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El Derecho del trabajo en la encrucijada posmoderna

Algunas de las causas que explican la función social que el Derecho del Trabajo
cumple en nuestra sociedad son por un lado como ha tratado de facilitar el
funcionamiento de la economía y en segundo lugar como a través del tiempo se
ha tratado de mejorar las condiciones de trabajo y de vida de los trabajadores.

El Derecho del Trabajo tiene una naturaleza contradictoria, es decir, la lógica


económica que es la lógica del rendimiento, de la maximización de los beneficios,
mientras que la lógica social es la lógica de la protección del trabajador, de su
dignidad, de una mayor retribución y de mejores condiciones de trabajo, lo que no
es fácil bajo condiciones capitalistas.

El principio de protección y fomento del hecho sindical tiene que coexistir con el
principio de eficiencia económica, y cuando esa tensión se hace difícil debido a las
coyunturas de crisis económica el sistema del capitalismo hace subordinar al
principio de protección ya que el Derecho del Trabajo ante todo es un derecho del
capitalismo organizado.

El análisis económico del derecho en su versión neoliberal pretende que el


contrato sea un instrumento al servicio de la economía y el salario un elemento
esencial para la productividad antes que ser un medio de vida del trabajador. Es
decir, hay una tendencia a la primacía absoluta del principio del rendimiento y
eficiencia económica, la cual tiende a colonizar las relaciones laborales lo que

Docente responsable: Jesús Salvador Herrera Ruano


Alumno: Miriam Maldonado Sandoval
Carrera: Lic. En Contaduría
Matricula: 21014391
lleva a individualizar al máximo las relaciones laborales al situar frente a frente al
trabajador aislado y al empresario, sin que haya una mínima mediación del
derecho.
En la medida en que el Estado Social del Derecho del Trabajo se convierte en un
Estado de la competencia económica que remercantiliza los derechos sociales, y
el Derecho del Trabajo se convierte más en un derecho pro empresa, estamos
privando a la democracia de su elemento sustancial, y estamos cuestionando el
concepto de democracia moderna como la entendemos en la actualidad.

Existe actualmente una evolución del Derecho del Trabajo clásico garantista al
derecho flexible neoliberal del trabajo y si triunfa este proceso y se consolida,
vamos a tener una nueva cuestión social lo cual va a suponer mercantilizar al
trabajador. Es decir, el trabajador va a ser cada vez más un trabajador pobre,
porque va a ser precario, va a coexistir con elevados niveles de desempleo, y con
una pérdida de derechos sindicales extraordinarios, por lo que se puede
pronosticar, que los conflictos sociales van a existir y la paz social va a acabarse.

En las dos últimas décadas del siglo XX, se fue construyendo un proceso de
globalización al cuál, muchas instituciones como la ONU, FMI y la OTI pudieron
haber avanzando hacia un control de este proceso en un sentido diverso al actual,
sin embargo, la opción política fue desmantelar los controles existentes y
renunciar a controlar en un sentido garantista y de gobernanza democrática.

El problema que supone lo anterior es que una alternativa de solución que existe
al proceso de remercantilización y a como el capitalismo tiende a mercantilizar
todas las cosas, a maximizar el rendimiento y el beneficio, y le da exactamente
igual la calidad de vida de las personas, es que los estados que han intervenido en
la construcción de esta globalización, también controlen otra vez el proceso de
redefinición del modelo de globalización neoliberal. De tal forma que se pueda
construir un derecho internacional del trabajo con mucho más peso, más control,
siendo quizá la vía más adecuada para afrontar los problemas de un orden global.

Hoy en día tenemos empresas muy descentralizadas. Hay formas de colaboración


como las famosas redes de empresas, las subcontrataciones. Todas estas
formaciones nuevas relativas a las empresas descentralizadas, empresas
flexibles, empresas red y emergencia del trabajo autónomo han supuesto un
cambio muy importante en la estructura del sistema productivo que tiene que ver
en la composición de las clases trabajadoras y que hace surgir un tipo de
trabajador heterogéneo, que es el trabajador del post-fordismo.

Este trabajador heterogéneo apareció en lo que se ha denominado “mercado


secundario de trabajo”, que significa segmento del mercado donde hay trabajo
eventual, continuado, trabajadores a tiempo parcial, trabajadores con trabajo
negro y sumergido; apareció en una normalización de la irregularidad en el trabajo,
una creciente precarización laboral que ha perdido la unidad. Esta pérdida de
unidad tiene consecuencias sindicales ya que tiene que hacer frente a tal
heterogeneidad y recomponer la identidad colectiva del trabajo, no puede basarse
necesariamente en una organización laboral en una empresa más o menos
unitaria, porque esa empresa puede llegar a ser hasta virtual y estar
descentralizada.

El sindicato debe recomponer la identidad colectiva sin dejar de ser una entidad
colectiva que participa institucionalmente en el gobierno político, y el Derecho del
Trabajo tiene que atender a la diversidad del mundo del trabajo.

La empresa democrática, en los textos constitucionales modernos, es una


organización de capital y de trabajo, con la iniciativa del empleador, pero la
organización no es sinónimo de patrimonio. La empresa es organización de
personas y no es igual a patrimonio.

Hoy por hoy, el capital en el mundo empresarial está defendiendo lo que defendió
en el siglo XIX con otras formulaciones instrumentales: la concesión absolutista de
la empresa y la propiedad, y eso representa un gran problema. Esto quiere decir
que el empresario tiene derecho no solo a la iniciativa económica, sino que
también tiene derecho a la exclusión de los trabajadores los cuales serían como
agentes productivos instrumentales y no serían parte constitutiva de la empresa.

Por último, se agrega que el derecho puede tratar de buscar mecanismos que
superen los límites nacionales para el gobierno de la economía y del sistema de
relaciones laborales.
CONCLUSIÓN

En esta entrevista se demuestra como el sistema neoliberal ha degradado tanto


las condiciones laborales de los trabajadores, tanto en el ámbito de los
derechos individuales como derechos colectivos. Y de como la justicia laboral es
lenta y casi nula hablando sólo cuando se tiene que ver a favor del trabajador pues
se pone en juego el tema de la lógica económica del estado y su prevalencia.

Podemos darnos cuenta de como el neoliberalismo ha trastocado sensiblemente


diversos aspectos de la sociedad, siendo un fuerte denominador la extrema
desigualdad de las sociedades en términos de distribución de los ingresos.

México es de los países que menos distribuyen riqueza pues por ejemplo el salario
mínimo debería ser siempre una referencia no una regla, que es como se maneja
en nuestro país y este proceso de degradación del derecho del trabajo en México
ha ido siendo posible por la ausencia del estado, por su complicidad, por su nula
supervisión del cumplimiento del derecho. Todo se remitió al derecho procesal, a
donde la justicia lenta se come al trabajador y cualquier derecho que este pueda
exigir lo convierte en dinero y entonces se juega a la casa de subastas, ya no es el
cumplimiento del derecho sino cuánto cuesta no cumplirlo.

Tal como se concibe en la lectura, actualmente la globalización crea muchos más


perdedores que ganadores. Los países compiten entre ellos por inversiones
extranjeras directas lo que le permite al capital una libertad total para atravesar
fronteras pero mientras tanto, el trabajo no puede emigrar libremente.

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