En el presente informe se presentarán el tema de capacidad de intercambio catiónico

(CIC), teniendo como una generalidad el tema del componente del suelo, el cual se
basará de arcilla y material orgánico debido a que estos elementos tienen una carga
negativa la cual permite absorber iones cargados positivamente. Siendo esta propiedad
del suelo de suma importancia debido a que afecta el comportamiento de este.

La capacidad de intercambio catiónico (CIC) confiere los datos sobre la cantidad de

elementos que necesita las plantas como son el Ca+2, K+, Mg+2. Además de dar el
tiempo en el que se encuentran dichos componentes dentro de la planta. Por lo tanto,
tener conocimientos de los datos de CIC afecta de manera directa el crecimiento y
desarrollo de la planta.

Como afirma Rhoades (1982), “la capacidad de intercambio catiónico, normalmente

expresado en miliequivalentes por 100g de suelo, es una medida de la cantidad de los
cationes intercambiables que neutralizan las cargas negativas del suelo”. La carga
negativa presente en los componentes del suelo se deriva de la sustitución isomórfica al
interior de las estructuras de las capas de los minerales de arcilla, disociación de grupos
funcionales acídicos de los compuestos orgánicos y la desorción preferencial de ciertos
iones sobre la superficie de las partículas. Aquello cationes de entre capas difícilmente
se intercambian, aunque se da el caso de liberación mediante tratamientos químicos y
meteorización.

Es la propiedad química del suelo, la cual es una capacidad expresada en cantidad de

cargas negativas presentes en la superficie de los minerales y componentes orgánicos
del suelo, que los presentan para retener y liberar iones positivos, contenidos de arcillas
y materia orgánica o sustancias húmicas. Esta propiedad representa la cantidad de
cationes que la superficie puede retener como el sodio (Na), el potasio (K), el calcio
(Ca), el magnesio (Mg) y entre otros. Siendo intercambiados por otros cationes o iones
de hidrógeno que se encuentren en la solución del suelo y liberados por las raíces.
Indicando también la capacidad de los suelos de retener cationes, disponibilidad y
cantidad de nutrientes, pH potencial, etc. Fijándonos que una baja capacidad de
intercambio catiónico seria todo lo contrario, baja retención de nutrientes, arenoso o
también pobre en materia orgánica, y que si se desea una mayor CIC es necesario un
mayor contenido de materia orgánica.