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en la Sociedad Moderna
“Los antiguos sabían algo que parece que nosotros hemos olvidado. Todos los
medios no son más que instrumentos inútiles si detrás de ellos no hay un espíritu
vivo”.
Albert Einstein
Sin embargo toda esta ritualidad inicial se desvió de su propósito debido al egoísmo
del hombre que pensó que podía controlarlo todo, incluso los efectos adictivos de
estos elementales, algunos inmanejables, y es precisamente por la facultad que
tienen estas sustancias para cautivar la voluntad que los antiguos se apoyaban en un
guía; pero la humanidad al olvidar estos principios cayó en el vicio, de hecho un
problema del hombre contemporáneo es que se enfocó en buscar la felicidad y
trascendencia del espíritu en factores externos que terminan por esclavizarlo,
olvidando que toda la magia para liberarnos está dentro de nosotros mismos y que la
voluntad se puede entrenar, como nos enseñó el Mahatma.
¿Qué es la virtud? Del latín Virtus, es un concepto relativo que se refiere a un
hábito selectivo determinado por la razón, instrumento mediante el cual debería
decidir el hombre prudente, para alcanzar ese máximo ideal o Areté según el
pensamiento griego. Para Aristóteles: “La virtud es una excelencia añadida a algo
como perfección”. Aquí el estagirita se apoya en dos conceptos la naturaleza y la
finalidad, en su ética a Nicómaco expresa: “La virtud humana no puede ser ni una
facultad, ni una pasión si no un hábito”. Es decir que aparece no por naturaleza si no
como consecuencia del aprendizaje y más exactamente por la práctica y repetición.
En este orden de ideas se pueden adquirir hábitos malos siendo aquellos que nos
alejan del cumplimiento de nuestra naturaleza. Aunque en la práctica evidenciamos
que no existe virtud perfecta, y dentro del vicio también encontramos personas con
talentos y aptitudes excepcionales; es decir no hay virtud sin vicio, y para
levantarnos es preciso caer.
Pero: ¿Que son las drogas? de acuerdo con (Mazzotti) “…Son substancias que
alteran las funciones psíquicas del ser humano asociadas al desarrollo cultural de
muchas civilizaciones a través de una estructuración natural de la medicina y del
ritual mágico religioso”. La concepción de las drogas (Naturales) de nuestros
pueblos aborígenes se fundamentaba en la ritualidad, con un profundo respeto por
estos elementales, dichas sustancias se empleaban con fines curativos y de
trascendencia viviendo en armonía con Pacha Mama. Según la visión del chaman
andino, Juan Ruiz Nauparí, “…La coca es una planta de poder traumatizada,
porque ella tiene muchos poderes ocultos, pero el hombre la profanó y cerró sus
puertas…”
Desde una perspectiva contemporánea existen una cantidad de productos que se
consumen en todo el mundo y parecen tener connotaciones muy adictivas un
ejemplo común: Coca Cola, Cocaína, donde la primera parece hacer apología a la
segunda. En nuestra era el uso y el abuso de la Cocaína representan lo opuesto de
nuestras culturas aborígenes, ya que el uso ritual y medicinal que le daban a la planta
de coca en Mesoamérica y los Andes, motivaba interesantes reuniones donde los
miembros de la tribu compartían y le daban las gracias a Pacha Mama por todo lo
creado.
Reflexión
La Organización Mundial de la Salud declaró la drogadicción como una enfermedad
incurable, progresiva y mortal; porque no escoge clase social, ni estilos de vida,
destruye el individuo, su familia, etc. Sin embargo, en un momento dado se puede
tener el consumo y aprender a vivir sin drogas. Ojalá esto les interesara a
los narcotraficantes porque las consecuencias de este negocio son devastadoras, pero
ello dirá demasiado lucrativo como para invertir en la construcción de tejido social.
Si sumamos a esto la inocuidad de las “políticas sociales” puestas en marcha por los
gobiernos de turno, comenzamos a entender la crisis por la que atraviesan muchos
de nuestros Estados, donde desafortunadamente la Carta Magna de cada país se
convirtió en un saludo a la bandera, también por la cantidad de vicios políticos que
existen y la adicción que estos generan.
Que interesante que la nueva bancada de gobernantes durante estos próximos cuatro
años se preocupe más por elevar su amor por el conocimiento, y se sensibilicen
frente al problema del tráfico y consumo de estupefacientes en nuestras ciudades, y
departamentos, inviertan más en educación, salud y medio ambiente. Y tomen
consciencia que cada peso que entra al Estado por concepto de licor, drogas, rifas,
juegos y espectáculos, termina invertido cien o más veces, al tener que cubrir gastos
médicos, gastos en cárceles, hospitales, cuidar y mantener los presos, rehabilitación,
reeducación, orientación en organismos sociales, compra de terrenos para
cementerio, en consecuencia el vicio se lleva casi una tercera parte del presupuesto
de las naciones; también es una de las principales causas de la indigencia en nuestro
país, según cifras del año 2009, el número de indigentes en Colombia era de
8.000.000 de personas de todas las edades. Y no necesariamente por consumir
drogas pues sabemos otra de las causas de indigencia son el desplazamiento por
violencia, y por enfrentamientos entre grupos armados ilegales, reposicionamiento
de estructuras guerrilleras y paramilitares. En consecuencias todas estas personas
acostumbradas a la vida del campo viajan a las ciudades a buscar oportunidades y al
no encontrarlas comienzan un tortuoso camino hacia la pobreza.