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Discurso del primer ministro de Israel en la ONU 2011

(versión oficial en español)

Señoras y señores,

Israel ha extendido su mano en paz desde el momento en que fue establecido hace
63 años. En nombre de Israel y del pueblo judío, extiendo esa mano nuevamente
hoy. La extiendo a los pueblos de Egipto y Jordania, con renovada amistad por los
vecinos con los que hemos hecho las paces. La extiendo al pueblo de Turquía, con
respeto y buena voluntad. La extiendo a los pueblos de Libia y Túnez, con
admiración por aquellos que tratan de construir un futuro democrático. La extiendo a
los otros pueblos del norte de África y la Península Arábiga, con los cuales queremos
forjar un nuevo comienzo. La extiendo a los pueblos de Siria, Líbano e Irán, con
profunda admiración por la valentía de aquellos que combaten la brutal represión.

Pero, muy especialmente, extiendo mi mano al pueblo palestino, con quienes


buscamos una paz justa y duradera.

Señoras y señores, en Israel nuestra esperanza de paz nunca decae. Nuestros


científicos, médicos, innovadores, aplican su ingenio para mejorar el mundo del
mañana. Nuestros artistas, nuestros escritores, enriquecen el patrimonio de la
humanidad. Ahora, sé que ésta no es exactamente la imagen de Israel que, a
menudo, se presenta en esta sala. Después de todo, fue aquí donde, en 1975 – el
ancestral anhelo de mi pueblo de restaurar nuestra vida nacional en nuestra antigua
patria bíblica - fue entonces que esto fue trenzado - más bien puesta la marca -
vergonzosamente, como racismo. Y fue aquí, en 1980, ¡aquí mismo!, que el histórico
acuerdo de paz entre Israel y Egipto no fue alabado; ¡fue denunciado! Y es aquí, año
tras año, donde Israel es injustamente escogido para condenarlo. Es escogido para
condenarlo más a menudo que a todas las naciones del mundo en su conjunto.
Veintiuna de las 27 resoluciones de la Asamblea General, condenan a Israel – la
única democracia verdadera en Medio Oriente.

Bien, esto es una de las partes desgraciadas de la institución de la ONU. Es el teatro


del absurdo. No sólo le da a Israel el papel del villano sino que, a menudo, les da a
los verdaderos villanos papeles protagónicos: la Libia de Gadafi presidió la Comisión
de Derechos Humanos, el Irak de Sadam encabezó el Comité de la ONU sobre
Desarme.

Podría decirse: eso es el pasado. Bueno, he aquí lo que está sucediendo ahora
mismo, hoy. El Líbano controlado por Hezbollah preside ahora el Consejo de
Seguridad de la ONU. Esto significa, en efecto, que una organización terrorista
preside el órgano encargado de garantizar la seguridad del mundo. No pudieron
arreglar esto.
Así que aquí, en la ONU, las mayorías automáticas pueden decidir cualquier cosa.

Pueden decidir que el sol se pone por el oeste, o que sale por el oeste. Creo que la
primera ya ha sido pre-ordenada. Pero también pueden decidir - han decidido - que
el Muro de los Lamentos en Jerusalem, el lugar más sagrado del judaísmo, es
territorio palestino ocupado.

Y, sin embargo, incluso aquí, en la Asamblea General, la verdad a veces puede


abrirse paso. En 1984, cuando fui nombrado embajador de Israel ante las Naciones
Unidas, visité al gran rabino de Lubavich. Él me dijo – y, señoras y señores, no
quiero que ninguno de ustedes se ofenda, porque de mi experiencia personal de
servicio aquí, sé que hay muchos hombres y mujeres honorables, muchas personas
capaces y decentes sirviendo aquí a sus naciones. Pero he aquí lo que el rabino me
dijo. Me dijo, usted estará sirviendo en una casa de muchas mentiras. Y entonces
dijo, recuerde que, incluso en el lugar más oscuro, la luz de una sola vela puede ser
vista a lo largo y ancho.

Hoy espero que la luz de la verdad brille, aunque sólo sea por unos minutos, en una
sala que, durante mucho tiempo, ha sido un lugar de oscuridad para mi país. Así que,
como primer ministro de Israel, no he venido aquí para ganar aplausos. He venido
aquí para decir la verdad. (Aclamaciones, aplausos) La verdad es que Israel quiere la
paz. La verdad es que yo quiero la paz. La verdad es que en Medio Oriente, en todo
momento, pero especialmente en estos turbulentos tiempos, la paz debe basarse en
la seguridad. La verdad es que no podemos alcanzar la paz a través de resoluciones
de la ONU, sino sólo a través de negociaciones directas entre las partes.

La verdad es que, hasta ahora, los palestinos se han negado a negociar. La verdad
es que Israel quiere la paz con un estado palestino, pero los palestinos quieren un
estado sin paz. Y la verdad es que ustedes no deberían permitir que eso suceda.

Señoras y señores, cuando vine por primera vez, hace 27 años, el mundo estaba
dividido entre Oriente y Occidente. Desde entonces, la Guerra Fría terminó, grandes
civilizaciones han surgido de siglos de sueño, cientos de millones de personas han
sido sacadas de la pobreza, incontables más están listos para hacerlo, y lo notable
es que, hasta ahora, este monumental cambio histórico ha ocurrido, mayormente,
pacíficamente. Sin embargo, un cáncer está creciendo ahora entre Oriente y
Occidente, que amenaza la paz de todos. No busca liberar, sino esclavizar, no busca
construir, sino destruir.

Ese cáncer es el Islam militante. Se envuelve con el manto de una gran fe, sin
embargo asesina a judíos, cristianos y musulmanes por igual, con imperdonable
imparcialidad. El 11 de septiembre asesinó a miles de estadounidenses, y dejó a las
torres gemelas en ruinas ardientes. Ayer por la noche coloqué una corona en el
memorial 11-S. Fue profundamente conmovedor. Pero mientras iba hacia allí, una
cosa hacía eco en mi mente: las escandalosas palabras del presidente de Irán ayer,
en esta tribuna. Dio a entender que el 11-S fue una conspiración estadounidense.
Algunos de ustedes abandonaron esta sala. Todos ustedes debieron hacerlo.

Desde el 11-S, los islamistas militantes masacraron a un sinnúmero de otros


inocentes - en Londres y Madrid, en Bagdad y Mumbai, en Tel Aviv y Jerusalem, en
cada parte de Israel. Creo que el mayor peligro que enfrenta nuestro mundo es que
este fanatismo se arme con armas nucleares. Y esto es precisamente lo que Irán
está tratando de hacer.
¿Pueden imaginarse a ese hombre que despotricó aquí ayer - pueden ustedes
imaginárselo armado con armas nucleares? La comunidad internacional debe frenar
a Irán antes de que sea demasiado tarde. Si Irán no es detenido, todos nos
enfrentaremos a la amenaza del terrorismo nuclear, y la Primavera Árabe podría
pronto convertirse en un invierno iraní. Eso sería una tragedia. Millones de árabes
han salido a las calles para reemplazar a la tiranía por la libertad, y nadie se
beneficiaría más que Israel, si quienes están comprometidos con la libertad y la paz
prevalecieran.

Esta es mi ferviente esperanza. Pero como primer ministro de Israel, no puedo


arriesgar el futuro del estado judío por una expresión de deseos. Los líderes deben
ver la realidad tal como es, no como debería ser. Tenemos que hacer nuestro mejor
esfuerzo para dar forma al futuro, pero no podemos hacer que los peligros del
presente desaparezcan por nuestros deseos.

Y el mundo alrededor de Israel es, definitivamente, cada vez más peligroso. El Islam
militante ya ha tomado Líbano y Gaza. Está decidido a destrozar los tratados de paz
entre Israel y Egipto y entre Israel y Jordania. Está envenenando muchas mentes
árabes contra los judíos e Israel, contra Estados Unidos y Occidente. No se opone a
las políticas de Israel, sino a la existencia de Israel.

Ahora bien, algunos sostienen que la propagación del Islam militante, especialmente
en estos tiempos turbulentos - si se la quiere desacelerar, argumentan, Israel debe
apresurarse a hacer concesiones, a hacer concesiones territoriales. Y esta teoría
parece simple. Básicamente, es la siguiente: Abandonen el territorio y la paz
avanzará. Los moderados se verán reforzados, los radicales serán mantenidos a
raya. Y no se preocupen por los detalles molestos de cómo Israel realmente se
defenderá; tropas internacionales harán el trabajo.

Estas personas me dicen constantemente: Sólo hagamos una oferta amplia, y todo
funcionará. Saben, sólo hay un problema con esa teoría. Lo hemos intentado y no
funcionó. En 2000 Israel hizo una amplia oferta de paz que cumplía con casi todas
las demandas palestinas. Arafat la rechazó. Entonces los palestinos lanzaron un
ataque terrorista que se cobró mil vidas israelíes.

Después, en 2008, el Primer Ministro Olmert hizo una oferta aún más amplia. El
presidente Abbas ni siquiera la contestó.

Pero Israel hizo más que amplias ofertas. En realidad dejamos territorios. Nos
retiramos de Líbano en 2000 y de cada centímetro cuadrado de Gaza en 2005. Eso
no calmó la tormenta islámica, la tormenta islámica militante que nos amenaza. Sólo
trajo la tormenta más cerca y la hizo más fuerte.

Hezbollah y Hamas dispararon miles de cohetes contra nuestras ciudades desde los
mismos territorios que habíamos evacuado. Miren, cuando Israel se retiró de Líbano
y Gaza, los moderados no derrotaron a los radicales, los moderados fueron
devorados por los radicales. Y lamento decir que las tropas internacionales, como la
UNIFIL en Líbano y UBAM (ph) en Gaza no impidieron que los radicales atacaran a
Israel.

Abandonamos Gaza con la esperanza de paz. Nosotros no congelamos los


asentamientos en Gaza, los desarraigamos. Hicimos exactamente lo que dice la
teoría: Salir de ahí, volver a las fronteras de 1967, desmantelar los asentamientos. Y
no creo que la gente recuerde cuán lejos fuimos para lograr esto. Desarraigamos
miles de personas de sus hogares. Sacamos niños fuera de sus escuelas y sus
jardines de infantes. Derribamos sinagogas. Incluso - incluso trasladamos seres
queridos de sus tumbas. Y entonces, después de haber hecho todo eso, le dimos las
llaves de Gaza al Presidente Abbas.

Ahora bien, la teoría dice que todo debería salir bien, y el Presidente Abbas y la

Autoridad Palestina, ahora, podrían construir un estado pacífico en Gaza. Ustedes


pueden recordar que el mundo entero aplaudió. Aplaudieron nuestra retirada como
un acto de gran estadista. Fue un valiente acto de paz.

Pero, señoras y señores, no obtuvimos paz. Obtuvimos guerra. Obtuvimos a Irán


que, a través de su representante Hamas, rápidamente echó a patadas a la
Autoridad Palestina. La Autoridad Palestina se derrumbó en un día.

El presidente Abbas acaba de decir, en esta tribuna, que los palestinos están
armados sólo con sus esperanzas y sus sueños. Sí, esperanzas, sueños y 10.000
misiles y cohetes Grad, suministrados por Irán, por no mencionar el río de armas
letales que ahora fluyen a Gaza desde el Sinaí, desde Libia, y desde otros lugares.

Miles de misiles ya han llovido sobre nuestras ciudades. Así que deben entender
que, teniendo en cuenta todo esto, los israelíes se preguntan con razón: ¿Qué es lo
que evitará que ésto vuelva a ocurrir en la Margen Occidental? Vean, la mayoría de
nuestras grandes ciudades, en el sur del país, se encuentran a pocas decenas de
kilómetros de Gaza. Pero, en el centro del país, del otro lado de la Margen
Occidental, nuestras ciudades están a unos pocos cientos de metros o, como
máximo, a pocos kilómetros de distancia desde el borde de la Margen Occidental.

Así que quiero preguntarles. ¿Alguno de ustedes traería el peligro tan cerca de sus
ciudades, de sus familias? ¿Actuarían tan imprudentemente con las vidas de
vuestros ciudadanos? Israel está dispuesto a que haya un estado palestino en la
Margen Occidental, pero no estamos dispuestos a que haya otra Gaza allí. Y es por
eso que necesitamos tener reales arreglos de seguridad, que los palestinos,
simplemente, se niegan a negociar con nosotros.

Israel recuerda las amargas lecciones de Gaza. Muchos de los críticos de Israel las
ignoran. Irresponsablemente, aconsejan a Israel a ir otra vez por este mismo camino
peligroso. Vuestra lectura de lo que dicen estas personas y los ‘como si nada hubiera
pasado’ - simplemente repitiendo el mismo consejo, las mismas fórmulas, como si
nada de esto sucedió.

Y estos críticos continúan presionando a Israel a hacer concesiones de largo


alcance, sin antes garantizar la seguridad de Israel. Ellos alaban como destacados
estadistas a los que, inconscientemente, alimentan al insaciable cocodrilo del Islam
militante. Rotulan como enemigos de la paz a aquellos de nosotros que insistimos en
que primero debemos construir una sólida barrera para mantener al cocodrilo afuera
o, como mínimo, interponer una barra de hierro entre sus fauces abiertas.

Así, frente a las etiquetas y los libelos, Israel debe prestar atención a un mejor
asesoramiento. Mejor una mala prensa que un buen elogio, y mejor aún sería una
prensa justa, cuyo sentido de la historia se extienda más allá del desayuno, y que
reconozca las legítimas preocupaciones de seguridad de Israel.

Creo que, en negociaciones de paz serias, estas necesidades y preocupaciones


pueden ser consideradas apropiadamente, pero no pueden ser consideradas sin
negociaciones. Y las necesidades son muchas, porque Israel es un país tan
pequeño. Sin Judea y Samaria, la Margen Occidental, Israel tiene tan solo 15
kilómetros de ancho.

Quiero ponerlo en perspectiva para ustedes, porque todos ustedes están en la


ciudad.

Eso es alrededor de dos tercios de la longitud de Manhattan. Es la distancia entre

Battery Park y la Universidad de Columbia. Y no se olviden que la gente que vive en


Brooklyn y Nueva Jersey es considerablemente más amable que algunos de los
vecinos de Israel.

Entonces, ¿cómo se… cómo se protege un país tan pequeño, rodeado de gente
juramentada para su destrucción y armada hasta los dientes por Irán? Obviamente
no se puede defender sólo desde dentro de ese estrecho espacio. Israel necesita
una mayor profundidad estratégica, y eso es exactamente por lo que la Resolución
242 no exige que Israel abandone todos los territorios que capturó en la Guerra de
los Seis Días. Habló de retirada de territorios, a fronteras seguras y defendibles. Y,
para defenderse, Israel debe, por lo tanto, mantener una presencia a largo plazo del
ejército israelí en zonas estratégicas críticas de la Margen Occidental.

Le expliqué esto al Presidente Abbas. Me contestó que si un estado palestino fuera


un país soberano, nunca podría aceptar tales acuerdos. ¿Por qué no? Estados
Unidos tiene tropas en Japón, Alemania y Corea del Sur desde hace más de medio
siglo. Gran Bretaña tiene un espacio aéreo en Chipre o, más bien, una base aérea en
Chipre. Francia tiene fuerzas en tres naciones africanas independientes. Ninguno de
estos estados dice que no son países soberanos.

Y hay muchos otros temas vitales de seguridad que también deben ser atendidos.

Tomemos el tema del espacio aéreo. Una vez más, las pequeñas dimensiones de
Israel crean enormes problemas de seguridad. Estados Unidos puede ser atravesado
por un avión a reacción en seis horas. Para volar a través de Israel, se necesitan tres
minutos. Así es el diminuto espacio aéreo de Israel ¿Será hachado por la mitad y
dado a un estado palestino que no está en paz con Israel?

Nuestro principal aeropuerto internacional está a pocos kilómetros de distancia de la


Margen Occidental. Sin paz, ¿nuestros aviones se convertirán en blancos para los
misiles antiaéreos colocados en el adyacente estado palestino? Y ¿cómo
detendremos el contrabando en la Margen Occidental? No es sólo en la Margen
Occidental, son las montañas de la Margen Occidental. Simplemente dominan la
llanura costera, donde la mayoría de la población de Israel se encuentra ahí abajo.
¿Cómo podemos evitar el contrabando de esos misiles a esas montañas, que
podrían ser disparados contra nuestras ciudades?

Saco a colación estos problemas, porque no son problemas teóricos. Son muy
reales.

Y para los israelíes, son asuntos de vida o muerte. Todas estas potenciales fisuras
en la seguridad de Israel, deben ser selladas en un acuerdo de paz, antes de que se
declare un estado palestino, no después, porque si se lo deja para después, no serán
sellados.

Y estos problemas explotarán en la cara y harán explotar la paz.

Los palestinos deberían primero hacer la paz con Israel y luego obtener su estado.

Pero también quiero decirles esto. Después de que tal acuerdo de paz sea firmado,

Israel no será el último país en dar la bienvenida a un estado palestino como un


nuevo miembro de las Naciones Unidas. Seremos el primero.

Y hay una cosa más. Hamas ha estado violando el derecho internacional


manteniendo cautivo a nuestro soldado Gilad Shalit durante cinco años.

No han permitido, ni siquiera, una visita de la Cruz Roja. Se lo mantiene en un


calabozo, en la oscuridad, contra todas las normas internacionales. Gilad Shalit es el
hijo de Aviva y Noam Shalit. Es el nieto de Zvi Shalit, que escapó del Holocausto
viniendo - en la década de 1930 como un niño - a la tierra de Israel. Gilad Shalit es el
hijo de cada familia israelí. Todas las naciones aquí representadas deberían exigir su
inmediata liberación. Si ustedes quieren… si quieren aprobar una resolución sobre el
Medio Oriente de hoy, ésa es la resolución que deberían aprobar.

Señoras y señores, el año pasado en Israel en la Universidad Bar Ilan, este año en la

Knesset y en el Congreso de EE.UU., presenté mi visión de la paz en la que, un


estado palestino desmilitarizado, reconozca al estado judío. Sí, al estado judío.
Después de todo, éste es el organismo que reconoció al estado judío hace 64 años.
Ahora bien, ¿no creen que ya es hora de que los palestinos hagan lo mismo?

El Estado Judío de Israel siempre protegerá los derechos de todas sus minorías,
incluidos los más de 1 millón de ciudadanos árabes de Israel. Me gustaría poder
decir lo mismo acerca de un futuro estado palestino, porque, como los funcionarios
palestinos lo aclararon el otro día - de hecho, creo que lo hicieron justo aquí, en
Nueva York - dijeron que el estado palestino no permitirá ningún judío en el mismo.
Estará libres de judíos - Judenrein. Eso es limpieza étnica. Hay hoy leyes, en
Ramallah, que hacen que la venta de tierras a judíos sea pasible de pena de muerte.
Eso es racismo. Y ustedes saben que leyes evoca.

Israel no tiene intención alguna de cambiar el carácter democrático de nuestro


estado.

Simplemente no queremos que los palestinos traten de cambiar el carácter judío de


nuestro estado. Queremos que renuncien… queremos que renuncien a la fantasía de
inundar a Israel con millones de palestinos.

El presidente Abbas estuvo recién aquí, y dijo que el núcleo del conflicto palestino
israelí son los asentamientos. Bueno, eso es extraño. Nuestro conflicto ha rugido
estuvo en su apogeo, durante casi medio siglo antes de que hubiera un solo
asentamiento israelí en la Margen Occidental. Así que si lo que dice el presidente
Abbas fuera verdad, entonces el… supongo que los asentamientos de los que está
hablando son Tel Aviv, Haifa, Jaffa, Be’er Sheva. Tal vez eso es lo que quiso decir, el
otro día, cuando dijo que Israel ha ocupado tierra palestina durante 63 años. No dijo
a partir de 1967, dijo a partir de 1948. Espero que alguien se molestará en hacerle
esta pregunta, porque ilustra una simple verdad: El núcleo del conflicto no son los
asentamientos. Los asentamientos son un resultado del conflicto.

Los asentamientos tienen que ser… es un tema que tiene que ser abordado y
resuelto en el curso de negociaciones. Pero el núcleo del conflicto ha sido siempre,
lamentablemente sigue siendo, la negativa de los palestinos a reconocer un estado
judío en ninguna frontera.

Creo que es hora de que el liderazgo palestino reconozca lo que todos los líderes
internacionales serios han reconocido, desde Lord Balfour y Lloyd George en 1917,
hasta el Presidente Truman en 1948 y el presidente Obama hace apenas dos días
aquí:

Israel es el estado judío.

Presidente Abbas, deje de caminar alrededor de este tema. Reconozca al estado


judío, y haga la paz con nosotros. En esa paz verdadera, Israel está dispuesto a
hacer dolorosas concesiones. Creemos que los palestinos no deberían ser ni
ciudadanos de Israel ni sus súbditos. Deberían vivir en un estado libre propio. Pero
deberían estar dispuestos, como nosotros, para el compromiso. Y sabremos que
están dispuestos para el compromiso y para la paz, cuando comiencen a tomar en
serio los requerimientos de seguridad de Israel y cuando dejen de negar nuestra
conexión histórica con nuestra antigua patria.

Frecuentemente los escucho acusar a Israel de judaizar Jerusalem. Eso es como


acusar a Estados Unidos de americanizar a Washington, o a los británicos de
anglizar a Londres. ¿Saben por qué somos llamados "judíos"? Porque provenimos
de Judea.

En mi oficina en Jerusalem, hay un… hay un antiguo sello. Es un anillo de sello de un


funcionario judío de la época de la Biblia. El sello fue encontrado justo junto al Muro
de los Lamentos, y data de 2.700 años, de la época del Rey Ezequías. Ahora, está el
nombre del funcionario judío inscrito en el anillo, en hebreo. Su nombre era
Netanyahu. Ese es mi apellido. Mi nombre de pila, Benjamin, se remonta a mil años
antes hasta Benjamin - Binyamin - el hijo de Jacob, quien también era conocido
como Israel. Jacob y sus 12 hijos deambulaban por estas mismas colinas de Judea y
Sumeria hace 4.000 años, y ha habido una presencia continua judía en el país desde
entonces.

Y para aquellos judíos que fueron exiliados de nuestra tierra, nunca dejaron de soñar
en volver: los judíos en España, en vísperas de su expulsión; los judíos en Ucrania,
huyendo de los pogromos, los judíos luchando en el gueto de Varsovia, cuando los
nazis lo circundaban. Nunca dejaron de orar, nunca dejaron de anhelar. Susurraban:
El año próximo en Jerusalem. El año próximo en la tierra prometida.

Como primer ministro de Israel, hablo en nombre de cientos de generaciones de


judíos que fueron dispersados ?por los países, que sufrieron todos los males bajo el
sol, pero que nunca perdieron la esperanza de restaurar su vida nacional en el único
estado judío.

Señoras y señores, continúo esperando que el Presidente Abbas sea mi socio en la


paz. He trabajado duro para hacer avanzar esa paz. El día que asumí el cargo, llamé
a negociaciones directas sin condiciones previas. El presidente Abbas no respondió.
Esbocé una visión de paz de dos estados para dos pueblos. Tampoco respondió.
Quité cientos de barreras y puestos de control, para mejorar la libertad de
movimiento en los territorios palestinos, lo que facilitó un fantástico crecimiento de la
economía palestina. Pero una vez más - ninguna respuesta. Tomé la decisión, sin
precedentes, de congelar los nuevos edificios en los asentamientos durante 10
meses. Ningún primer ministro lo hizo antes, nunca. Una vez más - ustedes
aplauden, pero no hubo respuesta. Ninguna respuesta.

En las últimas semanas, funcionarios estadounidenses han propuesto ideas para


reiniciar las conversaciones de paz. Había cosas en esas ideas, acerca de las
fronteras, que no me gustaban. Había cosas ahí, sobre el estado judío que, estoy
seguro, a los palestinos no les gustaban.

Pero, con todas mis reservas, estaba dispuesto a avanzar en base a estas ideas
estadounidenses.

Presidente Abbas, ¿Por qué no se une a mí? Tenemos que dejar de negociar acerca
de las negociaciones. Sigamos adelante con ella. Negociemos la paz.

Pasé años defendiendo a Israel en el campo de batalla. Pasé décadas defendiendo a


Israel en el tribunal de la opinión pública. Presidente Abbas, usted ha dedicado su
vida a hacer avanzar la causa palestina. ¿Debe este conflicto continuar durante
generaciones, o permitiremos que nuestros hijos y nuestros nietos hablen, en los
próximos años, de cómo encontramos la manera de acabar con el mismo? Eso es a
lo que deberíamos apuntar, y eso es lo que creo que podemos lograr.

En dos años y medio, nos reunimos en Jerusalem sólo una vez, a pesar de que mi
puerta siempre ha estado abierta para usted. Si lo desea, iré a Ramallah. En
realidad, tengo una mejor sugestión. Ambos acabamos de volar miles de kilómetros a
Nueva York. Ahora estamos en la misma ciudad. Estamos en el mismo edificio. Así
que reunámonos aquí hoy en las Naciones Unidas. ¿Quién está ahí para
impedírnoslo? ¿Qué es lo que nos detiene? Si realmente queremos la paz, ¿qué hay
que nos impida reunirnos hoy e iniciar negociaciones de paz?

Y sugiero que hablemos abierta y honestamente. Escuchémonos el uno al otro.

Hagamos como lo decimos en Medio Oriente: Hablemos "doogri". Eso significa


francamente. Le contaré mis necesidades y preocupaciones. Usted me contará las
suyas. Y, con la ayuda de Dios, encontraremos un terreno común para la paz.

Hay un viejo refrán árabe: no se puede aplaudir con una sola mano. Bueno, lo mismo
es cierto acerca de la paz. No puedo hacer la paz solo. No puedo hacer la paz sin
usted. Presidente Abbas, le extiendo mi mano - la mano de Israel - en paz. Espero
que usted estreche esa mano. Ambos somos hijos de Abraham. Mi pueblo lo llama
Abraham. Su pueblo lo llama Ibrahim. Compartimos el mismo patriarca. Vivimos en la
misma tierra. Nuestros destinos están entrelazados. Hagamos realidad la visión de
Isaías. "El pueblo que anda en tinieblas verá una gran luz". Que la luz sea la luz de la
paz.

Fuente : Cipidal

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