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Principio de Subsidiariedad

Dos ejemplos:

1. El padre sostiene la mano del hijo pequeño para que este pueda
aprender a caminar. Pero suelta su mano en cuanto este ya puede
caminar por sí solo.
No darle la mano cuando el pequeño lo necesita sería
peligroso para él.
Darle la mano más de lo necesario, no dejaría al pequeño
aprender a caminar por sí solo.

2. Un viejo refrán dice: “Regala un pescado a un hombre y le darás


alimento para un día, enséñale a pescar y lo alimentarás para el
resto de su vida”.

Ahora pensamos en cómo podemos aplicar estas


enseñanzas en la vida social, entre las personas y familias,
las instituciones, las asociaciones, las empresas, los
organismos y el Estado.

Eso es el Principio de subsidiariedad: Ayudar cuando se


debe ayudar, y dejar en libertad cuando sea necesario.

Esta forma tan natural del desarrollo, tiene su fundamento en la forma


cómo Dios trata a los hombres. (Fundamento teológico del P. de
Subsidiariedad)

El modo en que Dios actúa respecto a sus criaturas, marca una pauta a
seguir en el respeto a la libertad y autonomía que debe existir en el
orden temporal.

Dios no ha querido retener para Él solo el ejercicio de todos los


poderes. Sino que entrega a cada criatura las funciones que es
capaz de ejercer , según las capacidades de su naturaleza. Este
modo de gobierno debe ser imitado en la vida social
La dignidad humana exige respetar la máxima libertad posible de
personas y grupos sociales. Por ello debe reconocerse al hombre el
máximo de la libertad, y no debe restringirse sino cuando es necesario
y en la medida en que lo sea.

Dicho de otro modo: El P. de Subsidiariedad intenta armonizar las


relaciones entre individuos y sociedad, respetando la máxima libertad
posible. Pero libertad: según la naturaleza de los individuos y las
sociedades, y siempre orientada hacia el bien.

El respeto a la libertad y autonomía es base fundamental del bien


común, y una de sus manifestaciones es respetar y favorecer la libre
iniciativa de los ciudadanos. ¿Quién defiende esta libertad y autonomía
en la vida social? El P. de Subsidiariedad.

El P. de Subsidiariedad defiende la libertad y la autonomía frente a


estructuras sociales superiores, como el Estado.
¿Por qué las defiende? : Este principio se impone porque toda persona,
familia y cuerpo intermedio tiene algo de original que ofrecer a la
comunidad.

Veamos cómo este P. está explicado en la encíclica Centesimmus


annus:

Una estructura social de orden superior no debe interferir


en la vida interna de un grupo social de orden inferior,
privándola de sus competencias, sino que más bien debe
sostenerla en caso de necesidad y ayudarla a coordinar su
acción con la de los demás componentes sociales, con
miras al bien común (CA, 48)

Elementos del P. de Subsidiariedad.

1. No interferir en la vida de los grupos sociales inferiores, ni


absorberlos en lo que puedan hacer por sí mismos
No es justo quitar a las sociedades menores lo que ellas
puedan hacer, y dárselo a una sociedad mayor.
Ni el Estado ni sociedad alguna deberán jamás sustituir la
iniciativa y la responsabilidad de las personas y de los
grupos sociales intermedios en los niveles que estos puedan
actual, ni destruir el espacio necesario para su libertad (LC,
73).

2. Sostener y ayudar a los grupos inferiores para que puedan realizar


aquello de lo que son capaces.
“Toda acción que la sociedad, por su propia fuerza y
naturaleza, debe prestar ayuda a los miembros del cuerpo
social, pero no destruirlos y absorverlos” (QA 79)
Este elemento significa potenciar a los grupos, dándoles el
soporte necesario
Subsidariedad = subsidium

3. Coordinar la acción de los grupos inferiores, siempre con vistas al


bien común de la sociedad.

4. La ayuda que brindan las sociedades superiores debe orientarse a


la transferencia de capacidades para la autonomía y debe
realizarse temporalmente y no de manera indefinida.

¿Cuáles son los grupos sociales a los defiende el P.


Subsidiariedad?

Sociedad Civil:

“el conjunto de las relaciones entre individuos y entre sociedades


intermedias, que se realizan en forma originaria y gracias a la «
subjetividad creativa del ciudadano.La red de estas relaciones
forma el tejido social y constituye la base de una verdadera
comunidad de personas, haciendo posible el reconocimiento de
formas más elevadas de sociabilidad” (CDSI 185)
Es decir: “la familia, los grupos, las asociaciones, las realidades
territoriales locales, en definitiva, aquellas expresiones agregativas
de tipo económico, social, cultural, deportivo, recreativo,
profesional, político, a las que las personas dan vida
espontáneamente y que hacen posible su efectivo crecimiento
social (CDSI 185)

Aplicaciones prácticas

1. En la familia y en la escuela
Que cada miembro o alumno encuentre el apoyo necesario
Evitar el superproteccionismo
La escuela es subsidiaria de la familia en el ámbito educativo.
La escuela no puede imponer metodología o contenidos, al
margen de las familias
El Estado no puede imponer un tipo (o tipos) de familia

2. En la actuación del Estado


El Estado no debe sustituir la iniciativa y la responsabilidad de
grupos sociales intermedios en los niveles en que estos puedan
actuar: economía, educación, salud,
El Estado puede suplir en aquello que sea necesario para el bien
común cuando no puede llevarse a cabo por la iniciativa social.

3. En la empresa
Dar a los empleados iniciativa en el trabajo, autonomía de gestión
y capacidad de decisión.
No reducirlos a meros ejecutores pasivos de órdenes.

4. Ayuda a países en desarrollo


Tal ayuda debe orientarse a favorecer las iniciativas de los
ciudadanos.
No a la colonización ideológica.
No a la dependencia financiera.
Sí a la ayuda en casos de conflictos internos.
¿Qué acciones atentan contra el P. Subsidiariedad?
● Las dictaduras, el totalitarismo, el comunismo
● La centralización,
● burocratización,
● asistencialismo,
● presencia injustificada y excesiva del Estado y del aparato público
● las estatizaciones o nacionalizaciones injustificadas
● una economía planificada por el Estado
● la actividad empresarial del Estado cuando no es necesaria
● El proteccionismo económico
● La ausencia o el inadecuado reconocimiento de la iniciativa
privada, incluso económica, y de su función pública
● los monopolios,
● El control de natalidad por parte del Estado. Políticas
neomalthusianas
● Atentar con la libertad de educación.
● Atentar contra la libertad religiosa.

Principio de Participación

Consecuencia característica de la subsidiaridad es la Participación

Se expresa, esencialmente, en una serie de actividades mediante las


cuales el ciudadano, como individuo o asociado a otros, directamente o
por medio de los propios representantes, contribuye a la vida cultural,
económica, política y social de la comunidad civil a la que pertenece.

La participación es un deber que todos han de cumplir conscientemente,


en modo responsable y con vistas al bien común. (CDSI, 189)

Contribución Para el desarrollo

● La Participación es una exigencia fundamental de la naturaleza


humana (libertad y dignidad), un ejercicio concreto de su libertad,
un camino para su desarrollo.
● La Participación libre y responsable es una necesidad para el
desarrollo humano.

● Por eso: Nadie puede ser relegado, excluido, auto-excluido, o


sujeto pasivo.

● Con la Participación cada hombre es protagonista activo de la


convivencia social y la promoción del bien común

Contribución Para el equilibrio de poder

● La participación equilibra el poder de la autoridad.


● Previene, limita e impide los abusos de poder
● Toda democracia debe ser participativa: ser informados,
escuchados e implicados en el ejercicio de las funciones públicas.
● Es necesario superar los obstáculos culturales, jurídicos y sociales
que se interponen, como barreras a la participación solidaria
● Evitar el crecimiento exagerado del aparato estatal burocrático
que niega al ciudadano la posibilidad de actuar en la vida social y
política.
● Evitar las formas de participación incorrectas como: el clientelismo
político, o convertir la exigencias legales de participación en un
mero trámite administrativo.

Dos exigencias:

1. El deber de participar en la vida social.


La Participación en la vida social es una exigencia moral para las
personas y grupos sociales.
“Es necesario que todos participen, cada uno según el lugar qué
ocupan y el papel que desempeñan, en promover el bien común.
Este deber es inherente a la persona humana” (CIC, 1913)
La Participación se realiza primero en los campos cuya
responsabilidad se asume: en la familia, como estudiantes, como
trabajadores, como voluntarios, como ciudadanos, etc.
Espiritualidad de la vida cotidiana:
“Santificar el trabajo, santificarse en el trabajo, santificar con el trabajo”.

Cuando se realiza una labor, ofreciéndola a Dios y con sentido


profesional, es lógico que se desarrollen una serie de virtudes: orden,
eficacia, puntualidad, responsabilidad, constancia, fortaleza, diligencia,
perseverancia, etc. Un trabajo hecho así, dice san Josemaría, “santifica”
a la propia persona.

2. El derecho a participar en la vida social

a. Creando estructuras sociales que hagan efectivo el derecho


a participar en la vida social y política
b. Motivando la participación.
c. Mediante la educación y un adecuado entorno cultural que
promueva la importancia de la Participación. Puede lograrse
una rica gama de cuerpos intermedios con finalidades
económicas, sociales, culturales: cuerpos que gocen de
autonomía efectiva respecto de los poderes públicos, que
persigan sus objetivos específicos manteniendo relaciones
de colaboración.

Videos:
¿Quién es Michael Porter?
https://youtu.be/9VxKuFPJ0SI

Valor compartido de Michael Porter


https://youtu.be/gyDvtRDNAEg

https://youtu.be/gGJMklAUagM (estrategias para practicar Valor Compartido)

Porter: los tres niveles de valor compartido


https://youtu.be/exUVwRpNFEw

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