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Ensayo

Arguedas: el encuentro de dos mundos

El hombre que llevó en la sangre todas las razas del Perú profundo ¿Alguna
vez se preguntó, porque Arguedas escribía más sobre el mundo andino? Si tuviste
la oportunidad de leer alguno de sus libros te habrás dado cuenta que en la
mayoría de sus obras narra historias que él mismo vivió en carne propia a lo largo
de toda su infancia y adolescencia, historias de injusticias, abusos, maltratos y
sobre todo la discriminación del indio peruano. Al leer sus obras una vez más
puedo comprobar que a pesar de haber pasado más de cien años la situación
para las personas descendientes de los indígenas no ha cambiado en nada, al leer
sus obras puedo sentir como se encuentran el tiempo pasado con el presente
como si fuera el pasado que no cambio y todo el miedo que Arguedas tuvo en el
pasado se hubiera convertido en realidad.

Un claro ejemplo de lo que afirmo son “Los Ríos profundos” o “Yawar fiesta” en
estos libros nos narra hechos que él vivió en sus años de juventud conviviendo
con los indígenas de los cuales aprendió su lengua, costumbres y tradiciones.
Desde mi punto de vista pienso que él quiso mostrarnos la manera de ver, sentir y
pensar del mundo andino, y la conocimos a través de sus escritos, el narra que, a
los indios, se les trataba de una manera despreciable, los insultaban, golpeaban,
hasta incluso llegaron a encerrarlos, ahora miremos nuestra actualidad, mi
persona proviene de la sierra de una región en la cual el frio es intenso y en mi
ciudad los vientos son fuertes, soy de la ciudad de Juliaca, la “ciudad de los
vientos” vivo en la zona rural, mis abuelos son de pueblitos, mis abuelos paternos
son de “Capachica” y mis abuelos maternos son del lado de “Lampa”, por ambas
partes de la familia se habla quechua, se lo básico, puedo entender algunas
palabras, pero hablarlo fluidamente no, estoy en plena etapa de la adolescencia,
ya por acabar el colegio, se supone que en esta etapa debemos conocer nuestras
raíces, y buscar nuestra identidad, en el colegio que estoy, existe una gran parte
del estudiantado que habla quechua, es su lengua originaria que sus abuelos o
padres, les enseñaron con mucho esmero y cariño, pero en esta edad, nosotros
como adolescentes, nos burlamos de su idioma originario y esto hace que ellos ya
no lo hablen, y se sientan avergonzados de entender esa lengua, recuerdo que
cuando inicie mi vida secundaria, tenía un compañero que provino del Cuzco, un
chico muy trabajador y su forma de hablar el quechua era exquisita, en esos
tiempos éramos niños, cuando lo escuchamos hablar, nos reímos y él se
avergonzó y no quiso volver a hablarlo en público incluso se hizo comentarios
como “regrésate a tu cerro” “indio” entre otros, eso sucede con nuestra sociedad,
si alguien de la sierra llega a la capital , las personas de ahí se burlan de nosotros,
ya sea diciéndonos cholos, serranos, u otros apodos ofensivos, y esto nos quiso
hacer ver Arguedas con sus relatos, el racismo existió desde épocas antiguas,
desde los españoles hacia los incas, y esta idea fue de generación en generación,
hasta llegar hacia nosotros, sé que es difícil salir de esta sociedad, es fácil hablar
y decir NO AL RACISMO, pero en algún momento de nuestra vida lo hicimos o lo
vivimos, ya sea por nuestro acento, religión, costumbres, nuestra forma de ser,
nuestro aspecto entre otros, pero esto es a nivel global, por ejemplo, algunos
países ven al Perú como símbolo de burla, nos dicen “los sin derechos”, “los come
paloma”, y otras frases de burla, como dije el racismo siempre existirá, es una
cadena, de la cual es difícil huir, pero no imposible. No podremos erradicarla,
porque siempre habrá alguien que lo practique, lo que podemos hacer es
disminuirla.
Como buscamos identidad si nosotros mismos no nos aceptamos, no aceptamos
que la gran mayoría de peruanos somos de color trigueño, que no todos tenemos
una piel clara, que no todos tenemos la misma posición económica, que no todos
podemos pagar una buena educación, que no todos tenemos las mismas
oportunidades, fácil es hablar y decir tú no puedes porque no quieres, no es solo
eso, solo vemos el inicio del problema y no buscamos la solución, la gran mayoría
de personas solo criticamos y criticamos, y no damos una solución al problema,
solo decimos que ya se acabe el racismo, ya basta del racismo, es cierto que el
Perú tiene mucho que dar, pero las autoridades y la sociedad no ayudan, los
comentarios negativos, te bajan la moral y no da ganas de seguir en esta lucha, en
estos tiempos, nuestros pensamientos cambiaron, ya no buscamos encajar en una
sociedad, que te diga lo que tienes que hacer, y si no lo haces te tachen, de
rebelde o ignorante, o eres del montón o vas en contra de la corriente.
Vivimos en una sociedad en la cual el que tiene más dinero manda, y algunos por
tratar de ser mejores o superiores a otros, tratan de manera despreciables a los
que no lo son, por ejemplo, cuando vamos al mercado hay personas que llegan de
lejos, de las chacras, hacia la ciudad, ellos vienen con sus productos, ya sea
huevos, carne, papa u otro alimento, pero lo que hace la gran mayoría de
personas, es ver y despreciar estos alimentos, y prefieren ir a los supermercados
donde se basan más por la presentación, escogen el que tiene un color brillante y
puro, lo compran, pero no saben que están comprando alimentos que hacen daño
a tu salud, en vez de comprar a esos campesinos, que te venden un alimento, sin
químicos y rico en nutrientes, o si no compran al campesino, pero no a su
verdadero costo, le disminuyen el precio, le quitan dinero al que menos tiene, e
incluso suelen decir todavía te estoy comprando, o si quieres nomas, y todavía se
sienten superiores a ellos, los campesinos por vender, aceptan la propuesta.
Arguedas si estuviera aún vivo, se decepcionaría de la sociedad en la cual nos
convertimos, porque en vez de mejorar, nos estamos hundiendo cada vez más y
más.
Nunca llegue a conocer a Arguedas, pero sé que él hubiera opinado lo mismo,
pudimos conocer su perspectiva desde estas palabras “Habría considerado
extravagante a quien, en las aldeas donde residí antes, me hubiera dicho que los
grillos volaban. Eran tiernos y vivaces, como los que habitan en las zonas
templadas o frías; movían sus largas antenas, tratando de adivinar el camino o los
espacios desconocidos a los que caían. Entraban riesgosamente a las
habitaciones iluminadas. Y la gente, como en la costa, los mataba, aplastándolos,
sin tener en cuenta su dulcísima voz, su inofensiva y graciosa figura. A un
mensajero, a un visitante venido de la superficie encantada de la tierra, lo
mataban, pudiendo echarlos a volar, después de sentir en las manos la palpitación
de su pequeñísimo y frío cuerpecillo. Aquella noche, me dediqué a apartar los
grillos de las aceras donde corrían tanto peligro. Los de mi región nativa no han
sido dotados de crueles alas; canta cristalinamente en la noche, desde todos los
campos que rodean al ser humano, encantándolo. En Abancay había que
defenderlos. Costaba trabajo atraparlos y llevarlos lejos, con mucho cuidado;
porque, además, son frágiles, de articulaciones débiles; sus miembros se
desprenden fácilmente, y verlos sin un brazo o sin una pierna, o sin alas, es tan
atroz como descubrir la mancha, la especie de sombra que de ellos queda cuando
los aplastan en el piso de las habitaciones o en las piedras de las aceras.” Con
solo estas palabras nos podemos dar cuenta, cuál era su pensamiento, ese
respeto que sentía hacia el mundo, hasta incluso hacia los pequeños insectos, ese
es el pensamiento que debemos cultivar, el de querer mejorar, el de sobresalir sin
hacer daño a nadie, hace tiempo atrás buscando más sobre Arguedas, algunos
que lo investigaban dijeron que Arguedas al terminar su secundaria, postulo a la
universidad, Mayor de San Marcos, e ingreso, el entro con el pensamiento de que
lo harían sentir menos, como lo hicieron en su infancia, pero para sorpresa de él,
fue todo lo contrario, incluso lo incluyeron a su grupo, y compartían conocimientos,
él tuvo esa suerte, pero eso no suele suceder a menudo, si una persona de
provincia, va estudiar a la capital, el rechazo que recibe por sus compañeros, es
notorio, hasta incluso hubo casos de estudiantes que dejaron la universidad, por
los comentarios que recibían, en qué mundo vivimos estamos en pleno siglo XXI y
esto sigue sucediendo, si ahora no hacemos algo, el racismo se incrementara más
y no podremos salir de ello, debemos sentirnos orgullosos de nuestras raíces, de
nuestra manera de hablar, de nuestro color de piel, de nuestros idiomas, de
nuestras danzas e costumbres, debemos sentirnos orgullosos de haber nacido en
Perú, este país que está lleno de riquezas y diversidad cultural, ser peruano debe
ser un orgullo, que debemos llevar en alto sin agachar la cabeza, debemos
cambiar nuestro pensamiento y empezar a tomar conciencia para que así el país
crezca de una manera correcta y sana, si nosotros nos ponemos a estudiar,
cultivar nuestro conocimiento, el Perú puede llegar a ser una potencia, porque
tenemos todos los recursos, para poder lograr un cambio, ahora depende de cada
uno de nosotros, lograr que este cambio llegue.
Para finalizar les dejare, lo siguiente Marco Aurelio Denegrí, un destacado
intelectual, conto lo siguiente, a él le preguntaron, ¿Arguedas fue feliz? la gran
mayoría dirá que no, como una persona que se suicido pudo ser feliz, el respondió
que sí, diciendo lo siguiente, “Feliz en latín, es felix que quiere decir fecundo,
fértil, feraz, fructífero, este es el sentido primario fundamental de la palabra felix,
en sentido secundario, es dichoso, afortunado y próspero, este es el sentido que
rige actualmente, Arguedas fue fecundo, fue creativo, fue laborioso y en
consecuencia fue feliz” resumiendo lo que dijo, Arguedas fue feliz porque hizo lo
que más le gustaba, que era escribir, a veces no se necesita tener dinero para ser
feliz, es suficiente con hacer lo que te apasiona, el inicio un cambio, su único
objetivo era hacer conocer el mundo andino, el cual veía, pero siempre tuvo
comentarios que le hicieron daño, algunos decían que sus escritos eran irreales y
que vivía en un mundo de fantasía y estos comentarios lo orillaron a suicidarse,
Arguedas gracias a ti, pude cambiar mi visión del mundo, tu iniciaste el cambio, tu
queridas igualdad y equidad, ahora nos toca a nosotros terminar el cambio que tu
iniciaste.

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