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RECORRIDO POR LOS AMOS DEL LAZARILLO

EL CIEGO

El ciego fue el primer amo que tuvo Lázaro, el cual hizo de Lázaro una persona astuta, tramposa y
rencorosa. El ciego se burlaba de él constantemente y le golpeaba. Con él aprendió a conseguir comida y
dinero mendigando. Lázaro lo abandona dándole una lección y haciéndole chocar con un poste.

EL CLÉRIGO

Este es avaricioso, ya que no comparte la comida con Lázaro y la guarda bajo llave. Tampoco parece ser
muy listo porque no se entera de que Lázaro, obligado a usas su ingenio para alimentarse, le está
robando comida, hasta que encuentra la llave del arcón en su boca.

EL ESCUDERO

Este es al que más cariño le coge Lázaro, ya que le recuerda un poco a él. En este caso es Lázaro el que
consigue la comida para compartirla con el escudero. El escudero aparenta ser rico, pero la realidad es
todo lo contrario. Finalmente es el escudero el que abandona a Lázaro cuando el casero va a pedirle el
pago del alquiler.

EL FRAILE DE LA MERCED

A su cuarto amo le gusta mucho andar en vez de estar en el convento, por lo que le regala unos zapatos
a Lázaro. También es mujeriego a pesar de ser un fraile. Lázaro le abandona cansado de andar tanto y
comer tan poco.

EL BULDERO

El buldero vendía bulas engañando a la gente, haciéndoles creer que las bulas hacían milagros. Fue el
amo más falso y con menos escrúpulos que tuvo. Era un estafador

EL PINTOR

Este amo era pintor de panderos, estuvo muy poco tiempo con el y lo explotaba igual que todos los
demás amos.

EL CAPELLÁN

Ofrece a Lázaro su primer empleo como aguador, le da un burro y cántaros de agua para trabajar. Con
este amo, que más bien podemos considerar que era su jefe, estuvo 4 años, mientras ahorro para
comprarse ropa. A partir de aquí trabajo a cambio de un sueldo con todos sus amos.

EL ALGUACIL

Con este amo, Lázaro estuvo muy poco tiempo, ya que le parecía que tenía un oficio muy peligroso
porque hubo una noche que fueron perseguidos por unos delincuentes.

EL ARCIPRESTE DE SAN SALVADOR

Con el arcipreste trabaja como pregonero de sus vinos en Toledo, le parece un buen trabajo y está
contento. El arcipreste le propone casarse con su criada, lo que a el le hace muy feliz a pesar de todas las
habladurías que hay de que su mujer le engaña con el arcipreste, Lázaro prefiere no creerse la
habladurías y disfrutar de su matrimonio.
ANTICLERICALISMO EN EL LAZARILLO

Cuando hablamos de anticlericalismo nos referimos al pensamiento contrario a todo lo relacionado con
la Iglesia, a la crítica al poder que tenía la Iglesia, sobre todo en aquella época.

El anticlericalismo en el “Lazarillo de Tormes” es una de las características principales de la obra, se ve


sobre todo en los tratados segundo, cuarto, quinto y séptimo con los comportamientos del clérigo, el
fraile de la Merced, el buldero y el arcipreste. En ningún momento en este libro se presenta a la iglesia
con los principios de humildad, generosidad o solidaridad que debería tener, sino todo lo contrario.

Con el clérigo como amo, Lázaro descubrió a una persona egoísta, con maldad y mentirosa. El clérigo
solo le daba a Lázaro las sobras y él se quedaba con la mejor comida, actuaba constantemente sin
ninguna caridad, no le importaba que Lázaro se estuviera muriendo de hambre y guarda la comida bajo
llave. También muestra al clérigo como ignorante y desconfiado, ignorante porque no se da cuenta de
que es Lázaro el que está robando comida hasta que le pilla con la llave en la boca y desconfiado porque
siempre está pendiente de que no le robe.

Con el fraile de la Merced, Lázaro está muy poco tiempo, pero explica como no cumple con el voto de
castidad, ya que está con mujeres y que le gusta poco estar en el convento, está siempre paseando, de
hecho, lo primero que hace el fraile cuando Lázaro se pone a su servicio, es regalarle unos zapatos.

El buldero, el quinto amo de Lázaro, vendía bulas falsas, engañando así a la gente para ganar dinero, si
no se las compraban por las buenas utilizaba todo tipo de artimañas y engaños para conseguir
vendérselas. Fue el amo más mentiroso que tuvo.

Con el Arcipreste, su último amo, en principio podría pensarse que no hace sino ayudar y beneficiar a
Lázaro: le casa con una criada suya, le da comida, ropa, una casa al lado de la suya e incluso le invita a
comer habitualmente a su casa. Pero más adelante se deja entrever como casa a su criada con Lázaro
para así él poder ocultar la relación que tiene con ella.

En el “Lazarillo de Tormes” se describe a una iglesia egoísta, corrupta, falsa y avariciosa que no duda ni
un momento en aprovecharse de quien sea en su propio beneficio.

Es por todo esto que el Tribunal de la Inquisición en 1559 lo incluyó como uno de los títulos prohibidos.
A pesar de esto sobrevivió escondido en bibliotecas ocultas tras paredes falsas.
TEORÍAS DE AUTORÍA EN EL LAZARILLO

El Lazarillo de Tormes ha dado mucho que hablar desde el primer momento de su


publicación, ya que fue publicada de manera anónima, y nunca se ha sabido a ciencia
cierta el nombre de su autor. El motivo por el que se publicó de forma anónima
probablemente fue para no tener problemas con el Tribunal de la Inquisición, dado la crítica
que se hace al clero y a la sociedad de ese momento.

La escritura de esta novela se le ha atribuido a muchos escritores.

El primero que se creyó que podía ser el autor fue el teólogo Fray Juan de Ortega, fraile
de la Orden de San Jerónimo. Se pensó que él podía ser el autor debido a que encontraron
en su dormitorio un borrador con parte de dicha obra. Pero esto no termina de convencer
porque a Fray Juan de Ortega no se le conocen más obras literarias y, además, esta obra
tiene una clara crítica a la Iglesia, que sería muy raro que lo escribiera un fraile de una orden
católica.

Otra persona a quien podría pertenecer esta novela picaresca sería al humanista y escritor
español Juan de Valdés o bien a su hermano, Alfonso de Valdés. Esta teoría la
defendieron a lo largo del siglo XIX Alfred Morel-Fatio y Manuel J. Asensio. Esto cobró
fuerza en el año 2002, a raíz de las investigaciones de la profesora Rosa Navarro Durán, la
cual comparó la obra con los diálogos conocidos de Alfonso de Valdés; el Dialogo de
Mercurio y Carón, y el Dialogo de las cosas acaecidas en Roma, encontrando muchas
semejanzas.

Tambíen ha sido considerado muchas veces el escritor del Lazarillo de Tormes el historiador
y poeta español Sebastián de Horozco. Esta teoría ha sido defendida por Julio Cejador y
Frauca, (filólogo y crítico literario), y por por Francisco Márquez de Villanueva, (profesor,
hispanista y crítico literario). Los dos encuentran grandes similitudes en las ideas y en el
vocabulario.

Y por último estaría el granadino Diego Hurtado de Mendoza. Los investigadores


encontraron un catálogo del año 1607, donde se mencionaba lo siguiente: Diego Hurtado de
Mendoza compuso el libro de entretenimiento llamado, Lazarillo de Tormes. También hay
unos escritos de autores del siglo XVII, donde reconocen a Diego Hurtado, como al autor
original de la novela. Por otro lado, en el año 2010, la paleógrafa Mercedes Agulló vió en
unos papeles de Diego Hurtado, una frase que daba a que tenía una estrecha relación con la
obra.

Lo más probable es que nunca lleguemos a saber a ciencia cierta quién escribió la obra con
exactitud.
RUTA DEL LAZARILLO DE TORMES
La historia de la vida de Lázaro de Tormes transcurre entre Salamanca y Toledo.

Lázaro nació dentro del Río Tormes, por eso le llamarón Lázaro de Tormes, en una aldea de Salamanca
llamada Tejares, esta aldea actualmente pertenece a la ciudad de Salamanca. Allí vivió hasta que su
madre le entregó a su primer amo, el ciego, el cual, después de unos días en Salamanca decidió ir a
tierras de Toledo, porque decía que allí la gente era más rica. Salieron de Salamanca por el puente
romano, donde hay una escultura de un toro, es allí donde el ciego golpea a Lázaro por primera vez.
Pasaron por un pueblo llamado Almorox, que era famoso por sus vinos, allí les dieron uvas que al estar
muy maduras el ciego comparte con Lázaro, es aquí donde Lázaro empieza a desarrollar su picardia.
Después se fueron a Escalona donde cuenta lo que sucedió con una longaniza. Es también en Escalona
donde Lázaro hace chocar a su amo ciego contra un poste y le abandona.

En ese momento Lázaro sale corriendo y termina en otro pueblo de Toledo llamado Torrijos, pero no le
pareció que allí estuviera seguro y se va a Maqueda, que curiosamente está más cerca de Escalona,
donde conoce a su segundo amo, el clérigo. Allí estuvo todo el tiempo que estuvo al servicio del clérigo
hasta que este le echó al descubrir que Lázaro le robaba comida.

Con ayuda de las buenas gentes llegó hasta la ciudad de Toledo donde, yendo de puerta en puerta
pidiendo caridad, conoció a su tercer amo, un escudero al que le importan demasiado las apariencia,
prefiere pasar hambre a tener que pedir por lo que es Lázaro el que le con lo que encuentra y pide por
las calles de Toledo le alimenta. Hasta que finalmente el escudero lo abandona cuando fueron a
reclamarle el alquiler.

Con el cuarto amo, un fraile de la Merced, pasó los días por las calles de Toledo andando, ya que era
hombre de estar fuera del convento.

El quinto amo, el buldero, se dedicaba a vender bulas por los pueblos de la Sagra donde hacía negocios.

Después de este amo, explica que sirve a un capellán con el que trabaja como aguador en la ciudad, por
lo suponemos que será en la ciudad de Toledo. Tarda cuatro años en ahorra para comprarse ropa usada
y una espada de Cuéllar (villa de Segovia).

De ahí pasó a ser ayudante de un alguacil y después pregonero de la ciudad de Toledo, donde se casa
con una criada del Arcipreste de San Salvador, es en esta ciudad donde termina la historia del “Lazarillo
de Tormes”.

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