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DOS MINUTOS DE DOCTRINA


OTRO LENGUAJE PARA LA COMPRENSIÓN DEL DERECHO Año XVII Número 855

24 de abril de 2020

LA LOTERÍA DE LOS ALIMENTOS

Con un derroche de palabras complicadas, se resolvió una cuestión sencilla:


¿a quién se puede reclamar el pago de alimentos?

Todo cuanto rodeaba a Pablo mostraba y su situación angustiante —aumentada por


miseria, tanto humana como material. un accidente cerebrovascular poco tiempo
Ocupaba una casa sencilla que, gracias a la antes—, se presentó a la justicia para recla-
generosidad de su madre, había podido cons- mar ayuda alimentaria a su mujer y a Susa-
truir sobre parte del lote donde ella tenía la na, su otra hija.
suya, sobre una calle de tierra en un suburbio
del Gran Buenos Aires. Allí vivía con Mari- Lo hizo fundándose en el Código Civil que
sa, su hija menor. Sara, su mujer, había establece la obligación de brindarse sustento
abandonado el hogar en mayo de 2016, alimentario que tienen los cónyuges (aun
cuando Pablo, para entonces casi ciego, separados de hecho) y los hermanos entre sí
empezó a mostrar síntomas de una enfer- y los parientes ascendientes y descendientes.
medad de desarrollo lento pero de conse- Según la ley, “los alimentos son debidos por
cuencias letales. los que están en mejores condiciones para
proporcionarlos” y “preferentemente por los
Como las desgracias no vienen solas, el de más cercanos”.
Sara no fue un abandono pacífico: al mo-
mento de irse del hogar, denunció a Pablo Según Pablo, tanto Sara como Susana, su
por violencia familiar. tercera hija y la única con empleo, se habían
desentendido de él.
Marisa, desocupada, era la menor de los tres
hijos que Pablo tuvo con Sara. En 2012, Susana respondió que sus ingresos tampoco
cuando se casaron, los tres ya eran creci- eran significativos y también insuficientes:
ditos: el mayor, nacido en 1985, rondaba los provenían de una cooperativa subsidiada por
treinta años. Cuando este caso se planteó, el el Estado bajo un plan de ayuda llamado
joven ya tenía casi cuarenta años pero no “Ellas hacen” y de las asignaciones fa-
tenía ocupación ni empleo. miliares por hijo, correspondientes a sus tres
hijos menores de edad. Propuso que sus
Los únicos y escasos ingresos de Pablo otros dos hermanos y su abuela (la madre de
estaban constituidos por una pensión por dis- Pablo) fueran citados al pleito, pero como
capacidad y la ayuda que generosamente nunca activó el pedido, éste nunca prosperó.
podía brindarle su madre. Ante esa escasez,

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Por razones procesales, el juez entendió que familiar determinado [a] cuyo vínculo la ley
Pablo había abandonado su reclamo contra le otorga efectos jurídicos”.
su mujer, por lo que Susana se convirtió en
la única demandada. El juez dijo que, como “la obligación ali-
mentaria se impone primordialmente al otro
Durante la etapa de prueba, Pablo logró de- cónyuge como un deber jurídico en principio
mostrar su grave estado de salud y su hija inexcusable”, algún pariente demandado po-
probó que ella no hacía aporte alguno al dría excusarse de estar obligado de asistir a
sistema de seguridad social. El juez obtuvo, una persona casada. Pero estableció que “na-
también, sendos informes acerca de la situa- da obsta que quien pretende tal deber de a-
ción socioambiental de ambas partes. sistencia, aun encontrándose casado y sepa-
rado de hecho, demande a otro pariente a
En su sentencia1 y antes de resolver la cues- quien considera con mejores posibilidades
tión, el magistrado, como es costumbre entre de afrontar tal responsabilidad”.
muchos de sus colegas, dedicó largos pá-
rrafos innecesarios y oscuros a detallar mi- Con buen sentido, dijo (con relativa clari-
nuciosamente el marco jurídico aplicable a dad) que “no existe norma legal que prohíba
los alimentos en el derecho contemporáneo. [a alguien], alegando un apretado y desdi-
chado presente económico, reclamar alimen-
Dijo por ejemplo que entre marido y mujer tos a un obligado subsidiario, a quien con-
existe un “deber solidario” de proporcio- sidera con profusa holgadez y suficiencia pa-
narse alimentos “como consagrado derecho ra poder asumirlos por él”.
humano” que “se erige como principio de
orden público que restringe ostensiblemente Pero cuando le tocó decir al juez que no veía
la autonomía de la voluntad de los consortes obstáculo para que Pablo demandara a su
para eventualmente sustraerse de tal Incom- hija y no a su mujer, escribió la siguiente
bencia” y que “al momento de contraer parrafada: “A la luz de las constancias de
matrimonio, los celebrantes, voluntaria- autos, criterios de fuste aquí sustentados la
mente, asumen las consecuencias en cuanto declinación de la acción contra su cónyuge
a los efectos personales, entre los cuales separado de hecho, a la que se viera compe-
está, como cometido legal primordial, el de- lido el actor, por decisión incontrovertida,
ber jurídico de asistencia material recíproca reconociendo que el deber legal de brindarse
y permanente”. Más allá de lo oscuro del alimentos que tienen los cónyuges entre sí
argumento, era innecesario: no se entiende —en ausencia de toda norma que lo des-
para qué fue expuesto por el juez, si Pablo autorice no es óbice, empero —en quien pre-
no estaba demandando a su mujer. gona el socorro asistencial— para reclamar
alimentos a un pariente, he de estimar jurídi-
Con respecto al deber alimentario que surge camente proponible la demanda instada, por
del parentesco, dijo que antes que depender la que habré de considerar su procedencia,
de un acto voluntario, (como es el matrimo- en el estricto marco de los deberes/derechos
nio) nace “de una circunstancia más bien emanados del vínculo de parentesco”. Con
azarosa como lo es pertenecer a un grupo muchas menos palabras, el juez podría haber
dicho algo así como “no veo obstáculos para
que se demande por alimentos a un pariente
1 In re G. J. c. G.G., Juzgado Familia 9, Lomas de Zamora,
Exp. LZ-30236-2016; 8 abril 2020; elDial.com - AABB24. y no al cónyuge”.

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En otro atroz ejemplo de lenguaje rebuscado, ¿Era necesario este despliegue de erudi-
para explicar por qué los parientes se deben ción? No, porque apenas unos párrafos más
alimentos —¿era realmente necesario, si ya adelante, el magistrado explicó que para la
lo dice la ley?— dijo que “esta fuente legal ley "el pariente que pide alimentos debe pro-
de asistencia solidaria y recíproca tiene su bar que le faltan los medios económicos su-
fundamento en un vínculo familiar al que la ficientes y la imposibilidad de adquirirlos
ley le reconoce efectos jurídicos. Tiene su con su trabajo, cualquiera que sea la causa
estribo en un vínculo de afecto que la norma que haya generado tal estado".
presume [que] existe en dichos lazos y, por
tanto, resulta[n] esperable[s] ciertas conduc- Y como el informe socio ambiental demos-
tas de solidaridad y socorro mutuo. Por ello, tró que Pablo contaba “con ingresos estables
si no se apreciare natural y voluntario —en propios, producto de los ingresos de su pen-
razón de ese deber solidario esperable por el sión por discapacidad, y a su vez cuenta con
vínculo atávico familiar— la ley autoriza a su progenitora como apoyo material y afecti-
su reclamo compulsivo. En el ameno [¿?] vo”, el juez rechazó la demanda.
plano filológico, la voz "solidaridad" no nos
dice mucho. Su familiar directo es el adje- No lo dijo en esos términos, pues la ocasión
tivo latino "solidum" que indica sólido, ma- le vino como anillo al dedo para decirlo de
cizo, consistente, entero, entero. El verbo so- esta manera: “La circunstancia que retrata el
lido, solida, solidare, solidatum, señala con- informe socio ambiental realzado, y que rei-
solidar, dar solidez, asegurar, fortalecer, a- tero el propio actor no cuestionó, en tanto se-
marrar. Luce más a tono el significado que le ñala que se encuentra "atendido actualmente
atribuye al término solidaridad la Real Aca- en forma satisfactoria, alcanzando a cubrir
demia Española en cuanto le asigna una sus necesidades alimentarias, habitacionales
"adhesión circunstancial a una causa o em- sanitarias", gravita fatalmente la suerte del
presa de otros". Sin embargo, parece más in- reclamo, por lo que habré de desestimar, en
teresante a la inteligencia del examen, las ausencia de toda otra prueba que desdibuje
voces amigas que surgen de la búsqueda de sus asertos, la procedencia de la acción aquí
sus sinónimos. Allí encontramos que la voz en examen”.
tiene como sinónimos, las voces adhesión,
amor, apoyo, devoción, fraternidad, herman- Es claro que Pablo estuvo mal asesorado,
dad, protección. De este juego armónico, en- pues debió haber objetado ese informe. Los
tonces, podemos señalar que la solidaridad ingresos que menciona, a simple vista, pare-
es una adhesión circunstancial, pero sólida, cen insuficientes. Ahora bien, aun si Pablo lo
sin artificios, firme, completa, entera. Una hubiera impugnado, eso no habría converti-
adhesión que implica darse al otro, de modo do a su hija en una mujer pudiente, capaz de
sincero, íntegro, fraternalmente. He aquí en- sostener a su padre. Ello lleva a señalar un
tonces, el verdadero significado de tan en- segundo error de Pablo (o de sus abogados):
jundiosa voz” (comas omitidas). ¿por qué abandonó el reclamo contra su mu-
jer? Quizás compartida entre Sara y Susana
la carga no habría sido tan pesada.
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Esta nota ha sido preparada por Juan Javier Negri. Para más información sobre este tema pueden comunicarse con el teléfono
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Este artículo es un servicio de Negri & Pueyrredon Abogados a sus clientes y amigos.
No tiene por objeto prestar asesoramiento legal sobre tema alguno.

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