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Universidad Tecnológica

de la Riviera Maya
Valeria Berenice Galdámez Merchánt

[MÚSICA, LA MELODÍA DEL


ALMA]
Según internet, la música es un conjunto de sonidos sucesivos combinados según este arte, que
por lo general producen un efecto estético o expresivo y resultan agradables al oído. Para mí es
más que eso, es un arte que permite expresarnos, permite demostrar quienes somos y lo que en
ocasiones no podemos decir. Desde que somos bebés en el vientre de nuestras madres nos ponen
canciones o sonidos para estimularnos, la música siempre está con nosotros. Podemos escuchar y
sentir melodías en cualquier lado y cualquier momento.
De las siete “bellas artes” que las musas tuvieron a bien otorgarle a la humanidad, la
música ocupa en mi corazón un lugar destacado. Las razones para ello pueden parecerle al lector
extravagantes, siendo que a duras penas puedo hacer llorar una guitarra o forzar los lamentos
miserables de alguna flauta. Pero son las que son, y dichas razones tienen que ver, ante todo, con
la noción de ritmo.

La palabra ritmo proviene del griego rhytmos, que se puede traducir como “simetría” o
como “cadencia”, y se encuentra presente en casi todas las palabras con las que nos referimos a lo
cíclico, o sea, a lo recurrente: el biorritmo (el ciclo de la vida), la arritmia (la falta de ritmo, por
ejemplo, en el latido cardíaco), etcétera.

El ritmo es una idea que naturalmente asociamos a la vida, porque entraña a su manera un
sentido del orden: la vida no es más que un punto de equilibrio en el que la materia de nuestros
cuerpos se sostiene durante un tiempo, antes de que las notas inadecuadas se introduzcan en su
melodía y acaben por enviarla de cabeza al caos, o sea, al desorden.

La música, de todas las artes, es la que mejor representa la vida. Lo hace mejor que la
pintura, a pesar de que ésta le ofrece a nuestros ojos la belleza de los paisajes del mundo, o acaso
del rostro del amado. Lo hace mejor que la literatura, a pesar de que la palabra sea el instrumento
que contiene dentro suyo al universo, la herramienta con la que todo puede transmitirse. Lo hace
incluso mejor que la escultura, a pesar de que una estatua perfecta bien puede confundirse con un
ser vivo. La música, esa forma majestuosa de abstracción, cuyas notas no aspiran a imitar el canto
del pájaro sino a evocar su vuelo en nuestras mentes, es el más puro de los lenguajes artísticos.

Mucho antes que la palabra y que las primeras pinturas, la música estaba presente. Los
estudiosos del ser humano piensan que habría sido una de las primeras formas de cultura
compartida, parte esencial de ritos prerreligiosos, posiblemente de sanación, de celebración o de
combate.

Además, la música contiene en sí misma el flujo de la vida, los movimientos que la


caracterizan. La circularidad de sus melodías, que avanzan repitiéndose desde el inicio a su
insospechado final, trazan el camino exacto de nuestras vidas. La expresividad de sus sonidos,
llenos de color sin poder verse y de fuerza sin poderse tocar, nos invita a la acción, a la
contemplación, al pensamiento. Ya sea de fondo o en primer plano, en un concierto o en el
celular, la música nos conecta con lo esencial de la existencia: el tiempo.

¿Por qué algunas cosas se pueden hacer mejor con la música adecuada? Porque nos
conecta con quienes somos, con lo que hacemos, con un tiempo presente infinito, inmediato y
veloz, como si dejándonos llevar por sus sonidos, pudiéramos eternizar el momento, sentirlo con
mayor plenitud, estar más aquí y ahora que en completo silencio, al acecho de los pensamientos
que revolotean como buitres.

Metáforas aparte, el ritmo presente en la música suscita con nuestros cuerpos una
conexión tal, que en verdad constituye un lenguaje universal de los seres humanos. Una melodía
no precisa de traductores ni da lugar a malos entendidos o ambigüedades porque, en el fondo,
conecta con nuestros propios ritmos eternos: el tambor del corazón, la guitarra del oído, los
diferentes instrumentos de viento de la voz. Somos música, por dentro y por fuera.
CONCLUSIÓN

La música estuvo allí en los latidos del corazón de la primera madre humana, cantando
bajo su piel contra el oído de su cría apretada contra el pecho, y es de todas las artes la única que
nos aproxima al mundo, a los animales, en lugar de distanciarnos: el músico toca su instrumento
así como el pájaro canta, mientras que el pintor y el escritor toman distancia para mirar mejor y
traducir en sus respectivos lenguajes. Es una forma de comunicación universal que permite
expresar nuestros más puros sentimientos y nos une globalmente.
REFERENCIAS

 Colaboradores de Wikipedia. (2022, 26 agosto). Música. Wikipedia, la


enciclopedia libre. https://es.wikipedia.org/wiki/M%C3%BAsica
 Clark, B. (2022, 4 enero). A Brief History of Music - From Origins to the Present
Day. Musician Wave. https://www.musicianwave.com/history-of-music/
 colaboradores de Wikipedia. (2022, agosto 25). Historia de la música.
Wikipedia, la enciclopedia libre.
https://es.wikipedia.org/wiki/Historia_de_la_m%C3%BAsica#:%7E:text=La%20
historia%20de%20la%20m%C3%BAsica,todas%20las%20sociedades%20y%20
%C3%A9pocas.

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