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His De Las Ideas Y Form Pol

Paula Pérez Ramírez


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Las civilizaciones Hebrea, Asiria y Persa
Los hebreos, cuya influencia en la historia de la humanidad es notable, fueron un pueblo
de raza semita que a pesar de su orgullo racial mantuvieron contactos con todo ese
mosaico de razas que fue el antiguo Cercano Oriente (23).
A pesar de ello, permanecieron relativamente aislados, Palestina, su tierra, estaba
situada entre las civilizaciones de la Mesopotamia y la del Valle del Nilo. Por ello,
fueron frecuentemente conquistados o adversarios de estos imperios. Su organización
social durante mucho tiempo fue la familia patriarcal. Llegaron a unirse en doce tribus,
conservando aún, numerosas huellas de la comunidad primitiva (24): los pastos
comunes, el perdón de las deudas, la liberación de la esclavitud (jubileo) que consagró
el Deuteronomio y que parece ser una concesión a la vieja tradición, en una sociedad
basada ya en la propiedad privada y la esclavitud.
El más viejo cabeza de familia de cada Gens formaba parte de un tribunal que era en
realidad un verdadero Consejo de Ancianos. Este dirigía las actividades del grupo.
Fueron estos jueces ancianos a incitación del profeta Samuel los que coligieron el
primer rey llamado Saúl (25), abdicando a su antigua autonomía democrática. Y ellos
también fueron quienes eligieron a David (1020-980 a. de n. e.) (26). Estos
acontecimientos se debieron a las necesidades de la guerra. He aquí otra prueba más de
las afirmaciones de la moderna sociología sobre la comunidad primitiva. Ahora
debemos señalar de cual fue la importancia de los hebreos, y podemos decir, sin temor a
equivocaciones, que esta estribaba más en sus enseñanzas morales que en sus efímeras
conquistas de guerra y, sobre todo, es ese ejemplo de tenacidad que su supervivencia
revela, lo que asombra al historiador.

Sometidos a Babilonia, Egipto, Asiria, Persia, Grecia, los Romanos en la antigüedad y,


para abreviar, señalemos en los últimos tiempos únicamente las persecuciones de Hitler.
Es uno de los milagros de la historia que ese pueblo después de tantas vicisitudes haya
podido mantener su identidad nacional. Por espacio de casi dos milenios los judíos
estuvieron unidos por su religión y su ley moral y su exagerado etnocentrismo que le ha
conquistado odios y envidias.
Los persas, provenientes del Asia Central, eran indo-euro peos que conquistaron la parte
nordeste de In India, la Mesopotamia, y Egipto (35). Fueron derrotados, posterior
mente, por Alejandro de Macedonia.
Su organización social no difiere mucho de las que hemos descrito en los otros imperios
esclavistas del antiguo Cercano Oriente. únicamente es preciso señalar que dividieron su
imperio en provincias, gobernadas por un funcionario nombrado por el rey y
supervigilado por inspectores. Los gobernadores se llamaron sátrapas y sus
demarcaciones administrativas: satrapías.
La influencia del pensamiento social se manifiesta a través del pensamiento hebreo al
cual influyeron notablemente. Suya es la idea de la lucha entre los espíritus del mal y
del bien que, a través de los judíos, llegan hasta nosotros en la mitología cristiana.
Ormúz, Dios del bien, lucha contra Ahrimán. Ángeles alados que se parecen a los
ángeles hebreos ayudan a Ormuz, en su lucha y éste es socorrido también por Mithra, la
cual juzgará a los buenos y a los malos después de su muerte. Zaratustra en el siglo VI
a.n.c. es el expositor de esta teogonía, que desplaza el antiguo culto naturalista de los
persas.
Así, fueron los persas quienes incorporaron al pensamiento hebreo las creencias sobre
los espíritus del bien y del mal y La hipótesis del juicio final.
Los asirios fueron un pueblo conquistador que, como sabemos, era una mezcla de
semitas, kurdos del Cáucaso, etneos y metánicos. Su lenguaje y su cultura fueron
primero tomados de sumeria y más tarde se apropiaron del idioma y las artes de
Babilonia. Las conquistas de los asirios se extendieron desde Sumeria y Babilonia a
Egipto y Palestina. Este pueblo, que extendió sus dominios sobre inmensos territorios y
numerosos pueblos de culturas diversas, tenía que ser un pueblo rudo y militarmente
bien organizado (34). Los asirios daban notable autonomía a los pueblos sometidos,
frecuente mente les respetaba sus gobernantes, religión y derecho, pero como es obvio,
siempre que se les pagase tributo. Esta situación era proclive a producir movimientos
subversivos y cuando se debilitaba el poder central, había que imponer a hierro y sangre
el poder de los conquistadores. Los asirios, en consecuencia, perfeccionaron el arte de la
guerra, no sólo en instrumentos, sino en táctica y estrategia.
Nos dice W. Durant, hablándonos acerca de las aptitudes guerreras de los asirios: "La
táctica tenía por idea central la rapidez de los movimientos, que hace posible la
variación del ataque. Tan viejo es el secreto de Napoleón". Y dice también que: "Las
máquinas de asedio estaban tan adelantadas como entre los romanos". Pues bien, un
pueblo de conquistadores, si dejaba alguna autonomía a sus tributarios, tenía que
mantener una organizada maquinaria de guerra para someterlos en cualquier momento.
Para ello era necesaria una ruda disciplina y, en efecto, las leyes eran de un rigor
excesivo. Natural mente, era preciso el apoyo del clero. El rey se presentaba como hijo
de Dios, y el rigor de las leyes era su principal fuerza. Las penas iban desde la
decapitación, la castración, el empalamiento, el corte de oreja y nariz o veinte o cien
azotes. El juicio por ordalía se aplicaba, y puede decirse que la legislación asiria era
menos secular, pero más draconiana que el código babilónico, mucho más antiguo.
Los asirios sustituyeron el sistema de administración por medio de los señores feudales,
por el de administradores nombrados por el rey. Estos gobernadores tenían que realizar
la requisa de hombres e impuestos para la guerra y trabajos públicos. En fin, la
organización social asiria estaba destinada a la conquista y la explotación, y todas las
instituciones este ban organizadas para ese propósito.

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