)

UN METODO CREADO POR PICHON

El “cono invertido” esquematiza el método creado por Pichon Rivière para la


investigación y evaluación; método que permite que varios observadores analicen las
relaciones vinculares, pudiendo llegar a resultados similares. Decimos similares porque
no podemos ignorar la inevitable subjetividad del observador.

Este método de evaluación permite diagnosticar y


pronosticar; es operativo porque posibilita la
evaluación continua del proceso corrector y/o de
aprendizaje. En consecuencia a partir de los datos
obtenidos podremos planificar estrategias y técnicas
para la asistencia y prevención en todas sus etapas y
ámbitos de intervención.

Implementado por todos nosotros de manera más


intuitiva que científica, nos permite arribar a parecidas
conclusiones: da cuenta de los fenómenos grupales, de
cómo el sujeto se vincula, y de hasta qué punto éste
aprehende la realidad para transformarla y
transformarse.

Las variables de análisis son los “vectores del cono”. Pichon determinó siete; a nuestro
entender les falta una mayor definición conceptual que permita determinar indicadores
objetivos (observables y medibles), para evaluar objetiva y científicamente nuestra
tarea.
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La objetividad científica es una forma de tratar la información que permite que otros
puedan compartirla.

Parafraseando al “imperativo categórico” se podría decir: "conoce de tal manera,


informa de tal manera, que el contenido de tu juicio pueda ser compartido con los
otros".

Decir que la ciencia es objetiva no es lo mismo que creer en la objetividad de los


científicos; decimos que la ciencia es objetiva porque es pública y no porque
supongamos que los científicos carecen de subjetividad. La objetividad del
conocimiento depende de que éste resulte de la aplicación de un método que incluya la
discusión capaz de desnudar por lo menos algunos de los prejuicios de los hombres de
ciencia.

El cono nos permite evaluar el aprendizaje, es decir el cambio, la modificación de las


formas de relacionarse, de vincularse del sujeto.

Los vectores están ordenados de manera tal que aparecen en forma casi cronológica y
continuada aunque, a nuestro entender, no continua, pudiendo establecerse entre ellos
una relación dialéctica.

Los vectores enunciados por Pichon y su secuencia son: afiliación, pertenencia,


pertinencia, cooperación, comunicación, aprendizaje y telé.

Nosotros proponemos incluir, como vectores, la operatividad y la creatividad, a los que


definimos de la siguiente manera:

Operatividad: “capacidad para crear e implementar dispositivos adecuados para operar


planificadamente en la realidad, para transformarla; (...) ( es la) instrumentación desde
la epistemología convergente para el logro de un objetivo propuesto.” (11)

Creatividad: “Actitud del individuo ante el mundo que lo rodea caracterizada por la
capacidad de descubrir nuevas relaciones, modificar acertadamente las normas
establecidas, hallar nuevas soluciones a los problemas y enfrentarse positivamente con
los nuevos contribuyendo al progreso de la realidad social”.(12)

Queda, por lo tanto, la siguiente secuencia: afiliación, pertenencia, pertinencia,


operatividad, cooperación, comunicación, creatividad, aprendizaje y telé.

Si queremos investigar científicamente deberemos, en cada caso, determinar los


indicadores de los vectores del cono.

¿CUÁL ES LA TAREA? ¿CON QUÉ OPERAMOS? ¿PARA QUÉ OPERAMOS?

La primera respuesta que suele aparecer ante esta pregunta es: “ser agentes de cambio”.
Pero ... ¿agentes de qué cambio?.
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Nuestra respuesta es: “ (que el sujeto cambie) sus estereotipos por nuevos modelos de
interacción, basados en un esquema conceptual, referencial y operativo con el objetivo
de que pueda internalizarlos y lograr así una adaptación activa a la realidad” (13)

¿Con qué operamos sobre la realidad para que se produzcan cambios? Con una
epistemología convergente a la que aportan distintas teorías y técnicas (teorías de la
Enfermedad Única, del Vínculo, General de los Roles, del Campo, de la Comunicación
Humana, etc. y técnicas de Grupo Operativo, Psicodramáticas, lúdicas, etc.)

Entendemos que un concepto fundamental para la intervención en psicología social es


el de OPERATIVIDAD. Dice Pichon Rivière en “Conversaciones ...”: “En nuestro
esquema conceptual la operatividad representa lo que en otros esquemas es el criterio
tradicional de verdad (adecuación de lo pensado o enunciado con el objeto).

Si con nuestro ECRO enfrentamos una situación social concreta, no nos interesa sólo
que la interpretación sea exacta, sino, fundamentalmente, nos interesa la adecuación en
términos de operación” orientada hacia el cambio.

“Para ser más precisos aún, la técnica operativa de grupo y la concepción operativa
sobre los grupos no son sinónimos. Esta última es una forma de pensar la grupalidad
con esta concepción”. (14)

La Técnica de Grupo Operativo es un dispositivo que permite hacer lecturas de la


realidad desde lo vincular es decir articulando la verticalidad del sujeto con la
horizontalidad del grupo.

DIFERENCIA CON LA PSICOLOGÍA

¿Entonces en qué nos diferenciamos de la psicología?

En nuestro enfoque, en la forma como miramos nuestro objeto de conocimiento que, al


igual que en todas las ciencias humanas, es el hombre.

Nuestra originalidad está en que nos ocupamos del hombre en sus situaciones concretas
de existencia, de la relación sujeto-objeto, sujeto-grupo (interno y externo), sujeto-
sociedad, de la producción de subjetividad que ésta interrelación genera y de su
influencia en la salud y en la modificación de estereotipos; en síntesis: se trata de una
tarea correctora tendiente a que los vínculos que establece el sujeto le permitan
aprehender dialécticamente la realidad.

“Porque también en el Psicoanálisis hay muchos


psicoanálisis, así como en Psicología Social hay
muchas Psicologías Sociales (...). Entendemos que
existen muchos Psicólogos Sociales que no son
estrictamente pichonianos, sino que (...) introducen
en sus prácticas y en sus teorizaciones, aportes de
otras disciplinas. Es más preciso hablar entonces de
una Psicología Social de Origen Pichoniano, que
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permite una apertura hacia nuevas disciplinas, hacia nuevas teorizaciones, partiendo de
un tronco común, inherente a la disciplina creada por Pichon Rivière.

El origen o la raíz Pichoniana de este pensamiento psicosociológico abre la posibilidad


de que otros orígenes u otras raíces converjan constituyendo un tronco común y
múltiples arborizaciones de trabajos en torno a lo subjetivo, a lo objetivo, y, sobre todo,
a lo colectivo (...).

La Psicología Social que practicamos no se superpone a las categorías psicológicas,


políticas, económicas, sociales, culturales, etc. No compite con los demás objetos de
ciencia ligados a las ciencias sociales. No los abarca ni los omite. Es un pensamiento y
una práctica que intenta empezar a comprender al ser humano como un ser social,
históricamente determinado, (...) emergente de una vasta y compleja red de vínculos y
relaciones sociales (interindividuales, grupales, institucionales, de clases sociales) que
determinan a su vez a esos vínculos, base y génesis para una acción transformadora de
la vida psíquica y social. Praxis.” (15)

CONCLUSIÓN

En función de este trabajo, tal vez sea útil reordenar así lo antedicho:

La psicología social puede ser considerada una ciencia porque tiene:

a) Por objeto, el estudio de las relaciones entre el sujeto y su contexto.

b) Por campo operacional privilegiado (pero no único) el grupo.

c) Por método, la observación de las formas de interacción y de los mecanismos de


asunción y adjudicación de roles, con el cono invertido como método y el grupo
operativo como técnica privilegiada de abordaje de nuestro objeto.

¿UNA CIENCIA SIN CIENTÍFICOS?

Ninguna de las definiciones analizadas en función de este trabajo requiere que toda
ciencia deba contar con científicos; tal vez esa omisión aluda a la obviedad; sin embargo
creemos que la psicología social muestra la insólita y peligrosa situación de ser una
ciencia sin científicos.

Situación insólita porque se da pese a la existencia de gran cantidad de psicólogos


sociales, y peligrosa porque una ciencia sin científicos no puede correr otra suerte que la
de una lengua sin hablantes ... salvo que, desenterrando el concepto de entelequia, la
supongamos tal: algo que conlleva el principio de su acción y que tiende, por sí misma,
a un fin propio.

Más arriba decíamos que es requisito para ser ciencia que sus conocimientos sean
ampliables, rectificables y acumulables. ¿A quiénes, sino a nosotros, corresponde esa
tarea?
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Porque el conocimiento científico es ampliable y rectificable no reconoce argumentos


de autoridad, idealizaciones ni dogmas. ¿Por qué, en lugar de las inútiles sacralizaciones
a que somos tan proclives, no evitamos, con nuestro aporte, la muerte por inanición de
esta corriente argentina de la psicología social?

ELOGIO DE LA DUDA:

La duda es un elemento esencial de la actitud científica; y aquí tenemos otra


característica de la ciencia: el preguntarse acerca de las regularidades, de lo obvio,
acerca de aquello que el sentido común acepta como lo natural más que de lo
excepcional; y los psicólogos sociales sabemos que lo "natura" no es tan natural, que es
expresión del intento de satisfacer las necesidades de los hombres de cada tiempo y
lugar; parte de la especificidad de nuestra tarea consiste en desafiar el sentido común y
el sistema de creencias en que vivimos inmersos. ¿Qué otra cosa proponía Pichon
cuando planteaba la vida cotidiana como línea de investigación propia de la psicología
social?

"La tarea del psicólogo social será problematizar lo


impensado, lo obvio, lo que no está oculto en ninguna
profundidad sino tan próximo, tan inmediato, que no puede
verse" (16).

Frecuentemente pensamos en la investigación como en un


quehacer abstracto y ajeno a nuestras posibilidades y, tal vez
porque no nos creemos capacitados para encararlo,
descalificamos su importancia. Sin embargo, el trabajo de
investigación a menudo comienza por modelos familiares,
con aspectos de la historia personal del investigador que, a
partir de ellos comienza a pensar, a trabajar, a teorizar, a
observar ...

Nosotros, por nuestra formación, estamos particularmente entrenados para hacerlo; es


importante que los reconozcamos como recursos útiles, valiosos, respetables y dignos
de ser aprovechados.

Nuestras temáticas de psicólogos sociales justifican y exigen una actividad


investigadora, y muchas veces la hacemos casi sin darnos cuenta ni proponérnoslo; nos
falta intención consciente, formación y sistematización.

AUTORES:
PS.SOC. ANA DISNER
PS.SOC. ALICIA ALFUSO
PS.SOC. LUIS ALBERTO GUI
REVISTA NACIONAL DE PSICOLOGIA SOCIAL Argentina
MOVIMIENTO DE PSICOLOGXS SOCIALES DE ARGENTINA

NOTAS BIBLIOGRÁFICAS

(1) Sigmund Freud, “La Interpretación de los sueños”, O.C.S.Rueda.

(2) Alejandro Scherzer,”Una psicología social de origen y raíz pichoneanos”, Actualidad Psicológica N°
231.

(3) Diccionario Enciclopédico Arístides Quillet.

(4) Diccionario Enciclopédico Arístides Quillet.

(5) Lucía B. de Mascialino, "Psicología social, una profesión",

ponencia presentada ante el II Congreso Nacional de Psicólogos Sociales, Mayo de 1995.

(6) Liliana Amaya y Ana Disner, "El Valor de la Escucha en el Que hacer Psicológico-Social", ponencia
presentada en las "Jornadas sobre El Valor de la Escucha en las Prácticas Clínicas", del 15 y 16 de
Septiembre, en la Asociación Médica de Gral. Sarmiento.

(7) Vicente Zito Lema “ Conversaciones con E.P.R”. Ediciones Cinco.

(8) Enrique Pichon Riviere “Teoría del Vínculo” Ediciones Nueva Visión.

(9) Diccionario de Psicología. Equipo de Redacción PAL. Ediciones Orbis, S.A.

(10) Enrique Pichon-Riviere, "El Proceso Grupal", Ediciones Nueva Visión, Bs.Aires, 1986.

(11) Alicia Alfuso, Luis A. Gui.”De la Dependencia a la Operatividad” ponencia presentada en el “2°
Congreso Nacional de Psicólogos Sociales”. Mayo de 1995.

(12) Diccionario de Psicología. Equipo de Redacción PAL. Ediciones Orbis, S.A.

(13)Alicia Alfuso, Luis A. Gui. “ La Asistencia en Psicología Social”

Redes Psicosociales Científicas N° 1, editada por A.P.S.R.A.

(14) Alejandro Scherzer,”Una psicología social de origen y raíz pichoneanos”, Actualidad Psicológica N°
231.

(15) Alejandro Scherzer,”Una psicología social de origen y raíz pichoneanos”, Actualidad Psicológica N°
231.

(16) Diana Trumper, “Psicología social y sus teorías convergentes” Editorial Veintiuno.
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EL PAPEL DE LOS PSICÓLOGOS


SOCIALES EN LOS DIVERSOS
ÁMBITOS:

MERY PREITI
MGTR. EN PSICOLOGÍA SOCIAL
BUENOS AIRES

Es para mí un placer colaborar con este medio, que seguro se convertirá en una
importante herramienta de difusión de la Psicología Social y, sobre todo, contribuirá a
la clarificación sobre el papel de los Psicólogos Sociales en diversos ámbitos.

En este artículo me propongo jugar el “ping pong” de preguntas y respuestas sobre


temas tales como las diferencias entre la Psicología Social y otras ramas de la
Psicología, qué la diferencia de las ciencias que le dieron origen, cuál es su metodología
de trabajo y cuáles son algunas de las varias herramientas que utiliza para la
recolección, el análisis de datos y la intervención psicosocial. También analizo cuál es
su relación con la participación ciudadana y expreso mi opinión sobre algunos de estos
tema.

Siempre citando correctamente esta fuente (que forma parte de mi trabajo final de grado
para el Master en Psicología Social), considero que sería una buena idea dar difusión a
este escrito.

1. ¿En qué consiste la psicología social y cuál es su relación con la psicología


general?

La psicología social es la ciencia de los fenómenos ideológicos y se ocupa


principalmente de la dinámica de los grupos, del vínculo y de la comunicación entre sus
miembros y los grupos entre sí y de toda la interrelación generada cuando las personas
se agrupan para cumplir un objetivo en común. Investiga por qué se produce el conflicto
entre la sociedad y el individuo, pero si bien estudia lo que sucede en el plano individual
no lo hace con la intensidad ni con la intencionalidad con la que lo hace la Psicología
Clínica, por ejemplo.

La psicología social, especialmente la marxista, destaca la necesidad de que el ser


humano desarrolle su espíritu crítico que lo lleve verse a sí mismo como protagonista de
su historia y de LA historia, para que salga de su condición de persona pasiva que sufre
las consecuencias de los actos de los demás.

La psicología general, en cambio, tiende a tener como objeto de estudio al individuo y


sus problemas internos, vivencias y traumas y, obviamente, los conocimientos de
psicología general son imprescindibles para el psicólogo social dado que conocer lo que
sucede con el individuo es importante para comprender cómo interactuará en relación
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con los demás individuos, en grupo y en los diversos ámbitos de intervención: la


escuela, el barrio, la familia, el grupo de trabajo, etc..

No existen individuos aislados, sino siempre dentro de una red social (ya sea real o
imaginada, la externa y la que lleva adentro) que lo nutre y que, de manera dialéctica, es
a su vez nutrida por ese individuo. Y mientras la psicología general (especialmente la
clínica) se ocupa de “curar” al individuo, la psicología social se ocupa de prevenir
situaciones personales y sociales que lo pongan en riesgo de enfermar por medio de
promocionar mejoras en la calidad de vida.

Por eso, la feroz batalla que se libra en algunos países entre Psicología General y
Psicología Social no debería existir, dado que lo personal y lo colectivo se nutren
mutuamente y tanto psicólogos generales como psicólogos sociales pueden hacer
mucho por el individuo y por la sociedad en la que vive.

2) ¿Cuáles son las diferentes áreas de intervención de la psicología social? ¿Cuáles


de ellas me parecen personalmente más interesantes y por qué?

Las diferentes áreas de intervención de la psicología


social son, entre otras:

a) El ámbito educativo

b) La investigación de mercados

c) El ámbito comunitario

d) El ámbito familiar y los menores

e) Los adolescentes y jóvenes

f) La tercera edad

g) El ámbito femenino

h) El ámbito organizacional

i) El medio ambiente (Psicología social ambiental)

Obviamente todos estos ámbitos de intervención me resultan interesantes pero dado mi


trabajo me resultan especialmente relevantes EL ÁMBITO EDUCATIVO y EL
ÁMBITO FAMILIAR, porque me desempeño como docente de Psicología Social y
como Consultora Psicológica especializada en familia y pareja, problemas de
adolescencia y niñez, y atiendo sobre estas cuestiones de manera grupal e individual.0

El ámbito educativo – En este ámbito de intervención puede trabajarse la interacción


entre los docentes, entre docentes y directivos, entre alumnos (ya sea en clase o en
los períodos de recreo), la relación de la escuela con los padres, etc.
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El ámbito familiar y los menores – Directamente relacionado con el anterior en


muchos casos, el ámbito familiar me interesa especialmente porque en él se
interviene para desarrollar y profundizar los derechos de los menores de edad al
tiempo que se los protege del impacto negativo que ciertas situaciones pueden tener
sobre su desarrollo (pobreza, violencia, malas condiciones sanitarias, etc.).

Se trata de una intervención multidisciplinaria (psicólogos, médicos, abogados, por


ejemplo) para evaluar el alcance de la situación de riesgo para los menores y sus
familias y así determinar si se tomará la medida de realizar una intervención familiar, un
acogimiento familiar o una adopción de los menores en riesgo.

3) ¿En qué consiste la observación participante?

En psicología social existen varias técnicas de investigación, y la observación


participante es una de ellas. Una de las principales técnicas de investigación es la
observación de la realidad y dicha observación puede ser participante o sistemática.

En el caso de la observación participante el psicólogo social describe el fenómeno que


observa. Su valor informativo radica en que denuncia y describe problemas que
generalmente se desconocen. Aunque no existen reglas rígidas para su aplicación se
recomienda objetividad, profesionalismo, sentido común, buenas habilidades para la
expresión escrita y un profundo respeto por la realidad que se está describiendo.

4) ¿Qué es encuesta psicosocial?

Se trata de una técnica que consiste en obtener información verbal por medio de un
cuestionario precodificado preparado de antemano y que se usa para obtener datos sobre
ciertas opiniones y actitudes (aspectos subjetivos) y ciertos hechos (aspectos objetivos).
Para que sea válida debe realizarse a muchos individuos que representen acertadamente
a la población a la que se va a estudiar.

Un cuestionario bien diseñado es esencial para obtener los datos, pero luego debe
realizarse una correcta lectura de esos datos para comprobar o refutar la hipótesis
planteada por el investigador.

Para que la técnica de encuesta psicosocial sea válida cuidadosamente se deben


formular y delimitar los objetivos en el campo a estudiar, realizar las preguntas
adecuadas y diseñar la codificación. Una vez diseñada la muestra se aplica en un
pequeño grupo para probar el cuestionario y comprobar si son necesarios ciertos ajustes.
Luego de esta etapa se aplica el cuestionario terminado a la población objetivo y se
compilan y analizan los datos obtenidos. Luego es posible inferir los datos al resto de la
población y comprobar o refutar la hipótesis planteada.
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5) ¿En qué consiste el brainstorming?

Podríamos traducir el término


“brainstorming” como “tormenta o lluvia de
ideas”. Se plantea un problema y se pide al
equipo que cada uno exponga libremente las
soluciones que le vengan a la mente aunque
parezcan algo descabelladas.

Aunque el brainstorming presenta algunas


desventajas (tales como la posible burla de
los demás miembros y la propensión al
desorden) no cabe duda de que si se aplica en
un ambiente de libertad y respeto podrán
lograrse varias ideas en poco tiempo y que servirán como posibles alternativas para
solucionar el problema dado. En un marco de respeto esta técnica favorece la
creatividad, la expresión en un marco distendido y la unión del grupo, el que dirigirá sus
esfuerzos hacia el mismo fin.

Al aplicar esta técnica conviene comentar al grupo ciertas pautas de convivencia para
evitar críticas y fijar un límite de tiempo durante el cual ha de administrarse. Mientras
los miembros del grupo exponen sus ideas se las registra en una pizarra, rota folios, etc.
y al finalizar se van eliminando las improcedentes y las menos factibles. Se procede a
jerarquizar las propuestas y se seleccionen así las ideas más útiles.

6) ¿Cuál es la utilidad de las preguntas exploratorias?

Tales cuestionarios tienen la ventaja de estimular la cooperación, la discusión sana


dentro del grupo y el razonamiento. Permiten delimitar las diferentes variables que
intervienen en un asunto y así concentrar la atención en los puntos más relevantes.
Aunque esta técnica puede generar ciertos antagonismos dentro de un grupo es muy útil
para que el mismo se oriente hacia sus objetivos y extraiga las conclusiones del caso
con mayor claridad.

7) ¿Qué es el rol playing?

Es la técnica mediante la cual un grupo delimita un problema o una situación dada y


realiza una teatralización frente a los observadores para intentar llegar a una solución
dentro de un tiempo fijado previamente.

Si a cada “actor” se le otorga el tiempo necesario para que se familiarice con su rol y se
deja actuar al grupo hasta al final (ya sea hasta que llegue el tiempo fijado o hasta que
alcancen la solución) esta técnica no solamente incitará a la participación sino que
también permitirá hallar varias soluciones alternativas a las cuestiones planteadas y
creará suficiente conciencia sobre dichas cuestiones.
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Por otra parte, los observadores podrán percibir cuál es el rol de cada participante
(portavoz, chivo emisario, líder, etc.) y cómo éstos se relacionan entre sí en términos de
agresividad, entendimiento, competencia por el poder, etc.

8) ¿En qué forma puede ser útil la psicología social a las relaciones familiares?

La familia es el grupo primario de la mayoría de los seres humanos, y dado que la


psicología social estudia la dialéctica entre el individuo y su grupo, la familia es un
objeto de estudio interesante para la psicología social porque es en ese marco donde la
mayoría de los individuos forman su propia subjetividad a través del desarrollo de su
vida cotidiana.

Dado que la psicología social es el estudio científico de cómo las interacciones con
otros influyen en nuestra manera de actuar, sentir y pensar resulta pertinente aplicar
los principios y técnicas de la psicología social al ámbito familiar porque es allí donde
los sujetos adquieren valores morales y éticos que los harán quiénes son y los llevarán a
actuar como actúan.

Además, estudiar la comunicación (normal o patológica) entre los miembros de una


familia ha llevado a las diferentes corrientes de terapia familiar, tales como la de Palo
Alto cuyos mayores exponentes son Kackson y Weakland y que es partidaria del
abordaje del síntoma, el Modelo Estructural, el que destaca que el grupo familiar no
es patológico porque tiene problemas sino porque no atina a encarar adecuadamente la
solución de los mismos, y la corriente de la Escuela de Milán, la cual usa diversas
técnicas de la psicología social para ver qué sucede en la familia, parte de una hipótesis
y un contrato o compromiso de trabajo con sus miembros.

Pichón Riviere, el mayor exponente de la Psicología Social argentina, descubrió que


el origen de los síntomas psicóticos y los delirios de sus pacientes podían remontarse
hasta la estructura de la familia de cada uno de ellos. Este autor también concibe a la
familia como un campo interaccional: el grupo familiar. Desde el punto de vista de la
Psicología Social la familia es un grupo porque es un conjunto restringido de
miembros con una representación mutua interna y que cumplen una tarea conjunta,
parciamente, la de llevar adelante esa familia y la vida de cada uno de sus integrantes.
La familia es, además, una mediadora entre la organización social y el individuo.

9) ¿Cuáles son los objetivos de la psicología de la intervención social?

Uno de los principales objetivos de la psicología de la intervención social es detectar y


analizar los conflictos que pudieran surgir en la interrelación personal de los
individuos entre sí y con su entorno.

Además se pretende realizar una prevención primaria, secundaria y terciaria, es


decir, la psicología de la intervención social pretende anticiparse y evitar que algo
suceda, por medio de dar una mirada al futuro y planificar las cosas.

Otro de sus objetivos es, especialmente si no se han podido evitar los conflictos,
realizar una detección precoz y diseñar una línea de tratamiento para minimizar
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sus consecuencias (Prevención secundaria). Sin embargo, a veces es necesario realizar


una prevención terciaria con el objetivo de lograr la reinserción de los individuos que
atravesaron por un conflicto.

Si bien la intervención del psicólogo social tendrá lugar en el campo psicosocial la


misma se realizará en situaciones que no impliquen una desviación patológica y se
desempeñará como un agente de promoción de la salud física y mental mediante la
aplicación de técnicas y estrategias propias de su disciplina, facilitando la capacitación
de los individuos en crisis y la potenciación de las capacidades de los colectivos y los
ámbitos de intervención donde trabajará el Psicólogo de la Intervención Social, ya sea a
nivel individual, comunitario o estructural

Así, al promover la salud se intentará alcanzar el objetivo de obtener un cambio


psicosocial y así lograr el bienestar de los implicados y mejorar su calidad de vida.

10) ¿Con qué métodos de trabajo cuenta el psicólogo de intervención social?

Para realizar su trabajo, un psicólogo social cuenta con múltiples herramientas, tales
como los métodos de diagnóstico y valoración, las estrategias de planificación y las
técnicas de intervención tanto específicas como en común con otras especialidades de la
Psicología, tales como las elaboración de redes sociales, el análisis de las relaciones
familiares y la intervención psicosocial en este ámbito.

Un psicólogo social también dispondrá de


la elaboración de proyectos, programas y
planes en los que propondrá un
diagnóstico, formulará un problema una
hipótesis y una solución, así como diversas
tareas a realizarse para arribar a esta
última.
11) ¿En qué consiste el proceso de la
interacción social en el grupo?

La Interacción social en el grupo es


intercambiar ideas, sentimientos, opiniones
y proyectos mediante los cuales los miembros de ese grupo puedan realizar sus ideas y
plasmarlas en los proyectos que tienen en común.

Para que esto sea posible son necesarios ciertos organizadores grupales internos (tales
como la mutua representación interna, los roles y el conjunto de sus necesidades,
objetivos y tareas) y externos (circunstancias espaciales, temporales, por ejemplo). Tales
organizadores se generan en la interacción de los miembros del grupo, es decir, nacen de
su propia relación dialéctica y dinámica.

Pichón Riviere decía que “un sujeto es sano en la medida que aprehende al objeto y lo
transforma y, en esa medida, se modifica a sí mismo”. Esto se comprueba
empíricamente en la práctica diaria, especialmente para quienes llevamos un tiempo
trabajando en este campo, y por eso puede afirmarse que todas las interacciones sociales
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siempre tienen lugar en una dialéctica continua en la que las comunidades, las
instituciones y los individuos se hallan más cercanos a sus objetivos cuanto menos
marginales sean y más capacitados se hallen, dado que su marginalidad les resta
autonomía y poder de decisión.

Por eso el trabajo del psicólogo social es relevante en tanto capacite y potencie a
individuos y colectivos para que lleven una vida mejor y más digna.

12) ¿En qué consiste el grupo análisis?

El grupo análisis es un modelo de terapia grupal que intenta relacionar los procesos
grupales con aquellos procesos que suceden a nivel individual. La teoría del grupo
análisis sostiene que los síntomas que presentan provienen de ciertos bloqueos en la
comunicación entre los individuos y que terminan siendo bloqueos intrapsíquicos.

Tal terapia se propone cambiar el sistema de comunicación social para transformar el


diálogo intrapsíquico y lograr el crecimiento personal tanto en la dimensión vertical o
“intrapsíquica” (en la que se definen la identidad y la responsabilidad personales) como
en la dimensión horizontal o “intrapersonal” (grupal, en la que juegan las pautas y roles
que cada uno tiene en el grupo).

Como resultado, se opera un cambio que lleva a reforzar la identidad de cada miembro
del grupo, a potenciar su crecimiento y tal cambio lo lleva a ser más abierto hacia los
demás miembros del grupo, a participar más en él porque se produce una
descentralización de poder relativa dentro del mismo (relativa porque si se trata de una
terapia el grupo mantendrá su relación asimétrica con el coordinador/terapeuta).

Si además de grupo análisis se trata de un grupo operativo (aquel que tiene una tarea y
objetivos en común) se minimizan las competencias interpersonales para ver quién es el
mejor, el más querido, el más poderoso, etc. Tal minimización, además, la propiciará un
coordinador hábil que deje de lado el centrarse en la persona y que destaque el valor de
la cooperación mutua, del escucharse mutuamente, de cubrir las necesidades de los
demás, etc.

13) ¿Que relación existen entre la psicología social y la antropología?

El hombre es un ser social, y ni la antropología ni la psicología social son ajenas a este


hecho. Ambas ciencias sociales aceptan que es a través de la interacción con el otro
cuando el bebé que nace llega a ser un ser humano: aprendiendo, comunicándose,
realizando tareas con el otro.

Según la psicología el grupo familiar, por ejemplo, permite que el hombre construya su
subjetividad, su individualidad y que, incluso, la ponga en palabras en una entrevista de
psicoterapia individual. En consecuencia, ese individuo solamente podemos tomarlo
como un ente aislado cuando se lo abstraiga al considerarlo un objeto de estudio aislado,
pero en la práctica nunca estará formándose solo porque la interacción con su grupo de
pertenencia se da desde su nacimiento mismo. Así, puede afirmarse que es la relación
dialéctica con su mundo la que llena su vida de significado.
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Y dado que la antropología es la ciencia que estudia los


aspectos físicos y las manifestaciones sociales y culturales
de las comunidades humanas, podemos afirmar que tanto la
psicología social como la antropología comparten un objeto
de estudio en común: el grupo. Y ambas ciencias se
complementan entre sí. Sin embargo, surge el interrogante:
¿Hay entonces alguna diferencia notable entre la psicología
social y la antropología? A esta pregunta podemos darle
varias respuestas.

La primera es que si bien el grupo es uno de los objetos en


común, muchos de los demás objetos de una y otra ciencia
no son compartidos. Por ejemplo, la psicología estudia la
mente, la conducta, las emociones, y la antropología estudia
la cultura de los pueblos y realiza una comparativa entre
ellos.

La segunda respuesta podría darse desde el punto de vista de los métodos que usan la
psicología social y la antropología. Mientras que el trabajo de campo de la psicología
social se realiza en la comunidad y a corto plazo, el trabajo de campo de la antropología
tiene lugar más a largo plazo en culturas exóticas y para lograr una mejor comprensión
de las sociedades.

Por otra parte, la psicología experimenta sobre la base de supuestos similares a los de
las ciencias naturales y tiene un fuerte sesgo hacia los análisis cuantitativos basados en
métodos de encuesta, algo que la antropología rechaza como un método inadecuado y
superficial.

Y la tercera respuesta es que hay una gran diferencia en la teoría central, o el dogma
central de cada una de estas dos ciencias. Mientras que en la antropología se tienen en
cuenta la cultura, los holismos, la semiótica, la crítica de conceptos, la deconstrucción,
en la psicología se presta atención a los significados, las interpretaciones, la
personalidad, la dinámica de los grupos, la manera en la que se producen el aprendizaje
y la cognición, etc.

Así, puestas de manifiesto estas dos breves listas de los dogmas centrales de una y otra
ciencia, puede observarse la distancia entre ellas: el campo de cada una de ellas, las
teorías, los métodos las estrategias, los objetos de estudio son parte de las diferencias
entre psicología social y antropología.

14) ¿Cuál es mi opinión acerca de los sistemas de partidos en relación con la


democracia?

Para comprender mejor la relación entre ambos conceptos, es decir, entre partido y
democracia, se hace necesaria una definición de los mismos. Por eso cabe aclarar que un
partido es un fuerza política, un grupo político organizado y se llama “sistema de
partidos” al conjunto de partidos de un país, conjunto dado por las relaciones entre tales
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partidos, la cantidad de partidos, su forma de interacción entre sí y con el medio en el


que están inmersos.

Por otra parte, etimológicamente podría definirse a la democracia como el “gobierno


por parte del pueblo”, ya que la raíz de la palabra, “demo” significa pueblo y “cracia”
significa gobierno.

Ahora bien, hay diversas maneras de administrar este “gobierno del pueblo” y es aquí
donde las distintas clases de democracia entran en el cuadro y, además, esta
característica de la democracia es una de las que personalmente más aprecio porque
permite a cada estado organizarse como lo desee, pero siempre dentro de los parámetros
de la democracia.

Por ejemplo unas son democracias directas y otras son indirectas y en estas últimas el
gobierno es ejercido por los representantes elegidos por el pueblo. Pero esta forma de
organizar el gobierno no es lo único que define a una democracia. En esta forma de
organizar el estado sus miembros son (o deberían ser, al menos) iguales ante la ley,
libres y con relaciones sociales y comerciales realizadas a través de mecanismos de
contratación.

Además, me parece acertada la idea de organizar partidos y sistemas de partidos para


mejorar la gobernabilidad y asegurar una democracia, limpia, representativa de todos
los sectores sociales y duradera.

15) ¿Cuáles considera usted que serían los parámetros que definirían a una
democracia?

Habiendo definido estos conceptos (Sistema de partidos y democracia), puedo detallar


los parámetros relacionados con esta forma de gobierno con mayor claridad. En una
democracia, especialmente en una democracia liberal, debería haber:

 División de poderes públicos (ejecutivo, legislativo y judicial)


 Una carta magna que delimite el poderío de los poderes públicos (ejecutivo,
legislativo y judicial) y regule el desempeño del gobierno para asegurar un
estado de derecho.
 Varios partidos políticos no uno solo
 Libertad de prensa y de expresión
 El derecho a ser candidato ya ser votado, además del derecho a votar
 El sufragio debería ser universal, es decir, la mayoría de la población de un país
debería ir a votar
 Cada ciudadano debería estar bien informado por parte del gobierno sobre las
acciones de este último que le atañen
 Libertad: de asociación, de comercio, de viajar, de tener posesiones y propiedad
privada.
 Plena vigencia de un marco institucional que asegure los derechos humanos,
incluso el de los extranjeros y los de las minorías.
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16) ¿Qué opino acerca de la necesidad de la participación ciudadana?

La participación ciudadana es un
aspecto fundamental de la democracia
porque facilita la inclusión y la
participación de los ciudadanos y
habitantes de un país y les brinda la
oportunidad de cambiar ciertos sucesos
negativos o ciertas decisiones que hayan
tomado los gobiernos. Por esta razón
opino que la participación ciudadana es
un condición SIN EQUA NON para que
la democracia pueda garantizar que un
ciudadano no solamente tenga derecho
al voto, sino una voz en las diversas
decisiones que afectan al público en
general.

Esto es esencial, a pesar de que muchos gobiernos intenten reducir la participación


pública / ciudadana al mínimo cuando realizan los proyectos, programas y planes
nacionales pero esto no debería ser así porque el dinero invertido en la participación del
pueblo estará bien invertido porque evita contiendas prolongadas y mucho más
onerosas, crema un clima de confianza mutua entre el público y los agentes del gobierno
y e genera más fácilmente el apoyo de la ciudadanía y del público hacia las decisiones
que deban tomarse en relación con la planificación.

SEGUIDAMENTE FIGURAN UNA SERIE DE FRASES ANALIZDAS Y SOBRE


LAS QUE TAMBIÉN EXPRESO MI OPINIÓN PERSONAL:

La finalidad de toda investigación en el campo de la psicología social es descubrir si


esa situación nos afecta y en qué medida, así como intentar modificarla.

Primeramente deseo definir qué es la investigación: Se trata de observar la realidad,


registrar los datos recopilados, ordenarlos, analizarlos e interpretarlos para poder captar
lo que nos dicen.

Toda investigación en el campo de la Psicología Social se centra en esta línea


conceptual, es decir, se centra en una praxis continua en la que teoría y práctica se
enriquecen en una realimentación mutua y permanente. Entonces, a través de la
investigación el psicólogo social evaluará si cierta situación afecta a un grupo y hasta
qué punto y también estará en condiciones de diseñar proyectos, planes y programas de
intervención para poder modificarla.

En toda investigación la solución va a depender del cristal con que se mire el


problema, por eso es importante que si vamos a investigar un fenómeno social usemos
métodos fiables como es el método científico que hasta ahora los resultados que arroja
los podemos volver a comprobar y no son meras especulaciones.
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Existe el error bien generalizado de pensar que el investigador es un ser especial, único,
quizá fuera de lo ordinario. Pero en realidad se trata de una persona que se ha
capacitado en el área (en nuestro caso en psicología social y participación ciudadana) y
aplica el método científico con rigor para comprobar o desechar las hipótesis
planteadas.

Y cuando digo que debe aplicarse con rigor quiero decir que debe poner en práctica una
serie de pasos para alcanzar el objetivo propuesto (método científico) tal como se lo
plantea, con suma exactitud, con objetividad y precisión. Y esto permitirá repetir el
experimento a él o ella misma, o a otro investigador que desee seguir los mismos pasos
y quien, seguramente, llegará a los mismos resultados si desarrolla el experimento en el
mismo contexto dado.

Sabemos que la situación es determinante de la conducta. Una persona que ha sido


amable, buena y agradable puede convertirse en un tirano debido a las exigencias de
una situación. Y posiblemente peligrosa a otros que no conoce y que nunca le han
hecho daño.

Coincido con esta aseveración porque el hacer, la tarea tienen un papel central de la
concepción pichoniana del sujeto y a causa de eso en la elaboración de un criterio de
salud en términos de adaptación activa a la realidad y de adaptación de la conducta: el
sujeto sano tiene la capacidad de transformar su entorno y su conducta cuando sea
necesario, dado que el sujeto y su conducta estarán adaptados activamente siempre y
cuando mantenga una relación dialéctica con el medio.

Si definimos como “Conducta” como el conjunto de operaciones por las que el sujeto
intenta resolver sus contradicciones internas en una relación permanente de
modificación recíproca con el contexto, tiende a resolver esta contradicción que le es
inherente como ser vivo, contradicción entre necesidad y satisfacción, es posible afirmar
que desde el punto de vista de la psicología social (en especial la relacionada con el
pensamiento de Pichón Riviere) la psicología social no es más que una reflexión sobre
el sujeto y su comportamiento y no solamente una “psicología de los grupos”.

Por eso puede afirmarse que la conducta es el emergente del interjuego entre las causas
internas y las externas al sujeto, por causas actuales así como aquellas propias de su
historia personal.

Aunque no se pueda predecir con exactitud el comportamiento humano esto no detiene


las interrogantes de los psicólogos sociales que siguen buscando las raíces de ciertos
comportamientos especialmente aquellos que son el pase a la salvación o la
destrucción del mundo: el altruismo y la agresividad.

Este párrafo significa que dado que la psiquis humana no es un mecanismo de relojería,
el comportamiento de una persona no puede predecirse con exactitud. Sin embargo, la
psicología social sigue empeñándose en hallar el origen de aquellas conductas que se
relacionan con las relaciones interpersonales, y en especial de las que tienen que ver con
la agresividad y/o el altruismo entre individuos.
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Podría decirse que la conducta es funcional (porque tiene la función de resolver


tensiones) y siempre implica ambivalencia y/o conflicto. Además solamente puede
comprenderse dentro de contexto o campo en el que tiene lugar y cada individuo
tiende a preservar un estado mínimo de consistencia o integración interna. A causa de
esto último y de su ambivalencia, la conducta de una persona podría debatirse entre la
lucha del individuo por cubrir sus necesidades y la necesidad altruista de anteponer las
necesidades del otro a las suyas.

Cada sujeto podrá resolver esta crisis con más o menos éxito, según la magnitud de la
ansiedad desencadenada y de la magnitud de la continencia de sus vínculos, o sea,
de la case de función yoica y de sostén que le ofrezca su entorno en balance con sus
propias elementos disposicionales y constitucionales tales como las vivencias de su
vida intrauterina, la herencia genética y sus primeros años de vida cuando se constituyó
su subjetividad.

Podemos hablar de distintas organizaciones sociales y cada organización social, con


diversas prácticas de producción del cuerpo como la crianza, los castigos, la higiene, la
alimentación, la sexualidad, la educación, construye cuerpos diferentes.

En el campo grupal se producen múltiples


transferencias entre sus integrantes y esto se
observa muy bien en una familia, una
organización social primaria en la que el
vínculo entre sus miembros no es solamente
una relación entre ellos sino una “estructura
que los envuelve”, los forja, crea una
singular subjetividad y los forma como
individuos. De ahí que, por ejemplo, los
castigos, las normas de higiene o la
administración del dinero difieran de una
familia a otra.

Por esta razón, las organizaciones sociales


diferentes producen individuos diferentes
así como una familia esquizoide con fronteras marcadas entre sus integrantes creará
personas individualistas y una familia epileptoide creará individuos dependientes entre
sí y que se deban extrema lealtad.

La Psicología Social nunca ha sido, ni lo es , un campo unificado de conocimiento por


el contrario, ha estado signada por la polémica, el debate entre formas de pensamiento
diferentes, los avatares del desarrollo de la psicología y sociología, en suma: el cambio
en la sociedad y el conocimiento mismos. No obstante, tiende a ser considerada como si
fuera una.

A pesar de las muchas discusiones sobre qué es específicamente la psicología social y


de los ataques de algunos de los representantes de ciertas ciencias cercanas a la misma
que intentan desacreditar su rigor, la Psicología Social siempre ha sido un campo de
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estudio serio y multifacético, aunque esa multidisciplinariedad le haya costado el mote


de “disciplina sin un campo del conocimiento unificado”.

Sin embargo, y a pesar de la diversidad de temas, de la diversidad de pensamiento entre


sus cultores (y de los ataques de los defensores de la Psicología Clínica) en la Psicología
Social opera un estricto rigor científico porque es fáctica (decribe hechos, datos de la
realidad), trasciende los hechos (porque va más allá de las apariencias y explica qué
hay más allá de los hechos con hipótesis y teorías), es comunicable y verificable, es
sencilla y clara, metódica, legal (busca, genera y aplica leyes científicas), sistemática,
abierta, predictiva (porque va más allá de los hechos experimentales e imagina cómo
podrían haber sido en el pasado y cómo serán en el futuro), es explicativa, es general
(porque transforma enunciados particulares en esquemas más amplios) y, sobretodo ES
ÚTIL porque provee conocimientos aplicables y herramientas para el bien común.

Todo esto habla muy bien de por qué se considera a la Psicología Social como si fuera
un estudio unificado aunque no lo sea: sus diversas facetas y ramas se amalgaman
bien para producir cambios en el hacer y la dialéctica de los grupos que han de
resultar profundos, duraderos y aceptados por todos y cada uno de sus miembros.

No cabe duda acerca de que la democracia es hoy en día una democracia de partidos, y
que el sistema electoral para ser auténticamente tal ha de referirse a un sistema
multipartidista.

Ya hemos definido a la democracia, y podría decirse, de una manera un tanto general,


que se trata del “gobierno del pueblo”, usualmente ejercido por sus representantes
electos pertenecientes a diferentes partidos es decir, a diferentes fuerzas políticas
organizadas en un sistema de partidos.

Teniendo esto en mente, se destaca por su propio mérito la idea de que para que haya
democracia deben existir diferentes fuerzas partidarias. ¿Qué sucedería si así no fuese?
En lugar de democracia estaríamos hablando de un monopolio de ideas, de un
totalitarismo ideológico que nada tienen que ver
con el concepto ni con la esencia mismos de la
democracia.

Por eso, cada partido, cada gobierno, cada


ideología o fuerza política podrán organizarse
como deseen pero siempre sin salirse del marco
que la democracia nos brinda por definición para
lograr que sus miembros sean iguales ante la ley,
libres y con relaciones sociales y comerciales
realizadas a través de mecanismos de
contratación claros y transparentes. Como ya he
puntualizado, organizar partidos y sistemas de
partidos contribuye a mejorar la gobernabilidad y asegura una democracia más limpia,
más duradera y más representativa de todos los sectores sociales.
REVISTA NACIONAL DE PSICOLOGIA SOCIAL Argentina
MOVIMIENTO DE PSICOLOGXS SOCIALES DE ARGENTINA

La participación ciudadana es necesaria para construir una democracia real, resulta my


importante para no dejar todo el control en manos de los gobernantes y establecer una
especie de contrapeso que ayude a transmitir mejor las preferencias de las y los
ciudadanos, suavizar y mediar en conflictos, favorecer acuerdos, etc. aportando
inquietudes, diferentes puntos de vista y soluciones.

Estoy de acuerdo con este párrafo porque la participación ciudadana es un factor


esencial de la democracia que facilita la inclusión y la participación las personas para
que puedan intervenir en su propia historia y cambiar las cosas negativas que suceden
en su sociedad o comunidad, generalmente como fruto de los malos gobiernos y sus
decisiones desacertadas.

Por eso sostengo que en una democracia SÍ O SÍ debe darse la participación ciudadana
de modo de garantizar a los ciudadanos cosas tan elementales (pero muy preciadas)
tales como el derecho al voto y la libertad de expresión y de prensa. Tener una voz en
las diversas decisiones que afectan al público es elemental.

Sin embargo no faltan gobiernos que traten de minimizar al máximo las oportunidades
de participación pública y ciudadana y llevarlas a su mínima expresión cuando
proyectan sus acciones de gobierno, y de eseta manera evitan aportes, inquietudes y
ciertas soluciones a los problemas que los aquejan. Y estos malos gobiernos así se
comportan aunque por supuesto esto atente contra el bienestar del pueblo llevándolo a
inconformismos y contiendas prolongadas que resultan más costosos para el país y que
quiebran la confianza mutua entre el gobierno y los ciudadanos/habitantes.

Gobernanza y gobernabilidad son conceptos muy relacionados, un gobierno eficiente,


con alta gobernabilidad será un mejor moderador de las relaciones de gobernanza, de
tal manera que la gobernabilidad es de alguna manera una condición para promover
una gobernanza democrática, a su vez, formas de gobernanza democráticas
fortalecerán la gobernabilidad.

Aunque en lenguaje de todos los días muchos tienden a usar estos términos como si
fueran equivalentes en realidad no lo son, dado que la gobernabilidad es la cualidad de
aquello que es gobernable y la gobernanza es la capacidad o el arte de gobernar de
modo tal que se logre el desarrollo de un país, en especial en el plano económico.

Sin embargo, ambos conceptos están altamente relacionados porque si el gobierno es


bueno y eficiente, es decir, si ejerce bien su gobernanza, esa gobernanza misma es lo
que facilitará la gobernabilidad del país porque las personas estarán más satisfechas con
sus decisiones, decretos, políticas, etc. y se verán más inclinadas hacia una participación
ciudadana en la que los proyectos presentados no serán presentados como resultado de
la rebeldía, la disconformidad y la protesta, sino a causa del deseo de colaborar y lograr
el bien común, logrando así el preciado balance entre sociedad, estado, mercado
económico igualdad social.

El análisis de la gobernabilidad de un sistema implica el de su gobernanza, es decir, el


descubrimiento del mapa de actores, sus expectativas, sus conflictos y las estructuras y
procesos de interacción.
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MOVIMIENTO DE PSICOLOGXS SOCIALES DE ARGENTINA

Como he detallado en el apartado anterior, los conceptos de gobernanza y


gobernabilidad están directamente relacionados. Por eso, al analizar la gobernabilidad
de un país, de un sistema, se descubre la gobernanza de sus líderes de gobierno, es decir
se descubre su capacidad para gobernar al país y llevarlo al desarrollo económico, lo
que redundará en beneficio para las demás áreas. Por ejemplo, si hay dinero (y si no se
lo roba...) habrá mejores hospitales, mejores jubilaciones y pensiones, mejores caminos,
mejor educación, etc..

¿Cómo puede saberse esto a analizar la gobernabilidad del


sistema? Analizando por ejemplo la cantidad, modalidad y
tasa de acato de una huelga general. ¿En cierto país hay
huelgas generales con frecuencia? ¿Son repentinas? ¿Las
partes implicadas están poco tendientes a ceder para
lograr acuerdos? ¿Los ciudadanos y habitantes tienden a
acatar las huelgas de manera mayoritaria? Pues, entonces
el país ha perdido gobernabilidad porque ya no es
(fácilmente ni democráticamente) gobernable y se ha
transformado en un mar de personas disconformes.

MERY PREITI
MGTR. EN PSICOLOGÍA SOCIAL
REVISTA NACIONAL DE PSICOLOGIA SOCIAL Argentina
MOVIMIENTO DE PSICOLOGXS SOCIALES DE ARGENTINA

EL PROCESO CORRECTOR EN LA
OBRA DE ENRIQUE PICHÓN RIVIERE
HACIA UNA PSICOLOGIA DE LA PRAXIS
Preámbulo.

“El mundo de los fenómenos y de los datos oculta y vela una realidad más profunda
que los trasciende, los articula y los explica. (Algunos actores sociales), De la realidad
solo ven lo manifiesto, olvidando lo que late detrás de la apariencia y que es lo que en
definitiva, puede explicarla y conferirle sentido”

C. Almeyda.

LIC. FRANCISCO MORA LARCH


MEXICO

Me parece que el uso del término, Procesos Correctores de parte de Pichon Rivière, no
recibió una atención sistemática, debido a que de alguna forma remite a la praxis o a la
teoría de la praxis tal y como es pensada en la filosofía marxista.
Habría quizás que rescatar en los textos de Pichon cómo usa el término, ya que no
resulta formalizado: en ocasiones habla de “proceso corrector”, de “tarea correctora”, de
“operación correctora” y de “situación correctora”. Sería conveniente hacerlo, porque
Pichon plantea que uno de sus referentes teóricos es la dialéctica materialista, y esta,
como tal, remite justamente a la praxis (social) como método de conocimiento de la
realidad natural y humana.
Me parece importante elucidar bien el uso del término, porque para muchos psicólogos
y algunos otros investigadores sociales, los “procesos correctores” pueden dar lugar a
malentendidos epistemológicos, filosóficos, teóricos, éticos y por lo tanto políticos.
Para el marxismo, la metodología dialéctica se fundamenta en la actividad humana, pero
es una actividad humana mediada por el pensamiento y en particular, un pensamiento
reflexivo cuyas características son las de ser un pensamiento consciente, direccional,
analítico, dinámico y entonces aceptamos que hay pensamientos no reflexivos,
mecánicos y estereotipados.
Cuando la actividad humana es consciente de sí misma se vuelve acto, una acción con
voluntad, es decir con dirección y quien la dirige es la razón y el pensamiento, en
función de conocer la realidad, lo que lleva también a dar un paso más, conocer la
realidad no para adaptarse a ella sino para transformarla, hacer la experiencia de “entrar
en contacto” con aquella realidad para permitir que el resultado de la acción afecte al
pensamiento, retroalimentándolo y modificándolo, para transformarlo a través de los
procesos de ratificación o rectificación.
La praxis es a la vez un producto humano, es la construcción de la conducta humana
consciente y pensante. No es la conducta como dato inmediato, porque la praxis
presupone un contexto del cual emerge como tal, y este contexto es cultural, económico,
productivo y en última instancia social, en ese sentido, la acción no se encuentra
fragmentada por un análisis que la abstrae y la aísla de la totalidad desde la cual se
despliega.
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La praxis presupone un tipo de experiencia en el que interactúan el hombre y su mundo,


sin embargo “el hombre” no es una abstracción sino un sujeto concreto, producido en
determinadas condiciones históricas, culturales y sociales, a la vez que productor de
esas condiciones de las cuales emerge; en un sentido, “su mundo”, también es un mundo
construido a partir de que “lo trata”, lo interpreta y lo transforma desde su estructura
subjetiva, desde una subjetividad que condiciona el vínculo que se establece entre
ambos.
La praxis, es lo que Althusser (1968:136) denomina “la práctica social” como el
conjunto de prácticas de una sociedad dada en una época y en un lugar determinados.
Como práctica social, es susceptible de “experimentar” permanentes y sucesivas
transformaciones y rectificaciones, tanto desde un sentido instrumental como social y
humano. La praxis social se define desde la humanidad de un sujeto que como tal,
produce con su actividad significación social y sentido humano-simbólico.
Pongo énfasis en el aspecto de apertura de la praxis, de su carácter dialéctico, capaz de
asumir las correcciones necesarias que la realidad natural y humana le impone: desde la
realidad, la praxis humana “recibe lecciones” que le dan indicios de modificar los
constructos mentales y re-pensarlos para una acción instrumental más racional y
efectiva que se adecúe al objeto externo o al sector de lo real que se trata de modificar o
transformar; desde lo humano, la praxis invita a tomar conciencia de los obstáculos y las
dificultades mas subjetivas pero no menos efectivas, que impiden y bloquean el
pensamiento y la acción sobre uno mismo, el ser humano no solo trabaja, sino que se
trabaja y se autoconstruye permanentemente.
En este sentido Pichon distingue entre obstáculos epistemológicos y epistemofílicos,
estos últimos referidos no tanto a las categorías conceptuales como a las dificultades
personales y las ansiedades ligadas al vínculo con el objeto de conocimiento.
En la historia humana, se ha sido testigo de cómo muchos conocimientos y una gran
veda de libros que constituyeron en su tiempo el “resumen” de saberes de los antiguos y
de nuestros antepasados fueron quemados, y destruidos, para muchos hombres
representaban “el mal”; para los cristianos, aun hoy está prohibido que lean libros de
marxismo, se les ha trasmitido una representación en la que “leerlos”, los llevaría a que
renegaran de sus creencias, así que este tema de conocimiento les genera mucha
angustia y temor.
El sujeto conoce el mundo a través de la praxis, es decir, a través de una relación
dialéctica donde mundo interno y mundo externo confluyen, interactúan y se influyen
mutuamente. La relación cognoscitiva, a través de una serie de procesos correctores va
ensayando las formas más adecuadas que permitan que la subjetividad construya un
modelo interno, que sea un reflejo no mecánico de la realidad que se trata de conocer y
a la vez de transformar, porque desde la praxis, no hay intervención que no sea a la vez
modificación del mundo exterior y del sujeto cognoscente.
En la práctica científica, esto se logra cuando el trabajo de producir conocimiento sobre
la realidad toma distancia de “su hacer”, para reflexionar sobre los modos de
conocimiento; así, el conocimiento de la realidad natural y humana toma conciencia de
sí mismo, en la forma de reflexionar sobre cómo se realiza el conocimiento, y se
objetiva entonces el modo “evolutivo” en que fue pensada la praxis científica como
actividad, hasta llegar a adquirir una idea más objetiva de la praxis científica como
praxis social.
Tenemos ya desde aquí que la praxis es un proceso corrector, que semeja una espiral
donde a cada momento de la práctica le sigue un proceso reflexivo que vuelve sobre la
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praxis para modificarla, es una tarea permanente que señala la presencia del hombre en
el mundo, y como tal, la praxis es la tarea correctora por excelencia en varios sentidos:
- como tarea, la praxis nos enseña que el vínculo entre sujeto y mundo es mutuamente
reciproco, ya que los cambios que se producen en cada elemento tienen repercusiones
que afectan a cada polo de la relación;
- como proceso, la praxis nos muestra que estas afectaciones enriquecen nuestra visión de
la realidad, rectificando, ampliando y alimentando la experiencia humana en función de
un mundo cada vez más perfectible desde lo económico, lo cultural, lo social y lo
político.
La subjetividad humana es el producto de una praxis, en un primer momento, de la
praxis de crianza y educación de los hijos, de la relación dialéctica entre una madre y su
bebé, donde ambos polos de relación se nutren mutuamente en un rejuego de
intercambios afectivos, donde ambos elementos se reconocen en un proceso de
humanización paulatino, aceptando el papel activo que juega el neonato en la
configuración de los vínculos tempranos; pero también se sabe que aquella praxis de
crianza se produce en un contexto cultural y social que deja sus huellas en el sujeto, un
“registro” histórico que es “escrito y re-escrito”, por un sujeto que se construye y se
autoconstruye.
Desde la psicología psicoanalítica, constatamos que la madre con dificultades y
malestares culturales y existenciales es capaz de superar las condicionantes patógenas
del entorno porque ejerce una praxis de crianza, que como tal se sostiene desde el deseo,
la voluntad, la reflexión y la acción efectiva para superar los escollos que la realidad
material y humana le plantea. Ejerce una función de intermediaria que impide que la
realidad externa desborde los umbrales de excitación del neonato, evitando así
experiencias traumáticas o micro traumáticas que pudieran afectarlo.
Pero también constatamos que cuando la mujer desfallece, la estructuración subjetiva
del infante se ve comprometida para lograr el impulso a una humanización plena.
El aporte proveniente del exterior, como asistencia, rehabilitación o prevención, debe
jugar su parte en este proceso corrector, restableciendo y transformando los vínculos
alienantes que impiden justamente el desarrollo dialéctico de las relaciones, de los
vínculos y de los intercambios entre mundo externo y mundo interno al interior de la
diada madre – hijo y del contexto en que esta relación se realiza.
La construcción permanente de la estructura subjetiva, se inicia con una “visión
incipiente” por parte del neonato, en estos momentos el mundo material posee las
características de su psiquismo, ya que el índice de reconocimiento de la realidad
externa es casi nulo; entenderemos que el desarrollo de la conciencia infantil será
generado en los intercambios que establezca el bebé con el mundo externo, pero
mediados por un tercero, que ya posee una subjetividad estructurada con un índice de
realidad especifico y particular que dejará huella de “fábrica” en el psiquismo en ciernes
del neonato.
La aceptación de la realidad y de sus exigencias, puede ser vista como un continuo
proceso de corrección de los esquemas psíquicos, que son “moldeados” por la misma
realidad y por la pauta educativa y cultural del medio que rodea al niño. El psicoanálisis
construyó un método idóneo, el mejor conocido hasta ahora, para el conocimiento de los
procesos de constitución del sujeto como ente psíquico, de la forma en cómo “lo social”
es interiorizado como núcleo subjetivo a través de los vínculos tempranos que ofrecen
los cuidadores, en función de impulsar la construcción de lo esencialmente humano en
el sujeto: introducir una legalidad en el caos imaginario de una mente temprana
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atenazada por vivencias terroríficas. De ello resultó una visión dialéctica de lo


microsocial, de aquello que escapaba a los análisis macro de la sociología materialista.
La filosofía de la praxis aporta entonces a la práctica psicosocial su metodología, es
decir, el método dialéctico, pero el ámbito en que se aplica este es el campo histórico
social, por lo que el compromiso político es ineludible. La lucha al interior y en el
terreno de la Salud Mental puede ser vista como la toma de posición ideológica y el
compromiso humano del operador psicosocial, en función de la transformación de las
estructuras económicas, políticas, institucionales y comunitarias productoras de
patología social, de sufrimiento humano, de malestar cultural y de alienación colectiva a
las pautas que impone la economía de mercado en la sociedad neoliberal.
Para Pichon, la psicología social que sustenta y propone, debe asumir una visión crítica,
un pensamiento crítico, destituyente de ideologías opresoras, excluyentes y
mercantilistas e instituyente de nuevas formas solidarias de acción y participación
social.

Los procesos correctores en la obra de Pichon Rivière.

En este punto, desarrollo un análisis


pormenorizado y de rastreo de los orígenes del
término procesos correctores en la obra de
Pichon. Por cuestiones didácticas, hare un
recorrido cronológico marcando parágrafos por
fechas de texto.
Hablar de procesos correctores en plural,
implica reconocer que el conocimiento de la
realidad humana no se da de una vez y para
siempre y que tampoco adviene como una
intuición genial que de pronto “ocurre” en el
investigador científico. La teoría de la praxis
plantea que el conocimiento objetivo se obtiene merced a un trabajo, a un esfuerzo
consciente y metódico, donde la percepción sufre continuos reajustes y correcciones,
por lo que la metodología se desliza no por un continuum lineal o a la manera de un
circulo por donde se transita una y otra vez, más bien remite a la imagen de un
desarrollo espiralado, donde se recrea el conocimiento y se lo vuelve a trabajar a través
de la confrontación con la realidad y con los datos producidos por la reflexión en la
práctica concreta del hombre en situación.

1960.

Abordando el análisis desde el punto de vista cronológico, de atrás hacia adelante,


aparece el uso del término de proceso corrector en el articulo “empleo de Tofranil en
psicoterapia individual y grupal” (Pichon Rivière, 1960-a:175-185); refiere que en el
ámbito del grupo familiar es donde podemos encontrar las claves del enfermar cuando
el sistema de interrelaciones entre los miembros se ve perturbado, y desde ahí comenta:
“Este grupo estereotipado y poco productivo se transformará con el uso de determinadas
técnicas en el instrumento mismo de la operación correctora”.
En este contexto, la tarea correctora corresponde a la intervención psicosocial y
sociodinámica que intenta, a través de los instrumentos con que se trabaja, romper el
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sistema rígido y estereotipado de un grupo familiar en el que predominan distorsiones y


un malentendido básico, impidiendo la evolución en espiral de un proceso social que
debe generar el desarrollo de cada integrante y del grupo familiar en su conjunto.
La labor del operador es facilitar e impulsar los procesos de comunicación y
aprendizaje, motores del cambio social, promoviendo el esclarecimiento de las pautas y
estereotipias de roles y conductas, induciendo un reajuste en los roles, lo que por
implicancia, permitiría una “visión” distinta en los integrantes del grupo familiar,
modificando la subjetividad de cada uno y por ende, las relaciones intersubjetivas del
grupo como totalidad.
Pichon, en este caso menciona que el grupo familiar debe transformarse en el
instrumento de la operación correctora, al promover en él la ruptura de la estereotipia y
la repetición, para inducir un proceso espiralado de cambios paulatinos de re-
aprendizaje de roles, que induzcan nuevas formas de relación al interior del grupo,
afectando de este modo los intercambios con el extra grupo.
Ahora bien , la eficacia de la acción, no solo depende de esta sino de que “una teoría no
puede dejar de ser eficaz como orientadora de la acción, si es correcta y se la adecua y
desarrolla para dar cuenta de las circunstancias concretas” (Almeyda, C.: op cit.: 11)de
las que deriva.

1960-b

Un texto contemporáneo (Pichon Rivière, E., 1960-b: 197), titulado “Tratamiento de


grupos familiares: psicoterapia colectiva”, reitera la conceptualización de la referencia
anterior inmediata, así, dice el autor: “Lo explícito se configura por los cuatro
momentos de la operación correctora”. Entendemos que para Pichon, la “operación
correctora” hace referencia a la metodología de trabajo que está aplicando y que
encuentra su concreción en una herramienta particular y especifica: el grupo operativo,
que incluye su propio dispositivo (la situación grupal), más los marcos de referencia y
las técnicas de trabajo que el dispositivo exige para su operación.
El aporte aquí remite a que el proceso corrector como praxis, está pautado en cuatro
momentos, que tienen que ver con la forma en que el operador instrumentaliza el
método dialectico: diagnostico, pronostico, tratamiento y profilaxis.
La descripción exhaustiva de los cuatro momentos, nos permite observar los
componentes de una teoría en acción: se inicia con un análisis social y contextual del
enfermar, por ejemplo; luego, según lo “observado” se hipotetiza sobre lo que actúa a
favor y en contra del sujeto enfermo; en cuanto al tratamiento, se evalúa desde la pauta
repetitiva, es decir el estereotipo que tiene que ver más con la estructura grupal; La
profilaxis se produce en automático, ya que al actuar sobre el conjunto social, se
redistribuyen las cargas ansiógenas que inicialmente fueron proyectadas y asumidas por
el sujeto enfermo.
Este análisis social apunta a desvelar los mecanismos implícitos en el enfermar,
identificando que la enfermedad o patología de un integrante, es solo el emergente de
relaciones y vínculos distorsionados que impedían un desarrollo optimo del grupo, estos
vínculos eran generadores de un conflicto que no alcanzo a ser verbalizado y abordado
por las vías de la comunicación y el aprendizaje de la realidad, generando así una serie
de mecanismos implícitos que funcionan de manera latente y escapan al control
consciente de los miembros del grupo.
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1963-a.

De esta evidencia, propiciada por la praxis psicosocial y sociodinámica, dice Pichon,


“el hombre no es comprensible por sí mismo (o en sí mismo), el estudio de su contexto
social, inmediato o mediato, hace posible no solo su comprensión sino que también da
las bases para una operación correctora de su conducta social desajustada” (Pichon
Rivière, 1963: 253).
Tendríamos que aceptar entonces que no podemos
comprender la actitud ni cualquier
comportamiento humano, si no somos capaces de
elucidar y clarificar el contexto del que surge.
Faltaría comprender que el contexto actual, al que
podemos calificar de postmoderno, deberá ser
investigado a profundidad para establecer de
manera más objetiva las nuevas formas de
patología psicosocial que genera en los tiempos
actuales.
Lo que descubre Pichon, es el papel fundamental
que juega el grupo, por lo que pensando que el
espacio “natural” en que los sujetos despliegan su
desarrollo autónomo y alcanzan una
productividad mayor es el del espacio y la situación grupal. No duda en pensar que en
este caso, forma y contenido deberán funcionar como una unidad que permita impulsar
la praxis grupal. La forma la dará el encuadre de trabajo, mientras que el contenido de
desplegará desde el dispositivo que se haya diseñado.
Más adelante comenta: “Una observación sistemática, junto al análisis de las
operaciones de la mente en su interrelación social y en continuo intercambio, centrados
en la tarea, constituyen los supuestos básicos o el esquema conceptual referencial y
operativo (ecro) con el cual operamos en la técnica que hemos elaborado, denominada
grupos operativos”.
Una frase clave, que condensa un cumulo de significaciones acerca de lo que se hace, se
produce y se construye en un grupo. El trabajo del grupo es que su actividad se vuelva
praxis, esto se logra cuando se intenta trabajar y establecer una forma no alienante de
vínculos entre los sujetos que lo conforman. El vinculo es la vía a través de la cual la
comunicación adquiere una nueva cualidad, ya que acá se intenta el análisis de cómo la
mente opera en la comunicación, de cómo la condiciona; la comunicación puede
alcanzar el nivel del diálogo para que pueda lograr establecerse como una praxis.
Cada uno somos mediadores del fenómeno humano, pero para serlo, necesitamos pasar
de la actividad a la acción, con otro que se vuelve un referente que funciona como límite
de mi actividad, necesito tomarlo en cuenta como presencia humana, esta es la esencia
de la praxis, “esencia” que pasa por las operaciones de la mente: reconocer, pensar,
reflexionar, objetivar, razonar, otorgar significación, producir sentido. Y que también
pasa por la mediación del lazo social, sentido y significación remiten al otro de la
praxis. De ahí que P. Freire (op cit, p. 166) plantee que “somos verdaderamente críticos
si vivimos la plenitud de la praxis. Vale decir, si nuestra acción entraña una reflexión
crítica que, organizando cada vez más el pensamiento, nos lleve a superar un
conocimiento estrictamente ingenuo de la realidad”
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1964.

Un pequeño articulo (Pichon Rivière, 1964), interesante para su época, abre el tema de
los procesos correctores al hablar de la tarea que se propone un grupo; cuando el grupo
intenta trabajar el tema, se detecta una dificultad inicial, expresión de las resistencias
que cada abordaje de la realidad configura como un obstáculo a ser superado; en un
sentido, no se aborda la tarea porque no se logra dilucidar bien su contorno, falta
“visión”, discriminación de los bordes, pero aquí el autor no habla de corrección sino
de ajuste perceptivo, aunque este ajuste está condicionado por la posición social del
sujeto en determinado contexto: la corrección consiste en que el sujeto debe modificar
algún aspecto de la estructura subjetiva para que pueda realizar el corrimiento de una
posición social a otra para realizar el “ajuste”.
Es probable que la observación primera, dominada aun por el instrumental teórico (de
nivel bajo o alto) esté desbalanceada, debido justamente a que el esquema conceptual de
los sujetos aun no es puesto a prueba y entonces se trabaja desde un a priori, como si
hubiese una pérdida de sentido común: podemos trabajar juntos desde un principio, sin
organizarnos, sin conocernos, sin saber de cada uno, sin entender lo que cada quien
puede aportar y desde dónde, etc., etc.
Un poco más adelante, en el mismo texto Pichon habla de “la situación terapéutica,
correctora”, pero ya entendemos el sentido del término, la “situación correctora” remite
al enriquecimiento y la necesaria modificación del ecro a través del ajuste perceptivo
que genera, cuando se pone a prueba para verificar su adecuación a la realidad que
enfrenta, indico, cada grupo (por ejemplo, el familiar, o un equipo de trabajo o de
estudio) se enfrenta a una tarea o a varias que exigen que el colectivo desarrolle un
aparato para pensar la tarea y para poder instrumentarse en función de resolverá, lo que
puede ser entendido como la necesaria relación entre una subjetividad en activo que se
usa para transformar la realidad material, una autentica praxis social.

1965.

En el texto “Grupos operativos y enfermedad única” (1965:285), externa Pichon lo


siguiente, “Mediante la tarea realizada en los grupos operativos el sujeto adquiere o
recupera un pensamiento discriminativo social, por el que progresivamente y a través
del aprendizaje se produce la experiencia correctora:… logra conciencia de su propia
identidad y de la de los demás, en un nivel real”.
Aquí habla de los grados de alienación social que un sujeto puede alcanzar, cuando un
grupo estereotipado en su funcionamiento opera de tal modo que produce una fusión de
la identidad individual, lo que impide que el sujeto pueda tomar distancia para
diferenciarse de los otros, esto puede ser experimentado como un proceso de
despersonalización paulatino, que ahoga toda diferencia, es un grupo que no impulsa al
crecimiento, a la autonomía y a la independencia personal, antes bien, queda a merced
de procesos patológicos que lo estereotipan en un rol, impidiéndole una adaptación
activa y critica del mundo y de sí mismo.
Vemos entonces que la experiencia correctora no es más que la forma que adquiere la
praxis como tarea implícita, que es estimular el pensamiento, la discriminación de la
identidad y por ende de los roles sociales asumidos y actuados, en un aprendizaje que se
vuelve social, en el sentido de que es capaz de incidir no solo en el mundo interno del
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sujeto sino sobre todo en su mundo externo, la dialéctica necesaria en el que estructura
psíquica y estructura social forman un todo diferenciado.
Más adelante, Pichon habla ahora de la situación correctora, la menciona en este
contexto de referir como última causa u origen de la perturbación patógena una
situación de pérdida que genera siempre una depresión básica, difícil de reducir en la
condición humana, dice Pichon, “La situación correctora propone al sujeto integrado en
un grupo la posibilidad de un insight, un aprendizaje de la realidad, logrado a través de
sucesivas emisiones y recepciones de mensajes, con una progresiva adecuación de los
esquemas referenciales del receptor y el emisor, lo que culmina en una percepción de sí
y de los otros no distorsionada por el modelo arcaico y repetitivo del estereotipo”. (p.
291)
Entendemos desde Pichon, que el estereotipo se sostiene e insiste desde los miedos o
ansiedades básicas, que cuando son “exageradas”, provocan una rigidización de las
defensas que impiden cualquier intento de cambio o modificación de las estructuras de
base, lo que predomina o tiene hegemonía en la producción comportamental es la
dimensión subjetiva, poco propicia a intentar una modificación o intervención en el
mundo externo.
Regularmente, los miedos se ligan a fantasías catastróficas en caso de que el sujeto se
anime a intentar un cambio, en ocasiones se puede ayudar a verbalizar una experiencia
dolorosa, o una escena temida, lo que hace que el sujeto narre un drama fantástico que
ocurre en su mente, pero que tiene poco que ver con la realidad, ahí se encuentra el
origen de la distorsión de las percepciones; a fin de cuentas, debemos entender que
como dice Chalmers (1982), un enunciado observacional presupone siempre una
“teoría” en acción. Cuando se vencen las resistencias al cambio y el sujeto desarrolla
una modificación de su contexto, se produce una “operación correctora”, el sujeto se
afirma como tal y el medio modificado favorece y genera un mayor número de cambios
en cantidad y cualidad.
Estamos hablando aquí, de un cierto tipo de aprendizaje social, que también incluye el
aprendizaje técnico o instrumental. Sin embargo, la praxis nos indica que no puede
haber aprendizaje técnico o instrumental que al ser aplicado no revierta también sobre el
sujeto de la acción, de la labor humana.

1965-66.

El siguiente texto, este de 1965-66 (Pichon Rivière, 1965-66c) es quizás el material en


el que encontremos el mayor numero de referencias sobre la cuestión que estamos
analizando, así, dice Pichon, “resulta un paso decisivo para el abordaje del proceso
corrector, el detectar la estructura y dinámica del grupo interno del paciente” (p. 205).
Siendo un proceso corrector, la pregunta es ¿Qué se corrige y quién corrige?; el
contexto en el que se inscribe el uso de “proceso corrector”, remite a la forma en que
Pichon entiende el proceso del enfermar y por contrapartida el proceso terapéutico. Para
Pichon, la enfermedad no es más que un “método” del que se vale un sujeto para
intentar conjurar la ansiedad y los miedos generados por el sufrimiento humano, del que
“no se quiere saber”, se lo sustituye por fantasías que vienen siendo una crónica
subjetiva del acontecer interno del sujeto, o por miedos o temores, síntomas psíquicos o
somatizaciones.
El problema de este “método”, es su carácter repetitivo, estereotipado, rígido y cerrado
sobre sí mismo, la mejor representación grafica sería un círculo, por contraste con una
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espiral que avanza a cada vuelta o giro sobre sí misma. La clave está en que el sujeto no
usa el método, “se vale de él”, como recurso que funciona en automático, por lo que
impide la toma de conciencia de aquel sufrimiento y de este modo obtura todo posible
acceso a la ruptura del estereotipo.
Así, dice Pichon mas adelante (p. 207), “la tarea correctora consiste en la ratificación o
rectificación de estas imágenes en interjuego”, pero entendemos que el medio con el
cual se produce el intercambio o la interacción, es un medio poblado por humanos que
reaccionan ante el sujeto alienado, el interjuego se da no solo al interior del sujeto, sino
en la relación del que enferma con los supuestos “sanos”; la evocación de los propios
complejos inconscientes, despertados por la experiencia del otro, hace “entrar” al grupo
también en la alienación y en la patología que ahora se muestra en la evidencia, grupal o
colectiva.
“La tarea correctora consistirá en la reconstrucción de las redes de comunicación, tan
profundamente perturbadas, en un replanteo de los vínculos, con una reestructuración
del interjuego de roles” dice Pichon (op cit, p. 209), es decir, el proceso corrector pasa
por una modificación profunda de los vínculos, los que deben llevar a nuevas y variadas
formas de comunicación, de intercambios y de una revisión de los roles adjudicados y
asumidos, ya que es en la “fijeza” de estos, en su rigidez y en un mantenimiento “terco”
y tenaz del status quo, como se logra fijar e inmovilizar al sujeto y la distribución de las
tareas que le corresponde realizar a todo grupo humano.
Una última mención hace Pichon al final de este texto, “En
el proceso corrector de un grupo… sean cuales fueren las
características que esté presente, la operación se centrará en
el abordaje del núcleo depresivo básico patogenético, del
que todas las otras estructuras patológicas resultan intentos
fallidos de elaboración” (p. 213). Pichon invita a enfocar la
atención del proceso corrector en lo que él estima el origen
de las dificultades de todo proceso que se ve dificultado en
su desarrollo, aludiendo a su propuesta de entender que el
origen de la enfermedad deriva de una pérdida original, que
aparece como referente último de toda “patología” humana.

1966.

Casi simultáneo a este último trabajo Pichon Rivière (1966: 61), al hablar de teoría y
práctica y su mutua retroalimentación, utiliza un término diferente; la interacción
teórico-práctica produce un instrumento operacional, el ecro, (una estructura subjetiva,
en permanente transformación), dando lugar a una “situación que podríamos denominar
‘operación esclarecimiento’”. Se refiere a que la interacción permanente entre teoría y
práctica y de vuelta a la teoría, logra elucidar y clarificar el campo de operación, de
donde se obtiene una mayor eficacia instrumental en el manejo y el dominio racional
sobre el sector de la realidad que se desea transformar.
En este sentido, resulta valioso el comentario de Pichon, al decir que “La tarea más o
menos explícita que se propone el psicólogo social al planificar y realizar cada
indagación puede definirse como el intento de descubrir, entre otras cosas, cierto tipo
de interacciones que entorpecen el desarrollo pleno de la existencia humana”. (p. 261).
Si bien esta referida al grupo, queda implícita la idea de cómo funciona el operador, ya
que lo que sucede en el grupo al realizar su labor, revierte sobre sus esquemas de
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pensamiento, sentimiento y acción, son las tres áreas enumeradas por Pichon para la
indagación de los fenómenos psicosociales y sobre los cuales debe trabajar asimismo el
coordinador de grupos.

1969-a

Pichon define al aprendizaje de un modo significativo, dice que “es el proceso de


apropiación instrumental de la realidad para modificarla”. (p. 302)
Falta agregar que esta apropiación solo puede realizarse cuando es posible conocer esa
realidad y esto se logra cuando “la conciencia” apoyada en la razón logra reproducir en
la mente una especie de modelo que corresponda a la realidad objeto de estudio o de
investigación. Aunque no se construye por ensayo y error, este último es un elemento
“normal” en el proceso, es lo que nos permite hacer correcciones, e ir adecuando el
modelo según las pautas de aprendizaje dialéctico que nos aporta la práctica, que se
vuelve entonces praxis social.
No es obvio, pero el asunto es significativo, el ecro desarrollado por Pichon, como un
modelo dialéctico que intenta correr a la par de los cambios en la realidad externa, se
encuentra sujeto él mismo o puede ser él mismo, el primer obstáculo para la
transformación social si no recibe permanentemente una especie de revisión y
“mantenimiento” de los supuestos con los cuales opera, suponiendo que se encuentra
comprometido en una labor que no deja de reflejar lo vivido con lo pensado, luego esto
es llevado a la acción práctica.
En este asunto el operador social es clave, y quizás una forma de paliar los efectos del
“desgaste” de su instrumento, tenga que ver con someter a prueba a través de su
producción teórica siempre referida a una praxis, los “modelos mentales” que le sirven
de instrumento en su acercamiento a la realidad.
1969-b.
Hablando de la psicología social, (1969:311) Pichon distingue dos “ramas”, “una es la
psicología académica, que si bien investiga, no es capaz de llevar adelante los procesos
de cambio”, ya que temerosa de ser tildada de proselitismo social, prefiere verse
“políticamente correcta”, es decir, como ciencia debe ser “neutral” y sin compromisos,
casi, sin ética. La rama alternativa que distingue: “La otra, la praxis” (p. 312).
Esta pequeña frase resulta la clave de todo lo que hemos venido desarrollando. Pichon
asimila la psicología social, que para él es la ciencia de las interacciones, dirigida hacia
un cambio social planificado, a la praxis. Es decir, la praxis cuando se ejerce, cuando se
realiza, es psicología social aplicada; sin embargo, la praxis ha “funcionado” mas como
filosofía, una disciplina cuyo objeto de estudio no es especifico, aparece como la
metaciencia, reflexionando sobre la práctica científica, yendo más allá del conocimiento
para producir epistemología de la ciencia, para teorizar sobre las teorías y los modelos
científicos.

1976.

Un texto mucho muy posterior y dentro de su legado póstumo, Pichon (1976: 82)
intenta dar cuenta del papel que los operadores psi juegan en el ámbito de la salud
mental, menciona “Estos agentes correctores, cuya ideología y personalidad autocrática
les impiden incluir una problemática dialéctica en el vínculo terapéutico, establecen con
sus pacientes relaciones jerárquicas en las que se reproduce el par dominador-dominado.
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Se incapacitan así para comprometerse también ellos, como agentes-sujetos de la tarea


correctora”.
La práctica técnica en el campo de la salud mental ha sido bien descrita y evidenciada
desde la ideología política por F. Basaglia (1975), pero Pichon también es bastante claro
para el análisis psicosocial y la implicación del técnico, cuando habiendo elucidado la
función mítica de la ciencia neutra, intenta aportar desde una disciplina teórico-práctica
y dialéctica en muchos de sus fundamentos y métodos, la relación entre sujeto y
estructura social, no solo en términos de objetivación externa sino desde el análisis
concreto del sujeto de la intervención, sobre sí mismo.
La objetivación y no la objetividad (Castilla del Pino, 1969) predominan en las
intervenciones técnicas de los agentes psi, fungiendo como verdaderos representantes de
la hegemonía ideológica del gran capital y de la sociedad de mercado.

Praxis y Psicología Social.

Después de este recorrido por la obra de Pichon, los procesos correctores se nos
aparecen como la forma expresa en que el
método dialectico se realiza en la práctica de
una psicología social operativa, operativa en
el sentido de que realiza un trabajo sobre la
realidad para transformarla, en función de las
hipótesis desarrolladas por el operador
social.
La praxis como actividad reflexiva, pero
encaminada a la transformación del mundo,
encuentra en la psicología social desarrollada
por Pichon, uno de los formatos en que
puede identificarse el método dialectico propuesto por los teóricos marxistas, que
vislumbran que la única forma de escapar de la alienación socio-económica es la praxis
política encaminada a abolir las clases sociales para dar nacimiento al “hombre nuevo”,
que irá construyendo un nuevo tipo de sociedad, generadora de formas inéditas de
socialización, pero encaminadas a la mejora del ser humano como sujeto social.
Las dificultades para resolver los problemas “internos”, o los obstáculos externos que se
les plantean a los hombres, remiten a una deficiente estructuración de la praxis; la
sociedad dividida en clases tiende a establecer una disociación entre el trabajador y su
producto, fuente de la división mayor en clases sociales que se vuelven antagónicas,
debido a que al trabajador se le enajena la riqueza generada en el proceso de trabajo,
esta enajenación aparece expresada en diversas formas en todos los planos de la vida
social, por ejemplo, en la división entre trabajo manual y trabajo intelectual o entre
teoría y la práctica, o entre enseñanza y aprendizaje, que permea el campo educativo; en
el terreno de la salud mental, aparece también expresada en estos pares antitéticos:
normal/anormal; sano/enfermo/; loco/cuerdo; adaptado/inadaptado.
Como vemos, la construcción de la realidad social se ve ensombrecida cuando el
producto del trabajo humano queda separado radicalmente de quien lo produjo, el
trabajo se vuelve actividad alienante, ya que el trabajador despojado de su producto no
puede recibir de él, el efecto de reciprocidad que reenvíe a un enriquecimiento de la
subjetividad que permita adecuar la actividad productiva a los efectos de la incidencia
del producto en el mercado y el consumo. Esta separación entre el productor y el
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producto condiciona hegemónicamente las formas de relación y de la vida social en


general, hablamos de la división entre capital y trabajo.
La separación de ambos factores genera un proceso de alienación global, que se recrea
en todos los ámbitos de la vida en general, las ya consabidas escisiones entre individuo
y sociedad, trabajo intelectual y manual, entre teoría y práctica, salud-enfermedad, entre
enseñanza y aprendizaje, etc, pero en los sujetos aparece con tintes marcados que
indican la presencia de un yo escindido y disociado, que impide una autentica
integración de la personalidad.

Aparece y se detecta prontamente en los dispositivos grupales en los que los sujetos se
ponen a prueba en un espacio de intermediación como son los grupos: esta escisión se
denota entre palabra y acción; o entre pensamiento y sentimiento, entre lo que se dice y
lo que se hace, entre lo que uno cree que es y lo que realmente es, entre sujeto y grupo,
etc. La función social de estas disociaciones, indican el punto central donde recaen los
efectos nocivos de la alienación, la desestructuración de toda praxis social, porque
expresar lo que uno piensa, decir lo que uno siente, o hacer lo que uno cree resulta
riesgoso para el sistema social en su conjunto.
Pichon distingue e identifica entonces entre alienación, que sería lo que él menciona
como enfermedad o “adaptación pasiva a la realidad”, y salud, que sería una
“adaptación activa a la realidad”; esta adaptación activa constituye la praxis o uno de
sus atributos, es decir, un sujeto que se adapta activamente, es hablar de un sujeto que se
vuelve actor social, que conoce e intenta transformar sus condiciones reales de
existencia.
La “enfermedad”, cuando aparece, indica una dificultad mayor o una dominancia de los
procesos subjetivos sobre los objetivos, este predominio perturba y afecta la percepción
de la realidad externa imposibilitando en el sujeto ejercer acción efectiva sobre su
mundo social.
En condiciones de “salud”, hablamos de que la construcción subjetiva, poblada de
imágenes, vínculos y fantasías inconscientes que se dan al interior del sujeto han
encontrado un ajuste perceptivo entre el afuera y el adentro, por lo que entre ambos
aspectos puede desarrollarse una relación de intercambios, donde no aparecen
escotomas, obstáculos y desajustes que impidan la relación dialéctica y en espiral del
necesario intercambio entre el hombre y su mundo.
Un referente cercano al termino “adaptación activa a la realidad” lo encontré en un texto
de A. Mitscherlich (1971: 85)) y lo traigo acá, para reforzar el punto de vista de Pichon
sobre el tema. Mitscherlich distingue entre adaptación social y acomodación y opta por
este segundo concepto, dice lo siguiente: “La acomodación no es solo sometimiento, de
lo cual es muy consciente la sociología mas reciente. Opera y no en último término,
modificaciones en el medio establecido. El individuo puede forzar a su entorno a que se
acomode a sus necesidades”.
Sostengo que el término de acomodación de este autor, es asimilable al concepto de
“adaptación activa” empleado por Pichon. Lo que me parece aun más lucido, es que
Mitscherlich nos pone un ejemplo diáfano de esta acomodación, dice ahí: “ejemplo de
ello son las luchas largamente prolongadas de la clase trabajadora por el reconocimiento
de su status social y de un salario mejor” (op cit. id). El parámetro de salud mental,
derivado de esta propuesta, apunta a que el cambio social que Pichon indica que debe
ser planificado y direccional, sostendría desde Mitscherlich, una lucha por la
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autoafirmación de los explotados, una lucha que pasa por la reivindicación económica
pero que encuentra su cénit y su meta en la lucha política.
Y esto por una razón, dice Mitscherlich que “La realidad externa es digerida,
modificada, en el careo con la interna. A esto lo llamamos acomodación activa, ya que
acomodamos a nosotros mismos los objetos externos”. Para este autor está claro que la
opción por el cambio social, se da a partir de que es la subjetividad del hombre, preñada
de valores, vínculos, ideologías, experiencias, saberes y acciones, la que domina en el
trato con el mundo externo, que no se trata de que el sujeto se adapte a la pobreza, a la
injusticia a la desigualdad o a la explotación económica; el sentido “común”, indica que
debe hacer frente a esta realidad y a organizarse para cambiarla, si es necesario, de
manera radical y esto solo se da en la acción política.
Pero esto nos habla ya de la posibilidad de salidas viables al problema de la alienación
social y la enajenación mental cuando una filosofía de trabajo, armada
metodológicamente puede ser capaz de instrumentalizar al operador social con una
técnica que apunte a favorecer la integración colectiva, a la ruptura de las disociaciones,
a la de-construcción de las alienaciones individuales, grupales, institucionales y
comunitarias y en esto consiste la labor permanente de los llamados procesos
correctores.
Sin estas circunstancias no hay adaptación activa, ni mecanismos yoicos o sociales
capaces de lidiar con los aspectos más temidos de lo que causa la pobreza en un primer
momento: la enfermedad; los grupos recurren a un mecanismo que en la evidencia,
opaca el proceso deshumanizante en curso, al no poder realizar una praxis integradora
que favorezca la aceptación de la realidad que se omite (el sufrimiento humano
compartido), se niega toda posibilidad dialéctica de superación del conflicto: se lucha
por un cambio del sistema explotador, no en la sustitución de unos explotadores por
otros explotadores.
Los procesos correctores, son una forma particular de praxis construida específicamente
por aquellos que piensan como él filosofo, que “llevar a una masa de hombres a pensar
coherentemente y de modo unitario el presente real y efectivo es un hecho ‘filosófico’
mucho más importante y ‘original’ que el descubrimiento por parte de un ‘genio’
filosófico de una nueva verdad que se convierte en patrimonio exclusivo de pequeños
grupos intelectuales” (Gramsci, A. 1970:14)
A diferencia del abordaje “terapéutico” de la ciencia positiva que sigue pensando que la
enfermedad mental es objetivable como trastorno funcional del cerebro o de algunas de
sus “zonas”, Pichon entendió desde muy temprano la falacia de la visión mecanicista de
la psiquiatría tradicional.
Ejerciendo una práctica institucional, pudo captar la función alienante del sistema social
adoptado para el “tratamiento” del diferente, del loco, del paria social, la institución
“fijaba” y reproducía a la enfermedad y la alienación, y no solo desde la medicación,
sino fundamentalmente desde sus mecanismos sociales: prejuicio, ignorancia, encierro,
aislamiento, etiquetamiento, sumisión, culpabilidad, castigo, incomprensión, sanciones,
humillación y denigración humana, sadismo, abuso del poder, abyección, etc.
Pichon planteo que “toda corrección de un proceso se logra a través de la explicitación
de lo implícito; ello requiere de una psicología dinámica, histórica y estructural. Esta
concepción coincide con la que en el plano económico social distingue una
superestructura de una infraestructura y ubica la necesidad como el verdadero impulso
motor” (1976: 106).
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Lo primero que debió hacer la psicología social como praxis, fue impulsar el interjuego
dialéctico de todos estos pares de términos, y uno de sus pilares fue el recurso a la
disciplina psicoanalítica, poco comprendida por el ambiente cultural de la izquierda
europea en las décadas de los treinta a los cincuenta.
Si la sociología marxista y la teoría del cambio social revolucionario se desarrollaba en
varios frentes, no sucedió lo mismo con la teoría del sujeto social, reducido solo a
agente económico y político que “debe” realizar la revolución a través de la
transformación radical de las estructuras económicas y la toma del poder político.
El ser humano se va construyendo en una praxis social, en un primer momento a través
de la crianza y la “primera” educación, trayecto que debe seguir como paso para
ingresar a la cultura, en la aceptación de la ley de la convivencia humana,
reconocimiento de los límites que marca la libertad del otro. En este proceso el sujeto se
construye y se autoconstruye a través de la relación entre su mundo interno y el mundo
externo, y la dimensión afectiva se descubre como función hegemónica en esta etapa de
la existencia social, ya que mas allá de la necesidad biológica, que hay que satisfacer en
su nivel correspondiente, el sujeto se descubre como ser de deseo, como ente subjetivo.
Es desde este “desprendimiento” y reconfiguración de la necesidad como deseo
subjetivo, que el niño armará sus esquemas de pensamiento y acción para establecer con
la realidad una serie de intercambios que le permitirán su instrumentación técnica en
función de adaptarla a sus fines e intereses. El proceso a seguir transita el camino del
ensayo y error, hasta alcanzar las formas más evolucionadas que desarrolla un proceso
dialéctico, en el que la estructura mental intenta la aprehensión del mundo para una
transformación más efectiva y real del mismo.
La reflexión sobre los efectos de la intervención sobre el mundo revierten en el sujeto
de la acción, que haciendo uso de los procesos de ratificación o rectificación, modifica
sus marcos de referencia, sus esquemas teóricos y los modelos mentales que ha
construido enriqueciendo su subjetividad a través de la experiencia, desarrollando cada
vez más una conciencia crítica ante el mundo social y humano.
Es en este sentido que el sujeto se construye a sí mismo en el rejuego de intercambios
que son producidos por su actuar reflexivo con el mundo social, y en la relación que
mantiene con los otros hombres; y es que el sujeto por definición es social en la medida
en que es relacional, que en un primer momento son vínculos afectivos que remiten a la
construcción del nicho ecológico en el que el individuo se va conformando a través de
un proceso de internalización subjetiva de esos vínculos establecidos por los padres, así,
el mundo social no solo es externo sino interno, organizado como reflejo interno de la
experiencia intersubjetiva con sus cuidadores.
Es en estos avatares y en ese proceso de internalización de “lo social” donde las fallas
afectivas, de sostén físico y emocional, de desarrollo de una confianza básica pueden
aparecer y dejar huellas, rastros y marcas que pautarán disposiciones en el sujeto, sea
hacia una adaptación pasiva y alienada al ambiente social imperante, o lo llevarán a
adoptar una adaptación activa y crítica que posicione al sujeto de manera más favorable
ante el embate de los procesos alienantes de una sociedad orientada a la competencia
egoísta y al ascenso social individualista expresión del fomento de sujetos enclavados
en un narcisismo encerrante, sin sentido humano y colectivo.
Se promueve un modelo “correcto” de relaciones que inducen a cuidar la forma
olvidando el contenido, se intenta que los sujetos queden satisfechos o por lo menos
acepten las formas injustas de relaciones económicas, políticas, culturales, ideológicas,
al transmitir la idea de que “es cierto que es así, pero nada se puede hacer y no nos es
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dable cuestionar el poder que sostiene e induce estas formas y las fuentes de las cuales
abreva”, la expresión más acabada, como objetivo de la dominación es lo que en
psicopatología se como el individuo esquizoide.
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Grupos Operativos y Procesos Correctores.

En algunas latitudes se trabaja con la técnica de grupos operativos en la modalidad del


grupo reflexivo. Todo grupo operativo podríamos decir, es un proceso corrector, pero no
todo proceso corrector utiliza el dispositivo grupo operativo. En el grupo operativo, la
diferencia de roles, condiciona la percepción y la visión de los sujetos de lo que pasa en
el grupo; ubicado en la posición de coordinador, el operador psicosocial accede a esa
posición por una verticalidad que incluye
un ecro con el cual piensa y opera, pero
es un ecro que lleva las marcas de
algunas experiencias grupales que le
sirven de referente empírico, a la vez que
de experiencia reflexionada y trabajada
por el mismo ecro: teoría y experiencia
instrumentalizan la praxis.
Aunque un participante y el coordinador
comparten “la misma” experiencia
grupal, se ha mencionado que si se
entrevista a ambos “actores”, cada uno
hablará de cosas muy distintas, ya que mientras uno se ubica inmerso en una dimensión
horizontal con los demás participantes, el otro como coordinador del grupo, se
posiciona en la asimetría de ”dirigir” la labor o tarea que emprenderá el grupo y esta
diferencia de roles o funciones condiciona enormemente lo que ambos puedan decir de
una reunión grupal.
Hay toda una idea aquí acerca de la actividad humana, que no aparece conceptuada
como conducta o comportamiento sino como praxis. Toda acción humana, como tal,
está sometida a una “legalidad”, en función de fines u objetivos, nada se hace porque sí,
porque “se le ocurre” a alguien hacer. Todo sujeto es sujeto de una multiplicidad de
actos, que se produce en un contexto socio-histórico, por lo que sujeto y medio se
condicionan recíprocamente, y en esta interacción el acto humano tiene un sentido que
se elucida a través de su significación social y afectiva, dando cuenta de ello una razón
que va más allá de la intención consciente o del acto instrumental y utilitario.
La experiencia en grupos, como participante, luego como coordinador de grupos, nos ha
permitido entender y asumir el problema fundamental del diálogo, de la comunicación,
de las relaciones humanas, de los vínculos, del pensar juntos, del co-operar, del
empatizar con el otro, de la capacidad de comprenderlo, pero también vemos las
dificultades y obstáculos que se yerguen para impedir estas prácticas, sea por una
dificultad más propiamente subjetiva, sea por la hegemonía de la distorsión que impone
el imaginario social dominante para bloquear cualquier intento de construcción de
espacios donde sea posible el diálogo, o para impedir que aquellas prácticas alcancen
su realización.
El diálogo acá es posible, cuando se es capaz de entenderlo en amplitud a la vez que en
profundidad, no es lo mismo hablar que dialogar. En esto, los aportes al análisis
riguroso del diálogo, de Paulo Freire (1970: 100-101) son minuciosos.
“La existencia en tanto humana no puede ser muda, silenciosa, ni tampoco nutrirse de
falsas palabras sino de palabras verdaderas (o “plenas” diría Lacan), con las cuales los
hombres transforman al mundo. Existir humanamente es ‘pronunciar’ el mundo, es
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transformarlo. El mundo pronunciado a su vez, retorna problematizado a los sujetos


pronunciantes, exigiendo de ellos un nuevo pronunciamiento.
Los hombres no se hacen en el silencio, sino en la palabra, en el trabajo, en la acción, en
la reflexión. (…) El diálogo es una exigencia existencial. Y siendo el encuentro que
solidariza la reflexión y la acción de sus sujetos encauzados hacia el mundo que debe
ser transformado y humanizado, no puede reducirse a un mero acto de depositar ideas
de un sujeto en el otro, ni convertirse tampoco en un simple cambio de ideas
consumadas por sus permutantes”.
Y es que con la palabra se objetiva el mundo, a la vez que el sujeto emerge de él, para
distanciarse y tomar conciencia de su ser sujeto de la palabra y del diálogo con el otro,
ya que el otro se vuelve impulsor de mi decir, el que gira sobre el mundo y sobre los
demás hombres”.
Me parece que la psicología social es una de las formas privilegiadas en que se realiza el
diálogo como praxis. Y es que la psicología social toma como objeto de estudio no al
sujeto sino a la relación o el vínculo entre sujeto y estructura social, y el vínculo puede
entenderse como un proceso en marcha que sigue los meandros de una “espiral” en
desarrollo incesante. Parangonando a Einstein, “el vínculo ni se crea ni se destruye, solo
se transforma”, generando formas inéditas, bizarras, mutantes, extrañas, originales,
místicas, subterráneas, oscuras, siniestras, “anormales”, alienantes, creadoras,
innovadoras o revolucionarias de relaciones sociales y humanas.
Los procesos correctores así, no hacen sino expresar que el psicólogo social se inscribe,
lo quiera o no, en el amplio campo de la praxis, por lo que tendrá que vérselas con un
cumulo de “realidades” que es necesario y urgente modificar o transformar, tal y como
lo plantea Mitscherlich, por un proceso de “acomodación activa, “forzando” al mundo
social a reconocerse como proceso y no como un mundo natural que está detenido en el
tiempo histórico social.
Tenemos claro que el técnico no es el sujeto del cambio social, sino un actor particular o
singular que facilita y favorece los cambios, como tal, asiste y participa de la
experiencia en los procesos de cambio individual, familiar, grupal, social o comunitario,
como un acompañante, testigo, promotor, a la vez que sostén, soporte y facilitador,
enfocado a visualizar las fallas, las dificultades, los desajustes y los necesarios errores
en la ejecución de las transformaciones sociales.
No se puede investigar la realidad sin una acción reflexiva, crítica, que permita actuar
ante el “diferente” como otro que habla del mundo que yo comparto, que de alguna
forma expresa por mí lo que yo acallo y dejo en las sombras, expresión de una sociedad
que sumida en la alienación económica, no tiene otro fin que descubrirse en los objetos
fetiches que satisfacen la banalidad del momento, pero dejando un vacío que ya ni un
humano llena, debido a que el vínculo con él se establece sobre la base de la ley del
mercado, y no sobre el auténtico encuentro entre humanos: implicación y distancia, diría
Enríquez (1999-2000).
Reconocimiento radical de su alteridad, pero presencia siniestra que encubre su
carencia, necesaria para descubrir su humanidad y no una forma u objeto inerte o un
dispositivo mecánico.
Una práctica antidialéctica en el campo de las ciencias humanas resulta devastadora
para todo aquel que “cae” en sus redes. Ahí no hay procesos correctores, sino
cosificación de humanidades, incomprensión de sufrimientos; disciplinamiento de los
actos y de los cuerpos; negación de la condición humana; nulificación de la
comunicación; perversión de la técnica y descarga superyoica del sadismo en toda su
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amplitud debido a la impunidad que fomenta el sistema a través de una justicia ciega y
muda.
Pero esta no es más que la expresión manifiesta del maniqueísmo de la mente del
“sabio”, o mejor del “fanático” de la objetividad y la neutralidad científica.
La psicología como praxis, solo puede ser identificada como aquella que ve al sujeto
como ser histórico, con una historia que lo condiciona pero no lo determina, que su
historia es a la vez presente (aunque no consciente); aquella en que la comprensión del
sujeto es integral, dinámica, porque el sujeto es producto de una praxis de relaciones
psicoafectivas, pero a la vez de la praxis social más amplia.
Pichon entiende la visión más totalista que se puede lograr cuando, tomando la
metodología psicoanalítica (Ramírez, S. 1975) para “leer” la historia de un sujeto (su
verticalidad), es capaz de entramarlo con la situación grupal (la horizontalidad), que le
aportan sus propios desarrollos y la dinámica de grupos de Lewin (Deutsch y Krauss,
1976).

Psicología Social y Psicoanálisis.

Por lo dicho, debemos entender que uno de los pilares de la psicología social en la que
fundamos nuestra praxis es el psicoanálisis freudiano, que se complementa con la
metodología dialéctica, y la teoría del campo de K Lewin y el estudio de los roles de
G.H. Mead (Schellenberg, G.1981).
De hecho, Pichon desarrolla esta visión sociodinámica de la enfermedad mental, cuando
logra establecer que la alienación o la locura de un sujeto no es sino el emergente
psicosocial de un fenómeno grupal o institucional, si entendemos a la familia como la
institución básica de la sociedad en este sistema económico; pero Pichon tiene claro que
su análisis va mas allá del estudio del grupo familiar, situándolo en la relación entre
familia y sociedad.
Por último, quiero indicar hacia donde apunta la cuestión de los procesos correctores; si
estos son vistos como una de las formas privilegiadas de expresión de la praxis, se debe
a que esta última solo podrá realizar su labor humana y social en el proceso de
perfeccionamiento de lo humano, en su inacabamiento. Lo humano en nosotros aparece
como lo subjetivo, como la estructuración subjetiva que podemos objetivar como la
conciencia de ser en el mundo, de nuestra inserción él.
Veamos desde la praxis si puede entenderse la forma en cómo el método dialectico es
puesto a trabajar. Recordemos por ejemplo, una de las leyes de la dialéctica, ya que
entendemos a esta como el método más idóneo para el
conocimiento y la transformación de la realidad material y
humana.
El movimiento o el cambio se produce por la lucha de
contrarios, que aparecen como pasos del proceso
evolutivo, así tenemos: tesis, antítesis y síntesis de una de
las leyes dialécticas en el decir de Politzer, G. (1976), pero
recreadas de una manera novedosa en el campo de la
operación psicosocial. Para Pichon la unidad de trabajo la
constituyen: “el existente (tesis), la interpretación
(antítesis) y el nuevo emergente (síntesis)” (op cit. P. 288),
que da una nueva cualidad a la experiencia grupal.
Para Almeyda, C. (1975: 132)) “la unidad de análisis en la
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praxis es un acto humano teórico-práctico. Es una toma de conciencia y una toma de


posición al mismo tiempo”, es decir, la toma de posición se traduce en una
reformulación subjetiva del pensamiento, a la vez que al conocer la realidad se toma
partido (en sentido gnoseológico, social, político) en función de la congruencia que
inspira justamente la praxis.
Para Pichon, el término “esquema conceptual, referencial y operativo” (ecro) hace
referencia y describe con precisión la subjetividad humana. Define al ecro, “como un
conjunto organizado de conceptos generales, teóricos, referidos a un sector de lo real, a
un determinado universo de discurso, que permitan una aproximación instrumental al
objeto particular (concreto). El método dialéctico fundamenta este ecro y su particular
dialéctica”.
En otras palabras, no se puede aplicar el método dialectico desde una subjetividad que
no esté armada y construida dialécticamente, por lo que la forma pensada para el ecro es
metacognitiva, es decir, lo primero que debe ser consciente el sujeto de la praxis es que
actúa desde un ecro consciente de sí mismo, que su ecro debe incluir una teoría de la
“realidad social”, pero a la vez una teoría que dé cuenta de la forma en que se la usa
desde la estructura subjetiva, y en este sentido la dialéctica se realiza en este
intercambio entre subjetividad y objetividad, reconociendo que la subjetividad puede
alcanzar grados altos de objetividad cuando construye en su interior un modelo teórico
muy cercano al objeto de conocimiento.
Si el proceso corrector, como proceso dialéctico corrige algo, no es sino la estructura
subjetiva como instrumento mental que requiere modificaciones, cambios o
reconfiguraciones en sus elementos para rectificar los aspectos en los que se ha
encontrado un desajuste perceptivo que impide una observación más veraz de la
realidad estudiada, pero esto solo se logra después de la practica real y efectiva de la
realidad investigada.
Es decir, esta subjetividad solo puede ser modificada a condición de mantener una
apertura, de mostrarse accesible a lo que el estimulo externo suscita en ella, aún a costa
de reconocer que su idea de las cosas no eran muy acertadas o francamente erróneas,
pero esto tiene otro sentido, ya que asumir los efectos aleccionantes de la realidad
permiten que la subjetividad se operativize para un mejor manejo de ella, sosteniendo
así esa actitud de actividad ante el medio (acomodación activa de Mitscherlich;
adaptación activa de Pichon), y no de pasividad forzada por las circunstancias.
La praxis es una categoría filosófica, que en la psicología social se trasmuta en una
metodología de trabajo de la disciplina social, la operación correctora expresa los
efectos de la praxis en su dimensión heurística, solo se conoce el mundo objetivamente
desde la praxis, pero en este caso no solo se trata del mundo objetivo sino del mundo
subjetivo, el de los vínculos, y en el nivel intersistémico e intrasistémico, y para ello era
necesario dilucidar las leyes dialécticas del pensar, el actuar y el sentir, en su mutua
relación y la forma en cómo se operativizan al contacto con la realidad para
transformarla.
Pichon paso del psicoanálisis a la psicología social, a partir del reconocimiento cada vez
más firme de que nada hay en el sujeto social que no sea el producto de relaciones
sociales, y que lo hay que hacer es aplicar en el análisis social el método dialéctico en
función del conocimiento del ser humano y de los fenómenos que lo condicionan y
determinan, aunque este análisis toma el cariz de una intervención donde sujeto y
mundo se recrean en un juego reciproco de influencia mutua.
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Este proceso no está exento de contradicciones, más bien ellas son la “esencia” que
fundamenta la intervención psicosocial: no hay salud que no contenga el germen de la
enfermedad; no hay sujeto que no provenga de un grupo: no hay historia sin presente;
no hay alienación social que no genere la posibilidad de la liberación ideológica y
política a la vez, y por último, no hay subjetividad sin psiquismo, ni psiquismo sin
subjetividad.
El elemento de análisis es el concepto de vínculo, una forma de entender el lazo social
que se establece en el contexto de las relaciones sociales, cuando en los procesos de
interacción, humana los sujetos son capaces de crear internamente una imagen del nicho
ecológico fundamental en el que se desenvuelven, nicho poblado de otros sujetos que
realizan el mismo proceso en las modalidades que dicta su singularidad actual.
Las relaciones humanas no solo son relaciones sociales, sino psicosociales, el factor
individual juega su parte en los vínculos, entramando en una gestalt que se construye y
se reconstruye de manera permanente, la dialéctica que se da entre verticalidad y
horizontalidad, el líder es un emergente que siendo individual y generando su opuesto,
condiciona de manera eficiente y efectiva el clima emocional del conjunto social, en la
singularidad cabe el otro generalizado.
De este modo, la teoría de la praxis recibe desde el psicoanálisis una serie de aportes
invaluables que refuerzan una visión dialéctica de la naturaleza, del mundo y de los
fenómenos humanos, es necesario resignificar lo que el psicoanálisis aporta en función
operativa en los sectores en que es necesario incidir para transformar prácticas
alienantes, des-subjetivadoras y cosificantes del fenómeno humano.
Pareciera que el único decir se experimentara de esta forma: el cambio empieza por
nosotros, en nuestros pequeños mundos en que nos movemos, en el compromiso y la
implicación individual y grupal, en las nuevas e inéditas formas de relación de pareja y
de nichos sociales generadores de nuevos seres humanos. Cada espacio debe ser
peleado, arrancado a la enajenación, en cada hogar, en cada escuela, en cada vínculo, ya
que la ideología de la opresión y el sometimiento se recrea a través de los intercambios
humanos que se producen en la cotidianidad de la vida social.
El monstruo neoliberal atado a la realidad de la vida terrena, no es un ente metafísico,
lleva, arrastra y produce su contrario, está sometido a las leyes humanas, y una
conciencia cada vez más lúcida entiende que los tiempos cambian, la vida cambia y
requiere que las luchas por la liberación y contra la opresión económica, política e
ideológica, adquieran y se rehagan con las armas de un pensamiento crítico, que
redefina el uso de los fetiches mercantiles y tecnológicos producidos por el mercado, en
instrumentos de una transformación social urgente y necesaria.
Pero por alguna razón que se mantiene desde la noche de los tiempos, el descubrimiento
de la democracia como alternativa a otras formas de “régimen” social, se desliza sobre
el grueso de la población como un destino y no como un sino, contrasentido si
aceptamos que desde su raíz, el termino significa gobierno del pueblo, ¿será que
aquellos troquelados humanos en la praxis de crianza no son acordes a las nuevas
formas sociales de democracia, donde ya no habría esclavos que justificaran la
existencia de relaciones asimétricas y de opresión social?
Mientras no se produzcan y se construyan métodos, técnicas, sistemas, mecanismos de
participación, mientras los individuos no contribuyan mediante su “acomodación
activa” en las cuestiones que les atañen, su vida navegará como una barca sin rumbo en
el río de la vida social, y en muchos casos podría ser apacible y llevadera, pero a riesgo
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de que lo que está más allá del borde de lo cotidiano, un día cualquiera se precipite y
arrase sin más con lo existente.
Los tiempos que vivimos están alejados de las nobles utopías y de los paraísos
terrenales asentados en una filosofía de la naturaleza como edén, capaz de dar reposo a
los espíritus sensibles del mundo. La condición de existencia de lo natural, deriva de su
protección, forma de construir desde lo humano el posible nicho ecológico que se
mantenga como recurso social e incluso económico. Apenas estamos en la fase de
construcción de esta cultura, pero falta echar las cimientes de muchas más.
Dice Calvez, J.Y. (1999: 110) “Ciertamente es urgente, y en todas partes, insistir en la
elevación del nivel cultural de todo el pueblo en la línea de una cultura que permita,
entre otras cosas, comprender precisamente los problemas -…- que comprometen
vitalmente a las sociedades contemporáneas”.
Una cultura de participación solo es posible desde nuestro campo, en la estrategia del
trabajo con agentes o instituciones clave que tienen presencia y cobertura amplia en las
zonas urbanas y suburbanas, en los barrios y
en las comunidades más alejadas de los
centros periféricos. La información es un
arma de lucha, y cuando los colectivos
carecen de ella por largo tiempo, están
sujetos a la ignorancia de lo que les compete,
se encuentran des-instrumentalizados y sus
energías desfallecen en los intentos de
sobrevivencia, pero no de proyectos, viven
pero no participan, no hay creación sino un
autoconsumo estéril.

Los procesos de pauperización arrastran


consigo la pobreza, la exclusión social, la falta de incentivos y apoyos externos que se
esfuman, cuando el medio no ofrece “garantías”, imposibles de cumplir por los
comuneros o por otros grupos sociales.
Dice Pichon, que la pobreza está en la base de la inseguridad vital y también existencial
y hacia allá arrastra como un tsunami económico la sociedad del mercado neoliberal,
generando sujetos afectados en su confianza básica, con baja autoestima como efecto de
un narcisismo vapuleado por la miseria, la agresión, la violencia en sus múltiples formas
y el abandono afectivo:“la pobreza será la primera causa de enfermedad, y la falta de
proyecto, la primera condición de enfermedad mental”, dice C. Moise (1998: 71)
El sistema neoliberal ha generado sin desear, en el espectro del marketing y los gadgets,
la revolución de las conciencias; el fin de la historia proclamado por sus voceros ha
reinventado la historia sin fin, revalorizando la actividad humana como praxis y en esto,
la psicología social tiene todavía mucho por decir, por sentir, pero sobre todo por hacer,
en el gran proyecto de la transformación del sistema planetario, para el hombre y no
para la economía, para las mayorías y no para un puñado de egoístas que han perdido el
sentido de realidad.
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LIC. FRANCISCO MORA LARCH


MEXICO
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Referencias bibliográficas.
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3. Basaglia, F. et al. (1975) Los crímenes de la paz. México, Siglo XXI editores.
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6. Deutsch y Krauss (1976) Teorías en psicología social. Buenos aires, Editorial Paidós.
7. Enríquez, E. (2000) Implicación y distancia. En www.psicosocial.geomundos.com recuperado en 2011.
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12. Pichon Riviere, E. (1963) Prologo al libro de F.K. Taylor “Un análisis de la psicoterapia grupal” op cit.
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13. Pichon Riviere, E. (1964) La noción de tarea en psiquiatría. Op cit. Pp 57-62
14. Pichon Riviere, E. (1965) Grupos operativos y enfermedad única. Op cit. 277-298
15. Pichon Riviere, E. (1965-66) Grupos familiares: un enfoque operativo. Op cit. Pp 201-213
16. Pichon Riviere, E. (1969-a) Grupo operativo y modelo dramático. Op cit. Pp 299-307.
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cit. Pp 309-323
18. Politzer, G. (1976) Cursos de filosofía. México, Ediciones de cultura popular.
19. Ramírez, S. et al (1975) en www.psicosocial.geomundos.com. Recuperado en 2010.
20. Schellenberg, J. (1981) Los fundadores de la Psicología social, Madrid, Alianza Editorial.
21. Zito Lema, V. (1976) Conversaciones con Enrique Pichon Riviere, Buenos Aires, Timerman ediciones.
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OTREDAD EN LA PALABRA
OPERADORES VS TECNICOS
Al Fin el Comienzo.

JEAN CAMY
OP. EN PSICOLOCIA SOCIAL
MONTEVIDEO, URUGUAY

Desarrollaremos a nuestro comprender, una serie de conclusiones, en este momento en


el cual nos encontramos transitando un grupo de profesionales y estudiante agremiados
en ASUOPSI- Asociación Sindical Uruguaya de Operadoras y Operadores
Psicosociales, un camino real hacia la formalización de la Transdisciplina (abordaremos
este concepto en otra oportunidad) buscando como resultado inicial, la asignación de la
Categoría Laboral que nos nombre en las planillas de trabajo formal regulado por las
leyes nacionales e internacionales, generando de esta forma una Bolsa de Trabajo que
garantice la posibilidad laboral a cada una y uno de los egresados de hoy y de siempre,
delimintando el sobre empleo por afinidades políticas, amistosas y de cualquier índole,
promocionando oposición y mérito del conocimiento y oportunidad de presentarse a
concursos públicos y privados.
Al ir pensando el Proyecto con algunos y algunas colegas, se inició el trabajo de
asesoramiento para tal Objetivo.
En este camino y de reuniones que realizamos, conversaciones formales e informales,
emerge una primera contradicción que deseamos develar, al menos etimológicamente.
Nosotros, quienes nos dedicamos a esta tarea, somos reconocidos coloquialmente como
¨psicólogo/as sociales¨, pero nuestra formación es Operador/a en Psicología Social,
Formación que recibimos en cuatro o cinco años como lo fue anteriormente.
Algunas abreviaciones no tan conscientes han despertado ciertas confusiones y
tensiones que no pasaron más que publicidad temporal, de fantasías de conflictos y
muchas de estas fantasías heredadas del otro lado del rio, sobre si realizábamos tareas
que competen a otras profesiones cercanas; pero no pasó este accidente, de la mera
conceptualización esgrimida por el discurso popular.
Entrando ya en el trabajo iniciado en busca de la categorización, encontramos ahora sí,
algunas dudas vueltas Resistencias, producto de Contradicciones más semánticas que de
orden titular, como si desconociéramos nuestra experticia científica, que nos gustaría
poner en juego.
Para ello recurrimos a la Etimología, campo olvidado y el más desconocido por quienes
trabajamos sobre los discursos, en esa contienda que llamaremos ¨OPERADOR versus
TÉCNICO¨ para hacer el primer avistamiento, explicitación, y así crear un canal
primario de comunicación que nos facilite ciertos acuerdos fundantes.
Hurgando en los orígenes respectivos de donde surgen a priori estos dos conceptos,
hallamos las siguientes definiciones mejor comprensibles:
OPERADOR: La palabra operador procedente del Latín Operätor significa:
El QUE HACE.
TÉCNICO: La palabra técnico proviene del Griego TEXVkÓÇ (tekhnicos) significa:
RELATIVO AL QUE HACE.
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Es sorprendente como el español, tan¨significante¨, ha logrado valorizar, no desde raíces


etimológicas sino desde fantasías, tendiendo a ¨dignificar¨ o ¨indignificar¨ determinados
conceptos, según el Sistema que se arroga la asignatura de ¨cuantificar¨ desconociendo
muchas veces la ¨calidad¨ de las tareas.
Nosotras y nosotros que desarrollamos aprendizajes profundos sobre avances y
retrocesos cuantitativos y cualitativos, reconocemos la diferencia instrumental que
existe entre estos antagónicos que se necesitan en cooperación y no en competitividad.
La idea de analizar estos dos conceptos reconciliados desde su génesis, y rivalizados
desde Esquemas ideológicos semánticos, nos promueve a dar un salto de calidad hacia
otra ¨explicación¨ obligatoria respecto a la operación psicosocial.
Cuando se pregunta, si esto fuera una pregunta de fácil respuesta cual concurso
televisivo por un millón, qué hacen los ¨psicólogos sociales¨, resuena en todo el recinto
ante la mirada expectante de los proyectantes: TRABAJAN CON GRUPOS.
Ampliaremos un poco, hasta donde pueda ser digerible un
breve ensayo, sobre ese ¨trabajan con grupos¨. Si bien es
innegable que parte de nuestro trabajo se realiza en grupos
ya conformados, o en su conformación, etc., no es
estrictamente ese el destino final de nuestros
conocimientos. La razón es sencilla y, debemos en algún
punto hacernos cargo de no haber podido trasmitir con
claridad; es sencilla porque esa respuesta está develando
simplemente el MÉTODO de la operación psicosocial.
Pero esta profesión (nos gustaría decir que todas pero sin
llegar a ser lo que parece una defensa, es una de las pocas
que cuenta con un método sistematizado) además de un
método, tiene un cuerpo teórico, una técnica, una táctica de
intervención, que redunda en síntesis conclusivas con un
claro indicador de la acción. Podríamos detenernos a
narrar, a esclarecer, incluso a delimitar sus funciones y
competencias específicas, sus relaciones y puntos de
contacto con profesiones conexas, etc., pero preferimos dejar esto para un encuentro que
más temprano que tarde tendremos que realizar con el fin de colaborar ya con
experiencias sistematizadas, algo que la operación psicosocial en Uruguay aún debe.
En suma, la Operación Psicosocial no es solo un Método. Como segundo punto, a pesar
que nos contratan por las competencias específicas, al carecer de categoría y laudo, nos
reconocen económicamente como Educadores, es decir nos contratan en agenda oculta.
Este Rol que es de transparencia decirlo, también lo cumplimos por opción, por su
filosofía subyacente, su empirismo, se entrelaza con el de Operador/a Psicosocial, no
obstante, tiene en su despliegue varias acciones que se diferencian claramente. Estas
acciones son las que por encima de todo entrelazamiento, delimitan, definen, uno y otro
Rol, pues la búsqueda de sus objetivos se distingue entre sí. Uno de esas diferencias es
justamente el método y sus contenidos.
La realidad de esta exposición es que el rol Educador cuenta con sus Competencias
certificadas ya. En cambio en el rol Operador/a Psicosocial nos encontramos trabajando
su definición literaria, pues en la práctica está claramente bordeada.
Es este un ensayo inconcluso, que tiene en su espíritu la invitación a quien desee
colaborar, por un bien que nos dará el lugar de visibilidad dentro de los márgenes de la
legalidad.
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Para concluir, nos encontramos en tarea de seguir negociando con los Organismos e
Instituciones pertinentes, el ingreso formal a las planillas laborales, porque creemos que
seguir en la informalidad, en esta especie de clandestinidad romántica, que un día, años
atrás fue operativa, es hoy una herida a cada trabajador y cada trabajadora que no sea
remunerado, remunerada por su especificidad profesional.
Por un lado, los estudiantes y muchos de quienes han egresado deberán elaborar el mito
que se acciona como una especie de ¨síndrome del héroe¨, y que ser ¨Psicólogo social es
un oficio que se aprende¨ y por tanto aprendido tal OFICIO, debe ser Laudado y
reglamentado para su aplicación como todo trabajo remunerado.
Por otro lado las Instituciones formativas deben garantizar FORMALIDAD, más allá
que aquí en este país, Uruguay, exista libertad de cátedra y eso habilite a ENSEÑAR
cualquier cosa que no desborde en delito, pero es de ÉTICA reembolsar lo invertido por
cada estudiante, una garantía formal al momento de ser requeridos a trabajar. Garantizar
que serán llamados formalmente a trabajar de esa especialización aprendida en tal o cual
Institución.
Deben las Instituciones no seguir generando esperanzas ni mucho menos Ilusión a
quienes concurren a estudiar, y ya no es válido, en términos de salud emocional,
depositar en la sola mayoría de edad de las personas y su responsabilidad al entrar
sabiendo la situación de este Oficio que llaman CARRERA o PROFESIÓN en una
forma de inflación, a la hora de venderla, porque nosotros que ya estudiamos hace
tiempo PSICOLOGÍA SOCIAL podemos nombrar esa CONDUCTA Institucional
CHIVADORA.
Por otro lado que viene hacer una arista de este gran prisma en donde cada quien mira
desde ¨su¨ lado más conveniente, muches colegas se arrogan, en términos estrictamente
TRANSFERENCIALES, actualizados a intereses personales, se arrogan opinar que si
viviese Pichón, estaría de acuerdo en devolver su Psicología Social a las Universidades
de donde la extrajo para ponerla en el conocimiento popular en un claro, notorio y ético
ejercicio de Socialismo justo y solidario. Algo que se viene olvidando, poniendo cada
vez más condiciones de ingreso, casi como cualquier universidad que fuera pensada, sin
discusión, para los hombres y mujeres que desde la génesis nacen con esas condiciones
básicas resueltas, como lo es la capacidad económica de pagarse un futuro. Es esta una
forma, como ocurre aquí en este amado país, que de 2500 colegas recibidos desde el año
1985, solo trabajen aproximadamente 250, quienes llegaron a ocupar cargos políticos de
decisión y a contradiscurso, como quedó develado en la investigación que publicamos
en forma de audio nombrando en sus propias palabras sobre el deseo de reglamentar la
psicología social, no hicieron absolutamente NADA para tal fin.
Es momento de las Organizaciones no institucionalizantes.

Jean Camy
Montevideo, Uruguay
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PERSPECTIVA DE GENEROS
Y PSICOLOGIA SOCIAL

MARIELA MILL
OP. EN PSICOLOGIA SOCIAL
CORRIENTES

El origen del término “perspectiva de género” se remonta a 1995 a la 4ta conferencia


internacional sobre la mujer en Pekín, en esta oportunidad se utilizó como estrategia
para promover la igualdad entre mujeres y varones.
Pero, ¿Qué es la perspectiva de géneros?
La perspectiva de géneros implica tener una mirada que pueda ver másallá de lo
explicito, de lo aparente, es decir correr el velo para vislumbrar qué hay detrás de
prácticas, discursos y conductas naturalizadas que son la base de la desigualdad de
géneros.
Si bien, el término más utilizado es perspectiva de género, nosotr@s particularmente
hablamos de perspectiva de género(s) en plural, ya que entendemos que de ese modo se
incluyen las diversidades y disidencias. El sistema desigual no solo remite a varones y
mujeres, remite a todo lo que funcione fuera de la heteronormatividad, es decir, gays,
lesbianas, trans, queer, etc. Esto implica plantearnos observar cómo se dan las
vincularidades con respecto a las diversidades, poner el foco en cómo son los roles, la
comunicación, y toda la fantasmatica comunitaria/grupal con respecto a la comunidad
LGBTQ+.
¿Qué tiene que ver esto con la Psicología Social?
Indagar, repensar, de-construir (desestructurar), reconstruir(restructurar), resignificarlo
establecido es un acto profundamente psicosocial. Comprender que históricamente
sentimos-pensamos y hacemos en un sistema desigual; y que las instituciones,las
comunidades, los grupos, los vínculos y en consecuencia nuestras subjetividades están
atravesadas por ese sistema patriarcal. Y no solo atravesadas, sino que también son
funcionales y generadoras.
Algunas preguntas y ejemplos para pensar cómo las instituciones promueven, refuerzan
y generan el sistema de inequidad de géneros.
- Publicidades y estereotipos: cremas anti-vejez¿hay varones en esas publicidades? ¿por
qué no les venden cremas anti-arrugas a los varones?
¿Hay varones amos de casas en las publicidades? No. Lo más cercano fue una
publicidad de jabón en polvo donde un varón intenta lavar ropas con su hija, pero no
sabeusar el lavarropas y llama a la mujer (obvio).
- Juegos y juguetes ¿Por qué los niños varones no juegan con muñecas, cocinitas,
planchitas, escobas, etc.? ¿Por qué usualmente a las nenas no se les regalan autitos o
pelotas? ¿Por qué los nenes no juegan a ser papas o hacer las tareas de la casa? ¿Por qué
a las nenas se les regala set de bellezas, maquillajes, secadores de pelo, pinturas de uña,
etc.?
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- Cultura. ¿Cuántas mujeres o bandas musicales de mujeres conoces? ¿Cuántos libros de


escritoras mujeres leíste? ¿Cuántas poetizas o pintoras conoces?
- Deporte. ¿Por qué las mujeres tenemos tan poco acceso a ciertos deportes como el
futbol o el rugbie? ¿por qué el futbol femenino no vende, no se consume? por qué hay
tan pocas periodistas deportivas mujeres?
- CargosPolíticos. Algunas estadísticas: a febrero de 2019, mundialmente, solo un 24,3%
de cargos parlamentarios son ocupados por mujeres (aun habiendo ley de cupos en
muchos países). A junio de 2019 11 mujeres son jefas de estado y 12 jefas de gobierno
en el mundo. A enero de 2019 solo el 20.7 % de cargos ministeriales estaban ocupados
por mujeres. Fuente: Página oficial de la ONU Mujeres.
Actualmente en Argentina solo un 19% de las mujeres ocupa un cargo ministerial. De
21 ministerios nacionales solo 4 son ocupados por mujeres.Fuente: Pagina Economía
Feminista, Mercedes D`alessandro.
Es cierto que hoy día hay marcas que publicitan “mujeres y cuerpos reales”, que el
futbol femenino es parte de la liga, que lentamente accedemos a los cargos políticos,
que cada vez hay más niñeces que juegan a juegos sin estereotipos de generos. Algo está
cambiando, pero no es fortuito ni es “gracias a dios”, es la lucha incansable de miles-
millones de mujeres en las calles en todo el mundo. Hay un proceso, aun así, hay que
seguir enfocando cada vez más en lo más naturalizado, en lo casi invisible.

Perspectiva de géneros para operar Psicosocialmente


Creemos que es fundamental tener perspectiva de géneros para operar psicosocialmente.
Esto sería operar teniendo internalizadoque hay roles y mandatos asignados y asumidos
según el género, que hay relaciones de poder y que generalmente el poder lo tiene el
varón - el poder, la palabra, los lugares de liderazgos -(claro que hay excepciones). Es
decir, tener en claro que en este mundo no es lo mismo ser mujer, ser varón o disidente,
pensaren cómo se configuran los mundos internos según el género y como se relacionan
con el mundo externo; esto es esencial para entender y operar en los vínculos, las
grupalidades, instituciones.
Por ejemplo: ¿quienes toman la palabra, generalmente, en los grupos? ¿quiénes la
monopolizan? ¿Quiénes son más escuchad@s? ¿Quién ceba el mate? ¿Quién anota?
¿Qué opiniones son más valoradas o tenidas en cuenta? ¿Tenemos herramientas para ver
y abordar dinámicas vinculares de desigualdad, deviolencias o de discriminación a las
diversidades?
Consideramosque como operadorestenemos el deber ético de estar mirando los
movimientos que vienen interpelando los discursos y las practicas hegemónicas;están
surgiendo nuevas formas de vincularnos ynuevas subjetividades que se van
constituyendo sobre todo en las nuevas generaciones. Tenemos el deber de tener una
mirada crítica ante esto (no criticona ni ingenua) sino con objetividad creciente para
operar psicosocialmente con todas estas vicisitudes que juegan en nuestros ámbitos de
intervención.
Si el objeto de estudio de la Psicología social es la relación dialécticay el devenir de la
estructura social en mundo interno y si entendemos que la estructura social es un
sistema patriarcal, debemos pensar que es nuestra incumbencia cómo ese sistema
deviene en subjetividad- mundo interno- y cómo se manifiesta a través de los vínculos.

MARIELA MILL
OP. EN PSICOLOGIA SOCIAL
REVISTA NACIONAL DE PSICOLOGIA SOCIAL Argentina
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DECONSTRUCCION DE LA
VIOLENCIA EN SUS
DIFERENTES CONTEXTOS

FABIANA LOKER
PSICOLOGA SOCIAL
ENTRE RIOS

Ante todo, tenemos que definir Violencia, como conducta, y no como enfermedad.
Mi intención es presentar un “PLAN INTEGRAL DE CAMBIO” y digo integral porque
dicho plan apunta a la superación de la violencia en tres planos:

 INDIVIDUAL
 INSTITUCIONAL
 SOCIAL

Parto del fuerte cuestionamiento de la “ normalidad” la cosa natural social que emerge
con fuerza en estas épocas, en la cual existen : pobreza, exclusión, guerra
drogodependencia, pesimismo, egoísmo, soledad, temor, desesperanza y el sin sentido.
Todo esto es considerado como algo normal producto de la “ vida moderna” o de la
naturaleza humana., surgen emergentes violentos en diferentes contextos, por eso la
sociedad y el estado “clasifica” a la violencia de acuerdo donde se manifiesta, siendo
esta , solo violencia.
También me atrevería a decir que surgen emergentes compensatorios como el “ amor a
los animales”, con esto córranse de erróneas interpretaciones, no escribo que los
animales no me “ importan” solo digo que emergen estas luchas de “ derechos” de “
cuidado” de “protección”; surgen manifestaciones humanas de diferentes colectivos
humanos es pos de “ derechos ”justicia social”, “seguridad” y pedidos por
desapariciones físicas, feminicidios, abusos y violaciones y muerte de niños y niñas,
parecería que no existiera un “ solo” ser humano que no estuviera atravesado por
historia de abusos y de violación.
En este mi primer artículo, mi intención es la de dejar al lector esta inquietud por
“desnaturalizar” la violencia en la que estamos inmersos, reconociéndola primero, como
“no-natural” y “ no aceptable” y a partir de allí juntos, porque es entre todos plantearnos
con absoluta sinceridad que es lo que deseamos profundamente:

 Una sociedad más humana y solidaria , organizada como democracia “ real”


 Participar en organizaciones solidarias que tengan una función social genuina
como personas.
 Salir del estado de temor y violencia interna que es círculo vicioso, a través de
un proyecto de vida encerrado en uno mismo.
 Construir un nuevo proyecto que incluya a los demás
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Para esto, voy a sintetizar el proceso de cambio integral que sugiero que consta de tres
etapas validas:

1-La desnaturalización de la violencia que vivimos


2-Hacer contacto con las aspiraciones profundas
3-La positivización para la construcción de la no violencia activa en derechos, en la
sociedad toda, profundamente, trabajando en equipos que surgirán de los diferentes
colectivos humanos, en forma voluntaria, no violenta y actuando simultáneamente en
cada uno de los tres planos anteriormente nombrados.

La frase tan conocida del gran maestro de la psicología social PICHON RIVIERE:” en
tiempos de incertidumbres y desesperanza,
es imprescindible gestar proyectos colectivos
desde donde planificar la esperanza junto a
otros”, se hace cada día más vigente, para
poderla plasmar con otros seres humanos que
así lo sientan, recordando también , una frase
del maestro del humanismo contemporáneo
mendocino que nos dejara a los humanistas
que somos seguidores de sus enseñanzas
MARIO RODRIGUEZ COBOS la cual dice
que:” tu profundiza en ti, que yo
profundizare en mi…..y ahí nos
encontraremos”

Les dejo a través de mi escritura los mejores deseos de paz fuerza y alegría,
recordándoles que paz es fuerza.

FABIANA LOKER
PSICOLOGA SOCIAL
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LA AUTOEXIGENCIA DE LA SOCIEDAD
TARDÍA

FEDERICO N. VILLARROEL
MASTER EN PSICOLOGIA SOCIAL
BUENOS AIRES

En todas las épocas la sociedad ha enfrentado


enfermedades, plagas y virus letales, que llevaron la a
cambiar sus costumbres, desarrollar antidotos, vacunas , etc.
¿Pero cuál puede ser la Enfermedad más letal del siglo XXI?
Podemos responder esta Interrogante, tomando al Filosofo Chul Han , el mismo dice
que la enfermedad más letal de estos tiempos es la violencia neuronal, la cual es un
Pack de: depresión, trastorno por déficit de atención con hiperactividad, trastorno límite
de la personalidad o el síndrome de desgaste ocupacional, pero; ¿Cuales son los motivos
por los que surgen las mismas?
El motivo de estas enfermedades se debe al exceso de positividad que vivimos en la
Cotidianidad , es decir, la libertad de poder hacer lo que uno quiera.
La desaparición de lo viral implica la desaparición de la otredad; “lo que ataca al
hombre no viene del exterior, sino de su interior”.
Nuestra sociedad se ha trasformado en una sociedad de consumo, de rendimiento lo que
lleva al sujeto a La “Autoexigencia” Continua, Una palabra tan vana y con tanta fuerza
como el PODES, con un tinte de positividad hace que toda la energía y desgaste que
emplea el sujeto de rendimiento a “hacer” lo que quiere para cumplir no solo con las
exigencias externas ,que muchas veces no son tan grandes como la autoexigencia
interna que el sujeto en su mundo crea y hasta muchas veces deja la salud en ello ,lo
convierte en víctima y victimario,porque se explota a sí mismo, no tiene sobre él un
poder que lo presione, está dentro de él, y como dice Han, no hay presión más dura que
la autoexigencia.
Al mismo tiempo desarrollamos la habilidad de Multitasking, la capacidad de poder
hacer muchas cosas al mismo tiempo, en la sociedad del siglo XXI nada es imposible.
“No poder-poder-más conduce a un destructivo reproche de sí mismo y a la
autoagresión, llegando a convertirnos un ser que vive atomizado y es todo, menos
pasivo, como sucedía en otras épocas. Este sujeto Se autoexplota y vive hiperactivo e
hiperneurótico. la vida de la modernidad tardía es una vida sin creencias, condenada a la
desolación, porque se vuelve efímera, que la convierte en una vida desnuda. Cuando la
vida queda desnuda, la vida se convierte en el principal problema, porque al vivir en
aislamiento, el sujeto sólo puede preocuparse por sí mismo y procurar una vida sana.
“Ya lo dijo Nietzsche: tras la muerte de Dios, la salud se eleva a diosa”
En conclusión, para que los sujetos de rendimiento tengan que estar tan al pendiente de
su propia existencia, como si sólo ellos vivieran en el mundo, necesitan cuidar su
cuerpo y cumplir con todas las expectativas de su vida, porque al prescindir de poderes
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que se ejercen del exterior, como Dios, la vida se vuelve lo más valioso y las acciones
que se lleven a cabo atienden a la individualidad, por eso el sujeto de rendimiento lleva
a cuestas su propio campo de concentración.
Nos convertimos en máquinas lo que permite un alejamiento de las emociones
negativas, como la tristeza o la rabia; estas emociones, son necesarias para la vida
contemplativa, la reflexión necesita detener el pensamiento para analizarlo,necesitando
un pensamiento lento , con un alto gasto de energía Psiquica, como una presa que
contiene el flujo del agua en un río, siendo la presa el elemento negativo. El sujeto de la
modernidad tardía pasa sus días en una constante aceleración que lleva a la
hiperactividad, de la que está condenado al agotamiento profundo.
El agotamiento que sufre el sujeto de la modernidad tardía, se presenta como
agotamiento del alma, que es tan fuerte que no queda fuerza para la vida comunitaria, es
un cansancio a solas, que es más violento y peligroso, el famoso Infarto del Alma.
Peter Handke, en El ensayo sobre el cansancio, propone dos tipos de cansancio: uno es
el fundamental, y el otro, el despierto. El primer cansancio es el que se necesita para
desplazar al yo hacia el exterior, para aminorarse, inspirador, que implica un “nohacer”;
el segundo, consecuencia del primero, permite una mirada diferente, se despierta la
atención a formas lentas (Pensamiento lento) que se alejan de la aceleración de la vida
activa.

El resultado de ambos cansancios


es una sensación de
rejuvenecimiento para el sujeto de
rendimiento, porque lo
imposibilita para continuar
haciendo algo. El cansancio
profundo es el elemento negativo
que se presenta en la vida del
sujeto de rendimiento que lo
puede salvar de la carrera
infinitamente positiva.

Sin duda alguna, Nuestras vidas estan organizadas por los tiempos del trabajo ,el
estudio, la familia. Al final del día, el insomnio, el reproche de no haber hecho mejor las
cosas, es la presión que se siente de tener la libertad para convertirse en lo que uno
quiere ser: académico, político, contador, artista, etcétera.
Pensar siempre en ser el mejor, el más hermoso, el más original, conduce a estados de
ánimo alterados que deprimen…

Federico N. Villarroel
Psicólogo Social Comunitario
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SECCION
INTERVENCION Y PSICOLOGIA SOCIAL APLICADA:

OPERACION PSICOSOCIAL
CON GRUPOS DE
DESOCUPADOS

RONALDO WRIGHT
PSICÓLOGO SOCIAL
BUENOS AIRES

Otro ámbito donde los psicólogos sociales solemos intervenir está vinculado a la
problemática de la desocupación y el trabajo; espacio que también reclama nuestra
presencia como verdaderos agentes de cambio capaces de modificar la realidad —y
modificarnos a la vez— en la medida de nuestros saberes y posibilidades. Con la fuerza
de lo grupal, la meta es ir dejando de lado toda mirada ingenua e inocente de nuestra
cotidianeidad, intentando observar críticamente lo que verdaderamente nos circunda
para así lograr pensar, sentir y obrar de un modo más ingenioso y fecundo.

Quienes mucho nos pueden ilustrar en esta materia son las psicólogas sociales Eugenia
Manzanelli y Elena Rubins pues, en el año 1996, fueron co-partícipes de la creación del
área Trabajo y Desocupación en la Asociación de Psicólogos Sociales de la República
Argentina (APSRA). Junto a otras colegas preocupadas por la crisis laboral de aquel
entonces, constituyeron un equipo que desarrolló programas con diversos dispositivos:
talleres con desocupados y sub ocupados, encuentros con jóvenes en escuelas de esta
ciudad capital, organización de seminarios, de jornadas y de congresos, entre otros.

Esa rica y concreta experiencia se encuentra plasmada en un libro que lleva por título La
desocupación: el sufrimiento humano y social (Ediciones Nuevos Tiempos, abril de
2014). Ambas psicólogas sociales arriba mencionadas son sus autoras y el texto describe
lo acontecido en los talleres de reflexión y aprendizaje entre 1996 y 2010 (quince años
en total). Con la técnica de los grupos operativos pichonianos, se comenzó a trabajar
con muchos de los desempleados que quedaron en la calle como consecuencia de las
políticas neoliberales y expulsivas de los años noventa.

Así, cabe decir que nuestra Psicología Social puede hacer mucho con los trabajadores
desocupados, sobre todo con aquellos que sufren una situación traumática producto de
la vulneración de sus derechos. Los asistentes a esos talleres lograron cambiar su
posición personal y singular, ya que en los grupos fueron apareciendo tanto proyectos
colectivos como de apoyo recíproco. La intervención en este proceso grupal centrado en
la tarea era una actividad creadora en la que algo nuevo se producía cuando cada
miembro conseguía, en su vinculación con los otros, recuperar su protagonismo.
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Hablamos de grupos centrados en la tarea, entendiendo a ésta no solamente como un


trabajo a realizar por los integrantes sino con la significación que le diera Enrique
Pichon-Rivière; es decir como uno de los momentos situacionales del acontecer grupal.
Pues, en dichos talleres con desocupados siempre se enfatizó la relación entre los
saberes de referencia y los saberes prácticos necesarios a los efectos de salir del pozo,
articulando los fundamentos conceptuales, las experiencias previas de cada uno y el
propio accionar en la búsqueda de soluciones a los problemas que evidenciaban.

La tarea es la marcha del grupo hacia su objetivo, un hacerse y un hacer dialéctico


hacia un fin, que es una praxis y una trayectoria. A la tarea explícita de poder
reinsertarse en el mercado laboral, subyace una tarea implícita que apunta al mundo
interno del desempleado, a la ruptura —a través del esclarecimiento personal y
colectivo— de las pautas estereotipadas que significan un obstáculo frente a toda
postura de progreso o transformación. En los talleres sus miembros recobraron no
solamente su estima individual, sino también el
reconocimiento familiar y social.

Desde una óptica psicosocial, sostenemos la


necesidad y la relevancia en lo que hace a la
promoción de estos ámbitos de reflexión y de
aprendizaje colectivo que ayudan a superar las
peores actitudes negativas para la inserción
laboral, como así también que potencian las
posibilidades individuales y grupales. Es útil
seguir subrayando la clara función de
contención del conjunto hacia sus participantes
quienes, poco a poco y encuentro tras encuentro,
adquirieron ese progresivo sentimiento de
seguridad y de mayor arrojo que suelen brindar
los espacios colectivos gestados en comunión.

Los quince años de compartir con desempleados


fueron una muy rica experiencia grupal, que
afortunadamente está plasmada en el libro
citado. En los talleres se ponían en juego las
nociones del sujeto social, la relevancia del contexto, el vínculo grupal, la interacción y
la asignación de roles, la tarea y la pre-tarea, la adaptación activa a la realidad y la
resistencia al cambio (con sus miedos básicos universales a la pérdida y al ataque), las
fantasías conscientes y los fantasmas inconscientes, la comunicación y el aprendizaje,
los grados de pertenencia y pertinencia, la cooperación, etc.

En nuestro lenguaje común, el significado de taller (del francés atelier) hace referencia
al lugar donde se repara y/o se produce colectivamente. Las definiciones que brinda el
diccionario de la Real Academia Española son: lugar en que se trabaja una obra de
manos; escuela o seminario de ciencias o de artes; conjunto de colaboradores de un
maestro. Un poco de todo esto fue desplegándose en los encuentros grupales, rotando
los liderazgos a la vez que se enfatizaba la relación entre los saberes de referencia y los
saberes prácticos de todos y cada uno de los desocupados-miembros.
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La Psicología Social entiende el aprendizaje y la reflexión grupal como un acercarse a


aprehender la realidad, para transformarla y transformarnos. Cada reunión ayudaba a
tomar y a asumir nuevas decisiones, siendo la mutua representación interna entre los
miembros una base esencial en cada encuentro colectivo. Así, si bien la tarea principal
consistía en la búsqueda de empleo, decimos que la participación en un grupo —nada
menos que en nuestro grupo— logra ir aliviando la angustia y la presión (ya sea social
como personal y familiar) generada por la situación concreta de la desocupación.

La transferencia positiva o negativa del


grupo con el coordinador —y de los
integrantes entre sí— compone lo que
conocemos como clima grupal. De ahí la
importancia de estar sentados en círculo
o ronda, con el fin de facilitar la mirada
y la escucha de cada uno de los
asistentes. Un primer vínculo, un
principio de sentirse pares, hacía que
fuera surgiendo la pertenencia y la
pertinencia en la tarea común. Iba
emergiendo el interjuego entre la
verticalidad de cada persona y la
horizontalidad del grupo; logrando
avanzar en la desestructuración de sus
roles inscriptos estereotipados.

Los equipos de coordinación fueron mejorando con el transcurrir de los talleres. Se


escuchaba lo dicho y en particular lo no dicho, eso que subyace detrás de las palabras
expresadas. Siempre es relevante el lenguaje corporal e incluso los silencios, pues bien
sabemos que en el silencio habla también la palabra negada. La mira estaba puesta en lo
manifiesto y en lo latente, en lo explícito y en lo implícito, en lo consciente y en lo
inconsciente. Se aprovechaba el surgimiento de los liderazgos para apoyarse en sus
reflexiones, especialmente cuando surgían dilemas y contradicciones grupales.

Al finalizar cada encuentro la coordinación trabajaba los emergentes; es decir, eso


concreto que sucedía en las reuniones para visibilizar los observables, para conversar
sobre las intervenciones y los señalamientos efectuados. Y también para corregir lo que
fuese necesario y así proyectar la siguiente convocatoria. Llamaron a esta instancia del
proceso grupal como la cocina y fue una herramienta muy útil a los fines de revivir el
grupo nuevamente. Como dicen las autoras del libro: todo esto se llevaba a cabo en un
clima de enseñaje colectivo. Enseñando y aprendiendo al mismo tiempo.

De las crónicas tomadas en las primeras citas pueden señalarse algunos comentarios de
sus miembros, que resultan muy ilustrativos del sentir que sufrían con motivo de
hallarse sin empleo: tengo mucha angustia, trato de sostener mi interioridad; en las
reuniones familiares siento ganas de irme, me da mucha vergüenza; toqué fondo y no sé
cómo enfocarme, estoy cansado; quedé preso de agorafobia; un desocupado no es
alguien que perdió su trabajo, sino alguien que perdió su proyecto de vida; somos una
reserva de mano de obra barata; las empresas juegan con nuestra angustia; etc.
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Muy diferente era lo que se pensaba, lo que se sentía y lo que se hacía al concluir cada
taller de reflexión y aprendizaje. Algunos consiguieron un trabajo y otros se animaron a
iniciar un emprendimiento individual, familiar o comunitario. Hubo también quienes
descubrieron aptitudes que ellos mismos desconocían y, por supuesto, no faltaron las
deserciones. Pero lo destacable es que, con la técnica de nuestros grupos psicosociales,
las actitudes personales de los asistentes se fueron dinamizando. Sostenemos, pues, que
lo grupal es un nosotros práctico; un nosotros de acción, tarea y operatividad.

Vale recomendar la lectura del libro pues, si bien se


focaliza en una experiencia concreta que gira en
torno al desempleo y el trabajo, bien puede
implementarse —con algunas variaciones
técnicas— en otros campos de intervención
psicosocial. El prólogo es del doctor Fernando A.
Fabris, quien destaca una virtud dialéctica
fundamental de la rica labor llevada a cabo por las
autoras Manzanelli y Rubins (*), cual es la correcta
y creativa articulación de teoría y práctica o, dicho
de otra manera, la interrelación profunda entre lo
singular concreto y el abordaje teórico-
metodológico.

RONALDO WRIGHT
Psicólogo Social

______________________________________________________________________

(*) Eugenia Manzanelli es Psicóloga Social y Técnica Superior en Coordinación Grupal, especializada en
Análisis Institucional; y Elena Rubins es Psicóloga Social y Licenciada en Sociología.
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SECCION
ACTUALIDAD Y PSICOLOGIA SOCIAL:

ATRAPADA

MOIRA CORENDO
TEC. SUP. EN PSICOLOGIA SOCIAL
CORDOBA

El aislamiento social, preventivo y obligatorio se puso en vigencia por decreto de


necesidad de urgencia el pasado 20 de marzo, como medida anticipatoria para reunir los
recursos imperiosos ante la pandemia de Covid-19 que estamos enfrentando a nivel
mundial. No obstante, hay otra pandemia que también mata desde hace muchos años a
mujeres por el sólo hecho de serlo, la violencia machista. En lo que va del
confinamiento,las denuncias al número 144 han aumentado un 30 % y ya se han
producido un femicidios cada ,

Camila, de 26 años, entre tantas otras, fue asesinada por su ex pareja y enterrada a dos
cuadras de su casa, confesándoloel femicida a su madre, quien lo denuncia.

Cada hogar tiene un entramado familiar que la cuarentena está desnudando con
mayor intensidad, reformulando vínculos y haciendo a otros antagónicos. Irene vive con
su marido maltratador y sus tres hijos. Decide continuar con él por el proyecto de
familia que tan arraigado en sus matrices de aprendizaje está, pero a su vez, porque no
tiene donde ir. No cuenta con una red de sostén que la avale, no tiene un trabajo que le
otorgue independencia económica, no se anima a llamar al 144 por vergüenza y ha
resuelto que, aunque sabe que es una opción, no quiere ir a los refugios para víctimas de
violencia de género. La casa es pequeña, no hay mucho para hacer y sí mucho para
interactuar. A medida que van transcurriendo los días, se va sintiendo cada vez más
angustiada y sola pese a encontrarse rodeada de gente y obligaciones que refieren a sus
hijos. El clima familiar se va densificando y lo que, los primeros días parecía que iba a
ser bueno para la convivencia, ahora teme que desencadene una andanada de violencia.
El encierro, los problemas económicos que se van incrementando, la rutina del hogar
que recae solo en ella y principalmente, el miedo a su marido. Todo el tiempo está
tratando de que no se enoje, que los hijos no lo molesten, que no haya motivos para una
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discusión, que nada altere su estado de tranquilidad, porque allí es cuando comienza y
cuando comienza ella ya no puede frenarlo ni defenderse y ahora, tampoco puede
escaparse. Hay indicios de que otra tormenta se acerca, que la quietud momentánea se
está acabando porque se lo nota más irritable, los comentarios machistas y ofensivos
son cada vez más frecuentes, la humilla, la denigra, le realiza observaciones sobre su
falta de atractivo físico, sobre su inferioridad intelectual, la insulta con mayor
frecuencia, la amenaza. Y la tormenta llega, intempestiva, llevando por delante todo a su
paso: muebles, hijos, manos que cubren el rostro y cuerpo que se dobla para que el
impacto sea menor. El miedo la aguijona primero, el dolor físico después, al mismo
tiempo, más miedoporque golpee también a sus hijos y ella no pueda defenderlos, más
dolor, pero ya no físico sino emocional y ese le duele mucho más que la trompada que
acaba de recibir, por último, el enigmático alivio que siente después de cada paliza al
saber que ya pasó, similar a la expiación de la culpa. Sabe que ya sucedió y que ahora lo
que se avecina es la calma a tanta angustia y padecimiento; conoce a fuerza de
repetición lo que sigue: él se tranquiliza, llega el arrepentimiento, pide perdón llorando,
promete no volver a pegarle, la llena de atenciones y muestras de cariño. Ella sabe que
ya ha pasado, y también que va a volver a pasar, sin embargo, todavía no puede hacer
mucho más que esperar a la próxima y rogar porque esa, no sea la vez que la mate.

El maltrato y la violencia se van manifestando de tantas maneras internalizadas,


que cuesta mucho identificarlas, cuando se logra el reconocimiento de ellas, por lo
general ya se está inmerso en un círculo vicioso donde la víctima es dependiente y
sumisa ante su victimario, donde su autoestima ha sido tan deteriorada que no se cree
capaz de salir de allí. Los mecanismos de sumisión que utiliza el agresor van
fragilizando su Yo paulatinamente alejándola de su círculo social, ejerciendo relaciones
de poder, volviéndola dependiente de sus opiniones y decisiones, ejecutando el control
sobre ella y todos sus actos. Sumado a esto, la insuficiente intervención estatal, el poco
presupuesto destinado al emergente social, la implementación de leyes patriarcales y
retrogradas, hacen que la violencia de género mate a una mujer cada 30 horas. Para
concientizar a las victimas sobre los ciclos de violencia y lograr su quiebre, se necesita
mucho más de lo que brindan los programas asistenciales actuales.

¿Cuantas Camilas más tienen que aparecer asesinadas para que el Estado declare
la emergencia nacional en violencia de género? ¿Cuántos niños quedarse sin madre?
¿Cuantas Irenes terminar muriendo finalmente? Cuantas muertes anunciadas por un
botón antipático, por una denuncia, por una perimetral, cuantas veces vamos a saber que
van a morir y mueren, no porque seamos psíquicos, sino porque hay un Estado
indulgente, cómplice y apático que dictamina prisión domiciliaria, pero sin tobillera,
dándole la posibilidad al femicidade salir, matar, pasearse con una pala, hacer un pozo y
enterrar a la madre de sus hijos a dos cuadras de su hogar.

MOIRA CORENDO
TEC. SUP. EN PSICOLOGIA SOCIAL
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COVID-19 EMERGENCIA
PSICOSOCIAL

MARCELO BERGAMO
TEC. SUP. EN PSICOLOGÍA SOCIAL
BUENOS AIRES

Estamos frente a un nuevo escenario, algo inédito que ningún ser vivo experimento en
todo el mundo simultáneamente. Y una situación que aun no concluye, por lo que es
difícil definir un cierre a este trabajo. Por lo que la conclusión será un análisis
estrictamente teórico, ya que los indicadores variables de la pandemia así lo establecen.

La pandemia del Covid-19 nos ha puesto a escribir el guion sobre la marcha, sin ensayo,
sin correcciones, salir a escena y en algunos casos a improvisar. Estamos frente a una
realidad que atraviesa no solo lo científico/biológico, sino que está atravesando
transversalmente a todo evento y actor social, a todo el planeta. Es un juego sin
fronteras, aquí no hay nacionalidades, credos, estratos sociales ni razas, el panorama es
global.

¿Cuál es la escenografía de este capítulo de la humanidad? Y con el término humanidad


me refiero al sujeto bio-psico-social, un sujeto compuesto por su biología, su psique y
los eventos sociales que lo atraviesan y modifica. En este aquí y ahora, este evento es
inédito. Son las conductas sociales ante una pandemia.

Surgen nuevas reglas como el “distanciamiento social”, que nos tiene a todos
contenidos en nuestros hogares, obsesionados con la limpieza frenética de nuestros
cuerpos y nuestras casas, la limpieza de los teléfonos celulares o cualquier objeto que
llevemos con nosotros.

El Covid-19 es más que un virus, es un estimulo externo. Estamos pendientes del


avance de él, de las estadísticas, de los bloqueos territoriales. Estamos siendo
bombardeados por información a diario por la TV, redes sociales, charlas de whatsapp,
charlas de organismos de salud.

Hay un aumento en el pico de adrenalina y un normal aumento de las “ansiedades,


miedos y angustias”. Y necesitamos contención emocional y mental.

Mucho se habla del problema las investigaciones científicas/biológicas, pero poco se


aborda la contención emocional a este gran evento global ante un “enemigo” invisible.

Enemigo invisible, esta expresión que los medios y hasta los profesionales de la salud
mediáticos usan a diario para definir la pandemia, es lo que despierta en un sujeto, un
mayor grado de ansiedad y miedo.
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Cuando no podemos ver al enemigo, no podemos ver la dimensión del peligro que es lo
que nos despierta el sentido de alerta, y activan las alarmas a un nivel que sobrepasa
nuestro umbral de tolerancia.

Tenemos 3 tipos de alarmas sonando simultáneamente.

1- Alarma de la ansiedad o pánico al aislamiento


2- Alarma de la ansiedad o pánico por salir y enfrentar a un “enemigo invisible”
que en el futuro será el estrés pos-traumático a resolver y enfrentar. Volver a
socializar con confianza.
3- Lo que la teoría de Enrique Pichon Riviere define como miedo a la perdida y
miedo al ataque.

Estamos ante la falta de capacidad de desarrollar defensas físicas que impiden


desarrollar “defensas psíquicas” devenida de la incertidumbre.

Mientras los investigadores resuelven y problematizan este dilema del Covid-19,


debemos ocuparnos de fortalecer las defensas emocionales. Cuando digo,
“problematizar el dilema” del Covid-19, hablo de la actitud que muchos profesionales
de la salud, por ejemplo en Italia, se enfrentaban a un dilema casi “divino”, quien vive y
quien muere. El dilema que deja excluida siempre a una de las partes en cuestión, salvo
que la pandemia tenga un fin asignado, este dilema debería problematizarse con el fin
que ninguna de las partes quede excluida de la solución, sino que sean parte de ella.

¿Cómo lograr una inmunidad psíquica sin que afecte o altere las normas vigentes de
prevención para detener el avance de la pandemia?

Así como nos prevenimos del contagio con los consejos de los profesionales de la salud
y las autoridades idóneas, hay que reconocer las reacciones propias y tomar medidas
adecuadas para preservar las amenazas dañinas psíquicas.

Este escenario nos genera un impacto disruptivo del Covid-19 que nos presenta
reacciones de “personas normales” frente a “situaciones anormales”.

El sentido común no circula con facilidad, ya que cada sujeto tiene una construcción
singular de este. Para contener el pánico, estrés o ansiedades, necesitamos generar una
sensación de control. Crear una sensación de seguridad que a veces la desinformación,
las noticias falsas, las cadenas de whatsapp, generan una “saturación mental” y una
sobre carga de información innecesaria.

Cambió repentinamente la rutina que nos estructura para regular nuestras emociones y
planificar nuestro accionar diario, se produjo un esfuerzo de adaptación y regulación en
nuestro sistema de pensamiento, y un esfuerzo de regulación de las emociones.

Concebimos la pandemia como un estado de amenaza para nuestra integridad. Y a partir


de ahí, la principal reacción emocional más básica es el miedo o la ansiedad, un estado
de preparación para un peligro, que van de la mano de síntomas físicos incluso, como
palpitaciones, falta de relajación o hasta imposibilidad de conciliar el sueño. Son
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reacciones normales ante el peligro, ya que la ansiedad es una emoción normal frente a
algo anormal.

En esta nueva realidad impuesta, surge una interrupción de los vínculos naturales,
obligándonos a formar, casi sin herramientas un nuevo código comunicacional donde la
problemática existente desestima lo vincular con el mundo exterior físico, lo
interpersonal, la necesidad natural del acercamiento con el OTRO. Surgen también la
necesidad en el apuntalamiento emocional en donde las relaciones humanas, la
multiplicidad de realidades sujetas a una historia en común, se ven afectados por un
aquí y ahora que muchas veces los supera.

El punto esta, en cómo vamos a afrontar el estrés pos-traumático devenido de una


cuarentena, a causa de una pandemia, donde todo lo conocido se desarticuló de un día
para otro, cambiando absolutamente toda nuestra vida tal como la conocíamos.

Se perdieron los niveles primarios del vínculo como los olores, los sonidos de la voz del
otro frente a mí, el contacto físico, la ropa etc. Donde el peligro está en la perdida al
apego fisco, somos sujetos sociales. Se produjeron conflictos vinculares, hoy ya
aparecen divorcios, depresiones, intentos de suicidio etc. Reacciones psicológicas ante
el desastre. Entonces ¿Qué medidas vamos a tomar?

Acá se pone en juego la “adaptación activa a la realidad” desde ahora, desde este aquí y
ahora, en este espacio-tiempo compartido mas virtual que real. Generando esa espiral
dialéctica propuesta por Picho Riviere, aprendiendo desde este momento a no
desestimar la historia, mi historia emocional con los vínculos, con lo social.

Hoy, parafraseando a Michael Foucault, vivimos rodeados de un panóptico, ese lugar de


vigilancia y control que digita nuestras conductas, sin saber si nos observan o no. Pero
poco importa, porque el castigo está implícito o ya, en 2 meses, esta naturalizado: me
contagio y paso a ser un agente promotor del virus, o seré multado por las instituciones.

Este es el juego propuesto por esta nueva realidad,


por este nuevo orden mundial. Muchos desean y
expresan “que todo vuelva a la normalidad”, pero
yo me pregunto: ¿Y si lo normal fue lo que nos trajo
hasta acá? ¿No sería momento de buscar otra
alternativa? Creo que la respuesta en obvia, pero es
mi respuesta y esta sujetada a mi propia
subjetividad, por lo que nos queda es, que cada uno
pueda tener la propia, pero tomándose un tiempo de
reflexión sin redes sociales ni medios que
interfieran con la comunicación con mi propio
mundo interno.

TEC. SUP. MARCELO BERGAMO


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HAGAMOS AMIGO AL
VIRUS QUE ESTA AQUÍ

DANIELA GONZÁLEZ
TEC. SUP. EN PSICOLOGÍA SOCIAL
BUENOS AIRES

Ante un hecho que sacude hondamente los cimientos de nuestra estructura social
aparece la rigidez del encuadre. Cambio que se siente de cerca golpeando en la puerta
de cada uno, nos invade la incertidumbre puedo decir qué me amigue con este virus que
ya es parte de mi por suerte me dejó continuar con mi labor desde otro lugar me está
enseñando encontrar nuevas maneras de hacer, esta pausa es para mí un nuevo
aprendizaje.
Aparece el desborde social con esta pandemia, cuánto tenemos que estar informarnos,
cuánto debemos comprender, hemos sido excluidos de aquello que creíamos nuestro, el
tiempo el encuentro con otros , el tacto con otros, todo era natural lo teníamos y no
sabíamos que todo cambiaria en estos tiempos.
Realmente tenemos el control de nuestras vidas?... nunca es real siempre se hace se
piensa y se siente en un contexto vivido y el encuadre de nuestra vida es parte de mucho
factores, y hoy transitamos un nuevo factor mundial.
El anhelo de lo que fue, el despojo de placeres, privarnos de caricias del contacto con
referentes afectivos , ya no poder transitar lugares, el mar, las montañas lugares que
fueron encuentros con otros, ni olores que nos son familiares los cuales nos marcan
culturalmente no hay nada mas sabroso que el olor de una parrillada, el olor de un mate
Argentino y esto nos lleva a pensar que toda va de la mano del compartir con otros.
Pareciera haber un control mayor a todos los factores que hemos vivido en nuestras
vidas quizás era tiempo de empezar evolucionar aún más y me pregunto ¿ realmente nos
hemos empobrecido? , ahora nos estamos fortaleciendo se transforma el mundo
continuamente y debemos prepararnos para lo que vendrá.
El proceso se vive de diferentes maneras, la añoranza de lo que tuvimos en aquellos
encuentros de alegría de euforia constante, de pasión y placeres por nuestras
necesidades con otros , nos lleva a los continuos momentos vividos también hemos
sobrellevado fuertes sacudidas aquellas que nos han hecho crecer nos han hecho
aprender recorramos todo lo vivido y pensemos que tenemos todo en nuestras manos
para pensar juntos y estar preparados para estos momentos, que con tanta incertidumbre
nos provoca miedo entonces pensemos juntos solidariamente para poder ensamblar todo
el conocimiento todo lo que esté a nuestro alcance.
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Tomemos todo lo vivido, nuestras experiencias ellas son nuestra herramienta para crear
nuevas maneras de hacer así acompañarnos y también sostenernos.
Esta pausa sólo nos desacelera y es la oportunidad a pensarnos y a volver a los valores ,
la verdadera esencia de la Vida. Poner la importancia en el otro saber cómo se siente
como transita este es un momento para lograr esa mirada empática tan necesaria
también para saber quiénes somos cada uno de nosotros.

En estos tiempos el desasosiego y la incertidumbre que provoca este nuevo virus


desconocido se ha apoderado de nuestros miedos aquello que creíamos tener el control.
El miedo hace que surjan ciertas patologías de ansiedades en el ser humano en diferente
formas llega a su interior tocando fondo. Pero en el interior del ser humano resurgen sus
fortalezas, están ahí cada uno las tiene, se hacen fuertes ante situaciones extremas, y son
mas fuertes cuando se unen a otros buscando nuevas maneras de sobrevivir en estos
pasajes de la Vida incierta.
Está comprobado que los grupos en acción hacia una tarea en común se obtiene
satisfactoriamente saltos cualitativos, la acción en conjunto, de miradas empática hacia
una misma tarea, pueden dar respuestas y refuerzan nuestras maneras de avanzar.
Las fortalezas de cada uno se hacen mucho más fuertes en momentos de crisis y en
situación grupal aparecen todas las emociones maravillosamente se logra la contención
necesaria para vencer obstáculos proponer ideas llevadas en acción para mejorar este
nuevo andar que nos trajo esta pandemia.

Es cierto que es un desafío que todo aquel que muestra sus emociones, siente, puede
mirarse en el otro para poder conocerse para poder comprenderlo para poder reflejarse
piensa como proponer maneras de enfrentar obstáculos busca en nuestros conocimientos
diferentes opciones y hace todo lo que está en el alcance para poder superarse, para
subsistir, grandes momentos se superan cuando las construcciones son en conjunto.
Seamos redes en acción todos estos cambios que estamos viviendo, deben pasar por la
aceptación y alcanzar nuevos objetivos, encontremos nuevas maneras de convivir y
hacer en donde vivimos y transitamos. Nuevas sensaciones y sentimientos el hacer la
acción en conjunto logrará en cada grupo evolucionar en su conjunto sosteniendo el
proceso de cambio.
Propongo que cada uno desde su lugar busque maneras de encuentros virtuales para
juntos sostener los procesos . Traten de pensar salidas diferentes Compartan lo que
están sintiendo se sorprenderán muchos también están igual, juntos podemos encontrar
nuevas maneras de comprender qué al cuidarnos lo hacemos para cuidar al otro las
necesidades establecen entre sí una relación de producción en la acción dejemos atrás de
creer que uno se puede salvar solo ni el materialismo ni el poder de unos pocos sobre
otros pueden colaborar en estos momentos.
Pensemos solidariamente hacia los demás y que lo que el otro está viendo también lo
podemos vivir nosotros. El objetivo es una unidad bío psico social el hombre requiere
como punto de partida que sean sujetos en la realidad inmediata en sus condiciones
concretas de existencia en la cotidianidad del aquí y ahora.
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Toda acción planificada y social en funcion a satisfacer las necesidades por eso los seres
humanos produce y reproduce su vida se basa en la relación con la naturaleza del lugar
en el que habitan y las relaciones con otros. El ser humano produce y se relaciona y
distribuye esa necesidad de cada uno pudiendo realizar una organización social
determinando así la forma de vida adaptado a las necesidades del momento.
Da lugar a la emergencia de los procesos psiquicos desde que nacemos y el desarrollo
de la subjetividad la cual se encuentra en el interior de todas nuestras relaciones.
Como dije al principio todo lo que creíamos que era nuestro …era nuestro? Propongo
que reflexionemos que el sujeto es emergente de la producción compleja de la trama de
vínculos en las relaciones sociales, productor protagonista y esto nos permite pensar el
comportamiento y la multiplicidad de sus causas.
Cada acción en una actividad es transformadora es una relación dialéctica mutuamente
modificante con el mundo y esta relación parte de un motor interno que es la propia
necesidad lo que emerge se codifica, se significada para poder cumplir el destino
vincular y social hacia una gratificación a una frustración.
Hoy debemos lograr una organización social para
transmitir información real concreta en función a
poder satisfacer todas las necesidades tenemos en
nuestras manos las experiencias vividas los previos
aprendizajes, necesitamos conocer todo lo que esté a
nuestro alcance con este nuevo amigo viral qué circula
y es parte de nosotros para no tomarlo como un
obstáculo si no poder adaptarlo a nuestra vida como
una adaptación activa a la realidad que estamos
viviendo cuidándonos para que empáticamente
podamos cuidar a los otros ya que lamentablemente
no podemos saber a quien le producirá su partida.
Cómo sociedad de relaciones dialécticas y transformadoras entre el sujeto y el mundo
conocer todo lo necesario para protegernos y cuidar a ese porcentaje de la población que
lucha por seguir viviendo. Poder indagar enriquecer logrando la comprensión permite
develar mecanismos en el que las relaciones sociales configuran los sujetos sean aptos
para sostener las relaciones y todo lo que estamos viendo.
Desarrollar a nuevas maneras de relacionarnos a través de la virtualidad logrando
contener mutuamente y acudir a las necesidades individuales Reconocernos nuestras
necesidades y nuestros miedos porque estamos todos viviendo un hecho que no estaba
en nuestro imaginario, este hecho es un hecho colectivo se unió a otros hechos y
vivencias heterogéneas nos desenvolvemos a través de nuestra historia individual y lo
que vivimos en este aquí y ahora y nuestra organización temporal espacial es nuestro
modo de Vivir se transformará y se lograra un mecanismo que ahora no es consciente de
acción.
Pasaje de hacer lo cotidiano en la realidad de cada persona los hechos pasan y no se
cuestionan quizás sólo queremos saber el origen pero tampoco va a modificar nuestro
presente solo puede servir para comprender de dónde a donde y porque estamos parados
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en este aquí en esta realidad que es la única forma de vida posible en nuestra
interpretación se naturaliza desde los social pero lo esencial sigue quedando oculto.
La organización social ante un hecho que emerge debemos interrogar , relacionar y
buscar la esencia para superarnos en el conocimiento tener conciencia y reflexión de los
mecanismos de acción.
A partir del intercambio entre las necesidades y la satisfacción entre cada persona y su
contexto como está viviendo en estos momentos por qué están todas las significaciones
sociales e ideológicas.
En este inter juego que se organiza puede dar un orden significativo histórico social y
también simbólico específicamente humano. Estamos en un momento de crisis implica
la quiebra de lo cotidiano debemos conocer lo culto de este virus para poder alcanzar la
esencia de los hechos.
Continuemos nuestra tarea de indagar las dificultades de cada persona en un grupo
determinado sea una familia un grupo de trabajo la comunidad poder esclarecer el
origen de los miedos a la pérdida y al ataque ambos se alimentan de la inseguridad
básica vinculada a la incertidumbre que nos rodea a las subsistencia a la limitada
oportunidad de ocupación, a los escasos ingresos, a la pausa, a la enfermedad y a la
perdida irrevocable.

Debemos mostrar que tenemos mecanismos de seguridad podemos encontrarnos a salvo


con los cuidados debemos liberarnos de los fantasmas que nos preocupan estas
incertidumbres ligadas a la historia personal de cada uno a la desconfianza en la
resolución de problemas porque con nuestras manos y nuestra acción podemos vencer
todos esos miedos todo este cerco de ansiedades y desconfianzas que no nos permiten
ver , todos poseemos fortalezas y
creatividad para poder superarnos ante estos hechos interpretar cuáles son los conflictos
visualizar cuáles son los instrumentos que poseemos para resolver las incertidumbres y
la inseguridad.
Se siente el caos por el miedo a la desintegración del interior debemos reordenar
desestructurar estructuras en el curso dialéctico con otros con espiral de intercambios
con todos los factores, en la creación de esta nueva situación que ya es interna esta con
nosotros este virus ahora nos lo presto el mundo, nosotros debemos movernos en busca
de una aspiración al equilibrio debemos interpretar cuál es la realidad organizar nuestro
mundo para poder proyectar.
La situación de emergencia se instala en la vida cotidiana, altero nuestras vidas somos
fragmentados, hay un quiebre , inestabilidad crisis, y mucha ansiedad pero nos une la
necesidad de existir. Pensemos en la evolución dinámica que solo se supera en el hacer
con otros. El progreso basado únicamente en el consumismo no nos lleva a ningún lado.

Todos nos comportamos diferente porque estamos atravesados por una historia
sociocultural y también personal recreamos y reproducimos subjetivamente desde
diferentes instituciones con necesidades propias.
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Abandonemos esa mirada egocentrista, incorporemos con el otro ideas, pensamientos


llegando a acuerdos, pensando y planificando en grupos, hagamos con otros, miremos al
otro.
Nuestro mayor valor es todo el recurso humano, es tiempo de unir lazos, de lograr
vincularnos sin tanto quiebre, una comunidad organizada genera los mejores
anticuerpos para resistir.

Alentemos a mejorar las condiciones de vida,


cuidemos, amemos, protejamos al otro y a nosotros.
Siempre bajo la escena negativa de vivencias
anteriores el ser humano pudo resolver sobrellevar la
situación, nuestro refugio se encuentra la capacidad
creativa se encuentra la estructura operativa debemos
trabajar en la reelaboración de esta nueva
concepción del mundo.
Queridos colegas somos agentes de cambio esta en nuestras manos acompañar este
proceso en la adaptación de la realidad de lo que estamos viviendo.

Daniela González
Psicóloga Social
Directora de Hogar convivencial
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SECCION
AUTORES Y LIBROS:

COMENTARIOS DEL AUTOR:


LIBRO “TEORIA DESVINCULO”

El material que está contenido en esta publicación es, me atrevería a decir, único en
Uruguay, y en él se encuentran las voces más significativas de la Psicología Social
pichoniana de nuestro país.

Es por eso que nos pareció que la mejor manera de que llegara era esta, la de mantener
las voces originales de los protagonistas, para mantener toda su fuerza, vigor y
vitalidad, toda la magia de la voz de los protagonistas, la Psicología Social en Uruguay
en la voz de sus protagonistas, literalmente.

Cuando comenzamos este trabajo llenos de entusiasmo primero porque era nuestro
trabajo final que marcaba la llegada al
último puerto de nuestro proceso de
formación, segundo porque nos permitiría
conocer a aquellos que sólo conocíamos
por nombre y referencia que ellos eran
docentes y colegas y en tercer lugar nuestra
pretensión era conocer la realidad de la
Psicología Social en el Uruguay, una
realidad en la que nosotros nos
insertaríamos en breve, y me atrevo a decir
en una apreciación personal que esta
realidad no ha cambiado mucho desde el
momento en el que realizamos la
investigación a hoy.

Aquí encontrarán la voz de las escuelas


que al momento de la investigación se
encontraban activas y también tendrán
noticias de que existieron otras en una
realidad marcada por la apertura y el cierre
de escuelas donde formarse. También
encontrarán la voz de Operadores en
Psicología Social que son conocidos y
reconocidos en nuestro país y también
sabremos cómo y por qué llegaron a la
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Psicología Social y qué les aportó esta a sus vidas, más allá de si trabajan como
Operadores en Psicología Social o no.

Queríamos saber el rol de las escuelas, cómo surgieron, por qué surgieron, qué
valoraciones se hicieron para entender que era necesaria la formación en Psicología
Social pichoniana en Uruguay, por qué etapas transitaron las escuelas, cuáles se
mantienen y cuáles no, qué rol jugaron las que ya no existen y como evolucionaron y se
fueron adaptando a las nuevas realidades las que aún funcionan y cuáles son los desafíos
que enfrentan hoy y cuáles enfrentarán en el futuro.

Era importante para nosotros saber cuántos Operadores


en Psicología Social existían en Uruguay y si estaban
trabajando como tal y dónde lo hacían, cómo se
perciben, cómo sienten, cómo piensan que los ve la
sociedad, los lugares donde trabajan, aquellos con
quienes trabajan, el estado, las organizaciones sociales,
etc.

Queríamos saber si esta era una formación demandada,


si la gente quería formarse como Operador en Psicología
Social, quienes eran los que querían formarse y si esto
había tenido variaciones en el tiempo.

Estas y otras inquietudes aparecen en esta publicación, cada uno de los entrevistados da
una respuesta, algunas son coincidentes, otras no y esto es lo interesante y lo que nos
ayuda a nosotros a respondernos esas preguntas y también cada entrevistado nos da su
impresión sobre la Psicología Social y su rol en nuestro país.

ANDRÉS RODRÍGUEZ
URUGUAY
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COMENTARIOS DEL AUTOR:


LIBRO “PSICOSOCIALES BREVES”

Este libro incluye notas y artículos de mi


autoría que han sido publicados en distintos
medios gráficos y virtuales a lo largo de los
últimos años. Así, al inicio de cada texto
están indicados los dats puntuales de esas
ediciones, junto a sus respectivas fechas de
publicación.

Son cinco los capítulos que integran la obra: una


primera parte con apuntes de psicología social;
luego le siguen textos sobre coordinación grupal;
después aparece información sobre el trabajo de
los operadores psicosociales en acción; se
continúa con algo de la vida y obra del Dr.
Pichon-Rivière para finalizar con datos de
nuestras incumbencias profesionales.

Ha sido objetivo de las notas la brevedad, pues el


propósito es que el lector obtenga una primera
aproximación a nuestra Psicología Social
Argentina que ya lleva más de sesenta años de
vigencia. Espero que sean de utilidad tanto para
los estudiantes de esta comprometida disciplina
como para todos aquellos que desplieguen su
quehacer en el campo del trabajo social.

RONALDO WRIGHT
BUENOS AIRES
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SECCION
INFO MOPSA:
SINTESIS DE UN ENCUENTRO NECESARIO
ENCUENTRO FEDERAL DE PSICOLOGÍA
SOCIAL EN GOYA-CORRIENTES
ORGANIZADO POR MOPSA CORRIENTES

APERTURA DEL ENCUENTRO

Sábado, 23 de noviembre de 2019.


Goya Corrientes.

Devolución y resonancias.
EJE PERSPECTIVA DE GÉNEROS Y FEMINSIMOS:

Perspectiva de géneros, Movimiento de mujeres y disidencias, Feminismos: tensiones


modos de vinculación, y articulación en la praxis psicocomunitaria.

Liliana Olea. Psicóloga social:

“Nuestro trabajo en este eje estuvo centrado en conocer y registrar nuestros


atravesamientos, vivencias y conocimientos de esta temática que nos aparece como un
emergente sumamente importante en este momento histórico a nivel internacional y
específicamente a nivel local a partir de algunas experiencias de trabajo.

Nuestro grupo de trabajo fue un grupo heterogéneo, un grupo diverso tanto en edades,
formaciones, lugares de procedencia, géneros y profesiones, lo que posibilitó una
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mirada amplia ante estos fenómenos,


pudiendo registrar la variedad de
conocimiento y acercamientos a la temática
de les integrantes.

Pudimos ver como la temática nos interpela a


todes, vimos la necesidad de la toma de
conciencia, la búsqueda de información y
formación en la perspectiva de género que se
hace indispensable en todos los ámbitos para
entender la construcción de las
subjetividades, las relaciones vinculares y el impacto social, económico y político que
estas tienen en nuestro entramado social.

Descubrimos y trabajamos sobre los estereotipos, los prejuicios y los miedos que
subyacen ante solo la enunciación de las palabras Feminismo y Diversidad, y sobre el
concepto de Perspectiva de Género, tratando de desmitificarlos y abordamos la
importancia del lenguaje en construcción de las representaciones sociales.

Hicimos historia, no solo en el recorrido temporal del movimiento, sino también en el


acto concreto, en este aquí y ahora.

En este espacio no solo pudimos dar el puntapié inicial para abordar críticamente las
tensiones, modos de vinculación, y articulación en la praxis psicocomunitaria, sino que
las vivimos in situ:

Se pudieron observar las tensiones tanto desde la palabra como desde los silencios
(internas y externas). Las posturas y el corrimiento de los lugares emblemáticos de
poder dejaron espacio para la escucha y respeto a la diversidad hecha carne en el
interior grupal. Se puso en juego tanto el cuerpo (real e imaginario) como las emociones
creando un espacio de autoconocimiento y reflexión. Se articuló teoría con experiencias
concretas y creo, se generó un espacio de análisis, transformación personal y profesional
con proyección a trabajos comunitarios, experimentando así una praxis
psicocomunitaria que espero sea replicada y profundizada”.

Susana Colman. Operadora en psicología social

(Citas textuales de lo dicho por las participantes del eje)

- Cuando hay encuentros de mujeres se percibe el poder del grupo.

- Es el momento de nosotras las mujeres y no podemos hacernos cargo de educar a los


hombres, que se eduquen solos.

- Ya hay varias ciudades en las que hay encuentros de hombres.

- La deconstrucción y reconstrucción es de todos, este modelo no solo mata mujeres.


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- La violencia está instalada en la sociedad toda, no olvidemos el contexto, todo es muy


nuevo en Sudamérica en Europa y culturas más antiguas la lucha es otra porque lleva
años.

Jesica Genes. Estimuladora temprana

“Cómo conclusión puedo decir que el eje de perspectivas de géneros, fue en lo personal
un momento de trascendencia, de encuentro introspectivo, que me permitió romper con
la invisibilidad en la que nos encontramos a diario, generando un compromiso en el
reconocimiento de la perspectiva de género”.

Agostina Cambiaso. Estudiante de


psicología social

“La única frase que anoté fue: Ya no estamos


hablando de igualdad si no de equidad, creo
que desde acá erradica todo por lo cual
hablamos y luchamos cada día. Desde esta
frase cada persona pudo poner la palabra por
momentos compartiendo lo que cada unx sabia
y por otros también compartiendo vida siendo escuchadxs desde el amor y el respeto.

Lo que más me chocó y me hizo pensar fue el saber que atrás de los carteles con
nuestros nombres estaba el de una chica que ya no está por culpa de este sistema que
tanto nos oprime. Fue triste saber cómo tomaron sus vidas, pero lo tomé como un motor
que tenemos para de seguir luchando, de seguir elevando nuestras voces para que las de
ellas no queden en el olvido.

Me ayudó personalmente para no ser tan exigente conmigo misma, el permitirme


equivocarme, caerme y levantarme porque estoy descubriéndome, en realidad por que
las mujeres estamos descubriendo que queremos ser y como ya que antes nunca nos
habían dado esa posibilidad, seguir instruyéndome para lograr primero un cambio en mí
y así luego un cambio en lo demás.

Creo firmemente que se necesitan estos espacios, donde cada una pueda hablar sin
miedo, instruyéndose como decía Pichón con el otro, para así poder lograr eso que tanto
anhelamos conseguir”.

Jorge Galarza. Estudiante profesorado de historia

“La Marcha como constitución ontológica. Una participante contaba que, en una ciudad
de la provincia del Chaco, se había realizado la 1ra Marcha de la Diversidad, aduciendo
que era una forma de no solamente decir que “eso es lo que son y no aquello que lo
denominaron”. Es decir, me manifiesto develando lo que soy. Soy conformándome
completamente hacia el afuera que me discrimina, que me margina, me ignora.
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El afuera me condena a la penuria, a arrastrarme al “bajo mundo”, a un sinfín de


postigos infortunados. Un deambular de callejuelas al desamparo, sin oportunidades
para una calidad de vida.

El “Modelo Varón” puesto en cuestión. Continuando con las alocuciones, el “ser” varón
también puede arroparse como un individuo sensible, expresando sus sentimientos,
examinando a la par con su compañera, decisiones, proyectos de vida; en definitiva,
evitar imperar sobre la otra persona en su desarrollo profesional, entre otras.

También, se agregó, que otra práctica conductual tiene asidero válido para el varón, en
efecto ¿Por qué no aceptar magnánimamente otra praxis discerniente? Es decir, otro
modo de ser del varón, con plasticidad que no violente, tan solo a la otredad sino, como
constitutivo de la tradición cultural. El sentido del legado cultural, lo hereda el varón,
pero también lo reproduce.

El “Encuentro” como el relevamiento de conceptos y proposiciones foráneas. Los


ambientes ajenos a las rutinas académicas y, asimismo, la información circulante
intermitentemente, ya sea por los
Mass Media o las Políticas Públicas
difundidas, guardan otra “Actitud
Ética”.

El claro ejemplo, es un Operador


Psico Social, que asistió con sus
hijas y su compañera; también,
unas jóvenes feministas, contando
que habían asistido a “marchas”,
talleres de ESI, Encuentro de
Mujeres, entre otras.

Es una respuesta amenazadora al


saber imperante, tanto para la propia familia como para la sociedad toda. La mujer
empoderada, ahora se nutre de palabras dinamizantes, derribando el sentido común
enquistado.

El relevamiento de vivencias comunes empoderadas, evidencia que esas vidas simples,


encuentran resistencia al atravesamiento fuerte de la tradición y otras injerencias
latentes, como ser, los Medios Masivos de Comunicación, presentes en el hábito crónico
de los días.

La Diversidad y los Pueblos Originarios. Moira Ivana Millán, la Lideresa de la Nación


Mapuche, en una entrevista brindada al Canal Tele Sur, expresaba que: “El Movimiento
Feminista se adjudica hegemónicamente sus batallas y sus premisas”. Cuanta lucidez
incómoda, declama la lideresa mapuche, también mujer.

El Movimiento de Mujeres, también diferencia, selecciona “quienes” hacen parte del


abismo demandante, arrastrado por vetustos años. Sangre y dolor supurante, gritan las
féminas.
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No obstante, éstas mujeres, no son “todas las


mujeres”, sino, una parte encendida
enhorabuena, para colocar sobre la tarima las
discusiones perturbadoras y diezmadas por
generaciones.

Las “mujeres originarias”, también presentan


una constelación ignorada, cuyo sentido de la
existencia, también edificaría el incipiente
manifiesto fémina. “Todes” también es la
afirmación postergada de la lideresa de la
Nación Mapuche.

* En suma, en lo personal, me guardo el compromiso de chicas jóvenes, siendo parte del


momento histórico, que ellas mismas lo eligen. Hay que ser mujer y pelearte con la
lógica del “hombre” internalizado hasta en las mujeres, problemática que ellas mismas
reproducen; también, el afecto a desconocidos de mujeres, que compartieron el vuelco
hacia la pregunta: ¿Qué es la masculinidad? ¿Se puede “Deconstruir”?

Un afecto de comprensión, ya que, también somos presionados por ser varón, por
habernos impuesto deberes. Violencia intrínseca, consecuencia de la asignación del sexo
al nacer”.

MarielaMill. Operadora en psicología social

“Como observable retomo del eje géneros, la participación de 3 varones Cis, me parece
sumamente conveniente y necesario que varones se sumen a propuestas como estas
donde se piensan y debaten herramientas de abordajes psicosociales.

Otro observable es que conformamos un grupo de 17 personas diverso en cuanto a


profesiones, participaron psicopedagogas, estimuladoras tempranas, profesoras/es,
facilitador de Biodanza, militantes sociales, profes de yoga, además de estudiantes y
operadoras/es psicosociales.

Desde este punto de diversidad en cuanto a profesiones destaco que en el eje se hablara
de la noción de perspectiva de géneros para ser aplicada en toda profesión-trabajo. Dar
cuenta que lxs profesionales, en general, y particularmente lxs que trabajamos con niñxs
y jóvenes no debemos dar nada por concluso por ejemplo en cuanto a identidades de
géneros.

El planteo de una compañera de dar debates juntxs, varones y mujeres. El nuevo mundo
que viene siendo, la respuesta a esto de entender que no es el momento. Particularmente
entendiendo que las protagonistas del cambio social que estamos generando somos las
mujeres, que necesitamos urgentemente tomar los espacios y puestos que históricamente
nos fueron vedados/negados. Entendiendo también que el atravesamiento que hace la
perspectiva de géneros en las mujeres y disidencias es vivenciado en el cuerpo. Los
miedos, las violencias, los acosos, abusos, violaciones, etc., nos atraviesan el cuerpo
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dejando huellas imborrables, y esto solo nosotres, mujeres y disidencias, comprendemos


en profundidad.

Por ello hay un encuentro anual latinoamericano de varones anti patriarcales. Un


espacio donde pensarse e interpelarse desde los privilegios que históricamente han
tenido los varones.

La presencia en el eje de un compañere


que se definió en transición, auto
percibiéndose Queer, expresando que se
sentía fuera del debate binario que se
desarrolló en el eje. Un debate que, como
describo en el párrafo anterior, ponía en
escenario la presencia de varones en
espacios de debate femenino como por
ejemplo el Encuentro Nacional de
Mujeres. Ineludible y pertinente la
intervención de un compañere que no se
siente parte de esa discusión, necesaria
para abrir el debate, deconstruir e
interpelar el pensamiento, los discursos y
las practicas.

También se puso al centro la necesidad del hacer. Debatir, discutir, deconstruir,


reconstruir, pero haciendo. Este contexto social, este momento histórico nos demanda el
hacer concreto.

En fin, la sensación que queda por un lado es un tanto frustrante por ver que aun el
camino es largo, arduo y difuso. Sin embargo, a la vez, es esperanzador por el solo
hecho de que se debata y por lo que venimos logrando y transitando mujeres y
disidencias”.

*Algunas citas textuales:

- Decís perspectiva de géneros y aparece el rechazo.

- Conozco el tema, pero quiero aprender porque soy profe y quiero llegar a mis
alumnxs.

- Quiero informarme porque hay confusión.

- Me interesa un descubrimiento personal (…) y en mi profesión no hay perspectiva.

- Hay mucha información (…) y estoy construyendo.

- Estoy en transición.
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- Quiero educarme porque no circula mucha información.

- Me atravesó el feminismo (…) quiero cambiar mi familia, mi casa, mis amigas, pero
primero cambiarme yo.

- Me interesa saber las miradas psicosociales de las diversidades.

- Es un campo nuevo para mí, es necesario este espacio.

- Estoy en una etapa de deconstrucción.

EJE DE COMUNICACIÓN, EDUCACIÓN POPULAR Y COMUNITARIA:

La Educación y Comunicación como eje de transformación social.

 Paradigmas, el instituido como herramienta de estereotipia del capitalismo,


consumismo y machismo. y la construcción del nuevo paradigma para la
emancipación y liberación.
 unificación de criterios y definiciones acerca de estas dos nociones
Comunicación Comunitaria, y educación popular.
 Basamentos Pichonianos y Freirianos.
 Batalla cultural.
 Redes.

Al arrancar el eje participábamos del mismo alrededor de 12 personas, conformando un


grupo muy heterogéneo en cuanto a edades e intereses, ya que proveníamos de distintas
áreas profesionales, laborales (profesores, estudiantes de Periodismo, Psicología Social,
Trabajadores Sociales, Psicologxs, y Operadores en Psicología Social, etc.) y ciudades
(Lavalle, Goya, Resistencia y Corrientes)

En el transcurso del espacio se fueron


acoplando más participantes terminando
con un grupo de alrededor de 25
personas. La ronda se dispuso en una
sombra del parque del Nono (hospedaje
donde se desarrollaron los ejes del
Encuentro) sentados en el cómodo
césped con una temperatura agradable,
disponiendo de un encuadre de 2 horas
aproximadamente, desde las 15 hasta
las 17 hs.
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*Algunas ideas, pensamientos o frases compartidas:

“Reconocer al otro”, partimos de ahí.


“Comunicación como herramienta”, “Vehículo
del vínculo en cualquier proceso de
comunicación y educación arranca del
reconocimiento del otro”. “con sentido crítico”,
“educación social”, “transpolar la frontera de
inclusión-exclusión”, “Interpelar y repensar el
modelo de la escuela y la educación formal”,
“Encuentro de Experiencias en comunicación y
educación popular” “empatía”, “cambiar el
paradigma” “revalorización del aporte de cada
unx”, “diferencia entre lo instituido y lo instituyente”, “legítimo y legal” “revindicar el
desarrollo social por sobre el desarrollo económico” “batalla cultural” “identificar el
modelo hegemónico” “como contrarrestarlo” pregunta de un participante “como lo
hacemos?” “desde nuestras prácticas, interpelando el hacer, desde nosotros mismos,
desde las miradas, proponer siempre la deconstrucción de los pensamientos
estereotipados, desde cada abordaje, convidar al otre el repensar todo lo instituido que
nos somete.” “replantearnos las practicas desde las distintas miradas, siempre
interpelando/nos” “análisis crítico”. “más encuentros y redes”.

La palabra circuló, pudiendo casi todes exponer posición, pensamiento o reflexión.


Coordinador y Expositor tuvieron una participación atinada y precisa.

“Llegué al lugar con ganas de seguir aprendiendo y tomar algunos puntos importantes
para incorporar a las prácticas sociales cotidianas”, comenta uno de los participantes.
“La comunicación es importante para nuestra vida diaria, lo hacemos verbal y
corporalmente. Atraviesa nuestro mundo externo e interno y nos ayudan a cambiar
nuestra percepción de las realidades cotidianas”.

“No leemos solo lo que comunican si no los hilos invisibles que se mezclan en cada
interacción con el otro; algo sucede, algo se crea, algo se derriba”.

Cada integrante fue compartiendo sus experiencias y los aconteceres actuales donde se
movilizan a diario. Nos costó al principio poder centrarnos en la pregunta realizada, ya
que cada uno fue compartiendo de acuerdo a lo que escuchó de esa pregunta, como
pareciera que dejamos de lado la pregunta y cada uno comenzó a compartir quien era, a
que se dedicaba y volcaban en el grupo inquietudes sociales que los movilizaban
buscando un hilo conductor para partir desde esa respuesta.

Pareciera que todos fuimos a buscar respuestas a nuestras preguntas, dejando de lado la
pregunta del eje.
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“Carlos volvió a repreguntar sobre la educación popular. Algunos no teníamos ni idea


de que se trataba, nos encontrábamos desinformados sobre el tema. Pensé de qué
realidad vamos a hablar, comenzó un silencio en mí por escuchar al otro”.

“Lo tomo más a la educación popular como un proceso de trasformación y


aprendizajes mutuo”.

¿Cada uno aportó un pensamiento diferente al grupo entonces? Pensé.

“QUE PRODUCIMOS, QUE INFORMACIÓN PORTAMOS, QUE


ALTERNATIVAS OFRECEMOS, QUE DIRIGIMOS A LOS DEMAS”.

Transitamos en una sociedad que nos educa de manera formal e informal como sujetos.
Estamos atados a ideologías que nos representan y nunca nos ponemos a repensar sobre
lo que nos imponen y pasamos a ser parte de un modelo del que no analizamos sus
bases y seguimos reproduciendo lo instituido.

EJE SALUD MENTAL:

Se propone trabajar sobre dos experiencias que abren el eje. La Licenciada Fernanda
Esmay y el Licenciado Alejandro Marshall comparten para el posterior análisis de sus
praxis, en psicología clínica, docencia, trabajos de grupos y comunitarios.
Equipo interdisciplinario de pares para supervisión de casos y estudio. Práctica docente
de intervención psicosocial en una comunidad. Talleres grupales de psico-creatividad.

Caso clínico de un chico psicótico de 31 años.

Con una dinámica orientada a la construcción


colectiva del saber, comenzamos escuchando
los aportes con algunas preguntas aisladas.
Luego nos dividimos en sub grupos de 5 a 6
personas y fueron saliendo algunas
conclusiones donde compartieron con el
dialogo y con afiches que fueron entregando al
equipo de coordinación.

Vigencia del Pensamiento Pichoniano en


Salud Mental

*En una sociedad contradictoria, los trabajadores de la Salud Mental nos encontramos
en contextos cada vez más difíciles; la inferencia del sistema en las subjetividades y los
escasos recursos para un abordaje abarcativo dificultan las tareas.

*Es necesario volver a las bases para agruparse y trabajar en conjunto, así recuperar el
poder de lo grupal frente a una realidad que supera a la ficción. En un mundo
globalizado de exponencial atomización del conocimiento y de las disciplinas
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profesionales, el cuerpo social se fragmenta. Con ello, los problemas concretos de las
personas terminan teniendo menos saludos o respuestas cada vez menos creativas.

*Pichon Riviere nos ayudó a entender que todo emergente denuncia un desequilibrio en
ese sistema, al considerar al enfermo mental como un potencial agente de cambio social.
En vez de estigmatizar con diagnósticos y prácticas que segregan al enfermo o marginal,
Pichon nos enseñó a trabajar sobre la diferencia incluyéndola, para así des-ocultar el
conflicto inherente a todo grupo humano. A través de sucesivos esclarecimientos lograr
una adaptación activa a la realidad.

*Una crítica al sistema educativo, donde se piensa trabajar en la práctica educativa con
el binomio enseñar-aprender, comprendiendo que con esta unidad de enseñanza-
aprendizaje se produce un conocimiento que circula en varias direcciones, para que tan
los actores (profesores-estudiantes) como el contexto, se modifiquen con la experiencia.

*Un pensamiento situado para reconocerse en la interacción individuo-medio. Donde se


incluye las condiciones concretas de existencia, así como la estructura en la cual se
funda la vida social de una comunidad.

Algunas colegas y estudiantes, compartieron testimonios acerca de su vivencia en el eje:

“Me pareció enriquecedor el eje por la articulación que se pudo dar entre en un tema
que me interesa, como es la nutrición, con la psicología social. Ves la aplicación de esa
carrera con la Psicología Social, con lo cual se podría hacer con diferentes carreras y así
ir ampliando la aplicación de la psicología social en otras carrera o campos”.

“En la ronda de salud mental, me pareció muy interesante, hubo algo que me quedo
resonando, que la licenciada Fernanda Esmay dijo. Si bien ella es Psicóloga, su
perspectiva es muy psicosocial, me resonó mucho cuándo contó que todos le
preguntaban ¿Cuál es tu marco teórico?, ¿Cómo es tu marco teórico? Y ella dijo que su
marco teórico era la necesidad, que era una adaptación lo que hacía, ya que, de una
cuadra para acá, era una realidad.
Una cuadra para allá era otra.
No se puede ocupar un marco
teórico general porque son las
circunstancias en las que te tienes
que adaptar. Eso me significó.

REUNION DE CIERRE
GOYA-CORRIENTES
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CRÓNICA DE UNA VIDA ANUNCIADA

A.S.U.OP.PSI: Asociación Uruguaya de


Operadores y Operadoras Psicosociales surge
luego de varios encuentros con dos colegas
(Nira Pose y Andrés Rodríguez) y la idea
emerge de muchas interrogantes mantenidas
durante algunos años. Años que se estuvo a la
espera de que las Instituciones comenzaran las
formalizaciones que en el mito de la
corporación siempre están, rondando las
fantasías de los y las Operadoras Psicosociales.

Pensando en conjunto con estos colegas llegamos a la conclusión que sería operativo
generar un concepto que no hubiese atravesado hasta ahora le Psicología Social, para
comenzar a darle identidad laboral al Oficio. Decimos Oficio porque quienes iniciamos
esta >Asociación y así fue hecha la invitación, reivindicamos la Profesión como
Trabajo-Oficio sin desconocer el carácter de Ciencia, en el terreno empírico-racional
hasta hoy, por más que quiera dársele carácter de otra índole.

Analizado y sintetizados estos conceptos tomamos el camino de trabajar sobre aquellos


aspectos que le dieran forma legal y garantista a la disciplina. Comenzamos por realizar
una investigación en el marco de una tesis para conocer de primera mano qué se había
hecho y qué se ilusionaba hacer respecto a darle la identidad ya obligatoria por parte del
estado de derecho que debe reconocer este Oficio de más de treinta años en Uruguay.
Todas estas interrogantes están compiladas en el trabajo ya edito, Teoría Des Vínculo,
que circula en Uruguay y Argentina.

Entrado en años ya y resistiendo cualquier clase de archivos podemos decir en forma


explícita y clara que ninguna de las Escuelas hizo más de registrarse como Institución
de Formación - No formal con el fin de exonerar impuestos, presentar carpeta en una
institución cuyo nombre es INEFOP (Instituto Nacional de Empleo y Formación
Profesional) como prestador del estado y, ocupar lugares del anterior gobierno en cargos
políticos por conocimiento de personas individuales.

Fe de errata: Si esto no fuera verdad y estuviéramos incurriendo en una falacia, estamos


disponibles a dar la discusión amigable y desechar de buenas a primera cualquier
decisión que pudiéramos tomar desde la Asociación Sindical o en forma personal como
trabajador, respecto a nuestros derechos como obreros también de las Instituciones de
formación. Discusión con documentos a la vista, pues solo existe si está registrado
formalmente, lo demás es agua de borraja.

Consideramos que siendo quienes trabajando desde la Operación Psicosocial por la cual
nos contratan en agenda oculta, abonando nuestros haberes por otras Categorías, o como
changadores que es la categoría que aplicaría desde la informalidad, tenemos la
REVISTA NACIONAL DE PSICOLOGIA SOCIAL Argentina
MOVIMIENTO DE PSICOLOGXS SOCIALES DE ARGENTINA

obligación ética de hacer valer aquellos derechos propios que intentamos háganse valer
a los destinatarios de nuestras labores en instituciones registradas, de otra forma sería el
tan famoso ¨Como Si¨ de los Operadore/as, que suponemos sucede solo aquí en
Uruguay.

Otra idea que emergió con fuerza es la sensación de que siempre estuvimos a la Sombra
de la Psicología Social Argentina, que si bien en el principio no podía suceder de otra
forma, concluimos que luego de treinta años hemos llegado a la madurez de por
ejemplo, contar con material actualizado de las operaciones que venimos realizando
desde aquella época hasta hoy. Esto se desprende de la observación netamente
verificable, aquí nadie juega a esbozar algo invisible, más bien todo lo contrario, que es
algo tan reiterativo y redundante que verifica el envejecimiento de la docencia, de las
coordinaciones, de las direcciones, de las matrices de operación. Envejecimiento que es
reforzado desde la institucionalidad o de quienes quedaron atrapado en matrices
arcaicas, frente a cualquier indicio de Cambio.

Inicialmente salimos a registrar con firma y documento a todes aquellos que desearan
participar en la solicitud de la Categoría Laboral y recogimos 130 firmas. Luego
realizamos la Asamblea fundacional y elaboramos los Estatutos de funcionamiento y en
este momento estamos en proceso de escribanía para darle carácter legal al sindicato.
Sindicato que cuenta con aproximadamente 250 afiliados.

Este inicio tiene como fecha agosto del año 2019 y hoy estamos en pleno desarrollo de
documentos para presentar en todos aquellos departamentos, organismos, instituciones
que refieran a legalizaciones laborales, competencias, certificaciones, etc. El camino
será escabroso. Sabemos que hay resistencias e intereses que se cruzan fuertemente.
Comprendemos que definirse y por efecto definir la ideología entre colegas no es ¨moco
e´ pavo¨. Somos un colectivo que trabaja con la palabra sobre todo otro instrumento y
ésta, la palabra, sabe esconder muy bien intenciones, definiciones, esbozar eruditos
argumentos justificativos; entendemos que en el terreno emocional, rectificar y ratificar
vínculos que inicialmente tuvieron apariencia de ¨sanos¨ no será fácil. Somos un
colectivo bellamente contradictorio, perversamente dilemático; somos quienes
profesamos la Grupalidad como única forma de mantenernos saneados frente al
enemigo eventual y no obstante, no podemos entre nosotros hacer una única grupalidad
para defender la psicología social pichoniana o quedamos atrapados en amiguismos para
trabajar, llamándole románticamente Vínculos; amiguismos que profesamos no acordar
como forma de obtención laboral.

JEAN CAMY
OPERADOR EN PSICOLOGÍA SOCIAL
URUGUAY
REVISTA NACIONAL DE PSICOLOGIA SOCIAL Argentina
MOVIMIENTO DE PSICOLOGXS SOCIALES DE ARGENTINA

EN AGRADECIMIENTO A TODOS
LOS EQUIPOS MOPSA DEL PAIS

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