La investigación y desarrollo en una empresa técnicamente conocido como I+D, es un término aplicado a todas las actividades que puede desarrollar la empresa para buscar nuevos conocimientos tecnológicos o científicos, a fin de ser aprovechados de manera ordenada para la producción de nuevos materiales, productos, procesos o sistemas. La primera parte de este trabajo tiene que ver con la investigación y la segunda, directamente con el desarrollo.
Igualmente, esta herramienta puede buscar la mejora de los procesos existentes
según lo indica la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO) de Chile. Por lo tanto, vemos que la I+D ha logrado que la industria dentro del mundo haya podido desarrollar nuevas maneras de combustibles, fórmulas de alimentos funcionales o el desarrollo de nuevas variedades de vegetales. Con ello se nota que las actividades de investigación y desarrollo en una empresa tienen un alto componente de novedad para el mercado y son la solución de una serie de servicios para el público.
Implementar la investigación y desarrollo en una empresa ayudará a mejorar las
ventas de la misma, haciendo usos de los recursos que dicha investigación arroje. Esto se puede ver reflejado tanto en una reducción del costo de un producto o servicio, en la mejora de su calidad o más, demostrando así una competitividad frente a otras compañías.
De cualquier forma, la investigación y desarrollo (I+D) se divide en varios tipos,
entre los que destacan:
Investigación fundamental: también se le llama investigación básica y es la que se
encarga de acumular nuevos conocimientos, por lo que sirve a la hora de formular y crear hipótesis, teorías y leyes.
Investigación aplicada: tomando en cuenta los resultados que se consiguieron en
la investigación básica, se procederá buscar aplicaciones de forma práctica que puedan llegar a ser objetos con alta tendencia a ser patentados y sacados al mercado comercial. Desarrollo tecnológico: igualmente, en este punto de la investigación y desarrollo en una empresa se toman todos aquellos conocimientos y resultados adquiridos en la etapa anterior, de forma que la compañía se consigue en una posición donde ya sabe lo que debe hacer y procede a desarrollar prototipos de los productos.
Primero que nada, gracias a este procedimiento se logra trabajar e implementar
nuevas vías de tecnología o conocimiento que pueden ser exclusivos dentro de una empresa. Así, quienes mantengan la vanguardia en un área específica podrán estar sorprendiendo con nuevos descubrimientos o lanzamientos al mercado para adelantarse a las necesidades del cliente en general, según sea lo que aporte o brinde la compañía.
Asimismo, con un buen nivel de investigación y desarrollo en una empresa se
puede presentar la posibilidad de vender a otras empresas tecnología y conocimiento sobre procesos o productos específicos. Esto ayuda a la creación de una red de información que apunte a la construcción de una sociedad más avanzada en donde se busque el bienestar empresarial y económico.
Por supuesto, la idea de contar con productos exclusivos en el mercado y estar
por delante de la competencia es muy apetecible desde cualquier punto de vista. Esto permite una ventaja importante en el desarrollo de tecnologías o productos, como también permite obtener beneficios distintos haciendo uso de ese punto a favor tan importante en materia de innovación.