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causante. De esta manera, se reserva una cuota o porción de los bienes que la ley dicta a
favor de ciertos familiares del difunto, otorgándoles derecho a la legítima.
4. LA HERENCIA
Se entiende por herencia en sentido objetivo, de forma general, aquella que comprende
todos los bienes, derechos y obligaciones de una persona que no se extingan por su
muerte.
Los bienes y derechos que se extinguen por la muerte serán, en general:
- Cualquier titularidad de índole patrimonial que tenga carácter vitalicio
- La suma correspondiente a un seguro de vida concertado por el causante
- Las ropas, mobiliario y enseres que constituyen el ajuar de la vivienda habitual común
de los esposos, los cuales se entregarán al que sobreviva. Se excluyen los objetos
artísticos, históricos o de extraordinario valor
- Las funciones o cargos familiares
- Las facultades o derechos inherentes a la propia personalidad del difunto
Todos los restantes bienes y derechos de naturaleza patrimonial que forman parte del
patrimonio del difunto debe entenderse que forman parte integrante de la herencia,
comprendiendo también las obligaciones de una persona que no se extingan por su
muerte, es decir, sus deudas.
El primer y principal presupuesto para que tenga lugar de forma efectiva el ius
transmissionis radica en que el transmisario acepte la herencia del transmitente,
ejerciendo su propio ius delationis. En caso contrario, no adquirirá el ius delationis
correspondiente al transmitente ni, en consecuencia, facultad alguna para decidir si acepta
o repudia la herencia del causante. En otras palabras, el transmisario puede aceptar la
herencia del transmitente y repudiar la del causante. Si, en cambio, repudia la del
transmitente, pierde cualquier posibilidad de pronunciarse sobre la del causante.
El ius transmissionis es aplicable a cualquier tipo de sucesión, sea testamentaria o
intestada.
3. EL DERECHO DE ACRECER
3.3. Requisitos
Para que se produzca el derecho de acrecer, según el art. 982 CC, deben darse dos
circunstancias básicas:
1º Llamamiento conjunto: debe consistir en que dos o más personas sean llamados a
una misma herencia o a una misma porción de ella, sin especial designación de partes.
Se entenderá hecha la designación por partes solo en el caso que el testador haya
determinado expresamente una cuota para cada heredero. La frase “por mitad o por
partes iguales” no excluye el derecho de acrecer
2º Porción vacante: según el art. 982.2 CC, la vacancia en una de las porciones de la
herencia debe producirse a causa de que uno de los llamados muera antes que el
testador o que renuncie a la herencia o sea incapaz de recibirla
4. EL DERECHO DE REPRESENTACIÓN
4.1. Concepto
Conforme el art. 924 CC, se llama derecho de representación el que tienen los
parientes de una persona para sucederle en todos los derechos que tendría si viviera o
hubiera podido heredar. Es decir, alguien ocupa en una herencia la posición que hubiera
correspondido a un pariente que no ha podido llegar a ser heredero.
5. LA INDIGNIDAD
5.1. Introducción
La indignidad consiste en establecer que quienes cometan actos de particular gravedad
contra un causante determinado, pierden el derecho a heredar lo que podía corresponderle
en su herencia.
La indignidad inhabilita a quien incurre en alguna de las causas legalmente
establecidas para suceder, ya sea de la legítima, de la sucesión intestada o de la sucesión
testamentaria.
La indignidad es una incapacidad sucesoria de carácter relativo, referida a un
determinado causante y no constituye una cualidad personal y general del indigno. Es
decir, quien sea indigno respecto de una determinada persona, no la heredará, pero puede
heredar a cualquier otra persona.
Según el art. 757 CC, las causas de indignidad dejan de surtir efecto si el testador las
conocía al tiempo de hacer testamento o si, habiéndolo sabido después, las remitiera en
documento público. Por tanto, cabe tanto:
- El perdón tácito testamentario, consistente en que, pese a que alguien se encuentra
incurso en causa de indignidad respecto de otra persona, ésta, al testar, puede
instituirlo legatario
- La expresa remisión, aunque ésta debe instrumentarse públicamente
7. INDIGNIDAD Y DESHEREDACIÓN
Las causas de indignidad y de desheredación no son coincidentes. Tampoco su
significado ni funcionamiento, pues las causas de desheredación solo permiten desheredar
al legitimario.
1. EL TESTAMENTO
- Cap. 4: El testamento – 11
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2.1. La edad
La regla general de que bastan los 14 años para poder testar no rige en el testamento
ológrafo, en el que se requiere la mayoría de edad. Fuera de este supuesto, cualquiera
puede testar a partir de la edad de 14 años.
3.1. El Notario
Siempre que proceda su intervención, el Notario debe ser el competente para actuar en
el lugar del otorgamiento, ya que es el único lugar donde tienen fe pública.
- Cap. 4: El testamento – 12
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3.3. El intérprete
El art. 684 CC dispone que cuando el testador exprese su voluntad en lengua que el
Notario no conozca, se requerirá la presencia de un intérprete.
El instrumento se escribirá en las dos lenguas, con indicación de cuál ha sido la
empleada por el testador.
- Cap. 4: El testamento – 13
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- Cap. 4: El testamento – 14
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- Cap. 4: El testamento – 15
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c) Si el testador que no supiese o no pudiese leer fuese enteramente sordo, los testigos
leerán el testamento en presencia del Notario y deberán declarar que coincide con la
voluntad manifestada
4. EL TESTAMENTO OLÓGRAFO
4.2. Requisitos
El legislador establece requisitos de carácter complementario para el testamento
ológrafo, que se distinguen según se refieran a la capacidad o a la forma de este tipo de
testamento.
En relación con la capacidad del testador, se requiere la mayoría de edad. En cuanto
a la forma, se requiere la autografía, fecha y firma del documento escrito en el que se
plasma el testamento ológrafo.
A) La mayoría de edad
El art. 688.1 CC establece que el testamento ológrafo solo podrá otorgarse por
personas mayores de edad.
B) La autografía del testamento
El testamento ológrafo debe ser íntegramente autógrafo, tal como lo afirma el art.
688.2 CC.
Se excluye la posibilidad de utilización de cualquier medio mecánico de reproducción.
Así pues, si el testador no sabe, no puede o no quiere escribir, el pretendido testamento
ológrafo devendrá ineficaz, con lo que debe llegarse a la conclusión que es un requisito
de capacidad el hecho que el testador deba saber escribir de manera convencional.
Con relación a la lengua de utilización, el art. 688.4 CC establece que los extranjeros
podrán otorgar testamento ológrafo en su propio idioma.
Si el testamento contuviese palabras tachadas o inventadas, el testador las salvará bajo
su firma. Salvar equivale a poner al fin de la escritura una nota para que valga lo
enmendado o añadido en renglones o para que no valga lo borrado.
C) La fecha del testamento
La determinación de la fecha es necesaria, ya que debe concretarse la capacidad del
testador en relación a ella. No obstante, la razón fundamental estriba en la formación de
este tipo de testamento, pues debe entenderse que lo da por finalizado cuando indica en
qué fecha lo hace, antes de rubricarlo.
La exigencia de la fecha se encuentra referida a la expresión del año, mes y día.
D) La firma o rúbrica
El Código civil exige la firma del testador en el testamento ológrafo, pues sin ella, lo
escrito por el testador puede considerarse un documento preparatorio o un borrador. En
general, todos los documentos escritos convierten a la firma en la manifestación de
voluntad del interesado.
En términos generales, debe utilizarse la firma y rúbrica habituales del testador, siendo
conveniente que conste en todas las hojas en que se haya redactado el testamento.
4.3. Adveración
Una vez fallecido el testador, el documento debería ser adverado conforme a la
legislación notarial, mediante la concurrencia de los pertinentes testigos o cotejo pericial
de la letra. Tras la aprobación de la LJV, la competencia para la adveración y
protocolización pasa a ser función notarial.
Según el art. 689 CC, el testamento ológrafo deberá protocolizarse, presentándolo ante
Notario en los cinco años siguientes al fallecimiento del testador.
Según el art. 690 CC, la persona que tenga en su poder un testamento ológrafo deberá
presentarlo ante Notario competente en los 10 días siguientes a aquel en que tenga
conocimiento del fallecimiento del testador.
4.4. Protocolización
El art. 693 CC establece que el Notario, si considera acreditada la autenticidad del
testamento, autorizará el acta de protocolización, en la que hará constar las actuaciones
realizadas y, en su caso, las observaciones manifestadas.
Si el testamento no fuera adverado, por no acreditarse suficientemente la identidad del
otorgante, se archivará el expediente sin protocolizarlo.
5. EL TESTAMENTO CERRADO
e) Extendida y leída el acta, la firmará el testador que pueda hacerlo, las personas que
deban concurrir, y la autorizará el Notario con su signo y firma
f) Se expresará en el acta el lugar, hora, día, mes y año del otorgamiento
g) Concurrirán al acto de otorgamiento dos testigos idóneos, si así lo solicitan el testador
o el Notario
1. LA INSTITUCIÓN DE HEREDERO
La validez del testamento no depende de que contenga institución de heredero
propiamente dicha, aunque en la mayor parte de los casos, el designio fundamental del
testador es precisamente nombrar a quienes serán sus herederos tras su fallecimiento.
6. EL TÉRMINO O PLAZO
La posibilidad de someter la institución de heredero o legado a término se encuentra
prevista en el art. 805 CC, que determina que será válida la designación de día o de tiempo
en que haya de comenzar o cesar el efecto de la institución de heredero o del legado.
El término puede consistir tanto en la fijación de una fecha futura, pero concreta, como
en un periodo temporal determinado, contado, por ejemplo, a partir del fallecimiento del
causante, como en la fijación de una fecha indeterminada pero determinable por
referencia a un evento que ha de venir o producirse necesariamente.
Por tanto, el término puede revestir dos modalidades fundamentales:
a) Término inicial: fijación de un día cierto o de un momento temporal a partir del cual,
la institución del heredero o legado generan los efectos que le son propios. Mientras
llega el término, se entenderá llamado el sucesor legítimo, es decir, el heredero
abintestato
1. LA SUSTITUCIÓN FIDEICOMISARIA
1. CONCEPTO Y CARACTERES
los legados, salvo para afirmar de forma negativa que es nulo el legado de cosas que están
fuera del comercio.
6. OTROS LEGADOS
c) Los gastos necesarios para la entrega de la cosa legada serán a cargo de la herencia,
pero sin perjuicio de la legítima
Los legatarios no podrán reclamar a los herederos gravados el pago de los
correspondientes legados mientras la herencia se encuentre deferida, pero no aceptada.
Si los herederos han ejercitado el derecho de deliberar o han solicitado el beneficio de
inventario, durante la formación del inventario y el término para deliberar, los legatarios
no podrán demandar el pago de sus legados. En referencia a la aceptación a beneficio de
inventario, el administrador no podrá pagar los legados hasta después de haber pagado a
todos los acreedores.
En el supuesto de declaración de fallecimiento del causante, no se entregarán los
legados, si los hubiese, hasta cinco años después de la declaración de fallecimiento.
3.1. Voluntariedad
El art. 898 CC establece que el albaceazgo es cargo voluntario, de tal manera que
requiere la aceptación de la persona designada. No obstante, se entenderá aceptado el
cargo si la persona nombrada no se excusa dentro de los seis días siguientes a aquel en
que tenga noticia de su nombramiento o, si ya lo conocía, dentro de los seis días siguientes
al que supo de la muerte del testador.
3.2. Temporalidad
La ejecución testamentaria debe ser llevada a efecto dentro de un plazo razonable, que
el art. 904 CC fija en un año.
3.3. Renunciabilidad
El albacea no está obligado a aceptar el cargo e, incluso tras la aceptación, puede
renunciar a su desempeño, alegando causa justa al LAJ o al Notario.
El albacea que no desempeña su función, si es legitimario, conservará el derecho a la
legítima, decayendo, en cambio, cualquier otra atribución de carácter voluntario que el
testador haya realizado en su favor, ya sea a título de heredero, legatario o de mejora.
3.4. Gratuidad
El art. 908 CC establece que el albaceazgo es cargo gratuito. Sin embargo, el testador
podrá señalar para los albaceas la remuneración que tenga por conveniente, sin perjuicio
del derecho que les asiste para cobrar lo que les corresponda por los trabajos de partición
u otros facultativos.
Si el testador lega o señala conjuntamente a los albaceas alguna retribución, la parte
de los que no admiten el cargo acrecerá a los que lo desempeñan.
4. CLASES DE ALBACEAZGO
parte del testador, o que la insistencia de éste en utilizar una concreta fórmula, por ser
característica de su familia, generen problemas de comprensión.
2. LA MEJORA
que no haya contraído nuevas nupcias pueda distribuir los bienes del difunto y mejorar
en ellos a los hijos comunes.
A partir de la Ley 11/1981, la facultad de mejorar a favor del cónyuge viudo podría
constituirse tanto testamentariamente como a través de las capitulaciones matrimoniales.
Los requisitos de aplicación de la nueva norma son:
1º Subsistencia del matrimonio entre el causante y su cónyuge
2º Viudedad propiamente dicha del cónyuge al que se encomienda la delegación de
mejorar, lo que requiere que no haya contraído nuevas nupcias
3º Existencia de hijos comunes de ambos cónyuges, fuesen o no matrimoniales en el
momento de su nacimiento
excluye de la legítima a los restantes ascendientes, dado que en la línea recta ascendente
no se considera aplicable el derecho de representación.
En defecto de progenitores del causante:
a) Si existen varios ascendientes de segundo o posterior grado, la cuota legitimaria que
corresponda en conjunto se distribuirá por estirpes y no por cabezas
b) Si solo vive uno de los abuelos del causante (el paterno) y varios bisabuelos maternos,
solo será legitimario el abuelo, adquiriendo la mitad o el tercio de la herencia
1. LA PRETERICIÓN
1.1. Presupuestos
Desde el Derecho romano, la preterición se ha definido como la omisión en el
testamento de cualquiera de los parientes del causante que tuvieran derecho a sucederle
por ministerio de la ley.
Por tanto, el ámbito propio de la preterición requiere que se den, simultáneamente, los
dos presupuestos siguientes:
1) Que se reconozca al causante la posibilidad de establecer el destino de sus bienes a
través del testamento
2) Que existan sucesores por ministerio de la ley, llamados legitimarios o herederos
forzosos
2. EFECTOS DE LA PRETERICIÓN
5. LA DESHEREDACIÓN
En el sistema del Código civil, desheredar equivale a privar de la legítima a los
legitimarios. El art. 848 CC dispone que la desheredación solo podrá tener lugar por
alguna de las causas que expresamente señala la ley, al tiempo que el art. 849 CC impone
que la desheredación solo podrá hacerse en testamento, expresando en él la causa legal
en que se base.
Por tanto, la desheredación se caracteriza por requerir que el legitimario haya
incurrido en una de las causas de desheredación. Además, se requiere que el causante
estipule o ratifique en el testamento que, efectivamente, desea que el legitimario sea
privado de lo que le corresponde por ley.
6. CAUSAS DE DESHEREDACIÓN
6.1. En general
El art. 852 CC establece que son justas causas para la desheredación las de
incapacidad por indignidad para suceder.
modificada judicialmente por causa que le sea imputable, respecto de la herencia del
mismo (art. 756.2º)
- El que hubiese acusado al causante de delito para el que la ley señala pena grave, si es
condenado por denuncia falsa (art. 756.3º)
- El que, con amenaza, fraude o violencia, obligara al testador a hacer testamento o a
cambiarlo (art. 756.5º)
- El que, por los mismos medios, impidiera a otro hacer testamento, o revocar el que
tuviese hecho, o suplantara, ocultara o alterara otro posterior (art. 756.6º)
- Haber negado, sin motivo legítimo, los alimentos al padre o ascendiente que le
deshereda (art. 853.1º)
- Haberle maltratado de obra o injuriado gravemente de palabra (art. 853.2º)
Basta con que no haya sido expresada la causa justa por el testador o que, cuando la
niegue el desheredado, una vez abierta la sucesión, los herederos no pueden probarla, para
que obtenga la calificación de desheredación injusta.
C) El alcance de la desheredación: ¿cabe la desheredación parcial?
En términos teóricos, a juicio del Manual, la desheredación puede tener carácter parcial
respecto de la cuota legitimaria de la persona que se trate.
Sin embargo, la mayoría de la doctrina avala la improcedencia de la desheredación
parcial en nuestro sistema jurídico. El causante puede desheredar o no, pero si lo hace,
alcanza la cuota íntegra legitimaria que podía haberle correspondido.
7.3. La reconciliación
Aunque exista causa legal de desheredación, ésta no podrá llevarse a efecto si se
produce la reconciliación entre el ofensor y el causante de la herencia que se trate. El art.
856 CC establece que la reconciliación posterior del ofensor y del ofendido priva a éste
del derecho de desheredar y deja sin efecto la desheredación ya hecha.
8. EL PAGO DE LA LEGÍTIMA
que, fuera de los supuestos específicos contemplados por el legislador, la regla general
de pago de la legítima sigue siendo la atribución de bienes hereditarios in natura.
4.1. Introducción
La reserva lineal o troncal se encuentra formulada en el art. 811 CC, que establece
que el ascendiente que heredare de su descendiente bienes que éste hubiera adquirido por
título lucrativo de otro ascendiente, o de un hermano, está obligado a reservar lo que
hubiere adquirido por ministerio de la ley a favor de los parientes que estén dentro del
tercer grado y pertenezcan a la línea de donde los bienes proceden.
El cómputo del parentesco de tercer grado se realiza a partir del descendiente causante
de la reserva. Por tanto, podrán ostentar la cualidad de reservatarios, en línea recta, sus
progenitores, abuelos y bisabuelos; y, en línea colateral, sus hermanos, tíos carnales y
sobrinos carnales.
1. LA SUCESIÓN INTESTADA
El Código civil parte de la base de que la sucesión intestada no tiene lugar solo cuando
no hay testamento, sino incluso en los supuestos en que la voluntad del testador no agota
de forma íntegra y total el caudal hereditario.
Nuestro sistema hereditario se caracteriza por un sistema de pesos y contrapesos entre
la libertad testamentaria, los derechos legitimarios y las propias reglas de la sucesión
intestada.
Por tanto, los casos de aplicación de la sucesión intestada se clasifican:
- Supuestos de inexistencia de testamento
- Supuestos de insuficiencia del testamento
- Supuestos de frustración de las disposiciones testamentarias o de alguna de ellas por
razones inherentes al instituido o de cualquier otro tipo
3.2. Llamamientos
Los descendientes excluyen a los ascendientes y, por su parte, el cónyuge viudo puede
concurrir con ambas clases de órdenes.
En defecto de todos los anteriores, son llamados los parientes colaterales hasta el
cuarto grado y, a falta de ellos, en último lugar, el Estado.
4.1. La sucesión abintestato del cónyuge viudo del causante concurriendo con
descendientes
De existir, el cónyuge viudo concurrirá con los descendientes. Éste tendrá derecho al
usufructo del tercio destinado a mejora, siempre y cuando el viudo no se encontrara
separado legalmente o de hecho.
5. LOS ASCENDIENTES
El art. 935 CC dispone que el llamamiento a los ascendientes tiene carácter
subsidiario, pues solo será efectivo en el supuesto de inexistencia de descendientes.
Existiendo cualquiera de los progenitores del fallecido quedan excluidos de la herencia
los restantes ascendientes.
6. EL CÓNYUGE VIUDO
El art. 944 CC establece que, en defecto de ascendientes y descendientes, y antes que
los colaterales, sucederá en todos los bienes del difunto el cónyuge sobreviviente. Por
tanto, en cuanto herederos abintestato, el cónyuge supérstite tiene preferencia respecto de
cualquier pariente colateral.
El art. 945 CC establece que la condición de heredero abintestato del cónyuge viudo
no tendrá lugar si el cónyuge estuviera separado judicialmente o de hecho.
2. LA ADQUISICIÓN DE LA POSESIÓN
Algo parecido ocurre con la adquisición de la posesión de los bienes hereditarios. El
art. 440 CC recoge una forma especial de adquisición de la posesión, la posesión
civilísima. Este artículo establece que la posesión de los bienes hereditarios se entiende
transmitida al heredero sin interrupción y desde el momento de la muerte del causante,
solo en el caso de que se produzca la aceptación de la herencia.
3. LA HERENCIA YACENTE
Nos referimos como herencia yacente a una multiplicidad de supuestos en los que,
habiendo sido abierta la sucesión, sin embargo, todavía no se ha producido la aceptación
del heredero a quien haya de imputarse la condición de sucesor del causante.
La situación de la yacencia hereditaria puede encontrar su razón de ser en situaciones
de muy diversa índole. La nota común radica en que, al menos temporalmente, resulta
imposible determinar con certeza quién será el titular de los derechos y obligaciones que
integran el caudal relicto.
4.2. Caracteres
Tanto la aceptación como la repudiación de la herencia son actos jurídicos en sentido
propio, respecto de los cuales deben subrayarse las siguientes características:
A) Voluntariedad
La aceptación y la repudiación de la herencia son actos enteramente voluntarios y
libres. Como regla general, el llamado a la herencia es enteramente libre para aceptar o
repudiar la herencia, atendiendo a sus propios intereses.
B) Unilateralidad
El carácter unilateral de la aceptación y de la repudiación de la herencia se deduce de
su condición de actos jurídicos en sentido propio. La manifestación de la voluntad del
heredero, en cuanto llamado a la herencia, debe manifestarse necesariamente una vez que
el causante haya fallecido.
C) Retroactividad
El art. 989 CC establece que la aceptación y la repudiación se retrotraen siempre al
momento de la muerte de la persona a quien se hereda. Por tanto, una vez manifestada la
aceptación, el heredero adquiere la herencia desde el mismo momento del fallecimiento
del causante.
D) Indivisibilidad e incondicionalidad
El heredero no solo puede aceptar a beneficio de inventario, sino que, incluso antes de
pronunciarse a favor de la aceptación o la repudiación de la herencia, puede solicitar el
derecho de deliberar.
Sin embargo, una vez formada su voluntad, la aceptación o repudiación de la herencia
son actos cuyo alcance se encuentra determinado por la propia ley, sin que el heredero
pueda manifestar su voluntad sometiéndola a condición, refiriéndola solo a una parte de
la herencia o limitando, en términos temporales, su condición de heredero.
E) Irrevocabilidad
El art. 997 CC establece que la aceptación y la repudiación de la herencia, una vez
hechas, son irrevocables y no podrá ser impugnadas, excepto si adolecen de alguno de
los vicios que anulan el consentimiento.
5. EL DERECHO DE DELIBERAR
Todo heredero puede hacer uso del derecho de deliberar que otorga el art. 1010 CC.
La regulación conjunta del derecho de deliberar y del beneficio de inventario trae
consigo que muchos de los aspectos a considerar en relación con ambas instituciones sean
coincidentes.
El derecho de deliberar presupone la realización del inventario del caudal hereditario.
Una vez instado el derecho de deliberar, el heredero se encuentra obligado, antes de que
transcurra el plazo, a pronunciarse sobre la aceptación o repudiación de la herencia, pues
si no lo hace, se entenderá que la acepta pura y simplemente.
4. LA REPUDIACIÓN DE LA HERENCIA
La repudiación significa que el llamado a la herencia manifiesta su rechazo a la
condición de heredero. Presenta numerosos caracteres comunes con la aceptación: es un
acto voluntario y libre, de carácter unilateral, irrevocable, incondicional y puro. Una vez
manifestada la repudiación, el llamado a la herencia pierde de forma definitiva la
posibilidad de adquirirla.
También es aplicable la nota de la retroactividad, por lo que el llamado a la herencia
no habrá adquirido nunca la condición de heredero.
3. NORMAS APLICABLES
Ante la inexistencia de normas concretas sobre la gestión de la comunidad hereditaria,
resulta necesario determinar cuáles son las reglas aplicables respecto de la administración
y disposición de los bienes hereditarios durante la fase de indivisión de la herencia.
En general, se entiende que el sistema de fuentes aplicable a la situación de comunidad
hereditaria viene representado por las siguientes:
1º Se consideran aplicables, en primer lugar, tanto las reglas establecidas por el testador,
como los pactos o acuerdos que hayan llegado los propios coherederos
2º Las disposiciones del Código relativas a la partición de la herencia
3º Las reglas codificadas contenidas en los arts. 392 y ss. CC relativas a la copropiedad
por cuotas o comunidad ordinaria
1. LA PARTICIÓN
2.4. La reforma del segundo párrafo del artículo 1056 por la Ley 7/2003, de 1
de abril
La versión nueva del art. 1056.2º CC fue introducida por la Ley 7/2003 y establece
que el testador que, en atención a la conservación de la empresa o interés de su familia,
quiera preservar indivisa una explotación económica o bien mantener el control de la
sociedad de capital podrá usar de la facultad concedida, disponiendo que se pague en
metálico su legítima a los demás interesados.
Se sustituye la expresión padre por el testador, se abandona la referencia a los hijos y
queda claro que la norma se refiere a los legitimarios.
Si entre ellos no hubiese tal conformidad, las operaciones divisorias serán concluidas
recurriendo a los trámites del juicio verbal.
1. LA PRÁCTICA DE LA PARTICIÓN
El Código civil contiene escasas reglas sobre la práctica de la partición. Las
operaciones particionales típicas consisten en las siguientes: inventario del caudal
hereditario, avalúo, liquidación, formación de lotes y, finalmente, adjudicaciones o
hijuelas a los herederos.
3.2. Liquidación
La fase de liquidación implica hallar el neto partible entre los herederos, deduciendo
del activo hereditario el correspondiente pasivo. Esto significa atender al pago de las
deudas existentes, tomando o detrayendo parte del metálico existente en la masa
hereditaria.
perjudicado debe ser computado a tal efecto. Sin embargo, si alguno de los coherederos
resultara insolvente, responderán de su parte los demás en la misma proporción.
El art. 1072 CC contiene una regla especial referida al supuesto de adjudicación de
créditos a cualquiera de los herederos, distinguiendo entre:
- Créditos incobrables: determina la inexistencia de responsabilidad de los restantes
coherederos, aunque si se cobran en todo o en parte, se distribuirá lo percibido
proporcionalmente entre los herederos
- Créditos cobrables: los coherederos no adjudicatarios serán responsables de la
insolvencia del deudor hereditario al tiempo de hacerse la partición
5. LA INEFICACIA DE LA PARTICIÓN
Las categorías generales de la ineficacia contractual pueden incidir también en la
partición, determinando la privación de sus efectos y requiriendo una nueva operación
divisoria del caudal hereditario.
7. LA RESCISIÓN DE LA PARTICIÓN