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NOMBRES

RUDDY DARLEYNI VALLEJO TURBI


ANA RAMONA MARTE GUZMÁN
EVELYNE ETIENNE

MATRICULA
100578497
BG7375
100600953

TEMA
RESUMEN DEL CONTRATO DE TRABAJO

SECCION
01

MAESTRA
GLADYS ALTAGRACIA HERNANDEZ AQUINO
Los sujetos del derecho individual del trabajo y su vinculación jurídica

El contrato de trabajo
Es la condición única y a la vez, necesaria, para que una persona adquiera la calidad de
trabajador o de empleador, su existencia determina la aplicación de las normas
protectoras de la legislación del trabajo. Por consiguiente, antes de iniciar el estudio de
la figura del empleador y del trabajador, debe conocerse el Instituto laboral denominado
contrato de trabajo.

Derecho del trabajo

Esta expresión, que hoy nadie discute, fue rechazada en sus inicios por algunos autores,
que consideran la misma como una perífrasis, ya que el trabajo puede ser objeto de
varias convenciones, tales como el contrato de empresa o el contrato de sociedad. Por
tanto, hablar de contrato de trabajo es lo mismo que decir “contrato de cosa”, y resulta
que a ningún contrato se le designa por su objetivo. Nadie dice contrato de tierra, ni
contrato de casa, ni contrato de dinero. Lo contrató se distingue por los estado de
derecho que crean y al contrato de trabajo deberían de llamarse “ contrato de salario”, al
igual que se dice contrato de matrimonio.

No obstante, ante estas objeciones, la doctrina contemporánea acepta a unanimidad la


expresión contrato de trabajo y las legislaciones positivas muestran su preferencia por la
misma. Actualmente, cuando alguien dice contrato de trabajo, tanto los profesionales
del derecho como los profanos entiende que se trata del contrato que regula el trabajo
asalariado.

Caracteres

El contrato de trabajo presenta los siguientes caracteres

a) Consensual: para su formación basta el simple acuerdo entre las partes. En


efecto, el contrato de trabajo no está sujeto a forma alguna para su validez, por
lo que permite celebrarlo verbalmente o por escrito.

b) Sinalagmático: Imponen obligaciones recíprocas a las dos partes constantes. El


trabajador debe prestar sus servicios personales, a cambio de lo cual percibe una
remuneración, que paga el empleado. De este carácter sinalagmático se deriva la
aplicación al mismo de la teoría del riesgo y de la resolución.

c) A título oneroso: el pago de un salario es condición indispensable para la


existencia del contrato de trabajo (InFra, No. 110). La ayuda entre miembros de
una misma comunidad agrícola para limpiar, sembrar o cultivar un predio,
llamada en la práctica una junta, no puede considerarse como un contrato de
trabajo. Igualmente, la ayuda que prestan los miembros de una misma familia,
tampoco puede dar origen a la formación del contrato de trabajo a menos que se
trate de un verdadero trabajo asalariado (InFra, No. 154 y 155).
d) Intuitu personae e intuitu pecuniae: El contrato de trabajo se realiza a título
personal con relación al trabajador, pues su obligación de prestar los servicios no
es fungible, o sea, no puede ser satisfecha por otro.

El contrato se celebra intuitu pecuniae lo que se explica por las circunstancias


de que al trabajador lo que le interesa fundamentalmente es que se le emplee
para poder recibir el pago de un salario determinado.

El contrato de trabajo puede ser intuitivo respecto del empleador, lo que sucede
cuando el trabajador toma en cuenta la persona que aquel para celebrar el
contrato de trabajo.

e) Conmutativo: El alcance de sus obligaciones esenciales en el momento de


celebrar el contrato.

f) De ejecución sucesiva: Obligaciones en el transcurso del tiempo, lo que afecta


necesariamente su régimen jurídico.

g) De adhesión : la desigualdad económica entre las partes contratantes, permite al


empleador imponer condiciones, a las cuales se somete el trabajador.

Teorías civilista del contrato

La misma se fundamenta en dos postulados básicos:

a) La libertad contractual: cada persona es libre para obligarse y fijar los


límites de su compromiso. El contrato, como convenio generador de
obligaciones, no puede imponerse al individuo, quien libremente y sin
coacción, manifiesta su voluntad de contratar o no de hacerlo.

b) La autonomía de la voluntad: Es considerada por los legisladores del


código civil como la fuente de obligación; autónomas, porque debe
manifestarse libremente sin que sea afectada por reglamentaciones
gubernamentales.

La Decadencia del contrato

Los dos principios que se acaban de explicar han sido limitados en mayor o menor
medida por el intervencionismo legislativo. La exigencias económicas y la justicia
social han restringido el alcance de estos preceptos y en general, diversos contratos han
sufrido los embates del dirigismo estatal: en seguro de vehículos contra accidentes, son
buenos ejemplos de este fenómeno, que se ha manifestado con peculiar intensidad en el
contrato de trabajo.

La relación del trabajo

Esta evolución profunda del contrato de trabajo no puede ser ignorada por la doctrina,
que se esforzó por encontrar una explicación a la misma. Desde principios del siglo XX
ciertos autores comenzaron a cuestionarse si ante las severas limitaciones a la libertad
contractual y a la autonomía de la voluntad podría seguir considerándose que las
condiciones de trabajo tenían como causa a un contacto.

Así nació la teoría de la relación de trabajo, según la cual el vínculo jurídico que se
establece entre el empleador y el trabajador nace de un hecho dos. El ingreso efectivo
del trabajo a la empresa. Conforme a esta tesis, lo que decide la aplicación de las
normas laborales al trabajador es su incorporación efectiva a la empresa; a partir de este
momento, se constituye la relación de trabajo, distinta de la relación de cambio que nace
del contrato.

Examen crítico de la teoría

Estuvieron muy de boga en Europa hasta el decenio del 50, pero en la actualidad, Las
publicaciones Europea apenas si aluden a la misma, ya que en general se acepta que la
relación de trabajo tiene normalmente su origen en un contrato. Sin embargo, en
América Latina, algunos autores han insistido en esta posición hasta años recientes y en
el plano legislativo, la reforma a la ley Federal mexicana del trabajo en 1970 congreso
la teoría en su artículo 20 y posteriormente, la Ley de contratos de trabajo de Argentina,
de 1976, y la ley orgánica del trabajo de Venezuela, de 1991, aunque reconoce al
contrato como acto que da origen a la relación jurídica del trabajo, la teoría de la
relación de trabajo. En verdad, nos parece inadmisible sustituir al contrato, como origen
de la relación de trabajo, por figuras tan imprecisas como la incorporación, el ingreso a
la comunidad o el acto- condición.

Los elementos constitutivos del contrato de trabajo

Definición. El legislador define al contrato de trabajo como un convenio por el cual una
persona se obliga, mediante una retribución, a prestar un servicio personal a otras, bajo
la dependencia y dirección inmediata o delegada de ésta (Art.1). En esta definición del
legislador se encuentran presente los tres elementos constitutivos del contrato de
trabajo: la prestación de servicios, la remuneración y la subordinación jurídica.

La prestación de servicios

Es la obligación esencial que recae sobre la persona del trabajador. La misma puede ser
manual o intelectual; emanar de un administrador, un alto empleado o un simple peón;
darse en una casa de familia, una industria, un comercio, una empresa agrícola o a bordo
de un buque. Un artista, un intelectual, un profesor de colegio puede ser sujeto de un
contrato de trabajo.

La Remuneración:
El servicio personal es prestado a cambio de una remuneración: Sin esta no existe el
contrato de trabajo: habrá una prestación gratuita de trabajo que a veces presenta un
carácter contractual, como es el caso de la ayuda que se ofrece espontáneamente o el
requerimiento del beneficiario, en que el acuerdo de voluntades es evidente ( un cambio
de un neumático, en favor de la dama que ha sufrido ese percance en la carretera, por
ejemplo) o se realizará fuera del marco convencional, como sucede en los actos de
complacencia o generosidad. 
 
Título: Los sujetos del derecho individual del trabajo y su vinculación jurídica
El contrato de trabajo existe y el empleador debe pagar el salario mínimo de ley, pues el
no puede colocarse al margen de lo dispuesto por el orden público laboral.
Dependencia y dirección: al definir el contrato de trabajo, el artículo 1 del Código no
se refiere a la subordinación. La palabra dependencia y dirección, que figuran en el
texto legal, son los dos polos opuestos que caracterizan al estado de subordinación. 
La subordinación es un criterio preciso que permite distinguir claramente al asalariado
del trabajador para asegurar el respeto de la seguridad y de la dignidad del trabajador. 
 
Discrepado al momento de establecer la naturaleza de la misma; 
Naturaleza de la subordinación: En razón de que el empleador dirige las tareas de su
trabajador, habría que suponer que aquel posee conocimientos suficientes para poder
orientar y fiscalizar las actividades que ha delegado en este último.
Dependencia técnica: se da en la gran mayoría de los trabajadores, especialmente entre
aquellos que realizan una labor puramente muscular. También se encuentran
trabajadores con una preparación superior a la de su empleador, como sucede con el
médico contratado para servir en el consultorio de una empresa, quien en la ejecución
de su labor aplicará conocimientos que no posee su empleador. 
En consecuencia, la dependencia técnica no puede utilizarse como criterio para
caracterizar al contrato de trabajo, ya que en muchos casos no se presentará esta
realidad y, sin embargo, nadie dudara de que la relación laboral entre las partes ha
tenido su origen en un contrato de trabajo.
Otro criterio para explicar la subordinación es el de la dependencia económica.
Se afirma que esta existe desde el momento en que una tiene en su trabajo la fuente
única o principal de su subsistencia. Este concepto fue elaborado por la
doctrina francesa de principios del siglo XX con el objeto de comprender a los
trabajadores a domicilio en el régimen de protección de los accidentes de trabajo.
La subordinación económica se refiere a situaciones sociales muy diferentes, lo que
no permite solucionar con precisión las dudas que puedan presentarse en una
determinada relación jurídica: por ejemplo, el contador que a título de exclusividad
lleva los libros de una empresa tendrá un contrato de trabajo, pues la retribución que
percibe es su único medio de subsistencia. 
La subordinación jurídica es una situación creada por la ley para regir las relaciones
que se derivan de la existencia de un contrato de trabajo. Esta subordinación, de origen
netamente contractual, que proviene de una relación jurídica voluntariamente contraída,
coloca al trabajador bajo la autoridad del empleador, lo que permite a éste dirigir la
actividad personal del primero, por medio de normas, instrucciones y órdenes para todo
lo concerniente a la ejecución de su trabajo.
La apreciación de la subordinación. Las formas de manifestarse el poder de dirección
son complejas y variadas, y dependen de la índole de las tareas, de la capacidad del
trabajador, de la antigüedad en los servicios, de la jerarquía que se ostente. En otras
palabras, la subordinación puede manifestarse con mayor o menor intensidad.
El lugar del trabajo: generalmente la persona, que presta servicios en virtud de un
contrato de trabajo ejecuta su labor en un local que pertenece en propiedad o
arrendamiento al empleador, en cambio, el trabajador independiente realiza su faena en
su propio taller u oficina.
El horario de trabajo: cuando el trabajador está obligado a presentarse en un lugar
determinado, para cumplir con un horario que, se le ha fijado, el juez estimara que
existe la subordinación jurídica y, por consiguiente, el contrato de trabajo, 
El suministro de materias primas y de instrumentos de trabajo: normalmente el
empleador suministra al trabajador todos los elementos necesarios para la ejecución de
la labor. La subordinación jurídica suele desaparecer cuando el material o las materias
primas que se utilizan son propiedad del trabajador, quien dispone de ellas a su antojo. 
La exclusividad: La persona que renuncia a la libertad de su trabajo y acepta dedicar
exclusivamente su actividad a otra, demuestra normalmente su sumisión a la autoridad
de un empleador. Aunque se trata de un indicio muy fuerte, no siempre revela la
existencia de la subordinación jurídica.
La ausencia de personal dependiente: El trabajador subordinado ejecuta su labor
personalmente, sin que tenga otras personas bajo su dependencia. Naturalmente, en
razón de la jerarquía que se tenga en la empresa, un trabajador puede tener bajo su
mando a otros trabajadores, pero en este caso el actúa por delegación del empleador.
En cambio, el trabajador, independiente suele utilizar un personal que la contrata y
remunera: el agente general de seguro, por ejemplo, que contrata a los agentes locales,
no está regido por el Código de trabajo.
El contrato de trabajo y el de obra o empresa: Desde el derecho romano se consideró
que la naturaleza de la prestación de servicios debía utilizarse como el criterio para
distinguir el contrato de obra o empresa del dominio arrendamiento de servicios. En el
primero, la persona que ejecutaba la obra, prometía realizar un trabajo determinado, de
modo que su obligación era de resultado; en el segundo, el asalariado sometía
sus fuerzas de trabajo a la disposición de una persona, sin precisar cuál tipo de trabajo
se comprometía a realizar lo que significa una obligación de medios.
El contrato de trabajo y el mandato: la comparación se hará con el mandato
asalariado pues ninguna confusión puede originarse con el mandato de trabajo, ya que
en ambas convenciones una persona actúa por cuenta de otra a cambio de una
remuneración. La antigua doctrina establecía la diferencia de ambas figuras en la
naturaleza de la actividad objeto del contrato.
El contrato de trabajo y el profesional liberal.: La expresión profesión es muy amplia
equivale a oficio, trabajo, especialidad. En este sentido, un albañil ejerce una profesión
al igual que lo hace un abogado.
Los profesionales liberales son abogados, médicos, ingenieros, arquitectos,
odontólogos, químicos, farmacéuticos, etc. El desarrollo actual de nuevas carreras ha
ampliado el campo de la profesión liberal. Durante mucho tiempo en profesional liberal
percibía por sus servicios una remuneración conocida con el nombre de honorarios,
reminiscencia de antiguas épocas en que la cualidad esencial de esta actividad era el
honor.
La subordinación jurídica sirve para establecer la diferencia si el profesional
liberal ejerce su profesión en forma independiente no estará regido por el código de
trabajo.
El contrato de trabajo y el arrendamiento de cosas. De todas las convenciones
próximas al contrato de trabajo, es el arrendamiento de cosas la que menos se le parece.
En principio, será fácil distinguir ambos tipos de contratos, incluso cuando el contrato
de trabajo se acompaña del alquiler de un inmueble, por ejemplo, cuando al trabajador
se le proporciona una vivienda, como accesorio de su trabajo.
El contrato de trabajo y la sociedad. Esta puede integrarse con aportes e capital
acompañados de aportes en industria (trabajo) caso en el cual toma un gran parecido con
el contrato de trabajo. 
No obstante, estas características comunes, entre los dos contratos hay diferencias
sustanciales:
a) La sociedad supone un elemento específico, la affectio societatis, cuyo fundamento
reside en la común voluntad de los de trabajo impone el estado de subordinación al
asalariado, que se limita a entregar sus energías para la consecución de un objetivo que
es fijado exclusivamente por el empleador.
b) La subordinación, elemento típico del contrato de trabajo no se encuentra en la
sociedad. Los socios no están subordinados unos a los otros; puede haber entre ellos
desigualdad de derechos, pero nunca se encontrarán sometidos a la dependencia y
dirección de otro.
c) El contrato de trabajo implica un salario; en cambio, el socio no lo recibe, pues este
participa en las utilidades de la sociedad. por tanto, si ésta no obtiene beneficios, el
socio no será retribuido, lo que resulta indiferente para el trabajador, quien siempre
recibirá su salario aunque haya pérdida.

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