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Expte. N° 7493/F – “F. D. P. C/ M. F. A. S/ alimentos (expte.

electrónico)" -
CÁMARA DE APELACIONES EN LO CIVIL Y COMERCIAL DE
GUALEGUAYCHÚ (ENTRE RÍOS)- SALA PRIMERA – 26/05/2022
ALIMENTOS. Actora apela en representación de su hijo menor de edad el decisorio de
grado que desestimó la acción de alimentos articulada contra el tío paterno de los niños.
COBRO IMPOSIBLE AL PROGENITOR. ART. 537 CCyCN. RELACIÓN
SOLIDARIA ALIMENTARIA. Prestación que asegure la subsistencia del pariente
necesitado. El demandado no expuso que exista un pariente más próximo o en mejores
condiciones para procurarle alimentos a su sobrino. Se acredita que el obligado principal
no cumple con la cuota alimentaria. Se revoca el decisorio de grado. El juez de grado
deberá disponer las medidas necesarias para el embargo y posterior depósito en la cuenta
judicial sobre los haberes que el demandado percibe

“El vínculo jurídico determinante del parentesco establece una verdadera


relación solidaria alimentaria que se traduce en un vínculo obligacional de
origen legal, que exige recíprocamente de los parientes una prestación que
asegure la subsistencia del pariente necesitado.” (Del voto de la mayoría)

“La aludida disposición mantiene la regla de la subsidiariedad, lo que implica


que la obligación alimentaria nace en forma efectiva para el pariente más
lejano cuando no existe otro que se encuentre en orden, línea o grado
preferente que esté en condiciones de satisfacerla.”

“Si la persona a quien se demanda considera que existe un pariente en


mejores condiciones para prestarlos, puede ser desplazado de su obligación, si
alega y prueba esta situación fáctica (art. 546 CCC).” (Del voto de la mayoría)

“… El art. 537 del CCC no incluye de modo expreso a tíos y sobrinos en la


enumeración de los parientes que se deben asistencia recíproca, pero su
descripción no es taxativa, sino enunciativa y debe interpretarse teniendo en
cuenta los principios de solidaridad familiar y el interés superior del niño. Con
ese enfoque es posible asignar salvaguardas al alimentado a partir de su
entorno familiar, teniendo en cuenta que la ampliación de la gama de
legitimados pasivos que deben solidarizarse con el menor de edad
desprotegido por la contumacia del progenitor…” ( Del voto de la mayoría)

“… El art. 7 de la Ley 26.061, conforme al cual la familia es responsable en


forma prioritaria de asegurar a las niñas, niños y adolescentes el disfrute pleno
y el efectivo ejercicio de sus derechos y garantías; el principio de efectividad de
los derechos reconocidos plasmado en esa misma ley en el art. 29, y lo
preceptuado por el art. 27 de la Convención de los Derechos del Niño, donde
los Estados Parte reconocen el derecho de todo niño a un nivel de vida
adecuado para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral y social, asigna a
los padres u otras personas encargadas del niño la responsabilidad primordial
de proporcionar, dentro de sus posibilidades y medios económicos, las
condiciones de vida que sean necesarias para el desarrollo del niño, y además
de obligar a los Estados medidas de ayuda a los padres y otras personas
responsables por el niño a dar efectividad a este derecho, concreta un refuerzo
de la tutela al exigir que los Estados Partes tomen todas las medidas
apropiadas para asegurar el pago de la pensión alimenticia por parte de los
padres u otras personas que tengan la responsabilidad financiera por el
niño.”( Del voto de la mayoría)

“La lectura expuesta tiene principal anclaje en la manda constitucional y


convencional que impone el resguardo del interés superior del niño -arts. 3
CDN, 3 de la Ley 26.061, y 706 inc.c) CCC-, principio cuya consideración
primordial, debe tanto orientar como condicionar la decisión de los magistrados
llamados al juzgamiento de estos casos…” (Del voto de la mayoría)

“Por todo lo expuesto, atendiendo el carácter subsidiario de la obligación en


estudio, y que no expuso el accionado que exista un pariente más próximo o en
mejores condiciones para procurarle alimentos a su sobrino, estando
acreditado que el obligado principal no cumple con la cuota alimentaria,
cubriendo la abuela materna lo que está a su alcance, resultaba procedente el
reclamo contra el tío paterno.” (Del voto de la mayoría)

“… Que el art. 537 del CCC, por cuanto no contempla la posibilidad de que un
menor pueda reclamar alimentos a quienes conforman lo que se conoce como
la "familia ampliada" es inconstitucional, ya que limita de modo injustificado el
ejercicio de un derecho que los tratados y convenciones internacionales
contemplan; y esta circunstancia no la entiendo pasible de ser salvada
mediante la interpretación del concepto de solidaridad familiar.” (Disidencia
parcial Dr. Portela)
RESUMEN DEL FALLO
Expte nº: 11478 - "L.A.E. en rep. de su hijo menor C.L.T. c/ C.C.V. y C.S.F. s/
Alimentos" - CÁMARA SEGUNDA DE APELACIONES DE PARANÁ (Entre
Ríos) -SALA SEGUNDA- 09/11/2020

ALIMENTOS PROVISORIOS. TÍOS. Interpretación de las normas del CCCN que debe resultar
conforme los tratados de derechos humanos mencionados. Ausencia de disposición legal
respecto de los obligados. Privilegio del interés superior del adolescente reclamante. Urgencia
en el abastecimiento de necesidades elementales. Rechazo del recurso de apelación
interpuesto

“La interpretación de las normas del CCCN debe resultar conforme los tratados de derechos
humanos mencionados, como los principios que de ellos se derivan, para hacer efectiva la
reclamada armonización entre el derecho nacional y el derecho internacional. Por estas
razones, en el caso traído a juzgamiento, la obligación alimentaria ordenada se funda en la
solidaridad familiar, lo dispuesto por el art. 27 de la Convención de los Derechos del Niño, el
art. 28 de la Convención de Derechos para las personas con Discapacidad, el principio del
interés superior del niño y el de tutela judicial efectiva.”

“En autos se han acreditado suficientemente las necesidades de T. para la procedencia de los
alimentos provisorios, teniendo en cuenta que se trata de un adolescente que padece una
discapacidad y las inherentes a su propio desarrollo. También emana de las constancias de la
causa la insuficiencia de los medios de la actora para la cobertura de dichas necesidades,
viéndose limitada para incrementar sus ingresos ya que el cuidado personal de su hijo insume
casi todo su tiempo.”

“Los accionados han hecho hincapié en las cargas de familia y los propios gastos, pero no han
siquiera alegado la insuficiencia de medios como para hacer frente al importe fijado, el que no
parece excesivo -dentro del marco de provisoriedad de la medida- frente a la capacidad
económica que puede inferirse de las constancias de la causa.”

“El recurso no puede prosperar, debiendo privilegiarse siempre el interés superior del
adolescente reclamante y la urgencia en el abastecimiento de sus necesidades elementales,
aún frente a la ausencia de disposición legal respecto de los obligados, a quienes cabe exigir un
esfuerzo en orden a la solidaridad familiar, y los principios que rigen el presente proceso.”
FALLO COMPLETO
Expte nº: 11478 - "L.A.E. en rep. de su hijo menor C.L.T. c/ C.C.V. y C.S.F.
s/ Alimentos" - CÁMARA SEGUNDA DE APELACIONES DE PARANÁ (Entre
Ríos) -SALA SEGUNDA- 09/11/2020

///raná, 9 de noviembre de 2020


VISTO Y CONSIDERANDO:
1.- En fecha 30/12/2019 se decretó una cuota alimentaria provisoria equivalente al 40%
de un Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM), en favor de T. C. L., a cargo de
sus tíos paternos C. V. C. y S. F. C., de manera solidaria. Valoró la magistrada que el
vínculo de parentesco del niño con los demandados se encontraba acreditado, como
asimismo el fallecimiento del progenitor; y que los parientes más cercanos, como los
hermanos del niño, no tenían empleo registrado, en tanto la abuela paterna cobraba un
beneficio previsional.
Expresó que si bien el art. 537 CCCN no alcanza a tíos o sobrinos, desde una perspectiva
integral de protección de derechos y en orden a directrices constitucionales y
convencionales, en casos particulares, era necesario apartarse de la literalidad de las
normas, especialmente frente a un niño con discapacidad que merecía gozar de una vida
plena, decente, en condiciones de dignidad, debiendo garantizársele un nivel de vida
adecuado para su desarrollo. Destacó que ello no significaba subvertir el orden de
prelación, y la regla general, sino aplicar, en el caso, las normas que resultaban acordes
con la situación que verosímilmente lucía de las probanzas en forma liminar.
2.- Contra dicho resolutorio interpusieron recurso de revocatoria con apelación en subsidio
los demandados, el que fue admitido parcialmente en fecha 22/6/2020, concediéndose
asimismo la apelación subsidiaria. El único agravio que prosperó en dicha oportunidad, fue
el referido a la condena solidaria al pago de alimentos, por lo que la a quo estableció que
la misma se cumpliría con el pago del 50% del valor del importe equivalente al 40% de un
SMVM, por cada uno de los demandados.
3.- Al fundar el recurso, los accionados exponen que no están obligados por ley a
prestar alimentos. Resisten el pedido por cuanto hay otros deudores alimentarios en
mejores condiciones que ellos, quienes no fueron citados a comparecer al presente
proceso, ni tampoco se demostraron las gestiones para hacer efectivo el pago contra ellos.
Aluden a que debió haberse ordenado un traslado previo, ya que no es lo mismo condenar
a un padre o a unos abuelos, que condenar al pago de alimentos a los tíos. Esgrimen que
las obligaciones alimentarias tienen fuente en la ley, y que el art. 537 del CCCN no los
comprende.
Indican que de las constancias de autos no se acredita ninguno de los gastos que
menciona la accionante en su memorial, y además, una gran parte de los mismos son
cubiertos por la obra social que mantiene el niño. Consideran que esta condena implica un
adelanto de jurisdicción, y que la "verosimilitud del derecho" y el "peligro en la demora",
fueron valorados de manera escasa o sin conocimiento de los hechos, lo que les causa un
gravamen irreparable.
4.- A su turno, la actora apelada solicita el rechazo del recurso interpuesto. Manifiesta que
desde hace mucho tiempo el ordenamiento jurídico argentino admite la pluralidad de
fuentes, incluyendo no sólo a la ley sino todo el derecho, en especial, la constitución y los
tratados internacionales de derechos humanos. Expresa que, puntualmente en el caso de
T., convergen dos instrumentos de derechos humanos atento su condición de
vulnerabilidad por partida doble, al ser un niño que padece una discapacidad: la
Convención de los Derechos del Niño (arts. 27 y cctdes.) y la Convención de Derechos
para las Personas con Discapacidad (arts. 28 y ccdtes.). Por ello, afirma que
los alimentos entre parientes reconocen una fuente legal para aquellos casos previstos en
el art. 537 del CCCN y una fuente convencional para los alimentos que aquí se solicitan.
Destaca que el principio cardinal que acá interesa es la tutela judicial efectiva (art. 65 CP),
lo que implica que las formas son instrumentos para hacer efectivos derechos, por lo que
su flexibilización resulta inevitable. En lo que refiere a la exigencia de citar a otros
coobligados, expone que se demostró preliminarmente que su convocatoria al proceso era
imposible o sólo tendría por fin dilatar el trámite, lo que tampoco puede permitirse.
Además, se ha acreditado que el Sr. S. C. es contratista del Estado Provincial, y en ese
marco ha participado de una licitación millonaria, y más allá que sus ganancias pueden no
ser de esa magnitud, refleja su capacidad económica. En relación con los ingresos de la
codemandada Sra. V. C., entiende que resulta de aplicación el principio probatorio del art.
710 CCCN, dado que si bien se han aportado elementos indiciarios respecto de la
capacidad económica de la misma, resulta dificultosa la tarea probatoria debido a su falta
de registración laboral e impositiva.
Añade que la protección cautelar que se ha reconocido a T. se concreta en una
cuota alimentaria mínima equivalente al 40% del SMVM ($ 6.750.-) y la obligación de
afrontarla ha recaído sobre el patrimonio de dos demandados. Evidencia que $ 3.375.- a
cargo de cada obligado, no puede comprometer su patrimonio, ya que los mismos han
invocado la existencia de otras cargas de familia, más no la insuficiencia de recursos.
Refiere, por otra parte, que las necesidades alimentarias se presumen, como así también
los gastos que su satisfacción demanda, y que es cierto que muchos son potenciales
(como su educación), ya que solo los afrontaría si tuviera los recursos, pero como no los
tiene es que se reclaman alimentos.
5.- Al emitir su dictamen en fecha 9/9/2020, el representante del Ministerio Público de la
Defensa propugna la confirmación del decisorio, por resultar éste coincidente con el
dictamen vertido a fs. 41/43 y encontrarse ampliamente fundado en razones de hecho y de
derecho.
6.- Adentrándonos a la cuestión traída a resolver, cabe señalar en primer lugar, ya que ha
sido cuestionado por los recurrentes, que tratándose los presentes
de alimentos provisorios cuadra recordar que la finalidad de esta medida cautelar es
subvenir las necesidades básicas de los niños o adolescentes hasta la sentencia. En
efecto, los alimentos provisorios pueden fijarse inaudita parte, es decir, ante la mera
solicitud del peticionante, sin que, en principio y como regla, se admita como argumento en
contra de su fijación la no producción de la prueba del alimentante, ni la afectación de su
derecho de defensa en juicio (GUAHNON, Silvia Viviana, "Alimentos Provisorios.
Cuestiones Procesales", Tomo: 2017 1; "Las medidas cautelares en el Código Civil y
Comercial de la Nación", Revista de Derecho Procesal, RCD 1821/2017, citado
recientemente por esta Sala II in re: "T., J. V c/M., A.P. s/M Medida
cautelar alimentos provisorios", Nº 11485, 19/10/2020).
La idea central que emerge de la doctrina especializada y jurisprudencia prácticamente
uniforme, es que los objetivos de la normativa del derecho de familia, especialmente
cuando está en juego el derecho alimentario de un adolescente discapacitado, deben
prevalecer sobre cuestiones formales y/o procedimentales; por lo tanto, los presupuestos
de admisibilidad procesal de las medidas en la materia deben ser analizados con criterio
amplio y flexible, estando el juez autorizado a tomar todas aquellas medidas que considere
beneficiosas para el NNA, teniendo primordialmente en cuenta su interés superior, y
siempre con la provisoriedad y mutabilidad de todo lo que se resuelve en este tipo de
cuestiones.
7.- Viene cuestionada por los accionados la fuente de los alimentos ordenados. Cabe
preguntarse entonces si es posible crear una obligación alimentaria respecto de familiares
no comprendidos expresamente en el art. 537 CCCN, que dispone que los parientes se
deben alimentos en el siguiente orden: a) los ascendientes y descendientes (y entre ellos
están obligados preferentemente los más próximos en grado); y b) los hermanos
bilaterales y unilaterales.
La respuesta a tal interrogante dependerá, en definitiva, de cada caso particular, porque si
bien entre los distintos conflictos de familia se pueden llegar a exteriorizar ciertas
similitudes, los mismos resultan singulares y únicos, y por ello, en virtud de esa
peculiaridad que ostentan, necesitan ser evaluados conforme las diversas circunstancias
que cada caso presente. Por ello cabe poner de resalto que lo que en definitiva se
resuelva no implica en modo alguno perturbar el orden de prelación y la regla general
contenida en la norma referida, ni mucho menos extender ilimitadamente la solución.
8.- Sentado ello, cabe precisar que el CCCN resulta sólo un movimiento reflejo de un
fenómeno más amplio, que tiende a impregnar los ordenamientos jurídicos de valores que
son recogidos constitucionalmente y que en lo sustancial, tienden a la protección y
garantía de los derechos fundamentales. Congruentemente, y como sus redactores lo han
dejado manifiestado explícitamente, este es un Código que contiene principios además de
reglas, tendientes a la protección de bienes que gozan de protección constitucional. Por
ello, la interpretación de sus disposiciones habrá de ser hecha de conformidad con dicha
fuente de derechos conforme reza el artículo 1° (cfr. Ucín, María C., Las instrucciones de
aplicación del Código Civil y Comercial. Un análisis interpretativo del artículo 3°, Octubre
2016, Nº 15, pág. 96/112, ISNN 1852-2971. Instituto de Cultura Jurídica y Maestría en
Sociología Jurídica. FCJyS. UNLP).
Además, el Código afirma y rescata derechos fundamentales contenidos en nuestra Carta
Magna y en los tratados internacionales, que constituyen las bases axiológicas en las que
se erigen sus normas. El CCCN se presenta como un texto que reconoce su imposibilidad
de abarcar la complejidad de los casos que puedan suscitarse, y por ello articula recursos
para enriquecer la actividad jurídica. El art. 2º incorpora un criterio jerárquico respecto de
las reglas de interpretación estableciendo que "la ley debe ser interpretada teniendo en
cuenta sus palabras, sus finalidades, las leyes análogas, las disposiciones que surgen de
los tratados sobre derechos humanos, los principios y los valores jurídicos, de modo
coherente con todo el ordenamiento". Como vemos, el propio legislador ha ampliado el
panorama de fuentes aplicables, por lo que para la solución concreta de los casos debe
mediar un análisis razonable de todo el plexo jurídico nacional e internacional.
Consecuentemente, y derivado de lo señalado, los instrumentos internacionales de
derechos humanos, así como los pronunciamientos, dictámenes, decisiones y fallos de los
órganos encargados de interpretar y aplicar los mismos, no solamente son vinculantes
para los Estados partes, sino que representan una inmejorable y necesaria hoja de ruta a
seguir con fidelidad para dar cumplimiento a los fines del Estado. El proceso hermenéutico
-que alcanza tanto el proceder de los propios órganos internacionales como el de los
órganos al interior del Estado en la esfera doméstica— para diseñar y ejecutar la política
pública, así como para resolver asuntos que lleguen a conocimiento de aquellos, debe
llevarse adelante de la manera más garantizadora de los derechos humanos de las
personas involucradas (cfr. Salvioli, Fabián, La "perspectiva pro persona": el criterio
contemporáneo para la interpretación y aplicación de los instrumentos internacionales de
derechos humanos, La Ley Online: AP/DOC/1222/2017).
La primacía de las normas convencionales re-orienta la manera de aplicar y entender el
derecho nacional, ahora a la luz de los compromisos internacionales que se tornan
directamente operativos en el plano interno, reclamando en todos los operadores jurídicos,
y especialmente en los jueces, el cabal conocimiento de la normativa supranacional para
poder concretar en la práctica de las relaciones humanas la efectiva vigencia de las
obligaciones asumidas por el país. (...) Asimismo, resulta necesario poner en diálogo a las
fuentes, dado que no se trata de fuentes aisladas y autónomas. La idea es entenderlas en
su interrelación, como partes que deben necesariamente coincidir para aportar la mejor
solución al caso concreto. El CCyC invita a una armonía conciliadora entre el derecho
privado y el derecho constitucional/convencional (cfr. Trucco, Marcelo, El Código Civil y
Comercial en clave de derechos humanos. El impacto del derecho internacional de los
derechos humanos en la aplicación e interpretación del nuevo derecho privado argentino,
El Derecho, N° 13.674, Año LIII, 23/2/2015).
9.- En esta línea de razonamiento, tenemos que el derecho humano alimentario está
protegido por diversos tratados internacionales con jerarquía constitucional, en el
entendimiento que su satisfacción es fundamental para la protección de otros derechos
humanos, especialmente cuando su reclamante es un NNA, como en el caso.
Así, el art. 27 de la Convención de los Derechos del Niño, establece que: 1. Los Estados
Partes reconocen el derecho de todo niño a un nivel de vida adecuado para su desarrollo
físico, mental, espiritual, moral y social; 2. A los padres u otras personas encargadas del
niño les incumbe la responsabilidad primordial de proporcionar, dentro de sus posibilidades
y medios económicos, las condiciones de vida que sean necesarias para el desarrollo del
niño; 3. Los Estados Partes, de acuerdo con las condiciones nacionales y con arreglo a
sus medios, adoptarán medidas apropiadas para ayudar a los padres y a otras personas
responsables por el niño a dar efectividad a este derecho y, en caso necesario,
proporcionarán asistencia material y programas de apoyo, particularmente con respecto a
la nutrición, el vestuario y la vivienda (...).
En igual sentido, resulta aplicable el art. 28 de la Convención sobre los Derechos de las
Personas con Discapacidad, según el cual los Estados Partes reconocen el derecho de las
personas con discapacidad a un nivel de vida adecuado para ellas y sus familias, lo cual
incluye alimentación, vestido y vivienda adecuados, y a la mejora continua de sus
condiciones de vida, y adoptarán las medidas pertinentes para salvaguardar y promover el
ejercicio de este derecho sin discriminación por motivos de discapacidad (...).
También debe estarse al principio de tutela judicial efectiva, reconocido en numerosas
convenciones y declaraciones internacionales (art. 10 de la Declaración Universal de
Derechos Humanos, art. 18 de la Declaración Americana de Derechos Humanos, art. 8 de
la Convención Americana de Derechos Humanos) y positivizado no solo por el CCCN en
su artículo 706 ("Principios generales de los procesos de familia") sino también
expresamente contemplado en el artículo 1 del Código Procesal de Familia de nuestra
provincia (Ley Nº 10.668).
Este principio halla mayores fundamentos en el derecho de familia, donde la actuación
oportuna del tribunal contribuye a una mejor prestación del servicio de justicia, a no
exacerbar el conflicto familiar y a evitar daños, a veces irreparables, para las partes. De allí
la importancia de no sujetarse, en estos procesos, a lo estrictamente formal, y procurar dar
curso a las peticiones teniendo en miras lo trascendente. La garantía de la tutela judicial
efectiva involucra el deber de favorecer el acceso a la jurisdicción, en particular de los más
vulnerables, velar por que la actividad procesal sea útil y facilite la actuación del derecho
sustancial, en ocasiones, preventivamente (esta Sala II in re: "Ovin César Luis y Gomez
Johana Luz -Homologación de convenio s/ Recurso de queja", Nº 11435, 21/8/2020 y sus
citas).
En este orden de ideas, advertimos también que la obligación alimentaria entre parientes
tiene su fundamento en la solidaridad familiar que debe existir entre quienes se encuentran
relacionados por vínculos de parentesco. Se ha señalado que el fundamento de la
prestación alimentaria, en el marco de las relaciones de familia, debe buscarse en
términos de solidaridad humana y, más precisamente, en la necesidad de que todos
quienes estén ligados por lazos de sangre concurran a hacer posible el bien personal de
los integrantes de la comunidad familiar. El amparo de tal necesidad elemental, que hace a
la dignidad humana, da lugar a un personalísimo derecho a reclamar y un deber de cumplir
que la ley ha formulado positivamente (cfr. Juzg. Civil de Pers. y Fam. N° 3, de Salta, en
los autos "N. N. s/ Alimentos, 2/7/2020, Rubinzal Online: RC J 4068/20).
Por último, y sobre todas las cosas, debe estarse al interés superior del niño, que
prevalece por sobre los intereses de otros sujetos procesales (art. 3 de la CDN y 6 LPF).
La CIDH lo ha caracterizado como “el principio regulador de la normativa de los derechos
del niño fundado en la dignidad misma del ser humano, en las características propias de
los niños, y en la necesidad de propiciar el desarrollo de éstos, con pleno aprovechamiento
de sus potencialidades así como en la naturaleza y alcances de la Convención sobre los
Derechos del Niño” (cfr. Corte IDH; Opinión consultiva 17; “Condición jurídica y derechos
humanos del niño”, 28/8/2002).
10.- En definitiva, la interpretación de las normas del CCCN debe resultar conforme los
tratados de derechos humanos mencionados, como los principios que de ellos se derivan,
para hacer efectiva la reclamada armonización entre el derecho nacional y el derecho
internacional. Por estas razones, en el caso traído a juzgamiento, la
obligación alimentaria ordenada se funda en la solidaridad familiar, lo dispuesto por el art.
27 de la Convención de los Derechos del Niño, el art. 28 de la Convención de Derechos
para las personas con Discapacidad, el principio del interés superior del niño y el de tutela
judicial efectiva; por lo que el agravio articulado no puede prosperar.
11.- Cuestionan también los apelantes que no se haya indagado sobre la existencia de
otros deudores alimentarios, en mejores condiciones que ellos, y que no se hayan
acreditado las gestiones para hacer efectivo el pago contra ellos.
De la prueba obrante en autos surge que el padre de T. falleció (también sus abuelos
materno y paterno). El adolescente convive con su madre y su abuela materna, a quien se
le estaría tramitando un certificado de discapacidad, y colabora en la economía familiar
con una jubilación nacional mínima. La abuela paterna carece de posibilidades
económicas, incluso para cubrir sus propias necesidades alimentarias según lo afirmado
por los propios recurrentes (también presenta una discapacidad fs. 74). El hermano de la
mamá también convive con el niño y padece una discapacidad (cfr. CUD fs. 27).
Por su parte, y al menos en el grado de certeza que exige el marco de provisoriedad de la
presente medida cautelar, de la prueba acompañada surge que los hermanos unilaterales
de T. no tienen ningún tipo de ingreso formal ni estable (cfr. fs. 10/13), por lo que se
evidencia una situación de ventaja comparativa de los accionados respecto de éstos.
Los alimentantes no han acreditado, al menos por el momento, que la suma de $ 3.780.-
(Res. 4/2020 CNEPySMVyM) a cargo de cada uno pueda comprometer su patrimonio, sólo
han invocado la existencia de otras cargas de familia, pero no la insuficiencia de recursos.
Es importante resaltar aquí que la intervención obligada de parientes, que concurren o son
preferentes a los demandados, no debe entorpecer el trámite alimentario, sin perjuicio de
que pueda indagarse en profundidad sobre las posibilidades de los mismos.
12.- Finalmente, cuestionan los recurrentes los presupuestos de admisibilidad de la
presente medida cautelar. Resulta adecuado recordar que la cuota alimentaria provisoria
encuentra fundamento en la impostergable necesidad de atender a las necesidades
básicas de los hijos menores, juzgada bajo la óptica de la transitoriedad propia de las
medidas cautelares. Sabido es que cuando se trata de NNA la obligación alimentaria no
requiere la prueba de su necesidad, sin perjuicio de que la cuota debe establecerse en
relación a las posibilidades de los demandados, y la necesaria contribución del progenitor
que reclama.
Por lo demás, el principio general establecido por la jurisprudencia en materia de fijación
de alimentos provisorios es que ésta atiende a la necesidad de afrontar los gastos
imprescindibles de quien los peticiona durante el proceso, hasta tanto se dicte la sentencia
que establezca los alimentos definitivos, debiendo tenerse en consideración dicha
finalidad para determinar el quantum de la cuota provisional y la prueba que se hubiere
aportado, en su caso (cfr. esta Sala in re "O.J.C. en nombre y representación de su hija
menor c/ F.G.R. s/ Medida cautelar alimentos provisorios", Nº 9326, 26/02/2015, "B.C.S.
c/B.R.G.J, B.J.A y H.L.M. s/Alimentos", Nº 11379, 1/9/2020, entre muchos otros).
Bajo tales pautas, entendemos que en autos se han acreditado suficientemente las
necesidades de T. para el despacho de la medida, teniendo en cuenta que se trata de un
adolescente que padece una discapacidad y las inherentes a su propio desarrollo.
También emana de las constancias de la causa la insuficiencia de los medios de la actora
para la cobertura de dichas necesidades, viéndose limitada para incrementar sus ingresos
ya que el cuidado personal de su hijo insume casi todo su tiempo. El cuidado personal de
los hijos tiene un valor económico concreto y constituye un aporte a su manutención (art.
660 del CCCN). Este cuidado aparece concretado en autos en la labor que desempeña la
accionante de forma exclusiva, en atención a que el otro progenitor ha fallecido.
Por otra parte y como ya fuera explicitado, los accionados han hecho hincapié en las
cargas de familia y los propios gastos, pero no han siquiera alegado la insuficiencia de
medios como para hacer frente al importe fijado, el que no parece excesivo -dentro del
marco de provisoriedad de la medida- frente a la capacidad económica que puede inferirse
de las constancias de la causa. Por estas razones, entendemos que el recurso no puede
prosperar, debiendo privilegiarse siempre el interés superior del adolescente reclamante y
la urgencia en el abastecimiento de sus necesidades elementales, aún frente a la ausencia
de disposición legal respecto de los obligados, a quienes cabe exigir un esfuerzo en orden
a la solidaridad familiar, y los principios que rigen el presente proceso.
13.- En cuanto a las costas, aun teniendo en cuenta el carácter alimentario del objeto
procesal, existen circunstancias que permitan excepcionar el principio general, atento lo
novedoso de la cuestión planteada, por lo que deberán ser soportadas por su orden, art.
65 2do. párrafo del CPCC.
Por ello,
SE RESUELVE:
1º) RECHAZAR el recurso de apelación interpuesto por los accionados a fs. 62/63, contra
la resolución obrante a fs. 44/45, la que en consecuencia se confirma.
2º) Imponer las costas en el orden causado en virtud de lo dispuesto en los considerandos
Nº13.
3º) Honorarios oportunamente.
4º) La presente se suscribe mediante firma electrónica - Resolución STJER N° 28/20 del
12/04/2020 - Anexo IV.
Regístrese, notifíquese conforme Arts. 1 y 4 Acordada 15/18 SNE y en estado bajen,
sirviendo la presente de suficiente y atenta nota de remisión.
OSCAR DANIEL BENEDETTO NORMA VIVIANA CEBALLOS

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