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Ciencias Políticas
UCA 2020
Resumen
CAPITULO II
¿Qué es el poder político?
Política y poder: dos perspectivas
La variedad de definiciones puede situarse en dos grandes perspectivas: la que entiende el poder
como un recurso disponible y la que concibe el poder como resultado de una relación.
Cuando se interpreta el poder como un recurso se tiende a percibirlo como una cosa que se tiene
o se posee: «el poder político está en manos de tal grupo o tal persona». Por tanto, la cuestión
importante en política es cómo apoderarse del poder.
Cuando se piensa en el poder como efecto de una relación, el poder no se posee: acompaña a la
situación de que se disfruta con relación a otra persona o grupo. No es tanto una sustancia como
una situación. Quien desea poder no debe apoderarse de nada: debe situarse. Por ello, se
atribuye poder a quien está bien situado o tiene una buena situación.
Cuando se adopta este punto de vista, la pregunta principal no es tanto saber quién tiene el
poder, sino qué posiciones facilitan el dominio de unos actores y el acatamiento de otros.
Integrando esta doble perspectiva —recursos y situación—, una definición útil del poder
político es la que lo equipara a la capacidad de intervenir en la regulación coactiva del conflicto
social.
Fuerza, influencia, autoridad
¿Cómo se manifiesta esta capacidad de intervención? El poder político está hecho de tres
componentes: la fuerza, la influencia y la autoridad. Son componentes que reciben nombres
diversos según autores y escuelas, pero que están presentes de un modo u otro en todas las
concepciones del poder.
Hablamos de fuerza o de coacción cuando existe capacidad para negar o limitar a otros el
acceso a determinados bienes u oportunidades: la vida, la integridad física, la libertad, el
patrimonio, el trabajo. Así ocurre con las instituciones políticas cuando encarcelan, embargan o
multan a algún ciudadano.
Lo mismo ocurre a escala individual, cuando un cacique o notable local amenaza con dejar sin
trabajo a quienes no le presten su apoyo político o electoral.
Hablamos de influencia cuando el poder político se basa en la capacidad para persuadir a otros
de que conviene adoptar o abandonar determinadas conductas. Esta aptitud para la persuasión
depende del manejo y difusión de datos y argumentos, con los que se persigue modificar o
reforzar las opiniones y las actitudes de los demás.
Finalmente, el poder político también se manifiesta como autoridad cuando las indicaciones de
un sujeto individual o colectivo son atendidas por los demás, porque cuenta con un crédito o una
solvencia que se le reconocen de antemano. Esta reputación inicial no sólo hace innecesaria la
aplicación directa de la fuerza. También permite prescindir de argumentos racionales o del
estímulo de las emociones, que están en la base de la influencia.
¿Cómo se manifiesta el poder político?
Se puede distinguir tres niveles de intervención política, que van de lo más visible a lo menos
perceptible. Niveles:
1. el poder se manifiesta abiertamente cuando los diferentes actores se esfuerzan por
influir sobre el desenlace del conflicto. Plantearán propuestas, debatirán sobre ellas y,
finalmente, se adoptará una decisión: autorizar la apertura de la instalación bajo
determinadas condiciones o denegarla.
2. el poder político adopta formas menos visibles. Así ocurre cuando se dan actuaciones
destinadas a evitar que un determinado conflicto se “politice”.
3. algunos autores identifican un tercer nivel desde el que se condiciona de manera todavía
más encubierta la actividad política (Lukes). Así sucede cuando un actor consigue que
una situación de desigualdad o desequilibrio no sea vista como problemática.
Cuando se ejerce poder político, cada individuo o grupo hace uso de los recursos que tiene a su
alcance para conseguir una posición más ventajosa respecto a otros actores. Algunos aspiran a
superar una situación desfavorable; otros apuntan a conservar o a incrementar la ventaja de que
ya disfrutan. En estos conflictos producidos por la desigualdad de situación, el poder se expresa
como una relación de competencia.
La otra cara del poder: la legitimidad
comunicación, sindicato— que interviene en un conflicto aspira a que su intervención no tenga
que descansar exclusivamente en su capacidad de forzar la voluntad de los demás: aspira a que
éstos admitan sus propuestas sin necesidad de acudir a la coacción. Para ello, pretende justificar
su intervención: es decir, presentarla como justa y merecedora de la aceptación voluntaria de
todos los actores. E incluso cuando se recurre a la aplicación de un cierto grado de violencia o
coacción se presenta esta coacción como necesaria. Esta capacidad para conseguir que sean
aceptados los límites que el poder impone suele conocerse como legitimidad.
el poder político aspira siempre a ofrecer dos caras indisociables. Con la primera exhibe
coacción y amenaza. Con la segunda —la cara de la legitimidad— aporta argumentos e intenta
convencer de que su presencia es conveniente y adecuada.
De dónde nace la legitimidad
Se admite que sus decisiones serán percibidas como legítimas en tanto en cuanto se ajusten a los
valores y a las creencias que dominan en una sociedad. Si concuerda con lo que aquella
sociedad considera conveniente o digno de aprecio, una decisión o una propuesta adquieren
mayor legitimidad y cuentan con más probabilidades de ser aceptadas. En cambio, cuanto más
lejos están de las ideas y valores dominantes, sólo la aplicación de una mayor dosis de coacción
podrá hacerlas efectivas.
La noción de legitimidad vincula el poder con el mundo de las ideas y de los valores. Una
adaptación libre de la propuesta de nos permite distinguir tres fuentes de legitimidad del poder:
la tradición, la racionalidad y el carisma, a las que puede añadirse también el rendimiento.
- La tradición. Lo que justifica las propuestas del poder es su adaptación a los usos y
costumbres del pasado. El precedente —«siempre se ha hecho así», «así lo
hicieron ya nuestros antepasados»— se convierte en el argumento decisivo para
obtener la aceptación de una decisión o de una propuesta.
- La racionalidad. El fundamento de una orden o de una demanda es aquí la
adecuación entre los fines que pretende y los medios que propone: «Hay que
adoptar tal decisión, porque es la que conduce razonablemente al objetivo
elegido.»
- El carisma. También puede conferir legitimidad a una propuesta o a una decisión
una cualidad extraordinaria o excepcional de quien la formula o la adopta. Él
carisma que acompaña a una persona puede producir tal admiración y confianza
que sus opiniones y mandatos son acatados sin necesidad de recurrir —como en
los modelos anteriores— a un precedente tradicional o a un razonamiento legal.
- El rendimiento. El poder puede fundar su legitimidad en el resultado He sus
propias actuaciones.
CAPITULO III
“Las tres dimensiones de la política”
La política: estructura, proceso, resultado
Esta tarea colectiva adquiere un aspecto diferente según el punto de vista que adoptemos al
contemplarla: puede ser percibida como una estructura, como un proceso o como un resultado.
- Cuando observamos la política como estructura fijamos nuestra atención en el
modo estable en que una comunidad determinada organiza sus actuaciones
políticas.
- Cuando examinamos la política como proceso observamos ante todo una secuencia
de conductas individuales y colectivas que se encadenan dinámicamente. Desde
esta perspectiva, atendemos de manera particular a los comportamientos de
diferentes sujetos, examinando sus motivaciones y sus formas de intervención.
- Cuando contemplamos la política como resultado, el punto de atención principal lo
constituyen las respuestas que la combinación de proceso y estructura da a cada
conflicto. Estas respuestas —en forma de decisiones— son el producto final de la
política, destinado a regular las tensiones existentes en diferentes ámbitos de la
vida colectiva.
En español las tres formas de percibir la política son utilizadas con el mismo nombre “política”
lo que hace más difícil su comprensión.
La política como estructura: ¿máquina, organismo, mercado?
Cuando se ha intentado describir la estructura de la política, los autores han acudido a metáforas
o imágenes que permiten «visualizar» algo que no se nos presenta de manera sensible.
Para algunos, la estructura política es percibida de modo semejante a una máquina, en la
que se ensamblan una serie de resortes, engranajes y palancas. El reloj mecánico —una de las
máquinas más antiguas— inspira esta aproximación. Con la activación física de tales resortes y
palancas se desencadenan una serie de efectos o resultados, producidos con la determinación
inevitable de una relación causal. Siguiendo el automatismo propio de una máquina, lo que
daría movimiento a la estructura sería la acción causal de unos sujetos sobre otros.
Para otros, la imagen adoptada es el organismo viviente. Para subsistir va dotándose de
órganos que ejercen diferentes funciones. Debe adaptarse al medio en que habita, del que
obtiene los medios de subsistencia y al que aporta algo que justifique su supervivencia.
Una tercera aproximación es la que se inspira en la metáfora del mercado. Un mercado
es un ámbito de encuentro, basado en un conjunto de hábitos y reglas. Los que acuden a él se
guían por la búsqueda de su interés o beneficio.
El sistema político
De manera más esquemática todavía y llevando las tres metáforas anteriores a un mayor grado
de abstracción se ha aplicado a la estructura política un modelo inspirado en la cibernética.
Desde esta perspectiva, la estructura de la política es concebida como un sistema.
De modo análogo, corresponde al sistema político desempeñar estas funciones. Recibe de su
entorno social distintos mensajes, en forma de noticias, demandas, reivindicaciones o apoyos de
los diferentes actores; Procesa esta información y la contrasta con los valores y las ideologías
dominantes en aquella sociedad: es decir, con la disposición de aquella sociedad a alterar o
mantener la situación detectada.
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CAPITULO IV
¿Cómo podemos entender la política?
Ordenar nuestros conocimientos sobre la política
Hay una doble actitud con respecto a la comprensión de la política: por un lado, mucha
confusión y por el otro, opiniones demasiado seguras. Esta doble actitud es menos
contradictoria de lo que parece. Revela que, a pesar de su apariencia de caos indescifrable,
existe la convicción de que la política obedece a algunos criterios regulares que pueden llegar a
ser conocidos, aunque sea de modo aproximado.
La ciencia de la política, en primer lugar, nos da las claves para interpretar determinados
fenómenos de la escena política. Pero también nos permite intervenir en esta escena con mejor
conocimiento de causa, sea cual sea nuestro papel: como ciudadano común o como actor
profesional, como individuo o como miembro de un grupo.
En ambos casos, el conocimiento de la escena política se convierte en un factor necesario para
actuar con mayor eficacia. El objetivo de la reflexión sistemática sobre la política no se reduce,
por tanto, a la acumulación de conocimiento: es también un instrumento para la acción.
¿Cómo se ha desarrollado el conocimiento sobre la política?
Lo que hoy conocemos como ciencia política es resultado de un largo proceso de desarrollo
histórico.
En la Grecia clásica. Platón y Aristóteles se propusieron examinar de qué manera se comportan
los sujetos humanos en comunidad y averiguar cuál es el modo de vida colectiva más
satisfactorio y mejor adaptado a la naturaleza humana. Para ello analizaron cómo eran las
sociedades de su tiempo, pretendieron explicar por qué se organizaban de determinada manera y
valoraron hasta qué punto era mejorable dicha organización para conseguir un orden político
ideal. Este saber ordenado sobre la polis —la sociedad, según los griegos— constituyó la
primera versión de una ciencia política claramente vinculada a la ética.
En el mundo medieval, la atención a la política estuvo condicionada por la hegemonía del
pensamiento cristiano sobre la moral y la ley. La política, pues, era analizada desde los
presupuestos de la teología moral y del derecho natural.
El Renacimiento redescubrió el mundo clásico grecorromano. Al mismo tiempo empezó a
dibujarse una organización política —el estado absoluto— que se distinguía de los dos grandes
poderes medievales: la Iglesia romana y el Imperio germánico. El estado —y la política que lo
construye y anima— se convirtió en objeto autónomo de reflexión política. Los imperativos de
la política —la «razón de estado»— ya no podían supeditarse a criterios religiosos o éticos:
necesitaban su propia justificación.
Desde principios del siglo XIX, cuatro factores fueron potenciando la expansión del
conocimiento sobre la sociedad y la política:
- Las revoluciones liberales —Gran Bretaña, Estados Unidos, Francia— y la
industrialización de algunas sociedades despertaron la conciencia de que la
sociedad no era inmutable, sino que experimentaba cambios radicales.
- La afirmación del individualismo fragmentó la visión integrada de la sociedad.
Cada individuo era contemplado ahora como sujeto —activo o pasivo— de una
serie de relaciones, en las que desempeñaba roles diferentes.
- El conocimiento científico sobre la naturaleza, que había avanzado de manera
espectacular desde finales del siglo XVIII, estimuló un esfuerzo paralelo por
conocer científicamente la sociedad.
- Finalmente, a lo largo del siglo XIX se produjo una revitalización de las
universidades europeas y norteamericanas. Después de siglos de desconfianza ante
el progreso científico, las universidades se convirtieron en el espacio donde las
diferentes disciplinas desarrollaban su investigación y llevaban a cabo la formación
de sus especialistas.
La institucionalización de la ciencia política: dos momentos cruciales
1. En el último tercio del siglo XIX (1870-1900) tienen lugar una serie de iniciativas
político-académicas que conducen a la institucionalización de la ciencia política en los
países más avanzados. Se trata de contextos diferentes, pero con un rasgo común: la
existencia de movimientos de opinión que promueven la reforma de la política, la
administración y el estado. Con este fin se institucionaliza la enseñanza de la política y,
para ello, se crean centros académicos especializados.
2. Una segunda oleada histórica favorable a la institucionalización de la ciencia política
tuvo lugar en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial. El ascenso del
fascismo —en sus diversas variantes—, la consolidación del comunismo en la URSS, la
gran depresión capitalista de los años treinta y el desenlace de la guerra de 1939-1945
habían dejado maltrechas las bases sociopolíticas y económicas de las democracias
europeas, tal como habían sido concebidas por el liberalismo del siglo XIX: era
necesario reconstruirlas y, para ello, había que contar con nuevos argumentos. En esta
reconstrucción de la posguerra —que condujo al llamado Estado del bienestar y a
nuevas formas de democracia de masas— jugaron un papel importante las ciencias
sociales y, entre ellas, la ciencia política.
¿Con qué elementos se elabora el conocimiento sobre la política?
Tres componentes: la descripción de hechos, la construcción de interpretaciones y, en
último término, la formulación —directa o indirecta— de propuestas.
La ciencia política debe ayudar al establecimiento de los hechos, acumulando información e
indicando dónde y cómo encontrarla. Así lo hacían ya los autores clásicos. Por ejemplo,
Aristóteles acumuló información sobre los sistemas de gobierno de su tiempo. Cuesta
separar la descripción del hecho de su valoración. En el conocimiento de los datos sociales
es difícil dar con un «hecho en bruto». En cierto modo, el fenómeno económico, social o
político está sometido a una manipulación previa: el observador lo aísla de su contexto y lo
describe aplicándole conceptos previos y a veces discutidos.
Estas dificultades son todavía mayores cuando pasamos al capítulo de las interpretaciones.
Ya no se trata de describir qué pasa, sino de intentar dar un sentido o señalar una razón de
por qué pasa.
Finalmente, la reflexión sobre la política produce propuestas y recomendaciones. A veces
son explícitas: así sucede cuando se propone un cambio en la orientación de la política
gubernamental en materia medioambiental. Pero también hay recomendación implícita
cuando se formulan algunas interpretaciones. Por ejemplo, si se afirma que los ciudadanos
se alejan de la política porque los políticos profesionales se desentienden de los problemas
cotidianos de la gente cabe entender que se está recomendando un cambio de actitud en los
políticos como condición para generar el interés ciudadano. Estas recomendaciones
incorporan un juicio de valor, al preferir una situación a otra y al dar prioridad a unos
valores sobre otros.
Quien desea progresar en el conocimiento de la política ha de ser consciente de que este
conocimiento incluye afirmaciones de hecho, intentos de interpretación. Es necesario estar
atentos para evitar la confusión de los tres planos señalados: cómo son las relaciones
políticas, por qué son como son y cómo nos gustaría que fueran.
¿Ciencia de la política?
El saber sobre la política forma parte de un conocimiento reflexivo. Es decir, de un
conocimiento en el que —a modo de espejo— se refleja, no tanto una conducta externa,
como la propia posición de quien contempla dicha conducta.
Desde la perspectiva que entiende la ciencia como un conocimiento provisional,
autorreflexivo y basado en un diálogo multilateral e interdisciplinario., es legítimo tratar
como científico el saber ordenado sobre la política.
CAPITULO V
“La Política antes del Estado”
Origen del Estado
Diez mil años de organización política
- 150.000 años de existencia humana. Sucesivas formas de organización colectiva. Si este
período lo hacemos proporcional a un año encontramos:
- 11 meses de etapa pre política. Tribus primitivas. Del 150.000 al 8.000 a.C.
- 1 mes desde el inicio de la revolución agrícola y la domesticación de los animales hasta
las organizaciones políticas diferenciadas y permanentes (ciudades-imperios y estados).
8.000 al 2.003.
- 12 días de este mes van desde las ciudades/ imperios del 3.500 antes de Cristo al 1.500
después de Cristo. Fin del Feudalismo.
- 24 horas solamente corresponden al estado Moderno surgido del renacimiento
Razones en los cambios de estructuras políticas
- Perfeccionamiento de la división del trabajo. (Durkheim)
- Modificación de la forma de organización económica o del modo de producción.
(Marx)
- Evolución de los medios de dominación. (Weber)
- Competición de las comunidades por el control de los recursos naturales. (Spencer)
Criterios para la clasificación del Estado
1- Grado de autonomía institucional: mayor o menor tendencia a la diferenciación
institucional de la política
2- Distribución de la coacción: mayor o menor tendencia a la concentración de la fuerza
legitima
Una tipología ideal
Si combinamos ahora las dos dimensiones —autonomía de la política y distribución de la
coacción— nos es posible construir un espacio donde ubicar las diferentes formas históricas de
organización de la política, fabricando con ello una tipología esquemática.
CAPITULO VI
“El Estado como organización Política”
Los rasgos esenciales del Estado
- Hace aproximadamente 500 años empezó a perfilarse en Europa Occidental una forma
nueva de organización: el Estado.
- En un primer momento tuvo éxito en el Viejo Continente, fue exportada a América y,
progresivamente, se implanto en todo el planeta.
- Cuando se inicia el siglo XXI es la unidad política más extendida: casi doscientos
estados forman parte de la ONU.
Hace aprox. 300 años comenzó a perfilarse en Europa Occidental una nueva forma de
organización: El Estado.
Origen del estado: S XVI, surgimiento del estado moderno, tiende a la concentración del
territorio y poder económico, es un devenir de la historia que hace que el poder se concentre, los
componentes no son unicausales. Fluye el comercio y ese característico sistema feudal agrícola
hace que se concentre las riquezas en los señores feudales. De la fragmentación pasamos a una
concentración económica militar y administrativas, empiezan a surgir las administraciones
nacionales tenuemente. Los señores feudales pasan de ser dueños a administradores.
Confluencias ideológicas con la caída del feudalismo y el renacimiento (ej. Maquiavelo)
Según Weber el Estado es una comunidad humana dentro de un determinado territorio que
reclama para sí el monopolio de la violencia legitima.
- Estado NO es el gobierno, el gobierno es una parte del estado
Los rasgos esenciales del Estado
El estado se sitúa en los puntos de máxima autonomía institucional de la política y de mayor
concentración de la coacción. De esta situación se desprenden cuatro rasgos esenciales.
1. La política como un ámbito diferenciado respecto del parentesco familiar, de la relación
económica, de la creencia religiosa o de otras formas de interacción social.
2. El Estado tiende a la máxima institucionalización de la relación política, a través de las
leyes
3. Reivindica la exclusiva coacción. Para ello dispone de un doble monopolio: en la
producción del derecho-que contiene todas las normas obligatorias- y en la
administración de la violencia física ejércitos, policías, cárceles, sanciones físicas o
pecuniarias.
4. Finalmente, el Eº entiende que su capacidad de regulación de conflictos tiene como
marco de actuación un territorio claramente delimitado
Los rasgos que acabamos de enumerar son tendencias: el estado tiende a conquistarlos en su
máxima intensidad, aunque no todos los estados llegan a adquirirlos en el mismo grado.
- (estas características se mantienen iguales, no cambian)
Nacimiento del Estado
- Orden económico cuando se consolida el comercio a larga distancia centrado en las
ciudades que amplía el marco territorial de las transacciones mercantiles.
- Orden cultural e ideológico, el Renacimiento difunde una determinada visión del
mundo clásico y de sus organizaciones políticas.
- Administración de la coacción se va imponiendo una visión monopolista: sólo al Estado
y al monarca que lo personifica corresponde la producción de la ley y su aplicación, si
es necesario mediante la violencia.
- Ámbito de la violencia, cuando se pasa del ejercito feudal al ejército nacional.
- Legitimación del Estado: Maquiavelo, Bodin y Hobbes
¿Cuándo nace el estado?
No hay una fecha específica del origen del estado. Todas las formas de organización política se
han ido gestando a lo largo de un proceso prolongado. Pero sí hay un período histórico, entre los
siglos XV y XVI, en el que se sitúan algunas condiciones que generaron esta forma política.
- Orden económico cuando se consolida el comercio a larga distancia centrado en las
ciudades que amplía el marco territorial de las transacciones mercantiles.
- Orden cultural e ideológico, el Renacimiento difunde una determinada visión del
mundo clásico y de sus organizaciones políticas.
- Administración de la coacción se va imponiendo una visión monopolista: solo al Estado
y al monarca que lo personifica, corresponde la producción de la ley y su aplicación, si
es necesario mediante la violencia.
- Ámbito de la violencia, cuando se pasa del ejercito feudal al ejército nacional
- Legitimación del Estado: Maquiavelo, Bodin y Hobbes.
Origen del término Estado:
Maquiavelo: en la primera frase del el Príncipe (1513) “Todos los estados, todos los dominios
que han tenido y tienen soberanía sobre los hombres han sido y son repúblicas o principados.”
Lorenzo el Magnifico 35 años antes el 24 de abril de 1478, escribe luego de un atentado que
costó la vida de su hermano. “En este momento acaban de matar a mi hermano y mi Estado se
encuentra en un gran peligro.”
La legitimación del estado
La hegemonía del estado no se basa únicamente en la dominación militar de un poder central
sobre otros poderes. Es también el triunfo de una determinada concepción ideológica, capaz de
justificar esta dominación centralizada. En las tensiones y conflictos que la emergencia del
estado provoca jugarán un papel esencial los argumentos a favor de la nueva forma de
organización política. En este combate de ideas resaltará la influencia de algunos autores como
Maquiavelo, Bodin y Hobbes.
Maquiavelo: muestra el origen del término Estado en la primera frase de El príncipe (1513).
“Todos los estados, todos los dominios que han tenido y tienen soberanía sobre los hombres han
sido y son republicas o principados”. observa y teoriza que las monarquías centralizadas y
unitarias son los modelos políticos de futuro. Cuando Maquiavelo describe el modelo deja claro
que la política se guía por su propia lógica, y no por la religión o la moral.
Jean Bodin fue testigo de las guerras de religión que asolaban la Europa de su tiempo y que
dividieron a Francia entre católicos y hugonotes. A partir de esta experiencia, Bodin elaboró el
principio de la soberanía estatal. La comunidad sólo puede mantenerse integrada si cuenta con
«un poder absoluto y perpetuo», ilimitado y desligado de toda condición.
Hobbes es también espectador de una turbulenta etapa histórica. La guerra civil terminó con la
derrota del rey Carlos I, su juicio político y su ejecución (1649). Hobbes había tomado partido
por la monarquía absoluta, lo cual le acarreó persecución y exilio.
Maquiavelo, Bodin y Hobbes contribuyeron, pues, de modo decisivo y sobresaliente a la
construcción teórica del estado: autonomía de lo político, importancia de la fuerza militar,
principio de la soberanía y poder absoluto en todos los ámbitos de la vida política. Con ello
dieron argumentos para reforzar la posición centro del monarca, que personifica el estado
absoluto.
Evolución del Estado
¿Qué rasgos estatales se modifican?
- El vínculo entre el poder político y el individuo
- El estatuto reconocido a ese individuo
- La creación del derecho
- La organización de las funciones públicas estatales
- La relación con el entorno económico y social
- Las bases de su legitimación ideológica
Estas características si cambian y evolucionan
Ej. Comparación estado absoluto y el estado liberal burgués tomando el derecho, en un caso el
poder del derecho lo tiene por completo el monarca, en cambio en el liberal burgués aparece el
parlamento y por lo tanto el poder legislativo y el rey debe adaptarse. El estado sigue siendo el
mismo en su esencia, es decir en sus 3 componentes esenciales, territorio, monopolio de la
fuerza y población, pero cambia la relación del individuo con la fuerza.
Tipos reales de Estado Moderno
- Estado Absoluto o el soberano sin limites
- Estado Liberal
- Estado Democrático de masas
Vínculo entre el poder político y el individuo:
Monocracia Democracia
Concentración del poder político en pocas Atribución de la capacidad de hacer política a
manos: personas, grupos, clases, todos los miembros de la comunidad sin
organizaciones, partido. ningún sector privilegiado por nacimiento,
clase, etnia, religión, ideología y lengua.
Acceso difícil, arbitrario y selectivo a los Acceso libre e igual a los medios de
medios y recursos del poder. Información, intervención política por parte de todos los
libre expresión, voto, participación, etc. miembros interesados de la comunidad sin
obstáculos ni privilegios
Decisiones políticas que se adoptan La toma de decisiones que respondan a las
generalmente en beneficio del mismo grupo preferencias y necesidades de la mayoría de
y se apartan de las preferencias generales de los ciudadanos sin efectos discriminatorios
los ciudadanos y deben cumplirlas permanentes para núcleos o sectores
determinados (minorías)
Totalitarismo Autoritarismo
Concentración del poder en una sola persona Concentración del poder en una coalición
o en un grupo reducido que interpreta en reducida de actores (militares, empresarios,
forma exclusiva la voluntad de la raza, la religiosos, burócratas) que mantienen entre sí
nación o la clase. El culto a la personalidad una cierta competencia por el reparto de
adquiere ribetes casi peligrosos dicho poder
Posee una doctrina global explicativa de toda La legitimación a través de la invocación de
la existencia humana en todas sus grandes principios: patria, orden, progreso,
dimensiones: economía, familia, cultura, etc. Sin reclamar una ideología estructurada
religión, que no admite ninguna discrepancia global y sin pretensiones de atender todos los
aspectos de la vida colectiva
Utiliza sistemáticamente el terror para El recurso a la acción represiva- policial-
eliminar cualquier forma de disidencia u judicial- mediática- con elementos de
oposición arbitrariedad y discontinuidad, sin llevar al
exterminio del opositor o disidente
El CAPITULO IX
“Agotamiento del Estado”
La exportación del estado
El estado es un invento europeo, que fue extendiéndose por todo el planeta como modelo
dominante.
Según los analistas, el éxito de esta difusión obedece a diversas razones. Para algunos, es el
contexto económico externo —la expansión de la economía capitalista— lo que en cierto modo
obligó a las comunidades a organizarse siguiendo el patrón estatal para poder competir
adecuadamente entre sí (Wallerstein). Otros, en cambio, ponen el acento en la evolución interna
del propio sistema político, en el que se produce una irresistible centralización del poder
(Anderson, Weber).
Demasiado Grande y Demasiado chico:
- Vertiente interna: el Estado parece haberse hecho demasiado grande y demasiado
complejo. Cuando crece la diversidad y singularidad de las demandas sociales, acaba
siendo limitada la capacidad para advertirlas a tiempo, reaccionar y resolverlas de forma
adecuada. La centralidad se convierte en una limitación.
Por otro lado, también se lo puede considera al estado como grande, por todas las demandas
internas de la sociedad ya que comienza a abarcar más y más cosas y de alguna manera “crece”.
El estado muchas veces llega tarde y se vuelve más caro por lo que los neoliberales lo
consideran desgastado, el estado quiere abarcar más de lo que puede lo que hace que baje su
eficiencia.
- Vertiente externa: el Estado parece demasiado pequeño. El ámbito territorial de poder
es delimitado y por lo tanto no es decisivo. Conflictos globales que sobrepasan el
concepto de Estado.
Estado chico, por los cambios de las sociedades se le pide al estado ciertas exigencias que el
estado no logra aguantar, Cuando los problemas empiezan a ser globales el estado se vuelve
pequeño.
Entre el estado mundial y la política de la sociedad-red:
- Los Estados se van desdibujando en su autonomía y concentración del poder.
- Hegemonía de la forma estatal socavada desde adentro y laminada desde afuera. No
reconocen al Estado como instrumento de protección.
- Concepto de “Estado Mundial” dotado de instrumentos de coacción (ONU, FMI, FAO,
etc.).
- Otra postura, “Sociedad-red”: constelación de nódulos o núcleos que ejercen alguna
actividad reguladora en conflictos singulares (Antiguos Estados, entidades subestatales,
organismos interestatales, organizaciones religiosas, ONGs, empresas, etc.).
“La Crisis del Estado”
José María Medrano
Introducción:
Son términos y palabras multivalentes
a) Doctrina pontificia: “formas de unidad y del orden entre los hombres, necesarias para la
vida humana y parte activa de su perfeccionamiento”
b) Marxismo: “órgano de dominación de clase, un órgano de opresión, de una clase por
otra”
c) Individualismo liberal: “aquel mínimo de poderes sin el cual es imposible mantener
relaciones pacíficas”
Proviene del latín “status”
Tres acepciones según Maquiavelo
1. Estado como gobierno, autoridad y poder político
2. Estado como dominio territorial
3. Estado como totalidad integrada por territorio, la población y el poder soberano
Maquiavelo usa otros términos como “república, Nación, Ciudad o pueblo” vacilaciones que se
mantienen hoy en día.
Procesos de surgimiento del Estado Moderno
- Centralización, unificación, especialización y formalización de poderes y funciones en
materia gubernativa, administrativa, económica y militar. Estado - Gobierno
- Creciente tendencia a realizar una práctica y una teoría política en torno a la Nación, un
pueblo culturalmente formado. Estados - Nación
- Deslinde geográfico con determinación de poderes y derechos territoriales exclusivos,
“País”. Estado – País.
Sentidos totales del Estado, contemplan los elementos del Estado.
Definición Podestá: “Cada Estado es una entidad social y política organizada que se manifiesta
por la existencia de tres elementos: un territorio determinado; una población asentada en ese
territorio y una autoridad común o gobierno que rige dentro de él de modo exclusivo”
- Materia: población y territorio
- Forma: orden, poder y derecho
Nociones parciales: identifican Estado y gobierno, tiende a presentar a la sociedad como la
antítesis del Estado
- Deutsch: “maquinaria organizada para la elaboración y ejecución de decisiones políticas
y para la imposición de las leyes y reglas de un gobierno”
- Weber: “la pretensión al monopolio legítimo de la coacción física para el
mantenimiento del orden vigente”
Estado en sentido Amplio y Restringido.
- Restringido: atienden estrictamente al contexto histórico en que surgió el Estado
occidental moderno. Nació, creció, culminó y quizás se está extinguiendo.
- Amplio: extienden temporalmente la significación del vocablo Estado. Jellinek, “Tipos
históricos fundamentales del Estado”
Crisis del Estado-sociedad
- El Estado moderno en su totalidad se halla hoy al final de su trayectoria, agotamiento e
imposibilidades futuras.
- Desdibujan partes esenciales y estructurales. Si faltan las partes esenciales,
directamente el Estado no existe.
- Relevancia que se da en la actualidad a lo internacional, transnacional o supranacional.
En todos los casos el Estado-sociedad parece superado.
Crisis del Estado-gobierno
- Equivalencia entre el termino Estado y Gobierno, en su sentido más amplio. Realidad
compleja
- Gobierno: “la acción y el efecto de gobernar, dirigir la sociedad estatal mediante el
ejercicio del poder político”
- Incluye quien gobierna y que es gobernar. Aspectos orgánicos y procesales.
Crisis del Estado-gobierno
- Hibridez o desmesura: pretende más de lo que le permite su propia naturaleza y los
medios con los que cuenta. Se enfrenta Estado máximo con Estado mínimo.
- Exceso de demandas y carencias de recursos.
- Pierde confianza y credibilidad en las instituciones
- Crisis de legitimidad
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Introducción
Las ciencias políticas se pueden definir como “el cultivo profesional de las disciplinas
de conocimiento científico que versan sobre la política” y poseen una estructura y un
contenido propio exigidos por su conocimiento. Se remiten a cuestiones previas y se
despliega en una serie de problemas diversos y específicos:
a. Tema gnoseológico: la cognoscibilidad e inteligibilidad de la política.
b. Tema epistemológico.
c. Sus notas peculiares y con qué sentido puede decirse que su saber es científico.
d. Su practicidad u operatividad.
Acción Política
La acción política es la política en sí, y se diferencia de las ciencias políticas ya que
tienen distintas vocaciones, distintos hábitos y son distintas actividades humanas. El
término acción política fue la primera y principal aceptación de la palabra política.
La política tiene un fin referente a:
Obtener el bien común de la sociedad.
Estado como sociedad soberana (objeto propio de estudio de la política).
Gobierno como la acción y el efecto de dirigir el Estado.
Poder como relación de mando.
Hay políticos que se encuentran más cómodos en un área que en la otra debido a que
no todos los políticos tienen las mismas virtudes. Además algunos políticos pueden ser
exitosos en una fase y fracasar en la otra, es el ejemplo de De la Rúa, quien fue un
excelente político agonal pero un mal arquitectónico, ya que, no supo gestionar y
mantenerse en el poder.
La política como ciencia
Fue a los griegos se les ocurrió perfeccionar la acción política con el condicionamiento
científico. De todas formas, puede hacerse política sin poseer ciencia política. Un
ejemplo para ilustrar esto mejor es el de Platón que a través de disciplinas
intelectuales o filosóficas sostiene la práctica de la política. El principio de los estudios
políticos es el de cultivar el conocimiento con ánimo de práctica y Platón siente
impotencia al ser incapaz para las cuestiones prácticas. Pero esto nos ayuda a
entender las limitaciones de lo que se puede saber científicamente y sus posibilidades
reales de llevarse a la práctica este saber. De estas limitaciones se hizo cargo
Aristóteles y plantea que los que aspiran a saber política necesitan también
experiencia.
La palabra ciencia es un vocablo multivalente que designa varios tipos de saberes. Se
puede dividir a las ciencias políticas en dos, la ciencia política clásica y la ciencia
política moderna. Por un lado la clásica se trata de la búsqueda de lo universal y
necesario de las causas, busca determinar la esencia de la política y la naturaleza de lo
que con ella podemos y debemos alcanzar. Y la moderna es la captación de los
fenómenos tal como se presentan en la experiencia sensible. Aunque ambas ciencias
son legitimas y susceptibles a la política no se reemplazo ninguna con la otra si no que
hablamos de un enriquecimiento mutuo de ambas.
Cuando hablamos de ciencia política (singular) es debido a un afán de una deseable
unidad y porque generalmente tendemos a usar los términos en forma singular pero
cuando hablamos de ciencias políticas (plural) nos referimos al conjunto de ambos
conocimientos (tanto clásico como moderno) y a un habito, disposición estable y
duradera de él que sabe científicamente para el bien o para el mal.
La ciencia política clásica
La ciencia política clásica, es una ciencia abstractiva y se ocupa de todas las
circunstancias del acontecer político, desde lo que acontece hasta la naturaleza de los
actores y averiguar quiénes son los que deben producir los acontecimientos.
Cuando hablamos de política hablamos de una actividad ordenadora de la sociedad,
ya que todo está penetrado por decisiones políticas y se mueve en lo delimitado por
ella. El núcleo de la política es la convivencia, el poder, el orden y la finalidad objetiva.
Se puede hallar en lo particular algo universal y necesario.
o Universal: algo que se cumple siempre y no cambiante. Noción
universal sobre casos semejantes.
o Necesario: lo específico.
o Contingente: varía según el caso. Lo que puede pasar. Un ejemplo son
las ciencias morales, que se basan en el libre albedrio y nunca son
iguales.
Para obrar prudencialmente hay que conocer los principios generales de la acción y las
condiciones de cada caso y para eso están las ciencias políticas.
La política como profesión
Todo hombre serio que vive para algo también vive de ese algo
Según Medrano en Argentina no se puede vivir de la profesión para la cual se tiene la
suficiente vocación y aptitud debido al factor económico.
Los vocabularios de cada concepción política conforman una totalidad, cuyas palabras
se terminan de entender en función de la misma totalidad que integran. Estas palabras
nacen, viven y mueren, se cargan de nuevos y diferentes sentidos, pierden otros,
aparecen diversas connotaciones más o menos manifiestas u ocultas, etc.
II. Crisis
La etimología de la palabra “crisis” es proveniente de similares palabras griegas, que
significa: juicio, elección, decisión, desenlace y evoca una situación incierta no
estabilizada ni acabada, que, precisamente hay que juzgar, elegir, cambiar y resolver.
Podemos retener tres notas definitorias que figuran en los diccionarios comunes:
a. Mutaciones considerables y radicales, o terminación de algo.
b. Momentos decisivos o culminantes de tales mutaciones y finalizaciones.
c. Actitudes, juicios y elementos motivados por dichas mutaciones, finalizaciones
o momentos decisivos.
Introducción
Santo Tomas dice “los discípulos adquieren la ciencia mediante la demostración que el
maestro propone.”
La acción política y la ciencia política son dos conceptos distintos, pero que haya un
forma en que el hombre política tenga ambas.
Los filósofos, economistas, abogados, etc. Buscan la relación con su propia ciencia en
lo cual hay un riesgo de perder la especificidad de la política.
Las disciplinas políticas exigen respuestas claras que integran lo llamado “conciencia
lingüística”, “conciencia cosmovisional” y “conciencia epistemológica”. Conciencia es
el intento de hacer presente, de tornar explicito cuando atañe a las mencionadas
cuestiones, el conocimiento exacto y reflexivo de las cosas.
La conciencia lingüística
En política hay palabras que son multivoco. Existe este tipo de palabras-choque que
tienen un alcance relativamente independiente de cualquier intento de fijar su
significación exacta. Una vez que estas entran en juego se termino el dialogo. Ej.
Derecha= mala palabra= una palabra-choque peyorativa.
La conciencia epistemológica
Para Aristóteles la experiencia basta para obrar prudentemente. Santo Tomas dice
que se puede poseer un conocimiento mas intimo de la virtud quien la vive que quien
la estudia.
Ahora pasamos al campo del saber. La Filosofía Política y Prudencia Política suelen
reflexionar sobre tu propio saber. Aparecen cuestiones diversas:
1) que es la política
2) si la política es susceptible de un saber científico
3) que variedad típica del conocimiento es la ciencia
4) que diferencia media entre distintas ciencias
5) que particularidades tienen las ciencias que versan sobre la política
6) que virtualidad tienen para dirigir la acción
7) en que medida dependen de principios filosóficos.
Ciencia política es normativa (cuando busca cuales deberían ser esta relaciones y por
que medios; jurídica (cuando dice cuales deben ser según la constitución); sociológica
y positiva (cuando examina cuales son); histórica (cuando relata sus cambios en el
curso de tiempo) y naturalista (cuando busca en esta relaciones regularidades que
parecen tener un carácter de necesidad.)
c) una ciencia practica de la política, esto es, una ciencia que de manera critica
considera y proyecta la actividad política.
Klaus von Bayme dice que en la ciencia política contemporánea existen tres puntos de
partida meta teóricos que se mantienen en rivalidad:
1) Teorías normativas
2) Teorías empírico-analíticas
3) Teorías critico-dialécticas. Parten de conceptos básicos y distintos. Se dan de la
tradición aristotélica, tradición positivista y tradición marxista.
Esto lleva a la compresión. Santo Tomas dice que comprender una cosa es conocerla
con perfección y conocerla con perfección es conocerla tanto cuanto es cognoscible.
La conciencia cosmovisional
El Papa Paulo VI, cualquier problema referente a la vida humana hay que considerarlo
desde las perspectivas del hombre a la vez de una visión integral de su
vocación/esencia natural.
Conclusión
Estas tres conciencias son necesarias aunque no suficientes; nada sin ellos, pero
también nada con ellos.