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Hay dos enfoques principales para resolver el problema de los orígenes humanos:
el “descendente”, que se basa en el análisis de los simios vivos, especialmente los
chimpancés; y el "ascendente", que da importancia al árbol más grande de los
simios, en su mayoría extintos.
De esta forma, algunos científicos suponen que los homínidos surgieron a partir de
un antepasado que caminaba con los nudillos, parecido a los chimpancés. Otros
sostienen que fue a partir de un ancestro más parecido, en algunos rasgos, a parte
de los extraños simios del Mioceno.
Los investigadores de este trabajo explican que los estudios descendentes ignoran,
a veces, la realidad de que los simios vivos (humanos, chimpancés, gorilas,
orangutanes e hilobátidos) son solo los supervivientes de un grupo mucho más
amplio y ya extinto. Por otro lado, los que están basados en el enfoque ascendente
son propensos a otorgar a los simios fósiles individuales un papel evolutivo
importante.
Los humanos se separaron de los simios –en concreto, del linaje de los
chimpancés– en algún momento entre hace 9,3 y 6,5 millones de años, hacia el final
del Mioceno. Para comprender los orígenes de los homínidos,
los paleoantropólogos han tratado de reconstruir las características físicas, el
comportamiento y el entorno del último ancestro común de los humanos y los
chimpancés.
Plan corporal y tamaño parecido a un gran simio actual. Sin embargo, sus vértebras
eran parecidas a las de un gibón y sus manos más cortas que las de un chimpancé.
“Estas extrañas combinaciones son la raíz del problema. No hay consenso entre los
investigadores sobre cómo interpretar estos extraños simios del Mioceno”, indica el
experto.
Homo habilis. (en el sureste de África hace unos 2.5 millones de años)
Inicialmente los fósiles que ahora se clasifican como Homo ergaster fueron
considerados por algunos científicos como Homo erectus Habitó en Asia hace 1,8
millones de años, hasta su extinción hace 300.000 años. Se cubría con pieles de
animales y fabricaba diversas herramientas de piedra, además de cocer
sus alimentos, pues habría domesticado el fuego. Esto imprimiría cambios
profundos en su musculatura y su sistema digestivo, así como formas más
complejas de socialización que habrían requerido entonces un lenguaje articulado.
El Homo erectus es el primer homínido que tiene menos diferencias entre los sexos.
Se considera al Homo sapiens sapiens como una subespecie del Homo sapiens.
Las características del Homo sapiens sapiens son las que definen al hombre
moderno: sin embargo, desde hace un tiempo, esta denominación ha dejado de
utilizarse ya que se ha descartado el nexo filogenético entre el Homo
neanderthalensis y el ser humano de hoy.
Puede decirse, de todos modos, que el Homo sapiens sapiens es el género cuyos
integrantes cuentan con la misma anatomía que las poblaciones humanas de la
actualidad y que desarrollan lo que se conoce como un comportamiento moderno.
Algunas características
El término homo sapiens sapiens puede decirse que viene a significar “hombre que
piensa” y hay que señalar que de él merece la pena conocer otra serie importante
de señas de identidad, entre las que destacan las siguientes:
• El primero parece ser que llegó a tierras europeas hace aproximadamente unos
50.000 años.
• Se considera que fue el que llevó a cabo la invención del arco y de las flechas.
• Se considera que el homo sapiens sapiens mostró un gran interés por la música y
por otras artes como la escultura o la pintura. De ahí que entre los hallazgos
arqueológicos que se han podido recuperar y conservar de esa especie se
encuentren desde rudimentarias flautas hasta las conocidas como pinturas
rupestres.
• Físicamente, se define por tener una frente más alta que la del Neandertal o de
otros antecesores. Asimismo también se identifica por disponer de una capacidad
craneana media de unos 1.350 centímetros cúbicos, de manera aproximada.