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Las cartas de Abelardo y Eloisa.

Autor:
Pedro Abelardo en francés Pierre Abélard(Le Pallet, 1079 – Chalon-sur-Saône, 21 de
abril de 1142), fue un filósofo, teólogo, poeta y monje francés. también recordado,
siglos después, en pleno Romanticismo, por la relación amorosa mantenida con
Eloísa. A la vez autor de numerosos poemas, dedicó gran parte de su vida a la
enseñanza y al debate.
Gran parte de su vida es conocida gracias a su autobiografía, “Historia de mis
calamidades” , un escrito a modo de consolatoria como si lo escribiese a un amigo
desafortunado. Aunque en ella se da una visión victimista por parte de su autor, nos
sirve para hacernos una idea de la interesante y polémica vida de este peculiar genio.
En 1115 conoció a Eloísa, sobrina de Fulberto, canónigo de la Catedral de París, quien
le confió su educación. Eloísa y Abelardo se convirtieron en amantes manteniendo su
relación en secreto, hasta que en 1119 Eloísa tuvo un hijo, que sería llamado
Astrolabio.
Abelardo secuestró a Eloísa y la llevó a casa de su hermana en Le Pallet. Abelardo
insistió en casarse con Eloísa, quien se oponía por considerar que un hombre de
ciencia no podría dedicarse a una familia, y finalmente la boda se celebró en secreto.
Sin embargo, Fulberto difundió la noticia y Abelardo envió a Eloísa al monasterio de
Argenteuil. Fulberto consiguió entonces sobornando a un criado entrar con algunos
servidores en el cuarto de Abelardo y lo castraron. El criado y uno de los agresores
fueron presos y castigados con igual mutilación y la ceguera, mientras que el
canónigo Fulberto fue desterrado de París y se le confiscaron sus bienes. Abelardo por
su parte, se escondió humillado como monje en Saint-Denis, y dispuso que Eloísa se
hiciera monja en Argenteuil.
Eloísa, en latín Eloysa, a veces Heloisa o Heloissa, en francés Héloïse, nacida
alrededor de 10922 y fallecida en 1164 fue una intelectual de la literatura francesa de
la Edad Media, esposa de Pedro Abelardo y primera abadesa del Paraclet. Eloísa era
la hija nacida de la escandalosa unión de Hersint de Champagne Dama de Montsoreau
(fundadora de la abadía de Fontevraud) con el senescal de Francia Gilbert de
Garlande. Es considerada la primera mujer de letras de Occidente cuyo nombre ha
llegado hasta nuestros días. La vida de Eloísa fue una de las más novelescas,
constituyéndose de este modo en la figura legendaria de la pasión amorosa que
sobrepasa el amor cortés, muy popular en aquella época gracias, en parte, al éxito de
Tristán e Isolda.
Resumen:
El libro narra a través de cartas la historia de amor entre Abelardo y Eloísa. La
historia verdadera de estos amantes que desde hace siglos sigue estando presente en la
literatura.

La primera carta escrita por Abelardo para su amigo Filinto nos va narrando su
juventud, desde cómo es que Abelardo nació en una familia adinerada y que desde
una edad muy joven se interesó en aprender más, pero principalmente la filosofía.
Abelardo sigue narrando cómo fue que conoció a Eloísa en parís y se convirtió en su
profesor, enamorándose rápidamente de ella. Abelardo inició una relación con Eloísa,
pero dicha relación la mantenían en secreto. Cuando Fulbert el tío de Eloísa los
descubre inmediatamente los separa para que no sigan juntos. Abelardo manda a
Eloísa a casa de su hermana y le pide que se case con ella, pero Eloísa se niega ya que
ella cree que el matrimonio distraería a Abelardo de sus estudios. Se terminan casando
en secreto, pero el tío de Eloísa los encuentra y manda a Abelardo a un monasterio y a
Eloísa a un convento. El tío de Eloísa castiga a Abelardo mutilándolo y castrándolo.

Otra carta esta vez escrita por Eloísa narra cuando ya están separados, Eloísa le
comenta a Abelardo que lo sigue amando y recuerda la relación que solían tener,
Eloísa cuenta sobre sus miedos al amar a Abelardo y termina la carta diciéndole que
lo ama y que espera que Abelardo le escriba.
La carta en respuesta de Abelardo cuenta como es que la carta de Eloísa despertó en él
otra vez sentimientos, admite que sigue enamorado de ella y que cuando se separaron
pensó en los hombres que Eloísa conocería. Termina la carta preguntando a Eloísa que
si el muriera ella arreglaría el lugar para que los entierren juntos.
La carta con la respuesta de Eloísa a Abelardo narra cómo es que para Eloísa su única
razón para vivir es Abelardo y que la vida sería muy cruel si la deja vivir en un mundo
donde el ya no este. Y que si la muerte llegara por ella sería una bendición ya que se
podría reunir con Abelardo y amarse sin esconderse. Sigue contando que lo sigue
amando y espera que Dios los perdone por su amor. Eloísa termina su carta diciéndole
a Abelardo que nunca lo olvidara.
La siguiente carta sigue narrada por Eloísa, donde le cuenta a Abelardo que su amor
por él cambió gracias a Dios y que ve el convento con nuevos ojos. Le pide a
Abelardo que le responda y que acepte la desgracia y el destino que les tocó.
La última carta de Abelardo comienza diciéndole a Eloísa que deberían dejar de
escribirse y concentrase en su amor por Dios, tratar de encontrar el perdón en Dios
por sus pecados cometidos y que Eloísa debería enfocarse en salvarse a ella misma.
Contexto:
Abelardo y Eloísa son dos personajes históricos conocidos más por sus escandalosos
amores que por cualquier otra circunstancia de sus vidas. La importancia de Abelardo
como filósofo o teólogo ha quedado, excepto para los estudiosos, eclipsada por su
condición de amante de Eloísa. Eloísa también es conocida por la misma
circunstancia, pues si estuviéramos hablando únicamente de una dama ilustrada de la
época o incluso de la esposa de Abelardo, su nombre ni siquiera hubiera llegado hasta
nosotros, dada la invisibilidad que la historia de las mujeres ha tenido hasta hace
relativamente poco tiempo. Su historia acaecida en el siglo XII, siempre fue conocida,
pero con el movimiento romántico cobró gran protagonismo y éste, naturalmente,
hacía hincapié sobre todo en la parte más azarosa del romance; sus cartas, que ya
tenían cierto predicamento, ante este nuevo interés, se popularizaron y fueron
profusamente leídas junto con su historia. Con el paso del tiempo el interés ha ido
decayendo y hoy día su recuerdo, excepto para los interesados en el tema, ha quedado
reducido a la popularidad de unos indeterminados amoríos. Hoy pocos conocen la
verdadera historia y trascendencia que la cuestión tuvo para ellos condicionando el
resto de sus vidas. Todo ocurrió hace ya cerca de diez siglos, en una sociedad cuyos
aspectos esenciales difieren de los de la nuestra. En el mundo de entonces, todos,
ignorantes o letrados —estos últimos constituían una pequeña minoría—, pobres, o
ricos, jóvenes o viejos, eran creyentes. Su vida cotidiana, costumbres y moral
obedecían a la religión que practicaban; esto no quiere decir que todos los hombres
del mundo profesasen igual religión.
Pero en los límites de la Francia de aquel tiempo, todos eran cristianos y obedecían
ciegamente a la Iglesia cristiana, con más intensidad si eran pobres e ignorantes. Para
los poderosos hubo siempre “arreglos con el cielo”. La sociedad francesa de la época
estaba dividida fundamentalmente en tres grupos o clases: primero el rey y los señores
feudales, luego la Iglesia, y después la inmensa mayoría de los trabajadores del campo
y los artesanos de las nacientes ciudades, los cuales tenían que trabajar muy duro para
pagar los impuestos que les imponían.
No obstante, el matrimonio era mal visto para todos aquellos encargados de la
enseñanza y, en particular, de la enseñanza de la religión. Más grave era el hecho de
que algunos sacerdotes comerciaran, sobre todo para el enriquecimiento de sus
parroquias, vendiendo indulgencias y perdonando pecados mediante dinero. Es decir,
que la pureza del dogma y de las costumbres estaban lejos de ser totalmente
respetados. Todo cuanto he expuesto debe decirse para comprender mejor la historia
de Abelardo y Eloísa, historia que ilustra de forma trágica uno de los grandes
problemas teológicos o filosóficos, si se quiere, de la época; pero que al mismo
tiempo es una de las más bellas historias de amor para ser contadas.
Comentarios personales:

El libro fue algo interesante de leer, sabiendo que Abelardo y Eloísa existieron en la
vida real lo hace aún más interesante. La historia contada a través de cartas la hace
fácil de leer, no puedo creer que en la actualidad podamos leer esta historia contando
la historia de amor trágica que tuvieron Abelardo y Eloísa. Saber que todo lo que
cuentan ellos en sus cartas es algo que en realidad pasó y que si fueron enterrados
juntos, hace esta historia aún más interesante. Aunque si es un poco pesada para
entenderla por su tipo de español y la manera en la que están escritas las cartas. Al
momento de leerlo te da una sensación de estar leyendo el diario privado de una
pareja.
-Melanie Yvanna Mancilla Prado.

Lo que me llamó más la atención de leer este libro, fue el hecho de que nuestro autor
es también el protagonista, y al leer el libro conocemos gran parte de su vida en unas
cuantas páginas. El libro me hace imaginar una pareja sumamente apasionada, llena
de amor pero también de miedos al estar enredados en un secreto que cada vez se
hacía más grande. Conocer la historia de una pareja del inicio al fin y saber que no es
ficticio hace aún más interesante la lectura ya que realmente es algo qué pasó y no que
solo te imaginas.

-América Selena Olivares Martínez.

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